13.05.2013 Views

Ver revista PDF - Alforja

Ver revista PDF - Alforja

Ver revista PDF - Alforja

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

2 Hermann Bellinghausen,<br />

“Pulgas y dragones: alforja<br />

de poesía rusa”, La<br />

Jornada de Enmedio, 17 de<br />

enero de 2005, p. 3a.<br />

50<br />

estación lo esperaban Diego Rivera y otras personas. 1<br />

También se conocen las visitas de Evguéni Evtushenko y Andréi<br />

Voznesenski, poetas surgidos en los años de desestalinización y<br />

quienes posteriormente se convirtieron en “…poetas estrellas (pero<br />

iconoclastas) del sovietismo […] quienes vinieron a México y declamaron<br />

ante grandes audiencias, al estilo ‘poesía en los estadios’”. 2<br />

No faltó la presencia poderosa de Joseph Brodsky, premio Nobel<br />

de literatura, más conocido en estas latitudes. Emigró de Leningrado<br />

[ahora San Petersburgo] a Estados Unidos a principios de la década<br />

de 1970, perseguido por el régimen soviético en su etapa del “estancamiento”.<br />

Apoyado por Octavio Paz, y a partir de su segunda lengua,<br />

el inglés, Brodsky se hizo frecuente colaborador de <strong>revista</strong>s y suplementos<br />

culturales de México (ídem).<br />

Estos temas inevitablemente nos llevan a la problemática de la<br />

poesía en lengua rusa que cuenta con algo más de dos siglos de edad,<br />

y a tratar de comprender el impacto que tuvieron sobre la misma los<br />

acontecimientos sociales durante el siglo XX, “desde la primavera de la<br />

revolución hasta su gris ocaso” […].<br />

Hablamos de la tragedia de la revolución. De grandes historias<br />

de amor transfiguradas en un corpus poético<br />

equivalente a nuestro Siglo de Oro, sólo que en un<br />

mundo con la libertad hipotecada. Amantes<br />

incansables, los poetas del llamado Siglo de Plata<br />

(Pasternak, Mandelstam, Ajmátova, Tsvetáieva)<br />

hicieron del amor su universo, y uno y otro<br />

toparon con esa desgracia llamada Stalin, que les<br />

marcó vidas y muertes (ídem).<br />

También es un recorrido hacia la libertad,<br />

hazaña de la poesía y la emoción. Aquí<br />

viene al caso una reflexión de Vladislav<br />

Jodasévich, uno de los poetas rusos fundamentales<br />

de la primera mitad del siglo<br />

pasado, sobre el papel que desempeña y<br />

la importancia que puede tener un poeta<br />

en la sociedad: “…está vivo sólo aquel<br />

poeta que respira el aire de su siglo, oye<br />

música de su tiempo”.<br />

Alekséi Aliojin, director de la <strong>revista</strong> de<br />

poesía Arión, de Moscú, opina que en<br />

la década de los años de 1970:<br />

El imperio soviético entró en su último<br />

periodo, caracterizado con suma precisión<br />

por la palabra “estancamiento”. Atrás habían<br />

alforja 40 | primavera 2007<br />

quedado las esperanzas y el entusiasmo surgidos de la desestalinización<br />

y la liberalización relativa de la vida de finales de la década de<br />

1950 y comienzos de la de 1960. Estos años generaron el boom de la<br />

joven poesía de “farándula”: los estadios llenos de miles de espectadores<br />

escuchando poesía no fueron ninguna leyenda. Pero el viento<br />

fresco de oposición y fe en el futuro, lo cual era vital en esas grandiosas<br />

veladas poéticas, se coloreaba con el sonido de los versos, desaparecía<br />

sin dejar huella y los versos resultaron en parte no ser profundos<br />

(Evtushenko) y en parte comenzaron sólo a perseguir el éxito acostumbrado<br />

(Andréi Voznesenski) […].<br />

Las circunstancias externas no favorecieron los descubrimientos poéticos.<br />

Como cualquier régimen agotado, el soviético del final tendió cada<br />

vez más a un conservadurismo estático, que en las condiciones de<br />

una total censura se reflejó directamente en la producción de las<br />

publicaciones. Esto no significa que no hubiera logros creativos<br />

valiosos. Pero ellos no surgieron en las corrientes “principales” […]. 3<br />

Hay que resaltar que en estas condiciones sociales —según Mijail Áisenberg—<br />

la actitud poética, como el arte en general, se convirtió en<br />

Rusia, por lo menos hasta finales de los años de 1980, en una posición<br />

especial de la vida, permitiendo la existencia de un artista dentro<br />

de la sociedad, pero no según sus leyes. “Eran tiempos —dice este<br />

autor— que, en el caso de la poesía, los versos reflejaban una forma<br />

de vida y no una profesión, y los representantes del arte querían<br />

entender cómo un hombre común podía aspirar a lo extraordinario.”<br />

4<br />

Es conocida la importancia del samizdat (autoediciones, a veces<br />

escritos a máquina y en pocos ejemplares) y del tamizdat (publicaciones<br />

fuera de Rusia). En la clandestinidad la palabra se mantenía<br />

viva gracias a una serie de departamentos privados llamados salones.<br />

La poeta Natalia Ósipova, quien a mediados de la década de 1980 fue<br />

propietaria de uno de los salones literarios caseros, recuerda:<br />

Los oyentes que no alcanzaban lugar, se acomodaban en el piso. Una<br />

vez, una jovencita delgada y de una estatura no muy alta se puso incluso<br />

en pose de turco encima de un librero al lado del busto de Voltaire. Ya<br />

no me era posible conocer a todos los presentes, y éstos no siempre se<br />

conocían entre sí. Surgía la idea de conseguir lugares más amplios, unas<br />

salas […]. Posteriormente solía encontrarme con la gente que eventualmente<br />

asistía a dichas reuniones, quienes afirmaban haberme visitado<br />

en mi salón de disidente. Se debe recordar que en aquellos años, en<br />

víspera de la perestroika, el movimiento disidente sufría dificultades, que<br />

incluso ahora algunos de los autores lo llaman el tiempo de la destrucción.<br />

Los disidentes, como regla general, estaban en la cárcel. En<br />

mi casa no se hablaba de política, y aunque a veces no era tan difícil<br />

adivinar las simpatías de un interlocutor, las reflexiones siempre eran<br />

3 Alekséi Aliojin, “La poesía<br />

rusa en el cruce de dos<br />

siglos”, alforja Revista de<br />

poesía, núm. XXX, otoño<br />

de 2004.<br />

4 Mijail Áisenberg, Mirada<br />

sobre un artista libre.<br />

Prólogo para una guía<br />

inédita, Gandalf, Moscú,<br />

1997.<br />

5 N. Ósipova, “Sobre el<br />

‘salón’ en Pushkinskaia”,<br />

NLO [Nueva Revisión<br />

Literaria] núm. 32, abril<br />

de 1998, pp. 264-265.<br />

m i s c e l á n e a 51

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!