Entrelíneas 108

CRÓNICA
EL
La importancia de las redes de apoyo
El quiebre, o definitivamente la pérdida de los vínculos
familiares durante la senectud es otro asunto que se debe tomar
en cuenta a la hora de analizar el escenario en el que se encuentra
esta parte de la población. Las largas listas de espera en centros de
ayuda social como Fundación Las Rosas, son una radiografía de
la cantidad de personas mayores que necesitan atención y cuidado.
Se estima que además de los dos mil doscientos residentes
que tiene la institución a nivel nacional, hay otros mil trescientos
esperando ingresar.
Rosa Núñez tiene 84 años, es madre de diez hijos y tras
enviudar en 2007 vive sola en su casa de la comuna de Florida,
relata que pese a su avanzada edad, aún es capaz de hacer todas las
tareas domésticas propias del día a día. A unos metros de su hogar
residen dos de sus descendientes directos, situación que le permite
tener una especie de independencia vigilada, algo que para ella es
muy importante.
“Yo me siento bastante activa, siempre he trabajado y eso
me ayuda a estar lúcida, la gente me celebra porque aún puedo
hacer mis cosas. Algunos de mis nietos también están aquí al
lado, se la pasan siempre muy pendientes de mí. Entre todos me
acompañan al médico y a hacer mis compras, pero yo no dependo
de nadie”, asegura la matriarca del clan familiar, que si bien se
muestra fuerte, lleva en su interior un marcapasos debido una afección
cardiaca.
El tiempo no pasa en vano. Irreversible e inevitable son
dos palabras que describen a la perfección el proceso de envejecimiento
en los seres humanos. La disminución progresiva de la
autonomía es un tema difícil de tratar para los abuelos, que ven
cómo su energía y movilidad disminuye, al mismo tiempo que sus
problemas de salud se vuelven más complejos. Según datos extraídos
de la IV Encuesta Nacional de Calidad de Vida de la Vejez,
la dependencia es una de las grandes preocupaciones de quienes
poseen una edad avanzada.
Rosa contempla con esperanza la puesta de sol.
Fotografía: Carla Valdebenito.
Alternativas para el cuidado de personas
La parte económica tiene un papel fundamental a
la hora de decidir acerca del futuro cuidado de los ancianos
y ancianas de Chile. El Servicio Nacional del Adulto Mayor
(Senama), es la entidad que regula la labor de los establecimientos
de larga estadía para este segmento de la población.
En la Región del Biobío, existen únicamente dos centros
de carácter público, ubicados en las comunas de Coronel y
Hualpén. A nivel privado en tanto, existen más de cuarenta
instituciones de residencia geriátrica funcionando.
Debido al alto costo que representa, recibir el
cuidado de una persona ajena al círculo familiar está lejos
de ser una alternativa viable para muchos de los integrantes
de la tercera edad de nuestro país. Con pensiones bajas y
medicamentos con precios cada vez más inalcanzables, el
periodo que comprende la vejez, cuyos años debieran ser los
más tranquilos en la vida de las personas, se ha transformado
en un estado de supervivencia continuo, sobre todo para
quienes pertenecen a los sectores más vulnerables.
82,4 años viven en promedio las mujeres en Chile, cifra más alta a nivel latinoamericano.
Fotografía: Carla Valdebenito.
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