Cosmos del Alma - PlanetaGEA
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memoria genética) de tal modo que los huesos, tejidos, líquidos y órganos llevan al alma —sujeta a<br />
las intenciones de vuestro libre albedrío—, a través de la encarnación física, desde la concepción<br />
hasta el fallecimiento.<br />
En ese lapso de tiempo, cuando el cuerpo aún vibra energéticamente aunque haya sido declarado<br />
«clínicamente muerto» (un estado cuestionable determinado por fuerzas ajenas al libre albedrío <strong>del</strong><br />
individuo), todavía resuena la canción <strong>del</strong> alma y, por ende, el cuerpo debe dejarse en un agradable<br />
silencio mientras la transmutación llega a su fin. Para cuando la música ha cesado en los tejidos y<br />
fluidos <strong>del</strong> cuerpo, éste ya no es viable para llevar a cabo la cirugía de trasplante de órganos; ésta es<br />
la zona de peligro. En esencia, si el órgano tiene suficiente fuerza vital como para ser trasplantado,<br />
aún lleva la frecuencia <strong>del</strong> alma y no debe ser molestado.<br />
Vuestro cuerpo, el vehículo de manifestación y expresión <strong>del</strong> espíritu, nunca pretendió ser<br />
incorporado y superpuesto artificialmente en la matriz vibratoria de otro ser humano, cuyo deseo<br />
(impuesto o no) de aferrarse a la vida física niega el proceso <strong>del</strong> alma originalmente establecido antes<br />
de encarnarse. En verdad, no cabe ninguna duda de que vuestro cuerpo no previo un gobierno que<br />
simplemente autoriza el acceso sin restricciones a vuestra alma, negando todo libre albedrío en la<br />
materia.<br />
Esto va absolutamente en contra de las leyes <strong>del</strong> karma, y se opone a vuestro propósito más noble.<br />
También es altamente indicativo de vuestro actual miedo y concepción errónea <strong>del</strong> proceso de la<br />
muerte, el cual, en gran parte, aún se considera el Final de Finales en vuestro mundo moderno. La<br />
transformación de la materia es el comienzo de la nueva forma, y el proceso natural es que el ser<br />
entero, una expresión física consciente de la vida, experimente en su totalidad la disolución de lo<br />
físico como un proceso normal de su propia evolución.<br />
La muerte, entonces, ha de percibirse como un paso, la continuación de la existencia, y una<br />
experiencia evolutiva, y no como el fin de la vida.<br />
De la semilla, al árbol, y luego, de regreso a la semilla.<br />
Capítulo VI<br />
Templos sagrados<br />
Hemos aludido a la importancia de sanar el cuerpo físico y de limpiar la toxicidad y las formas de<br />
pensamiento bloqueado que habéis mantenido en vosotros. Sabed que vuestra aceleración hacia las<br />
frecuencias más altas se determinará, en gran parte, por vuestra capacidad de liberar el exceso de<br />
energía atrapada en el cuerpo, lo que experimentáis en forma de enfermedad, malestar, disgustos<br />
emocionales y, muy específicamente, en erupciones en el estómago, el aparato respiratorio y la piel.<br />
La culminación de la Era de Piscis ha aportado una mayor comprensión de los verdaderos<br />
significados <strong>del</strong> bien-estar y el mal-estar, por cuanto muchos de vosotros estáis recurriendo a<br />
métodos más holísticos cuando os planteáis la curación de lo físico.<br />
Observamos que un número cada vez mayor de vosotros ha entendido que es esencial crear un<br />
estado mental y un equilibrio emocional adecuados para que la enfermedad y la falta de armonía no<br />
encuentren, en ningún aspecto, un terreno fértil donde tomar forma. Así como estáis aprendiendo a<br />
reconocer la forma física como un producto <strong>del</strong> cuerpo etéreo, también estáis desarrollando el<br />
conocimiento necesario para trabajar con el cuerpo mental y emocional a fin de evitar que la discordia<br />
se materialice en forma de enfermedad, y estáis utilizando, una vez más (como en Atlántida, el Tíbet y<br />
Egipto), las ondas vibratorias de luz y sonido para armonizar el cuerpo electromagnético.<br />
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