13.05.2013 Views

Amor de Viejo. - Bicentenario

Amor de Viejo. - Bicentenario

Amor de Viejo. - Bicentenario

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

que el caballero que La acompana es el papa... y luego los<br />

ociosos La dicen a una flores <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su marido, que se<br />

pone hecho una fiera: todo esto es niuy natural. Al ilegar<br />

a la casa pisotea el sombrero, muy (lisgustado, y protesta<br />

no volver a salir acompaflando a su esposa, y entonces se<br />

resiste hasta a comprar a ésta un traje nuevo, gritando<br />

que no anda vistiendo monas para que otros las bail.en.<br />

—Y lo que sabes, Dorot.ea! Pues mira, Dorotea <strong>de</strong> mi<br />

vida, ya estoy creyendo que eres mãs instruida <strong>de</strong> lo que<br />

yo me figuraha.<br />

—No, yo lo digo porque he visto asI algunos matrimonios...<br />

sin ir rnuy lejos, recuerda lo que paso con don<br />

Cándido y Vicentita: tuvo él la <strong>de</strong>bilidad, segó.n dijo<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l lance, <strong>de</strong> lievar a su mujer, que tü sabes es<br />

joven y bonita, al haile que dieron en el 5. Era la media<br />

noche, cuando don Candido, que se fastidió <strong>de</strong> ver a Vicentita<br />

tan ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> admiradores, y tan solicitada a<br />

cada pieza que se bailaba, pidió el abrigo <strong>de</strong> la señora y<br />

tomO su sombrero. Entonces fue cuando se le ro<strong>de</strong>aron<br />

todos los jOvenes, instánclole asI:<br />

—No se lieve usted a la nina todavIa —<strong>de</strong>cla uno.<br />

—Nada mts que pase La danza que me tiene prometida<br />

—añadIa el segundo.<br />

—Es usted un papa rnuy poco complaciente —agregaha<br />

el tercero.<br />

—Si usted tiene sueño, aquI se le pue<strong>de</strong> faciitar una<br />

cama —se apresuraba a hablar el cuarto.<br />

—Hombre —preguntaba otro—,han ilevado uste<strong>de</strong>s<br />

a tornar una copa al papa <strong>de</strong> Vicentita? Hasta que por<br />

ültimo, don Cándido exclamó muy enojado:<br />

—Señores, no soy su papa, soy su marido, icaramba<br />

con los polluelos insustanciales—. i Y salió entre las risa.s<br />

<strong>de</strong> toda la concurrencia. ,No recuerdas cuán chistoso<br />

estuvo ese percance? Pues a ese ridIculo estan expuestos<br />

los matrimonios <strong>de</strong>siguales y... a otras cosas peores.<br />

—En fin, hija mIa, yo no quiero torcer tu voluntad:<br />

41

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!