Amor de Viejo. - Bicentenario
Amor de Viejo. - Bicentenario
Amor de Viejo. - Bicentenario
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Era la primera vez que don Facundo I ai!aI a en su<br />
vida. y lo hizo tan <strong>de</strong>festal)lemente mat, que no ejecutu<br />
una sola piiueta ajustada a las reglas: pero to(l() se Ic<br />
perdono en gracia dc La hora, pues precisaniente las cuadrillas<br />
aquellas elan pala que las bailaran ci señor V La<br />
senora <strong>de</strong> la casa, to mismo que las (lemas personas ma yores.<br />
A las cuatio <strong>de</strong> la mañana, es no solo peimitido, sino<br />
festejado que los viejos echen la pierna y la cana al aile...<br />
bencIito el gran mundo que hasta para !a senectud tiene<br />
sus probaditas <strong>de</strong> felicidad!<br />
Estuvo don Facundo tan expansivo, tan gracioso, tan<br />
jovial, y sobre todo tan verda<strong>de</strong>ramente fino y <strong>de</strong>licado<br />
con Dorotea, que la hizo olvidarse <strong>de</strong>l feroz Alfredo, y que<br />
se mostrara casi cariñosa.<br />
Durante estas cuadrillas tuvo Dorotea dos pensamientos:<br />
don Facundo, dijo, no es celoso, una vez que no manifiesta<br />
mal humor porque he bailado con tantos jóvenes,<br />
porque me bromean, sonrien conmigo y me dicen tales<br />
cosas <strong>de</strong>!ane <strong>de</strong> él... Don Facundo no es enemigo <strong>de</strong> los<br />
bailes, agregó a poco, supuesto que ha permanecido hasta<br />
estas horas sin dormirse, y supuesto que se alegra v baila.<br />
El complemento <strong>de</strong> estas dos i<strong>de</strong>as no necesitamos<br />
más que apuntailo: Dorotea era <strong>de</strong>cidida partidaria <strong>de</strong> las<br />
tertulias, ,por qué no habla <strong>de</strong> alegrarse interiormente dc<br />
que también lo fuera don Facundo?<br />
Concluyeron las cuadrillas, concluyó ci baile: todo el<br />
mundo se marchó, unos <strong>de</strong>spidiéndose con besos y apretones<br />
<strong>de</strong> mano, otros a la francesa, pero la sala quedo casi<br />
<strong>de</strong>sierta. Solo don Facundo y su presunta familia quedaron<br />
alli hasta que se apagaron ]as luces: no se podia<br />
ped ir rnâs pru<strong>de</strong>ncia al enamorado pretendiente. Dijeron<br />
por fin adios a Tomasita, y salieron a la calle. Nuestro<br />
hombre iba que no cabla en si <strong>de</strong> gusto, porque habla<br />
bailado y porque lievaba <strong>de</strong>l brazo a Dorotea.<br />
Al liegar a la casa <strong>de</strong> doña Nicanora, se <strong>de</strong>spidiO en La<br />
puerta suspirando.<br />
KI