Amor de Viejo. - Bicentenario
Amor de Viejo. - Bicentenario
Amor de Viejo. - Bicentenario
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
vino a disminuir en el corazón <strong>de</strong> Dorotea diez grados lo<br />
menos <strong>de</strong> su repugnancia por aquel matrimonio. Aun llegO<br />
a pasearse por su imaginación esta i<strong>de</strong>a, y no una sino<br />
varias veces: si yo quisiera... con una palabra que pronunciara...<br />
jvamos! esta quinta, esta preciosa casa COfl su<br />
jardIn, estanque, peces y cenadores... seria mIa, mia cornpletamente...<br />
eh! iqui6n sabe qué persona vendrA al fin<br />
a disfrutarla! Y ese pensamiento la habia arrancado tarnbién<br />
varios suspiros.<br />
Ay Dios! tarnbién don Facundo suspiró luego que<br />
empezó a oscurecer y que doña Nicanora anunció que<br />
tenlan que volverse a Mexico. Pronto, rnuy pronto... rnás<br />
que pronto, con la velocidad <strong>de</strong>l rayo. habIan huido para el<br />
dichoso amante aquellas fugaces horas <strong>de</strong> <strong>de</strong>licia infinita,<br />
<strong>de</strong> gloria más pura que la <strong>de</strong> los angeles! ... <strong>de</strong> amor vu!cánico!<br />
Cuando don Facundo se recogió en su lecho, cornenzó<br />
a hacer memoria <strong>de</strong> todos los episodios <strong>de</strong> aquel dIa feliz<br />
y... no pudo conciliar el sueño .en toda la noche. Si cerraha<br />
los ojos, era para ver más distintamente la imagen <strong>de</strong><br />
Dorotea, que andaba cirniéndose en la cahecera <strong>de</strong> su<br />
cama... Cuando no eran los ojos, era el talle, cuando no<br />
era el talle, era aquel pecho... cuando no era el pecho,<br />
eran los pies. . . aquellos pies unidos a algo <strong>de</strong> pierna, icomo<br />
habia visto ambas cosas en el jardin!<br />
Si don Facundo hubiera podido enamorarse más en<br />
esta noche, es seguro que mas se habria enamorado; pero<br />
ya no era posible que aquel corazón sintiera otro poco, ni<br />
que aquel pensamiento se ocupara otra lInea <strong>de</strong> aquel amor<br />
sin ilegar a la <strong>de</strong>mencia. Bien es que ya estaba en los<br />
umbrales <strong>de</strong> la locura el pobre don Facundo.<br />
HabIan ti'anscurrido cuatro dIas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella fiesta,<br />
cuando doña Nicanora y Dorotea fueron invitadas a un<br />
baile con recomendación <strong>de</strong> que a su vez invitaran al señor<br />
don Facundo Cabeza <strong>de</strong> Vaca, fueran con él ø no. Don<br />
Facundo estaba presente cuando se recibió Ia invitacion.<br />
54