Transcripción del Taller de Quejas - Ecologistas en Acción

Entrando ya en el tema de esta ponencia: Perspectivas del procedimiento de queja desde las ONG
de medio ambiente, la experiencia de WWF/Adena
1.- Breve introducción.
1.1.- En general, WWF/Adena ha optado por el recurso de la queja ante la Comisión Europea
cuando ha visto agotadas las vías ante las autoridades españolas. En el sentido temporal ha sido
un poco el último recurso, pero nunca lo hemos considerado como un recurso extraordinario, o
excepcional, sino como un procedimiento más en el que los hechos se analizaban desde otra
perspectiva.
Unos actos que dañan el medio ambiente pueden aceptarse porque, aparentemente, cumplen la
normativa ambiental española, pero esa norma no es autónoma, sino la derivación de otra, la
normativa europea, por lo que podemos ascender a un segundo nivel, y comprobar si,
efectivamente, también son acordes con la normativa ambiental europea. Se trata de analizar los
mismos actos pero ahora con otro criterio, que, en teoría, debía otorgar un resultado coincidente
con el primero, pues la normativa ambiental española, al ser de trasposición, debe ser acorde
con la europea, pero que, en la práctica, no siempre otorga el mismo resultado.
Ha ayudado mucho a la difusión entre las ONG de medio ambiente del procedimiento de queja
ante la Comisión Europea la ausencia de formalidades para interponer el recurso. La Dirección
General de Medio Ambiente, entendemos, sigue un criterio amplio a la hora de admitir las
denuncias y basta un principio de prueba que indique un comportamiento no adecuado a la
normativa europea para que se inicie un periodo de intercambio de información o consultas con
las autoridades españolas.
WWF/Adena comenzó interponiendo el primer recurso de queja ante la Comisión CE y su
Dirección General de Medio Ambiente en septiembre de mil novecientos noventa y ocho
(1998). Se trataba de denunciar varias infracciones de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de
21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora
silvestres, en adelante Directiva 92/43/CEE de hábitats, entre otros motivos por los graves
impactos ambientales que causaban las obras del embalse de la Breña II; y por el cerramiento de
fincas y trazado de caminos en el LIC ES 4250005 Montes de Toledo, que afectaba al Lince
ibérico (Linx pardinus), especie prioritaria del anexo IV de la citada Directiva, sin la
correspondiente evaluación de impacto ambiental.
A esta queja siguieron otras, algunas formales, como la interpuesta el veintitrés de marzo de mil
novecientos noventa y nueve (1999), por defectuosa transposición del artículo 12 de la Directiva
92/43/CE de hábitats. El motivo era que mientras la Directiva exige para las especies animales
que figuran en la letra a) del Anexo IV, una “protección rigurosa” que implica prohibición del
deterioro de los lugares de reproducción ó las zonas de descanso de las especies animales
protegidas, la legislación española, tanto el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el
que se establecen medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la
conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestre, como la Ley 4/89, de 27
de marzo, de Conservación de los Espacios naturales y de la Flora y Fauna Silvestre sólo
recogen la prohibición de la destrucción, pero no del deterioro, que no está ni prohibido ni
sancionado.
Esta queja obtuvo resolución favorable a WWF/Adena y se ordenó a las autoridades españolas
la corrección de la legislación interna.
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