Vaixell de paper XX PDF - Escola TECNOS
Vaixell de paper XX PDF - Escola TECNOS
Vaixell de paper XX PDF - Escola TECNOS
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
para evitarlo. Me sentía estúpido e insignificante.<br />
Quería <strong>de</strong>cirle miles <strong>de</strong> cosas. Quería que supiera lo feliz que<br />
me había hecho sólo por <strong>de</strong>jar que estuviera a su lado, lo feliz<br />
que me había hecho sólo por escucharme, lo feliz que había sido<br />
con ella. Quería que supiera cuánto la quería, aunque ya se lo<br />
había dicho miles <strong>de</strong> veces. Ella había sido, era y sería siempre la<br />
persona más importante para mí. Ella me había enseñado a querer,<br />
me había enseñado a sonreír, me había enseñado lo que era<br />
realmente la felicidad. Y eran tantos los recuerdos que ocupaban<br />
mi mente en aquellos momentos… Demasiados recuerdos que<br />
nunca sería capaz <strong>de</strong> olvidar, recuerdos que iban a estar siempre<br />
allí, para sacarme una sonrisa al acordarme <strong>de</strong> aquella tar<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
marzo que habíamos pasado juntos, y más <strong>de</strong> una lágrima al<br />
recordar que ella sólo era aquello, un recuerdo.<br />
Y entonces hice un esfuerzo para sonreír, solamente para<br />
que no me viera llorar.<br />
Iba a <strong>de</strong>círselo todo, pero se me a<strong>de</strong>lantó.<br />
-Te quiero<br />
Hizo una pausa en la que respiro con ciertas dificulta<strong>de</strong>s<br />
- Gracias por todo.- dijo.<br />
Y entonces me miró. Su última mirada, seguida <strong>de</strong> su última<br />
sonrisa, seguida <strong>de</strong> su última lágrima, <strong>de</strong> su último abrazo y <strong>de</strong><br />
su último beso.<br />
Y entonces sus párpados se cerraron, para siempre.<br />
Y en cuando ella ya no podía verme, <strong>de</strong>jé que las lágrimas<br />
salieran <strong>de</strong> mis ojos y me mojaran la cara por completo. Ella lo<br />
había sido todo para mí, pero ahora ella ya no era nada, sólo un<br />
cuerpo sin vida entre mis brazos.<br />
Estaba entre sus brazos, aunque aquella vez era diferente. Mis<br />
piernas temblaban <strong>de</strong>masiado y ya no podía sostenerme en pie.<br />
Mi cuerpo se enfriaba cada vez más y más rápido, a la vez que<br />
mis pulmones exigían obtener más aire, un aire que cada vez<br />
tardaba más en llegar. Luchaba para mantener los ojos abiertos,<br />
sabía que una vez los cerrara ya no los volvería a abrir nunca<br />
más. Sabía que el tiempo que me quedaba era poco. Quizás me<br />
quedaban minutos <strong>de</strong> vida, quizás segundos. Aquello era lo<br />
que me quedaba para <strong>de</strong>cirle todo lo que nunca le había dicho.<br />
Quería <strong>de</strong>cirle lo feliz que me había hecho con cada tontería que<br />
me había hecho reír, lo feliz que había sido con cada segundo<br />
que había pasado a su lado, lo feliz que me había sentido solo<br />
por el hecho <strong>de</strong> que él existiera y <strong>de</strong> que a<strong>de</strong>más estuviera allí,<br />
pasando el tiempo a mi lado. Quería <strong>de</strong>cirle <strong>de</strong>masiadas cosas,<br />
pero el tiempo iba pasando y cada vez quedaba menos para que<br />
yo muriera.<br />
Oí cómo gritaba algo, aunque no logré a enten<strong>de</strong>rlo. Oí<br />
cómo lloraba, oí sus sollozos. No quería que llorara, al menos<br />
no por mí. Quería <strong>de</strong>cirle que no llorara, pero lo único que logré<br />
conseguir fue sonreír, aunque en ningún momento las lágrimas<br />
<strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> caerme. No quería que aquello terminara, no quería<br />
<strong>de</strong>cir adiós; aunque lo que más me dolía era <strong>de</strong>jarlo solo. No<br />
quería que se hundiera porque yo ya no estaba, quería que fuera<br />
feliz. Pero otra vez empecé a toser. Noté como me faltaba el aire<br />
otra vez. Aquello era el final. Pero no quería irme, para nada.<br />
Pero los dados ya estaban tirados y mi <strong>de</strong>stino ya estaba elegido.<br />
Ya nada ni nadie podía cambiar lo que estaba pasando.<br />
Me empujó fuerte contra su pecho, abrazándome aún con<br />
más fuerza. Me encantaba aquella sensación; sólo pensar que ya<br />
nunca más podría sentir aquello, me hacía estremecer.<br />
Empezó a <strong>de</strong>cirme cosas al oído, cosas que yo nunca entendí.<br />
Lo único que llegaba a escuchar en aquellos momentos eran<br />
susurros, pero me bastaba con po<strong>de</strong>r oír su voz. Me separó <strong>de</strong> él.<br />
Quise quejarme para que me volviera a abrazar. Pero en vez <strong>de</strong><br />
eso le miré, y vi que una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.<br />
Había sonreído, sólo para que yo fuera feliz antes <strong>de</strong> morir.<br />
Y fue entonces cuando me dije a mi misma que tenía que<br />
hacerlo antes <strong>de</strong> que fuera <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>. Me dije a mi misma<br />
que aunque aquello fuera lo último que hiciera en la vida, valía<br />
la pena hacer el esfuerzo.<br />
-Te quiero- otra vez me faltaba aire-. Gracias por todo.<br />
Y entonces supe que todo había acabado, que mi final había<br />
llegado, a la vez que todas mis esperanzas <strong>de</strong> pasar una vida<br />
entera a su lado se esfumaban como mi vida lo estaba haciendo<br />
en aquel momento.<br />
Volví a alzar la cabeza. Forcé la vista para verle mejor.<br />
Aquella vez sería la última vez que mis ojos miraran. Le sonreí,<br />
sabiendo que nunca más podría hacerlo. Me abrazó y me besó<br />
y antes <strong>de</strong> que mi corazón <strong>de</strong>jara <strong>de</strong> latir le susurré al oído: sé<br />
feliz; la vida sólo te da una oportunidad para serlo. Aprovéchala<br />
como yo lo he hecho.<br />
TRAÏCIÓ<br />
Accèssit <strong>de</strong> narració<br />
Núria Puertas (2n ESO)<br />
Il·lustració <strong>de</strong> Cristina Nocete (3r ESO)<br />
Ho sento<br />
Ja en tenia prou. Ho sentia molt, moltíssim, però ell ja no<br />
podia seguir d’aquella manera. Li sabia greu, molt greu, <strong>de</strong>ixarla...<br />
Havia arribat a pensar que ella se l’estimava tant com ell, que<br />
podia arribar a ser alguna cosa més intensa. Estava equivocat.<br />
Ho sento molt... no per ella, és clar, sinó pels dos. Ho sento...<br />
Menti<strong>de</strong>s<br />
Era tot el que li havien pogut dir els seus llavis. Menti<strong>de</strong>s<br />
tendres, que li prometien un amor impossible, i menti<strong>de</strong>s dolces<br />
que li murmuraven t’estimo a cau d’orella. Menti<strong>de</strong>s que amb el<br />
temps havien creat la <strong>de</strong>sconfiança... Hi havia massa menti<strong>de</strong>s<br />
perquè ell la pogués oblidar.<br />
Secrets<br />
Hi havia tantes coses que s’havia guardat només per ella.<br />
Tants secrets que li hauria agradat po<strong>de</strong>r compartir. Secrets que<br />
amb el temps havien format entre els dos un mur tan invisible<br />
com el seu amor... Hi havia massa secrets perquè ell la pogués<br />
perdonar.<br />
Promeses<br />
Totes les seves menti<strong>de</strong>s i tots els seus secrets s’havien ajuntat<br />
per formar promeses. Promeses cruels i malva<strong>de</strong>s que havien<br />
estat amaga<strong>de</strong>s, preparant-se per, quan finalment eren prou fortes,<br />
sortir <strong>de</strong> l’amagatall i ferir-lo directament al cor, aprofitant-se<br />
<strong>de</strong> l’efecte sorpresa. L’havien agafat tan <strong>de</strong>sprevingut, que l’atac<br />
li havia fet una ferida al cor que ara lluitava per cicatritzar. Quan<br />
estaven amaga<strong>de</strong>s semblaven tan inofensives...<br />
Somnis<br />
Tots els somnis que ella havia protagonitzat i tots els que<br />
ell havia pogut veure, feliç, al seu costat. Somnis massa feliços<br />
perquè es fessin realitat. Somnis massa clars i brillants per a<br />
7