Cosmos del Alma - PlanetaGEA
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inminentes y reconoceréis como antigüedades las innovaciones de vanguardia de vuestra mecánica y<br />
tecnología contemporáneas.<br />
¡Ese momento será «el tiempo real» como nunca lo habéis imaginado!<br />
Nosotros, en verdad, oímos vuestros pensamientos: vuestro miedo colectivo de que el cambio os lleve<br />
a alguna existencia fantasmagórica como simples ondas de luz que atraviesan una esfera ambigua e<br />
irreal <strong>del</strong> «ser» en alguna parte <strong>del</strong> cosmos. Ese miedo profundo y no resuelto es un recuerdo<br />
subconsciente <strong>del</strong> paso por la zona gris, cuando atravesáis las diversas experiencias de nacimiento y<br />
muerte en vuestros ciclos de reencarnación. Aunque vuestra concepción actual de las relaciones<br />
espaciales limita nuestra expresión descriptiva de la zona gris, podemos decir que yace entre<br />
dimensiones o, más precisamente, entre estados <strong>del</strong> ser.<br />
Sería aún más exacto que os la expliquemos como un universo paralelo, si podéis manejar ese<br />
término abstracto.<br />
Cada vez que vosotros pasáis por el túnel de la muerte o el nacimiento, os enfrentáis con el vacío y<br />
tenéis que atravesarlo rápidamente. Conocéis el peligro, pues es lo que está más cerca de la noexistencia<br />
en un universo que, de lo contrario, está en vibrante movimiento y expansión: una especie<br />
de reflejo opuesto <strong>del</strong> Jardín <strong>del</strong> Edén. Este vacío existe en vuestra memoria celular, la cual se ha<br />
puesto de manifiesto como conciencia de raza en las enseñanzas de muchas religiones, en los<br />
jeroglíficos egipcios y en la mitología de los múltiples mundos que componen el Ser Universal.<br />
Allí, en la cuarta dimensión, vais a estar muy llenos de vida y participaréis activamente en el<br />
despliegue de vuestro karma y <strong>del</strong> de Gaia. Habéis elegido formar parte de este gran drama evolutivo,<br />
y eso os hace aún más especiales. Experimentaréis la naturaleza como el florecimiento de vuestra<br />
divinidad, y dedicaréis la mayor parte de vuestra energía al reabastecimiento <strong>del</strong> Jardín.<br />
Evidentemente, ya no estaréis centrados en lo físico y, por lo tanto, cambiarán muchos aspectos de<br />
vuestra experiencia actual. Se depurará vuestro cuerpo emocional, se retinará vuestra conciencia de<br />
la polaridad y disminuirán vuestras necesidades como seres conscientes. De hecho, en la cuarta<br />
dimensión desaparece el amontonamiento de cosas; se desvanece vuestra obsesión por las<br />
posesiones, pues el ego se silencia en ese nivel de conciencia. Muchas de las trampas que<br />
actualmente llenan vuestra vida no son más que reflejos de vuestra identificación con el ego, y veréis<br />
que la necesidad de ellas desaparece cuando salís de la tercera dimensión.<br />
Lo que consideráis importante adquiere nuevas dimensiones y significados a medida que subís por la<br />
espiral. Más allá de la esfera de las sensaciones, ya no seréis consumidores ineficientes de energía ni<br />
generadores de desperdicios.<br />
El alimento, vuestro combustible, será la luz; éste es uno de los cambios más significativos que os<br />
podemos describir abiertamente. Imaginaos que el cuerpo ya no requiere la comida que conocéis:<br />
Donuts, las hamburguesas de McDonald's y aun la gastronomía más refinada y exquisita de vuestra<br />
cocina mundial. Considerad todo el desperdicio que genera la necesidad de comida para el cuerpo, y<br />
sabed que el consumo de alimentos desaparece en la cuarta dimensión.<br />
Solamente eso es un gran alivio para Gaia, pues, ¿qué porcentaje de la polución planetaria es<br />
producto de la necesidad de alimentos y los desechos que generan?<br />
No nos referimos únicamente a los desperdicios que desecha el cuerpo, los cuales vertéis en vuestros<br />
océanos y lagos y se han estado filtrando cada vez más profundamente en la capa superior de la<br />
Tierra.<br />
Os estáis ahogando en ellos; Gaia se está sofocando con ellos, jadeando y echando chispas.<br />
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