BDI-International Magazine - Inaugural Issue

manos, e increíblemente al abrirla se pudo
observar que en el manuscrito decía “tu
Valentín”.
El amor no viene atado a elementos
materiales; el verdadero amor todo lo
soporta. Quién diría que aquellas oraciones
serían escuchadas y le devolverían la vista
a la joven. Este gesto de amor disipó las
tinieblas que cubrían aquella fatídica
escena romana. Valentín perdió la vida,
pero marcó un precedente que perdura
hasta hoy.
La Roma Lupercalia
Mientras transcurrían estos hechos de
asedio contra cualquier expresión de
cariño, Roma era dominada por
festividades bárbaras conocidas como las
celebraciones Lupercales, donde cada año
las mujeres esperaban ser golpeadas con
las pieles de perros y cabras sacrificados,
bajo la creencia de que esto les
daría fertilidad.
Aunque una sociedad dominada por la
barbarie y el dolor, como la Roma de ese
entonces, no valore el amor, siempre habrá
un foco de esperanza que marcará
eventos trascendentales.
Después de la muerte de Valentín
Siglos más tarde, para el año 496, el
Vaticano instaura el Día de San Valentín
como una festividad cristiana a ser
celebrada cada 14 de febrero, logrando
poco a poco extinguir la Lupercalia gracias
al mensaje de amor y amistad que se
transmite en esta festividad.
Esta festividad fue tomando auge en la
Europa del siglo xv, especialmente en el
Reino Unido y Francia, donde fueron
agregándole ciertas cualidades
características de estos lugares, sin dejar
a un lado su origen. Se acostumbraba en
esta fecha otorgar poemas secretos
expresando profundos sentimientos entre
los amantes.
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