NOTAS SOBRE 1 CORINTIOS, Sept. 2004.pdf - Bill H. Reeves
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lugar de a Dios (compárese 1 Sam. 2:29). ¿Era<br />
miembro muy rico, o influyente en la iglesia? No<br />
sabemos, pero la iglesia, en su actitud carnal y en<br />
su rechazo de disciplina señalada, no amaba a<br />
aquel hermano perdido, ni a Dios por no llevar a<br />
cabo su voluntad. Animar al hermano pecador (en<br />
lugar de disciplinarle) tiene el efecto de<br />
solidificarle en su pecado y asegurar su<br />
condenación eterna. ¿Hay amor en tal<br />
procedimiento?<br />
Tanto la fornicación, como el rechazar<br />
disciplinar bíblicamente, son pecados. Ni el uno ni<br />
el otro permite que exista la comunión con Dios,<br />
quien es luz, sin tinieblas algunas (1 Jn. 1:5).<br />
La disciplina bíblica siempre se ejecuta con<br />
motivación de lamentación y no de venganza ni de<br />
sencillamente causar pena.<br />
Con todo y que nos duela, hay que “quitar de<br />
en medio”; hay que “quitar a ese perverso” (ver.<br />
13).<br />
5:3 -- Ciertamente yo, como ausente en<br />
cuerpo, pero presente en espíritu, ya como<br />
presente he juzgado al que tal cosa ha hecho --<br />
Pablo, aunque lejos de Corinto (en Efeso, en<br />
cuanto al cuerpo), ya había llegado a la decisión<br />
(en su espíritu) de aplicarle al hermano pecador la<br />
disciplina de excomunión, y al mostrar con estas<br />
palabras su actitud hacia el asunto, instruía a los<br />
corintios sobre cuál era el deber de ellos con<br />
respecto a él.<br />
El pronombre “yo” es enfático, y subraya la<br />
diferencia entre la decisión inmediata y definitiva<br />
de Pablo y la indiferencia y arrogancia de los<br />
corintios. La palabra escrita de este apóstol<br />
inspirado valía tanto como alguna palabra de él en<br />
persona. El caso era bien conocido; no había por<br />
qué demorar la acción disciplinaria. Pablo ya le<br />
había juzgado; ahora restaba que la iglesia actuara<br />
de una buena vez, llevando a cabo el mandato de<br />
los dos versículos siguientes. He aquí la solución<br />
para el problema.<br />
Véase 4:5, comentarios. No hay ninguna<br />
contradicción entre el juzgar de este caso aquí, que<br />
es uno de hechos cometidos y sabidos por el<br />
público, y el juzgar de 4:5, que tenía que ver con<br />
juzgar la validez del evangelista en base a la<br />
sabiduría humana. El juzgar de 4:5 es uno que<br />
pertenece solamente al Señor (ver. 4,5).<br />
5:4 -- En el nombre de nuestro Señor<br />
Jesucristo -- Por la autoridad de Cristo la iglesia se<br />
reuniría para la acción de excomunión.<br />
-- reunidos vosotros y mi espíritu -- El acto de<br />
excomunión ha de ser uno de toda la congregación<br />
colectivamente. Para esto es necesario que la<br />
iglesia esté en asamblea. Nótese 2 Cor. 2:6.<br />
-- con el poder de nuestro Señor Jesucristo --<br />
La iglesia en Corinto, al excomulgar al hermano<br />
pecador, estaría actuando en conformidad a la<br />
voluntad y autoridad de Cristo, y según el poder<br />
de él. Hay poder divino detrás de la excomunión<br />
ejercitada bíblicamente. Seguramente no es un<br />
mero acto presuntuoso de unas cuantas personas,<br />
39<br />
llevado a cabo unilateralmente. Es un ejercicio del<br />
poder de Cristo por medio de su iglesia fiel.<br />
5:5 -- el tal sea entregado a Satanás -- Hay<br />
solamente dos reinos: el de Cristo, y el de Satanás<br />
(Col. 1:13; Efes. 6:12; 1 Jn. 5:19). Dado que este<br />
hermano pecador en Corinto traía reproche sobre<br />
la iglesia, o reino, de Cristo, tuvo que ser<br />
expulsado del reino de Cristo y entregado al de<br />
Satanás, cuya voluntad hacía al andar en la<br />
fornicación. No se puede servir a dos señores o<br />
amos al mismo tiempo (Mat. 6:24). Siendo la<br />
persona privada de la comunión en el reino de<br />
Cristo, es devuelta a la potestad de las tinieblas<br />
(Col. 1:13).<br />
Algunos entienden que la frase “entregar a<br />
Satanás” significa permitir que Satanás aflija a la<br />
persona entregada, hasta matarle, pero tal<br />
interpretación no me parece que tenga mérito. Si<br />
el profesado cristiano persiste en pecar, que sea<br />
quitado de entre los demás cristianos de la<br />
congregación (ver. 13) y entregado al mundo de<br />
pecado (que es el reino de Satanás) con el cual el<br />
pecador quiere identificarse, al persistir en el<br />
pecado.<br />
Compárese 1 Tim. 1:20.<br />
--para destrucción de la carne -- Algunos<br />
entienden que esta frase significa que Satanás<br />
mataría al individuo, y citan el caso de Hech. 5:11.<br />
Pero Satanás no mató a Ananías y a Safira, ni<br />
obraba Pedro en el servicio de Satanás al<br />
pronunciar las palabras de los ver. 3,4,9.<br />
1 Tim. 1:20 emplea la frase “entregar a<br />
Satanás”, pero es evidente que Himeneo y<br />
Alejandro no fueron muertos, porque esa entrega<br />
fue para que aprendieran cierta cosa.<br />
La frase “destrucción de la carne” debe<br />
significar la pérdida de bienestar de la vida en la<br />
carne, tal como se presenta el caso del pecador sin<br />
Cristo en Rom. 1:24-27, en particular el ver. 27. El<br />
hombre entregado a sus pecados se destruye a sí<br />
mismo. Considérense Prov. 5:1-11,22; 2 Crón.<br />
24:20; Jer. 17:10; Oseas 9:9; Miqueas 3:4.<br />
Pero a veces resulta que cuando el hombre<br />
pecador considera los frutos mortíferos de sus<br />
pecados, se arrepiente (Luc. 15:13-21; Ezeq.<br />
18:27,28).<br />
La excomunión tiene en parte el propósito de<br />
causar que el hermano excomulgado sienta la<br />
vergüenza de haber sido apartado de la comunión<br />
de los santos. Ahora los hermanos fieles ni comen<br />
con él socialmente. El comienza a sentir las<br />
consecuencias dolorosas de sus pecados. Esto<br />
tiende a hacerlo que se humille, y la humildad es<br />
el primer paso hacia la restauración. Esto es el<br />
significado de la frase “destrucción de la carne”.<br />
Según 2 Cor. 2:7, “consumido de demasiada<br />
tristeza”.<br />
-- a fin de que el espíritu sea salvo -- El<br />
propósito principal de la excomunión, la disciplina<br />
congregacional, es la salvación eterna del alma del<br />
hermano que ha caído en el error. Ahora, si la<br />
frase “destrucción de la carne” significara la<br />
muerte trágica, infligida por el Diablo en la