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Sullivan, Conversaciones inconclusas - Histomesoamericana

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Tratamiento regio<br />

En diciembre de 1935 una importante delegación de oficiales<br />

mayas respondió a las reiteradas invitaciones de Sylvanus Morley<br />

y fue a verlo a Chichón Itzá. Morley tenia esperanzas de que los oficiales<br />

fueran para Ver la relación de Alfonso con la Institución<br />

[Carnegie] y allanar el camino para la importante labor que él ha<br />

iniciado allá". 1 Los oficiales fueron, en cambio, para abordar cara a<br />

cara los asuntos tratados en la correspondencia del año anterior.<br />

Su arribo fue precedido por una carta del sacerdote principal<br />

de Xcacal Guardia, Pedro Pascual Barrera, un hombre anciano,<br />

medio ciego y recluido. Barrera, cuyos títulos eran "Patrono de la<br />

Cruz" y "Gran Padre", era el supremo servidor de la Santísima, la<br />

milagrosa cruz de Xcacal Guardia. El y sus seguidores se consideraban<br />

buenos católicos, aunque la Iglesia Católica Romana no lo<br />

habría visto así. Eso importaba poco, sin embargo, a esos mayas<br />

que durante tiempo habían tenido sus propios tratos con lo divino.<br />

El padre de Barrera había sido patrono, tal como su padre antes<br />

que él, cuando la cruz estaba guardada en la ciudad de Santa Cruz.<br />

El abuelo de Barrera, José María Barrera, tenía fama de ser el fundador<br />

de Santa Cruz y del culto de la Cruz que surgió allí en los<br />

primeros años de la Guerra de Castas. En esos primeros años el patrono<br />

era la principal figura de un triunvirato que servía a la divinidad,<br />

recibía sus pronunciamientos audibles e interpretaba el sentido<br />

de dichos pronunciamientos para los comandantes militares<br />

mayas y las gentes comunes.<br />

En la década de 1930 hacía tiempo que la cruz había dejado<br />

de hablar tan abiertamente, aunque, como patrono, Pedro Pascual<br />

Barrera pasaba muchas horas a solas con ella e interpretaba lo que<br />

ella decía: habitualmente se trataba de advertencias de infortunio<br />

inminente y exhortaciones a una mayor piedad. Barrera también<br />

designaba a los sacerdotes mayas subordinados, quienes lo asistían<br />

en las bodas, los bautismos y las misas cotidianas y especiales en la<br />

iglesia del altar central. Participaba en los consejos de oficiales,<br />

oyendo acusaciones de mala conducta, juzgando las culpas y deci-<br />

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m¡u.<br />

diendo sobre los castigos, y asesoraba sobre otros asuntos religiosos<br />

y civiles. El Patrono de la Cruz era el personaje más sagrado y reverenciado<br />

de la jerarquía del poblado sagrado, y su voz era irrefutable<br />

en asuntos religiosos. No trabajaba para alimentarse, vestirse<br />

ni tener techo, como otros hombres y mujeres mayas, aun de<br />

rango elevado, sino que era sostenido por fondos de las arcas de la<br />

iglesia (controladas, a la vez, por el capitán Cituk y el teniente Zuluub).2<br />

El sacerdote principal interpeló a Sylvanus Morley y Alfonso<br />

Villa en lo que debía de ser un cántico cadencioso mientras dictaba<br />

su carta:<br />

Asi es,<br />

aquí vienen<br />

el señor capitán,<br />

don Concepción Cituk,<br />

y el señor teniente,<br />

don Evaristo Zuluub,<br />

y el señor sargento,<br />

don Miguel Chan,<br />

y el señor sargento,<br />

don Pedro Huub,<br />

y el señor cabo,<br />

don Marselino Ake,<br />

y dos de los suyos,<br />

para visitarte allí en el poblado de Chickén<br />

para verte,<br />

también para que tú los veas,<br />

para que tú hables con ellos<br />

para que ellos también hablen contigo<br />

con benevolencia<br />

y amor.<br />

"Es preciso que hagáis acuerdos conmigo a través de ellos", dijo<br />

Barrera a Morley y Villa. "Sería muy feliz aquí, señores jefes, si<br />

lo que os digo así fuera. Ojalá podáis conseguir todas las cosas que<br />

os pido." La carta terminaba con una bendición y un recordatorio:<br />

"Muy en demasía proteja Nuestro Señor el Dios Verdadero vuestras<br />

santas almas. El es eterno, El es infinito, no hay otro más que EL" 3<br />

El 5 de diciembre dos individuos de Xcacal Guardia llegaron a<br />

Chichón Itzá y reconocieron el terreno para ver si sus superiores<br />

podían acercarse sin riesgo. Una hora y media después el grupo<br />

principal de oficiales y subalternos entró, alerta. Eran "suspicaces<br />

y recelosos de todo. ¿Quién es ese hombre?* ¿Es mexicano?' ¿Hay<br />

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