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Introducción - Municipalidad de Tucapel

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>Introducción</strong><br />

La historia local en Chile está por escribirse. Esta aseveración, aunque<br />

parezca evi<strong>de</strong>nte, es la constatación <strong>de</strong> una realidad que al cabo <strong>de</strong> casi 200 años <strong>de</strong> historia<br />

republicana no pue<strong>de</strong> eludirse. En la Provincia <strong>de</strong> Bío-Bío existen localida<strong>de</strong>s que son<br />

historia viva y cuyo pasado llena páginas <strong>de</strong> la historia nacional. Es el caso <strong>de</strong> los fuertes <strong>de</strong><br />

la frontera y sus respectivas villas, en las que se encuentra <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l<br />

Laja o San Diego <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

Sin embargo, el conocimiento generado en torno a los acontecimientos<br />

pretéritos que dieron vida al presente que vivimos lo hicieron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santiago los<br />

historiadores tradicionales y muchas veces quienes se han ocupado <strong>de</strong> los temas la al<strong>de</strong>a, la<br />

villa, pueblo o ciudad <strong>de</strong> cualquier punto <strong>de</strong> Chile se remite a las páginas <strong>de</strong> la Historia<br />

General <strong>de</strong> Chile. He ahí uno <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>fectos y limitaciones en el estudio <strong>de</strong> las<br />

localida<strong>de</strong>s.<br />

La visión centralista y etnocéntrica ha hecho per<strong>de</strong>r la perspectiva <strong>de</strong> un<br />

mundo mirado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la localidad, con sus afanes, <strong>de</strong>fectos y virtu<strong>de</strong>s. La diversidad<br />

aparece con todas sus expresiones, sobre todo cuando se observa el resultado <strong>de</strong> la fusión<br />

étnica y cultural que se dio en este espacio <strong>de</strong>l territorio. No puedo menos que concluir esto<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recopilar datos, historias, reseñas e incluso mitos respecto <strong>de</strong>l pasado <strong>de</strong> la<br />

Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, sus centros poblados y su mundo rural. La riqueza que encontré en<br />

este trabajo me lleva a pensar que aún hay mucho por <strong>de</strong>scubrir.<br />

Respecto <strong>de</strong>l método no hay mayores misterios. Se ha usado todo cuanto se<br />

ha publicado en la historiografía tradicional. Los cronistas <strong>de</strong>l siglo XVIII como Felipe<br />

Gómez <strong>de</strong> Vidaurre, Angel <strong>de</strong> Espiñeira, Vicente Carvallo y Goyeneche y el Abate Juan<br />

Ignacio Molina, nos han ayudado con sus notas respecto <strong>de</strong> lo que observaron y conocieron<br />

en su época. Los autores tradicionales como Benjamín Vicuña Mackenna, Diego Barros<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Arana, José Antonio Encina, por nombrar sólo algunos, han servido para el marco general,<br />

sin <strong>de</strong>spreciar la interesante información que contienen sus obras. Luego se han revisado<br />

autores más recientes y revisionistas como Mario Góngora, Sergio Villalobos, Santiago<br />

Lorenzo, Leonardo León Solis, Arturo Leiva, Ol<strong>de</strong>nis Casanova, entre varios otros. Los<br />

trabajos <strong>de</strong> estos autores han servido para dar una mirada más local ya que han <strong>de</strong>sarrollado<br />

profusamente el tema <strong>de</strong> las relaciones fronterizas, contexto en el que se crea y crece el<br />

fuerte y villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo o <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja.<br />

Este trabajo prescin<strong>de</strong> <strong>de</strong> la visión tradicional, maniqueísta y<br />

belicista <strong>de</strong> la guerra secular entre españoles e indígenas. Si bien es el aspecto militar el<br />

criterio <strong>de</strong>terminante en el emplazamiento y construcción <strong>de</strong> los fuertes, en la práctica éstos<br />

son enclaves que cumplen funciones civiles y comerciales; policiales y <strong>de</strong> administración<br />

<strong>de</strong> justicia e, incluso, espirituales. En el caso <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, éste sirve para<br />

acrecentar la ocupación <strong>de</strong>l territorio. Son estos los aspectos a los que haremos especial<br />

hincapié para que el lector entienda el sentido y <strong>de</strong>sarrollo social, económico y cultural <strong>de</strong><br />

la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

Dentro <strong>de</strong> las fuentes bibliográficas merecen especial mención las crónicas<br />

<strong>de</strong> viajeros extranjeros que al recorrer el territorio durante el siglo XIX, directa o<br />

indirectamente se refieren al tema que nos ocupa. Claudio Gay, Ignacio Domeyko y Edgard<br />

Poeppig estuvieron en <strong>Tucapel</strong>, caminaron por el fuerte y las callejuelas <strong>de</strong> la villa.<br />

De vital importancia han sido los diccionarios geográficos, puesto que<br />

aportan datos importantísimos que ayudan a complementar la información. Es el caso <strong>de</strong> los<br />

trabajos <strong>de</strong> Echeverría y Reyes, Solano Astaburuaga, Luis Risso Patrón, Juan Val<strong>de</strong>rrama,<br />

Luis Espinoza. También se <strong>de</strong>be anotar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> lo más importante los trabajos <strong>de</strong><br />

recopilación <strong>de</strong>l bibliógrafo José Toribio Medina <strong>de</strong> cuyas obras contienen textos <strong>de</strong><br />

documentos <strong>de</strong> los archivos españoles, <strong>de</strong> éstos se ha extraído interesante información.<br />

Ahora bien, en cuanto a literatura más especializada y, consi<strong>de</strong>rando la<br />

naturaleza militar <strong>de</strong>l enclave llamado <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja, se recurrió a diversos textos sobre<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

la materia, entre los que <strong>de</strong>stacan los trabajos sobre fortificaciones militares <strong>de</strong>l historiador<br />

Gabriel Guarda. Esto ha sido complementado con textos <strong>de</strong> fuentes primarias.<br />

En lo que respecta a fuentes primarias, los archivos chilenos están, como se<br />

sabe, en Santiago. Se revisaron casi todos los Fondos <strong>de</strong>l Archivo Nacional <strong>de</strong> Santiago,<br />

tanto los existentes en calle Miraflores como en Compañía. La cantidad y dispersión <strong>de</strong> la<br />

información contenida en cientos <strong>de</strong> volúmenes hizo difícil la ubicación <strong>de</strong> los datos que<br />

apuntaban a nuestro tema, pero creemos que la clave para calificar el trabajo que se<br />

presenta, radica en que gracias a ello hemos podido <strong>de</strong>terminar muchos hitos <strong>de</strong> la historia<br />

<strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

De los archivos documentales obtuvimos la información <strong>de</strong> Fondos como<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Interior, Inten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Concepción, Gobernación <strong>de</strong> Rere o Capitanía<br />

General. No existe un Fondo “<strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>”, pese a que esta se creó por la<br />

llamada Ley <strong>de</strong> Comuna Autónoma <strong>de</strong> 27 diciembre <strong>de</strong> 1891. Es <strong>de</strong>cir, si nos atenemos a<br />

las normas sobre registros y archivos históricos, los datos <strong>de</strong>bieran estar en el Archivo<br />

Nacional. Pese al esfuerzo que realizamos para <strong>de</strong>tectar cualquier documentación que<br />

pudiere estar en proceso <strong>de</strong> catalogación, no dimos con ningún dato. Según se nos ha<br />

informado, los archivos municipales más antiguos fueron mandados a quemar durante<br />

períodos anteriores.<br />

De los datos obtenidos <strong>de</strong> los Fondos <strong>de</strong>l Archivo Nacional hemos hecho<br />

una complementación con lo obtenido <strong>de</strong> otras fuentes, a efecto <strong>de</strong> ratificar, complementar<br />

o refutar lo que se tiene como cierto. Creemos que esto ha sido muy valioso para el<br />

conocimiento <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Por ejemplo, los datos que aparecen en los<br />

diccionarios geográficos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Solano Astaburuaga en a<strong>de</strong>lante repiten el mismo error al<br />

señalar la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja en 1820 ó 1821. Nosotros tuvimos<br />

acceso al sumario indagatorio sobre los sangrientos acontecimientos ocurridos con ocasión<br />

<strong>de</strong>l motín y posterior <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l fuerte el 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1823. Este hecho marca<br />

claramente una etapa <strong>de</strong>l fuete y la villa, que está <strong>de</strong>terminada por las condiciones propias<br />

<strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> frontera y por los hechos que en la época convulsionaban al mundo y al país.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En lo que respecta al archivo <strong>de</strong> diarios y revistas que lleva la Biblioteca<br />

Nacional, tuvimos la suerte <strong>de</strong> encontrar el único periódico publicado en <strong>Tucapel</strong> en las<br />

postrimerías <strong>de</strong>l siglo XIX. “El <strong>Tucapel</strong>” salió <strong>de</strong> una imprenta <strong>de</strong> Yungay, con<br />

información <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, entre 1899 y 1902; posee un formato pequeño e información muy<br />

valiosa, constituyendo también un hito importante en la historia <strong>de</strong> la comuna, lo que<br />

hemos aprovechado para este trabajo.<br />

Una función muy especial cumplen los mapas y planos contenidos en las<br />

salas que existen al efecto, tanto en el Archivo Nacional como en la Biblioteca Nacional. Si<br />

bien mucha <strong>de</strong> esta cartografía está publicada en la bibliografía especializada, la<br />

observación directa, más datos complementarios, ayuda bastante. También hemos tenido<br />

acceso a cartografía no publicada existente en el Fondo Ministerio <strong>de</strong> Industrias y Obras<br />

Públicas; asimismo hemos examinado interesantes planos y algunas “rarezas”<br />

bibliográficas existentes en Biblioteca Central <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Concepción.<br />

En cuanto a las fuentes orales, se obtuvo bastante información <strong>de</strong> un grupo<br />

importante <strong>de</strong> personas cuyos relatos me ayudaron a compren<strong>de</strong>r mejor lo leído y a sentir la<br />

forma <strong>de</strong> vida que se lleva en esta parte <strong>de</strong>l territorio, sus costumbres y sentido <strong>de</strong><br />

pertenencia. Algunas <strong>de</strong> estas personas tienen en su po<strong>de</strong>r, heredados <strong>de</strong> sus antepasados,<br />

fotografías <strong>de</strong> incalculable valor documental. Muchas vivencias, personas y paisajes están<br />

retratados en imágenes en blanco y negro e incluso en algunas diapositivas. Aquí se<br />

<strong>de</strong>scubre la verda<strong>de</strong>ra historia, se extraen importantes datos, apreciando las formas <strong>de</strong><br />

vestir, <strong>de</strong> mirar, sonreír y la ceremonia <strong>de</strong> posar para la posteridad <strong>de</strong> nuestros antepasados.<br />

Con este cúmulo <strong>de</strong> información se ha intentado reconstruir nuestro pasado,<br />

en el entendido que se trata <strong>de</strong> un bosquejo realizado sobre una línea cronológica <strong>de</strong> datos,<br />

separado en capítulos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> separar algunos temas más relevantes. Uno <strong>de</strong> estos temas<br />

es la construcción <strong>de</strong>l Ferrocarril Trasandino por Antuco. El impacto que esta obra tuvo en<br />

la vida <strong>de</strong> muchas personas y en el <strong>de</strong>venir histórico <strong>de</strong> la comuna, en su <strong>de</strong>sarrollo<br />

económico y en las comunicaciones, llevaron a otorgarle mayor atención. Al respecto, hay<br />

que precisar que la información <strong>de</strong> diarios, revistas y textos impresos no son tan abundantes<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

como los datos contenidos en el Fondo Ministerio <strong>de</strong> Industrias y Obras Públicas <strong>de</strong>l<br />

Archivo Nacional <strong>de</strong> Santiago, en cuyos volúmenes está la documentación relativa a esta<br />

obra <strong>de</strong> las comunicaciones. La ciudad <strong>de</strong> Huépil nace como estación <strong>de</strong> ferrocarriles en<br />

1906 y el progreso <strong>de</strong> Trupán y el nacimiento <strong>de</strong> Polcura como centro poblado, también<br />

están relacionados con esta obra.<br />

Hay que <strong>de</strong>stacar que la i<strong>de</strong>a no ha sido entregar un cúmulo <strong>de</strong> datos y<br />

fechas, sino más bien dar sentido y explicación a los hechos históricos que se relatan. Que<br />

el lector entienda por qué nació un fuerte en esta parte <strong>de</strong>l territorio, más que la fecha<br />

precisa <strong>de</strong> su emplazamiento; o conocer la verda<strong>de</strong>ra relación con las etnias indígenas,<br />

<strong>de</strong>smistificando la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una lucha secular, son en parte, los objetivos trazados en este<br />

estudio. Las relaciones fronterizas, ámbito en el que se enmarca el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> buena parte<br />

<strong>de</strong> la cronología <strong>de</strong> toda la vida cercana o aledaña a los ríos Bío-Bío y Laja, <strong>de</strong>ben ser<br />

entendidas en su verda<strong>de</strong>ra dimensión, compren<strong>de</strong>rlo supone enten<strong>de</strong>r mejor el presente.<br />

Obviamente, el trabajo preten<strong>de</strong> crear conocimiento sobre la historia <strong>de</strong> la comuna. Esa es<br />

nuestra pretensión, aunque sabemos que muchos hechos que no estarán en este trabajo y<br />

que seguramente serán motivo <strong>de</strong> otros estudios.<br />

<strong>Tucapel</strong> en la Frontera<br />

A modo <strong>de</strong> contexto teórico <strong>de</strong>bemos precisar que <strong>Tucapel</strong> El Nuevo se emplazó en<br />

un territorio fronterizo, en la llamada Alta Frontera. A<strong>de</strong>más, este alejado lugar<br />

precordillerano <strong>de</strong>l antiguo Obispado <strong>de</strong> Concepción, constituyó un escenario singular en el<br />

que se formó una sociedad cuya i<strong>de</strong>ntidad perdura con la mo<strong>de</strong>rnidad. El sentido <strong>de</strong>l<br />

concepto, tal como lo planteara por primera vez el historiador norteamericano, Fre<strong>de</strong>rick<br />

Jackson Turner en 1893, estaba centrado en el cambio cultural o en la gestación <strong>de</strong> nuevos<br />

elementos creados por una población que no está <strong>de</strong>terminada por la capital o metrópoli y<br />

por las normas jurídicas y administrativas en forma imperiosa. “La atracción <strong>de</strong> lo<br />

inesperado es fuerte en América” dice el Turner, quien analiza profusamente el<br />

<strong>de</strong>scubrimiento y ocupación <strong>de</strong> los extensos territorios <strong>de</strong>l Oeste <strong>de</strong> Estados Unidos. Para<br />

nuestro caso, la concepción <strong>de</strong> mundo fronterizo, como espacios sobre los cuales conviven<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

distintas culturas en guerra o en armonía, es absolutamente aplicable a lo que se vive en el<br />

territorio colindante con la Araucanía y las pampas trasandinas.<br />

A la llegada <strong>de</strong> los españoles a este territorio los recursos naturales, el agua, las<br />

tierras libres, parecían inagotables. Hombres y mujeres, españoles, indígenas y mestizos<br />

viven en un ambiente <strong>de</strong> libertad que permite usos locales en lo organizativo, en lo mítico<br />

religioso, en las costumbres culinarias y en la forma <strong>de</strong> ver el mundo, hispano e indígena y<br />

su simbiosis.<br />

Según Leonardo León la “frontera mapuche fue un territorio <strong>de</strong> múltiples<br />

ambigüeda<strong>de</strong>s y escazas certidumbres. ¿Podrá ser <strong>de</strong> otro modo un espacio en el que se<br />

entrecruzan diversos mundos y tradiciones sin que ninguno logre imponer completamente<br />

su hegemonia y don<strong>de</strong> cada sujeto resignaba las vidas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más a partir <strong>de</strong> sus<br />

experiencias?. Uno <strong>de</strong> los razgos más sobresalientes <strong>de</strong> los sujetos que pulularon por esas<br />

tierras fue su firme voluntad <strong>de</strong> vivir en los intersticios que <strong>de</strong>jaba el mestizaje cultural y<br />

aprovecharse <strong>de</strong> los vacíos que <strong>de</strong>jaba la ausencia <strong>de</strong> una institucionalidad clara y<br />

<strong>de</strong>finida” 1 .<br />

El mismo autor se refiere a aquella eterna disyuntiva fronteriza entre civilización y<br />

barbarie, señalando que “la frontera era un mundo bárbaro, mestizo y turbulento, que se<br />

situaba entre esos dos ór<strong>de</strong>nes sociales y que, por sus escándalos llamó la atención <strong>de</strong> los<br />

observadores más perspicaces <strong>de</strong> la época…” 2 .<br />

El espacio territorial que ha sido motivo <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este concepto varía<br />

según la temática, pero generalmente es aquel en el que se ha <strong>de</strong>sarollado la actividad<br />

económica más relevante, como el llano y la costa, siendo la zona aledaña a la cordillera<br />

andina un mundo con matices distintivos. Por eso <strong>Tucapel</strong> El Nuevo es la otra frontera,<br />

aquella que es parte <strong>de</strong> un mundo m¡diferente, conectado con la montaña y con el gran<br />

1 León Solis, Leonardo. Entre la alegría y la tragedia. Los intersticios <strong>de</strong>l mundo mestizo en la frontera. En:<br />

Sagredo, Rafael y Cristian Gazmuri. Historia <strong>de</strong> la vida privada en Chile. Aguilar Chilena <strong>de</strong> Ediciones S.A,<br />

Santiago, 2005, vol. 1, pp 269-307.<br />

2 I<strong>de</strong>m.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

espacio transcordillerano, con las costumbres hípicas <strong>de</strong> los pehuenches y los contactos<br />

comerciales que transan la sal y los ponchos, plumas <strong>de</strong> aves, trigo, avena, vino, fierros,<br />

charqui, harina, ganados, etc. Las formas alimenticias son también un tanto diferentes,<br />

<strong>de</strong>stacando el consumo <strong>de</strong> carne <strong>de</strong> caballo, vacuno, cerdo y especialmente cor<strong>de</strong>ro; el gran<br />

uso <strong>de</strong> la nalca, el maíz y <strong>de</strong> la harina <strong>de</strong> maíz. “Las gran<strong>de</strong>s comilonas al estilo indígena,<br />

las gran<strong>de</strong>s libaciones y francachelas, que duraban días, contrastan con la religiosidad <strong>de</strong><br />

las poblaciones españolas” urbanas más formales 3 . Pero no es sólo eso, es <strong>de</strong>cir, no se trata<br />

<strong>de</strong> mostrar un mundo sórdido y <strong>de</strong>sprovisto <strong>de</strong> normas; se trata <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r un mundo<br />

cruzado por diferentes formas <strong>de</strong> vivir, escaso <strong>de</strong> adoctrinamiento formal por parte <strong>de</strong> la<br />

sociedad dominante y don<strong>de</strong> las personas van formando su propia y particular forma <strong>de</strong><br />

vida.<br />

Ya veremos en los capítulos que siguen aspectos que tal vez vulneren la imagen que<br />

nos hemos formado <strong>de</strong> lo local, especialmente <strong>de</strong> los afectos, que tanta influencia tienen a<br />

la hora <strong>de</strong> apreciar el pueblo en que vivimos. Para esto hay que <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> falsas i<strong>de</strong>as<br />

y enten<strong>de</strong>r que este espacio es singular. Así, no será extraño al lector ver mujeres<br />

disparando fusiles a las afueras <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, para luego huir con soldados<br />

sublevados a la montaña para unirse a los montoneros, porque se trata <strong>de</strong> una zona alejada<br />

<strong>de</strong> la fuerza coactiva <strong>de</strong>l naciente Estado chileno, ubicada en los confines <strong>de</strong>l mundo<br />

civilizado <strong>de</strong> la época.<br />

Y conforme avancemos en el tiempo veremos, en los inicios <strong>de</strong> la República, que<br />

las autorida<strong>de</strong>s se <strong>de</strong>baten entre distintas fórmulas para encuadrar esta zona <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una<br />

división político administrativa que acomo<strong>de</strong> y permita una mejor comunicación y control.<br />

De ahí los cambios <strong>de</strong> jurisdicción y las reiteradas acusaciones <strong>de</strong> incumplimiento <strong>de</strong> la<br />

<strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> en sus obligaciones administrativas, que le impedían la entrega<br />

oportuna <strong>de</strong> informes, todo esto por la lejanía.<br />

3 Luigi, Juan <strong>de</strong>. Los Ángeles. La Alta Frontera. En: La Región <strong>de</strong>l Bío-Bío, V Jornadas Territoriales.<br />

Colección Terra Nostra Nº 18, Universidad <strong>de</strong> Santiago, 1990, pp 51-61.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Luego, con el Ferrocarril Trasandino se fortalece la economía <strong>de</strong> montaña. Pero<br />

también aparecen nuevos problemas <strong>de</strong>rivados, otra vez, <strong>de</strong> la lejanía <strong>de</strong>l llano central, y<br />

una especial convivencia entre cuatreros, bandidos y prostitutas que regentaban casas en un<br />

pueblo en formación.<br />

Por estas razones, creemos que <strong>Tucapel</strong> está inmerso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un territorio en el<br />

que se forma una frontera con sus propios matices, en que la conquista <strong>de</strong> la montaña y el<br />

uso <strong>de</strong> los recursos naturales, como la explotación <strong>de</strong> la tierra y los bosques, está<br />

<strong>de</strong>terminada por una geografía particular, fuertemente influida por los efectos <strong>de</strong> las<br />

erupciones volcánicas, el río Laja y la cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s. Tal vez el elemento<br />

<strong>de</strong>terminante en este aislamiento no es la cordillera ni el río, sino el yermo que se extien<strong>de</strong><br />

por largos kilómetros hacia el Oeste.<br />

Pero esto no nos pue<strong>de</strong> llevar a equívoco, ya que si bien es un mundo distinto, está<br />

relacionado con el exterior: llano, montaña, pampas. Del mismo modo, los valores<br />

republicanos, el consenso para tomar <strong>de</strong>cisiones, como el traslado <strong>de</strong>l pueblo en 1855, o la<br />

unión para oponerse al cambio <strong>de</strong> jurisdicción provincial en 1827, entre otros, son ejemplos<br />

<strong>de</strong> comunidad y civismo. La religiosidad, profundamente arraigada en el pueblo campesino<br />

con las fiestas que cada año convocan a feligreses, como la tradicional festividad <strong>de</strong> San<br />

Diego <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> 4 , celebrada el 13 <strong>de</strong> noviembre; o la festividad <strong>de</strong> San Francisco, son<br />

testimonios <strong>de</strong> valores religiosos que han traspasado los tiempos.<br />

La mo<strong>de</strong>rnidad, tal vez, con todo su impresionante cúmulo <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantos y<br />

espectaculares efectos en las nuevas generaciones, no permite observar con claridad la<br />

fuerza que tuvieron quienes conquistaron un territorio e hicieron en él sus vidas, labrando<br />

con esfuerzo y esperanza un futuro para los hijos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo.<br />

Las fronteras <strong>de</strong>l futuro, quizás, sean virtuales o <strong>de</strong> mundos cuyo alcance ahora no<br />

alcancemos a vislumbrar, pero respecto <strong>de</strong>l pasado, que es lo que nos ocupa en estas<br />

4 Se ha dicho que el 13 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1724 habría sido fundado el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, tal vez por influencia<br />

<strong>de</strong> sacerdotes mercedarios, pero no existe evi<strong>de</strong>ncia alguna que ello se ajuste a la realidad.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

páginas, no cabe duda que <strong>Tucapel</strong> está inserto en una frontera especial. Su comprensión<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> o supone <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> algunos prejuicios y mitos que han poblado nuestra<br />

mente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nos asomamos al conocimiento <strong>de</strong> nuestro pasado. Toda la comuna, todos<br />

los sectores urbanos y rurales tienen su historia y aunque no es posible conocerlo todo, es<br />

<strong>de</strong> esperar que este opúsculo nos ayu<strong>de</strong> saber más sobre la otra frontera, en <strong>Tucapel</strong> y toda<br />

su comarca…<br />

9


En los Inicios <strong>de</strong> la Conquista.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo I<br />

<strong>Tucapel</strong> El Viejo, <strong>Tucapel</strong> El Nuevo<br />

<strong>Tucapel</strong> se llamaba aquel primero<br />

Que al plazo señalado había venido<br />

Éste fue <strong>de</strong> cristianos carnicero<br />

Tiene tres mil vasallos el guerrero.<br />

Alonso <strong>de</strong> Ercilla,” La Araucana”<br />

Al comenzar la conquista española, el gobernador Pedro <strong>de</strong> Valdivia funda el fuerte<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> 5 en la banda occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Nahuelbuta, en 1552. Ese mismo año<br />

fundó los fuertes <strong>de</strong> Arauco y Purén que, por su ubicación, estaban estrechamente<br />

relacionados y tenían por fin contener la incursiones mapuches hacia el norte,<br />

especialmente para proteger la ciudad <strong>de</strong> Concepción, estimular el asentamiento español y<br />

facilitar el camino a Imperial y Valdivia, recientemente fundadas por el mismo gobernador.<br />

Sobre el particular se ha escrito bastante, sobre todo consi<strong>de</strong>rando que en sus inmediaciones<br />

el propio Valdivia cayó abatido por fuerzas guerreras mapuches comandadas por Lautaro<br />

en diciembre <strong>de</strong> 1553 en la batalla <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

García Hurtado <strong>de</strong> Mendoza or<strong>de</strong>na su reconstrucción en 1557, ampliando el foso y<br />

construcciones internas con dos torres gran<strong>de</strong>s y cuatro piezas <strong>de</strong> artillería. En 1647 se<br />

aumenta su dotación con tres compañías <strong>de</strong> caballería llegando a total <strong>de</strong> 540 plazas,<br />

constituyendo en esa época uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s centros militares <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile,<br />

se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Maestre <strong>de</strong> Campo General.<br />

5 <strong>Tucapel</strong> es una voz <strong>de</strong>l mapudungun cuya traducción al español no es precisa; para Alejandra Soffia esta voz<br />

mapuche significa ganancia cogida <strong>de</strong> tucan: coger, pel: participio <strong>de</strong> adquirir, pen: adquirir. Véase: Soffia,<br />

Alejandra. ¿Por qué se llama como se llama? La ciudad, pueblo y al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Chile. Guía Toponímica Chilena.<br />

Editorial Grijalbo. Santiago, 1998. Otras acepciones: “tierra húmeda apropiada para cultivar la teca”;<br />

“adueñarse a la fuerza”.<br />

Pertenecía, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la división mapuche, al butalmapu <strong>de</strong> la costa o lafquen mapu; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el río Lebu hasta el<br />

estero Lleu-Lleu, tenía los siguientes levos: Molhuilla, Lincoyán, Pilmaiquén, <strong>Tucapel</strong>, Paicaví, Ancalemu,<br />

Cayucupil, Ilicura y Butalebu.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Luego <strong>de</strong> la gran sublevación <strong>de</strong> 1598-1602, que <strong>de</strong>struyó las ciuda<strong>de</strong>s<br />

españolas al sur <strong>de</strong>l río Bío-Bío y algunos fuertes enclavados en sitios estratégicos al<br />

interior <strong>de</strong> la Araucanía, <strong>Tucapel</strong> se mantuvo como avanzada <strong>de</strong> la ocupación hispana en<br />

un territorio hostil y que presentaba algunas dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tránsito por la espesura <strong>de</strong> la<br />

selva y las ciénagas; no obstante estar constantemente a merced <strong>de</strong> las amenazas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>strucción. Este fuerte se hermanaba con Purén, en la banda oriental <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong><br />

Nahuelbuta, también ro<strong>de</strong>ado por pantanos y extensas lagunas.<br />

Durante la última sublevación <strong>de</strong> relativa importancia ocurrida en 1723, el<br />

gobernador Gabriel Cano <strong>de</strong> Aponte <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> trasladar los fuertes <strong>de</strong> Purén, <strong>Tucapel</strong> y<br />

Arauco al norte <strong>de</strong>l río Bío-Bío, línea divisoria pactada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1641 con los mapuches.<br />

Las fuerzas <strong>de</strong> Vilumilla atacaron los fuertes <strong>de</strong> Purén y <strong>Tucapel</strong>, sitiando éste<br />

último durante algunas semanas a fines <strong>de</strong> 1723. El <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> medios humanos y<br />

materiales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santiago, Concepción y otros puntos hacia la Araucanía preocupó mucho<br />

a las autorida<strong>de</strong>s españolas y, por cierto, a los propietarios <strong>de</strong> tierras que veían amenazadas<br />

sus haciendas, como asimismo el comercio con los mapuches que por entonces era bastante<br />

fluido. Este costo ha <strong>de</strong> ser una <strong>de</strong> las preocupaciones más importantes <strong>de</strong> los españoles por<br />

aquel entonces.<br />

Las causas <strong>de</strong>l levantamiento indígena son múltiples, pero principalmente obe<strong>de</strong>cen<br />

a los constantes abusos <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los capitanes <strong>de</strong> amigos y merca<strong>de</strong>res, quienes los<br />

engañan timándolos constantemente en el comercio <strong>de</strong> ponchos, prenda que las tejedoras<br />

mapuches confeccionaban <strong>de</strong> manera notable, al punto que se exportaban al Perú 6 .<br />

6 El poncho es una prenda <strong>de</strong> lana tejida <strong>de</strong> diversos colores muy usada por los indígenas y por los chilenos<br />

<strong>de</strong>l valle centro sur, eran manufacturados principalmente por mujeres mapuches y pehuenches, aún cuando<br />

estos últimos también los obtenían <strong>de</strong> los pampinos para comercializarlos en Chile. Según Gómez <strong>de</strong><br />

Vidaurre, hacia fines <strong>de</strong>l siglo XVIII salían <strong>de</strong>l territorio indígena hasta sesenta mil <strong>de</strong> estas prendas. En el<br />

caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> el Nuevo esto tendrá mucha importancia, puesto que será centro <strong>de</strong> comercialización <strong>de</strong> sal y<br />

ponchos, todo gracias a la estrecha relación que se establecerá con la etnia mapuche pehuenche.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En el Archivo <strong>de</strong> Indias <strong>de</strong> Sevilla existe un voluminoso expediente sobre la<br />

sublevación mapuche <strong>de</strong> 1723, en el que se encuentran abundantes noticias sobre el asunto,<br />

muchas <strong>de</strong> ellas fantasiosas e inexactas, pero también están los informes <strong>de</strong> los jefes<br />

militares y funcionarios civiles <strong>de</strong> la administración que intentan socorrer a los soldados y<br />

civiles, principalmente mujeres y niños, que se encuentran sitiados en los fuertes <strong>de</strong> Purén,<br />

Arauco y <strong>Tucapel</strong>. En estos documentos queda en evi<strong>de</strong>ncia la preocupación española por<br />

la suerte <strong>de</strong> las cosechas y <strong>de</strong>más labores agrícolas; <strong>de</strong>l gasto <strong>de</strong>l traslado <strong>de</strong> fuerzas<br />

militares y milicianas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos puntos; la falta <strong>de</strong> caballos, charqui, grasa,<br />

municiones, pólvora y <strong>de</strong>más pertrechos.<br />

La historiografía tradicional ha sido pródiga en relatos sobre las causas y efectos <strong>de</strong><br />

este levantamiento armado indígena, no obstante, en lo que respecta a la evacuación y<br />

posterior traslado <strong>de</strong> este fuerte a orillas <strong>de</strong>l río Laja, hay algunos aspectos que <strong>de</strong>bemos<br />

precisar.<br />

La Guerra y los Cambios<br />

El levantamiento armado mapuche toma fuerza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> principios <strong>de</strong> 1723, pero el<br />

invierno, que fue particularmente lluvioso, amainó un tanto el ímpetu indígena, para<br />

renovarse con el fin <strong>de</strong> las lluvias. El virrey <strong>de</strong>l Perú y el monarca español son informados<br />

<strong>de</strong> los acontecimientos que se <strong>de</strong>sarrollan en el confín más austral <strong>de</strong>l imperio. Mientras<br />

tanto, las instituciones administrativas se ponen en marcha para dotar al reino <strong>de</strong> Chile <strong>de</strong><br />

los socorros necesarios para enfrentar la difícil situación. El gobernador Cano <strong>de</strong> Aponte,<br />

recorre la zona <strong>de</strong> Itata, Concepción, Arauco, los llanos <strong>de</strong> Algol y la Isla <strong>de</strong> la Laja. Junto<br />

a sus asesores planea la estrategia a corto, mediano y largo plazo en la lucha contra los<br />

mapuches.<br />

El gobernador Cano <strong>de</strong> Aponte viaja al sur con fuerzas militares y con un grupo<br />

administrativo <strong>de</strong> apoyo a su labor gubernativa y militar. Instalado en Concepción, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

don<strong>de</strong> va y viene constantemente, recibe a cada instante noticias alarmantes sobre los<br />

movimientos mapuches, sobre sus correrías en la Isla <strong>de</strong> la Laja y las amenazas que se<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

ciernen sobre Yumbel, Chillán y Concepción. En la capital <strong>de</strong>l sur se reúne constantemente<br />

en junta <strong>de</strong> guerra para evaluar y tomar <strong>de</strong>cisiones.<br />

A estas alturas, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> casi dos siglos <strong>de</strong> encuentros y <strong>de</strong>sencuentros, ambas<br />

culturas han logrado construir algunos lazos indisolubles. El contacto y la fusión crearon<br />

una nueva casta: los mestizos. El contacto comercial, tanto formal como informal, permite<br />

la transferencia <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> subsistencia en el mundo fronterizo y alimenta las relaciones y<br />

la transculturación. Ya no se vive la realidad <strong>de</strong> antaño, hay nuevos elementos en juego y<br />

existe la necesidad imperiosa <strong>de</strong> acabar con una situación <strong>de</strong> guerra que, en los hechos,<br />

produce mucho menoscabo a la economía y a la ocupación territorial.<br />

También es evi<strong>de</strong>nte que la vitalidad combativa <strong>de</strong> los mapuches ha disminuido 7 . La<br />

lucha que se libra ahora se compone <strong>de</strong> ataques aislados, sin mayor relevancia militar, con<br />

incursiones <strong>de</strong>predadoras; entradas y salidas a territorio enemigo sin mayores bajas. Sin<br />

embargo, el costo <strong>de</strong> esta guerra <strong>de</strong> amenazas y miedos se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> en el enfrentamiento que<br />

las fuerzas españolas comandadas por Manuel <strong>de</strong> Salamanca y las mapuches a la cabeza <strong>de</strong><br />

Vilumilla se enfrentan a orillas <strong>de</strong>l río Duqueco, poco antes que éste <strong>de</strong>semboque en el río<br />

Bío-Bío el 23 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1723. La victoria fue para los españoles.<br />

Si durante los siglos XVI y XVII el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> goza <strong>de</strong> ser uno <strong>de</strong> los<br />

emplazamientos militares mejor dotados, ahora, a principios <strong>de</strong> 1723 apenas se compone<br />

<strong>de</strong> catorce soldados pagados y treinta milicianos, haciendo una fuerza total <strong>de</strong> cuarenta y<br />

cuatro hombres con apenas 20 fusiles en regular estado, 5 mosquetes, 3 botijas <strong>de</strong> pólvora y<br />

unas pocas balas, <strong>de</strong>biendo ser auxiliado con cuatro soldados y pertrechos militares en<br />

forma urgente poco antes <strong>de</strong>l sitio a que lo someterán las fuerzas mapuches.<br />

El gobernador conocía la situación <strong>de</strong> las plazas <strong>de</strong> la frontera, tanto por los<br />

informes que recibía como por su propia inspección. Las condiciones eran <strong>de</strong>plorables,<br />

conocía los vicios <strong>de</strong> los soldados y la vida relajada, indisciplinada, inclinada al ocio y a los<br />

7 Se ha hablado en los últimos años “<strong>de</strong>l mito <strong>de</strong> la guerra”, tema <strong>de</strong>sarrollado fundamentalmente por la<br />

historiografía revisionista que cuestiona a los historiadores tradicionales. Véase: Villalobos, Sergio. Vida<br />

Fronteriza en la Araucanía. El Mito <strong>de</strong> la Guerra <strong>de</strong> Arauco. Editorial, Andrés Bello. Santiago, 1995.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

juegos, las diversiones y el comercio. Por ello es que no duda en informar a la corte que<br />

casi todas las murallas se encontraban en pésimo estado, los alojamientos inhabitables y<br />

“esto con la falta <strong>de</strong> paga ha sido causa para que los jefes hayan permitido a los soldados<br />

que residan en sus estancias a 10 ó 12 leguas <strong>de</strong> distancia sin asistir jamás a sus plazas por<br />

no haber cubierto en ellas don<strong>de</strong> guarecerse <strong>de</strong> las lluvias”. Respecto <strong>de</strong> la disciplina<br />

agregaba que es “tan estragada que solo practican poner un perro por costumbre en el<br />

cuerpo <strong>de</strong> guardia”. Es <strong>de</strong>cir, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> fortalezas inexpugnables constantemente asediadas<br />

por los mapuches es solo parte <strong>de</strong> la mitología <strong>de</strong> la Guerra <strong>de</strong> Arauco. El gobernador era<br />

un hombre pragmático que prefería usar los recursos <strong>de</strong>l escuálido erario real en obras<br />

públicas. Pero mantener los fuertes <strong>de</strong> la frontera no solo era una cuestión <strong>de</strong> finanzas.<br />

Después <strong>de</strong> constatar la pobreza <strong>de</strong>l erario y las enormes dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> traslado <strong>de</strong><br />

milicias y pertrechos a la zona <strong>de</strong> guerra, el gobernador se dirige a la Real Audiencia el día<br />

20 <strong>de</strong> julio para informar <strong>de</strong> la situación y pedir ayuda. Luego <strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> los sucesos<br />

señala que siente verse en la obligación <strong>de</strong> hacer tantos gastos con cargo a las cajas reales,<br />

“y hallándome con tan cortísimo número <strong>de</strong> gente pagada, sin armas, sin cuerda, mecha, ni<br />

plomo, pues el que vino <strong>de</strong> Santiago ha salido ser escoria y arena inservible, y otras cosas<br />

precisas”. Ese mismo día recibe la noticia que los mapuches han comenzado a sitiar el<br />

fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Purén ya se hallaba en la misma situación.<br />

Pero antes <strong>de</strong> estos hechos, mientras arreciaban las lluvias sobre el sur <strong>de</strong> Chile,<br />

Cano <strong>de</strong> Aponte preparaba su estrategia. Reunidos en la capital <strong>de</strong>l sur en junta <strong>de</strong> guerra<br />

en casa <strong>de</strong>l gobernador, el día 3 <strong>de</strong> junio, el obispo <strong>de</strong> Concepción Juan <strong>de</strong> Nicolal<strong>de</strong>, los<br />

padres <strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Jesús Diego <strong>de</strong> Amaya y Jorge Olivar; el teniente coronel Rafael<br />

<strong>de</strong> Eslava, quien había sido hasta hace poco gobernador <strong>de</strong> Valdivia; los maestres <strong>de</strong><br />

campo Manuel <strong>de</strong> Salamanca, Pedro <strong>de</strong> Córdoba y Figueroa y Manuel Cabrito; el<br />

licenciado Juan Rosales, auditor general <strong>de</strong>l ejército; José Arze y Soria, Corregidor <strong>de</strong><br />

Concepción; Juan Fermín Montero <strong>de</strong> Espinoza, veedor general; Sebastián <strong>de</strong> Mandioca,<br />

sargento mayor; José <strong>de</strong> Roa, alcal<strong>de</strong> ordinario; Pedro Robina, contador <strong>de</strong> la Real<br />

Hacienda; los comisarios generales José Arias, Tomás Izunsa y Miguel <strong>de</strong> Ulloa; los<br />

capitanes Pedro López <strong>de</strong> Asencio, Juan <strong>de</strong>l Pozo y Juan Ventura <strong>de</strong>l Arma y Castilla.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En esta reunión el gobernador informa <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> las plazas y fuertes, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

dar a conocer los pasos a seguir en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l reino. Cano <strong>de</strong> Aponte señala que los<br />

mapuches pensaban ganar <strong>Tucapel</strong> y <strong>de</strong>más fuertes, bajar hacia Arauco, sitiar Nacimiento y<br />

luego avanzar sobre la Isla <strong>de</strong> la Laja. Mas, <strong>de</strong> todo lo obrado en aquella reunión, una<br />

<strong>de</strong>cisión parece ser la más trascen<strong>de</strong>nte para el objeto <strong>de</strong> nuestro estudio. Cano <strong>de</strong> Aponte<br />

<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> someter a consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Guerra la utilidad <strong>de</strong> los fuertes al otro lado<br />

<strong>de</strong>l río Bío-Bío.<br />

Según informa el gobernador, la principal función <strong>de</strong> las plazas fronterizas era<br />

aten<strong>de</strong>r el resguardo <strong>de</strong> los misioneros, “<strong>de</strong> los cuales a la fecha ninguno queda, cuyo fruto,<br />

a<strong>de</strong>más, es tan insignificante que apenas si uno <strong>de</strong> los indios se encontrará convertido; y por<br />

el contrario, los españoles, en el frecuente trato con los indios, se alzan con ellos, casándose<br />

y viviendo a su usanza”. Hace mención, también, a la poca utilidad <strong>de</strong> la gente empleada<br />

en los fuertes.<br />

Finalmente, a excepción <strong>de</strong> la opinión disi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> dos que no se mencionan, todos<br />

acordaron que los fuertes <strong>de</strong> Santa Juana y Nacimiento se evacuasen, engrosando con su<br />

gente a Santa Fe y Arauco; que las guarniciones <strong>de</strong> los fuertes <strong>de</strong> Purén y <strong>Tucapel</strong> se<br />

trasla<strong>de</strong>n a orillas <strong>de</strong>l río Bío-Bío en los parajes más transitables.<br />

Debemos tener claro que hasta ese momento, según la documentación y la<br />

bibliografía tenida a la vista, no existe claridad respecto <strong>de</strong>l lugar preciso que han <strong>de</strong> ocupar<br />

los fuertes que se preten<strong>de</strong>n evacuar. Solo se ha <strong>de</strong>cidido reforzar la línea <strong>de</strong>l Bío-Bio. En<br />

esto último no es menos importante mencionar que a orillas <strong>de</strong>l río frontera se encuentran<br />

los fuertes <strong>de</strong> Nacimiento, Santa Juana, Talcamávida y San Pedro, es <strong>de</strong>cir, por aquel<br />

entonces se encontraba reforzada toda la línea <strong>de</strong>l curso léntico a partir <strong>de</strong> la orientación<br />

Norte Oeste, quedando <strong>de</strong>sguarnecida la Isla <strong>de</strong> La Laja que hasta entonces no tiene<br />

asientos formales <strong>de</strong> población.<br />

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El Hambre y la Desesperación<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Entre las tantas misivas enviadas por los cabos <strong>de</strong> los fuertes y otros funcionarios,<br />

<strong>de</strong>staca, para comprensión <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, la que envía su<br />

comandante, Francisco <strong>de</strong> Zúñiga, al gobernador <strong>de</strong> fecha 15 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1723 en la que<br />

dice que los mapuches amenazan cortarle la cabeza a uno <strong>de</strong> los caciques amigo para luego<br />

tomarse el fuerte. “Aquí quedamos con algún consuelo <strong>de</strong> ver la poca gente que tengo en<br />

esta plaza, no porque los ánimos nos falten. Balas hay pocas y gente también; y así suplico<br />

me dé socorro, porque tiran a sitiarnos ciertamente”. El 1º <strong>de</strong> agosto le pi<strong>de</strong> que “luego<br />

venga gente, pólvora, balas y cuerda, porque me hallo esperando al enemigo, que ya está<br />

aquí”.<br />

En vista <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> apremio que viven los fuertes <strong>de</strong> Arauco, Purén y<br />

<strong>Tucapel</strong> el gobernador <strong>de</strong>signa Comisario General a Francisco <strong>de</strong> Zúñiga, quien a<strong>de</strong>más<br />

será el último comandante <strong>de</strong>l antiguo fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

La Isla <strong>de</strong> la Laja, Yumbel, Rere, Chillán se ven perjudicadas por la incertidumbre y<br />

los ataques esporádicos <strong>de</strong> mapuches sobre las haciendas. Los efectos <strong>de</strong> la sublevación se<br />

observan en las cosechas que no llegan a cubrir las necesida<strong>de</strong>s mínimas. En Arauco estas<br />

no llegan a 40 fanegas; las familias se han ido y la mano <strong>de</strong> obra agrícola <strong>de</strong>saparece <strong>de</strong> las<br />

haciendas. No obstante la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> Vilumilla a orillas <strong>de</strong>l río Duqueco, se mantienen<br />

alzados algunos puntos <strong>de</strong> la Araucanía y aún se teme por la suerte <strong>de</strong> las guarniciones <strong>de</strong><br />

los fuertes.<br />

El 13 <strong>de</strong> septiembre el cabo comandante Francisco <strong>de</strong> Zúñiga envía tres hombres a<br />

través <strong>de</strong> los altos <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Nahuelbuta con correspon<strong>de</strong>ncia. Escribe al<br />

gobernador para informar que los indios son mucho más que los que se <strong>de</strong>cía y que la gente<br />

se encuentra repartida en torno a las murallas <strong>de</strong>l fuerte, resistiendo al enemigo, a los<br />

aguaceros, al frío y a la falta <strong>de</strong> manutención “pasando mil <strong>de</strong>sdichas y adversida<strong>de</strong>s,<br />

<strong>de</strong>stituidos <strong>de</strong> un todo, manteniéndonos tan sólo con trigo cocido, que ni aún tienen sal” El<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Comisario General, José <strong>de</strong> Mendoza, informa el 20 <strong>de</strong> septiembre que los indígenas<br />

preten<strong>de</strong>n someter el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> por el hambre.<br />

Abandono Definitivo<br />

El 28 <strong>de</strong> octubre el gobernador informa a la Real Audiencia que ha confiado al<br />

teniente coronel Rafael <strong>de</strong> Eslava 8 la misión <strong>de</strong> socorrer el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y retirar su<br />

guarnición, mientras él y sus fuerzas salen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Nacimiento hacia el fuerte <strong>de</strong> Purén con el<br />

mismo propósito: retirar <strong>de</strong>finitivamente las guarniciones hacia el norte. Eslava iba con<br />

setecientos hombres y entra en <strong>Tucapel</strong> sin encontrar mayor resistencia.<br />

El 29 <strong>de</strong> octubre salía la guarnición y las fuerzas comandadas por Rafael <strong>de</strong> Eslava<br />

y Francisco <strong>de</strong> Zúñiga <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> hacia Arauco don<strong>de</strong> los esperaría el navío La<br />

Urca para el retiro <strong>de</strong> la artillería, imágenes religiosas y otros objetos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> trasladar a<br />

las mujeres, ancianos, niños, enfermos y los padres <strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Jesús. Como era <strong>de</strong><br />

esperar, tras la columna que salió <strong>de</strong>l fuerte ardían los edificios cuyo fuego atizado por los<br />

propios españoles pretendía no <strong>de</strong>jar botín alguno a los mapuches que veían <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus<br />

posiciones la columna <strong>de</strong> humo sin po<strong>de</strong>r haber entrado victoriosos a la fortaleza. Hay que<br />

tener en cuenta que aparte <strong>de</strong> los setecientos soldados mencionados se agregan los <strong>de</strong>l<br />

fuerte, toda su prole y los indios amigos, <strong>de</strong> manera que la escena <strong>de</strong> la marcha hacia<br />

Arauco y <strong>de</strong> aquí a Concepción <strong>de</strong>be hacer sido impresionante. Este hecho marca un hito<br />

importante porque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> casi dos siglos se abandonaba un fuerte que otrora fuera la<br />

mayor fortaleza militar española en la Araucanía.<br />

Poco <strong>de</strong>spués el gobernador entra en Purén para realizar el mismo procedimiento. El<br />

25 <strong>de</strong> diciembre su columna, sale <strong>de</strong> ese fuerte rumbo al norte, por el bor<strong>de</strong> oriental <strong>de</strong>l la<br />

cordillera <strong>de</strong> Nahuelbuta en dirección a Nacimiento. Pero antes, al igual como se hizo con<br />

8 En esta parte es importante señalar que no es Rafael <strong>de</strong> Eslava quien traslada el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, al menos<br />

no existe evi<strong>de</strong>ncia alguna que nos <strong>de</strong>muestre aquello. Como se ve, a este oficial solo le correspon<strong>de</strong> evacuar<br />

y trasladar la guarnición hasta Concepción (en esa época ubicada en Penco). Eslava ostentaba el grado <strong>de</strong><br />

teniente coronel, alcanzó el grado <strong>de</strong> coronel <strong>de</strong> infantería en 1727. Fue gobernador <strong>de</strong> Valdivia entre 1717 y<br />

1722. En 1731 la corona española lo nombra presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Nuevo Reino <strong>de</strong> Granada. Había nacido en<br />

Navarra, España, en 1665, falleció en Santa Fe <strong>de</strong> Bogotá el 20 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1737.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>Tucapel</strong>, or<strong>de</strong>nó pren<strong>de</strong>r fuego y quemar la plaza. Cano <strong>de</strong> Aponte sale <strong>de</strong>l fuerte<br />

exactamente ciento setenta años <strong>de</strong>spués que Pedro <strong>de</strong> Valdivia cayera abatido en <strong>Tucapel</strong>.<br />

Terminaba así la ocupación <strong>de</strong> esos territorios que por 171 años permitieron el<br />

contacto entre dos culturas, con escaramuzas, encuentros y <strong>de</strong>sencuentros; contactos<br />

interétnicos que marcaron la historia <strong>de</strong> Chile. Sin embargo, era solo la evacuación <strong>de</strong> un<br />

punto enclavado en el corazón <strong>de</strong> la Araucanía que buscaba otro escenario, por ello Gabriel<br />

Cano <strong>de</strong> Aponte <strong>de</strong>cía a fines <strong>de</strong> diciembre en nota a la Real Audiencia: “Me es forzoso dar<br />

principio a ir construyendo las plazas y fuertes a las orillas <strong>de</strong> esta parte <strong>de</strong>l Bío-Bío en los<br />

sitios y lugares más convenientes para impedir el paso <strong>de</strong> los rebel<strong>de</strong>s”.<br />

Ahora quedaba la tarea <strong>de</strong> emplazar en nuevos sitios los fuertes abandonados. El<br />

antiguo <strong>Tucapel</strong> ya no volvería a levantarse en el mismo lugar, sino como misión religiosa.<br />

San Diego <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>berá esperar un asiento en el territorio, asignado por la<br />

nueva estrategia hispana.<br />

La Paz Momentánea: Preparando el Terreno.<br />

Con la batalla <strong>de</strong> la Isla <strong>de</strong>l Duqueco queda zanjada la contienda a favor <strong>de</strong> los<br />

españoles y vuelve paulatinamente la calma a la frontera, regresan las milicias traídas <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el norte, incluidos los extranjeros forzosamente enganchados, los mulatos y cuartones <strong>de</strong> la<br />

reserva; en fin, lentamente se reanuda la vida fronteriza con toda su dinámica <strong>de</strong> contacto<br />

interétnico permanente y <strong>de</strong> mutuas influencias. Quienes no vuelven a la Araucanía son las<br />

guarniciones <strong>de</strong> Purén y <strong>Tucapel</strong> porque tienen otro <strong>de</strong>stino, en una ubicación distinta,<br />

largamente meditada por Cano <strong>de</strong> Aponte y sus asesores.<br />

La Isla <strong>de</strong> la Laja es un territorio vasto y fértil que comienza a ser poblado en forma<br />

espontánea por los españoles, no obstante ser un territorio por el que <strong>de</strong>ambulan<br />

constantemente grupos indígenas antagónicos (pehuenches, moluches, puelches, arribanos,<br />

etc.), vagabundos y merca<strong>de</strong>res que se internan en la Araucanía hasta don<strong>de</strong> llevan especies<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

no siempre permitidas por la autoridad española, como fierros, ganados y alcohol 9 . La<br />

Cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s, que la flanquea por el oriente, tiene su paso más usado en Antuco.<br />

Por allí pasan constantemente puelches y especialmente pehuenches que en primavera y<br />

verano la atraviesan para traer, entre otros productos, sal <strong>de</strong> las pampas y comerciar con los<br />

españoles. Sus incursiones <strong>de</strong>predadoras en las estancias cercanas a Buenos Aires en<br />

alianza con otros grupos étnicos, significan una preocupación <strong>de</strong> la autoridad, como<br />

también una oportunidad para los negocios informales <strong>de</strong>l contrabando. Por esta razón es<br />

importante tener en cuenta que el traslado <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su evacuación a fines <strong>de</strong><br />

octubre <strong>de</strong> 1723, solo se producirá cuando se ubique el sitio preciso que ayu<strong>de</strong> a controlar<br />

este importante paso <strong>de</strong> la cordillera.<br />

Para entonces la población asentada formalmente en esta parte <strong>de</strong>l territorio<br />

prácticamente no existe. No hay ciuda<strong>de</strong>s ni villas y sólo las labores agrícolas en algunas<br />

haciendas otorgan algo <strong>de</strong> presencia española en la zona. El afán fundacional vendrá años<br />

más tar<strong>de</strong> con la fundación <strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> Los Ángeles 10 , luego Santa Bárbara 11 , Antuco y<br />

otras. Este <strong>de</strong>talle vale la pena tenerlo en cuenta puesto que la nueva ubicación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

<strong>de</strong>be emplazarse en un lugar que domine un vasto territorio que apunte a contener las<br />

incursiones provenientes <strong>de</strong> la cordillera, sin más apoyo que sus propias fuerzas, teniendo<br />

como referente más cercano al fuerte y villa <strong>de</strong> Yumbel.<br />

Cano <strong>de</strong> Aponte pone énfasis en la cordillera andina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento mismo en<br />

que comienzan las hostilida<strong>de</strong>s. En el invierno <strong>de</strong> 1723 toma contacto con los pehuenches,<br />

logrando reunirse con algunos caciques a quienes les previene <strong>de</strong> no entrar en guerra con<br />

los españoles, so pena <strong>de</strong> severos castigos, consiguiendo <strong>de</strong> ellos su fi<strong>de</strong>lidad. Estos<br />

indígenas montañeses habían sido tradicionalmente aliados <strong>de</strong> los españoles, pero algunas<br />

parcialida<strong>de</strong>s comienzan a presentar hostilida<strong>de</strong>s. La adopción <strong>de</strong>l caballo y el nacimiento<br />

9 Góngora, Mario. Vagabundaje y Sociedad Fronteriza. En: Estudios <strong>de</strong> Historia <strong>de</strong> las I<strong>de</strong>as. Ediciones<br />

Universitarias <strong>de</strong> Valparaíso. Universidad Católica <strong>de</strong> Valparaíso. Santiago 1980. pp. 341-391.<br />

10 El 28 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1739 José Manso <strong>de</strong> Velasco informa al rey Felipe V que proyecta la fundación <strong>de</strong> una<br />

villa con el nombre <strong>de</strong> Los Ángeles, en el medio <strong>de</strong> la Isla <strong>de</strong> la Laja.<br />

11 Santa Bárbara se funda formalmente el 9 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1756 por Manuel <strong>de</strong> Amat y Junient, quien en<br />

persona presidió los actos fundacionales. Esto tiene alguna relevancia en <strong>Tucapel</strong> El Nuevo porque forma<br />

parte <strong>de</strong> la estrategia <strong>de</strong> contención y ocupación <strong>de</strong> la zona cordillerana; sometimiento y conversión <strong>de</strong> los<br />

pehuenches.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra cultura hípica pehuenche 12 , hizo que la estrategia <strong>de</strong> ocupación <strong>de</strong>l<br />

territorio girara hacia una preocupación por el oriente. El énfasis <strong>de</strong>bía estar ahora en<br />

proteger los pasos sobre el río Bío-Bío y los boquetes cordilleranos.<br />

La relación hispano indígena, en todo caso, <strong>de</strong>teriorada por la irrupción violenta <strong>de</strong>l<br />

conquistador fue bajando en intensidad conforme el paso <strong>de</strong>l tiempo. Pero ahora que<br />

nuevamente está trizada la convivencia en la frontera, cano <strong>de</strong> Aponte apuesta a una<br />

estrategia que <strong>de</strong>vuelva la confianza entre las partes y convoca a un parlamento entre los<br />

cuatro butalmapus y las autorida<strong>de</strong>s españolas. El encuentro masivo se verificó a partir <strong>de</strong>l<br />

13 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1726 a orillas <strong>de</strong>l río Bío-Bío en la confluencia con el río Duqueco se<br />

conoce como el Parlamento <strong>de</strong> Negrete, el primero <strong>de</strong> tres que se verificaron en ese lugar<br />

durante el siglo XVIII.<br />

Concurrieron 113 loncos y casi dos mil guerreros, más las fuerzas militares <strong>de</strong>l sur.<br />

En este parlamento se firmó un tratado <strong>de</strong> 12 artículos en los que se conviene la paz entre<br />

las partes, se acuerda regular el comercio, que se verificará tres o cuatro veces en el año en<br />

puntos específicos a cargo <strong>de</strong> oficiales o sacerdotes. A<strong>de</strong>más, los mapuches se<br />

comprometen a permitir la construcción <strong>de</strong> los fuertes que se creen a las orillas <strong>de</strong>l río Bío-<br />

Bío y los españoles a no avanzar hacia la Araucanía.<br />

El Parlamento <strong>de</strong> Negrete <strong>de</strong> 1726, en lo que respecta a nuestro tema, es parte <strong>de</strong><br />

una estrategia pensada para mantener la colonización <strong>de</strong>l territorio posesionado hasta ese<br />

entonces por los españoles, respetando la línea <strong>de</strong>l Bío-Bío. Esto es clave para enten<strong>de</strong>r el<br />

traslado <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la banda occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Nahuelbuta al lugar que<br />

ocupará <strong>de</strong>finitivamente a orillas <strong>de</strong>l río Laja y en las primeras estribaciones <strong>de</strong> la cordillera<br />

<strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s. La autoridad española necesitaba tener la certeza que los esfuerzos para<br />

mantener la paz se habían efectuado.<br />

12 El término “cultura hípica” o cultura <strong>de</strong>l caballo es aplicable a aquellos pueblos indígenas que, con el<br />

tiempo, integraron el caballo como un elemento fundamental en sus vidas, pues fuera <strong>de</strong>l uso común para la<br />

guerra, el transporte o el comercio –propio <strong>de</strong> una cultura ecuestre- el animal se transforma a<strong>de</strong>más en una<br />

fuente <strong>de</strong> alimentación y materias primas y, lo que tal vez es más importante, entra a formar parte <strong>de</strong> su<br />

mundo mágico religioso. Las diferentes culturas hípicas que nacieron en América se <strong>de</strong>sarrollaron<br />

generalmente en aquellos pueblos indígenas que vivían en las extensas llanuras <strong>de</strong>l Norte y Sudamérica.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Terminado el parlamento con sus aparatosas ceremonias, el camino estaba abierto<br />

para seguir construyendo los nuevos fuertes, al menos formalmente. En la práctica, el<br />

discurso y los acuerdos están sujetos a las múltiples realida<strong>de</strong>s que se presentan en la<br />

frontera.<br />

Finalmente, la autoridad española <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> que los fuertes <strong>de</strong> Purén y <strong>Tucapel</strong> tengan<br />

por asiento las riberas <strong>de</strong> los ríos Bío-Bío y Laja respectivamente. El lugar preciso <strong>de</strong> San<br />

Diego <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> será la orilla norte <strong>de</strong> este torrentoso curso <strong>de</strong> agua que baja <strong>de</strong><br />

la cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s, en el límite preciso entre las arenas volcánicas <strong>de</strong> la extensa<br />

llanura y las primeras estribaciones <strong>de</strong> la fértil y boscosa precordillera andina. 13<br />

Enclavado en una colina cuya pendiente baja hacia el Este es evi<strong>de</strong>nte que criterio<br />

usado para elegir el lugar para <strong>Tucapel</strong> el Nuevo o <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja 14 consi<strong>de</strong>ró la cercanía<br />

al río Laja como antemural; la fertilidad <strong>de</strong> los suelos que se extien<strong>de</strong>n hacia el Norte y el<br />

Este; la abundancia <strong>de</strong> leña, y el agua proveniente <strong>de</strong>l estero Itatita que corre <strong>de</strong> Sur a<br />

Norte a pocos metros <strong>de</strong>l nuevo sitio.<br />

Según lo que se pue<strong>de</strong> observar <strong>de</strong> los textos tenidos a la vista, la elección <strong>de</strong> este<br />

lugar; la pendiente sobre la que se construye, consi<strong>de</strong>rando el amplio foso, está pensado<br />

para evitar o minimizar los ataques <strong>de</strong> la caballería, en que los pehuenches habían<br />

alcanzado una extraordinaria <strong>de</strong>streza. En los manuales españoles sobre construcciones<br />

militares llaman fortalezas a aquellos acci<strong>de</strong>ntes geográficos como acantilados, barrancas,<br />

colinas, pendientes, cimas etc., por lo que el lugar elegido obe<strong>de</strong>ce a ese criterio.<br />

El escenario étnico, como se ve, también es distinto.<br />

13 <strong>Tucapel</strong> El Nuevo está ubicado a 37º 14’ 37” <strong>de</strong> latitud Sur y a 71º 56’ 36” <strong>de</strong> longitud Oeste.<br />

14 Es preciso aclarar que una vez producido el traslado <strong>de</strong> los fuertes se hizo necesario distinguir entre <strong>Tucapel</strong><br />

El Viejo, <strong>de</strong> su antigua ubicación, y <strong>Tucapel</strong> El Nuevo o <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja. En nombre San Diego <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> es un nombre genérico que se relaciona con el santo patrono. Más tar<strong>de</strong>, en <strong>Tucapel</strong> el Viejo se<br />

instalaron sacerdotes franciscanos en la llamada Misión <strong>de</strong> Santa Rosa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

21


Época <strong>de</strong> Fundación<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo II<br />

El Fuerte: Un Enclave que Mira a la Cordillera<br />

“Aún no empiezan a andar bien cuando ya cabalgan, y<br />

por eso salen buenos jinetes y soldados <strong>de</strong> caballería”.<br />

Vicente Carvallo y Goyeneche<br />

Ya hemos visto que en octubre <strong>de</strong> 1723 Rafael <strong>de</strong> Eslava evacua el fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong> su antiguo sitio para trasladar su gente, armamento e imágenes religiosas a<br />

Concepción. A partir <strong>de</strong> ese hecho concreto y verificable según toda la información<br />

consultada, no existe certeza <strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> fundación <strong>de</strong>l fuerte en su nuevo sitio a orillas<br />

<strong>de</strong>l río Laja. Sabemos, eso sí, que la autoridad española está <strong>de</strong>cidida a proteger cuanto<br />

antes los puntos más débiles <strong>de</strong> las tantas entradas que tienen las fuerzas indígenas para<br />

entrar en territorio español. También conocemos el celo <strong>de</strong> Cano <strong>de</strong> Aponte por realizar las<br />

obras <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> Purén en la orilla sur <strong>de</strong>l río Bío-Bío 15 y <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> llamar, como se ha dicho, a parlamento, verificado en febrero <strong>de</strong> 1726. En el<br />

tratado que se suscribe en esa oportunidad queda claro que los indígenas se comprometen a<br />

embrazar la construcción <strong>de</strong> los nuevos fuertes. Es <strong>de</strong>cir, éstos están en construcción y<br />

dadas las condiciones <strong>de</strong> las comunicaciones <strong>de</strong> la época, la baja <strong>de</strong>nsidad poblacional y lo<br />

extenso <strong>de</strong>l territorio, esto no pue<strong>de</strong> ser menos que un largo proceso.<br />

La dificultad <strong>de</strong> construir un fuerte, trasladar los materiales, herramientas y<br />

personal, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> supervisar constantemente la línea <strong>de</strong>fensiva con personal militar o <strong>de</strong><br />

las milicias 16 constituía una dificultad no menor. Se sabe que parte <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> obra para<br />

15 Purén estaba, efectivamente, en la orilla Sur, siendo trasladado hasta la orilla Norte con el nombre <strong>de</strong> San<br />

Carlos <strong>de</strong> Purén en 1777 a instancias <strong>de</strong>l capitán <strong>de</strong> Dragones <strong>de</strong> la Frontera, Ambrosio O’Higgins, llegando a<br />

ser uno <strong>de</strong> los fuertes más artillados <strong>de</strong> la frontera, puesto que protegía el vado más concurrido. También<br />

albergó una villa con el mismo nombre.<br />

16 Es bueno precisar que en la época existía un ejército regular pagado por las arcas reales y las milicias,<br />

compuestas por ciudadanos capaces <strong>de</strong> portar armas que en caso <strong>de</strong> peligro o conflicto <strong>de</strong>bían concurrir a la<br />

22


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

la construcción <strong>de</strong> estos fuertes era indígena, generalmente <strong>de</strong> los llamados “indios<br />

amigos” 17 , siendo tan solo unos pocos españoles quienes realizaban los trabajos <strong>de</strong> diseño y<br />

supervisión. También cumplían funciones en estas tareas algunos presidiarios enviados a<br />

este efecto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s distancias. Se sabe que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santiago fueron traslados algunos<br />

sujetos con el propósito <strong>de</strong> contribuir a la construcción <strong>de</strong> estos fuertes. Similares tareas<br />

realizaban los mestizos, convertidos en peones o en trabajadores ocasionales y en<br />

vagabundos.<br />

Debemos tener claro que la superficie <strong>de</strong> estos fuertes no es menor. En el caso <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja son casi tres hectáreas <strong>de</strong> terreno cuyo perímetro está flanqueado por un<br />

profundo foso y una estacada para reprimir intentos <strong>de</strong> ataques por caballería y molestar el<br />

asedio <strong>de</strong> la infantería; luego las murallas compuestas <strong>de</strong> empalizadas. Más a<strong>de</strong>ntro, las<br />

construcciones para las viviendas <strong>de</strong> los soldados y sus familias, la <strong>de</strong>l comandante y<br />

oficiales, la casa <strong>de</strong>l cura y la iglesia; los edificios <strong>de</strong> armas y pólvora, bo<strong>de</strong>gas; el<br />

cementerio, las letrinas, y las caballerizas. Es <strong>de</strong>cir, es una pequeña ciuda<strong>de</strong>la que contiene<br />

lo más elemental para sobrevivir y resistir un ataque.<br />

Si recién en octubre <strong>de</strong> 1723 y enero <strong>de</strong> 1724 los fuertes <strong>Tucapel</strong> y Purén son<br />

evacuados, parece improbable que los nuevos recintos estuvieren construidos ese año, sobre<br />

todo que el lluvioso invierno impi<strong>de</strong> realizar trabajos <strong>de</strong> esta naturaleza en la zona, más aún<br />

consi<strong>de</strong>rando las limitaciones <strong>de</strong> la época. Gabriel Guarda data la construcción <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo “<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1724” 18 . En lo que no concordamos con este autor es que el<br />

fuerte se construyera en virtud <strong>de</strong> los acuerdos <strong>de</strong>l Parlamento <strong>de</strong> Negrete <strong>de</strong> 1726, puesto<br />

que existen evi<strong>de</strong>ncias claras que la autoridad española no esperaría el consentimiento <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Reino. Las milicias también fueron organizadas durante la República, pero luego fueron<br />

<strong>de</strong>sechadas por inconstitucionales.<br />

17 Ruiz Esqui<strong>de</strong> Figueroa, Andrea. Los Indios Amigos en la Frontera Araucana. Dirección <strong>de</strong> Bibliotecas,<br />

Archivos y Museos. Centro <strong>de</strong> Investigaciones Diego Barros Arana. Santiago, 1993. p. 93.<br />

18 Guarda, Gabriel. Flan<strong>de</strong>s Indiano. Las Fortificaciones <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile 1541-1826. Ediciones Diversidad<br />

Católica <strong>de</strong> Chile. Santiago, 1990. Cap. XV, p. 191.<br />

23


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

los butalmapus para comenzar a construir las fortalezas 19 . No es posible concluir que el<br />

fuerte <strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo comenzara a construirse bajo el consentimiento indígena.<br />

Lo más probable que, en vista <strong>de</strong> los cuantiosos gastos en que se incurrió durante la<br />

sublevación <strong>de</strong> 1723 y la precaria situación <strong>de</strong> las cajas reales, los fuertes solo se hayan<br />

comenzado a construir en sus nuevos sitios a partir <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> 1724 o principios <strong>de</strong> 1725.<br />

El Contexto Geográfico y Político Administrativo.<br />

La nueva plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> se ubicará en el extremo oriental <strong>de</strong>l Corregimiento <strong>de</strong><br />

Rere, que fuera fundada como fuerte el 4 <strong>de</strong> octubre 1603 y en 1765 elevado a categoría <strong>de</strong><br />

villa por el gobernador Antonio Guill <strong>de</strong> Gonzaga. La resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> corregidor estuvo antes<br />

en Yumbel y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la implantación <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> Inten<strong>de</strong>ncias pasa a <strong>de</strong>nominarse<br />

Partido <strong>de</strong> Rere.<br />

Para estos efectos <strong>de</strong>bemos distinguir entre la jurisdicción administrativa, militar y<br />

eclesiástica. De esta última hablaremos más a<strong>de</strong>lante. En cuanto a la primera, <strong>Tucapel</strong><br />

<strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> Rere, cuyos <strong>de</strong>slin<strong>de</strong>s llegaban hasta allen<strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s y hasta el río Bío-Bío.<br />

Es <strong>de</strong>cir, primero fue el Corregidor y los tenientes <strong>de</strong> corregidor, quienes velaban por el<br />

gobierno político administrativo <strong>de</strong> este territorio. Con la creación <strong>de</strong>l Partido <strong>de</strong> la Laja,<br />

villa cabecera Los Ángeles en 1793, el límite Sur será el río Laja, apareciendo la figura <strong>de</strong>l<br />

sub<strong>de</strong>legado, quien era ahora el funcionario competente para ejercer dichas funciones.<br />

En lo militar, el fuerte tenía por misión salvaguardar los vados <strong>de</strong> los ríos y los<br />

boquetes cordilleranos en una amplia extensión que alcanzaba hasta el río Bío-Bío, pero<br />

con el correr <strong>de</strong>l siglo XVIII su función fue reduciéndose como consecuencia <strong>de</strong> la creación<br />

<strong>de</strong> la villa y fuerte <strong>de</strong> Los Ángeles en 1739; el fuerte y villa <strong>de</strong> Santa Bárbara en 1756; el<br />

fuerte <strong>de</strong> Trubunleo en 1770; el fuerte <strong>de</strong> Ballenar <strong>de</strong> Antuco y el fuerte <strong>de</strong> Príncipe Carlos<br />

<strong>de</strong> Villucura, ambos en 1788; todo lo cual vino a asegurar la entrada a la Isla <strong>de</strong> la Laja.<br />

19 Un ejemplo <strong>de</strong> esto es el caso <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> villas en la frontera, cuyo primer efecto fue<br />

la fundación <strong>de</strong> Santa Bárbara, en que primero se planificó y ejecutó el acto y poco tiempo <strong>de</strong>spués se solicitó<br />

cooperación a las diversas tribus indígenas en el Parlamento <strong>de</strong>l salto <strong>de</strong>l Laja <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1756.<br />

24


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

La extensa llanura que se extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Yumbel a los primeros lomajes <strong>de</strong> la<br />

precordillera, flanqueada por el río Laja al Sur y por el Itata al Norte estaba prácticamente<br />

<strong>de</strong>sabitada <strong>de</strong>bido a la pobreza <strong>de</strong>l suelo arenoso que por aquellos años era más notorio que<br />

ahora como consecuencia <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> las erupciones <strong>de</strong>l volcán Antuco 20 ; este factor<br />

<strong>de</strong>termina una <strong>de</strong> las características distintivas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, que es aquella <strong>de</strong>sconección<br />

entre el llano y la montaña, producida por este <strong>de</strong>spoblado extenso que los medios <strong>de</strong><br />

antaño tardaban en cubrir. Des<strong>de</strong> el fuerte y sus inmediaciones, hasta la cordillera andina se<br />

extendía otro gran espacio que, a diferencia <strong>de</strong>l anterior, permite el cultivo <strong>de</strong> cereales, el<br />

pastoreo <strong>de</strong> ganado y la explotación forestal.<br />

Un factor <strong>de</strong>terminante en la geografía es el río Laja, que nace <strong>de</strong> la laguna <strong>de</strong>l<br />

mismo nombre a orillas <strong>de</strong>l volcán Antuco, que es el más conocido e historiado <strong>de</strong> los<br />

volcanes chilenos. Sus erupciones, su paso en Pichachén por distintos tipos <strong>de</strong> grupos<br />

étnicos, merca<strong>de</strong>res, científicos y militares lo hicieron célebre. Río y volcán están<br />

estrechamente unidos en este conjunto <strong>de</strong> condiciones geográficas que influyeron en la<br />

toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> instalar un fuerte en este punto.<br />

Características <strong>de</strong> la Fortificación.<br />

El plano más antiguo <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo que se conserva data <strong>de</strong><br />

1758 21 , el que muestra los cambios sufridos en más o menos treinta años <strong>de</strong><br />

funcionamiento. No se tiene conocimiento <strong>de</strong> su autor, pero bien podría ser obra <strong>de</strong>l<br />

comandante <strong>de</strong>l fuerte, Nicolás <strong>de</strong> Abos Padilla, quien es mencionado como Coronel <strong>de</strong>l<br />

Real Cuerpo <strong>de</strong> Ingenieros Militares. Abos Padilla había nacido en Martos hacia 1690,<br />

sirvió en Panamá llegando a Chile en 1738. En 1740 es Capitán <strong>de</strong> Caballería y en 1744 es<br />

<strong>de</strong>stinado como comandante <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> Purén, a orillas <strong>de</strong>l río Bío-Bío; más tar<strong>de</strong> a<br />

20 Véase, Recart Novión. El Laja Un Río Creador.<br />

21 AN CM I serie 1052.<br />

25


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Yumbel y finalmente, en 1754 se le nombra comandante <strong>de</strong> la fortaleza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, don<strong>de</strong><br />

fallece el 10 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1763 22 .<br />

El terremoto y maremoto <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1751 que afectó a todo el sur <strong>de</strong> Chile<br />

arruinó también las construcciones <strong>de</strong> los fuertes y <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>be haber sufrido los estragos<br />

<strong>de</strong> esta implacable fuerza telúrica con gran intensidad.<br />

El Gobernador Manuel <strong>de</strong> Amat y Junient, quien era un reconocido ingeniero<br />

militar, visitó el fuerte en la primavera <strong>de</strong> 1756, junto a las <strong>de</strong>más fortificaciones <strong>de</strong> la<br />

frontera, preocupándose <strong>de</strong> mejorarlas y perfeccionarlas 23 . Esto tuvo su impacto en el caso<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, ya que en pocos años se realizaron las obras que menciona el plano que<br />

estudiamos. El comandante Abos Padilla se abocó a la transformación <strong>de</strong> la fortaleza,<br />

realizando nuevas obras en el interior, transformando el perímetro, mejorando el foso y la<br />

empalizada.<br />

Pero parece ser que el comandante Abos Padilla no gozaba por ese entonces <strong>de</strong><br />

mucha energía, según se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> un Informe <strong>de</strong> 1758, lo que sumado a las dificulta<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l erario real impidió que se realizaran reparaciones y se terminaran las construcciones<br />

que quedaron inconclusas. Las mayores dificulta<strong>de</strong>s eran suplidas con elementos propios<br />

<strong>de</strong>l medio e ingenio. A falta <strong>de</strong> ladrillos se ocupaba piedra y barro, que en la zona no faltan;<br />

a la carencia <strong>de</strong> tejas en las techumbres se ocupan ramas, paja y hasta cardos, lo que<br />

convertía las construcciones en potenciales hogueras 24 .<br />

La fortaleza está ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> un foso <strong>de</strong> 5 varas <strong>de</strong> ancho y 4 <strong>de</strong> hondura, el que está<br />

inconcluso y con necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> reparación por lo que necesita contraescarpa y estacada,<br />

cuyos magníficos palos tienen 8 varas <strong>de</strong> largo cada uno. La entrada principal está ubicada<br />

22<br />

Guarda, Gabriel. Flan<strong>de</strong>s Indiano. Fortificaciones <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile, 1541-1826. Ediciones Universidad<br />

Católica <strong>de</strong> Chile. Santiago, 1990. p. 243.<br />

23<br />

Rodriguez Casado, Vicente y Pérez-Embid, Florentino. Construcciones militares <strong>de</strong>l virrey Amat. Escuela<br />

<strong>de</strong> Estudios Hispanoamericanos. Sevilla, 1949.<br />

24<br />

Según Joaquín Villarreal en su Informe <strong>de</strong> 1744, los incendios por esta causa son comunes en la frontera<br />

por lo que propone se promuevan techumbres <strong>de</strong> teja.<br />

26


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

al poniente con puente levadizo. También presenta una puerta al oriente y un postigo para<br />

el agua que alimenta el interior <strong>de</strong>l fuerte.<br />

Del examen <strong>de</strong> este documento se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que las primeras construcciones<br />

estuvieron concentradas en la mitad <strong>de</strong>l recinto. Por ejemplo, la “iglesia biexa<br />

<strong>de</strong>smantelada” tenía orientación Oriente Poniente construida justo al medio. Otros edificios<br />

abandonados por encontrarse en mal estado son dos galeras “inserbibles”, un cuartel, casa<br />

<strong>de</strong>l cura y algunas casas <strong>de</strong> soldados.<br />

Los principales edificios nuevos se ubican ahora en el tercio Sur. Así, la iglesia,<br />

casa <strong>de</strong>l cura, casa <strong>de</strong>l comandante, oficiales, cuartel en construcción, guardia y cocinas<br />

parecen estar en muy buen estado. También está en construcción la palizada que sirve <strong>de</strong><br />

muralla y que está sentada sobre el terraplén que viene inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l foso.<br />

En el dibujo se muestra que esta solo cubre los lienzos Oriente y Sur, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l<br />

lienzo Poniente; la explicación <strong>de</strong>l texto complementario <strong>de</strong>l plano dice que la cerca tiene<br />

420 palos en el Oriente y 429 en el Sur y 190 en el Poniente, faltando un total <strong>de</strong> 672 palos<br />

para culminar la muralla.<br />

Es interesante <strong>de</strong>stacar que en recinto viven soldados que poseen solares en<br />

préstamo para su explotación. También tiene casa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l fuerte un platero, personaje<br />

típicamente fronterizo que tiene por oficio la confección <strong>de</strong> joyas <strong>de</strong> plata, cuyos<br />

principales consumidores son los mapuches y pehuenches que pagan para que les<br />

confeccionen las prendas que llevarán sus mujeres o para el apero <strong>de</strong> sus cabalgaduras. Su<br />

casa está ubicada en el extremo Nororiente con orientación Norte Sur. Hay que aclarar que<br />

el platero requiere <strong>de</strong> un taller con sus fraguas y otros implementos por lo que po<strong>de</strong>mos<br />

afirmar que en <strong>Tucapel</strong> El Nuevo se confeccionaban joyas mapuches 25 . A ello hay que<br />

agregar que indudablemente el oficio cuenta con autorización o al menos es tolerado <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l fuerte.<br />

25 Véase, Morris von Bennewitz, Raúl. Los Plateros <strong>de</strong> la Frontera.<br />

27


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Existe una clara diferenciación social reflejada en la distribución interna <strong>de</strong>l recinto.<br />

El extremo Sur, es <strong>de</strong>cir todo el último tercio <strong>de</strong>l cuadrante está <strong>de</strong>stinado a los edificios<br />

que albergan la iglesia, casa <strong>de</strong>l cura, comandante, oficiales y guardia. En el centro están<br />

los edificios viejos e inservibles y en el primer tercio están la casa <strong>de</strong> los soldados, sus<br />

solares y casa <strong>de</strong>l platero.<br />

A pesar <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong>l comandante y <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s españolas por mejorar las<br />

condiciones <strong>de</strong> los recintos que sirven <strong>de</strong> fortalezas en la frontera, éstas comúnmente sufren<br />

el rigor <strong>de</strong>l clima y <strong>de</strong>l paso <strong>de</strong>l tiempo sin las <strong>de</strong>bidas reparaciones. Es común observar<br />

que las obras muchas veces solo vienen a solucionar en parte un déficit <strong>de</strong> infraestructura,<br />

<strong>de</strong>bido fundamentalmente a la escasez <strong>de</strong> recursos. No es extraño ver edificios inconclusos<br />

o los fosos y murallas en mal estado. Aunque la voluntad <strong>de</strong> Amat <strong>de</strong> Junient era dar la<br />

mayor atención al arreglo <strong>de</strong> los fuertes, esto no siempre fue posible. Sin embargo, en<br />

<strong>Tucapel</strong> se produjeron importantes cambios que no mejoraron sustancialmente la calidad<br />

<strong>de</strong>l enclave.<br />

Los Baluartes a los Vértices<br />

El informe elaborado por Manuel Salcedo y Antonio <strong>de</strong> Santa María 26 luego <strong>de</strong> la<br />

visita que realizan a los fuertes <strong>de</strong> la frontera en 1762, señala que se ha dado comienzo a<br />

amurallar <strong>de</strong> piedra y cantería y barro un baluarte al Sur y al Este <strong>de</strong> 41 varas con 6 <strong>de</strong> alto.<br />

La cortina Este tiene 94 varas, con sus cimientos terminados, componiéndose a su término<br />

<strong>de</strong> otro baluarte <strong>de</strong> 45 varas en que no se ha podido seguir con las obras por haberse<br />

<strong>de</strong>sbarrancado el terreno <strong>de</strong>l foso don<strong>de</strong> se había <strong>de</strong> hacer. La cortina Norte mi<strong>de</strong> 171 varas<br />

y 45 su baluarte. Al Poniente ésta mi<strong>de</strong> 98 varas y al Sur 290 “<strong>de</strong> manera que todo el<br />

recinto se componía <strong>de</strong> setecientos ochenta y cuatro varas en figura <strong>de</strong> un cuadro mal<br />

formado”, agregando que “no sirve ni para corral <strong>de</strong> vacas”, que toda la estacada está por<br />

el suelo, permitiendo entrar por todas sus partes sin mayor dificultad; y que los<br />

alojamientos están en ruinas. La edificación apenas se mantenía; la sala <strong>de</strong> armas y<br />

26 Salcedo, Manuel y Santa María Escobedo, Antonio. 1972: Informe Sobre las Plazas Fronterizas <strong>de</strong>l Reino<br />

<strong>de</strong> Chile. RChHG Nº 140, p. 72<br />

28


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

munición, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l invierno, estaba “para venirse al suelo por no haberle techado y ser<br />

sus pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adobe…, por lo que se sacaron <strong>de</strong> ella las armas, pólvora y municiones <strong>de</strong><br />

guerra, que todo se haya junto en una media agua que se hizo sobre la misma pared <strong>de</strong> la<br />

culata <strong>de</strong> la iglesia que, aunque está cubierta con tejas es muy <strong>de</strong>sabrigada i en muy mala<br />

positura para la conservación <strong>de</strong> las armas, pólvora y pertrechos”. Si hemos <strong>de</strong> dar crédito<br />

a nuestros informantes, la total falta <strong>de</strong> previsión o la mala calidad <strong>de</strong> las construcciones<br />

permitieron que al cabo <strong>de</strong> cuatro años el <strong>de</strong>terioro fuese completo. Asimismo, evi<strong>de</strong>ncia<br />

que el comandante Abos Padilla, miembro <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> ingenieros <strong>de</strong>l ejército, no ha<br />

cumplido cabalmente con sus obligaciones, puesto que, como se ve, el problema no solo es<br />

por falta <strong>de</strong> recursos.<br />

Sin embargo, dos años más tar<strong>de</strong>, en 1764 27 , otro plano nos revela cambios más<br />

drásticos. Se observa un recinto <strong>de</strong> dimensiones regulares con sus cortinas y fosos y 21<br />

construcciones interiores que tienen la misma ubicación y orientación que las <strong>de</strong>l plano <strong>de</strong><br />

1758. Esta vez, los baluartes, o mitras, están ubicadas en los vértices <strong>de</strong> las murallas, en las<br />

esquinas, <strong>de</strong> tal suerte que su forma es ahora como la generalidad <strong>de</strong> las plazas fuertes <strong>de</strong> la<br />

frontera. Esto significa que al cabo <strong>de</strong> dos años se introdujeron transformaciones<br />

importantes en el perímetro <strong>de</strong>l fuerte, aunque no tenemos los datos suficientes para<br />

asegurar una mejora en la calidad <strong>de</strong> las construcciones al interior <strong>de</strong>l recinto.<br />

Los planos <strong>de</strong> Ojeda y Gay <strong>de</strong>muestran que la forma exterior <strong>de</strong>l fuerte subsistió<br />

hasta el siglo XIX, en que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> prestar utilidad y fue abandonado. El abate Molina en su<br />

conocida obra publica un plano don<strong>de</strong> se lee: “Plano <strong>de</strong>l Fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> situado en el<br />

estrecho que forman los riscos <strong>de</strong>l río <strong>de</strong> la Laxa y falda <strong>de</strong> la Cordillera nevada y cierra<br />

este paso a los Indios enemigos” 28 . No obstante, el dibujo no expresa más que las formas<br />

exteriores, es <strong>de</strong>cir, el perímetro, algo <strong>de</strong> su entorno, como la ribera norte <strong>de</strong>l río Laja y sus<br />

“medanos” e insinuando el curso <strong>de</strong>l estero Itatita al oriente.<br />

27 BN Sala Medina, Fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Ms . No se conoce al autor <strong>de</strong> este plano.<br />

28 Molina, Juan Ignacio. Compendio <strong>de</strong> la Historia Civil Reyno <strong>de</strong> Chile. Abate don Juan Ignacio Molina.<br />

Biblioteca <strong>de</strong>l Centenario. Pehuen. Santiago, 2002, II Parte, p 293-302.<br />

29


Su Artillería, Armas y Guarnición<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Como todos los fuertes <strong>de</strong> la frontera, <strong>Tucapel</strong> El Nuevo tuvo artillería, aunque no<br />

existen antece<strong>de</strong>ntes que alguna vez tuvieren que usarse los cañones por algún ataque<br />

indígena. Estudios señalan que fueron disuasivos en la mayoría <strong>de</strong> los fuertes 29 y, en<br />

algunos casos, su estruendoso disparo servía para llamar a los vecinos <strong>de</strong> la comarca<br />

cuando algo extraordinario o importante ocurría.<br />

José Manso <strong>de</strong> Velasco recorrió la frontera a fines <strong>de</strong> 1738 cuando recién había<br />

llegado a hacerse cargo <strong>de</strong>l Reino, estuvo en <strong>Tucapel</strong> y en un Informe 30 al rey <strong>de</strong> 29 <strong>de</strong><br />

diciembre <strong>de</strong> aquel año dice que en este fuerte existe un artillero, 3 cañones, 5.204 balas <strong>de</strong><br />

cañón, 440 libras <strong>de</strong> pólvora y 100 libras <strong>de</strong> mecha.<br />

En 1747 se mantiene en servicios un artillero, pero existe operativo un solo cañón.<br />

Siete años más tar<strong>de</strong>, otro informe señala que existe en <strong>Tucapel</strong> “un cañoncito <strong>de</strong> hierro<br />

calibre <strong>de</strong> 4, un pedrero <strong>de</strong> 2, 11 mosquetes, 8 arcabuces, 22 fusiles con sus bayonetas y 50<br />

lanzas” 31 . Respecto <strong>de</strong> la dotación el documento dice que “su guarnición se reduce a una<br />

compañía <strong>de</strong> caballería <strong>de</strong> que es capitán don Nicolás <strong>de</strong> Abos Padilla, teniente don Isidro<br />

<strong>de</strong> Roa y Alférez don Francisco <strong>de</strong> Arraigada. Dentro hay 20 familias, todas <strong>de</strong> los oficiales<br />

y soldados y en sus cuadras que tienen señaladas para potreros hay 5 familias dispersas que<br />

constan 21 personas agregadas a este fuerte” 32 . También agrega que hay dos compañías<br />

milicianas con sus correspondientes oficiales y cincuenta soldados cada una.<br />

Del Informe <strong>de</strong> Salcedo y Santa María sabemos que en 1762 existen 6 cañones <strong>de</strong><br />

bronce, 1 cañón <strong>de</strong> fierro, 3 cureñas, 5 sacatrapos, 5 atacadores, 1 cuchara y otros<br />

elementos menores. Respecto <strong>de</strong>l cañón <strong>de</strong> fierro dicen “que está montado en su cureña<br />

29 Crouchet González, Juana. La Artillería en la Frontera <strong>de</strong> Chile. Del Flan<strong>de</strong>s Indiano a la frontera <strong>de</strong><br />

Biobío. En: Militaria: Revista <strong>de</strong> Cultura Militar, España, Nº 10, 1997, pp 139-160.<br />

30 Plan <strong>de</strong>l Ejército <strong>de</strong> Chile. José Manso <strong>de</strong> Velasco Gobernador y Capitán <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile. 29 <strong>de</strong><br />

diciembre <strong>de</strong> 1739. En Crouchet…, op. Cit.<br />

31 BN, SM, Ms. Tomo 188, fs. 25-26.<br />

32 I<strong>de</strong>m<br />

30


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

nueva y guarnecida con todo herraje, con su cuchara, atacador y saca trapa, el cual estaba<br />

mandado se pasase al fuerte <strong>de</strong> Los Ángeles, y por consi<strong>de</strong>rase necesario y aun preciso en<br />

esta plaza, se mandó <strong>de</strong>tener allí, hasta informar al supremo gobierno.<br />

En 1769 los cañones <strong>de</strong> bronce han bajado a 3 y se mantiene uno <strong>de</strong> fierro y también<br />

las 3 cureñas 33 .<br />

En 1773 ya no encontramos ningún cañón operativo, solo 2 cureñas y dos pedreros<br />

son el aparato disponible <strong>de</strong> la artillería, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> pólvora y mecha. En este caso, el<br />

Informe elaborado por Juan Zapatero solo consi<strong>de</strong>ra las piezas que se encuentren en estado<br />

<strong>de</strong> prestar alguna utilidad 34 .<br />

Estos mismos informantes nos dicen que en cuanto a armamento y municiones el<br />

fuerte tenía “diez esmeriles encajonados en piedras, sesenta y cuatro fusiles <strong>de</strong> buena<br />

calidad, aunque <strong>de</strong>scompuestos, treinta y cinco fusiles más, inútiles. Doce mosquetes<br />

<strong>de</strong>scompuestos, <strong>de</strong> buena calidad. Veintisiete arcabuces, aunque <strong>de</strong>scompuestos, <strong>de</strong> buena<br />

calidad , veintiocho dichos inservibles. Cuarenta bayonetas <strong>de</strong> las anchas corrientes, siete<br />

piedras <strong>de</strong> fusil, cuatrocientas balas mosqueteros. Quinientas dichas fusilares, cuatro<br />

partisanas, una baqueta <strong>de</strong> fierro, un balero <strong>de</strong> bronce <strong>de</strong> doce balas. Cuatrocientos y<br />

cuarenta lanzas armadas en asta, inservibles, treinta y seis dichas <strong>de</strong>sarmadas. Treinta y<br />

cinco frascos, cuarenta y tres cartucheras, uno y otro con su corraje, cuarenta y dos porta<br />

fusiles, cuatro partisanas. Nueve orquillas para el manejo <strong>de</strong> los mosquetos que es todo el<br />

armamento y pertrechos que hay en esta plaza”.<br />

Señalan que el comandante <strong>de</strong> ese entonces era el capitán <strong>de</strong> caballos don Domingo<br />

<strong>de</strong> León. Sus subalternos eran un trompeta y diez soldados <strong>de</strong> infantería cuyo teniente era<br />

Felipe <strong>de</strong> la Barra, el alférez José <strong>de</strong>l Pozo y quince soldados <strong>de</strong> los cuales había siete<br />

inválidos y seis empleados como capitanes <strong>de</strong> amigos y <strong>de</strong>l número, factor, potrerizo y<br />

salseros, habiendo para el servicio ordinario doce hombres. Esto prueba que <strong>Tucapel</strong> tenía<br />

33 De Arrau, Lorenzo. Recursos <strong>de</strong> las Plazas, pertrechos y herramientas que se hallan en la Frontera <strong>de</strong> este<br />

Reino. En Revista Chilena <strong>de</strong> Historia y Geografía, Nº 133, Santiago, pp 61-84.<br />

34 Crouchet…, op. Cit.<br />

31


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

gran relevancia en la relación con los pehuenches y que los soldados no solo tenían una<br />

función represora y disuasiva, sino a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> acercamiento y entendimiento. Nótese que el<br />

paso <strong>de</strong> los ríos está controlado por los soldados.<br />

Agregan los informantes que se <strong>de</strong>ben agregar treinta y seis milicianos para el<br />

cuidado <strong>de</strong> los pasos y que para el caso que se requiera está asignada una compañía <strong>de</strong><br />

milicianos a caballo <strong>de</strong> setenta y tres hombres incluidos los oficiales, todos <strong>de</strong> las<br />

inmediaciones a la plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo.<br />

Según el jesuita Juan Ignacio Molina 35 , en 1792 <strong>Tucapel</strong> tenía dos compañías <strong>de</strong><br />

milicias montadas que se organizaban con dos tenientes, dos subtenientes, cuatro sargentos,<br />

ocho cabos y ciento doce soldados, lo que hacía un total <strong>de</strong> ciento veinticuatro individuos 36 .<br />

En 1793 en el Parlamento <strong>de</strong> Negrete este número es muy parecido ya que <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

asistieron dos compañías con seis oficiales, seis sargentos, seis cabos y doscientos<br />

soldados, haciendo un total <strong>de</strong> doscientos dieciocho hombres a caballo.<br />

Proyecto <strong>de</strong> Badarán<br />

El ingeniero Leandro <strong>de</strong> Badarán elevó ante el gobernador Ambrosio <strong>de</strong> Benavi<strong>de</strong>s<br />

en 1785 un “Informe sobre el estado <strong>de</strong> las plazas <strong>de</strong> la frontera” 37 que era una respuesta a<br />

la consulta <strong>de</strong> la autoridad sobre si las plazas existentes “son esencialmente precisas y si es<br />

útil su conservación, o si podrán abandonarse todas o algunas <strong>de</strong> ellas” 38 .<br />

35 Molina, Juan Ignacio. Compendio <strong>de</strong> la Historia Civil Reyno <strong>de</strong> Chile. Abate don Juan Ignacio Molina.<br />

Biblioteca <strong>de</strong>l Centenario. Pehuen. Santiago, 2002, II Parte, p 293-302.<br />

36 Aunque <strong>de</strong> poca credibilidad, la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> Bauzá y Espinoza a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII, nos cuenta que la<br />

plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> “<strong>de</strong> mayor consi<strong>de</strong>ración, al parecer, tiene foso y estacada y se guarnecían sus baluartes con<br />

tres cañones <strong>de</strong> hiero, uno <strong>de</strong> bronce y dos <strong>de</strong> montaña con diferentes pertrechos, quatro o cinco edificios<br />

militares.<br />

37 Badarán, Leandro. Informe presentado al presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Reyno, don Ambrosio <strong>de</strong> Benavi<strong>de</strong>s, sobre el<br />

estado <strong>de</strong> las plazas <strong>de</strong> la frontera 8 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1785.. AN FA, vol 32, pza 6.<br />

38 I<strong>de</strong>m.,<br />

32


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Badarán consi<strong>de</strong>ra, en primer lugar, que se <strong>de</strong>be mantenerse a la <strong>de</strong>fensiva ante la<br />

posibilidad <strong>de</strong> un ataque indígena y que las plazas <strong>de</strong>ben estar <strong>de</strong> tal modo dispuestas que<br />

sea posible la comunicación entre unas y otras, “dándose la mano las patrullas que saliesen”<br />

e “impidiesen enteramente el paso <strong>de</strong> los indios”. En lo que respecta a <strong>Tucapel</strong>, el ingeniero<br />

estima que como los pehuenches constituyen un peligro por sus constantes “extorsiones”,<br />

era necesario aumentar su dotación y construir torreones <strong>de</strong> vigía capaces <strong>de</strong> alojar un cabo<br />

y tres o cuatro hombres y un cañón para los avisos, que estarían ubicados uno entre <strong>Tucapel</strong><br />

y Santa Bárbara, en el boquete <strong>de</strong> Duqueco; otro en Diguillín, un tercero en Chillán y un<br />

cuarto en Ñuble. Estas construcciones nunca se ejecutaron.<br />

El Informe <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Ojeda<br />

En 1793 el coronel <strong>de</strong> artillería Juan <strong>de</strong> Ojeda elabora un Informe 39 en que señala<br />

que “su figura es una cuadra rectangular con sus baluartes correspondientes, levantado <strong>de</strong><br />

murallas <strong>de</strong> tierra, que circunvaladas <strong>de</strong> ancho i profundo foso, constituyen la <strong>de</strong>fensa.<br />

Compren<strong>de</strong> el recinto edificios militares necesarios para el alojamiento <strong>de</strong> la tropa <strong>de</strong> su<br />

dotación i al repuesto <strong>de</strong> víveres <strong>de</strong> subsistencia i pertrechos <strong>de</strong> su manejo…” 40<br />

Cuando Juan <strong>de</strong> Ojeda escribe este Informe ya han transcurrido más <strong>de</strong> sesenta años<br />

<strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, <strong>de</strong> manera que se han producido<br />

sublevaciones en que la fortaleza y su dotación han sido puestos a prueba, por lo que su<br />

percepción difiere <strong>de</strong> quienes optaron por trasladarlo a este paraje. “La regalada i costosa<br />

fábrica –dice Ojeda- <strong>de</strong> esta Plaza merecía una situación respectiva a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la Isla<br />

<strong>de</strong> la Laja, pero mala interferencia <strong>de</strong> los que influyeron en la superioridad crearon una<br />

errada elección, estando tan a la vista el Valle i boquete <strong>de</strong> Antuco que la estaba <strong>de</strong>stinada<br />

en aquella avenida <strong>de</strong> los enemigos. Ella se formó sobre un cuadro bien tirado con sus<br />

respectivos bastiones, su muralla <strong>de</strong> tapia <strong>de</strong> tierra afirmada con sus zampares, buena<br />

banqueta, ancho i profundo foso, dos puertas con sus puentes levadizos”.<br />

39 Ojeda Sazu, Juan <strong>de</strong>. Informe <strong>de</strong>scriptivo <strong>de</strong> la frontera <strong>de</strong> Concepción <strong>de</strong> Chile por el coronel Juan <strong>de</strong><br />

Ojeda. 1803. Hemos preferido recurrir al manuscrito existente en el Archivo Nacional, puesto que su<br />

publicación en impreso sufrió alteraciones que si bien no cambian lo sustancial, en el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> existen<br />

diferencias y omisiones que perjudicarían el objetivo que persigue este trabajo.<br />

40 Ojeda…, fs 117.<br />

33


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

La sublevación indígena <strong>de</strong> 1769-1772 es la primera en que los pehuenches entran<br />

activamente. Ojeda reflexiona sobre la utilidad <strong>de</strong>l fuerte en torno a ello: “El rompimiento<br />

<strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong>l año setenta se verificó por el boquete <strong>de</strong> Antuco por don<strong>de</strong> salió una gran<br />

partida <strong>de</strong> pehuenches al mando <strong>de</strong>l gobernador Levián, esta se acampó en un cerro <strong>de</strong> la<br />

hacienda Las Canteras frente a esta Plaza, río <strong>de</strong> por medio, pero estando éste sin vados no<br />

pudieron los españoles que se juntaron en ella repasar esta avenida ni reconocer el número<br />

<strong>de</strong> los enemigos para proporcionar su repulsa. La <strong>de</strong> Los Ángeles, con noticias vagas<br />

dirigió prontamente con una partida que fue <strong>de</strong>rrotada con la muerte <strong>de</strong> algunos españoles i<br />

no perseguida en su retirada quedando los pehuenches victoriosos e insober<strong>de</strong>cidos, siendo<br />

para ellos <strong>de</strong> feliz agüero este suceso, es confirmado que queda expuesto sobre la inutilidad<br />

<strong>de</strong> la Plaza” 41 .<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la Isla <strong>de</strong> la Laja, la posición <strong>de</strong> Ojeda es<br />

comprensible. Es efectivo que las fuerzas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> poco o nada pudieron hacer en el<br />

acontecimiento que el informante nos relata, pero el cronista Carvallo y Goyeneche dice<br />

que este fue un acto temerario <strong>de</strong> los españoles que dirigía Salvador Cabrito <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Los<br />

Ángeles. El hecho costó la vida <strong>de</strong> setenta y seis españoles e indios amigos <strong>de</strong> Santa Fe,<br />

más los muertos pehuenches, en el sitio que hoy se conoce como Mortandad. Cabrito fue<br />

sometido a juicio militar y más tar<strong>de</strong> absuelto.<br />

Ojeda agrega que el fuerte se creó con el fin <strong>de</strong> “contener las hostilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

nación pehuenche” en sus frecuentes entradas y salidas por el boquete <strong>de</strong> Antuco, “mas<br />

como este dista doce leguas al oriente <strong>de</strong> aquella, su situación en aquel paraje no fue<br />

oportuna ni proporcionado al resguardo meditado, así por estar fuera <strong>de</strong> la Isla <strong>de</strong> la Laja en<br />

consi<strong>de</strong>rable lejanía <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> apartamiento <strong>de</strong> varios caminos que el <strong>de</strong>l Real <strong>de</strong> Antuco<br />

se separan y dirigen a nuestros países por la banda opuesta como por quedar más meses <strong>de</strong>l<br />

año imposibilitados <strong>de</strong> celarlos i reconocerlos i aun <strong>de</strong> comunicarse con las <strong>de</strong>más plazas<br />

porque el rápido torrente interpuesto no ofrece ni puente ni balsas i es necesario tomar el<br />

puente con gran ro<strong>de</strong>o…, hacían ver la errada traslación <strong>de</strong> esta Plaza en el lugar que<br />

41 I<strong>de</strong>m.<br />

34


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

inoficiosamente ocupa <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> su <strong>de</strong>signio e improporcionada al resguardo i <strong>de</strong>fensa a<br />

que se <strong>de</strong>stinó i que cuanto gasta el erario en su permanencia es inútil i sin el menor<br />

provecho” 42 .<br />

Un dato ilustrativo que complementa las palabras <strong>de</strong> Ojeda es el que durante esta<br />

sublevación los pehuenches atacaron los fuertes <strong>de</strong> Santa Bárbara, Antuco y Purén, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> poner en aprietos al Regimiento <strong>de</strong> Dragones <strong>de</strong> la frontera con asiento en Los Ángeles,<br />

llegando a estar a pocos kilómetros <strong>de</strong> ésta con fuerzas consi<strong>de</strong>rables. No ocurrió lo mismo<br />

con <strong>Tucapel</strong> que no fue asediada porque el río Laja servía <strong>de</strong> antemural.<br />

Pero Ojeda no sólo <strong>de</strong>scribe las plazas fuertes, sino a<strong>de</strong>más, como en el caso <strong>de</strong>l<br />

Informe <strong>de</strong> Amat, señala con cierta precisión algunas características <strong>de</strong> la geografía. “Todo<br />

aquel terreno –nos dice- hacia la montaña es bueno i fértil i al poniente arenoso, aquel<br />

ofrece siembras i pastos, este ni unos ni otros, pero como está poblado <strong>de</strong> arbustos i<br />

matojos su ramoneo es propio para crías i engordas <strong>de</strong> ganado cabrío. Los bosques i<br />

montañas apasentan mucho i bueno ganado i caballos”.<br />

“A la parte <strong>de</strong>l Sureste –prosigue- a distancia <strong>de</strong> una i media legua se manifiestan<br />

porción <strong>de</strong> manantiales o surtidores <strong>de</strong> agua que venidos forman un pajonal dilatado <strong>de</strong>l que<br />

se <strong>de</strong>duce un arrollo perenne que, aproximándose a la Plaza la abastece la misma i<br />

dirigiéndose al norte con el nombre <strong>de</strong> Itata. Recibe e incorpora en sí los ríos i esteros<br />

<strong>Tucapel</strong>, Reñico, Cholván, Trilaleu, Dañicalqui, Temuco, Palpal, Diguillín…”<br />

“Al Sud Oeste <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> –agrega- a distancia <strong>de</strong> un cuarto <strong>de</strong> legua termina una<br />

montaña riscosa e impenetrable contra el río <strong>de</strong> la Laja <strong>de</strong>jando entre la punta <strong>de</strong> aquella i<br />

el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la barranca <strong>de</strong> este un paso estrecho i fragoso por don<strong>de</strong> sale a los llanos un<br />

camino que <strong>de</strong>l real <strong>de</strong> Antuco se separa el potrero <strong>de</strong> Trupán, este solo se usa en tiempos<br />

<strong>de</strong> vados” 43 .<br />

42 Ojeda…, op. cit p<br />

43 Ojeda, op. cit fs. 13.<br />

35


El Diario <strong>de</strong> Espiñeira<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

España era una potencia profundamente católica y uno <strong>de</strong> sus objetivos es propagar<br />

la fe en sus dominios. En el confín más austral <strong>de</strong> las posesiones americanas esa labor era<br />

asignada a los misioneros <strong>de</strong> distintas ór<strong>de</strong>nes religiosas, quienes <strong>de</strong>bían internarse en los<br />

parajes más inaccesibles par realizar su labor, muchas veces a riesgo <strong>de</strong> sus propias vidas.<br />

No es nuestro objetivo relatar esos pormenores, pero sí es preciso compren<strong>de</strong>r que los<br />

fuertes contenían en su interior una iglesia a cargo <strong>de</strong> un cura, que lo era también <strong>de</strong> toda la<br />

comarca o <strong>de</strong>l curato. En el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El nuevo esto no es diferente, ya hemos visto<br />

que en 1758 se ha construido una iglesia nueva <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l recinto, junto con la casa <strong>de</strong>l<br />

cura.<br />

Existía una fuerte actividad evangelizadora que forma parte <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> la<br />

corona española <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l Nuevo Mundo. Por esa razón en 1700 los<br />

sacerdotes franciscanos José González <strong>de</strong> Rivera y José Mundana establecieron dos<br />

misiones muy mo<strong>de</strong>stas en las cercanías <strong>de</strong> los volcanes Tolhuaca y Lonquimay: Cule y<br />

Lolco.<br />

Posteriormente, la autoridad entrega estas misiones a la Compañía <strong>de</strong> Jesús, pero en<br />

1756, Manuel <strong>de</strong> Amat <strong>de</strong> Junient funda Santa Bárbara y luego, en el Parlamento <strong>de</strong>l Salto<br />

<strong>de</strong> Laja <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> ese año, recibe la petición <strong>de</strong> algunos caciques pehuenches para<br />

que ingresen a sus tierras religiosos conversores. El gobernador entrega esta tarea a los<br />

franciscanos, quienes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su convento y Colegio <strong>de</strong> Naturales <strong>de</strong> Chillán y más tar<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santa Bárbara, realizan su labor evangelizadora 44 . Esto tiene relevancia para <strong>Tucapel</strong>,<br />

porque el fuerte <strong>de</strong>be otorgar apoyo constante a los misioneros que se internan en la<br />

cordillera. La cultura, las costumbres y las fiestas religiosas estarán marcadas hasta hoy por<br />

la <strong>de</strong>voción a San Francisco. En realidad, no solo <strong>Tucapel</strong>, sino a<strong>de</strong>más toda la ceja <strong>de</strong><br />

montaña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Chillán a las márgenes <strong>de</strong>l río Bío-Bío, y también territorios al otro lado <strong>de</strong><br />

Los An<strong>de</strong>s, estarán fuertemente influidos por los franciscanos.<br />

44 Gondar, Joseph. Misiones <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Chillán. Informe que hizo al señor presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> este Reyno <strong>de</strong><br />

Chile acerca <strong>de</strong> este colegio <strong>de</strong> sus misiones el padre Fray Joseph Gondar <strong>de</strong> Santa Bárbara, siendo<br />

comisario <strong>de</strong> las misiones 1762. Publicación <strong>de</strong>l Archivo Franciscano, Santiago <strong>de</strong> Chile, 1990, Nº 10, p. 15.<br />

36


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Con la fundación <strong>de</strong> los conventos <strong>de</strong> Santa Bárbara, las misiones <strong>de</strong> Quilaco, Lolco<br />

y Rarinlevu en la banda oriental <strong>de</strong> la cordillera, los franciscanos toman control espiritual<br />

<strong>de</strong> toda la zona. El sacerdote <strong>de</strong> esta or<strong>de</strong>n, Pedro Ángel <strong>de</strong> Espiñeira 45 , se interna en la<br />

cordillera en 1758, para lo cual <strong>de</strong>be pasar por el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Relata su experiencia<br />

en un diario o relación que actualmente se conserva en el Archivo Nacional 46 . Es un<br />

testimonio que, para el efecto <strong>de</strong> nuestro estudio, representa una interesante pieza<br />

documental. Quienes viven en <strong>Tucapel</strong> podrán reconocer que el escenario y algunos<br />

personajes se tocan con sus <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> doscientos cincuenta años. Por su<br />

importancia, transcribimos pasajes <strong>de</strong>l diario <strong>de</strong> Espiñeira:<br />

“Hecha la oración en la Iglesia con abundantísimas lágrimas me <strong>de</strong>spedí <strong>de</strong> mis<br />

padres, compañeros i hermanos. Salí oi día 9 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1758 rumbo al castillo <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> en cuyo paralelo está el paso <strong>de</strong> la cordillera por don<strong>de</strong> se interna a la tierra<br />

<strong>de</strong> los infieles para que don<strong>de</strong> convenga consten estas diligencias y para empresa<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> oi esta relación o cua<strong>de</strong>rno que, con el favor divino, iré escribiendo solo lo<br />

más digno… No pondré aquí cosa que no pueda afirmar con fundamento.<br />

Del Colegio <strong>de</strong> Chillán a la estancia <strong>de</strong> don Juan Francisco Rubilar sin novedad<br />

alguna, más que la inevitable <strong>de</strong>l cansancio que motiva el calor i camino que será <strong>de</strong><br />

10 leguas españolas. Des<strong>de</strong> aquí oi seguiré a casa <strong>de</strong> don Francisco Friz, teniente <strong>de</strong><br />

Corregidor <strong>de</strong> este partido 2 leguas distante <strong>de</strong>l castillo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a don<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

lugar <strong>de</strong> mi salida acusa otras 10 leguas.<br />

Oi día 11 entré en la primera plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> por esta parte <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

me es preciso <strong>de</strong>volver a su dueño las dos mulas que astaquí me prestó y buscar por<br />

amor a Dios otras, hallé una con que me hace caridad el cura <strong>de</strong> esta plaza don<br />

Francisco Sáez 47 en cuya casa estoy hospedado y la otra don Francisco Friz, que<br />

Dios se los pague”.<br />

“Por or<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>creto <strong>de</strong>l señor maestre <strong>de</strong> campo capitán comandante <strong>de</strong>l castillo a<br />

quien pedi man<strong>de</strong> al cabo <strong>de</strong> guardia que está en los pasos <strong>de</strong> la entrada <strong>de</strong> la<br />

cordillera haga lo mismo, recibiendo lo que así yo como los que me acompañan<br />

llevo, reparando don Nicolás Abos Padilla la poca asistencia que llevo<br />

45 Angel <strong>de</strong> Espiñeira nació en San Pedro <strong>de</strong> Vilarino, Galicia, España, en julio <strong>de</strong> 1727. Llegó a Chile con la<br />

misión <strong>de</strong> fundar el Colegio <strong>de</strong> Propaganda Fi<strong>de</strong> en Chillán en 1757. En 1761 es nombrado Obispo <strong>de</strong><br />

Concepción, asumiendo en 1764. Para el historiador Encina, este es el mejor Obispo <strong>de</strong> Concepción <strong>de</strong> todo el<br />

período colonial.<br />

46 RA, vol. 2996, pza 1, fs. 21-50 v.<br />

47 El apellido <strong>de</strong>l cura es Saenz, pero varios documentos lo anotan Sáez, como lo hace Espiñeira en este<br />

Informe. No obstante, en la visita que haga como Obispo en 1765, su secretario ha <strong>de</strong> anotarlo correctamente.<br />

37


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

acompañarme dirigirme a los caciques que han pedido en el parlamento i<br />

<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme <strong>de</strong> los respectivos capitanes <strong>de</strong> amigos <strong>de</strong> los cuales solo el capitán<br />

Sebastián San Martín que es quien llevo <strong>de</strong> interprete me asiste pareciéndole al<br />

señor comandante queriendo la primera vez que va el padre que ellos han pedido i el<br />

señor presi<strong>de</strong>nte les concedió con la solemnidad no es conveniente ni justo lo vean<br />

entrar con los dos hombres sin más autoridad, escarmiento y servicio peligrando así<br />

crédito <strong>de</strong> la real extensión reparando aconseja me acompañe, pero no encuentra a<br />

nadie a 18 <strong>de</strong> enero i <strong>de</strong>bo salir solo con el intérprete y el mozo. A 19 <strong>de</strong> enero a los<br />

mentores <strong>de</strong> Dios al ver esta resolución el capitán comandante i el ningún<br />

obe<strong>de</strong>cimiento que tenía el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l señor maestre <strong>de</strong> campo interviniendo el ello<br />

el servicio <strong>de</strong> Dios nuestro Señor y <strong>de</strong>l Rey suplico al capitán <strong>de</strong>l número don Juan<br />

Agustín Godoi i al soldado Agustín Sandoval que también entien<strong>de</strong>n la lengua <strong>de</strong><br />

los indios me acompañen i asistan todo el tiempo que <strong>de</strong>more, <strong>de</strong>volverme i<br />

asegurarme entre católicos. Oy 19 <strong>de</strong> enero salgo con los referidos Juan Agustín<br />

Godoy, capitán <strong>de</strong>l número, Sebastián <strong>de</strong> San Martín, teniente por lo que mira a esta<br />

parte <strong>de</strong> pehuenches <strong>de</strong>l Norte e interprete don Agustín Sandoval, soldado i el mozo<br />

Lorenzo Hinostroza <strong>de</strong>l castillo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a va<strong>de</strong>ar el caudaloso río <strong>de</strong> la Laja,<br />

en<strong>de</strong>rezar por su cajón al oriente al volcán y primera cordillera. Pasé con felicidad,<br />

bendito Dios, la Laja dividida en nueve caudalosos brazos y muchas ramas i acaso<br />

yagas, hoy bien azotado <strong>de</strong> las malezas que cubren el paso y fatigado <strong>de</strong>l calor i<br />

mosquitos a la faz <strong>de</strong> la estancia <strong>de</strong> don Francisco Jara, llamada Antuco hacia don<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> había ocho leguas. Aquí dije hasta mañana i estando en ella llegó un<br />

indio <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong> Trapa-trapa cacique según da a enten<strong>de</strong>r entre los suyos<br />

principal llamado Manquilipan que quiere <strong>de</strong>cir pluma <strong>de</strong> cóndor que pasa a la<br />

frontera a buscar cebadas y don<strong>de</strong> el intérprete da razón <strong>de</strong> cómo yo era el padre que<br />

ellos habían pedido en el parlamento”.<br />

El misionero y sus intérpretes pasaron la cordillera por el paso Pichachén para<br />

a<strong>de</strong>ntrarse hacia el sur bor<strong>de</strong>ando la cordillera hasta tomar contacto con grupos pehuenches.<br />

De vuelta, luego <strong>de</strong> 25 días, en el mismo fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, pasando por la estancia <strong>de</strong><br />

“cristianos” don<strong>de</strong> se hospeda. Luego, proce<strong>de</strong> a reafirmar lo que menciona en sus escritos<br />

con la venia <strong>de</strong>l comandante Abos Padilla, el cura Francisco Sáez y testigos, para lo cual<br />

proce<strong>de</strong>n a firmar el documento. Este hecho <strong>de</strong>muestra cuan importante es para el religioso<br />

lo realizado, que al parecer tiene visos <strong>de</strong> hazaña.<br />

“Ya llegamos a las primeras estancias <strong>de</strong> cristianos, su dueño don Alfonso<br />

Trigueños hombre muy atento i cristiano que me sirvió acreditando esto mismo en<br />

su hospedaje y socorro y me dio noticia como la siguiente, venía <strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> el señor maestre <strong>de</strong> campo apuré el paso para encontrarle i darle <strong>de</strong> toda la<br />

razón para que su señoría tan celosos encontrase en el servicio <strong>de</strong>l rei i religión la<br />

comunicase al señor presi<strong>de</strong>nte”<br />

38


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

“Certifico yo capitán <strong>de</strong> caballos como se presentó ante mi el mui reverendo padre<br />

Pedro Ángel <strong>de</strong> Espiñeira procurador y ministro apostólico <strong>de</strong> la religión seráfica <strong>de</strong><br />

nuestro padre San Francisco y me pidió llamar ante mi, se halla presente el cura<br />

vicario <strong>de</strong> esta plaza don Francisco Saenz y mi teniente Francisco Roa y lo firmaron<br />

ante mi en la plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a 15 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1758”. (También firma Abos<br />

Padilla)<br />

El 6 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1758 reafirman todo esto ante los siguientes testigos: Diego Frías;<br />

Bernabé Campos, Nicolás Abos Padilla.<br />

Según el relato, en su viaje <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Chillán, Espiñeira llega a un paraje distante dos<br />

leguas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, es <strong>de</strong>cir, aproximadamente 10 kilómetros, por lo que hemos <strong>de</strong> suponer<br />

que se trata <strong>de</strong> Reñico. Francisco Friz es el teniente <strong>de</strong> corregidor <strong>de</strong>l Partido, esto es,<br />

cumple funciones <strong>de</strong> autoridad en la zona. Este personaje es uno <strong>de</strong> los antepasados <strong>de</strong> los<br />

miembros <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong>l mismo apellido que aún subsiste y que por siglos han poblado<br />

este territorio. Otro Francisco Friz, <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> éste, tendrá como veremos, otro rol<br />

similar en <strong>Tucapel</strong>, siglo y medio más tar<strong>de</strong>.<br />

Aunque es motivo <strong>de</strong> un estudio distinto, es conveniente recalcar que los fuertes y,<br />

especialmente <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, cumplen funciones múltiples. Como se ve en el<br />

documento <strong>de</strong> Espiñeira, existen intérpretes <strong>de</strong> la lengua indígena, lo que significa un<br />

importante y fluido intercambio. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>muestra que el contacto fue casi siempre<br />

pacífico, salvo cortos periodos que se señalan en la historia. El cacique <strong>de</strong> Trapa-trapa con<br />

el que se encuentra en la hacienda <strong>de</strong> Antuco viene en busca <strong>de</strong> cebadas, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> granos<br />

para lo cual <strong>de</strong>berá trocar, lo que en la frontera se conoce como conchabo.<br />

Otro dato interesante es el que viene a confirmar los puestos volantes, es <strong>de</strong>cir<br />

aquellos <strong>de</strong>stacamentos que <strong>de</strong>ambulan por la frontera. Un puesto <strong>de</strong> vigilancia,<br />

<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, existe en el paso <strong>de</strong> Antuco.<br />

La prolijidad y esmero con que Espiñeira trabaja en su misión pastoral lo harán<br />

acreedor a los elogios <strong>de</strong> sus contemporáneos. Poseía una gran voluntad y sólida<br />

preparación. El empeño que él y otros sacerdotes pusieron en la evangelización <strong>de</strong> los<br />

pehuenches y en la asistencia espiritual <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> la zona se hará notar casi ocho<br />

39


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

años más tar<strong>de</strong>, cuando llegue nuevamente al fuerte e iglesia <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, esta vez investido<br />

<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> Obispo <strong>de</strong> la Diócesis <strong>de</strong> Concepción, lo cual veremos más a<strong>de</strong>lante.<br />

Proyecto <strong>de</strong> Villa<br />

Durante el siglo XVIII hubo una fiebre fundacional que se materializa en la frontera<br />

con la creación <strong>de</strong> algunas villas, comenzando como se ha dicho, con Los Ángeles. Más<br />

tar<strong>de</strong>, el sacerdote jesuita Joaquín <strong>de</strong> Villarreal elabora un plan para contener y evangelizar<br />

que consiste en la fundación <strong>de</strong> siete villas a orillas <strong>de</strong>l río Bío-Bío y una a orillas <strong>de</strong>l Laja,<br />

en <strong>Tucapel</strong>. El plan <strong>de</strong> Villarreal es aprobado por Real Cédula, pero solo se construyeron<br />

cuatro <strong>de</strong> las ocho propuestas y aunque la señalada para <strong>Tucapel</strong> no se concretó, es<br />

interesante saber qué motivos tuvo este sacerdote para consi<strong>de</strong>rar un centro poblado formal<br />

en este paraje. El sacerdote jesuita, en un Informe elaborado en 1752 señala que “el fuerte<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo se erigió al pie <strong>de</strong> la cordillera i al norte i cercanía <strong>de</strong>l río <strong>de</strong> la Laja<br />

para contener a los indios puelches que pue<strong>de</strong>n introducirse por aquella parte” 48 .<br />

En cuanto al pueblo proyectado por Villarreal dice que “el octavo en los contornos<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, al Norte <strong>de</strong>l río Laja, para impedir las correrías que los indios”. El<br />

proyecto consi<strong>de</strong>raba cuarenta a sesenta vecinos, esto es, jefes <strong>de</strong> familias 49 . Pero el<br />

gobernador Amat, a quien le correspondió ejecutar el plan, no obstante la aprobación por la<br />

corona española, <strong>de</strong>sestimó esta posibilidad. Se sabe que en torno a todos los fuertes, en<br />

forma espontánea solían erigirse pequeñas viviendas <strong>de</strong> gente que buscaba protección,<br />

como también <strong>de</strong> algunos soldados <strong>de</strong> los fuertes; constituyendo formaciones <strong>de</strong> hecho, sin<br />

sujeción a mayores formalida<strong>de</strong>s u obligaciones, como ocurría con los centros fundados por<br />

ór<strong>de</strong>nes reales o por proyectos <strong>de</strong> los gobernadores o la Junta <strong>de</strong> Poblaciones, creada en<br />

1744, y siempre en concordancia con las leyes <strong>de</strong> la época. Un ejemplo es la obligación <strong>de</strong><br />

los vecinos <strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> Los Ángeles, quienes junto con recibir sus tierras asumen las<br />

48 CHdCh, Tomo X, p. 228.<br />

49 El proyecto <strong>de</strong> Villarreal se concretó con la fundación <strong>de</strong> las siguientes villas: Santa Bárbara, con un fuerte<br />

construido junto con la villa; Nacimiento, a orillas <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong>l mismo nombre; Talcamávida, también a los<br />

pies <strong>de</strong>l fuerte y; Hualqui. Estos centros poblados presentaron serias dificulta<strong>de</strong>s para lograr que prosperaran,<br />

pese a los esfuerzos <strong>de</strong> la autoridad, principalmente por la negativa <strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> construir casa en las<br />

villas. Véase: Lorenzo, Santiago. Origen <strong>de</strong> las Ciuda<strong>de</strong>s Chilenas. Las Fundaciones <strong>de</strong>l Siglo XVIII.<br />

Editorial Andrés Bello. Santiago, 1989.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

obligaciones <strong>de</strong> concurrir con armas a cualquier llamado o amenaza y construir su vivienda<br />

en la villa, aspecto que señala Manso <strong>de</strong> Velasco al informar al rey. Más tar<strong>de</strong>, el<br />

gobernador Amat, al fuerte <strong>de</strong> Purén en octubre <strong>de</strong> 1756, expresa que lo primero que<br />

observa mientras se aproxima es el conjunto <strong>de</strong> ranchos <strong>de</strong> paja que se ubican alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l<br />

fuerte. La población <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo también tien<strong>de</strong> a aglutinarse en torno al fuerte.<br />

El Informe <strong>de</strong>l Gobernador Amat<br />

Recién asumido el cargo <strong>de</strong> gobernador <strong>de</strong> Chile, Manuel <strong>de</strong> Amat y Junient, una<br />

vez tomadas las provi<strong>de</strong>ncias administrativas <strong>de</strong> rigor, se dispone a recorrer la frontera y<br />

ejecutar el plan <strong>de</strong> Villarreal. Mientras se ocupaba <strong>de</strong> esto, recorrió toda la frontera, entre<br />

fines <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1756 y enero <strong>de</strong> 1757. Dos años más tar<strong>de</strong> Amat remite al rey Carlos III<br />

un Informe 50 en el que menciona con asombrosa minuciosidad cada punto <strong>de</strong> la geografía<br />

<strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> sur a norte, mencionando cada río, montaña, localidad o grupo étnico<br />

conocido, los productos, clima, etc.<br />

Amat señala el origen <strong>de</strong>l río Laja “en las faldas <strong>de</strong>l Bolcán <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>” que “tiene<br />

hoy este nombre por la inmediación <strong>de</strong> esta plaza i que antiguamente se llamó bolcán<br />

Achén” 51 . Esto <strong>de</strong>muestra la influencia que tiene para ese entonces la presencia <strong>de</strong> un<br />

enclave español en el territorio. Si bien existen haciendas, españoles y mestizos en los<br />

campos, el fuerte es el símbolo <strong>de</strong> la autoridad real, presencia <strong>de</strong>l imperio y <strong>de</strong> su bagaje<br />

administrativo, militar y religioso.<br />

El origen <strong>de</strong>l río Itata “es en unas pequeñas ciénegas a la parte norte <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>, <strong>de</strong> manera que aunque no tiene su origen en la sierra nevada; pero todos los<br />

riachuelos que le entran por la parte norte son <strong>de</strong> nieve i lo hacen río caudaloso, abundante<br />

50 Amat <strong>de</strong> Junient, Manuel. Historia Geographica e Hydrográphica con Derrotero General Correlativo al<br />

Plan <strong>de</strong> el Reyno <strong>de</strong> Chile que remite a nuestro monarca el señor Don carlos III que Dios Guar<strong>de</strong> Rey <strong>de</strong> las<br />

Españas i <strong>de</strong> las Indias su Governador i Capitán General Dn Manuel <strong>de</strong> Amat i Junient. Este trabajo es obra<br />

<strong>de</strong>l licenciado José Perfecto <strong>de</strong> Salas, que acompañó a Amat en su visita a la frontera y quien tenía las<br />

condiciones intelectuales para elaborar este tipo <strong>de</strong> informe, no sin menospreciar las dotes <strong>de</strong>l gobernador.<br />

Véase: Donoso, Ricardo. Un letrado <strong>de</strong>l siglo XVIII. El doctor José Perfecto <strong>de</strong> Salas. Buenos Aires, 1960. 2<br />

vols.<br />

51 Amat… fs 156.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong> peces 52 ”. Se refiere al estero Itatita que es consi<strong>de</strong>rado como proveedor <strong>de</strong> agua para el<br />

fuerte y la villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

Refiriéndose al fuerte Amat dice que la “plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> es fronteriza a la<br />

cordillera i Río <strong>de</strong> la Laxa. Tiene una Cía <strong>de</strong> gente pagada, cuyo capitán es comandante i un<br />

cura capellán. De las milicias <strong>de</strong> los contornos <strong>de</strong>staca gente para cuidar los vados <strong>de</strong>l río,<br />

caminos <strong>de</strong> cordillera por don<strong>de</strong> tienen salida los indios pehuenches” 53 . Aquí po<strong>de</strong>mos<br />

observar con más precisión la existencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stacamentos volantes, que en este caso<br />

están a cargo <strong>de</strong> las milicias, lo que a su vez <strong>de</strong>muestra la existencia <strong>de</strong> gente suficiente<br />

para portar armas al servicio <strong>de</strong> las milicias. Los vados <strong>de</strong> los ríos y los boquetes<br />

cordilleranos, ya hemos visto, están custodiados.<br />

Respecto a los pehuenches, cuya relación con <strong>Tucapel</strong> es fundamental, Amat hace<br />

una prolija <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> sus características, anotando parte <strong>de</strong> sus costumbres y formas <strong>de</strong><br />

vida nómada que practican gracias a la facilidad con que llevan sus tol<strong>de</strong>rías. Es interesante<br />

hacer notar que el gobernador está conciente <strong>de</strong>l comercio que estos realizan con los<br />

españoles mencionando su <strong>de</strong>manda por trigo, cebada y añil. La influencia <strong>de</strong> los<br />

pehuenches en la frontera es creciente en esta época y el contacto con los españoles<br />

también comienza a acrecentarse, aunque no siempre en forma pacífica 54 .<br />

Crónicas <strong>de</strong> un Soldado<br />

Vicente Carvallo y Goyeneche es uno <strong>de</strong> los cronistas más célebres <strong>de</strong>l siglo XVIII,<br />

en parte porque mucho <strong>de</strong> lo que relata lo vivió personalmente, siendo testigo <strong>de</strong><br />

importantes acontecimientos. Carvallo nació en Valdivia en 1742 y aunque <strong>de</strong> carácter un<br />

tanto díscolo se <strong>de</strong>dicó a la carrera <strong>de</strong> las armas. Fue trasladado a Nacimiento, siendo<br />

teniente, don<strong>de</strong> ascendió al grado <strong>de</strong> capitán; luego presta servicios en Los Ángeles, lugar<br />

en que tiene la <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r a su mujer. Más tar<strong>de</strong> contrajo matrimonio clan<strong>de</strong>stino y<br />

52 Amat… fs 126.<br />

53 Amat… fs 128.<br />

54 Villalobos, Sergio. Los Pehuenches en la Vida Fronteriza. Ediciones Universidad Católica <strong>de</strong> Chile.<br />

Santiago, 1989.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong>safió a su superior en Los Ángeles, lo que junto a la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> escribir la historia <strong>de</strong><br />

Chile le trajo muchos problemas, especialmente con Ambrosio O’Higgins, quien le<br />

<strong>de</strong>testaba, siendo al parecer un sentimiento mutuo. Salió <strong>de</strong> Chile rumbo a España sin el<br />

permiso <strong>de</strong> sus superiores, regresó más tar<strong>de</strong> a América encontrándose con el proceso <strong>de</strong><br />

revolución in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista a la que se plegó llegando a teniente coronel, grado que le<br />

concedió el Gobierno <strong>de</strong> las Provincias <strong>de</strong>l Plata. Falleció el 12 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1816 en<br />

Buenos Aires.<br />

En su obra “Descripción Histórico Geográfica <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile”, Carvallo y<br />

Goyeneche dice que <strong>Tucapel</strong> El Nuevo fue trasladado por el gobernador Cano <strong>de</strong> Aponte<br />

en 1724 a un sitio “<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las montañas <strong>de</strong> Tupán, don<strong>de</strong> tiene su origen el río Itata. Es<br />

<strong>de</strong>dicada a San Diego i guarnecida <strong>de</strong> un subalterno con un <strong>de</strong>stacamento <strong>de</strong> veinte<br />

hombres i dos compañías <strong>de</strong> milicias <strong>de</strong> caballería formadas por gente campesina”.<br />

“En diferentes tiempos <strong>de</strong>l año –dice el cronista- baja <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s, por la caja <strong>de</strong>l<br />

río Laja, un aire impetuoso que sopla haciendo torbellinos i <strong>de</strong>shace los techos <strong>de</strong> las casas,<br />

es sensiblemente caliente i altera los humores; cada temporada dura tres días, i puesto el<br />

aire se sigue la lluvia, infaliblemente aunque sea tiempote canícula”. Obviamente se refiere<br />

al viento puelche 55 , tan característico <strong>de</strong> la precordillera. Cada cierto tiempo este fenómeno<br />

climático se hace sentir con más fuerza sobre el valle <strong>de</strong>l Laja, como ocurrió en agosto <strong>de</strong><br />

2003 56 .<br />

Carvallo, según sus propias palabras, fue comandante <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El<br />

Nuevo en 1770. En enero <strong>de</strong> aquel año Ambrosio O’Higgins se encontraba en la fortaleza<br />

junto a tropas <strong>de</strong>l Regimiento <strong>de</strong> Dragones <strong>de</strong> la Frontera y caballería milicianas,<br />

esperando encontrarse con otros refuerzos para enfrentar a los pehuenches que habían<br />

55 Cid Herrera, Otto. Paso <strong>de</strong> Leones. Ediciones “Leorben”. La Serena, 1972. En este hermoso libro el autor<br />

<strong>de</strong>scribe las experiencias <strong>de</strong> su infancia en Trupán y sobre el viento puelche dice que “baja <strong>de</strong> la Cordillera <strong>de</strong><br />

Los An<strong>de</strong>s sin sujeción a épocas regulares, pero especialmente en Abril, Mayo, Septiembre y en<br />

Noviembre…, es un viento tibio, sopla <strong>de</strong> SE. a NO. con ímpetu furioso. Viene por el llano, pasa por el<br />

pueblo y recorriendo caminos y recodos, llega por lo menos hasta Huépil… Los árboles se inclinan y gimen…<br />

los animales se protegen al abrigo <strong>de</strong> los bosques… Los techos a veces se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n y las tejas y planchas <strong>de</strong><br />

zinc, las tejuelas y las tablas salen al aire a danzar…”.<br />

56 Véase diario La Tribuna <strong>de</strong> Los Ángeles <strong>de</strong> jueves 28 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2003.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

pasado por Antuco y Villucura en plan <strong>de</strong> guerra. “Disponía ya don Ambrosio para la<br />

expedición i se hallaba en la plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong> que a la sazón era yo comandante i le di<br />

jente escogida, procediendo con la menos útil para la guarnición <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>stino” 57 .<br />

En su Descripción otorga largos pasajes a la Isla <strong>de</strong> La Laja, don<strong>de</strong> tiene a sus<br />

amigos y enemigos, a “la Provincia <strong>de</strong> Rere” y a cada uno <strong>de</strong> los centros poblados y<br />

parroquias <strong>de</strong>l Obispado <strong>de</strong> Concepción. Describe algunas costumbres <strong>de</strong> los indígenas y<br />

critica algunas como cualquiera <strong>de</strong> su tiempo, pero también menciona los diversos<br />

problemas que aquejan a los habitantes fronterizos, como el abuso <strong>de</strong> algunas autorida<strong>de</strong>s,<br />

la in<strong>de</strong>cible crueldad con los indígenas, el comercio y los conchabos y muy especialmente,<br />

la relación con la etnia mapuche pehuenche.<br />

En este ambiente <strong>de</strong> fuerte intercambio comercial realizado fundamentalmente<br />

durante los meses <strong>de</strong> verano, los vecinos <strong>de</strong> los fuertes y en especial en <strong>Tucapel</strong>, se<br />

especializan en ciertos rubros que son <strong>de</strong>l todo rentables, tomando en cuenta que es una<br />

zona <strong>de</strong> transición y fuertemente regulada. De esta manera se van formando hombres<br />

peritos en trasmontar la cordillera, hablar mapudungun y resistir con entereza e inteligencia<br />

los rigores <strong>de</strong> un ambiente a veces hostil y peligroso. Los testimonios <strong>de</strong> Carvallo ratifican<br />

el modo <strong>de</strong> vida que durante el siglo XVIII vivieron nuestros antepasados, insertos <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> un mundo fronterizo y cordillerano en que se confun<strong>de</strong>n y entrelazan muchos factores<br />

que irán formando un carácter fuerte y singular en sus habitantes.<br />

La Iglesia. Visita <strong>de</strong>l Obispo Espiñeira<br />

Junto con el fuerte y sus construcciones militares se construye también la iglesia.<br />

Esta se ubica en el centro <strong>de</strong>l fuerte, como hemos dicho en otra parte <strong>de</strong> este trabajo, <strong>de</strong> lo<br />

cual llama la atención que el edificio, no obstante estar en malas condiciones no es<br />

<strong>de</strong>smantelado en 1758. Ese año aparece construido un nuevo templo al extremo sur oriente<br />

<strong>de</strong>l fuerte, con una orientación norte sur.<br />

57 Carvallo…, op. cit. p. 67.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Los españoles siempre construyeron iglesias <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los fuertes a fin <strong>de</strong> asistir<br />

espiritualmente a los soldados y sus familias, a los vecinos colindantes y efectuar la<br />

evangelización. La tradición católica hispana obliga a las autorida<strong>de</strong>s a realizar cuantos<br />

esfuerzos sean necesarios para la conversión <strong>de</strong> los no católicos, en este caso, los indígenas.<br />

Des<strong>de</strong> el comienzo <strong>de</strong> la conquista y hasta fines <strong>de</strong>l periodo colonial la religión tuvo un<br />

papel prepon<strong>de</strong>rante, hecho que no es menester dar a conocer en estas páginas ya que existe<br />

abundante bibliografía al respecto. Bástenos agregar que Iglesia y Estado son uno sólo y<br />

que la administración está fuertemente condicionada por la influencia <strong>de</strong>l clero. Las<br />

faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los obispos exce<strong>de</strong>n muchas veces las atribuciones <strong>de</strong> funcionarios<br />

administrativos y poseen una influencia gravitante en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, ya que forman<br />

parte “<strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Su Majestad”, expresión que se repite en cada uno <strong>de</strong> los<br />

encabezados <strong>de</strong> los documentos que hemos tenido a la vista 58 .<br />

Por esta razón, la presencia <strong>de</strong> la Iglesia junto al aparato militar y administrativo es<br />

un complemento necesario para enten<strong>de</strong>r la vida en la frontera. La iglesia <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> lo fue también <strong>de</strong>l curato que tenía por jurisdicción “norte sur <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el río<br />

nombrado <strong>de</strong> Chodván (Cholguán), que es la raya con el <strong>de</strong> Pemuco, hasta el río <strong>de</strong> la Laja,<br />

cuatro y media leguas <strong>de</strong> latitud, poco más o menos y <strong>de</strong> longitud leste a oeste sobre<br />

veintidós leguas, <strong>de</strong>spoblada lo más <strong>de</strong> sus extremos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un paraje nombrado Tupán, en<br />

don<strong>de</strong> hay una ranchería <strong>de</strong> indios, con otra población <strong>de</strong> un vaquero, catorce leguas<br />

distante <strong>de</strong> esta Plaza, hasta el paraje que llaman Los Ranchillos don<strong>de</strong> se hallan solamente<br />

dos familias pobladas” 59 . Por eso que el cura capellán lo es también párroco.<br />

En la visita que hacen Salcedo y Santa María en 1762 se encuentran con una iglesia<br />

<strong>de</strong> “tres naves <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> adobe y con buenos pilares <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. Pero el gran <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong><br />

estar cubierta con techo <strong>de</strong> paja, y por esta razón expuesta a un incendio, como todas las<br />

<strong>de</strong>más oficinas <strong>de</strong> la plaza, particularmente cuando se seca la gran porción <strong>de</strong> cardos, <strong>de</strong><br />

que están llenos por <strong>de</strong>ntro y por fuera, siendo aquel lugar tan combatido <strong>de</strong> los vientos, por<br />

las <strong>de</strong>más plazas <strong>de</strong> esta frontera”. Se ha dicho que esta iglesia era la más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> todas<br />

58 Véase también: González Echenique, Javier. El Obispo como Asesor Administrativo <strong>de</strong> la Corona<br />

Española.. Revista Chilena <strong>de</strong> Historia <strong>de</strong>l Derecho.<br />

59 Sala ,.., op. cit. p 113.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

las plazas <strong>de</strong> la frontera 60 . El estudio arqueológico que hemos citado anteriormente nos<br />

revela que la iglesia, a<strong>de</strong>más, tenía excelentes cimientos <strong>de</strong> piedra 61 .<br />

Poco tiempo <strong>de</strong>spués, el 17 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1765 el sacerdote franciscano Pedro<br />

Ángel <strong>de</strong> Espiñeira vuelve a entrar al fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, esta vez investido <strong>de</strong>l cargo <strong>de</strong><br />

Obispo <strong>de</strong> la Diócesis <strong>de</strong> Concepción, que recién ha asumido. Está recorriendo todo el<br />

obispado en Visita Pastoral y <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>be tener especial significación para él porque,<br />

como se recordará, en 1758 estuvo aquí para ir y venir <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong> la cordillera en su<br />

afán evangelizador <strong>de</strong> los pehuenches. Cuántas diferencias se vislumbran ahora que entra<br />

precedido <strong>de</strong> todos los honores atingentes a su investidura, con su secretario y escolta<br />

militar que le custodia todo el viaje, si tan solo siete años antes ha <strong>de</strong>bido rogar para<br />

conseguir apoyo para su empresa.<br />

Sin embargo, el celo con que Espiñeira <strong>de</strong>sempeñaba su cargo le hizo olvidar<br />

cualquier consi<strong>de</strong>ración especial, ya que el comportamiento <strong>de</strong>l cura párroco y capellán <strong>de</strong>l<br />

fuerte, Francisco Saenz, estaba cuestionado por los propios feligreses. A la llegada <strong>de</strong><br />

Espiñeira lo esperaban el comandante, oficiales, soldados, milicias a caballo, toda la<br />

población <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores, el cura y sus ayudantes. De inmediato procedió a celebrar<br />

misa en la iglesia parroquial <strong>de</strong> esta plaza fuerte. Según el texto <strong>de</strong> los autos <strong>de</strong> Visita, “el<br />

cuerpo <strong>de</strong> la Iglesia, sus puertas y cerraduras; y no hallándolo con la <strong>de</strong>bida limpieza y<br />

aseo, la notó S.Sa. Iltma., e hizo cargo al dicho cura y vicario, or<strong>de</strong>nándole primeramente,<br />

que procure mantener sacristán celoso, limpio y <strong>de</strong>voto, que cui<strong>de</strong> el aseo <strong>de</strong> la Iglesia,<br />

sacristía y <strong>de</strong>más cosas necesarias y anexas a dicho oficio”. A<strong>de</strong>más encontró <strong>de</strong>ficiencias<br />

en varios otros aspectos relativos al <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sacerdote que sería largo enumerar. En<br />

cuanto a la iglesia misma y los objetos <strong>de</strong>l culto encontró el copón que mantiene las formas<br />

consagradas en mal estado; la cajetilla para llevar el Santo Viático a los enfermos torcida, a<br />

la que mandó hacer una “bolsa <strong>de</strong>cente”; uno <strong>de</strong> los dos cálices roto. Pidió Espiñeira<br />

claridad en los gastos <strong>de</strong> la iglesia que no estaban en or<strong>de</strong>n. En cuanto “a lo esencial <strong>de</strong>l<br />

altar, manteles, paleas, corporales, purificadores y <strong>de</strong>más paños, que sirven al inmediato<br />

60 Guarda, Gabriel…, op. cit., cap. X.<br />

61 Minizaga…, op. cit. p 214.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

culto <strong>de</strong> la Divina Majestad, reparándolos, limpiándolos y guardándolos con el <strong>de</strong>bido<br />

cuidado y aseo que echa <strong>de</strong> menos S. Sa. Iltma, <strong>de</strong> cuya falta, como <strong>de</strong> las antece<strong>de</strong>ntes, se<br />

le hace cargo al dicho cura capellán”. En cuanto a la estructura los autos dicen que “se<br />

repare la Iglesia que al presente se halla abierta por varias partes, llena <strong>de</strong> rendijas, sin<br />

seguridad y sumamente in<strong>de</strong>cente…”.<br />

El Obispo Espiñeira realizó confirmaciones a 209 personas, entre niños y adultos,<br />

que recibieron este sacramento en medio <strong>de</strong> un acto religioso <strong>de</strong> profunda <strong>de</strong>voción y en el<br />

que pocas veces se vio reunida tanta gente en torno al fuerte e iglesia. Luego procedió al<br />

escrutinio secreto <strong>de</strong> la vida y costumbres <strong>de</strong>l cura párroco y capellán, mandando se le<br />

llevasen a su casa los libros parroquiales <strong>de</strong> bautismos, confirmaciones, entierros,<br />

matrículas y arancel <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos eclesiásticos. Procedió luego a suspen<strong>de</strong>r al cura<br />

Francisco Saenz <strong>de</strong> su ministerio en atención a los cargos contenidos en el auto <strong>de</strong> Visita y<br />

a “gravísimas causas, que resultaron <strong>de</strong>l escrutinio secreto, acerca <strong>de</strong> la vida y costumbres,<br />

tratos y contratos que ha tenido el dicho cura, así entre españoles como con los indios <strong>de</strong> la<br />

tierra a<strong>de</strong>ntro, <strong>de</strong> que consta por notoriedad <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas jurídicas que contra el dicho cura<br />

se han puesto y provi<strong>de</strong>nciado 62 . En reemplazo para servir el curato <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> nombró<br />

interinamente al sacerdote Fermín Saavedra, quien se <strong>de</strong>sempeñó por algunos años, hasta<br />

que Sáenz recupera su cargo, figurando como cura párroco y capellán en 1771, pero dos<br />

años más tar<strong>de</strong> regresa a la parroquia el padre Saavedra.<br />

El curato estuvo a cargo <strong>de</strong> varios sacerdotes a lo largo <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong>l fuerte y<br />

aún <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su <strong>de</strong>strucción y abandono, siguió prestando servicios espirituales. A fines<br />

<strong>de</strong>l siglo XVIII era párroco y capellán <strong>de</strong> la plaza don Ambrosio González, que goza <strong>de</strong><br />

congrua <strong>de</strong>l erario real 63 . Se mantenían los libros <strong>de</strong> sacramentos, archivos que resultaron<br />

dañados y algunos <strong>de</strong>saparecieron con ocasión <strong>de</strong> las luchas <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

Posteriormente y hasta 1847, <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>pendió <strong>de</strong>l curato <strong>de</strong> Yumbel.<br />

62 Poco antes <strong>de</strong> la Visita <strong>de</strong>l Obispo Espiñeira, el cura párroco Francisco Saenz solicita al “superior Gobierno<br />

la aprobación <strong>de</strong> un contrato a celebrarse entre la iglesia i los soldados <strong>de</strong> la plaza a fin <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> los<br />

fondos necesarios para bautismos, casamientos i entierros <strong>de</strong> aquellos y familiares”, AN CG, vol 97, pza 16.<br />

63 Carvallo…, op. cit. p 161<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Algunos <strong>de</strong> los sacerdotes que tuvieron a su cargo la parroquia, incluyendo los<br />

nombrados, son los siguientes: Francisco Saenz, 1756-1765 y 1771-1773; Fermín Saavedra,<br />

1765-1771 y 1773; Felipe Saavedra 1774-1778; Pastor Ruiz, 1778-1785; Felipe Fuica<br />

1785-1788; Ignacio Martínez, 1786-1788; Antonio González, 1788-1791; Ambrosio<br />

González, 1791-1797 64 .<br />

Durante el siglo XIX solo tenemos conocimiento <strong>de</strong> los sacerdotes José Antonio <strong>de</strong><br />

Lima 65 y Miguel Agustín <strong>de</strong> Hoces 66 ; este último se hizo cargo <strong>de</strong> la parroquia en 1816,<br />

nombrado por el obispo realista Martín <strong>de</strong> Villodres, quien había regresado <strong>de</strong>l Perú luego<br />

que los españoles reconquistaron Chile y en momentos <strong>de</strong> profunda agitación política.<br />

El Cementerio<br />

Barros Arana nos relata que las “personas pudientes enterraban los restos <strong>de</strong> sus<br />

<strong>de</strong>udos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las iglesias. Los pobres eran enterrados en los patios anexos a las<br />

parroquias o en locales dispuestos a este objeto… Esta costumbre perniciosa…, no podía<br />

<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> contribuir po<strong>de</strong>rosamente a la propagación <strong>de</strong> las epi<strong>de</strong>mias i convertía a las<br />

iglesias en verda<strong>de</strong>ros focos <strong>de</strong> infección. El aire que se respiraba en ellas cuando<br />

permanecían cerradas algunas horas era tan malsano i tan intolerable que era necesario<br />

ordinariamente abrir las puertas al amanecer para ventilarlas antes que acudieran los fieles;<br />

i aun así eran frecuentes las enfermeda<strong>de</strong>s contraídas por haber por haber respirado las<br />

exhalaciones que se <strong>de</strong>sprendían <strong>de</strong>l suelo” 67 .<br />

En <strong>Tucapel</strong> El Nuevo esto no era distinto y po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir con absoluta certeza que<br />

los primeros centros <strong>de</strong> sepultación <strong>de</strong>l fuerte estuvieron junto a los templos. Como se<br />

recordará, hasta 1758 hubo una iglesia ubicada en el centro y luego se construyó otra en el<br />

extremo sur oriente. Los trabajos <strong>de</strong> Guillermo Krumm Saavedra y la señora Helga<br />

Brüggen lograron <strong>de</strong>tectar los restos <strong>de</strong> las principales estructuras <strong>de</strong>l fuerte durante la<br />

64<br />

Muñoz Olave, Reinaldo. Rasgos biográficos <strong>de</strong> eclesiásticos <strong>de</strong> Concepción. Imprenta San José, Santiago,<br />

1916.<br />

65<br />

AN CG vol. 958. pza 4. Solicitud <strong>de</strong> goce <strong>de</strong> sueldo <strong>de</strong> su antecesor.<br />

66<br />

El apellido Hoces <strong>de</strong>l sacerdote, según Muñoz Olave en la obra ya citada, se escribe a veces Hozes u Oses.<br />

67<br />

Barro Arana, Diego. Historia Jeneral <strong>de</strong> Chile. Jovet, Santiago 1884.<br />

48


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

década <strong>de</strong> 1970, entre ellos los <strong>de</strong> la iglesia, encontrando en excavaciones algunos restos<br />

humanos. Pero el trabajo realizado por Munizaga y su equipo <strong>de</strong> arqueólogos <strong>de</strong> la<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile en 1978 nos revela con mayor precisión la situación <strong>de</strong> la necrópolis<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

El estudio señala que la estructura <strong>de</strong> la iglesia estaba ubicado al lado sur, con lo<br />

cual queda establecido que se <strong>de</strong>tectó y trabajó sobre la base <strong>de</strong>l segundo templo y casa <strong>de</strong>l<br />

cura, puesto que el edificio, cuya planta media 16,20 m por 28,76, es <strong>de</strong>cir 465 metros<br />

cuadrados, era el más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> todos los que había <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l recinto 68 . Sin embargo, nos<br />

es preciso señalar que, a nuestro mo<strong>de</strong>sto enten<strong>de</strong>r, el sector estudiado correspon<strong>de</strong> a la<br />

estructura que albergaba la casa <strong>de</strong>l cura y comandante, ambas pareadas y con su eje mayor<br />

orientado <strong>de</strong> Oeste a Este; pero que estaba junto al templo cuyo eje mayor tenía orientación<br />

Norte Sur. Este <strong>de</strong>talle, no obstante, no impi<strong>de</strong> reconocer que en junto a la iglesia <strong>de</strong>l fuerte<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> estuvo el primer cementerio<br />

En torno a los cimientos <strong>de</strong>l edificio se hicieron las excavaciones en las cuales se<br />

encontraron restos humanos que, “por su patrón <strong>de</strong> sepultación, permitían <strong>de</strong>ducir que ellos<br />

correspondían a un cementerio. La mayor concentración <strong>de</strong> esqueletos se encontró en los<br />

costados Este y Norte, lo que confirmaría que se trata <strong>de</strong> los costados <strong>de</strong> la iglesia y casa<br />

<strong>de</strong>l cura respectivamente.<br />

En la capa más superficial se encontraron restos <strong>de</strong> cerámica negra pulida y restos<br />

<strong>de</strong> tejas (la casa <strong>de</strong>l cura era <strong>de</strong> tejas, no así la iglesia, al menos hasta 1762), huesos <strong>de</strong><br />

animales y humanos dispersos, y concentraciones <strong>de</strong> piedras que se disponían en forma <strong>de</strong><br />

franjas adosadas al cimiento <strong>de</strong> la construcción, una <strong>de</strong> ellas medía 80 cm <strong>de</strong> ancho por 200<br />

cm <strong>de</strong> largo, con su superficie convexa a modo <strong>de</strong> bóveda, un piso <strong>de</strong> tierra compacta<br />

don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>positaban los cadáveres.<br />

Otro sector o cuadrícula escavada por los arqueólogos hasta una profundidad <strong>de</strong> 2<br />

metros, se <strong>de</strong>scubrió que el lugar había sido ocupado <strong>de</strong> una manera intensiva, pudiendo<br />

68 Munizaga…, op. cit p 214.<br />

49


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong>tectarse varios niveles <strong>de</strong> entierro. La prospección arroja que los cadáveres eran<br />

<strong>de</strong>positados extendidos sobre la espalda y orientados <strong>de</strong> Este a Oeste, con la cabeza junto a<br />

los cimientos en la mayoría <strong>de</strong> los casos. En otros, la posición era inversa y los pies <strong>de</strong>l<br />

esqueleto estaban en dirección al cimiento. La mayoría <strong>de</strong> los esqueletos tenía los brazos<br />

cruzados sobre el pecho, lo que <strong>de</strong>muestra que son entierros cristianos.<br />

También hay evi<strong>de</strong>ncias que hubo entierros simultáneos en la misma fosa, ya que<br />

aparecen entrecruzados hasta cuatro esqueletos. Como se verá más a<strong>de</strong>lante, <strong>Tucapel</strong> sufrió<br />

hambruna y muertes en momentos <strong>de</strong> gran aflicción y <strong>de</strong>samparo durante las guerras <strong>de</strong> la<br />

In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, lo que explicaría este sistema <strong>de</strong> sepultar los muertos.<br />

La interpretación general <strong>de</strong>l sitio como lugar <strong>de</strong> sepultación <strong>de</strong>terminó la existencia<br />

<strong>de</strong> a lo menos cuatro épocas diferentes. El primero y más superficial, compuesta <strong>de</strong> tierra<br />

vegetal y escombros (ladrillos, tejas, carbón), representa una época en que el fuerte <strong>de</strong>bió<br />

ser abandonado, pero que se ocupó principalmente para enterrar niños.<br />

El segundo correspon<strong>de</strong> a una capa cuyo espesor es <strong>de</strong> aproximadamente 35 cm y<br />

entre lo 20 y 55 cm <strong>de</strong> profundidad, en el que se encontró la presencia <strong>de</strong> un cementerio<br />

bien estructurado. Presentaba tumbas or<strong>de</strong>nadas y señaladas con una capa <strong>de</strong> piedras. Según<br />

el estudio “la iglesia <strong>de</strong>bió estar ro<strong>de</strong>ada, al menos por dos <strong>de</strong> sus costados <strong>de</strong> un amplio<br />

cementerio cuya organización era similar a la que hoy existe en algunos cementerios<br />

rurales.<br />

El tercer sitio <strong>de</strong> ocupación <strong>de</strong> esqueletos tiene la más alta <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> cadáveres y<br />

la presencia <strong>de</strong> tumbas múltiples, correspon<strong>de</strong> a la época más activa <strong>de</strong>l fuerte.<br />

La ocupación más antigua correspon<strong>de</strong> al cuarto sitio <strong>de</strong> ocupación y tiene una baja<br />

<strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> esqueletos completos y aislados. Parece correspon<strong>de</strong>r a los primeros años <strong>de</strong><br />

ocupación <strong>de</strong>l fuerte, en que hubo un cementerio bien estructurado en torno a la iglesia.<br />

50


Multipropósito <strong>de</strong>l Fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Es interesante <strong>de</strong>stacar en esta parte <strong>de</strong>l trabajo que, luego <strong>de</strong> lo observado, el fuerte<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo no sólo es una fortaleza militar en la que existen hombres armados<br />

para la conquista o <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l territorio. Si bien su forma y estructura está diseñada con<br />

propósitos <strong>de</strong>fensivos, el enclave contiene en su interior una verda<strong>de</strong>ra ciuda<strong>de</strong>la en la que<br />

viven familias completas, las que poseen asistencia espiritual o religiosa, seguridad,<br />

comercio y alimentos.<br />

Otro <strong>de</strong>talle interesante <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar es que si bien la jurisdicción militar <strong>de</strong> los<br />

comandantes <strong>de</strong> los fuertes les impedía involucrarse en cuestiones propias <strong>de</strong> lo político<br />

administrativo, en la práctica éstos efectuaban labores que la dignidad <strong>de</strong>l cargo les imponía<br />

por la fuerza <strong>de</strong> la costumbre. En el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, cuya lejanía <strong>de</strong> la cabecera <strong>de</strong>l<br />

Corregimiento <strong>de</strong> Rere, posteriormente Partido, que por años estuvo en Yumbel, permitía<br />

que los comandantes efectuaran labores <strong>de</strong> ministro <strong>de</strong> fe para algunos casos o asistieran en<br />

labores <strong>de</strong> policía a los tenientes <strong>de</strong> corregidor.<br />

En algunas ocasiones, los comandantes <strong>de</strong> los fuertes eran investidos <strong>de</strong> amplias<br />

faculta<strong>de</strong>s, por lo que aparecen en los documentos como “comandante político y militar” en<br />

cuyo caso gozaban atribuciones que provocaban abusos. Esto tiene especial importancia<br />

para el caso <strong>de</strong> la población colindante porque este jefe militar tiene po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>legado por la<br />

autoridad central por razones fundadas en escasez <strong>de</strong> medios para dotar <strong>de</strong> funcionarios<br />

civiles o porque los habitantes no se han dado gobierno local a través <strong>de</strong> cabildo.<br />

Los comandantes <strong>de</strong>bían velar por la conducta <strong>de</strong> los capitanes <strong>de</strong> amigos, personas<br />

encargadas <strong>de</strong> llevar una correcta y pacífica relación con los indígenas, para lo cual <strong>de</strong>bían<br />

dominar la “lengua <strong>de</strong> la tierra” y tener condiciones necesarias para vivir o internarse<br />

constantemente en territorios alejados, supervisar el comercio <strong>de</strong> especies lícitas e impedir<br />

el tráfico ilícito <strong>de</strong> especies prohibidas como alcohol o fierros. Se recordará que cuando<br />

fray Pedro Ángel <strong>de</strong> Espiñeira llega a <strong>Tucapel</strong> en enero <strong>de</strong> 1758 había allí personas que<br />

51


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

reunían estos requisitos y fueron ellos quienes lo introdujeron hasta el otro lado <strong>de</strong> la<br />

cordillera, internándose por 27 días entre las tribus indígenas pehuenches.<br />

Los soldados interactuaban fluidamente con el resto <strong>de</strong> la población. Recor<strong>de</strong>mos<br />

que en casos <strong>de</strong> emergencias el grueso <strong>de</strong> las fuerzas que concurrían a los fuertes para<br />

acuartelarse eran milicias, es <strong>de</strong>cir, civiles en condiciones <strong>de</strong> portar armas. Esto revela una<br />

estrecha relación e inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que en el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo se da con mayor<br />

fuerza que en otros fuertes <strong>de</strong> la frontera. Ya se ha dicho en otra parte <strong>de</strong> este trabajo que se<br />

organizan aquí dos compañías <strong>de</strong> caballería.<br />

Otro aspecto digno <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar es la calidad <strong>de</strong> centro comercial <strong>de</strong>l fuerte y sus<br />

alre<strong>de</strong>dores, ya que por disposición <strong>de</strong> autoridad y por acuerdos con los indígenas<br />

establecidos en los Parlamentos, los conchabos <strong>de</strong>bía realizarse en lugares previamente<br />

establecidos y en presencia <strong>de</strong> comandantes <strong>de</strong> los fuertes, oficiales o sacerdotes. En la<br />

práctica esto se hacía en torno a las murallas <strong>de</strong> la plaza. Cada año, una vez que el<br />

<strong>de</strong>rretimiento <strong>de</strong> las nieves lo permite, llegaban las recuas con caballos y mulas trayendo la<br />

sal y otros productos para intercambiarlos con aquellos que los pehuenches más buscaban,<br />

como paños, añil y trigo, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l vino que, si bien era ilícito su comercio, en la práctica<br />

se realizaba fluidamente. En el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l comercio con los<br />

pehuenches se observa todavía a mediados <strong>de</strong>l siglo XIX, como veremos más a<strong>de</strong>lante.<br />

Hasta aquí, si bien hemos hablado <strong>de</strong> una fortaleza militar, no hemos observado un<br />

ataque masivo <strong>de</strong> indígenas al fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo. Hemos visto sí, su precariedad<br />

en las construcciones y <strong>de</strong>fensas y lo vulnerable que podría ser, con sus murallas caídas o<br />

<strong>de</strong>más <strong>de</strong>talles expuestos. Es <strong>de</strong>cir, su función es más bien disuasiva, reguladora <strong>de</strong><br />

relaciones interétnicas y <strong>de</strong> posesión <strong>de</strong>l territorio. Ni siquiera durante la sublevación <strong>de</strong><br />

1769-1772 hemos visto amenazado seriamente al fuerte, no obstante que su posición<br />

asegura la estabilidad y el paso <strong>de</strong> las fuerzas hacia uno y otro lado <strong>de</strong>l río Laja y hacia la<br />

cordillera andina.<br />

52


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El entorno, entonces, no siempre es una comarca repleta <strong>de</strong> enemigos <strong>de</strong> los cuales<br />

hay que cuidarse viviendo con las armas al cinto. Por el contrario, la gente que vive en los<br />

contornos es campesina, explotadora <strong>de</strong> tierras propias o ajenas, gana<strong>de</strong>ros, comerciantes,<br />

aventureros, vagabundos y otros tipos humanos propios <strong>de</strong> la época. Por lo tanto, el fuerte<br />

no es sólo una fortaleza militar, es también la se<strong>de</strong> <strong>de</strong>l curato, el cementerio y el centro <strong>de</strong><br />

activida<strong>de</strong>s cívico religiosas que marcarán la vida <strong>de</strong> varias generaciones <strong>de</strong> tucapelinos.<br />

53


Habitantes <strong>de</strong> los Confines<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo III<br />

La Población y la Economía<br />

“Hay muchos vagantes que no se sabe <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />

pue<strong>de</strong>n sacar los menores medios para subsistir,<br />

porque no se les ve algún fondo <strong>de</strong> bienes sobre el haz<br />

<strong>de</strong> la tierra”.<br />

Miguel <strong>de</strong> Olivares<br />

Al momento <strong>de</strong>l traslado <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo a orillas <strong>de</strong>l río Laja, la<br />

<strong>de</strong>nsidad poblacional es muy baja en esta zona, no obstante que la pueblan españoles,<br />

mestizos e indígenas; también algunos negros y mulatos que conviven con los diferentes<br />

grupos étnicos, peones huidizos y <strong>de</strong>sertores. También hemos hablado <strong>de</strong>l vagabundaje<br />

fronterizo, problema que las autorida<strong>de</strong>s coloniales trataban <strong>de</strong> paliar con la fundación <strong>de</strong><br />

villas. La mayoría <strong>de</strong> estas personas no poseían tierras y su <strong>de</strong>ambular o estadía en lugares<br />

cercanos a los ríos, estancias o haciendas era mirado con sospecha porque la dispersión<br />

abrigaba ladrones y facinerosos.<br />

En la visita que hace el gobernador José Manso <strong>de</strong> Velasco a <strong>Tucapel</strong> El Nuevo en<br />

1738 69 se anota la existencia <strong>de</strong> una hacienda en la zona sur al río Laja: Canteras. Por eso es<br />

que su afán fundacional comienza con la creación <strong>de</strong> una villa en la Isla <strong>de</strong> la Laja con el<br />

nombre <strong>de</strong> Los Ángeles, cuyo propósito es reunir a la gente dispersa. Los esfuerzos fueron<br />

tenues porque existía resistencia a poblar, prefiriéndose la vagancia y los trabajos<br />

estacionales, cuando no el robo o los asaltos.<br />

69 Itinerario <strong>de</strong> la visita <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Manso al Obispado <strong>de</strong> Concepción, con indicación <strong>de</strong>l curso <strong>de</strong>l<br />

Bíobio y <strong>de</strong> las plazas <strong>de</strong> la frontera. 1740. En: Guarda, Gabriel…, op. cit. p. 203.<br />

54


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Todavía a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII los problemas <strong>de</strong>l bandolerismo y el cuatrerismo<br />

asolaban la región. Este fenómeno, agregado a la complacencia <strong>de</strong> algunas autorida<strong>de</strong>s con<br />

el tráfico ilegal <strong>de</strong> ganado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro lado <strong>de</strong> la cordillera, va conformando un círculo<br />

vicioso cuyas repercusiones se a<strong>de</strong>ntran bastante en el curso <strong>de</strong>l siglo XIX y XX. Des<strong>de</strong> el<br />

río Maule al sur y, especialmente en los valles cordilleranos y la montaña, la actividad<br />

principal es la gana<strong>de</strong>ría <strong>de</strong> todo tipo, especialmente <strong>de</strong> vacunos, sin <strong>de</strong>smerecer la crianza<br />

<strong>de</strong> caballos que son uno <strong>de</strong> los bienes más apetecidos por los hombres <strong>de</strong> la época. El<br />

vagabundo fronterizo es un jinete y no hay quien no tenga un ejemplar <strong>de</strong> este noble<br />

animal; no se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la guerra, el comercio, el cuatrerismo y el bandolerismo sin el<br />

caballo. No es casualidad que los dos primeros regimientos <strong>de</strong> la zona formados para las<br />

primeras escaramuzas <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, sean <strong>de</strong> caballería; ni que las dos compañías<br />

milicianas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> sean también montadas.<br />

A fines <strong>de</strong> 1792 don Juan Gutiérrez Palacios, propone a la autoridad colonial se<br />

fundasen pueblos a la entrada <strong>de</strong> los boquetes cordilleranos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Alico a <strong>Tucapel</strong> para<br />

atraer a los habitantes “quienes por no tener terreno propio andan vagando <strong>de</strong> inquilinos y<br />

arrendadores <strong>de</strong> una hacienda a otra” 70 . La economía gana<strong>de</strong>ra se incrementa con la<br />

ocupación <strong>de</strong> los valles cordilleranos, incluidos aquellos allen<strong>de</strong> las cumbres más altas 71 ,<br />

sin gran<strong>de</strong>s propieda<strong>de</strong>s o simplemente a título <strong>de</strong> mera tenencia, va produciendo una<br />

atracción hacia la zona y un modo <strong>de</strong> vida especial, distinto <strong>de</strong>l valle. Es obvio que la<br />

geografía condiciona los modos <strong>de</strong> vida, por lo que se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que en <strong>Tucapel</strong> se forma<br />

una fisonomía única, matizada por los elementos que se han mencionado.<br />

Según los antece<strong>de</strong>ntes aportados por la bibliografía, el gobernador Agustín <strong>de</strong><br />

Jáuregui estableció una villa en <strong>Tucapel</strong> el año 1765. Desconocemos la fecha exacta <strong>de</strong> este<br />

acto administrativo, pero conociendo las características <strong>de</strong> la ocupación, sabemos que la<br />

presencia <strong>de</strong> una población en torno al fuerte no obe<strong>de</strong>ce necesariamente a una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

la autoridad, sino más bien, como se ha dicho, a la voluntad <strong>de</strong> los vecinos. Pero lo cierto es<br />

70 Góngora…, op. cit. p 365<br />

71 No olvidar que en ese momento no existen Estados distintos y que el Reino <strong>de</strong> Chile incluye esos<br />

territorios. Los límites con Argentina se <strong>de</strong>finen recién en 1881.<br />

55


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que a partir <strong>de</strong> aquel año existe un centro poblado reconocido y promovido por las<br />

autorida<strong>de</strong>s.<br />

Aunque a primera vista parezca contradictorio, el doblamiento espontáneo no<br />

necesariamente garantiza el crecimiento <strong>de</strong> la villa, puesto que las personas buscan<br />

seguridad y no el crecimiento urbano. La obligación <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r el territorio <strong>de</strong> los<br />

“enemigos” e “infieles” indígenas en las milicias es suficiente carga. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

el Nuevo existe mucha gente dispersa y unos pocos a orillas <strong>de</strong>l fuerte. Joaquín Villarreal<br />

en su Proyecto <strong>de</strong> 1752 consi<strong>de</strong>ra a <strong>Tucapel</strong> no sólo por la existencia <strong>de</strong>l fuerte, sino porque<br />

existe “gente campesina” que pue<strong>de</strong> poblar. En 1758 vemos a Espiñeira en Reñico, en<br />

<strong>Tucapel</strong> y Antuco don<strong>de</strong> encontramos a estancieros y hacendados y casi ocho años más<br />

tar<strong>de</strong> cuando visita nuevamente <strong>Tucapel</strong>, en calidad <strong>de</strong> Obispo <strong>de</strong> la Diócesis, su Secretario<br />

Sala <strong>de</strong>clara que el curato tiene “<strong>de</strong> matrícula sobre 500 almas, entre párvulos y adultos” 72 .<br />

Una información <strong>de</strong> 1779 señala que en <strong>Tucapel</strong> habría una población compuesta<br />

por 583 españoles, 95 mestizos, 124 indios, 14 dispersos, 1 mulato, todo lo cual hacía una<br />

población <strong>de</strong> 817 habitantes, todo esto se entien<strong>de</strong> para una vasta zona. Para 1793 esta cifra<br />

ha variado muy poco ya que <strong>Tucapel</strong> arroja 831 habitantes, siendo uno <strong>de</strong> los lugares<br />

menos poblados <strong>de</strong>l Obispado <strong>de</strong> Concepción 73 .<br />

Llama la atención, no obstante, que en 1785 existen dos compañías <strong>de</strong> caballería<br />

miliciana, mientras que en la mayoría <strong>de</strong> los fuertes <strong>de</strong> la frontera solo existe una. Esto se<br />

<strong>de</strong>be a que la población que ocupa este territorio está justo en el límite oriental <strong>de</strong>l<br />

Obispado. En la sublevación <strong>de</strong> 1769-1772 los tucapelinos <strong>de</strong>bieron frenar la arremetida<br />

pehuenche hacia los valles. El 25 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1769 se informaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fuerte al<br />

maestre <strong>de</strong> campo Salvador Cabrito que los pehuenches intentaban robar la Isla <strong>de</strong> la Laja y<br />

el 1º <strong>de</strong> enero se avisaba que a las dos <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong> ese día, éstos y los huilliches habían<br />

72<br />

Sala, Joseph <strong>de</strong> la. Visita general <strong>de</strong> la Concepción y su Obispado por su Obispo Ángel <strong>de</strong> Espiñeira .<br />

Instituto Profesional <strong>de</strong> Chillán, 1988.<br />

73<br />

Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadísticas (INE). Reseña Histórica censal <strong>de</strong>l país. XII Censo General <strong>de</strong> Población<br />

y Viviendas. Santiago, 1962, pp. VII-IX.<br />

Esta aseveración no es antojadiza, por ejemplo, Pemuco cuenta con 2.308 habitantes, Arauco 1.366, Ninhue<br />

8.597, Santa Fe 1.503, Penco 1.025, Santa Bárbara 1.233, Los Ángeles 6.533, Yumbel 2.644.<br />

56


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

asaltado el paso <strong>de</strong> Antuco, muerto a los guardias que custodiaban el transitado boquete,<br />

llevándose sus familias.<br />

Carvallo y Goyeneche dice que “<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l cañón <strong>de</strong> la plaza hay 59 vecinos” lo<br />

que significa, según los cálculos que se obtienen consi<strong>de</strong>rando las familias <strong>de</strong> la época, una<br />

población cercana a las 500 personas. Es <strong>de</strong> suponer que existe el mismo número <strong>de</strong> casas<br />

en torno al fuerte, pero por la misma época (1793) Juan <strong>de</strong> Ojeda se refiere en términos<br />

parecidos y nos dice que “bajo su artillería hacen resi<strong>de</strong>ncia 25 ó 30 vecinos en población<br />

or<strong>de</strong>nada”. Con los datos <strong>de</strong> Ojeda <strong>de</strong>biéramos calcular alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> trescientas personas<br />

viviendo en la villa.<br />

Si a esto agregamos el número <strong>de</strong> personas que viven <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l fuerte nos<br />

encontramos con que la cifra aumenta a cerca 600 individuos más o menos en momentos <strong>de</strong><br />

mayor concentración poblacional. Es <strong>de</strong>cir, si consi<strong>de</strong>ramos que, según las cifras que nos<br />

han dado diferentes documentos y cronistas, el recinto <strong>de</strong> la fortaleza albergaba en tiempos<br />

<strong>de</strong> paz un promedio <strong>de</strong> 20 soldados con sus familias, lo que significa un número cercano a<br />

las 140 personas.<br />

Pese a las diferencias <strong>de</strong> número, lo claro es que en torno al fuerte se formó una<br />

población que se concentra espontáneamente y luego es y estimulada por la autoridad. En el<br />

plano <strong>de</strong> Ojeda <strong>de</strong> 1793 dibuja la villa en el sector oriente, aunque si nos atenemos a la<br />

posición <strong>de</strong>l río Itatita, este <strong>de</strong>biera haber estado al Sur Oriente <strong>de</strong>l fuerte. El plano <strong>de</strong> Gay<br />

<strong>de</strong> 1835 74 confirma nuestra aseveración puesto que coloca la “villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>” en esa<br />

orientación. Los diccionarios geográficos que hemos consultado coinci<strong>de</strong>n en señalar que la<br />

posición <strong>de</strong>l antiguo pueblo estaría ubicada a 3 kilómetros <strong>de</strong>l actual pueblo, en dirección<br />

Sur Oriente.<br />

74 AN FA, Vol. 52.<br />

57


Tipos Fronterizos en <strong>Tucapel</strong>.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Los habitantes <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> eran en su mayoría mestizos. Cuando se traslada a esta<br />

parte <strong>de</strong>l territorio han transcurrido casi dos siglos <strong>de</strong> presencia española y, por en<strong>de</strong>, el<br />

mestizaje ha terminado por imponer un nuevo e híbrido segmento. En los trabajos<br />

arqueológicos realizados en 1976 por un equipo <strong>de</strong> profesionales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Chile 75 , se analizaron restos óseos humanos encontrados en excavaciones realizadas en el<br />

fuerte; se <strong>de</strong>scubrió que los rasgos físicos son mestizos con predominio europeo en los<br />

hombres y araucano en las mujeres. Este estudio, <strong>de</strong> extraordinario valor científico, nos<br />

confirma lo que hemos aseverado a lo largo <strong>de</strong> estas páginas: la zona <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo<br />

es un lugar <strong>de</strong> diferentes tipos étnicos. Asimismo, no <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>sconocer la importancia<br />

<strong>de</strong>l elemento indígena en la conformación <strong>de</strong> nuestras características antropomórficas,<br />

sociales y culturales.<br />

En la información <strong>de</strong> 1779 respecto <strong>de</strong> las categorías “españoles”, “mestizos”,<br />

“indios”, “dispersos” y “mulato”, <strong>de</strong> un total <strong>de</strong> 817 habitantes que hemos visto más arriba,<br />

no caben dudas que hay una distorsión en la apreciación <strong>de</strong>l estrato racial porque a estas<br />

alturas <strong>de</strong>l siglo XVIII, la gran masa <strong>de</strong> la población es mestiza y <strong>Tucapel</strong> no pue<strong>de</strong> ser la<br />

excepción, lo que ocurre es que sencillamente quienes son consultados <strong>de</strong>claran ser<br />

españoles o el grado <strong>de</strong> mestizaje permite consi<strong>de</strong>rarse como tal por lo que esta categoría es<br />

más bien una adscripción. Otra explicación no excluyente <strong>de</strong> la anterior, es que la<br />

apreciación <strong>de</strong> españoles sea más bien una categoría <strong>de</strong> casta relacionada con las<br />

costumbres y la religión. En cuanto a los dispersos no sabemos a que categoría o casta<br />

social se refiere, pero nos inclinamos a pensar que se trata <strong>de</strong> mestizos y vagabundos.<br />

Juan y Ulloa señalan que los mestizos “suelen no distinguirse <strong>de</strong>l color <strong>de</strong> los<br />

españoles, porque unos y otros tienen muy blanca la tez y algunos entre ellos son rubios 76 ”;<br />

aunque claramente parecen no percatarse que la i<strong>de</strong>ntidad mestiza, durante el siglo XVIII<br />

75 Munizaga, Juan y otros. La población <strong>de</strong>l fuerte San Diego <strong>de</strong> Alcalá (<strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>l Laja) En: Revista<br />

Chilena <strong>de</strong> Historia y Geografía, Nº146. Sociedad Chilena <strong>de</strong> Historia y Geografía, Santiago, 1978. pp 213-<br />

225.<br />

76 Juan, Jorge y Antonio <strong>de</strong> Ulloa. Relación <strong>de</strong>l Viaje a la América Meridional. Madrid, 1748, p 304.<br />

58


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

era ya indiscernible, <strong>de</strong>bido a la amalgama <strong>de</strong> rasgos que había alcanzado el intenso<br />

proceso <strong>de</strong> mezcla étnica y cultural 77 . Felipe Gómez <strong>de</strong> Vidaurre dice que los mestizos se<br />

inclinan por los españoles “y es injuriarlos tratarlos por lo que son” 78 . El Abate Molina nos<br />

cuenta que “la gente <strong>de</strong> los campos, aunque oriundas por la mayor parte <strong>de</strong> los españoles<br />

visten casi enteramente a la araucana. Dispersas por aquellas vastas campañas y lejos <strong>de</strong><br />

muchas incomodida<strong>de</strong>s, gozan <strong>de</strong> toda su libertad y pasan la vida tranquila y alegre entre<br />

los dulces placeres que inspira aquel <strong>de</strong>licioso clima” 79 .<br />

Bauzá y Espinoza <strong>de</strong>scriben la forma <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> la época en la zona<br />

diciendo que “aquellas miserables gentes…, viven esparcidos por el campo, y lejos <strong>de</strong><br />

buscar allí al hombre en la compañía y el roce con sus semejantes, la felicidad y ventaja que<br />

proporciona la sociedad, vive bajo el pajizo techo <strong>de</strong> su cabaña únicamente al frugal<br />

alimento que le ofrecen sus cabales, trigo y otras sementeras 80 .<br />

En cuanto a los indígenas está claro que son minoría ya que a estas alturas <strong>de</strong>l siglo<br />

XVIII la zona está siendo colonizada y por lo tanto se ha producido una presión hacia la<br />

Araucanía, los valles cordilleranos y allen<strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s, don<strong>de</strong> puelches y pehuenches se<br />

internan para salir a los valles poblados por “españoles” en épocas <strong>de</strong> conchabos o en casos<br />

<strong>de</strong> guerra. Los llamados indios amigos suelen vivir en los llamados pueblos <strong>de</strong> indios y <strong>de</strong><br />

éstos sólo tenemos conocimientos <strong>de</strong> Tupán o Trupán “don<strong>de</strong> hay una ranchería <strong>de</strong> indios”,<br />

según nos cuenta Sala en 1765 81 . Aquí <strong>de</strong>bemos precisar que esta expresión toponímica<br />

engloba toda la zona que está bajo la cordillera <strong>de</strong> este nombre y eso hoy incluye <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

cordillera <strong>de</strong> Polcura hacia el valle, por eso es que este pueblo <strong>de</strong> indios dice estar ubicado<br />

a 14 leguas al oriente <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo.<br />

77 Godoy, Hernán. El Carácter Chileno. Editorial Universitaria. Santiago, 1976, p 111.<br />

78 Gómez <strong>de</strong> Vidaurre, Felipe. Historia Geográfica, Natural y Civil <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile. Colección<br />

Historiadores <strong>de</strong> Chile, Tomo XIV, pp 283-284<br />

79 Molina, Juan Ignacio. Compendio <strong>de</strong> la Historia Civil <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Chile. Parte Segunda. p 285.<br />

80 Bauzá, Felipe y José Espinoza. Descripción <strong>de</strong>l Reyno <strong>de</strong> Chile (publicado con el nombre <strong>de</strong> Taddaeus<br />

Peregrinus Haenke) Santiago, Nascimento, 1942, p 178.<br />

81 Sala…, op. cit. p 113.<br />

59


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En resumen, en lo que respecta a la población <strong>de</strong>l fuerte y sus alre<strong>de</strong>dores, está<br />

compuesta por individuos mestizos, mezcla <strong>de</strong> español e indígena; que estas características<br />

se presentan en todos los individuos cuyos restos fueron estudiados (alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> medio<br />

centenar) y; que existe una ten<strong>de</strong>ncia a una diferenciación sexual en la cual las mujeres<br />

tien<strong>de</strong>n a asemejarse a la población indígena, con paladares y narices más anchas que los<br />

hombres.<br />

Economía Agraria y Gana<strong>de</strong>ra.<br />

El modo <strong>de</strong> vida campesino, es la característica que condiciona la economía <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>, siendo, por en<strong>de</strong>, la tierra el bien económico más preciado durante los siglos<br />

XVIII y XIX. La villa formada espontáneamente y ratificada a partir <strong>de</strong> un acto<br />

administrativo, no implica un modo <strong>de</strong> vida urbano alejado <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s agrícolas, por<br />

el contrario, en <strong>Tucapel</strong> se vive, en gran medida, <strong>de</strong> la agricultura y la gana<strong>de</strong>ría. Durante<br />

el siglo XVIII se trata <strong>de</strong> una economía poco comercializada por estar alejada <strong>de</strong> los centros<br />

<strong>de</strong> consumo más importantes, por la falta <strong>de</strong> caminos y baja <strong>de</strong>nsidad; en suma, es una<br />

economía <strong>de</strong> subsistencia.<br />

Los datos <strong>de</strong> 1779 señalan que se obtienen 600 fanegas <strong>de</strong> trigo <strong>de</strong> 12 almu<strong>de</strong>s; 700<br />

cabezas <strong>de</strong> ganado y, 1.200 <strong>de</strong> ovejunos. Esto <strong>de</strong>muestra lo dicho en otra parte <strong>de</strong> este<br />

trabajo: la zona es eminentemente gana<strong>de</strong>ra, lo corrobora el hecho que en 1765 el<br />

documento <strong>de</strong> autos <strong>de</strong> Visita <strong>de</strong>l obispo Espiñeira a <strong>Tucapel</strong>, señale que en las montañas<br />

<strong>de</strong> Tupán (Trupán) exista un vaquero, con lo cual obtenemos como dato que en esa época<br />

se usan esos valles y cordilleras para el pastoreo. Obviamente faltan datos <strong>de</strong> otros tipos <strong>de</strong><br />

productos y activida<strong>de</strong>s, pero sí sabemos, por ejemplo, que la crianza <strong>de</strong> caballos en los<br />

extensos potreros aledaños a los bosques, es una actividad económica importante.<br />

Una interesante <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> Bauzá y Espinoza, en cuanto al género <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los<br />

pobladores rurales, propietarios o <strong>de</strong>tentadores <strong>de</strong> tierras <strong>de</strong> la zona, dice que éstos<br />

madrugan mucho “a ver su ganado montado en su caballo, el lazo liado al pescuezo <strong>de</strong> éste<br />

y su cascañal <strong>de</strong> gruesas espuelas. Lo ro<strong>de</strong>an, según dicen, que es juntarlo para ver s i están<br />

60


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

cabales sus re<strong>de</strong>s; cultiva un poco <strong>de</strong> siembras y <strong>de</strong>spués se vuelve a su casa don<strong>de</strong> toma<br />

mate sobre mate, cigarro sobre cigarro, pasea acá y allá con su caballo, y pasa <strong>de</strong> este modo<br />

una vida monótona, ocupado sólo en cantar; otros aún menos laboriosos nada cuidan y sólo<br />

se ocupan <strong>de</strong> andar <strong>de</strong> chacra en chacra don<strong>de</strong> encuentran en todas partes quien les dé <strong>de</strong><br />

comer sin otra diligencia que la <strong>de</strong> entrar y arrimarse a la mesa , por ser un país que, a la<br />

abundancia <strong>de</strong> alimentos une a sus moradores la más generosa hospitalidad. Entre la clase<br />

<strong>de</strong> sus comidas usan frecuentemente la <strong>de</strong> los piñones <strong>de</strong> especie particular que hay en la<br />

cordillera, <strong>de</strong> una pulgada <strong>de</strong> largo, los cuales son cocidos y mojados en sal: <strong>de</strong>spués hacen<br />

varios guisos <strong>de</strong> maíz y <strong>de</strong>l trigo, y generalmente lo condimentan todo con ají y picantes” 82 .<br />

Poeppig dice que “en el límite con la llanura <strong>de</strong> Los Ángeles, en <strong>Tucapel</strong> y en los<br />

valles <strong>de</strong> Antuco y Villucura, la fertilidad aumenta <strong>de</strong> tal forma, que se cosecha hasta<br />

cincuenta veces lo sembrado. En terrenos boscosos recientemente <strong>de</strong>scampados, el<br />

rendimiento <strong>de</strong> trigo sube a ochenta veces lo sembrado y en ocasiones es necesario sembrar<br />

primero fréjoles, a fin <strong>de</strong> agotar un poco el suelo” 83 .<br />

El naturalista alemán habla <strong>de</strong> selvas y <strong>de</strong>scribe las especies arbóreas <strong>de</strong> la zona con<br />

minuciosa prolijidad, asombrándose <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> las ma<strong>de</strong>ras que nada tienen que<br />

enviarles a las europeas. La ma<strong>de</strong>ra y la leña son dos recursos naturales <strong>de</strong> extraordinaria<br />

importancia en esta zona, su extensiva explotación a través <strong>de</strong>l uso directo o través <strong>de</strong>l<br />

fuego que abraza cientos <strong>de</strong> hectáreas <strong>de</strong> árboles y arbustos, es una práctica muy usada para<br />

ganar terrenos para el uso agrícola. Los efectos no se vislumbraban en aquella época.<br />

El comercio<br />

Se pue<strong>de</strong> aseverar con certeza que las características económicas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> lo<br />

convierten en una zona <strong>de</strong> transición <strong>de</strong>l intercambio entre el valle y la montaña,<br />

especialmente a través <strong>de</strong>l comercio con los pehuenches. La presencia <strong>de</strong> un platero en el<br />

82 Bauzá…, op. cit. p 180.<br />

83 Poeppig, Edgard…, op. cit. p 384.<br />

61


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

residiendo en el interior <strong>de</strong>l fuerte en 1758 nos <strong>de</strong>muestra que las activida<strong>de</strong>s económicas<br />

están orientadas hacia la relación con esa etnia.<br />

Según Góngora, los soldados <strong>de</strong> los fuertes se convertían en comerciantes, cuando<br />

no se <strong>de</strong>dicaban al ocio o las diversiones. Algunos sacerdotes también aprovecharon la<br />

oportunidad que les daba el mundo <strong>de</strong> frontera y comerciaban diversas especies. En 1765,<br />

por ejemplo, el cura <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, Francisco Saenz es acusado y suspendido <strong>de</strong> su ministerio,<br />

como se verá, porque entre otros hechos se le acusa tratos y contratos que ha tenido con<br />

españoles como con “los indios <strong>de</strong> la tierra a<strong>de</strong>ntro” 84 , refiriéndose indudablemente a la<br />

etnia pehuenche.<br />

Pero el hecho más relevante para la plaza en cuanto a comercio fronterizo es la<br />

<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong> establecer este punto como único centro <strong>de</strong> comercio con los<br />

pehuenches, con especial encargo <strong>de</strong> usar el paso <strong>de</strong> Antuco para salir y entrar hacia el lado<br />

oriental. Según Villalobos las autorida<strong>de</strong>s “procuraron poner or<strong>de</strong>n al tráfico para evitar<br />

<strong>de</strong>predaciones e impedir la venta <strong>de</strong> hierro y alcohol a los cordilleranos. Con este propósito<br />

se prohibió el uso <strong>de</strong> los pasos situados al norte <strong>de</strong>l río Ñuble y se dispuso el movimiento a<br />

través <strong>de</strong> la ruta <strong>de</strong> Antuco, para realizar el intercambio junto al fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>”. Esta<br />

medida, por la fuerza <strong>de</strong> los hechos, duró poco tiempo, pero en la práctica el comercio se<br />

manejaba mejor por los pasos cordilleranos <strong>de</strong>l sur, principalmente por Antuco, ya que las<br />

autorida<strong>de</strong>s y los fuertes eran garantía <strong>de</strong> seguridad para merca<strong>de</strong>res e indígenas, no<br />

obstante aquellos que se a<strong>de</strong>ntraban al interior <strong>de</strong> la Araucanía o las cordilleras.<br />

El comercio con los pehuenches estaba consolidado y reglamentado, sobre todo a<br />

partir <strong>de</strong>l Parlamento <strong>de</strong> Negrete <strong>de</strong> 1793 en que se comprometen al suministro constante<br />

<strong>de</strong> sal. Ambrosio O’Higgins convocó en forma especial a los caciques pehuenches para<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l Parlamento, <strong>de</strong> manera que el 9 <strong>de</strong> marzo se reunió ellos en Los Ángeles<br />

acordando que en años veni<strong>de</strong>ros una o dos expediciones a las Salinas <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong> la<br />

cordillera. 85<br />

84 Sala…, op. cit. p 115.<br />

85 BN SM Ms 864.<br />

62


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Villalobos dice que <strong>de</strong> acuerdo a un registro <strong>de</strong> 1795 la mayor parte <strong>de</strong>l comercio<br />

“era realizado por los pehuenches, que totalizaron 364 individuos, en tanto que los hispano<br />

chilenos y sus mozos sumaron 30. Mientras los nativos movilizaron 839 bestias, los<br />

cristianos condujeron 112. Estos eran caballos y mulas, usados para el transporte”. Luego<br />

agrega el historiador que el “principal producto adquirido por los pehuenches era el trigo,<br />

con 649 cargas, esto es, 74.635 kg. Dado que la carga correspondía a aproximadamente 10<br />

arrobas. En cambio la cantidad <strong>de</strong> vino es insignificante, llegando a 18 cargas, pero <strong>de</strong>be<br />

enten<strong>de</strong>rse que estando prohibida la venta a los aborígenes la cantidad real <strong>de</strong>bió ser mucho<br />

mayor. La sal llegó a un total <strong>de</strong> 807 cargas o 92.921 kg. La cantidad <strong>de</strong> caballos vendidos<br />

por los pehuenches fue <strong>de</strong> 921 cabezas y la <strong>de</strong> mantas, 65. Se ve que estas eran un rubro<br />

menor, aunque es posible que muchas fuesen pasadas en forma clan<strong>de</strong>stina” 86 .<br />

En este ambiente <strong>de</strong> intercambio comercial realizado fundamentalmente durante los<br />

meses <strong>de</strong> verano, los vecinos <strong>de</strong> los fuertes y en especial en <strong>Tucapel</strong>, se especializan en<br />

ciertos rubros que le son <strong>de</strong>l todo rentables, tomando en cuenta que es una zona <strong>de</strong><br />

transición y fuertemente regulada, en lo formal, pero don<strong>de</strong> las normas propias <strong>de</strong> la<br />

frontera terminan por imponerse. De esta manera se van formando hombres peritos en<br />

trasmontar la cordillera, hablar mapudungun y resistir con entereza e inteligencia los<br />

rigores <strong>de</strong> un ambiente a veces hostil y peligroso.<br />

Góngora dice que anualmente los pehuenches ingresan, principalmente por Antuco,<br />

trayendo ponchos, brea, plumas <strong>de</strong> avestruz y sobre todo sal <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Cuyo. “Eran<br />

recibidos –dice el historiador- y agasajados por los hacendados cordilleranos quienes<br />

solicitaban luego el oficio <strong>de</strong> los Capitanes <strong>de</strong> Amigos. Ello les permitía enseguida<br />

internarse en los potreros, utilizarlos para sus animales…, a<strong>de</strong>más, comerciar por su cuenta<br />

o permitir el paso <strong>de</strong> grupos malévolos, forajidos, vagabundos, perfidios, facinerosos, que<br />

se dirigían a la otra banda a comprar la sal, a cambio <strong>de</strong> trigo, <strong>de</strong> caballos robados en Chile,<br />

y sobre todo vino…, formaban una corriente humana, muy <strong>de</strong>lgada sin duda, pero tenaz,<br />

86 Villalobos, Sergio. Vida Fronteriza. El Mito <strong>de</strong> la Guerra <strong>de</strong> Arauco. Editorial Andrés Bello. Santiago,<br />

1995, p. 117.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que se dirige hacia la sal, animales y <strong>de</strong>más botines que les atraían, en la parte poblada por<br />

los pehuenches. Muchas veces se quedaban en la otra banda durante el invierno o<br />

<strong>de</strong>finitivamente, instalándose en sus tol<strong>de</strong>rías, y capitaneando sus partidas <strong>de</strong> <strong>de</strong>predación<br />

contra otros grupos indígenas o en procura <strong>de</strong>l ganado…” 87 .<br />

Por lo tanto, no es difícil imaginar que sean los tucapelinos expertos montañeses,<br />

conocedores <strong>de</strong> cada palmo <strong>de</strong> su geografía, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> diestros comerciantes que se<br />

internaban allen<strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s o en el mismo <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, don<strong>de</strong> esperaban la llegada<br />

<strong>de</strong> las recuas para trocar en los conchabos.<br />

Justo Molina, Viajero y Aventurero.<br />

La necesidad <strong>de</strong> abrir una ruta más expedita hacia Buenos Aires y sus llanuras por<br />

los pasos cordilleranos al sur <strong>de</strong> Santiago, el gobernador Luis Muñoz <strong>de</strong> Guzmán estimuló<br />

las expediciones ultra cordillera. Ambrosio O’Higgins, Juan <strong>de</strong> Ojeda y Juan Martínez <strong>de</strong><br />

Rozas estimularon a la autoridad para buscar ese camino. Este último <strong>de</strong>cía en 1803 que los<br />

“tránsitos i pasajes por diferentes puntos <strong>de</strong> la cordillera a la otra banda oriental son mui<br />

conocidos a muchos que los frecuentan en sus comercios con los pehuenches; i sobre ellos<br />

se pue<strong>de</strong>n adquirir i se darán noticias individuales; pero nada se sabe <strong>de</strong> los llanos i pampas<br />

habitados por los huilliches; i este es el principal punto <strong>de</strong> la dificultad <strong>de</strong> que se pue<strong>de</strong> salir<br />

por un solo medio i a poca costa” 88 . Des esta manera, se propone el envío <strong>de</strong> dos<br />

comisiones exploradoras, una a cargo <strong>de</strong>l capitán José Barros, por los pasos cordilleranos<br />

<strong>de</strong> Linares, y otra a cargo <strong>de</strong>l vecino <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo Justo Molina, quien atravesaría<br />

Los An<strong>de</strong>s por el paso <strong>de</strong> Alico.<br />

Martínez <strong>de</strong> Rozas proponía a estos hombres porque eran prácticos en viajes y<br />

conocedores <strong>de</strong> los secretos <strong>de</strong> la cordillera. El gobernador aceptó este proyecto y asignó<br />

200 pesos a cada uno más la promesa <strong>de</strong> recompensas que fueran <strong>de</strong> su agrado. Más tar<strong>de</strong><br />

87 Góngora, Mario…, op. cit., p<br />

88 Barros Arana, Diego. Historia Jeneral <strong>de</strong> Chile. Rafael Jover, Editor. Santiago, 1886. Tomo VII, cap.<br />

XXIII, p 257.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

se agregó otra expedición que entraría por la cordillera <strong>de</strong> Talca a cargo <strong>de</strong>l capitán <strong>de</strong><br />

milicias José Zamudio.<br />

De las tres expediciones la más célebre es la <strong>de</strong>l tucapelino Justo Molina ya que a<br />

diferencia <strong>de</strong> las otras dos, logró sus objetivos con creces experimentando gran<strong>de</strong>s<br />

sacrificios y penalida<strong>de</strong>s. Molina salió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> junto a uno <strong>de</strong> sus hijos hacia Chillán,<br />

punto oficial <strong>de</strong> partida, partiendo hacia Alico el 14 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1804. El historiador Diego<br />

Barros Arana nos cuenta con notable elocuencia que “don Justo Molina, que tardó algo más<br />

en volver a Chile, había hecho un reconocimiento importante”. Luego agrega que al otro<br />

lado <strong>de</strong> la cordillera se reunió con uno <strong>de</strong> sus compañeros, el capitán Leandro Jara, “a quien<br />

había <strong>de</strong>spachado antes por el boquete <strong>de</strong> Antuco… Proponíase seguir su viaje en vía recta<br />

a Buenos Aires, pero atajado en su marcha por el río Atuel, que no ofrecía paso posible,<br />

hizo volver a Chile al capitán Jara, a dar noticias <strong>de</strong> la expedición, i él se dirigió a<br />

Mendoza. Venciendo dificulta<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>rables, ganándose la voluntad <strong>de</strong> los indios<br />

comarcanos, soportando todo género <strong>de</strong> privaciones en la estación <strong>de</strong> los fríos, i una<br />

enfermedad que lo tuvo postrado dos meses enteros, Molina <strong>de</strong>splegó una gran fuerza <strong>de</strong><br />

voluntad, llegó a Mendoza el 5 <strong>de</strong> agosto; i habiéndose procurado allí algunos recursos,<br />

seguía el 21 <strong>de</strong> septiembre su viaje a Buenos Aires, por el camino real, pero acercándose a<br />

los territorios <strong>de</strong>l sur que poblaban los indios pehuenches, i entrando en tratos con ellos<br />

para adquirir noticias geográficas. Estas diligencias lo retardaron <strong>de</strong> tal suerte que solo el 3<br />

<strong>de</strong> enero llega a Buenos Aires, acompañado sólo <strong>de</strong> algunos indios que podían servirle <strong>de</strong><br />

guías para la vuelta”.<br />

Barros Arana dice que la parte más notable <strong>de</strong>l viaje <strong>de</strong> Molina es el regreso a Chile.<br />

Después <strong>de</strong> recibir auxilios <strong>de</strong>l virrey Sobremonte, se puso en marcha el 25 <strong>de</strong> febrero,<br />

“atravesó en vía recta toda la pampa –prosigue el historiador- con rumbo sur oeste, por en<br />

medio <strong>de</strong> las tribus <strong>de</strong> indios nóma<strong>de</strong>s e inquietos, a quienes indujo, sin embargo, a<br />

recibirlo como amigo i a prestarle ayuda para continuar el viaje; i a fines <strong>de</strong> abril llegaba a<br />

las faldas orientales <strong>de</strong> la cordillera. Por fin penetraba en Chile por el boquete <strong>de</strong> Antuco,<br />

65


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que en esos días comenzaba a cubrirse con la nieve <strong>de</strong>l invierno, i llegaba al fuerte <strong>de</strong> ese<br />

nombre el 23 <strong>de</strong> mayo” 89 .<br />

Molina luego prosigue camino a <strong>Tucapel</strong> a ver a los suyos para enseguida dar<br />

cuenta <strong>de</strong> su cometido a las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Concepción y éstas al po<strong>de</strong>r central. De la<br />

proeza <strong>de</strong> Molina ha <strong>de</strong> nacer la inquietud en el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> aquella ciudad, don Luis <strong>de</strong> la<br />

Cruz, por efectuar un viaje hacia Buenos Aires por el boquete <strong>de</strong> Antuco, lo que propone al<br />

cabildo el 27 <strong>de</strong> junio. Por esos días, Martínez <strong>de</strong> Rozas se <strong>de</strong>sempeñaba acci<strong>de</strong>ntalmente<br />

como Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción e informa al gobernador Luis Muñoz <strong>de</strong> Guzmán que el<br />

“comisionado don Justo Molina ha vuelto <strong>de</strong> su expedición, i ha presentado el diario que<br />

con el expediente paso a manos <strong>de</strong> V.E. 90 ” y que existe otra persona que <strong>de</strong>sea realizar el<br />

esfuerzo <strong>de</strong> encontrar una ruta Buenos Aires.<br />

Finalmente, el 27 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1806 sale <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Los Ángeles la expedición <strong>de</strong> Luis<br />

<strong>de</strong> la Cruz y comitiva rumbo a la cordillera. Entre otros le acompañaba, como práctico<br />

Justo Molina, quien en menos <strong>de</strong> un año volvía a montar un caballo para trasmontar el<br />

macizo andino rumbo a Buenos Aires. Después <strong>de</strong> tratativas amistosas con los pehuenches<br />

y un largo viaje llegan a las cercanías <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong>l Virreinato <strong>de</strong>l Plata, don<strong>de</strong> se enteran<br />

que los ingleses habían tomado la ciudad el mismo día en que <strong>de</strong> la Cruz proponía al<br />

cabildo <strong>de</strong> Concepción realizar el viaje <strong>de</strong> exploración. La comitiva logra llegar a Santiago<br />

en mayo <strong>de</strong> 1807. Es <strong>de</strong>cir, Justo Molina realizó dos expediciones que abracaron miles <strong>de</strong><br />

kilómetros y que <strong>de</strong>moraron entre ambas dos años y tres meses.<br />

El diario <strong>de</strong> viaje <strong>de</strong> Molina y luego el <strong>de</strong> Luis <strong>de</strong> la Cruz han <strong>de</strong> servir a las<br />

autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la época, científicos, exploradores e historiadores. Pero para los efectos <strong>de</strong><br />

nuestro trabajo, la figura <strong>de</strong> este hombre singular refleja un tipo <strong>de</strong> vida que difícilmente<br />

pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse con la visión tradicional <strong>de</strong> enfrentamiento constante entre indígenas e<br />

hispano criollos. <strong>Tucapel</strong> y su gente estaba preparada para sobrevivir en un ambiente <strong>de</strong><br />

frontera que, por cierto, no presentaba condiciones <strong>de</strong>l todo favorables. Había que luchar<br />

89 Barros Arana…, op. cit. pp 257-260<br />

90 El diario con pormenores <strong>de</strong>l increíble viaje <strong>de</strong> Justo Molina se encuentra en AN CG, vol. 25, fs 93-143.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

contra las adversida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la naturaleza, cruzando ríos y cordilleras, enfrentando las<br />

hostilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> algunos indígenas en caso <strong>de</strong> sublevación, bandoleros y cuatreros; capear<br />

las rigurosida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l calor, frío, lluvia y nieve. Todo esto con el fin <strong>de</strong> sobrevivir y<br />

conquistar un territorio único y <strong>de</strong> una belleza escénica que sólo quienes viven en la zona<br />

pue<strong>de</strong>n disfrutar y enten<strong>de</strong>r. Justo Molina, y posteriormente <strong>de</strong> la Cruz, no podrían haber<br />

realizado con éxito este viaje por tan vastos territorios si no hubiesen sabido relacionarse<br />

con las etnias que habitaban estos confines.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo IV<br />

La In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y la Guerra Muerte: La Destrucción <strong>de</strong><br />

El Declinar <strong>de</strong> los Fuertes<br />

<strong>Tucapel</strong>.<br />

“Aquellos centros <strong>de</strong> población…, salían, pues,<br />

unos en pos <strong>de</strong> otros, los padres, lo hijos, los<br />

hermanos, a combatir por el rey, contra el<br />

insurgente, contra el hermano, contra el chileno”.<br />

Benjamín Vicuña Mackenna, “La Guerra a Muerte”<br />

A fines <strong>de</strong>l siglo XVIII ya existe evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la inutilidad <strong>de</strong> los fuertes como<br />

elementos disuasivos ante eventuales ataques indígenas que, a esas alturas ya eran muy<br />

improbables. Según Guarda en 1810 Juan Mackenna en su Plan <strong>de</strong> Defensa <strong>de</strong>l reino se<br />

refería a los fuertes <strong>de</strong> la frontera diciendo que se les “han con<strong>de</strong>corado con el nombre <strong>de</strong><br />

Plazas”, que se están <strong>de</strong>smoronando y que su arreglo importa fuertes inversiones que el<br />

erario no es capaz <strong>de</strong> soportar.<br />

El fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> seguía cumpliendo las funciones que hemos visto más arriba,<br />

pero también sufría los rigores <strong>de</strong>l tiempo, el clima y la falta <strong>de</strong> inversiones para su<br />

mantenimiento. Al llegar el siglo XIX los acontecimientos se precipitan inesperadamente al<br />

punto que la monotonía <strong>de</strong> una vida en la que no existían mayores cuestionamientos sobre<br />

el estado <strong>de</strong> cosas <strong>de</strong>l Reino, se ve golpeada por hechos que cambiarán el curso <strong>de</strong> la<br />

historia y en los que los habitantes <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Chile, especialmente los <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, han <strong>de</strong><br />

sufrir con inusitada fuerza.<br />

En la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XVIII, José Perfecto <strong>de</strong> Salas observaba el estado<br />

<strong>de</strong>plorable en que se encontraban los fuertes y la falta <strong>de</strong> disciplina <strong>de</strong> los soldados,<br />

concluyendo que el ejército <strong>de</strong> la frontera prácticamente no existía o era <strong>de</strong> poca utilidad y<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

consumía ociosamente 100.000 pesos anuales, <strong>de</strong>stacando que los verda<strong>de</strong>ros soldados son<br />

los milicianos.<br />

Si bien los fuertes <strong>de</strong> la frontera están en <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia a principios <strong>de</strong>l siglo XIX, los<br />

acontecimientos <strong>de</strong> la revolución <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y posteriormente el período conocido<br />

como Guerra a Muerte, le dan una importancia inusitada.<br />

Juramento a la Primera Junta Nacional <strong>de</strong> Gobierno en <strong>Tucapel</strong>.<br />

Una vez instalada en Santiago la primera Junta Nacional <strong>de</strong> Gobierno, los<br />

<strong>de</strong>stacamentos militares y funcionarios administrativos <strong>de</strong> todo el país <strong>de</strong>bieron cumplir<br />

con el juramento <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad, tal como se estilaba cuando asumían los reyes. Una vez<br />

llegada la or<strong>de</strong>n los fuertes <strong>de</strong> la frontera cumplieron uno a uno con la diligencia <strong>de</strong> estilo.<br />

Así, Los Ángeles lo efectuó el día 9 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1810 y más tar<strong>de</strong> lo hicieron San Carlos<br />

<strong>de</strong> Purén, Antuco, Nacimiento, Santa Bárbara y las tropas acantonadas en el fuerte <strong>de</strong> San<br />

diego <strong>de</strong> Alcalá <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Así consta <strong>de</strong>l oficio enviado al gobierno por el alférez <strong>de</strong>l<br />

Regimiento <strong>de</strong> Dragones <strong>de</strong> guarnición y “comandante político y militar <strong>de</strong> esta Plaza <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>”, don Rafael Anguita,. El texto dice que el 22 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1810, “en atención<br />

a lo prevenido y mandado por el gobernador interino y comandante <strong>de</strong> la frontera don<br />

Pedro José Benavente.., hice poner la tropa <strong>de</strong> guarnición <strong>de</strong> esta plaza sobre las armas y<br />

con la solemnidad correspondiente tuve el honor <strong>de</strong> recibir el respectivo juramento <strong>de</strong><br />

obediencia y sumisión que <strong>de</strong>be a la Excelentísima Junta Provisional Gubernativa <strong>de</strong>l Reino<br />

instalada en la capital <strong>de</strong>l Reino el 18 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> este año y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle<br />

jurado y proclamado con incesante alegría, todo en los términos prevenidos mandé<br />

inmediatamente a voz <strong>de</strong> pregonero en los lugares acostumbrados <strong>de</strong> esta Plaza, con la<br />

escolta necesaria, se publicaran por bando los artículos que la Excelentísima Junta manda<br />

publicar”.<br />

Por lo que acabamos <strong>de</strong> ver, los tucapelinos tuvieron las primeras noticias oficiales<br />

<strong>de</strong> la instalación <strong>de</strong> la Primera Junta <strong>de</strong> Gobierno aquel 22 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1810. No<br />

sabemos si se realizaron disparos <strong>de</strong> salva con los cañones o fusiles como se estilaba<br />

69


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

entonces, ya que en otros fuertes sí se hizo; tampoco si hubo acto religioso posterior; pero<br />

al menos tenemos claro que se realizaron actos <strong>de</strong> publicidad necesarios que no pue<strong>de</strong>n<br />

haber <strong>de</strong>jado indiferentes a los habitantes <strong>de</strong> las riberas <strong>de</strong>l río Laja y los fal<strong>de</strong>os<br />

cordilleranos.<br />

Este hecho notable a los ojos <strong>de</strong> hoy, tal vez no significó nada importante en las<br />

vidas <strong>de</strong> aquellos antepasados. La mayoría no podía vislumbrar que a partir <strong>de</strong> ese<br />

momento comenzaba una nueva etapa en la historia nacional, que los habitantes <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong><br />

Chile han <strong>de</strong> sufrir con toda intensidad y dramatismo. Era, en fin, el preámbulo <strong>de</strong> luchas<br />

intestinas, <strong>de</strong>vastación, bandolerismo, hambruna y muerte; tan sólo al cabo <strong>de</strong> varios años y<br />

cuando la sangría profusa <strong>de</strong> guerras y guerrillas interminables ha mermado la vida <strong>de</strong><br />

muchos, se comienza a saborear la libertad y el progreso.<br />

Aumento <strong>de</strong> Población<br />

La paz y tranquilidad observada en la frontera, el fluido comercio y la producción<br />

hicieron que <strong>Tucapel</strong> y su zona <strong>de</strong> influencia tuviera un explosivo crecimiento ya que en<br />

poco más <strong>de</strong> 30 años pasa <strong>de</strong> una población total <strong>de</strong> 817 personas a 2.153 91 . Por eso es que<br />

la organización <strong>de</strong> nuevas milicias or<strong>de</strong>nadas por el gobierno <strong>de</strong> 1810 en <strong>Tucapel</strong> arroja<br />

como resultado la creación <strong>de</strong> 4 compañías <strong>de</strong> caballería y 3 compañías <strong>de</strong> infantería.<br />

Serán estas fuerzas las que se pongan en juego para la formación <strong>de</strong> los regimientos<br />

<strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> Rere y posteriormente <strong>de</strong> los primeros ejércitos <strong>de</strong> la República que harán las<br />

campañas <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Cuando la expedición <strong>de</strong>l brigadier español<br />

Antonio Pareja <strong>de</strong>sembarca en la bahía <strong>de</strong> San Vicente, comienza en Chile un periodo <strong>de</strong><br />

luchas en las que las fuerzas milicianas y <strong>de</strong>l ejército regular <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> no permanecerán<br />

inactivas. Las primeras escaramuzas entre patriotas y realistas en los campos <strong>de</strong> batalla en<br />

1813, irán cobrando un alto precio por el abandono <strong>de</strong> las faenas agrícolas y la falta <strong>de</strong><br />

brazos en las activida<strong>de</strong>s productivas. Un ejemplo <strong>de</strong> esto es el infructuoso sitio <strong>de</strong> Chillán,<br />

91 Censo <strong>de</strong> <strong>de</strong> 1813.<br />

70


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

ya que se <strong>de</strong>splegaron fuerzas consi<strong>de</strong>rables sin cumplir el objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrotar a los<br />

realistas.<br />

El resto <strong>de</strong> la historia es conocido y no es propósito repetirlo aquí. Lo importante es<br />

que durante este periodo los tucapelinos se verán en la obligación <strong>de</strong> plegarse a uno <strong>de</strong> los<br />

bandos en disputa y obviamente que aquellos regimientos formados con las compañías <strong>de</strong>l<br />

Partido <strong>de</strong> Rere, entre los que están las <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, han <strong>de</strong> marchar al norte siguiente el<br />

curso <strong>de</strong> la guerra. No sabemos cuantos y quienes <strong>de</strong>stacaron en estas campañas, ni quienes<br />

<strong>de</strong>bieron emigrar a Mendoza luego <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> Rancagua. Lo que sí sabemos es que<br />

muchos tucapelinos entregaron su vida en estas luchas.<br />

El Plan <strong>de</strong> O’Higgins<br />

Bernardo O’Higgins se hizo cargo <strong>de</strong> la hacienda Las Canteras, ubicada frente a<br />

<strong>Tucapel</strong>, río <strong>de</strong> por medio, en 1804 <strong>de</strong> manera que los acontecimientos que se suscitan a<br />

partir <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1810 lo sorpren<strong>de</strong>n allí. Como sabemos, fue elegido diputado<br />

al Congreso <strong>de</strong> 1811 por el Partido <strong>de</strong> la Laja. No sabemos cuan estrecha pudo ser la<br />

relación <strong>de</strong>l Padre <strong>de</strong> la Patria con los tucapelinos, pero es evi<strong>de</strong>nte que en sus continuos<br />

viajes <strong>de</strong> ida y vuelta a Chillán o Concepción, pasara por el vado <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. A<strong>de</strong>más, es<br />

<strong>de</strong> sobra sabido el inmenso influjo que ejercía su figura entre los habitantes <strong>de</strong>l sur.<br />

Cuando en 1816 los patriotas chilenos se preparaban en Mendoza para trasmontar la<br />

cordillera y expulsar a los españoles, O’Higgins eleva a la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l general José<br />

<strong>de</strong> San Martín un plan <strong>de</strong> invasión por el sur. La i<strong>de</strong>a era entrar por el paso <strong>de</strong> Antuco y<br />

tomar los fuertes <strong>de</strong> la frontera <strong>de</strong>l Bío-Bío, avanzar a Concepción y <strong>de</strong> allí a Santiago para<br />

batirse con el ejército español <strong>de</strong>l norte. En la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l plan dice que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

tomar el fuerte <strong>de</strong> Antuco, un <strong>de</strong>stacamento atravesaría el río Laja hasta llegar a <strong>Tucapel</strong>,<br />

don<strong>de</strong> la dotación <strong>de</strong>l fuerte y los tucapelinos se plegarían al ejército libertador 92 . El<br />

proyecto no prosperó, pero San Martín lo hizo divulgar para confundir a las fuerzas<br />

españolas.<br />

92 Archivo Nacional. Archivo <strong>de</strong>l Libertador Bernardo O‟Higgins, Tomo I.<br />

71


La Guerra a Muerte<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Después <strong>de</strong> la batalla <strong>de</strong> Maipú el 5 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1818 la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Chile<br />

estaba prácticamente asegurada, no así la estabilidad y la paz porque la guerra se trasladó a<br />

la frontera <strong>de</strong>l Bío-Bío, Valdivia y finalmente Chiloé, don<strong>de</strong> persistió por varios años más<br />

con sus perniciosas y sangrientas consecuencias. El enfrentamiento es, en general, <strong>de</strong><br />

ejércitos irregulares; milicias, montoneras o partidas indígenas que hicieron la guerra y el<br />

latrocinio al mismo, <strong>de</strong>jando toda una vasta región en ruinas. La lucha fue <strong>de</strong>spiadada y<br />

estéril; los beligerantes son en su mayoría chilenos que luchan por cualquiera <strong>de</strong> los<br />

bandos. Esta guerra <strong>de</strong> post guerra <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia duró con fuerza entre 1818 y 1823,<br />

con la muerte <strong>de</strong> Vicente Benavi<strong>de</strong>s, la rendición <strong>de</strong> los renegados <strong>de</strong> Quilapalo y el<br />

asesinato <strong>de</strong>l guerrillero José Manuel Pico en Mulchén. El bandolerismo es un fenómeno<br />

que se extien<strong>de</strong> durante todo el siglo XIX, pero en este periodo marca un hito el año 1832,<br />

con la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> los hermanos Pincheira a manos <strong>de</strong>l general Bulnes a orillas <strong>de</strong> la laguna<br />

Epulauquén, en la otra banda <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s. En todo este tiempo <strong>Tucapel</strong> El<br />

Nuevo sufrirá mucho más que en todo el anterior, en el que se alzó como plaza <strong>de</strong> la alta<br />

frontera<br />

Las guerrillas capitaneadas por caudillos como el legendario Vicente <strong>de</strong> Benavi<strong>de</strong>s<br />

asolaron el sur, los fuertes fueron objeto <strong>de</strong> presa <strong>de</strong>l bando realista que se internaba en la<br />

Araucanía don<strong>de</strong> los mapuches se habían aliado a la causa <strong>de</strong>l rey. La villa <strong>de</strong> Los Ángeles<br />

fue arrasada en septiembre <strong>de</strong> 1820, quemada hasta sus cimientos no volvió a levantarse<br />

sino en 1828. Santa Bárbara, Nacimiento, San Carlos <strong>de</strong> Purén y <strong>de</strong>más fuertes <strong>de</strong> la baja<br />

frontera sufrieron los rigores <strong>de</strong> una guerra sin cuartel. La fuerza coercitiva <strong>de</strong>l Estado no<br />

era capaz <strong>de</strong> resolver los graves problemas que esto acarreaba. Todavía más, las disputas<br />

políticas y la anarquía que se apo<strong>de</strong>raba <strong>de</strong> Santiago impedía concentrar esfuerzos en las<br />

<strong>de</strong>vastadas comarcas <strong>de</strong>l sur. La Expedición Libertadora <strong>de</strong>l Perú, a cuyo éxito consagraron<br />

sus esfuerzos los próceres hizo aun más difícil el panorama.<br />

72


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo también fue presa <strong>de</strong>l arrollador tránsito <strong>de</strong> los bandos en esta<br />

llamada guerra a muerte 93 . No es objetivo <strong>de</strong> este trabajo relatar con pormenores aquella<br />

etapa <strong>de</strong> nuestra historia, pero para los efectos <strong>de</strong> que entendamos cuál fue el papel y los<br />

efectos <strong>de</strong> esta guerra <strong>de</strong> guerrillas en el confín <strong>de</strong>l Partido <strong>de</strong> Rere, es preciso ir relatando<br />

en parte los hechos <strong>de</strong> la vida nacional.<br />

La Montaña, Refugio <strong>de</strong> Guerrilleros.<br />

Los contemporáneos llamaban “la montaña” al territorio <strong>de</strong> precordillera y macizo<br />

andino que se extendía entre los ríos Maule y Bío-Bío, caracterizado por la espesura <strong>de</strong> los<br />

bosques, sus <strong>de</strong>sfila<strong>de</strong>ros y quebradas. Aquí se encontraban los principales pasos <strong>de</strong> los<br />

pehuenches, siendo los más importantes los <strong>de</strong> Alico y Antuco. Benjamín Vicuña<br />

Mackenna resalta el rol que le cabe a <strong>Tucapel</strong> en este territorio cuando dice que al<br />

“<strong>de</strong>sembocar el camino que atraviesa por Antuco sobre el valle central, encuéntrase el<br />

antiquísimo fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> el nuevo …, que iba a tener importancia capital en estas<br />

campañas <strong>de</strong> asaltos y emboscadas, porque su reducto era como el vértice <strong>de</strong>l gran ángulo<br />

estratégico cuyos costados eran la montaña y el Bío-Bío; por manera que bajo un punto <strong>de</strong><br />

vista militar daba la mano a uno y otro <strong>de</strong> aquellos gran<strong>de</strong>s baluartes <strong>de</strong> los enemigos <strong>de</strong><br />

Chile. Cuando éstos intentaban, en efecto, agredir las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los llanos por la ceja <strong>de</strong><br />

la Montaña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus guaridas <strong>de</strong> ultra Bío-Bío, tenían forzosamente que pasar <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />

sus muros; mientras que en sus retiradas les era igualmente preciso aquel itinerario, único<br />

por el que podían pasar ilesos para volver a rehacerse y ejecutar nuevas incursiones” 94 .<br />

Vicuña Mackenna hace largos comentarios sobre los puntos estratégicos <strong>de</strong>l<br />

territorio, los caminos y los grupos que habitan estas tierras, entre los que <strong>de</strong>staca a los<br />

pehuenches cordilleranos. Más allá <strong>de</strong> las disquisiciones literarias, lo cierto es que<br />

efectivamente <strong>Tucapel</strong> representa un punto que conecta el valle y la montaña, y esta última<br />

93 El término ha sido acuñado por los historiadores <strong>de</strong>l siglo XIX, principalmente Benjamín Vicuña<br />

Mackenna, quien escribió una obra que <strong>de</strong>nomina “La Guerra a Muerte”, cuya primera edición es <strong>de</strong> 1868,<br />

en don<strong>de</strong> recoge los más importantes hechos <strong>de</strong> este periodo sobre la base <strong>de</strong> documentos <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong><br />

Guerra y <strong>de</strong> datos proporcionados por protagonistas que aun vivían en la época. Véase: Vicuña Mackenna,<br />

Benjamín. La Guerra a Muerte. Editorial Francisco <strong>de</strong> Aguirre, Buenos Aires, Santiago, 1972.<br />

94 Vicuña Mackenna, Benjamín…, op. cit. p 113.<br />

73


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

es el refugio predilecto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sertores, prófugos y, sobre todo, guerrilleros y bandidos. Las<br />

montoneras <strong>de</strong> éstos con los pehuenches, serán la extraña simbiosis con la que <strong>de</strong>berán<br />

luchar las fuerzas regulares <strong>de</strong> Chile para imponer el or<strong>de</strong>n.<br />

<strong>Tucapel</strong> a Merced <strong>de</strong> las Montoneras.<br />

Comenzaban las hostilida<strong>de</strong>s con extraordinaria cru<strong>de</strong>za a fines <strong>de</strong> 1818, señalando<br />

cada uno <strong>de</strong> los bandos no dar cuartel. “Todo soldado o sirviente <strong>de</strong>l enemigo que se halle<br />

disperso será fusilado” 95 , <strong>de</strong>cía un instructivo que las fuerzas patriotas entregaban a sus<br />

oficiales.<br />

En este contexto, durante los primeros días <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1819 un montonero llamado<br />

Pedro López y su hijo Nicolás, apoyado <strong>de</strong> sus guerrillas realistas, asaltaron el fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> asesinando a un capitán <strong>de</strong> amigos <strong>de</strong> las parcialida<strong>de</strong>s pehuenches y a su cuñado.<br />

Allí permanecieron enseñoreándose por los contornos durante dos meses y medio.<br />

Pedro Nolasco Victoriano, capitán a cargo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stacamento <strong>de</strong> Chillán, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

esperar pacientemente el momento a<strong>de</strong>cuado, sale <strong>de</strong> su cuartel con un <strong>de</strong>stacamento <strong>de</strong> 90<br />

soldados hacia <strong>Tucapel</strong> el 17 <strong>de</strong> septiembre, cayendo ese mismo día sobre el fuerte don<strong>de</strong><br />

pasaron a cuchillo a toda la guarnición. En ese momento no se encontraba el montonero<br />

Pedro López, quien había salido hacia Antuco para preparar parlas con los pehuenches,<br />

pero sí estaba Nicolás. Al <strong>de</strong>sguarnecer Chillán, los hermanos Pincheira, bandidos <strong>de</strong> triste<br />

fama en toda la montaña, cayeron sobre la ciudad saqueándola. Una seguidilla <strong>de</strong><br />

escaramuzas enfrentaron a los bandos. Mientras tanto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> se veían pasar a los<br />

llanos las lanzas pehuenches.<br />

El asedio <strong>de</strong> las guerrillas y montoneras <strong>de</strong> hispanos criollos, españoles e indígenas<br />

realistas, continuó por toda la frontera, especialmente en la Isla <strong>de</strong> la Laja, don<strong>de</strong> los<br />

pehuenches y mapuches <strong>de</strong>l llano amenazaban constantemente las poblaciones. El coronel<br />

Ramón Freire, jefe patriota <strong>de</strong>l sur, <strong>de</strong>ambulaba entre dudas por todo el territorio tratando<br />

95 AN MG vol 47.<br />

74


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong> racionalizar los escasos recursos con que contaba para enfrentar las embestidas <strong>de</strong>l<br />

enemigo. Ante la proximidad <strong>de</strong> las lluvias, or<strong>de</strong>nó al mariscal Andrés <strong>de</strong>l Alcázar 96 , oficial<br />

que había nacido en <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, quedarse en Los Ángeles; al comandante irlandés<br />

Carlos María O’Carroll y su compañía <strong>de</strong> dragones, le or<strong>de</strong>nó guarnecer el fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> y pasar allí el invierno. A<strong>de</strong>más tomaba las provi<strong>de</strong>ncias para la seguridad <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>más puntos <strong>de</strong> la región.<br />

O’Carrol cumplió su cometido moviéndose a través <strong>de</strong> la zona, siempre en<br />

coordinación con las <strong>de</strong>más fuerzas. Pero el 10 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1820 el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> sufrió<br />

un asalto por parte <strong>de</strong> los guerrilleros que ro<strong>de</strong>aron la caballada que pastaba en el potrero <strong>de</strong><br />

Trupán, arreándola hacia el interior <strong>de</strong> la montaña. El oficial irlandés or<strong>de</strong>na a 23 dragones<br />

a cargo Francisco Ibáñez para que salgan <strong>de</strong>l fuerte al galope; éstos lograron dar alcance a<br />

los ladrones, dando muerte a algunos <strong>de</strong> ellos que quedaron en el campo. Este era el<br />

comienzo <strong>de</strong> una nueva y sangrienta embestida realista que se exten<strong>de</strong>ría por toda la alta y<br />

baja frontera.<br />

La situación a esas alturas era <strong>de</strong>l todo lamentable para los habitantes <strong>de</strong> la montaña,<br />

expuestos a los avatares <strong>de</strong> la guerra sin cuartel, el pillaje y el hambre. El mismo O’Carroll<br />

escribe a Freire el 12 <strong>de</strong> abril diciendo que no tiene raciones para los soldados, más que<br />

unos cuantos puñados <strong>de</strong> trigo que durarían solo tres días. Uno <strong>de</strong> los dragones <strong>de</strong> la<br />

compañía <strong>de</strong>l comandante irlandés refiere que “en este fuerte pasamos muchas<br />

necesida<strong>de</strong>s. Tuvimos que comer carne <strong>de</strong> cuanto perro podíamos tomar y <strong>de</strong>spués, cuando<br />

podíamos salir fuera y pillábamos algunas yeguas, nos servían <strong>de</strong> alimento, y como todo<br />

este tiempo estábamos ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> enemigos y cortada la comunicación y que nos habían<br />

retirado todas las yeguas comenzamos a comernos caballos <strong>de</strong> los mismos nuestros,<br />

eligiendo siempre los más flacos” 97 .<br />

97 AN MG vol. 34.<br />

75


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Sitiados por un enemigo que se escon<strong>de</strong> en la montaña, cortadas las comunicaciones<br />

sobre los vados <strong>de</strong> los ríos don<strong>de</strong> pululaban guerrillas y pehuenches, los soldados <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> apenas subsistían. Estaban impagos en sus sueldos y los harapientos uniformes ya<br />

no resistían el rigor <strong>de</strong> la campaña; “se veían soldados con las fornituras a raíz <strong>de</strong> las carnes<br />

y mayoritariamente cuando <strong>de</strong>ntrabamos a la tierra <strong>de</strong> los araucanos, tuvieron muchos que<br />

vestirse con chiripá, al uso <strong>de</strong> los indios” 98 .<br />

Aquel invierno pasaron las tropas acantonadas en <strong>Tucapel</strong> sobreviviendo con los<br />

escasos víveres que las incursiones lograron reunir. Llegado el tiempo menos frío y lluvioso<br />

se reanudaron con fuerza las hostilida<strong>de</strong>s. En septiembre O’Carroll <strong>de</strong>be salir <strong>de</strong>l fuerte<br />

rumbo a Yumbel para reunirse con las fuerzas <strong>de</strong>l Benjamín Viel. Por esos días ocurren<br />

hechos <strong>de</strong>sgraciados para las armas patriotas como el <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> El Pangal, a orillas <strong>de</strong>l río<br />

Laja, don<strong>de</strong> el valiente O’Carrol cae muerto por las montoneras enemigas 99 . Posteriormente<br />

la villa <strong>de</strong> Los Ángeles es abandonada y luego <strong>de</strong>struida por los indígenas, mientras la<br />

caravana <strong>de</strong> tropas y familias salían rumbo a Concepción. Al momento <strong>de</strong> pasar por el vado<br />

<strong>de</strong> Trapellanca a fines <strong>de</strong> septiembre, son atacados por fuerzas inmensamente superiores po<br />

lo que el mariscal Andrés <strong>de</strong>l Alcazar, junto a otros oficiales, se rin<strong>de</strong> a cambio que sean<br />

respetadas las vidas <strong>de</strong> las familias angelinas. Luego, el viejo militar y sus camaradas son<br />

asesinados por las montoneras <strong>de</strong> Benavi<strong>de</strong>s y los indígenas que les secundaban, en la<br />

Misión <strong>de</strong> San Cristóbal, cerca <strong>de</strong> Yumbel (ver nota).<br />

Los realistas lograron así hacerse <strong>de</strong> puntos importantes <strong>de</strong>l territorio, <strong>de</strong>jando las<br />

villas, fuertes y haciendas a merced <strong>de</strong>l pillaje y la <strong>de</strong>strucción. <strong>Tucapel</strong> cayó en manos <strong>de</strong>l<br />

capitán <strong>de</strong> dragones <strong>de</strong>l rey Juan Bautista Espinoza, quien era secundado por guerrilleros.<br />

Mientras ocurrían interminables enfrentamientos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Yumbel se enviaron fuerzas<br />

patriotas a hostigar a los realistas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

98 I<strong>de</strong>m.<br />

99 Los historiadores tradicionales como Barros Arana o Encina <strong>de</strong>dican páginas en sus obras <strong>de</strong> historia<br />

general <strong>de</strong> Chile a este hecho <strong>de</strong>sgraciado para las armas patriotas, especialmente Benjamín Vicuña<br />

Mackenna en la citada obra la Guerra a Muerte. Lo mismo ocurre con el <strong>de</strong>sastre <strong>de</strong> Tarpellanca y <strong>de</strong>más<br />

hechos ocurridos en la Isla <strong>de</strong> la Laja o en el Partido <strong>de</strong> Rere, escenario que más nos interesa para los efectos<br />

<strong>de</strong> este trabajo. Por lo tanto que nos remitimos a las obras señaladas.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Un cabo <strong>de</strong> apellido Bustos se dirigió junto a un grupo <strong>de</strong> soldados, al fuerte que<br />

estaba en manos <strong>de</strong>l guerrillero Contreras; el 11 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1821 asaltaron la fortaleza,<br />

dieron muerte a catorce ocupantes y llevaron la cabeza <strong>de</strong> éste a Yumbel don<strong>de</strong> se exhibió<br />

en una pica en el cerro centinela. Espinoza había salvado por no encontrarse en el fuerte,<br />

pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto volvió a atrincherarse allí. El comandante Benjamín Viel, mandó<br />

cuarenta grana<strong>de</strong>ros a rescatar el fuerte nuevamente. Los patriotas se batieron con <strong>de</strong>nuedo<br />

y mataron a veinte <strong>de</strong> los guerrilleros en combate, fusilando siete.<br />

Poco tiempo <strong>de</strong>spués el famoso bandido Vicente Benavi<strong>de</strong>s, secundado por Antonio<br />

Pincheira pasan por <strong>Tucapel</strong> rumbo al valle en sus incursiones que esta vez, octubre <strong>de</strong><br />

1821, les cuestan serias <strong>de</strong>rrotas y pérdidas. De vuelta, Benavi<strong>de</strong>s y sus diezmadas<br />

montoneras vuelven a la montaña pasando nuevamente por el fuerte, pero por última vez,<br />

ya que bajando hacia el llano se dirige sigilosamente a la costa para intentar huir al Perú.<br />

Finalmente es fusilado en Santiago el 23 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1822.<br />

Pero quedaban otros realistas en la frontera y la ansiada paz y tranquilidad parecía<br />

no avisorarse. Toda la zona seguía <strong>de</strong>vastada, la Isla <strong>de</strong> la Laja a merced <strong>de</strong> las hordas <strong>de</strong><br />

bandidos sin control ni sujeción a otra autoridad que no fueran sus propios <strong>de</strong>signios. Un<br />

poco más al norte la situación no es mejor, Chillán, San Carlos, Parral, Quirihue y otros<br />

puntos sufren el rigor <strong>de</strong> una lucha a la que es difícil sustraerse; en tanto que en Concepción<br />

y sus alre<strong>de</strong>dores el hambre y la pobreza arrecian. Los habitantes son obligados a tomar las<br />

armas y sus propios recursos a favor <strong>de</strong>l bando que los enganche, so pena <strong>de</strong> ser asesinados.<br />

Por eso es que Joaquín Prieto escribía alarmado al Director O’Higgins el 1º <strong>de</strong> julio<br />

<strong>de</strong> 1821 diciendo que “los bandidos se rehacen sin per<strong>de</strong>r arbitrios, ellos tienen levantados<br />

a los indios, con lo que mantienen atemorizada a toda la provincia; han criado i armado<br />

buques piratas mayores y menores con los que saltean en las costas toda clase <strong>de</strong><br />

embarcaciones, sean <strong>de</strong> la nación que fueren; han extendido su relación con los<br />

montoneros, prisioneros y <strong>de</strong>más bandidos <strong>de</strong> la otra banda, i aguardan auxilios <strong>de</strong> ellos o a<br />

ellos mismos para continuar la guerra, como tengo avisado a V. E. antes <strong>de</strong> ahora.<br />

Conviene, pues, señor, cortar con tiempo el incremento que van tomando estos perversos,<br />

77


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

asegurándoles con buenas guarniciones los puntos principales que son Arauco, Yumbel y<br />

<strong>Tucapel</strong>, y manteniendo la fuerza necesaria i <strong>de</strong> respeto en Concepción” 100 . Con estas<br />

reflexiones <strong>de</strong>l comandante Prieto queda claro que, estando perdida la Isla <strong>de</strong> la Laja, los<br />

puntos más importantes <strong>de</strong> la alta frontera son Yumbel y <strong>Tucapel</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bían<br />

cuidarse los vados los ríos y luego realizar las incursiones al interior <strong>de</strong> la montaña y la<br />

Araucanía intentando recuperar el territorio.<br />

Freire, jefe militar <strong>de</strong>l sur, or<strong>de</strong>na al comandante chillanejo Clemente Lantaño<br />

hacerse cargo <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo quien llegó con 200 hombres a caballo. El<br />

impacto <strong>de</strong> este contingente en la zona se notó <strong>de</strong> inmediato en la precordillera. La<br />

caballada fue puesta a pastar en sus inmediaciones fuertemente custodiada por los dragones<br />

que, a su vez incursionaban en el territorio internándose por la cordillera, las inmediaciones<br />

<strong>de</strong> Santa Bárbara y la Araucanía, en coordinación con las fuerzas <strong>de</strong> Manuel Bulnes que se<br />

había atrincherado en Nacimiento.<br />

A Lantaño le correspondió negociar con los rebel<strong>de</strong>s realistas <strong>de</strong> Quilapalo<br />

consiguiendo que éstos <strong>de</strong>pusieran sus armas y se allanaran a salir <strong>de</strong> ese escondite que por<br />

años albergó familias leales al rey. En marzo <strong>de</strong> 1822 hizo trabajar veinte balsas,<br />

“comisionando algunos oficiales <strong>de</strong> los entregados para que activasen el paso <strong>de</strong> tantas<br />

familias, que <strong>de</strong>moraron cuatro días en repasar el río, auxiliándolas en lo que estuvo a mi<br />

alcance como también los hice custodiar a <strong>Tucapel</strong> con la compañía <strong>de</strong> infantería número 7<br />

que tengo a mi mando”. En otras palabras, estando Los Ángeles <strong>de</strong>struida, no había otro<br />

punto más cercano y más custodiado que <strong>Tucapel</strong> para que aquellas familias emprendieran<br />

el regreso a sus antiguas posesiones. Es fácil imaginar cuan fatigosa <strong>de</strong>be haber sido<br />

aquella marcha <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> va<strong>de</strong>ar los ríos Bío-Bío y Laja para llegar al primer <strong>de</strong>stino.<br />

Este comandante trató <strong>de</strong> aquietar temores <strong>de</strong> la población e influyendo en la zona<br />

para la auto<strong>de</strong>fensa. Por eso es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> envió al mayor argentino Urquiza a<br />

Antuco el 27 <strong>de</strong> mayo para que formase un escuadrón con el nombre <strong>de</strong> Voluntarios <strong>de</strong><br />

Antuco, cuyo comandante sería un vecino <strong>de</strong> esa villa llamado José Altamirano, quien le<br />

100 AN MG vol.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

dice “que todos eran unos cabrones falsos” 101 . El oficial trasandino or<strong>de</strong>nó arreglos al fuerte<br />

<strong>de</strong> Ballenar, ampliando su foso y estacada.<br />

El 9 <strong>de</strong> junio Lantaño dice “que hoy en día los antucanos han creado un orgullo<br />

militar” 102 , e informa también que ha puesto allí una fuerza <strong>de</strong> 16 soldados, 2 cabos y<br />

como comandante militar a Justo Barriga. Domingo Salvo se interna en la cordillera con<br />

fuerzas milicianas.<br />

Cultivó también la diplomacia con los indígenas, en quienes no confiaba y, al tenor<br />

<strong>de</strong> lo que se lee en sus cartas, <strong>de</strong>spreciaba. De ellos se enteraba <strong>de</strong> las fuerzas que tenían los<br />

Pincheira en las montañas, <strong>de</strong> su caballada, armamento e intenciones, como también <strong>de</strong><br />

algunas cautivas, uno <strong>de</strong> los más preciados tesoros <strong>de</strong> los montoneros e indígenas <strong>de</strong><br />

aquella febril época. Lantaño paralelamente hizo esfuerzos por conseguir la pacificación<br />

por la fuerza <strong>de</strong> los pehuenches, enviando al mayor Domingo Salvo, antiguo realista, a<br />

incursiones sobre Trapatrapa o el otro lado <strong>de</strong>l río Bío-Bío. En diciembre pi<strong>de</strong> a Freire que<br />

se envíe a este oficial “con 40 hombres <strong>de</strong> la Laja con ban<strong>de</strong>ra negra <strong>de</strong> no dar cuartel a<br />

nadie, ni particularmente a los indios”, agregando “que no habrá hombre en la gauchería 103<br />

que no vaya gustoso” 104 .<br />

Las condiciones que se vivían por aquellos días tenían a la población al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>sesperación; muchos morían <strong>de</strong> hambre y la autoridad poco o nada podía hacer. Lantaño<br />

mismo evi<strong>de</strong>ncia su impotencia cuando el 4 <strong>de</strong> octubre le escribe a Freire diciéndole que<br />

“la miseria es tan gran<strong>de</strong> en que he venido a encontrar este partido, pues al día mueren tres<br />

y cuatro <strong>de</strong> necesidad, y cuando menos, uno. No han <strong>de</strong>jado caballo que no se han<br />

comido” 105 . Este era el estado <strong>de</strong> cosas que los tucapelinos <strong>de</strong>bían soportar; la población ha<br />

huido y muchos viven en las montañas esperando mejores momentos para regresar. En el<br />

estudio arqueológico <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> realizado por profesionales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Chile en 1976, se <strong>de</strong>scubrieron tumbas múltiples en las que aparecen hasta cuatro<br />

101 AN IC vol. 47, fs 162.<br />

102 I<strong>de</strong>m, fs 165.<br />

103 “Gaucho” y “huaso” son en aquella época sinónimos.<br />

104 AN MG vol. 130<br />

105 AN MG vol.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

esqueletos puestos uno sobre otro en cruz. La explicación pue<strong>de</strong> estar en las condiciones <strong>de</strong><br />

hambruna y muerte que aquellos aciagos años provocaron en todo el sur y especialmente en<br />

<strong>Tucapel</strong>. 106 .<br />

Pedro Andrés <strong>de</strong> Alcazar, Héroe Hijo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

Pedro Andrés <strong>de</strong>l Alcázar y Zapata. Nació en 1752, en el fuerte <strong>de</strong> San Diego <strong>de</strong><br />

Alcalá <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Fue bautizado en la Capilla <strong>de</strong> esta Plaza, el 12 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>l mismo<br />

año. Hijo <strong>de</strong>l Capitán <strong>de</strong> Infantería y Comandante <strong>de</strong>l Fuerte, Andrés <strong>de</strong>l Alcázar y <strong>de</strong> doña<br />

Feliciana Rodríguez <strong>de</strong> Zapata y Sanhueza. Entró al Regimiento Dragones <strong>de</strong> la Frontera en<br />

calidad <strong>de</strong> soldado distinguido. Tiempo <strong>de</strong>spués llegó <strong>de</strong> España su nombramiento oficial<br />

<strong>de</strong> Ca<strong>de</strong>te. Por un error <strong>de</strong> copia, figuraba como Pedro <strong>de</strong>l Alcázar, en lugar <strong>de</strong> Andrés. El<br />

Comandante <strong>de</strong>l Regimiento, Coronel Ambrosio O'Higgins, le hizo anteponer el apelativo<br />

<strong>de</strong> Pedro, para legalizar la cédula. En 1776, fue ascendido a Alférez, seguidamente a<br />

Teniente en 1783 y a Capitán en 1785. Antes, en 1777, casó con doña Clara <strong>de</strong> Zumelzu<br />

Obregón y Ruiz <strong>de</strong> Berecedo. De esta unión nacieron: Carmen, Juan Andrés, Mateo (sería<br />

sacerdote), Antonia, Juana, Teresa y José Antonio. Como comandante <strong>de</strong> las fuerzas que<br />

guarnecían Los Ángeles, le correspondió al Coronel <strong>de</strong>l Alcázar enfrentarse a las guerrillas<br />

<strong>de</strong> Vicente Benavi<strong>de</strong>s. Este llegó con sus hordas a Los Ángeles el 19. IV. 1819 y exigió la<br />

rendición, asegurando que ya había <strong>de</strong>rrotado al General Ramón Freire en un supuesto<br />

combate. La contestación <strong>de</strong> Del Alcázar fue: "Ataque usted cuando quiera; tengo pólvora<br />

y balas para esperarlo con la mesa puesta". Benavi<strong>de</strong>s no se atrevió a pasar al asalto y se<br />

retiró.<br />

En enero <strong>de</strong> 1820 <strong>de</strong>l Alcázar fue ascendido a Mariscal. Por una falsa or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jó la<br />

villa el 25. IX. 1820 al frente <strong>de</strong>l Batallón <strong>de</strong> Cazadores <strong>de</strong> Coquimbo, cuarenta o cincuenta<br />

artilleros, cien a doscientos indígenas amigos y cerca <strong>de</strong> un millar <strong>de</strong> civiles. Del Alcázar<br />

llegó al vado <strong>de</strong> Tarpellanca con su columna al amanecer <strong>de</strong>l 26 <strong>de</strong> septiembre. La jornada<br />

<strong>de</strong> Tarpellanca <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1820 había terminado, luego <strong>de</strong> la firma <strong>de</strong><br />

capitulación, efectuada a las 2 A.M. <strong>de</strong>l día 27, pero al amanecer, se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>naría la<br />

hecatombe más brutal que escapa a todo lo concebible. El 28 <strong>de</strong> septiembre los prisioneros<br />

106 Véase Munizaga y otros…, op. cit. p 214.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

recibieron or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> continuar la marcha, luego <strong>de</strong> pernoctar en San Cristóbal. Cerca <strong>de</strong><br />

Yumbel, los oficiales habían sido encerrados en un rancho, don<strong>de</strong> fueron ultimados a sable,<br />

lanza y balazos. Entretanto el Mariscal <strong>de</strong>l Alcázar y el Comandante Ruiz fueron lanceados<br />

y <strong>de</strong>strozados sus cuerpos en medio <strong>de</strong> un <strong>de</strong>senfrenado chivateo. Se cree que el cacique<br />

Catrileo fue el que primero lanceó al veterano soldado tucapelino.<br />

Destrucción <strong>de</strong>l Fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

La guerra sin cuartel que se libraba en el sur comenzaba a inclinarse hacia<br />

las armas patriotas en 1822, aunque el bandidaje no mermaba y las condiciones económicas<br />

en que se <strong>de</strong>senvolvía el ejército eran <strong>de</strong>plorables. El invierno se había presentado lluvioso,<br />

con gran nevazón en la cordillera, temporal y frío que los soldados <strong>de</strong>bieron soportar con<br />

muy pocos auxilios.<br />

Comenzando 1823 la situación se agudiza producto <strong>de</strong> las convulsiones políticas<br />

generadas con la abdicación <strong>de</strong> O’Higgins y la partida <strong>de</strong> Ramón Freire y buena parte <strong>de</strong>l<br />

ejército <strong>de</strong>l sur a Santiago. Mientras tanto, en <strong>Tucapel</strong> la población militar <strong>de</strong>l fuerte se<br />

resiente en crisis <strong>de</strong> convivencia, producto <strong>de</strong>l hambre y las pésimas condiciones <strong>de</strong> vida<br />

antes señaladas, pero por sobre todo, por el vacío <strong>de</strong> autoridad.<br />

La madrugada <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1823 estalla un motín 107 entre los dragones que<br />

guarnecían el fuerte, resultando asesinado el teniente Justo Navarro. Los historiadores<br />

apenas se han referido a este episodio, seguramente porque ocurre en un rincón <strong>de</strong> la<br />

frontera, mientras en Santiago y Concepción arrecian las pasiones políticas. Aquella<br />

mañana se oyeron disparos <strong>de</strong> fusil en el fuerte y en sus alre<strong>de</strong>dores, lo que <strong>de</strong>spertó a<br />

algunos oficiales. Según el sumario sustanciado al efecto por “el escandaloso motín <strong>de</strong> la<br />

plaza <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>” 108 .<br />

107 Los motines en los fuertes <strong>de</strong> la frontera fueron comunes en el siglo XVIII, ya que los soldados, muchas<br />

veces li<strong>de</strong>rados por los mismos oficiales, se alzaban en armas en protesta por las malas condiciones en que<br />

vivían y por la falta <strong>de</strong> paga. Hubo motines en Yumbel, Arauco y otros fuertes. Véase: Barros Arana, Diego.<br />

Historia Jeneral <strong>de</strong> Chile, tomo V, pp 456 y sgts.<br />

108 AN IC vol. 29 pza. 10.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El teniente Francisco Saavedra <strong>de</strong> la primera compañía <strong>de</strong> dragones, la misma a la<br />

que pertenecía el teniente Navarro, relata que esa noche “se hallaba <strong>de</strong>stacado en el tercio<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>…, y que al venir el día le <strong>de</strong>spertó el asistente Francisco Pavez, dragón <strong>de</strong> la<br />

segunda compañía <strong>de</strong>l primer escuadrón y diciéndome: ¡mi teniente, levántese que la tropa<br />

se ha sublevado i han muerto al teniente Navarro!, a lo que me levanté i pregunté al dicho<br />

Pavez por qué se había sublevado la tropa i por qué han muerto al teniente Navarro i me<br />

contestó que no sabía pero que corría la voz entre los sublevados que marchaban para<br />

Antuco. Estando en esta averiguación llegó a la puerta <strong>de</strong> mi alojamiento, la tercerola en la<br />

mano, el dragón José <strong>de</strong> la Cruz González i me dijo: mi teniente, fugue usted, se ponga en<br />

<strong>de</strong>fensa que lo vienen a matar i lo que salí <strong>de</strong> mi alojamiento y salvando el foso me oculté<br />

en frente <strong>de</strong>l portón, para aprovecharme <strong>de</strong> algún movimiento con que pudiera aquietarlos, i<br />

presentándome a ellos hacerlos enten<strong>de</strong>r el horrendo crimen que cometían a la Patria i solo<br />

oía con voces públicas ofrecer al que me entregase al que hacía <strong>de</strong> comandante, sargento <strong>de</strong><br />

la primera compañía <strong>de</strong>l segundo escuadrón <strong>de</strong>l citado regimiento, José Santos Galaz. Allí<br />

me mantuve observando el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n hasta que se marcharon i entrando <strong>de</strong>spués al recinto<br />

encontré muerto al teniente Justo Navarro i ardiendo todos los galpones, a lo que me puse<br />

en marcha viendo frustradas mis miras <strong>de</strong> conseguir ventaja a favor <strong>de</strong>l buen or<strong>de</strong>n” 109 .<br />

Después <strong>de</strong> la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong>l teniente Saavedra prestaron testimonio muchos otros<br />

oficiales, soldados y mujeres que presenciaron aquellos acontecimientos en los no solo se<br />

asesinó a una persona, sino a<strong>de</strong>más se puso fuego a los edificios. Uno <strong>de</strong> ellos, el sargento<br />

<strong>de</strong> la primera compañía, Domingo Poblete, <strong>de</strong>clara que al venir el día oyó entre sueños<br />

cargar armas en la puerta <strong>de</strong> su alojamiento y levantándose inmediatamente salió <strong>de</strong>snudo y<br />

reconoció a un grupo <strong>de</strong> artilleros <strong>de</strong> la misma guarnición, procediendo a vestirse<br />

rápidamente y a ensillar su caballo. En eso oyó tiros, corrió y a la salida <strong>de</strong>l fuerte se<br />

encontró con el sargento <strong>de</strong> la primera compañía, quien le dijo que era Galaz el cabecilla <strong>de</strong><br />

la revuelta. En esos momentos llegó el capitán Arias preguntando qué movimiento era<br />

aquel a lo que Galaz contestó que se irían tierra a<strong>de</strong>ntro. Arias or<strong>de</strong>nó formar la tropa a la<br />

que preguntó en voz alta a quién elegían para que tomase el mando a lo que todos<br />

contestaron que lo nombraban a él por comandante. El capitán Arias contestó que serían<br />

109 I<strong>de</strong>m.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

todos felices si obe<strong>de</strong>cían sus ór<strong>de</strong>nes y que en 15 días formarían en Chillán y enseguida se<br />

puso camino a Antuco andando alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 14 cuadras, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> volvió rumbo a<br />

Chillán. Luego, en Pemuco, se encontraron Poblete, Arias y Saavedra, poniéndose a las<br />

ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> este último.<br />

Al parecer, Arias siguió hasta cierta parte a los sublevados, tratando <strong>de</strong> realizar<br />

alguna maniobra, pero no consiguió su propósito.<br />

El cabo Manuel Ximénez, que esa noche se encontraba <strong>de</strong> guardia, <strong>de</strong>claró que<br />

Galaz, junto al cabo Mardonez y al soldado Tomás Catalán, asesinaron al teniente Navarro.<br />

Luego, en un breve expediente, <strong>de</strong>claran varios otros soldados, coincidiendo en que esa<br />

mañana se oyeron disparos realizados por mujeres que gritaban ¡Viva el Rey!. Que<br />

prendieron fuego a los edificios y que luego huyeron a la montaña.<br />

La mujer <strong>de</strong>l teniente Navarro, mientras tanto, era llevada a una casa segura por<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l capitán Arias, cuyo cuerpo <strong>de</strong>bió ser enterrado en el mismo fuerte.<br />

Entre los sublevados había soldados <strong>de</strong> distintos orígenes, algunos <strong>de</strong> Nacimiento,<br />

Concepción, Rere o <strong>de</strong> Santiago y sus alre<strong>de</strong>dores. Vicuña Mackenna atribuye a Navarro<br />

nacionalidad argentina y le menciona en su obra La Guerra a Muerte 110 en actos heroicos,<br />

como el combate <strong>de</strong> Niblinto, en plena Araucanía, hecho en el que fuerzas comandadas por<br />

Manuel Bulnes <strong>de</strong>bieron enfrentarse con partidas bien organizadas <strong>de</strong> mapuches. Barros<br />

Arana, en cambio, dice que es originario <strong>de</strong> Nacimiento. En el expediente <strong>de</strong>l sumario<br />

indagatorio que hemos mencionado, no aclara esta duda. Pero sí consta que <strong>de</strong> los ochenta<br />

dragones que allí se encontraban algunos provenían <strong>de</strong> las provincias argentinas <strong>de</strong><br />

Mendoza, San Luis o Buenos Aires. Uno <strong>de</strong> ellos era Rufino Palacios quien exhibía en su<br />

hoja <strong>de</strong> servicios haber sido miembro <strong>de</strong> la primera compañía <strong>de</strong>l Regimiento <strong>de</strong><br />

Sudamérica en 1816, “vino a Chile en el regimiento <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s” participando en el sitio<br />

a Concepción y Talcahuano y en hechos <strong>de</strong> armas como la batalla <strong>de</strong> Chacabuco, combate<br />

<strong>de</strong> Curapalihue, Cerro Gavilán, combate <strong>de</strong> Cancha Rayada y batalla <strong>de</strong> Maipú; es <strong>de</strong>cir,<br />

110 Vicuña Mackenna…, op. cit., p 623; 655; 755; 766.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

era poseedor <strong>de</strong> una gran experiencia militar, pero también se le agregan apelativos como<br />

“ladrón, insubordinado i embriagado” 111 .<br />

Los dragones tomaron sus cabalgaduras, <strong>de</strong>jando a su jefe muerto y el fuerte<br />

humeante, huyendo a reunirse en la cordillera con las fuerzas insurrectas <strong>de</strong> los hermanos<br />

Pincheira. No tenemos certeza <strong>de</strong> cuántos finalmente siguieron a Galaz, ya que los<br />

documentos no lo dicen, pero presumiblemente fue más <strong>de</strong> la mitad y algunas mujeres que,<br />

como se sabe, acompañaban a los soldados en sus campañas y con mayor razón a las<br />

montoneras en sus incursiones. Había allí, en total, ochenta dragones, más las familias <strong>de</strong><br />

algunos.<br />

Según señalan los documentos y estudios especializados, la gente <strong>de</strong> los campos<br />

sentía <strong>de</strong>sprecio por el servicio militar y cierta atracción por las montoneras. Pero el motín<br />

<strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> no es el único caso <strong>de</strong> sublevación militar ocurrido durante el periodo<br />

<strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y guerra a muerte 112 . Las montoneras durarán algún tiempo en la<br />

frontera y solo en 1832 el general Bulnes <strong>de</strong>rrotará a los Pincheira a orillas <strong>de</strong> la laguna<br />

Epulauquén 113 , ocasión en que él y sus fuerzas usarán este fuerte en sus incursiones.<br />

Tal fue la suerte que corrió la última guarnición <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> en los<br />

convulsionados años <strong>de</strong> la llamada guerra a muerte. Sus edificios interiores ardieron,<br />

perdiéndose parte <strong>de</strong> la documentación. Este es un hito importante porque marca un punto<br />

en el que <strong>Tucapel</strong> queda abandonado a la suerte <strong>de</strong> fuerzas sin control ni autoridad; los<br />

pobladores mueren <strong>de</strong> hambre y el <strong>de</strong>sconcierto aumenta con los continuos rumores <strong>de</strong> la<br />

llegada <strong>de</strong> uno u otro bando.<br />

Des<strong>de</strong> ahora, el fuerte solo prestará servicios ocasionales a las fuerzas que entren o<br />

salgan <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong> montaña, pero no existirá una guarnición permanente. Entre otros<br />

111 AN IC vol. 29 pza. 10.<br />

112 Góngora, Mario…, op. cit p 379.<br />

113 La suerte <strong>de</strong> las montoneras <strong>de</strong> los hermanos Pincheira está <strong>de</strong>bidamente acreditada en la historiografía<br />

tradicional chilena por lo que las obras generales <strong>de</strong> Diego Barros Arana o Francisco Encina podrán ilustrar al<br />

lector. Un dato curioso es que el menor <strong>de</strong> estos bandidos chilenos, provenientes <strong>de</strong> Parral, terminó como<br />

administrador <strong>de</strong> la hacienda chillaneja <strong>de</strong>l general José Joaquín Prieto, quien también tuvo tierras en <strong>Tucapel</strong>.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

factores, influirá el hecho que las pésimas condiciones económicas <strong>de</strong>l naciente Estado<br />

chileno, impi<strong>de</strong> invertir en fortalezas militares que, por lo <strong>de</strong>más, no justifican su<br />

permanencia como antaño porque el “enemigo indígena” ya no representa el peligro que<br />

alguna vez hizo temer por la existencia <strong>de</strong>l Reino. La iglesia, se<strong>de</strong> también <strong>de</strong>l curato, sigue<br />

funcionando, a pesar que también sufrió daños, pero <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> los servicios<br />

ocasionales <strong>de</strong>l cura <strong>de</strong> Yumbel. El cementerio se sigue usando por largo tiempo porque no<br />

existe otro lugar <strong>de</strong> sepultación aceptado por los pobladores y porque la normativa al<br />

respecto <strong>de</strong>mora mucho en hacerse efectiva en tanto no exista una villa organizada.<br />

Por aquí pasarán rumbo a la cordillera las fuerzas <strong>de</strong> Beauchef, <strong>de</strong>l general<br />

Borgoño, Tupper, Prieto, Bunes y otros tantos que intentarán poner or<strong>de</strong>n en un eterno ir y<br />

venir <strong>de</strong> huasos, soldados e indígenas.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo V<br />

Época <strong>de</strong> Transición<br />

Incursiones Punitivas. La Caballería <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

“En Chile, el hombre común se caracteriza<br />

por una inclinación a transgresiones legales<br />

<strong>de</strong> toda índole: no consi<strong>de</strong>ra como<br />

<strong>de</strong>shonesto el hurto secreto <strong>de</strong> ciertos<br />

objetos”<br />

Edgard Poeppig<br />

Después que las llamas consumieron los principales edificios <strong>de</strong>l fuerte aquel<br />

fatídico 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1823, los soldados sublevados huyeron a la montaña buscando<br />

aliarse con las fuerzas bandoleras <strong>de</strong> los Pincheira, para lo cual atravesaron por el paso <strong>de</strong><br />

Antuco. Aquellos que aun permanecían leales a las filas <strong>de</strong> la República huyeron a la<br />

montaña, reagrupándose para volver a Chillán, don<strong>de</strong> fueron juzgados. La escasa población<br />

que quedaba aquí huyó a lugares más seguros y otros optaron por unirse a las montoneras.<br />

Pero aun <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la persistente anarquía política, las autorida<strong>de</strong>s nacionales<br />

<strong>de</strong>cidieron empren<strong>de</strong>r la tarea <strong>de</strong> reconquistar los pueblos <strong>de</strong>l sur a fin <strong>de</strong> dar tranquilidad a<br />

y recuperar los campos a la producción y el progreso. En 1827 fue <strong>de</strong>signado el general<br />

José Manuel Borgoño a cargo <strong>de</strong> una costosa operación que consistía en perseguir a los<br />

bandoleros hasta sus propios escondites, para lo cual tres divisiones <strong>de</strong>bían cruzar la<br />

cordillera por distintos pasos y caer sobre ellos. La División <strong>de</strong>l coronel francés Jorge<br />

Beauchef entraría por Portillo con 540 hombres; la División <strong>de</strong>l coronel Manuel Bulnes lo<br />

haría por Longaví con 291 hombres; y la División <strong>de</strong>l comandante Antonio Carrero pasaría<br />

la cordillera por Antuco con 322 hombres.<br />

Esta última había logrado reunir una compañía <strong>de</strong> voluntarios <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> compuesta<br />

<strong>de</strong> 55 hombres a caballo, arma predilecta <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> la montaña. Realizaron la<br />

campaña durante el verano <strong>de</strong> 1827, internándose hasta la zona <strong>de</strong> Neuquén y más tar<strong>de</strong>, al<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

regreso incursionan junto al Regimiento Carampangue y a un escuadrón <strong>de</strong> dragones en los<br />

rincones cordilleranos en busca <strong>de</strong> fugitivos.<br />

El general Borgoño, en tanto, inspecciona la frontera saliendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Chillán a<br />

Yumbel y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí a la Isla <strong>de</strong> la Laja, don<strong>de</strong> visita el fuerte <strong>de</strong> Nacimiento, los restos<br />

abandonados <strong>de</strong> lo que fue la villa <strong>de</strong> Los Ángeles, luego va hasta Antuco, inspecciona el<br />

fuerte y se informa <strong>de</strong>l curso <strong>de</strong> la campaña; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí pasa a <strong>Tucapel</strong>, don<strong>de</strong> llega el día 28<br />

<strong>de</strong> febrero, junto a su estado mayor 114 . En este lugar tomó conocimiento <strong>de</strong> las condiciones<br />

en que se encontraba el recinto, pero se limita a permanecer allí tan solo unas horas.<br />

El objetivo <strong>de</strong> este intenso movimiento finalmente no se cumplió. La amenaza<br />

constante <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> la frontera <strong>de</strong> ver caer sobre los campos y villas las hordas <strong>de</strong><br />

salteadores, muchos <strong>de</strong> los cuales aun invocaban al rey <strong>de</strong> España, impedía el progreso.<br />

Algunas familias reclamaban la pérdida <strong>de</strong> algún ser querido o el rapto <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> sus<br />

hijos o hijas.<br />

Pero al año siguiente se envió otra expedición a la montaña a fin <strong>de</strong> intentar <strong>de</strong>tener<br />

a los Pincheira, pero nuevamente sin lograr dar con los bandidos. Sin embargo, el general<br />

Borgoño y los comandantes Viel y Bulnes lograron entrar por los pasos cordilleranos y<br />

rescatar <strong>de</strong> entre algunos renegados y bandidos que se escondían en los valles orientales,<br />

900 caballo, 500 vacas y 6.000 ovejas. El general en jefe <strong>de</strong> la expedición también<br />

informaba al gobierno aquel verano <strong>de</strong> 1828 que gracias a la ayuda <strong>de</strong> los pehuenches se<br />

había logrado recuperar a 300 jóvenes <strong>de</strong> ambos sexos que se encontraban cautivos. En<br />

estos procedimientos nuevamente participaron los voluntarios <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, con su<br />

característica caballería. Los Pincheira, sin embargo, seguían siendo una amenaza para los<br />

pobladores <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Chile.<br />

114 Tupper, Ferdinand. Memorias <strong>de</strong>l Coronel Tupper. Editorial Francisco <strong>de</strong> Aguirre., Santiago, Buenos<br />

Aires. 1972, p 114.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Poco tiempo <strong>de</strong>spués, las incursiones <strong>de</strong>l coronel Jorge Beauchef llevaron a los<br />

tucapelinos a entrar en la cordillera. El conocimiento <strong>de</strong>l terreno y <strong>de</strong> la lengua indígena<br />

convierte a muchos <strong>de</strong> éstos en expertos jinetes; soldados i<strong>de</strong>ales para las campañas que se<br />

realizaban en torno a las bandas <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s, que los tucapelinos<br />

atraviesan <strong>de</strong> vez en cuando para comerciar con los pehuenches, a pesar <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> la guerra. En 1822, por ejemplo, Lantaño informa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> que por Antuco han<br />

pasado aquel verano 20 recuas con trigo y vino hacia el lado oriental 115 .<br />

El general José Joaquín Prieto, uno <strong>de</strong> los expedicionarios <strong>de</strong>l viaje <strong>de</strong> Luis <strong>de</strong> la<br />

cruz a Buenos Aires en 1806, había sido comisionado por el gobierno para dirigir una<br />

campaña contra los Pincheira, pero el curso <strong>de</strong> los acontecimientos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la guerra<br />

civil <strong>de</strong> 1829-1830 y su posterior elección como Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República en 1831<br />

impidieron realizar ese cometido. Pero el nuevo presi<strong>de</strong>nte encarga esta tarea al entonces<br />

coronel Manuel Bulnes, quien, como se ha dicho, <strong>de</strong>rrota a los bandidos a orillas <strong>de</strong> las<br />

lagunas Epulauquén, en la banda oriental <strong>de</strong> la cordillera. Bulnes regresó <strong>de</strong> su expedición<br />

con cientos <strong>de</strong> hombres y mujeres.<br />

A principios <strong>de</strong> 1833 Bulnes se encuentra nuevamente con sus tropas en la<br />

cordillera, inspeccionando los pasos cordilleranos y observando el curso <strong>de</strong> la pacificación<br />

comenzada menos <strong>de</strong> un año antes. El 4 <strong>de</strong> enero llega <strong>Tucapel</strong>, reuniendo nuevamente las<br />

milicias <strong>de</strong> caballería que se internan por los secretos sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la montaña 116 .<br />

Un Testigo Alemán<br />

Edgard Poeppig, un joven médico y naturalista alemán <strong>de</strong> amplia cultura y espíritu<br />

científico aventurero llega a Concepción <strong>de</strong>spués visitar Santiago, el norte y las provincias<br />

<strong>de</strong>l valle central en 1828. Poeppig quería llegar al volcán Antuco, que por entonces lucía su<br />

vistosa fumarola y que era objeto <strong>de</strong> atractivo <strong>de</strong> muchos viajeros, especialmente por el<br />

115 AN MG vol. 129.<br />

116 AN IC vol. 138.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

paso hacia la otra banda <strong>de</strong> la cordillera que le ha dado fama. De todo lo vivido en su larga<br />

estadía en Chile y Perú <strong>de</strong>jó testimonio en una obra <strong>de</strong> extraordinario valor documental y<br />

científico, en la que <strong>de</strong>dica un capítulo que <strong>de</strong>nomina “Viaje a los An<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Antuco”. El<br />

ameno relato <strong>de</strong>l naturalista nos cuenta que junto a su ayudante llega a Yumbel el 1º <strong>de</strong><br />

noviembre en medio <strong>de</strong> una persistente llovizna, proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Rere; allí conoce a los<br />

pehuenches justo al momento que entraba al pueblo. “Mi tropilla –apunta el naturalista- fue<br />

ro<strong>de</strong>ada por centenares <strong>de</strong> indios pehuenches, <strong>de</strong> color cobrizo y semi<strong>de</strong>snudos, que<br />

gritaban espantosamente y parecían dispuestos a consi<strong>de</strong>rar el equipaje como su botín. Con<br />

los sonidos <strong>de</strong> una lengua jamás escuchada, presentaban múltiples exigencias… este asalto<br />

habría podido tener consecuencias <strong>de</strong>sagradables, pues mis acompañantes <strong>de</strong>masiado<br />

resueltos, preparaban sus armas <strong>de</strong> fuego en medio <strong>de</strong> la reyerta. Fuimos librados<br />

oportunamente <strong>de</strong>l salvaje gentío por algunos dragones que se apresuraron a ayudarnos” 117 .<br />

Al día siguiente, pese a las advertencias <strong>de</strong> los jefes militares, emprendió su camino<br />

al volcán siguiendo la ruta que llama “La Travesía”, es <strong>de</strong>cir, toda aquella extensa llanura<br />

que se abre entre Yumbel y <strong>Tucapel</strong>, “que es un páramo sin árboles y sin agua potable,<br />

susceptible <strong>de</strong> ser cruzado en una jornada larga y penosa” 118 cubierta por las arenas<br />

volcánicas. Llamaba la atención <strong>de</strong>l naturalista el intenso calor, los fuertes vientos <strong>de</strong>l sur y<br />

la esterilidad <strong>de</strong>l terreno. Poeppig y su ayudante venían armados en prevención <strong>de</strong> asaltos,<br />

montados en sus respectivas cabalgaduras, y auxiliados por dos mulas <strong>de</strong> carga. La<br />

pequeña caravana avanzó a veces al trote hasta que bien avanzada la tar<strong>de</strong> “<strong>de</strong>sembarcan<br />

bruscamente en un suelo muy pastoso y fértil” 119 .<br />

Poeppig llegaba, entonces, a las primeras ondulaciones fértiles <strong>de</strong> la montaña. “La<br />

luna había salido sobre los campos nevados <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, las corrientes <strong>de</strong> lava brillaban<br />

con color <strong>de</strong> fuego en el flanco no iluminado <strong>de</strong>l volcán y todo parecía abandonado hasta<br />

117 Poeppig, Eduard. Un Testigo en la Alborada <strong>de</strong> Chile. <strong>Introducción</strong> y notas <strong>de</strong> Carlos Keller. Editorial Zig-<br />

Zag, Santiago 1960, p. 360. Título original en alemán: Reise in Chile, Perú und auf <strong>de</strong>m Amazonen-Strome<br />

Waherend <strong>de</strong>r Jahre 1826-1829. Leipzig, 1834.<br />

118 I<strong>de</strong>m., p 359.<br />

119 I<strong>de</strong>m. p. 355.<br />

89


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que el repentino bullicio <strong>de</strong> un gentío nos permitió adivinar la proximidad <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, pero<br />

también la ocurrencia <strong>de</strong> algo extraordinario entre sus vecinos” 120 .<br />

A pesar <strong>de</strong> las campañas militares efectuadas por el general Borgoño y sus<br />

Divisiones, el bandolerismo seguía provocando el terror <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> la frontera.<br />

Los Pincheira ahora amenazaban las cercanías <strong>de</strong> Mendoza, pero el rumor que cundía por<br />

todo el sur es que en cualquier momento <strong>de</strong>jarían caer su furia sobre las in<strong>de</strong>fensas<br />

poblaciones. A eso <strong>de</strong>be sumarse el hecho que moluches y pehuenches disputaban<br />

sangrientas refriegas, teniendo como escenario la Isla <strong>de</strong> la Laja y el Partido <strong>de</strong> Rere,<br />

principalmente, siendo la cordillera el hábitat predilecto <strong>de</strong> estos últimos, a quienes Poeppig<br />

<strong>de</strong>dica largos párrafos en su obra.<br />

El joven naturalista no podía llegar en peor momento a <strong>Tucapel</strong> pues los escasos<br />

habitantes esperaban un malón <strong>de</strong> los moluches, los que habían sido vistos en las cercanías<br />

<strong>de</strong>l río Bío-Bío. “Las mujeres y los niños – agrega Poeppig- lloraban, mientras que los<br />

hombres estaban <strong>de</strong>dicados a cargar apresuradamente los caballos que habían juntado, con<br />

los bienes más valiosos que poseían, a fin <strong>de</strong> huir a un lugar distante y seguro, convencidos<br />

<strong>de</strong> que encontrarían la pequeña al<strong>de</strong>a en cenizas al regresar. Algunos pocos hombres<br />

estaban resueltos a esperar hasta el último instante, confiados en la rapi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sus caballos,<br />

para seguir a los suyos solo al acercarse las hordas sanguinarias”.<br />

Poeppig pensó en algún momento regresar a Yumbel, pero consi<strong>de</strong>ró más cuerdo<br />

imitar a los habitantes <strong>de</strong> la pequeña al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y escon<strong>de</strong>r las mulas y la carga en un<br />

bosque vecino, a través <strong>de</strong>l cual se podía escapar sin ser visto. Llama la atención que aún en<br />

aquellas extraordinarias circunstancias haya recibido <strong>de</strong> los tucapelinos un caballo fresco<br />

para su huida.<br />

Aquella noche nadie quiso dormir en sus casas por temor a verse sorprendidos en su<br />

interior sin tener opciones <strong>de</strong> huir, por lo que <strong>de</strong>cidieron acampar en medio <strong>de</strong> la al<strong>de</strong>a.<br />

“Fue un campamento triste –evoca Poeppigg- pues se habló poco y no se escuchaba la<br />

120 I<strong>de</strong>m., p 360.<br />

90


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

alegre guitarra, como en otras ocasiones. Los campesinos se habían agrupado<br />

melancólicamente alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una fogata, cuya luz permitía advertir en sus acongojados<br />

rostros los síntomas <strong>de</strong> la miseria que esta guerra asesina había generado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía<br />

muchos años para todos los habitantes <strong>de</strong> la frontera”.<br />

Pero los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> no estaban solos, también se encontraban allí unos<br />

veinte pehuenches, que permanecían inadvertidos, pero que <strong>de</strong> pronto se hicieron notar<br />

porque uno <strong>de</strong> ellos comenzó a interpretar “una espantosa canción” en torno a una fogata en<br />

la que se apoyaba “un indio atado en el viejo tronco <strong>de</strong> un taciturno maitén; estaba pintado<br />

con rayas blancas, que imitaban sobre su oscuro cutis, con espantoso realismo, el esqueleto<br />

humano. En amplio círculo se habían sentado los <strong>de</strong>más; guardaban silencio, y dirigían la<br />

mirada fijamente al suelo, con expresión sombría, encontrándose <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> ellos los<br />

caballos, ensillados, y a su lado, plantadas en el suelo, las largas lanzas. El prisionero inició<br />

<strong>de</strong> nuevo su canción, pero nadie le contestó, pues se trataba <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spedida <strong>de</strong> la vida, <strong>de</strong><br />

su canción <strong>de</strong> muerte, ya que había sido con<strong>de</strong>nado a ser ejecutado en la madrugada<br />

siguiente…” 121 .<br />

Contrariado por las escenas que veía, <strong>de</strong>cidió buscar consuelo en el seno <strong>de</strong> la<br />

naturaleza, abandonando el campamento para subir a una colina cercana, la que estaba libre<br />

<strong>de</strong> árboles, don<strong>de</strong> una roca plana le sirvió <strong>de</strong> asiento; “con el caballo tomado <strong>de</strong> las riendas<br />

y la escopeta apoyada en el brazo, vigilé los alre<strong>de</strong>dores durante largo tiempo pues el asalto<br />

amenazante podía ocurrir en cualquier instante” 122 .<br />

La luna alumbraba el valle y la montaña permitiendo al joven médico alemán<br />

observar los contornos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> con la esperanza <strong>de</strong> salvar con vida ante un eventual<br />

ataque. De pronto, cerca <strong>de</strong> la media noche, traídos por los vientos, se oyó el ruido <strong>de</strong> los<br />

caballos al galope y un gran chivateo, característico <strong>de</strong> los guerreros indígenas; todos<br />

corrieron a sus armas y al abrigo <strong>de</strong> los sombríos árboles. Pero al cabo <strong>de</strong> unos minutos se<br />

121 I<strong>de</strong>m., p 361. Poeppig ha sido muy preciso en la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> las costumbres pehuenches, quienes,<br />

efectivamente tenían por costumbre dormir cerca <strong>de</strong> sus cabalgaduras y con la lanza clavada al lado <strong>de</strong>l<br />

animal.<br />

122 I<strong>de</strong>m. p. 360.<br />

91


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

percataron que se trataba <strong>de</strong> otro grupo peheunche aliado, los mismos que Poeppig había<br />

conocido el día anterior en Yumbel; traían buenas noticias, puesto que se habían batido en<br />

sangrienta refriega con los moluches, a quienes <strong>de</strong>rrotaron y ahora se dirigen a Chillán a<br />

informar a las autorida<strong>de</strong>s y recibir las recompensas acostumbradas. Para probar la<br />

veracidad <strong>de</strong> lo que informaban, hicieron rodar las cabezas <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> sus enemigos<br />

“que ofrecían un aspecto verda<strong>de</strong>ramente terrible. Estos horrorosos trofeos fueron recibidos<br />

con gran<strong>de</strong>s manifestaciones <strong>de</strong> estri<strong>de</strong>nte alegría” 123 .<br />

Pronto aparecieron los abastecimientos escondidos en la espesura <strong>de</strong>l bosque,<br />

generándose “una repugnante bacanal. Con un profundo dolor en el corazón –se lamenta<br />

Poeppig- por la repetida contemplación <strong>de</strong> tales horrores, me dirigí a la selva, don<strong>de</strong> se<br />

encontraban los mozos ocultos; el gran agotamiento espiritual y corporal me libró <strong>de</strong> la<br />

necesidad <strong>de</strong> preparar un lecho cómodo, para olvidarme <strong>de</strong> todo lo experimentado en los<br />

brazos <strong>de</strong>l sueño”.<br />

Al día siguiente se procuró más provisiones para su estadía en Antuco y se alejó <strong>de</strong>l<br />

pequeño caserío <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> “en el que se encuentran unos diez ranchos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un<br />

fuerte fronterizo, espacioso y bien conservado, pero sin guarnición”. El fuerte, como se<br />

recordará, había sido <strong>de</strong>struido por el fuego poco más <strong>de</strong> cinco años antes y carecía <strong>de</strong><br />

guarnición, por lo que llama la atención que nadie pensara en refugiarse en el recinto, toda<br />

vez que Poeppig <strong>de</strong>clara que se encuentra en buen estado, lo que nos hace suponer que en<br />

cuanto a su estructura externa, perímetro y foso, no tiene mayores inconvenientes. Pero<br />

obviamente no reúne los requisitos <strong>de</strong> una fortaleza bien dotada. De haber sido<br />

inexpugnable los habitantes <strong>de</strong> la al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> habrían ingresado al interior <strong>de</strong> sus<br />

murallas al momento <strong>de</strong> la alarma.<br />

Va<strong>de</strong>ando el Caudaloso Río Laja<br />

La corta caravana avanzó hacia la montaña bor<strong>de</strong>ando el río Laja, que <strong>de</strong>bían<br />

atravesar en uno <strong>de</strong> sus vados <strong>de</strong> la misma forma como los habitantes <strong>de</strong> aquella época<br />

123 I<strong>de</strong>m. p. 361.<br />

92


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong>bían hacerlo. “Después <strong>de</strong> mucho esperar –señala el alemán-, se presentó en el barranco<br />

opuesto un hombre, lo que significó para mis acompañantes una indicación <strong>de</strong> quitar las<br />

monturas y la carga y las mulas y caballos arrearlos mediante gritos y pedradas al río,<br />

obligándolos a entrar en él, a pesar <strong>de</strong> su resistencia. Una vez en la rápida corriente,<br />

nadaron a la otra orilla, don<strong>de</strong> el balsero los laceó <strong>de</strong> a uno y amarró. Observamos como<br />

eligió el caballo <strong>de</strong> más fuerza para amarrarle el lazo en la cola y echarlo al río mucho más<br />

arriba <strong>de</strong>l lugar en que nos encontrábamos. Nadaba en dirección hacia nosotros, y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />

él pareció el balsero, como si anduviera sobre las olas. Al <strong>de</strong>sembarcar, resultó que había<br />

permanecido <strong>de</strong> pie sobre una balsa formada por algunas ramas torcidas y unidas<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nadamente por amarras; había sido suspendida en la cola <strong>de</strong>l caballo… En este<br />

frágil instrumento, se amarró una parte <strong>de</strong> las cargas y mientras el balsero se coloca en la<br />

proa <strong>de</strong> la embarcación, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> dirige con el cuerpo doblado los movimientos <strong>de</strong>l<br />

caballo que nada, el pasajero en la popa, don<strong>de</strong> las olas se elevan bastante sobre la balsa,<br />

está plenamente ocupado en mantener su propio equilibrio y el <strong>de</strong> la carga. Es necesario<br />

dirigirse cada vez bastante hacia arriba en la orilla, pues la corriente solo permite alcanzar<br />

el <strong>de</strong>sembarco en ángulo agudo. Tuvimos la suerte <strong>de</strong> pasar al otro lado todo nuestro<br />

equipaje en cuatro viajes” 124 .<br />

No tenemos certeza <strong>de</strong>l lugar elegido para atravesar el río Laja, pero suponemos fue<br />

poco antes <strong>de</strong> la confluencia con el río Rucue, que fue don<strong>de</strong> finalmente tuvo que preparar<br />

su campamento, sorprendido por la noche.<br />

Caminos y Sen<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> la Montaña.<br />

Es interesante <strong>de</strong>stacar que en estos lugares don<strong>de</strong> los <strong>de</strong> los ríos son rápidos y<br />

caudalosos, los habitantes <strong>de</strong>ben efectuar peligrosas pericias para atravesarlos. La geografía<br />

es uno <strong>de</strong> los principales obstáculos <strong>de</strong> los tucapelinos, acostumbrados a vivir <strong>de</strong> la<br />

agricultura y el comercio. El propio Poeppig repara en las enormes dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

transporte <strong>de</strong> esta zona cuando analiza el camino <strong>de</strong> Antuco a Chillán, que no sólo <strong>de</strong>be<br />

124 I<strong>de</strong>m. p 362. Cabe recordar que Espiñeira <strong>de</strong>bió atravesar el Laja en 1758 y si bien no señala el método <strong>de</strong><br />

va<strong>de</strong>o <strong>de</strong>l río, menciona la gran cantidad <strong>de</strong> “ramas” existente en la orilla sur (Véase capítulo II).<br />

93


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

sortear los cursos <strong>de</strong> agua, sino a<strong>de</strong>más “el cordón amurallado y <strong>de</strong> configuración<br />

horizontal <strong>de</strong> la cordillera <strong>de</strong> Trupán o <strong>de</strong> Polcura… Las dificulta<strong>de</strong>s para viajar son<br />

<strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong>s en aquella parte totalmente brava <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s” 125 . Pero el alemán sabía<br />

que los sen<strong>de</strong>ros usados por los habitantes <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> eran aquellos que iban por la ceja <strong>de</strong><br />

la montaña, aunque muchos usaban caminos secretos por don<strong>de</strong> pasaban el ganado y la<br />

caballada <strong>de</strong> un lugar a otro, furtivamente, <strong>de</strong> valle en valle, alternando una vida se<strong>de</strong>ntaria<br />

con la trashumancia, propia <strong>de</strong> los pehuenches.<br />

El sistema <strong>de</strong> vida errante, característico <strong>de</strong> ciertos grupos indígenas había tomado<br />

cuerpo entre algunos habitantes <strong>de</strong> la frontera que habían adquirido <strong>de</strong>l constante contacto<br />

con éstos. Los sen<strong>de</strong>ros más usados en aquella época eran aquellos que comunicaban con<br />

Rere, Yumbel, Chillán y Antuco. Este último punto es el objetivo <strong>de</strong> muchos viajeros que<br />

pasan por <strong>Tucapel</strong> y, aun más, la existencia misma <strong>de</strong>l fuerte y <strong>de</strong> la villa se relaciona<br />

indisolublemente con la existencia <strong>de</strong>l paso cordillerano.<br />

Después <strong>de</strong> la fundación <strong>de</strong> Santa Bárbara y <strong>de</strong> las misiones franciscanas que<br />

<strong>de</strong>pendían <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Propaganda Fi<strong>de</strong> <strong>de</strong> Chillán, el tránsito por <strong>Tucapel</strong> era obligado<br />

para quienes iban a ese <strong>de</strong>stino. Lo mismo si se trataba <strong>de</strong> llegar al fuerte <strong>de</strong> Villucura en el<br />

cajón <strong>de</strong>l río Duqueco a partir <strong>de</strong> 1788. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>bían estar comunicados con el fuerte <strong>de</strong><br />

Purén y los Angeles, caminos que partían una vez va<strong>de</strong>ado el río Laja.<br />

Des<strong>de</strong> Yumbel a <strong>Tucapel</strong> podía irse por el camino que bor<strong>de</strong>aba el río Laja o bien<br />

realizando la Travesía <strong>de</strong> Poeppig, en medio <strong>de</strong>l llano para luego bajar levemente hasta la<br />

orilla norte <strong>de</strong>l río Laja, don<strong>de</strong> bruscamente toma dirección noroeste. En el plano <strong>de</strong> la<br />

Visita <strong>de</strong> Manso <strong>de</strong> Velasco a fines <strong>de</strong> 1739 se pue<strong>de</strong>n observar los sen<strong>de</strong>ros que<br />

comunican los diversos puntos <strong>de</strong> la frontera y sucesivamente, todos los <strong>de</strong>más planos o<br />

mapas <strong>de</strong>l siglo XVIII se repite el mismo esquema.<br />

125 I<strong>de</strong>m. p 468.<br />

94


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Pero bien se compren<strong>de</strong>rá que en épocas difíciles y <strong>de</strong> constante peligro, los<br />

sen<strong>de</strong>ros autorizados o caminos reales, eran escasamente usados, sobre todo por los<br />

fugitivos, salteadores o vagos. Algunos sen<strong>de</strong>ros por los que se internaban en la cordillera<br />

<strong>de</strong> Polcura iban bor<strong>de</strong>ando el río Laja, abriéndose entre la espesa vegetación. Algunos<br />

pobladores usaban ropa a la usanza indígena o una mezcla <strong>de</strong> prendas que permitiera salvar<br />

las enormes carencias con que se vivía en aquel entonces. En épocas <strong>de</strong> bonanza <strong>Tucapel</strong><br />

era gran proveedor <strong>de</strong> lanas y ballestas, <strong>de</strong> las que eran expertos tejedores.<br />

Las Habitaciones en Tiempos Difíciles.<br />

Las habitaciones consistían en ranchos <strong>de</strong> paja muy rudimentarios, con piso <strong>de</strong> tierra<br />

y don<strong>de</strong> lo más importante es el fogón que sirve <strong>de</strong> cocina y estufa; alre<strong>de</strong>dor se reúne la<br />

familia o los amigos durante las noches <strong>de</strong> invierno. Bauzá y Espinoza explican que “las<br />

casas son unas chozas mal reparadas <strong>de</strong> pilares redondos y pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> paja con una pieza<br />

cuadrada en medio y dos divisiones o cuartos a cada lado, en uno <strong>de</strong> los cuales duerme el<br />

matrimonio y sus hijos, aunque sean gran<strong>de</strong>s, constituyendo todo el estrado una tarima<br />

cubierta <strong>de</strong> un poncho y varias almohadas” 126 .<br />

En momentos <strong>de</strong> aflicción y como consecuencia <strong>de</strong> las enormes dificulta<strong>de</strong>s<br />

existentes para mantenerse seguro en algún lugar, los habitantes <strong>de</strong> esta zona optaron por<br />

retirarse a la montaña en improvisados albergues, incluso algunas cuevas en las la<strong>de</strong>ras <strong>de</strong><br />

los cerros. Otros, que <strong>de</strong>cidieron seguir a algunos grupos indígenas arrastraban sus livianas<br />

viviendas, las que llamaban toldo. Éste consistía en un conjunto <strong>de</strong> largas varas <strong>de</strong> coligüe<br />

que se clavaban en el suelo <strong>de</strong> forma tal que tocándose o entrecruzándose en su parte<br />

superior, formaban el armazón o esqueleto; posteriormente era cubierto por paños hechos<br />

<strong>de</strong> cuero <strong>de</strong> caballo o vaca curtidos o bien cocidos entre sí. La forma <strong>de</strong> la vivienda era la<br />

<strong>de</strong> un cono, puntiaguda, similar a los “tipi” <strong>de</strong> los indígenas norteamericanos y al “ukurj”<br />

<strong>de</strong> los yámanas australes. Este sistema <strong>de</strong> vivienda, fácilmente transportable, imitado <strong>de</strong> los<br />

pehuenches, era también usado por tehuelches, aunque con sus variaciones. Es <strong>de</strong>cir, el<br />

126 Bauzá y Espinoza…, op. cit…, p 73.<br />

95


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

mundo fronterizo adaptó al habitante a las duras condiciones <strong>de</strong>l territorio y <strong>de</strong> la<br />

circunstancia histórica que les tocó vivir. En los momentos en que Poeppig visita <strong>Tucapel</strong>,<br />

se observan apenas 10 ranchos en la al<strong>de</strong>a, es <strong>de</strong>cir, menos <strong>de</strong> la cuarta parte <strong>de</strong> los que<br />

había cincuenta años antes, lo cual significa que los propietarios habían emigrado. Lejos <strong>de</strong><br />

la mano benefactora <strong>de</strong>l Estado o <strong>de</strong> la ayuda necesaria para sobrevivir, el habitante<br />

fronterizo había optado por vivir “a lo indio” 127 y por ello no extraña la convivencia y hasta<br />

la “bacanal” que los habitantes se dieron la noche <strong>de</strong>l 2 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1828, que tanta<br />

repugnancia causó al alemán.<br />

Catastro <strong>de</strong> 1833<br />

La extirpación <strong>de</strong>l grave problema <strong>de</strong>l bandolerismo <strong>de</strong> los Pincheira en 1832 y la<br />

mayor estabilidad política, trajo más alivio a los habitantes fronterizos que vuelven a sus<br />

tierras. En <strong>Tucapel</strong>, los campesinos vuelven a los campos y algunos a la villa para asentarse<br />

<strong>de</strong>finitivamente, lo que trajo un aumento en la producción y un retorno <strong>de</strong> la normalidad en<br />

el comercio intercordillerano, especialmente con los pehuenches.<br />

Por ley <strong>de</strong> 15 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1831 se suprimen algunas alcabalas y se sustituyen por<br />

una composición llamada Catastro, impuesta a prorrata sobre todos los predios rústicos,<br />

pero solamente hasta enterar 100 mil pesos anuales. Para efectuar los cálculos, que<br />

consi<strong>de</strong>ran también los productos <strong>de</strong> la finca, se nombra una comisión o Junta Parroquial<br />

por cada curato, presidida <strong>de</strong>l cura párroco respectivo. La Junta Parroquial <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

encontró dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un primer momento. El Inten<strong>de</strong>nte suplente <strong>de</strong> Concepción,<br />

Domingo Binimelis informaba al ministerio <strong>de</strong>l Interior el 4 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1832 que la<br />

Parroquia <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> carece <strong>de</strong> párroco con propiedad y Fr. José María Yáñez, <strong>de</strong> la<br />

Misión <strong>de</strong> San Cristóbal, está encargado la feligresía <strong>de</strong> este curato. “No siendo justo –dice<br />

el Inten<strong>de</strong>nte- que los dueños <strong>de</strong> predios rústicos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> que<strong>de</strong>n exentos <strong>de</strong> la<br />

contribución general por falta <strong>de</strong> Junta Parroquial 128 ”, propone que el cura <strong>de</strong> Yumbel fray<br />

127 Ruiz Al<strong>de</strong>a, Pedro. Periódico La Tarántula, Concepción, abril <strong>de</strong> 1853.<br />

128 AN IC vol. 22, fs 127.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Nicolás Prieto se haga cargo <strong>de</strong> presidirla, por ser <strong>de</strong>l mismo Partido. Consultado el<br />

diocesano, se nombra a este sacerdote en el cargo.<br />

Resuelto el problema <strong>de</strong>l cura párroco se <strong>de</strong>signa a los ciudadanos Venancio<br />

Sanhueza y Marcelo Oliva como vocales <strong>de</strong> la Parroquia <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, con fecha 5 <strong>de</strong><br />

septiembre, pero el 8 <strong>de</strong> octubre se <strong>de</strong>jan sin efectos estos dos últimos nombramientos y en<br />

su reemplazo se nombra a don Lorenzo Jofré y a don José Ignacio Molina, notificándolos el<br />

12 <strong>de</strong> octubre. Con fecha 21 <strong>de</strong> ese mes Molina acepta el cargo en una carta llena <strong>de</strong><br />

optimismo, agra<strong>de</strong>cimientos y muestras <strong>de</strong> profundo patriotismo; se siente orgulloso <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>r realizar algo beneficioso para el progreso <strong>de</strong> su país. Pero estos loables sentimientos<br />

pronto chocaron con la realidad y con el natural <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>l Fisco <strong>de</strong> obtener entradas por la<br />

vía <strong>de</strong> los impuestos a los bienes raíces rurales.<br />

La Junta Parroquial comenzó a presentar dificulta<strong>de</strong>s y dudas a la Junta Provincial<br />

<strong>de</strong> Concepción, sobre todo por los cálculos y porque, como es natural, los habitantes <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> se resistían al eventual pago <strong>de</strong> impuestos, por lo que el cargo <strong>de</strong> Jofré y Molina<br />

pasan a ser una ingrata carga. Así se hace ver <strong>de</strong> la documentación que hemos tenido a la<br />

vista. En noviembre Molina informa que el “estado, dueño, ganados <strong>de</strong> toda especie, no<br />

solo no suce<strong>de</strong> en <strong>Tucapel</strong>, sino que está muy lejos <strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r en más <strong>de</strong> las dos terceras<br />

partes <strong>de</strong> aquellas miserables haciendas…, los predios son menos que insignificantes en<br />

aquel lugar” 129 .<br />

A su vez, la Junta Provincial observó con suspicacia la actitud <strong>de</strong> los vocales <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>, que no incluían los datos <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> los predios rústicos y reparan que<br />

algunos vecinos viven en terrenos vacantes <strong>de</strong>l Estado o <strong>de</strong> propios <strong>de</strong> la villa. Echaban <strong>de</strong><br />

menos los ganados y la producción <strong>de</strong> cereales. Si bien es cierto la guerra a muerte<br />

significó un fuerte retroceso en toda la zona, la economía <strong>de</strong> subsistencia siguió<br />

explotándose en toda la frontera. En <strong>Tucapel</strong>, según datos <strong>de</strong> las entradas <strong>de</strong>l diezmo <strong>de</strong>l<br />

trigo en 1827, se producían 500 fanegas <strong>de</strong> trigo, al igual que Yumbel, pero menos <strong>de</strong> la<br />

cuarta parte <strong>de</strong> lo que producían otros puntos <strong>de</strong> la región como Florida, Hualqui, Rere o<br />

129 I<strong>de</strong>m. fs 188.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Temuco. A<strong>de</strong>más, en 1778, como se ha visto, la producción era mayor; el lector podrá<br />

juzgar <strong>de</strong> acuerdo a lo leído, el efecto que produjo el abandono <strong>de</strong> los campos, sobre todo<br />

los <strong>de</strong> montaña.<br />

Diez años más tar<strong>de</strong>, en oficio <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción al Ministerio <strong>de</strong>l<br />

Interior, se informa que don José Ignacio Molina se niega a concurrir a Yumbel para formar<br />

parte <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> Estadística, presumiblemente por la distancia que hay <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a<br />

la cabecera <strong>de</strong>l Partido 130 .<br />

Terremoto <strong>de</strong> la Ruina<br />

Cuando <strong>Tucapel</strong> y toda la frontera comenzaban a dar signos <strong>de</strong> recuperación, luego<br />

<strong>de</strong> años <strong>de</strong> anarquía y bandolerismo, un movimiento telúrico puso una pausa dramática. El<br />

llamado “terremoto <strong>de</strong> la ruina”, sobrevino el 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1835 en la mañana. Existe<br />

abundante información al respecto, pero en cuanto a lo que nos interesa po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que,<br />

al igual que en el resto <strong>de</strong> la región, aquí los efectos fueron <strong>de</strong>vastadores. Un testigo<br />

presencial <strong>de</strong>cía “sentía correr <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> sus pies un torrente <strong>de</strong> fluido, como el que pudiera<br />

experimentar el que estuviera colocado sobre una tabla en el Salto <strong>de</strong>l Laja o <strong>de</strong>l Itata…,<br />

hasta los cimientos <strong>de</strong> los edificios saltaban a la superficie” 131 . Diez años más tar<strong>de</strong>, el<br />

Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción, Gonzalo Bulnes, <strong>de</strong>cía que este sismo había arruinado la<br />

agricultura <strong>de</strong> la Provincia por varios años.<br />

La villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> sufrió los estragos <strong>de</strong>l terremoto como también el recinto <strong>de</strong>l<br />

fuerte que vio <strong>de</strong>smoronarse el foso en todos sus flancos, haciendo más inútil aquellas<br />

viejas construcciones. Después se siguieron gran<strong>de</strong>s temporales que estropearon las<br />

cosechas, muchas <strong>de</strong> las cuales estaban en las eras, agravando la situación al punto que el<br />

fantasma <strong>de</strong>l hambre volvía a parecer sobre los campos. Durante el siglo XIX no hubo otros<br />

gran<strong>de</strong>s terremotos en la zona, pero sí inviernos crudísimos que inundaron gran<strong>de</strong>s<br />

130 AN IC vol. 64.<br />

131 Encina, Francisco Antonio. Historia <strong>de</strong> Chile. Editorial Nascimento, 1942. Décima Parte, cap. IX.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

extensiones <strong>de</strong>l territorio con pérdidas en vidas humanas, ganado y viviendas,<br />

especialmente los años 1845 y 1878. 132<br />

Conocidos Sabios Extranjeros en <strong>Tucapel</strong>.<br />

En 1835, el sabio naturalista francés Claudio Gay, cuya trayectoria en Chile marcó<br />

una época, estuvo en <strong>Tucapel</strong> durante el verano <strong>de</strong> 1835, poco antes <strong>de</strong>l terremoto <strong>de</strong> la<br />

ruina. De su presencia nos <strong>de</strong>jó bocetos <strong>de</strong> la cordillera y un plano <strong>de</strong>l fuerte y su entorno,<br />

villa incluida (ver cap. III). Gay <strong>de</strong>bió cruzar el río Laja con todo su instrumental, hacia<br />

Antuco, lugar que recorrió <strong>de</strong>jando testimonio en hermosas láminas que conocemos <strong>de</strong>l<br />

Atlas <strong>de</strong> La Historia Física y Política <strong>de</strong> Chile 133 .<br />

Ignacio Domeyko, el sabio polaco que tanta influencia tuvo en Chile durante el<br />

siglo XIX, visitó la zona durante el verano <strong>de</strong> 1845, pasando por la villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong><br />

vuelta <strong>de</strong> su visita al volcán Antuco. El lector habrá notado la extraordinaria influencia que<br />

ejerce el paso cordillerano <strong>de</strong> Antuco, sobre todo en el comercio fronterizo. Pero a<strong>de</strong>más, el<br />

volcán ofrece un atractivo irresistible a los científicos e historiadores. Incluso tenía un<br />

sentido mítico religioso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las culturas indígenas y populares campesinas, que creían<br />

en la existencia <strong>de</strong> espíritus malignos en el interior <strong>de</strong>l cráter. Darwin, que estuvo en<br />

Concepción poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l terremoto <strong>de</strong> la ruina dice en sus memorias que algunos<br />

creían en la maldición <strong>de</strong> una machi que hizo enojar al volcán Antuco. La abundante<br />

bibliografía y datos repartidos en archivos sobre esta zona no es menor, incluso en la<br />

literatura mundial encuentra un lugar a través <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Julio Verne, Los Hijos <strong>de</strong>l<br />

Capitán Grand.<br />

De regreso en Santiago, el sabio francés escribió una pequeña obra intitulada “La<br />

Araucanía y sus Habitantes” en la que <strong>de</strong>scribe una “meseta firme, volcánica, sobre cuya<br />

superficie, lento y majestuosamente, ostenta el caudal <strong>de</strong> sus aguas el ancho río Laja” 134 .<br />

132 AN IC vol. 376.<br />

133 Gay, Claudio. Historia Física y política <strong>de</strong> Chile. Paris, 1884, 30 vol.<br />

134 Domeyko, Ignacio. La Araucanía y sus Habitantes. Editorial Francisco <strong>de</strong> Aguirre, Buenos Aires,<br />

Santiago, 1971. p 16.<br />

99


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Luego hace mención a la larga guerra <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgaste que hemos citado como guerra a muerte<br />

señalando que “los campos fueron <strong>de</strong>vastados, toda la Isla <strong>de</strong> la Laja hasta Antuco y<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo, todas las posesiones quedaron dormidas, campeaba libremente en las<br />

hermosas viñas <strong>de</strong> Las Canteras el <strong>de</strong>senfrenado y cruel pehuenche” 135 .<br />

Domeyko subió el volcán Antuco, emulando a Poeppig, a quien cita varias veces, y<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí, sentado en cumbre observa extasiado “las selvas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Nuevo y los llanos<br />

sin horizonte”.<br />

Como muchos otros pensaba que el paso <strong>de</strong> Antuco era la llave <strong>de</strong>l progreso para<br />

estas regiones y al igual que Luis <strong>de</strong> la Cruz o Justo Molina, pensaba que “por este camino,<br />

libre <strong>de</strong> todo miedo y recelo, para hoy la gente <strong>de</strong> Antuco, <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El Nuevo, <strong>de</strong> Los<br />

Ángeles para traer sal <strong>de</strong> las salinas, en los <strong>de</strong>clives orientales <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s”. Sostenía el<br />

sabio que esta era la puerta a la civilización que <strong>de</strong>rrotaría a la barbarie, lo inculto y lo<br />

salvaje, “un punto tal vez, <strong>de</strong>stinado a hacer gran papel en el porvenir americano” 136 .<br />

Después <strong>de</strong> recorrer la hacienda Las Canteras atraviesa el río Laja en la mañana <strong>de</strong>l<br />

5 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1845 rumbo a Chillán, “junto al camino está el pueblecito <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> El<br />

Nuevo, otrora un fortín español” 137 . Con estas escuetas palabras Domeyko se aleja<br />

reflexionando que los españoles acostumbran a poner el nombre <strong>de</strong> sus enemigos a alguno<br />

<strong>de</strong> sus pueblos para eternizar su memoria.<br />

Una Nueva Era<br />

A partir <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y todas las nefastas consecuencias <strong>de</strong> las<br />

luchas internas, el bandolerismo y la anarquía que se vivió en el sur, incluyendo <strong>de</strong>sgracias<br />

por fenómenos naturales como el terremoto <strong>de</strong> 1835, <strong>Tucapel</strong> vive un periodo intermedio,<br />

en que el fuerte como elemento <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>saparece por completo. Ya vimos su<br />

<strong>de</strong>strucción y aunque ahora el recinto presta otros servicios como bien público que sirve <strong>de</strong><br />

135 I<strong>de</strong>m. p 107.<br />

136 I<strong>de</strong>m., p 19.<br />

137 Domeyko, Ignacio. MisViajes. 2 Tomos, p 768.<br />

100


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

se<strong>de</strong> a la iglesia y cementerio; la guarnición y su marcado aspecto militar ya no volverán,<br />

son parte <strong>de</strong>l pasado y ahora la villa que crece trata progresar con los elementos que los<br />

propios habitantes tratan <strong>de</strong> procurarse.<br />

Domeyko dice en 1845, que los habitantes <strong>de</strong> esta zona aún sufren los estragos <strong>de</strong>l<br />

terremoto ocurrido diez años antes, lo cual significa que la lucha con los elementos <strong>de</strong> la<br />

naturaleza son <strong>de</strong>terminantes en el carácter <strong>de</strong> los tucapelinos. A ello agreguemos que la<br />

lejanía <strong>de</strong> los centros poblados más gran<strong>de</strong>s e incluso <strong>de</strong> la cabecera <strong>de</strong> partido, forman una<br />

especial forma <strong>de</strong> ver la vida y la organización <strong>de</strong> su comunidad.<br />

Veremos más a<strong>de</strong>lante como en <strong>Tucapel</strong> las cosas se hacen como se pue<strong>de</strong>n, con<br />

muy poca ayuda <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r central, eso al menos durante el siglo XIX. Existen, sin embargo,<br />

gran<strong>de</strong>s vacíos en el registro histórico <strong>de</strong> esta época, ya que los documentos notariales,<br />

administrativos <strong>de</strong>l Partido <strong>de</strong> Rere, cabecera Yumbel, contienen muy pocos datos respecto<br />

<strong>de</strong> este punto tan alejado en las faldas <strong>de</strong> la cordillera.<br />

En 1847, nuevamente comienza a funcionar la parroquia, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> largos años en<br />

que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la misión <strong>de</strong> San Cristóbal o Yumbel se auxiliaba espiritualmente a los<br />

tucapelinos. La importancia <strong>de</strong> este servicio no solo es religioso porque, como se sabe,<br />

Iglesia y Estado son uno en aquella época y porque los actos religiosos, ciertos sacramentos<br />

incluso, tienen efectos civiles que el Estado tiene interés en cuidar y regular. Así por<br />

ejemplo, los registros <strong>de</strong> matrimonios religiosos, las <strong>de</strong>funciones y los nacimientos están<br />

siendo llevados por el cura párroco respectivo, <strong>de</strong> manera que aquí tenemos un control que,<br />

a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>be informarse anualmente. La iglesia parroquial sigue funcionando en el recinto<br />

<strong>de</strong>l antiguo fuerte, al poniente <strong>de</strong> una al<strong>de</strong>a <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nada y cuyos ranchos se pier<strong>de</strong>n en las<br />

ondulaciones <strong>de</strong>l terreno.<br />

A partir <strong>de</strong> la reinstauración <strong>de</strong> la parroquia y <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong>l cura párroco, cuya<br />

jurisdicción alcanza los mismos límites que veíamos en 1765, se abre una nueva etapa,<br />

puesto que la figura <strong>de</strong>l sacerdote, sus <strong>de</strong>beres eclesiásticos y administrativos, como el<br />

natural li<strong>de</strong>razgo que ejerce, viene a ayudar a conformar una comunidad más organizada.<br />

101


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En este aspecto <strong>de</strong>bemos precisar que incluso en los momentos más intensos <strong>de</strong> la<br />

disputa clericalismo versus laicismo, la Iglesia no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> cumplir con las funciones<br />

espirituales y administrativas que le era inherente. Por lo tanto, la función institucional <strong>de</strong> la<br />

parroquia sigue siendo muy fuerte, aún <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la separación <strong>de</strong> la iglesia y el Estado en<br />

1925. En <strong>Tucapel</strong> la cohesión en torno a lo espiritual, a lo religioso y costumbrista, se<br />

manifiesta en la <strong>de</strong>voción por el ritual católico, por las procesiones, por San Diego y San<br />

Francisco, entre otros santos, cuyas festivida<strong>de</strong>s mantienen la fe y la i<strong>de</strong>ntidad local.<br />

102


Aprontres <strong>de</strong> Medio Siglo<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo VI<br />

El Nuevo <strong>Tucapel</strong><br />

“El hombre chileno es, en general,<br />

esencialmente andariego; para él, distancias no<br />

son distancias”.<br />

Vicente Pérez Rosales<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo seguía asentado en el mismo lugar que le fuera asignado por las<br />

autorida<strong>de</strong>s españolas cien años antes. Ahora, a mediados <strong>de</strong>l siglo XIX, el empuje <strong>de</strong> sus<br />

vecinos se veía fortalecido por la preocupación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r central en los territoriosa <strong>de</strong><br />

frontera y en la actitu más activa <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s provinciales. La Revolución <strong>de</strong> 1851<br />

significó un duro golpe al po<strong>de</strong>r ancestral ejercido por la Provincia <strong>de</strong> Concepción en la<br />

política chilena, no obstante también, permitió que el gobierno <strong>de</strong> Manuel Montt se<br />

preocupase mayormente <strong>de</strong> los lugares más apartados. Las visitas a terreno <strong>de</strong> los<br />

inten<strong>de</strong>ntes son más seguidas y <strong>Tucapel</strong> es pensado y rediseñado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el po<strong>de</strong>r central con<br />

el acuerdo <strong>de</strong> los vecinos. Aquí comienza una nueva etapa.<br />

La Revolución <strong>de</strong> 1851<br />

A mediados <strong>de</strong>l siglo XIX las guerras y asonadas políticas eran algo común en<br />

Chile. También se había soportado una guerra externa contra la Confe<strong>de</strong>ración Perú<br />

Boliviana entre 1837 y 1838 en la que muchos combatientes <strong>de</strong> la frontera fueron llevados<br />

al escenario bélico, especialmente al Perú. Pero la revolución <strong>de</strong> 1851, que enfrentó a<br />

fuerzas políticas li<strong>de</strong>radas por las frondas <strong>de</strong> Concepción y Santiago, produjo en la zona<br />

efectos importantes, como la pérdida <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong>l sur en el juego<br />

político nacional 138 . La batalla <strong>de</strong> Loncomilla, en la que se estima perdieron la vida más <strong>de</strong><br />

138 Véase: Campos Harriet, Fernando. Historia <strong>de</strong> Concepción 1550-1970. Editorial Universitaria, Santiago,<br />

1982.<br />

103


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

3.000 chilenos, uno <strong>de</strong> los más cruentos enfrentamientos por disputas internas, terminó con<br />

la fuerte influencia política <strong>de</strong> Concepción en Chile. Nos remitimos a la abundante<br />

bibliografía existente al respecto. En cuanto a lo que a <strong>Tucapel</strong> respecta, solo po<strong>de</strong>mos<br />

<strong>de</strong>cir que este hecho significó una sangría más, puesto que muchos <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> estas<br />

tierras, acostumbrados a montar a caballo y empuñar las armas en las innumerables disputas<br />

sociales a que fueron arrastrados, perdieron sus vidas en los enfrentamientos <strong>de</strong> esta guerra<br />

civil.<br />

Pero al término <strong>de</strong> la lucha el bando vencedor con Manuel Montt a la cabeza se dio<br />

a la tarea <strong>de</strong> reforzar la línea <strong>de</strong>l río Bío-Bío como territorio afianzado <strong>de</strong> la República y<br />

junto con ello aumentar los beneficios <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Concepción. Algunos ya pensaban<br />

en a<strong>de</strong>lantar la línea para incorporar la Araucanía, aunque eso <strong>de</strong>mora algún tiempo. El<br />

presi<strong>de</strong>nte Montt visita el sur, llegando hasta Nacimiento, en una larga travesía por el<br />

territorio iniciado en febrero <strong>de</strong> 1853; lo que tendrá algunos efectos en la preocupación <strong>de</strong><br />

las autorida<strong>de</strong>s por el progreso local.<br />

Traslado <strong>de</strong> la Villa. Memoria <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte.<br />

Hemos señalado que la villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> se alzaba junto al fuerte, ahora abandonado,<br />

al sur oriente <strong>de</strong> éste. Des<strong>de</strong> la sublevación <strong>de</strong> 18 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1823, la villa <strong>de</strong>bió sostener<br />

su progreso lentamente, sorteando miles <strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s, pero sobreviviendo gracias a los<br />

cultivos, la gana<strong>de</strong>ría y el comercio intercordillerano, especialmente con los pehuenches.<br />

También hemos señalado la importancia <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> la parroquia a partir <strong>de</strong><br />

1847.<br />

Terminada la guerra civil <strong>de</strong> 1829-1830 el Estado logró establecer mayores<br />

controles, <strong>de</strong> manera que la Constitución <strong>de</strong> 1833 divi<strong>de</strong> el territorio en provincias, éstas en<br />

<strong>de</strong>partamentos y los <strong>de</strong>partamentos en sub<strong>de</strong>legaciones y éstas en distritos. El gobierno<br />

provincial residía en un Inten<strong>de</strong>nte nombrado por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República. Los<br />

<strong>de</strong>partamentos eran dirigidos por un gobernador también nombrado por la primera<br />

autoridad <strong>de</strong>l país, subordinado al inten<strong>de</strong>nte. Las sub<strong>de</strong>legaciones eran gobernadas por un<br />

104


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

sub<strong>de</strong>legado subordinado al gobernador y nombrado por él. En cuanto al gobierno<br />

municipal se establecía una en cada cabecera <strong>de</strong> Departamento o en poblaciones que la ley<br />

estableciera. Por lo tanto, en el ámbito <strong>de</strong>l gobierno local, <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong>l cabildo <strong>de</strong><br />

Yumbel.<br />

Después <strong>de</strong> la Revolución <strong>de</strong> 1851 la autoridad administrativa trata <strong>de</strong> impulsar el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> varios centros poblados, estimulando el urbanismo, aun cuando durante el<br />

gobierno <strong>de</strong> Manuel Bulnes se promovió el asentamiento en varios sectores, ahora se<br />

refuerza la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> fundar villas o llevar a los pobladores a centros formales. Asimismo, en<br />

plano normativo, se dicta una Ley <strong>de</strong> Organización y Atribuciones <strong>de</strong> las <strong>Municipalidad</strong>es<br />

<strong>de</strong> 1854, en la que el término cabildo es reemplazado <strong>de</strong>finitivamente por municipalidad.<br />

Las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte en términos <strong>de</strong> gobierno local son muy amplias y<br />

tien<strong>de</strong>n a que el Ejecutivo tenga un férreo control; nombraba y dirigía los empleados<br />

municipales, con atribuciones sobre los jefes <strong>de</strong> policía; inspeccionaba todos los trabajos y<br />

establecimientos que <strong>de</strong>pendiesen <strong>de</strong>l municipio; vigilaba la caja y finanzas municipales. El<br />

Inten<strong>de</strong>nte jugaba, entonces, un papel prepon<strong>de</strong>rante en las localida<strong>de</strong>s, introduciendo el<br />

po<strong>de</strong>r político en el seno mismo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r civil.<br />

El inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción Rafael Sotomayor Baeza, en su Memoria Anual <strong>de</strong><br />

1856, que conforme disposición constitucional <strong>de</strong>bía presentar al Congreso, daba cuenta <strong>de</strong>l<br />

recorrido que realizó al territorio <strong>de</strong> su jurisdicción el año anterior. La autoridad se informa<br />

sobre lo extenso <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere, cuya cabecera sigue siendo Yumbel. Des<strong>de</strong><br />

aquí “al pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> –dice el Inten<strong>de</strong>nte- media un llano <strong>de</strong> arena <strong>de</strong> cerca <strong>de</strong> 20<br />

leguas <strong>de</strong> longitud en el que se encuentra una que otra habitación 139 ”.<br />

Esto confirma lo que nos contaba Poeppig respecto <strong>de</strong> la Travesía y reafirma la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> aislamiento <strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong>l valle y la costa, no solo por lo extenso <strong>de</strong>l territorio,<br />

sino porque a<strong>de</strong>más está separado por un llano poco poblado y estéril. Más a<strong>de</strong>lante la<br />

Memoria <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor dice: “En el extremo oriental <strong>de</strong> la Provincia i en las<br />

139 Memoria <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción, en AN IC, vol<br />

105


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

primeras lomas que alzan la montaña <strong>de</strong> la cordillera, está situado el pequeño pueblo <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>, en medio <strong>de</strong> un terreno feraz y abundante en los productos cereales. La mayor<br />

parte <strong>de</strong> sus habitaciones pajizas i sus calles tortuosas i <strong>de</strong>siguales por las ondulaciones <strong>de</strong>l<br />

piso. Parece haberse aglomerado allí con preferencia <strong>de</strong>l valle por el recinto o fuerte que se<br />

colocó en una eminencia para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse contra los ataques <strong>de</strong> los indios que eran menos<br />

peligrosos en su local poco accesible a sus caballerías. Se encuentran aún los fosos que lo<br />

circundan i encierran la iglesia parroquial con una cuadra cuadrada” 140 .<br />

Es evi<strong>de</strong>nte, entonces, que la posición que ocupa la villa, a orillas <strong>de</strong>l estero Itatita y<br />

en medio <strong>de</strong> las ondulaciones <strong>de</strong>l terreno obe<strong>de</strong>ce a una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>fensiva que ahora parece<br />

quedar <strong>de</strong>sacreditada porque el peligro <strong>de</strong> invasiones o ataques indígenas es muy<br />

improbable. Por eso es que Sotomayor informa que en abril <strong>de</strong> 1855 los vecinos le<br />

manifestaron su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> aumentar y mejorar sus casas, accediendo a trasladar el pueblo a<br />

un terreno plano, extenso y susceptible <strong>de</strong> riego a poco costo. Acordó con ellos que al cabo<br />

<strong>de</strong> dos años construyeran sus casas con techo <strong>de</strong> tejas en el nuevo recinto elegido, es <strong>de</strong>cir,<br />

el llano que se extien<strong>de</strong> al noroeste <strong>de</strong>l antiguo recinto o fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Según la<br />

Memoria, se procedió a <strong>de</strong>linear 9 manzanas <strong>de</strong> 100 varas por cada costado, reservando la<br />

central para plaza, y en sitios suficientes para edificios públicos 141 .<br />

En otra parte <strong>de</strong> la Memoria el Inten<strong>de</strong>nte dice que los planos <strong>de</strong> las villas <strong>de</strong><br />

Tomeco y <strong>Tucapel</strong> se encuentran confeccionados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 1853. Pero en los hechos, la<br />

propuesta <strong>de</strong> traslado se realiza en abril <strong>de</strong> 1855 y lo interesante <strong>de</strong> esto es que aquí,<br />

aparentemente, no parece haber una imposición y aunque no existen antece<strong>de</strong>ntes que lo<br />

avalen, la <strong>de</strong>cisión no es conflictiva y mucho menos resistida. Es posible también, según el<br />

tenor <strong>de</strong> las palabras empleadas por Sotomayor, que los propios vecinos propusieran el<br />

cambio, ya que él informa que “<strong>de</strong>sean aumentar sus casas” y acce<strong>de</strong>n al cambio <strong>de</strong><br />

ubicación, lo cual supone una propuesta.<br />

140 I<strong>de</strong>m.<br />

141 En esta parte <strong>de</strong> la Memoria el Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor informa que adjunta el plano, pero aunque se ha<br />

buscado no hemos tenido éxito. Solo hemos podido acce<strong>de</strong>r a un plano <strong>de</strong> 1883.<br />

106


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Según lo que informan estudios realizados por profesores y vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, la<br />

tradición oral dice que el pueblo fue diseñado a instancias <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong><br />

Manuel Montt por don Joaquín Villarino quien también elige el lugar en que <strong>de</strong>bía<br />

instalarse, correspondiendo al alarife tucapelino Ignacio Rústico Molina trazar a cuerda el<br />

pueblo nuevo 142 . En los documentos existentes en el Archivo Nacional no existe evi<strong>de</strong>ncia<br />

que corrobore lo que dice la tradicional oral, pero hay datos que podrían dar credibilidad a<br />

la información que generaciones han transmitido en <strong>Tucapel</strong>; por ejemplo, Joaquín<br />

Villarino efectivamente se encontraba en Concepción en aquella época realizando trabajos<br />

para el gobierno, algunos <strong>de</strong> los cuales se publicaron en los Anales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Chile 143 . A<strong>de</strong>más, existe un plano <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> en su asiento actual firmado por<br />

Molina en 1883 144 .<br />

Esta interesante pieza documental <strong>de</strong>nominada “Plano <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, 1883” muestra<br />

al pueblo con 19 manzanas <strong>de</strong> las mismas dimensiones señaladas anteriormente, incluyendo<br />

la plaza, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> sitios ubicados alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l perímetro. El dibujo <strong>de</strong> 37,5 por 28<br />

centímetros está realizado con tinta celeste, lacre y negra. Cada manzana aparece con 8<br />

sitios rectangulares. Las calles con orientación Norte Sur son: Avenida O’Higgins, ubicada<br />

en el extremo oriental, hoy Ignacio Rústico Molina; calles Igualdad, Comercio, San Diego<br />

y Lautaro; culminando al Oeste en Avenida Alameda. Con orientación Oriente Poniente, las<br />

siguientes: Avenida Prat, ubicada en el extremo Norte; calles Con<strong>de</strong>ll, Covadonga,<br />

Esmeralda, Bulnes, In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y Talcahuano, al Sur.<br />

Los caminos están perfectamente señalados. Hacia el Norte aparece el camino a<br />

Reñico como proyección <strong>de</strong> calle Comercio; a Yungay, como prolongación <strong>de</strong> avenida<br />

Alameda; a Los Ángeles, saliendo <strong>de</strong> esta misma avenida hacia el Poniente; poco más abajo<br />

el camino al cementerio, siguiendo al oriente como camino vecinal; y, en el extremo sur<br />

142 Trabajo realizado por el profesor Eduardo Vielma Escamilla, que a su vez recoge información recopilada<br />

por otras personas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, como Adriana Sandoval Lagos, José Carrillo Mora, el padre Andrés Lacalle,<br />

entre otros. En cuanto a la instauración <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> octubre como fecha <strong>de</strong> fundación ésta solo podría haberse<br />

realizado mucho tiempo <strong>de</strong>spués, ya que el “día <strong>de</strong> la raza” no se había instaurado en aquel entonces.<br />

143 Universidad <strong>de</strong> Chile. Anales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile. Tomo XXII.<br />

144 Este precioso documento se encuentra en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> don Ramón Luis Lagos, ex alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> gracias a quien tuvimos la oportunidad <strong>de</strong> revisarlo.<br />

107


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

oriente, el camino a Las Lomas, que entra hacia el Norte por avenida O’Higgins y sale<br />

como camino vecinal.<br />

En todo caso, es evi<strong>de</strong>nte que todo proceso fundacional o <strong>de</strong> transformación urbana<br />

requiere <strong>de</strong> etapas, <strong>de</strong> consensos sociales, adaptaciones y plazos. No existe en toda la<br />

documentación ningún acto jurídico administrativo que autorice u or<strong>de</strong>ne el traslado <strong>de</strong>l<br />

pueblo. Dentro <strong>de</strong> las atribuciones <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Provincia, que eran bastantes<br />

consi<strong>de</strong>rando las normas <strong>de</strong> la época, estaba la promoción <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n urbano, por lo que<br />

creemos que <strong>de</strong> acuerdo con los vecinos el traslado se realizó <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo señalado por<br />

la autoridad.<br />

Uno <strong>de</strong> los datos más importantes, sin <strong>de</strong>smerecer los anteriores, es el que confirma<br />

lo que hemos señalado a lo largo <strong>de</strong> estas páginas: la relación estrecha con la etnia mapuche<br />

pehuenche. <strong>Tucapel</strong> nace como fuerte pensado para contener las incursiones <strong>de</strong> este grupo<br />

étnico, pero en la práctica se produce una inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y transculturación. “El<br />

comercio <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> –afirma la Memoria- se sostiene particularmente con los indios<br />

pehuenches, a quienes compra sal i animales por trigos i merca<strong>de</strong>rías; el paso <strong>de</strong>l volcán <strong>de</strong><br />

Antuco está mui inmediato i es uno <strong>de</strong> los más expeditos en la mayor parte <strong>de</strong>l año”.<br />

Como se pue<strong>de</strong> observar, Antuco sigue siendo <strong>de</strong>terminante en la existencia y<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la villa, insistiendo en otros pasajes que es el mejor paso <strong>de</strong> la cordillera para<br />

llegar a las provincias argentinas. Señala como obstáculo el río Laja que pasa a pocas<br />

cuadras al sur, “dividiendo la provincia <strong>de</strong> Los Ángeles que dista a solo ocho leguas por un<br />

camino cómodo i fácil”. En cuanto al resto <strong>de</strong> los caminos señala la Memoria que están en<br />

mal estado; que el río Polcura es caudaloso y peligroso, impidiendo el paso a los valles más<br />

altos.<br />

Traslado <strong>de</strong> la Iglesia Parroquial<br />

Respecto <strong>de</strong>l traslado <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el recinto <strong>de</strong>l fuerte a la nueva población,<br />

Sotomayor informa que será indispensable el gasto <strong>de</strong> 1.000 pesos, aprovechando los<br />

108


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

materiales; “allí la ma<strong>de</strong>ra es abundante –argumenta el Inten<strong>de</strong>nte- i el trabajo mui<br />

económico, lo que permitirá a<strong>de</strong>lantar a <strong>Tucapel</strong> con pocos sacrificios” 145 .<br />

La Memoria nos confirma, en parte, lo que nos <strong>de</strong>cían los autos <strong>de</strong> la Visita <strong>de</strong>l<br />

Obispo Espiñeira en 1765, al señalar lo extenso <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong>l curato <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> que<br />

“exige tareas odiosas a su párroco, es <strong>de</strong> reducida población, sus ingresos son escasos hasta<br />

el punto que en que ha sido necesario dotar a aquel <strong>de</strong> una asignación fiscal <strong>de</strong> 200 pesos<br />

anuales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 16 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>l año anterior (1855) con la subsistencia <strong>de</strong> que sirvan, sin<br />

que el erario nacional se grave consi<strong>de</strong>rablemente” 146 .<br />

Efectivamente fueron ocupados parte <strong>de</strong> los materiales con que se construyó la<br />

nueva iglesia parroquial en el lugar asignado frente a la plaza. Sin embargo, la pobreza <strong>de</strong><br />

los habitantes no hizo tan fácil su instalación como lo preveía el Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor. Se<br />

construyó en ma<strong>de</strong>ra y adobes, con techo <strong>de</strong> tejas el templo y casa <strong>de</strong>l cura, lo que <strong>de</strong>moró<br />

varios años en estar totalmente construida.<br />

Intentos por Trasladar la Jurisdicción Administrativa. Tierras Fiscales.<br />

<strong>Tucapel</strong> está alejado <strong>de</strong> todos los centros urbanos más gravitantes <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong><br />

Concepción, ha sido tradicionalmente un punto que se consi<strong>de</strong>ra en los confines y aun para<br />

el Departamento <strong>de</strong> Rere es un lugar aislado y con malas comunicaciones. Hemos<br />

observado también que esa característica hace especial al pueblo y que sus costumbres<br />

cordilleranas, ligadas a la agricultura y el comercio fronterizo, íntimamente influido por las<br />

relaciones interétnicas, lo ligan más con la montaña y los valles transcordilleranos que con<br />

el valle central.<br />

Por ello no parece extraño que Sotomayor exprese con bastante elocuencia y<br />

claridad cuáles son las opciones consi<strong>de</strong>radas para <strong>Tucapel</strong> en la división político<br />

administrativa <strong>de</strong>l país. “En 1853 –expresa la Memoria- se hizo ante el Supremo Gobierno<br />

145 Memoria Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción p.<br />

137 I<strong>de</strong>m., p.<br />

109


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

una solicitud para que se formase un Departamento perteneciente a la Provincia <strong>de</strong> Ñuble<br />

con la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Esta pretensión es fundada principalmente en la gran<br />

distancia que separa al pueblo <strong>de</strong> la capital <strong>de</strong> su Departamento. Otros han opinado porque<br />

se agregue al Departamento <strong>de</strong> Los Ángeles, Provincia <strong>de</strong> Arauco, <strong>de</strong> cuya capital solo<br />

dista ocho leguas al sud <strong>de</strong>l Laja 147 ”.<br />

La Provincia <strong>de</strong> Concepción sufre su primera <strong>de</strong>smembración con la creación <strong>de</strong> la<br />

Provincia <strong>de</strong> Ñuble, en 1847. Más tar<strong>de</strong>, en diciembre <strong>de</strong> 1852, como respuesta a los<br />

efectos <strong>de</strong> la guerra civil, se dicta la ley que crea la Provincia <strong>de</strong> Arauco, capital Los<br />

Ángeles, restándole parte <strong>de</strong>l antiguo territorio <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Concepción, que ahora<br />

limitaba con la nueva provincia en el río Laja. Por Ley <strong>de</strong> 2 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1853 que establece<br />

que Yumbel es <strong>de</strong>finitivamente la cabecera <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere, <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>pendía la<br />

sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Séptima <strong>Tucapel</strong>. A partir <strong>de</strong> entonces se especula con nuevas<br />

modificaciones a la división <strong>de</strong>l territorio.<br />

La sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> abarcaba un territorio amplio entre los ríos Itata y<br />

Laja, presentando dificulta<strong>de</strong>s en su <strong>de</strong>limitación, característica que hacía muy difícil la<br />

toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. Las razones expresadas por Sotomayor en su Memoria, que por cierto<br />

recoge las opiniones <strong>de</strong> la época, dicen relación con su ubicación en el territorio, que<br />

complican una división administrativa basada en buenos accesos y acci<strong>de</strong>ntes geográficos<br />

claros y precisos. El Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor trata <strong>de</strong> establecer los criterios que se han tenido<br />

en cuenta consi<strong>de</strong>rando los siguientes aspectos:<br />

1. No podría <strong>de</strong>marcarse un <strong>de</strong>slin<strong>de</strong> fijo y material <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Concepción<br />

para incorporar la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, pues tendría que ser una línea<br />

imaginaria en arenales muertos y sin cultivo.<br />

2. Se suprimiría al <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Rere, escaso materialmente <strong>de</strong> fondos<br />

municipales, <strong>de</strong> una fracción importante.<br />

3. Se opondría a otras subdivisiones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Provincia, también útiles y más<br />

147 I<strong>de</strong>m., p.<br />

urgentes.<br />

110


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Por lo tanto, pese a las argumentaciones en atención a <strong>de</strong>svincular la sub<strong>de</strong>legación<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Concepción y, por en<strong>de</strong>, <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere, el propio<br />

Inten<strong>de</strong>nte se encarga <strong>de</strong> <strong>de</strong>scartar tal posibilidad. No obstante escasos, parece pesar<br />

bastante el hecho <strong>de</strong> privar <strong>de</strong> los ingresos que por <strong>de</strong>rechos ingresan a las cajas<br />

municipales <strong>de</strong> la <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> Yumbel.<br />

En ese criterio, Sotomayor se preocupa <strong>de</strong> los inmuebles <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong>l Estado<br />

existentes en <strong>Tucapel</strong>. “A inmediaciones <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> –dice la Memoria- hai,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos mui remotos una extensión consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> terrenos <strong>de</strong>stinado al uso común<br />

<strong>de</strong> los habitantes; pero individualizándose cada vez más ese uso, se reducía esa propiedad,<br />

que habría concluido por per<strong>de</strong>rse con la internación <strong>de</strong> los mismos pobladores. Evitar este<br />

mal i crear fondos a la <strong>Municipalidad</strong>, con una buena administración, era uno <strong>de</strong> mis<br />

<strong>de</strong>beres principales, luego que estuve en posesión <strong>de</strong> esos antece<strong>de</strong>ntes. Por Decreto <strong>de</strong><br />

inten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> fecha 20 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1853, aprobado por el Supremo gobierno el 3 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong>l mismo año, se dispuso que el Cabildo <strong>de</strong> Rere <strong>de</strong>bía entrar en posesión <strong>de</strong><br />

estos terrenos <strong>de</strong> aproximadamente 700 cuadras” 148 .<br />

Ya hemos dicho que en 1832 la Junta Provincial <strong>de</strong>l Catastro reparaba en este hecho<br />

y que los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> miembros <strong>de</strong> la Junta Parroquial no informaban (Ver capítulo<br />

V). Esta es una situación difícil <strong>de</strong> pesquisar por las autorida<strong>de</strong>s y mucho más controlarlo,<br />

puesto que la <strong>de</strong>manda por tierras se hace cada vez más fuerte y, existiendo mayor<br />

estabilidad política y económica, más el aumento <strong>de</strong> la población, se produce una presión<br />

sobre los terrenos no ocupados.<br />

Junto con la preocupación por los terrenos fiscales, que al cabo <strong>de</strong>l siglo XIX será<br />

inútil ante la arremetida <strong>de</strong> los particulares, la autoridad promociona la construcción <strong>de</strong><br />

viviendas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra o adobe con techumbre <strong>de</strong> tejas, a efecto <strong>de</strong> evitar “los rancheríos”,<br />

expresión muy usada en la documentación y que hace mención a aquellas poblaciones<br />

pobres e informales. En <strong>Tucapel</strong> los habitantes hicieron esfuerzos por construir sus casas en<br />

148 I<strong>de</strong>m., p.<br />

111


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

las quintas o solares <strong>de</strong> la nueva población, lo que se observa en documentos <strong>de</strong> la segunda<br />

mitad <strong>de</strong>l siglo XIX. La característica más importante <strong>de</strong> estas construcciones radican en su<br />

funcionalidad típicamente agraria, puesto que la habitación está hecha para albergar<br />

también las caballerizas, carretas y bo<strong>de</strong>gas; sin olvidar los gallineros, el huerto y los<br />

árboles frutales <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la casa. Es <strong>de</strong>cir, las construcciones son una proyección <strong>de</strong> las<br />

activida<strong>de</strong>s agrarias, <strong>de</strong> las que viven la mayor parte <strong>de</strong> los tucapelinos, sin <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong><br />

activida<strong>de</strong>s artesanales y el comercio.<br />

La Guerra <strong>de</strong>l Pacífico<br />

Como cualquier lugar <strong>de</strong> Chile, <strong>Tucapel</strong> se vio afectado por la Guerra <strong>de</strong>l Pacífico,<br />

conflicto que enfrentó al país con sus vecinos Perú y Bolivia. Muchos tucapelinos <strong>de</strong>bieron<br />

partir al norte una vez estallado el conflicto en abril <strong>de</strong> 1879. No sabemos cuántos se<br />

enrolaron en los distintos regimientos o <strong>de</strong>bieron presentarse obligatoriamente a los<br />

distintos llamados <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong> la época. Lo que sí sabemos es que por <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> 15<br />

<strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1879 se or<strong>de</strong>nó formar una compañía <strong>de</strong> infantería en <strong>Tucapel</strong> y por <strong>de</strong>creto <strong>de</strong><br />

23 <strong>de</strong> mayo un escuadrón <strong>de</strong> artillería. La mayoría pasó a formar parte <strong>de</strong> los regimientos<br />

que marcharon al norte, formados <strong>de</strong> los distintos Departamentos <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong><br />

Concepción.<br />

Uno <strong>de</strong> los oficiales <strong>de</strong>stacados en las campañas <strong>de</strong> esta guerra es don Anacleto<br />

Lermanda, quien vivió y murió en <strong>Tucapel</strong>. Casó con doña Demetria Maldonado el 20 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong> 1874, en segundas nupcias, con quien <strong>de</strong>jó <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia. Debió partir hacia<br />

el escenario <strong>de</strong> la guerra cuando su esposa, tenía cinco meses <strong>de</strong> embarazo. Participó<br />

activamente en la batalla <strong>de</strong> Tacna y en la toma <strong>de</strong>l Morro <strong>de</strong> Arica, Lima y otras<br />

operaciones, como capitán <strong>de</strong> una compañía <strong>de</strong>l Regimiento Carabineros <strong>de</strong> Yungay.<br />

La Iglesia Parroquial<br />

Después <strong>de</strong>l traslado <strong>de</strong> la iglesia parroquial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el recinto <strong>de</strong>l fuerte en 1855, el<br />

paso <strong>de</strong>l tiempo hizo necesario la construcción <strong>de</strong> un nuevo templo que reuniera las<br />

112


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

condiciones necesarias para un servicio religioso digno, la que se realizó con parte <strong>de</strong> los<br />

materiales <strong>de</strong>l templo que había en el fuerte, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las erogaciones <strong>de</strong> los vecinos.<br />

Pero <strong>de</strong>bieron realizarse muchas reparaciones a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, hasta que se<br />

<strong>de</strong>cidió la construcción <strong>de</strong> un nuevo edificio. Por ello es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1886 comenzaron a<br />

recibirse las donaciones <strong>de</strong> los feligreses, lo que consta en el Libro <strong>de</strong> Construcción que aun<br />

guarda la parroquia. Asimismo el Estado aportó 500 pesos por Decreto Supremo <strong>de</strong> julio <strong>de</strong><br />

1888; durante aquel invierno el techo <strong>de</strong>bió improvisarse con arreglos <strong>de</strong> emergencia ya<br />

que las obras estuvieron paralizadas <strong>de</strong>bido a que las erogaciones no alcanzaron a cubrir los<br />

gastos.<br />

Avance en el Territorio. Nuevas Divisiones Administrativas.<br />

Conforme avanza el siglo XIX, <strong>Tucapel</strong> crece <strong>de</strong>bido a la oleada <strong>de</strong> población<br />

proveniente <strong>de</strong> Chillán, Concepción o Los Ángeles, comenzando a observarse la compra <strong>de</strong><br />

gran<strong>de</strong>s extensiones <strong>de</strong> terreno para la explotación agrícola o forestal. La acumulación <strong>de</strong><br />

algún capital permite también a algunos tucapelinos a<strong>de</strong>ntrarse en la montaña con la<br />

compra <strong>de</strong> terrenos, <strong>de</strong> manera que se colonizan las zonas más altas, como Trupán, La<br />

Meseta y Polcura. A<strong>de</strong>más se observa mayor explotación en zonas como Huepil y<br />

Rucamanqui.<br />

En 1872 <strong>Tucapel</strong> sigue formando parte <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere como la<br />

Sub<strong>de</strong>legación Séptima cuyos límites eran al Norte con el curso <strong>de</strong>l río Itata; al Sur el curso<br />

<strong>de</strong>l río Laja; al Este la cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s; al Oeste una línea imaginaria que se dirige<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el río Itata al Laja hasta el Salto <strong>de</strong>l mismo nombre. La población <strong>de</strong> la villa ese año<br />

“sube a 750 habitantes, tiene 3 edificios públicos i 90 particulares, con calles en buen<br />

estado <strong>de</strong> arreglo” 149 . Es <strong>de</strong>cir, la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> compren<strong>de</strong> un extenso<br />

territorio que alcanza hasta la cordillera por el Este. Y como se ve, en poco más <strong>de</strong> cuarenta<br />

años se ha pasado <strong>de</strong> 10 ranchos <strong>de</strong> paja (ver capítulo V) a 90 viviendas.<br />

149 Roa, José <strong>de</strong>l Carmen. Descripción <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Concepción. Anuario Estadístico 1871-1872. p.<br />

225.<br />

113


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En esta época aun es posible observar las recuas <strong>de</strong> pehuenches que llegan al pueblo<br />

en los meses cálidos para comerciar la sal, los ponchos y otros productos que cambian por<br />

trigo, telas o vino. A<strong>de</strong>más, el lado oriental <strong>de</strong> la cordillera sigue siendo atractivo para<br />

muchos que trasmontan el paso Pichachén, u otros ubicados más al norte, para ingresar a la<br />

zona <strong>de</strong> Neuquén y ejercer el comercio lícito e ilícito <strong>de</strong> ganado. El cuatrerismo sigue<br />

siendo un problema que afecta a gana<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> ambos lados <strong>de</strong> la cordillera, pero dadas las<br />

condiciones <strong>de</strong> la época, también beneficia a unos pocos que compran lo robado.<br />

Pero a partir <strong>de</strong> 1879 el gobierno argentino ejecuta una operación llamada la<br />

Conquista <strong>de</strong>l Desierto que consiste en el avance <strong>de</strong> varias Divisiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las provincias<br />

<strong>de</strong>l Norte hacia los alejados poblados <strong>de</strong> las pampas y el sur neuquenino. Esto trajo como<br />

consecuencia una brutal y <strong>de</strong>spiadada persecución contra los pehuenches y ranqueles que se<br />

vieron obligados a huir hacia los valles occi<strong>de</strong>ntales, radicándose en ellos, <strong>de</strong> manera que<br />

pier<strong>de</strong>n abruptamente su ancestral nomadismo. Varias expediciones <strong>de</strong>l ejército argentino<br />

cruzaron la cordillera para diezmar las últimas fuerzas indígenas. Con ello acababa la<br />

hegemonía <strong>de</strong> una cultura hípica que marcó la existencia <strong>de</strong> los tucapelinos 150 .<br />

Al mismo tiempo Chile y Argentina suscribían un tratado <strong>de</strong> límites el 22 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong><br />

1881, con lo cual quedaban zanjados algunos <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>limitación fronteriza, lo que también vino a significar cambios en la forma <strong>de</strong> transitar<br />

por la cordillera 151 . El Estado chileno, entonces, se preocupa <strong>de</strong> regular el territorio con<br />

nuevas leyes, para una mejor administración interior. Es así como por Ley <strong>de</strong> septiembre 11<br />

<strong>de</strong> 1888, el gobierno <strong>de</strong> José Manuel Balmaceda crea nuevas sub<strong>de</strong>legaciones a partir <strong>de</strong>l<br />

amplio territorio <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, todas <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Rere.<br />

150 No forma parte <strong>de</strong>l los objetivos <strong>de</strong> este trabajo señalar las características y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la etnia mapuche<br />

pehuenche, pero hasta aquí se ha señalado con bastante fundamento que la relación con los habitantes <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> fue por más <strong>de</strong> un siglo muy significativa. Cabe recordar que aun en 1856 el Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor<br />

recalca la importancia <strong>de</strong>l comercio con los pehuenches. Su <strong>de</strong>clinar <strong>de</strong>finitivo a fines <strong>de</strong>l siglo XIX, producto<br />

<strong>de</strong> la persecución argentina y la presión chilena sobre sus territorios ancestrales, los confinaron a los valles<br />

cordilleranos <strong>de</strong> Alto Bío-Bío, Lonquimay, Quinquén y la cordillera andina <strong>de</strong> Neuquén. Véase: Torrejón<br />

Godoy, Fernando y Tulio González Abuter. Los Pehuenches: Una Visión Histórica. Ediciones Universidad <strong>de</strong><br />

Concepción, Santiago, 1993.<br />

151 González Abuter, Tulio. Negociaciones Chileno Argentino <strong>de</strong> Límites. Historia <strong>de</strong> una Década.1871-1881.<br />

Colección Terra Nostra Nº 13, Ediciones Universidad <strong>de</strong> Santiago, 1988.<br />

114


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

De acuerdo a esta ley la “Sub<strong>de</strong>legación Octava, <strong>Tucapel</strong> limita al Norte con el río<br />

Huépil y el arrollo Potrero <strong>de</strong> Parra; al Oriente, el fundo Trupán hasta la <strong>de</strong>sembocadura <strong>de</strong>l<br />

arrollo Manso en el Laja; al Sur, con el río Laja; y al Poniente, con el mismo río Laja y la<br />

sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> El Salto, comprendiendo los tres distritos siguientes:<br />

Distrito número 1, <strong>Tucapel</strong>.- Limita al norte con el estero Huepil, Itatita y el arrollo<br />

<strong>de</strong> las Ratoneras, que lo separan <strong>de</strong> la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Trupán y el fundo Huequete; al<br />

Oriente la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Trupán; al Sur el arrollo <strong>de</strong> las Islas que lo separa <strong>de</strong> Las<br />

Lomas y el camino que conduce <strong>de</strong>l puente <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong> Jara hasta el recinto <strong>de</strong>l Pueblo<br />

Viejo, en el lado sur <strong>de</strong> dicho recinto, hasta tocar con el camino real que conduce al vado<br />

<strong>de</strong>l Partido, como también lo limita este último camino por el oriente y el río Laja; y al<br />

Poniente, con la línea que lo separa actualmente <strong>de</strong> la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> El Salto.<br />

Distrito número 2, Las Lomas.- limita al Norte con el distrito <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>; al Oriente<br />

con la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Trupán; al sur, con el río Laja; y al poniente con el distrito <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>.<br />

Distrito número 3, Huequete.- Limita al norte con el río Huépil; al oriente con la<br />

sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Trupán; al sur, con el distrito <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>; y al poniente con el río<br />

Itatita” 152 .<br />

La ley crea <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la antigua sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> otras dos, una <strong>de</strong> éstas, la<br />

“Sub<strong>de</strong>legación Décima, Reñico, limita al Norte, con el río Chodván; oriente con la<br />

cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s; sur y poniente, con el río Huépil, comprendiendo los cuatro<br />

distritos siguientes:<br />

Distrito número 1, Huepil Alto.- Limita al norte, con fundo Rucamanque; oriente<br />

con cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s; sur con el río Huepil y; poniente, con este mismo río, el<br />

riachuelo Reñico y el fundo <strong>de</strong> los rubilares.<br />

152 Echeverría y Reyes pp 212-215.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Distrito número 2, Rucamanque.- Limita al norte, con el río Chodván; oriente<br />

cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s; sur, con el distrito <strong>de</strong> Huepil Alto, y; Poniente, con el fundo<br />

Reñico.<br />

Distrito número 3, Reñico.- Limita al norte con el río Chodván; oriente con el<br />

distrito <strong>de</strong> Rucamanque y el riachuelo Reñico; sur y poniente, este mismo riachuelo.<br />

Distrito número 4, Huepil Bajo.- Limita al norte con el riachuelo reñico; oriente,<br />

con el distrito Huepil Alto; sur y poniente, el río Huepil” 153 .<br />

Finalmente, se crea la “Sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Trupán, que limita al norte con la<br />

sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Reñico, separada por el río Huépil; oriente, Los An<strong>de</strong>s; sur, el río Laja; y<br />

poniente, la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, comprendiendo los siguientes distritos:<br />

Distrito número 1, Trupán.- Limita al norte con el río Huépil; oriente con la línea<br />

<strong>de</strong>l Risco <strong>de</strong>nominado Bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Meseta, prolongada hasta el riachuelo Manso; sur, este<br />

riachuelo hasta llegar al Risco; y poniente, la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

Distrito número 2, La Meseta.- Limita al norte con el río Huépil,; oriente, el<br />

riachuelo Macho; sur, el Manso; y poniente, el distrito <strong>de</strong> Trupán.<br />

Distrito número 3, Polcura.- Limita al norte, el río Huépil y los distritos Trupán y<br />

Meseta; oriente, la Cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s; sur el río Laja; y poniente, la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>”.<br />

También durante el año 1888, el gobierno <strong>de</strong> José Manuel Balmaceda elabora un<br />

catastro con los centros poblados <strong>de</strong>l país y su categoría. De esta manera nos encontramos<br />

con la información remitida al Ministerio <strong>de</strong>l Interior por parte <strong>de</strong>l Gobernador <strong>de</strong>l<br />

153 I<strong>de</strong>m.<br />

116


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Departamento <strong>de</strong> Rere que menciona a <strong>Tucapel</strong> como al<strong>de</strong>a y a Trupán como caserío 154 .<br />

Antes, en 1883, el Visitador <strong>de</strong> Escuelas al concluir su visita al Departamento <strong>de</strong> Rere<br />

solicita al gobierno la creación <strong>de</strong> una escuela <strong>de</strong> hombres en Trupán, lo que significa que<br />

allí hay una concentración poblacional incipiente 155 .<br />

Creación <strong>de</strong> la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

A fines <strong>de</strong>l siglo XIX <strong>Tucapel</strong> seguía formando parte <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere,<br />

pero había aumentado su capacidad productiva ya que los campos estaban siendo<br />

explotados, principalmente a través <strong>de</strong>l cultivo <strong>de</strong> cereales, ma<strong>de</strong>ra y gana<strong>de</strong>ría. Se han<br />

formado gran<strong>de</strong>s explotaciones precordilleranas que concentran mano <strong>de</strong> obra estacional y<br />

permanente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los pequeños propietarios que trabajan sus tierras, generalmente<br />

heredadas <strong>de</strong> sus ancestros.<br />

Finalizada la guerra civil <strong>de</strong> 1891, se promulga la ley <strong>de</strong> 27 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> ese año<br />

conocida como Ley <strong>de</strong> Comuna Autónoma, tendiente a otorgar mayor po<strong>de</strong>r civil y<br />

autonomía a los municipios; la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l legislador era impedir la injerencia <strong>de</strong>l ejecutivo en<br />

las elecciones, lo que se conoce como intervencionismo. Sin embargo, el hecho <strong>de</strong> haber<br />

entregado a estas corporaciones los registros electorales, agravó el cohecho y las disputas<br />

partidarias por manejar los procesos. Pero más allá <strong>de</strong> estas consi<strong>de</strong>raciones, la ley crea<br />

varias comunas, entre ellas <strong>Tucapel</strong>, que se forma sobre la base <strong>de</strong> las sub<strong>de</strong>legaciones<br />

Octava, Décima y Onceava <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere antes <strong>de</strong>scritas.<br />

Creada la nueva comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> con el territorio <strong>de</strong> las sub<strong>de</strong>legaciones<br />

mencionadas, adquiría autonomía en el gobierno local, pero seguía <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l<br />

Departamento <strong>de</strong> Rere, cuyo asiento era, como sabe, Yumbel. Desconocemos la fecha<br />

exacta en que se constituye la <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, pero sí sabemos que el primer<br />

alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> la comuna es don Francisco Friz, personaje cuyas raíces se hun<strong>de</strong>n en lo más<br />

ancestral <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Sus antepasados ocuparon la zona <strong>de</strong> Reñico (Ver capítulo , don<strong>de</strong> a<br />

154<br />

AN IC vol. 704. La información es una relación <strong>de</strong> las al<strong>de</strong>as, lugarejos, villorrios y caseríos <strong>de</strong> cada<br />

Departamento.<br />

155<br />

AN IC vol. 654. Informe <strong>de</strong>l Visitador <strong>de</strong> Escuelas al Departamento <strong>de</strong> Rere, <strong>de</strong> julio 5 <strong>de</strong> 1883.<br />

117


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

fines <strong>de</strong>l siglo XIX aun son propietarios. Friz había sido sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> en 1886,<br />

cargo que <strong>de</strong>sempeñó dos periodos; siendo, a<strong>de</strong>más, un activo miembro <strong>de</strong> la comunidad.<br />

Falleció el 1º <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1902. El periódico quincenal El <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>dicó su portada <strong>de</strong>l 12<br />

<strong>de</strong> enero al este hecho titulando: “Irreparable Pérdida”. La muerte <strong>de</strong> este servidor<br />

provocó profundo pesar entre sus contemporáneos, puesto que era muy apreciado por los<br />

vecinos. “La comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> pier<strong>de</strong> con esta muerte inesperada un apoyo po<strong>de</strong>roso i<br />

sus amigos pier<strong>de</strong>n con la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>l señor Friz un viejo i digno compañero” 156 . Sus<br />

funerales se realizaron el día 3 <strong>de</strong> enero, sepelio al que concurrió casi todo el pueblo.<br />

Junto al primer alcal<strong>de</strong>, la Asamblea comunal había elegido a José Gómez Romero<br />

y Arísti<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Cruz como segundo y tercer alcal<strong>de</strong> respectivamente. Ambos personajes<br />

tendrán un papel protagónico en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. El primero será más tar<strong>de</strong> primer<br />

alcal<strong>de</strong> y <strong>de</strong>stacado agricultor; el segundo también ejercerá el cargo <strong>de</strong> primer alcal<strong>de</strong>,<br />

tesorero municipal y activo dirigente <strong>de</strong>l Partido Liberal, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser precursor <strong>de</strong>l<br />

periodismo en la comuna como propietario y director <strong>de</strong>l primer periódico, El <strong>Tucapel</strong>, <strong>de</strong>l<br />

cual nos ocuparemos más a<strong>de</strong>lante.<br />

No obstante lo anterior, la participación ciudadana se incrementa notablemente con<br />

la creación <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y su posterior instalación, nacen las aspiraciones más<br />

sentidas por los tucapelinos, como la persistente petición al estado para la instalación <strong>de</strong><br />

escuelas o los recursos para mejorar las existentes; agua potable, luz eléctrica, caminos,<br />

policía, etc. El servicio <strong>de</strong> agua potable es la aspiración que más se repite en los<br />

documentos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX. Otto Cid relata que “las casas se abastecían <strong>de</strong> agua<br />

para las necesida<strong>de</strong>s domésticas, incluso para la bebida, mediante pozos o norias, los cuales<br />

eran muy hondos, pues las napas subterráneas <strong>de</strong>l líquido se hallan a gran profundidad.<br />

Algunos <strong>de</strong> estos pozos llegaban hasta 22 metros y la mayoría pasaba <strong>de</strong> quince” 157 .<br />

Llama la atención la gran cantidad <strong>de</strong> inscritos en los registros electorales <strong>de</strong> la<br />

comuna en 1901 y la pasión con que los distintos grupos políticos compiten por el po<strong>de</strong>r<br />

156 EL <strong>Tucapel</strong> Nº 14, enero 12 <strong>de</strong> 1902.<br />

157 Cid, Otto…, op. cit. p 82.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

comunal 158 . Esta situación llevó a veces a graves problemas <strong>de</strong> convivencia, pero al mismo<br />

tiempo permitió que sus habitantes se comprometieran con el <strong>de</strong>sarrollo local y con la<br />

búsqueda <strong>de</strong> soluciones a las graves carencias que la distancia y la falta <strong>de</strong> recursos<br />

ocasionaban.<br />

Disputas Políticas<br />

La política chilena <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX estaba empañada por las pasiones<br />

exageradas <strong>de</strong> los contendores. No por casualidad la guerra civil <strong>de</strong> 1891 costó 10.000<br />

muertos al país, entre ellos, el propio presi<strong>de</strong>nte constitucional. <strong>Tucapel</strong> no escapaba a los<br />

avatares políticos que los protagonistas, miembros <strong>de</strong> partidos o coaliciones, se empeñaban<br />

en mantener vivo, sobre todo en tiempos <strong>de</strong> elecciones. Aquí no fue ajeno el cohecho, la<br />

extorsión y el intervencionismo electoral.<br />

La Ley <strong>de</strong> Comuna Autónoma contemplaba la Junta Comunal, elegida por votación<br />

popular, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se nombraba un alcal<strong>de</strong> que sería el jefe <strong>de</strong> todos los servicios,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> otros dos alcal<strong>de</strong>s. Les correspon<strong>de</strong>ría a las municipalida<strong>de</strong>s en su territorio<br />

jurisdiccional, cuidar y organizar la policía <strong>de</strong> seguridad, salubridad, comodidad, ornato y<br />

recreo, promover la educación, la agricultura, la industria y el comercio, reparación <strong>de</strong><br />

caminos, obras públicas, administrar e invertir los caudales públicos, formar reglamentos y<br />

or<strong>de</strong>nanzas en los ramos que les eran competentes.<br />

Junto con la creación <strong>de</strong> asambleas comunales que permitirían la participación<br />

directa <strong>de</strong> los electores inscritos en los registros municipales, existían los diferentes<br />

partidos políticos que sesionaban y muchas conspiraban en alianzas para impedir el acceso<br />

a los oponentes, produciéndose alteraciones al or<strong>de</strong>n público; lo mismo que la constitución<br />

<strong>de</strong> las mesas electorales al momento <strong>de</strong> efectuar los actos eleccionarios. Sobre esto nos<br />

remitimos a la bibliografía existente, bástenos estos datos para mayor comprensión <strong>de</strong>l<br />

fenómeno que vivió <strong>Tucapel</strong> a fines <strong>de</strong>l siglo XIX y principios <strong>de</strong>l XX.<br />

158 La lista con todos los inscritos en los Registros Electorales <strong>de</strong> la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> aparecen en periódico<br />

El <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong> fecha 31 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1901. A esa fecha existían 1.093 electores inscritos <strong>de</strong> las tres<br />

sub<strong>de</strong>legaciones que componían el territorio comunal, es <strong>de</strong>cir: Tcapel, Reñico y Trupán.<br />

119


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Del mismo modo, po<strong>de</strong>r municipal, versus po<strong>de</strong>r ejecutivo, representado por el<br />

sub<strong>de</strong>legado o gobernador <strong>de</strong>partamental, implicaban fuertes disputas. A<strong>de</strong>más, la falta <strong>de</strong><br />

control y <strong>de</strong> presencia efectiva <strong>de</strong>l Estado a través <strong>de</strong> la a<strong>de</strong>cuada administración <strong>de</strong> justicia<br />

y <strong>de</strong> elementos coercitivos para el cumplimiento <strong>de</strong> la ley, provocaban que muchas<br />

personas intentaran hacer valer su propio po<strong>de</strong>r, basado en el prestigio social, en algún<br />

cargo público o simplemente en su capacidad económica.<br />

Comenzando el año 1895 la Inten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Concepción remitía al Ministerio <strong>de</strong>l<br />

Interior información respecto <strong>de</strong> hechos ocurridos en <strong>Tucapel</strong> los días 1º y 2 <strong>de</strong> enero “con<br />

motivo <strong>de</strong> la flagelación <strong>de</strong> don José Saavedra, or<strong>de</strong>nada por el comandante <strong>de</strong> policía <strong>de</strong><br />

aquella comuna Emilio Segundo Acuña quien <strong>de</strong>sempeña el puesto sin tener nombramiento<br />

superior” 159 . Y como si esto fuera poco, la Inten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Concepción se veía en la<br />

obligación <strong>de</strong> informar que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Rere el or<strong>de</strong>n público se alteraba<br />

con diversos hechos como disturbios en Yumbel, golpes al alcal<strong>de</strong>, salteo, heridos y riñas<br />

callejeras.<br />

Los sucesos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> son relatados por el sub<strong>de</strong>legado acci<strong>de</strong>ntal Jorge Molina y<br />

por el sub<strong>de</strong>legado titular Alejandro Prieto. El primero cuenta que el día 2 <strong>de</strong> enero fue<br />

informado que en la noche anterior, había sido arrestado en el cuartel <strong>de</strong> policía un sujeto<br />

llamado José Daniel Saavedra, “flagelado y botado a la calle en estado <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r moverse<br />

sino con suma dificultad, todo por los ajentes <strong>de</strong> policía” 160 . Después <strong>de</strong> cerciorarse <strong>de</strong>l<br />

estado <strong>de</strong> gravedad <strong>de</strong> Saavedra, Molina se dirigió al cuartel con el objeto <strong>de</strong> inquirir<br />

<strong>de</strong>talles <strong>de</strong>l comandante quien se habría negado a dar información lanzando a Molina al<br />

calabozo, puesto a la barra y <strong>de</strong>sarmado <strong>de</strong>l revólver que portaba para su <strong>de</strong>fensa personal.<br />

Molina acusa que el primer alcal<strong>de</strong>, habiendo concurrido al cuartel, se negó a<br />

otorgar su libertad, <strong>de</strong>teniéndolo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las 10 <strong>de</strong> la mañana a las 3 <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, hora en que<br />

159 AN IC, vol. 916.<br />

160 AN IC vol. 2009. El Informe <strong>de</strong> Molina es <strong>de</strong> fecha 12 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1895.<br />

120


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

el Secretario municipal, Rufino Mén<strong>de</strong>z, lo <strong>de</strong>jó en la puerta <strong>de</strong>l Juzgado <strong>de</strong> Sub<strong>de</strong>legación,<br />

retirándose inmediatamente.<br />

El sub<strong>de</strong>legado Prieto se encontraba <strong>de</strong> viaje en Santiago y tan pronto llegó a<br />

<strong>Tucapel</strong> fue informado <strong>de</strong> los hechos que, según su propia versión, revestían suma<br />

gravedad, ya que la policía municipal cometía abusos con la población, muchas veces<br />

encontrándose los soldados en estado <strong>de</strong> ebriedad. En su extenso Informe se preguntaba:<br />

“¿si ya no hay garantías para los representantes <strong>de</strong>l ejecutivo, para quién los habrá<br />

entonces?”. Pedía se enviase con urgencia a <strong>Tucapel</strong> fuerzas <strong>de</strong> línea para restablecer el<br />

or<strong>de</strong>n quebrantado por los municipales. “Yo no estoy dispuesto a ser atropellado como el<br />

señor Molina, en caso semejante he resuelto, y lo pongo en su conocimiento, que resistiré la<br />

fuerza con la fuerza. De las consecuencias no soy responsable”. Y agregando mayor<br />

dramatismo informaba que <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r reunir la fuerza <strong>de</strong> línea renunciaba a su cargo 161 .<br />

Las reconvenciones ante la actitud <strong>de</strong> Prieto no se <strong>de</strong>jaron esperar, las que fueron<br />

ratificadas por el Ministerio <strong>de</strong>l Interior, pese a los reclamos <strong>de</strong> Prieto por consi<strong>de</strong>rarlas<br />

injustas. Fueron <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él sub<strong>de</strong>legados <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Daniel Dauvin y Olegario<br />

Sanhueza.<br />

Comenzando el siglo XX se nombra a Samuel Molina, quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

informaba por telegrama al gobernador <strong>de</strong>partamental <strong>de</strong> Rere, el 15 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1900,<br />

que el alcal<strong>de</strong> ha citado a sesión para el día 17 en casa <strong>de</strong> don Santiago Álvarez, teniendo<br />

salón <strong>de</strong> sesiones, con objeto <strong>de</strong> ejercer presión para que no pueda tener acceso a presidir la<br />

asamblea y que como tenían mayoría iban a <strong>de</strong>signar local <strong>de</strong> mesas receptoras <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

fundo Rucamanqui en Reñico y Placilla en Trupán, al lado <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l primer alcal<strong>de</strong>.<br />

Solicita se envíen 10 soldados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Yungay, hasta don<strong>de</strong> ya telegrafió solicitándolos al<br />

gobernador <strong>de</strong> ese Departamento para que estuviesen a las 8 AM <strong>de</strong>l día 17. Terminaba<br />

diciendo que estaban perdidos y que por eso querían impedir el acceso a las mesas<br />

161 I<strong>de</strong>m. El Informe <strong>de</strong> Prieto es <strong>de</strong> fecha 7 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1895.<br />

121


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

receptoras. “Quieren negarme entrada a la sala <strong>de</strong> sesiones por no venir en la lista <strong>de</strong><br />

sub<strong>de</strong>legados” 162 .<br />

Efectivamente, la ley <strong>de</strong> elecciones <strong>de</strong> la época otorgaba al sub<strong>de</strong>legado la facultad<br />

<strong>de</strong> presidir la Junta Electoral Comunal, pero como acabamos <strong>de</strong> ver, en la <strong>Municipalidad</strong> se<br />

estaban usando resquicios para impedir que Samuel Molina ejerciera sus atribuciones,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> efectuar los actos <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> mesas en recintos privados. Agravados o<br />

magnificados los hechos ante la proximidad <strong>de</strong> las elecciones, el sub<strong>de</strong>legado aumenta su<br />

solicitud a 20 soldados <strong>de</strong> caballería y el día 20 <strong>de</strong> febrero alarmado informa que don<br />

Santiago Álvarez está organizando una fuerza armada <strong>de</strong> 20 hombres con sueldo <strong>de</strong> veinte<br />

pesos cada uno “<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la sedición <strong>de</strong>l municipio efectuado en la casa <strong>de</strong> este mismo<br />

señor don<strong>de</strong> tenía fuerza oculta en la cual el tesorero <strong>de</strong> esta comuna, don Arísti<strong>de</strong>s<br />

Segundo <strong>de</strong> la Cruz, con revólver y puñal en mano amenazó <strong>de</strong> muerte al edil José Ignacio<br />

Cerda”. Finalmente, insiste en el envío inmediato <strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong> caballería en virtud que los<br />

hechos alteran el or<strong>de</strong>n público y revisten gravedad por estar viciando el proceso<br />

eleccionario.<br />

En medio <strong>de</strong> todo esto, las peticiones a las autorida<strong>de</strong>s administrativas en 1895<br />

<strong>de</strong>mostraban las preocupaciones <strong>de</strong> la comunidad. Solicitaban con urgencia la construcción<br />

<strong>de</strong> un puente sobre el río Cholguán para mejorar comunicación con Yungay, y en beneficio<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, Trupán y la República Argentina, <strong>de</strong>bido a que los puentes construidos<br />

anteriormente se han <strong>de</strong>struido por la fuerza <strong>de</strong>l agua en las avenidas <strong>de</strong>l invierno. Se<br />

insiste, como se viene haciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> la comuna, en la necesidad <strong>de</strong><br />

aumentar el número <strong>de</strong> escuelas y el nombramiento <strong>de</strong> ayudantes para los establecimientos.<br />

Pero todos los años las disputas políticas enfrentaban a los distintos bandos<br />

políticos, como también a las autorida<strong>de</strong>s municipales con las representantes <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r<br />

ejecutivo, especialmente el sub<strong>de</strong>legado. La edición <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1901 <strong>de</strong> El<br />

<strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>muestra las dificulta<strong>de</strong>s por las que atravesaban. El periódico, voz <strong>de</strong>l Partido<br />

Liberal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su edición Nº 10, <strong>de</strong>scargaba todo su arsenal <strong>de</strong> argumentos contra el<br />

162 AN MI vol. 1678, pza. 45.<br />

122


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

sub<strong>de</strong>legado nombrado recientemente, señalando que la comunidad está irritada con “una<br />

persona <strong>de</strong>l todo inepta para <strong>de</strong>sempeñar ese cargo”, que por razones morales no pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempeñar también el cargo <strong>de</strong> juez <strong>de</strong> distrito. Luego las empren<strong>de</strong> contra el ex<br />

gobernador <strong>de</strong>partamental a quien trata <strong>de</strong> cínico por haber nombrado una persona que no<br />

es <strong>de</strong> la Alianza Liberal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, lo que importa un grave insulto, solicitando al nuevo<br />

gobernador que repare tal afrenta a “un pueblo <strong>de</strong>sesperado”. Dramatizando aun más, el<br />

periódico dice que <strong>de</strong> no tomar medidas “llegará el día en que el pueblo, cansado <strong>de</strong><br />

soportar tantos atropellos i vejámenes <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> un individuo <strong>de</strong> lo más ignorante que<br />

cabe, se levantará en masa i obrará <strong>de</strong> la manera que lo crea conveniente” 163 .<br />

En cuatro líneas <strong>de</strong>l extremo inferior izquierdo <strong>de</strong> la página don<strong>de</strong> se lee la nota<br />

anterior y otra respecto <strong>de</strong>l gobernador e Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Provincia se lee: “<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> poco<br />

tiempo se nos dice que comenzarán los trabajos reconstrucción <strong>de</strong>l puente carretero sobre el<br />

estero Reñico, en el camino a Yungay”.<br />

El <strong>Tucapel</strong>, Primer Periódico <strong>de</strong> la Comuna.<br />

El primer número <strong>de</strong> este periódico quincenal que ya hemos mencionado<br />

anteriormente, aparece el 1º <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1899 con un formato <strong>de</strong> 27 por 37<br />

centímetros. Se proclama como “Órgano <strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>”. El<br />

editor era don Francisco Antonio Vargas, quien manifiesta que este esfuerzo obe<strong>de</strong>ce a una<br />

necesidad. “Juzgamos indispensable –manifiesta su portada- en nuestro pueblo una<br />

publicación que, respetando la sana moral y las consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong>bidas al público, se<br />

consagre al servicio <strong>de</strong> los intereses <strong>de</strong> la Comuna” 164 .<br />

Para ratificar la prescin<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> cualquier influencia política expresa que “El<br />

<strong>Tucapel</strong> no militará a la sombra <strong>de</strong> ningún partido, por cuyo motivo no se ocupará <strong>de</strong><br />

asuntos personales ni los tomará en cuenta, salvo como cosa inci<strong>de</strong>ntal… La prensa<br />

siempre la hemos consi<strong>de</strong>rado como luz y como fuerza, y, como tal, la emplearemos en<br />

163 El <strong>Tucapel</strong> Nº 14 <strong>de</strong> octubre 25 <strong>de</strong> 1901.<br />

164 El <strong>Tucapel</strong> Nº 1 <strong>de</strong> septiembre 1º <strong>de</strong> 1899.<br />

123


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

instruirnos e instruir al pueblo, en estrechar los vínculos <strong>de</strong> unión entre los vecinos <strong>de</strong><br />

nuestra comuna para trabajar todos <strong>de</strong> consuno por el verda<strong>de</strong>ro progreso y a<strong>de</strong>lanto no<br />

solo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, sino en general <strong>de</strong> nuestra Comuna” 165 .<br />

En el número siguiente, el tema más importante es el relativo a la celebración <strong>de</strong>l 18<br />

<strong>de</strong> septiembre, con expresiones y temas <strong>de</strong> patriotismo y civilidad. Luego, las publicaciones<br />

que le siguen durante el año 1899 mantienen el altruismo y objetividad manifestados en la<br />

<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l primer número. Noticias sobre bandolerismo, lista <strong>de</strong><br />

contribuyentes, poesías y temas sobre <strong>de</strong>sarrollo moral y material; comercio, industria y<br />

educación. Sobre esto último manifiesta el número 5, <strong>de</strong> noviembre 1º, que el Municipio ha<br />

<strong>de</strong>splegado gran actividad y mucho entusiasmo por el bienestar material <strong>de</strong> los tucapelinos<br />

y <strong>de</strong> la comuna en general, lo que aplau<strong>de</strong> sinceramente, pero “que no ha tomado en cuenta<br />

aún el progreso moral e intelectual <strong>de</strong>l pueblo”, haciendo un <strong>de</strong>scarnado análisis <strong>de</strong> la<br />

situación <strong>de</strong> pobreza y abandono en que se encuentra la escuela pública y llama a la<br />

creación <strong>de</strong> una plaza <strong>de</strong> ayudante, a efecto que el director preceptor pueda ofrecer una<br />

mejor educación a sus alumnos.<br />

Todos los temas analizados por El <strong>Tucapel</strong> tienen la característica <strong>de</strong> ser imparciales<br />

respecto <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncias político - partidistas, con lo cual cumple su cometido inicial. Se<br />

insiste mucho en el patriotismo y en la organización <strong>de</strong> la nación, la familia y los gremios.<br />

Pero esto cambia abruptamente a fines <strong>de</strong> 1901, cuando <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un tiempo sin ediciones<br />

se hace cargo <strong>de</strong>l periódico don Arísti<strong>de</strong>s Segundo <strong>de</strong> la Cruz, como director y propietario,<br />

otorgándole la calidad <strong>de</strong> “Órgano <strong>de</strong> la Alianza liberal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>”, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la edición<br />

número 10. De esta forma la línea editorial cambia radicalmente; los temas son ahora<br />

preferentemente políticos. La óptica partidista se hace cargo <strong>de</strong> los problemas que aquejan<br />

a la comuna y los hace suyos, introduciendo un elemento más en las fuertes disputas que<br />

enfrenta a los partidos en que militan los vecinos. Sin embargo, su existencia fue muy corta.<br />

El <strong>Tucapel</strong> se imprimía en Yungay y alcanzó hasta el número 14 <strong>de</strong> fecha 12 <strong>de</strong><br />

enero <strong>de</strong> 1902, en que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> publicarse. No obstante los cambios que sufrió en su corta<br />

165 I<strong>de</strong>m<br />

124


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

vida, el periódico refleja los intereses <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, sus<br />

problemas más urgentes, los sueños y esperanzas; y aunque muchas veces la versión <strong>de</strong> los<br />

hechos estaba fuertemente influida por una visión partidista, por lo <strong>de</strong>más muy legítima, la<br />

función <strong>de</strong> informar se cumplía. También constituye una fuente <strong>de</strong> inestimable valor para el<br />

estudio <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

Situación al Cambio <strong>de</strong> Siglo<br />

Durante el siglo XIX se produce un avance consi<strong>de</strong>rable en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

y los campos aledaños. La acumulación <strong>de</strong> capitales, la <strong>de</strong>manda por ma<strong>de</strong>ra y trigo, entre<br />

otros productos, producen una presión sobre terrenos antes <strong>de</strong>spoblados. Las haciendas<br />

incrementan su producción, aumenta el inquilinaje y la ocupación <strong>de</strong> terrenos más altos,<br />

especialmente hacia Trupán y Polcura. A fines <strong>de</strong> siglo ha cambiado notablemente la forma<br />

<strong>de</strong> hacer comercio, ya que no son los pehuenches y sus recuas quienes mayoritariamente<br />

ocupan el paisaje en tiempos <strong>de</strong> primavera y verano para comerciar. Al contrario, una vez<br />

perseguidos y exterminados por fuerzas argentinas se ve a estos indígenas cordilleranos<br />

llegar a los centros poblados <strong>de</strong> Antuco y <strong>Tucapel</strong> entre los años 1880 y 1883, buscando<br />

refugio. Pero los tucapelinos ascien<strong>de</strong>n la montaña para ocupar terrenos más altos y algunos<br />

para incursionar sobre el territorio argentino <strong>de</strong> Neuquén. En la documentación <strong>de</strong>l<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Interior se insiste <strong>de</strong> vez en cuando en la necesidad <strong>de</strong> regular los viajes <strong>de</strong><br />

personas hacia la República Argentina por los diversos pasos, encargando a los<br />

sub<strong>de</strong>legados <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, Reñico y Trupán informar <strong>de</strong> los movimientos efectuados por<br />

arrieros u otro tipo <strong>de</strong> viajeros.<br />

Una <strong>de</strong> las más gran<strong>de</strong>s aspiraciones <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s es la educación. Por ello es<br />

que siempre observamos documentos en los que se insiste en la creación <strong>de</strong> nuevas<br />

escuelas. <strong>Tucapel</strong> tiene a fines <strong>de</strong> siglo una <strong>de</strong> hombres y una <strong>de</strong> mujeres; en Reñico una<br />

mixta y en Trupán una <strong>de</strong> varones.<br />

En cuanto a las comunicaciones nos remitimos a lo ya mencionado, pero agregando<br />

que este aislamiento permite que el or<strong>de</strong>n y la administración <strong>de</strong> justicia sea un aspecto<br />

125


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

débil, incrementado porque la montaña es el lugar i<strong>de</strong>al para los fugitivos, cuatreros o<br />

bandidos que atemorizan a la población.<br />

El Bandolerismo en la Montaña<br />

Persistentemente las autorida<strong>de</strong>s administrativas y <strong>de</strong>spués las municipales están<br />

informando y solicitando ayuda al po<strong>de</strong>r central para solucionar los continuos robos,<br />

asaltos, abigeatos y homicidios cometidos en <strong>Tucapel</strong> y sus alre<strong>de</strong>dores. Ya vimos que este<br />

era un problema endémico a principios <strong>de</strong>l siglo XIX, pero subsiste a lo largo <strong>de</strong> toda la<br />

centuria. La falta <strong>de</strong> policía o autorida<strong>de</strong>s competentes para conocer y perseguir los <strong>de</strong>litos<br />

<strong>de</strong>bido a la lejanía <strong>de</strong> la cabecera <strong>de</strong> Departamento y la escasez <strong>de</strong> recursos es parte <strong>de</strong>l<br />

análisis a veces <strong>de</strong>sesperado <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s locales. Las informaciones sobre bandidos<br />

es una constante en los archivos, lo que se incrementa culminando el siglo.<br />

En 1898, el sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Daniel Dauvin daba cuenta al gobernador<br />

<strong>de</strong>partamental <strong>de</strong> Rere sobre los bandidos que asolaban la zona <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Al año<br />

siguiente el sub<strong>de</strong>legado Olegario Sanhueza expresaba la misma preocupación y alarma. En<br />

la edición <strong>de</strong> El <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong> octubre 15 <strong>de</strong> 1899 166 , se lee el siguiente titular: “Gran Salteo<br />

en el Fundo Huépil”. Expresaba el periódico que el dueño <strong>de</strong>l fundo, don Teodoro Rubilar,<br />

había sido asesinado por una banda <strong>de</strong> <strong>de</strong> ocho sujetos armados <strong>de</strong> carabinas el día 12 <strong>de</strong><br />

octubre. Los bandidos llegaron a la casa <strong>de</strong> la familia Rubilar y procedieron a intimidar y<br />

maltratar a quienes se encontraban en ese momento, disparando dos tiros sobre la víctima y<br />

<strong>de</strong>jando mal herida a la esposa <strong>de</strong> éste. La alarma que produjo este asalto en la población<br />

era algo común en aquella época, una forma <strong>de</strong> vivir que difícilmente pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rse<br />

hoy. Pensemos que la capacidad <strong>de</strong> la policía <strong>de</strong> la época estaba en directa relación con la<br />

calidad <strong>de</strong> los medios humanos y materiales 167 . El juzgado <strong>de</strong> letras en lo criminal<br />

competente residía en Yumbel y las diligencias, por lo tanto, <strong>de</strong>moraban lo suficiente como<br />

para que los hechos <strong>de</strong>lictivos muchas veces quedaran en la impunidad. De esta manera, la<br />

víctima adquiría una categoría especial <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las creencias y sentimientos populares,<br />

166 El <strong>Tucapel</strong> Nº 4 <strong>de</strong> octubre 15 <strong>de</strong> 1899.<br />

167 Llama la atención que aún <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 100 años, existe recuerdo y versiones sobre este hecho en<br />

personas que han recibido la noticia <strong>de</strong> sus antepasados.<br />

126


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

consagrado como héroe o alma con po<strong>de</strong>res para conce<strong>de</strong>r favores, aspectos mito religiosos<br />

que ayudaban a una suerte <strong>de</strong> catarsis colectiva. Por otro lado, los bandidos adquirían<br />

dimensiones mitológicas, mezclado con una fuerte dosis <strong>de</strong> temor y rechazo.<br />

En otra parte <strong>de</strong> este trabajo veíamos un inci<strong>de</strong>nte ocurrido en <strong>Tucapel</strong> en 1895 con<br />

la Policía Comunal. En 1901 se informaba que el cuerpo policial <strong>de</strong>l pueblo contaba con<br />

escasos medios para batir el bandolerismo. “Todos los días –dice El <strong>Tucapel</strong>- llegan<br />

reclamos <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> esta Comuna, quejándose ya <strong>de</strong> un atropello, ya un asalto a<br />

mano armada o <strong>de</strong> robos <strong>de</strong> animales a plena luz <strong>de</strong>l día. Pero aunque éstos se suce<strong>de</strong>n con<br />

tanta frecuencia no se pue<strong>de</strong>n perseguir para aplicar su merecido castigo a los culpables<br />

porque no hay policía con elementos necesarios para combatir a los forajidos” 168 .<br />

Las noticias sobre bandidos era algo común y las quejas ante la autoridad no surtían<br />

efectos porque se tendía a minimizar la alarma pública, al menos eso se observa en la<br />

documentación <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong>l Interior. La policía comunal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> se componía <strong>de</strong> 5<br />

miembros en aquel entonces, quienes contaban con una carabina en mal estado y sin<br />

municiones, y dos yataganes. A este estado <strong>de</strong> cosas <strong>de</strong>bemos agregar la falta <strong>de</strong> unidad<br />

entre los diferentes partidos políticos que se disputaban el po<strong>de</strong>r local. Radicales, liberales,<br />

conservadores, balmacedistas y <strong>de</strong>mocráticos, nacionales o sus coaliciones, tendían a<br />

<strong>de</strong>sprestigiarse y luchar <strong>de</strong>nodadamente entre sí. Por eso es que la edición <strong>de</strong>l periódico que<br />

analizamos <strong>de</strong>cía que si bien existían soldados pagados por dos vecinos <strong>de</strong>l pueblo, éstos se<br />

ocupaban <strong>de</strong> resguardar a sus patrones y no a la comunidad. “La clase trabajadora, el pobre<br />

que no da erogaciones para pagar a estos soldados, es quien sufre diariamente el <strong>de</strong>spojo <strong>de</strong><br />

los pocos bienes que posee” 169 . Luego menciona que han llegado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Concepción cuatro<br />

soldados que quedaron a disposición <strong>de</strong>l sub<strong>de</strong>legado a quien califica como “un individuo<br />

<strong>de</strong> lo más nulo que cabe y que obe<strong>de</strong>ce a las personas <strong>de</strong> su amaño”. Ese año el alcal<strong>de</strong> era<br />

Daniel Dauvin, <strong>de</strong> la Alianza liberal, quien, según El <strong>Tucapel</strong>, es “el más entusiasta,<br />

trabajador y justiciero” 170 que ha tenido la comuna. El alcal<strong>de</strong> anterior es acusado <strong>de</strong> tener<br />

168 El <strong>Tucapel</strong> Nº 10 <strong>de</strong> octubre 4 <strong>de</strong> 1901.<br />

169 El <strong>Tucapel</strong> Nº 10 <strong>de</strong> octubre 4 <strong>de</strong> 1901.<br />

170 I<strong>de</strong>m.<br />

127


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

en su po<strong>de</strong>r 18 carabinas e igual número <strong>de</strong> sables que los tendría para su uso personal,<br />

negándose, según la versión, a entregarlos al alcal<strong>de</strong> actual.<br />

En este ambiente, el bandolerismo campeaba por la toda la comuna. Cuatreros<br />

pasaban la cordillera para traer ganado robado y se sabe que muchas veces fueron<br />

perseguidos por gendarmería argentina hasta muy cerca <strong>de</strong> Trupán.<br />

128


Ferrocarril a Bahía Blanca por Antuco<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo VII<br />

Siglo XX: Cambio Sobre Rieles<br />

“echaba otra vez un pitazo largo y entonces<br />

como que emergía <strong>de</strong> algún país encantado,<br />

envuelto en una atmósfera <strong>de</strong> vapor y <strong>de</strong> humo<br />

negro, con olor a minas subterráneas y a<br />

tiempos inmemoriales”. Otto Cid, “Paso <strong>de</strong> Leones”<br />

En varios pasajes <strong>de</strong> estas líneas ha quedado en evi<strong>de</strong>ncia una relación muy estrecha<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> con la montaña y los valles trasandinos. También hemos visto la importancia<br />

<strong>de</strong>l paso <strong>de</strong> Antuco <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las recuas pehuenches y los merca<strong>de</strong>res, pasando por Pedro<br />

Ángel <strong>de</strong> Espiñeira, Justo Molina, Luis <strong>de</strong> la Cruz, Claudio Gay, Edgard Poeppig, Ignacio<br />

Domeyko y Rafael Sotomayor, quienes resaltaron la importancia <strong>de</strong> este paso cordillerano,<br />

algunos <strong>de</strong> ellos con un agudo sentido visionario.<br />

Una vez que Chile y Argentina establecieron una frontera <strong>de</strong>finitiva por la línea <strong>de</strong><br />

las cumbres más altas que dividan las aguas, comenzaron a <strong>de</strong>linear proyectos que<br />

permitieran el libre tránsito. Con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los ferrocarriles se pensó unir los<br />

territorios <strong>de</strong> ambas repúblicas por diferentes pasos a lo largo <strong>de</strong> su extensa frontera.<br />

Muchos años se <strong>de</strong>bieron esperar para ver concluida una red ferroviaria que atravesara la<br />

cordillera, lo que ocurrió en 1910, cuando con ocasión <strong>de</strong> la conmemoración <strong>de</strong>l centenario<br />

<strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> ambos países, se inauguró el ferrocarril trasandino por Uspallata, en<br />

Los An<strong>de</strong>s.<br />

129


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

PROYECTOS FERROVIARIOS Y CORREDORES BIOCEÁNICOS<br />

FINES SIGLO XIX Y PRINCIPIOS SIGLO XX<br />

PROYECTO FERROVIARIO CORREDOR BIOCEÁNICO<br />

Antofagasta a Salta Antofagasta Buenos Aires<br />

Puquios a Tinogasta Cal<strong>de</strong>ra Buenos Aires<br />

Los An<strong>de</strong>s a Mendoza Valparaíso Buenos Aires vía Juncal<br />

Santiago a Mendoza Valparaíso Buenos Aires vía Maipú<br />

Curicó a San Rafael San Antonio Buenos Aires vía Maipo<br />

Monte Águila a Neuquén Talcahuano Bahía Blanca vía Antuco<br />

Curacautín a Zapala Talcahuano Bahía Blanca vía Lonquimay<br />

Loncoche a Zapala Valdivia Bahía Blanca<br />

Riñihue Neuquén Valdivia Bahía Blanca<br />

Los Lagos a Mendicao Valdivia Bahía Blanca<br />

Pero uno <strong>de</strong> los proyectos más esperados por los habitantes <strong>de</strong> la zona central <strong>de</strong><br />

ambos países, especialmente Neuquén y Concepción, es el Ferrocarril Trasandino por<br />

Antuco, puesto que la pendiente y la facilidad que ofrece la geografía en este punto <strong>de</strong>l<br />

territorio, hacían más viable el proyecto.<br />

La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> unir el Océano Pacífico y el Océano Atlántico a través <strong>de</strong>l ferrocarril por<br />

el paso <strong>de</strong> Antuco la encontramos en la llamada “Exploración Alsina” en 1882, cuando el<br />

gobierno argentino comisiona a Juan Ignacio Alsina para que explore y efectúe un<br />

levantamiento topográfico <strong>de</strong>l territorio <strong>de</strong> Neuquén; a él se atribuye el primer proyecto 171 .<br />

El país trasandino <strong>de</strong>sarrollaba una fuerte política inmigratoria para poblar el extenso<br />

territorio <strong>de</strong>l sur, especialmente las pampas y la Patagonia y junto con ello construir re<strong>de</strong>s<br />

ferroviarias que permitieran el progreso. Alsina es nombrado gobernador <strong>de</strong> Neuquén en<br />

1892, con lo que se fortalece el proyecto ferroviario.<br />

171 Moesco, Enrique. Pequeña Historia Neuquina y <strong>de</strong>l tren trasandino <strong>de</strong>l sur. Buenos Aires. En: Cámara<br />

Chileno Argentina <strong>de</strong> Comercio, 1953.<br />

130


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En 1886 se publicó en Buenos Aires el texto “Interoceánico entre Bahía Blanca y<br />

Talcahuano. Informe sobre la traza entre Bahía Blanca y Talcahuano” 172 , puesto que la<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> los argentinos, tanto como ahora, era acce<strong>de</strong>r a los puertos <strong>de</strong>l Océano Pacífico”. En<br />

este interesante texto se observa un plano adjunto cuya escala no permite ver con precisión<br />

el trazado. Pero explica la línea proyectada parte “<strong>de</strong> la Estación Yumbel <strong>de</strong>l Ferrocarril <strong>de</strong>l<br />

Sud y pasando sucesivamente por los poblados <strong>de</strong> Yungay, <strong>Tucapel</strong>, Trupán y Antuco,<br />

atraviesa la cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s por un túnel <strong>de</strong> 2.500 metros el paso Pichachén para<br />

seguir el curso <strong>de</strong>l Renileo” 173 .<br />

El mismo año en la capital argentina se publica la Memoria 174 <strong>de</strong>l Ferrocarril<br />

Trasandino, realizada por la empresa Francisco Bustamante y Cía., que aspiraba a obtener<br />

la concesión <strong>de</strong> ambos gobiernos para ejecutar el proyecto. Esta publicación ratifica el<br />

trazado <strong>de</strong> la anterior y especifica con más <strong>de</strong>talles el intrincado recorrido <strong>de</strong> las líneas<br />

ferroviarias argentinas, que finalmente culminan en el paso Pichachén para luego continuar<br />

por territorio chileno rumbo a Talcahuano. Señala entre los beneficios la posibilidad <strong>de</strong><br />

exportar “lanas, cueros, pieles, cerdas, ma<strong>de</strong>ras y sal”; facilidad para explotar “en Neuquén<br />

los <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> yeso y los minerales <strong>de</strong> plata, cobre, plomo y carbón; mientras que en<br />

Chile transportaría “el trigo y otros cereales, viñas, ma<strong>de</strong>ras y serviría a las poblaciones<br />

chilenas <strong>de</strong> Yungay, <strong>Tucapel</strong>, Trupán y Antuco, y el tráfico con la frontera <strong>de</strong> Ñorquín” 175 .<br />

La empresa <strong>de</strong> Francisco Bustamante había presentado su proyecto al gobierno y al<br />

congreso chilenos el 25 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1883, es <strong>de</strong>cir, cuando Chile aun no solucionaba<br />

<strong>de</strong>l todo sus problemas con Perú y Bolivia producto <strong>de</strong> la Guerra <strong>de</strong>l Pacífico. El gobierno<br />

argentino suscribió contrato con esta empresa el 6 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1886, <strong>de</strong> manera que en<br />

aquella época comenzó la construcción <strong>de</strong> la línea que uniría Bahía Blanca y Buenos Aires<br />

con los territorios <strong>de</strong> colonización <strong>de</strong> Puán, Salinas Gran<strong>de</strong>s, Trau Lauquén, Río Salado,<br />

172 Duffy, Ricardo. Interoceánico entre Bahía Blanca y Talcahuano. Informe sobre la traza entre Bahía<br />

Blanca y Talcahuano. Imprenta y Encua<strong>de</strong>rnación Kraft, Buenos Aires 1886.<br />

173 I<strong>de</strong>m., p. 5.<br />

174 Empresa Francisco Bustamante y Cía. Memoria y Documentos referentes al Ferrocarril <strong>de</strong>l Interoceánico.<br />

Imprenta y Litografía <strong>de</strong> J.H. Kidd y Cía. San Martín 115, Buenos Aires, 1886.<br />

175 I<strong>de</strong>m., p. 3-5.<br />

131


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Río Colorado, Neuquén y éstos con el puerto chileno <strong>de</strong> Talcahuano. Debemos recordar<br />

que el gobierno argentino en 1883 aun se encontraba en campaña militar contra los diversos<br />

pueblos indígenas que poblaban aquel extenso territorio en la llamada “Campaña <strong>de</strong>l<br />

Desierto”, como fueron los pampas, ranqueles y pehuenches, a través <strong>de</strong> la División al<br />

mando <strong>de</strong>l general Conrado Villegas. Más tar<strong>de</strong>, el progreso <strong>de</strong>berá ir sobre rieles y las<br />

líneas argentinas comenzarán a avanzar y adquirirán fuerza con el gobierno <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte<br />

José Evaristo Uriburu. En 1896 queda contratada la red hasta Neuquén; el 13 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong> 1897 se inaugura el tren hasta Río Colorado; el 30 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1898 llega<br />

hasta Choele-Choel (Hoy Darwin) y en diciembre <strong>de</strong> 1898 hasta la cordillera con el río<br />

Limay.<br />

En Chile, el Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere informaba al gobierno en<br />

noviembre <strong>de</strong> 1886 que los habitantes <strong>de</strong> Yungay y <strong>Tucapel</strong> que envían sus productos a las<br />

estaciones <strong>de</strong>l Ferrocarril <strong>de</strong>l Sur <strong>de</strong> Cabrero y Yumbel respectivamente, cubriendo gran<strong>de</strong>s<br />

distancias, por caminos en pésimo estado <strong>de</strong> conservación; realizando dilatados ro<strong>de</strong>os y el<br />

pago <strong>de</strong> costosos fletes 176 .<br />

Por ley <strong>de</strong> 13 mayo <strong>de</strong> 1887 la Empresa Mariano Palacios, Francisco Bustamante y<br />

Cía obtiene <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Chile la concesión para la construcción y explotación <strong>de</strong>l<br />

Ferrocarril Trasandino <strong>de</strong>l Sur 177 . Los planos fueron aprobados en enero <strong>de</strong> 1889,<br />

procediéndose al nombramiento <strong>de</strong> la Comisión <strong>de</strong> Hombres Buenos que se encargaría <strong>de</strong><br />

la tasación <strong>de</strong> los predios que <strong>de</strong>berían expropiarse entre la Estación Yumbel, <strong>de</strong> la línea<br />

central <strong>de</strong>l Ferrocarril <strong>de</strong>l Sur 178 , al estero Tapihue, en una extensión <strong>de</strong> 889 metros <strong>de</strong><br />

largo por 40 <strong>de</strong> ancho. Esta primera parte incluía estación, línea principal, línea alternativa,<br />

línea <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso, bo<strong>de</strong>gas, y oficinas. En diciembre el gobernador <strong>de</strong>partamental<br />

informaba al gobierno que la gran cantidad <strong>de</strong> operarios producía algunos problemas por<br />

176<br />

AN IC vol. 654, pza. 132. Informe <strong>de</strong>l Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere, Domingo Munizaga,<br />

noviembre 16 <strong>de</strong> 1886.<br />

177<br />

La Empresa en Chile tiene esta <strong>de</strong>nominación, al parecer por la inclusión <strong>de</strong> un nuevo socio. Este<br />

ferrocarril recibe las siguientes <strong>de</strong>nominaciones: “Ferrocarril Trasandino a Bahía Blanca”, “Ferrocarril<br />

Trasandino <strong>de</strong>l Sur”, “Ferrocarril Trasandino por Antuco”. En este texto se usarán indistintamente según la<br />

<strong>de</strong>nominación que usen los documentos que se tienen a la vista.<br />

178<br />

La línea central en esta parte estaba concluida en 1872.<br />

132


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

hurtos y robos y con el fin <strong>de</strong> evitar crímenes proponía una sub<strong>de</strong>legación ambulante con<br />

20 hombres armados para resguardar los trabajos en la sección chilena <strong>de</strong>l trazado 179 .<br />

La empresa que ejecutaba los trabajos sufrió varios inconvenientes, sobre todo<br />

financieros. Pero uno <strong>de</strong> los más <strong>de</strong>terminantes inconvenientes fue la guerra civil <strong>de</strong> 1891,<br />

que paralizó las obras por casi todo un año. Luego, en 1892, la empresa, ahora llamada<br />

Francisco Bustamante, Miguel Fierro y Cía sigue trabajando en la construcción <strong>de</strong> la vía,<br />

pero no ha <strong>de</strong> durar mucho tiempo por incumplimiento <strong>de</strong> contrato. Cientos <strong>de</strong> rieles y<br />

durmientes quedaron abandonados en Yumbel.<br />

Chile y Argentina tuvieron serios conflictos limítrofes, producto <strong>de</strong> la interpretación<br />

<strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> Límites <strong>de</strong> 1881, al punto que en varias ocasiones ambas naciones<br />

estuvieron a punto <strong>de</strong> entrar en guerra, lo que significó retrasos en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones<br />

para proseguir con la política <strong>de</strong> integración, en la que los ferrocarriles eran la llave para los<br />

corredores interoceánicos. Pero a fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1890 hubo distensión en las<br />

relaciones, lo que permitió reanudar los proyectos <strong>de</strong> ferrocarriles. Por <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong><br />

febrero <strong>de</strong> 1899 el gobierno <strong>de</strong> Chile or<strong>de</strong>na a una comisión compuesta por los ingenieros<br />

Domingo Víctor Santa María, Omer Huet y Juan Emilio Mujica, informen sobre los<br />

proyectos <strong>de</strong> ferrocarriles trasandinos <strong>de</strong> Tinguiririca, Cajón <strong>de</strong>l Maipú y Antuco.<br />

La Comisión sale <strong>de</strong> Santiago el 8 <strong>de</strong> febrero y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> recorrer el territorio por<br />

don<strong>de</strong> irían las dos primeras vías mencionadas, procedió a viajar al sur, llegando a Chillán<br />

el día 24 <strong>de</strong>l mismo mes, lugar en que solicitaron cabalgaduras, coches y mulas para<br />

dirigirse a Yungay, don<strong>de</strong> el vecindario les brindó una esplendida bienvenida, hecho que<br />

<strong>de</strong>muestra lo importante que era para los habitantes <strong>de</strong>l territorio una obra <strong>de</strong> esta<br />

envergadura. El día 25 son recibidos en la hacienda Rucamanqui por su dueño José Gómez,<br />

lugar don<strong>de</strong> pernoctaron; el Informe <strong>de</strong>staca la amabilidad con que fueron recibidos por<br />

este hacendado. Des<strong>de</strong> allí salieron a <strong>Tucapel</strong>, don<strong>de</strong> observan “algunos campos <strong>de</strong><br />

cultivo”, atravesando el río Laja en el vado <strong>de</strong> La Lancha, para luego dirigirse a la hacienda<br />

179 AN IC vol 771, pza 182.<br />

133


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Las Canteras, Rucue, Antuco, El Chacal, Los Escoriales, Laguna Laja y paso Pichachén,<br />

recorriendo más <strong>de</strong> ochenta kilómetros 180 .<br />

El Informe que entrega la Comisión al gobierno sugiere que es más viable la<br />

construcción <strong>de</strong>l ferrocarril por Antuco que por los otros puntos y que éste <strong>de</strong>biera ser <strong>de</strong><br />

trocha angosta, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> otras consi<strong>de</strong>raciones técnicas.<br />

Como consecuencia <strong>de</strong> la reanudación <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong> guerra con Argentina, <strong>de</strong>moró<br />

una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>finitiva, hasta que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los llamados Pactos <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 1902 181 , el<br />

gobierno <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Germán Riesco se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> a perseverar en el Trasandino por Antuco.<br />

Por Ley Nº 1.589 <strong>de</strong> 14 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1903 el Estado <strong>de</strong> Chile entregó la concesión para la<br />

construcción y explotación <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> ferrocarriles <strong>de</strong>l Trasandino a Bahía Blanca, a la<br />

compañía <strong>de</strong>l empresario uruguayo Justino José Beláustegui, con la que suscribió contrato<br />

<strong>de</strong> concesión el 1º <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1903. El 28 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1904 la empresa entregaba los<br />

planos <strong>de</strong>l trazado a la Dirección General <strong>de</strong> Obras Públicas, el que ahora partía <strong>de</strong> la<br />

estación Monte Águila, <strong>de</strong> la línea central, siguiendo hacia la frontera en un recorrido total<br />

<strong>de</strong> 137.800 metros.<br />

En las primeras secciones se incluían líneas, bo<strong>de</strong>gas, galpón <strong>de</strong> máquinas, galpón<br />

<strong>de</strong> coches, puente <strong>de</strong> 15 metros sobre el estero Los Troncos y estación Huépil, ubicada en el<br />

kilómetro 50. Las estaciones intermedias <strong>de</strong> esta sección eran Charrúa, Campanario, Desvío<br />

al Laja y Cholguán. Después <strong>de</strong> Huépil vendrían las estaciones <strong>de</strong> Trupán y Polcura, para<br />

luego atravesar el río Laja y proseguir con el trazado y las estaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong> Quillay Lebu,<br />

Malalcura, Chacal, Volcán, Frontera y Deslin<strong>de</strong>.<br />

El 21 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1905 se aprueban los planos y las obras comenzaron a fines <strong>de</strong><br />

febrero, al tiempo que se realizaban los trámites <strong>de</strong> expropiación <strong>de</strong> los terrenos. En mayo<br />

se realizan modificaciones al proyecto en los primeros 35 kilómetros y en octubre<br />

Beláustegui propone <strong>de</strong>sviar el trazado para permitir <strong>de</strong>splazar el puente sobre el estero Los<br />

180 AN MOP vol. 126, pza 1.<br />

181 Vial Correa, Gonzalo. Historia <strong>de</strong> Chile. Tomo XVI, Capítulo Décimo.<br />

134


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Troncos 400 metros hacia el sur, a fin <strong>de</strong> facilitar su construcción en vista <strong>de</strong> las crecidas<br />

producidas por las últimas lluvias, lo cual fue aprobado.<br />

Por <strong>de</strong>creto 3.316 <strong>de</strong> fecha 22 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1905 <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Industrias,<br />

Obras Públicas y Ferrocarriles, se autoriza al tráfico público los primeros 35 kilómetros <strong>de</strong>l<br />

Trasandino, es <strong>de</strong>cir, el tramo comprendido entre Monte Águila y Cholguán. Al día<br />

siguiente el diario El Sur <strong>de</strong> Concepción informaba lo siguiente:<br />

“Trasandino por Antuco. Hoy quedará habilitado el tráfico para un tren mixto que<br />

correrá martes, jueves y sábado. No dudamos que esta noticia será recibida con<br />

verda<strong>de</strong>ro júbilo, sobre todo por los vecinos <strong>de</strong> Yungay que ya ahorrarían aquella<br />

enorme caminata a Cabrero, pudiendo hacer el viaje cómodamente, sin peligros y<br />

en muy corto tiempo” 182 .<br />

La planicie que se extien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Monte Águila a los llanos <strong>de</strong> Huépil permitía un<br />

trabajo regular, sin mayores complicaciones. Sin embargo, la empresa <strong>de</strong> Beláustegui <strong>de</strong>bió<br />

enfrentar diversas complicaciones ya que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunos años <strong>de</strong> prosperidad<br />

económica, se vivían momentos <strong>de</strong> apremios que encarecían los costos progresivamente;<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> serias dificulta<strong>de</strong>s en la administración <strong>de</strong> los ferrocarriles en Chile.<br />

Los siguientes 15 kilómetros hasta la Estación Huépil <strong>de</strong>bían realizarse sorteando<br />

pocos obstáculos, <strong>de</strong> manera que era <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la administración <strong>de</strong>l ferrocarril,<br />

especialmente <strong>de</strong> Beláustegui, que los primeros 50 kilómetros <strong>de</strong>l trazado fuesen<br />

inaugurados con toda solemnidad y con la presencia <strong>de</strong> las más altas autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

República. Por esta razón solicita al Ministerio <strong>de</strong> Industrias y Obras Públicas que a través<br />

<strong>de</strong> la Inspección <strong>de</strong> Ferrocarriles Particulares, emita un informe para proce<strong>de</strong>r a inaugurar<br />

el tráfico <strong>de</strong> carga y pasajeros toda la ruta entre Monte Águila y Huépil.<br />

Estación Huépil<br />

A principios <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1906 el Inspector <strong>de</strong> Ferrocarriles Particulares informa al<br />

ministro <strong>de</strong>l ramo que Beláustegui <strong>de</strong>sea inaugurar pronto los primeros 50 kilómetros por lo<br />

182 Diario El Sur <strong>de</strong> Concepción, sábado 23 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1905, p. 4.<br />

135


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que consi<strong>de</strong>ra que <strong>de</strong>be inspeccionarse el estado <strong>de</strong> avance <strong>de</strong> las obras. Pero el formidable<br />

terremoto <strong>de</strong> Valparaíso ocurrido el 16 <strong>de</strong> ese mes impedía celebraciones <strong>de</strong> cualquier tipo;<br />

la solidaridad nacional unió a todos los pueblos <strong>de</strong>l sur en una cruzada <strong>de</strong> ayuda a los<br />

damnificados. No obstante, las inspecciones técnicas <strong>de</strong>bían efectuarse y la obra <strong>de</strong>bía<br />

entregarse cuanto antes al uso público.<br />

El 1º <strong>de</strong> septiembre se nombró al ingeniero Carlos <strong>de</strong> la Mahothiere y más tar<strong>de</strong> a<br />

los ingenieros Arturo Titus y Luis Schmidt, este último jefe <strong>de</strong> la Inspección <strong>de</strong><br />

Ferrocarriles Particulares, para que elaborasen un informe <strong>de</strong> los trabajos, <strong>de</strong> lo cual<br />

<strong>de</strong>pendía, también, el pago que <strong>de</strong>bía efectuarse a la empresa.<br />

Beláustegui <strong>de</strong>bió enfrentar cuestionamientos al avance <strong>de</strong> los trabajos, puesto que<br />

si bien casi toda la línea estaba tirada, las obras accesorias no estaban concluidas, como los<br />

fosos laterales, los cierros, estaciones, bo<strong>de</strong>gas. La línea telegráfica solo estaba habilitada<br />

hasta Cholguán, pero faltaba instalar el resto. La estación Huépil estaba en construcción,<br />

hallándose listos los an<strong>de</strong>nes, terminada la enma<strong>de</strong>ración e iniciado el relleno <strong>de</strong> albañilería<br />

y tabiques. Pero, en general, “los trabajos <strong>de</strong>l Ferrocarril Trasandino por Antuco se llevan a<br />

cabo con actividad y las obras realizadas se han efectuado en buenas condiciones”, por lo<br />

que el informe sugiere autorizar la entrega al tráfico una vez tapada y tirada la línea hasta<br />

Huépil, habilitando el servicio telegráfico o telefónico, previa <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong>l 20% <strong>de</strong> la<br />

prima en garantía <strong>de</strong> la terminación completa <strong>de</strong> la sección 183 .<br />

Uno <strong>de</strong> los factores <strong>de</strong>terminantes en la premura por entregar los primeros 50<br />

kilómetros hasta la estación Huépil, era que el 18 <strong>de</strong> septiembre terminaba la<br />

administración <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Germán Riesco, lo que influyó en la autorización otorgada<br />

por Decreto Nº 2.315 <strong>de</strong> 15 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1906, firmado por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la<br />

República y el ministro <strong>de</strong> Industrias y Obras Públicas, Abraham Ovalle. Se entregaba al<br />

tráfico público la sección comprendida entre Cholguán y Huépil, especificando que no se<br />

autorizarían más secciones en tanto no estuviesen <strong>de</strong>l todo terminadas las obras faltantes.<br />

Aquel documento era el acto jurídico administrativo que daba existencia oficial a la<br />

183 AN MOP, vol. 1.829, fz 50-61.<br />

136


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

estación <strong>de</strong> ferrocarriles que estaba llamada a ser centro urbano aglutinador <strong>de</strong> población<br />

aledaña y <strong>de</strong> viajeros que van y vienen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos puntos <strong>de</strong>l territorio. Ubicada en las<br />

proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l fundo Huépil Bajo, <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> la sucesión <strong>de</strong> don José Rubilar, cuyo<br />

distrito, un año más tar<strong>de</strong>, tenía apenas 286 habitantes. La estación recibiría pasajeros y<br />

productos venidos <strong>de</strong> toda la comuna; las haciendas aledañas; <strong>de</strong> Yungay, Antuco y<br />

Argentina.<br />

En el Plano General <strong>de</strong>l Trazado <strong>de</strong> 1907 184 , realizado por el ingeniero civil Víctor<br />

Romero Haine y por el dibujante Enrique Lafourca<strong>de</strong>, se ve claramente que Huépil es solo<br />

una estación <strong>de</strong>l ferrocarril. <strong>Tucapel</strong> está dibujado con su traza urbana y poco más arriba<br />

Trupán. Esto confirma que son los dos únicos centros urbanos, uno con el título <strong>de</strong> villa y el<br />

otro como caserío. Este documento es muy ilustrativo y muestra el recorrido <strong>de</strong> la línea<br />

proyectada, junto a pueblos y haciendas <strong>de</strong>l sector.<br />

La euforia <strong>de</strong> Beláustegui y <strong>de</strong> la administración <strong>de</strong>l ferrocarril privado era<br />

<strong>de</strong>sbordante y, aunque la inauguración no pudo ser como esperaban, realizaron actos <strong>de</strong><br />

celebración, como una medalla <strong>de</strong> plata conmemorativa, acuñada en la Casa Ballagamba y<br />

Rossi <strong>de</strong> Buenos Aires, que el diario El Sur <strong>de</strong> Concepción califica como “una verda<strong>de</strong>ra<br />

obra <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> bastante mérito”, cuyas características son las siguientes: Ostenta en el<br />

anverso la figura <strong>de</strong> una mujer que representa a la República <strong>de</strong> Chile; lleva en una mano la<br />

señal <strong>de</strong> la paz y en la otra una hoja <strong>de</strong> papel en que se lee: “Lei <strong>de</strong> Concesión Nº 1.589,<br />

Stgo. 14 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1903, Jermán Riesco, Elias Fernán<strong>de</strong>z Alvano”, alre<strong>de</strong>dor se lee:<br />

Ferrocarril Trasandino por Antuco”; y hacia el lado izquierdo la inscripción: “Decreto Nº<br />

3.316 autorizando la entrega al tráfico- Dic. 22 <strong>de</strong> 1905 – Riesco, José Ramón Gutiérrez”.<br />

En el reverso <strong>de</strong> la medalla hay dibujado un paisaje <strong>de</strong> cordillera andina, se ve un tren<br />

atravesando un túnel. En la parte superior están dibujados los escudos <strong>de</strong> Chile y Argentina;<br />

en la parte inferior se lee: “J. <strong>de</strong> Beláustegui, concesionario constructor, Huépil, 1906” 185 .<br />

184 Plano General <strong>de</strong>l Trazado, J.J. <strong>de</strong> Beláustegui, Concesionario Constructor, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Monte Águila hasta la<br />

Estación Frontera, escala 1:100.000. En: Marín Vicuña, Santiago. Los Ferrocarriles <strong>de</strong> Chile. Imprenta<br />

Cervantes, Santiago, 1916.<br />

185 Diario El Sur <strong>de</strong> Concepción, octubre 30 <strong>de</strong> 1906.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Estando en Santiago, el empresario uruguayo le envía al ex presi<strong>de</strong>nte Riesco, con<br />

fecha 19 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1906, una nota en la que adjunta mo<strong>de</strong>lo “que ha servido para<br />

acuñar medalla conmemorativa <strong>de</strong> la terminación <strong>de</strong> los primeros cincuenta kilómetros <strong>de</strong>l<br />

Ferrocarril trasandino por Antuco hasta la estación <strong>de</strong> Huépil, rogándole quiera aceptarla<br />

como un débil homenaje <strong>de</strong> mi gratitud y como un recuerdo <strong>de</strong> esa grandiosa obra,<br />

autorizándola iniciarla e inaugurándola en las primeras secciones bajo la próspera<br />

administración que usted ha tenido la gloria <strong>de</strong> presidir” 186 .<br />

Diez días más tar<strong>de</strong> estaba colocada la línea telefónica entre Cholguán y Huépil, y el<br />

15 <strong>de</strong> noviembre quedaba habilitada la comunicación a través <strong>de</strong> la línea telegráfica, con lo<br />

cual la empresa cumplía con las condiciones impuestas al momento <strong>de</strong> autorizar el tráfico y<br />

el servicio podía prestarse sin ningún tipo <strong>de</strong> inconvenientes. A<strong>de</strong>más, los trabajos <strong>de</strong><br />

construcción <strong>de</strong> la vía hacia la cordillera proseguían ahora sorteando las dificulta<strong>de</strong>s<br />

propias <strong>de</strong>l terreno.<br />

El tren <strong>de</strong> trabajo se componía <strong>de</strong> una locomotora Ten<strong>de</strong>r y 35 carros lastreros, que<br />

<strong>de</strong>spués aumentaron a 45. El tren <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> los primeros 50 kilómetros se<br />

componía <strong>de</strong> 2 locomotoras Ten<strong>de</strong>r, 2 coches <strong>de</strong> primera y segunda clase, 2 coches <strong>de</strong><br />

tercera clase y 20 vagones diversos. Las locomotoras Ten<strong>de</strong>r eran <strong>de</strong> la Fábrica Baldwin <strong>de</strong><br />

tres ejes acoplados con bogie trasero, con una capacidad <strong>de</strong> estanque <strong>de</strong> 2.700 litros, con un<br />

peso <strong>de</strong> 21.600 kilogramos cargada y una carga <strong>de</strong> arrastre en horizontal <strong>de</strong> 1.000<br />

toneladas. Los carros bo<strong>de</strong>gas en <strong>de</strong> Fábrica Kerr Stuart & Co., con sistema <strong>de</strong> enganche<br />

automático; distancia entre ejes <strong>de</strong> 2,40 metros; largo total <strong>de</strong>l carro, entre centros <strong>de</strong><br />

enganches <strong>de</strong> 5,47 metros; peso <strong>de</strong>l carro vacío 5.000 kilogramos; carga útil 8.000<br />

kilogramos 187 .<br />

Los rieles eran <strong>de</strong> acero, fabricados en Inglaterra, <strong>de</strong> 12 metros, con un peso <strong>de</strong> 25<br />

kilogramos por metro lineal. Los durmientes eran <strong>de</strong> roble pellín, empleándose 16 por<br />

collera <strong>de</strong> 12 metros. La enrieladura se hacía con eclisas cantoneras y a junturas alternadas.<br />

186 AN FL, vol. 153, pza. 101.<br />

187 AN MOP vol. 1.829.<br />

138


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Se efectuaba en seco, es <strong>de</strong>cir, sin lastrar la vía, pero los rieles se clavaban con todos sus<br />

durmientes.<br />

Los cambios y cruzamientos, igualmente <strong>de</strong> fabricación inglesa eran, según Informe<br />

<strong>de</strong>l ingeniero Titus, “<strong>de</strong> construcción irreprochable”. Las agujas y contra agujas iban<br />

montadas en toda su longitud sobre una plancha <strong>de</strong> fierro que les daba gran soli<strong>de</strong>z.<br />

Con este material comenzó a operar, permitiendo la salida rápida <strong>de</strong> pasajeros y<br />

productos <strong>de</strong> una vasta zona. A<strong>de</strong>más, con el tren <strong>de</strong> trabajo y las cuadrillas se avanzaba<br />

hacia Trupán, por lo que Huépil se convertía en un campamento <strong>de</strong> bullente actividad. No<br />

tenemos datos precisos <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> operarios ocupados en las faenas ni los que<br />

estuvieron en el campamento levantado en Huépil, pero su presencia significó un impacto<br />

en la zona, tanto por los servicios y el comercio que generaron, como por los múltiples<br />

problemas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público provocados a lo largo <strong>de</strong> la vía.<br />

Pasajeros y carga Ferrocarril Trasandino por Antuco<br />

Año Pasajeros Carga <strong>de</strong> subida en Carga <strong>de</strong> bajada Total<br />

1906 4.261 643 quintales métricos 2.213 quintales métricos 2.956<br />

1907 12.762 1.942 quintales métricos 5.017 quintales métricos 6.959<br />

1908 13.681 1.645 quintales métricos 6.187 quintales métricos 7.832<br />

1909 15.902 1.586 quintales métricos 6.267 quintales métricos 7.835<br />

Fuente: Titus, Arturo. Monografía Sobre los Ferrocarriles Particulatres. Valparaíso, 1910.<br />

Nota: El año 1906 sólo consi<strong>de</strong>ra el segundo semestre.<br />

Como se pue<strong>de</strong> apreciar en el cuadro anterior, el aumento en el transporte <strong>de</strong><br />

pasajeros y carga se produce <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros años <strong>de</strong> puesta en marcha <strong>de</strong>l ferrocarril.<br />

La carga <strong>de</strong> bajada <strong>de</strong>muestra la importancia <strong>de</strong> este medio para los agricultores <strong>de</strong> la zona<br />

que sacan sus productos al valle central.<br />

139


El Tren Transformó la Comuna.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Las gran<strong>de</strong>s transformaciones que sufre la comuna en el siglo XX, sin duda se<br />

<strong>de</strong>ben en gran medida al Trasandino por Antuco. Se ha dicho o especulado mucho respecto<br />

<strong>de</strong> que los tucapelinos no <strong>de</strong>seaban que la línea pasara por <strong>Tucapel</strong> y que por esta razón se<br />

buscó una alternativa haciendo modificaciones al trazado original. Sin embargo, no existe<br />

ningún antece<strong>de</strong>nte que pueda probar esta aseveración. Se sabe, eso sí, que siempre hubo<br />

personas que se opusieron al paso <strong>de</strong>l ferrocarril, lo que no fue obstáculo para que miles <strong>de</strong><br />

kilómetros <strong>de</strong> líneas férreas se tendieran a lo largo y ancho <strong>de</strong>l territorio. A<strong>de</strong>más, las<br />

evi<strong>de</strong>ncias encontradas en los documentos oficiales más bien hablan <strong>de</strong>l clamor <strong>de</strong> las<br />

comunida<strong>de</strong>s precordilleranas por tener una vía <strong>de</strong> conexión con el resto <strong>de</strong>l país y con<br />

Argentina. El trazado, es verdad, sufrió modificaciones a través <strong>de</strong>l tiempo, pero no fue la<br />

comunidad la que hizo variar los criterios, sino más bien ciertas consi<strong>de</strong>raciones técnicas.<br />

El tiempo permitió que el tren se convirtiera en parte <strong>de</strong>l paisaje <strong>de</strong> precordillera,<br />

tanto por el servicio que prestaba, como por los cambios que provocó en una época difícil y<br />

<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s transformaciones. “Por la mañana y a media tar<strong>de</strong> -dice Otto Cid-, el pitazo <strong>de</strong>l<br />

tren y a veces una leve señal, como una humareda que se insinúa, y un traca-traca rítmico<br />

rompen la paz <strong>de</strong> la campiña y dibujan por momentos una mancha oscura y alargada que se<br />

<strong>de</strong>splaza dividiendo las hereda<strong>de</strong>s”. Las locomotoras a vapor se incorporaron a la fantasía<br />

popular, siendo reconocidas por el ruido <strong>de</strong> su tracción sobre los rieles o los pitazos que<br />

sonaban a lo lejos en medio <strong>de</strong>l valle o en el cajón cordillerano y cuyos nombres eran<br />

“Perseverancia”, “José Manuel Balmaceda” y “José Francisco Vergara”. Los niños <strong>de</strong><br />

Huépil, Trupán o Polcura cantaban canciones al tren, especialmente en fiestas patrias o en<br />

navidad. Las estaciones eran un imán que atraía a las personas <strong>de</strong> los campos a ver la<br />

llegada <strong>de</strong>l tren, el hormigueo sobre los an<strong>de</strong>nes y la partida. “Allí se agrupaba –dice<br />

nuestro mencionado testigo <strong>de</strong> Trupán- en nervioso <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n…, tras media hora <strong>de</strong> charla,<br />

curioseo, saludos, encargos, abrazos, para formar procesión en seguimiento <strong>de</strong> la valija <strong>de</strong>l<br />

Correo, hasta el sitio don<strong>de</strong> se repartían la correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l día y las encomiendas” 188 .<br />

188 Cid, Otto…, op. cit., p.87-91.<br />

140


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Los trenes se conectaban con las emociones <strong>de</strong> las personas, con agudos silbidos y<br />

campanas; con olores a aceite, carbón mineral, leña y vapor <strong>de</strong> agua; en fin, con la<br />

imaginación. “En verdad –cuenta nuestro informante <strong>de</strong> Trupán- estos monstruos <strong>de</strong> hierro<br />

eran para nosotros seres con alma y el tren lo formaba fundamentalmente la locomotora;<br />

nos parecía que con razón los maquinistas, casi siempre gordos, vestidos con su overall,<br />

untados en aceite y con un gorro especial, se mostraban orgullosos e indiferentes al resto<br />

<strong>de</strong>l mundo cuando estaban en el cubículo <strong>de</strong> la locomotora, y muchas veces pensábamos<br />

a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestro mundo intangible, ¡quién pudiera estar ahí, mover una palanca y<br />

gobernar el tren, sin que nadie se enojara!” 189 .<br />

Otro <strong>de</strong> los recuerdos <strong>de</strong> muchos antiguos vecinos <strong>de</strong> estas tierras es el<br />

engalanamiento que lucían las locomotoras en fechas importantes, como 21 <strong>de</strong> mayo o<br />

fiestas patrias en que eran adornadas con ramas <strong>de</strong> avellano y ban<strong>de</strong>ras chilenas en cada<br />

uno <strong>de</strong> sus costados. También, <strong>de</strong> los conductores, maquinistas, jefes <strong>de</strong> estación u otros<br />

funcionarios <strong>de</strong>l ferrocarril, quienes formaban parte <strong>de</strong> un grupo conectado con la<br />

comunidad. No menos curioso es la familiaridad con que abordaban y viajaban en este tren,<br />

que se <strong>de</strong>tenía muchas veces en lugares que no eran para<strong>de</strong>ros o en estaciones, para <strong>de</strong>jar o<br />

recoger pasajeros; o la participación <strong>de</strong> éstos en el acopio <strong>de</strong> leña cuando en pleno viaje se<br />

quedaba sin combustible.<br />

Por lo tanto, si bien pudo haber quienes no querían apareciera por sus tierras el<br />

convoy tirado <strong>de</strong> rugientes locomotoras rumbo a la cordillera, lo más probable es que<br />

comenzando el siglo XX los tucapelinos se sintieran privilegiados con la llegada <strong>de</strong> una<br />

obra que los acercaba más a la mo<strong>de</strong>rnidad.<br />

Des<strong>de</strong> Huépil a Trupán y la Montaña<br />

Des<strong>de</strong> el kilómetro 50 hacia la cordillera se <strong>de</strong>bieron <strong>de</strong>splegar gran<strong>de</strong>s esfuerzos,<br />

sobre todo entre Huépil y Trupán. El 1º <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1908 Beláustegui enviaba, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>, al ministro <strong>de</strong> Industrias, Obras Públicas y Ferrocarriles, un telegrama en el que<br />

189 I<strong>de</strong>m.<br />

141


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>de</strong>cía: “acabo <strong>de</strong> llegar con la locomotora a la estación Trupán… Queda así terminada una<br />

sección en extremo costosa en la que ha sido necesario vencer dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> todo linaje<br />

aumentada por la situación actual, excepcionalmente adversa; todos los vientos han sido<br />

contrarios, lo que no me ha impedido, sin embargo, mediante constantes esfuerzos i<br />

sacrificios, llegar a la cumbre <strong>de</strong> esta montaña que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hoi queda dominada, como lo será<br />

la cordillera hacia la cual continúo avanzando” 190 .<br />

El administrador <strong>de</strong>l ferrocarril, Carlos Viel, había solicitado en junio <strong>de</strong>l mismo<br />

año se enviase una comisión para inspeccionar la terminación <strong>de</strong>l tramo Huépil-Trupán. El<br />

10 <strong>de</strong> agosto el ingeniero Arturo Titus emite un Informe <strong>de</strong> su inspección a la obra,<br />

señalando que la línea se encuentra en explotación hasta Huépil y que la sección en<br />

construcción llega hasta el caserío <strong>de</strong> Trupán. Luego expone que, según los planos<br />

aprobados, la estación <strong>de</strong> Trupán se encuentra ubicada en el kilómetro 63 a inmediaciones<br />

<strong>de</strong> la laguna y que el concesionario ha estimado modificar esta ubicación estableciéndola en<br />

el kilómetro 61, en la misma población. A<strong>de</strong>más, Beláustegui había introducido<br />

importantes variantes en el trazado, las que no habían sido sometidas a aprobación,<br />

omitiendo este trámite administrativo y técnico para algunas obras <strong>de</strong> arte como, por<br />

ejemplo, el puente <strong>de</strong> mampostería sobre el estero <strong>de</strong> Parra.<br />

El informe, a<strong>de</strong>más, aclara que, a diferencia <strong>de</strong> lo que dice Viel en su solicitud, los<br />

trabajos no se encuentran terminados, pues solo los rieles llegan a la estación Trupán, que<br />

se encontraba en corte y sólo tenía el ancho indispensable para dar paso a la vía principal,<br />

habiéndose empezado a construir el edificio. Los terraplenes no tenían la altura <strong>de</strong> la<br />

razante y los cortes más importantes por su altura solo tenían el ancho necesario para dar<br />

paso a la locomotora, teniendo sus talu<strong>de</strong>s casi verticales: Faltaba terminar los cierros e<br />

instalar el telégrafo.<br />

Pero agregaba que esta era la parte más costosa <strong>de</strong> todo lo ya construido,<br />

principalmente por el movimiento <strong>de</strong> tierras. Des<strong>de</strong> aquí al río Laja, en el kilómetro 80, la<br />

línea no ofrecía mayores dificulta<strong>de</strong>s, pues el movimiento <strong>de</strong> tierras era casi nulo. Concluía<br />

190 AN MOP, vol. 2.421.<br />

142


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

el Informe que se podría autorizar el tráfico en esta sección a condición que no se autorice<br />

ninguna otra sección mientras no se terminaran los trabajos inconclusos, repitiendo lo que<br />

dos años antes había ocurrido con la sección entre Choguán y Huépil. En atención a esto,<br />

por Decreto Nº 2.062 <strong>de</strong> fecha 14 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1908 se autoriza al concesionario <strong>de</strong>l<br />

Ferrocarril Trasandino por Antuco, Justino José Beláustegui, para entregar<br />

provisionalmente al tráfico la sección comprendida entre Huépil y Trupán, documento<br />

firmado por el presi<strong>de</strong>nte Pedro Montt y el ministro Emiliano Figueroa.<br />

A diferencia <strong>de</strong> Huépil, don<strong>de</strong> no existía concentración poblacional alguna, Trupán<br />

era reconocida como caserío, según hemos visto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1888. Once años más tar<strong>de</strong> el<br />

Diccionario Geográfico <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Chile <strong>de</strong> Francisco Solano Asta-Buruaga <strong>de</strong>cía<br />

que este lugar era un “caserío <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere con unos pocos habitantes y<br />

estafeta. Se halla hacia el último <strong>de</strong>clive occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s sobre una corta planicie<br />

ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> bosques distante unos cuatro kilómetros <strong>de</strong> la orilla norte o <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l río Laja<br />

y 12 ó 13 kilómetros <strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Tiene vecina una laguna pintoresca <strong>de</strong> poca<br />

extensión y un fundo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo ha llevado el nombre que ha tomado el caserío” 191 .<br />

Debemos recordar que las fuentes <strong>de</strong>l siglo XVIII consultadas <strong>de</strong>nominan a la zona<br />

don<strong>de</strong> fue emplazado el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> como “montañas <strong>de</strong> Trupán”, y que Espiñeira y<br />

Sala <strong>de</strong>nominan al pueblo <strong>de</strong> indios ubicado en los confines <strong>de</strong>l curato, con este nombre,<br />

pero ubicado a 14 leguas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, es <strong>de</strong>cir, mucho más arriba, hacia la cordillera. Por lo<br />

tanto, es más factible pensar que la explotación ma<strong>de</strong>rera <strong>de</strong>l fundo y el paso obligado hacia<br />

las veranadas, permitió la formación <strong>de</strong> este centro poblado. Riso Patrón dice que es un<br />

“caserío <strong>de</strong> corta población, cuenta con servicios <strong>de</strong> correo i escuelas públicas i se halla<br />

asentada en una corta planicie ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> bosques en la banda Norte <strong>de</strong>l curso medio <strong>de</strong>l<br />

río Laja a 61 kilómetros <strong>de</strong> Monte Águila” 192 .<br />

191 Solano Asta-Buruaga, Francisco. Diccionario Geográfico <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Chile. Santiago, 1899, p 845.<br />

192 Riso Patrón, Luis. Diccionario Geográfico <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Chile. Santiago, 1924, p. 906.<br />

143


De Trupán a Placilla.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Los trabajos proseguían afanosamente para conseguir llegar a las riberas <strong>de</strong>l río<br />

Laja, que sería atravesado con un costoso puente frente a Antuco. Beláustegui atiborraba al<br />

gobierno con peticiones para que aprobaran las obras inconclusas y por consiguiente<br />

recibiera los pagos establecidos por contrato. La carestía <strong>de</strong> los fletes y la creciente<br />

inflación tenían a la empresa en serios problemas económicos.<br />

Sin embargo, los trabajos presentaban avances, <strong>de</strong> tal manera que en febrero <strong>de</strong><br />

1910 el ingeniero Juan Cerda inspeccionaba e informaba al gobierno que los trabajos<br />

estaban en buen pie hasta Placilla y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí hasta el kilómetro 76 sólo se había hecho<br />

limpieza <strong>de</strong> terreno. También <strong>de</strong>cía que en monte Águila se encontraba acumulado<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1.000 toneladas <strong>de</strong> material necesario para la construcción <strong>de</strong> la vía y obras<br />

accesorias hasta el kilómetro 90.<br />

Con el Informe <strong>de</strong>l ingeniero cerda el gobierno procedió a otorgar autorización para<br />

la explotación <strong>de</strong> la sección comprendida entre Trupán y Placilla, es <strong>de</strong>cir, 10 kilómetros <strong>de</strong><br />

vía férrea, a través <strong>de</strong> Decreto Nº 224 <strong>de</strong> 2 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1910, bajo las mismas condiciones<br />

<strong>de</strong> las autorizaciones anteriores, documento firmado por el presi<strong>de</strong>nte Pedro Montt y el<br />

ministro Eduardo Délano.<br />

Placilla es el nombre con que era conocido antiguamente el pueblo <strong>de</strong> Polcura,<br />

ubicado en las inmediaciones <strong>de</strong> la hacienda <strong>de</strong>l mismo nombre que a principios <strong>de</strong>l siglo<br />

XX perteneció a don Demetrio <strong>de</strong> la Cruz. El Diccionario Geográfico <strong>de</strong> Luis Riso Patrón<br />

<strong>de</strong> 1924 dice que Placilla es un “caserío <strong>de</strong> corta población, cuenta con servicios <strong>de</strong> correos<br />

i escuelas i se encuentra en la banda Norte <strong>de</strong>l surso superior <strong>de</strong>l río Laja a poca distancia<br />

<strong>de</strong> la villa <strong>de</strong> Trupán” 193 . El mismo diccionario señala que Polcura es un “fundo con 10<br />

hectáreas <strong>de</strong> terreno regado y 6.000 hectáreas <strong>de</strong> bosques, cuenta con un servicio <strong>de</strong> correos<br />

193 Riso Patrón, Luis. Diccionario Jeográfico <strong>de</strong> Chile. Santiago, 1924. p 683.<br />

144


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

y se encuentra en la margen Norte <strong>de</strong>l río Laja a unos 32 kilómetros <strong>de</strong> la estación<br />

Huépil” 194 .<br />

Pero, no obstante los avances, la empresa <strong>de</strong> Beláustegui presentaba retrasos que<br />

hacían peligrar el cumplimiento oportuno <strong>de</strong>l contrato por lo que solicitó al gobierno una<br />

prorroga, la que fue aceptada por Decreto Nº 1097 <strong>de</strong>l ministerio <strong>de</strong>l ramo <strong>de</strong> fecha 3 <strong>de</strong><br />

junio <strong>de</strong> 1910, concediendo un plazo <strong>de</strong> gracia <strong>de</strong> 2 años a partir <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> septiembre,<br />

fecha <strong>de</strong> término contemplada en la ley <strong>de</strong> concesión <strong>de</strong> la obra.<br />

Esta prorroga solicitada producto <strong>de</strong>l atraso en las obras no es solo producto <strong>de</strong> la<br />

administración <strong>de</strong> Beláustegui porque casi todos los empresarios privados que habían<br />

suscrito contrato <strong>de</strong> construcción y concesión <strong>de</strong> ferrocarriles particulares estaban atrasados<br />

y muchos <strong>de</strong>bieron abandonar o les fue revocada la concesión, <strong>de</strong>bido a su excesivo<br />

en<strong>de</strong>udamiento. De los más <strong>de</strong> 2.000 kilómetros <strong>de</strong> vías autorizadas por Riesco, el año<br />

1906 solo se habían terminado 199.<br />

En enero <strong>de</strong> 1911 el gobierno encarga nuevamente al ingeniero Cerda se trasla<strong>de</strong> al<br />

sur para inspeccionar el avance <strong>de</strong> las obras, tras la solicitud <strong>de</strong> la empresa para que<br />

autorice el tráfico hasta Polcura. El 13 <strong>de</strong> febrero emite un Informe sobre el estado <strong>de</strong> los<br />

trabajos especificando con claridad el avance en movimiento <strong>de</strong> tierras, fosos, enrieladura;<br />

lastre y levante, obras <strong>de</strong> arte, edificios, cierros y telégrafo. Dice que no se <strong>de</strong>be entregar al<br />

tráfico público esta sección por no estar enrielados más que 3.500 metros <strong>de</strong> los 5.000<br />

faltantes; por no estar lastrada la línea; porque según Decreto <strong>de</strong> autorización anterior, no se<br />

pue<strong>de</strong>n recibir nuevas secciones en tanto no se terminen las obras pendientes; y, porque no<br />

beneficiaría a ningún pueblo ni región, ya que mientras no estuviera construido el puente<br />

sobre el río Laja, el pueblo <strong>de</strong> Antuco estaría obligado al uso <strong>de</strong> la lancha ubicada 500<br />

metros más abajo <strong>de</strong> Polcura. Finalmente, el ingeniero hacía notar al gobierno que<br />

Beláustegui no había presentado los planos <strong>de</strong> las variantes que introdujo, que aún no<br />

194 I<strong>de</strong>m. P. 688.<br />

145


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

comienza construcción <strong>de</strong>l puente sobre el río y que había entrado en negociaciones para la<br />

venta <strong>de</strong>l ferrocarril 195 .<br />

Del informe <strong>de</strong> Cerda se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir, como en otros documentos citados, que<br />

Beláustegui pasaba por serios aprietos económicos, ya que solicita constantemente la<br />

autorización <strong>de</strong> tráfico para secciones <strong>de</strong>l ferrocarril aun cuando es evi<strong>de</strong>nte que tiene<br />

retrasos en el estado <strong>de</strong> avance <strong>de</strong> las obras accesorias; esto con el fin <strong>de</strong> obtener los pagos<br />

respectivos. A<strong>de</strong>más la prorroga <strong>de</strong> 2 años concedida por el gobierno y las negociaciones<br />

para la venta <strong>de</strong>l ferrocarril evi<strong>de</strong>ncian una situación muy complicada. También queda<br />

claro que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Trupán no hay otro centro poblado.<br />

Tras los esfuerzos por realizar las obras pendientes y las constantes peticiones <strong>de</strong><br />

Beláustegui al ministerio <strong>de</strong>l ramo, por Decreto 698 <strong>de</strong> 15 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1911 se autoriza al<br />

concesionario para entregar al tráfico público la sección que llegaba a Placilla o Polcura,<br />

con lo cual recibía el pago respectivo. Sin embargo, el 10 <strong>de</strong> noviembre Cerda informaba<br />

nuevamente al gobierno dando a conocer las obras faltantes en el tramo autorizado para el<br />

tráfico. Faltaba el cierro <strong>de</strong> 60 kilómetros, edificio <strong>de</strong> la estación Polcura y lastre <strong>de</strong> un<br />

kilómetro. A<strong>de</strong>más notaba que era insuficiente el material rodante, necesitándose una<br />

locomotora y carros <strong>de</strong> carga.<br />

El 6 <strong>de</strong> diciembre el gobierno autoriza el pago <strong>de</strong>l saldo que le correspondía<br />

percibir a la empresa, pero retenía un porcentaje importante mientras no terminara las obras<br />

pendientes. Pero Beláustegui a estas alturas estaba prácticamente quebrado y el gobierno <strong>de</strong><br />

la administración <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Ramón Barros Luco no perseveró en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l<br />

Trasandino, permitiendo que sólo se explotara la línea <strong>de</strong>l ferrocarril hasta Polcura, don<strong>de</strong><br />

con el tiempo nació un pequeño centro poblado en torno a la estación. Algunos cimientos<br />

<strong>de</strong>l puente sobre el río Laja alcanzaron a construirse, pero el sueño <strong>de</strong> unir esta zona con<br />

las tierras que se extien<strong>de</strong>n al otro lado <strong>de</strong> la cordillera a través <strong>de</strong> una ruta ferroviaria,<br />

quedaba postergado in<strong>de</strong>finidamente.<br />

195 AN MOP, vol. 2.421, fs. 42.<br />

146


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

La línea no alcanzó a atravesar el río Laja, sólo llegó hasta Polcura, pero fue<br />

suficiente para que se produjera un cambio en el paisaje, en las formas <strong>de</strong> vida y en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo local. La empresa <strong>de</strong> Beláustegui siguió administrando este ramal que partía en<br />

monte Águila, llamado Ferrocarril Trasandino, en recuerdo <strong>de</strong> lo que fuera un largo y<br />

acariciado sueño.<br />

147


Demanda <strong>de</strong> Caminos y Puentes<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo VIII<br />

El Aislamiento Persiste<br />

“El carácter chileno es un azote y una carga<br />

pesada para infinitos compatriotas que viven en<br />

continua queja contra sus propias modalida<strong>de</strong>s,<br />

mientras el extranjero nos alaba y se place <strong>de</strong><br />

nosotros”.<br />

Benjamín Subercaseaux<br />

La llegada <strong>de</strong>l tren a Huépil y la construcción hacia la cordillera produjo gran<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> conectividad, no solo <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> la comuna, sino también <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Yungay y otros puntos. El Gobernador Departamental <strong>de</strong> Yumbel solicita al Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

la Provincia, en su Memoria Anual <strong>de</strong> 1º abril <strong>de</strong> 1907, recursos para el arreglo <strong>de</strong> los<br />

caminos que llevan a las distintas estaciones <strong>de</strong>l Ferrocarril Trasandino por Antuco. “El<br />

camino que conduce a Huépil, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pueblo <strong>de</strong> Yumbel requiere una inversión <strong>de</strong> 1.000<br />

pesos <strong>de</strong> los cuales 250 serán aportados por la comunidad. En el estero Los Troncos se<br />

necesita un puente para camino público <strong>de</strong> la Estación Huépil a la sub<strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Reñico,<br />

<strong>de</strong> gran importancia, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> dos puentes sobre los ríos Reñico y Huépil ” 196 .<br />

En abril <strong>de</strong> 1908 los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> solicitan puentes sobre los ríos Itatita y Los<br />

Truenos. Ese mismo año se insiste sobre mejorar el camino público que une Huépil con<br />

Reñico y Yungay, y la necesidad <strong>de</strong> implementar buenos y resistentes puentes sobre los<br />

ríos, aspiración que se observa reiteradamente estampada en las solicitu<strong>de</strong>s que se envían a<br />

la autoridad provincial. La <strong>de</strong>mora en las respuestas y en los recursos produce <strong>de</strong>sazón en<br />

las autorida<strong>de</strong>s locales y es motivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scalificaciones entre los grupos políticos <strong>de</strong> la<br />

época, sobre todo en meses previos a elecciones. El Departamento <strong>de</strong> Rere tenía las<br />

municipalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Yumbel, San Luis <strong>de</strong> Gonzaga (Rere), Talcamávida, Las Perlas<br />

196 AN IC vol. 1.198, pza. Nº 6.<br />

148


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

(Cabrero) y <strong>Tucapel</strong>, siendo esta última la que <strong>de</strong>mandaba mayores inversiones en caminos,<br />

puentes y seguridad.<br />

Ya se ha dicho que la llegada <strong>de</strong>l tren hasta la estación Huépil significó un profundo<br />

impacto en la zona. La <strong>de</strong>mora en la construcción <strong>de</strong> la línea que finalmente sólo llega a<br />

Polcura, permitió que la estación mantuviera por largo tiempo un campamento <strong>de</strong><br />

trabajadores y técnicos. El acopio <strong>de</strong> materiales al aire libre como los rieles y durmientes o<br />

en bo<strong>de</strong>gas, obligaba a una vigilancia permanente <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> la empresa particular, pero<br />

también había necesidad <strong>de</strong> velar por el or<strong>de</strong>n como consecuencia <strong>de</strong> la concentración<br />

humana que establecía allí.<br />

La lejanía <strong>de</strong> las vías <strong>de</strong> comunicación más importantes mantenía a la comuna en un<br />

aislamiento endémico. Los caminos eran malos; faltaban puentes sobre casi todos los<br />

cursos <strong>de</strong> agua, <strong>de</strong>biendo realizar gran<strong>de</strong>s esfuerzos para va<strong>de</strong>arlos. Faltaban escuelas y<br />

medios para sustentar las que había, funcionaban en locales incómodos y antihigiénicos 197 .<br />

No había centros <strong>de</strong> atención médica u hospitalaria, siendo comunes las muertes por<br />

enfermeda<strong>de</strong>s que podrían haberse evitado, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> otras endémicas en la época como la<br />

sífilis, tuberculosis, tifus, fiebre tifoi<strong>de</strong>a. También las epi<strong>de</strong>mias atacaban con preferencia a<br />

los más pobres, como el cólera en 1888 y 1889 o la viruela, cuyos brotes provocaron<br />

muertes en <strong>Tucapel</strong> y en todo el Departamento <strong>de</strong> Rere en 1903, 1906, 1910, 1911 y<br />

1912 198 .<br />

Sin embargo, pese a que el tren constituía un proyecto internacional que involucraba<br />

esfuerzos públicos y privados enormes, el aislamiento <strong>de</strong> la Comuna persiste por mucho<br />

tiempo. Esta contradicción se explica porque si bien el tren comunica, traslada y transporta,<br />

mejorando las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comercializar mejor los productos generados por los<br />

hacendados y pequeños agricultores, para la mayoría <strong>de</strong> la población las condiciones <strong>de</strong><br />

vida no varían sustancialmente porque el <strong>de</strong>sarrollo no se produce <strong>de</strong> inmediato, sino que es<br />

un proceso que va <strong>de</strong> la mano con el crecimiento <strong>de</strong>l país. No existe un proyecto integral<br />

197 AN IC vol. 771.<br />

198 AN IC vol. 1.040.<br />

149


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que aproveche en su totalidad este medio <strong>de</strong> transporte. Por ejemplo, las enfermeda<strong>de</strong>s que<br />

año tras año son informadas al gobierno a través <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s administrativas no<br />

tienen paliativos <strong>de</strong> ningún tipo para las personas. No existen políticas <strong>de</strong> prevención y<br />

mucho menos atención o terapias especializadas, <strong>de</strong> manera que en este aspecto las<br />

personas hacen uso <strong>de</strong> la medicina tradicional. En lo que se evi<strong>de</strong>ncia un avance es en<br />

educación, don<strong>de</strong> a principios <strong>de</strong>l siglo XX se ha ampliado la cobertura, al menos en el<br />

primer ciclo <strong>de</strong> la educación primaria. Pero en lo que no se avanza, respecto <strong>de</strong>l siglo<br />

anterior, es en seguridad pública, ya que la lejanía <strong>de</strong> la comuna y su amplio territorio<br />

montañés permiten que se incremente el bandolerismo, como asimismo los hurtos y los<br />

robos en las estaciones ferroviarias, en una nueva realidad que las autorida<strong>de</strong>s locales y<br />

provinciales no son capaces <strong>de</strong> solucionar durante las primeras décadas <strong>de</strong> la centuria.<br />

Comuna Sui Generis<br />

A principios <strong>de</strong>l siglo XX la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> es la <strong>de</strong> menor <strong>de</strong>nsidad<br />

poblacional <strong>de</strong>l Departamento y la más alejada.<br />

Al igual que en Rere, Yumbel u otras comunas <strong>de</strong> la Provincia, las disputas entre<br />

los diversos bandos políticos son fuertes. Pero, a<strong>de</strong>más, la administración municipal se<br />

esfuerza en hacer ver a las autorida<strong>de</strong>s que esta zona es especial y que requiere mayor<br />

atención. El alcal<strong>de</strong> Rafael Gómez Pérez, hermano <strong>de</strong> Roberto, quien más tar<strong>de</strong> fuera<br />

<strong>de</strong>stacado diputado <strong>de</strong> la República por varios periodos, manifiesta al gobernador que la<br />

comuna necesita mayores recursos y preocupación <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s para solucionar los<br />

problemas que aquejan a la población. En 1908 el Gobernador Departamental informa al<br />

Inten<strong>de</strong>nte que “todas las municipalida<strong>de</strong>s, con excepción <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, rivalizan en celo por<br />

fomentar el progreso y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los intereses comunales” 199 , esto en virtud <strong>de</strong> la falta<br />

<strong>de</strong> información que el municipio está obligado a proporcionar para efectos <strong>de</strong> estadística.<br />

Los datos se entregan, pero tar<strong>de</strong>, y durante algunos años la autoridad <strong>de</strong>partamental envía<br />

informes <strong>de</strong> las municipalida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>jando para más tar<strong>de</strong> los <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. En 1912 todavía<br />

199 AN IC vol. 1.198.<br />

150


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

se acusa en términos parecidos la falta <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> esta comuna ya que la municipalidad es<br />

la única <strong>de</strong>l Departamento que no los ha enviado 200 .<br />

También llama la atención el uso sin regulación o control por parte <strong>de</strong> las<br />

autorida<strong>de</strong>s locales <strong>de</strong> los bienes raíces fiscales. Recor<strong>de</strong>mos que en páginas anteriores<br />

hemos visto la preocupación <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor por la usurpación que los vecinos<br />

hacen <strong>de</strong> terrenos <strong>de</strong>l Estado o propios <strong>de</strong> villa. En 1906 el Gobernador <strong>de</strong>partamental<br />

vuelve sobre el tema señalando las propieda<strong>de</strong>s fiscales con sus <strong>de</strong>slin<strong>de</strong>s y un avalúo<br />

aproximado <strong>de</strong> éstas, como el recinto <strong>de</strong>l fuerte, una hijuela <strong>de</strong> 20 cuadras <strong>de</strong> superficie,<br />

<strong>de</strong>nominada “Hijuela Huacha” y otra aledaña al pueblo llamada “Piedra Gran<strong>de</strong>” <strong>de</strong> 70<br />

cuadras <strong>de</strong> superficie 201 .<br />

En 1913 nuevamente la autoridad <strong>de</strong>partamental hace ver al Inten<strong>de</strong>nte la necesidad<br />

<strong>de</strong> tomar medidas para que los inmuebles fiscales <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> sean <strong>de</strong>vueltos, porque antes<br />

se arrendaban y ahora “una gran<strong>de</strong> extensión <strong>de</strong> terrenos consi<strong>de</strong>rados como propiedad <strong>de</strong>l<br />

fisco i utilizados por los habitantes <strong>de</strong> esos lugares en el pastoreo <strong>de</strong> sus animales o para la<br />

extracción <strong>de</strong> leñas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales, antes permanecían abiertos, ahora son<br />

usurpados” 202 .<br />

Inseguridad al Límite<br />

El problema <strong>de</strong>l bandolerismo y el cuatrerismo, se proyecta al siglo XX con sus<br />

perniciosas consecuencias, como la violencia, el miedo y la impunidad. Junto a ello, las<br />

diferencias políticas entre los distintos bandos referidos tan insistentemente en estas<br />

páginas como en las fuentes que hemos consultado, impi<strong>de</strong>n un consenso eficaz y<br />

pertinente a los problemas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo local. La <strong>Municipalidad</strong> maneja un escuálido<br />

200<br />

AN IC vol. 1.358. Informe <strong>de</strong>l Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere al Inten<strong>de</strong>nte Provincial <strong>de</strong> Concepción,<br />

abril 27 <strong>de</strong> 1912.<br />

201<br />

El inmueble <strong>de</strong>nominado “Hijuela Huacha” tenía los siguientes <strong>de</strong>slin<strong>de</strong>s: Norte: con sucesión <strong>de</strong> Daniel<br />

Dauvin; Oriente: con propiedad <strong>de</strong> Viviano Muñoz; Sur: con propiedad <strong>de</strong> Benjamín Arraigada y; Poniente:<br />

con sucesión <strong>de</strong> Prieto.<br />

El inmueble <strong>de</strong>nominado “Piedra Gran<strong>de</strong>”, los siguientes <strong>de</strong>slin<strong>de</strong>s: Norte: con propiedad <strong>de</strong> Molina y Fundo<br />

El Membrillo; Sur y Poniente: con propiedad <strong>de</strong> Viviano Muñoz, y; Oriente: con propiedad <strong>de</strong> Vidal y pueblo<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

202<br />

AN IC vol. 1358, pza Nº 96.<br />

151


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

presupuesto y, según veremos, en constante conflicto con la autoridad administrativa <strong>de</strong>l<br />

Departamento <strong>de</strong> Rere.<br />

La vigilancia policial, como sabemos, era resorte <strong>de</strong> los municipios. Aparte <strong>de</strong> ello,<br />

los gobernadores <strong>de</strong>partamentales podían manejar una fuerza armada para efectos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n<br />

público, la que podían <strong>de</strong>legar en el sub<strong>de</strong>legado. Pero no era éste el fondo <strong>de</strong>l asunto, pues<br />

la violencia muchas veces provenía <strong>de</strong> aquellos llamados a prevenirla. En 1913, por<br />

ejemplo, el sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> Reñico fue removido <strong>de</strong> su cargo por el Gobernador<br />

Departamental en atención a que fue protagonista <strong>de</strong> hechos sangrientos ocurridos en riñas<br />

ocurridas el día 21 <strong>de</strong> mayo; fue reemplazo por don Demetrio <strong>de</strong> la Cruz. El mismo año se<br />

hacia mención a que faltaban policías para combatir “a los bandidos” y el crimen en toda la<br />

comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, cuya municipalidad sostenía a duras penas una Policía <strong>de</strong> Seguridad<br />

compuesta por un comandante, dos cabos y seis soldados con un gasto anual <strong>de</strong> 1.812<br />

pesos.<br />

Con el correr <strong>de</strong>l tiempo los <strong>de</strong>litos se fueron incrementando, pero las autorida<strong>de</strong>s<br />

provinciales sólo enviaban tropas <strong>de</strong> línea <strong>de</strong>l arma <strong>de</strong> carabineros cuando por motivos<br />

eleccionarios se podía afectar el or<strong>de</strong>n público. Así ocurrió, por ejemplo en abril <strong>de</strong> 1915,<br />

cuando Ministerio <strong>de</strong>l Interior, en virtud <strong>de</strong> informaciones enviadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Inten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

Concepción, or<strong>de</strong>na el envío <strong>de</strong> fuerza pública, la que <strong>de</strong>be ser traslada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Monte Águila<br />

a Huépil y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí a <strong>Tucapel</strong>. Los diversos documentos señalan que los jefes <strong>de</strong>l Partido<br />

Conservador y Balmacedista tiene fundados motivos para temer que miembros <strong>de</strong> la<br />

Alianza Liberal, que disponen <strong>de</strong> Policía Comunal, no les permitan el acceso a las mesas<br />

receptoras <strong>de</strong> sufragios, por lo que pi<strong>de</strong>n garantías. Se dispone <strong>de</strong> un tren especial, pero el<br />

jefe <strong>de</strong> estación <strong>de</strong> Monte Águila exige el pago previo embarque <strong>de</strong> las fuerzas y el<br />

sub<strong>de</strong>legado informa no tener medios. Finalmente, el administrador <strong>de</strong>l Ferrocarril<br />

Trasandino otorga autorización y el tren, que incluye carros para la caballada, sale a las 19<br />

horas <strong>de</strong>l día 9 <strong>de</strong> abril hacia Huépil, llegando a <strong>Tucapel</strong> a las 22 horas. El Inten<strong>de</strong>nte<br />

Rodolfo Briceño or<strong>de</strong>na al Gobernador <strong>de</strong>l Departamento arbitrar las medidas necesarias<br />

para que llegue la tropa montada a <strong>de</strong>stino, recordándole la responsabilidad que le podría<br />

caber en posibles hechos <strong>de</strong>lictuosos en esta Comuna y pi<strong>de</strong> al sub<strong>de</strong>legado le informe por<br />

152


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

telegrama la hora <strong>de</strong> llegada <strong>de</strong> las fuerzas. Los Aliancistas, no obstante, ganaron las<br />

elecciones.<br />

La situación en la Comuna empeoró al año siguiente, producto <strong>de</strong> las malas<br />

cosechas y la pésima situación económica <strong>de</strong>l país. Un informe <strong>de</strong>l gobernador<br />

<strong>de</strong>partamental, Alberto Collao, dice que consultados los intereses <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>,<br />

que queda a larga distancia <strong>de</strong> la cabecera <strong>de</strong> este Departamento i la seguridad <strong>de</strong> sus<br />

habitantes i a quienes tan difícilmente se les pue<strong>de</strong> proporcionar el <strong>de</strong>bido auxilio <strong>de</strong> la<br />

fuerza pública en casos <strong>de</strong> robos, asaltos a mano armada, asesinatos i otros <strong>de</strong>litos que se<br />

suce<strong>de</strong>n con <strong>de</strong>masiada frecuencia en lugares apartados como aquella comuna, veo que el<br />

puesto <strong>de</strong> carabineros <strong>de</strong> estación Yumbel prestaría valiosísimos servicios en aquella región<br />

i tendría los elementos necesarios para sus sostenimiento i <strong>de</strong>l ganado, como me lo han<br />

manifestado los hacendados <strong>de</strong> la mencionada comuna” 203 . Los carabineros a quienes nos<br />

hemos referido y que también menciona esta nota <strong>de</strong>l Gobernador <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong><br />

Rere, son soldados <strong>de</strong>l arma <strong>de</strong> ese nombre <strong>de</strong>l ejército y que presta servicios policiales.<br />

Una policía autónoma y <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong>l Interior con el nombre <strong>de</strong> “Cuerpo<br />

<strong>de</strong> Carabineros <strong>de</strong> Chile” será fundada el 27 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1927 por el presi<strong>de</strong>nte Carlos<br />

Ibáñez <strong>de</strong>l Campo, <strong>de</strong> tal manera que <strong>de</strong>saparecen las policías comunales. En 1916 la<br />

Policía Comunal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> se componía <strong>de</strong> un comandante, un sargento, un cabo y cuatro<br />

soldados, es <strong>de</strong>cir, tres personas menos que en 1913. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>bía arrendar potrero para<br />

la caballada y pagar arriendo por el cuartel 204 .<br />

Pese a que Collao solicita recabar al gobierno la posibilidad <strong>de</strong> trasladar las fuerzas<br />

policiales <strong>de</strong> Yumbel a <strong>Tucapel</strong>, esto no ocurrió. Mientras tanto el caos parecía adueñarse<br />

<strong>de</strong> lugares alejados y sin vigilancia, lo que el juez Luis Rohlan informa a las autorida<strong>de</strong>s<br />

administrativas para que se tomen las medidas necesarias que <strong>de</strong>manda la población. El<br />

juez habla <strong>de</strong> hechos criminosos en Reñico don<strong>de</strong> hubo “un asalto en casa <strong>de</strong> las hermanas<br />

Cid, quedando una <strong>de</strong> ellas en estado grave”; a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> asalto a casa <strong>de</strong> Margarita Villa; lo<br />

203 AN IC vol. 1.448, pza. 23, Informe <strong>de</strong>l Gobernador <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere, Alberto Collao, al<br />

Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Concepción, <strong>de</strong> marzo 22 <strong>de</strong> 1916.<br />

204 <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Presupuesto Municipal para 1917, aprobado en sesión ordinaria <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong><br />

noviembre <strong>de</strong> 1916 y ratificado por la asamblea <strong>de</strong> contribuyentes el 3 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1916. Imprenta y<br />

Litografía “Concepción”, Concepción, 1917<br />

153


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

mismo a casa <strong>de</strong> José Rubilar, a orillas <strong>de</strong>l puente Huépil, ocasión en que los asaltantes se<br />

llevaron todas las ovejas y diversas especies; días más tar<strong>de</strong> es asaltado Fi<strong>de</strong>l Moraga a<br />

orillas <strong>de</strong> camino, cerca <strong>de</strong> casa <strong>de</strong> Gregorio <strong>de</strong> la Barra, quedando mal herido y <strong>de</strong>spojado<br />

<strong>de</strong> todo su dinero; asalto y ultraje a una mujer a orillas <strong>de</strong> río Reñico; en fin, una larga lista<br />

<strong>de</strong> hechos <strong>de</strong>lictivos que tenían alarmada a la población 205 .<br />

En cuanto a la Estación Huépil, diez años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su inauguración, presenta un<br />

estado <strong>de</strong> absoluto <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, en el que las autorida<strong>de</strong>s no tienen control, tanto porque está<br />

en un territorio alejado, como porque el tren que comunica con el exterior es un atractivo<br />

para quienes <strong>de</strong>sean estar en contacto con un medio que ofrece posibilida<strong>de</strong>s para <strong>de</strong>linquir.<br />

Rohlan dice al Gobernador que la “estación Huépil, pueblo en formación, hay cuatro casas<br />

<strong>de</strong> remolienda en las cuales se amanece en <strong>de</strong>senfrenado <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> cantos i borracheras i<br />

disparan a la calle en nutrido fuego <strong>de</strong> revólveres con peligro que un día menos pensado un<br />

transeúnte sea víctima <strong>de</strong> esas balas porque <strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir a usted que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cuatrero hasta el<br />

último ratero i el más infeliz roto anda armado <strong>de</strong> revólver sin el menor temor <strong>de</strong> ser<br />

molestado por falta absoluta <strong>de</strong> policía”.<br />

Las armas <strong>de</strong> fuego eran algo común, las portaban tanto los bandidos como quienes<br />

<strong>de</strong>seaban <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> ellos; sobre todo los hacendados o aquellos que tenían la capacidad<br />

<strong>de</strong> adquirirlas. Recor<strong>de</strong>mos que en 1895 el sub<strong>de</strong>legado Molina concurrió armado <strong>de</strong> su<br />

revólver al Cuartel <strong>de</strong> Policía Comunal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. La fabricación <strong>de</strong> revólveres y pistolas<br />

se masificó a partir <strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX, como también las carabinas, fusiles<br />

y escopetas al punto que muchas eran modificadas para otorgarle mayor capacidad <strong>de</strong><br />

fuego, maniobrabilidad o versatilidad en su manejo. Para los bandidos eran un elemento<br />

esencial con el cual ejercían presión sobre sus víctimas; para otros constituían el único<br />

factor disuasivo que les permitía cierta tranquilidad. Entre las carabinas más usadas estaban<br />

la Winchester, Remington, Henry, Sharps, Marlin y Spencer, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar las<br />

“hechizas”, “chocos o “trabucos” <strong>de</strong> fabricación artesanal; entre los revólveres eran<br />

famosos y codiciados los ejemplares traídos <strong>de</strong> las fábricas Colt y Leper, sin <strong>de</strong>smerecer<br />

205 AN IC vol. 1.448, pza. 51. Informe <strong>de</strong> Juez <strong>de</strong> Distrito Luis Rohlan al Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere<br />

<strong>de</strong> julio 11 <strong>de</strong> 1916.<br />

154


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

también el ingenio para procurarse un cañón adaptado con percutor y a veces una manopla<br />

que permitiera disparar.<br />

Sin embargo, el arma por excelencia <strong>de</strong> los hombres urbanos y rurales <strong>de</strong> Chile <strong>de</strong> la<br />

época era el puñal, daga o estoque, con sus diversas variaciones y estilos, entre los cuales<br />

estaba el corvo y el facón, <strong>de</strong> influencia pampina. En las obras públicas, sobre todo las<br />

realizadas en sectores rurales y <strong>de</strong> campamentos, el respeto se imponía con la <strong>de</strong>streza en el<br />

uso <strong>de</strong> estos temidos instrumentos. Así los canalistas o los carrilanos que tendían paso a<br />

paso largos kilómetros <strong>de</strong> líneas férreas, eran temidos por sus conocidas dotes con las<br />

dagas.<br />

No es <strong>de</strong> extrañar, entonces, que el juez <strong>de</strong> distrito Rohlan relate este estado <strong>de</strong><br />

cosas en Huépil, pues es una situación típica <strong>de</strong> frontera, con características <strong>de</strong> anomia,<br />

reflejada en la incapacidad <strong>de</strong> control y en el ejercicio <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> los más fuertes.<br />

Luego el juez da cuenta con minucioso <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> las “casas <strong>de</strong> remolienda”<br />

existentes en el pueblo, <strong>de</strong>scribiendo con <strong>de</strong>talles los escándalos nocturnos provocados en<br />

estos lupanares y los nombres <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las mujeres que los regentan 206 . Agrega que<br />

en esas casas “pernoctan el cuatrerismo i el raterismo armados” insistiendo en la falta <strong>de</strong><br />

policía y autorida<strong>de</strong>s en este lugar.<br />

El sub<strong>de</strong>legado Francisco Seguel minimiza el informe <strong>de</strong> Rohlan a quien no <strong>de</strong>biera<br />

darse crédito por ser exagerados sus informes. Pero a continuación <strong>de</strong> éste, los vecinos <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> solicitan a las autorida<strong>de</strong>s el envío <strong>de</strong> carabineros para la estación <strong>de</strong> Huépil,<br />

ofreciendo lo necesario para sostener a los soldados y sus cabalgaduras. El Gobernador<br />

Collao proponía traer la tropa que había en Río Claro, agregando que en “la población <strong>de</strong><br />

Huépil los carabineros prestarían mui importantes servicios, por enorme distancia i es una<br />

estación <strong>de</strong> bastante movimiento <strong>de</strong> las distintas clases <strong>de</strong> jentes que la pueblan i viajan a<br />

206 Casi 20 años más tar<strong>de</strong> una <strong>de</strong> las mujeres mencionadas por el juez Rohlan aparece como una <strong>de</strong> las<br />

principales contribuyentes <strong>de</strong>l impuesto territorial en Huépil.<br />

155


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Yungai, Antuco i la República Argentina”, haciendo notar nuevamente la lejanía y lo<br />

extenso <strong>de</strong>l territorio, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> “ser justa la petición <strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>” 207 .<br />

Pero conforme pasaron los años la situación se tornó aún más compleja ya que en<br />

ciertas ocasiones se observa la presencia <strong>de</strong> fuerzas policiales, pero en forma estacionaria,<br />

<strong>de</strong>biendo éstas abarcar un amplio territorio con pocos recursos. A<strong>de</strong>más, en 1922 se<br />

informa <strong>de</strong> robos, hurtos, salteos y abigeatos por la procesión a Yumbel el 20 <strong>de</strong> enero 208<br />

especialmente en estación Huépil y sus alre<strong>de</strong>dores, situación que se repite a lo largo <strong>de</strong><br />

toda la línea ferroviaria, especialmente en estaciones más concurridas. Respecto <strong>de</strong> esto es<br />

conveniente tener en cuenta que el fenómeno que <strong>de</strong>scribimos es propio <strong>de</strong> la época y <strong>de</strong><br />

las estaciones <strong>de</strong> ferrocarriles con más tráfico o que atraen gran cantidad <strong>de</strong> pasajeros. Por<br />

ejemplo, en 1925 el sub<strong>de</strong>legado don Ramón Tirapegui solicita zona seca para San<br />

Rosendo en “don<strong>de</strong> pernoctan en la noche personal <strong>de</strong> 15 o más trenes i en la noche, en vez<br />

<strong>de</strong> dormir algunas horas las <strong>de</strong>dican a remoler i a beber; continúan su servicio cansados y<br />

bebidos, lo que origina choques i otros acci<strong>de</strong>ntes”, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> prohibir las tabernas para<br />

evitar maleantes, robos, hurtos y homicidios 209 . En 1926, el Gobernador Alfredo Arce<br />

solicita envío <strong>de</strong> tropa armada para combatir los bandoleros en Huépil y Monte Aguila que<br />

“necesitan resguardo por estar la línea central y <strong>de</strong>l Ferrocarril Trasandino que transporta<br />

todos los productos <strong>de</strong> la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> i fundos intermedios, especialmente los<br />

cereales, ganados i ma<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> diversas clases” 210 .<br />

Otra prueba <strong>de</strong> que este territorio sirvió <strong>de</strong> albergue a los huidizos y prófugos, es la<br />

nota <strong>de</strong>l Cónsul <strong>de</strong> Chile en Malargüe enviada al Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción con fecha 30 <strong>de</strong><br />

septiembre <strong>de</strong> 1927, para que or<strong>de</strong>nara a las autorida<strong>de</strong>s competentes el control eficiente <strong>de</strong><br />

la salida hacia la República Argentina <strong>de</strong> “chilenos <strong>de</strong> malos hábitos” 211 , especialmente por<br />

Antuco y otros pasos cordilleranos. Se informó a <strong>Tucapel</strong>, pero no tuvo mayores efectos,<br />

por los precarios medios con que contaba la <strong>Municipalidad</strong> y la policía. A<strong>de</strong>más, era <strong>de</strong><br />

207<br />

AN IC vol. 1.448, pza. Nº 54.<br />

208<br />

AN IC vol. 1.652, pza Nº 1.<br />

209<br />

AN IC vol. Nº 1.730.<br />

210<br />

AN IC vol. 1.765, pza Nº 25, Informe <strong>de</strong>l Gobernador <strong>de</strong> Rere, Alfredo Arce, al Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Provincia<br />

<strong>de</strong> Concepción, <strong>de</strong> marzo 11 <strong>de</strong> 1926.<br />

211<br />

AN IC vol. 1.802, Nota <strong>de</strong>l Cónsul <strong>de</strong> Chile en Malargüe al Inten<strong>de</strong>nte Provincial <strong>de</strong> Concepción,<br />

septiembre 27 <strong>de</strong> 1927.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

conocimiento generalizado que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos remotos los habitantes <strong>de</strong> esta zona y<br />

afuerinos usaron el territorio como puente para el paso <strong>de</strong> ganados y otras especies robadas<br />

en Argentina.<br />

En Trupán aún recuerdan que a principios <strong>de</strong>l siglo XX la policía <strong>de</strong> fronteras<br />

argentina traspasaba la frontera en persecución <strong>de</strong> personas acusadas <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos en su<br />

territorio. También en Polcura hay recuerdos <strong>de</strong> quienes vieron a gendarmes e incluso<br />

algunas familias <strong>de</strong>bieron darles albergue y manutención en sus casas 212 . También hay<br />

lugares en que se recuerda con especial y tradicional <strong>de</strong>voción popular “las animitas” <strong>de</strong> los<br />

muertos caídos por las balas <strong>de</strong> los argentinos. En Las Romasas y en el sector <strong>de</strong> Puente La<br />

Piña hubo enfrentamiento entre la policía argentina y quienes eran acusados <strong>de</strong> cuatreros y<br />

por mucho tiempo hubo allí “animitas”. Nuestras informantes aseguran que cuando niñas,<br />

su madre, doña María Emperatriz Cuevas, las encerró junto a sus hermanos en una pieza<br />

cuando pasaban los argentinos con los cuerpos <strong>de</strong> los ajusticiados, quienes llegaron a su<br />

casa y <strong>de</strong>bieron ser atendidos. Recuerdan haberlos visto con sus fusiles, cabalgaduras y<br />

mulas, mientras se marchaban. Esto <strong>de</strong>muestra que el Estado chileno no contaba con<br />

suficientes elementos para combatir los <strong>de</strong>litos en la frontera, aunque avanzando el siglo y<br />

la creación <strong>de</strong> una policía nacional, esta situación irregular <strong>de</strong>saparece.<br />

El territorio hace imposible otro medio <strong>de</strong> locomoción que no sea el caballo, por lo<br />

que todo bandido es un jinete. Respecto <strong>de</strong> este <strong>de</strong>talle es importante tener en cuenta que<br />

las largas distancias y el terreno montañés, obligaban al uso <strong>de</strong>l caballo para el traslado <strong>de</strong><br />

personas y la carga. Al respecto Otto Cid recuerda una excursión diciendo que: “Ese paseo<br />

fue una experiencia importante, porque todos viajamos a caballo, cada cual en el suyo, por<br />

un camino largo y polvoriento y muy bonito… Pasamos por la orilla <strong>de</strong> la laguna, por<br />

Rastrojos, Polcura, y seguimos <strong>de</strong>spués subiendo cuestas, por un camino <strong>de</strong> tierra color<br />

bermejo, que culebreando entre quilas y esteros, se iba internando a cada rato más en la<br />

selva. A las once <strong>de</strong> la mañana habíamos llegado a Mañigual… El regreso a Trupán fue<br />

casi <strong>de</strong> noche. Veníamos borrachos <strong>de</strong> alegría, <strong>de</strong> sol y <strong>de</strong> imágenes” 213 . Ya hemos<br />

212 Información proporcionada por las hermanas Amanda Emperatriz y Ana Luisa Pra<strong>de</strong>nas Cuevas, en<br />

Polcura, verano <strong>de</strong> 2007.<br />

213 Cid, Otto…, op. cit., p 34.<br />

157


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

hablado <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> este noble animal en entre los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y también<br />

entre los pehuenches, don<strong>de</strong> hemos hablado <strong>de</strong> una cultura hípica. Por lo tanto, la policía<br />

también <strong>de</strong>be ser montada, lo cual encarece los costos. Sin embargo, en la década <strong>de</strong> 1930<br />

vemos que carabineros posee retenes bien dotados <strong>de</strong> material en Trupán 214 .<br />

En la cultura local, mito y leyenda incluidos, cuando se evoca la época <strong>de</strong> los<br />

bandidos, es porque se habla <strong>de</strong> jinetes armados que huyen <strong>de</strong> un lugar a otro por solitarios<br />

caminos o por la montaña. Se especulaba, entonces, sobre tesoros o botines escondidos. Un<br />

ejemplo <strong>de</strong> esto lo encontramos en nuestro recurrido Otto Cid cuando visita la Casa <strong>de</strong><br />

Piedra, cueva cercana a Trupán y en la que según los vecinos <strong>de</strong> la época “en tiempos<br />

pasados habría servido <strong>de</strong> guarida a bandas <strong>de</strong> malhechores que asolaban la vecindad y que,<br />

al escapar, aquí encontraban segura protección” asegurando luego que cuando visitó el<br />

lugar no encontró evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> bandidos, “ni <strong>de</strong> sus cabalgaduras, ni <strong>de</strong> tesoros enterrados<br />

que provinieran <strong>de</strong>l botín <strong>de</strong> sus correrías, a pesar que los antiguos lugareños aseguran que<br />

efectivamente se encontraron allí varios entierros” 215 .<br />

Los Atorrantes<br />

En tiempos <strong>de</strong> profunda crisis económica <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la <strong>de</strong>presión <strong>de</strong> 1929, la<br />

espantosa cesantía, la miseria y el hambre lanzaron a miles <strong>de</strong> hombres a los campos y<br />

ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Chile sin más equipaje que su linguera o saco con pequeñas pertenencias y<br />

utensilios básicos para la comida. En ellos el principal medio <strong>de</strong> transporte eran sus propios<br />

pies. Aunque este fenómeno nada tiene que ver con el bandidaje, es importante <strong>de</strong>stacar que<br />

por los campos y pueblos <strong>de</strong> la Comuna también transitaron estos “torrantes” o “atorrantes”<br />

que pasaron a formar parte <strong>de</strong>l paisaje y a quienes era común encontrar arrimados a<br />

frondosos árboleso en las la<strong>de</strong>ras abrigadas <strong>de</strong> los cerros, por las noches, en torno <strong>de</strong><br />

improvisadas fogatas. No era extraño, en todo caso, que los vecinos observaran con<br />

cautelosa <strong>de</strong>sconfianza a los “afuerinos”, no obstante que estas personas, en su gran<br />

214 Hay fotografías <strong>de</strong>l año 1938 don<strong>de</strong> aparecen los carabineros bien montados, con sus carabinas al hombro,<br />

en resguardo <strong>de</strong> la excursión escolar a Trupán el 25 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> aquel año. Gentileza <strong>de</strong> don ramón Luis<br />

Lagos. Cid, Otto..., op. cit. pp. 71-72.<br />

215 Cid, Otto…, op. cit. pp 36-37.<br />

158


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

mayoría, <strong>de</strong>ambulaban en busca <strong>de</strong> trabajos estacionales en los llamados “enganches” como<br />

“tratero”. Algunos encontraron en estas tierras el lugar <strong>de</strong>finitivo para <strong>de</strong>sarrollar sus<br />

vidas 216 .<br />

En los primeros capítulos veíamos que el fenómeno <strong>de</strong>l vagabundaje fronterizo se<br />

hizo sentir hasta bien entrado el siglo XIX. Pues bien, aquellos vagabundos <strong>de</strong> diversos<br />

orígenes que <strong>de</strong>ambulaban por los campos fronterizos, viviendo <strong>de</strong> trabajos estacionarios,<br />

hurtos y robos en las haciendas, no obe<strong>de</strong>cen a las mismas causas que ahora mueven a estos<br />

hombres sin trabajo y sin esperanza.<br />

216 Este es un fenómeno poco estudiado, no existen datos concretos sobre su alcance, pero es una realidad que<br />

no po<strong>de</strong>mos eludir, forma parte <strong>de</strong> nuestra historia y <strong>de</strong> los recuerdos <strong>de</strong> varias generaciones.<br />

159


El Censo <strong>de</strong> 1907<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo IX<br />

<strong>Tucapel</strong> y Los Cambios <strong>de</strong>l siglo XX<br />

“El huaso es fiero, pen<strong>de</strong>nciero, valientísimo<br />

y no le importa la muerte…, solitario,<br />

característica <strong>de</strong> todos los chilenos que viven<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace siglos separados por los An<strong>de</strong>s<br />

impenetrables”.<br />

Cursio Malaparte<br />

El primer censo <strong>de</strong> población <strong>de</strong>l siglo XX, efectuado el 28 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1907,<br />

arrojó para la comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> los siguientes datos:<br />

Población Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Censo 1907<br />

Distritos Mujeres Hombres Total<br />

<strong>Tucapel</strong> 674 539 1.213<br />

Las Lomas 284 236 520<br />

Huequete 381 389 770<br />

Huépil Alto 469 499 968<br />

Rucamanqui 350 377 727<br />

Reñico 270 237 507<br />

Huépil Bajo 133 153 286<br />

Trupán 246 241 487<br />

Meseta 159 128 287<br />

Polcura 359 406 765<br />

Total 3.325 3.205 6.350<br />

Fuente: Censo <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Chile Levantado el 28 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1907. Imprenta y Litografía<br />

Universo, Santiago, 1908.<br />

160


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Con un total <strong>de</strong> 6.350 habitantes, la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> comenzaba el siglo XX,<br />

siendo éstos mayoritariamente <strong>de</strong>l sector rural. Tan solo el pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y el caserío<br />

<strong>de</strong> Trupán, únicos centros aglutinadores <strong>de</strong> habitantes. El primero con servicios propios <strong>de</strong><br />

cabecera municipal y mayor número <strong>de</strong> personas por distrito; mientras que <strong>de</strong>l segundo<br />

solo po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que tiene una escuela para hombres y servicio <strong>de</strong> correo. Como se ve<br />

en cuadro estadístico, el distrito <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, con 1.230 habitantes, es el más poblado; le<br />

sigue Huépil Alto, con 968 habitantes. Huequete, Polcura y Rucamanqui superan los 700<br />

habitantes. Huépil Bajo tiene apenas 286 habitantes, pero eso está <strong>de</strong>stinado a cambiar,<br />

puesto que, como hemos visto, la estación ferroviaria irá atrayendo población.<br />

Datos Registro Civil Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong><br />

Años Matrimonios Nacimientos Defunciones<br />

1906 35 337 206<br />

1924 39 263 217<br />

1925 28 299 163<br />

1926 32 298 171<br />

Fuente: Memorias Gobernación Departamento <strong>de</strong> Rere, Archivo Nacional, Fondo Inten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Concepción.<br />

Si bien no encontramos datos <strong>de</strong> todo el periodo, se pue<strong>de</strong> observar que en veinte<br />

años la variación es muy pequeña.<br />

Las Escuelas<br />

Base <strong>de</strong>l progreso y <strong>de</strong> la promoción social, las escuelas fueron pilar importante <strong>de</strong><br />

todas las políticas <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo XIX. La educación pública sostenida por el<br />

Estado tuvo una fuerte influencia en <strong>Tucapel</strong>. Des<strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l Curato <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a<br />

mediados <strong>de</strong>l siglo XVIII, la educación <strong>de</strong> primeras letras <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> estar a cargo <strong>de</strong>l cura<br />

párroco y capellán <strong>de</strong>l fuerte, aunque esta obligación no sabemos qué efectos reales tuvo en<br />

la población.<br />

161


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

A partir <strong>de</strong> 1854 oficialmente existía una escuela en <strong>Tucapel</strong>, aunque no tenemos<br />

claro cuando se instaló, sabemos que funciona <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los días en que el pueblo se trasladó al<br />

nuevo sitio que hoy ocupa. En 1876 el sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> solicita plaza para 2<br />

ayudantes para la escuela y tiempo <strong>de</strong>spués, durante la guerra <strong>de</strong>l Pacífico, el cura párroco<br />

Basilio Baltierra financió con recursos propios a un profesor para la escuela que, por<br />

motivos <strong>de</strong> economía <strong>de</strong> guerra, había sido suprimida 217 . En 1883 el Visitador <strong>de</strong> Escuelas<br />

solicita la creación <strong>de</strong> escuelas en <strong>Tucapel</strong> y Trupán.<br />

En 1886, por Decreto Supremo <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Instrucción Pública <strong>de</strong> 12 <strong>de</strong><br />

marzo, se crea una Escuela Mixta en el Distrito <strong>de</strong> Reñico, nombrando preceptora a doña<br />

Amalia Godoy 218 . Días <strong>de</strong>spués, el Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere, Domingo<br />

Munizaga, dice exageradamente que en Reñico “hay 5.000 almas que no tienen el más<br />

insignificante establecimiento”, señalando que José Gómez Romero, dueño <strong>de</strong> la hacienda<br />

Rucamanqui, ofrece sueldo y casa a un preceptor 219 . La escuela subsistió un tiempo, pero<br />

las <strong>de</strong> Huépil concentraron la matrícula.<br />

Avanzando el siglo, las escuelas vieron pasar cientos <strong>de</strong> niños y niñas por sus aulas,<br />

en las que fundamentalmente se enseñaba a leer y a escribir, objetivo básico <strong>de</strong> un sistema<br />

que pretendía rebajar el alto índice analfabetismo existente en aquellos años. Dentro <strong>de</strong> una<br />

pobreza constante y endémica <strong>de</strong>l sistema, muchos profesores hicieron maravillas,<br />

cumpliendo a<strong>de</strong>más, la tarea <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> su comunidad como representantes <strong>de</strong>l saber.<br />

Otto Cid relata magistralmente los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> la vida escolar en la escuela <strong>de</strong> Trupán a<br />

fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1930: “Su local era una mo<strong>de</strong>sta construcción <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra; un barracón<br />

miserable, que en su interior constaba <strong>de</strong> una pieza gran<strong>de</strong> y larga, rústicamente entablada,<br />

sin cielorraso, con dos secciones separadas por una sección movible <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, que no<br />

tocaba el techo, <strong>de</strong> modo que el trabajo <strong>de</strong> un lado se oía claramente en el otro. Más al<br />

217 Vielma Escamilla, Eduardo. Historia <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Documento Inédito.<br />

218 La ley <strong>de</strong> 6 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1881 dice: “En todos los lugares i al<strong>de</strong>as que tengan una población <strong>de</strong> trescientos a<br />

seiscientos habitantes, en un radio <strong>de</strong> dos kilómetros, se establecerá una escuela elemental, a la cual <strong>de</strong>ben<br />

concurrir los niños <strong>de</strong> uno i otro sexo que hubiere en la localidad”. “Las escuelas mistas serán siempre<br />

dirigidas por mujeres…”<br />

219 AN IC vol. 654, carta <strong>de</strong>l Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere, Domingo Munizaga, al Inten<strong>de</strong>nte<br />

Provincial <strong>de</strong> Concepción, Leoncio Tagle, <strong>de</strong> marzo 23 <strong>de</strong> 1886.<br />

162


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

fondo, había dos cuartos, habitualmente ocupados para guardar materiales y para una<br />

especie <strong>de</strong> cocina. Eso era todo. Allá lejos, en la esquina <strong>de</strong>l sitio, a orillas <strong>de</strong>l barranco que<br />

daba hacia la línea <strong>de</strong>l ferrocarril, estaban los excusados, que exhibían el inmundo<br />

contenido y echaban al aire sus miasmas. A doce metros <strong>de</strong> la sala <strong>de</strong> clase había un pozo<br />

<strong>de</strong> agua con la típica caseta <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra que cubría el hoyo profundo y sostenía el torno o<br />

rodillo. Total, no era posible <strong>de</strong>sear más mo<strong>de</strong>stia. El mobiliario era igualmente rústico y<br />

pobre. Para los cursos pequeños había bancos bipersonales, tal vez dados <strong>de</strong> baja en<br />

escuelas <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s, y para los mayores, existían unas mesas sin gavetas, para<br />

grupos <strong>de</strong> cuatro o seis alumnos. Las sillas <strong>de</strong>bíamos llevarlas nosotros mismos <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

nuestros hogares. Los muchachos que vivían en el sector más rural trajeron sillas hechas<br />

por ellos con soportes <strong>de</strong> coligües y asiento y respaldo <strong>de</strong> tablas <strong>de</strong> cajón azucarero. Pero<br />

esa escuelita Nº 33, <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>sto edificio, que en un comienzo fue mixta, resultaba un<br />

templo <strong>de</strong>l saber para Trupán y su funcionamiento correspondía a este concepto que <strong>de</strong> ella<br />

tenía la mayor parte <strong>de</strong>l vecindario… Dos profesores, que fueron gran<strong>de</strong>s maestros <strong>de</strong><br />

escuela en el más acabado concepto y concreción <strong>de</strong> esta investidura, turnaban su<br />

<strong>de</strong>dicación a los cursos pequeños y a los gran<strong>de</strong>s. Había un primer año, un segundo y un<br />

tercero. Algunos años funcionaba un cuarto para alumnos más a<strong>de</strong>lantados… Los Maestros<br />

<strong>de</strong> Trupán eran personas respetables y se conducían así. Duros, a veces, para aplicar<br />

castigos y corregir errores, pero leales a su función y a la mística que guiaba su afán. Sin<br />

alar<strong>de</strong>s, sin protestas, sin recursos, iban arañando la tierra yerma <strong>de</strong> la ignorancia y<br />

construyendo la base para días mejores. ¡Qué tiempos aquellos!... Los viernes nos<br />

reuníamos todos y cantábamos himnos y canciones a capella. Sabíamos <strong>de</strong> memoria la letra<br />

y hacíamos esfuerzos para lograr la entonación. Cantábamos a la Escuela a Chile, al tren, a<br />

la naturaleza. El entusiasmo era gran<strong>de</strong>, frenético, y el grupo contaba con la participación<br />

<strong>de</strong> los profesores, que también <strong>de</strong>jaban oír sus vozarrones <strong>de</strong> barítonos sin complejos, ni<br />

falsas vergüenzas, aunque la gente se agrupara cerca <strong>de</strong> las ventanas o <strong>de</strong> las puertas para<br />

ver y oír el espectáculo”. (Los profesores a que se refiere eran don Alejandro Pérez y don<br />

Martín Pra<strong>de</strong>nas) 220 .<br />

220 Cid, Otto…, op. cit. cap 3, La Escuela.<br />

163


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Escuelas Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Año 1915<br />

Escuela Lugar Matrícula Asistencia<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres Nº 7<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Mujeres Nº 20<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres Nº 33<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Mujeres Nº 22<br />

Escuela Mixta<br />

Nº 50<br />

media<br />

Inmueble<br />

<strong>Tucapel</strong> 67 alumnos 52 alumnos Arrendado<br />

<strong>Tucapel</strong> 60 alumnas 46 alumnas Arrendado<br />

Trupán Sin datos Sin datos Arrendado<br />

Trupán 73 alumnas 62 alumnas Arrendado<br />

Lomas <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong><br />

Fuente: Ley <strong>de</strong> Presupuesto Ministerio <strong>de</strong> Instrucción Pública, Año 1915.<br />

58 alumnos 45 alumnos Arrendado<br />

Los más importantes cambios al interior <strong>de</strong> las familias partían <strong>de</strong> la escuela y el<br />

Estado <strong>de</strong> Chile, a partir <strong>de</strong>l siglo XIX concibió su tarea educadora implementando todo un<br />

sistema que, aun con sus <strong>de</strong>fectos y carencias, permitió elevar consi<strong>de</strong>rablemente el nivel<br />

educacional <strong>de</strong>l pueblo, ayudando a conformar la clase media ilustrada. En la Comuna <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> esto se observa especialmente en el esfuerzo <strong>de</strong> la comunidad por mantener las<br />

escuelas y establecer en torno a ellas todo un aparato <strong>de</strong> apoyo constante.<br />

Entre <strong>de</strong> las fotografías existentes en manos <strong>de</strong> vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, Huépil, Trupán o<br />

Polcura, a que hemos tenido acceso, al menos la tercera parte correspon<strong>de</strong>n a la vida<br />

escolar. Se observan en ellas el orgullo <strong>de</strong> los alumnos posando para la posteridad. También<br />

se observan los paseos o excursiones <strong>de</strong> niños <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y Huépil a Trupán o lo <strong>de</strong> este<br />

pueblo a Polcura. Los alumnos eran apoyados por sus familias y profesores en activida<strong>de</strong>s<br />

recreativas que eran consi<strong>de</strong>radas fundamentales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la educación cívica <strong>de</strong> niños y<br />

niñas. Nuestro ya citado autor <strong>de</strong> Trupán cuenta que las fiestas cívicas “permitían a la<br />

Escuela exhibir los frutos <strong>de</strong> su tarea. Había <strong>de</strong>sfiles y actos públicos en los que<br />

164


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

contábamos, <strong>de</strong>clamábamos y representábamos algo. Todavía veo en mis remembranzas la<br />

maravillosa, escena <strong>de</strong> una dramatización en la que Juana Seguel, alumna <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong><br />

Niñas, y mi compañero Rubén Cár<strong>de</strong>nas intervinieron en la Escuela, con asistencia <strong>de</strong> los<br />

padres, en una fiesta <strong>de</strong> 18 <strong>de</strong> septiembre. Aquellas fiestas se hacían el mismo día<br />

correspondiente a la efeméri<strong>de</strong>, sin protesta <strong>de</strong> nadie, ni excusas. Casi siempre había<br />

veladas artísticas por la noche, en las que también actuaban los alumnos <strong>de</strong> la Escuela, si<br />

bien para esas fiestas solían prestar su colaboración quienes hacían estudios en otras<br />

ciuda<strong>de</strong>s y volvían a Trupán sólo <strong>de</strong> vacaciones. El día 18 era costumbre que la Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres y la <strong>de</strong> Niñas se fueran cantando por la calle, muy temprano, hasta llegar al<br />

Estanque, ubicado a la salida <strong>de</strong>l pueblo por el Sur Este, don<strong>de</strong> habitualmente se <strong>de</strong>tenía el<br />

tren para echar agua a la locomotora. Previamente concertados con el conductor y el<br />

maquinista, los profesores nos hacían subir al tren, que se <strong>de</strong>splazaba lentamente hasta la<br />

Estación, ocho cuadras más al Poniente, y cantábamos en todo el trayecto, echando al aire<br />

nuestra alegría y nuestro entusiasmo. En la Estación bajábamos y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí <strong>de</strong>sfilábamos<br />

hacia la Escuela, don<strong>de</strong> los profesores nos servían una tasa <strong>de</strong> leche con chocolate a cada<br />

uno y unas roscas con betún <strong>de</strong> azúcar. ¡Que <strong>de</strong>licia y cuánta dicha tan apretada!” 221 .<br />

La Escuela Pública cumplía una función educadora cuya importancia no ha sido<br />

<strong>de</strong>bidamente aquilatada por las actuales generaciones. Las lecciones <strong>de</strong> solidaridad social y<br />

civismo iban a la par con los contenidos impartidos. Veíamos en páginas anteriores que El<br />

<strong>Tucapel</strong> en 1899 se preocupaba <strong>de</strong>l crecimiento intelectual <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> tanto<br />

como las condiciones materiales en que estudiaban, <strong>de</strong> lo cual los profesores <strong>de</strong> aquellos<br />

difíciles años dieron pruebas <strong>de</strong> su formidable voluntad. “Nuestros profesores –dice Otto<br />

Cid- estaban siempre listos para encontrar en todos los sucesos <strong>de</strong> la vida, elementos<br />

a<strong>de</strong>cuados para una motivación <strong>de</strong> sus lecciones, que así resultaban maravillosas. Había en<br />

esa actitud pedagógica <strong>de</strong> esos hombres mo<strong>de</strong>stos, sin vanida<strong>de</strong>s y sin pretensiones, tres<br />

signos muy claros <strong>de</strong> una misma realidad: eran inteligentes, no habían olvidado los<br />

principios y técnicas fundamentales <strong>de</strong> la enseñanza e indiscutiblemente posían una sólida<br />

formación profesional” 222 .<br />

221 Cid, Otto…, op. cit. p 64-65.<br />

222 I<strong>de</strong>m., p 70.<br />

165


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Escuelas Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> Año 1927<br />

Escuela Lugar Matrícula Asistencia<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres Nº 7<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Mujeres Nº 20<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres Nº 33<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Mujeres Nº 22<br />

Escuela Mixta<br />

Nº 50<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Mujeres<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Hombres<br />

Escuela <strong>de</strong><br />

Mujeres<br />

media<br />

Inmueble<br />

<strong>Tucapel</strong> 137 97 Arrendado<br />

<strong>Tucapel</strong> 111 84 Arrendado<br />

Trupán 112 90 Arrendado<br />

Trupán 101 86 Arrendado<br />

Lomas <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong><br />

107 74 Arrendado<br />

Polcura 120 83 Arrendado<br />

Polcura 120 64 Arrendado<br />

Estación Huépil 143 96 Arrendado<br />

Estación Huepil 79 47 Arrendado<br />

1.030<br />

721<br />

Fuente: Presupuesto Ministerio <strong>de</strong> Instrucción Pública, Año 1927.<br />

166


Censo <strong>de</strong> 1920<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El segundo censo <strong>de</strong> población <strong>de</strong>l siglo XX se realizó en 1920 y la comuna <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> arrojó un total 7.201 habitantes divididos según el siguiente cuadro:<br />

CENSO DE POBLACIÓN COMUNA DE TUCAPEL AÑO 1920<br />

Sub<strong>de</strong>legación Nombre, categoría Hombres Mujeres Total<br />

Reñico Las Astas, fundo 52 32 84<br />

Trupán Casa <strong>de</strong> Piedra, fundo 10 9 19<br />

Reñico Hijuelas, fundo 314 298 612<br />

<strong>Tucapel</strong> Huépil, al<strong>de</strong>a 187 140 327<br />

Reñico Huépil, fundo 129 127 256<br />

<strong>Tucapel</strong> Huequén, caserio 52 60 112<br />

<strong>Tucapel</strong> Huequete, fundo 382 362 744<br />

<strong>Tucapel</strong> Laja, fundo 54 77 131<br />

<strong>Tucapel</strong> Loma <strong>de</strong> los Molinos, caserío 77 69 146<br />

Trupán Loma Larga, caserío 36 42 78<br />

<strong>Tucapel</strong> Lomas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, caserío 29 21 50<br />

<strong>Tucapel</strong> Lomas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, fundo 114 122 236<br />

<strong>Tucapel</strong> Meseta <strong>de</strong> los Patos, fundo 108 91 199<br />

<strong>Tucapel</strong> Monte Ver<strong>de</strong>, fundo 17 37 54<br />

Trupán Obra, caserío 25 25 50<br />

Trupán Pajal, al<strong>de</strong>a 114 104 218<br />

Trupán Parra, fundo 17 18 35<br />

Reñico Parroncillo, fundo 15 14 29<br />

Trupán Peupán (Trupán), al<strong>de</strong>a 147 194 341<br />

Reñico Piuchechén, fundo 235 169 404<br />

Trupán Polcura, fundo 49 34 83<br />

Trupán Polcura, al<strong>de</strong>a 235 215 450<br />

167


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>Tucapel</strong> Pueblo Viejo, caserío 27 37 64<br />

Trupán Rastrojos, caserío 38 41 79<br />

Reñico Reñico, al<strong>de</strong>a 193 178 371<br />

Trupán Rosario, fundo 34 33 67<br />

Reñico Rucamanqui 311 215 450<br />

Cabecera<br />

comuna<br />

<strong>Tucapel</strong>, al<strong>de</strong>a 364 465 829<br />

Reñico <strong>Tucapel</strong> Bajo, al<strong>de</strong>a 154 140 294<br />

Reñico Valle <strong>de</strong> los Cid, fundo 67 49 116<br />

Reñico Valle <strong>de</strong> San Agustín, fundo 44 53 97<br />

Trupán Valle Intermedio, caserío 36 44 80<br />

Fuente: Censo <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Chile, 1920.<br />

3.666 3.535 7.201<br />

Nota: Trupán, al<strong>de</strong>a, aparece con el nombre <strong>de</strong> Peupán por error, no obstante respetamos el or<strong>de</strong>n alfabético.<br />

De los datos censales antes mencionados se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que la población <strong>de</strong> la<br />

comuna está dividida en 17 fundos, 7 al<strong>de</strong>as y 7 caseríos. Entre las al<strong>de</strong>as está Huépil, que<br />

cons sus 327 habitantes aparece como uno <strong>de</strong> los centros poblados emergentes. Llama la<br />

atención que Polcura supere en cantidad <strong>de</strong> habitantes a Trupán, lo que tiene su explicación<br />

en la explotación agrícola y preferentemente ma<strong>de</strong>rera que por aquellos años se efectuaba<br />

en la zona, facilitada por el Ferrocarril Trasandino.<br />

Las Haciendas<br />

En Chile la hacienda fue una unidad económica agrícola que se caracterizaba por su<br />

gran tamaño y por constituir un sistema <strong>de</strong> explotación organizado en torno a una jerarquía<br />

bastante marcada, que comenzaba con el dueño o “patrón”, personaje cuya influencia y<br />

po<strong>de</strong>r traspasaba los límites <strong>de</strong> sus tierras. La economía y la política chilena estuvieron<br />

fuertemente influidas por los hacendados o <strong>de</strong>tentadores <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> los predios.<br />

168


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En las haciendas chilenas se producía lo esencial para el consumo y para<br />

comercializar los productos <strong>de</strong> la tierra y, en algunos casos, para exportar. En la zona que<br />

estudiamos, la producción agrícola estuvo <strong>de</strong>terminada por la lejanía <strong>de</strong> los centros <strong>de</strong><br />

consumo y por la falta <strong>de</strong> acceso a las vías <strong>de</strong> comunicación. Como se sabe, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

mediados <strong>de</strong>l siglo XIX y hasta principios <strong>de</strong>l siglo XX, Chile era un país exportador <strong>de</strong><br />

trigo y por eso es que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1830 las zonas cerealeras <strong>de</strong> Chillán, Itata, Coelemu y Tomé<br />

adquieren mayor prepon<strong>de</strong>rancia. Se amplía la infraestructura portuaria y el Estado se<br />

ocupa, junto a los gran<strong>de</strong>s agricultores, <strong>de</strong> mejorar los caminos.<br />

Pero en el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y la montaña, esto era más difícil puesto que los costos<br />

aumentaban con la lejanía. El trigo, la ma<strong>de</strong>ra, los caballares y ganado ovino producidos<br />

con gran éxito eran sacados con alguna dificultad hacia Yumbel, Concepción y Chillán. Las<br />

haciendas, no obstante, tomaron fuerza a partir <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX y con la llegada <strong>de</strong>l<br />

Ferrocarril Trasandino mejoraron notablemente sus opciones <strong>de</strong> comercialización. A través<br />

<strong>de</strong> este medio no sólo se sacaban los productos, sino a<strong>de</strong>más se traían los a<strong>de</strong>lantos que en<br />

la época permitieron mejorar los rendimientos, como los locomóviles que permitían a su<br />

vez el uso <strong>de</strong> máquinas trilladoras estacionarias y aserra<strong>de</strong>ros, lo que se incrementó a partir<br />

<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1920.<br />

“En aquellos años –dice Otto Cid- llegada la época <strong>de</strong> cosecha, había una primera<br />

etapa durante la cual en las sementeras trabajaban los segadores, en un prolongado ejercicio<br />

con la echona, luchando contra el tiempo. Para ser un buen segador había que cortar una<br />

tarea al día, o sea, la sexta parte <strong>de</strong> una manzana. Pocos alcanzan esa marca. Los primeros<br />

segadores se limitaban a cortar el trigo y <strong>de</strong>jarlo en gavillas, tendido en el suelo, listo para<br />

que los emparvadotes lo recogieran. Esto ocurría especialmente en aquellos años en que la<br />

trilla se hacía con caballares que corrían alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una inmensa parva <strong>de</strong> trigo aun<br />

empajado, o sea la <strong>de</strong>nominada “trilla a yeguas”. Cuando la tropa <strong>de</strong> caballos, muchos <strong>de</strong><br />

ellos chúcaros aún, que eran arreados por uno o dos adiestrados jinetes, tras <strong>de</strong> vueltas y<br />

vueltas en ambos sentidos <strong>de</strong>l círculo, terminaba <strong>de</strong> pisotear todo ese montón o parva,<br />

sucedía la “avienta”, faena en que, lanzando al aire el trigo encapotado, primero con una<br />

horqueta y <strong>de</strong>spués con una pala <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, se le iba separando <strong>de</strong> la paja, y luego venía<br />

169


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

una nueva traspalada, todo lo cual duraba semanas. Lo vi hacer varias veces en<br />

Trupán…” 223 .<br />

Luego agrega: la aparición <strong>de</strong> las máquinas trilladoras se propagó también el uso <strong>de</strong><br />

segadoras mecánicas, algunas que sólo engavillaban y otras que sólo <strong>de</strong>jaban los atados o<br />

haces <strong>de</strong> trigo diseminados por el campo. Entonces los segadores manuales se vieron<br />

constreñidos por una nueva exigencia: había que cortar el trigo y amarrarlo en atados o<br />

haces y <strong>de</strong>jarlos en posición vertical…, para facilitar la emparva” 224 . Después aparecieron<br />

las trilladoras móviles y otros a<strong>de</strong>lantos que cambiaron la fisonomía y el rito <strong>de</strong> la cosecha,<br />

cambiando el paisaje humano y, en cierta medida, las tradiciones.<br />

La comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>be buena parte <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo a las haciendas que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

tiempos coloniales ocuparon mano <strong>de</strong> obra campesina, permanente o estacional, para las<br />

faenas típicas <strong>de</strong> la zona precordillerana. Aquí el campesino es labrador, baqueano<br />

montañés, experto gana<strong>de</strong>ro, domador, esquilador, ma<strong>de</strong>rero y leñador.<br />

Principales Haciendas o Fundos Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> 1920<br />

Hacienda o fundo Propietario Superficie Producción<br />

Rucamanqui Tránsito Pérez vda.<br />

<strong>de</strong> Gómez<br />

Polcura Comunidad Pinto<br />

Cruz<br />

223 Cid, Otto…, op.cit. pp 96-97.<br />

224 I<strong>de</strong>m.<br />

20.000.- há, <strong>de</strong> las<br />

cuales 900 son<br />

regadas.<br />

1.000 há <strong>de</strong> trigo,<br />

crianza y engorda <strong>de</strong><br />

animales vacunos y<br />

ganado lanar; cria<strong>de</strong>-<br />

ro <strong>de</strong> caballos <strong>de</strong><br />

carrera, chilenos,<br />

ovejunos “Hamsphire<br />

Down” puros.<br />

Enfardadura <strong>de</strong> pasto<br />

trébol. Montañas<br />

<strong>de</strong> roble, raulí, ela-<br />

boración <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ras<br />

32.000.- há Siembra <strong>de</strong> trigo,<br />

ma<strong>de</strong>ras en general,<br />

montañas, leña,<br />

carbón; crianza <strong>de</strong><br />

vacunos, ovejunos,<br />

170


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

caballares, cabros y<br />

chanchos.<br />

Reñico Arísti<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Cruz 200 há Siembras <strong>de</strong> trigo,<br />

árboles frutales;<br />

crianza <strong>de</strong> animales<br />

vacunos, ovejunos y<br />

<strong>Tucapel</strong> José Arsenio<br />

González<br />

caballares.<br />

3.300 há Siembras <strong>de</strong> trigo,<br />

maíz; árboles<br />

frutales, montes na-<br />

turales, crianza <strong>de</strong><br />

vacunos; caballos,<br />

chanchos; lechería.<br />

Monte Ver<strong>de</strong> Víctor Lermanda 300 há Siembras <strong>de</strong> trigo;<br />

crianza <strong>de</strong> vacunos,<br />

ovejunos; lechería y<br />

colmenas.<br />

San Antonio Pedro Cid Vallejos 450 há Siembras <strong>de</strong> trigo,<br />

monte natural,<br />

crianza <strong>de</strong> vacunos y<br />

ovejunos.<br />

Cruz <strong>de</strong> Piedra Alfredo Díaz 1.119 há Siembras <strong>de</strong> frijoles;<br />

árboles frutales<br />

(manzanos),<br />

cabritos.<br />

La Meseta Suc. <strong>de</strong> Julián Cid. 1.500 há Siembra <strong>de</strong> trigo;<br />

crianza <strong>de</strong> ovejunos.<br />

Las Toscas Gregorio Vallejos 450 há Siembras <strong>de</strong> trigo;<br />

árboles frutales y ga-<br />

Los Laureles Suc. José María<br />

Seguel<br />

nado lanar.<br />

1.634 há Siembras <strong>de</strong> trigo;<br />

crianza <strong>de</strong> vacunos,<br />

ovejunos, cabríos y<br />

lechería.<br />

Liberia Juan Fi<strong>de</strong>l Urrutia 700 há Siembras <strong>de</strong> trigo,<br />

crianza <strong>de</strong> vacunos.<br />

Pana Alta, Pana Juana Rubilar 1.800 há Siembras <strong>de</strong> trigo,<br />

Baja, Huépil Bajo,<br />

crianza <strong>de</strong> animales<br />

Estero Huépil,<br />

vacunos y ovejunos<br />

Manual Ánibal Troncoso 1.459 há Siembras <strong>de</strong> trigo,<br />

crianza <strong>de</strong> animales<br />

vacunos y ovejunos;<br />

montes.<br />

Los Litres Antonio Castro 935 há Crianza <strong>de</strong> vacunos,<br />

ovejunos; montes.<br />

Placilla Demetrio <strong>de</strong> la Cruz 1.000 há Siembra <strong>de</strong> trigo;<br />

171


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

crianza <strong>de</strong> ovejunos<br />

y vacunos; monte,<br />

ma<strong>de</strong>ras, leña y<br />

carbón.<br />

Pillancura Jorge <strong>de</strong> la Cruz 250 há Pastos naturales,<br />

Pino <strong>de</strong> Monte<br />

Ver<strong>de</strong>, Miraflores,<br />

Chigüe, Macal,<br />

Laja, Frontera y<br />

Quine Molino<br />

Viviano Muñoz<br />

Oñate<br />

veranados.<br />

1.065 há Ganado lanar, vinos<br />

tintos <strong>de</strong>l país;<br />

chacarería; montañas<br />

<strong>de</strong> roble y raulí.<br />

San Jenaro Jenaro Belmar 274 há Dedicado a<br />

Fuente: Album <strong>de</strong> la Zona Austral <strong>de</strong> Chile 1920. Imprenta “Universitaria”, Santiago, 1920.<br />

chacarería y<br />

animales.<br />

Se ha visto anteriormente que en el censo <strong>de</strong> población <strong>de</strong> 1920 aparecen otros<br />

fundos no mencionados por la fuente recién mencionada.<br />

Nuestro autor <strong>de</strong> Trupán, testigo <strong>de</strong> aquellos años y <strong>de</strong> la conexión entre<br />

producción y costumbres vernáculas, nos dice que “el día <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la trilla, a la hora <strong>de</strong>l<br />

crepúsculo se hacía una fiesta, don<strong>de</strong> los interesados en la cosecha que recién acababa,<br />

ofrecían comidas especiales a todos, vinos y refrescos, frutas y empanadas. Entonces,<br />

infaltablemente, alguno <strong>de</strong> los trabajadores cantaba unas tonadas para <strong>de</strong>litar, con su voz<br />

varonil y grata al auditorio campesino y sencillo, que escuchaba embelesado y como con<br />

religiosidad. Algunos <strong>de</strong> estos románticos labradores eran artistas <strong>de</strong> corazón y las<br />

modulaciones <strong>de</strong> su voz recia <strong>de</strong>tonaban emociones hondas y sentimientos maduros en el<br />

fragor <strong>de</strong> una vida azarosa” 225 .<br />

225 Cid, Otto…, op. cit p 100.<br />

172


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El sistema <strong>de</strong> vida campesino se ve reforzado con la existencia <strong>de</strong> estas<br />

explotaciones agrícolas que, junto con el mediano y pequeño propietario, conforman una<br />

sociedad profundamente arraigada a la tierra. Según Censo <strong>de</strong> 1920, 1.023 personas son<br />

propietarias <strong>de</strong> tierras en la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, lo que representa el 14,3% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la<br />

población. También hay que consi<strong>de</strong>rar la mano <strong>de</strong> obra que vivía a merced <strong>de</strong> las<br />

condiciones que les ofrecía cada explotación, generalmente sin tierras y sin opciones <strong>de</strong><br />

encontrar otra actividad remunerada; eran los trabajadores agrícolas llamados peones o los<br />

“trateros” y “medieros”, quienes <strong>de</strong>sarrollaban trabajos agrícolas a cambio <strong>de</strong> un estipendio<br />

o por la mitad <strong>de</strong> la producción.<br />

A partir <strong>de</strong>l año 1930, con la agudización <strong>de</strong> la crisis económica mundial, que<br />

repercute fuertemente en Chile, los campos son invadidos por mano <strong>de</strong> obra estacionaria,<br />

proveniente <strong>de</strong> las oficinas salitreras <strong>de</strong>l norte que han <strong>de</strong>jado miles <strong>de</strong> cesantes, lo cual<br />

profundizó la crisis <strong>de</strong>l mercado laboral agrícola en una época en que ya se había producido<br />

el reemplazo <strong>de</strong> personas por máquinas. Aquellas personas buscaban trabajos estacionarios<br />

en épocas <strong>de</strong> siembra o cosecha, contratados en los llamados “enganches”, que cosnisitía en<br />

emplearse en <strong>de</strong>terminadas faenas junto a ungrupo <strong>de</strong> hombres para cumplir <strong>de</strong>terminadas<br />

tareas por una paga y comida.<br />

Rucamanqui<br />

La crisis <strong>de</strong> la hacienda como unidad económica agrícola ha <strong>de</strong> repercutir<br />

fuertemente en Huépil, ya que la merma en la producción; el cambio <strong>de</strong> rubro agrícola por<br />

forestal o simplemente la quiebra, obligan a los trabajadores agrícolas a emigrar a los<br />

centros poblados, principalmente Huépil. La interesante como tortuosa historia <strong>de</strong> la<br />

hacienda Rucamanqui es un ejemplo claro <strong>de</strong> esto. Des<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo pasado había<br />

pertenecido a José Gómez Romero, que luego <strong>de</strong> su muerte transmite a su cónyuge, doña<br />

Tránsito Pérez, y a sus hijos Rafael, Roberto y Aurora. Estos últimos formaron <strong>de</strong>spués la<br />

Sociedad Gómez Pérez Hns., explotando la hacienda con tanto éxito que su producción<br />

abastecía mercados extra regionales, principalmente <strong>de</strong> trigos, ma<strong>de</strong>ras y caballos finos,<br />

algunos <strong>de</strong> los cuales eran enviados a mercados extranjeros.<br />

173


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

En 1924 Riso Patrón dice que Rucamanqui es un “fundo <strong>de</strong> 1.000 hectáreas <strong>de</strong><br />

terreno regado i 4.000 <strong>de</strong> bosques; cuenta con servicios <strong>de</strong> correos i escuela pública i se<br />

encuentra a unos 11 kilómetros al N. <strong>de</strong> la estación Huépil <strong>de</strong>l ferrocarril a Trupán” 226 .<br />

En 1935, 1939, 1940 y 1942 observamos embarques da caballares <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Huépil a<br />

Monte Águila y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí a Santiago en tren. El transporte ferroviario era un elemento sin<br />

el cual no habría sido posible la implementación <strong>de</strong>l prestigioso Haras 227 ; tenemos noticias<br />

que estos embarques se hacían todos los años, principalmente en primavera y verano.<br />

Los hermanos Gómez Pérez tuvieron una influencia prepon<strong>de</strong>rante en la zona. Ya<br />

hemos visto que Rafael fue alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y Roberto <strong>de</strong>sempeñó el<br />

cargo <strong>de</strong> Diputado <strong>de</strong> la República. Roberto Gómez Pérez, nació en <strong>Tucapel</strong> el 4 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong><br />

1889. Estudió en el Instituto Nacional y en Liceo <strong>de</strong> Concepción. Fue consejero <strong>de</strong> la Caja<br />

<strong>de</strong> Colonización Agrícola y miembro activo <strong>de</strong>l Partido Radical. Fue elegido diputado por<br />

Rere y Puchacay por el periodo 1924-1928, integró la Comisión Permanente <strong>de</strong> Industria y<br />

Agricultura. El Congreso fue disuelto el 11 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1924 por <strong>de</strong>creto <strong>de</strong> la Junta<br />

<strong>de</strong> Gobierno que reemplazó al presi<strong>de</strong>nte Arturo Alessandri. Elegido diputado por la<br />

Decimosexta Agrupación Departamental <strong>de</strong> Chillán, Bulnes y Yungay, periodo 1937-1941,<br />

integró la Comisión Permanente <strong>de</strong> Agricultura y Colonización. Reelegido para el periodo<br />

1941-1945, integró la Comisión Permanente <strong>de</strong> Policía Interior y Reglamentos.<br />

Es en <strong>Tucapel</strong>, Yumbel, Yungay, Cabrero y fundamentalmente en Huépil, los<br />

lugares en que mayor impacto tuvo el influjo <strong>de</strong> los Gómez, que conforme el tiempo y su<br />

inevitable efecto, fueron perdiéndose <strong>de</strong>l escenario tucapelino, no así <strong>de</strong> la memoria <strong>de</strong><br />

varias generaciones que nacieron, trabajaron y murieron en Rucamanqui. Aun recuerdan<br />

algunos las fastuosas fiestas que solían hacer en algunas fechas especiales <strong>de</strong>l año, las que<br />

llegaban en tren hasta la Estación Huépil, don<strong>de</strong> eran esperadas en carruajes, algunas <strong>de</strong><br />

226<br />

Riso Patrón…, op. cit. p 782.<br />

227<br />

Haras Rucamanqui. Los Productos <strong>de</strong> carrera nacidos en la primavera <strong>de</strong> 1935. Imprenta Universo,<br />

Santiago, 1938.<br />

Haras Rucamaqui. Huépil vía Monte Águila. Imprenta El Imparcial, Santiago, 1939.<br />

Haras Rucamanqui. Huépil vía Monte Águila. Imprenta El Imparcial, Santiago, 1940.<br />

Cria<strong>de</strong>ro Rucamanqui. Gran Remate <strong>de</strong> caballos chilenos finos. Imprenta Americana, Chillán, 1942.<br />

174


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

ellas importantes personalida<strong>de</strong>s políticas <strong>de</strong> la época 228 . La hacienda, según se ha<br />

calculado, llegó a albergar alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 4.000 personas, incluyendo a las familias <strong>de</strong> los<br />

trabajadores. Estaba dividida en 4 secciones, dirigidas por un administrador cada una.<br />

Los recuerdos <strong>de</strong> la vida en la hacienda producen nostalgia en quienes nacieron y<br />

vivieron allí 229 , al punto que la vida campesina <strong>de</strong> Rucamanqui, inspiró la novela<br />

“Hacienda”, <strong>de</strong>l escritor Oscar Martínez Bilbao 230 . Todo un sistema <strong>de</strong> vida ligado a las<br />

explotaciones agrícolas, forestales, ma<strong>de</strong>reras y gana<strong>de</strong>ras está matizada con tradiciones<br />

populares, mitos, leyendas y hechos memorables que incluso se recuerdan en el pueblo <strong>de</strong><br />

Huépil como cosas extraordinarias. A fines <strong>de</strong> los años 50, durante el verano, en la sección<br />

4 <strong>de</strong> la hacienda Rucamanqui (casa <strong>de</strong>l condor) don Juan Navarrete y otros trabajadores<br />

encontraron a un hombre en la espesura <strong>de</strong>l bosque, el que se encontraba totalmente<br />

<strong>de</strong>snudo. Fue laceado y traído al centro <strong>de</strong> la hacienda, don<strong>de</strong> había un pequeño pueblo,<br />

cercano a las casas patronales; carecía <strong>de</strong> todo tipo <strong>de</strong> educación o costumbres, <strong>de</strong> manera<br />

que se alimentaba <strong>de</strong> lo que encontraba y en principio sólo usaba sus manos para tomar los<br />

alimentos; no sabía hablar y aunque se tejieron muchas teorías sobre su origen, lo cierto es<br />

que nunca se supo <strong>de</strong> don<strong>de</strong> provenía, puesto que jamás se tuvo conocimiento <strong>de</strong> su<br />

verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad. De acuerdo a las versiones obtenidas, lo más probable es que su<br />

situación obe<strong>de</strong>cía a algún retardo mental o trastorno. En principio fue amarrado a un árbol,<br />

siendo motivo <strong>de</strong> la aguda y perspicaz mirada <strong>de</strong> los niños y <strong>de</strong> las mofas típicas <strong>de</strong> quienes<br />

veían a un hombre que sólo balbuceaba y miraba al suelo. Era <strong>de</strong> aproximadamente 1,80<br />

metros <strong>de</strong> estatura, corpulento y <strong>de</strong> gran vitalidad. Fue adoptado por el matrimonio <strong>de</strong> don<br />

Lolo Cea y doña Martina Cabezas, quienes se encargaron <strong>de</strong> alimentarlo y otorgarle<br />

algunas tareas que fueron adaptándolo poco a poco a los quehaceres básicos y rutinarios; se<br />

le bautizó con el nombre <strong>de</strong> Juan <strong>de</strong> Dios Hallado, pero conocido como “Fillo 4”, por las<br />

sílabas que pronunciaba y por el número <strong>de</strong> la sección <strong>de</strong> la hacienda don<strong>de</strong> fue encontrado.<br />

El mítico nombre pronto se hizo conocido en Huépil, y toda la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, y aun<br />

228<br />

Se recuerda especialmente la presencia <strong>de</strong> don Juan Antonio Ríos, quien <strong>de</strong>spués fuera presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la<br />

República.<br />

229<br />

Agra<strong>de</strong>cemos la valiosa información proporcionada por los señores Víctor Manuel Acuña Friz y José<br />

Osvaldo Pérez Cuevas, quienes son dos <strong>de</strong> los trabajadores más antiguos <strong>de</strong> la hacienda Rucamanqui, ahora<br />

<strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> Forestal Mininco S.A.. También se agra<strong>de</strong>ce la gentileza <strong>de</strong> don Sergio Schmidth, quien<br />

permitió la entrega <strong>de</strong> valiosos datos sobre la historia <strong>de</strong> esta hacienda.<br />

230<br />

Martínez Bilbao, Oscar. Hacienda. Massachussets Miador Publiching Company, 1940, 378 p.<br />

175


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

más allá, llegando a ser parte <strong>de</strong>l paisaje <strong>de</strong> la zona, ya que solía bajar a Huépil don<strong>de</strong><br />

conoció las tentaciones <strong>de</strong> la bebida. Una noche en que volvía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el pueblo a la<br />

hacienda, Fillo se extravió en medio <strong>de</strong> una tormenta, equivocó el camino falleciendo <strong>de</strong><br />

hipotermia en medio <strong>de</strong>l bosque, mientras buscaba afanosamente el camino. Aún hoy se<br />

recuerda el lugar don<strong>de</strong> se le encontró con una tradicional y evocativa “animita”.<br />

Los años <strong>de</strong> prosperidad se vieron alterados <strong>de</strong>bido a la carencia <strong>de</strong> una buena<br />

administración, siendo entregada en arriendo a la Sociedad Encina y Barker 231 . Algunos<br />

trabajadores recuerdan que el primer contrato <strong>de</strong> trabajo lo suscribieron con esta empresa,<br />

ya que tradicionalmente se había trabajado sin ese instrumento legal. Después fue<br />

administrada por el Banco <strong>de</strong>l Estado, creándose la Compañía Agrícola y Gana<strong>de</strong>ra<br />

Rucamanqui. Después adquirió la hacienda don Guillermo Goycolea, Remates Tatersall<br />

S.A., Shell Chile S.A. y en 2003 la adquiere CMPC Mininco, que la explota hasta ahora.<br />

La <strong>Municipalidad</strong><br />

Des<strong>de</strong> su creación y posterior instalación <strong>de</strong> la <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> los<br />

habitantes <strong>de</strong> la comuna <strong>de</strong>bieron enfrentarse a la tarea <strong>de</strong> organizarse, eligiendo a sus<br />

representantes y ejerciendo los <strong>de</strong>rechos que las leyes les concedía como representantes <strong>de</strong>l<br />

po<strong>de</strong>r civil. No fue fácil la trayectoria <strong>de</strong> los distintos protagonistas <strong>de</strong> esta historia, que en<br />

parte hemos observado, pero con todo, se cumplía el objetivo <strong>de</strong> trasladar parte <strong>de</strong> las<br />

<strong>de</strong>cisiones a la comunidad.<br />

Sin embargo, también hemos observado que <strong>de</strong>cisiones tan elementales y rutinarias<br />

como el traslado <strong>de</strong> un <strong>de</strong>stacamento policial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Río Claro a Huépil <strong>de</strong>bía consultarse al<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Interior, mientras en una comuna tan alejada <strong>de</strong> los centros <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r sus<br />

habitantes <strong>de</strong>bían lidiar con problemas que se arrastraban por décadas. Este centralismo<br />

excesivo y la lucha encarnizada <strong>de</strong> los partidos políticos por las cuotas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r,<br />

perjudicaron el normal <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong>l gobierno local. Los<br />

principios doctrinarios, filosóficos o i<strong>de</strong>ológicos estaban muy lejos <strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros<br />

231 Dicha sociedad estaba compuesta por el historiador Francisco Antonio Encina y su cuñado Luis Barker.<br />

176


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

problemas locales, pero los lí<strong>de</strong>res caían en la tentación <strong>de</strong> trasladarlos a la comuna. Por<br />

ejemplo, en El <strong>Tucapel</strong> observamos un profundo y combativo anticlericalismo, en el que el<br />

cura <strong>de</strong>l pueblo es atacado sin consi<strong>de</strong>ración, en términos parecidos a los que hemos visto<br />

para otras personalida<strong>de</strong>s locales en páginas anteriores. De esta manera, los intereses<br />

locales eran <strong>de</strong>splazados por la contingencia política <strong>de</strong> la época, enfrascada en disputas<br />

que ocultaban los verda<strong>de</strong>ros problemas <strong>de</strong>l país y, por cierto, <strong>de</strong> los pueblos más alejados.<br />

Un <strong>de</strong>stacado educador, que por aquellos años fuese profesor <strong>de</strong>l Liceo <strong>de</strong> Chillán dijo que<br />

los partidos habían convertido la política en una parodia, “viciado nuestras instituciones,<br />

nuestra República <strong>de</strong>mocrática…, maleado todas las ramas <strong>de</strong> la administración… Para<br />

romper <strong>de</strong> una vez por todas con las prácticas perniciosas, es indispensable una reforma<br />

completa a la lei orgánica <strong>de</strong> municipalida<strong>de</strong>s i <strong>de</strong> la lei <strong>de</strong> elecciones. La primera <strong>de</strong>be<br />

quitar en absoluto a los cabildos toda injerencia en negocios públicos <strong>de</strong> carácter general;<br />

las municipalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ben ser corporaciones con fines puramente locales, i sus miembros<br />

<strong>de</strong>ben ser, no los que tengan mayor influjo político, los caciques, sino los más honrados i<br />

prestigiosos, los que tengan mayor interés por la comunidad”. 232 .<br />

En la práctica, los escasos recursos y los enormes problemas que <strong>de</strong>bían enfrentar<br />

los administradores <strong>de</strong> los intereses locales limitaban enormemente la voluntad <strong>de</strong> quienes<br />

se atrevieron a servir como alcal<strong>de</strong>, regidor o funcionario municipal a partir <strong>de</strong> la última<br />

década <strong>de</strong>l siglo XIX. Comparados los presupuestos <strong>de</strong> las municipalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Rere, observamos que generalmente uno <strong>de</strong> los más mo<strong>de</strong>stos es el <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>, puesto que tiene también pocas entradas.<br />

En 1898 el presupuesto total era <strong>de</strong> 3.151 pesos, <strong>de</strong> los cuales 1.892 pesos eran para<br />

el pago <strong>de</strong> los sueldos <strong>de</strong> la Policía Comunal. El resto para arriendo <strong>de</strong> la sala don<strong>de</strong><br />

sesiona la <strong>Municipalidad</strong>, calles, acequias, puentes y escuelas, entre otros gastos<br />

menores 233 .<br />

232 Valdés Cange, Julio (Alejandro Venegas Caruz). Sinceridad, Chile Íntimo en 1910. Imprenta Universitaria,<br />

Santiago, 1910. p 352-358.<br />

233 AN IC vol. 1.013, pza 29.<br />

177


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Para 1917 alcanzaba la suma <strong>de</strong> 18.730 pesos en los que buena parte son para<br />

arriendos <strong>de</strong> sala municipal; escuelas; cuartel y potreros para caballada <strong>de</strong> la policía.<br />

También se consi<strong>de</strong>raba el arreglo <strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, calles, caminos y<br />

puentes.<br />

Diez años más tar<strong>de</strong> se han diversificado las necesida<strong>de</strong>s y su focalización también<br />

es distinta. Con un presupuesto <strong>de</strong> 21.713 pesos para 1927, la <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong>berá<br />

procurar a<strong>de</strong>lantar el alumbrado público en <strong>Tucapel</strong>, Huépily Trupán; mejorar cementerios<br />

en la cabecera <strong>de</strong> comuna y en Polcura, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> una Escuela<br />

Nocturna para adultos. Aunque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX se hablaba <strong>de</strong> dotar <strong>de</strong> agua<br />

potable al pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, ahora el presupuesto consi<strong>de</strong>ra una parte para a<strong>de</strong>lantar obras<br />

que permitan ampliar este servicio a este pueblo y a Huépil, para lo cual contaban con el<br />

concurso <strong>de</strong> los vecinos, quienes aportaban parte <strong>de</strong>l capital necesario.<br />

Pero el mismo oficio que conduce el presupuesto municipal a las autorida<strong>de</strong>s<br />

centrales informa que la comuna requiere con urgencia recursos para el arreglo <strong>de</strong> caminos<br />

públicos, como el <strong>de</strong> Huépil a Trupán y Polcura en 20 kilómeros; y <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a Las<br />

Lomas, en 5 kilómetros. Este es un tema recurrente en la correspon<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo<br />

XIX en a<strong>de</strong>lante, don<strong>de</strong> se habla generalmente <strong>de</strong> los pésimos caminos y <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong><br />

arreglos a lo que la autoridad siempre contesta que no hay presupuesto 234 . Por ello es que la<br />

<strong>Municipalidad</strong> gasta en lo más urgente para esta necesidad, generalmente en el arreglo <strong>de</strong><br />

puentes sobre los diversos cursos <strong>de</strong> agua <strong>de</strong> la comuna.<br />

Algunas <strong>de</strong> las personas que ejercieron el cargo <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> hasta 1927 en la Comuna<br />

<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> son los siguientes: Francisco Friz, José Gómez Romero, Santiago Álvarez,<br />

Roberto Gómez Pérez, Viviano Muñoz Oñate, Arísti<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Cruz, Daniel Dauvin,<br />

Demetrio <strong>de</strong> la Cruz, Santiago Herrera, Emilio Acuña, Jacinto Castro, Jenaro Cea, Adolfo<br />

Melgarejo.<br />

234 AN IC vol 654, pza 20. Informe sobre <strong>de</strong>plorable estado <strong>de</strong> caminos a <strong>Tucapel</strong>, 1887.<br />

178


Territorio en Disputa.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El año 1927 ha llegado a la primera magistratura <strong>de</strong> la República el general Carlos<br />

Ibáñez <strong>de</strong>l Campo, quien gobierna sin contrapesos durante los primeros años, producto <strong>de</strong><br />

un vacío <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r generado por graves crisis políticas y económicas que vienen<br />

sucediéndose <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> don Arturo Alessandri Palma y su posterior<br />

reinstauración en el po<strong>de</strong>r. Ibáñez impulsó reformas político administrativas <strong>de</strong>stinadas a<br />

dar mayor eficiencia a la labor <strong>de</strong> los municipios sobre todo en el ámbito financiero, <strong>de</strong><br />

manera que todas aquellas corporaciones cuyo presupuesto fuese menor a 30.000 pesos<br />

<strong>de</strong>bían suspen<strong>de</strong>rse o fusionarse. A<strong>de</strong>más, se eliminaban los cabildos <strong>de</strong> elección popular,<br />

siendo reemplazados por Juntas <strong>de</strong> Vecinos, en las cuales, alcal<strong>de</strong>s e integrantes eran<br />

elegidos por el gobierno. Todo esto tuvo fuerte repercusión en <strong>Tucapel</strong>.<br />

A fines <strong>de</strong> aquel año los tucapelinos se enteraron que la comuna pasaría a formar<br />

parte <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Yungay, Provincia <strong>de</strong> Ñuble, lo que había sido informado a<br />

través <strong>de</strong> la prensa. Las reacciones no se <strong>de</strong>jaron esperar, puesto que se sentían traicionados<br />

por las autorida<strong>de</strong>s que ahora pretendían <strong>de</strong>spojarlos <strong>de</strong>l privilegio <strong>de</strong> formar parte <strong>de</strong> la<br />

Provincia <strong>de</strong> Concepción, a la que han pertenecido ancestralmente. El 25 <strong>de</strong> noviembre, el<br />

Gobernador <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere escribe al Inten<strong>de</strong>nte diciendo que “los vecinos <strong>de</strong> la<br />

Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> no solo no son partidarios <strong>de</strong> anexión <strong>de</strong> aquella al Departamento <strong>de</strong><br />

Yungay, sino que se oponen tajantemente a tal medida, pues con fecha 22 <strong>de</strong>l actual, tal vez<br />

tomando en cuenta la noticia <strong>de</strong> El Sur se reunieron en numerosa asamblea y <strong>de</strong>signaron<br />

Comité <strong>de</strong> personas honorables que se encargarán <strong>de</strong> propen<strong>de</strong>r al a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> la Comuna, i<br />

a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la injusta pretensión <strong>de</strong> los vecinos <strong>de</strong> Yungay, lo que transcriben a esta<br />

gobernación para solicitar su apoyo en dicha <strong>de</strong>fensa. A<strong>de</strong>más, el infrascrito estima una<br />

razón <strong>de</strong> fondo para que no se acepte la separación <strong>de</strong> la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong> este<br />

<strong>de</strong>partamento, i es la <strong>de</strong> que se eliminarían i <strong>de</strong>struirían los límites naturales i estatales que<br />

fijara el supremo gobierno a este Departamento; por el Oriente el río Cholguán, más abajo<br />

Itata, i por el sur, el río Laja. I si se quisiera alegar la distancia larga a que queda <strong>de</strong> la<br />

comuna cabecera, tampoco esto tendría fuerza, en atención a que está ligada con esta<br />

179


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

ciudad por el telégrafo, correos, ferrocarril i otros elementos rápidos <strong>de</strong> movilización que<br />

acortan la distancia, encontrándose en perfecto estado el or<strong>de</strong>n y correcta la administración<br />

<strong>de</strong> toda aquella administración” 235 .<br />

La organización férrea <strong>de</strong> los tucapelinos para oponerse a “las pretensiones” <strong>de</strong> los<br />

habitantes <strong>de</strong> Yungay tiene su fundamento, en parte, en lo expresado por el gobernador<br />

<strong>de</strong>partamental, pero no se entien<strong>de</strong> la razón <strong>de</strong> fondo que expresa en su nota, puesto que los<br />

límites naturales son precisamente el talón <strong>de</strong> Aquiles <strong>de</strong> la Comuna. No obstante, existía<br />

una rivalidad localista muy fuerte y un sentido <strong>de</strong> pertenencia muy arraigado en la<br />

población, que les impedía concebir cambiar <strong>de</strong> jurisdicción político administrativa. Es<br />

<strong>de</strong>cir, si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos coloniales pertenecieron al Obispado, luego Inten<strong>de</strong>ncia y<br />

finalmente Provincia <strong>de</strong> Concepción, ¿por qué <strong>de</strong>bían ahora permitir <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> un<br />

Departamento que solo quiere aprovechar las potencialida<strong>de</strong>s que ofrece la Comuna?.<br />

El Inten<strong>de</strong>nte Provincial, Abraham Ortega Aguayo, elevó una petición al Ministerio<br />

<strong>de</strong>l Interior intentando revertir la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l gobierno, señalando que “en visita reciente<br />

practicada al Departamento <strong>de</strong> Rere, tuve ocasión <strong>de</strong> imponerme en terreno que no existe<br />

fundamento alguno para anexar la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> al Departamento <strong>de</strong> Yungay y que, a<br />

mayor abundamiento, puedo constatar la existencia <strong>de</strong> límites naturales que <strong>de</strong>slinda<br />

marcadamente en aquel punto los límites <strong>de</strong> Rere y Yungay… Esta Inten<strong>de</strong>ncia estima, eso<br />

sí, conveniente que se instalen en <strong>Tucapel</strong> un Tribunal <strong>de</strong> Menor Cuantía, pues la justicia se<br />

retarda notablemente <strong>de</strong>bido a la gran distancia que media entre dicho pueblo y la cabecera<br />

<strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Rere. Por lo <strong>de</strong>más, la mayor parte <strong>de</strong> los juicios que allí se ventilan<br />

son <strong>de</strong> tan escasa cuantía que bastaría para su conocimiento y fallo un Tribunal <strong>de</strong> aquella<br />

naturaleza” 236 .<br />

El Inten<strong>de</strong>nte también recurre al argumento <strong>de</strong> los límites naturales en su petición,<br />

sosteniendo que éstos son claros, pero bien es sabido que uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s problemas <strong>de</strong><br />

235<br />

AN IC, vol. 1802. Oficio <strong>de</strong>l Gobernador Departamental <strong>de</strong> Rere al Inten<strong>de</strong>nte Provincial <strong>de</strong> Concepción,<br />

Yumbel, noviembre 25 <strong>de</strong> 1927.<br />

236<br />

AN IC, vol. 1804. pza 93, Oficio Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Concepción a Ministro <strong>de</strong>l Interior, Concepción,<br />

septiembre 28 <strong>de</strong> 1927.<br />

180


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

<strong>Tucapel</strong>, planteado por funcionarios coloniales o <strong>de</strong> la República, es su gran distancia <strong>de</strong><br />

Yumbel y Rere, <strong>de</strong>spoblado <strong>de</strong> por medio, y la falta <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes geográficos que permitan<br />

establecer con claridad la jurisdicción territorial <strong>de</strong> una u otra comuna. Latamente se ha<br />

dicho en estas páginas a través <strong>de</strong> palabras <strong>de</strong> cronistas, viajeros y autorida<strong>de</strong>s que allí<br />

radicaba una <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> los tucapelinos, que ancestralmente miraron más hacia<br />

la montaña que al valle.<br />

Una <strong>de</strong> las contradicciones que observamos en la exposición <strong>de</strong>l Inten<strong>de</strong>nte es<br />

respecto <strong>de</strong>l tribunal <strong>de</strong> Menor Cuantía, que <strong>de</strong> paso ratifica la gran distancia a la cabecera<br />

<strong>de</strong> Departamento, puesto que no es posible pensar que la administración <strong>de</strong> justicia se<br />

limitara al conocimiento <strong>de</strong> causas menores si, como hemos visto, los <strong>de</strong>litos requerían <strong>de</strong><br />

una persecución eficaz a través <strong>de</strong> un Juzgado <strong>de</strong> Letras con jurisdicción amplia. Y si esto<br />

no era posible por escasa <strong>de</strong>nsidad poblacional, entonces no pue<strong>de</strong> remediarse con un<br />

paliativo menor, toda vez que la misma comunidad ha solicitado la aplicación oportuna <strong>de</strong><br />

la ley.<br />

Pero todos los argumentos y la oposición <strong>de</strong> los tucapelinos no bastaron para que el<br />

gobierno tramitara una ley que en parte recogía proyectos que ya hemos visto planteados<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1853 (ver capítulo VI), la que fue publicada el 30 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1927. En este<br />

cuerpo legal se establecía que el Departamento <strong>de</strong> Yungay compren<strong>de</strong>rá las antiguas<br />

sub<strong>de</strong>legaciones <strong>de</strong> Yungay, Pemuco, El Carmen y <strong>Tucapel</strong>. Asimismo, establecía que la<br />

Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> compren<strong>de</strong>ría la sub<strong>de</strong>legación 8ª <strong>Tucapel</strong>, 10ª Reñico, 10ª Trupán y la<br />

antigua sub<strong>de</strong>legación 20ª Antuco <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> la Laja.<br />

Con esta reforma la Provincia <strong>de</strong> Ñuble extendía su jurisdicción al sur <strong>de</strong>l río Laja a<br />

través <strong>de</strong> la Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> que ahora ratificaba administrativamente su ancestral<br />

relación con Antuco. La ley comenzó a regir el 1º <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1928.<br />

181


“La Nueva Era” <strong>de</strong> la <strong>Municipalidad</strong>.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Aumentando el territorio y los ingresos a través <strong>de</strong> la incorporación <strong>de</strong> Antuco al<br />

territorio <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, se cumplía el requisito impuesto por el gobierno <strong>de</strong> Ibáñez en cuanto<br />

a tener un presupuesto anual superior a 30.000 pesos. La Comuna había alcanzado, según<br />

censo <strong>de</strong> población <strong>de</strong> 1930, 8.820 habitantes. En la obra “La Nueva Era <strong>de</strong> las<br />

<strong>Municipalidad</strong>es <strong>de</strong> Chile” 237 , publicada con el patrocinio <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong>l Interior en<br />

1931, encontramos el presupuesto ordinario <strong>de</strong> la <strong>Municipalidad</strong> que alcanzaba la suma <strong>de</strong><br />

50.898 pesos. Se <strong>de</strong>tallan las entradas, como la contribución territorial, la contribución<br />

mobiliaria, patentes <strong>de</strong> perros, patentes <strong>de</strong> vehículos, las <strong>de</strong> profesionales, industriales,<br />

comerciales, etc. Los egresos ordinarios están señalados en gastos fijos <strong>de</strong> los funcionarios<br />

<strong>de</strong> Alcaldía y Secretaría; gastos generales motivados por avisos, subscripciones y<br />

publicaciones, arriendo <strong>de</strong> locales, contribución al Fisco en retribución <strong>de</strong> servicios;<br />

cuentas pendientes fiscales, obras <strong>de</strong> ornato y urbanización, tales como alumbrado público,<br />

agua potable, riego; Servicio <strong>de</strong> sanidad y Bienestar Social, como sueldo <strong>de</strong> médico legista,<br />

mantenimiento <strong>de</strong> escuela, <strong>de</strong>sayuno escolar, premio a maestros, fiestas nacionales, etc.<br />

La Junta <strong>de</strong> Vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> era presidida, en calidad <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>, por Conrado<br />

Figueroa <strong>de</strong>l Pino, nombrado como tal <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 28 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1928. Secretario Municipal<br />

era Lorenzo Ruitort Galmes y vocales Santiago Herrera Mardones y Reginio Lagos<br />

Otárola. Tesorero era Miguel Salgado Pozo.<br />

Según el texto la labor municipal se centró en la transformación <strong>de</strong> la plaza <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong> “<strong>de</strong>jándola mo<strong>de</strong>rna y <strong>de</strong> bonito aspecto”. En Trupán, la adquisición <strong>de</strong> terrenos<br />

don<strong>de</strong> se instaló la plaza pública; en Huépil, los trabajos necesarios para dotar al pueblo <strong>de</strong><br />

agua corriente, construyendo los canales <strong>de</strong>l caso, y; en Polcura, la confección <strong>de</strong> cuntas<br />

para las aguas lluvias y arreglo <strong>de</strong> veredas. También mantenía un policlínico en <strong>Tucapel</strong>,<br />

atendido por un médico y un centro <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> primeros auxilios en Trupán.<br />

237 Silva, Jorge Gustavo y otros. La Nueva Era <strong>de</strong> las <strong>Municipalidad</strong>es <strong>de</strong> Chile. Empresa Editora Atenas,<br />

Santiago 1931, 879 p.<br />

182


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Ese mismo año cae el gobierno <strong>de</strong>l general Ibáñez y el país entra en periodo <strong>de</strong><br />

anarquía política que viene precedida <strong>de</strong> una profunda crisis económica que <strong>de</strong>ja miles <strong>de</strong><br />

cesantes, la mayoría provenientes <strong>de</strong>l norte que abandonan las salitreras para volver a los<br />

campos <strong>de</strong>l centro y sur <strong>de</strong> Chile. Las precarias condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> muchas familias<br />

agudizan aún más, haciendo que la actividad política a nivel local caiga en un <strong>de</strong>sprestigio<br />

y falta <strong>de</strong> motivación.<br />

Durante el segundo gobierno <strong>de</strong> Arturo Alessandri Palma se restablece el régimen<br />

electoral <strong>de</strong>l Municipio, pero como éstos reflejan las ten<strong>de</strong>ncias políticas y regidores son<br />

elegidos por los partidos, a través <strong>de</strong> los electores, no se producen las mayorías necesarias<br />

por lo que se recurre a los pactos para elegir alcal<strong>de</strong>. Así ocurrió también en <strong>Tucapel</strong> a<br />

partir <strong>de</strong> 1933.<br />

Cuatro Pueblos<br />

En aquellos años po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que la comuna ya tiene los cuatro centros poblados<br />

que mantiene hasta hoy. En 1929 Huépil posee una traza urbana más o menos <strong>de</strong>finida, con<br />

calles cuyos nombres son los siguientes: Avenidas Linares y Walker Martínez; calles:<br />

Portales, 12 <strong>de</strong> Febrero, Arturo Prat, Sin Nombre, Irarrázabal y Lautaro. Más <strong>de</strong> 50<br />

propietarios urbanos pagan el impuesto territorial por lo que es <strong>de</strong> suponer una población<br />

cercana a las 800 personas.<br />

Trupán también tiene la impronta <strong>de</strong> al<strong>de</strong>a rural. Otto Cid dice que en la década <strong>de</strong><br />

1930 “formaban el corazón <strong>de</strong>l pueblo la Iglesia, el Cuartel <strong>de</strong> Carabineros, la Estacion <strong>de</strong><br />

ferrocarriles, la Posta <strong>de</strong> Primeros Auxilios, la Plaza y dos o tres almacenes, que a su vez<br />

son tiendas <strong>de</strong> ropas y otros artículos. Un poco más lejos se ven el Molino, la Laguna y los<br />

lomajes y serranías. Al fondo <strong>de</strong>l paisaje se observan la Cordillera <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s y un cielo<br />

azul esplendoroso” y luego agrega que las “casas son sencillas, <strong>de</strong> construcción más bien<br />

ligera, alineadas en una calle larga, como en casi todos los pueblos pequeños…, la calle<br />

larga se llamaba José Manuel Balmaceda y existía una transversal, <strong>de</strong>nominada Manuel<br />

183


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Rodríguez, así como una calle corta, paralela a la primera, especie <strong>de</strong> callejón, a que<br />

llamábamos Camilo Henríquez” 238 .<br />

Por aquellos años Polcura exhibe también algunos rasgos urbanos; la <strong>Municipalidad</strong><br />

ha adquirido los terrenos para una plaza y sus calles son las siguientes: Polcura, Pinto,<br />

Zañartu y Placilla.<br />

La Radio y Luz Eléctrica<br />

Antes que las empresas distribuidoras <strong>de</strong> energía eléctrica que forman <strong>de</strong>l Sistema<br />

Interconectado Nacional ampliaran sus re<strong>de</strong>s a sectores urbanos y rurales <strong>de</strong> la zona, los<br />

vecinos hicieron esfuerzos por dotar <strong>de</strong> este servicio a sus pueblos o fundos a través <strong>de</strong><br />

generadores propios.<br />

La primera planta generadora <strong>de</strong> energía eléctrica <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Yungay<br />

estuvo en Trupán y fue obra <strong>de</strong>l esfuerzo <strong>de</strong> don Alejandro Pérez Urbano, <strong>de</strong>stacado<br />

profesor y empresario a quien ya hemos visto en palabras <strong>de</strong> Otto Cid, cuando lo evoca<br />

como su maestro. Estaba ubicada cercana a un molino que existía a orillas <strong>de</strong>l Canal<br />

Zañartu, a poca distancia <strong>de</strong>l río Huépil, que don Alejandro también compró. El agua movía<br />

vertiginosamente las turbinas para producir la codiciada energía para el pueblo, cuyos<br />

habitantes en principio fueron escépticos. “El trazado –nos cuenta el autor <strong>de</strong> “Paso <strong>de</strong><br />

Leones”- partía…, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el molino. Llegaba hasta cerca <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> don fi<strong>de</strong>l Godoy,<br />

ubicada al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l bajo, en el extremo norte <strong>de</strong> las vegas. Des<strong>de</strong> aquí, los<br />

alambres se remontaban por el risco parado a la parte más alta <strong>de</strong> esos paredones y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

allí, por los potreros, iban <strong>de</strong>recho al pueblo” 239 .<br />

El advenimiento <strong>de</strong> este a<strong>de</strong>lanto cambió en cierta medida las costumbres, no sólo<br />

porque permitía alumbrarse durante las noches, sino porque la radio había irrumpido como<br />

medio <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> masas en la década <strong>de</strong> los años veinte en Chile, adquiere fuerza<br />

238 Cid, Otto…, op.cit. pp 7-8.<br />

239 I<strong>de</strong>m., p 75.<br />

184


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

en los treinta y su impacto es inmenso, permitió conectarse más rápidamente con el resto<br />

<strong>de</strong>l país y <strong>de</strong>l mundo a través <strong>de</strong> los noticieros; acce<strong>de</strong>r a la espectacularidad <strong>de</strong> la<br />

entretención, como el radio teatro y la música. En esa época, gracias a la luz eléctrica<br />

algunas personas tuvieron acceso a este medio. Por ejemplo, “el día en que Inglaterra,<br />

Francia y Alemania se <strong>de</strong>clararon la guerra, en 1939, Trupán pudo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las nueve <strong>de</strong> la<br />

mañana, encen<strong>de</strong>r sus luces y sus aparatos <strong>de</strong> radio para escuchar las noticias <strong>de</strong>l conflicto.<br />

Eran muy pocos los hogares que contaban con receptores en ese tiempo…, La posesión <strong>de</strong><br />

ellos daba cierta notoriedad y cierto rango. Pero en honor a la verdad, <strong>de</strong>be reconocerse que<br />

los afortunados no eran gente egoísta, pues cada vez que encendían sus aparatos, abrían las<br />

ventanas y puertas <strong>de</strong> sus casas para que los <strong>de</strong>más vecinos también participaran <strong>de</strong> la<br />

ruidosa expansión. Y si el oyente <strong>de</strong>seaba acomodarse más cerca, simplemente pedía<br />

permiso y pasaba a la sala don<strong>de</strong> se hallaba el receptor” 240 .<br />

La casa <strong>de</strong> don Alejandro era visitada continuamente pues su radio funcionaba a<br />

todo volumen, con el fin que los vecinos pudiesen participar <strong>de</strong> la voz metálica y solemne<br />

que mágicamente contaba los sucesos más importantes <strong>de</strong> la época, como la guerra civil<br />

española o los estragos <strong>de</strong>l terremoto <strong>de</strong> 1939. Oían los vecinos en cómplice silencio el<br />

acontecer noticioso y con fervor algunos hechos <strong>de</strong>portivos <strong>de</strong>l box y <strong>de</strong>l fútbol.<br />

Según Otto Cid, poseer una ampolleta en casa era indicio <strong>de</strong> superioridad, signo <strong>de</strong><br />

adhesión al progreso, motivo <strong>de</strong> orgullo. No existían medidores y las instalaciones eran<br />

muy mo<strong>de</strong>stas.<br />

El río Huépil también sirvió para generar energía eléctrica en el pueblo <strong>de</strong>l mismo<br />

nombre y a <strong>Tucapel</strong>. En la cascada <strong>de</strong>l predio <strong>de</strong> Juan Rojas Soto se instaló un molino y sus<br />

instalaciones fueron aprovechadas para que su turbina surtiera <strong>de</strong> este servicio a los<br />

vecinos.<br />

240 Cid, Otto…, op. cit. p 76.<br />

185


Primera Planta <strong>de</strong> Celulosa <strong>de</strong> Chile<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El empuje <strong>de</strong> don Alejandro Pérez Urbano <strong>de</strong>jó una huella imborrable en Trupán,<br />

tanto en la formación <strong>de</strong> varias generaciones como también en su calidad <strong>de</strong> innovador<br />

empresario. Uno <strong>de</strong> sus hijos, el ingeniero Alejandro Pérez Serani 241 , tuvo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

proyectar una planta <strong>de</strong> celulosa en su pueblo natal. En 1947 viajó a Canadá, recién<br />

egresado <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Concepción, país don<strong>de</strong> fue contratado por el ingeniero<br />

consultor inglés Jimmy Collinge para que junto a un grupo <strong>de</strong> profesionales trabajaran en la<br />

construcción <strong>de</strong> una planta <strong>de</strong> celulosa en las cercanías <strong>de</strong> Alberta, cuya capacidad era <strong>de</strong><br />

1.000 toneladas al día, lo que para la época era gigantesco.<br />

Aunque tuvo oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> quedarse trabajando en el país norteamericano,<br />

Alejandro Pérez Serani <strong>de</strong>cidió volver a su país y concretar la i<strong>de</strong>a que había <strong>de</strong>spertado en<br />

él y en otros posibles financistas en Chile. Sin embargo, aquellos nunca prosperaron y<br />

<strong>de</strong>bió luchar junto a su padre durante varios años contra la burocracia estatal y las inmensas<br />

dificulta<strong>de</strong>s materiales, técnicas, profesionales y humanas <strong>de</strong> un país con escaso <strong>de</strong>sarrollo<br />

industrial. Pero se hizo a la tarea <strong>de</strong> construir la primera planta <strong>de</strong> celulosa <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong><br />

Chile 242 , diseñada para producir 100 toneladas diarias. Trató <strong>de</strong> conseguir apoyo <strong>de</strong>l Estado<br />

a través <strong>de</strong> CORFO y En<strong>de</strong>sa, entre otros organismos, pero tuvo escasa acogida. Necesitaba<br />

una energía superior a 1000 KW para po<strong>de</strong>r producir, por lo que <strong>de</strong>bieron adquirir la planta<br />

eléctrica que antes abastecía a la ciudad <strong>de</strong> Los Ángeles.<br />

241 Alejandro Pérez Serani nació en Trupán el 8 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1924, hijo <strong>de</strong> don Alejandro Pérez Urbano y <strong>de</strong><br />

doña Corina Serani Burgos. Hizo sus primeros años <strong>de</strong> enseñanza básica en trupán, bajo la supervisión <strong>de</strong> su<br />

padre, quien era Director <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Hombres <strong>de</strong>l pueblo, luego estudió en Chillán hasta 3º<br />

Humanida<strong>de</strong>s, ya que el terremoto <strong>de</strong> 24 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1939 que <strong>de</strong>struyó la ciudad lo obligó a proseguir sus<br />

estudios en el Liceo <strong>de</strong> Aplicación <strong>de</strong> Concepción, don<strong>de</strong> pasó a estudiar Ingeniería Química en la<br />

Universidad <strong>de</strong> Concepción. Más tar<strong>de</strong> viajo a especializarse a Canadá y <strong>de</strong> regreso realizó su labor<br />

profesional en Trupán, Concepción, Universidad Fe<strong>de</strong>rico Santa María <strong>de</strong> Valparaíso. Actualmente vive en<br />

Trupán. Gracias a su amable cooperación ha sido posible la obtención <strong>de</strong> los datos que apuntamos en este<br />

trabajo.<br />

242 Había una planta <strong>de</strong> celulosa <strong>de</strong> paja <strong>de</strong> trigo en Puente Alto.<br />

186


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Aparte <strong>de</strong> realizar gestiones en organismos públicos y privados, industrias y<br />

proveedores, <strong>de</strong>bieron abocarse al arreglo <strong>de</strong> los caminos y <strong>de</strong>l sitio don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bía instalarse<br />

la planta, a pala y picota. A<strong>de</strong>más, necesitaba <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s surtidores <strong>de</strong> agua.<br />

Todo este largo ajetreo comenzó el año 1949 y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> incansables trámites,<br />

gestiones, trabajos y minuciosos <strong>de</strong>talles técnicos, entre los cuales estuvo la preparación <strong>de</strong>l<br />

personal que <strong>de</strong>bía operar, el año 1957 comenzó a producir. La materia prima era traída en<br />

camiones y el producto transportado por el mismo medio 243 . Proveía <strong>de</strong> celulosa a empresas<br />

<strong>de</strong> Santiago y Valparaíso, pero alcanzaron sólo a hacerlo por poco más <strong>de</strong> dos años;<br />

problemas <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l mercado interno, falta <strong>de</strong> asistencia técnica y profesional,<br />

impidieron seguir en esta titánica lucha que sólo un hombre, con el apoyo <strong>de</strong> su padre,<br />

logró empecinadamente llevar a cabo en las alturas <strong>de</strong> Trupán.<br />

El Centenario <strong>de</strong>l “Pueblo Nuevo”.<br />

En 1955 el pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> se disponía a celebrar el centenario <strong>de</strong>l Pueblo<br />

Nuevo, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>l traslado que los vecinos y el Inten<strong>de</strong>nte Sotomayor acordaran 100 años<br />

antes. El alcal<strong>de</strong>, don Mario Veloso González, junto a los ediles Bernardo Mendy, Hernán<br />

Cerda y Desi<strong>de</strong>rio Villalobos, las escuelas y los vecinos organizados organizaron los<br />

festejos para recordar aquel acontecimiento.<br />

Gracias a las diligencias realizadas por el diputado Luis Martín, el alcal<strong>de</strong> y el<br />

concejo municipal fueron recibidos por el presi<strong>de</strong>nte Carlos Ibáñez <strong>de</strong>l Campo en el palacio<br />

<strong>de</strong> la Moneda. Ibañez había visitado la comuna durante su campaña presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> 1952.<br />

En la audiencia, el presi<strong>de</strong>nte tenía sobre su mesa <strong>de</strong> estudio un mapa <strong>de</strong> la zona y con<br />

mucha atención observaron los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> su geografía junto al alcal<strong>de</strong> Veloso, quien fue<br />

preguntado por el primer mandatario sobre las características geográficas <strong>de</strong> su Comuna y<br />

por las distancias que existían entre cada uno <strong>de</strong> los cuatro pueblos.<br />

243 El ferrocarril que llegaba a Trupán no se usó por <strong>de</strong>moras y falta <strong>de</strong> versatilidad en el transporte.<br />

187


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Ibáñez fue formalmente invitado a los actos <strong>de</strong> celebración <strong>de</strong>l centenario en ese<br />

momento. Antes <strong>de</strong> culminar la reunión, el presi<strong>de</strong>nte informó que tenía un regalo para<br />

<strong>Tucapel</strong> en su centenario, lo que había sido previamente solicitado por gestiones <strong>de</strong>l alcal<strong>de</strong><br />

Veloso. Este consistía en las obras necesarias para la construcción <strong>de</strong> un tranque <strong>de</strong> agua<br />

regadores para el pueblo, lo que incluía la expropiación <strong>de</strong>l predio necesario para dicha<br />

obra. Tan sólo quince días más tar<strong>de</strong> aparecieron por <strong>Tucapel</strong> dos ingenieros <strong>de</strong>l Ministerio<br />

<strong>de</strong> Obras Públicas que habían sido enviados por or<strong>de</strong>n presi<strong>de</strong>ncial, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Santiago, a<br />

realizar los estudios para la pronta ejecución <strong>de</strong> las obras. A<strong>de</strong>más, Ibáñez se comprometió<br />

con un aporte <strong>de</strong> 30 millones <strong>de</strong> pesos para dar comienzo a la electrificación <strong>de</strong> la comuna,<br />

lo que efectivamente, así ocurrió.<br />

A fines <strong>de</strong> año, se realizaron actos <strong>de</strong> celebración en las escuelas, un <strong>de</strong>sfile con la<br />

banda <strong>de</strong>l Regimiento <strong>de</strong> Chillán, una gran comida organizada por el municipio y por los<br />

vecinos y un baile <strong>de</strong> gala, entre otras activida<strong>de</strong>s. Una torrencial lluvia <strong>de</strong> primavera<br />

impidió que aterrizara la avioneta que trasladaba a los dos ministros <strong>de</strong>l gabinete enviados<br />

al magno acto por el presi<strong>de</strong>nte. Informado el alcal<strong>de</strong> Veloso que llegaban al otro día, la<br />

<strong>Municipalidad</strong> y el vecindario organizaron en menos <strong>de</strong> 24 horas otro ovíparo almuerzo al<br />

que llegaron las atrasadas autorida<strong>de</strong>s.<br />

La Parroquia<br />

Así como en la colonia el curato <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, extenso y poco poblado, cumplió<br />

labores religiosas, espirituales y administrativas, durante la República <strong>de</strong>bió ejercer las<br />

mismas funciones, aunque el Estado le haya quitado algunas prerrogativas a la Iglesia a<br />

través <strong>de</strong> las llamadas leyes laicas (cementerios, registro civil, etc). Los or<strong>de</strong>nados archivos<br />

parroquiales aún mantienen los libros <strong>de</strong> bautismos, matrimonio y <strong>de</strong>funciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1847,<br />

año que, como se ha dicho, comenzó a funcionar nuevamente la parroquia.<br />

188


los siguientes:<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Los sacerdotes, curas párrocos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel año hasta ahora (2007), son<br />

Juan Alvárez, Servando Cabezas, Pedro Valenzuela, Tomás Urrutia, Gregorio<br />

Oliva, Alfonso Cerazo, José Rodríguez, José Loyola, Pacífico Gandolfi, José Núñez,<br />

Celedonio Velásquez, Antonio Ghigliaga, José Verdugo, Basilio Baltierra, Zenón Ávila,<br />

Daniel <strong>de</strong> la Fuente, Pablo Rodríguez, Eusebio Muñoz, Isaías Jofré, José Penroz, Luis<br />

Zúñiga, José Venegas, Juan Maldonado, Luis Donoso, Carlos Castro, Lizardo Valenzuela,<br />

Gregorio Arrieta, Manuel Soto, Francisco Villegas, Luis Cruz, Roberto Rebolledo, Andrés<br />

Lacalle, Bernardino Duque, Manuel Saldías, José Bogliollo, Darío Dittus, Ramón<br />

Henríquez y Tomás Carrasco.<br />

Los más antiguos vecinos recuerdan con cariño a los sacerdotes que sirvieron en<br />

esta parroquia, especialmente al padre Roberto Rebolledo, cura <strong>de</strong> pueblo por esencia,<br />

usaba sotana y birrete, era <strong>de</strong> carácter afable y <strong>de</strong> gran fortaleza espiritual; “conocía al<br />

<strong>de</strong>talle los pormenores <strong>de</strong> la vida familiar tucapelina”; fumaba rapé en su <strong>de</strong>spacho como<br />

los antiguos nobles; “fue el último sacerdote que hacía cubrir con lienzos morados las<br />

imágenes que adornaban el templo durante semana santa” 244 .<br />

Le siguió el padre Andrés Lacalle, sacerdote español llegado en septiembre <strong>de</strong> 1967<br />

a la parroquia, recorriendo a pie, en bicicleta, a caballo o en camioneta todos los lugares <strong>de</strong><br />

la Comuna. Debió aten<strong>de</strong>r la zona <strong>de</strong> las centrales <strong>de</strong> En<strong>de</strong>sa, Los Canelos, Abanico y<br />

también Antuco, porque el sacerdote <strong>de</strong> esa parroquia se encontraba enfermo. En 1968<br />

organizó la festividad <strong>de</strong> San Diego con especial <strong>de</strong>dicación, <strong>de</strong> modo que las comunida<strong>de</strong>s<br />

campesinas lucieron todo el colorido <strong>de</strong> sus tradicionales vestimentas y carros alegóricos,<br />

instalándose también una feria costumbrista y artesanal. Se preocupó <strong>de</strong> edificar iglesia en<br />

Huépil y mantener capillas en Trupán y Polcura, Pangal <strong>de</strong>l Laja y <strong>de</strong> asistir<br />

espiritualmente a todos los sectores <strong>de</strong> su parroquia.<br />

244 Vielma Escamilla, Eduardo. Historia <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Obra inédita.<br />

189


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El padre Lacalle se preocupó también <strong>de</strong> mantener las tradiciones culturales y<br />

religiosas, <strong>de</strong> la historia y el patrimonio <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, llegando a formar una muestra<br />

museológica junto a un grupo selecto <strong>de</strong> vecinos. “Se le recuerda por su enorme labor en<br />

servicio <strong>de</strong>l altar y la promoción humana, con él llegaron promotores <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong><br />

Educación Rural, quienes apoyaron a las diversas comunida<strong>de</strong>s para organizarse. Entre sus<br />

obras están la reconstrucción <strong>de</strong>l templo parroquial en 1970; la llegada <strong>de</strong> las religiosas<br />

“Hijas <strong>de</strong> Jesús”; la formación <strong>de</strong>l primer Centro Juvenil que funcionaba en <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias<br />

<strong>de</strong> la parroquia, la primera feria artesanal agrícola, la conservera, el ensanche <strong>de</strong>l camino a<br />

Trupán por Monte Ver<strong>de</strong>… Con su participación y apoyo surgió la primera Junta <strong>de</strong><br />

Vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, <strong>de</strong> la cual fue su presi<strong>de</strong>nte; el cuerpo <strong>de</strong> bomberos, <strong>de</strong>l cual fue su<br />

capellán…, no <strong>de</strong>jó casa que no visitara, a<strong>de</strong>ntrándose en la idiosincrasia <strong>de</strong> nuestro<br />

pueblo…, impulsor <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong> reconocimiento y reconstrucción <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong><br />

<strong>Tucapel</strong>…” 245 .<br />

Siguiendo el relato <strong>de</strong>l profesor Vielma, “el padre Bernardino Duque será<br />

recordado, pues la remo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong> las <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la parroquia, la creación <strong>de</strong> salas y<br />

oficinas, se realizó durante su periodo. La capilla <strong>de</strong> Los Laureles se construyó durante su<br />

periodo. El movimiento <strong>de</strong> cursillos tuvo en él un gran impulsor y patrocinador. Muchos<br />

recuerdan que en Polcura se <strong>de</strong>sarrolló uno <strong>de</strong> estos eventos…”.<br />

Al padre Manuel Saldías se le recuerda por su humildad y sencillez, que se hacía<br />

notar en sus homilías, que eran <strong>de</strong> una gran simpleza y claridad, para que todos entendieran.<br />

De sus manos –dice Eduardo Vielma- salieron verda<strong>de</strong>ras obras <strong>de</strong> arte. El tallado que luce<br />

el hambrón y la imagen <strong>de</strong> San Diego <strong>de</strong> la Escuela Parroquial son sus obras. Su medio <strong>de</strong><br />

locomoción para recorrer y aten<strong>de</strong>r <strong>Tucapel</strong> fue su bicicleta”<br />

Luego vino el padre José Bogliollo, quien fuera el primer párroco <strong>de</strong> la Diócesis <strong>de</strong><br />

Santa María <strong>de</strong> Los Ángeles, una vez que <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Chillán. Con él comenzó a<br />

245 Vielma Escamilla, Eduardo…, op. cit. Actualmente el padre Andrés sirve en la parroquia <strong>de</strong> Cobquecura, a<br />

don<strong>de</strong> llegó <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> en 1986. De su amable y vital conversación obtuve datos <strong>de</strong> su labor pastoral que<br />

da para muchas páginas, pero tal vez eso sea motivo <strong>de</strong> otra historia. No obstante, me parece que el profesor<br />

Vielma retrata mucho mejor con sus palabras el trabajo pastoral <strong>de</strong> este recordado sacerdote, como <strong>de</strong> quienes<br />

le sucedieron, por lo que me remito al citado trabajo.<br />

190


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

funcionar la Escuela Parroquial <strong>de</strong> Huépil, “con la presencia <strong>de</strong> las Pequeñas hijas <strong>de</strong> Los<br />

Sagrados Corazones <strong>de</strong> Jesús y María, congregación religiosa italiana” 246 .<br />

Tambien hay buenos recuerdos <strong>de</strong> la labor <strong>de</strong>l padre Darío Dittus quien fuera<br />

vicario <strong>de</strong>l padre José y luego párroco. “ambos se daban tiempo para recorrer todas las<br />

comunida<strong>de</strong>s, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> celebrar los sagrados misterios en el mundo rural. Con el padre<br />

Darío llegaron las Misioneras carmelitas, una vez que las anteriores continuaran su misión<br />

en otros lugares” 247 .<br />

Importante labor pastoral <strong>de</strong>sarrolló el padre Ramón Henríquez, quien estuvo<br />

asesorado por el vicario Jaime Riquelme, “sobre todo en la promoción juvenil a través <strong>de</strong> su<br />

pastoral que dio como frutos la participación en el Encuentro Continental <strong>de</strong> Jóvenes <strong>de</strong><br />

octubre <strong>de</strong> 1998 y en el Encuentro Mundial <strong>de</strong> jóvenes que se realizó en Roma en agosto <strong>de</strong><br />

2000.<br />

Actualmente sirve como párroco el padre Tomás Carrasco quien nos ha aportado<br />

parte <strong>de</strong>l material necesario para <strong>de</strong>scubrir el pasado <strong>de</strong> la parroquia.<br />

Las Otras Iglesias<br />

Las iglesias protestantes o evangélicas <strong>de</strong>sarrollan su labor misionera en <strong>Tucapel</strong><br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong>l siglo XIX, época en que <strong>de</strong>bieron vencer innumerables dificulta<strong>de</strong>s y<br />

prejuicios llevando misiones transitorias a los campos y pueblos <strong>de</strong> todo el sur <strong>de</strong> Chile 248 .<br />

Pero su presencia en la zona se nota mayormente a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los sesenta. Hoy<br />

tienen una membresía consi<strong>de</strong>rable, pero no nos es posible realizar una relación <strong>de</strong>tallada<br />

<strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> ellas por cuanto poseen su propia personalidad jurídica, gozando <strong>de</strong><br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y por en<strong>de</strong> constituyen en sí muchas historias. Sin embargo, no po<strong>de</strong>mos<br />

<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mencionar que su labor espiritual tiene mucha influencia en los sectores urbanos<br />

como rurales, transformando costumbres religiosas y hábitos entre los habitantes <strong>de</strong> esta<br />

246<br />

Vielma, Eduardo…, op. cit.<br />

247<br />

I<strong>de</strong>m.<br />

248<br />

Vial Correa, Gonzalo…, op. cit<br />

191


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

comuna. Los evangélicos son hoy reconocidos y respetados, no sólo por mandato <strong>de</strong> la<br />

Constitución y las leyes, sino también por la comunidad, puesto que en Chile existe plena<br />

libertad religiosa.<br />

Aunque existen muchas congregaciones evangélicas, la mayoría pertenece a la<br />

Iglesia Metodista Pentecostal y a la Iglesia Pentecostal <strong>de</strong> Chile, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar a<br />

bautistas, adventistas y Testigos <strong>de</strong> Jehová.<br />

192


Trámites para una Decisión<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Capítulo X<br />

Huépil Cabecera <strong>de</strong> Comuna<br />

“Parecía que cuando Dios hizo el mundo, al<br />

mirar su obra añadió otro mandamiento<br />

especial para Chile y dijo: „Deberás<br />

Negociar‟”.<br />

Horacio Godoy, “La Ética <strong>de</strong> la Negociación”<br />

La instalación <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> en las colinas <strong>de</strong> Tupán en el siglo XVIII ha <strong>de</strong><br />

ser el origen <strong>de</strong> una secular lejanía, tal como hemos comprobado reiteradamente. A partir<br />

<strong>de</strong> 1906 el Ferrocarril Trasandino permitió que aquel aislamiento se modificara a través <strong>de</strong><br />

un corredor que iba <strong>de</strong>l llano a la montaña; y ahí también nació Huépil como centro<br />

urbano, que fue creciendo lentamente gracias al influjo <strong>de</strong> la estación <strong>de</strong> ferrocarriles. Al<br />

tiempo que estaba en conexión directa con Trupán, Polcura, Cholguán y Monte Águila,<br />

estaba también más cerca <strong>de</strong> Yungay y Chillán.<br />

Esto produjo que <strong>Tucapel</strong> quedase aún más lejos ya que la principal línea <strong>de</strong><br />

comunicación distaba poco más <strong>de</strong> 6 kilómetros, pero mantuvo la seguía siendo la se<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

la municipalidad y <strong>de</strong> los principales servicios que el Estado había implementado para<br />

todos los habitantes <strong>de</strong> la Comuna. Sin embargo, a mediados <strong>de</strong> 1960 esto comenzó a<br />

cambiar.<br />

Debido a la mala comunicación existente con la cabecera <strong>de</strong> Comuna, la Junta <strong>de</strong><br />

Vecinos <strong>de</strong> Huépil pidió fuese trasladada una oficina <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong>l Estado y otra <strong>de</strong>l<br />

Servicio <strong>de</strong> Seguro Social a efecto <strong>de</strong> evitar el viaje a muchas personas <strong>de</strong> la tercera edad,<br />

consiguiendo se instalase esta última en Avenida Linares. Los tucapelinos, que también<br />

tenían algo que <strong>de</strong>cir, viajaron a Santiago y lograron revertir la <strong>de</strong>cisión, <strong>de</strong> tal manera que<br />

193


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

la oficina volvió a <strong>Tucapel</strong>. Este hecho indignó a los huepilinos y a los habitantes <strong>de</strong><br />

Trupán, Polcura y campos aledaños.<br />

Un grupo <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Vecinos Nº 17 <strong>de</strong> la época se reunió en casa <strong>de</strong><br />

Hernán Fonseca, a don<strong>de</strong> concurrieron unos 15 vecinos 249 li<strong>de</strong>rados por José Lino Córdova<br />

Vega. Allí <strong>de</strong>cidieron luchar por traer la cabecera <strong>de</strong> comuna, para lo cual se abocaron a<br />

una estrategia que incluía <strong>de</strong>mostrar a las autorida<strong>de</strong>s las ventajas que tendría el traslado <strong>de</strong><br />

la <strong>Municipalidad</strong> y <strong>de</strong>más servicios a Huépil, al que consi<strong>de</strong>raban el centro geográfico <strong>de</strong> la<br />

Comuna. En principio, <strong>de</strong>cidieron mantener en reserva los alcances <strong>de</strong> la reunión para<br />

evitar las suspicacias <strong>de</strong> los tucapelinos. El profesor Leslie Quezada se encargó <strong>de</strong> reunir<br />

los datos necesarios para respaldar sus aspiraciones.<br />

Pero luego la disputa se hizo más evi<strong>de</strong>nte, comprometiendo a las autorida<strong>de</strong>s<br />

administrativas y legislativas. El diario El Sur <strong>de</strong> Concepción <strong>de</strong>l martes 12 <strong>de</strong> septiembre<br />

<strong>de</strong> 1967 <strong>de</strong>stacaba un titular que <strong>de</strong>cía “Huépil Pi<strong>de</strong> Cambio <strong>de</strong> Cabecera <strong>de</strong> Comuna”<br />

informando que “bajo un torrencial aguacero, salpicado con sucesivas granizadas, un millar<br />

<strong>de</strong> vecinos <strong>de</strong> Huépil, Polcura y Trupán fueron concentrados en el teatro <strong>de</strong> esta última<br />

localidad y proclamaron públicamente el domingo en la tar<strong>de</strong> su aspiración a que se les<br />

entregue la categoría <strong>de</strong> cabecera <strong>de</strong> Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales<br />

ostenta el pueblo <strong>de</strong> este mismo nombre” 250 .<br />

Se encontraban en esta reunión el Inten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Ñuble, Roberto Casanueva, el<br />

senador Tomás Pablo, dos diputados y el Gobernador <strong>de</strong> Yungay, quienes oyeron las<br />

exposiciones <strong>de</strong> los vecinos. Según el diario mencionado, “se exhibieron a todo color<br />

caracteres en los muros <strong>de</strong>l teatro nutridas estadísticas que respaldaban tan antigua<br />

pretensión”. Efectivamente, los organizados vecinos habían reunido datos estadísticos que<br />

respaldaban su propuesta, lo que se veía fortalecido con las cifras <strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong><br />

Huépil, Trupán y Polcura, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> Rayenco y Central Hidroeléctrica El Toro. Se <strong>de</strong>cía<br />

249 Entre los vecinos que se encontraban en esa reunión estaban las siguientes personas: Hernán Fonseca,<br />

Leslie Quezada Palma, César von Gensnh, Tito Romero, Héctor Quintana, Segundo Villalobos, Osvaldo Jara,<br />

Jorge Córdova Vega, Bernardino Córdova.<br />

250 Diario El Sur <strong>de</strong> Concepción, martes 12 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1967, p 14.<br />

194


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

que <strong>Tucapel</strong> tenía una matricula <strong>de</strong> 439 alumnos, mientras las otras localida<strong>de</strong>s sumaban<br />

2.079; los beneficiarios <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> seguro Social eran 350 y 1.895 respectivamente. Las<br />

consultas médicas también eran abrumadoramente dispares, mientras en <strong>Tucapel</strong> eran 279,<br />

en Huépil eran 4.669. El I.V.A. generado por la actividad comercial, correspondiente al<br />

mes <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> aquel año, era <strong>de</strong> Eº 349,64 para la cabecera <strong>de</strong> Comuna y <strong>de</strong> Eº 2.287,36<br />

para los otros pueblos.<br />

Finalmente, el Inten<strong>de</strong>nte llamó a la unidad <strong>de</strong> los vecinos, invocando el patriotismo<br />

y la humanidad <strong>de</strong> todos los habitantes, señalando que no se podía pronunciar por la<br />

petición y que sólo el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, que “es como un padre para todos”,<br />

podría <strong>de</strong>cidir sobre este asunto.<br />

El presi<strong>de</strong>nte Eduardo Frei Montalba, a instancias <strong>de</strong> gestiones realizadas por el<br />

senador Tomás Pablo, quien estaba constantemente comunicado con los vecinos <strong>de</strong> Huépil<br />

a través <strong>de</strong>l telégrafo, recibió en audiencia a un grupo li<strong>de</strong>rado por José Lino Córdova, en el<br />

palacio <strong>de</strong> La Moneda el día 30 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1967. Allí ratificaron lo que venían<br />

diciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> algún tiempo, entregando los datos reunidos, que actualizaban<br />

constantemente; a<strong>de</strong>más solicitaban la apertura <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong> Huépil a Central El Toro,<br />

postas para Trupán y Polcura; teléfonos para cada uno <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> la Comuna. Se<br />

dice que el primer mandatario consi<strong>de</strong>ró razonable la petición, ya que los antece<strong>de</strong>ntes eran<br />

fundados, pero antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir encargó un estudio técnico a una Comisión encabezada por<br />

Enrique Krauss.<br />

La Comisión visitó y conoció <strong>Tucapel</strong>, Huépil y Trupán y finalmente emitió su<br />

Informe <strong>de</strong>l que resultó un Proyecto <strong>de</strong> Ley que entregaba la cabecera <strong>de</strong> Comuna al pueblo<br />

<strong>de</strong> Huépil, que <strong>de</strong>bía ser aprobado por el Congreso. Los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> no se habían<br />

quedado dormidos, un grupo <strong>de</strong> ellos viajó a Santiago. Estuvieron dos semanas tratando<br />

que alguna autoridad los recibiera, pero fue inútil, pues no contaban con el respaldo<br />

parlamentario.<br />

195


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Ante la evi<strong>de</strong>ncia que se tramitaba una ley que los <strong>de</strong>spojaba <strong>de</strong> sus fueros, los<br />

tucapelinos se pusieron en campaña, levantándose en explícita protesta. El lunes 20 <strong>de</strong><br />

octubre <strong>de</strong> 1969, El Sur publicaba un “Reportaje a Dos Pueblos en Pugna” en el que daba<br />

a conocer un hecho cuyas repercusiones habían traspasado el ámbito comunal. “La<br />

incruenta batalla –dice el diario regional- entre Huépil y <strong>Tucapel</strong> <strong>de</strong>clinaba en intensidad en<br />

las últimas horas <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> semana cuando los tucapelinos se rindieron ante la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

que la ley vendría a quitarles el privilegio <strong>de</strong> ser cabecera <strong>de</strong> una extensa comuna<br />

precordillerana <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Ñuble. Caminos interrumpidos, el telégrafo cortado,<br />

refugios policiales, huelga <strong>de</strong> hambre, guerra simbólica <strong>de</strong> parlamentarios y huepilinos y<br />

efectiva <strong>de</strong> un centenar <strong>de</strong> partes por izar la ban<strong>de</strong>ra tricolor a media asta con crespos<br />

negros” 251 .<br />

El alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> la <strong>Municipalidad</strong> era don Juan Rojas Soto, quien residía en Huépil, y<br />

los ediles Hernán Cerda, <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>; Hernán Villalobos, <strong>de</strong> Huépil, y; Raúl Pérez <strong>de</strong><br />

Trupán. La primera autoridad comunal sufrió los embates <strong>de</strong> las protestas <strong>de</strong> los<br />

tucapelinos, quienes salieron a la calle, realizaron <strong>de</strong>sfiles escolares y montaron guardia en<br />

la <strong>Municipalidad</strong>. Algunas noches <strong>de</strong> octubre, hicieron <strong>de</strong>tonar un viejo cañón <strong>de</strong>l fuerte<br />

que retumbaba como dolorosa apelación a un pasado que no volvería. Como consecuencia<br />

<strong>de</strong>l nuevo escenario que se presentaba, la situación estaba <strong>de</strong>stinada a cambiar.<br />

Huépil alcanzaba los 4.800 habitantes, mientras que <strong>Tucapel</strong> se había estacionado<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacia tiempo en los 1.200 habitantes. Por esa razón se había terminado <strong>de</strong> construir<br />

un hospital en aquel pueblo; a<strong>de</strong>más, se construía una escuela frente a la plaza, todo lo cual<br />

acrecentaba las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> congregar mayor cantidad <strong>de</strong> población, lo que también<br />

inclinó la balanza en su favor. Sin embargo, pese a los importantes servicios <strong>de</strong>l tren, la<br />

zona seguía mal comunicada con el llano central. El diario que nos ilustra dice que para ir<br />

<strong>de</strong> Concepción a Huépil es necesario llegar a Cabrero, “<strong>de</strong> allí dirigirse al cruce con la<br />

carretera panamericana y seguir en la misma dirección hacia el Este, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 45<br />

kilómetros por un camino <strong>de</strong> segunda clase. La otra vía <strong>de</strong> comunicación es el ferrocarril <strong>de</strong><br />

trocha angosta que parte <strong>de</strong> monte Águila”.<br />

251 Diario El Sur <strong>de</strong> Concepción <strong>de</strong> lunes 20 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1969, cuerpo segundo, p. 19-20.<br />

196


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

El camino entre <strong>Tucapel</strong> y Huépil no era <strong>de</strong> los mejores, pero se cubría la distancia<br />

<strong>de</strong> seis y medio kilómetros a pie, a caballo, en carreta o vehículo motorizado con relativa<br />

facilidad. Los tucapelinos habían comprado un bus que trasladaba a las personas en la<br />

mañana y las regresaba en la tar<strong>de</strong>, haciendo también combinación con el tren.<br />

Precisamente, una <strong>de</strong> las primeras medidas fue cortar el camino dos kilómetros antes <strong>de</strong><br />

llegar a <strong>Tucapel</strong>, volteando dos gran<strong>de</strong>s pinos sobre la vía.<br />

El edificio consistorial había sido llenado <strong>de</strong> motes alusivos a la “ley maldita”,<br />

mientras las mujeres reunidas a las afueras, esperaban algún milagro que revirtiera la<br />

<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s que, según las informaciones que manejaban, estaba a punto <strong>de</strong><br />

publicarse como Ley <strong>de</strong> la República en el Diario Oficial. Mientras tanto, los huepilinos ya<br />

habían sido informados por el senador Tomás Pablo, cuya figura había sido quemada en las<br />

hogueras nocturnas <strong>de</strong> los tucapelinos, que había sido aprobada en el parlamento. En una <strong>de</strong><br />

las esquinas <strong>de</strong> la plaza se oía incesantemente la Canción <strong>de</strong> Yungay, mientras un grupo <strong>de</strong><br />

carabineros especialmente enviados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Chillán, se mantenían acuartelados en la<br />

tenencia. El presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Junta <strong>de</strong> Vecinos, Gastón Martínez, había recibido plenos<br />

po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> la comunidad para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r los intereses <strong>de</strong>l pueblo, pero las autorida<strong>de</strong>s no<br />

otorgaron mayor importancia a sus peticiones, lo que enar<strong>de</strong>cía aún más a los ya molestos<br />

vecinos.<br />

La pugna entre ambos pueblos se arrastraba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que Huépil comenzó a surgir<br />

como pueblo, disputando con <strong>Tucapel</strong> la prepon<strong>de</strong>rancia local. Constantemente se veía la<br />

rivalidad, propia <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> pertenencia <strong>de</strong> las localida<strong>de</strong>s. Las escuelas solían competir<br />

en los ámbitos cultural y <strong>de</strong>portivo, aunque siempre con lealtad, propiciada con ahínco por<br />

los profesores <strong>de</strong> las escuelas 252 .<br />

Los huepilinos <strong>de</strong>claraban con fuerza que los vecinos <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> habían perdido<br />

su oportunidad al no permitir el paso <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong>l tren por su pueblo “oponiendo su pecho<br />

252 Información sobre los sucesos <strong>de</strong> 1969 y el cambio <strong>de</strong> cabecera <strong>de</strong> Comuna, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la vida cotidiana y<br />

escolar <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, fue proporcionada por la <strong>de</strong>stacada profesora señora María Fresia Álvarez Lermanda.<br />

197


<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

a las cuadrillas que avanzaban con los durmientes a pocos kilómetros antes <strong>de</strong> llegar a<br />

Huépil”, se hablaba incluso <strong>de</strong>l soborno que un agricultor <strong>de</strong> la época había hecho a<br />

Bélaustegui y al ingeniero Agustín Edwars para que hicieran variar el curso <strong>de</strong>l trazado y<br />

así evitar pasar por <strong>Tucapel</strong> 253 . Pero ya hemos anotado en otra parte <strong>de</strong> estas páginas que<br />

esto sólo es un mito que se ha transmitido por generaciones.<br />

El año 1969 la <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> contemplaba en su presupuesto anual las<br />

siguientes inversiones ordinarias 254 :<br />

- Reparación edificios municipales.<br />

- Arreglos kiosko plaza <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Adquisición <strong>de</strong> ampolletas.<br />

- Arreglos bancos plaza.<br />

- Arreglos <strong>de</strong> puentes <strong>de</strong> la Comuna.<br />

- Terminación Teatro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> y Sala <strong>de</strong> espectáculos <strong>de</strong> Huépil.<br />

- Nichos cementerio <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Trabajos <strong>de</strong> instalación <strong>de</strong> agua potable <strong>de</strong> Trupán.<br />

- Trabajos <strong>de</strong> cierros propieda<strong>de</strong>s municipales.<br />

- Ampliación canoa regadío <strong>de</strong> Huépil.<br />

- Arreglo calles <strong>de</strong> trupán.<br />

- Plaza <strong>de</strong> Juegos Infantiles <strong>de</strong> Rayenco.<br />

- Terreno y ampliación mata<strong>de</strong>ro municipal <strong>de</strong> Huépil.<br />

- Mata<strong>de</strong>ro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Instalación <strong>de</strong> agua potable edificios muncipales y otros.<br />

- Arreglo cancha <strong>de</strong> aterrizaje.<br />

- Arreglos cementerios <strong>de</strong> la Comuna.<br />

- Arreglos calles y cunetas <strong>de</strong> regadío.<br />

- Trabajos con máquina <strong>de</strong> pavimentación urbana en calles pueblos <strong>de</strong> la Comuna.<br />

- Arreglos casa <strong>de</strong>l cuidador Canal <strong>de</strong> Regadío pueblo <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

253 Diario El Sur <strong>de</strong> Concepción, octubre 20 <strong>de</strong> 1969, p 19.<br />

254 <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Presupuesto <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> 1969. Talleres Gráficos La Discusión,<br />

Chillán, 1969.<br />

198


- Arreglos Escuela Nº 50 (municipal)<br />

- Trabajos en media luna municipal.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

- Plantaciones y jardines en <strong>Tucapel</strong>, Huépil, Trupán y Polcura.<br />

- Huerto propiedad municipal.<br />

- Alumbrado público y servicios similares.<br />

- Estadios municipales.<br />

- Terrenos y habitaciones para empleados y obreros municipales.<br />

A<strong>de</strong>más se contemplaban gastos extraordinarios para lo siguiente:<br />

- Terminación Teatro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Adquisición Equipo Psicotécnico.<br />

- Ampliación agua potable para <strong>Tucapel</strong>, Huépil, Trupán y Polcura.<br />

- Terminación y habilitación Teatro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Terminación y habilitación Sala <strong>de</strong> Actos <strong>de</strong> Huépil.<br />

- Aporte a la Dirección <strong>de</strong> Pavimentación urbana para construir aceras y calzadas en<br />

<strong>Tucapel</strong>, Huépil, Trupán y Polcura.<br />

- Terminación Cuerpo <strong>de</strong> Bomberos <strong>de</strong> Huépil, 1ª y 2ª Cía. por iguales partes.<br />

- Adquisición <strong>de</strong> material rodante para el servicio domiciliario <strong>de</strong> aseo.<br />

Pese a todas las medidas tomadas por los tucapelinos y a las muestras <strong>de</strong> férrea<br />

<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> sus intereses, no hubo violencia y sus manifestaciones se mantuvieron <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

lo esperado para un hecho <strong>de</strong> tanta trascen<strong>de</strong>ncia para el pueblo. Los vecinos, en general,<br />

mantuvieron su espíritu cívico y el cariño por su tierra. Resignados, volvieron pronto a sus<br />

labores habituales. La ley que trasladaba la cabecera <strong>de</strong> Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> a Huépil fue<br />

publicada en febrero <strong>de</strong> 1970, haciéndose efectiva a partir <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l mismo año.<br />

199


Presupuestos Municipales Posteriores<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

A fines <strong>de</strong> 1970 el cuerpo edilicio <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>-Huépil aprueba el presupuesto anual<br />

para 1971 255 , el cual contempla un importante incremento en gastos, pero la inversión es<br />

casi idéntica a la <strong>de</strong> 1969, salvo por algunos <strong>de</strong>talles, con lo cual queda comprobado que, al<br />

menos en lo relativo a la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> éstas, el cambio <strong>de</strong> cabecera <strong>de</strong> Comuna no le<br />

afectó. A<strong>de</strong>más los problemas comunales siguían siendo los mismos. Veamos las<br />

inversiones ordinarias:<br />

- Adquisición <strong>de</strong> ampolletas alumbrado público y reparaciones.<br />

- Puentes pueblos <strong>de</strong> la Comuna.<br />

- Nichos cementerio <strong>de</strong> Huépil.<br />

- Cierros cementerios <strong>de</strong> la Comuna.<br />

- Tranque regadío Trupán.<br />

- Cierros propieda<strong>de</strong>s municipales.<br />

- Arreglos calles y veredas <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, Huépil y Polcura.<br />

- Ampliación mata<strong>de</strong>ro municipal y arreglo corralones.<br />

- Instalación <strong>de</strong> agua potable casa empleados y obreros municipales.<br />

- Arreglos cancha aterrizaje <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Contratación casa profesor Escuela Nº 50 (municipal)<br />

- Terminación Teatro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Plantaciones y jardines <strong>Tucapel</strong>, Huépil, Trupán y Polcura.<br />

- Alumbrado público<br />

- Alumbrado Villa La Obra.<br />

Los egresos extraordinarios eran los siguientes:<br />

- Terminación Teatro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

255 <strong>Municipalidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>-Huépil. Presupuesto Anual 1971. Talleres Gráficos La Discusión, Chillán,<br />

1971, 10 p.<br />

200


- Saldo Equipo Psicotécnico.<br />

- Tractor y coloso.<br />

<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

- Ampliación agua potable <strong>Tucapel</strong>, Huépil, Trupán y Polcura.<br />

- Aporte a la Dirección <strong>de</strong> Pavimentación Urbana para construir aceras y calzadas.<br />

- Terminación y habilitación Teatro Municipal <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>.<br />

- Terminación Sala <strong>de</strong> Actos <strong>de</strong> Huépil.<br />

- Terminación <strong>de</strong>l Cuartel <strong>de</strong> Bomberos, 1ª y 2ª Cía., por partes iguales.<br />

- Adquisición <strong>de</strong> material rodante <strong>de</strong> aseo domiciliario.<br />

El presupuesto municipal aprobado para 1973 contiene los mismos ítems y las mismas<br />

obras inconclusas <strong>de</strong>l Teatro <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> , Sala <strong>de</strong> Actos <strong>de</strong> Huépil y Cuerpo <strong>de</strong> Bomberos,<br />

siguen ocupando parte <strong>de</strong> los fondos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> cementerios, alumbrado público, arreglos<br />

<strong>de</strong> calles y plazas, puentes, jardines en todos los pueblos etc. Pero, a<strong>de</strong>más, se consi<strong>de</strong>ran<br />

fondos para Sala <strong>de</strong> Actos en Polcura, lo que incluye un televisor; compra <strong>de</strong> terrenos en<br />

Huépil para construcción <strong>de</strong> casas; adquisición <strong>de</strong> carro <strong>de</strong> arrastre, y; aporte al Consejo <strong>de</strong><br />

Monumentos Nacionales para restauración <strong>de</strong>l fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Se observa un incremento<br />

en los gastos y en las subvenciones a los cuerpos <strong>de</strong> bomberos <strong>de</strong> todos los pueblos, scout,<br />

escuelas, retenes <strong>de</strong> carabineros, VI Festival <strong>de</strong> la Canción, Junta <strong>de</strong> Auxilio Escolar y<br />

Becas y otros.<br />

En esta época, el servicio <strong>de</strong> agua potable, que a fines <strong>de</strong>l siglo XIX era una <strong>de</strong> las<br />

aspiraciones que los tucapelinos manifestaban a las autorida<strong>de</strong>s provinciales, es una<br />

realidad en los cuatro pueblos <strong>de</strong> la Comuna, y se hacían inversiones para otorgar mayor<br />

cobertura. Lo mismo ocurría con el servicio <strong>de</strong> energía eléctrica.<br />

<strong>Municipalidad</strong> Huepilina; Alcal<strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>ino.<br />

El siguiente alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> la comuna, cuya <strong>Municipalidad</strong> radicaba ahora en Huépil,<br />

fue don Ramón Luis Lagos, <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>, quien asumió su cargo el 21 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1971<br />

junto a los ediles Javier Molina Bórquez, Artemio Jofré, Juan Rojas Soto y Uberto Mora. El<br />

nuevo alcal<strong>de</strong> era hijo <strong>de</strong> Guillermo Lagos Otárola, <strong>de</strong>stacado profesor <strong>de</strong> muchas<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

generaciones <strong>de</strong> niños <strong>de</strong> Huépil y <strong>Tucapel</strong>, quien también <strong>de</strong>sempeñara el cargo <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> la Comuna hasta 1954; y sobrino <strong>de</strong> Reginio Lagos Otárola, quien <strong>de</strong>sempeñara el cargo<br />

<strong>de</strong> edil municipal teniendo <strong>de</strong>stacada participación en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su comunidad.<br />

La labor <strong>de</strong> los alcal<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aquella época era enorme, toda vez que contaban con un<br />

escuálido presupuesto. Entre labores <strong>de</strong> gestión municipal, que incluían la administración<br />

<strong>de</strong> los recursos financieros y materiales, <strong>de</strong>bían <strong>de</strong>splegar todo su ingenio para lograr<br />

concretar avances que eran la aspiración <strong>de</strong> los vecinos. En el caso <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> esto es<br />

particularmente difícil, puesto que los cuatro centros poblados tienen necesida<strong>de</strong>s que<br />

cubrir. Ramón Luis Lagos, por ejemplo, ayudaba a podar los árboles y supervisaba las<br />

labores en terreno con medios propios 256 . Era una realidad que muchos alcal<strong>de</strong>s tucapelinos<br />

<strong>de</strong>bieron enfrentar y forma parte <strong>de</strong> las circunstancias propias <strong>de</strong> cualquier pueblo <strong>de</strong> Chile.<br />

Nueva Etapa en la Historia <strong>de</strong> Chile.<br />

Con los acontecimientos políticos <strong>de</strong>l 11 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1973 comienza una<br />

nueva etapa en la historia <strong>de</strong> Chile, marcada por el dramatismo <strong>de</strong> un enfrentamiento que ha<br />

sido superado, pero que provocó alegría y dolor en quienes lo vivieron. Esos hechos <strong>de</strong>l<br />

pasado reciente, cuyos protagonistas aún sienten el peso <strong>de</strong> los acontecimientos, no pue<strong>de</strong>n<br />

soslayarse ni evitarse, puesto que constituye un <strong>de</strong>ber ineludible referirse a la suerte <strong>de</strong><br />

quienes sufrieron con más rigor. Sin embargo, la postura objetiva y <strong>de</strong>sprovista <strong>de</strong> pasión,<br />

requisito ineludible <strong>de</strong> imparcialidad, no permite realizar un análisis <strong>de</strong> aquellos hechos. En<br />

<strong>Tucapel</strong>, como en todo el país, se vivieron aquellos años con la fuerza <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as<br />

imperantes.<br />

El comienzo <strong>de</strong> una nueva etapa en la historia nacional significó profundos cambios<br />

que alterarían para siempre la estructura política, económica y social <strong>de</strong> Chile. Cada quien<br />

pue<strong>de</strong> formarse la opinión que <strong>de</strong>see al respecto, para nosotros sólo es dable <strong>de</strong>cir que la<br />

Comuna <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> sufrió transformaciones.<br />

256 Entrevista con Ramón Luis Lagos, ex alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> (1971-1973). Fue <strong>de</strong>tenido el 13 <strong>de</strong> septiembre<br />

<strong>de</strong> 1973 en su domicilio, conducido a la cárcel <strong>de</strong> Yungay, más tar<strong>de</strong> a San Carlos y finalmente a Chillán,<br />

don<strong>de</strong> fue liberado, luego <strong>de</strong> un largo proceso.<br />

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<strong>Tucapel</strong> El Nuevo. La Otra Frontera – Tulio González Abuter<br />

Los cambios en la administración pública, especialmente en la municipal, los<br />

traspasos <strong>de</strong> la atención primaria en salud y la municipalización <strong>de</strong> la educación, son<br />

aspectos que transformaron el municipio y le otorgaron una amplia gama <strong>de</strong> atribuciones, lo<br />

que significó que esta corporación adquiriera mayor relevancia a nivel local. Asimismo, los<br />

efectos <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> rubro agrícola a forestal 257 hicieron variar el escenario laboral y el<br />

paisaje mismo <strong>de</strong> este territorio precordillerano.<br />

Posteriormente, los procesos políticos y económicos, la tecnología y la<br />

globalización han hecho variar consi<strong>de</strong>rablemente las circunstancias que por décadas<br />

fueron la característica <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong>. Las distancias se han acortado y los acci<strong>de</strong>ntes<br />

geográficos que antaño marcaban la característica <strong>de</strong> esta comuna <strong>de</strong> precordillera, son sólo<br />

<strong>de</strong>talles <strong>de</strong>l paisaje, puesto que la accesibilidad por medios mo<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> transporte a los<br />

diferentes lugares habitados es completa.<br />

Los medios <strong>de</strong> comunicación, junto con acercar al mundo, han producido gran<strong>de</strong>s<br />

transformaciones en la cultura, <strong>de</strong> manera que las formas <strong>de</strong> vida, el trabajo, la producción<br />

y las tradiciones populares han ido evolucionando. Es difícil que generaciones actuales<br />

entiendan el significado <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s proezas que sus antepasados <strong>de</strong>bieron realizar para<br />

adaptarse a una vida llena <strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s, pero que enfrentaron con entereza y pujanza.<br />

Pero ciertamente, el fuerte <strong>de</strong> <strong>Tucapel</strong> el Nuevo significó el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> una<br />

historia que nunca terminará <strong>de</strong> escribirse, pero cuyos pormenores po<strong>de</strong>mos conocer al<br />

menos en parte. Ese ha sido el afán <strong>de</strong> estas páginas y es <strong>de</strong> esperar que el futuro lo<br />

construyamos sobre la base <strong>de</strong>l legado que graciosamente nos <strong>de</strong>jaron nuestros<br />

antepasados.<br />

257 Al respecto hay que precisar que las plantaciones <strong>de</strong> árboles exóticos para explotación, principalmente<br />

pino, comienza a producirse a partir <strong>de</strong> 1935, especialmente en el llano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Monte Águila a la cordillera.<br />

Entre los primeros propietarios que <strong>de</strong>cidieron innovar con este tipo <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ras están:<br />

Alejandro Pérez Urbano, en Trupán; Enrique Zañartu Prieto, en Colicheo; Alberto Collao, en Polcura. Cuando<br />

hablamos <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> rubro, queremos significar con ello el abandono <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> la rubro agrícola, que es<br />

reemplazada por la forestal a través <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s plantaciones <strong>de</strong> empresas que adquieren los predios, con lo<br />

cual se produce, generalmente, la migración <strong>de</strong> propietarios, trabajadores agrícolas y sus familias a los centros<br />

urbanos.<br />

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