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dicha calle de la benela... y por precio y quantia de veinte Ducados... en la ciudad de
vetancos a veinte y nueve dias del mes de mayo de mil e quinientos y nobenta... En testimonio
de verdad. [Firmado]. Alvaro Sobrino. [Rúbrica]» 21 .
En el Catastro da Ensenada", figuran los dos callejones públicos, que hoy se
conocen popularmente como «As Calexas». Al inventariarse la propiedad del presbítero
Don Pedro Joaquin de Acevedo, se asienta:
«Una casa situada en la Calle de los Herradores, con quarto vaxo, principal y segundo,
tiene catorce varas de frente, y siete de fondo... confronta a la derecha con el primer Callexon
de la Calle de los Herradores y a la izquierda con casa de D" Ricardo Barbeito».
Para el otro, nos encontramos con semejante relación en la propiedad inscrita
a nombre de Don Jacinto Guerra:
«Una casa situada en la Calle de los Herradores... confronta a la derecha con Casa de
Phelix Morales, y a la izquierda con el segundo Callejón de los Herradores...».
Estas entrañables «Benelas» o callejones, se convirtieron con el tiempo en los
lugares más buscados para saborear las tapas y vinos de la región, al instalarse
en los bajos de sus casas numerosos establecimientos de hostelería, para deleite
de propios y extraños, y como lugar de encuentro y relación en la amplia oferta
turística del antiguo Campo de la Feria.
Volviendo al tema que nos ocupa, es posible que las mejoras que se realizaban
en el Campo de la Feria, de reconocido y meritorio esfuerzo por parte de las
autoridades locales, motivaran ciertas actitudes recelosas entre los vecinos de
otras calles; si bien la capacidad municipal no era suficiente para acometer el
conjunto de necesidades, algunas situaciones clamaban al cielo, como sucedió
con la primera de las venelas citadas, según muestra la siguiente instancia:
«Señor Alcalde
Los que suscriben, vecinos de la l a venela del Campo de la Feria de esta Ciudad, no
pueden menos de manífestar áV. por que asi la necesidad lo exije: que la espresada venela se
mira intransitable y arruinada: ofrece su transito conocidos peligros, y se teme con fundamento
cualquier fractura de las personas que por ella suben y bajan especialmente de noche.
A evitar pues este mal lo ponen en conocimiento de V. afín de que con la urgencia posible se
sirba atender a la recomposicion de dicha venela. Betanzos, Julio 11 de 1856. [Firma-
21 Archivo del autor. Escrituras particulares, siglo XVI.
22 Archivo del Reino de Galicia. Caja 420. Año 1751.
La Plaza del Campo a principios del siglo XX. (Archivo del autor).
do]. Antonio Llanes i, Marcos Vieytes, Francisco Otero, Feliciano Villar, Agustin Otero.
[Rúbricas]».
Al día siguiente, la Comisión de Obras emite su informe, favorable al arreglo
de la calle, y el día 15 de Julio de 1856, el Ayuntamiento aprueba el presupuesto
que aquella había encargado al maestro cantero José Redondo, formado hasta un
importe de 570 reales. Las posturas se celebraron, según costumbre, en la Sala
Capitular de la Casa Consistorial, el día 27 de Julio; como no hubo quien mejorara
la postura presentada por Ramón Prieto «cubriendo el tipo», le fué adjudicado el
remate sin mayores protocolos.
Los trabajos de recomposición se realizaron en el tiempo estipulado, por lo
que la Comisión de Obras, pasó a reconocer el estado de los mismos el 26 de
Agosto de 1856, y como quedaban 17 varas sin cubrir, se acepta la prevención
del contratista y, en consecuencia, el aumento de 152 reales sobre la cantidad
presupuestada, por lo que el libramiento expedido el siguiente día 29, se efectuó
por 722 reales, a resultas del acuerdo municipal adoptado dos días antes.
La reparación de la calle, afectaba en especial a la canalización de las aguas
pluviales y a las residuales procedentes de la viviendas inmediatas. Con la construcción
del caño central, con losas de cantería, y el enguijarrado de sus latera-