Entrelíneas 108

CRÓNICA EL
Marcha de profesores en su punto de encuentro.
Fotografía gentileza de El Desconcierto.
Desde la docencia
Volver a la normalidad trae consigo el apuro. Materias
inacabadas, reuniones con apoderados iracundos, reunión con colegas,
llenar formularios, y, planificar (en este caso ajustar lo que
más se pueda) la próxima unidad. Una realidad que, aunque no se
quiera, está sucediendo en millones de colegios municipalizados
de país.
Daniela Mora, de 29 años, profesora de Lenguaje y
Comunicación del Liceo Bicentenario de Coronel, vive esta situación
de cerca. “Es duro volver a clases después de un paro de 2
meses. Sobre todo, porque tenemos que reorganizar, cortar, lo que
tenemos que pasar, por ejemplo, unidades complejas que requieren
de mucho tiempo de enseñanza, me resulta difícil omitir ciertas
partes de una unidad porque todo es relevante para los niños,
y, claramente, no podemos dejar de lado materia importante que,
yo sé, como profe, no puedo hacer, porque voy a perjudicar a mis
alumnos para los cursos posteriores (…) aparte, tenemos el factor
apoderado; tenemos que lidiar con ellos y explicarles la situación.
Algunos nos entienden y otros que no.
Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo que hay que
poner en volver a clases y reorganizarlo todo, el cansancio no
significa nada cuando se lucha por un bien mayor. “Yo voté que sí
al paro docente porque sé cuales son las condiciones que me esperan
cuando sea vieja. Actualmente soy una joven profesora que
todavía puede movilizarme y hacer unos pitutitos por aquí y por
allá, impartir clases en otros centros de formación y complementar
mis ganancias, sí, pero yo no soy la única que le tiene miedo a
la vejez teniendo una profesión que, todavía, es muy mal pagada
y jubilada, y de la cual el gobierno mantiene una deuda (…) yo,
personalmente, voy a seguir apoyando todos los paros que tenga
que apoyar…”
Desde la formación
El paro docente tampoco se quedó fuera de la discusión
universitaria, especialmente desde las carreras pedagógicas, de
aquellos que se están formando día a día para ser profesores y
profesoras. Diversas fueron las universidades que se vieron movilizadas
en apoyo al paro docente, manteniendo sus clases cancelas
durante muchas semanas.
Constanza Suarez, estudiante de tercer año de Pedagogía
Educación Medía en Lenguaje y Comunicación de la Universidad
Católica de la Santísima Concepción (UCSC) fue una de
las tantas alumnas y alumnos que se sumó a la movilización de
estudiantes.
“Como estudiante de pedagogía estoy realmente preocupada
por la situación que vive la docencia. Creo firmemente que
la profesión necesita dar un giro, un cambio (…) creo que el paro
está bien, si se mira por el lado de que los profesores de Historia,
no quieren verse perjudicados. Por otro lado, en la misma línea,
hay otros aspectos que están muy mal, y que tienen que modificarse,
porque hay contendidos curriculares, por ejemplo, de tercero
y cuarto medio que tienen que ser analizados urgentemente,
contenidos que entran en la Prueba de Selección Universitaria que
todavía están nadando en el aire, como educación cívica, dictadura,
post dictadura, vuelta a la democracia (…) estos contenidos
hasta el momento no se han agregado a los cursos de primero y
segundo medio, por lo que muchos estudiantes no tendrían esa
información que son relevantes para conocer la historia de nuestro
país.”
Cambios
Es evidente que la educación en Chile está sufriendo
una metamorfosis profunda. El paro docente fue uno de los tantos
movimientos que se seguirán sucediendo con el fin de mejorar
una educación que todavía está en andadores, cambios que están
siendo exigidos por la ciudadanía y que, se quiera o no, son inevitables
para los tiempos que corren.
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