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Hermandad
Esta se ampliaría para albergar
mayor número de
devotos. En un principio
habría una imagen de Cristo,
pero más tarde llegaría
la imagen de la dolorosa.
Es curioso leer unas de
las actas fundacionales
donde nos indica el lugar
que le correspondía a cada
imagen: “Imagen de San
Francisco de Paula, de talla
entera, dorado y estofado,
que esté colocada en el altar
mayor y en preeminente
lugar a todas las imágenes
que hubiere, menos la de
Cristo nuestro Señor y las
de María Santísima”. 4
La disposición de la titular
mariana desde años
atrás le ha dado un lugar
principal, presidiendo el
retablo. Este retablo data
de 1756, atribuido al hermano
Lorenzo de San Francisco
5 . La desamortización
de Mendizábal, en 1835,
provocó que los frailes mínimos
fueran desposeídos
de sus bienes. Sin embargo,
la orden tercera, radicada
en la capilla, corrió
mejor suerte.
Tanto el culto en la capilla
como el Vía-Crucis se
siguieron realizando. Ya en
el siglo XX, la ermita fue
testigo de otro hecho histórico.
El 16 de mayo de
1920 salió desde la capilla
una comitiva, tras toda
una noche de adoración
eucarística, para poner la
primera piedra del futuro
seminario. 6 Esta historia
de devoción y esplendor de
la vida en la capilla se vio
truncada por los sucesos
28 Boletín Monte Calvario / Cuaresma 2011
de la Guerra Civil, en julio
de 1936, que supuso la
pérdida de todas las imágenes,
quedando sólo en pie
la estructura del edificio y
el retablo.
Desde esa triste fecha,
la capilla quedó sin culto y
sin imagen que presidiera
el deteriorado retablo. Será
el Viernes de Dolores del
año 1941 cuando aparezca
la imagen de la nueva dolorosa
en el retablo y se celebrará
una función solemne.
Fue el comienzo de una
nueva etapa para la historia
de esta capilla, recuperándose
en el año 1944 el
septenario que ha pervivido
hasta la actualidad.
El septenario son siete
viernes que veneran los dolores
de la Virgen. Este culto
específico fue extendido
por toda nuestra región gracias
a la labor de los siervos
de María, conocidos
como Servitas. Esta orden
tiene su origen en Florencia;
Siete nobles fueron
sus fundadores, que se retiraron
a la oración y dejaron
todo en sus vidas por ayudar
a los demás. En uno de
estos retiros, el día 15 de
agosto, se les apareció la
Virgen comunicando que le
dieran culto a sus dolores.
A partir de entonces, se extendieron
por toda Europa
propagando esta devoción
a la Virgen dolorosa.
En Málaga, la importante
influencia de la orden Servita
propició que creara en
1695 la Venerable Orden
Tercera de los Siervos de
María, que se reorganizaría
en 1739 gracias al Conde
de Buenavista, en la Iglesia
de San Felipe Neri 7 .
Es patente la devoción a
los dolores de Nuestra Señora
que se dio en el Calva-
Entre julio de 1936 y el Viernes de Dolores
de 1941, no hubo cultos en la capilla
rio. Muestra de ello fueron
los cultos que se retomaron
a partir de la década de
los años cuarenta, llegando
a ser tal la afluencia de devotos
que asistían a estos
cultos que hubo de ampliar
la única nave de la capilla
con otra en el lateral.
Por lo tanto, el auge fue
tal que se comenzó a adecentar
toda la capilla, ampliando
también el ajuar
de la propia imagen, como
la diadema de plata de
ley que le fuera impuesta
el viernes de dolores del
año 1958, gracias a la plata
donada por el grupo de
devotas que subían al septenario.
Esta pieza fue realizada
por el orfebre Seco
Velasco, siendo una pieza
de gran valía y que le da un
marcado carácter personal
a nuestra imagen por el tamaño
de la presea. Tanta
fue la plata que se recogió
que sobró para efectuar un
puñal a juego obra del mismo
obrador.
Vemos el fervor que
levantó nuestra Titular, y
muestra de ello es también
la curiosa historia de un
grupo de marineros que subieron
el monte cargados
con remos, como muestra
de su agradecimiento por la
intercesión de Santa María
del Monte Calvario cuando
estos se encontraban en
grave peligro en el mar. 8
Este septenario doloroso
fue el motor devocional
para esta imagen y también
cita obligada para muchos
cofrades, siendo el aglutinante
para la fundación de
la Hermandad. La belleza
de las imágenes de Cristo
Yacente y de Santa María
del Monte Calvario, hará
que jóvenes cofrades sueñen
con una hermandad en
torno a ellos. Como dijera la
insigne cofrade malagueña