Arthur Rimbaud - Personal Telefónica Terra
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Las alucinaciones son innumerables. Es eso lo que siempre<br />
he tenido: no ya fe en la historia, el olvido de los principios.<br />
Me lo callaré: poetas y visionarios se pondrían celosos. Soy<br />
mil veces el más rico, seamos avaros como el mar.<br />
¡Qué cosas! El reloj de la vida se acaba de parar. Ya no estoy<br />
en el mundo. — La tecnología es seria, el infierno está<br />
ciertamente abajo — y el cielo arriba. — Éxtasis, pesadilla,<br />
dormir en un nido de llamas.<br />
Cuánta maldad de observación hay en el campo… Satán,<br />
Ferdinando, corre con las semillas silvestres… Jesús anda sobre<br />
las zarzas de purpurina, sin inclinarlas… Jesús andaba sobre<br />
las aguas. La linterna nos los mostró de pie, blanco y con<br />
trenzas oscuras, flanqueado por una ola esmeralda…<br />
Voy a desvelar todos los misterios: misterios religiosos o<br />
naturales, muerte, nacimiento, porvenir, pasado, cosmogonía,<br />
nada. Soy maestro en fantasmagorías.<br />
¡Escuchad!…<br />
¡Tengo todos los talentos! — No hay nadie aquí, y hay alguien:<br />
no querría divulgar mi tesoro. ¿Alguien desea cánticos<br />
negros, danzas de huríes? ¿Alguien desea que desaparezca,<br />
que me zambulla en busca del anillo? ¿Alguien lo desea?<br />
Haré, con el oro, remedios.<br />
Confiad, pues, en mí: la fe conforta, guía, cura. Venid todos,<br />
—hasta los niños, —que yo os consuele, que os divulguemos<br />
su corazón, — ¡el corazón maravilloso! ¡Pobres hombres,<br />
trabajadores! No pido oraciones; con vuestra confianza<br />
solamente me contentaré.<br />
— Y pensemos en mí. Todo esto me hace añorar poco el<br />
mundo. Tengo la suerte de no sufrir más. Mi vida no fue más<br />
que locuras suaves, qué lamentable.<br />
¡Bah! Hagamos todas las muecas concebibles.<br />
Decididamente, estamos fuera del mundo. Ningún sonido<br />
ya. Me ha desaparecido el tacto. ¡Ah! Mi castillo, mi Sajonia,<br />
mi bosque de sauces. Las tardes, las mañanas, las noches, los<br />
días… ¡Qué cansado estoy!<br />
Debería tener mi infierno por la cólera, mi infierno por el<br />
orgullo, — y el infierno de la caricia; un concierto de infiernos.<br />
Me muero de cansancio. Es la tumba, voy hacia los gusa-<br />
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