Tres Tratados (pdf)
Tres Tratados (pdf)
Tres Tratados (pdf)
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
37<br />
haya aprendido, es para estos médicos incompletos e imperfectos perfectamente lícito.<br />
Así el Entista (1) Quiromántico, basa sus principios y juicios en el estudio del espíritu,<br />
el Fisionómico lo hace según la naturaleza del hombre, el Teólogo lo considera según<br />
el impulso de Dios (ex cursu Dei) y el Astrónomo por los efluvios de los astros. Sin<br />
embargo yo os digo que cada uno considerado aisladamente es un farsante y que sólo<br />
resultan verdaderos y justos cuando se reúnen en uno solo.<br />
Hemos querido poneros sobre aviso acerca de todo esto para evitaros esa cómica<br />
ignorancia que resulta de conocer las cinco Entidades a través de una sola.<br />
1 Entistas: los versados en una sola Entidad. Quiere referirse con esto a lo que ahora<br />
llamaríamos Especialistas.<br />
Capítulo séptimo<br />
(Sobre la naturaleza y función del Alquimista)<br />
Sabed que Dios al formar las sustancias de cada criatura las ha provisto de todo<br />
cuanto hubieran menester (et quoe ad hauc requiruntur), no para que usen de ello sin<br />
discernimiento, sino para que puedan subvenir debidamente a sus necesidades:<br />
todas esas cosas están unidas al veneno y el conocimiento de lo que acabamos de<br />
expresar os será de gran utilidad para el estudio del Alquimista, quien, desde el fondo<br />
de cada criatura y valido de sus artes químicas, separa los venenos de las demás<br />
sustancias no venenosas que forman su materia.<br />
El Alquimista, pues, se ocupa de separar lo malo de lo bueno, que transforma en<br />
tintura para así distinguirlo mejor. De ese modo tiñe el cuerpo dotado de vida y ordena<br />
y dispone todo lo sometido a la naturaleza, a la que tiñe y transforma en sangre y en<br />
carne.<br />
El Alquimista habita en el ventrículo, 2 donde actúa a discreción (in instrumento suo)<br />
y lleva a cabo sus cocciones (ubi coquit).<br />
Cuando el hombre come carne, ingiere en ella misma una parte nutritiva y saludable<br />
y otra parte venenosa. La confusión y el peligro está en que en el momento de<br />
comerlas, las dos partes parecen buenas y puras. Sin embargo, mientras bajo lo bueno<br />
se halla el veneno escondido, bajo lo malo no existe nunca nada bueno. Por eso, antes<br />
que la carne pase al vientre, el Alquimista se lanza sobre ella y lleva a cabo la<br />
separación. Lo que no ha de contribuir a la salud del cuerpo, lo deposita en lugares<br />
especiales en espera de poderlo devolver al exterior, en tanto que lo bueno queda<br />
encerrado justamente allí donde convenga y deba encontrarse. Tal es lo ordenado por<br />
Dios.<br />
Con ello el cuerpo se preserva de la muerte a que podría conducirle la absorción del<br />
veneno, lo que el Alquimista previene sin la menor intervención de la persona misma.<br />
Por todo lo cual puede decirse que la virtud y el poder del Alquimista se encuentran en<br />
el hombre.<br />
Capítulo octavo<br />
(Mecanismo de producción de las enfermedades debidas a los venenos)<br />
Comprended ahora que en cada cosa que el hombre toma para su sustento se