Entrelíneas 114

REPORTAJE
La saturación urbana se evidencia en edificios de hasta 22 pisos en la misma calle.
Fotografía: Marcela Santíbañez
En cuanto a lo anterior, Rocío Reyes menciona
que “claramente la normativa actual no dice nada
en contra de la altura, se podrían construir cinco
edificios de 22 pisos en una cuadra y con eso se
tapa el sol a toda hora del día, dejando a habitantes
sin la posibilidad de una luz natural. Hay
que pensar, además, que el ancho de las calles
de Concepción no da para soportar la densidad
de una edificación que tiene 120 departamentos,
más aún si estos se encuentran seguidos dentro
de la misma manzana, como es el caso de Ongolmo,
entre Barros Arana y Freire”.
A través de esta problemática, la cual no solo
conlleva a un conflicto ambiental, sino que también
tiene consecuencias sociales a largo plazo,
se puede plantear una carencia de originalidad y
delimitación en cuanto a cómo se quieren diseñar
y distribuir los espacios que están siendo cada vez
más habitados.
Al respecto, Reyes señala: “Concepción no tiene
una identidad arquitectónica en general, ya
que se construye como quieren las empresas, sin
darle importancia al material con el que se está
trabajando y proponiendo los metros cuadrados
que las inmobiliarias decidan. Esto pasa porque
las construcciones antiguas y más propias se han
caído con los terremotos y ya no quedan referentes
de cómo fue la ciudad en este sentido".
En definitiva, el desarrollo urbano y todo lo
que conlleva es y seguirá siendo una parte fundamental
de las ciudades en crecimiento. Es importante
considerar todos los puntos de vista al
respecto, intentando buscar lo mejor para la población
y propiciando la participación ciudadana.
En ese sentido, Reyes sostiene que “hay que tener
cuidado con el espacio que le da la prensa a
esto. Hay algunos que sienten que las consultas
ciudadanas son una pérdida de tiempo porque la
municipalidad igual va a hacer lo que quiere. Es
un tema delicado porque cuando aparece en un
diario que algún académico dice que no se va a
tomar en cuenta la opinión pública, la gente lo
cree y, entonces, no acude a votar”.
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