12.05.2013 Views

Relatos ganadores - Ainsa

Relatos ganadores - Ainsa

Relatos ganadores - Ainsa

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Mi rabia y mi odio hacia esta vida de opresión se fue formando, y en mi fuero interno me<br />

prometí hacer algo, no sabía qué aún, pero algo.<br />

Antón de Bielsa, Señor de Maceracandos, algún día me miraría a los ojos sin poder, sin<br />

ver a un pobre miserable cabizbajo, como hacían todos besándole los aros de las manos a su<br />

paso.<br />

Antón de Bielsa era hombre grande y rudo. Peludo, tanto que le llamaban “el Onso de<br />

Maceracandos”. Era un pequeño Señor, sí. Pero más temido por las gentes que otros más<br />

poderosos. Su fama le precedía. Siempre supo sacar tajada de las situaciones.<br />

Antes de la llegada del gran Sancho, Antón de Bielsa hizo fortuna mercando hierro y<br />

plata de las minas del puerto á coté de la Francia, pero no con cualquiera. Se dice que bajó<br />

bastante plata al walí de Huesca, sarraceno poderoso que le pagaba su osadía con abundantes<br />

sueldos y prebendas.<br />

Pero cuando Sancho entro en l´Aínsa, Antón estaba allí acuchillando infieles para el gran<br />

Señor de todas las tierras altas de este país.<br />

muy bien.<br />

Eran tiempos de saber sobrevivir dependiendo de quién mandara y eso Antón lo hizo<br />

Cuatro caballos negros cordobeses le dio Sancho como recompensa por su ayuda. Cuando<br />

pastaban en los prados al oeste de Maceracandos parecían azabaches brillando en el paisaje. No<br />

se habían visto animales iguales en todo el lugar.<br />

El otoño de mis veinte años cambió mi vida. Ese verano la desgracia entró en casa. Pai<br />

murió quemado por un rayo cuando marchaba acordonando el ganado allá arriba en Mallabasa.<br />

Su cuerpo rígido y negruzco lo trajeron en un estirazo, y le dimos tierra cerca del muro de la<br />

iglesia que se estaba construyendo en Escaloneta, mi lugar.<br />

Mi mai también murió ese verano, como otros tantos en la valle, debido a la pasa de<br />

viruelas que asolaba estos lugares en esos años de negriura.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!