Entrelíneas 108

CRÓNICA EL
Conjunto de caporal Jallupacha en el centro de Concepción.
Fotografía gentileza de Natalia Orellana.
El origen del arte remonta al inicio de la humanidad, las
diferentes técnicas que se aplicaban han ido evolucionando con el
pasar del tiempo. El interés de algunas agrupaciones por reproducir
las raíces latinoamericanas ha contribuido en apropiarse del espacio
territorial y conectarse con los antepasados. Esto logra evidenciar
la importancia de las expresiones corporales y musicales en
comprender las comunidades que habitan el mundo.
La música a través del tiempo
Las composiciones musicales han pasado por diversas
etapas, los cambios en el contenido, melodías y ritmos demuestran
en la constante evolución que se encuentra la materia. Otra de los
usos que se le ha dado a esta rama del arte es el de denunciar diferentes
aconteceres sociales a través de lo sensorial. La dictadura en
Chile, las situaciones de violencia hacia las mujeres y esclavitud
africana, son algunos de los tópicos que se tratan con el objetivo de
contruir memoria colectiva para las próximas generaciones.
Flor de Guayaba es una agrupación femenina que nace el
2015 luego del Festival Mujeres en el Arte realizado en La Universidad
de Concepción. Desde esa instancia se hizo una petición a
crear un colectivo solo de mujeres para hacer un repertorio de tres
o cuatro canciones vinculadas a las raíces afrocolombianas. Las integrantes
que se motivaron a esta iniciativa practicaban diferentes
manifestaciones como baile, canto y algunas instrumentistas. Viera
Saavedra Contreras, forma parte del conjunto femenino desde sus
inicios. “Nos juntamos y levantamos una recopilación musical más
que nada popular, luego de ensayar y conocernos entre nosotras
tocamos en la UdeC. Cuando terminamos de tocar quedamos enamoradas
de lo que resultó y ahí decidimos seguir con la idea de las
mujeres en la música”.
En relación a la organización del grupo, la toma de decisiones
se hace de manera horizontal, lo que ha permitido un buen
funcionamiento a nivel profesional y en las relaciones de las mujeres.
Son enfáticas en trabajar en conjunto y generar lazos de confianza.
“Tratamos de que la unión del Flor de Guayaba sea fuerte, en
caso de que tengamos algún problema o algo salga mal, conversarlo
de manera directa. Por eso, antes de cada ensayo en la semana, hacemos
una reunión en donde todas podamos dar nuestra opinión de lo
que nos parezca necesario para mejorar” aseguró Viera.
Algunas de las proyecciones de la banda es crear más temas
propios y realizar una gira para dar conocer su música a nivel nacional.
Además, aportar a organizaciones feministas o que luchen en
contra de la explotación de la tierra a través del arte. Próximamente
tendrán el primer lanzamiento del videoclip en Balmaceda Arte Joven,
además de presentaciones en locales de Concepción.
La danza como movimiento social
Las manifestaciones en la comuna, específicamente las
marchas, han sido el escenario en Concepción para los distintos
grupos de baile que habitan la zona. La razón por la que ocupan
este medio, es para visibilizar las problemáticas que aquejan a la
humanidad. Natalia Avellana, socióloga de profesión, forma parte de
“Jallupacha” grupo que se dedica a perpetuar el caporal. “Los conocí
en una actividad de la defensa del territorio, un primo participaba
ahí y se me hizo fácil el contacto. Además, como participamos en
las diferentes protestas, me ayuda a conocer y nutrirme de nuevos
conocimientos que me aporten a nivel personal”.
Desde hace miles de años, la expresión corporal funciona
como una metodología para evidenciar sentimientos y emociones a
través del movimiento. “La danza me ha ensañado cosas personales
que antes no había descubierto, como el alcance de mi cuerpo, ser
más extrovertida y no tener vergüenza de acercarme a la gente o que
vea moverme”, aseguró Natalia. A raíz de la constante tensión social
que se vive en todo el mundo, tener un espacio de reflexión y entretención
es vital.
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