El proceso de Antonio Puerta y Jesús Neira, por ... - Infoprision
El proceso de Antonio Puerta y Jesús Neira, por ... - Infoprision
El proceso de Antonio Puerta y Jesús Neira, por ... - Infoprision
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Si el lector cree que lo anterior no pue<strong>de</strong> tener lugar sin que la justicia actúe,<br />
aun <strong>de</strong> oficio, para comprobar la veracidad <strong>de</strong> lo que se <strong>de</strong>claró públicamente<br />
en los medios y también en se<strong>de</strong> judicial, he <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que así ha sido y que no ha<br />
existido acción judicial alguna ten<strong>de</strong>nte a probar si la omisión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber,<br />
inexcusable ante un cuadro como el <strong>de</strong>scrito, <strong>de</strong> llamar a los servicios <strong>de</strong><br />
urgencia, realmente tuvo lugar ese día que <strong>Antonio</strong> falleció.<br />
Y es que <strong>Antonio</strong> en esos días anteriores a su muerte acababa <strong>de</strong> recibir un<br />
a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> una agencia <strong>de</strong> prensa –los mensajes <strong>de</strong> texto hallados, y<br />
transcritos, en su teléfono móvil <strong>por</strong> el juez <strong>de</strong> guardia, al fallecer, así lo<br />
<strong>de</strong>muestran-, sabedor, aquí no hay duda alguna, su pagador, <strong>de</strong> la necesidad<br />
imperiosa que tenía <strong>de</strong> dinero y <strong>de</strong> cómo pese a que yo le “prohibía” <strong>por</strong> el bien<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa acudir a programas –nunca acudió a ninguno dando una lección<br />
<strong>de</strong> honestidad moral a los que <strong>de</strong>cían que se iba a lucrar yendo <strong>de</strong> plató en plató<br />
al salir en libertad-, acabarían torciendo su voluntad acercándole con ese dinero<br />
el infierno que servía para calmar su angustia y <strong>de</strong>sazón vital.<br />
Fue entonces cuando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la rabia y el dolor escribí una “Carta al Director”,<br />
publicada en varios medios <strong>de</strong> comunicación, <strong>de</strong>nunciando lo que me parecía el<br />
colmo <strong>de</strong> la mezquindad: el tratamiento informativo que se dio a la muerte <strong>de</strong><br />
alguien que traté, <strong>de</strong>fendí en los medios y en el juzgado, quise y cuidé.<br />
La obscenidad <strong>de</strong>l tratamiento incluía el que una mujer <strong>de</strong> dudosa no sólo<br />
veracidad narrara la postura, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las preguntas <strong>de</strong> los periodistas<br />
alimentando un morbo execrable, en la que el cadáver se encontraba,<br />
<strong>de</strong>scendiendo a <strong>de</strong>talles escabrosos y a todas luces inmorales.<br />
7