Atención Salseros, Atención Bongoseros: Llegó el Bembé. Música ...
Atención Salseros, Atención Bongoseros: Llegó el Bembé. Música ...
Atención Salseros, Atención Bongoseros: Llegó el Bembé. Música ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
cada descarga, en cada golpe de güiro o de campana, sino lo que <strong>el</strong>la significa<br />
para las personas que hicieron parte de esta experiencia: para ser concretos, es <strong>el</strong><br />
-„conocimiento sobre aqu<strong>el</strong>la música lo que define las formas de r<strong>el</strong>ación e<br />
interacción entre los sujetos que se inscriben aquí.<br />
Antes de adentrarnos en los debates sobre la virtualidad, quisiera aclarar que<br />
como primera y única definición sobre <strong>el</strong> coleccionismo adopté la noción<br />
propuesta por Jean Baudrillard en su ensayo “The system of collecting.”:<br />
“(…) The objects in our lives, as distinct from the way we make use of them at a<br />
given moment, represent something much more, something profoundly r<strong>el</strong>ated to<br />
subjectivity: for while the object is a resistant material body, it is also,<br />
simultaneously, a mental real mover which I hold sway, a thing whose meaning is<br />
governed by mys<strong>el</strong>f alone. It is all my own, the object of my passion.” (1994: 7)<br />
Baudrillard nos habla de una r<strong>el</strong>ación personal y contextual que descubriremos a<br />
lo largo d<strong>el</strong> trabajo etnográfico. Las historias de vida, las experiencias subjetivas<br />
que construyen <strong>el</strong> camino de un potencial coleccionista musical, nos hablan a su<br />
vez d<strong>el</strong> contexto en <strong>el</strong> que su quehacer se inscribe, algo que trasciende en todo la<br />
materialidad d<strong>el</strong> objeto (aunque no la omite) y nos habla de lo que <strong>el</strong> autor llama<br />
un “estado mental”. Los r<strong>el</strong>atos biográficos que recogemos aquí nos contaron la<br />
historia de personas que por diversas pero similares razones (adhesión familiar,<br />
frecuentación de sitios, amigos en línea, etcétera) terminaron dedicados a la<br />
colección de salsa y ritmos afines, y que explican y fundamentan su labor en <strong>el</strong><br />
hecho de residir en Cali, en la idea d<strong>el</strong> „barrio‟ y en la r<strong>el</strong>ación que se mantiene (o<br />
se procura mantener) entre la ciudad y la música. Sobre la r<strong>el</strong>ación contextual<br />
entre <strong>el</strong> objeto y quien lo posee, <strong>el</strong> autor nos dirá que:<br />
“Here we find what might be called the symbolism of the object, whereby<br />
a chain of significations is subsumed in a single one of its terms. The<br />
unique object is needed of a symbol, not of some external factor or<br />
quality, but essentially of the entire series of objects of which it<br />
constitutes the final term (while simultaneously being a symbol of the<br />
person who owns it).” (1997: 13)<br />
Sin embargo la descripción de Baudrillard sobre <strong>el</strong> coleccionismo, digamos, “falla”<br />
un poco para adaptarse a este caso: en su propuesta teórica defiende una versión<br />
de que <strong>el</strong> objeto de colección tiene dos funciones mutuamente excluyentes: o se<br />
“utiliza” o se “posee”. El análisis propuesto a partir de la experiencia etnográfica da<br />
cuenta de cómo, al menos para <strong>el</strong> grupo de entrevistados que vive de su<br />
coleccionismo y de las actividades económicas r<strong>el</strong>acionadas con la música, <strong>el</strong><br />
objeto al mismo tiempo se usa y se posee. La colección de salsa para este grupo<br />
particular no adquiere unívocamente un cariz personal (o colectivo) que habla<br />
sobre la identidad y la historia propia, y que por tanto se atesora, sino que<br />
representa una instancia en la que una instrumentalización de la identidad que se<br />
recrea se convierte también en una oportunidad de lucro. Los usos no son, por lo<br />
26