Allau emigratoria® - Fundació Càtedra Iberoamericana - Universitat ...

joan buades crespí
No sabem quin ressò va tenir entre els mallorquins aspirants a emigrar a l’Argentina aquest
comunicat sobre el tractament que rebien al país sudamericà els immigrants procedents de
l’Estat espanyol, que Lledó va lliurar als diferents diaris de Palma per a la seva publicació, el
cert és que en ple estiu i primeres setmanes de la tardor es produïren els quatre embarcaments
que més emigrants mobilitzaren: concretament s’efectuaren els dies 30 de juliol, 13 d’agost, 5 de
setembre i 3 d’octubre. Les dues primeres expedicions varen tenir com a destinació l’Argentina
i les altres, Xile. Calculam que foren al voltant d’un miler el contingent de mallorquins que varen
emprendre el camí de Barcelona en aquestes esmentades partides i tanta va ser l’expectació suscitada
al moll a causa de la multitud de gent que es reuní per acomiadar-se dels emigrants que
tots els periòdics de ciutat dedicaren extenses i commovedores cròniques a l’esdeveniment.
La primera de les quatre partides d’illencs va ser descrita pel Diario de Palma del 31 de
juliol de la següent manera:
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“Triste, muy triste por cierto fue el espectáculo que ofreció ayer tarde
en el muelle el embarque de numerosas familias que emigran a Buenos Aires.
Fue tal la aglomeración de personas y carruajes en la plazoleta junto a la cual
estaba atracado el vapor que debía salir para Barcelona, que se hacía casi
imposible el transito por ella. No fue menos numeroso el gentío que se reunió
dentro del susodicho vapor, entre emigrantes y amigos suyos que fueron a despedirlos.
Como es natural, produjéronse allí escenas conmovedoras, así que el
buque emprendió la marcha. Las famílias que se embarcaban eran en su mayoría
de Manacor y de Pollensa, y había también algunos de esta ciudad. Una de
estas últimas se componía de 21 individuos.”
De bell nou els veïns de Manacor i Pollença constituïen el gruix de la remesa d’emigrants.
Per aquestes dates era tan considerable el flux de pollencins que s’adreçaven a Amèrica que
en la sessió del consistori celebrada el 30 de juliol, les autoritats municipals acordaren suspendre
la part lúdica de la Festa de la Patrona del 2 d’agost com a mostra de solidaritat i de
dol amb els habitants de la localitat que es veien obligats a emigrar per raons econòmiques 82 .
Amb el títol La salida del vapor Isleño, el diari La Almudaina del 14 d’agost va oferir als
seus lectors una de les millors narracions sobre els fets que tingueren lloc al port de Palma
arran d’una de les multitudinàries sortides d’emigrants. L’article feia referència a l’embarcament
esdevingut el 13 d’agost:
“El hecho que presenció ayer esta población, es de los que no pueden pasar
en silencio, es de los que no deben sepultarse en la indiferencia ni en el olvido.
La salida del vapor Isleño atrajo tal concurrencia a la esplanada de la
consigna, que a las cuatro de la tarde era difícil transitar desembarazadamente
por la plazoleta.
82 Llibre d’Actes de l’Ajuntament de Pollença. Arxiu Municipal de Pollença.
1889: L’allau emigratòria de mallorquins a l’argentina i xile
Cualquiera diría que era una fiesta lo que iban a presenciar tantos
curiosos. Nada de esto era la despedida de algunos centenares de emigrantes
que se dirigen a la América del Sur.
La empresa se vio en la necesidad de adoptar el buen acuerdo de no permitir
la entrada en el buque, más que a los pasajeros o a los que conducian equipajes,
pues de otro modo hubiera sido peligrosa la aglomeración a bordo del Isleño.
Innumerables eran los corrillos, triste el espectáculo. En una parte los
sollozos de la despedida, en otra la risotada del indiferente, más lejos los comentarios
de la indignación. Es imposible poder formar idea de aquella baraunda de
diálogos, de opiniones, de censuras, de quejas y de esperanza descabelladas.
Y lo que más sorprende a las personas reflexivas, cada vez que se
repiten las escenas de ayer, no es todavía el número, ya alarmante, de los emigrados,
no es la clase de sus oficios o profesiones, no son los motivos que los
inducen a tomar tan extrema e irreparable resolución, sino la ceguedad lastimosa
y el desconocimiento absoluto, brutal, (si de este modo vale expresarse),
con que se abandonan a los riesgos de tan aventuradas expediciones.
Daba pena oirlo, en todos los grupos. Pobres campesinos, sin ideas de
las distancias geográficas más elementales; ignorantes jornaleros sin noción ni
del clima ni de las costumbres, de otros pueblos más allá de una legua del suyo,
artesanos de esta ciudad sobornados por las sugestiones más capciosas, marchándose
en tropel, no menos desconocedores del viaje y de sus consecuencias
que los primeros tripulantes de las carabelas de Colon; pobre rebaño, en una
palabra, reclutado en las filas de la ignorancia o de la miseria.
Como detalle final, citaremos uno de los que impresionan hondamente en
tales momentos. Entre la multitud de emigrantes, hallábase un pobre gaitero mallorquín,
que con su gaita y su tamboril al hombro por todo equipaje y con sus nueve
hijos, el mayor de diez años, por acompañamiento, se disponía a embarcarse, cuando
se le ocurrió la idea touchante de despedirse al son de aquellos instrumentos
pastoriles, en que tocó por largo rato los aires más genuinos de la tierra.
Los advenedizos que en todo encuentran materia de distracción, rodearon
al rústico artista; pero muchos más fueron los que se retiraron taciturnos,
naturalmente impresionados por la extraña e inesperada música....”
Tan encertat fou el quadre exposat a les pàgines de La Almudaina que el setmanari El
Manacorense, publicació d’un dels municipis que més patia la febre de la emigració entre els
seus habitants, va reproduir textualmente aquest article en el seu núm. 3 del 17 d’agost pregant
la seva lectura als subscriptors.
El diari ultraconservador El Áncora des de l’òptica del més integrista catolicisme, en el
seu relat de la partida va sol·licitar la protecció divina per aquest col·lectiu d’emigrants: “Que
Dios nuestro Señor ampare y proteja a esas víctimas del hambre y de la miseria, y que la reina
de Mallorca, la Virgen de Lluch, guarde bajo su manto las almas de tantos hijos suyos.” 83
83 El Áncora, 14 d’agost 1889.
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