Revista Pesca Marzo 2014

EL FALLO DE LA HAYA Y EL SUR
Escribía el domingo pasado, que el fallo de la Corte Internacional
de La Haya, en primera y última instancia no
afectaría o incidiría en ningún tipo de beneficio o perjuicio
fundamental para la mayoría de los peruanos, salvo
en sentirnos orgullosos o perjudicados en el ―amor propio‖.
Dije que si éste favorecía al Perú, los ganadores
serán los propietarios de las grandes empresas pesqueras,
cuyos capitales provienen del extranjero, que podrán
pescar en una zona vedada. Lamentablemente no me
equivoqué. Los pescadores artesanales continúan igual
que antes.
Ahora bien, en Arequipa, Moquegua y Tacna, regiones del
sur con litoral, creo que sus autoridades deberían hacer
un frente común para que las empresas harineras ubicadas
en sus ámbitos, dejen de tributar en Lima. Ello permitiría
tener un mejor Canon Pesquero.
Asimismo, diseñar en forma compartida una nueva política
pesquera, procurando priorizar la pesca de consumo
humano, favoreciendo la instalación de fabricas de conserva,
plantas de frío, construcción y/o modernización de
desembarcaderos pesqueros artesanales y lo que es más
importante, creando un sistema de comercialización que
posibilite que las especies pesqueras puedan ser llevadas
a todas las ciudades de la macro región sur.
Y en cuanto a las relaciones con Chile, creo que el Fallo,
tal como ha sido dado –al margen de ciertas reacciones
chauvinistas extremas en ambos países-, cuenta con la
aceptación mayoritaria de las autoridades políticas, la población
y los agentes económicos de ambos países, requisito
indispensable para construir un futuro común, en
planos de colaboración mutua, pero sobre todo, insisto,
de igualdad en los intercambios e inversiones económicas.
En tal sentido, cabría recordar a Montesquieu, cuando
expresa: ―Aunque fuese útil para Europa y perjudicial
para el género humano, lo consideraría un crimen y
jamás lo revelaría, pues soy humano por naturaleza, y
francés solo por casualidad‖. Frase que muy bien podemos
recordar y comenzar a hacerla nuestra todos los
habitantes de los países latinoamericanos.
Sin embargo, en tanto superamos los atavismos que nos
mantiene anclados en el pasado, no podemos alegremente
embarcarnos en proyectos que aparte de no tener un
sustento técnico y económico, acabarían por favorecer a
nuestros competidores directos. Y aquí me refiero a los
hermanos tacneños y sus autoridades. Por un bienestar
momentáneo y en gran parte artificial, no pueden continuar
sacrificando el desarrollo del sur. No pueden, por
ejemplo, intentar construir una carretera entre Collca y
Tacna, con el objeto de tener una vía más directa a La
Paz.
Finalizarla es favorecer directamente a Arica, en perjuicio
de Ilo y de los intereses macroregionales. ¿O acaso creen
que en caso de concluirla los transportistas bolivianos
que pudiesen utilizarla, superando su pronunciada pendiente,
al llegar a Tacna, acaso se dirigirían a Ilo, a 150
kilómetros, cuando Arica está a 50 kilómetros?... ¡Las
facilidades portuarias pueden ser igualadas, pero no la
distancia, que sería decisiva a la hora de elegir!
máscaras del gatopardo
César Caro
Especialista
Fuente
http://www.larepublica.pe/02-02-2014/fallo-de-la-haya-y-el-sur
Revista Pesca Marzo 2014 58