Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Más de cincuenta bajes hacían un alto en su faena en el ensanche de poniente de los<br />
muros. Cargas de leña y maderas para obrar se amontonaban en la margin alta del fenal. Allí<br />
dejé mi cruz liberando a los animales de su arrastre obediente. Entonces se oyeron cantos, voces<br />
comunicadas con los cielos surgían del interior de las piedras ordenadas. Era un sonido que se<br />
fundía con la tierra. Todos los hombres y mujeres que estaban a mi alrededor, hincaron rodilla<br />
en tierra y rezaron mirando hacía el cenobio. Yo también lo hice. Me parecía haber cambiado de<br />
mundo en unas horas.<br />
La tarde se escapaba por Canciás, y me marché a dormir junto a los machos sin haber<br />
visto a un solo habitante de la casa, pero sintiéndolos como nunca había sentido nada<br />
proveniente de un hombre de carne y hueso. De un hombre como yo.<br />
Cantos de gais encelados, volando de queixigo en queixigo sobre la ladera d´Asán, me<br />
despertaron. Crepitar de cheras con purnas revoloteando por encima de la boira que llegaba rasa<br />
hasta el lugar, sonido que se mezclaba con las primeras voces de los hombres antes del tajo,<br />
dando buena cuenta de las sopas de pan con sebo rancio, pero abundante. Y mientras todos<br />
comíamos con prisa, se volvieron a oír voces al unísono que surgían de la misma tierra,<br />
fundiéndose con los humos del entorno, haciendo volutas caprichosas, bailarinas, en armonía<br />
con el mundo.<br />
Y separando los humos de las cheras y la boira, apareció en el fenal Galindo, l´abate,<br />
seguido de unos doce hombres vestidos de telas recias de lana negra hasta el suelo. Todo el<br />
mundo hincó rodilla en tierra, yo también, y Galindo nos bendijo antes de la faena con palabras<br />
extrañas todavía para mi.<br />
Pero lo que yo vi era el gesto, la mirada. No era un hombre de este mundo, por lo menos<br />
del mundo que yo había conocido hasta entonces.<br />
mí.<br />
El no miraba como todos, el veía, comprendía el mundo, o al menos así me lo pareció a