08.05.2013 Views

7 Glorificación de Jesús y María - Revelaciones Marianas

7 Glorificación de Jesús y María - Revelaciones Marianas

7 Glorificación de Jesús y María - Revelaciones Marianas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

llamar aquí para verlo otra vez. ¿Qué piensas tú? Es el Hijo <strong>de</strong> Dios, resucitado. ¡Ya es mucho el que se haya mostrado a<br />

nosotras, pobres mujeres! Está con su Madre y las discípulas y los apóstoles. No. Sí...<br />

Vencen las pru<strong>de</strong>ntes y el grupo se aleja.<br />

<strong>Jesús</strong>, entretanto, ha entrado con sus apóstoles en el Cenáculo. Los observa. Sonríe. Ellos, antes <strong>de</strong> entrar en casa, se<br />

han quitado las prendas que cubrían como vendas sus cabezas y se las han puesto como impone el uso normal. Las moraduras,<br />

por tanto, no se ven. Se sientan, cansados y silenciosos; más afligidos que cansados.<br />

-Habéis tardado - dice <strong>Jesús</strong> con dulzura.<br />

Silencio.<br />

-¿No me <strong>de</strong>cís nada? ¡Hablad! Soy <strong>Jesús</strong> también ahora. ¡Ya ha cedido vuestra intrepi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> hoy?<br />

-¡Oh, Maestro! ¡Señor! - grita Pedro cayendo <strong>de</strong> rodillas a los pies <strong>de</strong> <strong>Jesús</strong> - No ha cedido nuestra intrepi<strong>de</strong>z. Pero nos<br />

abate el constatar el daño que hemos causado a tu Fe. ¡Estamos machacados!<br />

-Muere el orgullo, nace la humildad. Surge el conocimiento, crece el amor. No temáis. Estáis haciéndoos apóstoles<br />

ahora. Esto es lo que Yo quería.<br />

-¡Pero no vamos a po<strong>de</strong>r hacer ya nada! ¡El pueblo, y tiene razón, se burla <strong>de</strong> nosotros! Hemos <strong>de</strong>struido tu obra.<br />

¡Hemos <strong>de</strong>struido tu Iglesia!<br />

Están llenos <strong>de</strong> angustia. Gritan, gesticulan...<br />

<strong>Jesús</strong> está majestuosamente sereno. Dice, ayudando a sus palabras con el gesto: -¡Tened paz! Ni el infierno<br />

<strong>de</strong>struirá mi Iglesia. No hará perecer el edificio la inestabilidad <strong>de</strong> una piedra aún no bien asegurada. ¡Tened paz! Haréis, haréis<br />

cosas bien hechas, porque ahora os conocéis humil<strong>de</strong>mente en vuestra verda<strong>de</strong>ra realidad, porque ahora poseéis una gran<br />

sabiduría: la <strong>de</strong> saber que todo acto tiene muy vastas repercusiones, a veces imborrables, y que quien está arriba -recordad lo<br />

que dije <strong>de</strong> la luz, que <strong>de</strong>be ponerse en un lugar alto para que sea vista, pero, precisamente porque todos la ven, <strong>de</strong>be tener una<br />

llama pura-, que quien está arriba, más que quien no lo está, tiene el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> ser perfecto. ¿Veis, hijos míos? Lo que, si lo hace<br />

un fiel, pasa <strong>de</strong>sapercibido o es excusable no pasa <strong>de</strong>sapercibido y severo es el juicio <strong>de</strong>l pueblo si lo hace un sacerdote. Pero<br />

vuestro futuro borrará vuestro pasado. No os he dicho nada en el Gólgota, sino que he <strong>de</strong>jado que el mundo hablara. Yo os<br />

consuelo. ¡Ánimo, no lloréis! Comed y bebed ahora, y <strong>de</strong>jad que os cure, así.<br />

Toca levemente las cabezas heridas. Luego dice:<br />

-Pero conviene que os alejéis <strong>de</strong> aquí. Por eso he dicho: "Id, orantes, al Tabor". Podréis estar en los pueblos cercanos y<br />

subir a cada amanecer a esperarme.<br />

-Señor, el mundo no cree que hayas resucitado - dice en tono bajo Judas Ta<strong>de</strong>o.<br />

-Convenceré al mundo. Os ayudaré a vencer al mundo. Vosotros sedme fieles. No pido más. Y ben<strong>de</strong>cid a quien os<br />

humilla, porque os santifica.<br />

Parte el pan, lo divi<strong>de</strong> en partes, lo ofrece y distribuye:<br />

-Éste es mi viático para los que os marcháis. Allí he preparado ya el alimento para mis peregrinos. Haced también esto<br />

en el futuro con aquellos <strong>de</strong> entre vosotros que se pongan en viaje. Sed paternos con todos los fieles. Todo lo que Yo hago, o<br />

hago que hagáis, hacedlo vosotros también. También el ir al Calvario, meditando y moviendo a meditar en la vía dolorosa,<br />

hacedlo en el futuro. ¡Contemplad! Contemplad mi dolor. Porque por él, no por la presente gloria, os he salvado. Allí está Lázaro<br />

con sus hermanas. Han venido a saludar a mi Madre. Id vosotros también, porque mi Madre se va a marchar pronto en el carro<br />

<strong>de</strong> Lázaro. La paz a vosotros.<br />

Se levanta y, rápidamente, sale.<br />

-¡Señor! ¡Señor! - grita Andrés.<br />

-¿Qué quieres, hermano? - le pregunta Pedro.<br />

-Quería pedirle muchas cosas. Hablarle <strong>de</strong> los que pi<strong>de</strong>n curaciones... ¡No sé! ¡Cuando está en medio <strong>de</strong> nosotros ya no<br />

sabemos <strong>de</strong>cir nada! - y sale corriendo en busca <strong>de</strong>l Señor.<br />

-¡Es verdad! ¡Estamos como <strong>de</strong>smemoriados! - convienen en ello todos.<br />

-¡Pues es muy bueno con nosotros! ¡Nos ha llamado "hijos" con una dulzura tal, que me ha abierto el corazón! -<br />

exclama Santiago <strong>de</strong> Alfeo.<br />

-¡Pero es tan... Dios, ahora!... Tiemblo cuando lo tengo cerca, como si estuviera junto al Santo <strong>de</strong> los Santos - dice Judas<br />

Ta<strong>de</strong>o.<br />

Vuelve Andrés:<br />

-Ya no está. El espacio, el tiempo, las pare<strong>de</strong>s, están bajo su dominio.<br />

-¡Es Dios! ¡Es Dios! - dicen todos, y permanecen en actitud <strong>de</strong> gran veneración...<br />

632<br />

Apariciones a varias personas en distintos lugares.<br />

I. A la madre <strong>de</strong> Analía.<br />

Elisa, la madre <strong>de</strong> Analía, llora <strong>de</strong>sconsoladamente en su casa, cerrada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un cuarto <strong>de</strong> reducidas dimensiones,<br />

don<strong>de</strong> hay una cama pequeña sin cobertores, que quizás es la <strong>de</strong> Analía. Tiene la cabeza relajada sobre los brazos, <strong>de</strong>smayados a<br />

su vez, extendidos sobre la cama como para abrazarla por entero. El cuerpo pesa, <strong>de</strong>sfallecido, sobre las rodillas. Lo único<br />

vigoroso es su llanto.<br />

Poca luz entra por la ventana abierta. El día ha renacido hace poco. Pero una luz viva brilla cuando entra <strong>Jesús</strong>.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!