Estrategias de intervención inmediata para el mejoramiento del

caída), en el útero (contribuye a la incidencia de retenciones placentarias), en el
pezón (contribuye a la incidencia de mastitis) y en la musculatura del tracto
digestivo (contribuye a una mayor incidencia de desplazamientos de abomaso).
Por ejemplo, se ha determinado que una hipocalcemia ligera resulta en una
reducción del 70% en la capacidad de contracción y del 50% en la fuerza de
contracción del abomaso. Por lo tanto, un buen programa de manejo debe
considerar métodos que limiten la posibilidad de hipocalcemia (Dupchak, 2004).
Una segunda consecuencia grave de la hipocalcemia es la reducción de la
ingestión de materia seca que, como se ha visto previamente, es causa de
múltiples problemas. Además, la hipocalcemia resulta en una liberación de cortisol
al torrente circulatorio que resulta en una inmunosupresión que puede tener
consecuencias graves durante este periodo tan crítico. La consecuencia final de
estas alteraciones metabólicas es que se reduce la productividad y se incrementa
el riesgo de padecer enfermedades metabólicas propias del periparto (Dupchak,
2004).
2.4.1.7.1. Pasos para evitar la fiebre de leche.
1. Limite la ingestión de calcio al menos de 100grs./vaca/día, y la ingesta de
fosforo a menos de 45grs./día, para dos o tres semanas antes del parto.
Evite los forrajes altos en calcio tal como la alfalfa. Los henos, los silabes
de cereales y de maíz son recomendados.
2. Mantenga los niveles de potasio tan bajos como sea posible, idealmente
menores al 1.5 %. Los niveles de potasio sobre el 2% en los forrajes
pueden predisponer a las vacas a fiebre de leche, a pesar de la ingestión
15