NOTAS SOBRE 1 CORINTIOS, Sept. 2004.pdf - Bill H. Reeves
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1:27).<br />
Los ver. 27,28 presentan estos tres juegos de<br />
contrastes: lo necio -- lo sabio; lo débil -- lo fuerte;<br />
lo vil, menospreciado y que no es, por una parte --<br />
y lo que es por otra. Es Dios quien escogió las<br />
primeras cosas para avergonzar y deshacer las<br />
segundas, las que son del hombre rebelde.<br />
Es evidente que el evangelio no es de origen<br />
humano, pues sus valores son del todo rechazados<br />
por los más sabios e inteligentes y poderosos de<br />
los hombres. En cambio, los mitos, las idolatrías,<br />
las llamadas ciencias, y demás creaciones de la<br />
mente considerada sabia, siempre se conforman al<br />
pensar de la intelectualidad del mundo.<br />
Considérese Mat. 11:25,26<br />
1:29 -- a fin de que nadie se jacte en su<br />
presencia -- Aquí Pablo expresa la gran conclusión<br />
del asunto (ver. 26-28).<br />
Es buena la versión P.B. que dice, “de manera<br />
que no se gloríe carne alguna delante de Dios”. La<br />
H.A. y la ASV. dicen, “para que ninguna carne se<br />
gloríe delante de Dios”. Así se expresa el texto<br />
griego.<br />
El hombre tiende a gloriarse en ciertas<br />
personas (3:21), según los conceptos humanos de<br />
la grandeza y fama. Esto fue un problema en la<br />
iglesia en Corinto. Pero Dios había escogido lo<br />
que para el hombre carnal es menospreciado y sin<br />
valor, y como resultado, no le queda al hombre<br />
nada en que él pueda gloriarse delante de Dios.<br />
Como dijo Pablo, “por la gracia de Dios soy lo que<br />
soy” (15:10).<br />
Es una tendencia humana regocijarnos más<br />
cuando una persona de importancia se convierte<br />
que cuando lo hace una de ninguna importancia<br />
(en la vista humana). Pero las dos personas están<br />
en Cristo, no por nada de sus propios méritos, sino<br />
solamente por la gracia y obra de Dios. Dice<br />
Pablo, “por gracias sois salvos por medio de la fe;<br />
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por<br />
obras, para que nadie se gloríe” (Efes. 2:8,9), y<br />
“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros<br />
hubiéramos hecho, sino por su misericordia” (Tito<br />
3:5), y “.. para que la excelencia del poder sea de<br />
Dios, y no de nosotros” (2 Cor. 4:7).<br />
1:30 -- Mas por él estáis vosotros en Cristo<br />
Jesús -- El texto griego dice, “de él” (y así dicen las<br />
versiones ASV., NVI., P.B., V.M., B.J.). Se trata de<br />
la fuente de la salvación en Cristo Jesús. El hombre<br />
no puede gloriarse absolutamente nada, porque el<br />
hecho de estar salvo el hombre (cristiano) procede<br />
de Dios y de la sabiduría y del poder de él.<br />
La sabiduría y el poder humanos no han<br />
tenido nada que ver con la salvación eterna. A<br />
Dios sea toda la gloria y las gracias nuestras (Efes.<br />
1:3-14; 2:8-10; 3:8-12,21; Rom. 11:33-36). Al hombre<br />
para ser salvo le toca solamente obedecer los<br />
15<br />
términos de este evangelio de la gracia de Dios<br />
(Hech. 20:24). O lo obedece (Mar. 16:15,16; Heb.<br />
5:9), o no lo obedece (2 Tes. 1:8); no le queda más<br />
en el asunto.<br />
-- el cual nos ha sido hecho por Dios<br />
sabiduría -- Procedente de Dios, o de parte de<br />
Dios, Cristo fue hecho sabiduría. Véase ver. 24.<br />
La sabiduría arriba tratada (18-29), que es de los<br />
hombres, no logra nada en cuanto al plan de<br />
salvación (ver. 21), pero sí entra la sabiduría, pero<br />
es solamente ¡la que procede de Dios!<br />
La frase “nos ha sido hecho” significa que<br />
Jesucristo fue hecho el medio por el cual el hombre<br />
alcanza la sabiduría que es de Dios; es decir, es el<br />
medio o la causa de nuestra justificación,<br />
santificación y redención. Jesucristo es el agente<br />
divino de parte de Dios para estas cuatro cosas (o<br />
de las tres que representan a la primera). Pablo<br />
emplea la figura de retórica en que la causa es<br />
puesta por el efecto. Véase Rom. 5:17.<br />
Considérense Efes. 1:7; Heb. 10:4,29.<br />
Las tres frases que siguen están en aposición a<br />
esta sabiduría de parte de Dios; es decir, esta<br />
última consiste en aquéllas.<br />
-- justificación, santificación y redención --<br />
La justificación es el estado legal en que el<br />
cristiano puede estar delante de Dios sin pecado,<br />
porque Dios le perdonó en base a la muerte de<br />
Jesús. El cristiano, hombre perdonado, es hombre<br />
en realidad justo; pues no tiene pecado (1 Juan<br />
3:7). Véase Nota abajo. ¡Qué sabiduría! Dios es<br />
justo, y por eso no puede ignorar el pecado que<br />
merece la muerte (Rom. 6:23). Pero Dios también<br />
es misericordioso, no queriendo que nadie perezca<br />
(2 Ped. 3:9). ¿Qué puede hacer, pues, para salvar a<br />
sus criaturas pecadoras y al mismo tiempo<br />
mantener su justicia? ¡He aquí la sabiduría de<br />
Dios! Envió a su propio hijo a que muriera por los<br />
pecadores, redimiéndolos (Mat. 20:28; Efes. 1:7).<br />
De esta manera Dios es justo, y a la vez, el<br />
justificador del que tiene fe en Cristo Jesús (Rom.<br />
3:26).<br />
La santificación es la separación del pecador<br />
del pecado para ahora vivir apartadamente en el<br />
camino del Señor. Dios le separa del pecado por<br />
medio de perdonarle en Cristo. El cristiano, pues,<br />
es una persona que ha muerto al pecado (ya está<br />
separado de él), Rom. 6:1-11.<br />
La redención especifica el acto de Dios de<br />
libertar al esclavo del pecado, pagando el precio<br />
de rescate (Rom. 6:17,18; Mat. 20:28). El cristiano<br />
ha sido comprado a precio de la sangre de Cristo<br />
(1 Cor. 6:20; 2 Ped. 2:11; Apoc. 5:9).<br />
Nota -- Según el calvinismo el cristiano en<br />
realidad no es hombre justo, sino que Dios nada<br />
más le declara justo, porque en realidad todavía<br />
tiene una naturaleza depravada con que nació (el<br />
llamado pecado original). Muchos calvinistas (y<br />
hasta hermanos en la fe, neocalvinistas) citan este