Campos de Nijar, 30 años después - Bibliotecas Públicas

ted se cree que se puede comer con eso?- la que contesta es la hija del
anciano.
-¿Le oís? -pregunta nuestra profesora, Marisa-, 750 pesetas y está
tres o cuatro días haciéndolo.
La mujer sigue hablando:
-Y el esparto lo tié que comprar. Antes iba él a buscarlo al monte. Lo
que pasa es que no puede estar parado. Mire usted, se entretiene.
-Entonces, ¿usted cree que se va a acabar el trabajar el esparto?
-Si, si, si -responde el señor Eugenio-. Si eso lo hago yo porque no
hago ná, por matar el tiempo.
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