24.04.2013 Views

descargar libro

descargar libro

descargar libro

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

pero espero que no me hará usted lamentarme de haberle dado pasaje a bordo de la<br />

Halbrane.<br />

Estaba bien advertido o hice un gesto de aquiescencia... ¡Hechos... hechos salidos de<br />

un cerebro desquiciado! Esto prometía ser curioso.<br />

-Cuando la relación de Edgard Poe apareció en 1838, yo me encontraba en Nueva<br />

York-continuó el capitán Len Guy-Inmediatamente partí para Baltimore, donde vivía la<br />

familia del escritor, cuyo abuelo había servido como cuartel maestre general durante la<br />

guerra de la Independencia. ¿Supongo que admitirá usted la existencia de la familia de<br />

Edgard Poe, aunque niegue usted la de la familia Pym?<br />

Guardé silencio, prefiriendo no interrumpir más las divagaciones de mi interlocutor.<br />

-Me informó- continuó- de algunos detalles relativos a Edgard Poe. Se me mostró su<br />

casa. Me presenté en ella. Primera decepción. Había abandonado a América en aquella<br />

época, y no pude verle.<br />

Pensé que el lance era de lamentar, pues, dada la maravillosa aptitud que Edgard Poe<br />

poseía para el estudio de los distintos géneros de locura, hubiese encontrado un buen<br />

tipo en nuestro capitán.<br />

-Desgraciadamente- prosiguió éste,-no habiendo conseguido encontrar a Edgard Poe,<br />

me era imposible hablar con él<br />

Arthur Gordón Pym. Este, atrevido explorador de las tierras antárticas había muerto; y<br />

como el poeta americano declaraba al final de la relación de sus aventuras, esta muerte<br />

era ya conocida del público gracias a las comunicaciones de la prensa diaria.<br />

Lo que decía el capitán Len Guy era verdad; pero, de acuerdo con todos los lectores<br />

de la novela, yo pensaba que tal declaración no era más que un artificio del novelista.<br />

En mi opinión, no pudiendo o no atreviéndose a dar desenlace a tan extraordinaria obra<br />

imaginativa, el autor daba a entender que los tres últimos capítulos no le habían sido<br />

entregados por Arthur Pym, el cual había terminado su existencia en circunstancias<br />

repentinas y deplorables, que el antor no daba a conocer.<br />

-Así, pues- continuó el capitán Len Guy,- ausente Edgard Poe y muerto Arthur Pym,<br />

no me quedaba más que un recurso: encontrar al hombre que había sido el compañero<br />

de viaje de Arthur Pym, ese Dirk Peters, que le había seguido hasta el último punto de<br />

las altas latitudes, de donde ambos habían vuelto... ¿Cómo?... Se ignora. Arthur Pym y<br />

Dirk Peters, ¿habían regresado juntos?<br />

La relación no lo explica; allí hay puntos obscuros. Sin embargo, Edgard Poe<br />

declaraba que Dirk Peters podía dar algunas noticias relativas a los capítulos no<br />

comunicados, y que residía en Illinois. Partí en seguida para Illinois, llegué a<br />

Springfield; me informé de aquel hombre, que era un mestizo de origen indio. Habitaba<br />

la aldea de Vandalia... Fui allá...<br />

- ¿Y no estaba?- no pude menos de responder sonriendo.<br />

-Segunda decepción: no estaba... Desde hacía algunos años aquel Dirk Peters había<br />

abandonado a Illinois, y hasta a los Estados Unidos..., para ir... no se sabía dónde. Pero<br />

yo he hablado en Vandalia con gentes que le habían conocido, entre los que había<br />

vivido últimamente, a los que había contado sus aventuras, sin haberse jamás explicado<br />

sobre el desenlace, el secreto del cual posee él únicamente.<br />

¡Cómo!... ¿Aquel Dirk: Peters había existido? ¿Existía aun? ¡Estuve a punto de dar<br />

crédito a las afirmaciones del capitán de la Halbrane! Sí... Un momento más y yo me<br />

embarullaba también.<br />

He aquí, pues, la absurda historia que ocupaba el cerebro del capitán Len Guy y el<br />

trastorno intelectual a que había llegado. Se figuraba haber hecho aquel viaje a Illinois,<br />

haber visto en Vandalia a gente que había conocido a Dirk Peters. No dudaba yo que el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!