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se quedara mudo hasta el
nacimiento del niño. María
fue a visitar a Santa Isabel,
y a los tres meses nacería
Juan, llamado ‘el Bautista’.
San Francisco de Paula:
Fundador de la orden de
los frailes mínimos. San
Francisco de Paula nació en
1416, en una villa de Calabria
llamada Paula, hijo de
Diego de Martolilla y Viena.
De orígenes humildes, honestos
y piadosos. Se llamó
Francisco por la devoción al
Santo de Asís, ya que sus
padres se encomendaron
a éste para su nacimiento.
Murió en 1507, en la ciudad
francesa de Tours.
La orden de frailes mínimos
tenía la particularidad
de contar con cuatro votos.
Aparte de los de castidad,
obediencia y pobreza, tenían
un cuarto de cuaresma
perpetua.
En 1487, el rey Fernando
I de Aragón estaba a expensas
de tomar la ciudad de
Málaga, aún bajo dominio
moro. Cuenta la leyenda
que el monarca tenía en
su oratorio una imagen de
Nuestra Señora, regalo del
archiduque Maximiliano de
Austria, con la cual soñó. En
el sueño aparecía la Virgen
con una palma recibiendo
el homenaje de un anciano
que imploraba el triunfo de
las huestes cristianas. Tradicionalmente,
la imagen
de este anciano se ha reconocido
como la de San
Francisco de Paula, escena
que esta Hermandad de penitencia
porta como emblema
en su estandarte. A los
pocos días, llegaron a Málaga
unos frailes mínimos,
entre los que se encontraba
Fray Bernardo Boyl, que
traía noticias de San Francisco
de Paula, quien le animaba
a no dejar el cerco de
la ciudad. Este santo tuvo
fama, entre muchas de sus
virtudes, de ser vidente, y
habría experimentado una
premonición de este desánimo
real. A los pocos
días fue conquistada la ciudad
de Málaga y el monarca
estuvo muy agradecido
a esta orden. En honor a la
victoria, se construiría una
ermita en las faldas del cerro
del Calvario, ya que aquí
La ermita del Calvario se levantó en recuerdo
de la fundación del primer monasterio de la
orden de San Francisco de Paula en España
se ubicó el campamento
del rey Fernando durante la
reconquista de la ciudad.
En esta ermita se le daría
culto a la milagrosa imagen
de la Virgen de la Victoria
que, según la tradición, medió
para la reconquista.
Al obtener el triunfo sobre
la ciudad, los reyes
otorgarían a los frailes mínimos
algunos privilegios,
concediéndole el terreno
donde se encontraba el primitivo
campamento del rey
Fernando para realizar la
fundación del convento, en
marzo de 1493.
En la cima del actual
Monte Calvario, el 9 de diciembre
de 1495, se realizaría
un acto para la toma
de posesión del convento y
de los terrenos que los circundaban.
Como recuerdo
de este acto, se levantaría
un humilladero. Este es el
origen de la actual ermita,
teniendo gran importancia
ya que fue levantada en
recuerdo de la fundación
del primer monasterio de la
orden de San Francisco de
Paula en España, monasterio
que sería casa matriz y
fundamental en el engranaje
de la orden mínima del
territorio español.
Este santo sería canonizado
en 1519 durante
el papado de León X. Y se
le suele representar iconográficamente
mediante la
figura de un anciano, con
larga barba blanca, vestido
con el hábito mínimo y con
el sol en el pecho, o en la
mano, con la leyenda ‘Charitas’
o ‘Humilitas’.
San Patricio
Último santo que corona
“las marías” de la Virgen
del Calvario. Fue el primer
obispo de Málaga, según la
Formación
tradición, ya que firma en el
concilio de Illiberis, Elvira,
en el año 307. Su refrendo
aparece por delante del
Obispo de Córdoba, lo que
demuestra su antigüedad,
ya que las rúbricas eran ordenadas
según la experiencia.
Fue coetáneo de San
Ciriaco y Santa Paula.
Sería en el siglo XVII
cuando se le hiciera santo,
debido a que se santificó a
todos los primeros obispos
de las diócesis y Gregorio
XVI decretó su celebración.
Se le suele representar
vestido de obispo, y con
elementos distintivos de
Málaga, como la torre de
la Catedral en la mano, o
en un entorno de ruinas
romanas.
En conclusión, podemos
destacar el rico programa
iconográfico que rodea este
bello conjunto que se luce
por la ciudad el Viernes
Santo, que comienza en la
base del cajillo donde las
mujeres fuertes de la Biblia
sirven de peana para la Virgen
del Calvario, siguiendo
por ésta donde aparece
la capilla del Calvario y el
Santuario de la Victoria,
como fuertes cimientos de
nuestra fe, terminando con
toda una iluminación aquí
detallada, que nos permite
acercarnos a la vida de
la Virgen y, finalmente, la
propia Imagen en sí, que
encierra una infinidad de
detalles que la hacen única
y reconocible.
Todo este trabajo ha sido
posible gracias a nuestro
querido amigo Curro Claros,
que gentilmente donó estas
preciosas pinturas, factura
directa de su mano, lo
que demuestra su amor hacia
nuestra Virgen del Calvario
y su disponibilidad
para todo lo que la hermandad
le ha requerido.
Boletín Monte Calvario / Cuaresma 2011
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