Estrategias de intervención inmediata para el mejoramiento del

2.4.1.2. El balance energético negativo
El balance energético es el resultado de la diferencia entre las necesidades del
animal y los aportes alimentarios. Durante las 2-4 últimas semanas de gestación
se produce un aumento sustancial de las necesidades energéticas debido al
desarrollo fetal y a las necesidades de síntesis de calostro. Esta situación se
acompaña de una disminución en la ingestión de materia seca (fundamentalmente
en la última semana de gestación). Estas dos circunstancias son, con frecuencia,
responsables del desarrollo de un balance energético negativo que se inicia unas
semanas antes del parto. El ganado vacuno tiene la capacidad de compensar los
déficit alimentarios de energía a través de la movilización de grasa corporal (Sin
embargo, un exceso de movilización de grasa conduce a problemas patológicos y
reproductivos). El déficit energético conduce a una disminución de los niveles de
glucosa e insulina en sangre que estimulan la movilización de grasa.
2.4.1.3. Proteína.
La proteína es necesaria en la dieta del animal para proporcionar aminoácidos
requeridos para que este realice sus funciones fisiológicas. El valor biológico de
una proteína depende de su capacidad para suministrar aminoácidos según las
cantidades relativas precisadas por el animal para una función orgánica
específica. Sin embargo, los rumiantes no dependen exclusivamente de su dieta
para obtener proteína, ya que los microorganismos del rumen transforman el
nitrógeno de las fuentes de nitrógeno no proteico en aminoácidos para su uso. La
cantidad de proteína digestible requerida para el mantenimiento es de 3,13
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