10.05.2013 Views

julio 2010 - ANUE

julio 2010 - ANUE

julio 2010 - ANUE

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Aunque los conflictos entre estados han disminuido,<br />

cada vez hay un mayor número de conflictos<br />

intraestatales de menor escala y de baja<br />

intensidad causados por la exclusión sistemática<br />

de las instituciones políticas y los principales activos<br />

económicos de una parte significativa de la<br />

sociedad. África se enfrenta al reto de gestionar<br />

su diversidad y debe de abordar los arraigados<br />

patrones de exclusión basados en conceptos de<br />

ciudadanía, identidad y género. Los enfrentamientos<br />

interétnicos e interreligiosos, la segregación<br />

selectiva de determinadas comunidades<br />

étnicas, religiosas o sociales, las amenazas del<br />

crimen organizado, milicias y grupos armados,<br />

la lucha por los recursos naturales o las consecuencias<br />

del cambio climático son potenciales<br />

causas de conflicto. La debilidad persistente de<br />

algunos estados y regiones plantea un desafío<br />

estratégico considerable. La Unión Africana, las<br />

Naciones Unidas y la comunidad internacional<br />

saben como responder a los conflictos armados<br />

violentos, pero todavía están aprendiendo a lidiar<br />

con los estados frágiles.<br />

Y desarrollo económico<br />

África también ha experimentado un importante<br />

crecimiento económico en la última década,<br />

con un promedio de crecimiento del 4,6<br />

por ciento entre 2000 y 2007, y ha observado<br />

mejoras sustanciales en algunos aspectos sociales<br />

como la educación, aunque los resultados a<br />

nivel nacional varían considerablemente. Desde<br />

1998, muchos países africanos han emprendido<br />

importantes reformas para atraer inversiones<br />

extranjeras directas. Los flujos privados<br />

de capital, que ya no se limitan a uno o dos<br />

países, llegaron a los 53.000 millones de dólares<br />

en 2007, superando por primara vez a la ayuda<br />

oficial al desarrollo. La última década ha sido<br />

testigo de avances sustanciales en las políticas<br />

macroeconómicas y en las políticas fiscales responsables.<br />

La aplicación de reformas estructurales,<br />

una mejor gestión de la deuda y el alivio<br />

de la deuda por parte de los países avanzados,<br />

ha permitido a algunos países africanos dedicar<br />

más recursos a los sectores sociales. África sin<br />

embargo sigue buscando un espacio político<br />

más amplio y un mayor control de su agenda<br />

económica. Si bien la situación fiscal de África<br />

ha mejorado, todavía existen deficiencias notables<br />

en la infraestructura económica. Es necesario<br />

invertir en transporte y en energía para facilitar<br />

el crecimiento de la industria, diversificar<br />

la economía, facilitar el comercio ínterafricano<br />

e internacional y hacer frente a las tasas de desempleo<br />

que siguen siendo insostenibles en un<br />

gran número de países africanos.<br />

La economía africana todavía se basa en la<br />

exportación de recursos naturales no procesados.<br />

La distribución equitativa de los recursos y<br />

de los ingresos sigue siendo un reto fundamental.<br />

Durante la última década, las ganancias<br />

económicas no se han traducido en programas<br />

sociales y las necesidades de las poblaciones<br />

vulnerables no han sido siempre atendidas.<br />

Muchos países carecen de programas eficaces<br />

de protección social y tendrán dificultades para<br />

alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio<br />

en 2015. La cumbre especial de revisión en<br />

septiembre en Nueva York es una oportunidad<br />

única para revitalizar los esfuerzos para los<br />

ODM y para concertar un plan de acción efectivo<br />

con el fin de acelerar el progreso hacia el<br />

cumplimiento de los objetivos para 2015.<br />

El futuro<br />

Las oportunidades para la paz y el desarrollo<br />

en África en la próxima década dependen de<br />

la capacidad de los estados africanos para llevar<br />

a cabo sus funciones con eficacia y de cómo<br />

gestionen los desafíos nacionales, regionales y<br />

internacionales. Las amenazas transnacionales,<br />

los cambios demográficos, las crisis financieras<br />

y los cambios geopolíticos que se están moviendo<br />

el polo de decisión política y económica de<br />

norte a sur y de oeste a este, determinarán las<br />

relaciones de África con la comunidad internacional<br />

y consigo misma.<br />

África se enfrenta al reto de gestionar su diversidad<br />

y debe abordar los arraigados patrones de<br />

exclusión basados en conceptos de ciudadanía,<br />

identidad y género<br />

El liderazgo de África y su voluntad política,<br />

el progreso social, el crecimiento económico<br />

sostenido y las reformas democráticas están<br />

cambiando lentamente la percepción que el<br />

mundo tiene del continente. Si bien el impacto<br />

de los conflictos violentos y la pobreza en África<br />

no deben minimizarse, es necesario implicarse<br />

con el continente de una nueva manera, reconociendo<br />

que está cambiando rápidamente<br />

y que los fantasmas del pasado colonial están<br />

desapareciendo; cambiando el discurso en torno<br />

a África, hablando sobre oportunidades y<br />

no sólo problemas, y reconociendo la existencia<br />

de múltiples realidades en el continente.<br />

Lo que necesitamos no es renovar las promesas<br />

que hemos hecho, sino hacerlas efectivas,<br />

teniendo en cuenta la creciente capacidad de<br />

los gobiernos y las instituciones africanas para<br />

llevar a cabo sus obligaciones de una manera<br />

efectiva. África se mueve.<br />

33<br />

Mundo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!