Atención Salseros, Atención Bongoseros: Llegó el Bembé. Música ...
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localización geográfica, raza, etnia y pertenencia socioeconómica, o adscripciones<br />
distintas como moda, gustos musicales, identificación sexual, etcétera.<br />
Aunque este trabajo etnográfico habla de un uso particular de la Internet, en <strong>el</strong> que<br />
la definición básica de “blog” como bitácora se subvierte para convertirse en un<br />
espacio netamente musical, tiene que pensarse aquí un uso que trasciende los<br />
límites de lo netamente instrumental, para convertirse en una plataforma en la que<br />
la instrumentalización se halla al servicio de una tradición que ap<strong>el</strong>a simultánea y<br />
colectivamente a muchos sujetos, y que no resulta ajena al contexto urbano en <strong>el</strong><br />
que se encuentra sumergida.<br />
Los cambios en la investigación cualitativa albergan, entonces, las<br />
reformulaciones introducidas con la existencia de la Internet, que nos permite<br />
tener acceso a grupos poblacionales de los que nos separamos espacial y<br />
temporalmente de una forma automática, pero no menos sencilla y retadora para<br />
<strong>el</strong> etnógrafo en cuestión. Una vez uno se encuentra sumergido en una<br />
investigación on-line (o al menos en parte de <strong>el</strong>la), llega a darse cuenta de cómo<br />
ciertas formaciones e interacciones sociales tienen comienzo allí, en <strong>el</strong><br />
intercambio virtual, a la vez que aterriza la forma en que dichas interacciones<br />
transforman ciertas prácticas tradicionales, como en este caso, <strong>el</strong> coleccionismo<br />
musical.<br />
Los textos producidos a partir de las Sextas Jornadas Sobre Etnografía Y Métodos<br />
Cualitativos de la UBA, nos brindan cierto tipo de luz para enfrentarnos a estos<br />
casos. En particular, Rocco Salvador se encarga de hacer la siguiente salvedad:<br />
“En <strong>el</strong> caso de las etnografías virtuales, no hay un consenso claro<br />
acerca de qué cambia cuando una etnografía es realizada a través de<br />
Internet. Nociones importantes para <strong>el</strong> entendimiento antropológico,<br />
tales como comunidad o campo, son objeto de fuerte debate cuando las<br />
etnografías son realizadas en Internet (Beaulieu, 2004). La observación<br />
on-line puede ser llevada a cabo anónimamente y sin informar a las<br />
personas objeto de estudio (lo que presenta algunos dilemas éticos), ni<br />
perturbar <strong>el</strong> medio por la presencia física d<strong>el</strong> investigador. Éstas<br />
características también posibilitan formas de sociabilidad anónimas<br />
donde los sujetos pueden recrear su propia identidad. Tanto <strong>el</strong><br />
investigador como los informantes tienen posibilidad de construir<br />
personalidades o identidades ficticias, en dónde también se puede<br />
abstraer las características físicas o propias d<strong>el</strong> entorno de la persona.<br />
En estas etnografías virtuales toman especialmente r<strong>el</strong>evancia los<br />
aspectos textuales como las imágenes, <strong>el</strong>ementos centrales en la<br />
construcción d<strong>el</strong> discurso. Sin embargo, algunos autores sostienen que<br />
hay que tener presente <strong>el</strong> mundo real de quienes estudiamos en <strong>el</strong><br />
mundo virtual, <strong>el</strong> contexto cultural, ya que ambos mundos están<br />
difuminados e interconectados (Infantes, 2002).” (Salvador, 2009:5)<br />
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