Transcripción del Taller de Quejas - Ecologistas en Acción

estaban fuera de las zonas urbanas. La Comisión consideró que incluso estando dentro de
las zonas urbanas, estas debían someterse a EIA, ya que el MA en la directiva 85/337 se
interpreta de una forma muy amplia). Este último aspecto fue detectado a raíz de una
petición ante el Parlamento Europeo.
En relación a los casos de infracciones investigadas por la Comisión por incorrecta aplicación,
España solo ha sido condenada en dos ocasiones:
- Asunto C-227/01: "proyecto de línea Valencia-Tarragona, tramo Las Palmas-Oropesa.
Plataforma", que forma parte del proyecto denominado "Corredor del Mediterráneo".
Sentencia dictada el 16 de septiembre 2004. No había sido sometido a EIA ya que las
autoridades consideraron que una duplicación de vía no era un proyecto nuevo sino la
modificación de un proyecto aprobado
- Asunto C-121/03: Instalaciones porcinas en el Baix Ter (Girona). Sentencia del 8 de
septiembre 2005.
Para cualquier tipo de información adicional sobre Evaluación de Impacto Ambiental, se puede
consultar la web: http://europa.eu.int/comm/environment/eia/home.htm
LAS OPORTUNIDADES DE LA DIRECTIVA MARCO DE AGUAS (DMA) EN LA
ELABORACIÓN DE QUEJAS COMUNITARIAS
Abel La Calle Marcos, Profesor de Derecho Internacional Público, Universidad de Almería
Antecedentes a la DMA
La DMA (Directiva 2000/60/CE) es una directiva aun muy joven, que es un desafío para la UE
y también para todos nosotros ya que es una nuevo giro en la política de aguas, es una directiva
que concibe el Desarrollo Sostenible de una manera diferente, concibe el medio natural de una
manera integrada, es un cambio importante en la política del agua que hasta entonces había sido
muy fraccionada (por grupos). La UE decide sacar adelante esta nueva política como
consecuencia de dos fracasos anteriores de protección de las aguas.
La primera generación de política de agua tuvo lugar en los años 70-80, con toda una serie de
directivas (agua potable, aguas de baño, aguas piscícolas, agua para cría de moluscos, agua de
consumo humano,..) que conciben el agua de una manera fraccionada. El caso de la Directiva de
aguas de baño es un muy buen ejemplo, a nivel docente, de todo lo que es posible que haga la
Comisión para tratar de que un Estado cumpla con su obligación. La Comisión decía esta
mañana que al parecer no iba a sancionar a España por la calidad de las aguas de baño porque
estaba cumpliendo en un 95%. Sin embargo no se puede obviar el hecho de que ese
cumplimiento del 95% se ha logrado porque se han eliminado de la lista original de lugares de
baño, muchos de aquellos emplazamientos que no cumplen con los requisitos mínimos.
También es cierto que España inicialmente designó muchos más sitios de baño que otros EM
como Reino Unido, por ejemplo. Todas estas directivas de la primera generación, tenían la idea
de proteger una producción económica, aún no había competencias comunitarias en materia de
medio ambiente de una forma clara, solamente a través del mercado común en aquel momento,
y por tanto existe solo un intento de protección de los estándares de distintos tipos de agua. Se
intenta hacer un tímido control legislando sobre las sustancias peligrosas y sobre las aguas
subterráneas (eso ya en los años 80). Este intento fue muy poco efectivo, y entonces llegó una
segunda generación en los años 90 que trata de evitar la contaminación difusa principalmente y
de incidir más en las sustancias peligrosas, tras el fracaso de la directiva anterior en ese sentido.
Aparecen por tanto la directiva de sustancias peligrosas II, la directiva de nitratos agrícolas y la
directiva de aguas residuales.
Ante esta situación, surge la DMA que intenta superar la visión utilitarista y fragmentada del
agua para dar una visión ecosistémica e integrada, tratando de superar la ineficacia que se había
observado hasta entonces e intentando ser la respuesta a esa labor de vigilancia que tiene que
desarrollar la administración. Además intenta reducir la opacidad democrática y avanzar hacia
una transparencia democrática. En España, la DMA además implica pasar de una política de la
oferta (el modelo hasta ahora es que en un sistema de déficit hídrico, en el que hay mayor
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