10.05.2013 Views

Tres Tratados (pdf)

Tres Tratados (pdf)

Tres Tratados (pdf)

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

29<br />

Este “principio” que hace vivir el firmamento, que conserva y calienta (fovetur) el<br />

aire y sin el cual se disolvería la atmósfera y perecerían los astros, lo llamamos M. (1)<br />

Nada existe en efecto más importante ni nada más digno de ser tenido en cuenta por<br />

el médico. Por otra parte, ese “principio” no está en el firmamento, ni emana de los<br />

cuerpos celestes, ni es proyectado por ellos hacia nosotros pobres mortales!, siendo<br />

mucho más y distinto que todo esto junto.<br />

Sea como fuere, tened por cierto que dicho “principio” conserva todas las criaturas<br />

del cielo y de la tierra, viviendo de él y en él todos los elementos.<br />

Recibid cuanto acabo de deciros como una opinión justa, que podéis referir en todo<br />

cuanto concierne al primer ser de la creación y de todo cuanto expliquemos a propósito<br />

de M en el presente discurso.<br />

Capítulo séptimo<br />

(Sobre la bondad suprema del aire libre)<br />

Luego de haber seguido con todo detenimiento cuanto os hemos referido acerca de<br />

M, os ruego que consideréis con atención el siguiente ejemplo: He aquí un hornillo<br />

(hipocaustum) cerrado y obstruido, en el que la viciosa combustión os produce un olor<br />

desagradable. En realidad el mal olor no nace del hornillo, sino de vosotros mismos y<br />

todos los que se acerquen notarán igualmente vuestro olor.<br />

1 Es muy difícil precisar a qué quiere referirse Paracelso con esta letra-símbolo. Los<br />

latinos opinan que representa el “Mercurio Filosófico”, que fue uno de los grandes<br />

medicamentos de la trilogía paracelsiana. Los astrólogos creen que representa el hieroglifo<br />

maternal, la llave de la Cábala ola inicial de “María”, primer ser de la creación.<br />

La versión francesa de Grillot de Givryr, acorde en cierto modo con este último concepto,<br />

lo considera como expresión del agua primordial o menstruación original del<br />

Mundo. Otros creen que esta misteriosa “M“no es otra cosa que la inicial de la “Mumia”,<br />

o sea el gran principio de conservación y perduración del Universo.<br />

De semejante manera se comprende que podáis, en un recinto determinado,<br />

provocar enfermedades o curaciones en todos los que lo habiten, pues si el aire no<br />

proviene de vosotros, el olor en cambio sí. Más aún: cuando hablamos de la Entidad<br />

Astral, nos referimos precisamente al aire.<br />

Vosotros creéis que el aire nace del movimiento de los astros, lo cual es falso, pues<br />

ocurre que confundís el aire con el viento y la atmósfera con el soplo, lo que, por otra<br />

parte, explica perfectamente la meteorología.<br />

El aire proviene (defluit) del bien soberano y ha existido anteriormente a todas las<br />

criaturas: sólo después ha sido creado lo restante. El mismo firmamento vive del aire y<br />

se conserva en el aire como los demás seres y no resulta un producto de aquél, sino al<br />

revés. Puede decirse que si todos los firmamentos se parasen, el aire seguiría<br />

existiendo, pues sólo por falta de aire podría perecer el Mundo y el firmamento entero,<br />

incluido por supuesto el hombre y todos los elementos.<br />

Venimos a concluir de esta manera con que la universalidad de las cosas se sostiene<br />

en el aire y por el aire.<br />

Este es el que llamamos “principio” M; principio incorruptible e inalterable,<br />

refractario a todo veneno. Los venenos están en el hombre y sólo pasan al aire<br />

extrasustancialmente, lo mismo que en la comparación del hornillo, que huele porque<br />

quema mal su combustible. En definitiva, lo que M corrompe (inquinat) existe en el

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!