233 - Scherzo
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ACTUALIDAD<br />
SANTANDER / TOLEDO<br />
Encuentro de Música y Academia<br />
EXQUISITO MAGISTERIO<br />
Palacio de Festivales de Cantabria. 18-VII-2008. Alessandro Carbonare, clarinete; Klaus Thunemann, fagot; Radovan Vlatkovic,<br />
trompa; Péter Csaba, violin; Diemut Poppen, viola; Claudio Martínez Mehner, piano; Mátyás Bicsak, flauta; Antonio Martín,<br />
violonchelo; Martín Levicky, piano; Rita Mascagna, violin; Kinga Ujszaszi, violin; Petr Vasek, clarinete; Zhee Young Moon,<br />
piano; Borbély László, piano; Katarina Roussou, mezzosoprano. Obras de Bach, Del Puerto, Beethoven y Bartók.<br />
El Encuentro de Música y<br />
Academia de Santander<br />
ofreció el 18 de julio una<br />
velada musical de exquisita<br />
factura, a medio<br />
camino entre el recital y<br />
la música de cámara, plural,<br />
renovadora pero también<br />
clásica, de claras referencias<br />
estéticas. Comenzó el<br />
concierto con una meditada<br />
versión de la Suite para viola<br />
sola en sol mayor, BWV 1007<br />
de Bach, trasunto de su<br />
homónima para chelo que la<br />
violista Diemut Poppen dibujó<br />
con temple, sin excesos<br />
expresivos. Fue una versión<br />
más bien serena y contem-<br />
SANTANDER<br />
plativa, mediana de energía,<br />
agradable de oír por lo jugoso<br />
del empleo del arco, muy<br />
creativo y emocional, en fin,<br />
una delicia. David del Puerto<br />
fue el único compositor<br />
español del programa, junto<br />
a Javier Alfaya, de quien usó<br />
algunos sensuales poemas<br />
que, con música, perdían<br />
algo de esa fascinación etérea.<br />
El flautista Mátyás Bicsak,<br />
el chelista Antonio Martín<br />
y el autosuficiente pianista<br />
Martín Levicky delimitaron<br />
con perfección la algo recurrente<br />
línea melódica del<br />
declamado puertiano, cantado<br />
con buena dicción y notable<br />
gusto por la mezzo Katarina<br />
Roussou. Fue una audición<br />
interesante, por la personalidad<br />
de la musicalización<br />
de los tres poemas —<br />
originalmente cinco, compuestos<br />
en el 2007 por encargo<br />
de la Escuela Superior de<br />
Música Reina Sofía—, que no<br />
se entendieron del todo cantados.<br />
Leos Janácek retrató,<br />
en su Concertino para piano,<br />
dos violines, viola, clarinete,<br />
trompa y fagot, toda una serie<br />
de escenas pintorescas de<br />
animales parlantes y concertantes,<br />
espléndidamente<br />
representados por el conjunto,<br />
del que es difícil destacar<br />
alguno sin nombrar la asombrosa<br />
plasticidad pianística de<br />
Claudio Martínez Mehner. La<br />
segunda parte fue más clásica<br />
y bellísima. Un Trío para piano,<br />
flauta y fagot en sol<br />
mayor, WoO 37 de Beethoven<br />
realmente emocionante, por<br />
la musicalidad del fagotista<br />
Klaus Thunemann y la refinada<br />
solidez técnica de Zhee<br />
Young Moon al piano, y Contrastes<br />
para clarinete, violín y<br />
piano de Bela Bartók, donde<br />
sobresalió el extraordinario<br />
violinista Péter Csaba, cerraron<br />
una velada exquisita.<br />
Aurelio M. Seco<br />
I Festival Lírico de Toledo “El Greco”<br />
EL REY SE DIVIERTE<br />
Teatro de Rojas. 15-VII-2008. Juan Diego Flórez, tenor; Vincenzo Scalera, piano. Arias de Mozart, Rossini, Verdi y<br />
Donizetti. 17–VII–2008. José Cura, Elisabete Matos, Juan Jesús Rodríguez, Ana María Sánchez, José Manuel Zapata.<br />
Orquesta de Cámara de España. Director: José Miguel Pérez Sierra. Homenaje a Puccini.<br />
38<br />
Juan Diego Flórez es el<br />
rey indiscutible del bel<br />
canto. Pero como todos<br />
los reyes se aburre en<br />
palacio y le gusta disfrazarse<br />
de mendigo y salir<br />
a la calle a hacer travesuras.<br />
Y sucede que, cuando viene<br />
a cantar a España, se le acentúa<br />
la vena picaresca, saca<br />
afuera todo su gongorismo y<br />
ofrece verdaderos juegos de<br />
artificio en escena. El rey se<br />
divierte.<br />
En Toledo, ofreció un<br />
recital para la historia. Flórez<br />
se sentía cómodo y comunicativo.<br />
Pasó todo el recital<br />
conversando con el público<br />
y al final iba pidiendo a la<br />
audiencia que eligiesen las<br />
propinas. Cantó la versión<br />
francesa del Guillermo Tell<br />
de Rossini y la italiana de Ah!<br />
mes amis de La fille du régiment<br />
de Donizetti. Cantó la<br />
Furtiva lacrima con unas<br />
extrañas variaciones del propio<br />
compositor. Y entre bro-<br />
TOLEDO<br />
JUAN DIEGO FLÓREZ<br />
ma y broma, iba regalando<br />
milagros en forma de aria.<br />
Sin embargo, al rey se le<br />
exige más que al resto y,<br />
dentro de la excelencia, hay<br />
que reconocer que empezó<br />
muy frío y con muchas<br />
imprecisiones en la afinación.<br />
No es menos cierto<br />
que, cuando se sale de los<br />
límites de su reino —el bel<br />
canto— no se siente tan<br />
cómodo y su voz se resiente.<br />
Cantó un Mozart bastante<br />
plano y la faltó un poco de<br />
cuerpo a su Verdi. Vincenzo<br />
Scalera hizo un trabajo bastante<br />
bueno y eficiente pero<br />
sin alardes.<br />
El homenaje a Puccini<br />
fue harina de otro costal. En<br />
las galas veraniegas es habitual<br />
que los cantantes se<br />
relajen en exceso y suelen<br />
salir actuaciones muy por<br />
debajo del umbral de lo permitido.<br />
Sin embargo, en esta<br />
gala concurrían grandes<br />
voces del panorama internacional<br />
—José Cura y Elisabete<br />
Matos— y español —Ana<br />
María Sánchez, José Manuel<br />
Zapata y Juan Jesús Rodríguez.<br />
El resultado, como es<br />
de esperarse, muy desigual.<br />
Elisabete Matos está en un<br />
momento dulce —cantó una<br />
espléndida Tosca hace poco<br />
en Lisboa— y fue la gran<br />
protagonista de la noche.<br />
Bofill<br />
José Cura, estuvo genial e<br />
irregular, como de costumbre.<br />
Cantó con un gusto<br />
exquisito y una dulzura<br />
inigualable pero a menudo<br />
se perdía entre barroquismos.<br />
Juan Jesús Rodríguez<br />
tiene mucho talento y una<br />
voz equilibrada y poderosa.<br />
Ana María Sánchez es pura<br />
fuerza y garra pero le falta<br />
un punto de delicadeza. José<br />
Manuel Zapata está llamado<br />
a ser una de las grandes<br />
voces españolas, sin embargo<br />
todavía le falta camino<br />
por recorrer.<br />
La Orquesta de Cámara<br />
Española estuvo muy irregular:<br />
segura y firme en los forte,<br />
insegura en los piano. Al<br />
frente estaba uno de los<br />
jóvenes talentos españoles<br />
de la dirección: José Miguel<br />
Pérez Sierra. Seguridad, soltura<br />
y flexibilidad avalaron<br />
su gran labor.<br />
Federico Villalba