Cosmos del Alma - PlanetaGEA
Cosmos del Alma - PlanetaGEA
Cosmos del Alma - PlanetaGEA
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
A lo largo de vuestra historia —y con eso nos referimos a aquello que está registrado, y a un tiempo<br />
más lejano, cuando los continentes eran una sola masa de tierra—, los seres que sembraron Gaia y<br />
sus descendientes han utilizado el sonido como un gran catalizador.<br />
Es apropiado en este momento de vuestro despertar que entendáis el poder <strong>del</strong> sonido para abrir<br />
portales, liberar energía, alterar la materia y despejar el camino de la ascensión. En la antigua<br />
civilización de Atlántida, antes de que la vibración de Nibiru perturbara la armonía que reinaba allí, los<br />
seres eran sumamente receptivos al sonido y experimentaban la música de Gaia, que se elevaba por<br />
las plantas de sus pies como los «acordes graves» de su identidad. Cada planeta, en verdad cada<br />
capa dimensional, vibra con su sonido semilla, y así los seres de Atlántida, descendientes de otros<br />
mundos, trajeron a la Tierra su identidad cultural en forma de sonido.<br />
Tenéis que saber que Atlántida fue una cultura multiétnica, compuesta de muchas civilizaciones, que<br />
habían venido como pioneros al Nuevo Mundo. Fue una época que no se diferencia de la siembra de<br />
las Américas, tan sólo que los inmigrantes eran seres venidos de muchos niveles dimensionales y<br />
sistemas estelares más allá <strong>del</strong> plano terrestre.<br />
Cada alma tenía su propia frecuencia musical, y al fusionarse con la música de Gaia creaba una<br />
especie de sonido individual específico en cada célula <strong>del</strong> cuerpo, al que nos hemos referido como el<br />
wam, la música <strong>del</strong> alma. La armonía entre los seres de Atlántida iba mucho más allá de la interacción<br />
emocional, pues en aquel tiempo, en esa civilización, uno podía oír la música <strong>del</strong> alma de los demás<br />
y, dado que toda música, de una u otra forma, fluye hacia sí misma, no había disonancia. Como tal,<br />
esa cultura prototipo de la Tierra se consideró uno de los triunfos más grandes de la galaxia, un lugar<br />
donde los seres multidimensionales se sintonizaban con la vibración gaiana en coexistencia pacífica,<br />
y la grandeza se alcanzó en muchos niveles.<br />
Con el transcurso <strong>del</strong> tiempo, la vibración tridimensional de la realidad sensorial y la atracción<br />
gravitatoria de Gaia empezaron a interferir en el wam individual, desafinándolo, y se hizo necesaria la<br />
curación.<br />
Esto se llevaba a cabo en las cuevas cristalinas de las playas atlantes, donde las sacerdotisas<br />
sanadoras afinaban el wam simplemente tocando la matriz de cristal correspondiente, lo que<br />
generaba un tono resonante que devolvía la armonía al individuo. Ahora estáis recordando el uso de<br />
los cristales en la curación, pero aún tenéis mucho que aprender con respecto al uso de las claves<br />
musicales de los cristales, pues es en extremo sutil, y la mayor parte de la humanidad, atada a la<br />
tercera dimensión, ha dejado de oír la música <strong>del</strong> prójimo.<br />
La intervención de los Anunnaki en generaciones posteriores no sólo desafinó la sutil vibración<br />
individual, sino que, al ser tan poderosa su agresión, sumió la frecuencia de sonido (el wam de Gaia)<br />
en una violenta disonancia, muy parecida a la de hoy. Con la fuerza <strong>del</strong> guerrero omnipotente,<br />
utilizaron el conocimiento de la clase sacerdotal sobre el sonido y los cristales a una frecuencia tan<br />
devastadora, que podían hacer detonar el sonido igual que vosotros detonáis vuestras bombas de<br />
guerra actuales.<br />
Y os recordamos que la guerra de sonido (metodología de los Anunnaki) aún se sigue usando para<br />
controlar y dominar. Lo que aún no sabéis acerca de la destrucción de ese continente y de la<br />
subsiguiente inundación, es que la perturbación de las frecuencias de sonido de Gaia es lo que hizo<br />
que se perdiera el equilibrio en el planeta; y aquí os ofrecemos otra clave para entender qué es lo que<br />
mantiene la cohesión de vuestro planeta y lo que desplazará las arenas una vez más.<br />
Tres de los Sumos Sacerdotes de Atlántida escaparon de la devastación final de ese continente y<br />
llegaron a las orillas de lo que hoy en día son las montañas <strong>del</strong> Himalaya, donde establecieron el<br />
conocimiento <strong>del</strong> sonido y de la forma geométrica sagrada.<br />
35