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al siglo noveno». Desde entonces, los betanceiros han honrado a la Virgen
constantemente.
En los muros pétreos del templo de Santa María, igual que en otras iglesias
de Betanzos y otros lugares, mandadas construir o reedificar por Fernán Pérez
de Andrade, se ve el escudo de su familia en el que se lee: «AVE MARIA,
GRATIA PLENA, DOMINUS TECUM» «Alégrate, María, que estás llena de gracia,
el Señor está contigo». Al acudir a Ella con verdadero cariño de hijos,
recibiremos, como plegaria de ida y vuelta, las gracias que necesitamos;
acudiendo a su maternal cuidado seguimos la tradición legada por nuestros
antepasados.
Para la mayoría de las personas la devoción a nuestra Madre es algo natural,
que sale del fondo del corazón y que, generalmente desde pequeños, enseñados
por nuestra madre, hemos aprendido a demostrarle nuestro cariño
con oraciones y detalles concretos en la vida diaria. La devoción a la Virgen es
una costumbre fundamental en la vida cristiana.
Un escritor brasileño escribió: «Una noche soñé que caminaba a lo largo de
una playa, acompañado de la Virgen. Durante la caminata, muchas escenas de
mi vida fueron proyectándose en la pantalla del cielo. Según iban pasando,
notaba que unas huellas se formaban en la arena. A veces aparecían dos pares
de huellas; otras veces aparecía un par de ellas. Esto me preocupó, porque
pude notar que, durante las escenas que reflejaban etapas tristes de mi vida,
cuando me hallaba sufriendo de angustias, penas o derrotas, solamente había
un par de huellas en la arena. Entonces le dije a la Señora: Tú me prometiste
que si te seguía, Tú caminarías siempre a mi lado, pero he notado que en los
momentos más diflciles de mi vida, sólo había un par de huellas en la arena;
¿por qué cuando más te necesitaba, no estuviste a mi lado caminando? La
Virgen me respondió: Las veces que has visto sólo un par de huellas en la
arena, hijo mío, ha sido cuendo te he llevado en mis brazos, porque tú solo no
podías caminar».
La tradición de una sociedad o de un pueblo es algo muy importante. El
respeto a la tradición y a nuestros mayores es lo que fortalece los valores que
configuran y determinan el modo de ser de una sociedad o de un pueblo,
respetando y confirmando así su continuidad a través de los tiempos. De
personas de bien es seguir lo enseñado por nuestros mayores, y iqué bien lo
hacen las camareras de la Virgen! La Virgen tiene flores naturales siempre, y
viendo lo estropeado que estaba el traje y el manto de la Virgen y del Niño que