Revista Pesca Marzo 2014
La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería que, además de informar, agita conciencias de los ciudadanos indignados y cansados de recibir información que infunde miedos y propala medias verdades procedente de medios manipulados.
La revista Pesca es un medio de información alternativo referido a temas del mar y de la pesquería que, además de informar, agita conciencias de los ciudadanos indignados y cansados de recibir información que infunde miedos y propala medias verdades procedente de medios manipulados.
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En aquellos situados en la Islas del Rosario, un estudio<br />
publicado por Alvarado indica que alrededor de ellos se<br />
ha reducido la población de peces, las tallas de los corales<br />
son menores y existe un incremente de algas y esponjas<br />
que los ahogan.<br />
El Laboratorio de Biología Molecular Marina de la Universidad<br />
de los Andes interpreta de otra forma la crisis y<br />
dice que allí debería existir al menos un 60 por ciento de<br />
corales vivos, pero hoy no pasan del 35 por ciento.<br />
Los estudios de la Universidad Jorge Tadeo Lozano han<br />
logrado concluir, además, que hay pocas poblaciones<br />
jóvenes que puedan reemplazar a las antiguas o a las<br />
que fallecen. La mortalidad está afectando a los juveniles.<br />
Entonces no se augura un buen futuro. Las investigaciones<br />
han advertido que en Colombia podrían acabarse<br />
especies fundamentales de corales como las montastreas<br />
y las acróporas, reyes del arrecife por su tamaño<br />
y porque le dan estabilidad al sistema. Si estas mueren,<br />
tal vez no vamos a ver un cementerio de corales<br />
porque es probable que sean reemplazadas por otras<br />
especies, pero estas serán más pequeñas y no los harán<br />
ecosistemas tan biodiversos como los de hoy.<br />
Pero para esta región de Bolívar hay otros enemigos<br />
identificados: los sedimentos que arroja al mar el Canal<br />
del Dique, un brazo del río Magdalena que va a parar a<br />
la bahía de Cartagena. Esos sedimentos terminan viajando<br />
hasta las islas y allí rodean a los corales hasta<br />
matarlos. Esos desperdicios que llegan al océano desde<br />
el interior del país también han reducido la visibilidad<br />
del mar, y por eso los buzos deben hacer inmersiones<br />
en un océano turbio. Y como los arrecifes están situados<br />
en zonas pobres y presionados por poblaciones de bajos<br />
ingresos que los aprovechan para subsistir, esta situación<br />
los está transformando en objetivo para ser destruidos<br />
y venderlos como recordatorios o transformados<br />
en collares o pulseras. El calentamiento global ha puesto<br />
de su parte al subir la temperatura del mar. Ese calor<br />
adicional produce en los corales una reacción química<br />
que los lleva a expulsar algunas microalgas con las que<br />
conviven y que les aportan sus colores. El desarrollo<br />
urbano y el mismo turismo también están muchas veces<br />
en su contra. El Sistema Nacional de Monitoreo de Arrecifes<br />
Coralinos, dice que los urbanizadores actúan como<br />
verdugos porque extraen los corales para convertirlos<br />
en material para la construcción de viviendas de lujo.<br />
Al igual que en las Islas del Rosario, San Andrés y Providencia<br />
también enfrenta amenazas, todas asociadas al<br />
mal comportamiento del hombre. En el territorio insular,<br />
así como en los cayos de Roncador y Quitasueño, las<br />
cosas se han agravado por la sobrepesca. Como en la<br />
naturaleza todo es como una cadena y cada ser depende<br />
de otro, cuando se extraen muchos peces del mar,<br />
las algas, que antes eran su alimento, no tienen problema<br />
para reproducirse e invaden el arrecife hasta ahogarlo.<br />
Pero allí también hay enfermedades como la plaga<br />
blanca, una dolencia en la que muchos microorganismos<br />
se comen la cobertura viva del coral.<br />
En esta zona también son notorios otros trastornos como<br />
la banda negra, la banda amarilla, la banda roja,<br />
lunares oscuros y también se notan tumores que generan<br />
deformaciones en los pólipos del arrecife, al punto<br />
de que unos presentan síntomas de enanismo y otros<br />
de gigantismo. Las causas de esas dolencias tendrían<br />
dos orígenes. Una estaría determinada por los patógenos<br />
terrestres que han terminado afectando la vida marina<br />
del Caribe, porque allí caen gran parte de las aguas<br />
negras del continente. Otros hablan de que el polvo del<br />
desierto del Sahara, que llega hasta nuestras costas impulsado<br />
por los vientos, ha trasladado hasta la región<br />
contaminantes de los cuales aún se tiene poca información.<br />
A todo lo anterior se suma la presencia del pez león,<br />
una especie invasora que está matando los peces más<br />
pequeños.<br />
La preocupación para el Caribe colombiano ha sido confirmada<br />
por el Instituto de Investigaciones Marinas de<br />
Colombia (Invemar). Esta entidad ha dicho que el ciento<br />
por ciento de los arrecifes de esta región están amenazados<br />
y tal vez un 20 por ciento en riesgo inminente de<br />
morir.<br />
El diagnóstico es complejo. Por eso, el Ministerio de Ambiente<br />
anunció este año una salida a la crisis: Colombia<br />
se suscribió hace casi un mes a la Iniciativa Internacio-<br />
<strong>Revista</strong> <strong>Pesca</strong> <strong>Marzo</strong> <strong>2014</strong> 64