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Formación
atriles, que continuó interpretándose
en los oficios
de Semana santa, hasta
que quedó sumida en el silencio
tras las estrictas normas
postuladas por “motu
propio” del Papa Pío X sobre
la música sagrada (22
de noviembre de 1904).
El día 28 de febrero de
1901, en Málaga, el insigne
músico Eduardo Ocón murió
victima de una pulmonía
gripal. Lamentablemente, a
pesar de los inestimables
servicios que el insigne músico
malagueño prestó a la
ciudad y que la valía de sus
obras, el olvido de este importante
organista, investigador,
compositor y docente se
produjo muy rápidamente.
Afortunadamente, la coral
Santa María de la Victoria,
desde los primeros años
de su fundación, junto con
la antigua Orquesta Sinfóni-
62 Boletín Monte Calvario / Cuaresma 2011
El ‘Miserere’ fue, sin duda, la más ambiciosa de
las composiciones religiosas de Eduardo Ocón
ca de Málaga, acometieron
el laudable empeño de relevar
del injusto ostracismo
la bella partitura del ‘Miserere’
ocaniano, sin duda
la más ambiciosa de las
composiciones religiosas
del ilustre músico malagueño.
Cada año, en los días
previos a la Semana Santa,
coral y orquesta brindan a
Málaga la oportunidad de
participar en la audición de
las hermosas páginas de
tan singular partitura.
De todos los versículos
musicados del salmo ‘Miserere’
por Eduardo Ocón, el
‘Benigne fac, Dómine’ es –a
mi modesto parecer– el más
inspirado y solemne religiosidad.
Su línea melódica, inspiradísima
sostenida por una
expresiva armonía, interpretan
con magistral fidelidad el
sentido de texto sagrado.
Hace ya años, en uno de
los ensayos de la partitura
del ‘Miserere’, un componente
de la Coral Santa María de
la Victoria, a su vez hermano
de nuestra cofradía del
Calvario, me sugirió la posibilidad
de adoptar la música
del ‘Benigne fac, Dómine’ a
marcha procesional parra
acompañar a nuestros Sagrados
Titulares en la estación
penitencial del Viernes
Santo. Acogí la sugerencia
con el mayor interés. Estudié
detenidamente la partitura
en toda su complejidad,
voz y orquesta. Me puse con
todo mi cariño manos a la
obra y, respetando fielmen-
te la inspirada partitura del
maestro Ocón, la adapté a
marcha procesional. La versión
que transfería la partitura
originalmente escrita
para orquesta sinfónica a
banda de música fue acogida
con total complacencia
y emoción por cuantos, por
primera vez, tuvieron ocasión
de escucharla en la salida
procesional de nuestra
cofradía desde el Real Santuario
de la Victoria.
Desde aquella memorable
salida penitencial de la
Cofradía del Calvario, el
‘Benigne fac Dómine’ del
‘Miserere’ de Ocón, es el
“santo y seña” que anuncia
e identifica la solemne presencia
de nuestra corporación
nazarena en el itinerario
procesional de su
ejemplar estación de penitencia
en la tarde-noche de
cada Viernes santo.