La modernidad Excluyente - Hermeneia
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En la mirada moderna, lo legal es a final de cuentas lo que acota lo real<br />
(y no viceversa), y por consecuencia lo legítimamente válido y verdadero; el<br />
rango de lo permitido que dan las leyes es el que califica o descalifica un<br />
discurso, y en Kant llega a extremos como el siguiente<br />
Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y<br />
crecientes cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la<br />
reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí.(1983,p.120).<br />
Ante esto, Nietzsche 4 reacciona para detonar el espíritu de lo Dionisiaco<br />
y volver de la filosofía y el pensamiento una actividad vital, que no viva ni<br />
padezca la supresión de una razón “contaminada” por la moral judeo cristiana<br />
que para el filósofo alemán torció nuestra lectura de la antigua Grecia.<br />
El otro como sujeto a evangelizar por la “civilización”.<br />
El sólo concepto de Civilización 5 refiere desde su sola etimología el<br />
sentido de la idea de progreso, civis (ciudadano) y civitas (ciudad) enmarcan<br />
como única forma y vía de progreso la polis, de esta forma se puede concluir<br />
que ante los bárbaros, no quedan sino dos vías de acción: el exterminio o la<br />
evangelización 6 .<br />
Si el supuesto fundamental de lo moderno, es como lo mencionaba Paz<br />
un acto negador de la historia, pero esto se logra sólo de forma parcial, pues la<br />
<strong>modernidad</strong> mantuvo intacta la estructura de evangelización, sólo suplantó la<br />
idea de Dios, por la de la Razón y el progreso.<br />
4<br />
Esto es sólo un fragmento de El Anticristo (1991).<br />
<strong>La</strong> "virtud", el "deber", el "bien en sí", el bien entendido con un carácter de impersonalidad y de validez universal -ficciones<br />
cerebrales en que se expresan la decadencia, el agotamiento último de las fuerzas de la vida, la chinería konisberguense. Lo<br />
contrario es lo que ordenan las leyes más profundas de la conservación y el crecimiento: que cada uno se invente su virtud, su<br />
imperativo categórico. Un pueblo perece cuando confunde su deber con el concepto de deber en general. Nada arruina más<br />
profunda, más íntimamente que los deberes "impersonales", que los sacrificios hechos al Moloch de la abstracción.- ¡Qué la gente<br />
no haya sentido como peligroso para la vida el imperativo categórico de Kant!...¡El instinto propio de los teólogos fue el único que<br />
tomó bajo su protección! - Una acción que el instinto de la vida nos compele a realizar tiene en el placer su prueba de ser una acción<br />
correcta: y aquel nihilista de vísceras dogmático-cristianas entendió al placer como una objeción...¿Qué destruye más rápidamente<br />
que trabajar, pensar, sentir, sin necesidad interna, sin una elección profundamente personal, sin placer? ¿Como un autómata del<br />
"deber"? Esta es precisamente la receta de la decadencia, del idiotismo... Kant se volvió idiota. (El Anticristo: 40-41; cursivas del<br />
autor). 1974: El Anticristo, Madrid, Alianza<br />
5<br />
En http://cvc.cervantes.es/obref/aih/pdf/05/aih_05_1_008.pdf se encuentra un estudio detallado sobre el concepto que lleva por<br />
título: Palabra"civilización" y su sentido en el siglo XVIII.<br />
6<br />
<strong>La</strong> historia de los Estados Unidos de Norteamérica ilustra bien la tesis del exterminio/segregación, los colonizadores protestantes<br />
optaron por esta vía, en cambio en México si hubo un proceso de Evangelización, el que José Vasconcelos explica que se dio por la<br />
concepción Católica de la conversión.<br />
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