NOTAS SOBRE 1 CORINTIOS, Sept. 2004.pdf - Bill H. Reeves
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no comer con él, sino de no hacer nada, ni aun eso.<br />
Compárese 2 Jn. 10,11.<br />
Otras versiones dicen: “ni siquiera comer”,<br />
POP.; “ni siquiera comáis”, B.A., L.A., H.A.; “hasta<br />
el punto de no comer”, S.A.. En ninguna manera<br />
ha de reconocer la iglesia local al miembro pecador<br />
que no se arrepiente. La iglesia no ha de tolerar el<br />
pecado en su medio (ver. 13; Mat. 18:17; 2 Tes.<br />
3:14; 2 Jn. 10,11).<br />
Debe notarse que el acto de comer en sí no<br />
denota necesariamente acuerdo o aprobación de la<br />
creencia o estilo de vida de la persona con quien se<br />
coma. Jesús a veces comía con pecadores (Luc.<br />
15:2; etcétera), pero seguramente al hacerlo los<br />
pecadores no tomaban ese acto como aprobación<br />
de parte de Jesús de la manera en que ellos vivían.<br />
Ellos sabían bien que Jesús estaba con ellos para<br />
enseñarles, y que siempre condenaba el pecado.<br />
Véase también 1 Cor. 10:27. Hay casos en que por<br />
razones de deberes domésticos y familiares es<br />
necesario que coman juntas las personas entre las<br />
cuales puede haber una persona excomulgada.<br />
Pero en tales casos el excomulgado sabe que el<br />
acto de comer bajo esas circunstancias no indica<br />
ninguna aprobación del mal en que él anda. (Por<br />
ejemplo, un hijo en la familia puede estar<br />
excomulgado pero sigue viviendo en la casa y<br />
comiendo a la mesa, como hijo que es. Pero como<br />
en este caso que siga viviendo en casa no<br />
representa violación al mandamiento de “no<br />
juntarse”, según el contexto de este pasaje,<br />
tampoco que siga comiendo a la mesa representa<br />
violación al mandamiento de “no comer”, según el<br />
contexto de este pasaje. Antes de ser excomulgado<br />
el hijo, que él viviera en la casa y comiera a la mesa<br />
de la familia no se tomaban como aprobación de<br />
cierto estilo de vida. Se tomaban como actividades<br />
normales de vida familiar.<br />
Pero cuando el acto de juntarse con ciertas<br />
personas y comer con ellas (por ejemplo, como en<br />
Hech. 11:3; 16:15; File. 22) tiene por designio y<br />
propósito expresar aprobación de la vida de ellas,<br />
entonces no se puede juntar ni comer sino<br />
solamente con personas con las cuales hay<br />
comunión. Al excomulgado hay que quitarle tal<br />
expresión de comunión. No se le invita a tal<br />
reunión y a tal comida que de naturaleza son<br />
sociales.<br />
Las Escrituras no se contradicen. Por ejemplo,<br />
el mandamiento de este versículo no contradice lo<br />
mandado en 7:3-5. Aun en casos de excomunión,<br />
los deberes y relaciones familiares siguen, pero en<br />
cuanto a actividades sociales al excomulgado se le<br />
quita la comunión.<br />
5:12 -- Porque ¿qué razón tendría yo para<br />
juzgar a los que están fuera? -- Lacueva da esta<br />
traducción literal: “¿Qué, pues, a mí a los de fuera<br />
juzgar?” Es decir, “eso de juzgar a los pecadores<br />
del mundo no me concierne en este caso que estoy<br />
tratando”. Los del mundo, por no creer en Cristo,<br />
ya están condenados en sus pecados (Jn. 3:18;<br />
Rom. 6:23). Aquí se trata el caso de disciplina<br />
eclesial, nada más.<br />
43<br />
Ahora, es cierto que en el futuro la iglesia<br />
juzgará al mundo (6:2), pero el caso a la mano trata<br />
del tiempo presente.<br />
La expresión, “los que están fuera” (1 Tes.<br />
4:12; Col. 4:5), se refiere a los no cristianos.<br />
Compárese Mar. 4:11.<br />
-- ¿No juzgáis vosotros a los que están<br />
dentro? -- Dado que los corintios juzgaban<br />
solamente a sus miembros, ¿le había de concernir a<br />
Pablo el juzgar a los no cristianos? Por supuesto<br />
que no. Todo el asunto tiene que ver con la<br />
disciplina de los miembros de la iglesia local, nada<br />
más. Como la iglesia en Corinto juzgaba a sus<br />
miembros ordinariamente, ¿no había de hacerlo en<br />
este caso en particular? ¿Se justificaba ella en<br />
entender mal lo que Pablo les había escrito<br />
anteriormente (ver. 9)?<br />
La iglesia tiene la responsabilidad de juzgar a<br />
sus miembros para el bien de la iglesia, como también<br />
para el de ellos.<br />
Los que están dentro son los cristianos, pues<br />
se encuentran en Cristo, en su cuerpo que es la<br />
iglesia (Gál. 6:26,27; 1 Cor. 12:13; Col. 1:18). Efes.<br />
2:13 emplea un contraste semejante: lejos (los<br />
gentiles) y cercanos (cristianos). Compárese<br />
Hech., 2:39.<br />
5:13 -- Porque a los que están fuera, Dios<br />
juzgará -- La disciplina (castigo, juicio) de la<br />
iglesia local no se extiende más allá de su<br />
membresía, a los del mundo. Dios se encargará de<br />
ellos. Basta a la iglesia atender a lo suyo.<br />
-- Quitad, pues, a ese perverso de entre<br />
vosotros -- La excomunión de un miembro de la<br />
iglesia local consiste en quitarle de en medio de la<br />
comunión que representa la iglesia. La iglesia<br />
local es expresión de un acuerdo mutuo, al cual no<br />
pertenece ningún hermano pecador. No hay<br />
acuerdo entre el bien y el mal (2 Cor. 6:14-16).<br />
A veces surge el caso en que algunos<br />
miembros se rebelan contra la disciplina bíblica,<br />
simpatizando con el hermano disciplinado. En tal<br />
caso, los rebeldes, que andan desordenadamente,<br />
también tienen que ser disciplinados (2 Tes. 3:6).<br />
El hermano pecador (perverso, malvado,<br />
inicuo) tiene que ser quitado (“expulsado”, LAC.,<br />
B.A.; “remuevan”, N.M.; “Arrojad”, NVI.; “Sacad”,<br />
P.B.). Véanse ver. 2; 2 Tes. 3:6; Rom. 16:17; Tito<br />
3:10. (Nota: obviamente se trata de quitar de la<br />
comunión, y no de correr a la persona del edificio,<br />
si visita los servicios).<br />
La excomunión es mucho más que<br />
sencillamente no tomar la Cena del Señor con la<br />
persona.<br />
CAPITULO 6<br />
6:1 -- ¿Osa alguno de vosotros -- Los corintios<br />
no solamente no siempre disciplinaban al<br />
miembro pecador (capítulo 5), sino tampoco