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Rock Bottom Magazine Número 20

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Serie Bootlegs

Por Sob 2021

Es un buen momento para recordar a Black Sabbath en esta serie de conciertos míticos que gracias a la arqueología han ido apareciendo

a lo largo de los últimos años, en contraposición a la edición oficial de la caja de “Paranoid” que acaba de verse publicada por las 50 velas

que sopla este pilar del rock and roll. Así, hoy me gustaría comentar tres momentos que me parecen angulares en la historia del grupo

inglés. El primero de ellos es de la noche del 16 de Noviembre de 1969, meses antes de la publicación del álbum homónimo que cambió la

concepción del rock pesado en la historia de la música. Esa noche los cuatro músicos se subieron al escenario del Rugman’s Youth Club,

Dumfries, Scotland. Hicieron dos shows, uno de tarde y otro de noche, como era más o menos normal en aquella época, con shows de

unos 75 minutos por partida doble. Ahora eso es impensable en los tiempos que corren.

Esta cinta es imprescindible en el mundo

Sabbath ya que es la primera grabación

conocida de la banda, ni Sharon pudo echarla

el guante. Era un secreto a voces, pero nadie

podía dar con la cinta. Según quien lo grabó

lo hizo en una cinta Grundig, que vete a saber

cuándo se fabricó, por lo que a finales de

los 70 la cinta estaba que se caía a trozos y

tuvieron que reconstruirla, pudiendo finalmente

salvarla. Os dejo con la descripción que hace el

taper del evento, sus palabras en este sentido

son lo más cercano a llevarte en un viaje

temporal al nacimiento de este movimiento:

“El Club Rugman es como estar en una

pequeña sección de un túnel ferroviario. Había

escenarios en ambos extremos, posiblemente

de unos veinte metros de largo con paredes

que se curvan en el techo. El escenario en el

que tocó Sabbath tenía unos dos pies de altura.

No había luces de lujo, sólo una bombilla roja

en la parte superior y todas las demás luces de

la sala estaban apagadas. Había una multitud

de ochenta a cien personas de una edad

media de dieciseís años, así que no había

alcohol. Vale la pena señalar que Ozzy NO dijo

palabrotas, posiblemente porque había niños

presentes y tal vez su novia de Dumfries lo era

también, una chica llamada Gillian McQueen”.

La acústica era bastante buena si había

una multitud. El espectáculo se grabó en el

escenario más alejado de donde tocaban

Black Sabbath, usando un micrófono dinámico

Grundig (haciendo así que la cinta fuera sólo

monoaural). No había un ajuste de nivel

automático en el micrófono entonces, por lo que

hay fluctuaciones en el nivel de grabación, así

como los inevitables trozos de cinta que se caen

considerando la edad de la cinta originalmente

usada. Durante los solos de música, se

puede escuchar a la multitud charlando y

discutiendo la noche, debido al hecho obvio

de que estaban entre el micrófono y la banda.

La configuración del equipo de Sabbath esa

noche fue la siguiente: Ozzy cantó a través

de un amplificador Vox de 100 vatios P.A.

por medio de dos columnas Vox con cuatro

altavoces de 10” en cada una de ellas.

Geezer y Tony tenían una pila Laney cada

uno con dos gabinetes de altavoces de 4 x

12” cada uno, pero sorprendentemente sus

cabezas de amplificador Laney eran sólo 60

vatios (un amplificador por pila). El kit de Bill

consistía en un bombo, un

tambor colgante, un tambor

de piso, una trampa y

un sombrero de hola.

Esta grabación se puede

encontrar fácilmente hoy en

día, pero cuando vio la luz

en 2013 fue una bomba en

el mundo del coleccionismo

y de todo aquel amante de

este tipo de grabaciones que

respetan la historia tal y como

sucedió, sin arreglos, sin

parches, solo los músicos y

el escenario dictando su ley.

El segundo concierto que me gustaría reseñar

aquí, no por menos importante si no porque

la calidad del audio que tiene es espectacular,

“Long Beach Arena, Long Beach, CA,

September 7, 1975”, es una de las mejores

grabaciones que se pueden encontrar de la

banda defendiendo un álbum como “Sabotage”.

¿Por qué lo reseño? El nivel de improvisaciones

que llevan a cabo durate todo el show le da

un aire a jam sesión que deja boquiabierto al

oyente. Si quieres ver imágenes de esta gira

lleva muchos años editado el concierto en video,

es de lo poco que hay de los Sabbath editado

en video y de la banda sonora de ese video se

extrajeron montones de bootlegs, pero para

saber lo que era un show de ellos en América en

estos añoshay que buscar este de Los Angeles

de 1975 donde Ozzy ya empezaba a estar muy

salido de madre y Gezzer se había convertido

en un bajista muy salvaje que junto a los riffs de

Tomy hacían que temas como “Black Sabbath”

o “WarPigs” sonaran más oscuros que nunca,

los aullidos de Ozzy hacen temblar la noche

angelina. Quien hubiera podido estar allí…

Y por último ya llegados a los 80,me gustaría

rescatar una grabación muy curiosa. No es

nada que no se haya publicado o que haya

salido a la luz de la gira del 83 con Gillan,

es más que nada uno de los pocos shows que

dio Black Sabbath con Glenn Hughes a las

voces, concretamente en el Civic Centerde

Providence, el 25 de marzo de 1986. La

calidad de la grabación es muy mala, pero

como documento es una auténtica proeza,

solo dieron seis conciertos,antes de la Glenn

fuese sustituido en la gira por Ray Gillen, que

incluso empezó la misma con ellos ya que en

cualquier momento podría pasar lo que ocurrió.

En este concierto tocaban cinco temas del

disco grabado con Glenn “Seventh Star”,

una delicia de álbum, pero alejado de lo que

eran los Black Sabbath más oscuros, estos

cinco temas de nueve que tenía el disco dan

respaldo a la confianza que tenían en él.La

interpretación de Glenn no es la que todos

esperamos de este monstruo de la música,

pero hemos de recordar que en aquellos

años cabalgaba caballos peligrosos y eso

se escucha en esta grabación, aun así y

como digo es una pieza de arqueología que

aunque era conocida desde hace años se han

encargado de restaurar y dejar muy deseable

para los coleccionistas. Y no tiene precio

ver como Glenn se calza las botas de Ozzy

y de Dio, la interpretación de “Heaven and

hell” se la intenta llevar a su terreno pero ahí

se hunde, este tema es muy complicado si no

eres Dio. Sí salva “Neon Knigts” y “Children of

the sea” pero no por mucho. Posteriormente

se recuperó y nos está brindando shows

maravillosos. Por cierto en esta reencarnación

de Black Sabbath el batería era Eric

Singer, un músico alucinante que estaba

despuntando en el panorama mainstream.

Ya sabéis como regalo de Reyes podéis pedir

la caja del “Paranoid”, o ir a buscar entre las

grabaciones estos momentos tan icónicos y

escondidos de la historia de los que hemos

oído o leído en muchas revistas, ahora se

pueden conseguir y es el momento de refrendar

y disfrutar por uno mismo lo que allí pasó.

Para futuras entregas veremos las locuras

de Gillan en la gira del 83, o las veces que

Rob Halford ha tenido que salir al quite como

frontman.

Rock Bottom Magazine 43

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