Amor de Viejo. - Bicentenario
Amor de Viejo. - Bicentenario
Amor de Viejo. - Bicentenario
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
—,Pues qué te <strong>de</strong>tiene?<br />
—Tengo otro esci6pu1o.<br />
-, Cuái?<br />
—Ternu no po<strong>de</strong>r profesar a don Facundo el amor que<br />
se <strong>de</strong>be tener a Lin marido.<br />
—Ha hecho ya, y seguirá haciendo tanto, que no dudo<br />
liegue hasta conseguir con el tiempo que lo adores, jy en<br />
sal)iendo ser t6 mujer <strong>de</strong> tu casa!<br />
—Oh! en cuanto a eso...<br />
—,Acaso no Ic tienes ya estimación?<br />
—Si, si se la tengo.<br />
—Pues eso es todo lo que se necesita. No todos Los que<br />
se easan estãn muriéndose <strong>de</strong> amor; el trato mntimo, la<br />
costumbre <strong>de</strong> verse todos los dIas, es lo que viene a engendrar<br />
el cariño <strong>de</strong> la farnilia. Resuélvete, y sabrás por experiencia<br />
propia cómo se hacen los mejores matrimonios.<br />
—Voy a pensarlo un poco todavia; pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego<br />
te ofrezco que no se pasath el dia <strong>de</strong> hoy sin que dé mi<br />
resolución a don Facundo.<br />
—Piénsalo bien, Dorotea: no sea que hagas una tonterla.<br />
Reflexiona que tu porvenir <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> esa reso-<br />
I ucion.<br />
—Creo que serA favorable.., at menos...<br />
I)oña Nicanora se retiró muy contenta <strong>de</strong> La entrevista,<br />
y a ]as dos horas, cuando ya consi<strong>de</strong>ró que ilegaba ci<br />
mornento en que <strong>de</strong>bla aparecer don Facundo, segün su<br />
costumbre, volvió a la carga.<br />
En esta vez no necesit.ó más que unos cuantos disparos<br />
para ver <strong>de</strong>rribada la fortaleza: Dorotea dijo que to<br />
habla reflexionado madurarnente, que estaba segura <strong>de</strong><br />
que con dificultad hallarIa Un hombre que la quislera tanto<br />
como don Facundo y que tuviera sus cualida<strong>de</strong>s, que le<br />
interesaba bien poco lo que hahiaran las gentes, que otros<br />
más viejos y mâs feos hablan hecho felices a sus mujeres,<br />
que sobre todo, clespués dc lo que habla hecho aquel señor<br />
por ella, no Se consi<strong>de</strong>raba con valor suficiente para hacerle<br />
67