Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
niño que nace como nace (todo lo relacionado
con ese “niño” provoca inquietud) y que al día
de vida se mueve entre las sombras de la casa
del personaje interpretado por la maravillosa
Carmen Machi (¿cuándo se hará justicia a tan
gran actriz?). O las angustiosas escenas de la
niebla, que me recuerdan tanto a las escenas
del mítico corto “La cabina” de Antonio
Mercero, interpretado magistralmente por
José Luis López Vázquez. O ese espejo que
parece jugar con los personajes…
30 Monedas
Álex de la Iglesia desatado
La expectación por comprobar cómo se había desenvuelto Álex de la Iglesia en su debut en
las plataformas de TV era enorme. No parecía cualquier cosa, la todopoderosa HBO le había
dado poco menos que un cheque en blanco para que desarrollase con total libertad el proyecto
que tenía en mente. Su experiencia en cine era abrumadora, pero en un nuevo formato, con
una perspectiva artística distinta, en el mundo de las plataformas… las dudas estaban ahí. ¿El
resultado? Apabullante. El genial director está desatado y “30 Monedas” se convierte en un
espectáculo absoluto, un trabajo fantástico y vertiginoso que te deja completamente exhausto.
Todo en “30 Monedas” parece excesivo,
desde esa SUBLIME entrada que ya te deja
completamente sobrecogido sin ni siquiera
haber comenzado la serie. Una locura
audiovisual que no solo es un espectáculo en
sí (maravillosa la mezcla de música militar con
la de semana santa) sino que ya te ha contado
la base de lo que vas a ver. Y sublime sin duda
es la puesta en escena, con grabaciones por
medio mundo (Nueva York, Roma…) centrada
en ese pequeño pueblo de Pedraza que se
convierte en un completo infierno donde el
maligno hace de las suyas.
Sin entrar en la intensa trama de la serie escrita
por De la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría,
todo lo que sucede en torno a esas treinta
monedas entregadas a Judas como pago por
vender a Jesús a los romanos, es un torbellino
que capítulo a capítulo te va dejando agarrado
a tu asiento. De hecho, el primer episodio te
sorprende porque tienes la sensación de que
el director se ha desatado por completo, que
va a ser imposible mantener el nivel y el ritmo
durante los siguientes capítulos, cosa que por
supuesto consigue. De la Iglesia combina con
maestría esos elementos tan suyos con los
que ha creado una iconografía propia (a ratos
es inevitable recordar a Josemari y al padre
Berriatúa de “El día de la Bestia”, o el caos
sociológico de “El bar” o “La comunidad”)
con elementos que beben del cine de John
Carpenter (los monstruos son muy deudores
del cine del director norteamericano, con
todo lo que eso significa) o del de David
Lynch (espectacular la escena onírica del
supermercado), hilvanando una serie de
capítulos que tienen la virtud de ser pequeñas
obras casi independientes, consiguiendo un
desarrollo narrativo perfecto.
Un desarrollo narrativo que se basa en un guion
sin fisuras pese a lo increíble de la trama. Una
historia que tiene de todo, humor negro, terror,
intriga e incluso elementos casi de cine negro
o del gore. Y sobre todo, algunos momentos
inquietantes que ya en el primer capítulo te
provocan un desasosiego malsano, como ese
Y por último, el factor fundamental sobre el que
se fundamentan los trabajos de De la Iglesia:
las interpretaciones. El director siempre
sabe rodearse de un elenco espectacular de
actores y actrices al que sabe sacar el máximo
de su potencial, desde la intensidad pero
a la vez también desde una sobriedad bien
entendida. Eduard Fernández como el padre
Ventura está sencillamente inconmensurable.
Físicamente el personaje le exigió algo fuera de
lo normal pero impresiona ver cómo consigue
darle intensidad a ese sacerdote que huye de
sus propios demonios y que poco a poco va
desmoronándose, rindiéndose a la evidencia
de lo que tiene enfrente. Megan Montaner…
no puedo evitar decir que es la gran
protagonista de la serie, incluso por encima del
padre Ventura. Usa su espectacular belleza
en los primeros planos para conseguir que
la carga dramática te atrape en cada escena,
imposible no sentirse cercana a ella en toda
la trama, la única que parece tener la cabeza
fría en una historia tan imposible de creer.
Manolo Solo… joder, la actuación de Solo es
E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R. El recientemente
galardonado con un Goya (“Tarde para la ira”)
hace una interpretación como el Cardenal
Petruccelli absolutamente demencial. Pepón
Nieto está enorme; Carmen Machi como
decía antes, fabulosa; ese Paco Tous (cómo
me gusta este tipo… qué actor); sin olvidar
al italiano Cosimo Fusco (conocido por su
papel en “Friends”) como Angelo, que hiela la
sangre en todas y cada una de las escenas
en las que sale apropiándose de cada plano
como si fuera un juego de niños. Y no, no
podemos olvidar al propio pueblo de Pedraza
que se convierte en un actor más del reparto.
Sin duda un trabajo soberbio de Álex de la
Iglesia que nos deja con ganas de mucho
más (se dice que han confirmado dos nuevas
temporadas) y que demuestra con cada trabajo
por qué es uno de los tipos más interesantes
de nuestro país.
Javistone
36
Rock Bottom Magazine