07.05.2013 Views

Campos de Nijar, 30 años después - Bibliotecas Públicas

Campos de Nijar, 30 años después - Bibliotecas Públicas

Campos de Nijar, 30 años después - Bibliotecas Públicas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

De repente, al frente, se abren las montañas, y tras una curva, vemos el<br />

<strong>de</strong>solado panorama <strong>de</strong> una llanura aridisima y sin árboles. Y, a lo lejos. el mar.<br />

Cruzamos varios puentes, pero por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> ellos no corre el agua, só-<br />

lo tierra que el viento arrastra sobre las grietas <strong>de</strong> la misma tierra.<br />

Una curva más, y el autobús se <strong>de</strong>tiene.<br />

Hemos llegado a un pueblo abandonado, que en una época fue habita-<br />

do por los mineros. Las calles son iguales, con las mismas casas, <strong>de</strong> una<br />

sola planta, con las ventanas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra rotas. En un extremo una escuela<br />

medio <strong>de</strong>rruida.<br />

Alli nos espera nuestro monitor, Ángel, para subir a ver la mina.<br />

Subimos una cuesta y llegamos cerca <strong>de</strong> la boca. Un letrero colocado<br />

en un tronco atravesado avisa: "No pasar. Zona en <strong>de</strong>rrumbamiento". Nos<br />

quedamos un momento pensando si <strong>de</strong>bemos pasar. Por fin, esperando<br />

que no pasase nada, saltamos el robusto tronco.<br />

Vemos unos muros altos y circulares. Creemos que ahi hay agua. Luego<br />

lo po<strong>de</strong>mos confirmar al ir subiendo una larga escalinata. Son como inmen-<br />

sas bañeras, perfectamente circulares. Hay seis o siete y están numeradas:<br />

Al llegar arriba se nos acerca un geólogo llamado Santiago Ramón. El<br />

nos cuenta por qué se cerró la mina y su historia.<br />

Todos tenemos una sed increíble.<br />

A lo lejos vemos una construcción, toda <strong>de</strong> color naranja. Nos vamos<br />

acercando. Según nos acercamos, más carteles nos dicen que no pasemos.<br />

El terreno se va haciendo más pedregoso. Llegamos a un sitio don<strong>de</strong> se ve<br />

una nave larga. Otro tronco impi<strong>de</strong> el paso. No hacemos caso y pasamos.<br />

Nada más entrar se ven cuatro piscinas gigantescas. No llegaba a observar-<br />

se lo que habia <strong>de</strong>ntro. Entonces. subimos por unas escaleras medio <strong>de</strong>-<br />

rrumbadas. Y llegamos a lo más alto; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí se veia todo: eran como<br />

unos pisos que no hubiesen acabado y ahora estuviesen abandonados.<br />

Cuando nos <strong>de</strong>cidimos a bajar, la barandilla estaba caída y oxidada. Todo<br />

aquello tenía un aspecto fantasmal.<br />

Bajamos todos, según hemos dicho, con mucha sed y al llegar abajo<br />

nos dieron agua.<br />

Subimos a los autocares que nos llevaron hasta Las Negras. Alli nos es-<br />

perarian hasta que volviésemos <strong>de</strong> la marcha al pueblo abandonado. Antes,<br />

nos dieron la comida y nos <strong>de</strong>jaron tiempo libre.<br />

La marcha fue un poco larga, y casi todo subida. A<strong>de</strong>más. estaba el<br />

viento <strong>de</strong> levante <strong>de</strong> cara y sobre todo, el cansancio, mucho cansancio. Era<br />

como <strong>de</strong>safiarte a uno mismo y luego, como recompensa, pegarte un baño<br />

en una playa salvaje.<br />

Salimos por grupos. Cada grupo llevaba, para merendar luego en la<br />

playa tres barras <strong>de</strong> pan, una lata gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> sardinas y una sandía.<br />

La primera parte <strong>de</strong>l camino fue horrorosa, ya que todo eran piedras y<br />

piedras y más piedras.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!