10.05.2013 Views

NOTAS SOBRE 1 CORINTIOS, Sept. 2004.pdf - Bill H. Reeves

NOTAS SOBRE 1 CORINTIOS, Sept. 2004.pdf - Bill H. Reeves

NOTAS SOBRE 1 CORINTIOS, Sept. 2004.pdf - Bill H. Reeves

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

al mundo, ni es del papel de los ángeles, revelar<br />

(saber para comunicar) dicha información.<br />

Notemos Oseas 8:4, “Ellos establecieron reyes,<br />

pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes,<br />

más yo no lo supe”. Vemos el paralelismo hebreo:<br />

a saber, dos maneras de decir la misma cosa.<br />

“Establecer reyes” equivale a “constituir<br />

príncipes”; “no escogidos por mí” equivale a “no<br />

lo supe”. El punto no es que Dios no supiera todas<br />

las cosas, que no supiera lo que ellos harían al<br />

establecer reyes, sino que Dios no autorizó tal<br />

cosa, no reveló tal cosa. Dios no escogió a esos<br />

reyes o príncipes; no lo reveló o autorizó.<br />

Este sentido de “saber” se ve en Juan 14:7:<br />

conocer a Cristo es descubrir a Dios.<br />

2:3 -- Y estuve entre vosotros con debilidad, y<br />

mucho temor y temblor -- Como su manera de<br />

predicar no fue con excelencia de presentación<br />

para impresionar y convencer a la gente, tampoco<br />

lo fue su presentación personal, para impresionar<br />

con arrogancia y orgullo, como lo haría cualquier<br />

filósofo. Al contrario, los corintios que<br />

obedecieron a Cristo no lo hicieron en base a la<br />

persona fotogénica de Pablo. Considérese 2 Cor.<br />

10:10.<br />

Pablo tuvo razones por qué temer en Corinto.<br />

Como hombre humilde Pablo pensaba en lo<br />

insuficiente que era en sí mismo (2 Cor. 3:5), y tal<br />

vez temía que no tendría éxito en su misión en<br />

Corinto. Pero, Dios habló a Pablo en una visión de<br />

noche, diciéndole: “No temas, sino habla, y no<br />

calles, porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá<br />

sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo<br />

mucho pueblo en esta ciudad” (Hech. 18:9,10).<br />

Pablo en este versículo hace referencia más bien a<br />

su estado mental, que a su estado físico. El sabía<br />

que cualquier éxito que tuviera en Corinto no se<br />

debería a su propia fuerza. Aquí expresa su<br />

desconfianza en la fuerza humana.<br />

2:4 -- y ni mi palabra ni mi predicación fue<br />

con palabras persuasivas de humana sabiduría,<br />

sino con demostración del Espíritu y de poder --<br />

La verdad del evangelio nunca depende de la<br />

eficacia de la presentación. Compárense Col. 2:4;<br />

Rom. 16:18; Gál. 1:10. La verdad de por sí<br />

persuade, pero la fuerza de la persuasión no está<br />

en el estilo (persuasivo) de la presentación, sino en<br />

la substancia de la verdad misma que es<br />

predicada, y en la confirmación milagrosa de ella<br />

que el Espíritu Santo proporcionaba en el siglo<br />

primero (Mar. 16:20; Heb. 2:3,4). En Corinto Pablo<br />

obró milagros (Hech. 19:11,12; 2 Cor. 12:12), y<br />

también impartió dones milagrosos (capítulo<br />

12,13,14). Los hermanos corintios habían sido<br />

testigos de la gran diferencia en la predicación de<br />

Pablo y la presentación de filosofía de los filósofos.<br />

El valor verdadero del evangelio fue demostrado<br />

17<br />

milagrosamente. Los hermanos en Corinto sabían<br />

que no era el hombre sino Dios quien estaba detrás<br />

del mensaje.<br />

Una vez confirmado el mensaje<br />

milagrosamente, no es necesario que continúen los<br />

milagrosos confirmadores. Siempre será mensaje<br />

comprobado y poderoso.<br />

2:5 -- para que -- Ahora Pablo introduce el<br />

propósito de haber llegado a Corinto con un<br />

mensaje atestiguado por el poder de Dios, en lugar<br />

de llegar con alguna sabiduría humana<br />

elegantemente presentada y con persona<br />

persuasiva. Fue con el propósito que sigue:<br />

-- vuestra fe no esté fundada en la sabiduría<br />

de los hombres, sino en el poder de Dios. -- La fe<br />

aquí referida es la fe subjetiva, (la creencia de la<br />

persona), no objetiva (el evangelio). La fe de los<br />

corintios tenía una base firme; a saber, el mismo<br />

poder de Dios, base estable y que no cambia<br />

(mientras que las teorías de los hombres sufren<br />

contradicciones y cambios continuos, siendo abandonadas<br />

algunas mientras se reciben otras).<br />

La fe del cristiano hoy en día sigue fundada<br />

en ese poder que ampliamente confirmó el<br />

mensaje en el siglo primero. La ciencia humana no<br />

tiene nada que ver con la autenticidad del<br />

evangelio. Es cierto que la Biblia concuerda con la<br />

verdadera ciencia (la probada), pero eso no es lo<br />

único que prueba que es la verdad. Dios confirmó<br />

el mensaje de la Biblia.<br />

Los primeros cinco versículos pavimentan el<br />

camino para la afirmación que sigue; a saber, que<br />

aunque el evangelio es tropiezo o insensatez para<br />

otros (1:23), en realidad es una gran sabiduría, la<br />

de Dios revelada por medio de los apóstoles (ver.<br />

6-16).<br />

2:6 -- Sin embargo -- Aunque el evangelio que<br />

Pablo predicaba no era sabiduría humana, sí es<br />

sabiduría, como en seguida pasa a explicarlo.<br />

-- hablamos sabiduría entre los que han<br />

alcanzado madurez -- Pablo usa la primera<br />

persona plural (nosotros hablamos), con referencia<br />

a los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento<br />

(ver. 12-16; Efes. 3:5; Hech. 2:42; 2 Tes. 2:15; 3:6), de<br />

los cuales él era uno.<br />

Los “maduros” (o perfectos, pero no en el<br />

sentido absoluto) son los mismos que los “santos”<br />

de 1:2, y el “espiritual” de 2:15, pero con énfasis en<br />

los santos maduros en el evangelio. Son los<br />

cristianos que siguen la inspiración del Espíritu<br />

Santo en toda su creencia y práctica, en claro<br />

contraste con los judíos y griegos incrédulos, 1:22.<br />

Para los primeros hay madurez en esta sabiduría<br />

de Dios.<br />

Algunas versiones dicen: entre los “perfectos”,<br />

como se expresan las versiones 1960, ASV.,<br />

etcétera, en Fil. 3:15. La misma palabra griega,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!