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233 - Scherzo

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REVISTA DE MÚSICA<br />

Año XXIII - Nº <strong>233</strong> - Septiembre 2008 - 6,50 €<br />

DOSIER<br />

Orquestas<br />

españolas<br />

2008-2009<br />

ENCUENTROS<br />

Franz<br />

Welser-Möst<br />

AGENDA<br />

La temporada<br />

que empieza<br />

ACTUALIDAD<br />

Marcelo Álvarez<br />

Steven Isserlis<br />

REPORTAJE<br />

La Celestina<br />

de Nin-Culmell<br />

REFERENCIAS<br />

Las cuatro estaciones<br />

de Vivaldi


XIII CICLO<br />

Los<br />

Siglos<br />

de<br />

Oro<br />

Fiestas Reales<br />

LORENZO TIEPOLO. Personaje de América en el Salón del Trono. Fresco, detalle, 1767. Patrimonio Nacional<br />

Federico Chueca y Joaquín Valverde<br />

Libreto de Javier de Burgos<br />

Cádiz<br />

Episodio nacional cómico-lírico-dramático en dos actos<br />

Versión de concierto<br />

Viernes,<br />

5 de septiembre de 2008,<br />

a las 20.00 horas<br />

ISABEL REY, soprano<br />

JOSÉ BROS, tenor<br />

ANA IBARRA, soprano<br />

CARLOS BERGASA, barítono<br />

EMILIO SÁNCHEZ, tenor<br />

LUIS ÁLVAREZ, barítono<br />

CORO DE LA COMUNIDAD<br />

DE MADRID<br />

JORDI CASAS, director<br />

ORQUESTA SINFÓNICA<br />

DE GALICIA<br />

VÍCTOR PABLO PÉREZ, director<br />

TEATRO AUDITORIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL<br />

Parque Felipe II. San Lorenzo de El Escorial (Madrid)<br />

PRECIOS Y VENTA DE LOCALIDADES<br />

Se podrán adquirir localidades para este concierto mediante el sistema<br />

de venta telefónica llamando al número 902 22 68 22, en horario<br />

de 10.00 a 19.00 horas, el sistema de venta por Internet en la página<br />

www.entradas.com/siglosdeoro y en la red de cajeros de Caja Madrid. La<br />

forma de pago de estas localidades se realizará mediante tarjeta de crédito<br />

o débito. Precios de las localidades: 15 y 20 euros (según zonas).


AÑO XXIII - Nº <strong>233</strong> - Septiembre 2008 - 6,50 €<br />

2 OPINIÓN<br />

CON NOMBRE<br />

PROPIO<br />

6 Marcelo Álvarez<br />

Fernando Fraga<br />

8 Steven Isserlis<br />

Camila Fernández Gutiérrez<br />

10 AGENDA<br />

20 ACTUALIDAD<br />

NACIONAL<br />

42 ACTUALIDAD<br />

INTERNACIONAL<br />

58 ENTREVISTA<br />

Patricia Petibon<br />

Bruno Serrou<br />

64 Discos del mes<br />

65 SCHERZO DISCOS<br />

Sumario<br />

DOSIER<br />

Orquestas españolas,<br />

temporada 2008-2009 113<br />

ENCUENTROS<br />

Franz Welser-Möst<br />

Juan Antonio Llorente 138<br />

REPORTAJE<br />

Estreno de La Celestina de<br />

Joaquín Nin-Culmell<br />

Alexis Soriano 146<br />

EDUCACIÓN<br />

Pedro Sarmiento 148<br />

JAZZ<br />

Pablo Sanz 152<br />

LIBROS 154<br />

LA GUÍA 156<br />

CONTRAPUNTO<br />

Norman Lebrecht 160<br />

Colaboran en este número:<br />

Javier Alfaya, Daniel Álvarez Vázquez, Julio Andrade Malde, Íñigo Arbiza, Rafael Banús Irusta, Emili Blasco, Alfredo Brotons Muñoz, José<br />

Antonio Cantón, Rodrigo Carrizo Couto, Jacobo Cortines, Patrick Dillon, Pierre Élie Mamou, José Luis Fernández, Camila Fernández<br />

Gutiérrez, Fernando Fraga, Germán Gan Quesada, Joaquín García, Manuel García Franco, Carmen Dolores García González, Juan García-<br />

Rico, José Guerrero Martín, Fernando Herrero, Bernd Hoppe, Antonio Lasierra, Norman Lebrecht, Juan Antonio Llorente, Fiona Maddocks,<br />

Santiago Martín Bermúdez, Leticia Martín Ruiz, Joaquín Martín de Sagarmínaga, Enrique Martínez Miura, Aurelio Martínez Seco, Blas<br />

Matamoro, Marco Antonio Molín Ruiz, Juan Carlos Moreno, Antonio Muñoz Molina, Miguel Ángel Nepomuceno, Rafael Ortega Basagoiti,<br />

Josep Pascual, Enrique Pérez Adrián, José Luis Pérez de Arteaga, Javier Pérez Senz, Paolo Petazzi, Francisco Ramos, Arturo Reverter, David<br />

Rodríguez Cerdán, Jaime Rodríguez Pombo, Leopoldo Rojas-O’Donnell, Justo Romero, Pablo Sanz, Pedro Sarmiento, Bruno Serrou, Franco<br />

Soda, Alexis Soriano, Christian Springer, Luis Suñen, José Luis Téllez, Guzmán Urrero Peña, Asier Vallejo Ugarte, Claire Vaquero Williams,<br />

Pablo J. Vayón, Juan Manuel Viana, Albert Vilardell, Carlos Vílchez Negrín, Federico Villalba, Reinmar Wagner.<br />

Traducciones:<br />

Rafael Banús Irusta y Blas Matamoro (alemán) - Enrique Martínez Miura (italiano) - Barbara McShane (inglés)<br />

Juan Manuel Viana (francés)<br />

Impreso en papel 100% libre de cloro<br />

PRECIO DE LA SUSCRIPCIÓN:<br />

por un año (11 Números)<br />

España (incluido Canarias) 65 €.<br />

Europa: 100 €.<br />

EE.UU y Canadá 115 €.<br />

Méjico, América Central y del Sur 120 €.<br />

Esta revista es miembro de ARCE,<br />

Asociación de Revistas Culturales de<br />

España, y de CEDRO, Centro Español<br />

de Derechos Reprográficos.<br />

SCHERZO es una publicación de carácter plural y no pertenece ni está adscrita<br />

a ningún organismo público ni privado. La dirección respeta la libertad de<br />

expresión de sus colaboradores. Los textos firmados son de exclusiva responsabilidad<br />

de los firmantes, no siendo por tanto opinión oficial de la revista.<br />

Esta revista ha recibido una subvención de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas<br />

para su difusión en bibliotecas, centros culturales y universidades de España, para la<br />

totalidad de los números editados en el año 2008.<br />

1


2<br />

OPINIÓN<br />

EDITORIAL<br />

OPINIÓN<br />

EL PALACIO DE LA MÚSICA<br />

Una de las mejores noticias del año ha sido, sin duda, el<br />

anuncio por parte de la Fundación Caja Madrid de la compra<br />

del Palacio de la Música, una antigua sala de conciertos<br />

que fue también cine en la época gloriosa y que hoy<br />

albergaba varios de esos locales tirando a mínimos a que se ha ido<br />

reduciendo el espacio dedicado a la contemplación del séptimo<br />

arte. Se trata de un edificio situado en el centro de Madrid, en la<br />

Gran Vía, que en su día albergó los programas de la Orquesta<br />

Nacional y de la Sinfónica de la Radio Televisión Española, es decir,<br />

un lugar con solera musical más que aquilatada. La Fundación Caja<br />

Madrid ha resuelto así, de la mejor manera posible, el futuro de un<br />

caserón que sólo podía dedicarse a usos culturales y que, de no ser<br />

por su intervención, se hubiera convertido en una suerte de sirena<br />

varada en la zona más populosa de la capital esperando la mano<br />

que, desembolsando una cantidad al alcance de ningún particular y<br />

de pocas instituciones, la despertara de un sueño que podría convertirse<br />

en eterno.<br />

Con la compra del edificio obra del gran arquitecto Secundino<br />

Zuazo —y que disfruta del máximo nivel de protección—, inaugurado<br />

en 1926, Madrid va a disponer, al fin —aunque haya que<br />

esperar al menos hasta 2011— de esa segunda sala de conciertos<br />

que necesitaba con urgencia, dada la ocupación permanente de<br />

un Auditorio Nacional en pleno periodo de reorganización de sus<br />

actividades. Téngase en cuenta que la Fundación Caja Madrid<br />

organiza ella sola ocho ciclos de conciertos estables, que van de<br />

la música sinfónica a la vocal distribuidos en diversos espacios<br />

que, a la vez, ganarán seguramente unas cuantas fechas para su<br />

programación particular. Pero sólo con la ocupación de sus propias<br />

actividades, la entidad ahorradora no cubriría suficientemente<br />

las fechas del año en que el Palacio de la Música podrá estar<br />

abierto al público, lo que significa que podrá tener sus propios<br />

programas y formaciones invitadas y configurarse así como un<br />

lugar de primerísima fila en la ya hoy enorme oferta madrileña en<br />

la materia. Cuesta muy poco pensar en las posibilidades que se le<br />

abren a la Orquesta Sinfónica de la RTVE o a la ORCAM —si ésta<br />

no se va definitivamente al Teatro del Canal— como posibles<br />

huéspedes del Palacio de la Música. Sus 1500 localidades no llegan<br />

ni de lejos al aforo del Auditorio Nacional pero bien pueden<br />

ser suficientes para una programación que, conociendo el modo<br />

de actuar de la Fundación, atraerá sin duda el público necesario<br />

para ocuparlas. Los 5500 metros cuadrados del local completo<br />

permitirán, además, la construcción de una sala polivalente y un<br />

estudio de grabación.<br />

Es inevitable, igualmente, la reflexión acerca de la iniciativa de<br />

lo que podríamos llamar la sociedad civil a la hora de invertir en<br />

las artes. Independientemente de las ventajas de imagen que ello<br />

propicia no hay que dejar de lado la apuesta que frente a otras<br />

posibilidades supone dedicar a la música un presupuesto en este<br />

caso desconocido todavía. Por así decir, los madrileños han decidido<br />

por sí mismos resolver un problema que ninguna administración<br />

ni estatal, ni autonómica, ni municipal, tenía intención alguna<br />

de encarar debidamente. Y la Fundación ha prometido, además,<br />

que el gasto en el Palacio de la Música no supondrá reducción<br />

alguna en sus actividades actuales que significan tanto para<br />

Madrid. Un dinero, pues, muy bien gastado.


DOSIER<br />

ENCUENTROS<br />

AGENDA<br />

ACTUALIDAD<br />

REPORTAJE<br />

REFERENCIAS<br />

REVISTA DE MÚSICA<br />

<br />

OPINIÓN<br />

Diseño<br />

de portada<br />

Argonauta<br />

Foto portada:<br />

Felix Broede / DG<br />

Orquestas<br />

españolas<br />

2008-2009<br />

Franz<br />

Welser-Möst<br />

La temporada<br />

que empieza<br />

Marcelo Álvarez<br />

Steven Isserlis<br />

La Celestina<br />

de Nin-Culmell<br />

Las cuatro estaciones<br />

de Vivaldi<br />

La música extremada<br />

MÚSICA DEL PORVENIR<br />

Edita: SCHERZO EDITORIAL S.L.<br />

C/Cartagena, 10. 1º C<br />

28028 MADRID<br />

Teléfono: 913 567 622<br />

FAX: 917 261 864<br />

Internet: www.scherzo.es<br />

E mail:<br />

Redacción: redaccion@scherzo.es<br />

Administración: revista@scherzo.es<br />

Presidente: Santiago Martín Bermúdez<br />

REVISTA DE MÚSICA<br />

Director: Luis Suñén<br />

Redactor Jefe: Enrique Martínez Miura<br />

Edición: Arantza Quintanilla<br />

Maquetación: Iván Pascual<br />

Fotografía: Rafa Martín<br />

Secciones<br />

Discos: Juan Manuel Viana<br />

Educación: Pedro Sarmiento<br />

Jazz: Pablo Sanz<br />

Libros: Enrique Martínez Miura<br />

Página Web: Iván Pascual<br />

Consejo de Dirección: Javier Alfaya, Manuel<br />

García Franco, Santiago Martín Bermúdez, Enrique<br />

Pérez Adrián, Pablo Queipo de Llano Ocaña,<br />

Arturo Reverter<br />

Departamento Económico: José Antonio Andújar<br />

Departamento de publicidad<br />

Cristina García-Ramos (coordinación)<br />

cristinaramos@scherzo.es<br />

Magdalena Manzanares<br />

magdalena@scherzo.es<br />

DOBLE ESPACIO S.A.<br />

primerespacio@teleline.es<br />

Relaciones externas: Barbara McShane<br />

Suscripciones y distribución: Choni Herrera<br />

suscripciones@scherzo.es<br />

Colaboradores: Cristina García-Ramos<br />

Impresión<br />

GRAFICAS AGA<br />

Depósito Legal: M-41822-1985<br />

ISSN: 0213-4802<br />

<strong>Scherzo</strong> Editorial, S. L. , a los efectos previstos en el<br />

artículo 32.1, párrafo segundo del vigente TRLPI, se<br />

opone expresamente a que cualquiera de las páginas de<br />

<strong>Scherzo</strong>-Revista de música, o partes de ellas , sean<br />

utilizadas para la realización de resúmenes de prensa.<br />

Cualquier acto de explotación (reproducción,<br />

distribución, comunicación pública, puesta a disposición,<br />

etc.) de la totalidad o parte de las páginas de <strong>Scherzo</strong>-<br />

Revista de música, precisará de la oportuna autorización,<br />

que será concedida por CEDRO mediante licencia dentro<br />

de los límites establecidos en ella.<br />

© <strong>Scherzo</strong> Editorial S.L.<br />

Reservados todos los derechos.<br />

Se prohíbe la reproducción total o parcial por ningún<br />

medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,<br />

grabados, o cualquier otro sistema, de los artículos<br />

aparecidos en esta publicación sin la autorización expresa<br />

por escrito del titular del Copyright.<br />

BRAD MELDHAU<br />

Es un alivio comprobar que la<br />

música que más nos gusta no<br />

sólo pertenece al pasado. Quizás<br />

los aficionados a músicas que no<br />

están de moda o no son de consumo<br />

inmediato nos dejamos influir en exceso<br />

por el sarcasmo de los que se precian<br />

de estar a la última, que suelen ser<br />

quienes dominan la información en los<br />

medios: la música clásica no interesa a<br />

casi nadie más que a una población<br />

declinante de elitistas con el pelo canoso;<br />

el jazz o el flamenco son antiguallas<br />

que sólo merecen algo de espacio<br />

informativo o crítico sólo si se les añade<br />

la mágica palabra, la gota de modernidad<br />

que los rescata de su anacronismo,<br />

“fusión”. Como los periodistas culturales,<br />

los políticos españoles también<br />

prefieren “apostar por lo nuevo”, por<br />

usar su pringoso lenguaje, en el que no<br />

se sabe por qué la palabra apuesta y el<br />

verbo apostar se repiten mucho. ¿Cuánto<br />

dinero público se va en subvencionar<br />

a quien no lo necesita, en pagar los<br />

honorarios demenciales de estrellas del<br />

pop o del rock que ya ganan millones<br />

y que son omnipresentes en las cadenas<br />

comerciales de televisión y de<br />

radio? No tengo nada contra esos artistas,<br />

salvo la antipatía que me producen<br />

espectáculos abrumadores de masas<br />

cuya estética viene heredada de los fastos<br />

de la Alemania nazi, y en los que el<br />

espectador parece que disuelve su individualidad<br />

en un arrebato colectivo<br />

propiciado por las luces y por los decibelios.<br />

Allá cada cual. Lo que me indigna<br />

es que tales fastos se paguen con<br />

mis impuestos, por una parte, y por<br />

otra que los periódicos considerados<br />

serios les dediquen una atención que<br />

niegan a otras músicas. Se trata de la<br />

profecía que se cumple por el simple<br />

hecho de ser formulada: como el jazz,<br />

el flamenco o la música clásica, van a<br />

interesar menos que el rock, no se<br />

informa sobre ellos, con lo cual lo que<br />

se consigue es que menos gente sepa<br />

que existen, lo cual será una prueba de<br />

que no interesan, etc.<br />

Y sin embargo resisten, y contra lo<br />

que muchas veces nosotros mismos llegamos<br />

a pensar, tienen al menos tanto<br />

porvenir como pasado. Artistas de<br />

treinta y tantos años mantienen la pureza<br />

de su arte y lo continúan con una<br />

libertad que asombra por lo que tiene<br />

de nueva y de leal a los orígenes.<br />

Quien ha escuchado a Miguel Poveda o<br />

a La Macanita cantar flamenco por<br />

derecho descubre que se aproximan<br />

con idéntico rigor y con una desenvoltura<br />

sin abaratamiento a otras formas<br />

más livianas de la canción popular. Y<br />

uno de los pianistas jóvenes con más<br />

talento del jazz, Brad Meldhau, improvisa<br />

no sólo sobre el repertorio de los<br />

standards de siempre sino también<br />

sobre canciones de los Beatles, de Paul<br />

Simon, de Radiohead, de Bob Dylan.<br />

Vi a Meldhau hace poco, tocando<br />

con su trío en la sala de cámara de Carnegie<br />

Hall, que tiene seiscientas localidades.<br />

Con varios días de antelación<br />

estaba todo vendido. Meldhau, el bajista<br />

Larry Grenadier y el batería Jeff Ballard<br />

tocaron durante dos horas sin imitar<br />

ningún estilo del pasado y sin hacer<br />

otra cosa que jazz. Ni arqueología a lo<br />

Wynton Marsalis ni penosa claudicación<br />

a ritmos o “fusiones” de moda: el jazz<br />

siempre ha abrazado otras músicas porque<br />

nació del encuentro entre varias de<br />

ellas. Entre un público civilizado y fervoroso,<br />

de todas las edades, tuve la<br />

confortadora sensación de escuchar,<br />

simplemente, música contemporánea,<br />

tan vigorosa que sobrevive gracias tan<br />

sólo a la pasión de quienes la hacen y<br />

quienes la disfrutamos, sin ayuda de<br />

nadie, sin la inercia de la moda.<br />

Antonio Muñoz Molina<br />

3


OPINIÓN<br />

AGENDA<br />

Prismas<br />

APELACIÓN AL OPTIMISMO<br />

No deja de ser gracioso que los vendedores de libros sigan<br />

considerando al verano como una estación aciaga. Al<br />

parecer y según ellos dicen, en el verano apenas se venden<br />

libros, las librerías están si no vacías sí escasas en eso que<br />

en el lenguaje del gremio se llama “novedades”. Éstas desaparecen<br />

como empujadas por un viento secreto que se las lleva Dios<br />

sabe a dónde. Sin embargo —y ahí reside la paradoja— los<br />

veraneantes leen —en apariencia al menos— más que nunca.<br />

No se puede decir por eso que en la literatura de consumo estival<br />

se vea mucho Proust, Kafka, Valle-Inclán, Chejov o Thomas<br />

Mann, pero sí Stephen King, Kent Follett, Laura Gallego, Ruiz<br />

Zafón y similares. El español medio, tan poco proclive a quemarse<br />

las pestañas, hace un alto en el camino y bajo la sombrilla<br />

absorbe, a veces con un grado de concentración digno de<br />

mejor causa, al último producto del mercado. Tal vez la razón<br />

última de su entusiasmo haya que buscarla en no tener que<br />

soportar a la suegra, al suegro, a los niños y niñas o incluso a la<br />

mujer, y que no exista mejor blindaje para perderlos de vista<br />

que protegerse con un sólido best-seller, que ha recibido todas<br />

las bendiciones de los protagonistas del ramo. No sé cuál será la<br />

causa de tanta súbita devoción a la letra impresa, pero desde<br />

luego, en los meses de verano, en los días de sol como en los<br />

días de lluvia —más difíciles estos, desde luego, ¿quién soporta<br />

en la estrechez de un apartamento con retoños y suegros dando<br />

la matraca?— el libro, tan olvidado, pasa a un lugar central.<br />

Así que propongo una reconsideración del verano como<br />

estación propicia a las buenas —o malas— lecturas. Que<br />

anuncios, por ejemplo, resalten en los medios de comunicación<br />

el carácter eminentemente propicio de una estación en la<br />

que la oficina queda atrás, aunque sea temporalmente, y el<br />

diálogo entre vivos y muertos de que hablaba Quevedo tome<br />

una nueva dimensión. Como estimulante añadido para la<br />

deglución de lo leído ofrezco que atruene un conjunto de rock<br />

en la playa o, si se trata de un espacio dominado por la tercera<br />

edad, que una orquesta interprete algunos de esos boleros<br />

que humedecen los ojos de los sexagenarios. Así, a lo mejor,<br />

ahora que llega el otoño —el otoño de la nostalgia— un puñado<br />

al menos de los lectores accidentales pueden convertirse<br />

en asiduos y quizás las librerías inicien la temporada bajo el<br />

signo, siempre tan grato, del optimismo.<br />

Javier Alfaya<br />

4


OPINIÓN<br />

AGENDA<br />

Música reservata<br />

EL IMPOSIBLE AYER<br />

Las semejanzas estructurales entre música y lenguaje<br />

impregnan la historia de la teoría, pero no siempre han<br />

jugado idéntico papel. En particular, la idea de la forma<br />

como categoría musical no aparece hasta el redescubrimiento<br />

de Cicerón y Quintiliano a comienzos del s. XV, lo<br />

que provocó un creciente interés por el estudio de las figuras<br />

retóricas literarias y su correspondencias musicales: puede<br />

decirse que el madrigalismo (pero también la polifonía<br />

litúrgica) no existirían en la forma en que las conocemos de<br />

no mediar esa nueva valoración de las analogías discursivas<br />

entre lo musical y lo poético. Toda la evolución posterior<br />

(que abarca hasta la total emancipación de la música instrumental)<br />

está ligada a estos planteamientos teóricos: un dilettante<br />

de la primera mitad del XVIII se acercaba a la música<br />

de su época de un<br />

modo totalmente distinto<br />

al nuestro, en la<br />

medida en que participaba<br />

de un código ajeno<br />

al oyente de hoy,<br />

un código estructurado<br />

según ciertas correspondencias<br />

formales<br />

que enfatizaban el significado<br />

del texto:<br />

correspondencias discutibles,<br />

ambiguas<br />

incluso desde un punto<br />

de vista estrictamente<br />

lingüístico, pero perfectamente<br />

establecidas y<br />

reconocibles en el plano<br />

de las asociaciones<br />

imaginarias y de lo que<br />

cabría calificar como Detalle La caída de los Gigantes de Julio Romano<br />

metáforas musicales<br />

(concepto en el que se incluirían tanto los figuralismos como<br />

toda clase de semejanzas gestuales).<br />

La teorización sobre retórica musical es un corpus complejo<br />

caído en el desuso con la Ilustración y que se supone<br />

definitivamente liquidado con el romanticismo, aunque sea<br />

factible descubrir muchos de sus elementos, no ya en la<br />

música instrumental y operística del s. XIX sino también del<br />

XX: la cuestión estriba en que la pervivencia de esos dispositivos<br />

ya no está ligada al corpus de significación original de<br />

un modo inequívoco. O por mejor decir: esa significación<br />

histórica ha sido drásticamente alterada, incluso pervertida,<br />

por los acontecimientos posteriores. Un oyente del s. XVII<br />

identificaría sin la menor duda como elementos expresivos<br />

que describen la idea de la desesperación los constantes cromatismos<br />

y falsas relaciones, pongamos por caso, en un<br />

madrigal de Gesualdo como Moro, lasso al tuo sguardo pero,<br />

para un oyente actual, esos mismos rasgos, que en su<br />

momento tuvieron un acusado carácter experimental, forman<br />

ya parte del acervo del lenguaje heredado: Tristan por<br />

medio, el cromatismo no puede, en modo alguno, asumir la<br />

misma significación. En el instante en que los protagonistas<br />

del drama wagneriano cruzan sus miradas al final del primer<br />

acto, el ansia amorosa se expresa justamente así: pero ya no<br />

es la atormentada desesperanza ante la imposibilidad amorosa<br />

lo que la música trasmite sino, por el contrario, el inefable<br />

gozo del reconocimiento del otro, de la mirada del otro, del<br />

deseo del otro como reflejo cegador del propio deseo. Y es<br />

que Tristan no es un nuevo mundo musical, sino un objeto<br />

agregado a ese mundo, cuya irrupción en él transforma<br />

drásticamente su configuración y su sentido. Para la sensibilidad<br />

de 1611, en que la tonalidad no es todavía un hecho<br />

de lenguaje académicamente normativo sino un fenómeno<br />

reciente y todavía marginal en cierto grado, esa acumulación<br />

de disonancias era, con toda probabilidad, harto más estridente<br />

y desconcertante que para nosotros, pero también<br />

más diáfana y comunicativa, precisamente por lo extremado<br />

de su tratamiento, en perfecta concordancia con los modelos<br />

más avanzados del arte de su época: una época en que Pietro<br />

da Cortona, Caravaggio o Annibale Carracci comenzaban<br />

ya a enunciar la respuesta a los artistas de esa generación<br />

anterior (la de Beccafumi, Parmigianino o Giulio Romano)<br />

cuya sensibilidad exasperada<br />

condecía<br />

mucho mejor con las<br />

tortuosas armonías del<br />

solitario príncipe napolitano.<br />

La escucha<br />

actual, en cambio, no<br />

puede prescindir de los<br />

múltiples acontecimientos<br />

acaecidos de entonces<br />

acá, el propio<br />

Gesualdo (su desaparición,<br />

su olvido, su restauración<br />

todavía<br />

reciente) entre ellos: el<br />

presente de ayer ya es<br />

hoy pasado, y por ello<br />

gravita doblemente<br />

sobre este otro presente<br />

—el nuestro— casi<br />

infinitamente alejado<br />

de él. Ese pasado (en el<br />

que también están Mozart, Wagner, Schoenberg o Stravinski)<br />

obliga a que la escucha tenga que recurrir a la quimera<br />

historicista para afirmar su sorpresa como legítima: para el<br />

oído actual, la liberación absoluta de la disonancia es ya un<br />

hecho dado e irreversible, no una conquista parcial y enigmática<br />

de la música especulativa más reciente.<br />

De ahí que los intentos de recuperar la música pasada<br />

empleando fuentes instrumentales reconstruidas y técnicas<br />

de interpretación extraídas de la lectura de libros (pero nunca<br />

de la imposible escucha de los propios intérpretes) puedan<br />

justificarse de muchos modos (como investigación musicológica,<br />

como propuesta de un modo diferente de escuchar<br />

lo ya conocido, como descubrimiento de sonoridades nuevas<br />

para unos textos cuya imago convencional está profundamente<br />

asentada): pero lo inasumible es recurrir a la idea de<br />

escuchar la música tal y como la escucharon sus autores. Tal<br />

espejismo, de una radicalidad próxima al fundamentalismo<br />

religioso, no es sino ficción confortadora ante el vértigo de<br />

un presente que trascurre con aceleración creciente y vertiginosa.<br />

Resultaría factible descubrir figuras de la retórica de<br />

ayer dentro de la música de hoy: pero esa música ya no es<br />

aquélla en la que tales figuras se articularon y afirmaron simbólicamente<br />

nutriendo, estableciendo y justificando su red<br />

connotativa. Y es que el propio lenguaje que le sirviese de<br />

modelo tampoco es ya el mismo.<br />

José Luis Téllez<br />

5


CON NOMBRE PROPIO<br />

CON NOMBRE<br />

PROPIO<br />

Tenor latino<br />

MARCELO ÁLVAREZ<br />

6<br />

En un momento donde la cuerda<br />

del tenor encuentra en intérpretes<br />

latinoamericanos sus más<br />

destacados representantes, sin<br />

resultar tan mediático como otros<br />

colegas, Marcelo Álvarez se sitúa en<br />

los primeros puestos de la lista, en<br />

cabeza de aquellos que han surgido<br />

de su tierra argentina: el discutido<br />

pero indiscutible tenor dramático José<br />

Cura y los dos Daríos, Volonté, de<br />

corte lírico cercano al spinto y el lírico<br />

puro vecino al ligero, Schmunck.<br />

Álvarez se inició básicamente como<br />

un tenor lírico, de timbre cálido y<br />

sensual al que pueden añadírsele<br />

otros adjetivos relacionados con el<br />

inteligente uso de la voz que maneja<br />

con tanta astucia como sigilo, sumando<br />

a una bien cuidada técnica la notable<br />

generosidad de sus interpretaciones,<br />

en una simbiosis casi perfecta


CON NOMBRE PROPIO<br />

MARCELO ÁLVAREZ<br />

entre los dictámenes de la cabeza y la<br />

fuerza del corazón. Dice los textos<br />

con intención y su fraseo es variado e<br />

imaginativo, con una proyección<br />

vocal saneada tan capaz para sacar<br />

adelante el empuje necesario en los<br />

instantes de mayor tensión emotiva<br />

como para reducir el sonido para<br />

aquellos otros momentos de preceptiva<br />

intimidad. Sus primeros años de<br />

carrera, situados a mediados de la<br />

última década de la pasada centuria,<br />

los centró desde luego en protagonismos<br />

estrictamente líricos aunque de<br />

amplia consideración estilística y de<br />

registro, como Edgardo y Nemorino<br />

donizettianos, los verdianos Alfredo<br />

Germont y el Duque de Mantua, el<br />

Arturo de Bellini, el Rodolfo pucciniano,<br />

con una entreverada asunción<br />

del repertorio francés con el Faust de<br />

Gounod y el Des Grieux de Massenet.<br />

Rompiendo esta regularidad se<br />

encaró con un tenor ligero como el<br />

Fenton del Falstaff verdiano y, en el<br />

extremo, un más exigente Werther<br />

cantado en Génova, escenario electivo<br />

para el tenor junto al de Toulouse,<br />

sustituyendo puede que simbólicamente<br />

a Alfredo Kraus (que canceló<br />

por enfermedad de su esposa). A partir<br />

de este Werther, con prudencia y<br />

serenidad, Álvarez ha ido paulatinamente<br />

asumiendo personajes de<br />

mayor responsabilidad dramática y<br />

vocal, como Hoffmann, Rodolfo de<br />

Luisa Miller, que debutó en el Covent<br />

Garden en 2003 y luego ofreció en el<br />

Real madrileño, Riccardo del Ballo,<br />

de nuevo destinado el debut al primer<br />

coliseo inglés, Cavaradossi y,<br />

especialmente, dos desafíos cualitativos<br />

y cuantitativos importantes. Primero<br />

Manrico de Trovatore, jugado<br />

con éxito hace dos años nada menos<br />

que en un complicado espacio como<br />

el Teatro Regio de Parma donde se<br />

defiende el buen arte verdiano con<br />

garras y uñas y, segundo, por fin, el<br />

Don José de Carmen, triunfalmente<br />

cantado por vez primera en uno de<br />

los teatros de sus inicios, el Capitole<br />

de Toulouse, en abril de 2007. La voz<br />

y el arte de Álvarez remite a los tenores<br />

italianos clásicos, por el soleado<br />

colorido instrumental, el volumen<br />

generoso, su musicalidad típicamente<br />

mediterránea y la seducción de su<br />

canto que deriva de nuevo de modelos<br />

inequívocamente peninsulares.<br />

Fernando Fraga<br />

Madrid. Teatro Real. 28, 30-IX-<br />

2008. Verdi, Un ballo in maschera.<br />

López Cobos. Martone. M. Álvarez,<br />

Urmana, C. Álvarez, Zaremba.<br />

DISCOGRAFÍA COMPLETA<br />

Óperas en DVD<br />

DONIZETTI: Lucia di Lammermoor (Edgardo). BONFADELLI, FRONTALI, PALAZZI. CARLO<br />

FELICE GÉNOVA. Fournillier. Vick. TDK. 2003.<br />

MASSENET: Manon (Des Grieux). FLEMING, CHAIGNAUD, VERNHES. ÓPERA DE PARÍS. LÓPEZ<br />

COBOS. Deflo. TDK. 2001. (También en CD, Sony).<br />

— Werther (Werther). GARANCA, TONCA, ERÖD. ÓPERA DE VIENA. P. JORDAN. Serban. TDK. 2005.<br />

PUCCINI: La bohème (Rodolfo). GALLARDO-DOMÂS, HONG, SERVILE, PARODI. SCALA-<br />

ARCIMBOLDI. BARTOLETTI. Zeffirelli. TDK. 2003.<br />

— Tosca (Cavaradossi). CEDOLINS, RAIMONDI. ARENA DE VERONA. OREN. De Ana. TDK. 2006.<br />

VERDI: Rigoletto (Duque de Mantua). SCHÄFER, GAVANELLI, ARAYA, HALFVARSON. COVENT<br />

GARDEN. DOWNES. McVicar. BBC. 2001.<br />

— MULA, C. ÁLVAREZ, SIRGULADZE, KONSTANTINOV. GRAN TEATRO DEL LICEO. LÓPEZ COBOS. Vick.<br />

TDK. 2004.<br />

— MULA, SERVILE, SERBAR, SILVESTRELLI. PLAZA DE SIENA. LEWIS. SGARBI. Roadhouse. 2004.<br />

Recitales<br />

Arias de Rigoletto, L’elisir d’amore, Il Duca D’Alba, I puritani, Lucia di Lammermoor,<br />

Linda de Chamounix, La favorita. WELSH NATIONAL OPERA. CARLO RIZZI. Sony. 1998.<br />

Tangos de Carlos Gardel, Alfredo Le Pera y otros. Con conjunto instrumental. Sony. 1999.<br />

Arias de Werther, Los cuentos de Hoffmann, La fille du régiment, Don Sébastien,<br />

Roméo et Juliette, Manon, La favorite, Don Carlos, Faust, Les huguenots, Guillaume<br />

Tell. FILARMÓNICA DE NIZA. MARK ELDER. SONY. 2001.<br />

Canciones, Dúo de Los pescadores de perlas, arias de Tosca y L’arlesiana. SALVATORE<br />

LICITRA. FILARMÓNICA CIUDAD DE PRAGA, ROMA SINFONIETTA. Directores: DANIEL MAY, EUGENE<br />

KOHN. Sony. 2003.<br />

Arias de La bohème, Madama Butterfly, Tosca, Manon Lescaut, Turandot, L’arlesiana,<br />

Fedora, Andrea Chénier, La Gioconda, Martha, El caballero de la rosa, I puritani,<br />

L’africana, Le roi d’Ys, Carmen. STAATSKAPELLE DRESDEN. MARCELLO VIOTTI. Sony. 2004.<br />

7


CON NOMBRE PROPIO<br />

Ante su primer libro<br />

STEVEN<br />

ISSERLIS<br />

Tom Miller<br />

8<br />

El diecisiete de julio pasado el<br />

violonchelista británico Steven<br />

Isserlis presentó en la Facultad<br />

de Filosofía de la Universidad de<br />

Santiago de Compostela su libro Por<br />

qué Beethoven tiró el estofado (editado<br />

por la Fundación <strong>Scherzo</strong> y Antonio<br />

Machado Libros). Un libro en el que se<br />

mezcla el saber musical de un artista<br />

excepcional, la erudición histórica y<br />

un sentido del humor que lo hace<br />

especialmente atractivo para los lectores,<br />

que Isserlis, según dijo al contestar<br />

a las preguntas del público presente,<br />

prefiere situar en una franja que<br />

podría estar entre los diez y los dieciséis<br />

años. Aunque el autor no duda en<br />

la eficacia que su libro puede tener<br />

entre lectores de más edad, que han<br />

gustado de la música pero que se<br />

mantienen en un área de cierto distanciamiento<br />

con respecto a ella.<br />

Isserlis contó sus impresiones sobre<br />

sus posibles lectores: “Los chicos que<br />

escuchan música clásica —dijo— son<br />

más felices”. Por lo tanto es necesario<br />

acercarlos a la música. Habló de las<br />

experiencias vividas en Nueva York,<br />

donde él, junto con otros amigos intérpretes,<br />

ha dado cursos para jóvenes y<br />

dijo que España, con su florecer de<br />

orquestas sinfónicas, se encuentra en<br />

una situación privilegiada para la difusión<br />

musical entre adolescentes. Insistió<br />

en la necesidad de servir a los jóvenes<br />

oyentes una música adecuada y puso<br />

algunos ejemplos de obras bien conocidas<br />

como Pedro y el lobo de Prokofiev,<br />

al tiempo que afirmaba que los poderes<br />

públicos deben asumir la necesidad de<br />

la subvención para la difusión musical.<br />

Es un deber social ineludible en una<br />

época de crisis del gran arte.<br />

Uno de los temas preferidos del<br />

violonchelista es hablar del más admirado<br />

por él de los compositores.<br />

“Robert Schumann, el más romántico<br />

de los románticos”. Precisamente, hace<br />

poco interpretó una excelente versión<br />

del Concierto para violonchelo y<br />

orquesta del compositor alemán en el<br />

Auditorio Nacional de Madrid. Isserlis<br />

—que nació en 1959 en el seno de<br />

una familia de músicos de origen judío<br />

que procedía de Rusia— habló también<br />

de su lejano parentesco con Felix<br />

Mendelssohn “a través de un primo<br />

muy distante, pero es bonito tenerlo<br />

en el árbol genealógico”. También<br />

habló de que su padre había conocido<br />

a una dama centenaria que había visto<br />

a Beethoven, del que decía “Oh, sí, lo<br />

recuerdo, era un anciano que solía<br />

escupir mucho al suelo”.<br />

La maestra de Isserlis fue una violonchelista<br />

británica cuyos maestros<br />

habían sido nada menos que Feuermann<br />

y Donald Tovey. “La música era<br />

su religión. Comencé a estudiar con<br />

ella cuando tenía diez años y continué<br />

como su alumno hasta los diecisiete.<br />

Era una gran mujer y una maravillosa<br />

profesora”.<br />

Pero Isserlis no sólo habló de sus<br />

profesores ni de sus amigos como Joshua<br />

Bell u Olli Mustonen, ni de su primera<br />

grabación, en 1984, de las Sonatas<br />

de Brahms. También habló de su<br />

fascinación enamorada por los Hermanos<br />

Marx y contó cómo había conocido<br />

a Harpo Marx —“un ángel caído<br />

del cielo”— y a su hijo Bill, pianista y<br />

compositor que escribió para él una<br />

pieza para violonchelo y piano”. Hasta<br />

me dejó probarme una chaqueta de su<br />

padre”. También nos habló de su<br />

admiración por los Beatles y cómo<br />

conoció en Australia a Paul McCartney,<br />

con él hizo un concierto.<br />

Fue una presentación de libro amable<br />

y divertida. Esa misma tarde, Isserlis<br />

interpretaba, en el corazón de la<br />

Compostela histórica, tan renacentista y<br />

tan barroca, junto al clavecinista<br />

Richard Egarr, un programa dedicado a<br />

Bach —“No busco expresar nada particular,<br />

sólo servir de canal a Bach”— y<br />

Britten. Alegre, divertido y un poco<br />

showman, Isserlis dejó entre los asistentes<br />

una excelente impresión. Coronada<br />

luego por un soberbio recital.<br />

Camila Fernández Gutiérrez<br />

STEVEN ISSERLIS: Por qué<br />

Beethoven tiró el estofado.<br />

Traducción de Patrick Alfaya<br />

McShane. Madrid, Fundación<br />

<strong>Scherzo</strong> y Antonio Machado<br />

Libros, 2008. 170 págs.


AGENDA<br />

10<br />

AGENDA<br />

Alicante. Sociedad de Conciertos<br />

EL VIOLÍN EN LO MÁS ALTO<br />

Virsaladze, Cuarteto Emerson, Bell, Hahm<br />

El piano volverá a ser el<br />

instrumento predominante<br />

en la programación<br />

de la Sociedad de<br />

Conciertos de Alicante en la<br />

temporada 2008-2009. Lo<br />

que singulariza la nueva<br />

programación es la ausencia<br />

de nombres absoluta e internacionalmente<br />

consagrados<br />

de ese instrumento actuando<br />

en solitario. Si el año pasado,<br />

sin ir más lejos, pudo<br />

escucharse a figuras de la<br />

talla de Maria João Pires o<br />

Krystian Zimerman, este año<br />

será Elisso Virsaladze quien,<br />

el 3 de noviembre, parte con<br />

la mayor ventaja en acreditación.<br />

Los expertos, sin<br />

embargo, apreciarán de<br />

inmediato las enormes perspectivas<br />

de éxito que ya presentan<br />

artistas todavía<br />

menos conocidos como<br />

Saleem Abboud Ashkar<br />

(17/XI), Juho Pohjjonen<br />

(13/I), Nicholas Angelich<br />

(16/II) o Bertrand Chamayou<br />

(14/IV).<br />

El instrumento sobre el<br />

papel privilegiado en esta<br />

ocasión es el violín, eso sí,<br />

en dos convocatorias tan<br />

próximas entre sí como<br />

resulta posible. En efecto, las<br />

actuaciones de Joshua Bell<br />

(30/III) y Hilary Hahn (6/IV)<br />

constituyen en principio las<br />

que más expectativas despiertan<br />

de las dieciocho previstas<br />

(más el Premio de<br />

Interpretación de la propia<br />

Sociedad de Conciertos,<br />

anunciado para el mes de<br />

mayo). El cuarteto de cuerdas<br />

también se ve privilegiado<br />

con la visita del Emerson<br />

(11/XI), aunque seguro que<br />

el Casals (9/XI) dejará alto el<br />

pabellón patrio. El apartado<br />

de los tríos lo cubrirán el<br />

Guarnieri de Praga (27/I) y<br />

el Drake (23/III).<br />

Los recitales con piano<br />

no serán, como en tantas<br />

otras ocasiones, el refugio de<br />

los cantantes, a pesar de que<br />

a la mezzosoprano Alicia<br />

Nafé se le han reservado los<br />

honores de la inauguración<br />

(7/X). Los violonchelistas<br />

CUARTETO EMERSON<br />

Rey Cascales<br />

Sociedad de Conciertos. Alicante.<br />

http: //www.sociedaddeconciertos.es/.<br />

Adolfo Gutiérrez (23/X) y<br />

Mario Brunello (22/XII) completarán<br />

el cupo de este<br />

apartado.<br />

Para el resto de la programación,<br />

sobre todo en su<br />

final, se contará con orquestas.<br />

La de Valencia ofrecerá<br />

dos programas: uno con<br />

Antoni Ros Marbà a la batuta<br />

y Xavier de Maistre como<br />

solista de arpa (5/II), el otro<br />

VIRSALADZE<br />

con dirección de Walter<br />

Weller y Yoon-Hee Kim al<br />

violín (12/V). Y también se<br />

oirá a los Solistas de San<br />

Petersburgo (5/V) y la<br />

Orquesta de Cámara de<br />

Stuttgart con Michael Hofstetter<br />

sobre el podio y el violonchelista<br />

Daniel Müller-<br />

Schott como solista (12/V).<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

Andrew Eccles / DG


Barcelona. Ibercamera<br />

BODAS DE PLATA<br />

Norman, Brendel, Maazel, Argerich<br />

Susesch Bayat / DG<br />

ARGERICH<br />

AGENDA<br />

Ibercamera celebra sus bodas de plata invitando a algunas<br />

de las grandes estrellas que han marcado su trayectoria,<br />

como Jessye Norman, que abrirá la temporada el 30 de<br />

octubre en el Auditori acompañada por la orquesta del<br />

Liceo y Rachel Worby (programa a determinar). El ciclo ofrecerá<br />

en total 10 conciertos hasta el 25 de mayo de 2009, con<br />

artistas fieles como Alfred Brendel —gira de despedida, con<br />

piezas de sus compositores de cabecera (Haydn, Mozart,<br />

Beethoven y Schubert; Lorin Maazel, con la Philharmonia<br />

Orchestra y la emergente Julia Fischer como solista de su<br />

Música para violín y orquesta, op. 12, y Dvorák (la Nuevo<br />

Mundo, para variar); Valeri Gergiev con las huestes del<br />

Mariinski (Segunda de Mahler) y Zoltán Kocsis, con la Filarmónica<br />

Nacional de Hungría, en un interesante programa<br />

con transcripciones orquestales de Liszt firmadas por el propio<br />

Kocsis, el Zaratustra straussiano y Stele, de Kurtág, única<br />

presencia junto al concierto de Maazel de la creación contemporánea.<br />

De música española, ni rastro.<br />

La temporada, que se desarrolla en el Palau y el Auditori,<br />

incluye citas con Martha Argerich y Mischa Maiski (programa<br />

no anunciado), Rafal Blechacz, I Solisti Veneti y Scimone,<br />

con Alexei Volodin (Concierto nº 22 de Mozart y la trompetista<br />

Mireia Farrés (Tartini), Royal Philharmonic dirigida por<br />

Pinchas Zukerman, con Viviane Hagner y Amanda Forsyth<br />

en el Doble de Brahms, y, como inusual clausura, una velada<br />

de valses en el Liceu a cargo de la Sinfónica de la Volksoper<br />

Marc Vanappelghem<br />

Ibercamera. Barcelona. htttp: //www.ibercamera.es/.<br />

de Viena, dirigida por Leopold Hager. La temporada paralela<br />

de música de cámara se ha reducido a tres conciertos a cargo<br />

del Trío Guarneri y los Cuartetos Pavel Haas y Artemis.<br />

Javier Pérez Senz<br />

NORMAN<br />

GHEORGHIU<br />

Barcelona. Palau 100<br />

LAS GRANDES VOCES GANAN TERRENO<br />

Gheorghiu, Bartoli, Dudamel, Luisi<br />

Stefano Massimo<br />

Voces con carisma,<br />

grandes orquestas y<br />

protagonismo del<br />

gran repertorio constituyen<br />

la receta del ciclo<br />

estrella de la Fundació Orfeó<br />

Català-Palau de la Música. Al<br />

igual que Ibercamera, mínima<br />

presencia de música<br />

española y contemporánea<br />

—sólo una pieza, Osiris, de<br />

Pintscher, en el concierto de<br />

BARTOLI<br />

Eschenbach y la Orquesta de<br />

Filadelfia. Los conciertos de<br />

José Carreras y Sumi Jo y<br />

Angela Gheorghiu y los recitales<br />

de Cecilia Bartoli y Juan<br />

Pons, muestran el creciente<br />

protagonismo de las grandes<br />

voces en esta XVIII temporada,<br />

que ofrecerá 16 conciertos<br />

entre el 19 de octubre y<br />

el 2 de junio de 2009. El<br />

ciclo, que adelanta el horario<br />

de sus conciertos a las 20,30<br />

horas, se abrirá con el<br />

Réquiem, de Verdi, con las<br />

masas del Liceu, dirigido por<br />

Enrique Mazzola en una<br />

colaboración del coliseo barcelonés<br />

con motivo del centenario<br />

del Palau.<br />

El debut barcelonés de<br />

Gustavo Dudamel, con la<br />

Sinfónica de Gotemburgo<br />

(Sibelius y Nielsen), y el programa<br />

de Esa-Pekka Salonen<br />

con la Philharmonia (Noche<br />

transfigurada y la Sinfonía<br />

lírica, de Zemlimsky) destacan<br />

en un desfile orquestal<br />

que incluye las sinfónicas de<br />

Montreal, Viena y Galicia,<br />

dirigidas respectivamente<br />

por Kent Nagano (Debussy y<br />

Strauss), Fabio Luisi (Haydn<br />

y Bruckner) y Víctor Pablo<br />

Pérez (Elias con el Cor de<br />

Cambra del Palau). Brüggen<br />

dirigirá la Novena de Beethoven<br />

al frente de la<br />

Orquesta del Siglo XVIII y el<br />

Orfeó Català, y la Academy<br />

of St. Martin in the Fields,<br />

con Neville Marriner brindará<br />

un programa británico<br />

(Tippett, Britten y Elgar)<br />

También figura un programa<br />

Haendel con The Sixteen y<br />

una velada camerística con<br />

Frank Peter Zimmermann y<br />

Piotr Anderszewski (Beethoven,<br />

Szymanowski y Janácek).<br />

Por su parte, el Petit<br />

Palau acogerá una temporada<br />

de cámara con cinco conciertos<br />

a cargo de los cuartetos<br />

Emerson, Mosaïques y<br />

Hagen, Javier Perianes y el<br />

Cor de Cambra del Palau.<br />

Javier Pérez Senz<br />

Palau 100. Barcelona. http: //www.palaumusica.org/.<br />

11


AGENDA<br />

Barcelona. Euroconcert<br />

PLACERES CAMERÍSTICOS<br />

Zacharias, Rydén, Cuarteto Stradivari<br />

El predominio de la<br />

música de cámara y la<br />

apuesta decidida por<br />

nuevos grupos y solistas,<br />

a los que presenta en<br />

muchas ocasiones en España,<br />

animan la filosofía artística<br />

del ciclo Euroconcert,<br />

que en su XXIV temporada<br />

ofrecerá diez conciertos en<br />

el Palau de la Música desde<br />

el próximo 14 de octubre al<br />

25 de mayo de 2008. La cita<br />

inaugural corre a cargo de<br />

una excelente pianista catalana,<br />

Eulalia Solé, que tocará<br />

el Concierto nº 27 de<br />

Mozart con la orquesta de<br />

cámara Salzburg Solisten en<br />

su debut barcelonés. Barroco,<br />

clasicismo y romanticismo<br />

se dan la mano en una<br />

programación que evita el<br />

repertorio trillado y propone<br />

interesantes programas<br />

temáticos. Regresan Christian<br />

Zacharias (dos sonatas<br />

de Haydn, Humoreske y<br />

Fantasiestücke, de Schumann),<br />

Emma Kirkby, en un<br />

programa bajo el título<br />

Música para una Navidad<br />

barroca junto a la soprano<br />

Susanne Rydén y el conjunto<br />

Bell’Arte Salzburg, y los<br />

incombustibles I Musici.<br />

Otro gran pianista catalán,<br />

Albert Attenelle, tocará dos<br />

grandes quintetos con piano<br />

de Schumann y Brahms<br />

con el Cuarteto Stradivari.<br />

Más citas camerísticas:<br />

Cuarteto Rosamunde<br />

(Haydn, Beethoven, Schubert);<br />

el dúo pianístico formado<br />

por las hermanas austriacas<br />

de origen turco Ferhan<br />

y Ferzan Önder<br />

(Brahms, Dvorák y Liszt); y<br />

la posibilidad de disfrutar el<br />

suntuoso sonido del gran<br />

órgano Walcker del Palau<br />

en un variado programa a<br />

cargo de Peter Planyavsky y<br />

el trompetista Hans Gansch.<br />

Completan la programación<br />

la Orquesta de Cámara<br />

Solistas de Sofía (conciertos<br />

ZACHARIAS<br />

Euroconcert. Barcelona. http: //www.euroconcert.org/.<br />

para violín de Haydn y<br />

Mozart, con Mila Georgieva<br />

como solista) y la Orquesta<br />

Barroca Zefiro, con Alfredo<br />

Bernardini al frente en una<br />

conmemoración del Año<br />

Haendel con el esplendor<br />

de la Música acuática y la<br />

Música para los reales fuegos<br />

de artificio.<br />

Javier Pérez Senz<br />

Bilbao. Sociedad Filarmónica<br />

SIEMPRE HAYDN<br />

Capuçon, Braley, Argerich, Jansen<br />

GAUTIER Y RENAUD CAPUÇON<br />

12<br />

Para empezar la nueva<br />

temporada la Sociedad<br />

Filarmónica de<br />

Bilbao lanza un órdago<br />

a la grande: la integral<br />

de la música de cámara de<br />

Ravel a cargo de Renaud y<br />

Gautier Capuçon junto al<br />

piano de Frank Braley, la<br />

voz de la mezzo asturiana<br />

Lola Casariego y otros artistas<br />

franceses de probada<br />

solvencia. No obstante, la<br />

auténtica estrella del curso<br />

2008/2009 será, en el bicentenario<br />

de su fallecimiento,<br />

el austríaco Joseph Haydn,<br />

cuyas páginas sonarán en<br />

gran parte de los treinta y<br />

dos conciertos programados<br />

entre octubre y junio.<br />

Desde luego, en tantas<br />

noches pasarán por la sala<br />

bilbaína muchos artistas distinguidos,<br />

y la mera cita de<br />

los nombres de Martha<br />

Argerich y Mischa Maiski,<br />

Matthias Goerne (con la<br />

Orquesta de Cámara de<br />

Basilea y Paul McCreesh),<br />

Elina Garanca (con la misma<br />

orquesta y Karel Chichon),<br />

Leonidas Kavakos y<br />

Elisabeth Leonskaia (en las<br />

sonatas de Brahms), Sabine<br />

Meyer, Nicholas Angelich,<br />

Janine Jansen (dirigida por<br />

el joven Yannick Nézet-<br />

Séguin), Javier Perianes<br />

(junto al Cuarteto Brentano),<br />

Bernarda Fink, Stephen<br />

Hough (recordando a Alfred<br />

Cortot), Julian Rachlin, Sharon<br />

Bezaly, Gabriela Montero<br />

(y sus improvisaciones) o<br />

Sandrine Piau (vivaldiana)<br />

ya dará una idea de por<br />

dónde anda el listón. Los<br />

cuartetos Prazak, Talich,<br />

Michelangelo, Jerusalén,<br />

Vogler y Fauré reivindicarán<br />

la cámara de las cuatro (a<br />

veces cinco, a veces tres<br />

con piano) cuerdas, en tanto<br />

músicos como Jonathan<br />

Biss, Quirine Viersen, Juliane<br />

Banse, Kate Royal o Arabella<br />

Steinbacher tratarán<br />

de alcanzar un nivel que los<br />

acerque a esa primera línea<br />

a la que la Filarmónica nos<br />

lleva una y otra vez.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

Sociedad Filarmónica.<br />

Bilbao.<br />

http: //www.filarmonica.org/.


AGENDA<br />

Madrid. Liceo de Cámara<br />

DE HAYDN A LIGETI<br />

Capuçon, Angelich, Meta4, Mosaïques, Takács, Artemis<br />

Diecinueve de los<br />

veinticuatro conciertos<br />

que, desde el<br />

próximo octubre a<br />

junio de 2009, articulan la<br />

programación de la XVII edición<br />

del Liceo de Cámara,<br />

patrocinado por Fundación<br />

Caja Madrid, tienen como<br />

soporte la obra de la tripleta<br />

austrohúngara Haydn-<br />

Brahms-Ligeti. Entre las citas<br />

obligadas, las Opp. 64 y 76 al<br />

completo a cargo, respectivamente,<br />

de los Cuartetos<br />

Mosaïques y Tokio, el cual se<br />

reparte la integral cuartetística<br />

de Brahms con los jóvenes<br />

integrantes del Vertavo y el<br />

Meta4. Éste último interpretará<br />

además la mitad de la Op.<br />

55 haydniana, los dos Cuartetos<br />

de Ligeti y varias piezas<br />

—breves y casi desconocidas—<br />

del autor de Lontano.<br />

El Casals (Op. 71, nºs 1-3), el<br />

Vogler (Op. 74, nºs 1-3) y el<br />

Takács (Opp. 77 y 103), con<br />

sendos añadidos de Mendelssohn,<br />

Schulhoff y Bartók,<br />

completan el panorama dedicado<br />

a la obra para cuarteto<br />

del músico de Rohrau.<br />

Sextetos y Quintetos de<br />

Brahms correrán a cargo del<br />

Cuarteto Arcanto, al que se<br />

suman Antoine Tamestit<br />

(viola) y Olivier Marron<br />

(chelo), que subrayarán el<br />

acento magiar de sus dos<br />

programas con piezas de<br />

Kodály y Kurtág. La mitad<br />

del desaparecido Cuarteto<br />

Alban Berg —que tantas<br />

veladas inolvidables proporcionara<br />

a la cita madrileña—<br />

estará presente a través de<br />

la violista Isabel Charisius<br />

que, con Javier Perianes,<br />

protagoniza un hermoso<br />

programa Brahms-Ligeti, y<br />

del antiguo segundo violín<br />

de la formación, Gerhard<br />

Schulz, que, junto a su<br />

esposa la chelista Lilia<br />

Schulz-Bayrova, Fernández<br />

Alonso y Schmidl, defenderá<br />

páginas para cuerdas,<br />

piano y vientos de Brahms,<br />

Schumann y Ligeti.<br />

Los tres Tríos con piano<br />

de Brahms por los Capuçon<br />

y Nicholas Angelich —que<br />

debuta así en la sala de<br />

cámara del Auditorio—, las<br />

tres Sonatas para violín y<br />

piano de Brahms por Kavakos<br />

y Leonskaia o el programa<br />

Beethoven-Widmann del<br />

Artemis son otros puntos de<br />

interés de un ciclo que se<br />

completa con las visitas del<br />

CUARTETO META 4<br />

Cuarteto Kuss, el trío Blacher-Hagen-Gerstein<br />

(Tríos<br />

de Haydn, Schumann y Chaikovski),<br />

el dúo chelo/piano<br />

de Hecker y Skavani (Poulenc,<br />

Prokofiev, Franck) y,<br />

en el repertorio barroco, la<br />

doble cita con La Risonanza<br />

y la soprano Roberta Invernizzi.<br />

A su cargo, dos sesiones<br />

con piezas de Telemann,<br />

Haendel y Purcell.<br />

Juan Manuel Viana<br />

Liceo de Cámara. Madrid. Fundación Caja Madrid.<br />

http: //www.fundacioncajamadrid.es<br />

Madrid. Juventudes Musicales<br />

PREVISIONES Y PROPUESTAS<br />

Christie, Gardiner, Mutter, Dudamel<br />

Un año más regresa el ciclo de Juventudes Musicales<br />

con su cosecha habitual de grandes nombres, otros<br />

que aspiran a serlo y algún concierto más tambaleante.<br />

Se mantiene la apuesta barroca, donde destaca<br />

William Christie, mientras otros habituales de la misma, como<br />

John Eliot Gardiner, volverán esta vez enfundados en galas<br />

románticas. Brahmsiano será también (como el de Gardiner),<br />

el programa concebido por Anne-Sophie Mutter, en su caso las<br />

tres Sonatas para violín y piano, que confirmarán un año más<br />

su solidez unida a un gran talento, así como su compenetración<br />

con Lambert Orkis. Martha Argerich, que, como es de<br />

esperar, actuará junto a Mischa Maiski, mantendrá algo en vilo<br />

a los programadores, ante el riesgo de una cancelación. Algo<br />

similar ocurre, a mí en este caso, con el concierto del gran<br />

flautista James Galway, cuyo actual estado de forma desconozco,<br />

y que se medirá con unos en principio poco exultantes<br />

Cimarosa y Rodrigo. Y, en fin, habrá que estar atentos ante un<br />

hipotético mano a mano artístico entre los dos jóvenes directores<br />

de orquesta Daniel Harding y Gustavo Dudamel, para el<br />

que el segundo —energético y cimbreante— se halla mejor<br />

preparado. Queda por saber, hablando de orquestas, si Simón<br />

Bolívar sobrepujará a Gustav Mahler.<br />

Como es imposible traer a todas las grandes figuras, año<br />

Simon Fowler<br />

tras año hay ausencias más o menos llamativas. Con humildad<br />

franciscana, ahí van algunas propuestas. Con el pianista Ivan<br />

Moravec, aún en activo, acaso no sea fácil contar, ¿pero es tan<br />

difícil traer, por ejemplo, a Stephen Hough? Que nos visite<br />

Matt Haimowitz, que apenas toca el chelo sino en EE.UU., sí<br />

parece hoy algo remoto, ¿pero por qué no puede hacerlo Jean-<br />

Guihen Queyras, a su vez un chelista de valía? En el dominio<br />

de la viola, instrumento que ha sido casi sinónimo de Bashmet,<br />

cabría contar también con Tabea Zimmermann, o con Nobuko<br />

Imai. Y con Michael Gielen en el de la dirección o, cuando<br />

menos, con Paavo Berglund, Jeffrey Tate…<br />

Juventudes musicales. Madrid.<br />

http: //www.juvmusicales-madrid.com/.<br />

WILLIAM CHRISTIE<br />

Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />

13


AGENDA<br />

Madrid. Ibermúsica<br />

SALONEN EN VIENA<br />

Jurowski, Chailly, Salonen, Nagano, Angelich, Kissin<br />

Con cuatro visitas en marzo y junio al frente de la Philharmonia<br />

londinense, Esa-Pekka Salonen se erige en<br />

uno de los indiscutibles protagonistas de la temporada<br />

sinfónica elaborada por Alfonso Aijón que, un año más<br />

y de octubre a junio, reparte sus contenidos en dos abonos de<br />

doce conciertos cada uno. Cuatro citas de campanillas en las<br />

que podrán escucharse, al lado de tres de las más peliagudas<br />

sinfonías mahlerianas (Sexta, Séptima y Novena) páginas de<br />

Berg (Tres piezas, op. 6) y Schoenberg (Concierto para piano<br />

con Uchida y, nada menos, los mastodónticos Gurrelieder).<br />

Otras dos obras monumentales (La canción de la tierra<br />

mahleriana y la Alpina de Strauss) centran los contenidos<br />

de la doble visita de Nagano con la Sinfónica de Montreal;<br />

como complemento, Debussy y Tan Dun. Igualmente en<br />

dos sesiones, Christoph Eschenbach defiende con Filadelfia<br />

un repertorio muy cosmopolita: Sinfonía de cámara nº<br />

Sheila Rock<br />

JUROWSKI<br />

1 de Schoenberg, Novena de Schubert, Concierto para violín<br />

de Sibelius (con Kavakos), Quinta de Prokofiev y el<br />

estreno de Osiris de Pintscher.<br />

Sinfónica y Filarmónica londinenses también acuden por<br />

duplicado. Con Brahms como común denominador, aquélla<br />

ofrece bajo la batuta del discutido Daniel Harding la Primera<br />

del hamburgués más páginas de Mozart, Schumann (Segunda),<br />

Sibelius (Séptima) y Bartók (Música para cuerdas). Con<br />

Vladimir Jurowski la Sinfónica ofrecerá obras de Chaikovski<br />

(Patética), Wagner (2º acto de Tristán), Mahler (Adagio de la<br />

Madrid. Ciclo Lied<br />

NOVEDADES Y REENCUENTROS<br />

Borodina, Mena, Hendricks, Bostridge<br />

14<br />

Novedades y reencuentros ofrece la futura programación<br />

que, como siempre, alojará el madrileño Teatro<br />

de la Zarzuela, con el auspicio de la Fundación Caja<br />

Madrid. Lo más curioso de la lista es una suerte de<br />

cappella (Marlis Petersen, soprano; Stella Doufexis, mezzo;<br />

Werner Güra, tenor y Konrad Jarnot, bajo, con Christoph Berner<br />

y Camillo Radicke al piano), pues los solistas ofrecerán<br />

parte del programa, cada cual por sí, y se reunirán al final en<br />

cuarteto, siempre en torno a páginas de Brahms. La mezzo<br />

Olga Borodina, ya juzgada y aplaudida en Madrid como voz<br />

operística, prevé un doblete ruso —Chaikovski y Rachmaninov—<br />

acompañada por Dimitri Efimov. Asimismo escuchado y<br />

esperado es el contratenor Carlos Mena, quien se interna en el<br />

mundo cancioneril con una colorida variedad de románticos y<br />

modernos junto a Susana García de Salazar. Igualmente diverso<br />

y nutrido por el Lied germánico y la melodía francesa en el<br />

curioso y a veces sorprendente mundillo del dúo de cámara,<br />

es lo anunciado por la soprano Kate Royal con la mezzo Christine<br />

Rick, apoyadas en la segura maestría de Roger Vignoles.<br />

Schubert es el autor monográfico del concierto que Barbara<br />

Hendricks, siempre bienvenida por aquí, ha diseñado con el<br />

pianista Malcolm Martineau, de seguro brillo. Del mismo<br />

modo, schubertianas son las canciones que interpretará el barítono<br />

Matthias Goerne, inmenso en lo suyo, al lado del cual<br />

aparecerá Eric Schneider. Para rematar con el gran austríaco,<br />

Ian Bostridge, el personalísimo tenor, ha de encarar el Canto<br />

del cisne, acompañado por —nada menos— Graham Johnson.<br />

La descontada y elegante autoridad del barítono Simon<br />

Keenlyside cubrirá un programa francés precedido por el<br />

cimero Amor de poeta schumanniano, de nuevo en pareja<br />

con Martineau. Por fin, Barbara Bonney ha decidido una primera<br />

parte consagrada a Grieg y una segunda, con las Cuatro<br />

últimas canciones de Strauss, en versión con piano, a<br />

cargo de —faltaba más— el mismo Martineau.<br />

Blas Matamoro<br />

BORODINA<br />

BOSTRIDGE<br />

MENA<br />

Ciclo de Lied. Madrid. http: //teatrodelazarzuela.mcu.es/.<br />

Javier del Real<br />

David Thompson


SALONEN<br />

KISSIN<br />

AGENDA<br />

Micke Grönberg<br />

ANGELICH<br />

Stéphane de Bourgies<br />

Décima) así como el esperado debut con orquesta en<br />

Madrid del pianista Nicholas Angelich (Segundo de Brahms).<br />

Cerrando el desfile de grandes directores Chailly y la<br />

Gewandhaus brindarán dos programas centrados en Beethoven<br />

(Segunda), Bruckner (Tercera) y Mendelssohn (Escocesa<br />

y Concierto para piano nº 1 con Lang Lang).<br />

Oramo con la Sinfónica de la Radio finlandesa (Suite de<br />

Lemminkäinen y Luonnotar de Sibelius con Anu Komsi),<br />

Dohnányi y la NDR, Dausgaard y la Nacional Danesa<br />

(Quinta de Nielsen), Kreizberg con la Filarmónica Holandesa<br />

y Marriner por partida doble completan una programación<br />

sinfónica a la que se añaden sendos recitales de<br />

Kissin (Chopin, Prokofiev) y del Casals con Volodin<br />

(monográfico Shostakovich).<br />

Juan Manuel Viana<br />

Ibermúsica. Madrid. htttp: //www.ibermusica.com/.<br />

Madrid. Universidad Politécnica<br />

RECORDANDO A ARGENTA<br />

Märkl, Frühbeck de Burgos, Vassilieva, Buchbinder, Bayo<br />

Cinco conciertos, uno<br />

menos que la pasada<br />

edición, integran la<br />

nueva temporada<br />

que la Universidad Politécnica<br />

propone en el Auditorio<br />

Nacional para su XIX Ciclo<br />

sinfónico. Los inspiradísimos<br />

compases de El amor brujo<br />

de Falla inauguran, el 7 de<br />

noviembre, la cita anual en<br />

un concierto que, en homenaje<br />

a Severo Ochoa y con<br />

Gómez Martínez al frente de<br />

la Filarmónica de Cámara<br />

Madrid Berlín, incluye el<br />

estreno de Die Liebe des Bärchens<br />

de Lorenzo Palomo y<br />

la Séptima beethoveniana.<br />

Como solistas, las cantantes<br />

Ginesa Ortega, María Bayo y<br />

Ulrike Mayer y el oboísta<br />

Ricardo Gassent.<br />

La cuota coral de la temporada<br />

corre a cargo de Salvador<br />

Mas, la Orquesta de<br />

Cámara Carl Philipp Emanuel<br />

Bach y el Coro de la<br />

Politécnica. En los atriles un<br />

monográfico mozartiano<br />

integrado por las Vísperas<br />

solemnes de confesor K. 339<br />

y la Misa “De la Coronación”.<br />

El recuerdo a Ataúlfo<br />

Argenta, fallecido hace<br />

medio siglo, se traduce en<br />

dos programas íntegramente<br />

consagrados a Brahms,<br />

de quien el maestro cántabro<br />

fuera destacado traductor.<br />

En el primero, la estrella<br />

ascendente Jun Märkl se<br />

enfrenta a la Cuarta Sinfonía<br />

junto a la Sinfónica de<br />

la Radio de Leipzig, con el<br />

añadido del eficiente Rudolf<br />

Buchbinder en el Concierto<br />

para piano nº 1. La velada<br />

con que, el 24 de mayo, se<br />

cierra la temporada tiene<br />

por protagonistas a Frühbeck<br />

de Burgos —sucesor<br />

de Argenta en el podio de<br />

la Nacional— y la Filarmónica<br />

de Dresde que interpretarán<br />

Primera y Tercera<br />

del hamburgués. Entre<br />

ambos conciertos, la Sinfónica<br />

Nacional de Lituania<br />

con Robertas Servenikas al<br />

frente ofrecerá el Concierto<br />

para violonchelo de Dvorák,<br />

con la estupenda Tatiana<br />

Vassilieva como solista,<br />

más la Segunda de Rachmaninov.<br />

Como complemento a la<br />

temporada sinfónica, la Politécnica<br />

da cabida en diversas<br />

escuelas universitarias a<br />

dos atractivos ciclos camerísticos.<br />

El primero de ellos,<br />

Evolución histórica del<br />

quinteto de cuerda, reúne<br />

obras de Boccherini,<br />

Mozart, Beethoven, Schubert,<br />

Onslow, Brahms, Dvorák,<br />

Arenski y Glazunov<br />

entre otros. El segundo,<br />

repartido como el anterior<br />

en cuatro sesiones, ofrece<br />

bajo el epígrafe La sonata<br />

clásica y romántica para<br />

violín y piano composiciones<br />

de Mozart, Beethoven,<br />

Schubert y<br />

Brahms. Tanto<br />

estos dos ciclos<br />

como el que a<br />

partir de marzo<br />

tendrá lugar en<br />

el Auditorio, en<br />

colaboración con<br />

la Fundación<br />

Isaac Albéniz, y<br />

que constará de<br />

tres recitales y un<br />

concierto sinfónico<br />

con Juanjo Mena y la<br />

Orquesta de la Escuela<br />

Reina Sofía son de<br />

acceso gratuito.<br />

Juan Manuel Viana<br />

Universidad Politécnica. Madrid. http: //www.upm.es/.<br />

MÄRKL<br />

Alex Berger<br />

15


AGENDA<br />

Madrid. Universidad Complutense<br />

EN MINIATURA<br />

Belohlávek, Antonini, Gamba, Josefowicz<br />

Verdadero punto de inflexión en el recorrido del<br />

atractivo ciclo universitario madrileño, los contenidos<br />

de la presente temporada —la número 13—<br />

han quedado reducidos en esta ocasión a tan sólo<br />

cuatro únicos conciertos, menos de la mitad de lo que era<br />

habitual en pasadas ediciones.<br />

Ante la búsqueda de “una adecuada financiación que<br />

permita a largo plazo su necesaria consolidación presupuestaria”,<br />

tal como señala el escrito enviado a los abonados,<br />

la Fundación UCM ha buscado una “solución de compromiso”,<br />

considerando este curso 2008/2009 como “un<br />

año de transición, marcado por la continuidad y la búsqueda<br />

de soluciones”.<br />

Así las cosas, Jirí Belohlávek y la Sinfónica de la BBC<br />

inauguran el 5 de noviembre la menguada temporada en<br />

BELOHLÁVEK<br />

la sede habitual del Auditorio Nacional con un programa<br />

homogéneo que incluye obras de Shostakovich (Sinfonía<br />

nº 1), Dvorák (Otello) y Janácek (Suite de La zorrita astuta)<br />

más un estrambote a cargo de Maxwell Davies (Orkney<br />

Wedding and Sunrise). Ya en enero, la única cita<br />

barroca del ciclo incluirá los Concerti grossi op. 6 de<br />

Haendel a cargo de Il Giardino Armonico dirigido por<br />

Giovanni Antonini.<br />

A finales del mes siguiente, Rumon Gamba y la Sinfónica<br />

de Islandia proponen un programa heterogéneo consti-<br />

Álvaro Yañez<br />

Valencia. Sociedad Filarmónica<br />

ALTERNATIVAS CONTRA LA CRISIS<br />

Café Zimmermann, Lluna, Cuarteto Prazák, Immerseel<br />

16<br />

La casi centenaria Sociedad Filarmónica de Valencia lleva<br />

arrastrando una larga crisis, casi desde que hace dos<br />

décadas tuvo que afrontar la competencia de las temporadas<br />

de abono del Palau de la Música. El número<br />

de sus socios desciende lenta pero constantemente de año<br />

en año, lo mismo que la proporción de los asistentes a los<br />

conciertos entre los que van quedando. Para salir de tan<br />

penosa situación se han alternado o combinado dos recetas:<br />

complacer el conservador gusto de los socios o buscar fórmulas<br />

con las que atraer nuevas incorporaciones. Cuando<br />

prima la primera tendencia, las programaciones abundan en<br />

orquestas de cámara o sinfónicas normalmente procedentes<br />

de países antiguamente pertenecientes al COMECON, pianistas<br />

y gran repertorio clásico-romántico. En el curso 2008-<br />

2009 se ofrecerán varias propuestas en principio y relativamente<br />

bastante alternativas.<br />

Como tal cabe sin duda considerar el programa de melodías<br />

judías arregladas para grupo instrumental con que la<br />

Camerata de Ámsterdam abrirá plaza el 20 de octubre, como<br />

también el anunciado bajo el título de “fantasías virtuosas”<br />

para violín y piano que siete días después ofrecerán los Virtuosos<br />

de Bruselas. Aun llevando la firma de Bach, no son<br />

tampoco muy frecuentes las dos cantatas de boda que la<br />

soprano Sophie Karthäuser interpretará junto al Café Zimmermann<br />

(17/XI) ni la serie de cantatas italianas de Domenico<br />

Scarlatti en que oiremos a otra soprano, María Espada, y<br />

el grupo Forma Antiqva. Menos aún la de baladas y danzas<br />

del Renacimiento inglés prevista para el 4 de mayo a cargo<br />

del Ensemble Phoenix de Múnich.<br />

Quintetos actuarán tres: de cuerdas el Celibidache (3/XI),<br />

de viento y piano el que formará el Cuarteto de Viento de<br />

Viena y el pianista Juan Miguel Murani (16/II), y de cuerdas<br />

y piano los que sumarán a Brenno Ambrosini al Prazák<br />

(6/IV) y a Javier Perianes al Brentano (25/V). El Cuarteto<br />

Vlách de Praga (30/III), el sexteto Hyperion Ensemble<br />

(23/II) y el Octeto Kocian Nostitz (9/II) cubrirán el apartado<br />

de cuerdas solas. Recitales propiamente dichos tampoco<br />

CUARTETO PRAZÁK<br />

habrá más que uno: el que con Alexander Markov al violín y<br />

Heiker Soerr al piano se prevé para el 1 de diciembre. Los<br />

Moonwinds de Joan Enric Lluna (26/I) y el Trío Prisma de<br />

flauta, violonchelo y piano (2/III), más las orquestas de<br />

Regensburg (10/XI), Auvergne (9/III) y la Gyeonggi de<br />

Corea del Sur (8/III) completarán la oferta camerística, aunque<br />

no serán muchos más los efectivos que presentará Ánima<br />

Eterna en el monográfico Haydn que se celebrará el 11<br />

de mayo.<br />

Como orquestas sinfónicas vendrán la del Conservatorio<br />

de Castellón (24/XI) y la de Valencia, ésta junto al Orfeón<br />

Universitario para ofrecer el Stabat Mater de Dvorák (9/XII),<br />

concierto al que seguirá el del Cor de Cambra del Palau de<br />

la Música Catalana con un programa integrado por sendas<br />

obras de Britten y Castelnuovo-Tedesco (22/XII).<br />

Sociedad Filarmónica. Valencia. http:<br />

//www.sfilarmonicavalencia.com/.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

Rafa Martín


IL GIARDINO ARMONICO<br />

AGENDA<br />

tuido por el Concierto para violín en re mayor de Mendelssohn<br />

(con Leila Josefowicz como solista) y la Quinta<br />

de Sibelius. Como preludio, la obertura de Roger de Flor<br />

de Chapí, única representación de música española este<br />

año. Los nombres de Mozart (Sinfonías nºs 34 y 41), Nielsen<br />

(Pequeña Suite) y Strauss (Metamorfosis), traducidos<br />

por la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen concluyen<br />

la temporada el 22 de abril.<br />

Juan Manuel Viana<br />

ANTONINI<br />

Universidad Complutense. Madrid. http: //www.ucm.es/.<br />

Música en la Red<br />

TRES ORQUESTAS AMERICANAS<br />

http://nyphil.org http://www.thephiladelphiaorchestra.com http://www.mso.org<br />

Las orquestas empiezan a darse cuenta de que en sus<br />

páginas web pueden hacer algo más que anunciar sus<br />

temporadas o gestionar sus abonos. Y en eso las norteamericanas<br />

han sido pioneras. Tres de ellas nos pueden<br />

servir de ejemplo. La Filarmónica de Nueva York ofrece en su<br />

página —www.nyphil.org—, además de toda la información<br />

necesaria para estar al día de sus actividades —incluyendo las<br />

retransmisiones radiofónicas patrocinadas por la Kaplan Foundation—<br />

unos cuantos productos videográficos y discográficos<br />

de interés. En el primer apartado, cómo no, el concierto de<br />

Pyongyang que abría una nueva época en las relaciones entre<br />

Estados Unidos y Corea del Norte y, evidentemente, los documentales<br />

educativos de Leonard Bernstein. Y en el segundo<br />

una serie de grabaciones históricas que sólo pueden encontrarse<br />

allí. Por ejemplo las sinfonías de Mahler con un elenco<br />

que va de Barbirolli a Tennstedt pasando por Stokowski o<br />

Mitropoulos, o un interesantísimo álbum de diez discos que<br />

resume la trayectoria de Kart Masur como titular de la orquesta<br />

con repertorio bien variado. Completando la oferta, la posibilidad<br />

de descargarse, en cooperación con Deutsche Grammophon<br />

e iTunes —a 7,99 dólares— unas cuantas grabaciones en<br />

vivo dirigidas por Maazel, Mehta, Muti y Colin Davis.<br />

La Orquesta de Filadelfia —<br />

www.thephiladelphiaorchestra.com—, por su parte, basa su<br />

oferta discográfica —cuya explotación comparte con el sello<br />

finlandés Ondine— en su titular saliente Christoph Eschenbach<br />

pero anuncia novedades con conciertos históricos dirigidos<br />

por Stokowski, Ormandy, Muti o Sawallisch, es decir,<br />

sus antecesores. Hay enlace directo con My Space y bajarse<br />

una obra cuesta 4,99 dólares y entre la oferta se encuentra,<br />

por ejemplo, una Primera de Brahms a cargo del director<br />

asociado de la orquesta, la joven promesa Rossen Milanov.<br />

Y para cerrar, la Sinfónica de Milwaukee —<br />

www.mso.org— que, además de celebrar la llegada de Edo<br />

de Waart a su podio —“The era of Edo is coming”, se anuncia<br />

rimbombante—, ofrece una buena colección de grabaciones<br />

a cargo de quien ha sido su titular hasta la presente<br />

temporada: Andreas Delfs. Los lectores de SCHERZO recordarán<br />

la recomendación que en el número 221 de la revista<br />

hacía José Luis Perez de Arteaga de su Sexta de Mahler. Pues<br />

desde la página de la orquesta se la pueden bajar ustedes.<br />

Como en Filadelfia, a 4,99 dólares. En euros, calderilla.<br />

17


AGENDA<br />

18<br />

Del Liceu al Palau<br />

ACADÈMIA 1750,<br />

EL SONIDO DE TORROELLA<br />

La creación de una orquesta especializada en la interpretación<br />

del barroco y el clasicismo ha sido uno de<br />

los sueños más ambiciosos de Josep Lloret, director<br />

artístico del Festival de Torroella de Montgrí, una de<br />

las pocas citas del verano musical catalán que permanece<br />

fiel a sus esencias, es decir, que sigue apostando por la<br />

música clásica como inequívoca seña de identidad. Pues<br />

bien, el sueño se ha hecho realidad: la Acadèmia 1750<br />

(Orquesta Histórica del Festival), abrió el pasado 18 de julio<br />

la XXVIII edición del Festival de Torroella con un programa<br />

consagrado al Sturm und Drang dirigido por Alfredo Bernardini,<br />

con obras de Gluck, Jommelli, Rameau, Mozart y C.<br />

P. E Bach, y la soprano Isabel Rey como solista de lujo. La<br />

Acadèmia 1750 no es exactamente una nueva orquesta: dio<br />

sus primeros pasos hace dos años bajo el imposible nombre<br />

de La Principessa Filosofa- Orquestra Barroca del Festival de<br />

Torroella de Montgrí, y en su presentación interpretaron el<br />

oratorio mozartiano El cumplimiento del primer mandamiento<br />

K. 35 bajo la dirección de Marek Stryncl. Después<br />

ofrecieron un programa de música sinfónica catalana del<br />

siglo XVIII bajo la dirección de su estupenda concertino,<br />

Farran James, y como tercera producción, el oratorio vivaldiano<br />

Juditha triumphans dirigido por Ottavio Dantone, que<br />

también pudo escucharse el pasado 16 de mayo en el Círculo<br />

dos Artes de Lugo. La grabación en directo de esta velada<br />

acaba de ser editada en un doble compacto promocional<br />

que regalaron al público asistente al concierto inaugural del<br />

festival ampurdanés.<br />

La orquesta, ya con una denominación más sensata para<br />

darse a conocer en el circuito concertístico, inicia ahora una<br />

nueva etapa, decisiva para su consolidación, bajo la dirección<br />

artística de Oriol Pérez Treviño, subdirector del Festival<br />

de Torroella y entusiasta valedor de este proyecto que, de<br />

entrada, supone el lanzamiento de la segunda orquesta con<br />

instrumentos de época en el ámbito catalán, siguiendo el<br />

ejemplo de los conjuntos de Jordi Savall. En su plantilla<br />

encontramos músicos especializados en el campo de la interpretación<br />

histórica, con experiencia en formaciones como<br />

Les Musiciens du Louvre, Al Ayre Español, la Orquesta<br />

Barroca de Sevilla, El Concierto Español, Les Arts Florissants<br />

o los conjuntos liderados por Savall.No es fácil la consolidación<br />

de una orquesta, y en ese duro y largo camino, el apoyo<br />

de Torroella, declarado, con muy acertado criterio, festival<br />

estratégico por el Institut Català de les Indústries Culturals<br />

(ICIC), lo que supone una subvención anual de 300000<br />

euros de la Generalitat en un periodo de tres años, se convierte<br />

en el factor clave de supervivencia. En la medida que<br />

los nuevos proyectos despierten interés en otros festivales —<br />

el terreno de la coproducción es la más sensata fórmula para<br />

optimizar los recursos musicales del país, la Acadèmia 1750<br />

puede darnos muchas alegrías, por la calidad y entusiasmo<br />

de sus instrumentistas, y de sus gestores. Ya trabajan en un<br />

nuevo proyecto, Las estaciones, con dirección de Paul Goodwin,<br />

la colaboración del Coro de Cámara de Namur y la<br />

soprano Núria Rial entre las voces solistas. Soplan vientos a<br />

favor en Torroella, que recoge los frutos de un trabajo serio,<br />

honesto y paciente en la consolidación de una personalidad<br />

artística que nada tiene que ver con el aluvión de festivales<br />

clónicos que inundan la geografía catalana.<br />

Javier Pérez Senz<br />

En el Beethovenfest<br />

ESPAÑOLES EN BONN<br />

Dos obras de autores españoles se estrenan este<br />

mes en el Beethovenfest 2008 que se celebra en<br />

Bonn hasta el día 28. El sábado 6 verá la luz en<br />

San Evergislus —en Bornheim-Brenig—, el arreglo<br />

para seis voces a cappella del <strong>Scherzo</strong> de la Novena Sinfonía<br />

de Beethoven preparado por Manuel Hidalgo y que<br />

tendrá como intérpretes a los New Vocalsolisten Stuttgart.<br />

Al día siguiente, el domingo 7, en el Hotel Königshof, el<br />

Arirang-Quintett estrenará la pieza de José María Sánchez<br />

Verdú Hekkan I para quinteto de viento.<br />

Bonn. Beethovenfest. www.beethovenfest.de<br />

Sustituye a Rosa Cullel<br />

JOAN FRANCESC MARCO,<br />

NUEVO DIRECTOR<br />

GENERAL DEL LICEU<br />

Joan Francesc Marco ha sido designado por el Consorcio<br />

del Gran Teatre del Liceu como director general del<br />

coliseo barcelonés en sustitución de Rosa Cullel, quien<br />

dejó el cargo para ocupar el de directora general de la<br />

Corporación catalana de Medios Audiovisuales. En sus primeras<br />

declaraciones, Marco —que fue director general del<br />

INAEM y que se responsabilizaba en la actualidad del proyecto<br />

Sabadell Ciudad de la Música— se refirió a su nombramiento<br />

como “la culminación de mi carrera profesional”<br />

y respecto al director artístico, Joan Matabosch, manifestó:<br />

“creo que trabajaremos juntos”.<br />

En el Círculo de Bellas Artes de Madrid<br />

HOMENAJE A<br />

RAMÓN BARCE<br />

Es este un año de homenajes para Ramón Barce en su<br />

ochenta aniversario. A él y a lo que su aportación ha<br />

significado en la música española de la segunda<br />

mitad del siglo XX como miembro fundamental de la<br />

llamada Generación del 51. Recordemos que Barce promovió<br />

iniciativas como el grupo Nueva Música, el Aula de<br />

Música del Ateneo, la revista Sonda —que él dirigió—, la<br />

Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles y, cómo<br />

no, su participación en la impagable aventura de ZAJ.<br />

Ramón Barce ha publicado dos libros: Fronteras de la<br />

música (1985) y Tiempo de tinieblas y algunas sonrisas<br />

(1992) y ha escrito más de un centenar de obras musicales,<br />

entre las que destacan seis sinfonías, once cuartetos de<br />

cuerda o los nueve Conciertos de Lizara.<br />

Madrid. Círculo de Bellas Artes. 29-IX-2008. Homenaje a<br />

Ramón Barce.


20<br />

ACTUALIDAD<br />

ARACENA<br />

ACTUALIDAD<br />

NACIONAL<br />

XV Muestra de Música antigua<br />

APOGEO, JOVIALIDAD Y SORPRESAS<br />

Iglesia del Castillo y Teatro de Aracena. Iglesia de Santiago de Castaño del Robledo.<br />

29-VI/6-VII-2008. Leonardo Luckert. Seicento. Tasto solo. Dúo Alqhai-Martínez.<br />

Orquestas Barrocas de Sevilla y Granada. Sara Rosique. Ministriles Hispalensis. Andrés<br />

Cea. Obras de Conrad Paumann y la escuela alemana de tecla del siglo XV, Morales,<br />

Victoria, Lully, Frescobaldi, Corelli, Haendel, Bach, Hellendaal y Telemann.<br />

Por decimoquinta vez<br />

este rincón al suroeste de<br />

Europa reimpulsa al<br />

comienzo del verano las<br />

creaciones de un tiempo<br />

pretérito en torno al cual<br />

se congregan melómanos<br />

que aun procediendo de<br />

lugares distintos se sienten<br />

iguales cuando suena la<br />

música. En la edición de<br />

2008 ha predominado el<br />

Barroco y se ha echado en<br />

falta el repertorio coral.<br />

Los reveladores timbres<br />

de un clavicímbano gótico y<br />

el organetto fueron la piedra<br />

angular para el concierto de<br />

Tasto solo, donde juegos<br />

interválicos, entrecruzamientos<br />

de escalas y disonancias<br />

hicieron resurgir en el público<br />

placeres atávicos, los propios<br />

de una música fuera de<br />

los cánones con que un oído<br />

convencional está familiarizado.<br />

Andrés Cea dio un<br />

sello trascendental a una<br />

joya barroca de 1750 que es<br />

el órgano de Castaño del<br />

Robledo, en cuya iglesia de<br />

ARACENA<br />

TASTO SOLO<br />

Santiago resonaron sublimes<br />

Toccate de Frescobaldi, alternadas<br />

con obras de Victoria,<br />

Morales y Ceballos por unos<br />

correctos Sara Rosique y<br />

Ministriles Hispalensis.<br />

Satisfactoria velada con la<br />

Orquesta Barroca de Sevilla,<br />

que refrendaba su categoría<br />

en un Op. 3, nº 2 de Hellendaal<br />

y un Op. 6, nº 4 de<br />

Haendel formidables, a añadir<br />

de una solvencia óptima<br />

acompañando a Huggett.<br />

Bach fue monográfico en<br />

dos conciertos de la Muestra:<br />

el dúo Alqhai-Martínez abordó<br />

unas sonatas para viola<br />

da gamba y clave enjundiosas<br />

cuya riqueza de ideas se<br />

empañaba a veces con desequilibrios<br />

dinámicos y Leonardo<br />

Luckert se responsabilizó<br />

de unas Suites para chelo<br />

donde la Sarabande de la<br />

BWV 1008 y la Giga de la<br />

BWV 1009 contrastaban la<br />

audición y el baile en una<br />

hermosa antítesis de fuerzas.<br />

La Orquesta Barroca de<br />

Granada se caracteriza por<br />

una actitud entusiasta y<br />

sonoridad flamante, hechos<br />

que tienen en su contra la<br />

asignación desproporcionada<br />

de violines, lo cual postergó<br />

a las flautas y a la cuerda<br />

tañida. En el grupo Seicento<br />

el atractivo del programa<br />

merecía a priori nuestra<br />

atención por unas sonatas en<br />

trío de Buxtehude que rehúyen<br />

el alarde y exaltan el<br />

misterio de vivir, cautivador<br />

en esas modulaciones tan<br />

originales cuyos enigmas<br />

armonizaron con los que la<br />

Naturaleza sigue haciendo<br />

en las grutas que hay debajo<br />

del Castillo.<br />

Y una anécdota: el concierto<br />

del 29 de junio se<br />

aplazó debido a la final de la<br />

Eurocopa. A ver si cunde la<br />

tolerancia y en caballerosa<br />

reciprocidad el fútbol se<br />

ajusta a la música, que, dicho<br />

sea de paso, es más antigua<br />

que aquél. ¡Y nunca mejor<br />

dicho!<br />

Marco Antonio Molín Ruiz<br />

Diego Pérez


ACTUALIDAD<br />

BARCELONA MADRID<br />

Festival Grec 2008<br />

UN GREC CON MÁS MÚSICA<br />

Teatre Grec. 25-VI-2008. Stravinski, Historia del soldado. Mísia, Matilu Marini, Ángel Pavlosky. Barcelona 216.<br />

Directora musical: Virginia Martínez. Directores de escena: Nigel Lowery y Amir Hosseinpour.<br />

Primero las buenas noticias.<br />

Tras años de permanecer<br />

en la sombra, la<br />

música clásica ha vuelto<br />

a cobrar protagonismo<br />

en el Festival Grec de<br />

Barcelona. Y lo ha hecho<br />

desde la mismísima inauguración,<br />

con un montaje de<br />

la Historia del soldado de<br />

Stravinski con la firma escénica<br />

de Nigel Lowery y Amir<br />

Hosseinpour y dirección<br />

musical de Virginia Martínez<br />

al frente de conjunto Barcelona<br />

216. El festival barcelonés<br />

ha tomado un nuevo<br />

rumbo bajo la dirección artística<br />

de Ricardo Szwarcer, y<br />

debemos felicitarnos por la<br />

clara apuesta musical de su<br />

programación, que ha ofrecido<br />

propuestas como la maravillosa<br />

e innovadora versión<br />

del Dido y Æneas de Purcell<br />

de la directora y coreógrafa<br />

alemana Sasha Waltz, con<br />

dirección musical de Cristopher<br />

Moulds, una producción<br />

de la Akademia für Alte<br />

Musik Berlin que fascinó en<br />

su paso por el Teatre Nacional<br />

de Catalunya; el estreno<br />

barcelonés, en el Auditori, de<br />

la excelente ópera de cámara<br />

BARCELONA<br />

Escena de Historia del soldado de Stravinski en el Festival Grec<br />

Josep Aznar<br />

de Alberto García Demestres<br />

Mariana en sombras, con<br />

dirección escénica de Xavier<br />

Albertí; un sugerente espectáculo<br />

de Carme Portaceli en<br />

el Palau, Cantos de amor,<br />

furor y lágrimas, sobre textos<br />

de Torquato Tasso, con<br />

piezas, entre otros, de Monteverdi,<br />

Haendel, Rossini,<br />

Brahms y Dvorák, y dirección<br />

musical de Gabriel<br />

Garrido; y en la velada de<br />

clausura, el Réquiem de<br />

Mozart a cargo del Coro y la<br />

Orquesta del Liceu, en una<br />

propuesta con valor emotivo,<br />

ya que hace veinte años, las<br />

masas del coliseo lírico barcelonés<br />

interpretaron la última<br />

partitura mozartiana en el<br />

Teatro Grec.<br />

El balance es positivo salvo,<br />

y aquí tenemos la mala<br />

noticia, la desangelada y<br />

errónea versión de la Historia<br />

del soldado que el público<br />

recibió entre bostezos de<br />

aburrimiento y no pocos síntomas<br />

de indignación. No<br />

cuajó la propuesta, a pesar<br />

de la buena calidad de algunos<br />

de sus intérpretes: Ángel<br />

Pavlosky, sin poder revelar<br />

todo su carisma teatral en el<br />

papel del soldado que vende<br />

su alma al diablo: la actriz<br />

Marilú Marini, un punto histriónica,<br />

pero que se dejó la<br />

piel plasmando con suntuosos<br />

registros las mil caras del<br />

diablo y, en fin, la cantante<br />

Misia, resolviendo con aplomo<br />

el papel de narrador.<br />

Pero la propuesta no cuajó<br />

porque, salvo algunas ráfagas<br />

de ingenio, nada en la<br />

escenografía ni en la lectura<br />

musical, ajustada y solvente,<br />

logró insuflar vida y poder<br />

comunicativo a una obra que<br />

lleva implícita en la partitura<br />

muchas más dosis de mala<br />

leche, cinismo y sarcasmo de<br />

las que vimos y escuchamos<br />

en una confusa, aburrida y<br />

errónea concepción escénica.<br />

Ofrecer la obra en francés<br />

añadió barreras comunicativas<br />

tan innecesarias<br />

como la decisión de sustituir<br />

el violín del soldado por una<br />

armónica, que ya son ganas<br />

de cargarse una de sus señas<br />

de identidad sin ganar nada<br />

a cambio. Una mala noche la<br />

tiene cualquiera. Así que,<br />

quedémonos con las buenas<br />

noticias y aplaudamos el feliz<br />

regreso de la música clásica<br />

a la oferta del Grec.<br />

Javier Pérez Senz<br />

Reposición del Don Giovanni de Bieito<br />

RUTINA Y ABURRIMIENTO<br />

Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 22-VII-2008. Mozart, Don Giovanni. Simon Keenlyside, Ángeles Blancas, Christoph<br />

Strehl, Véronique Gens, Kyle Ketelsen, David Menéndez, Juanita Lascarro. Director musical: Friedrich Haider. Director<br />

de escena: Calixto Bieito. Producción del G. T. Liceu, la English National Opera y la Staatsoper Hannover.<br />

La temporada del Liceu<br />

ha llegado a su fin y lo<br />

ha hecho con la reposición<br />

de la producción de<br />

Don Giovanni dirigida por<br />

Calixto Bieito. Del equipo<br />

que la estrenó hace cinco<br />

años se mantiene Véronique<br />

Gens, que hace una musical<br />

Donna Elvira y consigue su<br />

gran momento en el aria del<br />

segundo acto, que puede<br />

cantar sin presiones<br />

ambientales. El protagonista<br />

de la obra fue Simon<br />

Keenlyside, barítono con un<br />

gran sentido del fraseo, que<br />

hizo una versión extrovertida<br />

del personaje, que le<br />

absorbió tanto que a veces<br />

descuidaba la proyección<br />

de la voz, ya de sí muy lírica<br />

para el rol, pero que en<br />

todo momento demostró su<br />

calidad artística. Ángeles<br />

Blancas interpretaba a Donna<br />

Anna, a la que dio una<br />

versión demasiado abierta<br />

del personaje, tanto en sus<br />

cualidades como en su sentido<br />

interpretativo, con limitaciones<br />

técnicas que hicieron<br />

surgir tensiones vocales<br />

innecesarias. Del resto del<br />

reparto destacó el buen<br />

Leporello de Kyle Ketelsen,<br />

el variable Don Ottavio de<br />

Christoph Strehl, el canto<br />

cuidado de Juanita Lascarro,<br />

en Zerlina, y la corrección<br />

de David Menéndez, Massetto,<br />

y Günther Groissböck<br />

(El comendador).<br />

La dirección musical<br />

estuvo a cargo de Friedrich<br />

Haider, que surgió rutinaria,<br />

sin detalles, con desajustes<br />

entre foso y escenario, con la<br />

sensación de pocos ensayos<br />

y de cansancio de la orquesta,<br />

asignatura pendiente del<br />

nuevo responsable del Liceu.<br />

Una nueva visión del planteamiento<br />

de Bieito confirma<br />

lo dicho hace cinco años,<br />

simplemente aburrida, y que<br />

sólo el buen vino mejora con<br />

el tiempo.<br />

Albert Vilardell<br />

21


ACTUALIDAD<br />

BARCELONA / CÓRDOBA<br />

De Rojas a Camus<br />

MAESTRO Y DISCÍPULO<br />

Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 3-VII-2008. Marina Rodríguez Cusí, Ana Ibarra, Josep Miquel Ramon, Stefano<br />

Palatchi, Jeffrey Dowd, Angelica Mansilla y Xavier Martínez. Josep Maria Pou, narrador. Cor Madrigal. Coro Orquesta<br />

Sinfónica del Gran Teatre del Liceu. Director: Antoni Ros Marbà. Obras de Pedrell y Gerhard.<br />

No hay mucha música<br />

catalana en las temporadas<br />

del Liceu, así<br />

que, cada nueva incursión en<br />

el patrimonio musical merece<br />

los más sinceros aplausos. El<br />

último concierto de la temporada<br />

encerraba una doble<br />

propuesta de enorme interés:<br />

una recuperación necesaria<br />

del eternamente desconocido<br />

legado de Felipe Pedrell —<br />

dos escenas de una ópera del<br />

gran compositor y musicólogo<br />

catalán jamás representada,<br />

La Celestina (1903) y una<br />

obra maestra de su discípulo,<br />

Roberto Gerhard, La peste,<br />

cantata para narrador, coro y<br />

orquesta basada en la novela<br />

homónima de Albert Camus,<br />

estrenada en 1964 en Londres<br />

por encargo de la BBC,<br />

y ofrecida ahora con enorme<br />

acierto en una inspirada traducción<br />

al catalán de Narcís<br />

Comadira que, tristemente,<br />

no se publicó en el programa<br />

de mano.<br />

Los fragmentos de La<br />

Celestina nos permitieron<br />

calibrar la filiación wagneriana<br />

de Pedrell en el color<br />

orquestal y su innovadora<br />

utilización de ritmos y temas<br />

populares como base de un<br />

nacionalismo musical que<br />

creó escuela. Antoni Ros Marbà<br />

realizó un excelente trabajo,<br />

al frente de un eficaz<br />

reparto en el que brilló Marina<br />

Rodríguez-Cusí recreando<br />

el papel titular con gran<br />

musicalidad, sentido teatral y<br />

oportunos colores vocales,<br />

Cumplieron con oficio Ana<br />

Ibarra (Melibea y Areusa),<br />

Josep Miquel Ramon (Sempronio),<br />

Stefano Palatchi<br />

(Parmeno), Angelica Mansilla<br />

(Elicia), Jeffrey Dowd (Calisto)<br />

y Xavier Martínez (Halconero).<br />

En la cantata de Gerhard,<br />

Josep Maria Pou fue un<br />

narrador sobrio y exquisito<br />

en los matices de una parte<br />

clave en una obra que mueve<br />

los resortes dramáticos del<br />

mejor arte radiofónico. También<br />

rindieron a buen nivel el<br />

Cor Madrigal y las masas liceístas<br />

en la endiablada y exigente<br />

escritura coral y<br />

orquestal, dirigidos por Ros<br />

Marbà con vigor dramático y<br />

especial atención a las impresionantes<br />

atmósferas plasmadas<br />

por Gerhard con una<br />

escritura de apabullante virtuosismo<br />

y fuerza expresiva.<br />

Javier Pérez Senz<br />

XXVIII Festival de Guitarra<br />

GOZOSO REENCUENTRO<br />

Gran Teatro de Córdoba. Teatro Cómico. 4, 7, 12, 14, 15 y 17-VII-2008. Juan Manuel Cañizares, Ricardo Gallén,<br />

Shin-Ichi Fukuda, Harold Gretton y Joaquín Clerch, guitarra. Eos Guitar Quartet, Orquesta de Córdoba. Directores:<br />

Mauricio Sotelo y Leo Brouwer. Obras de Sotelo, Berkeley, Ponce, Brouwer, Walton, Bach, Coste, Turina, Antonio<br />

José, Villalobos y Clerch.<br />

22<br />

Un año más, Córdoba se<br />

convierte en la capital<br />

mundial de la guitarra<br />

con motivo de su Festival<br />

Internacional que ha concentrado<br />

a cuarenta intérpretes,<br />

más de una treintena<br />

de conciertos, y cerca de<br />

una veintena de cursos especializados<br />

y clases magistrales<br />

en diferentes estilos y<br />

géneros (clásico, flamenco,<br />

pop, rock y jazz) dentro de<br />

una política de complementariedad<br />

de contenidos que le<br />

convierten en un ejemplo a<br />

seguir para otros actos de<br />

parecida naturaleza. En el<br />

ámbito de la guitarra clásica<br />

hay que resaltar el reencuentro<br />

de Leo Brouwer con la<br />

que fue su orquesta durante<br />

nueve temporadas haciendo<br />

un programa monográfico<br />

propio, Los negros brujos se<br />

divierten, Iberia, suite para<br />

guitarra y orquesta, en un<br />

homenaje al insigne Julian<br />

Bream, y a su amigo Toru<br />

Takemitsu con su Concerto<br />

CÓRDOBA<br />

da Réquiem (2005). Sin género<br />

de duda este concierto ha<br />

supuesto el gran acontecimiento<br />

del Festival por la<br />

trascendencia de una obra,<br />

estreno en España, profunda,<br />

densa y sentida, la magistral<br />

dirección del maestro y la<br />

soberbia respuesta de “su”<br />

Orquesta de Córdoba, que<br />

brilló con pálpito, entrega y<br />

convencimiento. El japonés<br />

Shin-Ichi Fukuda fue sobrepasado<br />

por la grandeza de la<br />

partitura sin llegar a desmerecer<br />

en su intervención. Brouwer<br />

se erigió en el gran califa<br />

de los sonidos alcanzando<br />

un triunfo memorable. Mauricio<br />

Sotelo, en la jornada inaugural<br />

y con el guitarrista flamenco<br />

Juan Manuel Cañizares,<br />

pudo comprobar, dirigiendo<br />

su reciente Como llora<br />

el viento, estrenada en el<br />

último festival canario, cómo<br />

existen ciertas resistencias en<br />

el público del flamenco a la<br />

fusión con el estilo culto.<br />

Desde una perspectiva más<br />

abierta esta pieza está llamada<br />

a funcionar dada la sagacidad<br />

de su efectista planteamiento<br />

sonoro y la destreza<br />

técnica con que desarrolla<br />

este concepto.<br />

Un valor en constante<br />

alza es la del linarense Ricardo<br />

Gallén. Su prodigiosa técnica,<br />

muy semejante a la del<br />

mecanismo de un clave, en<br />

la separada función de sus<br />

manos, le permiten alcanzar<br />

un sonido nuevo y enormemente<br />

atractivo en la música<br />

barroca, como quedó de<br />

manifiesto en una soberbia<br />

versión de la Partita BWV<br />

1004 de Bach, todo un ejemplo<br />

de cómo hacer que la<br />

guitarra supere sus límites de<br />

expresión revolucionando<br />

los secretos de este instrumento.<br />

Sin duda, su recital<br />

fue todo un acontecimiento,<br />

en el que también se pudo<br />

apreciar la belleza de la<br />

Sonata de Brouwer, uno de<br />

los hitos de su actuación. El<br />

Eos Guitar Quartet disfrutó<br />

ofreciendo parte del conjunto<br />

de miniaturas dedicadas a<br />

este grupo con motivo de su<br />

veinte aniversario. La igualdad<br />

de entonación implementada<br />

con una conjunción<br />

espontánea y natural mantiene<br />

en un alto grado de intensidad<br />

su actuación, siempre<br />

atractiva en polifónica musicalidad<br />

y en gracia. Una de<br />

las confirmaciones del Festival<br />

ha sido la del australiano<br />

Harold Gretton, que complementó<br />

con su actuación la<br />

final del V Concurso Internacional<br />

de Guitarra “Festival<br />

de Córdoba”, en esta edición,<br />

como a él en el pasado año,<br />

otorgado a su compatriota<br />

Bradley Kunda. Un programa<br />

eminentemente didáctico,<br />

con treinta estudios de Brouwer,<br />

doce de Villa-Lobos y<br />

tres del propio Clerch, ha<br />

supuesto una auténtica “tour<br />

de force” para el arte de este<br />

gran músico cubano.<br />

José Antonio Cantón


ACTUALIDAD<br />

EL ESCORIAL<br />

III Festival Lírico de San Lorenzo de El Escorial<br />

MÁS COMEDIA MUSICAL<br />

QUE DRAMA<br />

Teatro-Auditorio de San Lorenzo de El Escorial. 10-VII-2008.<br />

Puccini, Madama Butterfly. Cynthia Lawrence, Gwyn Hughes<br />

Jones, Dainius Stumbras, Laima Jonutyté. Coro y Orquesta del<br />

Teatro Nacional de Lituania. Director musical: David Parry.<br />

Director de escena: Anthony Minghella. Escenografía: Michael<br />

Levine. Figurinista: Han Feng.<br />

La ópera de Puccini llegaba<br />

en una coproducción<br />

del Metropolitan de Nueva<br />

York, la English National<br />

Opera y el Teatro<br />

Nacional de Lituania. Ha<br />

sido este último el encargado<br />

de las dos funciones<br />

escurialenses. En este<br />

montaje nos sobra oropel,<br />

brillos, efectismos en ocasiones<br />

baratos y rasgos de una<br />

cursilería delirante; como esa<br />

lluvia de pétalos y esa cortina<br />

que da paso a los amantes<br />

al final del volcánico dúo<br />

del primer acto; ayuno aquí<br />

de lo que uno entiende por<br />

sensualidad. La mayor novedad<br />

del espectáculo reside<br />

en el diestro manejo por tres<br />

hombres de negro de la<br />

marioneta que representa al<br />

niño de Cio Cio San, un<br />

muñeco más bien feo que no<br />

deja de dotar de un aire<br />

siniestro a la historia y que<br />

hace que nos distraigamos<br />

de lo que realmente importa,<br />

el comportamiento y evolución<br />

de la japonesita, los<br />

puntos más virulentos de su<br />

tragedia, tan excelentemente<br />

vestida y armonizada por<br />

Puccini, que en este caso<br />

quedan un tanto diluidos.<br />

El hábil juego de paneles,<br />

que cruzan sobre raíles ocultos<br />

el escenario y delimitan<br />

espacios, nos parece inteligente.<br />

No tanto la pared incli-<br />

EL ESCORIAL<br />

nada reflectante, que no tiene<br />

una aplicación dramática clara.<br />

El fondo de la escena sirve<br />

para el trasiego de personajes<br />

y para movimientos retóricos<br />

alusivos al drama, bien vestido<br />

en lo lumínico. Y para el<br />

episódico deambular de figuras<br />

coreográficas diseñadas<br />

por Carolyn Chaos, viuda de<br />

Minghella. Buena actuación<br />

de los mimos del Blind Summit<br />

Theatre con los muñecos.<br />

El soporte musical, más funcionarial<br />

que inspirado, estuvo<br />

en manos de Parry, tan solvente<br />

como poco variado. La<br />

orquesta puso de relieve una<br />

tímbrica pobretona. Bien trabajado<br />

el coro.<br />

Lawrence brindó una Cio<br />

Cio San sentida y entregada,<br />

físicamente inadecuada y<br />

vocalmente deficiente: voz<br />

de tinte spinto, grande pero<br />

trémula y estridente más allá<br />

del la natural agudo. El Sharpless<br />

de Stumbras resultó<br />

muy soso. La voz, oscura e<br />

interesante, es inexpresiva,<br />

dura y problemática en la<br />

zona alta. Franca emisión y<br />

soltura fraseológica los del<br />

tenor Jones, pero su timbre<br />

resulta en exceso ligero para<br />

Pinkerton. Cumplidora como<br />

los demás secundarios —<br />

excepto un inaceptable tío<br />

Bonzo— Jonutyté.<br />

Arturo Reverter<br />

23


ACTUALIDAD<br />

GRANADA<br />

LVII Festival Internacional de Música y Danza de Granada<br />

DOS RAROS<br />

24-VI/11-VII-2008. Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana. Orquesta Ciudad de Granada. Director:<br />

Pablo Heras-Casado. Diana Baker, piano. Marta Almajano, soprano; Michel Kiener, fortepiano; Luz Martín<br />

León-Tello, castañuelas. Ars Longa. Directora: Teresa Paz. Inmaculada Ferro, órgano. Orquesta del<br />

Concertgebouw de Ámsterdam. Director: Neeme Järvi. Les Musiciens du Louvre. Director: Marc Minkowski.<br />

Staatskapelle de Berlín. Director: Daniel Barenboim. Conciertos de cámara.<br />

24<br />

A la hora de hacer balance<br />

del Festival Internacional<br />

de Música y Danza de<br />

Granada, más allá de la<br />

ingeniosa conversión en<br />

57 de las letras ST de<br />

“festival”, dos compositores<br />

se imponen por su presencia<br />

en los programas de<br />

esta edición y por los resultados<br />

de su interpretación:<br />

Bruckner y Messiaen. Del<br />

primero, la parte del león<br />

correspondió a Barenboim al<br />

frente de su Staatskapelle de<br />

Berlín, en un miniciclo dedicado<br />

a las tres últimas sinfonías<br />

del maestro de San Florián.<br />

Las obras de Messiaen,<br />

de quien se celebraba el centenario<br />

de su nacimiento,<br />

resultaron repartidas entre<br />

formaciones diversas. Elementos<br />

comunes a ambos no<br />

faltan, oportunamente recordados<br />

en los programas de<br />

mano, sin necesidad de forzar<br />

los clichés: órgano, catolicismo<br />

místico, goticismo,<br />

ingenuidad, wagnerianismo<br />

militante en Bruckner y tamizado<br />

por Debussy en Messiaen.<br />

Oportunidad de contraste<br />

y acercamiento lo<br />

supuso el concierto en el<br />

monasterio de San Jerónimo<br />

del sábado 5 de julio, con el<br />

Cor de Cambra del Palau de<br />

la Música Catalana y la<br />

Orquesta Ciudad de Granada,<br />

dirigidos por el joven<br />

Pablo Heras-Casado, que<br />

ofrecieron las Tres pequeñas<br />

liturgias de la presencia divina<br />

de Olivier Messiaen y la<br />

Misa nº 2 de Bruckner. Los<br />

instrumentos de viento,<br />

ausentes en la obra del primero,<br />

recobraron protagonismo<br />

en la del segundo.<br />

Aprovechando la presencia<br />

del coro catalán, y bajo la<br />

rúbrica común de Amor<br />

humano, amor divino, al día<br />

siguiente ofreció junto con la<br />

pianista Diana Baker un programa<br />

de Re-visiones, tanto<br />

para coro como para piano:<br />

GRANADA<br />

Isaac-Bach, Bach-Busoni,<br />

Scandelli-Schoenberg, Bach-<br />

Hess, Gesualdo-Stravinski,<br />

Chopin-Falla (Balada de<br />

Mallorca), Palestrina-Wagner,<br />

Wagner-Liszt y Guerrero-Turina.<br />

Programa imaginativo,<br />

disparejo quizá y en<br />

el que la alternancia coropiano,<br />

sólo justificada por la<br />

obra de Turina, eliminaba<br />

algo de la tensión requerida.<br />

Las matinales del fin de<br />

semana anterior abundaron<br />

en el lema del bicentenario<br />

de la Guerra de la Independencia<br />

con el que se inició el<br />

Festival y del que hablábamos<br />

en el número anterior<br />

de la revista. El 28 de junio,<br />

la soprano Marta Almajano,<br />

acompañada al fortepiano<br />

por Michel Kiener y a las castañuelas<br />

por Luz Martín<br />

León-Tello interpretaron en<br />

el crucero del Hospital Real<br />

bajo el título A dónde vas,<br />

Fernando incauto, obras de<br />

Fernando Sor, Juan Crisóstomo<br />

de Arriaga y Manuel García,<br />

siendo estas últimas las<br />

más interesantes, a través de<br />

los arreglos de Pauline Viardot.<br />

En cualquier caso, triunfo<br />

de los músicos españoles<br />

afrancesados, aunque viniera<br />

acompañado de exilios más<br />

o menos voluntarios, lo que<br />

no es de extrañar dada la<br />

candidez que tiene Sor de<br />

llamar a Fernando VII incauto<br />

(¡le recrimina su “excesiva<br />

confianza”!). El 29 de junio<br />

en el Monasterio de San Jerónimo,<br />

el Conjunto de Música<br />

Antigua Ars Longa, bajo la<br />

dirección de Teresa Paz,<br />

ofreció obras de Esteban<br />

Salas y Rafael Antonio Castellanos<br />

bajo el título Las Luces<br />

de América. Las piezas del<br />

primero nos parecieron de<br />

mayor calidad, pero ello<br />

puede deberse a una mayor<br />

familiaridad de los intérpretes<br />

con la obra del maestro<br />

cubano que con la del guatemalteco<br />

Castellanos. Interpretación<br />

colorida, prudentemente<br />

acompañada de rasgos<br />

localistas y con interés<br />

en la recuperación de un<br />

importante patrimonio.<br />

Fuera de los horarios<br />

habituales, pero recuperando<br />

una tradición reciente, tuvo<br />

lugar el concierto de Inmaculada<br />

Ferro al órgano de la<br />

ARS LONGA<br />

Catedral el 28 de junio en<br />

homenaje a Juan Alfonso<br />

García en su quincuagésimo<br />

aniversario como organista<br />

de la Catedral de Granada,<br />

que ese mismo día recibía la<br />

medalla de oro del Festival.<br />

De las tres obras interpretadas<br />

con pericia por Ferro,<br />

destacó por su modernidad y<br />

dificultad Epíclesis, de cuya<br />

primera parte existe una<br />

orquestación de Francisco<br />

Guerrero que se interpretó<br />

en otra edición del Festival.<br />

El apartado orquestal ha<br />

alcanzado un esplendor sólo<br />

empañado por la enfermedad<br />

de Jansons, sustituido a<br />

ultimísima hora por el todoterreno<br />

Järvi, del que desconocíamos<br />

las afinidades messiaenescas,<br />

porque debe ser<br />

una de las pocas cosas que<br />

su pantagruélico apetito discográfico<br />

no ha llevado aún<br />

a los estudios de grabación.<br />

Sus dos jornadas al frente del<br />

Concertgebouw, el 28 y 29<br />

de junio, se saldaron con un<br />

enorme éxito, aunque no<br />

nos convencieran de que Järvi<br />

es un entusiasta de Messiaen<br />

y menos de la Turangalîla.<br />

El primer día destacó<br />

en los Cuadros de una exposición<br />

de Musorgski/Ravel,<br />

aunque el Weber (obertura<br />

de Euryanthe) y el Schumann<br />

(Sinfonía nº 1) no<br />

constituyeran una revelación<br />

excepcional. Por el contrario,<br />

y pese a su escasa intervención,<br />

o precisamente por<br />

ello, la Sinfonía Turangalîla<br />

de Messiaen del día siguiente<br />

demostró las potencialidades<br />

de una orquesta que trabajó<br />

enormemente la obra<br />

para su grabación con<br />

Chailly, considerada justamente<br />

de referencia.<br />

En un plano diferente, la<br />

visita de Minkowski al mando<br />

de sus Musiciens du Louvre<br />

los días 1 y 3 de julio<br />

constituyó igualmente un<br />

acontecimiento excepcional.<br />

Si El triunfo del tiempo y del<br />

desengaño de Haendel nunca<br />

ha podido recuperarse de<br />

un flojo libreto, la obra está<br />

llena de bellezas de las que<br />

no es la menor el aria Lascia<br />

la spina, más conocida en su<br />

versión para el Rinaldo londinense<br />

como Lascia ch’io<br />

pianga. La interpretación fue<br />

modélica en lo instrumental,<br />

dejando de lado un inicio<br />

Carlos Choin


ACTUALIDAD<br />

GRANADA<br />

vacilante y desafinado. Excelentes<br />

la contralto Nathalie<br />

Stutzmann y la mezzo Blandine<br />

Staskiewicz. Juicio más<br />

matizado merecen las otras<br />

dos voces. El desmelenamiento<br />

de Minkowski se produjo<br />

el segundo día, ofreciendo<br />

una selección de<br />

páginas orquestales de óperas<br />

de Rameau bajo el rótulo<br />

Una sinfonía imaginaria,<br />

por cierto casi en nada coincidente<br />

con su registro<br />

homónimo, la Sinfonía nº 85<br />

“La reina de Francia” de<br />

Haydn y una estupenda versión<br />

primigenia del ballet<br />

Don Juan de Gluck, acompañado<br />

de una puesta en situación<br />

recitada por él mismo y<br />

MARC MINKOWSKI<br />

Les Musiciens du Louvre<br />

en ocasiones traducida a un<br />

característico “itañol” que no<br />

desmerece en nada el<br />

supuesto turco de la ceremonia<br />

del Burgués de Molière-<br />

Lully, por cierto una de sus<br />

primeras grabaciones.<br />

Si Bruckner era el entusiasta<br />

profeta de Wagner<br />

(menos, en sus tres últimas<br />

sinfonías), Barenboim ha<br />

resultado serlo del propio<br />

Bruckner. Si su Mahler, excesivamente<br />

técnico y limpio de<br />

adherencias sentimentales<br />

que tan bien explota, en otro<br />

registro, Uri Caine, sigue siendo<br />

discutido, nadie puede<br />

negarse a la grandeza de su<br />

Bruckner, con una orquesta<br />

que no es precisamente el<br />

Concertgebouw, pero que en<br />

la Octava Sinfonía sonó como<br />

si lo fuera. Octava y Novena<br />

de referencia, superando quizá<br />

sus grabaciones con Chicago<br />

y la Filarmónica de Berlín.<br />

Si la colaboración con la Junta<br />

prosigue, en el futuro habrá<br />

que hablar con reverencia del<br />

ciclo Bruckner de Granada.<br />

Fuera del motivo conductor<br />

Bruckner-Messiaen, la<br />

música de cámara ha tenido<br />

un papel preponderante en<br />

este 57 Festival, especialmente<br />

con la inclusión como<br />

coda de los conciertos de los<br />

Cursos Manuel de Falla en el<br />

Patio de los Arrayanes. La<br />

solución nos parece idónea,<br />

mucho mejor que su anterior<br />

dilución en el seno de la<br />

“extensión del Festival” (fex)<br />

con horarios difíciles de conciliar<br />

con la asistencia a las<br />

propuestas estrella. Previamente,<br />

tuvimos la oportunidad<br />

de escuchar el 24 de<br />

junio en el mismo escenario<br />

al Cuarteto Petersen y a la<br />

Carlos Choin<br />

soprano Christiane Oelze en<br />

una interesante propuesta<br />

Schumann-Reimann: el<br />

Cuarteto para cuerda nº 3<br />

del primero y sendos homenajes<br />

de Reimann al propio<br />

Schumann, con Seis canciones<br />

op. 107, en transcripción<br />

para soprano y cuarteto de<br />

cuerdas, con intervención<br />

medida del compositor, y a<br />

Mendelssohn, con ...oder soll<br />

es Tod bedeuten?, obra más<br />

audaz, basada en ocho Lieder<br />

y un fragmento sobre<br />

poemas de Heine, unidos<br />

mediante seis intermedios de<br />

la exclusiva autoría de Reimann,<br />

en fuerte contraste<br />

expresionista con el lenguaje<br />

neoclásico de Mendelssohn,<br />

todo ello reforzado por la<br />

voz aniñada de la soprano.<br />

Menos experimental y<br />

con más concesiones aparentes<br />

al público resultó el<br />

recital de Julian Rachlin e Itamar<br />

Golan el jueves 26 de<br />

junio en el Patio de los Mármoles<br />

del Hospital Real. La<br />

Sonata a Kreutzer de Beethoven<br />

recibió un extraordinario<br />

tratamiento en desfavorables<br />

condiciones deportivo-acústicas<br />

consustanciales<br />

a un escenario al aire libre.<br />

Por otras circunstancias,<br />

rotura de una cuerda, parecida<br />

tensión rodeó la Sonata<br />

para viola y piano op. 120,<br />

nº 2 de Brahms, aunque los<br />

resultados no fueran tan conmovedores<br />

como en la<br />

Kreutzer. Sendos arreglos, de<br />

Tziganov de diez de los<br />

Veinticuatro Preludios, op.<br />

34, de Shostakovich, y de<br />

Waxman en la Fantasía<br />

“Carmen”, basada en Bizet,<br />

amén de varios bises, confortaron<br />

al público que había<br />

renunciado a la celebración<br />

del éxito deportivo nacional.<br />

Siguiendo con el apartado<br />

de la música de cámara, el<br />

miércoles 2 de julio Elisabeth<br />

Leonskaia interpretó al piano<br />

las tres últimas sonatas de<br />

Beethoven en el crucero del<br />

Hospital Real. Escenario<br />

menos glamouroso que el<br />

Palacio de Carlos V, pero<br />

acústicamente idóneo a un<br />

programa más intimista. La<br />

versión de quien es una<br />

imponente traductora del pianismo<br />

romántico fue la de un<br />

Beethoven que mira al futuro,<br />

desligado de ataduras técnicas<br />

y formales y lejos ya del<br />

clasicismo inicial. Leonskaia<br />

es desde luego una intérprete<br />

variable, capaz de lo mejor y<br />

de lo sólo correcto, y tuvimos<br />

la suerte de asistir a una<br />

noche inspiradísima.<br />

Los cuatro conciertos de<br />

los Cursos Manuel de Falla<br />

compartieron el escenario de<br />

los Arrayanes, aprovechando<br />

la presencia del profesorado<br />

del curso de interpretación<br />

musical. Los dos más interesantes<br />

resultaron ser el del<br />

Trío Stadler el 8 de julio con<br />

sus curiosos corni di bassetto<br />

acompañados del Cor de<br />

Cambra del Palau de la Música<br />

Catalana, que recreaba<br />

una velada en casa de los<br />

Jacquin, amigos de Mozart, y<br />

el dedicado el 11 de julio a<br />

Bach por Wilbert Hazelzet,<br />

Catherine Manson, Jaap ter<br />

Linden y Maggie Cole. En<br />

ambos casos destacaron la<br />

calidad de la música y la calidez<br />

de la interpretación, en<br />

obras verdaderamente inusuales<br />

e interesantes, empezando<br />

por las versiones para<br />

los citados instrumentos de<br />

la familia del clarinete de<br />

arias de Las bodas de Fígaro<br />

y de La flauta mágica, puestas<br />

de relieve por el oportuno<br />

contraste con las mucho<br />

más planas de la Palmira de<br />

Salieri. En el recital dedicado<br />

a Bach, la alternancia entre<br />

las sonatas en trío y los solos<br />

instrumentales hizo destacar<br />

unas maravillosas versiones<br />

de la Suite nº 1 para violonchelo<br />

a cargo de Jaap ter Linden<br />

y de la Sonata para<br />

flauta BWV 1030 por parte<br />

de Wilbert Hazelzet. Los<br />

otros dos conciertos tuvieron<br />

un menor interés. Sobre el<br />

papel, el del Trío Kandinsky,<br />

con obras de Schubert, Takemitsu<br />

y el Cuarteto para el<br />

fin del tiempo de Messiaen<br />

resultaba uno de los más<br />

interesantes. Sobre todo porque<br />

dos de sus componentes,<br />

Andreu Riera al piano y<br />

Amparo Lacruz al violonchelo,<br />

ya habían interpretado (y<br />

grabado) el cuarteto de Messiaen<br />

para el Festival en el<br />

marco del Monasterio de San<br />

Jerónimo como Grupo<br />

Manon. La diferencia con<br />

aquella otra interpretación<br />

estribó en una correcta frialdad,<br />

que no puede atribuirse<br />

a Corrado Bolsi, antiguo y<br />

pasional concertino de la<br />

Orquesta Ciudad de Granada,<br />

sino más bien a Harri<br />

Mäki, que hace añorar el clarinete<br />

de Estellés. En cualquier<br />

caso, interesante Between<br />

Tides de Takemitsu y<br />

muy agradable Nocturno op.<br />

148 de Schubert. El último<br />

concierto de este miniciclo<br />

Cursos-Arrayanes estuvo<br />

algo dificultado por la diferencia<br />

de inspiración de las<br />

obras, con Heinichen y Telemann<br />

muy por encima de los<br />

restantes autores. Lo mejor,<br />

las prestaciones del tenor<br />

Gerd Türk y de la oboísta<br />

Alayne Leslie, aparte de la<br />

curiosidad de la trompa<br />

natural de Ab Koster.<br />

Estupendas notas a los<br />

programas, acertadamente<br />

ilustradas, con el único lunar<br />

negro de las correspondientes<br />

al miniciclo Bruckner, impropias<br />

del acontecimiento.<br />

Joaquín García<br />

25


ACTUALIDAD<br />

LA CORUÑA<br />

XI Festival Mozart<br />

UNA AFORTUNADA DERROTA<br />

Museo de Bellas Artes. 15-VI-2008. Grupo Instrumental Siglo XX. Obras de Buide, Hindemith y Bartók. Teatro<br />

Rosalía de Castro. 18-VI-2008. Massimo Spadano, violín; Enrico Dindo, chelo; Alexander Lonquich, piano. Obras de<br />

Beethoven, Mozart y Schubert. Teatro Colón. 20-VI-2008. Britten, El pequeño deshollinador. Franscisco Santiago,<br />

Marina Pardo, Gerardo López, Ruth González, Eliana Bayón; Agrupación instrumental. Director musical: José Antonio<br />

Montaño. Director de escena: Ignacio García. Producción del Teatro Real de Madrid. Diversas poblaciones coruñesas.<br />

20, 21, 22, 27 y 28-VI-2008. Pedro Rodríguez, violín; Inés Picado, viola. Conjunto Instrumental de la OSG. Coro de<br />

la OSG. Director: Joan Company. Obras de Mozart. Teatro Rosalía de Castro. 21-VI-2008. Annick Massis, soprano;<br />

Jori Vinikour, piano. Obras de Berlioz, Fauré, Duparc, Debussy, Ravel y Hahn. Museo de Bellas Artes. 22-VI-2008.<br />

Solistas de la OSG. Obras de Grisey y Ravel. Teatro Rosalía de Castro. 24-VI-2008. Gustavo Díaz, piano; Miguel<br />

Borges, piano; Catalin Bucataru, violín; Bruno Calverie, flauta. Obras de Messiaen. Palacio de la Ópera. 25-VI-2008.<br />

Mozart, Las bodas de Fígaro. Papatanasiu, De la Merced, Belfiore, Gallo, Regazzo. Coro de Cámara del Palau.<br />

Sinfónica de Galicia. Director musical: Víctor Pablo Pérez. Director de escena: Giorgio Strehler. Producción del<br />

Teatro de Versailles. Iglesia Colegiata. 26-VI-2008. Orquesta de Cámara de la OSG. Orfeón Terra a Nosa. Director:<br />

Massimo Spadano. Obras de Melchor López y Haydn. Teatro Rosalía de Castro. 28-VI-2008. Ashley Wass, piano.<br />

Real Filharmonía de Galicia. Director: Jonathan Webb. Obras de Ravel, Messiaen y Benjamin.<br />

26<br />

Que no cunda el pánico.<br />

Todo lo contrario: si se<br />

habla de una afortunada<br />

derrota, es para referirse,<br />

en términos marineros,<br />

tan propios de una ciudad<br />

marítima, al acertado<br />

rumbo de un Festival que<br />

ha sido un éxito por calidad<br />

y por respuesta del público.<br />

En este segundo tramo —<br />

que es una mera separación<br />

teórica para abarcar más de<br />

veinte actividades; algunas,<br />

con varias reprises—, se<br />

representaron dos obras<br />

escénicas. El pequeño deshollinador,<br />

encantadora ópera<br />

infantil de Britten, hizo las<br />

delicias de los niños y dio<br />

más de un motivo para la<br />

reflexión a los mayores porque,<br />

como es tradicional en<br />

las narraciones infantiles<br />

inglesas, hay una segunda<br />

lectura, un importante trasfondo<br />

de denuncia social: la<br />

explotación de la infancia<br />

por los adultos. Los pequeños<br />

héroes, que parecen salidos<br />

de la pluma de Dickens,<br />

rescatan al pobrecito deshollinador<br />

de las garras de los<br />

malvados que le encomiendan<br />

los trabajos más penosos<br />

y lo maltratan. Tres representaciones<br />

y un gran éxito:<br />

acertada base musical, jóvenes<br />

cantantes-actores y puesta<br />

en escena sencilla y eficaz.<br />

Constituye, sin duda, un gran<br />

acierto dedicar al menos una<br />

función al público infantil; al<br />

fin, muchos de los niños de<br />

hoy serán el necesario relevo<br />

generacional: los espectadores<br />

de los futuros festivales.<br />

Las bodas de Fígaro se repu-<br />

LA CORUÑA<br />

Annick Massis y Jori Vinikour<br />

Escena de Las bodas de Fígaro de Mozart<br />

so en la versión de Strehler<br />

para el Teatro de Versailles.<br />

Pese a que ya tiene 35 años,<br />

conserva la frescura del juego<br />

escénico y la belleza de<br />

unos decorados monumentales<br />

que crean enormes espacios<br />

y sitúan la farsa en su<br />

justa medida: personajes<br />

empequeñecidos en su evolución<br />

a través de las grandes<br />

estancias palaciegas. Dos<br />

funciones a teatro lleno; es<br />

decir, unos 3500 espectadores,<br />

cifra muy importante si<br />

tenemos en cuenta que la<br />

ciudad con su hinterland se<br />

sitúa en torno a los 350.000<br />

habitantes. La Sinfónica de<br />

Galicia, con Víctor Pablo<br />

M.A. Fernández<br />

Pérez al frente, fue aclamada<br />

con toda justicia; tras ella, las<br />

dos sopranos líricas, Papatanasiu<br />

y de la Merced —sobre<br />

todo, la primera—; después,<br />

escucharon grandes aplausos<br />

la mezzo Belfiore, los dos<br />

barítonos, Gallo y Regazzo, y<br />

la soprano Marta Mathéu;<br />

por este orden. Coro y bailarines<br />

recibieron una merecida<br />

ovación al final del tercer<br />

acto.<br />

Tres conciertos sinfónicos,<br />

dos de ellos con coros.<br />

La Orquesta de Cámara de la<br />

OSG y el Orfeón Terra a<br />

Nosa, de Santiago, con la<br />

dirección del concertino,<br />

Massimo Spadano, interpretaron<br />

la Missa Solemne de<br />

Difuntos, notable obra del<br />

que fue maestro de capilla<br />

de la Catedral compostelana,<br />

Melchor López, y la Missa<br />

Sancti Nicolai, Hob XXII: 6,<br />

de Haydn. Una experiencia<br />

interesante fue lo que se<br />

denominó Mozart en gira<br />

que llevó a las iglesias de<br />

algunas poblaciones coruñesas<br />

(Betanzos, Santa Cruz,<br />

Bergondo, Sada) y también a<br />

la iglesia de San Jorge en La<br />

Coruña, la Missa brevis, KV<br />

49, y la Sinfonía concertante,<br />

KV 364, de Mozart. Actuaron<br />

un Conjunto Instrumental,<br />

el Coro de la Sinfónica de<br />

Galicia y los jóvenes Pedro<br />

Rodríguez (violín) e Inés<br />

Picado (viola); todos bajo la<br />

dirección del titular de la<br />

coral, Joan Company. Los<br />

solistas, todavía estudiantes,<br />

son dos firmes promesas salidas<br />

de la “cantera” de la Sinfónica.<br />

También colaboró en


ACTUALIDAD<br />

LA CORUÑA<br />

el Festival la orquesta hermana,<br />

la Real Filharmonía de<br />

Galicia, que interpretó la<br />

Pavana para una infanta<br />

difunta y Ma mère l’oie, de<br />

Ravel, Three Inventions, de<br />

Benjamin, y Oiseaux exotiques,<br />

de Messiaen. Esta obra,<br />

que se programó para conmemorar<br />

el centenario del<br />

nacimiento del compositor,<br />

es un auténtico concierto<br />

para piano y orquesta debido<br />

al protagonismo abrumador<br />

del instrumento de teclado;<br />

el pianista Ashley Waas<br />

estuvo soberbio en una partitura<br />

de enorme dificultad;<br />

magnífica dirección de Jonathan<br />

Webb, sobrio y eficaz.<br />

La versión de esa maravilla<br />

que es Ma mère l’oie queda<br />

para el recuerdo, dentro de<br />

una de las mejores actuaciones<br />

que se recuerdan a la Filharmonía<br />

en esta ciudad.<br />

También en memoria de<br />

su nacimiento, se dedicó<br />

íntegramente a Messiaen un<br />

concierto de música de<br />

cámara: Merle noir (flauta y<br />

piano), Fantasie (violín y<br />

piano) y Visions de l’Amen<br />

(dos pianos). Los pianistas<br />

Díaz y Borges, el violinista<br />

Bucataru y el flautista Calverie,<br />

magníficos ejecutantes,<br />

ofrecieron un excelente acto<br />

musical. Spadano, Dindo y<br />

Lonquich integraron el clásico<br />

Trío con piano para interpretar<br />

el Trío en mi mayor,<br />

KV 542, de Mozart, el Trío en<br />

mi bemol mayor, op. 70, nº 2,<br />

de Beethoven, y el Trío en si<br />

bemol mayor, D. 898, de<br />

Schubert. Los tres solistas<br />

supieron renunciar al protagonismo<br />

individual para<br />

integrar un verdadero conjunto<br />

camerístico. Se completaron<br />

las llamadas Matinées<br />

del Festival con dos conciertos.<br />

El primero estuvo a cargo<br />

del Grupo Instrumental<br />

Siglo XX, que dirige el violinista<br />

Florian Vlashi. Interesantísimo<br />

programa con una<br />

obra de encargo, estreno<br />

absoluto, de Fernando Buide:<br />

Trazo. Diferencias<br />

(2008), el Cuarteto para violín,<br />

violonchelo, clarinete y<br />

piano, de Hindemith, y Contrastes,<br />

de Bartók. En el<br />

segundo concierto, intervinieron<br />

diversos solistas del<br />

entorno de la Sinfónica: Fernando<br />

Raña (flauta), Iván<br />

Marín (clarinete), Miquel<br />

Villalba (piano), Eric Crambes<br />

(violín), Jean-Marc Apap<br />

(viola) y David Ethève (violonchelo).<br />

Los dirigió el percusionista<br />

José A. Trigueros.<br />

El programa incluyó Vortex<br />

Temporum, de Grisey, partitura<br />

extensa (unos cincuenta<br />

minutos) y reiterativa, que se<br />

estrenaba en España, y la<br />

extraordinaria Sonata para<br />

violín y violonchelo, de<br />

Ravel, obra maestra del siglo<br />

XX, que tocaron maravillosamente<br />

Eric Crambes y David<br />

Ethève. Un recital de canción<br />

francesa a cargo de la soprano<br />

Annick Massis y del pianista<br />

Jori Vinikour resultó<br />

bastante insípido: actuación<br />

más bien aburrida de la cantante<br />

(a pesar de tratarse de<br />

su repertorio) y más bien<br />

discreta del pianista acompañante<br />

que en realidad es un<br />

intérprete de clave. El público,<br />

que mantuvo una actitud<br />

de fría cortesía, muy habitual<br />

cuando no le gusta demasiado<br />

lo que escucha, se mostró,<br />

en cambio, generoso en<br />

los bises: las canciones renacentistas<br />

De los álamos vengo<br />

y De dónde venís amore, en<br />

versiones de Joaquín Rodrigo,<br />

y la simpática pieza,<br />

L’éléphant du jardin des<br />

plantes, de Rosenthal.<br />

Para completar la información<br />

sobre este undécimo<br />

Festival Mozart, es preciso<br />

reseñar algunas actividades<br />

complementarias que también<br />

han tenido lugar: una<br />

reunión de compositores<br />

gallegos con Mauricio Kagel;<br />

la presentación de dos libros<br />

a cargo de Juan Ángel Vela<br />

del Campo sobre los dos<br />

grandes directores de escena<br />

—Strehler y Wernicke— a<br />

quienes se rindió homenaje<br />

en esta oportunidad; la proyección<br />

de películas cinematográficas<br />

sobre óperas de<br />

cuya dirección escénica fueron<br />

responsables estos dos<br />

importantes regisseurs: La<br />

Calisto, de Cavalli, y Boris<br />

Godunov, de Musorgski<br />

(Wernicke); Simon Boccanegra,<br />

de Verdi, y Don Giovanni,<br />

de Mozart (Strehler). El<br />

homenaje se completó con la<br />

celebración de sendas mesas<br />

redondas.<br />

Julio Andrade Malde<br />

27


ACTUALIDAD<br />

LEÓN<br />

Homenaje a Pedro Blanco en el 125 aniversario de su nacimiento<br />

ÉXITO Y CALIDAD<br />

XXI Festival de Música Española. León y provincia. Auditorio Ángel Barja. Astorga. Mansilla. Santa Marina del Rey. 1/15-<br />

2008. Ara Malikian, violín; Fernando Egozcue, guitarra. La Colombina. Nuevo Ensemble de Segovia. Director: Flores<br />

Chaviano. Ricardo Sciammarella, violonchelo; Miguel Ituarte, piano. Orquesta de Cámara Ibérica. Ana Castillo, soprano;<br />

Julia Franco, piano. Adam Kent, piano. Sinfónica de Castilla y León. Director: Daniel del Pino. Bertrand Pietu, guitarra.<br />

28<br />

LEÓN<br />

De completo éxito puede<br />

calificarse la vigésimo primera<br />

edición del Festival<br />

de Música Española que<br />

tuvo lugar en León y provincia<br />

durante los días 1 al 15 de<br />

julio. Trece conciertos y una<br />

exposición de pintura de la<br />

artista diseñadora de la imagen<br />

del Festival de los últimos<br />

años, Begoña Fernández<br />

Merino Sentimientos a flor de<br />

piel: Musik, además de tres<br />

conciertos en la provincia<br />

completaron un programa<br />

que tuvo como eje central el<br />

homenaje al compositor leonés<br />

Pedro Blanco, en el 125<br />

aniversario de su nacimiento,<br />

con la grabación e interpretación<br />

de algunas de sus obras<br />

para voz y piano.<br />

Como cada año, el marco<br />

donde se desarrollaron la<br />

mayoría de estos conciertos<br />

fue el patio del Palacio de los<br />

Guzmanes de León, que alternó<br />

con el Auditorio Ángel<br />

Barja del Conservatorio. Más<br />

de 80 obras de estreno y 200<br />

conciertos en estos 21 años,<br />

dan una leve idea de lo que<br />

significa este acontecimiento<br />

para la música española contemporánea,<br />

que cuenta cada<br />

año con el apoyo de firmas<br />

privadas, así como de las instituciones<br />

leonesas con el<br />

Ayuntamiento a la cabeza.<br />

La calidad ha sido su<br />

característica principal, lo que<br />

ha sido de inmediato acogido<br />

por el público que, desde el<br />

primer concierto, llenó los<br />

marcos donde se desarrollaron<br />

los conciertos. Artistas de<br />

reconocido prestigio nacional<br />

e internacional al lado de<br />

intérpretes locales han dado,<br />

además de variedad, la oportunidad,<br />

siempre anhelada<br />

por los jóvenes, de poder presentarse<br />

ante un público que<br />

de otra manera no tendría<br />

ocasión de contrastar y constatar<br />

sus progresos.<br />

El espectacular violinista<br />

libanés Ara Malikian junto al<br />

guitarrista Fernando Egozcue,<br />

abrieron el Festival con<br />

un concierto en el Auditorio<br />

Ciudad de León en el que<br />

precisamente la música española<br />

estuvo ausente por<br />

completo. Música fusión,<br />

junto a bailarines innecesarios,<br />

levantaron el telón de lo<br />

que verdaderamente sería el<br />

alma del Festival, la música<br />

española servida bajo dife-<br />

LA COLOMBINA<br />

rentes estéticas e instrumentos,<br />

pero dentro del espíritu<br />

para el que fue creado este<br />

acontecimiento. Los programas<br />

abarcaron un importante<br />

espectro musical que fue<br />

desde la música renacentista,<br />

servida impecablemente por<br />

el cuarteto vocal La Colombina,<br />

hasta la música contemporánea<br />

que brindaron grupos<br />

como el Nuevo Ensemble<br />

de Segovia, o el chelista<br />

Ricardo Sciammarella junto al<br />

pianista Miguel Ituarte, o la<br />

Orquesta de Cámara Ibérica,<br />

todos ellos con programas<br />

exigentes y especialmente<br />

atractivos. lo que provocó<br />

que en cada concierto el<br />

público fuera puntual a esta<br />

cita con la música española.<br />

Uno de los espectáculos<br />

más esperados fue el que<br />

protagonizaron el pianista<br />

Miguel Ituarte junto al chelista<br />

Ricardo Sciammarella con<br />

obras de Rueda, Ginastera,<br />

Lambertini, Villa-Lobos y<br />

Piazzolla, de contagiosa nostalgia<br />

y vibrante exposición.<br />

La soprano leonesa Ana Castillo<br />

y la pianista Julia Franco<br />

homenajearon al compositor<br />

leonés Pedro Blanco, hijo del<br />

músico astorgano Mateo<br />

Blanco del Río, con varias<br />

canciones suyas, junto a<br />

otras de Manuel de Falla,<br />

Rodolfo Halffter y Antón<br />

García Abril, sobre poemas<br />

de Rafael Alberti y Antonio<br />

Gala. Castillo volvió a<br />

demostrar sus excelentes<br />

condiciones canoras y brindó<br />

una emotiva velada en la<br />

que estuvieron presentes<br />

familiares del compositor. De<br />

nuevo el pianista Adam Kent<br />

volvió a mostrarnos la hondura<br />

temática que encierra la<br />

hermosa música de Blanco,<br />

mientras Daniel del Pino y la<br />

Orquesta Sinfónica de Castilla<br />

y León estrenaron la<br />

atractiva obra ganadora del<br />

premio Evaristo Fernández<br />

Blanco, Desde el infierno de<br />

Sergei Casanelles. Cerró este<br />

carismático Festival el quinteto<br />

de viento Nuevo Ensemble<br />

de Segovia, con Flores<br />

Chaviano y puso la guinda el<br />

guitarrista Bertrand Pietu y la<br />

Orquesta de Cámara Ibérica,<br />

que pese a no prodigarse<br />

apenas suena con bastante<br />

limpieza y afinación.<br />

Miguel Ángel Nepomuceno


ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Blancos, negros y grises<br />

IDOMENEO PARA CUALQUIER TIEMPO<br />

Teatro Real. 18, 19-VII-2008. Mozart, Idomeneo. Kobie van Rensburg-Kurt Streit, Joyce DiDonato-Bernarda<br />

Fink, María Bayo-Cinzia Forte, Iano Tamar-Emma Bell, Charles Workman-Francisco Corujo. Director musical:<br />

Jesús López Cobos. Director de escena: Luc Bondy.<br />

Javier del Real<br />

Bernarda Fink y Kurt Streit en Idomeneo de Mozart en el Teatro Real<br />

Severidad y desnudez de<br />

un escenario más bien<br />

fúnebre, casi completamente<br />

en blanco y negro<br />

tirando a grisáceo, cambiante<br />

gracias a la coherente<br />

iluminación de Dominique<br />

Bruguière que no consiguió<br />

del todo superar cierta<br />

monotonía visual, en un<br />

tiempo y lugar indeterminados<br />

pero más próximo a<br />

nuestros días que al de Creta<br />

original. Un espectáculo en<br />

suma muy Bondy que centra<br />

sus mejores recursos en el<br />

movimiento de solistas y el<br />

de un muy inspirado coro.<br />

Tomándose (¡no lo pueden<br />

resistir!) algunas libertades<br />

como el suicidio de Arbace,<br />

bien concebible tras la magnífica<br />

y tensa lectura que<br />

hizo Workman de su desoladora<br />

página solista, y con<br />

unos truenos imprevistos al<br />

final del coro que cierra la<br />

obra poniendo en entredicho,<br />

por supuesto, el lieto<br />

fine argumental. En general,<br />

el montaje en su sobria y<br />

sombría uniformidad resultó,<br />

MADRID<br />

por lo menos, capaz de contar<br />

la historia mozartiana, no<br />

otra paralela o distinta como<br />

suele ocurrir hoy día más<br />

veces de lo que sería recomendable.<br />

López Cobos, cortando<br />

recitativos y algún que<br />

otro pasaje musical de<br />

menor consideración, dirigió<br />

con la pulcritud y claridad de<br />

costumbre, con un toque de<br />

amabilidad que contrastó<br />

con otros de mayor intensidad<br />

y provecho, consiguiendo<br />

instantes magníficos en<br />

algunas partes corales como<br />

la de O voto tremendo!, una<br />

oportunidad más para el<br />

lucimiento del coro del teatro<br />

que estuvo siempre a la<br />

altura de las exigencias<br />

mozartianas.<br />

El doble reparto fue, en<br />

general, muy solvente, y desde<br />

luego un verdadero alarde<br />

de distribución para el día<br />

de hoy. Van Rensburg hace<br />

un Idomeneo, dada su categoría<br />

instrumental, más vulnerable<br />

y frágil que el imponente<br />

y generoso de Streit,<br />

aunque ambos cada uno a su<br />

manera, se evidenciaron perfectamente<br />

idóneos. Los dos<br />

cantaron con entusiasmo,<br />

estilo y recursos, superando<br />

las endiabladas dificultades,<br />

la página más comprometida:<br />

Fuor del mar. DiDonato<br />

demostró que es actualmente<br />

un Idamante referencial, por<br />

canto, intenciones y presencia,<br />

más adecuada vocalmente<br />

que la Fink, la cual sin<br />

embargo hizo toda su parte<br />

con la conocida y admirable<br />

musicalidad, perfilando un<br />

personaje más íntimo, juvenil<br />

y desventurado. Bayo fue<br />

mejorando espectacularmente<br />

de la primera (estentórea<br />

en demasía) a la tercera aria,<br />

exhibiendo su voz llena de<br />

brillo y potencia que no<br />

encajó del todo con sus compañeros,<br />

en concreto en el<br />

bellísimo, imponente cuarteto.<br />

De sonoridad más tenue<br />

y concentrada, la Forte, pese<br />

a algunas notas agudas de<br />

molesto sonido metálico,<br />

supo sacar la esencia de Ilia<br />

y darle el estilo adecuado,<br />

con un Zeffiretti lusinghieri<br />

como mejor conquista de su<br />

parte. Tamar repitió (como<br />

en el caso de Streit con Idomeneo)<br />

su anterior Elettra<br />

madrileña, con un contemplativo,<br />

soñador, inmejorable<br />

Idol mio, se ritroso, dando<br />

cuenta siempre de su inmarcesible<br />

temperamento muy<br />

acorde con la oscuridad aterciopelada<br />

de sus dramáticos<br />

medios. La haendeliana Bell<br />

dejó para D’Oreste d’Aiace lo<br />

mejor de la velada, imponente<br />

de intensidad, al servicio<br />

de una voz interesante por la<br />

calidad tímbrica y más por el<br />

volumen. Corujo cumplió<br />

muy bien hasta el punto de<br />

soportar la comparación con<br />

el suntuoso e intenso Arbace<br />

de Workman. Eduardo Santamaría<br />

aportó lo necesario<br />

para que, pese a su brevedad,<br />

el Sumo Sacerdote no<br />

pasara inadvertido. Un lujo<br />

adicional, aunque un poco<br />

innecesario, fue contar con<br />

la voz (grabada) del gran<br />

René Pape para Neptuno.<br />

Fernando Fraga<br />

29


ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Homenaje al compositor<br />

MÚSICA DE CHUECA<br />

Madrid. Teatro de la Zarzuela. 20-VI-2008. Chueca, El bateo, De Madrid a París. Luz Valdenebro, Milagros Martín, Pilar de<br />

la Torriente, Enric Serra, Luis Perezagua, Enrique R. del Portal, Pepe Quero. Canco Rodríguez, Luis Varela, Lola Casamayor,<br />

Natalie Pinot, Eva Diago, Roberto Álamo, Miguel Rellán. Director musical: Miguel Roa. Director de escena: Andrés Lima.<br />

30<br />

Coincidiendo con el centenario<br />

del fallecimiento<br />

de un “guripa” tan<br />

saleroso como Federico<br />

Chueca Robles, el Teatro de<br />

la Zarzuela ha conmemorado<br />

en su último espectáculo de<br />

la temporada al tan querido<br />

músico madrileño, “ídolo del<br />

pueblo, rey de lo castizo,<br />

musa de los bailes y los organillos”,<br />

con un sabroso programa<br />

doble en el que se<br />

representaron en nueva producción<br />

dos obras del catálogo<br />

de este autor.<br />

El bateo fue uno de los<br />

últimos grandes triunfos de<br />

Chueca y la única obra que<br />

llegó a estrenar en el Teatro<br />

de la Zarzuela. Desde la temporada<br />

1980/81 se ha podido<br />

ver este graciosísimo sainete<br />

en diversas producciones:<br />

1994/95, 1997/98 y la temporada<br />

que acabamos de dejar.<br />

Fuera de lo anecdótico de lo<br />

que la palabra “bateo” significa,<br />

el bautizo en una iglesia<br />

de barrio de un hijo ilegal, lo<br />

cierto es que en el texto lo<br />

de menos es el bautizo, siendo<br />

de destacar la variedad y<br />

riqueza de situaciones y de<br />

personajes que se presentan<br />

con motivo del mismo, cuya<br />

acción se desarrolla en<br />

Madrid por indicaciones de<br />

los propios autores del libreto,<br />

Antonio Domínguez y la<br />

pluma experta de Antonio<br />

Paso, quien realizaría algunas<br />

modificaciones.<br />

Distinta suerte ha corrido<br />

De Madrid a París, obra<br />

menos conocida entre el<br />

público de hoy, denominada<br />

como viaje cómico-lírico en<br />

1 acto y 5 cuadros, que viene<br />

a ser una revista de actualidades<br />

escrita para la temporada<br />

de verano de 1889 y en<br />

cuya partitura intervino Joaquín<br />

Valverde, digno compañero<br />

musical de Chueca. La<br />

obra tuvo un éxito menos<br />

trascendente, pero el libro de<br />

José Jackson Veyán y Eusebio<br />

Sierra ostenta algunos<br />

buenos chistes y lo salva<br />

Enric Serra en una escena de El bateo de Federico Chueca en el Teatro de la Zarzuela<br />

sobre todo la característica y<br />

chispeante música de Chueca.<br />

Base de su argumento es<br />

la exposición universal de<br />

París que se preparaba por<br />

aquel entonces, haciendo<br />

referencia también a situaciones<br />

actuales del Madrid<br />

de la época. Recibió en su<br />

escenario, el Teatro de la<br />

Zarzuela, esta obra durante<br />

la temporada de invierno de<br />

1889/90. A partir de ahí, De<br />

Madrid a París sólo sería<br />

recordada por la interpretación<br />

del Terceto de las cigarreras<br />

(nº 6) del Cuadro III<br />

en el homenaje en memoria<br />

del compositor el 4 de julio<br />

de 1908, días después de su<br />

muerte. En 1917 (19 de<br />

noviembre), en un excepcional<br />

programa a beneficio de<br />

la prensa, y en la temporada<br />

1987/88, insertado como<br />

número musical junto a otros<br />

de La canción de la Lola, Los<br />

arrastraos, Luces y sombras y<br />

Las zapatillas, dentro de la<br />

obra El año pasado por<br />

agua.<br />

Correspondió en esta<br />

ocasión la dirección escénica<br />

de ambas obras a Andrés<br />

Lima, quien montó un espectáculo<br />

brioso, bien enlazado,<br />

con vis cómica y un cuadro<br />

de actores entregados, es<br />

verdad. El bateo es sainete de<br />

sencilla traza, situaciones y<br />

personajes bien definidos,<br />

con cinco números musicales<br />

de los que sobresalen el<br />

pasodoble inspirado del<br />

segundo cuadro, la “polca<br />

del fotógrafo” del último cuadro<br />

y el “minué”, tocado por<br />

una orquestina de ciegos en<br />

un merendero de la Florida,<br />

amalgama de aire cortesano<br />

y ritmo chulesco que Chueca<br />

salva con tanta mesura y<br />

comicidad como delicadeza<br />

y buen gusto y que Lima<br />

resuelve acertadamente. No<br />

obstante, la obra estuvo cargada<br />

de histrionismo innecesario<br />

dando ocasión a la dicción<br />

confusa y al desdibujamiento<br />

de personajes y situaciones.<br />

Despertó desde su<br />

segundo número (Coro de<br />

los Igorrotes) mucha hilaridad<br />

entre los espectadores la<br />

puesta escénica de De<br />

Madrid a París, una trama<br />

incidental, la del enamorado<br />

que sigue a su amada hasta<br />

París aporta cierta cohesión a<br />

la obra. Es destacable de sus<br />

nueve números musicales el<br />

Terceto de las cigarreras (nº<br />

6), interpretado por Eva Diago,<br />

Milagros Martín y Luis<br />

Calero, así como el Coro de<br />

alguacilillos (nº 7) que estudian<br />

francés, que fueron tratados<br />

con musicalidad y<br />

efecto teatral. Buena labor la<br />

del maestro Miguel Roa al<br />

frente de la Orquesta de la<br />

Comunidad de Madrid.<br />

Fin de temporada y<br />

merecido homenaje —algo<br />

escaso— a don Federico,<br />

otorgado por el Teatro de la<br />

Zarzuela. El autor se hizo<br />

presente en el Teatro en<br />

alguna que otra ocasión por<br />

medio de una actor. Al final<br />

con su presencia en solitario<br />

en un escenario vacío, con<br />

su decorado dormido, frente<br />

a un piano tocado y luego<br />

enmudecido, el público<br />

emocionado arrebató en<br />

aplausos.<br />

Manuel García Franco<br />

Jesús Alcántara


ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

Ciclo Grandes Voces<br />

¿TENORE ASSOLUTO?<br />

Madrid. Teatro Real. 27-VI-2008. Roberto Alagna, tenor. Coro<br />

y Orquesta Titulares del Teatro Real. Director: David Giménez<br />

Carreras. Obras de Verdi.<br />

Javier del Real<br />

Echadas las cuentas, este<br />

recital del célebre tenor<br />

ítalo-francés tuvo un<br />

protagonista, el director<br />

Giménez Carreras. Ofreció<br />

unas lecturas de suntuosa<br />

sonoridad, enérgicas y variadas,<br />

ricas en detalles, especialmente<br />

entregadas en<br />

cuanto al canto verdiano. Las<br />

oberturas de La forza del<br />

destino e I vespri siciliani, así<br />

como el preludio de Aida<br />

merecen una memoria antológica<br />

que se remonta de<br />

Muti a Toscanini. Como<br />

acompañante fue de un delicado<br />

equilibrio, una escucha<br />

paciente (Alagna no es un<br />

lector aplicado de medidas y<br />

respiraciones) y un contracanto<br />

sensible.<br />

El tenor hizo un poco de<br />

todo. Su voz es siempre<br />

bella, de comunicatividad<br />

veloz, dotada en timbre y<br />

tesituras. Él la maneja con<br />

encanto y un legato impecable,<br />

propicio a un lirismo<br />

sensual y explayado. Dice<br />

con intención y claridad de<br />

gran actor. En el debe cabe<br />

señalar que un repertorio<br />

en parte mal escogido daña<br />

su homogeneidad a partir<br />

del pasaje, donde a menudo<br />

se abre, vuelve árido el<br />

color y exagerada la vibración.<br />

Apoyaturas bajas,<br />

notas de paso y portamentos<br />

arrastrados afean la línea<br />

de canto.<br />

Lo mejor de la noche fue<br />

una memorable versión de<br />

Quando le sere al placido de<br />

Luisa Miller. Correcto en<br />

Macbeth, La forza e I lombardi,<br />

se produjo desatento<br />

en La traviata y Rigoletto,<br />

donde cabía esperar una<br />

mayor comodidad. Otelo no<br />

es una parte para él y un par<br />

de canciones a solo añadidas<br />

como propinas nos devolvieron<br />

al muchacho simpático y<br />

seductor que Alagna sigue<br />

siendo. Eso sí, pero un tenor<br />

absoluto —haberlos, húbolos,<br />

aunque son una especie<br />

muy rara— eso no.<br />

Blas Matamoro<br />

31


ACTUALIDAD<br />

MADRID<br />

operadhoy<br />

CUENTOS CON MÚSICA<br />

Madrid. Teatro Monumental. 13-VII-2008. Elizabeth Keusch y Sarah Leonard, sopranos. Coro y Orquesta de<br />

Radiotelevisión Española. Director: Matthias Hermann. Lachenmann, La cerillerita (versión de concierto). Teatro<br />

Albéniz. 23-VI-2008. Marco, Segismundo. David Azurza, Guillermo Amaya, Helena Dueñas, Jorge Merino.<br />

Conjunto instrumental. Director: José Luis Temes. Director de escena: Gustavo Tambascio.<br />

El ciclo operadhoy, hermano<br />

escénico del veterano<br />

musicadhoy, ha traído a<br />

nuestros escenarios algunas<br />

de las más interesantes composiciones<br />

para la escena de<br />

nuestro tiempo, que difícilmente<br />

pueden recibir el título<br />

de óperas pero que sin<br />

duda muestran parte de la<br />

idiosincrasia de la música<br />

actual. Abrió el ciclo quizá la<br />

más esperada de todas, La<br />

cerillerita de Helmut Lachenmann,<br />

interpretada en versión<br />

de concierto por los<br />

músicos de la ORTVE, que<br />

estuvieron sin duda a la altura<br />

de las circunstancias para<br />

generar la atmósfera gélida y<br />

casi silenciosa necesaria para<br />

esta “música con imágenes”<br />

como el autor suele denominarla.<br />

El cuento de Andersen<br />

se complementa con textos<br />

sobre música de Leonardo y<br />

con unas cartas de una de las<br />

terroristas de la Baader Meinhof;<br />

hasta pudimos ver al<br />

propio compositor recitando<br />

en el escenario, momento<br />

que todo el público agradeció<br />

con entusiasmo. La<br />

deconstrucción del sonido<br />

llega a límites casi inaudibles<br />

en la primera parte, aquella<br />

dedicada a la descripción del<br />

entorno de la niña, en este<br />

caso representada con dos<br />

sopranos que prácticamente<br />

no dijeron una sola palabra<br />

sino que mostraron todo un<br />

repertorio de ruidos y susurros.<br />

Con la segunda parte,<br />

las visiones de la pequeña,<br />

aumenta el nivel sonoro y la<br />

calidez de la obra, adquiriendo<br />

un especial protagonismo<br />

los coros y los dos pianos,<br />

magistrales Yukiko Sugawara<br />

y Tomoko Hemmi. Así La<br />

cerillerita más que una ópera<br />

es una experiencia sonora<br />

generada a través de las<br />

investigaciones de Lachenmann<br />

en todo el fenómeno<br />

sonoro, tanto en las voces<br />

como en los instrumentos, las<br />

locuciones grabadas, etc.,<br />

teniendo como objetivo la<br />

descripción y la generación<br />

de sensaciones. Una obra<br />

HELMUT LACHENMANN<br />

muy esperada, se estrenó en<br />

1997, que el público de operadhoy<br />

agradeció con una<br />

larga ovación tanto al compositor<br />

como a los intérpretes.<br />

Destacamos, aunque<br />

también con unos años de<br />

retraso en llegar a Madrid,<br />

Segismundo. Soñar el sueño<br />

del madrileño Tomás Marco,<br />

autor en este caso no sólo de<br />

la partitura sino también del<br />

libreto de esta ópera de bolsillo<br />

como él mismo la denomina.<br />

El libreto, en el que<br />

parte de Calderón al que<br />

acompaña con otros textos<br />

complementarios de Platón y<br />

Descartes, ha sido puesto en<br />

escena por Gustavo Tambascio,<br />

que en este caso quizá<br />

abusa de los tópicos barrocos<br />

habituales en sus montajes,<br />

recargando en exceso la<br />

escena y la histriónica actuación<br />

de los actores, en un<br />

registro muy forzado. El protagonista<br />

absoluto, único<br />

cantante, de este montaje fue<br />

el contratenor David Azurza,<br />

que ya protagonizó su estreno<br />

y para el que está escrito<br />

el papel. La música, sencilla<br />

en apariencia, escrita para<br />

cinco instrumentos fue dirigida<br />

por José Luis Temes, más<br />

que cómodo en este repertorio,<br />

fue pasando por algunas<br />

referencias al barroco y renacimiento,<br />

en una curiosa textura<br />

en la que destacaba el<br />

uso del sintetizador, extraño<br />

en nuestros días pero que<br />

ayudaba a generar la atmósfera<br />

onírica que el tema<br />

necesitaba.<br />

Leticia Martín Ruiz<br />

Escuela Reina Sofía<br />

EFECTOS Y DEFECTOS<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 23-VI-2007. Zheng Yu Wu, violín. Orquesta de Cámara de la Escuela Reina Sofía.<br />

Director: Vladimir Ashkenazi. Obras de Chaikovski y Beethoven.<br />

32<br />

Lo peor que puede suceder<br />

en un concierto es<br />

que no suceda nada y<br />

muchos conjuntos, preocupados<br />

más por no fallar que por<br />

ofrecer una versión acertada,<br />

aburren con versiones adecuadas<br />

y correctas pero faltas<br />

de imaginación y sin ideas.<br />

Por eso, de vez en cuando,<br />

una orquesta joven y bisoña<br />

sorprende con una gran<br />

interpretación: una versión<br />

llena de efectos y defectos.<br />

La Orquesta de Cámara de<br />

la Escuela Reina Sofía progresa<br />

adecuadamente y parece<br />

madura para plantearse una<br />

política más ambiciosa de<br />

consolidación. El principal<br />

escollo a superar es el trabajo<br />

en conjunto, ya que cuenta<br />

con solistas magníficos y motivados.<br />

De la mano de Vladimir<br />

Ashkenazi ofreció una<br />

interesante versión del Concierto<br />

para violín de Chaikovski<br />

y una espléndida Cuarta<br />

Sinfonía de Beethoven.<br />

La primera parte se acostó<br />

más por el lado de los<br />

defectos. La orquesta comenzaba<br />

fría y sin rumbo, con<br />

problemas de tempi y con<br />

una notable inseguridad. Sin<br />

embargo, la solista se encargó<br />

de tranquilizarlos ofreciendo<br />

un recital de notas desafinadas<br />

—especialmente en la<br />

cadencia— que hacían pasar<br />

inadvertidos los problemas<br />

de la orquesta. No obstante, si<br />

prescindimos de la técnica, la<br />

violinista ofreció una gran<br />

dosis de talento y una concepción<br />

musical singular y<br />

notable. La delicadeza con<br />

que enganchó el segundo<br />

movimiento contrastó notablemente<br />

con la furia incontrolada<br />

del movimiento final.<br />

La segunda parte supuso<br />

un cambio radical de escenario:<br />

La orquesta estaba mejor<br />

plantada y segura; fraseo original,<br />

dinámicas bien contrastadas;<br />

ideas frescas, grandes<br />

efectos para una sinfonía<br />

ya manida. El trabajo de<br />

Ashkenazi, activo y dinámico<br />

todo el concierto, brillo con<br />

luz propia y se contagió del<br />

entusiasmo de los jóvenes<br />

estudiantes. Sorprende la<br />

agilidad y seguridad de este<br />

gran genio de la música. Con<br />

directores invitados de esta<br />

categoría la orquesta tiene<br />

asegurado un gran nivel en<br />

los próximos años.<br />

Federico Villalba


ACTUALIDAD<br />

MADRID / MÁLAGA<br />

Mahler pasado por Schoenberg<br />

LA CANCIÓN DE LA TIERRA<br />

Madrid. 15-VII-2008. Alain Damas y Manuel Cid, tenores. Plural Ensemble. Director: Fabián Panisello. Mahler-<br />

Schoenberg-Riehn, La canción de la Tierra. Fotografías y audiovisual: Manuel Vilariños.<br />

La sinfonía de Mahler, en<br />

su versión para grupo<br />

instrumental realizada<br />

por Arnold Schoenberg, ha<br />

sido la obra elegida para la<br />

clausura de la temporada del<br />

Círculo de Bellas Artes de<br />

Madrid. La reducción instrumental<br />

de esta obra está llevada<br />

a cabo con gran maestría,<br />

usando algunos instrumentos<br />

inusuales como la<br />

celesta o el armonio (aquí<br />

sustituido por un acordeón)<br />

y dando un protagonismo<br />

especial a los vientos, generando<br />

un sonido casi orquestal<br />

con sólo 15 instrumentos.<br />

Las voces elegidas para la<br />

ocasión, dos tenores aunque<br />

de muy distinto registro, ya<br />

FABIÁN PANISELLO<br />

que Manuel Cid estaba más<br />

cerca del barítono, fueron<br />

alternándose para poner voz<br />

a los poemas.<br />

Entre los instrumentos<br />

debemos destacar la importancia<br />

de los vientos made-<br />

ras, Víctor Anchel (oboe) y<br />

Carmen Domínguez (clarinete)<br />

que mostraron, como si<br />

de otro cantante se tratara,<br />

las modulaciones de sus timbres<br />

y su expresividad. La<br />

enorme fuerza expresiva de<br />

Juan Lucas<br />

esta obra no quedó tan de<br />

manifiesto como hubiéramos<br />

deseado, en una interpretación<br />

más que correcta pero<br />

que quizá necesitó poner<br />

algo más de emoción en una<br />

obra que no podemos olvidar<br />

parte de un espíritu<br />

romántico.<br />

Manuel Vilariños, artista<br />

multidisciplinar gallego, fue<br />

el elegido para poner imágenes<br />

a la música de Mahler-<br />

Schoenberg, decantándose<br />

por una relectura de las<br />

vanitas barrocas en las que<br />

el culto a la vida de la Canción<br />

se vio reflejado como<br />

un recordatorio de la muerte.<br />

Leticia Martín Ruiz<br />

IV Festival de Música Antigua<br />

CERRANDO TEMPORADA<br />

30-VI/1, 2, 9, 10-VII-2008. Ensemble Durendal. Aria Voce Nantes. Lachrimae Consort Paris. Leuka Ensemble.<br />

Daniel Oyarzabal, clave. Evgeni Sakakushev, violonchelo. Armoniosi Concerti Camerata. Obras sefarditas y de<br />

Scarlatti, Vivaldi, Marais, Telemann, Haendel, Bach y Literes.<br />

34<br />

Con su temporada regular<br />

que va a cumplir diecinueve<br />

años y su decimocuarta<br />

edición del<br />

Ciclo de Música Contemporánea,<br />

la Orquesta<br />

Filarmónica de Málaga completa<br />

su presencia con la<br />

cuarta edición del Festival de<br />

Música Antigua de Málaga,<br />

cerrando una temporada en<br />

la que se convierte en el primer<br />

motor musical culto de<br />

la capital “costasoleña”. Once<br />

conciertos a lo largo de dos<br />

semanas han conformado<br />

esta oferta que cada año<br />

adquiere más atención del<br />

público que ha llenado cada<br />

concierto. El inaugural estuvo<br />

a cargo del grupo instrumental<br />

Ensemble Durendal<br />

dedicado a hacer un paralelo<br />

entre la música sefardí y<br />

fuentes hispanas del siglo<br />

XVI coincidentes en el tiempo<br />

con la salida de los judíos<br />

de la Península Ibérica. Los<br />

cuatro componentes del gru-<br />

MÁLAGA<br />

po funcionaron con perfecta<br />

conjunción en una de las<br />

puertas de la Alcazaba malagueña,<br />

destacando la polifacética<br />

actividad de Juan<br />

Manuel Rubio dominando el<br />

’ud, el santur y diversos instrumentos<br />

de percusión. La<br />

exótica voz de la también<br />

vihuelista Lixsania Fernández<br />

puso la nota sensual de la<br />

actuación.<br />

La Misa de Madrid y el<br />

Stabat Mater de Domenico<br />

Scarlatti fueron las obras<br />

interpretadas por los grupos<br />

franceses Aria Voce Nantes y<br />

Lachrimae Consort de París<br />

en el Santuario de Sta. María<br />

de la Victoria, patrona de<br />

Málaga. Una rígida tensión en<br />

la dirección de Philippe Le<br />

Corf influyó en ciertos desajustes<br />

dinámicos entre las<br />

voces y el grupo instrumental,<br />

diluyéndose las expectativas<br />

que había suscitado este<br />

concierto, dada la notable<br />

enjundia estética de su contenido.<br />

Todo lo contrario se<br />

produjo con los seis componentes<br />

del grupo malagueño<br />

Leuka Ensemble (flauta, dos<br />

oboes, fagot, clave y contrabajo)<br />

en su programa dedicado<br />

a repertorio del siglo<br />

XVIII. El papel catalizador de<br />

ese gran fagotista de la Filarmónica<br />

que es Antonio Lozano,<br />

adquiría una presencia<br />

especial en la agradable resonancia<br />

del Patio de los<br />

Naranjos de la Catedral.<br />

Obras de Vivaldi, Telemann,<br />

Marais y Haendel hicieron las<br />

delicias del público.<br />

La música de Bach tuvo<br />

su cita en el concierto celebrado<br />

en el Ateneo. El vitoriano<br />

Daniel Oyarzabal dejó<br />

constancia de su comprensión<br />

de las Variaciones Goldberg,<br />

haciendo gala en algunas<br />

de ellas (décima, decimocuarta,<br />

decimoséptima y trigésima)<br />

de un verdadero<br />

alarde de técnica digital pareja<br />

a un gran concepto. Obtu-<br />

vo un gran éxito. En la<br />

segunda parte actuó el violonchelista<br />

Evgeni Sakakushev<br />

interpretando las Suites<br />

nº 3 y nº 6. En la Tercera se<br />

sintió más cómodo, siendo<br />

apreciable su atención en la<br />

complicada Sexta. El concierto<br />

de Armoniosi Concerti<br />

Camerata en el Teatro Cánovas<br />

dedicado a arias y tonadas<br />

de las zarzuelas Acis y<br />

Galatea y Hasta lo insensible<br />

adora del maestro mallorquín<br />

Antonio de Literes dejó<br />

una magnífica impresión. El<br />

trabajo de conjunción de<br />

Juan Carlos Ribera, que no<br />

asistió por una indisposición<br />

de último momento, quedó<br />

patente en unos músicos que<br />

funcionan como un todo<br />

orgánico. La natural voz de<br />

Xenia Meijer junto a su llamativa<br />

belleza y expresividad<br />

completaron una velada llena<br />

de buena hechura musical.<br />

José Antonio Cantón


ACTUALIDAD<br />

SANTIAGO<br />

Via Stellæ<br />

EL CAMINO CONTINÚA Y SE ENSANCHA<br />

4/12-VII-2008. Coro Monteverdi. Director: John Eliot Gardiner. Grupo Instrumental Siglo XX. Director: Florian Vlashi.<br />

Variaciones sobre un alalá. Stravinski, La historia del soldado. Les Musiciens du Louvre. Director: Marc Minkowski.<br />

Obras de Haydn, Gluck y Rameau. Bach, Misa en si menor. Le Parlement de Musique. La Maîtrise de Bretagne. Director:<br />

Martin Gester. Obras de Charpentier y C. P. E. Bach. Compañía Roussat & Lubek. Ophélie Gaillard, violonchelo;<br />

Delphine Bardin, piano. Obras de Lutoslawski, Janácek y Debussy. Steven Isserlis, violonchelo, Richard Egarr, clave.<br />

Obras de Bach y Britten. Luis Soto, flauta; Diego García, piano. Obras de compositores gallegos. The New London<br />

Consort. Director: Philip Pickett. Purcell-Eccles, Dido y Eneas.<br />

SANTIAGO<br />

MARC MIKOWSKI. LES MUSICIENS DU LOUVRE<br />

mente expansivo dio paso a<br />

una versión del ballet de<br />

Gluck absolutamente excepcional,<br />

cuya teatralidad reforzó<br />

Minkowski con sus<br />

comentarios desde el podio.<br />

Los fragmentos de Rameau,<br />

que conforman lo que Minkowski<br />

denomina “una sinfonía<br />

imaginaria” mostraron<br />

amena y brillantemente sus<br />

características. El otro fue<br />

todo un acontecimiento:<br />

interpretación con grabación<br />

para Naïve de su primer<br />

acercamiento fonográfico a<br />

Bach, nada menos que con<br />

la Misa en si menor. Diez<br />

cantantes solistas integraron<br />

también el coro en perfecto<br />

equilibrio con la orquesta<br />

exigida por Bach, un Bach<br />

lleno de luz, tenue e íntima<br />

unas veces, relampagueante<br />

otras. Lleno absoluto y religioso<br />

silencio, hasta las acla-<br />

El Festival Via Stellæ continúa<br />

su andadura manteniendo<br />

la elevada calidad<br />

de las dos ediciones anteriores<br />

sostenida por intérpretes<br />

de primer rango,<br />

unos que repiten (Minkowski,<br />

Alessandrini, Gardiner,<br />

Antonini, etc.) y otros que<br />

vienen por primera vez (Gester,<br />

Pickett, Sardelli, Harding,<br />

etc.). Además, amplía su oferta,<br />

pues en este año hay que<br />

añadir el ciclo 20/21 dedicado<br />

a clásicos del siglo XX y a<br />

compositores gallegos.<br />

Gardiner y su excepcional<br />

Coro Monteverdi inauguraron<br />

la presente edición con<br />

polifonías de Guerrero, Lasso<br />

y otros autores del siglo XVI,<br />

más obras a cappella de Poulenc,<br />

Messiaen, Bruckner y<br />

Brahms. La iglesia de San<br />

Martín Pinario prestó su notable<br />

marco barroco, pero también<br />

su complicada acústica,<br />

que no mermó las conocidas<br />

virtudes del conjunto vocal<br />

inglés, en el que los forte son<br />

forte, cantando, sin gritar, y<br />

los piano son piano de verdad,<br />

sin pérdida de afinación.<br />

Minkowski y sus Musiciens<br />

du Louvre ofrecieron<br />

dos diferentes y extraordinarios<br />

conciertos. En uno, la<br />

Sinfonía nº 85 de Haydn,<br />

Don Juan de Gluck y selección<br />

de fragmentos orquestales<br />

de Rameau. Un Haydn<br />

que fue de lo exquisitamente<br />

camerístico a lo elegantemaciones<br />

finales.<br />

Otros dos conjuntos de<br />

primera fila figuraron también<br />

en el cartel. Le Parlement<br />

de Musique, el coro La<br />

Maîtrise de Bretagne y los<br />

solistas vocales, entre los que<br />

destacó la soprano Judith<br />

Gauthier, todos bajo la dirección<br />

de Martin Gester, dedicaron<br />

su concierto a Marc-<br />

Antoine Charpentier (salmo<br />

Notus in Judaea, Te Deum) y<br />

C. P. E. Bach (Magnificat), lo<br />

que permitió escuchar esta<br />

poco frecuentada obra y una<br />

depurada versión del célebre<br />

Te Deum. Por otro lado, Philip<br />

Pickett y su New London<br />

Consort ofrecieron la versión<br />

que con añadidos de John<br />

Eccles se dio en 1700 de la<br />

Dido y Eneas de Purcell, que<br />

aunque no añade nada sustancial<br />

a la original de 1689,<br />

tiene un cierto interés históri-<br />

M.A. Fernández<br />

co. Muy buen nivel global y<br />

una digna representación<br />

escénica.<br />

En el apartado camerístico,<br />

la pareja de comediantes<br />

y escenógrafos Roussat &<br />

Lubeck, contando con la<br />

estupenda violonchelista<br />

Ophélie Gaillard y la pianista<br />

Delphine Bardin, deleitaron<br />

con un espectáculo integrador<br />

de música y fino humor,<br />

en el que destacó la Sonata<br />

para violonchelo y piano de<br />

Debussy Pierrot enfadado<br />

con la luna, título genérico<br />

de la sesión. En otra, Steven<br />

Isserlis y Richard Egarr tocaron<br />

las tres sonatas de Bach<br />

para viola da gamba (sustituida<br />

discutiblemente por el<br />

chelo) y clave y la Suite nº 3<br />

para violonchelo solo de Britten,<br />

en insuperable versión<br />

de Isserlis.<br />

En el ciclo 20/21, el Grupo<br />

Instrumental Siglo XX, dirigido<br />

por el violinista Florian<br />

Vlashi ofreció una excelente<br />

versión de La historia del soldado,<br />

donde el actor Evaristo<br />

Calvo hizo el triple papel de<br />

narrador-soldado-diablo utilizando<br />

el idioma gallego. En<br />

otro interesante concierto de<br />

este ciclo, Luis Soto y Diego<br />

García dieron una notable<br />

interpretación de obras para<br />

flauta y piano de compositores<br />

gallegos actuales.<br />

José Luis Fernández<br />

36<br />

La Fundación <strong>Scherzo</strong> comunica a sus abonados que por orden<br />

del Auditorio Nacional los conciertos restantes del Ciclo de<br />

Grandes Intérpretes de 2008 tendrán lugar a las 19:30 horas. y<br />

no a las 20:00 horas como indican las entradas.<br />

CAMBIO DE HORA DE<br />

LOS CONCIERTOS


ACTUALIDAD<br />

SEVILLA<br />

Imaginación y oficio<br />

RECUPERACIÓN EJEMPLAR<br />

Teatro de la Maestranza. 3-VII-2008. Sorozábal, La tabernera del puerto. Carmen González, Juan Jesús Rodríguez, José<br />

Bros, Iván García, Pilar Moral. Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de La Maestranza. Real Orquesta Sinfónica de<br />

Sevilla. Director musical: Enrique Diemecke. Director de escena: Luis Olmos.<br />

Guillermo Mendo<br />

José Bros y Juan Jesús Rodríguez en La tabernera del puerto de Sorozábal en el Teatro de la Maestranza<br />

SEVILLA<br />

No es fácil con un texto<br />

de serias carencias dramáticas,<br />

como es el libro<br />

de Federico Romero y<br />

Guillermo Fernández-<br />

Shaw, autores del Romance<br />

marinero en tres actos, montar<br />

un espectáculo que pueda,<br />

a los más de setenta años<br />

de su estreno, seguir interesando.<br />

Sin embargo, Luis<br />

Olmos, que lo ha revisado<br />

dramáticamente y lo ha dirigido<br />

en la producción del<br />

Teatro de la Zarzuela, ha<br />

conseguido con su versión<br />

poner un buen broche a la<br />

temporada maestrante. Contaba<br />

para ello, en primer<br />

lugar, con una excelente partitura:<br />

la música de Sorozábal<br />

es refinada, amena, sin pretensiones;<br />

su orquestación es<br />

limpia; y su tratamiento<br />

vocal, expresivo. Contaba<br />

con una atractiva escenografía,<br />

de Gabriel Carrascal,<br />

muy bien secundada por el<br />

vestuario de María Luisa<br />

Engel y la iluminación de<br />

Fernando Yuste, que en<br />

determinados momentos,<br />

como el del estallido de la<br />

galerna en el acto tercero,<br />

conseguía otorgarle al espectáculo<br />

una dimensión mágica,<br />

cercana a la irrealidad de<br />

la estética del comic. Contaba,<br />

finalmente, con una buena<br />

dotación musical: una<br />

consolidada orquesta, un<br />

homogéneo elenco de voces,<br />

un coro profesional y una<br />

experta batuta en este tipo<br />

de música. La voz más sobresaliente<br />

fue la de José Bros<br />

que en el segundo acto logró<br />

remontar el vuelo, lastrado<br />

por las mencionadas carencias<br />

dramáticas, con la<br />

romanza de Leandro No puede<br />

ser. Cantó con sentimiento<br />

y brillantez. Impecable en<br />

dicción y afinación. Y bien<br />

que supo llegar al público<br />

que lo ovacionó con entusiasmo.<br />

Gustó también la Marola<br />

de Carmen González, aunque<br />

en los pasajes hablados su<br />

voz, por la acústica del teatro,<br />

resultara pequeña. El Despierta<br />

negro de Simpson (Iván<br />

García) tuvo el encanto de los<br />

ecos jazzísticos, y Juan Jesús<br />

Rodríguez culminó su actuación<br />

en el último acto con<br />

una convincente confesión de<br />

su personaje: Juan de Eguía.<br />

El Abel de Pilar Moral desprendía<br />

ternura. Una voz clara<br />

y una figura delicada. Pero<br />

en una zarzuela no podemos<br />

dejar de mencionar a los<br />

actores cantantes, como la<br />

estupenda pareja de Antigua<br />

y Chinchorro, encarnados<br />

con gran vis cómica por Marta<br />

Moreno e Ismael Fritschi.<br />

Los tres actos de la obra<br />

se dieron sin interrupción.<br />

Los habituales descansos<br />

hubieran distanciado al<br />

espectador de una historia<br />

que se disolvía más de la<br />

cuenta en diálogos banales y<br />

costumbrismo superficial,<br />

aunque a veces se aborden<br />

aspectos más sórdidos, como<br />

la insinuada relación incestuosa<br />

del padre con la hija o<br />

el tráfico de cocaína, pero<br />

sin llegar al fondo de esas<br />

turbiedades. Un texto, en<br />

definitiva, que condiciona<br />

una música con muchas más<br />

posibilidades que las palabras<br />

en las que se sustenta.<br />

Hay que tener imaginación y<br />

oficio para hacer de La<br />

tabernera del puerto un<br />

espectáculo que interese hoy<br />

día. La producción del Teatro<br />

de la Zarzuela lo ha logrado<br />

y se erige como ejemplo de<br />

la recuperación del género.<br />

Jacobo Cortines<br />

37


ACTUALIDAD<br />

SANTANDER / TOLEDO<br />

Encuentro de Música y Academia<br />

EXQUISITO MAGISTERIO<br />

Palacio de Festivales de Cantabria. 18-VII-2008. Alessandro Carbonare, clarinete; Klaus Thunemann, fagot; Radovan Vlatkovic,<br />

trompa; Péter Csaba, violin; Diemut Poppen, viola; Claudio Martínez Mehner, piano; Mátyás Bicsak, flauta; Antonio Martín,<br />

violonchelo; Martín Levicky, piano; Rita Mascagna, violin; Kinga Ujszaszi, violin; Petr Vasek, clarinete; Zhee Young Moon,<br />

piano; Borbély László, piano; Katarina Roussou, mezzosoprano. Obras de Bach, Del Puerto, Beethoven y Bartók.<br />

El Encuentro de Música y<br />

Academia de Santander<br />

ofreció el 18 de julio una<br />

velada musical de exquisita<br />

factura, a medio<br />

camino entre el recital y<br />

la música de cámara, plural,<br />

renovadora pero también<br />

clásica, de claras referencias<br />

estéticas. Comenzó el<br />

concierto con una meditada<br />

versión de la Suite para viola<br />

sola en sol mayor, BWV 1007<br />

de Bach, trasunto de su<br />

homónima para chelo que la<br />

violista Diemut Poppen dibujó<br />

con temple, sin excesos<br />

expresivos. Fue una versión<br />

más bien serena y contem-<br />

SANTANDER<br />

plativa, mediana de energía,<br />

agradable de oír por lo jugoso<br />

del empleo del arco, muy<br />

creativo y emocional, en fin,<br />

una delicia. David del Puerto<br />

fue el único compositor<br />

español del programa, junto<br />

a Javier Alfaya, de quien usó<br />

algunos sensuales poemas<br />

que, con música, perdían<br />

algo de esa fascinación etérea.<br />

El flautista Mátyás Bicsak,<br />

el chelista Antonio Martín<br />

y el autosuficiente pianista<br />

Martín Levicky delimitaron<br />

con perfección la algo recurrente<br />

línea melódica del<br />

declamado puertiano, cantado<br />

con buena dicción y notable<br />

gusto por la mezzo Katarina<br />

Roussou. Fue una audición<br />

interesante, por la personalidad<br />

de la musicalización<br />

de los tres poemas —<br />

originalmente cinco, compuestos<br />

en el 2007 por encargo<br />

de la Escuela Superior de<br />

Música Reina Sofía—, que no<br />

se entendieron del todo cantados.<br />

Leos Janácek retrató,<br />

en su Concertino para piano,<br />

dos violines, viola, clarinete,<br />

trompa y fagot, toda una serie<br />

de escenas pintorescas de<br />

animales parlantes y concertantes,<br />

espléndidamente<br />

representados por el conjunto,<br />

del que es difícil destacar<br />

alguno sin nombrar la asombrosa<br />

plasticidad pianística de<br />

Claudio Martínez Mehner. La<br />

segunda parte fue más clásica<br />

y bellísima. Un Trío para piano,<br />

flauta y fagot en sol<br />

mayor, WoO 37 de Beethoven<br />

realmente emocionante, por<br />

la musicalidad del fagotista<br />

Klaus Thunemann y la refinada<br />

solidez técnica de Zhee<br />

Young Moon al piano, y Contrastes<br />

para clarinete, violín y<br />

piano de Bela Bartók, donde<br />

sobresalió el extraordinario<br />

violinista Péter Csaba, cerraron<br />

una velada exquisita.<br />

Aurelio M. Seco<br />

I Festival Lírico de Toledo “El Greco”<br />

EL REY SE DIVIERTE<br />

Teatro de Rojas. 15-VII-2008. Juan Diego Flórez, tenor; Vincenzo Scalera, piano. Arias de Mozart, Rossini, Verdi y<br />

Donizetti. 17–VII–2008. José Cura, Elisabete Matos, Juan Jesús Rodríguez, Ana María Sánchez, José Manuel Zapata.<br />

Orquesta de Cámara de España. Director: José Miguel Pérez Sierra. Homenaje a Puccini.<br />

38<br />

Juan Diego Flórez es el<br />

rey indiscutible del bel<br />

canto. Pero como todos<br />

los reyes se aburre en<br />

palacio y le gusta disfrazarse<br />

de mendigo y salir<br />

a la calle a hacer travesuras.<br />

Y sucede que, cuando viene<br />

a cantar a España, se le acentúa<br />

la vena picaresca, saca<br />

afuera todo su gongorismo y<br />

ofrece verdaderos juegos de<br />

artificio en escena. El rey se<br />

divierte.<br />

En Toledo, ofreció un<br />

recital para la historia. Flórez<br />

se sentía cómodo y comunicativo.<br />

Pasó todo el recital<br />

conversando con el público<br />

y al final iba pidiendo a la<br />

audiencia que eligiesen las<br />

propinas. Cantó la versión<br />

francesa del Guillermo Tell<br />

de Rossini y la italiana de Ah!<br />

mes amis de La fille du régiment<br />

de Donizetti. Cantó la<br />

Furtiva lacrima con unas<br />

extrañas variaciones del propio<br />

compositor. Y entre bro-<br />

TOLEDO<br />

JUAN DIEGO FLÓREZ<br />

ma y broma, iba regalando<br />

milagros en forma de aria.<br />

Sin embargo, al rey se le<br />

exige más que al resto y,<br />

dentro de la excelencia, hay<br />

que reconocer que empezó<br />

muy frío y con muchas<br />

imprecisiones en la afinación.<br />

No es menos cierto<br />

que, cuando se sale de los<br />

límites de su reino —el bel<br />

canto— no se siente tan<br />

cómodo y su voz se resiente.<br />

Cantó un Mozart bastante<br />

plano y la faltó un poco de<br />

cuerpo a su Verdi. Vincenzo<br />

Scalera hizo un trabajo bastante<br />

bueno y eficiente pero<br />

sin alardes.<br />

El homenaje a Puccini<br />

fue harina de otro costal. En<br />

las galas veraniegas es habitual<br />

que los cantantes se<br />

relajen en exceso y suelen<br />

salir actuaciones muy por<br />

debajo del umbral de lo permitido.<br />

Sin embargo, en esta<br />

gala concurrían grandes<br />

voces del panorama internacional<br />

—José Cura y Elisabete<br />

Matos— y español —Ana<br />

María Sánchez, José Manuel<br />

Zapata y Juan Jesús Rodríguez.<br />

El resultado, como es<br />

de esperarse, muy desigual.<br />

Elisabete Matos está en un<br />

momento dulce —cantó una<br />

espléndida Tosca hace poco<br />

en Lisboa— y fue la gran<br />

protagonista de la noche.<br />

Bofill<br />

José Cura, estuvo genial e<br />

irregular, como de costumbre.<br />

Cantó con un gusto<br />

exquisito y una dulzura<br />

inigualable pero a menudo<br />

se perdía entre barroquismos.<br />

Juan Jesús Rodríguez<br />

tiene mucho talento y una<br />

voz equilibrada y poderosa.<br />

Ana María Sánchez es pura<br />

fuerza y garra pero le falta<br />

un punto de delicadeza. José<br />

Manuel Zapata está llamado<br />

a ser una de las grandes<br />

voces españolas, sin embargo<br />

todavía le falta camino<br />

por recorrer.<br />

La Orquesta de Cámara<br />

Española estuvo muy irregular:<br />

segura y firme en los forte,<br />

insegura en los piano. Al<br />

frente estaba uno de los<br />

jóvenes talentos españoles<br />

de la dirección: José Miguel<br />

Pérez Sierra. Seguridad, soltura<br />

y flexibilidad avalaron<br />

su gran labor.<br />

Federico Villalba


ACTUALIDAD<br />

VALENCIA / VALLADOLID<br />

Sal gorda<br />

UN MONTAJE FUERA DE LUGAR<br />

Palau de les Arts. 23-VI-2008. Lleó, La corte de Faraón. Maite Alberola, Linda Mirabal, Rossy de Palma, Alejandro<br />

Guerrero, Javier Franco. Director musical: Enrique García Asensio. Director de escena: Francisco Negrín.<br />

VALENCIA<br />

Escena de La corte de Faraón de Lleó en el Palau de les Arts<br />

En un edificio que cuenta<br />

con dos teatros de<br />

ópera, este montaje de La<br />

corte de Faraón se presentó<br />

en el auditorio pensado<br />

primordialmente<br />

para la música sinfónica.<br />

No fue el único sentido en<br />

que se pudo hablar de un<br />

montaje fuera de lugar. En el<br />

lateral izquierdo y el fondo<br />

del estrado se instalaron<br />

paneles de cristal que, por<br />

ser muy poco translúcidos,<br />

dieron menos juego del que<br />

en principio se esperaba. En<br />

el lateral izquierdo, una<br />

ancha escalera constituía una<br />

inequívoca alusión escenográfica<br />

al mundo de la revista;<br />

la orquesta, coronándolo<br />

todo, al del circo. La iluminación<br />

dejó demasiadas veces<br />

en sombra a cantantes y<br />

actores.<br />

Francisco Negrín convirtió<br />

el breve libreto de Perrín<br />

y Palacios en una burda historia<br />

contada por un guía<br />

local a Napoleón durante la<br />

campaña de Egipto: sal gorda<br />

sobre sal gorda, pero la<br />

nueva más explícita y con<br />

idioma de peor calidad,<br />

donde la utilización aislada<br />

del valenciano rozó con frecuencia<br />

más que fastidiosa<br />

el crimen de lesa cultura. Y<br />

si no se había leído antes la<br />

sinopsis argumental, era<br />

fácil perder el norte. El giro<br />

final hacia la temática<br />

homosexual desprendía asimismo<br />

escamillas blancuzcas<br />

de esas que se suelen<br />

formar en el cuero cabelludo.<br />

Salvo en la broma alusiva<br />

al Lago de los cisnes, la<br />

coreografía fue otro de los<br />

puntos flacos de la función.<br />

La adecuación al género<br />

se erigió por necesidad en<br />

criterio por el que dividir a<br />

los cantantes. Entre los<br />

cómodos, el día del estreno<br />

destacaron la valenciana<br />

Maite Alberola (Raquel) y la<br />

cubana Linda Mirabal (Reina).<br />

Absolutamente fuera de<br />

lugar la intervención de la<br />

actriz Rossy de Palma como<br />

Sul. Incapaz de hacerse oír<br />

sin el auxilio de la megafonía,<br />

dio por lo demás un curso<br />

acelerado de pobreza tímbrica,<br />

desafinación, falta de<br />

musicalidad y descuadre<br />

métrico. Su Babilonio hizo<br />

de todos los demás solistas<br />

sin excepción auténticos<br />

divos del bel canto.<br />

La parte del coro empleada<br />

(el resto escogió o fue<br />

escogido para trabajar un<br />

puñado de cantatas de Bach<br />

con Helmuth Rilling) cumplió<br />

con suficiencia lo ensayado<br />

con Jordi Bernácer. La<br />

orquesta confirmó que, aunque<br />

con efecto por otro lado<br />

lógicamente acentuado de<br />

lejanía, es desde el lugar normalmente<br />

reservado al coro<br />

desde donde con más claridad<br />

llega en esta sala el sonido<br />

al público.<br />

El aforo se llenó casi por<br />

completo, bien es cierto que<br />

con entradas regaladas en<br />

los conservatorios o a cambio<br />

de la asistencia a la bonita<br />

conferencia previamente<br />

pronunciada por Ana Galiano.<br />

Muchos de los que más<br />

se divirtieron se adivinaban<br />

forofos del cómico Arévalo.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

Pianistas y directores<br />

INTERESANTES FLECOS<br />

Auditorio. 17-VI-2008. Edward Neeman, piano. Obras de Bach, Beethoven, Ravel, Babbit y Godowski. 20-VI-2008.<br />

Alexandra Beliakovich, piano. Obras de Beethoven, Debussy, Chopin, Albéniz y Schumann. 23-VI-2008. Sinfónica del<br />

Conservatorio Superior de Música de Salamanca. Director: Pablo González. Obras de Beethoven y Chaikovski. 28-VI-<br />

2008. Salvador Alberola, fagot. Sinfónica de Castilla y León. Director: Vasili Petrenko. Obras de Mozart y Beethoven. 4-<br />

VII-2008. Roberto Boldi, trompeta. SCyL. Director: Rubén Gimeno. Obras de Turina, Arutjunjan, Bernstein y Galindo.<br />

40<br />

El festival de todos los<br />

años mostró que existen<br />

jóvenes pianistas de todo<br />

el mundo con una magnífica<br />

técnica y también<br />

con algunas lagunas lógicas<br />

en lo que se refiere a<br />

la concepción y profundización<br />

de las obras. De los<br />

tres conciertos presentados<br />

hay que destacar la magnífica<br />

VALLADOLID<br />

versión del difícil Gaspard de<br />

la nuit raveliano por Edward<br />

Neeman y el gran esfuerzo de<br />

Alexandra Beliakovich ante la<br />

tremenda Sonata nº 1 de<br />

Schumann. El australiano y la<br />

bielorrusa tienen futuro.<br />

Sorpresa en la actuación<br />

de Pablo González al frente<br />

de la Orquesta del Conservatorio<br />

de Salamanca. La Pastoral<br />

y la Patética fueron<br />

expuestas con claridad, sensibilidad<br />

y matización. Un<br />

gran trabajo con la juvenil<br />

orquesta dio los frutos deseados.<br />

De gesto dúctil y natural,<br />

con las manos o la batuta,<br />

penetró González en el<br />

fondo de estas obras, naturalidad<br />

en Beethoven, dramatismo<br />

en Chaikovski con un<br />

diáfano tercer tiempo y un<br />

Adagio lamentoso antológico.<br />

Un gran director y una<br />

sorprendente orquesta.<br />

Ratificación de Petrenko<br />

como un director personal y<br />

profundo. De nuevo la<br />

Heroica, versión que superó<br />

la anterior desde el primer<br />

tiempo, base de la obra,<br />

magnífico en el desarrollo


ACTUALIDAD<br />

ZARAGOZA<br />

Ciclo de Música Clásica Expo Zaragoza 2008<br />

CUATRO DE UNA EXPOSICIÓN<br />

Auditorio. 12-VI-2008. Catherine Wyn-Rogers, mezzo; Talia Or, soprano. Coro Amici Musicæ. Filarmónica de Israel.<br />

Director: Zubin Mehta. Mahler, Sinfonía nº 2 “Resurrección”. 20 a 22-VI-2008. Solistas. Coro Amici Musicæ. Sinfónica del<br />

Conservatorio Superior de Música de Aragón. Director: Juan Luis Martínez. Bizet, Carmen (versión de concierto). 3-VII-<br />

2008. Denis Matsuev, piano. Filarmónica de San Petersburgo. Director: Yuri Temirkanov. Obras d Chaikovski. 11-VII-2008.<br />

Marta Almajano, soprano. Los Músicos de Su Alteza. Director: Luis Antonio González. Obras de Haydn y García Fajer.<br />

ZARAGOZA<br />

del tema y la matización<br />

entre los pianos y los crescendos.<br />

Acompañó de modo<br />

perfecto, sutil y elegante al<br />

fagot que tocó con naturalidad<br />

difícil, bonito sonido,<br />

con interesantes cadencias<br />

propias. Un Mozart ameno y<br />

profundo a la vez.<br />

Otro director joven,<br />

Rubén Gimeno, en un programa<br />

popular como el anterior<br />

y precio casi simbólico<br />

puso en los atriles las Danzas<br />

fantásticas de Turina, magnífica<br />

obra en sus tres tiempos<br />

que debía formar parte del<br />

repertorio y dirigió con solvencia<br />

las difíciles danzas de<br />

West Side Story y la obra mejicana,<br />

totalmente prescindible.<br />

Lo mejor, la obra estreno de<br />

ZUBIN MEHTA<br />

nunció como si de un concierto<br />

histórico se tratara,<br />

pero unos pocos añoramos<br />

un mayor subrayado de las<br />

contradicciones mahlerianas.<br />

Bien la Filarmónica de Israel<br />

y sobresalientes las solistas,<br />

aunque el mayor caudal de<br />

Wyn-Rogers tapó un poco a<br />

Or. Amici Musicæ, el coro no<br />

profesional residente en el<br />

Auditorio de Zaragoza, salió<br />

Arutjunjan, de brevedad<br />

positiva, gran dificultad técnica<br />

y lenguaje tonal muy<br />

asequible. El trompeta solista<br />

de la orquesta, como el fagot<br />

del anterior concierto, tocó<br />

como un virtuoso, tanto en<br />

los momentos líricos como<br />

en los dinámicos. Estas intervenciones<br />

de profesores del<br />

conjunto son muestra de su<br />

nivel y del paulatino avance<br />

de éste.<br />

Entre tanto, Giovanni<br />

Antonini y su magnífico grupo<br />

Il Giardino Armonico,<br />

residente en el Auditorio,<br />

continúa grabando los Concerti<br />

grossi op. 6 de Haendel<br />

y ofreciéndolos al público.<br />

Fernando Herrero<br />

Ochenta minutos emplea<br />

Mahler para dar su respuesta<br />

a la gran pregunta<br />

de la existencia: Moriré<br />

para vivir; toda la Segunda<br />

mira hacia la solución<br />

del enigma. Pero que el<br />

consecuente sea decisivo no<br />

rebaja la importancia del<br />

antecedente. ¿Cómo ofrecer<br />

la respuesta a un misterio si<br />

éste no se plantea en toda su<br />

integridad? En el concierto<br />

inaugural del ciclo, Mehta<br />

proclamó la respuesta —<br />

Resucitarás— de manera<br />

impresionante, pero no<br />

pareció igualmente interesado<br />

en plantear en toda su<br />

crudeza los conflictos que la<br />

exigen. Su Segunda quedó<br />

así escindida en dos<br />

bloques: tres movimien tos ni<br />

aristados ni desgarradores,<br />

de moderado calado expresivo,<br />

y un final en cambio<br />

rotundo y espectacular, unidos<br />

por el breve gozne esperanzador<br />

de la Urlicht. El<br />

respetable, visiblemente<br />

inhabitual —aplaudió ¡al<br />

final del desarrollo del primer<br />

movimiento!—, se promás<br />

que airoso del mayor<br />

reto de su vida.<br />

Tampoco fue plenamente<br />

satisfactorio el monográfico<br />

Chaikovski de la sesión dirigida<br />

por Temirkanov. En el<br />

Primero fue patente el desencuentro<br />

entre pianista y<br />

batuta. El solista Matsuev<br />

optó por una lectura titánica,<br />

apabullante, contundente en<br />

lo sonoro, precipitada en el<br />

tempo, claramente contraria<br />

al enfoque más canónico de<br />

Temirkanov. Por tener un<br />

único responsable, la Cuarta<br />

Sinfonía cursó con más naturalidad,<br />

aunque el aseo prudente<br />

y mesurado fue menos<br />

de lo que cabía esperar de<br />

los herederos de Mravinski.<br />

Para sorpresa general, lo<br />

mejor de la tanda —los cuatro<br />

conciertos Expo habidos<br />

hasta el momento de redactar<br />

estas líneas— debe imputarse<br />

al haber de los de casa.<br />

Amici Musicæ, triunfador del<br />

concierto inicial, repitió en la<br />

Carmen semiescenificada,<br />

producción propia del Auditorio.<br />

No pude asistir pero<br />

personas de criterio fiable<br />

por cabal así me lo confirmaron,<br />

al igual que el buen<br />

hacer de Juan Luis Martínez,<br />

que siempre logra resultados<br />

notables de la Sinfónica del<br />

Conservatorio.<br />

Zaragozano también, Los<br />

Músicos de su Alteza, el conjunto<br />

historicista dirigido por<br />

Luis Antonio González, recibió<br />

sinceras ovaciones por<br />

su admirable planteamiento,<br />

musicológico y expresivo, de<br />

su programa dieciochesco.<br />

Las sinfonías de Haydn,<br />

Lamentatione y La gallina,<br />

mostraron el excelente trabajo<br />

de un conjunto que va a<br />

más, mientras que la Salve<br />

para la Virgen del Pilar y la<br />

cantada Me pasmo, obras<br />

ambas de García Fajer —un<br />

riojano que tras un paso por<br />

Italia fue muchos años maestro<br />

de capilla en La Seo zaragozana—,<br />

fueron engrandecidas<br />

por la voz de Marta<br />

Almajano, cuyo dominio<br />

infalible del canto adornado<br />

y plagado de agilidades fue<br />

saludado con el ruidoso<br />

afecto de un público que,<br />

como en otras sesiones del<br />

ciclo, ha sido menos numeroso<br />

de lo esperado. Se diría<br />

que, como en la célebre jota,<br />

los visitantes foráneos de la<br />

Expo no pueden pasar el<br />

Ebro. Ellos se lo pierden.<br />

Antonio Lasierra<br />

41


ACTUALIDAD<br />

ALEMANIA<br />

ACTUALIDAD<br />

INTERNACIONAL<br />

42<br />

Flórez canta el Duque de Mantua<br />

EL ESPLENDOR DE UN FOSO<br />

Semperoper. 28-VI-2008. Wagner, Tannhäuser. Gambill, Hahn, Schuster, Zeppenfeld, Pohl.<br />

Director musical: Christof Prick. Director de escena: Peter Konwitschny. 29-VI-2008.<br />

Wagner, Los maestros cantores. Titus, Eder, Veryn Selbig, Skovhus, Ringelham, Mayer.<br />

Directora musical: Simone Young. Director de escena: Claus Guth. 30-VI-2008. Verdi,<br />

Rigoletto. Flórez, Lucic, Damrau, Zeppenfeld, Lorentzen. Director musical: Fabio Luisi.<br />

Director de escena: Nikolaus Lehnhoff.<br />

Como ciudad monumental<br />

Dresde es de una<br />

belleza serena y clásica.<br />

Como centro musical, es<br />

de primer rango. Desde<br />

su hermosa y bien reconstruida<br />

—como gran parte de<br />

la urbe— Staatsoper, de tan<br />

excelente acústica, irradia<br />

avanzadas y a veces interesantes<br />

propuestas. No lo es<br />

la concebida por la mente<br />

calenturienta de Guth para<br />

Meistersinger, que revela un<br />

descreimiento radical de<br />

cualquier tipo de mística, de<br />

poética elevada. Su apuesta<br />

es a ras de suelo, con abundantes<br />

detalles de mal gusto<br />

—como la castración de<br />

Beckmesser—, aunque no<br />

nos desagradara esa visión<br />

del primer acto en el que la<br />

regla, la medida, el rigor<br />

reaccionario son los protagonistas<br />

en contra de cualquier<br />

atisbo de progresía.<br />

Lamentablemente, Young<br />

sustituía a Luisi. Es una directora<br />

vulgar, ruidosa, incapaz<br />

de equilibrar foso y escena,<br />

exenta de finura. De los cantantes,<br />

marginado Alan Titus<br />

DRESDE<br />

por su impenitente nasalidad<br />

y engolamientos varios, nos<br />

quedamos con el agitado<br />

Beckmesser de Skovhus dentro<br />

de un reparto bastante<br />

homogéneo, aunque sin brillos.<br />

Sí los hubo en Rigoletto<br />

en virtud de una prestación<br />

vocal protagonizada ante<br />

todo por Diana Damrau, una<br />

lírico-ligera muy segura en el<br />

ataque y en la coloratura,<br />

hace poco triunfadora como<br />

intérprete de lied en Madrid.<br />

Lucic es un barítono más<br />

bien lírico, de buen volumen<br />

y aceptables medios. Ha de<br />

matizar más para que nos<br />

creamos su composición del<br />

jorobado, que tendrá ocasión<br />

de cantar en Madrid, en donde<br />

también exhibirá Flórez<br />

su Duca. Aquí confirmó lo<br />

que ya sabíamos: no es el<br />

suyo el instrumento idóneo.<br />

El personaje requiere más<br />

carne vocal y mayor robustez.<br />

De todas formas cantó<br />

estupendamente y realizó<br />

algunas frases espléndidas<br />

—modélico Parmi veder le<br />

lagrime. Luisi demostró ser<br />

un director firme en el tem-<br />

JUAN DIEGO FLÓREZ<br />

po, apasionado en el acento,<br />

elocuente en la expresión.<br />

Con él la orquesta sonó a<br />

gloria. Lehnhoff planteó una<br />

lectura psicológica, no exenta<br />

de toques de ingenio y de<br />

afortunados detalles coreográficos.<br />

El tercer acto bajó<br />

muchos enteros.<br />

Tampoco nos desagradó<br />

el foso en el ya antiguo montaje<br />

de Tannhäuser donde<br />

Konwitschny hace lejanas<br />

referencias —segundo<br />

acto— a Wieland Wagner y<br />

donde se introducen elementos<br />

caricaturescos poco convincentes.<br />

No lo es tampoco<br />

la solución de convertir a<br />

Venus en una buena mujer,<br />

lo que tira por tierra el simbolismo<br />

y diluye el sentido<br />

de la narración. El caballero<br />

fue gritado, con una voz<br />

estrangulada y opaca, por<br />

Robert Gambill. Lo mejor, el<br />

distinguido y matizado Wolfram<br />

de Christoph Pohl. Prick<br />

gobernó con seguridad a los<br />

esplendorosos conjuntos.<br />

Arturo Reverter<br />

Trevor Leighton


ACTUALIDAD<br />

ALEMANIA<br />

Desfile de carnaval<br />

ASOMBROSAS TRANSFORMACIONES<br />

Staatsoper. 30-VI-2008. Rossini, Il turco in Italia. Renato Girolami, Francesco Facini, Katharina Kammerloher, Christine<br />

Schäfer. Director musical: Constatinos Carydis. Director de escena: David Alden.<br />

Espero que la puesta en<br />

escena de Il turco in Italia<br />

de Rossini por David<br />

Alden en la Ópera del<br />

Estado no sea una broma.<br />

Todo el tiempo, en una habitación<br />

tapizada de amarillo<br />

cuelga un calendario con el<br />

mes de abril y la figura de<br />

Marilyn Monroe, entre negras<br />

BERLÍN<br />

computadoras, escenario<br />

debido a Paul Steinberg.<br />

Horribles muebles de los<br />

años 1950 tienen como fondo<br />

una gran ventana con celosía,<br />

luego transformada en pantalla<br />

de cine donde se proyectan<br />

en cámara ligera las pesadillas<br />

del poeta Prodoscimo,<br />

que escribe en su teclado,<br />

alternando vicetiples de<br />

revista con vírgenes piadosas.<br />

Después por allí entran las<br />

gitanillas de la ciudad, vestidas<br />

de verano, como en una<br />

pasarela de modas. Colores<br />

chillones, variedad de modelos,<br />

incluido el outfit de Fiorilla.<br />

El coro fue dirigido por<br />

Detlev Steffen y el vestuario,<br />

diseñado por Buki Shiff.<br />

Todas cantan con entusiasmo,<br />

hacen gags y bailan<br />

según coreografía de Beate<br />

Vollack. El show se completa<br />

con vedetes de plumas, caballeros<br />

de frac blanco y cilindro,<br />

algunos con máscaras<br />

animalescas y sombreros de<br />

paja. En fin, un carnaval sin<br />

ingenio ni brío.<br />

Constatinos Carydis dirigió<br />

la orquesta con tiempos<br />

rasantes y efectistas acelera-<br />

Monika Rittershaus<br />

ciones. El sonido fue compacto,<br />

opaco y aplastó a<br />

menudo las voces. Alfredo<br />

Daza compuso un presumido<br />

y charlatán Prodoscimo, con<br />

elocuencia vocal, a la altura<br />

de Renato Girolami como<br />

Don Geronio, de voz sonora<br />

y flexible. Lawrence Brownlee<br />

resolvió a Don Narciso<br />

con sus medios sensuales y<br />

vibrantes de tenor abaritonado.<br />

No obstante, le faltó decisión<br />

en el ataque de los agudos.<br />

Selim fue visto en pantalla<br />

como dibujo animado y al<br />

final se marchó en un gigantesco<br />

crucero en plan Titanic.<br />

Vestido de cuero rojo<br />

parecía un jefe de la camorra.<br />

Lo cantó Francesco Facini,<br />

con voz poderosa de bajo,<br />

aunque de color opaco y<br />

emisión basta. Katharina<br />

Kammerloher fue una elegante<br />

y noble Zaida, contrapuesta<br />

al lamentoso Albazar<br />

de Florian Hoffmann. Christine<br />

Schäfer falló en Fiorilla,<br />

vestida de rosa con detalles<br />

plateados y cartera de Gucci.<br />

Carece del aire caprichoso<br />

que tiene su personaje y<br />

vocalmente sonó débil, dificultosa,<br />

lamentosa y ácida. Su<br />

mejor momento fue el rondó<br />

final, que ocurrió en un teatrillo<br />

de ópera con Prodoscimo<br />

como apuntador. No obstante,<br />

hubo ausencia de brillo<br />

en la coloratura, velocidades<br />

exageradas y cortes abruptos.<br />

Bernd Hoppe<br />

Detalles confusos y cuestionables ocurrencias<br />

“ENTONCES, QUE TODOS MUERAN”<br />

Oper. 20-VI-2008. Strauss, Ariadne auf Naxos. Olesia Golovneva, Genevieve King, Gabriela Scherer, Wolfgang<br />

Schwanninger. Director musical: Lawrence Foster. Directora de escena: Karoline Gruber.<br />

Un pregusto de la “era<br />

Konwitschny” en Leipzig<br />

es la nueva puesta de<br />

Ariadna en Naxos de<br />

Strauss hecha por Karoline<br />

Gruber: detalles confusos<br />

y cuestionables ocurrencias<br />

desdibujan la obra hasta volverla<br />

irreconocible. Roy<br />

Spahn proyectó para el preludio<br />

un garage subterráneo<br />

con barriles de basura, puertas<br />

a los servicios y la cocina.<br />

Aparece un amorcillo semidesnudo<br />

y dorado con alitas<br />

blancas (Andrea Kafanke) y<br />

hurga en los residuos.<br />

Durante el dúo de amor<br />

entre el Compositor y la futura<br />

Zerbinetta, un cocinero<br />

echa carne podrida en un<br />

recipiente. El Mayordomo,<br />

LEIPZIG<br />

vestido de cuero, está liado<br />

con la Primadonna y los<br />

comediantes son punkies<br />

que siguen al Maestro de<br />

Baile en ídolo pop. Gabriela<br />

Scherer, una mezzo de ásperos<br />

medios, hace un Compositor<br />

de energía y verba<br />

admirables.<br />

La ópera como tal pasa<br />

en un comedor, con celosías<br />

en las ventanas y una tenue<br />

luz sobre mesas de blancos<br />

manteles atendidas por<br />

camareras afro (las tres ninfas)<br />

con coturnos, túnicas<br />

ondulantes e iluminadas alas<br />

angelicales. De ellas, sólo<br />

Genevieve King supera un<br />

canto agrio y desapacible.<br />

Dara Hobbs, en Ariadna, vestida<br />

de novia, parece haberse<br />

equivocado de función, pues<br />

aparenta ser la Agathe de El<br />

cazador furtivo cantada con<br />

un irritante vibrato, sordos<br />

graves y forzados agudos.<br />

Del subsuelo surgen los<br />

comediantes, algunos de<br />

frac, otros de vaqueros y una<br />

pareja del Emperador Francisco<br />

José y la Emperatriz<br />

Sissi. Como Zerbinetta, a<br />

pesar de que el remate de la<br />

terrible aria sonó disminuido,<br />

convenció Olesia Golovneva,<br />

soprano potente y de calculado<br />

brillo. Lo mismo en<br />

cuanto a las bellas sonoridades<br />

de los cómicos: Paul<br />

Armin Edelmann, Timothy<br />

Fallon, Adrian Stropper y<br />

Carsten Sabrowski. Baco se<br />

presentó de camisa negra y<br />

abrigo de leopardo, muy<br />

poco divino en verdad. Lo<br />

cantó el tenor Wolfgang<br />

Schwanninger, con medios<br />

poderosos y estentóreos.<br />

Lawrence Foster condujo la<br />

orquesta de la Gewandhaus<br />

sin unidad, ingenio ni brío,<br />

aunque con tardíos detalles<br />

delicados.<br />

La función terminó con<br />

un baile de máscaras a cual<br />

más grotesca, ramas y flores<br />

entrando por las ventanas,<br />

Zerbinetta y Ariadna cayendo<br />

muertas de orgasmo en<br />

brazos de sus amantes y el<br />

amorcillo apuntando al<br />

público con su flecha enarcada.<br />

Y buen provecho.<br />

Bernd Hoppe<br />

43


ACTUALIDAD<br />

AUSTRIA<br />

Plácido Domingo y Emilio Sagi defienden Luisa Fernanda<br />

ZARZUELA EN VIENA<br />

Theater an der Wien. 18-VII-2008. Moreno Torroba, Luisa<br />

Fernanda. María José Montiel, Plácido Domingo, Patricia<br />

Petibon, Israel Lozano, Raquel Pierotti. Director musical:<br />

Josep Caballé-Domenech. Director de escena y decorados:<br />

Emilio Sagi. Vestuario: Pepa Ojanguren.<br />

Armin Bardel<br />

Plácido Domingo y Patricia Petibon en Luisa Fernanda<br />

44<br />

El aficionado vienés<br />

medio sabe muy poco de<br />

zarzuela, de Moreno<br />

Torroba o de Luisa Fernanda,<br />

lo que ha llevado a<br />

Plácido Domingo a intervenir<br />

personalmente en esta<br />

coproducción entre Washington<br />

y Los Angeles (de<br />

las que es general manager),<br />

el Teatro Real de<br />

Madrid y el Theater an der<br />

Wien. Emilio Sagi ha evitado<br />

plantear ideológicamente la<br />

confrontación entre monárquicos<br />

y republicanos en el<br />

Madrid de 1868, sino que<br />

ésta se ofrece entre sombras,<br />

sirviendo como fondo<br />

para contar la eterna historia<br />

de una mujer que tiene que<br />

decidirse entre dos hombres,<br />

uno joven y otro<br />

maduro.<br />

Este conflicto, no obstante,<br />

resulta siempre nuevo<br />

cuando se cuenta con intérpretes<br />

tan creíbles como el<br />

propio Plácido Domingo,<br />

que vuelve aquí a sus raíces<br />

familiares. El papel de Vidal<br />

Hernando es para un barítono<br />

lírico, lo que le permite<br />

intensificar su expresividad<br />

vocal. La bravura con la que<br />

VIENA<br />

canta sus (ya no tan exigentes)<br />

notas agudas, su capacidad<br />

para seducir al público<br />

incluso con los tonos más<br />

delicados, unidas a la naturalidad<br />

de su interpretación, le<br />

aseguran una primerísima<br />

posición dentro de este<br />

género.<br />

En Israel Lozano como<br />

Javier tuvo a un apreciable<br />

rival tenoril, que sin embargo<br />

al final no logró hacer totalmente<br />

creíble la decisión<br />

tomada por la protagonista.<br />

Como Luisa Fernanda, María<br />

José Montiel se mostró perfectamente<br />

dominadora de<br />

su tesitura de mezzosoprano<br />

y Patricia Petibon fue una<br />

perfecta Duquesa Carolina,<br />

que asimismo ha puesto su<br />

mirada en el brigadier.<br />

Contribuyó al éxito general<br />

la dirección musical de<br />

Josep Caballé-Domenech al<br />

frente de la Orquesta Sinfónica<br />

de la Radio de Viena, que<br />

exhibió un auténtico colorido<br />

español, al igual que el<br />

Coro Arnold Schoenberg,<br />

magníficamente preparado<br />

por Erwin Ortner.<br />

Christian Springer


ACTUALIDAD<br />

AUSTRIA<br />

Nikolaus Harnoncourt debuta como director de escena<br />

IDOMENEO DE FUERZA<br />

Helmut-List-Halle. 10-VII-2008. Mozart, Idomeneo. Saimir<br />

Pirgu, Marie-Claude Chappuis, Julia Kleiter, Eva Mei, Jeremy<br />

Ovenden. Director musical: Nikolaus Harnoncourt. Director de<br />

escena: Nikolaus Harnoncourt, en colaboración con Philipp<br />

Harnoncourt. Decorados: Rolf Glittenberg.<br />

Werner Kmetitsch<br />

Saimir Pirgu en Idomeneo de Mozart en el Festival Styriarte<br />

GRAZ<br />

La Styriarte tiene una<br />

suerte considerable. Es el<br />

único festival en Austria<br />

donde Nikolaus Harnoncourt<br />

interpreta óperas en<br />

versión escénica. Y, como si<br />

esto no fuera suficiente, ha<br />

decidido lanzarse también a<br />

la puesta en escena, con ayuda<br />

de su hijo Philipp. En el<br />

esquemático decorado de<br />

Rolf Glittenberg (cinco paredes<br />

bajas y móviles, en las<br />

que trozos de columna hacían<br />

referencia a la antigüedad,<br />

además de la imagen de<br />

un dios en uno de los laterales),<br />

simplemente ha narrado<br />

la obra, sin añadir comentarios<br />

ingeniosos o dramatúrgicos.<br />

Sin embargo, consiguió<br />

expresar todo su mensaje de<br />

la obra: el enfrentamiento<br />

entre culturas, el miedo al<br />

extranjero, el triunfo del<br />

amor y de la Ilustración<br />

sobre el oscurantismo.<br />

Con su tercera producción<br />

de Idomeneo, Nikolaus<br />

Harnoncourt supera considerablemente<br />

las anteriores<br />

de Zúrich (1980) y Viena<br />

(1987), porque ofrece por<br />

primera vez la obra sin cor-<br />

tes y dirige un conjunto de<br />

instrumentos originales (un<br />

fascinante Concentus Musicus<br />

Wien, al que se unió el<br />

siempre excelente Coro<br />

Arnold Schoenberg). El<br />

director berlinés no ve en<br />

esta gran ópera una opera<br />

seria sino una tragédie lyrique<br />

en italiano, y refleja en<br />

la partitura, una de las más<br />

modernas, fascinantes y también<br />

quizá de las más complejas<br />

de Mozart, todas las<br />

turbulencias románticas del<br />

mar y del alma.<br />

Saimir Pirgu fue un magnífico<br />

Idomeneo; la belleza<br />

de su timbre viril, la capacidad<br />

para la coloratura y el<br />

fraseo estuvieron siempre al<br />

servicio de la expresividad.<br />

Julia Kleiter resaltó la dulzura<br />

y melancolía de Ilia, y Eva<br />

Mei resultó una Electra más<br />

simpática de lo habitual,<br />

empeñada ante todo en<br />

seducir con su coquetería a<br />

Idamante, que en la voz de<br />

Marie-Claude Chappuis<br />

resultó el elemento más plano<br />

del cuarteto.<br />

Christian Springer<br />

45


ACTUALIDAD<br />

ESTADOS UNIDOS<br />

Levine en Tanglewood<br />

TROYANOS SIN ÉXTASIS<br />

Massachusetts. Tanglewood. 5, 6-VII-2008. Anna Caterina Antonacci, Anne Sofie von Otter, Marcus Haddock. Coro del<br />

Festival de Tanglewood. Sinfónica de Boston. Director: James Levine. Berlioz, Les troyens (versión de concierto).<br />

LENOX<br />

James Levine en Los troyanos de Berlioz en Tanglewood<br />

Considerando las circunstancias<br />

—James Levine se<br />

enteraba en esos días de<br />

que debían extirparle un<br />

riñón—, no es difícil perdonarle<br />

unos Troyens que<br />

estaban muy lejos de ese ideal<br />

siempre imposible de conseguir.<br />

Sin embargo, fue una<br />

interpretación típica de él:<br />

mucha inteligencia y oficio y<br />

poco extase.<br />

Fue La prise de Troie lo<br />

que resultó más atractivo.<br />

Con su deuda a Gluck y sus<br />

formas estructurales más<br />

imperturbables y sólidas, la<br />

partitura se adapta mejor a<br />

los talentos de Levine que la<br />

segunda parte más libremente<br />

berlioziana. Anna Caterina<br />

Antonacci fue una muy convincente<br />

Cassandra. Dwayne<br />

Croft cantó Chorebus con<br />

gran hermosura, y el Coro<br />

del Festival de Tanglewood<br />

sonó muy emotivo pero muy<br />

poco francés.<br />

Hubo más dificultades la<br />

tarde siguiente con Les troyens<br />

à Carthage. El ruido de<br />

los pájaros y los aviones era<br />

molesto, aunque el oído fue<br />

adaptándose. Anne Sofie von<br />

Otter fue una Dido a la que<br />

le faltó el instrumento necesario<br />

—grande, oscuro,<br />

majestuoso— para el papel;<br />

y su timbre, nunca muy<br />

meloso, es ahora nervudo.<br />

Christin-Marie Hill, en el<br />

papel de Anna, estropeó sus<br />

dos maravillosos dúos con<br />

un tosco y nada elegante<br />

vibrato. En el papel de Æneas,<br />

Marcus Haddock cantó<br />

con sólido timbre y bastante<br />

estilo; lo que no fue capaz<br />

de hacer cómodamente, lo<br />

hizo discretamente.<br />

Patrick Dillon<br />

Florencia en el Amazonas de Daniel Catán<br />

¡LO NUNCA VISTO!<br />

Music Hall. 10-VII-2008. Catán, Florencia en el Amazonas. Alexandra Coku, Nmon Ford, Emily Golden, Shana<br />

Blake Hill, Arturo Chacón-Cruz, Carlos Archuleta, Burak Bilgili. Direc tor musi cal: Steven Mercurio. Directora de<br />

esce na: Francesca Zambello. Escenografía: Robert Israel. Vestuario: Catherine Zuber.<br />

46<br />

Lo nunca visto: 3400<br />

espectadores angloparlantes<br />

aplauden con evidente<br />

entusiasmo tras<br />

escuchar una ópera en<br />

español. Ocurrió el<br />

pasado 10 de julio en el<br />

Music Hall de Cincinnati<br />

con Florencia en el Amazonas,<br />

ópera en dos actos del<br />

mexicano Daniel Catán<br />

(1949), con libreto de Marcela<br />

Fuentes-Berain.<br />

Compositor y libretista<br />

plantean la obra como un<br />

homenaje a Gabriel García<br />

Márquez y a su novela<br />

maestra El amor en los tiempos<br />

del cólera. En la novela y<br />

en la ópera de Catán es el<br />

amor la fuerza que define la<br />

vida y la muerte; un tema<br />

universal explorado en<br />

ambos casos “desde la<br />

común perspectiva latinoamericana”,<br />

como escribe<br />

Efraín Kristal. Todo transcurre<br />

a bordo de un barco<br />

entrañable —El Dorado—<br />

que asciende el curso del<br />

CINCINNATI<br />

Amazonas camino de<br />

Manaos, donde la diva Florencia<br />

Grimaldi quiere reencontrar<br />

sus orígenes después<br />

de haber triunfado en los<br />

mejores teatros.<br />

Florencia en el Amazonas<br />

es un viaje fascinante,<br />

una travesía compartida ante<br />

la que resulta imposible permanecer<br />

ajeno. Una verdadera<br />

gran ópera, que conmueve,<br />

emociona y se adentra en<br />

el oído sensible del espectador.<br />

Pocos títulos contemporáneos<br />

calan tan intensamente<br />

en el melómano. Catán<br />

utiliza un lenguaje genuino,<br />

inequívocamente propio,<br />

que abraza la mejor tradición<br />

operística del siglo XX —<br />

desde Puccini y Janácek a<br />

Strauss o Britten—, y deja<br />

asomar su reconocida admiración<br />

por Debussy, Stravinski<br />

y Falla. También el orgullo<br />

de sentirse miembro de una<br />

comunidad que habla y respira<br />

en la lengua común de<br />

Vargas Llosa, Borges, Neruda,<br />

Fuentes o Alberti.<br />

Estrenada el 25 de octubre<br />

de 1996 en Houston, Florencia<br />

en el Amazonas es<br />

tonal y hermosamente melodiosa,<br />

y tan rigurosamente<br />

vanguardista como cualquier<br />

otra obra contemporánea.<br />

Reivindica, con su calidad y<br />

entidad, la vía de una ópera<br />

en español. El éxito en Cincinnati<br />

revalida el viejo sue-<br />

ño de Eslava, Arrieta, Barbieri,<br />

Gaztambide, Bretón, Albéniz,<br />

Granados o Falla. Nunca<br />

una ópera en la lengua de<br />

Cervantes se ha sentido tan<br />

cerca desde tan lejos. El<br />

entusiasmo del abarrotado<br />

Music Hall corrobora a Florencia<br />

en el Amazonas como<br />

la ópera española más representada<br />

y aplaudida de los<br />

últimos decenios. Absurdamente,<br />

permanece aún inédita<br />

en España.<br />

La Ópera de Cincinnati y<br />

su flamante director artístico,<br />

el dinámico Evans Mirageas,<br />

han presentado la obra maestra<br />

de Catán en óptimas condiciones<br />

y sin complejos,<br />

rodeada de traviatas, butterflys<br />

y lucias. Han recurrido<br />

a la conocida producción de<br />

Francesca Zambello, procedente<br />

de la Ópera de Houston,<br />

con una iluminación —<br />

Paul Pyant— detallista, sugerente<br />

y muy eficaz, que invita<br />

al espectador a sentir los<br />

maravillosos atardeceres y


ACTUALIDAD<br />

FRANCIA<br />

Festival de Arte Lírico<br />

CONFIRMANDO EVIDENCIAS<br />

Aix-en-Provence. Théâtre de l’Archeveché. Grand Théâtre de Provence. 5/7-VII-2008. Wagner, Siegfried.<br />

Director musical: Simon Rattle. Director de escena: Stéphane Braunschweig. Mozart, Zaide. Director musical:<br />

Louis Langrée. Director de escena: Peter Sellars. Mozart, Così fan tutte. Director musical: Christophe Rousset.<br />

Director de escena: Abbas Kiarostami.<br />

Exceptuando la primicia<br />

del Belshazzar coproducido<br />

con el Festival de<br />

Innsbruck, que cerraba esta<br />

edición, y el mismo montaje<br />

—que en febrero visitará<br />

Valladolid y Bilbao— de la<br />

ópera de Haydn L’infideltà<br />

delusa, el Festival de Arte<br />

Lírico de Aix-en-Provence<br />

brindaba esta vez a la afición<br />

la posibilidad de asistir a las<br />

tres grandes producciones<br />

de la temporada y, además, a<br />

Passion, la obra —pretendidamente<br />

intelectual, aunque<br />

fácilmente digerible— encargada<br />

a Pascal Dusapin para<br />

AIX<br />

amaneceres amazónicos.<br />

En el reparto vocal hay<br />

que destacar la soberbia<br />

encarnación de Alexandra<br />

Coku, Florencia Grimaldi de<br />

tintes líricos, añorante y<br />

ensoñadora. Escénica y<br />

musicalmente, es difícil imaginar<br />

una interpretación más<br />

convincente. Sus arias y el<br />

dúo del segundo acto —con<br />

el excepcional tenor mexicano<br />

Arturo Chacón-Cruz<br />

como Arcadio— marcaron<br />

puntos álgidos de una función<br />

sin puntos de inflexión,<br />

cuyas dos horas y media<br />

transcurren en un santiamén.<br />

En el calibrado reparto<br />

también destacaron el barítono<br />

Nmon Ford (Riolobo<br />

de carne y hueso), la soprano<br />

Shana Blake Hill como<br />

Rosalba, la Paula de la mezzosoprano<br />

Emily Golden y<br />

el Álvaro del barítono Carlos<br />

Archuleta. El Coro de Cincinnati,<br />

estratégicamente<br />

ubicado en un lateral del<br />

inmenso gallinero, estuvo<br />

compensando por la brillante<br />

y bien reconocida Sinfónica<br />

de Cincinnati, gobernada<br />

con mano maestra —<br />

aunque en ocasiones un<br />

punto decibélica— por Steven<br />

Mercurio.<br />

Justo Romero<br />

Siegfried (arriba) y Così fan tutte en el Festival de Aix-en-Provence<br />

una edición tan especial<br />

como ésta, cuando la cita<br />

estival cumplía 60 años. De<br />

ahí que se haya tirado la casa<br />

por la ventana. Aunque, en<br />

lo que a música respecta, la<br />

palma se la vuelven a llevar<br />

Rattle y los filarmónicos berlineses,<br />

redondeando Siegfried,<br />

tercera dosis del Anillo<br />

wagneriano fruto del compromiso<br />

que expira en la<br />

próxima edición. Porque si<br />

bien es cierto que sir Simon<br />

sabe elegir repartos (aunque<br />

en el tercer acto, el aplomo<br />

de Ben Heppner, se eclipsó<br />

frente a Katarina Dalayman,<br />

una Brünnhilde que despertaba<br />

con ganas de cantar),<br />

también lo es que no se acabaron<br />

de redondear los carteles<br />

de las dos óperas de<br />

ese Mozart que marca el pulso<br />

de un Festival que en sus<br />

primeras etapas se caracterizó<br />

por la calidad de las<br />

voces. Está claro que en el<br />

caso de la Zaide firmada por<br />

Peter Sellars, el público acudía<br />

a comprobar el rigor de<br />

la propuesta que se había<br />

presentado en el Festival de<br />

Viena 2006. En consecuencia:<br />

no salió defraudado con<br />

la visión actualizadora del<br />

gran regista americano, que<br />

traslada la acción desde el<br />

serrallo original hasta —<br />

esclavitud por esclavitud— la<br />

nave clandestina de confección<br />

textil donde trabajan y<br />

duermen hacinados parias<br />

de cualquier raza, color o<br />

religión. Otra cosa ha sido la<br />

gran apuesta de este verano<br />

para el totémico Così fan tutte,<br />

título que puso la primera<br />

piedra de este encuentro<br />

anual en 1948, encomendado<br />

al cineasta iraní Abbas<br />

Kiarostami, brindándole la<br />

oportunidad de debutar en el<br />

mundo de la ópera. Un planeta<br />

donde se habla un idioma<br />

desconocido para él, que<br />

se limita a mostrar la precisión<br />

de un montaje cinema-<br />

Elisabeth Carecchio<br />

tográfico al servicio de una<br />

ciencia que se le antoja cuadriculada<br />

a golpe de metrónomo,<br />

impidiendo cualquier<br />

fantasía en la dirección musical<br />

a Christophe Rousset, que<br />

cubría con dignidad el trámite<br />

frente a la Camerata Salzburgo,<br />

residente desde este<br />

año en el Festival. El mayor<br />

problema cuando se antepone<br />

el apartado escénico son<br />

los desequilibrios en el capítulo<br />

canoro, que acaba mostrando<br />

grietas. No es el caso,<br />

como se apuntaba, del Siegfried,<br />

donde el bajo Willard<br />

White, uno de los hilos unitivos<br />

de la tetralogía, volvió a<br />

meterse en la piel de Wotan,<br />

permitiendo el lucimiento de<br />

los sagaces Mime y Alberich,<br />

encomendados al tenor Burkhard<br />

Ulrich y al barítono<br />

bajo Dale Duesing, mientras<br />

la contralto Anna Larsson<br />

convencía como Erda. Nada<br />

que ver con el reparto que le<br />

cayó en suerte a Louis Langrée,<br />

responsable en el foso<br />

de Zaide, encabezado por la<br />

soprano rusa Ekaterina<br />

Lekhina, más ajustada en la<br />

segunda parte del pequeño<br />

singspiel, que Mozart dejó<br />

incompleto y Sellars, en su<br />

revisión, ha engordado musicalmente<br />

con partes de Thamos,<br />

dejando el final abierto<br />

desde el punto de vista de la<br />

dramaturgia. Junto a ella, dos<br />

tenores con sendas voces<br />

interesantes de color, aunque<br />

poco educadas técnicamente:<br />

Sean Panikkar y Russell<br />

Thomas (Gomatz y Solimán).<br />

Del Così, el mayor mérito les<br />

cupo a la soprano Judith van<br />

Wanroij (Despina), la mezzo<br />

Janja Vuletic (Dorabella) y el<br />

barítono Edwin Crossley-<br />

Mercer (Guglielmo), que evidenciaron<br />

la baja forma de<br />

Finnur Bjarnason en su<br />

debut de Ferrando, después<br />

de cancelar su presencia en<br />

la función anterior.<br />

Juan Antonio Llorente<br />

47


ACTUALIDAD<br />

FRANCIA<br />

Éxito de Martinot<br />

UN SUEÑO DE ENSUEÑO<br />

Grand Théâtre. 24-VI-2008. Britten, A Midsummer Night’s Dream. Rachid Ben Abdeslam, Maïra Kerey, Brian Green,<br />

Randall Jakobsch, Elodie Méchain, Ian Paterson, Jean Teitgen, Chad Shelton, Jean-Sébastien Bou, Delphine Galou. Coro<br />

femenino de la Ópera nacional de Lorena. Orquesta sinfónica y lírica de Lorena. Director musical: Juraj Valcuha. Director<br />

de escena: Jean-Louis Martinoty. Decorados: Bernard Arnoud. Vestuario: Daniel Ogier.<br />

La programación de la<br />

Ópera de Nancy es una de<br />

las más sagaces de Francia.<br />

La temporada de este<br />

teatro ha concluido con<br />

una nueva realización escénica<br />

de A Midsummer Night’s<br />

Dream de Benjamin Britten,<br />

en coproducción con las Óperas<br />

de Caen y Toulon. Jean-<br />

Louis Martinoty, antiguo director<br />

de la Ópera de París en los<br />

años ochenta, ha asumido<br />

finalmente la producción tras<br />

numerosas peripecias, incluida<br />

la renuncia del equipo previsto<br />

inicialmente, dirigido por<br />

Omar Porras. Martinoty ha salvado<br />

in extremis el espectáculo<br />

preparando, en menos de<br />

dos meses, una obra que nunca<br />

antes había dirigido. El éxito<br />

de Martinoty es destacable<br />

NANCY<br />

en muchos aspectos. El decorado<br />

de Bernard Arnoud consagra<br />

lo esencial del escenario<br />

al mundo silvestre de las<br />

hadas, donde reinan Oberón y<br />

Titania, adornado de hojas<br />

enormes, animales gigantes,<br />

un gran tronco de roble y la<br />

proyección de cuadros de<br />

temática vegetal firmados por<br />

Armando Morales y Sam Szafran.<br />

El mundo de los humanos<br />

—elegantes jugadores de<br />

badminton de los años veinte<br />

para los nobles, pintorescos<br />

obreros para los artesanos—<br />

está a menudo situado en el<br />

proscenio, símbólicamente<br />

más próximo al foso y al<br />

público.<br />

Martinoty restituye hábilmente<br />

las atmósferas efímeras<br />

de esta galaxia proteiforme,<br />

alternando con tacto<br />

poesía y humor y haciendo<br />

la acción perfectamente inteligible,<br />

asegurando la necesaria<br />

fluidez a la rápida sucesión<br />

de escenas. Todo magnificado<br />

por la iluminación<br />

tornasolada de Fabrice<br />

Kebour y los figurines originales<br />

y abigarrados de<br />

Daniel Ogier.<br />

El reparto constituye un<br />

maravilloso equipo de cantantes-actores.<br />

El Oberón<br />

extravagante y soñador del<br />

contratenor Rachid Ben<br />

Abdeslam, a cuya voz le falta,<br />

sin embargo, proyección, la<br />

Titania etérea de Maïra Kerey,<br />

el atlético Puck de Brian Green,<br />

el Lisandro poético de<br />

Chad Shelton, el seductor<br />

Demetrio de Jean-Sébastien<br />

Bou, la rica textura vocal de<br />

Delphine Galou en Hermia,<br />

la impresionante Helena de<br />

Marjorie Muray, de voz por<br />

desgracia poco matizada, el<br />

temible Bottom de Iain Paterson<br />

y el trepidante Flute de<br />

François Piolino.<br />

Hay que añadir el lujo que<br />

constituye la presencia de<br />

cantantes como Randall<br />

Jakobsch y Elodie Méchain en<br />

las brevísimas intervenciones<br />

de Teseo e Hipólita, así como<br />

el delicioso coro de las hadas.<br />

Todos concurren al éxito de<br />

este espectáculo. Hasta la<br />

orquesta, que, bajo la dirección<br />

minuciosa y ferviente de<br />

Juraj Valcuha, demuestra una<br />

precisión ejemplar.<br />

Bruno Serrou<br />

Superioridad vocal<br />

FALSTAFF DE PULIDA GUASA<br />

Théâtre des Champs-Elysées. 25-VI-2008. Verdi, Falstaff. Alessandro Corbelli, Anna Caterina Antonacci, Francesco Meli,<br />

Caitlin Hulcup, Amel Brahim-Djelloul, Marie-Nicole Lemieux, Ludovic Tézier. Coro del Théâtre des Champs-Elysées.<br />

Orquesta de París. Director musical: Alain Altinoglu. Director de escena: Mario Martone. Decorados: Sergio Tramonti.<br />

48<br />

Fin de temporada logrado<br />

para el Théâtre des<br />

Champs-Elysées con un<br />

Falstaff casi ideal que ha<br />

reunido para la ocasión a un<br />

equipo con espíritu de compañía.<br />

En efecto, Falstaff es<br />

una ópera de conjuntos, las<br />

arias son muy breves, el viejo<br />

Verdi, para su canto del cisne<br />

y con la ayuda particularmente<br />

inspirada de Arrigo<br />

Boito, se aplica al teatro<br />

puro. Los cantantes no tienen<br />

más que un aria o una escena<br />

para lucirse. Y, desde este<br />

punto de vista, el reparto reunido<br />

para esta producción<br />

inédita ha sido destacable.<br />

Los conjuntos son equilibrados<br />

y funcionan a la perfección.<br />

Sobre todo gracias a<br />

un cuarteto femenino de<br />

ensueño que reúne a Anna<br />

Caterina Antonacci, que se<br />

PARÍS<br />

desliza en el personaje de<br />

Alice Ford como en una<br />

segunda piel y Marie-Nicole<br />

Lemieux, que impone en<br />

Mrs. Quickly una personalidad<br />

y una presencia de<br />

comediante. Un poco más<br />

borrosa, Caitlin Hulcup es<br />

una Mage Page noble pero<br />

distante, mientras que Amel<br />

Brahim-Djelloul encarna a<br />

una deliciosa Nannetta. Por el<br />

lado masculino, con un<br />

punto más de bonhomía y la<br />

guasa menos pulida, Alessandro<br />

Corbelli habría sido un<br />

Falstaff ejemplar, pues su<br />

prestación vocal impresiona.<br />

De voz broncínea y elevada<br />

prestancia, Ludovic Tézier es<br />

un Ford de gran estilo, Enrico<br />

Facini un Cajus bufo a pedir<br />

de boca y Federico Sacchi un<br />

Pistola de voz estentórea.<br />

El director francés Alain<br />

Alessandro Corbelli como Falstaff<br />

Altinoglu, que conoce las<br />

voces a la perfección, sobresale<br />

en el foso mimando a los<br />

cantantes, dirigiéndoles con<br />

tacto sin descuidar la teatralidad<br />

y magnificencia de la<br />

orquestación, cuyo menor<br />

matiz queda manifiesto,<br />

Álvaro Yáñez<br />

desde los soli más aéreos<br />

hasta los más sonoros tutti. La<br />

Orquesta de París confirma<br />

sus afinidades con la ópera,<br />

lo que hace lamentar amargamente<br />

su ausencia en los festivales<br />

de verano franceses.<br />

Queda la puesta en<br />

escena de Mario Martone,<br />

que no es particularmente<br />

inventiva, demasiado prosaica<br />

y pegada al libreto. El<br />

decorado de Sergio Tramonti<br />

es gris y neutro, con una<br />

doble escalera al fondo de la<br />

escena que conduce a tres<br />

niveles de plataformas y que<br />

sirven indistintamente de<br />

marco a los diversos lugares<br />

de la acción. Pero la orquesta<br />

lo dice todo y los cantantes<br />

traducen toda la teatralidad<br />

de la obra.<br />

Bruno Serrou


ACTUALIDAD<br />

FRANCIA<br />

Estreno de The Fly de Howard Shore<br />

UNA MOSCA QUE NO<br />

DESPEGA<br />

París. Théâtre du Châtelet. 5-VII-2008. Shore, The Fly. Daniel<br />

Okulitch, Ruxandra Donose, David Curry, Beth Clayton, Jay<br />

Hunter Morris, Lina Tetruashvili. Coro del Théâtre du Châtelet.<br />

Coro de Jóvenes del CRR d’Aubervillier-la-Courneuve.<br />

Filarmónica de Radio France. Director musical: Plácido<br />

Domingo. Director de escena: David Cronenberg.<br />

Estrenada en París a principios<br />

de julio, The Fly es<br />

un tema magnífico para<br />

un compositor. Premiado en<br />

el Festival de Avoriaz de<br />

1987, el homónimo film de<br />

David Cronenberg ha vuelto<br />

en forma de ópera, fruto de<br />

un encargo al estadounidense<br />

Howard Shore (1946) —<br />

autor de la banda sonora de<br />

dicha película y célebre mundialmente<br />

por la de El Señor<br />

de los anillos— de la Ópera<br />

de Los Angeles y su director<br />

Plácido Domingo, en coproducción<br />

con el Châtelet, cuyo<br />

director es un antiguo colaborador<br />

de Walt Disney en<br />

Los Angeles. Inspirado en<br />

una novela del franco-británico<br />

George Langelaan publicada<br />

en 1957, el libreto de<br />

David Henry Hwang tiene<br />

todos los ingredientes de las<br />

mejores intrigas: poética de la<br />

muerte, ambición, fragilidad<br />

de la condición humana,<br />

locura, suspense, sexo, etc.<br />

Desgraciadamente, la<br />

música no está a la altura del<br />

proyecto. Al menos no va<br />

más allá de lo ya oído. Uno<br />

se muestra dubitativo al leer<br />

en el programa de mano la<br />

declaración del director del<br />

Châtelet que afirma sin rodeos<br />

que Howard Shore es un<br />

“importante compositor del<br />

siglo XXI”, lo que parece al<br />

menos exagerado. La partitura<br />

de Shore no rebasa el nivel<br />

de un híbrido de Orff y Holst<br />

provisto de una orquestación<br />

venida directamente de Wagner<br />

y Chaikovski, incluso de<br />

Korngold, que anduvo el<br />

camino inverso de Shore, de<br />

la ópera al cine de Hollywood.<br />

Shore ha escrito una<br />

música que no debe nada a<br />

la que compuso para el film<br />

pero que, curiosamente, no<br />

contiene ninguna graduación<br />

dramática y, conforme al<br />

libreto, termina como ha<br />

comenzado, con una evolución<br />

tan imperceptible que<br />

su escucha cansa enseguida.<br />

En su primera producción<br />

operística, el cineasta<br />

David Cronenberg se desmarca<br />

de la moda no utilizando<br />

ninguna imagen filmada.<br />

También sorprende su<br />

dirección de actores minimalista<br />

y sus sumarios juegos<br />

escénicos. El decorado único,<br />

impresionante y eficaz de<br />

Dante Ferreti, excelentemente<br />

iluminado, evoca el laboratorio<br />

del film aproximándolo<br />

a las naves espaciales<br />

de Star Trek. Pero esta transposición<br />

lírica frustrará al<br />

cinéfilo por la ausencia de<br />

los efectos especiales gore<br />

del film, sobre todo la transformación<br />

de Brundle en<br />

Brundlefly, sólo aludida.<br />

Dominados por el excelente<br />

tenor David Curry,<br />

noble y escéptico Sathis<br />

Borans, los cantantes no sólo<br />

tienen las voces idóneas, también<br />

el físico, y algunos de<br />

ellos poseen además cualidades<br />

atléticas, especialmente el<br />

héroe, Seth Brundle, encarnado<br />

por el barítono canadiense<br />

Daniel Okulitch. La vedette de<br />

la velada, Plácido Domingo,<br />

dirige con entusiasmo y gestos<br />

no siempre precisos, a<br />

riesgo de provocar desajustes<br />

entre foso y escena, no<br />

dudando, cosa curiosa, en<br />

tapar a los cantantes, mientras<br />

la Filarmónica de Radio France<br />

se entrega sin reservas.<br />

Bruno Serrou<br />

M.-N. Robert<br />

Orquesta<br />

1.A TROMPETA SOLO :<br />

1 PUESTO<br />

Categoría A<br />

27 noviembre 2008<br />

VIOLÍNES TUTTI : 3 PUESTOS<br />

Categoría D<br />

9 y 10 deciembre 2008<br />

VIOLA TUTTI : 1 PUESTO<br />

Categoría D<br />

12 deciembre 2008<br />

1.A CLARINETE BAJO<br />

TOCANDO EL CLARINETE<br />

Categoría B<br />

16 deciembre 2008<br />

Concurso<br />

año 2008-2009<br />

1.O VIOLONCHELO SOLO :<br />

1 PUESTO<br />

Categoría A<br />

19 deciembre 2008<br />

Coro<br />

Infomaciónes : www.operadeparis.fr<br />

Direction des formations musicales<br />

120, rue de Lyon – 75012 Paris<br />

tél. orquesta +33 1 40 01 81 81<br />

tél. coro +33 1 40 01 81 82<br />

fax +33 1 40 01 18 69<br />

e-mail auditionsdfm@operadeparis.fr<br />

ELIMINATORIO :<br />

24 noviembre 2008<br />

Tenore 2 : 4 puestos<br />

25 noviembre 2008<br />

Contralto : 3 puestos<br />

Bajo 1 : 3 puestos<br />

FINALE :<br />

26 noviembre 2008<br />

Conception Atalante / Paris – Licence E.S. : 1-1003072, 1-1003010, 2-1003008, 3-1003011<br />

Yayoi Kusama, Ladder to Heaven, 405 cm, ø 216 cm, mirror, metal, lighting fiber tube, 2000 – © Yayoi Kusama<br />

49


ACTUALIDAD<br />

GRAN BRETAÑA<br />

Adès da el relevo a Aimard<br />

AVENTURAS<br />

Festival. 13/29-VI-2008. Ian Bostridge, tenor; Antonio<br />

Pappano, piano. Schubert, Canto del cisne. Ensemble<br />

Organum. Machaut, Messe de Notre Dame. Exaudi. Obras de<br />

Byrd, Rihm y Xenakis. Orquesta Philharmonia. Director: Oliver<br />

Knussen. Obras de Birtwistle y Schumann. Pierre-Laurent<br />

Aimard, piano. Obras de Bach y Kurtág.<br />

50<br />

ALDEBURGH<br />

El Festival de Aldeburgh<br />

de este año, rebosante de<br />

aventura musical, ha sido<br />

el último bajo la dirección<br />

artística del compositor<br />

británico Thomas<br />

Adès. Durante la década<br />

que estuvo al timón, él y<br />

su equipo han ampliado los<br />

horizontes artísticos mientras<br />

mantenían siempre el excepcional<br />

ambiente del festival<br />

tal como lo habían creado<br />

hace sesenta años Benjamin<br />

Britten y su socio y musa, el<br />

tenor Peter Pears. Durante<br />

unos pocos días se pudieron<br />

ver obras maestras contemporáneas,<br />

lieder de Schubert<br />

con el director musical Antonio<br />

Pappano acompañando a<br />

Ian Bostridge o antigua polifonía<br />

de uno de los primeros<br />

compositores conocidos,<br />

Guillaume de Machaut.<br />

Los luminosos y sobrenaturales<br />

sonidos de su Messe<br />

de Notre Dame, cantada por<br />

el Ensemble Organum en la<br />

soleada iglesia de<br />

Blythburgh —conocida de la<br />

“catedral de las marismas”—<br />

resultó una experiencia fascinante.<br />

Este grupo especialista<br />

en música medieval, adscrito<br />

al monasterio francés<br />

de Moissac, trajo una violenta<br />

y salvaje energía a las discordantes<br />

armonías, que<br />

sonaban más árabes que<br />

europeas. Otro grupo virtuoso<br />

de voces, Exaudi, sobresalía<br />

con Byrd, Rihm y Xenakis,<br />

mientras la Filarmonía,<br />

soberbia, dio un exigente<br />

concierto en Snape Maltings<br />

dirigida por Oliver Knussen,<br />

en el que interpretó la oscuramente<br />

rutilante Night’s<br />

Black Bird de Harrison Birtwistle<br />

y la exuberante Konzertstuck<br />

para cuatro trompas<br />

de Schumann.<br />

Aldeburgh está en expansión<br />

tanto mental como físicamente.<br />

La Casa Roja, tanto<br />

la casa de Britten como un<br />

sitio para honrarle, por fin ha<br />

abierto sus puertas al publico.<br />

Y se están construyendo<br />

una nuevo Studio Britten con<br />

un aforo de 400 localidades<br />

en Snape. Sobre todo, la<br />

elección del pianista francés<br />

Pierre-Laurent Aimard —no<br />

es compositor ni británico—<br />

para dirigir el festival a partir<br />

de 2009 demuestra audacia e<br />

imaginación. Aimard ha estado<br />

muy presente, interpretó<br />

el Arte de la fuga de Bach,<br />

intercalando selecciones de<br />

Jatekok (Juegos) de György<br />

Kurtág, compositor en residencia.<br />

Aimard combina<br />

expresión muscular con una<br />

delicada intensidad, sonsacando<br />

las complejas líneas<br />

de Bach y dejando a la música<br />

bailar. El público en este<br />

pueblo al lado del mar quedó<br />

embelesado, como si se<br />

hubieran pasmado por un<br />

coup de foudre muy francés.<br />

Fiona Maddocks


ACTUALIDAD<br />

GRAN BRETAÑA<br />

Según Lepage y Fuch<br />

DOS LIBERTINOS<br />

Royal Opera House Covent Garden. 7-VII-2008. Stravinski, The<br />

Rake’s Progress. Charles Castronovo, John Relyea, Sally Matthews.<br />

Patricia Bardon. Director musical: Thomas Adès. Director<br />

de escena: Robert Lepage. Garsington. Opera. 23-VI-2008.<br />

Christopher Purves, Robert Murray, Susan Bickley. Director musical:<br />

Martin André. Directora de escena: Olivia Fuch.<br />

Bill Cooper<br />

Escena de The Rake’s Progress de Stravinski en el Covent Garden<br />

La ópera británica ha<br />

tenido dos puestas en<br />

escena de La carrera del<br />

libertino en menos que<br />

un mes. Tal vez los programadores<br />

del Covent<br />

Garden y de Garsington<br />

hayan pensado que la crisis<br />

económica global representaba<br />

un buen momento de<br />

resucitar la historia de Stravinski<br />

de decadencia y destrucción.<br />

Tom Rakewell es<br />

un óptimo ejemplo de un<br />

joven derrochador que debe<br />

hacer picadillo sus tarjetas de<br />

crédito y aprender a ahorrar.<br />

La producción del<br />

Covent Garden junto con las<br />

óperas de Bruselas, Lyon,<br />

San Francisco y Madrid, dirigida<br />

escénicamente por<br />

Robert Lepage, llevó la<br />

acción a Hollywood —y al<br />

juzgar por los policías con<br />

cascos, a Leicester Square<br />

de Londres, donde se pone<br />

la alfombra roja a los artistas<br />

de cine en los estrenos.<br />

Los decorados de Carl<br />

Fillon, con vídeo y coreografía<br />

incluidas y una ingeniosa<br />

pero totalmente innecesaria<br />

caravana hinchable,<br />

tenían buen aspecto pero al<br />

final lo premioso mató la<br />

pieza. ¿Por qué reducir este<br />

deslumbrante libreto de<br />

Auden y Kallman a una<br />

serie de vacuas bromas<br />

LONDRES<br />

sobre el sueño americano?<br />

Charles Castronovo<br />

(Rakewell), John Relyea<br />

(Shadow), Sally Matthews<br />

(Anne Trulove) y Patricia<br />

Bardon (Baba la turca) cantaron<br />

con eficacia pero en<br />

cuanto a la representación, la<br />

sensación fue de languidez.<br />

Thomas Adès dirigió con una<br />

elocuencia proporcionada<br />

pero no mostró mucha garra.<br />

La orquesta tocó con exquisitez<br />

pero el ritmo en general,<br />

para una pieza tan larga, fue<br />

pesado.<br />

Por eso me alegro de<br />

poder decir que la producción<br />

de bajo costo del audaz<br />

y pequeño festival de Garsington,<br />

dirigida musicalmente<br />

por Martin André, fue<br />

toda chispa y vivacidad,<br />

transformando frialdad en<br />

vitalidad, sensiblería en sinceridad.<br />

Los ocurrentes<br />

decorados se inspiraron en<br />

Magritte. Christopher Purves<br />

fue un soberbio Shadow, y<br />

encabezó un sólido reparto<br />

con Robert Murray en el<br />

papel de Rakewell y Susan<br />

Bickley como Baba la barbuda.<br />

La puesta en escena de<br />

Olivia Fuch fue ingeniosa y<br />

conmovedora —una de las<br />

mejores producciones de<br />

Garsington hasta la fecha.<br />

Fiona Maddocks<br />

51


ACTUALIDAD<br />

ITALIA<br />

Mayo Musical Florentino<br />

HIELO ARDIENTE<br />

Teatro Comunale. 21-VI-2008. Shostakovich: Una Lady Macbeth del distrito de Mzensk. Jeanne-Michèle Charbonnet,<br />

Sergei Kunaev, Vladimir Vaneev, Vsevolod Grivnov. Director musical: James Conlon. Director de escena: Lev Dodin.<br />

La segunda ópera de<br />

Shostakovich (la última<br />

que pudo acabar, porque<br />

la censura estalinista<br />

truncó su vocación teatral)<br />

es una obra maestra<br />

que ya se coloca entre<br />

los clásicos del siglo XX y<br />

aun en Italia regresa a la<br />

escena con una cierta frecuencia.<br />

Un año después de<br />

que la Scala propusiera en<br />

Milán una producción del<br />

Covent Garden con dirección<br />

de Richard Jones, el Mayo<br />

Musical Florentino ha representado<br />

Una Lady Macbeth<br />

del distrito de Mzensk en una<br />

versión que ha constituido el<br />

espectáculo de ópera más<br />

logrado de esta edición del<br />

festival y que retomaba una<br />

admiradísima producción<br />

florentina de 1998, con dirección<br />

de Lev Dodin (que se<br />

ha encargado personalmente<br />

de la revisión) y escenografía<br />

de David Borovsky. La esce-<br />

FLORENCIA<br />

Escena de Una Lady Macbeth del distrito de Mzensk de Shostakovich<br />

na en madera, de fuerte<br />

sugestión, evoca una factoría<br />

campesina, pero no de<br />

manera realística-descriptiva,<br />

y ofrece a la acción un espacio<br />

fijo muy articulado, dispuesto<br />

sobre dos planos con<br />

muchas aperturas. Sólo en la<br />

desolada escena final las<br />

paredes de la parte superior<br />

del edificio desaparecen, y<br />

todo se transforma en el gélido<br />

paisaje invernal. En este<br />

espacio, la dirección de escena<br />

daba la necesaria evidencia<br />

(quizá tal vez incluso<br />

demasiado naturalística) a la<br />

brutalidad de las situaciones,<br />

y siempre era de intensidad<br />

emocionante, con momentos<br />

visionarios inolvidables (por<br />

ejemplo, la escena final);<br />

todos los cantantes actuaron<br />

magníficamente. Se dio relieve<br />

aun al papel de la orquesta,<br />

subrayado al elevarla al<br />

nivel de la escena.<br />

La protagonista era Jeanne-Michèle<br />

Charbonnet, a la<br />

que se perdonaban algunas<br />

notas forzadas en el agudo<br />

por la intensidad expresiva<br />

de su interpretación. Su<br />

amante miserable era Sergei<br />

Kunaev; el suegro, el poderoso<br />

Vladimir Vaneev; el<br />

marido, Vsevolod Grivnov;<br />

pero todo el reparto y los<br />

conjuntos florentinos ofrecieron<br />

una bellísima versión.<br />

Y de verdad admirable la<br />

dirección de James Conlon<br />

por la intensa y a la vez lucidísima<br />

adhesión a todos los<br />

aspectos (grotesco, trágico,<br />

lírico) de la incandescente<br />

energía expresiva de esta<br />

ópera.<br />

Paolo Petazzi<br />

Festival de los dos Mundos<br />

SIN LOS MENOTTI<br />

29-VI-2008. Orquesta del Siglo XVIII. Director: Frans Brüggen. Beethoven, Tercera. 29-VI-2008. Roussel, Padmâvatî. Nicole<br />

Piccolomini, John Bellemer, Giorgio Surian, Jean-Vicent Blot. Coro del Teatro Châtelet. Sinfónica Nacional de Praga. Director<br />

musical: Emmanul Villaume. Director de escena: Sanjay Leela Bhansali. Coreografía: Tanusree Shankar. 4-VII-2008.<br />

Orquesta Nacional de Lyon. Director: Philippe Grammatico. Obras de Debussy y Poulenc.<br />

52<br />

La LI edición del Festival<br />

de los dos mundos ha<br />

sido la primera que no<br />

ha pertenecido a los<br />

Menotti: el exministro de<br />

Bienes Culturales Francesco<br />

Rutelli nombró, en enero,<br />

director artístico al director<br />

de escena Giorgio Ferrara.<br />

¡Todo ha cambiado! La<br />

música ha sido desplazada a<br />

favor del teatro; de los tres<br />

conciertos en la plaza, sólo<br />

se conservan dos, el inaugural<br />

y el del aniversario de<br />

Gian Carlo Menotti. Los Conciertos<br />

de Mediodía, han<br />

emigrado del Teatro Caio<br />

Melisso al S. Nicolò y ahora<br />

son a las siete; una única<br />

ópera: Padmâvatî de Albert<br />

SPOLETO<br />

Roussel en la fantasmagórica<br />

producción del Théâtre du<br />

Châtelet. Ópera-ballet, en<br />

realidad, auténtico amasijo<br />

de danzas y músicas, una<br />

fantasía esteticista hija del<br />

orientalismo decadente de<br />

principios del siglo XX, pero<br />

propuesta en una maravillosa,<br />

rica y cautivadora puesta<br />

en escena en el más puro<br />

estilo kitsch de Bollywood,<br />

del que es una estrella el<br />

director teatral Sanjay Leela<br />

Bhansali, con elefantes,<br />

tigres y caballos como para<br />

atiborrar la escena. Como se<br />

gasta dinero público… Excelente<br />

la dirección de Emmanuel<br />

Villaume, que encontró<br />

el punto justo con la Sinfóni-<br />

ca Nacional de Praga y el<br />

sensacional Coro del Teatro<br />

de Châtelet. Coreografías de<br />

Tanusree Shankar, más bien<br />

de espectáculo televisivo.<br />

Ingente reparto, con puntas<br />

de excelencia, por orden:<br />

Jean-Vincent Blot (Prêtre),<br />

Nicole Piccolomini (Padmavatî),<br />

John Bellemer (Nakamti)<br />

y Giorgio Surian (Alloudin),<br />

algo errátil la dicción<br />

francesa de los dos últimos.<br />

Una verdadera perla es Die<br />

Dreigroschenoper de Kurt<br />

Weill. Teatro musical con texto<br />

de Bertolt Brecht, con la<br />

felicísima dirección de<br />

Robert Wilson, cuya rigurosidad<br />

abstracta expone magníficamente<br />

el espíritu del texto,<br />

una dirección cuidadísima<br />

en todos los detalles. El Berliner<br />

Ensemble estuvo simplemente<br />

espléndido, como<br />

todos los actores, inolvidable.<br />

Luego un guiño: la<br />

Historia de Babar de Francis<br />

Poulenc interpretada por<br />

Didier Sandre y elementos<br />

de la Orquesta Nacional de<br />

Lyon. Por fin, original reencuentro<br />

de Frans Brüggen, a<br />

la cabeza de la Orquesta del<br />

Siglo XVIII, con la Tercera<br />

Sinfonía de Beethoven. Una<br />

pena que no hayan sido producciones<br />

del Festival, pero<br />

obviamente era una edición<br />

de transición.<br />

Franco Soda


ACTUALIDAD<br />

ITALIA<br />

Estreno de una ópera de Bacalov<br />

LO QUE BORGES NOS<br />

DICE<br />

Teatro dei Rozzi. 9 VII 2008. Bacalov, Y Borges cuenta que…<br />

Roberto Abbondanza, Gabriella Sborgi, Paolo Coni.<br />

Orquesta de la Toscana. Director musical: Luis Bacalov.<br />

Director de escena: Giorgio Barberio Corsetti. Coreografía:<br />

Anna Paola Bacalov y Alex Cantarelli. Escenografía y<br />

vestuario: Cristian Traborrelli.<br />

Pietro Cinotti<br />

En la LXV Semana Musical<br />

de Siena, y como es<br />

tradicional en los últimos<br />

años, se estrenó una ópera<br />

encargada por la Accademia<br />

Musicale Chigiana. Ha<br />

sido la ocasión de Y Borges<br />

cuenta que… del compositor<br />

argentino Luis Bacalov, premiado<br />

con el Oscar por la<br />

banda sonora de El cartero y<br />

Pablo Neruda. Ha sido un<br />

acierto, como ocurre rara vez<br />

en la música contemporánea.<br />

Una joya: la duración —una<br />

hora larga— es la justa; la<br />

dirección de escena, de desacostumbradas<br />

belleza y eficacia;<br />

las coreografías,<br />

urgentes y expresivas; ligera<br />

la música, que se desarrolla a<br />

lo largo de toda la ópera<br />

sobre el filo canalla de ritmos<br />

de baile. La ópera, libremente<br />

inspirada en Jorge Luis<br />

Borges, es en verdad una<br />

ópera-ballet, sobre libreto a<br />

seis manos de Bacalov mismo,<br />

Alberto Muñoz y Carlo<br />

Sessanio, narra el suicidio<br />

por deshonor del padre de<br />

Ester que Borges (voz de<br />

narrador sobre la escena:<br />

estupendo Carlos Branca), se<br />

divierte, jugando con los personajes,<br />

a hacer fruto de un<br />

engaño a Francisco que<br />

quiere quitarle Ester a Raimundo.<br />

Historia trágica que<br />

acaba con sangre; Bacalov<br />

sabe exprimir los sentimientos<br />

¡y de qué manera! La<br />

SIENA<br />

ópera es coherente con el<br />

más puro estilo Bacalov, casi<br />

una banda sonora, bien que<br />

atractivamente rica de sugerencias<br />

y colores sudamericanos,<br />

sobre todo en las danzas<br />

(milonga y tango). La<br />

Orquesta de la Toscana —<br />

con una sonoridad casi de<br />

big band—, dirigida por el<br />

compositor, estuvo admirable<br />

en la concisión de los ritmos,<br />

el uso del bandoneón<br />

(Juan José Mosalini), las percusiones<br />

(maracas incluidas),<br />

el piano y sobre todo trompeta<br />

y trombón (excelente).<br />

Giorgio Barberio Corsetti firmó<br />

una dirección de escena<br />

inteligente y eficaz, con proyecciones<br />

de la escena, pero<br />

desde un punto de vista distinto<br />

al del espectador y<br />

numerosos primeros planos<br />

muy cinematográficos. Una<br />

rigurosa caja negra la puesta<br />

en escena de Christian Taraborrelli;<br />

las coreografías de<br />

Paola Bacalov y Alex Cantarelli,<br />

con tangos, milongas y<br />

capoeiras, fueron de sintética<br />

eficacia. Estupendos los actores-bailarines<br />

que alternaron<br />

fluidos pasos de baile con su<br />

capacidad actoral. Una pena<br />

que sólo haya habido dos<br />

funciones —con las localidades<br />

agotadas— con gran éxito.<br />

¡Que se edite al menos en<br />

DVD!<br />

Franco Soda<br />

53


ACTUALIDAD<br />

ITALIA<br />

Mann según Britten<br />

MUERTE EN LA BIBLIOTECA<br />

Teatro La Fenice. 20-VI-2008. Britten, Death in Venice. Marlin Miller, Scott Hendricks, Alessandro Riga. Director<br />

musical: Bruno Bartoletti. Director de escena, decorados y vestuario: Pier Luigi Pizzi.<br />

La última ópera de Britten,<br />

Muerte en Venecia,<br />

(1970-73) se representa<br />

raramente en Italia (y no<br />

sólo en Italia): Venecia<br />

albergó la primera versión<br />

fuera de Gran Bretaña<br />

en 1973, 26 años después<br />

vino la primera producción<br />

en Génova en 1999, y ahora<br />

a Venecia regresa la producción<br />

genovesa de Pizzi. No<br />

es fácil montar Muerte en<br />

Venecia recogiendo el carácter<br />

particular de una ópera<br />

pobre en sucesos, que tiene<br />

casi la condición de un<br />

monólogo interior. Con<br />

magistral seguridad y gran<br />

riqueza de claroscuros Britten<br />

diferencia las reflexiones<br />

más directamente ligadas a<br />

los hechos y a la acción (en<br />

verso, con orquesta) de las<br />

de naturaleza más filosófica<br />

e interior (en prosa, con<br />

VENECIA<br />

raras intervenciones del piano)<br />

en el lento, sofocante<br />

envenenamiento que lleva al<br />

protagonista a la muerte. Los<br />

momentos menos convincentes<br />

pertenecen siempre a<br />

los intentos de introducir elementos<br />

de variedad narrativa<br />

convencional en una dramaturgia<br />

que ya en la elección<br />

del tema desafía las convenciones.<br />

Se crea una red de<br />

alusiones y conexiones simbólicas,<br />

confiando a un único<br />

intérprete (un barítono),<br />

las partes del viajero, el<br />

anciano atildado, el gondolero,<br />

el director del hotel, el<br />

barbero y de Dioniso (al que<br />

se contrapone un Apolo contratenor).<br />

Con unos materiales<br />

a menudo elementales,<br />

aprovechados por medio de<br />

una escritura magra y espectral,<br />

donde gestos mínimos<br />

asumen gran significado,<br />

Britten evoca el relato de<br />

Mann en una dimensión<br />

mágica, suspendida y fuera<br />

del tiempo.<br />

Para una ópera así se<br />

podría pensar en un espectáculo<br />

más sobrio y esencial,<br />

distinto del muy elegante y<br />

Michele Crosera<br />

rico en cambios de escena<br />

ideado por Pizzi, que sin<br />

embargo era muy sugestivo<br />

por el modo en que definía<br />

un clima de fúnebre visión<br />

onírica que recordaba a veces<br />

La isla de los muertos de Böcklin.<br />

La danza tiene una parte<br />

importante en la ópera (Tadzio<br />

no canta, es un bailarín,<br />

en Venecia Alessandro Riga):<br />

la coreografía se confió a<br />

Gheorghe Iancu, con dignos<br />

resultados. Muy buena la ejecución<br />

musical, dirigida por<br />

Bruno Bartoletti con rara sensibilidad<br />

e inteligencia y no<br />

sin enérgica tensión. Perfecto<br />

protagonista era el tenor Marlin<br />

Miller; sensacional también<br />

Scott Hendricks en los<br />

siete papeles baritonales y<br />

bien el contratenor Razek-<br />

François Bitar y los otros.<br />

Paolo Petazzi<br />

Recuperada la versión original de Edgar<br />

TRUCULENCIAS<br />

Teatro Regio. 25-VI-2008. Puccini, Edgar. José Cura, Amarilli Nizza, Julia Gertseva, Marco Vratogna, Carlo Cigni.<br />

Director musical: Yoram David. Director de escena: Lorenzo Mariani. Decorados y vestuario: Maurizio Balò.<br />

54<br />

La segunda ópera de<br />

Puccini, Edgar (1885-<br />

1889), que el compositor<br />

con lúcida conciencia<br />

consideraba un fallo y<br />

que no se representa casi<br />

nunca, ha sido propuesta en<br />

Turín en la versión original<br />

en cuatro actos que se estrenó<br />

en la Scala en 1889,<br />

reconstruida por Linda B.<br />

Fairtile (incluso sobre la base<br />

de autógrafos recientemente<br />

reencontrados) con la colaboración<br />

de Gabriele Dotto y<br />

Claudio Toscani. Se ha podido<br />

comprender así cómo<br />

Puccini en diversas fases<br />

revisó y cortó la primera versión.<br />

El compositor sabía<br />

bien que el problema de<br />

Edgar era la planta dramática<br />

débil del pésimo libreto de<br />

Ferdinando Fontana, que<br />

había transformado mal La<br />

TURÍN<br />

coupe et les lèvres de Alfred<br />

de Musset en un drama lírico<br />

truculento, que acogía sugestiones<br />

de espectacularidad<br />

de la gran ópera, de La Gioconda,<br />

pero también de Carmen<br />

(en la contraposición de<br />

los dos personajes femeninos<br />

principales). Hay aspectos<br />

notables en la escritura y en<br />

la instrumentación, y no faltan<br />

páginas ya completamente<br />

dignas de Puccini<br />

(como la gran escena fúnebre<br />

al comienzo del tercer<br />

acto), pero se pierden en un<br />

contexto dramático no congenial<br />

y de calidad musical<br />

muy discontinua. El error de<br />

Edgar sirvió a Puccini para<br />

tomar conciencia definitiva<br />

de sí y de lo que debía evitar.<br />

En esencia, el error no<br />

podía ser corregido. Las revisiones<br />

principales fueron<br />

sobre todo cortes, en general<br />

oportunos. No hay nada<br />

que salvar en el segundo<br />

acto, que fue reducido casi a<br />

la mitad, y en general la eliminación<br />

de algunos aspectos<br />

cercanos al gusto de la<br />

grand-opéra, pero el deseo<br />

de brevedad, que indujo a<br />

cortar entero el acto cuarto,<br />

modificando el final del tercero,<br />

tiene una consecuencia<br />

desagradable, la pérdida del<br />

largo dúo entre Edgar y<br />

Fidelia. Es una de las páginas<br />

más auténticamente puccinianas,<br />

como en verdad<br />

toda la parte de Fidelia, porque<br />

la devota enamorada de<br />

Edgar (que acabará muerta<br />

por su rival Tigrana) estaba<br />

cerca de la sensibilidad del<br />

compositor.<br />

Gracias a la cuidadosa e<br />

inteligente dirección de<br />

Yoram David en Turín las<br />

características esenciales de<br />

la ópera han aparecido claramente<br />

delineadas. Amarilli<br />

Nizza como Fidelia, Julia<br />

Gertseva como Tigrana y<br />

Marco Vratogna como Frank<br />

dieron un rendimiento de<br />

buen nivel. La difícil parte<br />

del protagonista se había<br />

confiado a José Cura, que<br />

pareció discontinuo, llevado<br />

a forzar en los tres primeros<br />

actos y más convincente en<br />

el último. En dificultades<br />

(comprensible, visto el texto)<br />

el director de escena Lorenzo<br />

Mariani, que ha traspuesto<br />

la improbable trama a la<br />

época de Puccini y se ha<br />

limitado a realizar de manera<br />

un poco desmañada esta<br />

modesta idea.<br />

Paolo Petazzi


ACTUALIDAD<br />

SUIZA<br />

Proyecto Martha Argerich<br />

EN LOS DOMINIOS DE MARTHA, LA INDOMABLE<br />

Palacio de Congresos. 28-VI-2008. Martha Argerich, Nicolas Angelich, piano; Gautier Capuçon, violín. Orquesta de la<br />

Suiza Italiana. Director: Charles Dutoit.<br />

Martha Argerich lleva siete<br />

años haciendo de la<br />

pequeña (y riquísima)<br />

ciudad fronteriza de Lugano<br />

su cuartel general. Es<br />

aquí, a tiro de piedra de<br />

Italia, donde vio la luz en<br />

2002 el Progetto Martha Argerich,<br />

un proyecto “rico, múltiple<br />

y contradictorio”, según<br />

los expertos, que reúne a primeros<br />

espadas del piano, el<br />

violín o la dirección con intérpretes<br />

emergentes. Factor<br />

común: “todos cobran lo mismo,<br />

pues aquí no hay sitio<br />

para divos y estrellas”, explica<br />

con una sonrisa Stéphanie,<br />

hija de Martha Argerich.<br />

Este “progetto” se ha convertido<br />

en su refugio tras la<br />

fallida experiencia en su ciudad<br />

natal de Buenos Aires.<br />

Allí, el intento de sacar ade-<br />

LUGANO<br />

R.Carrizo Couto<br />

lante otro festival con su<br />

nombre chocó frontalmente<br />

con enormes dificultades<br />

financieras, organizativas, e<br />

incluso políticas. “Martha<br />

quedó muy dolida tras ese<br />

fracaso”, comentó una observadora<br />

cercana a la diva. Una<br />

situación frustrante, que<br />

cambiaría al obtener en<br />

Lugano el apoyo de la Banca<br />

Suiza Italiana (BSI) para el<br />

aspecto financiero del festival<br />

y las infraestructuras de<br />

la radio local (RSI) para la<br />

tecnología.<br />

Un invitado de honor en<br />

esta edición fue Alexis Weissenberg,<br />

de quien se presentó<br />

la pieza La fugue, en presencia<br />

del anciano compositor<br />

y pianista, aquejado de<br />

serios problemas de salud. La<br />

obra es un interesante experimento<br />

a medio camino entre<br />

la ópera de cámara y el jazz.<br />

En el concierto de clausura,<br />

arropada por la Orquesta<br />

de la Suiza Italiana dirigida<br />

por su ex-marido, Charles<br />

Dutoit, Argerich sentó cátedra<br />

desatando una tempestad<br />

sonora con el Tercer Concierto<br />

de Prokofiev, uno de sus<br />

eternos “caballitos de batalla”.<br />

Una experiencia que críticos<br />

europeos calificaron<br />

como “simplemente genial”.<br />

Igualmente, las versiones del<br />

Concierto en sol de Ravel en<br />

las manos de Nicolas Angelich,<br />

y del Primer Concierto<br />

de Bartók en el violín de<br />

Gautier Capuçon, fueron<br />

memorables. En la recepción<br />

posterior, Argerich tuvo un<br />

raro instante de charla con<br />

este cronista. Al ser interrogada<br />

por su valoración de la<br />

velada dijo con una sonrisa<br />

cansada: “no ha estado mal,<br />

pero podría haber sido<br />

mejor”. Aunque a juzgar por<br />

las miradas de los presentes,<br />

había sido una noche de<br />

magia en compañía de uno<br />

de los últimos “monstruos<br />

sagrados” de la música.<br />

Rodrigo Carrizo Couto<br />

XV Festival de Verbier<br />

VIEJOS Y NUEVOS LEONES<br />

18, 19-VII-2008. Radu Lupu, piano. Orquesta del Festival de Verbier. Director: Paavo Järvi. Obras de Strauss, Mozart y Brahms-<br />

Schoenberg. Miklós Perényi, violonchelo. Obras de Kodály y Bach. Alisa Weilerstein, violonchelo; Jonathan Gilad, piano. Obras<br />

de Beethoven, Britten, Golijov y Chopin. Boris Berezovski, piano. Obras de Schumann y Liszt.<br />

56<br />

Antes de comenzar el<br />

concierto de apertura de<br />

la decimoquinta edición<br />

del Festival de Verbier, su<br />

director, Martin T:son<br />

Engstroem confirmaba lo<br />

que ya se hablaba en voz<br />

baja. La banca UBS deja de<br />

patrocinar la Orquesta del<br />

Festival —aunque formando<br />

parte de las empresas que lo<br />

sostienen— y la formación<br />

pasará a ser financiada por<br />

entidades locales y cantonales.<br />

La cultura en Suiza<br />

depende en gran medida de<br />

la iniciativa privada y la crisis<br />

de las subprime también le<br />

ha llegado. Dicho lo cual<br />

comenzó la música y qué<br />

música. Se esperaba la presencia<br />

del gran Radu Lupu y<br />

no fue en vano. Qué músico<br />

fascinante. Tras su apariencia<br />

de viejo león, su aire adusto,<br />

su forma de sentarse al pia-<br />

VERBIER<br />

no, su aparente estar sin<br />

estar sigue latiendo la grandeza<br />

de un estilo único, de<br />

esa manera de frasear que<br />

hizo de su Mozart —el Concierto<br />

K. 491— una experiencia<br />

literalmente inolvidable.<br />

El acompañamiento de<br />

Paavo Järvi fue modélico,<br />

con esos detalles que maneja<br />

como pocos y que le han<br />

llevado a ser uno de los<br />

grandes directores del presente,<br />

así el modo de articular<br />

las intervenciones de las<br />

maderas en el tiempo lento.<br />

Sensacional el Cuarteto con<br />

piano nº 1 de Brahms en la<br />

orquestación de Schoenberg<br />

y preciso y directo su Don<br />

Juan de Strauss.<br />

La serie de música de<br />

cámara arrancó con otro<br />

acontecimiento. Nada menos<br />

que Miklós Perényi con la<br />

Sonata de Kodály y la Suite<br />

nº 6 de Bach. El gran violonchelista<br />

húngaro está en la<br />

cima de su arte, su técnica es<br />

proverbial, como su musicalidad<br />

y su hondura, pero lo<br />

de su Kodály va más allá de<br />

lo imaginable hoy por hoy.<br />

No le anduvo a la zaga, desde<br />

luego, el Bach de la Sexta<br />

Suite, con un sentido afirmativo,<br />

un punto rústico, que<br />

hizo de contrapeso perfecto<br />

a la densidad conceptual con<br />

que abordó la obra del<br />

magiar. En el mismo escenario,<br />

la joven violonchelista<br />

americana Alisa Weilerstein<br />

—acompañada por Jonathan<br />

Gilad al piano— impresionaba<br />

por su mecanismo impecable<br />

y su expresividad<br />

intensa pero también crispaba<br />

un poco, al menos a<br />

quien esto firma, por una<br />

tendencia a sobreactuar, por<br />

una gestualidad un punto<br />

demagógica que debiera<br />

corregir.<br />

Al día siguiente, el ruso<br />

Boris Berezovski demostraba<br />

por qué es uno de los pianistas<br />

más interesantes de su<br />

generación. Sus Davidsbündlertänze<br />

de Schumann fueron<br />

de menos a más, como si<br />

necesitara calentar un poco<br />

los dedos antes de ir exhibiendo<br />

una clase apabullante.<br />

La Sonata en si menor de<br />

Liszt fue leída con una fuerza<br />

incontenible pero también<br />

graduando muy bien su crecimiento<br />

expansivo. Por si fuera<br />

poco, el Preludio op. 23, nº<br />

2 de Rachmaninov, ofreci8,do<br />

como propina, cerraba el círculo:<br />

del viejo león que parece<br />

dormido pero a fe que no<br />

lo está a este de las garras<br />

bien afiladas.<br />

Luis Suñén


ACTUALIDAD<br />

SUIZA<br />

William Christie dirige un excelente Rinaldo<br />

LA GUERRA DE LOS SEXOS<br />

Opernhaus. 15-VI-2008. Haendel, Rinaldo. Juliette Galstian, Malin Hartelius, Liliana Nikiteanu, Ann Helen Moen, Ruben<br />

Drole. Director musical: William Christie. Director de escena: Jens-Daniel Herzog. Decorados y vestuario: Christian Schmidt.<br />

Hay guerra. Pero no hay<br />

cruzada. O sólo un poco,<br />

tal como la conocemos<br />

hoy por las actuales guerras<br />

de religión: orientales<br />

ataviados con barbas y<br />

gafas de sol se enfrentan a<br />

occidentales con impecables<br />

trajes. ¿O se trata más bien<br />

de la lucha entre dos grandes<br />

empresas por el dominio<br />

del mercado? En cualquier<br />

caso, Jens-Daniel Herzog<br />

presenta a los caballeros de<br />

Goffredo como figuras extraídas<br />

de un tapiz medieval,<br />

uniformemente sincronizados,<br />

lo que permite al ballet<br />

su primera, pero no última,<br />

gran intervención.<br />

El director de escena<br />

conduce con sabiduría a sus<br />

personajes en esta lucha de<br />

culturas. Es también un combate<br />

entre lo femenino y sensorial,<br />

encarnado en el reino<br />

ZÚRICH<br />

Franz Welser-Möst atacó<br />

con decisión la obertura,<br />

buscando el gesto emocional<br />

de la gran ópera, aunque<br />

también supo resaltar<br />

los detalles ocultos en la partitura,<br />

logrando descubrir<br />

nuevas voces en una ópera<br />

tan conocida. Sus tempi llevaron<br />

en ocasiones al coro y<br />

a la orquesta al límite de sus<br />

posibilidades, aunque tuvo<br />

mayor sensibilidad con los<br />

solistas, sobre todo con Vesselina<br />

Kasarova, a la que se<br />

le permitió prácticamente<br />

todo. Esto llevó a la cantante<br />

búlgara a cometer ciertos<br />

excesos, sobre todo en lo<br />

vocal, donde exhibió abundantes<br />

rubati e introdujo<br />

adornos a discreción, aprovechando<br />

la expectación creada<br />

por su debut en el papel.<br />

Malin Hartelius y Ruben Drole en Rinaldo de Haendel<br />

de Armida, y lo masculino y<br />

racional, que en la época de<br />

Haendel naturalmente tenía<br />

que vencer. Pero ya en su<br />

música, el compositor revela<br />

una especial simpatía por los<br />

secretos del mundo de la<br />

magia. El director de escena<br />

plantea la confusión entre<br />

Apabullante debut de Vesselina Kasarova como Carmen<br />

LA MUJER FATAL Y EL NIÑO DE MAMÁ<br />

Zúrich. Opernhaus. 28-VI-2008. Bizet, Carmen. Vesselina Kasarova, Isabel Rey, Jonas Kaufmann, Michele Pertusi, Sen<br />

Guo, Judith Schmid, Morgan Moody, Javier Camarena. Director musical: Franz Welser-Möst. Director de escena:<br />

Matthias Hartmann. Decorados: Volker Hintermeier. Vestuario: Su Bühler.<br />

El aspecto animal, indómito<br />

y erótico del personaje lo<br />

plasmó el director de escena<br />

Matthias Hartmann de una<br />

manera bastante evidente.<br />

El director del Schauspielhaus<br />

de Zúrich, que en el<br />

los sentidos sin ningún<br />

pudor, sin querer demostrar<br />

nada, sino con multitud de<br />

detalles ingeniosos y divertidos.<br />

Hay que señalar que el<br />

concepto original procedía<br />

de Claus Guth, que se puso<br />

enfermo justo antes de<br />

comenzar los ensayos.<br />

Vesselina Kasarova y Jonas Kaufmann en Carmen de Bizet<br />

verano de 2009 asumirá el<br />

mando del Burgtheater de<br />

Viena, estuvo más convincente<br />

en la dirección de<br />

actores que en las escenas<br />

de conjunto. En cualquier<br />

caso, fue apreciable su<br />

Suzanne Schwiertz Suzanne Schwiertz<br />

William Christie dirige La<br />

Scintilla, la fracción barroca<br />

de la Orquesta de la Ópera<br />

de Zúrich, que gracias a la<br />

labor de Nikolaus Harnoncourt,<br />

Marc Minkowski o el<br />

propio Christie se ha erigido<br />

al nivel de los mejores conjuntos<br />

especializados. Su versión<br />

fue coherente y expresiva,<br />

llena de pasión y de<br />

amor, haciendo que la música<br />

fluyera con absoluta naturalidad.<br />

Malin Hartelius<br />

como Armida sedujo al virtuosista<br />

Rinaldo de Juliette<br />

Galstian con su agilidad y su<br />

encanto, Ruben Drole como<br />

Goffredo se reveló también<br />

como un magnífico comediante,<br />

y Ann Helen Moen<br />

como Almirena se integró a<br />

la perfección en el excelente<br />

conjunto.<br />

Reinmar Wagner<br />

esfuerzo por tratar al coro no<br />

como una masa estática sino<br />

de forma individualizada.<br />

Don José estuvo reflejado al<br />

principio como un niño de<br />

mamá con sus gafitas redondas.<br />

Carmen irrumpe realmente<br />

en su vida como un<br />

diablo, él se enamora por<br />

completo de ella y sus celos<br />

hacen el resto. Jonas Kaufmann<br />

interpretó todo esto de<br />

manera muy creíble, y además<br />

fue capaz de cantar el<br />

personaje, utilizando con<br />

inteligencia sus generosos<br />

medios y convenciendo con<br />

su pianissimo. Isabel Rey fue<br />

una conmovedora Micaela y<br />

Michele Pertusi un vigoroso<br />

Escamillo, algo débil en el<br />

grave.<br />

Reinmar Wagner<br />

57


ENTREVISTA<br />

PATRICIA PETIBON:<br />

“LA VOZ NO PUEDE CRECER<br />

SIN LA ESCENA”<br />

Fotos: Felix Broede<br />

58<br />

Nacida en Montargis, en la región de Gâtinais, la soprano Patricia Petibon es a sus treinta y ocho años una de las<br />

cantantes francesas más solicitadas del mundo. Tras comenzar cantando en un grupo vocal renacentista y estudiar<br />

canto en el Conservatorio de París, donde fue alumna de William Christie, Petibon se orienta en primer lugar hacia<br />

la música barroca antes de vincularse rápidamente al repertorio clásico y, ya en la madurez, abrirse al siglo XX y a<br />

la creación contemporánea. SCHERZO ha entrevistado a la cantante con motivo de la publicación de su primer disco para<br />

Deutsche Grammophon mientras se encontraba en Viena cantando una zarzuela.


ENTREVISTA<br />

PATRICIA BETIBON<br />

¿Qué está haciendo en Viena, a comienzos<br />

de julio?<br />

Le voy a sorprender: canto una zarzuela,<br />

Luisa Fernanda de Federico<br />

Moreno Torroba, con Plácido Domingo<br />

en el Theater an der Wien.<br />

¡Pero si él está ahora en París, dirigiendo<br />

The Fly en el Châtelet!<br />

Pero, usted sabe, ¡Plácido tiene<br />

varias vidas! Uno se pregunta cómo lo<br />

hace. Dirige, canta, está al frente de dos<br />

grandes teatros líricos… Hace dos años<br />

le escuché en Madrid en esta zarzuela<br />

producida por Emilio Sagi, y ahora lo<br />

encuentro en Viena. Tengo la gran suerte<br />

de tener dos dúos y un diálogo<br />

hablado con él en la obra. Estoy muy<br />

orgullosa de haber sido elegida y poder<br />

participar en esta reposición. Conocí al<br />

director de escena en Madrid, hace dos<br />

años, cuando cantaba Sor Constance en<br />

la producción de Diálogos de carmelitas<br />

presentada en el Teatro Real. En el<br />

curso de nuestra conversación le dije<br />

que adoraba ese repertorio. De hecho,<br />

desde hace muchos años, frecuento<br />

este repertorio, especialmente las canciones.<br />

Me encanta cantar en español,<br />

sobre todo en recitales. Esta música y<br />

esta cultura me fascinan. La música está<br />

muy aferrada a la tierra, al pueblo. Tanto<br />

y tan bien que resulta muy especial<br />

de cantar. También está la cultura del<br />

flamenco, la gestualidad, los ritmos.<br />

Conviene integrar todo cuando se es<br />

extranjero. Aunque no sea española,<br />

adoro esta cultura repleta de esencia<br />

popular.<br />

¿Quiénes han sido sus modelos entre sus<br />

colegas españolas?<br />

He escuchado mucho a Teresa Berganza<br />

y a Victoria de Los Ángeles. En<br />

especial los discos que esta última consagró<br />

al repertorio de zarzuela. También<br />

tengo amigos colombianos, argentinos,<br />

mexicanos, que viajan mucho.<br />

Aquí en Viena, en esta compañía española<br />

hay artistas de diversos orígenes:<br />

un mexicano, un puertorriqueño, etc.<br />

Lo cual me interesa, porque así asimilo<br />

diferentes maneras de pronunciar la<br />

lengua, pues vivo con esta compañía<br />

desde hace más de un mes. Antes de<br />

llegar a Viena, me he codeado con amigos<br />

españoles con los que he hablado<br />

mucho, sobre todo el texto de la zarzuela,<br />

y me he propuesto, ya in situ,<br />

sumergirme en este universo, impregnarme<br />

y absorber la mayor información<br />

posible. Durante los ensayos, he recibido<br />

algunos cursos de danza, trabajando<br />

las posturas, el cuerpo, el gesto, los<br />

movimientos del abanico. He comprendido<br />

hasta qué punto este último es<br />

importante, más allá de lo que había<br />

observado recorriendo España y viendo<br />

a mujeres que sujetaban abanicos. No<br />

se trata de un simple accesorio sino de<br />

un objeto que tiene su propio lenguaje.<br />

¿El hecho de firmar un contrato con DG,<br />

donde le han precedido inmensos artistas,<br />

le impresiona?<br />

Representa para mí el hecho de<br />

estar en una discográfica que tiene una<br />

cierta tradición, que es a la vez el testimonio<br />

de un pasado glorioso y de las<br />

generaciones emergentes. Un testimonio<br />

de la música clásica de nuestro<br />

tiempo, con una cierta clase.<br />

¿Elige usted el programa de sus discos?<br />

De acuerdo con el editor. Le dije al<br />

productor que me gustaría grabar repertorio<br />

del siglo XVIII alrededor de Mozart<br />

y elegimos otros compositores de la<br />

misma época clásica, Joseph Haydn y<br />

Gluck. Para mí había llegado la hora de<br />

grabar este repertorio, que canto<br />

mucho. Este disco está, por tanto, en<br />

concordancia con mi carrera de cantante.<br />

He cantado Haydn y Mozart con Harnoncourt.<br />

Fue él quien me hizo descubrir<br />

a Haydn. Este repertorio es el campo<br />

en el que doy lo mejor de mí y<br />

Mozart es el epicentro de todo cantante.<br />

El título del álbum, Amoureuses, es muy<br />

prometedor. ¿Por qué ese título y esas<br />

arias?<br />

Este programa es una especie de<br />

retrato en torno a la naturaleza femenina,<br />

sobre todo de las heroínas trágicas,<br />

ya sea la Reina de la Noche u otras<br />

como Armida. Aquí se encuentran toda<br />

clase de emociones, necesitaba arias<br />

muy contrastadas por sus caracteres,<br />

tanto en la voz como en la orquestación.<br />

Es decir, hay una gran diferencia<br />

entre Barbarina, por ejemplo, y la Reina<br />

de la Noche: no son los mismos personajes,<br />

ni tienen la misma edad, la una<br />

es maquiavélica y la otra angelical. La<br />

voz debe, por tanto, ser diferente.<br />

Encontrar extremos y matices en la voz<br />

es precisamente lo que más me interesa.<br />

La voz no sólo es un instrumento<br />

plástico, estético —en el sentido “bello”<br />

del término—, debe expresar también<br />

lo que es “feo”, rudo. La voz es una<br />

materia a la vez líquida, sólida, abrupta.<br />

Lo que me interesa de un disco es que<br />

cuente una historia, no sólo vocal sino<br />

también teatral. Un disco debe ser una<br />

dramaturgia construida alrededor de un<br />

recital. Procuro evidentemente elegir<br />

arias donde la orquestación tenga también<br />

algo que decir, que no sean sólo<br />

arias interesantes en términos musicólogicos,<br />

sino que una emoción se trasluzca<br />

de la orquestación. En las páginas de<br />

Gluck escogidas encontramos universos<br />

verdaderamente singulares desde ese<br />

punto de vista. Es un mundo muy distinto<br />

al de Mozart. Por ejemplo, en la<br />

última aria del disco, Le perfide Renaud,<br />

extraída de Armide, he querido honrar<br />

a la orquesta, que es resplandeciente.<br />

¿Fue usted quien solicitó la participación de<br />

Concerto Köln?<br />

Sí, porque la estética alemana, y<br />

particularmente la de este conjunto, es<br />

singular. Necesitaba una orquesta que<br />

tuviera una cierta fuerza en el sonido,<br />

un carácter, un color, una textura, algo<br />

comparable con la pintura. Tengo ese<br />

gusto estético, reforzado por mi largo<br />

trabajo con Nikolaus Harnoncourt. Esto<br />

es lo que nos ha aproximado a Nikolaus<br />

Harnoncourt y a mí. Estamos, al<br />

menos eso pienso, en la misma longitud<br />

de onda en cuanto a la estética de<br />

la música. He dado algunos conciertos<br />

con Concerto Köln y debo decir que<br />

cuando les oígo, todo va bien enseguida,<br />

es exactamente eso, como una simbiosis.<br />

Cuando trabajo con ellos, esa es<br />

exactamente la idea que yo me hago de<br />

una aria de Mozart, de Haydn o de<br />

cualquier otro. Es lo mismo que en los<br />

recitales con pianista: funciona o no<br />

funciona. Con Concerto Köln, hay una<br />

respiración común, mi voz se encaja en<br />

la orquesta y la orquesta se encaja en<br />

mi voz. Es un intercambio constante.<br />

Por eso la elección de la orquesta era<br />

extremadamente importante. Concerto<br />

Köln es una orquesta fabulosa en su<br />

diversidad sonora. No hay una única<br />

manera de tocar sino diferentes universos,<br />

diferentes paletas que se enriquecen<br />

y fusionan. Es un conjunto de solistas,<br />

el conjunto no es permanente ni<br />

fijo. Pero, dotados de una cierta independencia,<br />

trabajan enormemente.<br />

Cada uno tiene su responsabilidad en el<br />

seno del grupo. Hace años que tenía<br />

ganas de grabar con ellos.<br />

Daniel Harding, que dirige en este disco, se<br />

impuso en Mozart, en Aix-en-Provence, en<br />

1998, donde alternaba con Claudio Abbado<br />

en el Don Giovanni producido por Peter<br />

Brook. Además, acaba de sacar un disco<br />

Mahler, la Sinfonía n° 10 grabada en Viena.<br />

¿También lo eligió usted?<br />

Daniel Harding es un director abierto<br />

y con mucho talento. Pensamos en él<br />

porque yo quería un director acostumbrado<br />

a frecuentar toda clase de repertorios.<br />

Y Daniel es el tipo de director<br />

capaz de dirigir tan bien Mahler como<br />

Haydn. La diversidad de estilos y de<br />

repertorios le van bien. Contrariamente<br />

a lo que pueda pensarse, Concerto Köln<br />

toca también otros repertorios además<br />

del barroco. También es mi caso. He de<br />

decir que he asistido a una verdadera<br />

ósmosis entre Daniel Harding y la<br />

orquesta. Verdaderamente hemos hecho<br />

música juntos. No hemos hablado<br />

mucho durante la grabación, no sólo<br />

porque no teníamos tiempo, pero es<br />

que él vivía de tal manera la música que<br />

me parecía inútil hablar. Daniel es un<br />

cerebro de geometría variable tridimensional.<br />

Y se siente inmediatamente ese<br />

carisma en el gesto. Es excepcional.<br />

Usted inició su carrera con Les Arts Florissants.<br />

¿Por qué comenzó en la música<br />

barroca?<br />

59


ENTREVISTA<br />

PATRICIA BETIBON<br />

60<br />

Poco antes de mi entrada en el Conservatorio<br />

de París, en la clase de<br />

Rachel Yakar, había cantado música del<br />

Renacimiento, en Tours, con el Ensemble<br />

Jacques Moderne. Pero cuando<br />

ingresé en el Conservatorio mi repertorio<br />

era Mozart y Richard Strauss y recibí<br />

un premio con Zerbinetta. Aquello<br />

era el epicentro de mi voz. Pero quise<br />

profundizar. Pensé que sería bueno tantear<br />

algo del repertorio barroco.<br />

William Christie enseñaba entonces en<br />

el Conservatorio, fui a verle después de<br />

haber picoteado en la clase de Christophe<br />

Rousset, que también estaba allí de<br />

profesor. Christie me reclutó al instante.<br />

Me quedé tan sorprendida que inmediatamente<br />

renuncié a abandonar Francia<br />

para formar parte de una compañía<br />

lírica en Zúrich o Alemania. Permanecí<br />

con Christie, que acompañó mis<br />

comienzos. Participé en la producción<br />

de David et Jonathas, después en una<br />

gira por Sudamérica en torno a Marc-<br />

Antoine Charpentier, canté el Mesías, El<br />

rapto en el serrallo, Hippolyte et Aricie y<br />

participé en discos de Erato, con programas<br />

Couperin, Las indias galantes, Il<br />

Sant’Alessio, etc.<br />

¿Qué ha aportado el repertorio barroco al<br />

desarrollo de su carrera?<br />

Muchísimo porque, gracias a Christie,<br />

he aprendido a trabajar una partitura<br />

barroca, donde no todo está inscrito.<br />

Conviene adueñarse del personaje,<br />

colorearlo, otorgarle relieve imaginando<br />

cadencias que correspondan, a la vez,<br />

al papel y a tu personalidad vocal. En<br />

cuanto a las ornamentaciones hay todo<br />

un código, un estilo, y, al mismo tiempo,<br />

es posible, pese a todo, otorgarles<br />

tu propia lectura. Es muy interesante.<br />

Más adelante he abordado todo tipo de<br />

repertorios, pero con un oído diferente.<br />

Procuro siempre profundizar. Por<br />

supuesto respeto totalmente al compositor,<br />

pero procuro poner de relieve<br />

otros valores. No quiero contentarme<br />

con ser un clon.<br />

¿Sus estudios de musicología en la universidad<br />

le permiten analizar con más precisión<br />

las partituras que trabaja?<br />

Esos estudios me han aportado<br />

mucho. Pero, al mismo tiempo, como<br />

muy bien dice Harnoncourt, hay que<br />

amar la musicología, cierto, pero también<br />

hay que ser músico. Es imposible<br />

regresar al pasado. Es evidente que hoy<br />

no se canta de la misma forma. Por tanto,<br />

la música debe estar ahí, espontánea,<br />

viva, no en un museo. Me gusta la<br />

musicología pero a condición de que<br />

sea servida inteligentemente.<br />

A menudo emplea el lenguaje de las artes<br />

plásticas para hablar de música. ¿Se debe a<br />

que estudió Bellas Artes?<br />

No llegué a terminar mis estudios<br />

porque, entre medias, descubrí mi vocación:<br />

el canto. En aquella época, me gus-<br />

taba dibujar, yo tenía un buen trazo y<br />

quería explotarlo. De hecho, quizá tuve<br />

miedo de no tener éxito. El dibujo, la<br />

pintura, son muy distintos al canto. Pero<br />

hoy, me intereso por todos los aspectos<br />

del teatro, la estética que lo rodea y que<br />

es un verdadero arte: los decorados, el<br />

vestuario, la iluminación. Si muestro un<br />

gran interés por el arte, también creo<br />

que todos los músicos se interesan por<br />

la pintura. Forma parte de nuestro universo.<br />

No sólo tenemos un par de orejas,<br />

también tenemos un par de ojos. Oímos<br />

con los ojos y vemos con las orejas. Las<br />

artes plásticas son especiales porque<br />

requieren mucho valor, todo es muy<br />

complicado. Todo trabajo creativo es<br />

algo muy particular. Pero yo soy una<br />

intérprete, no una creadora.<br />

Pero, como dijo antes, la interpretación<br />

consiste también en ir más allá de lo que se<br />

encuentra entre las notas.<br />

Pienso que, en la interpretación,<br />

hay también un trabajo de creación.<br />

Pero quien ha hecho el mayor trabajo<br />

es, sin embargo, el compositor. Intérpretes<br />

siempre habrá muchos pero el<br />

compositor es único. Hablando de pintura,<br />

lo que me interesaba era el aspecto<br />

más creativo. No estaba interesada<br />

por la publicidad o el diseño. Quizá en<br />

aquella época debería haber pensado<br />

en los decorados teatrales, pero entonces<br />

era demasiado joven para reflexionar.<br />

Hoy es cierto que esto me fascina.<br />

Saco tiempo para observar lo que pasa<br />

a mi alrededor y hablar con los directores<br />

de escena de su trabajo.<br />

¿Discute con ellos sobre sus elecciones<br />

escénicas?<br />

Raras veces discuto porque no soy<br />

conflictiva trabajando. Todo lo que pido<br />

es respeto hacia la personalidad del<br />

cantante. Soy muy sacrificada; confío en<br />

el director de escena. Estoy ahí para<br />

servirle, para que él me dé forma según<br />

la idea que tiene de una obra. Es<br />

importante confiar.<br />

Después de Christie, usted ha trabajado<br />

con John Eliot Gardiner y luego con Nikolaus<br />

Harnoncourt. Más adelante con Marc<br />

Minkowski. Todos poseen grandes personalidades.<br />

¿Cuáles son los métodos de trabajo<br />

de cada uno?<br />

Su trabajo es siempre muy concienzudo.<br />

Las estéticas son evidentemente<br />

muy diferentes. Eso se constata en el<br />

color de sus orquestas. Los colores de<br />

las orquestas siempre me han fascinado.<br />

Se reconoce una orquesta como se<br />

reconoce una voz. O, lo que es más<br />

importante, se percibe una personalidad.<br />

Por lo que concierne a la orquesta,<br />

el director la moldea, le otorga un<br />

carácter. Eso requiere años de trabajo.<br />

Con William Christie he hecho mucha<br />

música francesa. En él se encierra todo<br />

el refinamiento de la música francesa,<br />

que comprende a la perfección. Le<br />

resulta totalmente natural aunque sea<br />

estadounidense. Conoce la declamación,<br />

las ornamentaciones. Le gusta trabajar<br />

sobre la ausencia o no de vibrato.<br />

Es estupendo trabajar con él. Lo que<br />

también me gusta de él es que hace<br />

muchos retoques en el transcurso de las<br />

representaciones. Busca continuamente<br />

mejorar, es una especie de laboratorio.<br />

Los días de las representaciones convoca<br />

a la orquesta y a los cantantes, necesita<br />

trabajar continuamente. No se duerme<br />

en los laureles.<br />

Los otros tampoco, supongo.<br />

Por supuesto, pero quiero decir que<br />

hay diferentes ritmos. No piense que<br />

esto sea un problema de confianza,<br />

pero esto forma parte de su manera de<br />

vivir la música, el espectáculo. Es muy<br />

meticuloso.<br />

¿Cuáles son sus puntos de “ósmosis” con<br />

Nikolaus Harnoncourt?<br />

Con él he trabajado mucho Mozart<br />

y Haydn, lo que no hice con Christie.<br />

Verdaderamente no puedo compararlos.<br />

Por lo que concierne a Harnoncourt,<br />

me entiendo a la perfección. Lo<br />

extraordinario con él es que atiende<br />

también a sugerencias, a ideas. Me<br />

acuerdo de haber hecho con él Die<br />

Schuldigkeit des ersten Gebots, un oratorio<br />

de juventud de Mozart —¡Mozart<br />

tenía once años!— que contiene arias<br />

con largas repeticiones. No se acaban<br />

nunca. Conviene encontrar algo que las<br />

valorice, adornarlas para darles carácter.<br />

Yo hacía un personaje mitad angélico<br />

mitad maquiavélico. Necesita encontrar<br />

ornamentaciones muy especiales<br />

para darle un toque guasón, pícaro,<br />

bromista. Al final del aria, realicé una<br />

cadencia nada académica pero centrada<br />

en el temperamento del personaje, una<br />

cadencia un poco extravagante. Harnoncourt<br />

me miró, me dijo: “Bueno,<br />

bah, muy bien”. Así es Harnoncourt. Por<br />

una parte el gran musicólogo que<br />

conoce perfectamente la música barroca,<br />

sus tratados, y al mismo tiempo el<br />

músico que, cuando le cantas un aria<br />

de forma convincente, agradece tu elección.<br />

Lo que también me gusta de él es<br />

su proximidad, la posibilidad de decirle<br />

cualquier cosa. Tenemos en él a un verdadero<br />

defensor de la voz, siempre al<br />

servicio de los cantantes, de la música.<br />

Es excepcional. Vive intensamente la<br />

música y no está anclado en una interpretación.<br />

Replantea cosas, cambia el<br />

tempo según los intérpretes, se adapta a<br />

las circunstancias.<br />

¿Y John Eliot Gardiner?<br />

Es la gran clase. Es un hombre extremadamente<br />

escrupuloso, extraordinariamente<br />

preciso respecto a lo que espera<br />

de una voz. Tuve que hacer una producción<br />

con él, Orfeo y Eurídice de Gluck.<br />

Recuerdo que esperaba cosas precisas<br />

de los cantantes, un color, un carácter.


ENTREVISTA<br />

PATRICIA BETIBON<br />

Con él, no es a la derecha o a la izquierda,<br />

tampoco en el centro. Es en algún<br />

lugar entre el centro y la izquierda. Ha<br />

sido encantador, he aprendido mucho<br />

con él también. Su orquesta es sublime<br />

y su coro extraordinario.<br />

Entre los directores franceses de repertorio<br />

barroco usted ha trabajado con Marc<br />

Minkowski.<br />

Otra personalidad que no tiene nada<br />

que ver con los demás. Su orquesta<br />

también es formidable. Con Marc hice<br />

Ariodante de Haendel, en el papel de<br />

Dalinda. Todas estas orquestas procuran<br />

placer al cantar, por más que sus identidades<br />

sean totalmente diferentes. Es<br />

algo que aporta mucho a los cantantes<br />

porque es importante variar las estéticas.<br />

Marc es también un hombre de teatro,<br />

muy predispuesto a los contrastes.<br />

No tiene miedo a adoptar tempi muy<br />

lentos y tempi muy vivos. Juega con los<br />

extremos, incluidos los colores de la<br />

voz. En Platée, por ejemplo, obra en la<br />

que trabajé por primera vez con él,<br />

pude evaluar la importancia de sus osadías,<br />

que me sedujeron inmediatamente.<br />

¿Cómo conoció a Daniel Harding?<br />

Participé en una gala dirigida por él<br />

en Salzburgo, con Anna Netrebko, Magdalena<br />

Kozena, Ekaterina Siurina,<br />

Michael Schade, Thomas Hampson y<br />

René Pape. Así fue como le conocí. Me<br />

impresionó con la Filarmónica de Viena.<br />

Su carrera es sorprendente: comenzó<br />

con menos de veinte años, como asistente<br />

de Claudio Abbado, y recorre todo<br />

tipo de repertorios con el mismo éxito.<br />

De todos modos hoy todo se mueve, los<br />

repertorios se transmiten porque hay<br />

nuevos intérpretes y nuevas facetas. Está<br />

bien que un compositor tenga muchas<br />

vidas. Por el contrario, un compositor<br />

de hoy debe ser interpretado ahora.<br />

Ya que habla de compositores contemporáneos,<br />

usted es la mujer de Eric Tanguy. Sin<br />

embargo, no es en el terreno de la música<br />

actual donde más se la oye.<br />

Desengáñese. En mi vida nunca he<br />

forzado las cosas, espero el momento<br />

oportuno. La música contemporánea<br />

llegará, porque me interesa. Cuantos<br />

más compositores conozco, cuanta más<br />

música contemporánea escucho, más<br />

me interesa. Ahora espero el momento<br />

adecuado. Es como todo, si usted quiere<br />

hacer bel canto o música barroca tiene<br />

que encontrar a alguien. Siempre<br />

hay gente que le inicia.<br />

¿El hecho de vivir con un compositor le<br />

inclina a descubrir?<br />

Asisto a sus conciertos y a los de<br />

sus colegas. Con él, no sólo hay que<br />

escuchar a Eric Tanguy. Está abierto a<br />

todas las generaciones de compositores.<br />

Es muy gentleman con sus amigos<br />

compositores. Últimamente, hemos ido<br />

a ver Roméo et Juliette de Pascal Dusa-<br />

61


ENTREVISTA<br />

PATRICIA BETIBON<br />

62<br />

pin. Me encanta. También es bueno<br />

hablar con los compositores. A menudo<br />

olvidamos que son ellos los más importantes.<br />

He empezado a cantar canciones<br />

de Nicolas Bacri. Las cosas vienen<br />

poco a poco.<br />

Cuando trabaja un papel, ¿solicita a Eric<br />

Tanguy la mirada del compositor sobre las<br />

partituras de sus antepasados?<br />

Él oye cosas en la orquestación que<br />

yo no siempre veo. Es interesante, porque<br />

tiene un oído alerta y muy estructurado.<br />

Su mente funciona como una pirámide,<br />

es un auténtico cerebro [risas]. Es<br />

impresionante. Pero es muy discreto<br />

cuando trabaja, no se le oye. Todo pasa<br />

en su cabeza, escribe en la mesa, sin<br />

piano. Para mí es algo excepcional.<br />

Tenemos un enfoque totalmente diferente<br />

de la música: yo la siento a través<br />

del sonido, en la carne; Eric la tiene en<br />

la cabeza. Pero también está muy próximo<br />

a los intérpretes, trabaja con ellos,<br />

sobre todo con Henri Demarquette,<br />

Anne Gastinel, Vahan Mardirossian, etc.<br />

¿Qué opina del trabajo de los directores de<br />

escena?<br />

En esa materia tengo suerte porque<br />

he trabajado con grandes directores de<br />

escena. Evidentemente todos tienen su<br />

carácter, como los directores de orquesta<br />

o como los cantantes, que no son los<br />

más faciles. He trabajado con Peter<br />

Stein, Robert Carsen, Olivier Py, Jorge<br />

Lavelli, Claus Guth, Emilio Sagi, Marthe<br />

Keller, Pierre Strosser… Sus estéticas<br />

son tan diferentes, en el gesto, en la<br />

manera de moverse… Aprendo enormemente<br />

con gente así. Hacer Mélisande<br />

con Peter Stein supone que Mélisande<br />

permanecerá en ti toda la vida. Todos<br />

los que le he dicho conocen la música,<br />

la viven. Olivier Py conoce la música. Es<br />

un metomentodo genial. He hecho Los<br />

cuentos de Hoffmann con él, en Nancy.<br />

Py es un ser totalmente impredecible,<br />

basta con escucharle hablar para darte<br />

cuenta. Todo en él es imprevisible.<br />

¿La escena, el teatro, le resultan tan necesarios<br />

como el recital y el concierto?<br />

La escena es inevitable si se quiere<br />

que la voz, que la presencia, que todo<br />

progrese, crezca, se mejore, se transforme<br />

con el paso de los años. La escena es<br />

indispensable porque nos pone a la vez<br />

frente a cosas que son factibles y límites<br />

vocales, escénicos, etc. Ahí se encuentra<br />

todo un contexto muy importante, y la<br />

voz no puede crecer sin este espacio.<br />

Porque la escena reúne todo. La puesta<br />

en escena, evidentemente, la capacidad<br />

de desarrollar un papel de principio a<br />

fin… Una verdadera maquinaria se pone<br />

en marcha y requiere una energía física<br />

considerable. Es el súmmum del arte de<br />

la ópera. Un cantante debe pasar por<br />

eso cuando es joven. Evidentemente, el<br />

recital es otra cosa muy distinta. Es<br />

mucho más intimista, uno mismo puede<br />

manejar el nivel sonoro de la voz. Algo<br />

que no se puede hacer en la ópera,<br />

sobre todo hoy, que las orquestas tocan<br />

cada vez más fuerte y las salas cada vez<br />

son más grandes. Hay que ser fuerte y<br />

estar sano. En el recital también, claro,<br />

como cada vez que se pisa un escenario.<br />

Administro el tiempo para dar recitales<br />

durante el año, procurando no encadenar<br />

las producciones de ópera. Pero<br />

cuando acabo una producción experimento<br />

el beneficio de ese trabajo, que<br />

viene de lejos, con muchos estratos, porque<br />

es también un trabajo intelectual, un<br />

trabajo de estudio. El aprendizaje de un<br />

rol es largo. Siempre se sale engrandecido<br />

de esa experiencia. En mis recitales<br />

me gusta la canción francesa, pero también<br />

la americana, Barber, Copland, un<br />

repertorio muy rico y que expresa cosas<br />

que no se encuentran en la lengua francesa.<br />

El idioma americano tiene un algo<br />

muy profundo, que llega lejos en la voz,<br />

en el cuerpo. Tengo orígenes celtas,<br />

mezclados con italianos. Tengo familia<br />

en Inglaterra. Doy muchos recitales con<br />

Suzanne Manoff y he comenzado a trabajar<br />

con Maciej Pikulski, con quien acabo<br />

de hacer una gira por Japón. De<br />

hecho, la presencia es lo más complejo<br />

de transmitir. Es necesario ser homogéneo,<br />

no dejarse desbordar por las emociones.<br />

Hay que estar ahí, en un fragmento.<br />

A veces, llego con la cabeza llena<br />

de parásitos. Y lo que cuenta es una<br />

concentración única, inquebrantable.<br />

¿Qué papel le gusta más?<br />

Me gustan todos. Pero tengo una<br />

atracción muy fuerte por ciertos repertorios,<br />

como Poulenc, por ejemplo. Después<br />

de haber sido Sor Constance voy a<br />

abordar el personaje de Blanche de la<br />

Force. También está Debussy con Mélisande.<br />

Son cosas muy diferentes, pero<br />

que me llegan por igual. Siendo francesa<br />

es normal, porque son óperas que he<br />

estudiado mucho. Me gustan las óperas<br />

que tienen una dramaturgia patente. Me<br />

encantó hacer Lucio Silla con Harnoncourt.<br />

Tengo a la vez el lado trágico y el<br />

lado cómico. Por eso me proponen<br />

representar papeles extravagantes, cómicos,<br />

desenfrenados. Pero también haré<br />

Lulu, dentro de dos años, en Ginebra, en<br />

una producción de Olivier Py dirigida<br />

por Marc Albrecht. Ese papel es duro<br />

pero, considerando también la obra de<br />

Berg como una pieza teatral, tengo prisa<br />

por hacerlo. El aspecto intelectual está<br />

muy presente y debe hacerse de forma<br />

espontánea, aferrada a la carne. Es un<br />

auténtico desafío porque la partitura es<br />

extremadamente precisa y debo descifrar<br />

sus códigos antes de llegar a los primeros<br />

ensayos, lo cual requiere mucho<br />

tiempo de aprendizaje. Pero, cuando<br />

haya superado eso, otras cosas se abrirán<br />

para mí, por ejemplo la música contemporánea.<br />

Voy a trabajar el rol como<br />

si se tratara de una tragedia, no me<br />

meteré con la música hasta haber asimilado<br />

el texto de las dos obras de Wedekind.<br />

Necesito entrar en la carne de las<br />

palabras. También conozco actores que<br />

me van a ayudar a trabajar el personaje.<br />

El universo de Lulu es muy negro. Quiero<br />

pasar ese importante escollo. También<br />

es evidente que deberé pasar por el<br />

bel canto. Pero espero el encuentro.<br />

Pienso que mi voz pide abordar Bellini,<br />

Donizetti, ciertos Verdi, como La traviata,<br />

pero no enseguida.<br />

Bruno Serrou


D I S C O S<br />

EXCEPCIONALES<br />

LOS DISCOS<br />

DEL MES DE SEPTIEMBRE<br />

XCEPCIONALES<br />

La distinción de DISCOS EXCEPCIONALES se concede a las novedades discográficas que a juicio<br />

del crítico y de la dirección de la revista presenten un gran interés artístico o sean de absoluta referencia.<br />

BIZET: Preludio y entreactos de<br />

Carmen. Música de escena y suites<br />

orquestales de L’arlésienne.<br />

CORO DE LA ÓPERA NACIONAL DE LYON.<br />

LES MUSICIENS DU LOUVRE.<br />

Director: MARC MINKOWSKI.<br />

NAÏVE V 5130<br />

Un Bizet distinto al que hasta ahora<br />

conocíamos, absolutamente<br />

renovado, de una luminosidad y<br />

una viveza rítmica en verdad<br />

asombrosas. A.V.U. Pg. 81<br />

MONTEVERDI:<br />

Libro IV de Madrigales.<br />

I FAGIOLINI.<br />

Director: ROBERT HOLLINGWORTH.<br />

NAXOS 2 110224<br />

La unión de lo que se ve con lo<br />

que se oye es de una belleza tan<br />

formidable como dolorosa. Avisados<br />

están. A.B.M. Pg. 108<br />

BRAHMS: Concierto para piano<br />

nº 1 op. 15. Danzas húngaras para<br />

piano a cuatro manos.<br />

NICHOLAS ANGELICH, PIANO; FRANK BRALEY,<br />

PIANO. SINFÓNICA DE LA RADIO DE<br />

FRANCFORT. Director: PAAVO JÄRVI.<br />

VIRGIN 5 18998 2<br />

Un disco que compendia una vez<br />

más la increíble forma de tocar<br />

del joven Angelich al maestro de<br />

Hamburgo. E.B. Pg. 81<br />

MOZART: Sinfonías nºs 29, 33,<br />

35, 38 “Praga” y 41 “Júpiter”.<br />

ORQUESTA MOZART.<br />

Director: CLAUDIO ABBADO.<br />

2 CD ARCHIV 477 7598<br />

Es imposible no contagiarse cuando<br />

un director y su orquesta disfrutan<br />

como en este álbum, indagando<br />

con refrescante curiosidad<br />

en el archiconocido Mozart.<br />

R.O.B. Pg. 68<br />

HAENDEL: Il trionfo del Tempo e<br />

del Disinganno. ROBERTA INVERNIZZI,<br />

KATE ALDRICH, MARTÍN ORO, JÖRG<br />

DÜRMÜLLER. ACADEMIA MONTIS REGALIS.<br />

Director: ALESSANDRO DE MARCHI.<br />

2 CD HYPERION CDA67681/2<br />

Una visión luminosa, brillante y<br />

hedonista a la que responde el<br />

cuarteto de solistas con excelencia.<br />

P.J.V. Pg. 88<br />

MOZART: Conciertos para violín<br />

y orquesta nºs 1-5. Sinfonía concertante<br />

para violín y viola K. 364.<br />

GIULIANO CARMIGNOLA, VIOLÍN; DANUSHA<br />

WASKIEWICZ, VIOLA. ORQUESTA MOZART.<br />

DIRECTOR: CLAUDIO ABBADO.<br />

2 CD ARCHIV 477 7371<br />

Dos músicos que disfrutan de forma<br />

evidente y construyen un<br />

Mozart desinhibido, espontáneo,<br />

de vibrante vitalidad. R.O.B. Pg. 68<br />

64<br />

MARAIS: Sémélé.<br />

SHANON MERCER, BENÉDICTE TAURAN, JAËL<br />

AZZARETTI, HJÖRDIS THÉBAULT, ANDERS J.<br />

DAHLIN. LE CONCERT SPIRITUEL. Director:<br />

HERVÉ NIQUET.<br />

2 CD GLOSSA GCD 921614<br />

Niquet consigue un sonido vigoroso<br />

y redondo de su conjunto<br />

instrumental, con excelentes intervenciones<br />

de los solistas, y hace<br />

que su coro brille como nunca.<br />

P.J.V. Pg. 70<br />

MENDELSSOHN:<br />

Obras para piano.<br />

BERTRAND CHAMAYOU, PIANO.<br />

NAÏVE 5131<br />

Chamayou añade colores a un<br />

Mendelssohn que sin dudarlo sale<br />

reforzado con esta brillante e<br />

imprescindible aportación. No se<br />

lo pierdan. E.B. Pg. 92<br />

VIVALDI: 12 conciertos para<br />

violín. FLORIAN DEUTER, VIOLÍN.<br />

HARMONIE UNIVERSELLE. Directores:<br />

FLORIAN DEUTER Y MÓNICA WAISMAN.<br />

2 CD ELOQUENTIA EL 0815<br />

Florian Deuter demuestra una solvencia<br />

técnica absoluta y su sonido<br />

resulta de una versatilidad<br />

extraordinaria. Una gran novedad<br />

vivaldiana. P.J.V. Pg. 98<br />

FIESTA. Obras de Revueltas,<br />

Carreño, Estévez, Márquez, Romero,<br />

Ginastera, Castellanos y Bernstein.<br />

ORQUESTA JUVENIL SIMÓN BOLÍVAR DE<br />

VENEZUELA. Director: GUSTAVO DUDAMEL.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 00289 477<br />

7457<br />

Mucho ritmo, mucho colorido, a<br />

menudo espectacular… Interpretación,<br />

realmente entregada y tan<br />

visceral y rítmica como la propia<br />

música. J.P. Pg. 103


DISCOS<br />

Año XXIII – nº <strong>233</strong> – Septiembre 2008<br />

LANGRÉE<br />

ROPHÉ<br />

SUMARIO<br />

ACTUALIDAD:<br />

De Vivaldi a Dusapin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65<br />

REFERENCIAS:<br />

Vivaldi: Las cuatro estaciones. P.J.V. . . . . . . . 66<br />

ESTUDIOS:<br />

Abbado, 75 años. R.O.B. . . . . . . . . . . . . . . . . 68<br />

Daniel Harding dirige Mahler. J.L.P.A. . . . . . . 69<br />

Marais en escena: Sémélé. P.J.V. . . . . . . . . . . 70<br />

Philip Glass. D.R.C. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71<br />

Brilliant: Sofronitzki para todos. R.O.B. . . . . . 72<br />

Karajan en DVD: El dios humanizado. E.P.A.. 73<br />

REEDICIONES:<br />

Centenario de Messiaen: Naïve, Brilliant.<br />

S.M.B. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74<br />

Orfeo d’Or: Histórico Intermezzo. E.P.A. . . . . 75<br />

Hyperion Helios. D.A.V. . . . . . . . . . . . . . . . . 76<br />

Brilliant: Edición Brahms. A.V.U. . . . . . . . . . . 76<br />

DISCOS de la A a la Z . . . . . . . . . . . . . . . 78<br />

DVD de la A a la Z . . . . . . . . . . . . . . . . . 106<br />

NEGRO MARFIL. P.E.M.. . . . . . . . . . . . . . . 111<br />

ÍNDICE DE DISCOS CRITICADOS. . . . . 112<br />

Rafa Martín A. Schlichtkrull<br />

JÄRVI<br />

DAUSGAARD<br />

Actualidad orquestal<br />

DE VIVALDI A DUSAPIN<br />

Reciente aún su integral concertante mozartiana realizada en<br />

compañía de Claudio Abbado, Giuliano Carmignola ofrecerá<br />

próximamente junto a Viktoria Mullova un nuevo registro<br />

de Conciertos para dos violines de Vivaldi; les acompaña<br />

Andrea Marcon, compañero habitual del italiano (DG). Para el<br />

sello sueco BIS Manfred Huss y la Haydn Sinfonietta protagonizan<br />

un ciclo con las Sinfonías “Londres” de Haydn. Renaud<br />

Capuçon con la Orquesta de Cámara de Escocia dirigida por<br />

Louis Langrée ha grabado los Conciertos para violín nºs 1 y 3 de<br />

Mozart (Virgin).<br />

Dentro del repertorio romántico, Brahms está representado<br />

por el Doble Concierto para violín y violonchelo a cargo de<br />

Vadim Repin y Truls Mørk (DG) y una nueva versión de su celebérrimo<br />

Concierto para violín que tendrá como complemento<br />

el mucho menos conocido Concierto nº 2 “A la manera húngara”<br />

de quien fuera amigo y gran intérprete del hamburgués,<br />

Joseph Joachim. Brinda ambas partituras Christian Tetzlaff con<br />

Thomas Dausgaard en el podio de la Sinfónica Nacional Danesa;<br />

edita Virgin.<br />

Si Mutter se concentra en Mendelssohn con Masur y la<br />

Gewandhaus (DG) tras su reciente estreno de Gubaidulina (In<br />

tempus præsens), el pianista Cédric Tiberghien y la Filarmónica<br />

de Lieja que dirige Pascal Rophé (Cyprès) hacen lo propio con<br />

el belga César Franck. Gautier Capuçon agrupa en su próximo<br />

disco el Concierto para violonchelo de Dvorák con el Concierto<br />

nº 2 de Victor Herbert. Le acompaña Paavo Järvi y la Sinfonie<br />

Orchestrer (Virgin) al tiempo que, para el sello amarillo, Lang<br />

Lang propone “en vivo” los dos Conciertos para piano de Chopin<br />

con Zubin Mehta al frente de la Filarmónica de Viena.<br />

El ciclo Bruckner de Philippe Herreweghe (Harmonia Mundi)<br />

prosigue su andadura con la Quinta mientras Simon Rattle<br />

con la Filarmónica de Berlín propone dos novedades: un monográfico<br />

Stravinski que incluye Sinfonía de los Salmos, Sinfonía<br />

en tres movimientos y Sinfonía en do y un programa Berlioz con<br />

la Fantástica y La muerte de Cleopatra. Le acompaña en esta<br />

última obra la estupenda berliozana que es Susan Graham. Otra<br />

Fantástica, ahora con instrumentos originales, a cargo de Jos<br />

van Immerseel (Zig Zag Territoires) y dos Mahler más: Primera<br />

con Gergiev (LSO Live), segunda etapa de su recién inaugurado<br />

ciclo con la Sinfónica londinense, y Sexta con Haitink y Chicago<br />

grabada en el propio sello de la orquesta (CSO Resound).<br />

En el repertorio francés, destaca el suntuoso fresco sinfónico<br />

Antonio y Cleopatra de Florent Schmitt que defienden la Philharmonie<br />

de Lorena y Jacques Mercier (Timpani). Pierre Boulez<br />

prosigue su ciclo Bartók para DG: Conciertos para viola y violín<br />

(respectivamente con Yuri Bashmet y Gidon Kremer con la<br />

Filarmónica de Berlín) y Concierto para dos pianos y percusión<br />

junto a Pierre-Laurent Aimard y Tamara Stefanovich en compañía<br />

de la Sinfónica de Londres.<br />

Y para finalizar, dos novedades contemporáneas a cargo de<br />

Christoph Eschenbach (Orion, Concierto para violonchelo y<br />

Mirage de Kaija Saariaho), con Anssi Kartunen y Karita Mattila, y<br />

la integral de los Solos (incluido el inédito nº 7) de Pascal Dusapin<br />

por Pascal Rophé y la Filarmónica de Lieja. Editan respectivamente<br />

Ondine y Naïve.<br />

65


D D I S I C S O C O S S<br />

REFERENCIAS<br />

Antonio Vivaldi<br />

LAS CUATRO ESTACIONES<br />

66<br />

Pocos compositores de la<br />

popularidad de Antonio<br />

Vivaldi (Venecia, 1678 –<br />

Viena, 1741) han conocido en<br />

el último medio siglo una<br />

transformación tan radical de<br />

su imagen ante los oídos de<br />

los aficionados. Desde que en<br />

1913 Marc Pincherle lo redescubriera<br />

con su tesis doctoral<br />

para el mundo académico, la<br />

presencia del prete rosso ha<br />

ido creciendo en la sociedad<br />

occidental hasta convertirse en<br />

recurso habitual de publicistas<br />

y cineastas, prueba irrefutable<br />

de que su fama supera con<br />

creces los círculos restringidos<br />

de melómanos interesados.<br />

Cierto que la popularidad<br />

de Vivaldi se asienta en unas<br />

pocas obras, básicamente en<br />

los cuatro conciertos que<br />

abren su Op. 8, conocidos<br />

como Las cuatro estaciones, y,<br />

en menor medida, en alguna<br />

otra pieza instrumental y en<br />

determinados fragmentos<br />

vocales, sobre todo de sus<br />

motetes y salmos. Hasta bien<br />

entrados los años 70, fue de<br />

hecho la música instrumental<br />

de Vivaldi la única que parecía<br />

tener la consideración de los<br />

intérpretes (y no de todo el<br />

mundo de la música, si se tiene<br />

en cuenta la célebre boutade<br />

que unas fuentes atribuyen<br />

a Stravinski y otras a Dallapiccola:<br />

“Vivaldi no compuso 600<br />

conciertos, sino seiscientas<br />

veces el mismo concierto”).<br />

Fue entonces cuando empezó<br />

a introducirse en los repertorios<br />

de recitales y grabaciones<br />

la música religiosa del compositor,<br />

que sólo muy recientemente<br />

ha empezado a ser<br />

apreciado también por su obra<br />

dramática.<br />

Las cuatro estaciones no<br />

son otra cosa, se ha dicho ya,<br />

que los cuatro primeros conciertos<br />

para violín, cuerdas y<br />

continuo de Il cimento dell’armonia<br />

e dell’inventione, colección<br />

que integraban doce conciertos<br />

publicados en Ámsterdam<br />

en 1725 como Op. 8.<br />

Cada obra tiene la típica<br />

estructura en tres tiempos (dos<br />

rápidos en los extremos que<br />

se contrastan con un lento<br />

central de carácter lírico y<br />

expresivo) y se ajusta a las<br />

características del concerto<br />

ritornello, tipología instrumental<br />

que el compositor difundió<br />

con notable éxito, merced a<br />

una producción extensísima,<br />

que, pese a la estructura casi<br />

siempre idéntica a sí misma y<br />

a despecho de la sentencia<br />

stravinskiana, resulta de una<br />

variedad y una riqueza de<br />

colores y matices extraordinarias.<br />

La denominación de concerti<br />

ritornelli les viene a estas<br />

obras por la alternancia que se<br />

da en cada movimiento entre<br />

pasajes escritos para el solista<br />

y un estribillo (ritornello) que<br />

repite el ripieno (esto es, la<br />

orquesta). Estos motivos alternan<br />

cuatro o cinco veces en<br />

los movimientos de apertura y<br />

alguna menos en los de cierre,<br />

mientras que los tiempos centrales<br />

suelen tener un desarrollo<br />

más lineal y conceder un<br />

papel especial al solista, que<br />

se adorna con abundantes florituras.<br />

Armónicamente, las<br />

modulaciones dentro de cada<br />

movimiento también siguen<br />

habitualmente un esquema<br />

más o menos prefijado.<br />

Las cuatro estaciones<br />

hacen su aparición en la discografía<br />

en 1942 con una grabación<br />

de Bernardo Molinari y la<br />

Academia de Santa Cecilia de<br />

Roma, auténtico incunable<br />

vivaldiano, que hasta hace<br />

poco podía encontrarse en el<br />

sello Ermitage. Nada más terminada<br />

la Segunda Guerra<br />

Mundial, el interés por Vivaldi<br />

se dispara, y en 1947 el prolífico<br />

Louis Kaufman graba Las<br />

cuatro estaciones junto a un<br />

conjunto llamado Concert Hall<br />

Chamber Orchestra (hoy, en<br />

Naxos). Hasta que en los años<br />

70 hagan su irrupción en la<br />

música del compositor los<br />

intérpretes con instrumentos<br />

antiguos, la música instrumental<br />

de Vivaldi es patrimonio<br />

tanto de los conjuntos sinfónicos<br />

más tradicionales (las Estaciones<br />

fueron arregladas por<br />

Stokowski en 1967 para su<br />

espectacular serie Phase 4,<br />

pero también hay registros de<br />

John Corigliano con Bernstein<br />

y la Filarmónica de Nueva<br />

York en 1963 o con el mismo<br />

solista y Guido Cantelli al frente<br />

de la NBC Symphony en<br />

1955, por no citar al inefable<br />

Karajan, cuyo registro con<br />

Michel Schwalbé de 1972 para<br />

DG es uno de los más claros<br />

ejemplos de por qué fue necesaria<br />

la revolución historicista)<br />

y toda una serie de conjuntos<br />

de cámara, entre los que las<br />

agrupaciones italianas lideraron<br />

una forma de entender al<br />

compositor que abolió las más<br />

aberrantes prácticas románticas,<br />

en las que ni tempo ni ritmo<br />

ni fraseo ni ornamentación<br />

ni equilibrio tímbrico tenían<br />

nada que ver con la música<br />

original del compositor. Fueron<br />

conjuntos como Virtuosi di<br />

Roma, que con Luigi Ferro de<br />

solista y Renato Fasano de<br />

director, grabaron la serie en<br />

1959 para EMI, o como I Solisti<br />

Veneti, que con Piero Toso y<br />

Claudio Scimone la registraron<br />

para Erato en 1971, y sobre<br />

todo, I Musici, que (siempre<br />

para Philips) grabó la obra seis<br />

veces, dos con Félix Ayo<br />

(1955, 1959) y desde entonces<br />

una cada vez que cambiaba de<br />

concertino (Roberto Michelucci,<br />

1969; Pina Carmirelli, 1982;<br />

Federico Agostini, 1988; Mariana<br />

Sirbu, 1995).<br />

Los años 70 marcan la<br />

entrada de los instrumentos<br />

auténticos, que habrían de<br />

cambiar por completo nuestra<br />

visión de esta música. Instrumentistas<br />

modernos siguieron<br />

grabando por supuesto Las<br />

cuatro estaciones, poco a poco<br />

adaptando sus criterios interpretativos<br />

a los nuevos hallazgos<br />

históricos. Si en 1984 todavía<br />

era posible que Karajan<br />

perpetrara una segunda versión<br />

de la obra de Vivaldi junto<br />

a una joven e inocente<br />

Anne Sophie Mutter (EMI), la<br />

inteligente violinista alemana<br />

dio carpetazo a su pasado en<br />

1999 con una versión por<br />

completo diferente junto a los<br />

Trondheim Soloists (DG) en<br />

que se liberaba de la visión<br />

anacrónicamente hiperromantizada<br />

del director salzburgués.<br />

Nigel Kennedy en dos<br />

ocasiones (1989, 2005, EMI, la<br />

segunda en formato DVD),<br />

Thomas Zehetmair con la<br />

Camerata Bern (1995, Berlin<br />

Classics), Kyung Wha Chung y<br />

el St. Luke’s Chamber Ensemble<br />

(2000, EMI) o muy recientemente<br />

Janine Jansen and his<br />

friends (2005, Decca) son<br />

ejemplos de acercamientos<br />

con instrumental moderno<br />

pero una concepción cercana<br />

a los criterios de interpretación<br />

barroca tal y como se iban<br />

desarrollando en esos años.<br />

En cualquier caso, mis seis<br />

versiones escogidas salen del<br />

grupo de las que protagonizaron<br />

conjuntos historicistas<br />

entre 1977 y 1999, aunque<br />

citaré otras.<br />

En 1974, Jaap Schröder<br />

grabó ya las Estaciones con<br />

Concerto Amsterdam para<br />

Harmonia Mundi, en una<br />

interpretación muy irregular,<br />

por lo que, en realidad, el primer<br />

aldabonazo lo iba a dar,<br />

como tantas otras veces, Nikolaus<br />

Harnoncourt, con su<br />

esposa Alice como solista, en<br />

un registro de 1977 para Teldec,<br />

que tuvo su correspondiente<br />

respuesta de la orquesta<br />

rival, el Collegium Aureum,<br />

cuya interpretación de la obra,<br />

con Franzjosef Maier como<br />

solista y director, es por completo<br />

olvidable. No así la de<br />

los Harnoncourt, que sorprendieron<br />

tanto por su radicalismo<br />

en materia de articulación,<br />

ataques y contrastes dinámicos


D D I S I C S O C O S S<br />

REFERENCIAS<br />

como por la elección de los<br />

tempi, en especial en los<br />

movimientos lentos, sobre<br />

todo el Largo del Invierno,<br />

que les dura exactamente<br />

1’08’’. El director berlinés<br />

defendió sus criterios con<br />

argumentos históricos, aunque<br />

este tipo de interpretación<br />

aplicada a los movimientos<br />

lentos de los conciertos barrocos<br />

fue muy matizada desde<br />

entonces. La versión adolece<br />

además de algunas carencias<br />

técnicas, típicas de una época<br />

en la que el historicismo estaba<br />

en plena fase de asentamiento,<br />

pero se mantiene<br />

como faro incuestionable de<br />

aquellos años.<br />

La antorcha historicista<br />

vivaldiana iba a ser recogida<br />

enseguida por los intérpretes<br />

británicos, con la siempre<br />

interesante aportación de un<br />

Sigiswald Kuijken de sonido<br />

más bien ácido (1979, Seon).<br />

En 1978, John Holloway grabó<br />

la obra junto a Jean Claude<br />

Malgoire (CBS) en una versión<br />

algo rígida pero de intenso<br />

lirismo, tradicionalmente<br />

poco reconocido, pero es en<br />

los 80 cuando los grupos<br />

ingleses parecen adueñarse<br />

del legado de Harnoncourt<br />

para suavizarlo y alisarlo.<br />

Aparecen así las versiones de<br />

Simon Standage con Trevor<br />

Pinnock (Archiv) o de cuatro<br />

solistas diferentes (Hirons,<br />

Holloway, Bury, Mackintosh)<br />

con Christopher Hogwood<br />

(L’Oiseau-Lyre), ambas en<br />

1982, en las que Vivaldi resultaba<br />

tan limpio, tan pulido,<br />

tan redondo, tan contenido,<br />

tan recatado, tan monocromo<br />

que uno puede pensar que<br />

está oyendo a I Musici tocar<br />

con cuerdas de tripa.<br />

Sin duda, más vitalista y<br />

expresiva resulta la interpretación<br />

de Monica Huggett junto<br />

a los Raglan Baroque Players<br />

de Nicholas Kraemer para Virgin<br />

entre 1988 y 1989. El conjunto<br />

es aún amplio (nueve<br />

violines, tres violas, tres chelos)<br />

y Kraemer parte de planteamientos<br />

parecidos a los de<br />

Pinnock en lo que hace al cuidado<br />

del fraseo, la redondez<br />

del sonido y la progresividad<br />

en los contrastes, pero el violín<br />

de Huggett es luminoso y<br />

en los pasajes más virtuosísticos<br />

lanza auténticas llamaradas<br />

(Presto del Verano). A<br />

despecho de un Otoño algo<br />

más alicaído, resultan destacables<br />

los ornamentos de la<br />

solista en los pasajes lentos,<br />

que provocan una flexibilidad<br />

rítmica que apunta hacia el<br />

mundo de la improvisación, y<br />

algunos detalles del bajo continuo,<br />

en especial el sonido<br />

del laúd, hasta ese momento<br />

muy poco empleado en esta<br />

música.<br />

La gran revolución en la<br />

interpretación de la música<br />

instrumental de Vivaldi estaba<br />

sin embargo por llegar y la<br />

iban a protagonizar en la<br />

década de los 90 un grupo de<br />

conjuntos italianos que irrumpieron<br />

con fuerza inusitada y<br />

con ideas bien diferentes a las<br />

del resto de formaciones<br />

barrocas del continente. El<br />

fuego (nunca mejor dicho) lo<br />

abre Fabio Biondi en 1991,<br />

con una grabación para Opus<br />

111 que marcó claras distancias<br />

con lo que se venía<br />

haciendo hasta el momento,<br />

no tanto en la concepción virtuosística<br />

de los conciertos (en<br />

esencia, sigue siendo un solista<br />

que se exhibe —y de qué<br />

forma— ante una orquesta),<br />

sino en la búsqueda de efectos<br />

de color y tímbricos que<br />

potencian el sentido descriptivo<br />

de las obras, en los contrastes,<br />

que se fuerzan casi al límite,<br />

tanto en dinámicas (el crescendo<br />

del principio del Invierno<br />

era algo nunca oído en<br />

Vivaldi) como en tempi, aunque<br />

no deja de llamar la atención<br />

la combinación de frases<br />

aún amplias (Europa Galante<br />

se recrea en las fermatas de<br />

cada movimiento) con otras<br />

cortantes y agresivas. Más radical<br />

incluso parece la visión de<br />

los Sonatori de la Gioiosa Marca<br />

(1993, Divox), con Giuliano<br />

Carmignola de solista: voz por<br />

parte, discurso articulado hasta<br />

el último detalle, staccato casi<br />

permanente y un énfasis en<br />

los detalles descriptivos que<br />

Enrico Onofri con Il Giardino<br />

Armonico (1993, Teldec) llevaría<br />

al límite: el canto de los<br />

pájaros, los ladridos del perro,<br />

el zumbido de las moscas, los<br />

truenos de la tormenta, la huida<br />

de la presa durante la caza,<br />

las gotas de la lluvia en el<br />

invierno… se ofrecen con un<br />

nivel de detalle y de claridad<br />

extraordinario. Rompiendo<br />

algunas convenciones, el conjunto<br />

milanés pone el diapasón<br />

en 440 (el de la música<br />

romántica, frente al 415 que se<br />

había establecido como paradigmático<br />

del Barroco) y logra<br />

arropar al solista con un cuidado<br />

por el equilibrio y una delicadeza<br />

en el encaje de todas<br />

las voces (incluido un continuo<br />

del que destaca otra vez<br />

el sonido del laúd) que terminan<br />

por volcar su visión más<br />

del lado del camerismo que<br />

del concierto; y el matiz me<br />

parece importante, porque a<br />

menudo se destaca de Il Giardino<br />

su extremosidad en el<br />

tratamiento de ataques y contrastes<br />

y no su exquisitez y su<br />

delicadeza, que no viene ya<br />

marcada por la contención<br />

absoluta y el rigor rítmico de<br />

los músicos británicos, sino<br />

por un sentido mucho más<br />

exuberante, flexible y expresivo<br />

de la música, colocando los<br />

aspectos tímbricos y de color<br />

al nivel de otros parámetros,<br />

para lo cual se esfuerzan por<br />

extraer todo el potencial sonoro<br />

de sus instrumentos, pero<br />

haciendo todo ello con una<br />

complicidad entre las partes y<br />

un cuidado por el equilibro<br />

sonoro soberbios.<br />

La principal línea interpretativa<br />

de los conciertos vivaldianos<br />

quedó marcada con<br />

estos registros de los primeros<br />

90. Andrew Manze con Ton<br />

Koopman (1996, Erato) hizo<br />

un mayor énfasis en el lirismo<br />

del sonido y Gottfried von der<br />

Goltz, junto a los Barrocos de<br />

Friburgo y The Harp Consort<br />

en el continuo (1997, DHM),<br />

se esforzó por buscar líneas<br />

algo más sinuosas dentro de<br />

una visión ricamente ornamentada,<br />

sobre todo en unos<br />

muy imaginativos tiempos lentos,<br />

de colores netos y contrastes<br />

contundentes. La segunda<br />

versión de Giuliano Carmignola,<br />

esta vez con la Venice<br />

Baroque Orchestra de Andrea<br />

Marcon (1999, Sony), es absolutamente<br />

vibrante, claro que<br />

los planos del solista y del<br />

conjunto están aquí perfectamente<br />

delimitados, casi marcados<br />

con escuadra y cartabón, y<br />

que Carmignola parece buscar<br />

lo bonito por encima de lo<br />

expresivo, pero el vigor, la<br />

fuerza y el sentido más exuberante,<br />

sensual y hasta lujurioso<br />

de la música de Vivaldi está<br />

atrapado como en pocas versiones.<br />

También en 1999 Stefano<br />

Montanari, con Ottavio<br />

Dantone al frente de la Accademia<br />

Bizantina, dejó en Arts<br />

una interpretación de gran<br />

personalidad, que sigue la<br />

estela abierta por Il Giardino<br />

Armonico en la atención descarnada<br />

a los efectos descriptivos,<br />

a la vez que apuesta por<br />

una eficaz combinación entre<br />

ataques agresivos y contrastes<br />

extremos para los tiempos<br />

rápidos, que resultan de un<br />

vigor y una brillantez difícilmente<br />

igualables, pese a que<br />

en ocasiones se roce el efectismo,<br />

y un trascendido lirismo<br />

en los lentos, todo ello encajado<br />

en una rítmica de gran flexibilidad.<br />

Aunque en los últimos<br />

años, los intérpretes han<br />

empezado a optar por interpretaciones<br />

más contenidas en<br />

contrastes y más relajadas en<br />

articulaciones y fraseo, acaso<br />

tocadas con más naturalidad,<br />

sin forzar el color ni los efectos<br />

descriptivos, todavía en<br />

2000 Biondi ofrecía su segunda<br />

grabación con Europa<br />

Galante (Virgin), con un contingente<br />

de cuerda mayor,<br />

pero aún más rápida y más<br />

febrilmente acentuada que la<br />

primera. En 2003, Rinaldo<br />

Alessandrini (Naïve) usaba a<br />

cuatro solistas diferentes para<br />

una versión más cercana a<br />

esos nuevos postulados que se<br />

han descrito, más grácil y curvilínea<br />

que contundente y afilada.<br />

En 2006, Sigiswald Kuijken<br />

(Accent) repetía la idea de<br />

los cuatro solistas en una interpretación<br />

de carácter minimalista<br />

que añadía la curiosidad<br />

de la inclusión de un violoncello<br />

da spalla en el continuo…<br />

y poco más.<br />

Pablo J. Vayón<br />

67


D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Claudio Abbado<br />

ABBADO, NUEVOS HORIZONTES A LOS 75<br />

68<br />

MOZART: Sinfonías<br />

nºs 29, 33, 35, 38<br />

“Praga” y 41<br />

“Júpiter”. ORQUESTA MOZART.<br />

Director: CLAUDIO ABBADO.<br />

2 CD ARCHIV 477 7598 (Universal).<br />

2005-2006. 147’. DDD. N PN<br />

MOZART:<br />

Conciertos para violín<br />

y orquesta nºs 1-5.<br />

Sinfonía concertante para<br />

violín y viola K. 364.<br />

GIULIANO CARMIGNOLA, violín;<br />

DANUSHA WASKIEWICZ, viola.<br />

ORQUESTA MOZART.<br />

Director: CLAUDIO ABBADO.<br />

2 CD ARCHIV 477 7371 (Universal).<br />

2007. 130’. DDD. N PN<br />

El 26 de junio ha cumplido<br />

Abbado 75 años, después<br />

de haber superado el gravísimo<br />

escollo de salud que a<br />

principios de la presente década<br />

le dejó visiblemente demacrado.<br />

Y el sello amarillo lo<br />

celebra con algunas novedades<br />

y reediciones del mayor interés.<br />

Entre las segundas se<br />

encuentra el ciclo Beethoven<br />

con la Filarmónica de Berlín<br />

grabado en vivo en Roma y<br />

editado en DVD por EuroArts<br />

(diferente del que en su día<br />

comercializó el propio sello<br />

amarillo con la misma orquesta<br />

y, en opinión de quien esto firma,<br />

superior en vitalidad e<br />

intensidad emotiva). Se recupera<br />

también el excelente ciclo<br />

de Conciertos para piano junto<br />

a Pollini, con el añadido de la<br />

primera grabación del Triple<br />

Concierto, que Abbado dirige a<br />

la Orquesta Simón Bolívar, tan<br />

de moda ahora, y los solistas<br />

Ilya Gringolts, Mario Brunello<br />

y Alexander Lonquich. En este<br />

apartado hay también un disco<br />

recopilatorio de Marchas y<br />

Danzas, con obras que van<br />

desde Mozart a Prokofiev. El<br />

apartado reediciones se completa<br />

con un doble DVD de<br />

Abbado en concierto que incluye<br />

obras como la Misa D. 950<br />

de Schubert, el Concierto nº 2<br />

de Brahms junto a Pollini y dos<br />

Oberturas de Rossini.<br />

Con ser este apartado más<br />

que interesante, el de novedades<br />

lo es incluso más. En su ya<br />

clásica afición y cercanía por<br />

impulsar las formaciones jóvenes,<br />

Abbado es el Director<br />

Artístico de la Orquesta<br />

Mozart, una formación con<br />

instrumentos originales constituida<br />

por una cuarentena de<br />

jóvenes (entre 18 y 26 años)<br />

de diversos países europeos,<br />

tutelados por intérpretes consagrados<br />

como Giuliano Carmignola<br />

(que figura como<br />

concertino). La orquesta es el<br />

centro “estelar” de la Academia<br />

Filarmónica de Bolonia, y<br />

es, por consiguiente, un proyecto<br />

didáctico por encima de<br />

todo. Sin embargo, con la<br />

dedicación y talento de quienes<br />

están al frente de la idea,<br />

Abbado el primero, es fácil<br />

adivinar que los resultados son<br />

verdaderamente extraordinarios.<br />

Lo podemos comprobar<br />

de inmediato en la escucha de<br />

estos dos álbumes dobles,<br />

que, vaya por delante, son una<br />

verdadera delicia. El milanés,<br />

que antaño podía parecer un<br />

tanto aséptico en sus versiones<br />

mozartianas, experimentó un<br />

cambio radical en su aproximación<br />

a esta música —igual<br />

que con la de Beethoven—<br />

desde el comienzo del presente<br />

siglo. Y estos dos álbumes<br />

son buena muestra de ello. En<br />

primer término, ¿quién podía<br />

imaginar hace años a Abbado<br />

al frente de una orquesta de<br />

instrumentos de época? A<br />

buen seguro que pocos. Sin<br />

embargo, ya su Beethoven en<br />

vivo en Roma, que ahora se<br />

ofrecerá por vez primera en<br />

CD, constituyó una transformación<br />

radical de su aproximación<br />

anterior (registrada<br />

por DG con la Filarmónica de<br />

Viena), tan convencional<br />

como fría. El nuevo Abbado<br />

sonaba en Beethoven sorprendentemente<br />

próximo a<br />

muchos de los postulados de<br />

la escuela harnoncourtiana:<br />

acentos agresivos, formación<br />

limitada, vibrato parco, agilidad<br />

en los arcos, variedad en<br />

un fraseo que escapaba al<br />

legato de grandes proporciones.<br />

Aquello eran instrumentos<br />

modernos, sí, pero no<br />

sonaban como “de costumbre”,<br />

por así decirlo.<br />

Así las cosas, tenía que llegarle<br />

el turno a Mozart. Y si ya<br />

tuvimos ocasión de comentar<br />

recientemente su estupenda<br />

dirección de La flauta mágica,<br />

en esa misma línea le encontramos<br />

de nuevo en estos dos<br />

álbumes, esta vez ya sí al frente<br />

de una orquesta historicista.<br />

Su dirección de la joven y<br />

entusiasta formación es modélica<br />

y vibrante, ágil, luminosa,<br />

quizá no tan musculada como<br />

la de Harnoncourt (para alivio<br />

de algunos, supongo), pero en<br />

todo caso riquísima en colorido,<br />

vitalidad, acentos y matices.<br />

Encontramos incluso adornos<br />

(las repeticiones del<br />

Minueto en la Haffner), sutiles<br />

y continuas inflexiones dinámicas,<br />

matices de escalofrío<br />

(Andante de la nº 29), acertadísimo<br />

manejo del llamado<br />

aufstampfende auftakt, ese<br />

ritardando en la última parte<br />

del compás seguido de la ligera<br />

“suspensión” en la primera<br />

parte del compás siguiente, tan<br />

frecuente en el estilo vienés de<br />

interpretación de los minuetos<br />

de Mozart y Haydn, y del que<br />

intérpretes como Fischer o<br />

Harnoncourt han dejado<br />

numerosas muestras. La respuesta<br />

que obtiene de sus<br />

jóvenes músicos es extraordinaria<br />

tanto en empaste y perfecta<br />

ejecución en todas sus<br />

familias instrumentales como<br />

en agilidad, teniendo en cuenta<br />

que los tempi (así el Presto<br />

final de la Haffner) son a<br />

menudo muy rápidos. Admirable<br />

la toma de DG en vivo. Así<br />

las cosas, nos encontramos<br />

con un Mozart tan elegante y<br />

apolíneo (la mencionada nº<br />

29) como enérgico y vital (primer<br />

tiempo de la Haffner o la<br />

Praga), tan trepidante (final de<br />

la Haffner) como clarísimo en<br />

el desarrollo contrapuntístico<br />

(pasaje correspondiente del<br />

desarrollo en el primer tiempo<br />

de la Praga, movimiento final<br />

de la Júpiter, siempre complicadísimo<br />

de dibujar y aquí trazado<br />

con envidiable claridad y<br />

contagiosa vitalidad). El resumen<br />

está claro: es imposible<br />

no contagiarse cuando un<br />

director y su orquesta disfrutan<br />

como en este álbum, indagando<br />

con refrescante curiosidad<br />

en el archiconocido Mozart.<br />

La otra novedad es el<br />

doble con los Conciertos para<br />

violín y orquesta más la Sinfonía<br />

concertante K. 364 junto a<br />

Giuliano Carmignola. La etiqueta<br />

de portada señala erróneamente<br />

que esta es la primera<br />

grabación de los Conciertos<br />

por Carmignola. No lo es: el<br />

violinista grabó estas obras con<br />

anterioridad (1997) y el notabilísimo<br />

álbum correspondiente<br />

(junto al conjunto Il Quartettone,<br />

dirigido por Carlo de Martini)<br />

está disponible en el sello<br />

Brilliant (ref. 92884). Con todo,<br />

esta segunda aproximación se<br />

beneficia, además de una más<br />

sensible y también más atrevida<br />

interpretación por parte del<br />

violinista de Treviso (a quien<br />

ahora no le importa el toque<br />

rústico en ciertos momentos),<br />

de un acompañamiento notablemente<br />

más rico y contrastado<br />

por parte de la Orquesta<br />

Mozart y Abbado (basta escuchar<br />

el arrebatado movimiento<br />

final del Primer Concierto).<br />

Además, Carmignola ha cambiado<br />

para la ocasión su Guarneri<br />

de Venecia de 1733 (en el<br />

álbum de Brilliant) por el<br />

extraordinario Stradivarius<br />

“Baillot” de 1732, prestado por<br />

la Fundación Cassa di Risparmio<br />

de Bolonia. De nuevo se<br />

reúnen dos músicos que disfrutan<br />

de forma evidente<br />

haciendo música juntos y<br />

construyen un Mozart desinhibido,<br />

espontáneo, de vibrante<br />

vitalidad. Carmignola se<br />

desempeña con la brillantez<br />

técnica característica y con el<br />

gusto y expresividad que ya<br />

son bien conocidos. Arco ágil<br />

y ligero, ataques de variado<br />

contraste, rubato inteligente y<br />

equilibrado, matices exquisitos<br />

y vibrato más parco que en la<br />

grabación de Brilliant. Estupenda<br />

lectura, perfectamente<br />

empastada, de la Sinfonía concertante<br />

junto a Danusha Waskiewicz.<br />

Del acompañamiento,<br />

baste decir que el resultado es<br />

tan cuidadoso, atento y admirable<br />

como la interpretación de<br />

las Sinfonías. Abbado, a los 75,<br />

descubre nuevos horizontes<br />

con contagioso entusiasmo. La<br />

cosa está clara: dos álbumes de<br />

excepción, que no debe uno<br />

perderse.<br />

Rafael Ortega Basagoiti


D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Daniel Harding<br />

EL VIAJE A NINGUNA PARTE<br />

MAHLER: Sinfonía nº 10. (Versión<br />

ejecutable de Deryck Cooke,<br />

[III] 1976-89 [Revisión de<br />

Berthold Goldschmidt, Colin y<br />

David Matthews]). FILARMÓNICA DE<br />

VIENA. Director: DANIEL HARDING.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 477<br />

73478 (Universal). 78’. DDD. N PN<br />

Empecemos con una<br />

moderna blasfemia musical.<br />

He visto cinco veces<br />

actuaciones de Daniel Harding<br />

y sólo una no me ha parecido<br />

decepcionante: de hecho, si<br />

tuviera que hacer un inventario<br />

de las peores Cuartas de<br />

Brahms que he “fagocitado”<br />

hasta hoy, el maestro británico<br />

ocuparía una excelente posición<br />

en ese extraño Hit-Parade<br />

a la contra. Alumno de Rattle,<br />

protegido de Abbado,<br />

heredero del milanés en la<br />

Orquesta de Cámara Mahler,<br />

principal director invitado de<br />

la London Symphony y titular<br />

desde 2007 de la Sinfónica de<br />

la Radio de Suecia, Harding es<br />

un genuino caballo ganador.<br />

La ley no escrita —pronúnciese<br />

moda o dictado a los<br />

medios (no de los medios)—<br />

establece que Harding es valor<br />

incuestionable y que todo lo<br />

que toca es oro, perdón, calidad<br />

garantizada. Siento alejarme<br />

de la corriente dominante,<br />

pediré (si hace falta) perdón<br />

por no formar parte del coro<br />

entusiasta. Quizá por esta torpeza<br />

mía a la hora de no<br />

haber sabido vislumbrar o adivinar<br />

las bondades en la imparable<br />

carrera de este joven<br />

artista de 30 y pocos años, me<br />

he acercado a esta novísima<br />

interpretación del testamento<br />

musical de Mahler con la<br />

mejor disposición, persuadido<br />

ab origine de que la primera<br />

vez que la Filarmónica de Viena<br />

transitaba por esta partitura<br />

no podía ser algo malo. Y es<br />

verdad, no lo es. El problema<br />

es que tampoco es bueno.<br />

Lo positivo por delante.<br />

Creo que nunca ha sonado la<br />

Décima mahleriana con la<br />

belleza y la perfección que<br />

este registro propone. Sólo<br />

James Levine en su temprano<br />

acercamiento a la versión II de<br />

Deryck Cooke, 1980 (RCA),<br />

con la Orquesta de Filadelfia,<br />

y Simon Rattle en su segunda<br />

grabación, 1999 (EMI), con la<br />

Filarmónica de Berlín, de la<br />

edición Cooke III —la misma<br />

que emplea Harding, y para la<br />

que, en el encabezado de este<br />

texto, he añadido la referencia<br />

ordinal y los nombres de los<br />

responsables de la revisión—,<br />

han alcanzado un nivel de<br />

opulencia sonora (en el mejor<br />

sentido de los términos) como<br />

el que aquí obtiene Harding<br />

de la Filarmónica de Viena.<br />

Ahora bien, ¿basta eso? Es<br />

obvio que en música de calado<br />

tan hondo, intenso, la<br />

“biensonancia” es un punto,<br />

pero en absoluto excluyente.<br />

Y lo tremendo es que, en obra<br />

que tanto comporta en su interior,<br />

en la lectura de Harding<br />

no pasa nada. No hay relación<br />

con los devastadores viajes<br />

interiores de Sanderling —acaso<br />

el máximo “oficiante” de la<br />

obra— o Gielen. Es válido,<br />

hasta estratégicamente comprensible,<br />

que Harding arranque<br />

apagadamente, casi extrayendo<br />

de la capa más baja de<br />

la noosfera —que Teilhard de<br />

Chardin me disculpe— el inicio<br />

de la obra. Pero si se dice<br />

—él lo dice, en el libreto del<br />

CD— que el terrible acorde de<br />

diez notas del Andante-Adagio<br />

(Mahler lo había trasplantado<br />

desde el Finale) es “puro<br />

Edvard Munch (…), un asombroso<br />

grito de angustia”, no<br />

tiene ninguna lógica que la<br />

torre sucesiva de acordes se<br />

levante como un crescendo<br />

bruckneriano, en la mejor<br />

línea Celibidache, desde abajo<br />

arriba, desde los graves hasta<br />

el agudo. Con Harding no hay<br />

grito, ni explosión, ni asolamiento,<br />

sólo una progresión<br />

significativa. Y no pasa nada<br />

en los dos <strong>Scherzo</strong>s, hay cierto<br />

atisbo de mordacidad en el<br />

Purgatorio, y al Finale se llega<br />

con un golpe de “tambor<br />

enfundado” que parece grabado<br />

en otra sala, quizá en un<br />

pasillo de la Musikverein: no<br />

hay muerte, no hay el terror<br />

de la extinción, algo que Mahler<br />

y Alma han dejado diáfanamente<br />

explicado en el manuscrito<br />

—“Sólo tú sabes lo que<br />

significa”— y en los Recuerdos<br />

y cartas de ella —el bombo<br />

que abría el cortejo fúnebre de<br />

un bombero en Nueva York,<br />

1908, presenciado por el<br />

matrimonio desde el piso 11<br />

del Hotel Majestic—, sólo un<br />

distante, mortecino golpe. ¿Es<br />

que Harding se apunta aquí a<br />

la idea (peregrina) de Clinton<br />

Carpenter en su versión de la<br />

obra, donde el golpe seco se<br />

da en pp? Razón esgrimida:<br />

Mahler estaba en un undécimo<br />

piso, y el sonido le tuvo llegar<br />

amortiguado; claro, y por eso<br />

anotó dicho efecto percutivo<br />

en forte…<br />

DANIEL HARDING<br />

Cuando Harding accede a<br />

las páginas penúltimas de la<br />

pieza, cuando la música se<br />

transforma en “un ardiente<br />

canto de vida y amor” (Michael<br />

Kennedy), nuestro hombre no<br />

necesita metamorfosear nada,<br />

porque nada se ha alterado:<br />

ese canto llega como una<br />

sonería del Prater en una matinée<br />

de sábado. Eso sí, como<br />

todo en esta interpretación:<br />

maravillosamente tocado.<br />

A lado de esta producción<br />

habría que poner —si estuviera<br />

distribuida en España— la<br />

también muy reciente grabación<br />

de Gianandrea Noseda<br />

con la BBC Philharmonic<br />

(Chandos), una orquesta<br />

varios peldaños por debajo de<br />

la Filarmónica de Viena, y<br />

propuesta en la que también<br />

se emplea la Versión III del<br />

honesto Deryck Cooke; no llega<br />

el estupendo director italiano<br />

a las honduras de los anteriormente<br />

mentados, pero su<br />

recorrido sí va alguna parte,<br />

tiene un principio y un desenlace.<br />

Grabada en Manchester<br />

dos meses antes que el registro<br />

de Harding, no puede<br />

competir en magnificencia<br />

orquestal con el CD que se<br />

reseña, pero le supera en<br />

muchos cuerpos en convicción,<br />

entrega y vitalidad. Y es<br />

que un arnés de lujo no<br />

garantiza la destreza en la<br />

monta.<br />

José Luis Pérez de Arteaga<br />

Harald Hoffmann<br />

69


D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Hervé Niquet<br />

MARAIS EN ESCENA<br />

70<br />

MARAIS: Sémélé.<br />

SHANON MERCER (Sémélé),<br />

BENÉDICTE TAURAN<br />

(Dorine), JAËL AZZARETTI (Gran<br />

Sacerdotisa de Baco), HJÖRDIS<br />

THÉBAULT (Juno), ANDERS J. DAHLIN<br />

(Adraste), THOMAS DOLIÉ (Júpiter),<br />

LISANDRO ABADIE (Mercurio), MARC<br />

LABONNETTE (Cadmus y Gran<br />

Sacerdote de Baco). LE CONCERT<br />

SPIRITUEL. Director: HERVÉ NIQUET.<br />

2 CD GLOSSA GCD 921614 (Diverdi).<br />

2007. 142’. DDD. N PN<br />

Marin Marais (París, 1656-<br />

1728) es hoy fundamentalmente<br />

conocido<br />

por las 596 piezas de música<br />

instrumental que se recogen<br />

en sus siete libros publicados<br />

(cinco, dedicados específicamente<br />

a la viola da gamba, el<br />

instrumento al que inmediatamente<br />

se le asocia), a las que<br />

habría que añadir otras 45 que<br />

se incluyen en un manuscrito<br />

que el músico regaló en la<br />

década de 1670 al aristócrata<br />

escocés Harie Maule, nunca<br />

editadas. Lamentablemente,<br />

toda su música religiosa (que,<br />

en cualquier caso, no fue<br />

abundante) se ha perdido y a<br />

la teatral le cuesta trabajo<br />

abrirse paso en nuestros días.<br />

Se conocen al menos cinco<br />

trabajos dedicados por<br />

Marais a la música escénica,<br />

de los cuales, el primero, un<br />

Idylle dramatique que presentó<br />

en Versalles en 1686, también<br />

se ha perdido. Quedan<br />

las cuatro óperas, que han<br />

conocido vicisitudes diversas,<br />

aunque un modo de edición<br />

habitual en el París de la época,<br />

en reducciones que prescindían<br />

de las voces instrumentales<br />

y corales intermedias,<br />

ha dificultado su difusión<br />

en época moderna. El trabajo<br />

de reconstrucción de Gérard<br />

Geay, incluido dentro de los<br />

proyectos del admirable Centro<br />

de Música Barroca de Versalles,<br />

ha permitido ahora el<br />

rescate para una interpretación<br />

satisfactoria de la última de<br />

ellas, Sémélé, cuya grabación<br />

en Glossa es la segunda que<br />

se hace de una ópera de<br />

Marais (la anterior, el Alcyone<br />

que Minkowski registrase en<br />

1990 para el sello Erato, vino<br />

también precedida de un<br />

intenso trabajo de reconstrucción<br />

a cargo de Jérôme de La<br />

Gorce, uno de los grandes<br />

especialistas mundiales en el<br />

compositor).<br />

El primer gran éxito operístico<br />

de Marais había llegado<br />

en 1693 con Alcide, una tragedia<br />

en música que escribió en<br />

colaboración con Louis Lully,<br />

el primogénito de Jean-Baptiste,<br />

sobre un libreto de Jean<br />

Galbert de Campistron. La obra<br />

permaneció varios meses en el<br />

cartel de la ópera y fue repuesta<br />

en la capital francesa al<br />

menos en tres ocasiones a lo<br />

largo del siglo XVIII. La partitura<br />

no fue impresa, sino que<br />

circuló en copias manuscritas,<br />

aunque con un nivel de detalle<br />

suficiente para su interpretación.<br />

Nada hacía presagiar que<br />

el siguiente trabajo dramático<br />

del compositor, Arianne et<br />

Bacchus, estrenado en marzo<br />

de 1696, tuviera la fría acogida<br />

que recibió. La partitura se<br />

imprimió sin las partes intermedias<br />

de coro y orquesta. El<br />

fracaso provocó una década de<br />

silencio teatral en el compositor,<br />

que no volvió sobre la<br />

ópera hasta 1706, cuando se<br />

impone con Alcyone, tragedia<br />

con libreto del famoso Antoine<br />

Houdar de la Motte y su mayor<br />

éxito no sólo en el género,<br />

sino en toda su carrera. La<br />

obra sería citada y parodiada<br />

en multitud de ocasiones (su<br />

Tempestad resultó especialmente<br />

impactante) y conoció<br />

al menos cinco reposiciones<br />

en aquel mismo siglo.<br />

Tratando de aprovechar<br />

aquella corriente favorable,<br />

Marais y Houdar de la Motte<br />

prepararon enseguida un nuevo<br />

proyecto operístico,<br />

Sémélé, que estrenada el 9 de<br />

abril de 1709 resultó un rotundo<br />

fracaso, poniendo así inesperado<br />

final a la trayectoria<br />

lírica del compositor. Se han<br />

esgrimido varias razones para<br />

justificar el fracaso del estreno.<br />

Sin duda, el rigurosísimo<br />

invierno, que provocó escasez<br />

y hambre generalizada, lo que<br />

llevaría incluso a cerrar los<br />

teatros parisinos en enero,<br />

tuvo su importancia, aunque<br />

en el fondo el aspecto crucial<br />

parece atender a un cambio<br />

en el gusto del público fran-<br />

cés, que empezó a mostrar<br />

cierto hartazgo por el género<br />

de la tragedia lírica. De hecho,<br />

después del éxito de Alcyone,<br />

ninguna otra obra triunfaría en<br />

París hasta la presentación de<br />

Les fêtes vénitiennes de Campra<br />

en 1710. Claro que se trataba<br />

de una opéra-ballet.<br />

Estructurada en el prólogo<br />

y los cinco actos de rigor, la<br />

obra desarrolla el conocido<br />

sujeto mitológico de los amores<br />

entre Semele y Júpiter, que<br />

tratarían también, entre otros<br />

músicos barrocos, Haendel,<br />

John Eccles y Antonio de Literes.<br />

Tras una típica obertura<br />

lullysta, en el prólogo se desarrolla<br />

una bacanal escrita con<br />

un exquisito refinamiento y<br />

una gran riqueza instrumental<br />

(trompeta incluida), en el que<br />

se anuncia el drama que se va<br />

a representar, pero en el que<br />

se elude cualquier referencia a<br />

la gloria del rey, como había<br />

sido habitual hasta entonces.<br />

Cada acto está magníficamente<br />

individualizado en materia de<br />

carácter: el primero es heroico<br />

y está lleno de efectos descriptivos;<br />

el segundo queda marcado<br />

por la inclusión de una<br />

espléndida chacona; en el tercero,<br />

de carácter infernal,<br />

sobresalen los efectos de las<br />

arias de furia; el cuarto está<br />

dominado por un divertimento<br />

pastoril, en el que se hace uso<br />

de las musettes; el quinto conduce<br />

a un final esplendoroso,<br />

con efectos descriptivos (el<br />

terremoto provocado por la<br />

aparición de Júpiter revestido<br />

de todo su poder y que termina<br />

con la destrucción del palacio<br />

de Cadmo parece querer<br />

repetir el éxito de la tempestad<br />

de Alcyone) y un juego de<br />

contrastes muy interesante<br />

entre el tratamiento de los personajes<br />

mortales y los dioses.<br />

Las arias son breves y no hay<br />

grandes recitativos acompañados,<br />

pero la riqueza y variedad<br />

del tratamiento orquestal resulta<br />

absolutamente magistral y<br />

debería ser más que suficiente<br />

para que la obra se hiciera un<br />

hueco en el repertorio.<br />

Hace un par de años, el<br />

conjunto Montréal Baroque,<br />

dirigido por Wieland Kuijken,<br />

grabó para Atma una suite de<br />

Sémélé. Hervé Niquet ofrece<br />

ahora en Glossa una versión<br />

que no parece completa, pero<br />

que resulta más que suficiente<br />

para apreciar sus valores.<br />

Pocos maestros pueden mostrar<br />

este profundo entendimiento<br />

de la música teatral del<br />

Barroco francés. Aspectos<br />

esenciales de esta música,<br />

como el ritmo o la prosodia,<br />

están cuidados con esmero.<br />

Niquet consigue un sonido<br />

vigoroso y redondo de su conjunto<br />

instrumental, con excelentes<br />

intervenciones de los<br />

solistas, y hace que su coro<br />

brille como nunca, por empaste<br />

y por capacidad para las<br />

matizaciones más teatrales, en<br />

especial en los momentos de<br />

mayor exaltación.<br />

En la ópera barroca francesa<br />

el recitado tiene un sentido<br />

dramático mucho más profundo<br />

que en el de la ópera<br />

italiana, conectando en cierta<br />

medida con el cantar parlando<br />

monteverdiano. En palabras<br />

de Sébastien de Brossard,<br />

con la declamación característica<br />

del recitativo francés “se<br />

presta más atención a expresar<br />

la pasión que a seguir con<br />

exactitud una medida pautada”.<br />

Por ello, el conocimiento<br />

no sólo del estilo sino de la<br />

particular prosodia francesa<br />

son claves para conseguir<br />

interpretaciones convincentes<br />

y verosímiles. En este sentido,<br />

el elenco escogido para esta<br />

Sémélé resulta notablemente<br />

adecuado, por más que al<br />

Júpiter de Thomas Dolié<br />

hubiera podido pedírsele un<br />

poco más de delicadeza y dulzura<br />

en sus dúos con la protagonista<br />

principal, encarnada<br />

por una Shannon Mercer de<br />

voz pequeña y ligera, pero<br />

línea encantadoramente sensual<br />

(maravillosa en Amor,<br />

régnez en paix), mucho más<br />

que la Dorine de Bénédicte<br />

Tauran o la Sacerdotisa de Jaël<br />

Azzaretti, ambas de timbres<br />

algo desabridos en los agudos,<br />

por más que resulten impecables<br />

en el fraseo. Como Adraste,<br />

el lírico Anders J. Dahlin,<br />

de timbre algo blanquecino,<br />

parece crecerse en los números<br />

de conjunto, así en su dúo<br />

de principios del tercer acto<br />

con la muy intensa Juno de<br />

Hjördis Thébault, quien juega<br />

muy bien con los diferentes<br />

registros expresivos, como<br />

muestra el contraste de sus<br />

intervenciones en el papel de<br />

diosa y esas otras en que se<br />

presenta bajo la forma de<br />

Beroé, la nodriza de Sémele.<br />

Abadie y Labonnette cumplen<br />

a satisfacción en unos roles<br />

algo hieráticos e inflexibles.<br />

Pablo J. Vayón


D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Icebreaker, Philip Glass Ensemble<br />

SONIDO FANTASMA<br />

GLASS: Music with Changing<br />

Parts. ICEBREAKER.<br />

ORANGE MOUNTAIN MUSIC OMM<br />

0035 (Harmonia Mundi). 2007. 50’.<br />

DDD. N PN<br />

Monsters of Grace.<br />

MARIE MASCARI, soprano; ALEXANDRA<br />

MONTANO, mezzo; GREGORY<br />

PURNHAGEN, barítono; PETER<br />

STEWART, bajo. THE PHILIP GLASS<br />

ENSEMBLE.<br />

ORANGE MOUNTAIN MUSIC OMM<br />

0041 (Harmonia Mundi). 2007. 92’.<br />

DDD. N PN<br />

La Music for Changing<br />

Parts fue inventada en<br />

1970 cuando, al término<br />

de un ensayo en un auditorio<br />

de Minneapolis, los revestimientos<br />

de madera secretaron<br />

un fantasma acústico que<br />

semejaba una voz tenida.<br />

Dice la leyenda que este fenómeno<br />

despertó en el joven<br />

Glass la idea de fundar en la<br />

imprevisibilidad su próxima<br />

obra. El cuadro de entonces<br />

es muy distinto del actual: al<br />

comenzar los setenta el compositor<br />

estaba aún acuñando<br />

su lenguaje con músicas cuadrangulares<br />

y contrapuntos<br />

aritméticos, removido contra<br />

el dodecafonismo e infatuado<br />

por las adiciones indias; con<br />

Riesman y Munkacsi fatigaba<br />

las carreteras a lo Kerouac o<br />

Dylan en busca de oídos<br />

libres y tocaba en la galería<br />

de Paula Cooper mientras la<br />

bohemia del Soho devoraba<br />

Warhols y Pollocks. Ya había<br />

concebido Music in Similar<br />

Motion y Music in Contrary<br />

Motion (1969), que suponen<br />

el escándalo y el denuedo, y<br />

probablemente se cocían ya<br />

en su inconsciente Music in<br />

Twelve Parts (1974) y la ópera<br />

Einstein on the Beach (1976),<br />

que son el tratado, el sistema<br />

y la gravedad del minimalismo<br />

glassiano. Emparedada entre<br />

estas criaturas históricas y<br />

ensombrecida por sus rubros<br />

figura una obrita cuya recuperación<br />

(ésta, la de Icebreaker)<br />

debería favorecer una refacción<br />

del mapa glassiano.<br />

Hay varias razones para<br />

ello, y de todas ellas da fe Bob<br />

Gilmore en las notas al compacto:<br />

en primer lugar, y aun<br />

considerándola una consecuencia<br />

más que un fundamento,<br />

se trata de la primera<br />

obra de Glass donde la armonía<br />

dispone de su propio<br />

cuerpo, no presentándose<br />

como subproducto del ritmo:<br />

en tanto que estudio de la<br />

imprevisibilidad relativa<br />

(setenta y seis figuras rítmicas<br />

dispuestas en ocho voces) a<br />

los ejecutantes (aquí un efectivo<br />

de trece instrumentistas<br />

frente al inespecífico septeto<br />

original) se les permite interpretar<br />

cualquiera de las líneas<br />

o, eventualmente, emitir un<br />

tono sostenido (el fantasma de<br />

Minneapolis). Estos sostenuti,<br />

que hacen levitar el pentagrama<br />

de arriba abajo, suponen,<br />

por primera vez en la obra de<br />

Glass, una construcción no<br />

repetitiva y, en cierto modo, la<br />

prefiguración de una nueva<br />

gramática (por ejemplo: la<br />

serie Another Look at Harmony).<br />

En segundo lugar, la<br />

inexistencia de una consignación<br />

instrumental determinada<br />

(de una orquestación, a fin de<br />

cuentas) genera una textura<br />

de color ligeramente más contrastada,<br />

veteada y brillante<br />

que la de sus obras de los<br />

sesenta: con un requerimiento<br />

mínimo de cuatro teclados,<br />

pero delineada por la formación<br />

de Glass en los setenta a<br />

base de flautín, flauta contralto,<br />

saxos tenor y soprano,<br />

trompeta, piano y violín eléctrico,<br />

teclados y vocalizaciones,<br />

la versión de Icebreaker<br />

densifica la espesura terrosa y<br />

laríngea del viento con flauta<br />

de pan, clarinetes, chelo, guitarra<br />

eléctrica, bajo y marimba<br />

(los recursos naturales del<br />

grupo) aumentando brillo y<br />

contraste y, por ende, la significación<br />

de la misma.<br />

Esta doble sustancia (tratamiento<br />

independiente de la<br />

armonía y enriquecimiento de<br />

la pasta tímbrica) de Music<br />

with Changing Parts es algo<br />

que el británico James Poke y<br />

su Icebreaker (una agrupación<br />

nacida, como su nombre<br />

indica, para romper los<br />

carámbanos de la música contemporánea)<br />

defienden con<br />

intrepidez desde su propio<br />

instrumental, asumiendo las<br />

laxas prescripciones como<br />

acicates para la expresión y<br />

no tanto como preceptos de<br />

una teoría. Hay algo hermoso<br />

en su forma de modular el<br />

flujo de este gran organillo<br />

sistólico, de esta máquina de<br />

colores rectilíneos y retráctiles<br />

que es enunciada por ellos<br />

como algo futuro y versátil y<br />

no como una caja de ritmos<br />

obsoleta y aurática.<br />

A diferencia de esta pieza,<br />

la ópera Monsters of Grace<br />

(1997), levantada sobre los<br />

poemarios del místico medieval<br />

Jalaludin Rumi, debe su<br />

impopularidad a razones<br />

extramusicales: la ambiciosa<br />

escenografía de Robert Wilson,<br />

que situaba a los cantantes<br />

(soprano, mezzo, barítono<br />

y bajo) y al grupo instrumental<br />

en un complejo entorno<br />

tridimensional sustentado en<br />

la animación digital, fue al<br />

parecer la causa de la debacle<br />

PHILIP GLASS<br />

de esta producción.<br />

El de Brooklyn siempre<br />

ha mostrado, indefectiblemente,<br />

un gusto exquisito a la<br />

hora de elegir equipaje en sus<br />

obras líricas: tanto da que se<br />

trate de terratenientes, faraones<br />

o matemáticos, de criaturas<br />

preternaturales, evangelistas<br />

o filósofos persas; en su<br />

obra lírica, la letra que pesa y<br />

conduce es siempre fascinante,<br />

bien por su contenido o<br />

por su forma de sonar al oído.<br />

En este caso, los textos del<br />

pretérito Rumi, adaptados y<br />

traducidos al inglés por Coleman<br />

Barks, son admirables<br />

por su llaneza y agapismo.<br />

Glass los agarra desde sus<br />

mismas tripas y los monta en<br />

unas arias expresivas y llenas,<br />

si bien poco originales, que<br />

recuerdan los vuelos y progresiones<br />

de sus monolíticas<br />

Quinta Sinfonía (2000) o de<br />

su ópera The Civil Wars: The<br />

Rome Section (1983), pintadas<br />

bajo el signo de lo épico y lo<br />

ecuménico.<br />

De este trabajo, y al margen<br />

de las beatitudes melódicas,<br />

llama particularmente la<br />

atención que la naturaleza<br />

“transcultural” del material de<br />

partida disponga, en ciertas<br />

arias e interludios, de homólogo<br />

trasunto sonoro, una<br />

característica que no abunda<br />

fuera de su producción cinematográfica<br />

o concertante: en<br />

lo armónico (por ejemplo: la<br />

sorprendente introducción de<br />

Where Everything is Music,<br />

una línea melismática que nos<br />

retrotrae al orientalismo de la<br />

escuela de D’Indy) y, especialmente,<br />

en lo tímbrico (una<br />

envoltura electrónica de atabales,<br />

tares y santures) Glass<br />

rinde ocasionalmente texto y<br />

pentagrama a una configuración<br />

que, en coalescencia con<br />

el habitual dispositivo de<br />

vientos del The Philip Glass<br />

Ensemble, evoca intensamente<br />

el remoto influjo del derviche<br />

o el alminar más allá de la<br />

recursividad o la repetición.<br />

La cuadratura del canto<br />

glassiano, que es desaconsejable<br />

para cantantes de pobre<br />

fiato, especialmente en tempi<br />

rápidos o sinuosos, no se<br />

cobra aquí ninguna víctima:<br />

Mascari y Montano, glassianas<br />

de pro, dicen sus textos con<br />

la justa gracia, sin innecesarios<br />

floreos belcantistas; los<br />

varones (Purnhagen y Stewart),<br />

por su parte, hacen<br />

correr su arte por encima y<br />

por debajo de la estética de<br />

líneas y ángulos, apoderándose<br />

de Rumi con unas voces en<br />

las que parecen resonar profetas<br />

y milenios.<br />

David Rodríguez Cerdán<br />

71


D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Brilliant. Archivos Históricos de Rusia<br />

SOFRONITZKI PARA TODOS<br />

72<br />

VLADIMIR<br />

SOFRONITZKI.<br />

Pianista.<br />

Obras de Scriabin, Borodin,<br />

Prokofiev, Rachmaninov,<br />

Chopin, Beethoven,<br />

Mendelssohn, Liszt, Schubert-<br />

Liszt, Schubert y Schumann.<br />

9 CD BRILLIANT 8975 (Cat Music).<br />

1946-1960. 547’. R/H PE<br />

En su interesante serie de<br />

Archivos Históricos de<br />

Rusia, Brilliant nos ofrece<br />

un nuevo “chollo”: una edición<br />

dedicada a Vladimir Sofronitzki<br />

(1901-1961), yerno de Scriabin<br />

y sensacional pianista, elogiado<br />

por Neuhaus (“toca como un<br />

dios”), Richter o Gilels (“el<br />

mejor pianista del mundo”)<br />

entre muchísimos otros. Sofronitzki,<br />

un romántico de complicada,<br />

inestable y solitaria personalidad<br />

que tuvo problemas<br />

con el alcohol y las drogas,<br />

nunca salió de la URSS después<br />

de una gira a finales de los<br />

años 20, de forma que para el<br />

público occidental permaneció<br />

prácticamente inédito hasta<br />

que a partir de los 90 empezaron<br />

a llegarnos grabaciones de<br />

pianistas como él o como<br />

Maria Yudina (compañera de<br />

clase en el Conservatorio),<br />

Grinzburg y tantos otros. Todo<br />

lo que de él existe en disco<br />

procede de grabaciones de la<br />

antigua URSS, que es tanto<br />

como decir que técnicamente<br />

adolece de la tosca tecnología<br />

soviética de la época. Incluso<br />

adolece también de algún que<br />

otro piano en condiciones, por<br />

decirlo de forma políticamente<br />

correcta, subóptimas. Buena<br />

parte del legado discográfico<br />

sofronitskiano (la totalidad del<br />

que aquí se recupera) procede<br />

de tomas en vivo, y hay que<br />

recordar que se trata de material<br />

que ha visto la luz con<br />

anterioridad en distintos sellos<br />

(Le Chant du Monde a la cabeza),<br />

por lo que es posible que<br />

algunos aficionados tengan<br />

todo o parte de lo que aquí se<br />

ofrece. En todo caso, incluso si<br />

se repite algún disco, al precio<br />

al que se ofrece el álbum (algo<br />

menos de 3 euros por disco)<br />

no vale la pena plantearse la<br />

duda. Y esto es así porque el<br />

resultado artístico es de primerísimo<br />

orden.<br />

Los dos primeros discos, el<br />

segundo grabado el año anterior<br />

a la muerte del pianista,<br />

están dedicados a Scriabin<br />

(Sonata nº 3, Andante de la<br />

Sonata nº 2, Sonatas nºs 9 y<br />

10, Poemas op. 32, nº 2, op.<br />

44, nº 1, op. 52, nº 1 y op. 59,<br />

nº 1, Poème ailé op. 51, nº 3,<br />

Poema lánguido op. 52, nº 3,<br />

Poema satánico op. 36, Poemas<br />

op. 69, nºs 1 y 2, Flammes<br />

sombres op. 73, nº 2, Guirlandes<br />

op. 73, nº 1, Fragilidad op.<br />

51, nº 1, Hoja de álbum op.<br />

45, nº 1, Mazurka op. 40, nº 2,<br />

Masque op. 63, nº 1, Ironías<br />

op. 56, nº 2, Pieza para piano<br />

op. 57, nº 1, Polonesa op. 21,<br />

Estudios op. 8, nº 12 y op. 42,<br />

nº 4 y 6, Vals op. 38, Preludios<br />

op. 11, nºs 2, 3, 4-13, 15-17,<br />

19-22 y 24, op. 13, nºs 1, 3, 6,<br />

op. 15, nº 1, op. 9, nº 1, op. 22,<br />

nº 2, op. 16, nºs 2, 4 y 5) y ya<br />

valen por casi todo el álbum.<br />

Constituyen la mejor prueba<br />

de su romanticismo de buena<br />

ley, de su introvertida nostalgia<br />

y de su enigmática personalidad.<br />

Dotado de una técnica<br />

superlativa, Sofronitzki conseguía<br />

una gama de matices<br />

de extraordinaria amplitud,<br />

que manejaba con gran inteligencia.<br />

En el Andante de la<br />

Sonata nº 2 consigue una diferenciación<br />

de planos casi inverosímil,<br />

con un sonido tan lleno<br />

como etéreo, dibujando las<br />

complejas texturas scriabinianas<br />

y su intrincado mundo<br />

expresivo con una claridad<br />

insólita. Los Preludios y demás<br />

piezas breves aquí presentadas<br />

constituyen así interpretaciones<br />

asombrosas, de sugerente<br />

clima y elegancia, pero también<br />

de un titánico poderío y<br />

desgarrado dramatismo (Preludios<br />

op. 11, nºs 16 y 20, el aterrador<br />

Poema satánico).<br />

Se luce también en otro<br />

repertorio ruso, como el del<br />

tercer disco (Pequeña Suite de<br />

Borodin, Cuentos de la abuela<br />

de Prokofiev y Momentos musicales<br />

y selección de Étudestableaux<br />

de Rachmaninov). No<br />

hay más que escuchar la exquisitez<br />

de matiz en el Momento<br />

musical op. 16, nº 5 de Rachmaninov,<br />

etéreo y delicado,<br />

sutil, refinado y elegante como<br />

en pocas ocasiones.<br />

Los dos discos siguientes<br />

están dedicados a Chopin<br />

(Mazurkas op. 67, nº 4, op. 6,<br />

nºs 3 y 4, op. 41, nºs 1 y 2, op.<br />

17, nº 1, op. 24, nº 1, op. 33,<br />

nºs 1 y 3, op. 63, nºs 1 y 2, op.<br />

68, nºs 1-3, op. 30, nºs 3 y 4,<br />

Valses op. 64, nºs 1 y 3, op. 70,<br />

nº 2, Balada nº 3, <strong>Scherzo</strong> nº<br />

1, 24 Preludios op. 28, Polonesas<br />

op. 53 “Heroica” y op. 26,<br />

nº 1, Estudios op. 10, nºs 3 y 6,<br />

op. 25, nº 3). Y las características<br />

de este pianista (elegancia<br />

expresiva, cuidadísima atención<br />

al color sonoro, a la<br />

expresividad y canto del fraseo,<br />

romántica personalidad)<br />

vienen que ni pintadas a la<br />

música de Chopin. De forma<br />

que aquí tenemos una generosa<br />

selección de Mazurkas primorosamente<br />

traducidas. Pero<br />

también una soberbia colección<br />

de Preludios, de una gran<br />

emotividad, con un matiz<br />

exquisito y un rubato que canta<br />

con fluidez y naturalidad,<br />

aunque en algún momento<br />

(Nocturno op. 9, nº 2, le ocurre<br />

algo parecido más tarde en<br />

el Impromptu de Schubert) se<br />

exagere un tanto. Es igualmente<br />

capaz de traducir con el<br />

mayor acierto el lado épico,<br />

como en la Polonesa op. 53,<br />

una interpretación estupenda<br />

aunque adolezca de algún<br />

VLADIMIR SOFRONITZKI<br />

fallo de edición.<br />

El sexto disco contiene<br />

más obras de Chopin (Nocturnos<br />

op. 9, nº 2, op. 37, nº 2 y<br />

op. 48, nº 1), junto a páginas<br />

de Beethoven (Sonata nº 15)<br />

y Mendelssohn (Variaciones<br />

serias op. 54). Ya se habló del<br />

rubato en alguno de los Nocturnos.<br />

En la Sonata Pastoral<br />

de Beethoven hay quizá<br />

demasiada oscuridad. Mejor<br />

las Variaciones de Mendelssohn,<br />

brillantes y efusivas.<br />

El séptimo es un monográfico<br />

Liszt (Egloga, del Primer<br />

año de Peregrinación —<br />

Suiza—, Segundo año —<br />

Italia—, transcripciones de<br />

Lieder de Schubert), en el que<br />

Sofronitzki luce su sentido<br />

romanticismo, desde la luminosa<br />

Égloga inicial hasta el<br />

tempestuoso Erlkönig que cierra<br />

el disco.<br />

El octavo está íntegramente<br />

dedicado a Schubert (Sonatas<br />

D. 960 y D. 784). La última<br />

Sonata schubertiana (sin repeticiones)<br />

se nos presenta con<br />

intimismo y nostalgia antes<br />

que con el descarnado drama<br />

que ofrece Richter, aunque lo<br />

ominoso no deja de aparecer.<br />

Sin embargo, momentos como<br />

el desarrollo del primer tiempo<br />

tienen un aire notablemente<br />

más rutinario que en manos<br />

del mencionado Richter. Por el<br />

contrario, el segundo movimiento<br />

de esa misma obra está<br />

maravillosamente matizado, al<br />

igual que los dos últimos.<br />

Sofronitzki destaca el lado más<br />

apasionado de la D. 784, aunque<br />

en el más lírico uno echa<br />

de menos la formidable elegancia<br />

de Brendel. El arrollador<br />

final es de los de ponerle<br />

a uno al borde de la silla. Lástima<br />

que la mediocre toma de<br />

sonido no esté a tono.<br />

Algo que se prolonga en el<br />

último disco, con obras de<br />

Schubert y Schumann (Fantasía<br />

Wanderer, 3 Piezas de Bunte<br />

Blätter y Carnaval). La Wanderer<br />

es tensa y brillante aunque<br />

no alcance las cotas estratosféricas<br />

de Richter. El Carnaval,<br />

por su parte, es en conjunto<br />

una sobresaliente interpretación,<br />

de nuevo con una música<br />

que parece idónea para el<br />

romántico temperamento del<br />

artista ruso. Pero el resumen ya<br />

estaba claro desde el principio:<br />

por encima de las deficiencias<br />

de sonido y de las de algún<br />

piano de saldo, la categoría de<br />

las interpretaciones es extraordinaria,<br />

y a tres euros el disco<br />

la cosa no ofrece duda.<br />

Rafael Ortega Basagoiti


D D I S I C S O C O S S<br />

ESTUDIOS<br />

Arthaus, Deutsche Grammophon<br />

EL DIOS HUMANIZADO<br />

KARAJAN, UN MAESTRO<br />

PARA LA PANTALLA.<br />

Una película de GEORG WÜBBOLT.<br />

ARTHAUS 101459 (Ferysa). 2008. 52’.<br />

N PN<br />

KARAJAN O “LA BELLEZA<br />

COMO YO LA VEO”.<br />

Una película de ROBERT DORNHELM.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 00440<br />

073 4392 (Universal). 2008. 92’. N PN<br />

Los testimonios escritos y<br />

filmados sobre el célebre<br />

director ya van siendo<br />

abundantes. Últimamente se<br />

han publicado tres biografías<br />

más que seguramente también<br />

veremos traducidas en España,<br />

una de su viuda Eliette von<br />

Karajan, otra más seria de Pierre-Jean<br />

Remy (de la Academia<br />

francesa) y finalmente una tercera<br />

en alemán de Peter Uehling.<br />

También se publicó en su<br />

día traducida (bastante mal) al<br />

español la de Richard Osborne<br />

(A life in music), posiblemente<br />

la más completa de las existentes<br />

y que merecería una nueva<br />

edición revisada. Además de<br />

estos testimonios escritos, Arthaus<br />

y Deutsche Grammophon<br />

publican respectivamente dos<br />

DVDs dedicados a Karajan,<br />

uno de ellos relacionado con<br />

la verdadera obsesión que<br />

tenía el director por las producciones<br />

filmadas, naturalmente<br />

con él mismo de protagonista<br />

absoluto (Maestro for<br />

the Screen se llama el DVD Arthaus),<br />

y el otro nos narra una<br />

panorámica vital y artística bastante<br />

completa del director con<br />

todos sus defectos y virtudes,<br />

testimonios a favor y en contra,<br />

conceptos y aproximaciones<br />

musicales, en una película<br />

de Robert Dornhelm de más<br />

de hora y media de duración,<br />

que se ve con agrado y cuyo<br />

tiempo transcurre en un suspiro.<br />

En ella se recogen imágenes<br />

de otras producciones,<br />

aunque convenientemente cortadas<br />

(por ejemplo: cuando<br />

Karajan llega a su mansión en<br />

un lujoso deportivo, al empleado<br />

doméstico que le abre la<br />

puerta del Porsche ni siquiera<br />

le mira, ni mucho menos le da<br />

las gracias con un gesto, mostrándose<br />

por el contrario extraordinariamente<br />

afectuoso con<br />

los perros que le salen a recibir.<br />

Lo mismo sucede con dos<br />

niñas vestidas de kimono que<br />

le ofrecen sendos ramos de<br />

flores tras un concierto en<br />

Tokio: las niñas son para él<br />

dos robots que no merecen<br />

consideración, centrando su<br />

total atención en las flores).<br />

Pero a pesar de todo, lo que se<br />

desprende de estas películas es<br />

que estamos ante un músico<br />

extraordinariamente dotado,<br />

extremadamente inteligente y<br />

un astuto hombre de negocios<br />

cuyo talento natural hizo que<br />

la música clásica se difundiese<br />

hasta extremos impensables<br />

con cualquier otro director,<br />

siempre con su figura en primer<br />

plano (Bernstein haría lo<br />

mismo en América, y también<br />

en Europa en los últimos años<br />

de su carrera; por no hablar de<br />

Celibidache, que se negaba a<br />

grabar discos pero siempre<br />

estaba dispuesto a difundir su<br />

imagen ante las cámaras de<br />

cine o de televisión). Los testimonios<br />

retratan bastante certeramente<br />

al protagonista de la<br />

película, e incluso hay<br />

momentos (por ejemplo, en su<br />

felicitación tras el Concierto de<br />

Año Nuevo) en el que se le ve<br />

tan frágil, desvalido y emocionado,<br />

que consigue de inmediato<br />

que el espectador se<br />

ponga de su parte, aunque<br />

uno no deja de preguntarse si<br />

todo eso no estaría calculada-<br />

mente estudiado y sería otro<br />

aspecto comercial más del más<br />

popular de los conciertos.<br />

Todos los intervinientes en la<br />

película, a pesar de que<br />

muchos de ellos se muestren<br />

críticos, hablan siempre con<br />

respeto y admiración, e incluso<br />

alguno de ellos (Rattle) pone<br />

el dedo en la llaga ante el espinoso<br />

episodio de su doble afiliación<br />

al NSDAP (el partido<br />

nazi). Los demás, como decimos<br />

(hasta Solti sale al principio<br />

diciendo que “Fue el mejor<br />

director del siglo XX”), ya sean<br />

Christa Ludwig, Seiji Ozawa,<br />

Gundula Janowitz o el ex canciller<br />

Helmut Schmidt, le dedican<br />

sus mejores loas. Por lo<br />

demás, la película es ágil y está<br />

bien narrada, el personaje está<br />

retratado con cariño e incluso<br />

con matices humanos que<br />

seguramente serán desconocidos<br />

para la mayoría de los<br />

mortales (su hija dice que a<br />

menudo contaba chistes verdes,<br />

y durante un ensayo con<br />

la Filarmónica de Berlín, les<br />

cuenta uno bastante gracioso<br />

sobre el canciller Willy Brandt.<br />

También se le ve en una insólita<br />

imagen bromeando con<br />

Agnes Baltsa). En fin, un documento<br />

de indudable interés<br />

sobre este personaje tímido y<br />

controvertido, exigente, hábil,<br />

manipulador y muy buen<br />

actor. A cualquiera que le interese<br />

la música sinfónica y la<br />

ópera, y a pesar de lo discutible<br />

de su personalidad, disfrutará<br />

con esta atractiva película.<br />

La de Arthaus, como ya<br />

hemos dicho, está limitada al<br />

aspecto de Karajan y la imagen,<br />

con descubrimientos verdaderamente<br />

explosivos, por<br />

ejemplo nos enteramos de que<br />

los conciertos filmados en<br />

estudio con la Filarmónica de<br />

Berlín están en play-back, es<br />

decir, los músicos hacen como<br />

que tocan, pero la música<br />

había sido grabada previamente<br />

(la orquesta, se nos dice, se<br />

mostró ofendida y bastante<br />

molesta con este procedimiento,<br />

pero acabó pasando por el<br />

aro. Al ser preguntado sobre el<br />

particular, Karajan se limita a<br />

decir que en ese momento “es<br />

lo que había que hacer”). El<br />

interés del director por este<br />

medio de difusión tuvo lugar<br />

tras un concierto en Japón con<br />

su orquesta berlinesa, cuyos<br />

conciertos fueron vistos por<br />

millones de telespectadores<br />

gracias a las retransmisiones<br />

en directo o en diferido. De<br />

esta forma, el músico Karajan<br />

que se había planteado siempre<br />

su trabajo desde el punto<br />

de vista auditivo, pasó a<br />

reconsiderarlo desde una<br />

importante dimensión visual.<br />

Sin embargo, su vanidad narcisista<br />

no siempre le facilitó las<br />

cosas, de tal forma que sus<br />

colaboraciones con importantes<br />

hombres del cine (Henri-<br />

Georges Clouzot, Hugo Niebeling<br />

—tan autócratas como el<br />

propio Karajan—) acabaron<br />

siempre en discordia hasta<br />

que él mismo tomó las riendas<br />

de las películas. El resto ya es<br />

conocido y de su control absoluto<br />

(musical y cinematográfico)<br />

sobre sus producciones ya<br />

hablamos largo y tendido en<br />

el pasado SCHERZO al comentar<br />

varios DVDs publicados<br />

por DG. Este interesante documento<br />

Arthaus tiene la desventaja<br />

respecto del anterior<br />

DG de ser más caro y de tener<br />

40 minutos menos de metraje.<br />

En suma, dos importantes<br />

documentos sobre este ya<br />

legendario director, con todas<br />

sus virtudes y contradicciones.<br />

HERBERT VON KARAJAN<br />

Los dos reflejan con exactitud<br />

la obra de este maestro de la<br />

perfección del que una de sus<br />

hijas dice, en algún momento<br />

de la película, que hasta en la<br />

vida cotidiana y familiar su<br />

madre y ellas eran dirigidas y<br />

corregidas férreamente. Lo cual<br />

nos recuerda aquella anécdota<br />

de Ingrid Bergman, que al ser<br />

preguntada por su matrimonio<br />

con Rossellini, decía algo así<br />

como: “El peligro de estar casada<br />

con un director, es que te<br />

dirige siempre y en todos los<br />

aspectos de la vida”.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

73


74<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

Naïve/Montaigne, Brilliant<br />

CENTENARIO DE MESSIAEN: DE MOMENTO,<br />

DOS ÁLBUMES<br />

Dos grandes álbumes de<br />

registros no demasiado<br />

antiguos con buenísima<br />

música de Messiaen, reediciones<br />

de discos que en algún<br />

caso han circulado muy poco<br />

por aquí. Por ejemplo, se vieron<br />

poco los discos de Montaigne<br />

que ahora trae Naïve<br />

(distribuidor: Diverdi).<br />

Las dos grandes obras del<br />

álbum de Montaigne (6CD MO<br />

782179), Transfiguración<br />

(1969) y De los cañones a las<br />

estrellas (1974), son creaciones<br />

de plena madurez, de un<br />

riqueza y una complejidad que<br />

aquí no cabe sino recordar,<br />

obras construidas a lo largo de<br />

varios años a partir de impresiones,<br />

evocaciones, fe y capacidad<br />

de desarrollo. Ricas en<br />

timbres, en sugerencias, en<br />

retrato de la grandeza de Dios,<br />

mediante su figura como Cristo<br />

o a través de la grandeza de<br />

su creación, son frescos<br />

imprescindibles dentro de la<br />

carrera de Messiaen como<br />

enorme compositor. Reinbert<br />

de Leeuw demostraría ya sólo<br />

con estos dos registros que es<br />

un excelente director de la<br />

música de su tiempo, si no lo<br />

supiéramos por otros fonogramas.<br />

Hace frente a unos equipos<br />

sencillamente impresionantes,<br />

Coro BRT de Bruselas.<br />

Groot Omroepkoor y Radio<br />

Symphonie Orkest Hilversum;<br />

Asko Ensemble. Schoenberg<br />

Ensemble. Slagwerkgroep den<br />

Haag. Un director que concierta<br />

tantos elementos, por<br />

mucho que a menudo sean<br />

pequeños conjuntos surgidos<br />

del ejército instrumental del<br />

tutti, tiene que tener la cabeza<br />

analítica de De Leeuw, mas<br />

también la sensibilidad artística<br />

y una forma u otra de complicidad<br />

espiritual con el objetivo<br />

artístico y trascendente<br />

del compositor. Así, Reinbert<br />

de Leeuw, grandísimo músico.<br />

Visiones del Amén es muy<br />

tura como sugerencia de los<br />

grandes desarrollos de otras<br />

obras. Para quien no conozca<br />

demasiado a Messiaen, este<br />

CD puede servirle de introducción;<br />

son obras de finales de<br />

los 50 (Oiseaux), de los 60<br />

(Haikai y Couleurs) o ya de<br />

los 80 (Vitrail, acaso la menos<br />

conocida de estas obras<br />

menos tocadas). Toda una<br />

obra de arte en cuatro partes,<br />

piezas, secuencias, momentos;<br />

además de todo un documento,<br />

un regalo; que ahora se<br />

torna de nuevo regalo para<br />

nosotros.<br />

Apenas hace un año reseñábamos<br />

con calor la<br />

integral<br />

organística<br />

de Messiaen<br />

que el hol<br />

a n d é s<br />

Willem Tanke<br />

había grabado en 1994 en<br />

Haarlem. Se distribuyó poco y<br />

tuvo que esperar doce años<br />

para un lanzamiento más<br />

amplio, en el sello Brilliant<br />

(distribuidor: Cat Music). Ésta<br />

es la referencia que reseñábamos,<br />

y decíamos que había<br />

causado sensación en los<br />

pocos que pudieron llegar a<br />

oírlo hacia 1995. Nos llega<br />

ahora esta espléndida integral<br />

(obras para órgano, piano y<br />

canciones, 17 CDs Brilliant<br />

8949) con un gran álbum<br />

Messiaen en el que hay<br />

muchas obras importantes del<br />

compositor, excepto piezas<br />

orquestales. Y sabemos que<br />

fue en la orquesta donde<br />

Messiaen dio casi todo lo<br />

mejor de sí mismo. No todo,<br />

pero sí casi todo. Messiaen<br />

compuso poca música de<br />

cámara, pero el Cuarteto para<br />

el fin del tiempo es una de sus<br />

mejores obras. Su música<br />

organística es su gran aportación,<br />

como intérprete que<br />

partía de una experiencia permanente<br />

y cotidiana frente al<br />

órgano de la iglesia parisiense<br />

de la Trinité.<br />

Casi, decíamos. Ahí está el<br />

piano. Para el piano compuso<br />

Messiaen algunas obras señeras,<br />

como las Veinte miradas<br />

al Niño Jesús, las siete Visiones<br />

del Amén, o la inmensidad del<br />

Catálogo de pájaros. Y otras<br />

obras importantes, aunque de<br />

menor envergadura, ya que no<br />

de menor ambición, como ese<br />

anterior, es obra para dos pianistas<br />

del joven compositor<br />

que regresa del frente, el que<br />

ya ha compuesto el Cuarteto<br />

para el fin del tiempo en las<br />

terribles condiciones que<br />

sabemos, y estrena esta obra a<br />

cuatro manos en los Conciertos<br />

de la Pléiade con la jovencísima<br />

Yvonne Loriod. También<br />

aquí tiene no poco que<br />

decir Reinbert de Leeuw, pero<br />

como pianista, junto con Maarten<br />

Bon, en un dúo rico en<br />

contrastes, en cuya secuencia<br />

destaca la introspección de<br />

determinados momentos e<br />

ideas. De nuevo, la espiritualidad<br />

se basa en la técnica y en<br />

cierta manera de entender el<br />

virtuosismo. De Leeuw y Bon,<br />

un dúo que roza lo ideal para<br />

una secuencia de piezas densas<br />

bajo el signo de la conformidad<br />

y de la introspección,<br />

una obra que a veces parece<br />

reclamar la orquesta, o al<br />

menos el órgano; para eso<br />

están los buenos intérpretes,<br />

para “dar” orquesta a través<br />

del piano, para “dar” volumen<br />

a partir de dos teclados.<br />

Dejamos para el final el<br />

cuarto de los seis discos, por<br />

su significación especial y por<br />

las obras que incluye, 7 Haikai,<br />

Couleurs de la Cité Céleste,<br />

Un vitrail et des oiseaux, Oiseaux<br />

exotiques. Son obras<br />

menos habituales que los<br />

grandes títulos de Messiaen,<br />

con dispositivos y duraciones<br />

especiales, pero todas ellas<br />

obras de envergadura, hermanas<br />

pequeñas, en duración<br />

pero sólo en duración, de la<br />

secuencia que va desde la<br />

Turangalila hasta Éclairs sur<br />

l’au-delà. Este CD recoge un<br />

concierto en vivo de 1988, el<br />

regalo de Boulez, con el Inter-<br />

Contemporain, Loriod y otros<br />

músicos a Messiaen por su 80<br />

cumpleaños (fue unos días<br />

antes del cumpleaños propiamente<br />

dicho, en el Théâtre des<br />

Champs-Élysées, el 26 de<br />

noviembre de 1988). Se puede<br />

empezar la escucha del álbum<br />

por este disco, precisamente,<br />

porque encierra el mundo, el<br />

secreto y el sentido de Messiaen<br />

a lo largo de cuatro obras<br />

en las que hay de todo: pájaros,<br />

colores, timbres, atmósferas,<br />

métricas cambiantes y<br />

también desusadas, el piano<br />

como percusión hermana del<br />

mundo ornitológico, la miniaotro<br />

pájaro que se escapa del<br />

Catálogo, por fecha y por su<br />

propia valía, La fauvette des<br />

jardins, esto es, La curruca<br />

mosquitera. Falta, claro está, la<br />

gran obra para piano a cuatro<br />

manos, Visiones del Amén,<br />

porque este ciclo lo firma un<br />

solo pianista, el británico Peter<br />

Hill, que lo grabó para un<br />

sello hoy decaído, y es una<br />

lástima que decayera, el sello<br />

Unicorn, que tantas y tan<br />

especiales bellezas nos ha proporcionado.<br />

Lo revive ahora<br />

Brilliant, y es muy de agradecer<br />

por parte del aficionado.<br />

Hill es de la estirpe de Reinbert<br />

de Leeuw, aunque no tenga<br />

nada que ver con él en lo<br />

demás. Es de esa raza de pianistas<br />

de virtuosismo innegable<br />

y autolimitado que se<br />

ponen al servicio de la sonoridad<br />

trascendente y a menudo<br />

celebradora de un artista que,<br />

con su arte, quiere dar testimonio<br />

de Dios. Así, Hill es<br />

cómplice, puesto que es gran<br />

intérprete.<br />

Hace tres años reseñábamos<br />

el ciclo de mélodies de<br />

Ingrid Kappelle acompañada<br />

por Hakon Austbo. También<br />

en la canción hay por lo<br />

menos un ciclo trascendente,<br />

Harawi, cantos de amor y<br />

muerte, de casi una hora de<br />

duración y que forma parte de<br />

una trilogía sobre el amor<br />

humano de dimensiones y dispositivos<br />

tan distintos, tríptico<br />

que se completa con la Sinfonía<br />

Turangalila y los Cinq<br />

Rechants. No hay que desdeñar<br />

ciclos tempranos como los<br />

Poèmes pour Mi, dedicados de<br />

Claire Delbos, primera esposa<br />

del compositor, o los Chants<br />

de terre et du ciel, ambos de<br />

finales de los años 30. Esos y<br />

algún otro ciclo constituyen<br />

un casi integral de la vocalidad<br />

liederística de Messiaen. Encomiábamos<br />

entonces a Ingrid<br />

Kappelle, a sabiendas de que<br />

no superaba las referencias de<br />

Michelle Command o Rachel<br />

Yakar, ni en títulos concretos<br />

con María Orán. Pero su ciclo<br />

casi integral es más que suficiente,<br />

es de amplio alcance,<br />

bella voz, sentido dramatismo,<br />

sutil dicción. En especial, y<br />

eso es lo que importa, en el<br />

amplio, bello, decisivo ciclo<br />

Harawi.<br />

Santiago Martín Bermúdez


Orfeo d’Or<br />

COMEDIA BURGUESA, LUDWIG Y KARAJAN<br />

En primer lugar, Intermezzo,<br />

la desconocida ópera<br />

de Strauss que éste bautizó<br />

como comedia burguesa en<br />

dos actos con interludios sinfónicos<br />

y a la que hay que dar<br />

la bienvenida, ya que la única<br />

versión existente hasta ahora,<br />

la de Sawallisch (EMI, 1980),<br />

se halla durmiendo el sueño<br />

de los justos en las bodegas de<br />

la multinacional británica y<br />

creo que ni siquiera ha sido<br />

trasvasada a compacto (en<br />

internet se puede encontrar<br />

otra del Festival de Glyndebourne<br />

dirigida por Gustav<br />

Kuhn con Felicity Lott que<br />

próximamente aparecerá en<br />

DVD, aunque cantada en<br />

inglés). La versión que publica<br />

Orfeo y que ahora comentamos<br />

procede de una representación<br />

celebrada en el Theater<br />

an der Wien el 1 de mayo de<br />

1963, dirigida por el competente<br />

Joseph Keilberth y con<br />

un magnífico reparto vocal en<br />

el que destaca Hermann Prey,<br />

Hanny Steffek, Alfred Poell,<br />

Judith Hellwig, Waldemar<br />

Kmentt y muchos nombres<br />

célebres del elenco de la Ópera<br />

de Viena, en este caso<br />

actuando en el citado Theater<br />

an der Wien. Como ya es sabido,<br />

Intermezzo sigue sin ser<br />

reconocida en los escenarios<br />

internacionales, y eso que<br />

tuvo unos comienzos muy<br />

prometedores (Fritz Busch la<br />

estrenó en Dresde en 1924,<br />

George Szell lo hizo en Berlín<br />

en 1925, Hans Knappertsbusch<br />

en Múnich en 1926, y el propio<br />

Strauss en Viena en 1927),<br />

pero que a pesar de todo se<br />

quedaron en eso, en promesa,<br />

y hoy por hoy no parece que<br />

vayan a ir mucho más allá. Las<br />

causas no están claras, aunque<br />

tiene mucho que ver la consideración<br />

que la crítica comenzaba<br />

a tener de Strauss en los<br />

años en que se estrenó esta<br />

ópera, esto es, un compositor<br />

sin interés por quedarse al<br />

margen de las corrientes progresistas<br />

de entonces, si bien<br />

presenta numerosos aspectos<br />

innovadores y un claro análisis<br />

de la cultura burguesa de los<br />

primeros años de la República<br />

de Weimar. También contribuye<br />

a su aislamiento el uso continuado<br />

del recitativo secco y<br />

del diálogo declamado, con<br />

partes habladas, cantadas y<br />

semicantadas (en alemán, no<br />

lo olvidemos) que limitan claramente<br />

el desarrollo de la<br />

melodía (curiosamente, a dos<br />

STRAUSS:<br />

Intermezzo.<br />

HANNY STEFFEK, HERMANN<br />

PREY, ANNY FELBERMAYER, FERRY<br />

GRUBER, ALFRED POELL, JUDITH<br />

HELLWIG, WALDEMAR KMENTT,<br />

OSKAR CZERWENKA, ALOIS<br />

PERNERSTORFER, LUDWIG WELTER.<br />

CORO Y ORQUESTADELAÓPERA DE<br />

VIENA.<br />

Director: JOSEPH KEILBERTH.<br />

2 CD ORFEO C765082I (Diverdi).<br />

1963. ADD/Mono. 142’. H PM<br />

de las vacas sagradas de la<br />

progresía musical de entonces,<br />

Schoenberg y Webern, les<br />

encantaba esta ópera y la<br />

situaban por encima de cualquiera<br />

de las hechas hasta<br />

entonces por el compositor,<br />

incluida Elektra). La versión<br />

que se publica (2 CD Orfeo<br />

765 082 Mono) es extraordinaria,<br />

el elenco vocal homogéneo<br />

y sin fisuras está totalmente<br />

integrado, y la cuidada<br />

dirección musical, precisa,<br />

sólida, brillante y experimentada,<br />

le rinde justo tributo a<br />

esta olvidada producción<br />

straussiana, que en este caso<br />

nos ilustra sabiamente tanto<br />

sobre el magistral tratamiento<br />

de las voces como de la magia<br />

orquestal de su autor. La no<br />

inclusión del libreto original<br />

(cuyo autor era el propio<br />

Strauss) ni su traducción, limitará<br />

bastante la difusión de<br />

esta curiosa novedad, aunque<br />

se incluye estudio de Gottfried<br />

Kraus y el argumento de la<br />

ópera en los tres idiomas de<br />

siempre.<br />

El octogésimo<br />

aniversario<br />

de la<br />

gran Christa<br />

Ludwig<br />

(Berlín,<br />

1928), nos<br />

trae dos<br />

homenajes que le ofrece este<br />

sello alemán que distribuye<br />

Diverdi siguiendo la estela de<br />

otros de este mismo sello<br />

(Rysanek, Jurinac, Domingo,<br />

Varady… todos comentados<br />

en nuestras páginas de discos).<br />

En primer lugar, un<br />

variado recital operístico en la<br />

ópera de Viena en grabaciones<br />

de la Radio austríaca<br />

hechas entre los años 1955-<br />

1994 (3 CD Orfeo 758 083),<br />

con páginas de Mozart, Rossini,<br />

Beethoven, Berlioz, Bizet,<br />

Verdi, Wagner, Chaikovski,<br />

Strauss, Pfitzner, Debussy,<br />

Berg y Von Einem, todos con<br />

un nivel de excelencia vocal e<br />

interpretativo admirable. Destaquemos<br />

su Cherubino y su<br />

Compositor con Böhm, sus<br />

extrañas pero atractivas Cenerentola<br />

y Dorabella (cantadas<br />

en alemán), Maria de Wozzeck,<br />

Silla de Palestrina,<br />

Ortrud de Lohengrin y la rara<br />

Visita de la vieja dama de<br />

Gottfried von Einem que ella<br />

estrenó, por no hablar de Lady<br />

Macbeth, Geneviève o la Clitemnestra<br />

de su adiós a la<br />

ópera después de casi cuarenta<br />

años de trabajo en la escena<br />

(con Behrens y Hollreiser, 14<br />

de diciembre de 1994). En<br />

suma, una esplendorosa antología<br />

operística de una de las<br />

cantantes más queridas y que<br />

completa de esta forma los<br />

diversos CD de Lieder que este<br />

mismo sello ha publicado.<br />

El segundo<br />

homenaje es<br />

la versión<br />

completa de<br />

Carmen,<br />

también procedente<br />

de<br />

una representación en la Staatsoper<br />

vienesa el 19 de febrero<br />

de 1966 (2 CD Orfeo 733 082),<br />

dirigida como siempre por<br />

Maazel con elegancia, colorido,<br />

idioma e intensidad, con<br />

Christa Ludwig cantando muy<br />

bien en francés (la Seguidilla<br />

es un fragmento memorable)<br />

aunque le falte en algunos<br />

momentos más desgarro e<br />

intención. El resto, James King<br />

(Don José), Eberhard Wächter<br />

(Escamillo) y Jeanette Pilou<br />

(Micaela), cumplen más como<br />

intérpretes que como voces,<br />

encontrando también algún<br />

lujo insólito como Lucia Popp<br />

en Frasquita.<br />

Karajan,<br />

finalmente,<br />

con dos grabaciones<br />

de<br />

sus primeros<br />

años con la<br />

Sinfónica de<br />

Viena. La<br />

primera, la Novena de Beetho-<br />

D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

ven (729 081 Orfeo Mono), un<br />

archivo de la orquesta procedente<br />

de una grabación del<br />

grupo Rot-Weiss-Rot hecha en<br />

la Musikverein el 25 de junio<br />

de 1955, con los solistas Della<br />

Casa, Rössel-Majdan, Kmentt,<br />

Edelmann y los Cantores de la<br />

Sociedad de Amigos de la<br />

Música, versión ligera, intensa,<br />

brillante y con un trazo indiscutiblemente<br />

toscaniniano, no<br />

hay diferencias apreciables<br />

con sus otras versiones de<br />

esos años con la Filarmónica<br />

de Viena y la Philharmonia<br />

(ambas EMI).<br />

El Réquiem<br />

de Verdi<br />

también está<br />

tocado por<br />

los mismos<br />

coros y<br />

orquesta,<br />

además de<br />

los solistas Stella, Domínguez,<br />

Gedda y Modesti (2 CD 728<br />

082 Mono), la grabación igualmente<br />

procede del grupo Rot-<br />

Weiss-Rot y fue hecha en un<br />

concierto público en la Musikverein<br />

el 26 de noviembre de<br />

1954 (cuatro días antes de la<br />

muerte de Furtwängler, o sea,<br />

que sin quererlo, fue el homenaje<br />

del detestado “Ka” a la<br />

desaparición del maestro). En<br />

cuanto a la versión (recordemos<br />

que era una de las obras<br />

favoritas de Karajan), sigue las<br />

premisas de sus interpretaciones<br />

de esos años, destacando<br />

los grandes efectos operísticos<br />

de la obra sin olvidarse de<br />

cierta introspección mística, y<br />

ayudando a los cantantes,<br />

todos ellos voces experimentadas<br />

en el repertorio italiano,<br />

con exquisito y cuidado acompañamiento.<br />

Una versión<br />

excelente, quizá con el inconveniente<br />

del sonido mono de<br />

los años cincuenta, un aspecto<br />

que no debe frenar a los<br />

amantes de la obra o seguidores<br />

del director.<br />

La novedad principal de<br />

este lanzamiento, en suma,<br />

es la publicación de Intermezzo,<br />

una interpretación<br />

imprescindible para los buenos<br />

straussianos a la espera<br />

de que EMI publique en CD<br />

de serie media su citada versión<br />

de 1980 (con Popp, Fischer-Dieskau<br />

y Sawallisch).<br />

Del resto, memorable y casi<br />

diríamos que imprescindible<br />

recital operístico de Christa<br />

Ludwig.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

75


D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

Hyperion Helios<br />

REEDITA, QUE ALGO QUEDA…<br />

Nos llegan quince entregas<br />

más de la ya habitual<br />

serie económica<br />

Helios, perteneciente al sello<br />

británico Hyperion (distribuidor:<br />

Harmonia Mundi); se trata<br />

de reediciones de obras grabadas<br />

en las décadas de los 80 y<br />

90 del pasado siglo, con participación<br />

mayoritaria de solistas<br />

y grupos británicos, y con<br />

versiones en general notables,<br />

aunque pocas veces alcancen<br />

cotas mayores de excelencia.<br />

El titulado The Garden of<br />

Zephirus (55289) recoge diversas<br />

canciones cortesanas del<br />

siglo XV grabadas por el grupo<br />

Gothic Voices dirigido por<br />

Christopher Page en 1984;<br />

obras anónimas, y de autores<br />

como Antonello da Caserta,<br />

Francesco Landini o el más<br />

conocido Guillaume Duffay,<br />

configuran el contenido de un<br />

disco interesante por su repertorio<br />

y por unas versiones<br />

correctas aunque la dicción<br />

francesa sea manifiestamente<br />

mejorable. Los mismos intérpretes<br />

protagonizan<br />

un<br />

CD grabado<br />

en 1987 con<br />

música en su<br />

mayor parte<br />

anónima de<br />

la época del<br />

rey Ricardo I de Inglaterra,<br />

coronado en 1189 en la Abadía<br />

de Westminster (55292); el<br />

resultado es aquí más redondo<br />

que en el anterior. Poco más<br />

de dos siglos después, Guillaume<br />

Dufay compuso varias<br />

obras para el apostol Santiago,<br />

entre ellas la Misa para Santiago<br />

el Grande, que se recogen<br />

en un disco (55272) de 1997, a<br />

cargo del The Binchois Consort,<br />

con la dirección de<br />

Andrew Kirkman; buen empaste<br />

y expresividad son sus credenciales.<br />

En el caso de los<br />

motetes, piezas instrumentales<br />

y la Missa Pater Peccavi de<br />

Andrea Gabrieli (55265), registro<br />

de 1999 del coro His<br />

Majestys Consort of Voices y la<br />

agrupación de sacabuches y<br />

cornetas His Majestys Sagbutts<br />

and Cornetts, con la dirección<br />

de Timothy Roberts, impera el<br />

oficio y brillantez de los instrumentos,<br />

y una prestación algo<br />

más irregular del coro, aunque<br />

hay que señalar que no le ayuda<br />

una toma sonora demasiado<br />

reverberante. De Alessandro<br />

Scarlatti se ofrecen las cantatas<br />

Correa nel seno amato y Giá<br />

lusingato appieno y las Variaciones<br />

sobre “La Folia” (55<strong>233</strong>)<br />

con la soprano<br />

Lynne<br />

Dawson y el<br />

Cuarteto Purcell;<br />

versiones<br />

de 1987<br />

de probada<br />

solvencia,<br />

con una voz poderosa y comunicativa<br />

y cuatro reconocidos<br />

instrumentistas que aportan<br />

musicalidad y excelente técnica.<br />

Lo mismo ocurre con otro<br />

CD en el que interviene el<br />

Cuarteto Purcell, dedicado a<br />

diversas obras de Vivaldi<br />

(55231): Sonatas en trío RV 60,<br />

RV 63 y RV 74, y Sonatas RV<br />

754 y RV 758; grabado en<br />

1985, es un disco al que tan<br />

sólo, y dependiendo del gusto<br />

personal, se le puede reprochar<br />

una cierta frialdad, o<br />

cuando menos, la carencia de<br />

ese color mediterráneo de los<br />

grupos italianos. El mismo<br />

Cuarteto Purcell con el violagambista<br />

William Hunt vuelve<br />

con un CD dedicado a Marin<br />

Marais (55235) titulado La Folia<br />

y que incluye varias Suites y<br />

Las folias de España del músico<br />

francés; disco de 1989 de impecable<br />

factura y con una notable<br />

labor solista de Hunt. Otra vez<br />

Vivaldi, ahora con diversas<br />

arias operísticas intercaladas de<br />

sinfonías (55279), se recrea en<br />

la voz de la soprano Enma<br />

Kirkby con The Brandenburg<br />

Consort dirigido por Roy<br />

Goodman; registro de 1994 en<br />

el que una refinada orquesta,<br />

acaso demasiado, acompaña a<br />

una cantante de gran calidad,<br />

aunque su instrumento muestre<br />

ciertas limitaciones en los registros<br />

más graves y en las agilidades.<br />

El magnífico grupo The<br />

King’s Consort, con su fundador<br />

y director Robert King al<br />

frente, aparece en esta entrega<br />

por partida doble; en un disco<br />

de 1987 lleno de vitalidad y<br />

frescura con las Suites en re<br />

mayor y en si bemol mayor de<br />

la Tafelmusik de Telemann<br />

(55278); y en otro del mismo<br />

año con conciertos para oboe y<br />

oboe d’amore del propio Telemann<br />

y de J. S. Bach (55269);<br />

el solista es en este último Paul<br />

Goodwin, y las versiones muy<br />

estimables, aunque sin alcanzar<br />

la intensidad de las anteriores.<br />

En las seis Sonatas en trío HWV<br />

380-385 y 393, atribuidas a<br />

Haendel (55280), y en las que<br />

interviene el grupo Convivium<br />

en una grabación de 1998,<br />

encontramos también una<br />

aproximación técnicamente<br />

irreprochable, con un discurso<br />

equilibrado y contenido. En<br />

1994 el chelista Richard Lester,<br />

junto a David Watkin, chelo, y<br />

Chi-Chi Nwanoku, contrabajo,<br />

registraron varias sonatas para<br />

violonchelo de Boccherini<br />

(55219): las catalogadas como<br />

G.2, G.4, G.10, G.17 y G.565;<br />

interesantes sin duda, si bien se<br />

agradecería una mayor flexibilidad<br />

y contrastes. La competencia<br />

es mayor en el CD con la<br />

Misa en do de Beethoven<br />

(55263), con el añadido de las<br />

arias Ah! Perfido op. 65,<br />

Ne’giorni tuoi felici WoO 3, y<br />

Tremate, empi, tremate, op. 16;<br />

se grabó en 1995 con la soprano<br />

Janice Watson, la mezzo<br />

Jean Rugby, el tenor John Mark<br />

Ainsley, el bajo Gwynne<br />

Howell, el Coro y Orquesta<br />

Corydon, dirigidos por Matthew<br />

Best; todo está en su<br />

lugar, pero la Misa suena<br />

demasiado aséptica y fría, con<br />

unos solistas cumplidores sin<br />

más. Entre lo más original y<br />

llamativo de esta serie podemos<br />

situar un disco del año<br />

2000 con varias canciones de<br />

Clara Schumann (55275) en<br />

excelentes<br />

versiones de<br />

la soprano<br />

Susan Gritton,<br />

el barítono<br />

Stephan<br />

Loges y el<br />

pianista<br />

Eugene Asti; compromiso y<br />

lirismo para unas obras muy<br />

poco conocidas. Para concluir<br />

este breve repaso a los quince,<br />

nos queda un CD con el octeto<br />

de chelos The Pleeth, la soprano<br />

Jill Gomez y el violinista<br />

Peter Manning, que ofrecen<br />

una grabación de 1987 con<br />

diversas obras de Villa-Lobos<br />

(55316): Bachianas brasileiras<br />

nºs 1 y 5, Suite para voz y violín,<br />

y arreglos para orquesta de<br />

chelos de varios preludios y<br />

fugas de Bach; se trata de unas<br />

traducciones fieles a la letra,<br />

pero que no logran reflejar del<br />

todo los peculiares colores de<br />

los eclécticos pentagramas del<br />

brasileño.<br />

En una telegráfica síntesis<br />

de la presente entrega, estaríamos<br />

hablando sobre todo de<br />

profesionalidad, alguna pincelada<br />

o destello de “algo más”<br />

aquí y allá; nada que pueda<br />

descartarse por completo… en<br />

definitiva, británica corrección.<br />

Daniel Álvarez Vázquez<br />

76<br />

Brilliant Johannes Brahms Edition<br />

Y AHORA BRAHMS<br />

Como era de esperar,<br />

Johannes Brahms se<br />

apunta a la moda de las<br />

integrales con este pequeño<br />

cofre lanzado por, menuda sorpresa,<br />

Brilliant y distribuido por<br />

Cat Music. El solo hecho de<br />

haber reunido (casi) toda su<br />

música en estos 60 discos ya<br />

merece nuestro aplauso y el<br />

ínfimo precio, desde luego sin<br />

ninguna competencia, con el<br />

que llegan al mercado podría<br />

hacernos considerar la altura<br />

de las lecturas un factor secundario;<br />

pero no puede ser así, la<br />

obra de Brahms es más abarcable<br />

que la de, por ejemplo,<br />

Bach o Mozart, y todo aficionado<br />

enterado ya tendrá en sus<br />

estantes un distinguido ciclo de<br />

sinfonías brahmsianas, unos<br />

buenos discos de música de<br />

cámara o unas notables versiones<br />

de las páginas escritas para<br />

piano. Claro que Brahms va<br />

más allá de esto, pero también<br />

es cierto que en esta edición se<br />

echa de menos un apartado<br />

dedicado a grabaciones históricas,<br />

legendarias o como se prefieran<br />

llamar, como lo hubo en<br />

los cofres dedicados a Beetho-<br />

ven y Chopin, que complementaban<br />

el contenido de las<br />

integrales en sí y daban además<br />

la oportunidad de apreciar<br />

la evolución de la interpretación<br />

a lo largo de décadas de<br />

la mano de los mayores intérpretes<br />

del siglo pasado. Tal vez<br />

sea mucho pedir.<br />

Vayamos por partes. La<br />

primera, es decir, la de los pri-


D D I S I C S O C O S S<br />

REEDICIONES<br />

meros nueve<br />

discos, es la<br />

reservada a<br />

la música<br />

orquestal,<br />

donde deben<br />

ir por delante<br />

las notabilísimas Danzas<br />

húngaras a cargo del estonio<br />

Neeme Järvi con la Sinfónica<br />

de Londres y una Primera<br />

Serenata que en manos de<br />

Frans Brüggen tiene un alcance<br />

antes camerístico que sinfónico.<br />

Wolfgang Sawallisch<br />

(Obertura para un festival académico,<br />

Obertura trágica) y<br />

Adrian Boult (Segunda Serenata)<br />

son dos voces autorizadas<br />

que hacen un Brahms en la<br />

línea de los viejos maestros, en<br />

tanto la argentina Karin Lechner,<br />

que debe parte del alza de<br />

su nombre a Martha Argerich,<br />

decide con singular temperamento<br />

unos Conciertos para<br />

piano y orquesta extrañamente<br />

excelentes, sobre todo el<br />

Segundo en sus dos movimientos<br />

centrales. La sigue en el<br />

podio de la Sinfónica de Berlín<br />

el venezolano Eduardo Marturet,<br />

autor después junto al violín<br />

de Borika van den Booren<br />

en el Concierto en re mayor de<br />

una de las lecturas más modestas<br />

de la serie. En las cuatro<br />

sinfonías el mayor mérito del<br />

holandés Jaap van Zweden<br />

descansa en el equilibrio<br />

alcanzado entre la cuerda y la<br />

madera de su orquesta holandesa,<br />

a la que dirige con buen<br />

pulso y efímeros resplandores<br />

de bello lirismo.<br />

En el segundo bloque, con<br />

sus 16 discos para la música<br />

de cámara, se alcanzan mayores<br />

temperaturas. Isabelle<br />

Faust lidera con su violín, quizá<br />

sin darse cuenta, la interpretación<br />

de los tres Cuartetos<br />

con piano, si bien el virtuosismo<br />

un tanto frío de Derek<br />

Han se abre obviamente paso<br />

cuando la partitura deja el<br />

timón en manos del pianista.<br />

Por otra parte, cuando se trata<br />

de los cuartetos Brandis y<br />

Tokio, del clarinete de Karl<br />

Leister (magnífica Segunda<br />

Sonata con Ferenc Bognár),<br />

de la viola de Nobuko Imai o<br />

de los pianos de Philippe<br />

Entremont y Roger Vignoles<br />

sólo cabe hablar de lujo.<br />

El tercer bloque, dedicado<br />

a la música para piano solo,<br />

acoge a cinco pianistas distintos,<br />

lo cual es bueno y malo al<br />

mismo tiempo por razones evidentes.<br />

Al noruego Håkon<br />

Austbø, capaz de hermosísimas<br />

frases, le dejan bailar con la<br />

más guapa: las Baladas op. 10,<br />

las Rapsodias op. 79 y los Opp.<br />

76 y 116-119. El turco Kamerhan<br />

Turan propone una lectura<br />

serena de la Primera Sonata<br />

que contrasta con la asombrosa<br />

brillantez con la que Wolfram<br />

Schmitt-Leonardy resuelve las<br />

variaciones. A su vez, el norteamericano<br />

Alan Weiss (Sonatas<br />

Segunda y Tercera) y el británico<br />

Louis Demetrius Alvanis se<br />

suman a una lista que, en realidad,<br />

completaría Karin Lechner<br />

en sus discos consagrados a los<br />

conciertos para piano, con los<br />

Valses op. 39 y una nueva lectura<br />

de las cuatro Klavierstücke<br />

op. 119.<br />

Queda, por supuesto, la<br />

música vocal, que pide nada<br />

menos que los últimos 27 discos<br />

(en realidad 26, pues el<br />

último lo llena el órgano) para<br />

ocupar el bloque más extenso<br />

de la serie. Sensacionales los<br />

coros, tanto el Chamber Choir<br />

of Europe como el Amadeus-<br />

Chor en sus distintas intervenciones.<br />

En cuanto a las voces,<br />

diremos que hay muchas, tal<br />

vez demasiadas, pero importantes<br />

muy pocas. La búlgara<br />

Anna Tomowa-Sintow deja un<br />

estupendo solo en el Réquiem<br />

alemán, si bien la versión, con<br />

Helmut Koch en el podio, no<br />

es especialmente emotiva,<br />

mientras la Rapsodia para contralto<br />

se beneficia de la honesta<br />

expresividad de Anna Larsson<br />

(una mezzo en cualquier<br />

caso) bajo el suntuoso manto<br />

orquestal de la Sinfónica Nacional<br />

Danesa. Por otro lado, el<br />

barítono Bo Skovhus no está a<br />

la altura de su fama en el<br />

Triumphlied op. 55, y no destaca<br />

sobre los numerosos cantantes<br />

prácticamente desconocidos<br />

a este lado de los Pirineos<br />

que prestan su arte, en la<br />

mayoría de los casos discreto y<br />

refinado, a las breves, bellas,<br />

inspiradas y a veces sublimes<br />

canciones brahmsianas.<br />

Un último CD nos da una<br />

alegría final, pues guarda la<br />

biografía de Brahms y unas<br />

extensas y documentadas notas<br />

traducidas al castellano (no<br />

siempre bien, sería también<br />

mucho pedir) y los textos de<br />

las canciones incluidas en la<br />

integral. Desde luego, el recién<br />

llegado que quiera acercarse a<br />

Brahms por primera vez lo tiene<br />

fácil con este cofre, que por<br />

cierto, todo hay que decirlo, es<br />

hasta bonito. El aficionado exigente<br />

con una discoteca levantada<br />

a su medida también tendrá<br />

claro qué debe hacer. Pero<br />

una cosa está clara: más<br />

Brahms y a menor precio no<br />

vamos a encontrar por ahí.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

77


D D I S I C S O C O S S<br />

ALBÉNIZ-BÁRTOK<br />

DISCOS<br />

CRÍTICAS de la A a la Z<br />

ALBÉNIZ:<br />

Iberia. OLIVIER CHAUZU, piano.<br />

CALLIOPE CAL 9398.9 (Harmonia<br />

Mundi). 2008. 91’. DDD. N PN<br />

Casi siempre<br />

es bienvenida<br />

una nueva<br />

grabación de<br />

la Iberia albeniciana,<br />

“obra<br />

cumbre del<br />

piano del siglo XX”, al decir admirado<br />

de Olivier Messiaen. Sus<br />

enormes dificultades y la entraña<br />

intensamente popular de sus doce<br />

páginas han limitado el acceso a<br />

tan magistrales pentagramas, que<br />

hasta no hace mucho parecían<br />

reservados casi exclusivamente a<br />

pianistas españoles. Por fortuna,<br />

el “coto vedado” de Iberia se abre<br />

cada vez más al pianismo universal,<br />

hasta el punto de que en los<br />

tres últimos lustros no han dejado<br />

de aparecer regularmente y con<br />

estimulante frecuencia grabaciones<br />

extranjeras de diverso género,<br />

como las de Jean-François Heisser,<br />

Nicholas Unwin, Martin Jones<br />

o Marc-André Hamelin, entre<br />

otras. Algunas de estas Iberias<br />

contemporáneas rebosan interés y<br />

hasta nuevas perspectivas.<br />

No es el caso de la que ahora<br />

publica el sello francés Calliope,<br />

firmada por Olivier Chauzu,<br />

quien parece haber renunciado<br />

deliberadamente a todas las tradiciones<br />

establecidas por los grandes<br />

maestros albenicianos —<br />

Larrocha, Sánchez, Orozco—<br />

para adentrarse en la obra de arte<br />

con un desconocimiento irritante<br />

de su entraña popular, de sus<br />

giros e inflexiones tan arraigados<br />

en lo más hondo del folclore<br />

español. Ya desde el inicio, con<br />

una Evocación cuya lentitud<br />

exasperante hace que haga aguas<br />

por los cuatro costados y provoca<br />

que su singular atmósfera —<br />

Evocación es Albéniz, pero no<br />

Debussy ni Ravel— quede destruida;<br />

luego con un Corpus en<br />

Sevilla en el que la Tarara es<br />

cualquier cosa menos Tarara;<br />

después una Almería cuya prodigiosa<br />

copla se pierde en un<br />

manierismo que nada tiene que<br />

ver con el universo albeniciano;<br />

un Polo y un Jerez que el intérprete<br />

cata apenas de pasada, o,<br />

finalmente, una lentitud y falta de<br />

incisión que arrasa el vigor rítmico<br />

de páginas como Triana, El<br />

Albaicín, Lavapiés o Eritaña…<br />

Iberia decepcionante, sí; en<br />

la que el intérprete, no se sabe si<br />

por desconocimiento o por un<br />

iconoclasta deseo de ser original<br />

y “hacer cosas nuevas”, no logra<br />

despertar en momento alguno el<br />

interés del oyente por lo nuevo,<br />

sino, más bien, provocar el enojo<br />

ante una visión tan ingenuamente<br />

atrevida, tan descontextualizada<br />

de sus propias esencias a<br />

cambio de nada. ¡Qué decepción!<br />

Justo Romero<br />

ALVEAR:<br />

Asking. EVE EGOYAN, piano.<br />

MODE 187 (Diverdi). 2003. 54’. DDD.<br />

N PN<br />

La primera<br />

obra de María<br />

de Alvear (n.<br />

1960) grabada<br />

por el<br />

sello Mode<br />

(atrás quedan<br />

registros en Hat Art y en el sello<br />

propio: World Edition) es una<br />

gran decepción. Asking, que continúa,<br />

en el gerundio del título,<br />

con el ciclo iniciado en Thinking<br />

y Acting, es una pieza en un solo<br />

movimiento en la que el único<br />

material sonoro, el piano, transmite<br />

un mundo estético demasiado<br />

ligado a la tradición, lo que,<br />

en el caso de Alvear, supone una<br />

contradicción y un callejón sin<br />

salida. Para una autora que necesita<br />

de una amplia gama de fuentes<br />

sonoras (y, sobre todo, de la<br />

voz humana), para expresarse,<br />

esta reducción a un instrumento,<br />

y más aún, esta escritura tan convencional,<br />

se convierte en un<br />

obstáculo. Alvear, la compositora<br />

y performer hispano-alemana,<br />

que ha transitado con naturalidad<br />

por las distintas disciplinas del<br />

arte sonoro, no halla en este<br />

constreñido arsenal de una obra<br />

como Asking el elemento necesario<br />

para ofrecer lo mejor de sí<br />

misma. Alvear se desenvuelve<br />

bien, en efecto, en unos parámetros<br />

que, por momentos, pueden<br />

chocar, tanto por los títulos de<br />

las piezas (siempre hacen referencia<br />

al cuerpo femenino) como<br />

por el impudor de sus tratamientos.<br />

Son obras del exceso, pero<br />

se encuadran con normalidad en<br />

el esquema del arte sonoro. En<br />

cambio, en el caso de Asking, el<br />

discurso queda plano e irrelevante<br />

y no resiste sucesivas escuchas.<br />

Asking puede ser, en principio,<br />

una pieza neoclásica, fácilmente<br />

reconocible y luego, en su<br />

transcurso, una obra de signo<br />

repetitivo en la que la sustancia<br />

se concentra en el realce que se<br />

hace de determinadas secuencias<br />

de carácter obstinado, muy<br />

expresivas, pero también débiles<br />

de estructura: previsibles. Le ocurre<br />

a Asking un poco lo que a las<br />

piezas de Carles Santos para el<br />

mismo instrumento, que seducen<br />

en un primer momento por la<br />

franqueza con que se nos muestra<br />

el material, pero que, a la larga,<br />

pierden su eficacia al estar<br />

desprovistas de la suficiente<br />

inventiva.<br />

Francisco Ramos<br />

BACH:<br />

Da Gamba. Obras originales y<br />

transcripciones para viola da<br />

gamba.<br />

MIENEKE VAN DER VELDEN, viola da<br />

gamba. L’ARMONIA SONORA.<br />

RAMÉE RAM0801 (Diverdi). 2007. 62’.<br />

DDD. N PN<br />

Partiendo de<br />

que una buena<br />

parte de<br />

la obra de<br />

Bach se<br />

conoce a través<br />

de copias<br />

hechas por sus alumnos sin que<br />

tengan por ello garantía de<br />

autenticidad y de que algunas<br />

TIPO DE GRABACIÓN DISCOGRÁFICA<br />

N<br />

H<br />

R<br />

Novedad absoluta que nunca antes fue editada en disco o cualquier otro soporte de audio o vídeo<br />

Es una novedad pero se trata de una grabación histórica, que generalmente ha sido tomada de un concierto en vivo o<br />

procede de archivos de radio<br />

Se trata de grabaciones que ya han estado disponibles en el mercado internacional en algún tipo desoporte de audio o de<br />

vídeo: 78 r. p. m., vinilo, disco compacto, vídeo o láser disco<br />

PRECIO DE VENTA AL PÚBLICO DEL DISCO<br />

78<br />

PN Precio normal: cuando el disco cuesta más de 15 €<br />

PM Precio medio: el disco cuesta entre 7,35 y 15 €<br />

PE Precio económico: el precio es menor de 7,35 €


D D I S I C S O C O S S<br />

ALBÉNIZ-BÁRTOK<br />

de ellas ofrecen diferentes elaboraciones<br />

y reutilizaciones,<br />

existe un amplio margen de<br />

maniobra para la interpretación<br />

de su música de cámara, al<br />

menos por lo que se refiere a la<br />

instrumentación a utilizar. Este<br />

es el punto de vista de los componentes<br />

del conjunto<br />

L’Armonia Sonora y la justificación<br />

para grabar en este disco<br />

varias obras de Bach interpretadas<br />

con una composición instrumental<br />

diferente a la habitualmente<br />

utilizada. El foco sobre el<br />

que gira esta revisión es la viola<br />

da gamba, en manos de Mieneke<br />

van der Velden y la grabación<br />

comprende las tres sonatas<br />

BWV 1027, 1028 y 1029 compuestas<br />

originalmente para este<br />

instrumento, más otras en las<br />

que sustituye a otro instrumento<br />

original o habitual, como es el<br />

caso de la Sonata en trío BWV<br />

1038, tocada con violín, viola<br />

da gamba y continuo en lugar<br />

de violín, flauta y continuo. Utilizan<br />

esta misma formación para<br />

la Sonata BWV 1027, dejando<br />

claro lo emparentadas que<br />

están, lo que de paso refuerza el<br />

sentido del planteamiento del<br />

disco. Todo está instrumentalmente<br />

revisitado, tan sólo se salva<br />

la BWV 1029, que tocan con<br />

viola da gamba y clave como<br />

toda la vida, lo que casi es una<br />

sorpresa, pues para su hermana<br />

la BWV 1028 utilizan órgano en<br />

lugar de clave.<br />

Ahora bien, no se trata de<br />

ningún capricho ni de ganas de<br />

llamar la atención. Todos los<br />

componentes de L’Armonia<br />

Sonora son excelentes y serios<br />

músicos, pura escuela holandesa,<br />

algunos tan bregados en el<br />

cultivo del barroco como François<br />

Fernandez o Leo van Doeselaar,<br />

así como la propia Van<br />

der Velden. Su planteamiento<br />

está bien argumentado en el<br />

artículo incluido en el librillo<br />

del disco, aunque tenga el iconoclasta<br />

título de Bach. ¿Genio<br />

o impostor? y lo grabado se<br />

escucha con gran interés. El<br />

que algunas cosas puedan sorprender<br />

bastante, como el<br />

órgano en la BWV 1028, no<br />

quita ningún valor a un disco<br />

que, sin duda, puede contribuir<br />

a un mejor conocimiento de la<br />

obra de Johann Sebastian Bach,<br />

tan amante de las revisiones<br />

instrumentales, que el que<br />

podría aportar la grabación de<br />

otra versión habitual más, pues<br />

de éstas ya hay muchas y muy<br />

buenas.<br />

José Luis Fernández<br />

BACH:<br />

Cantatas, vol. 25. Cantatas<br />

BWV 44, 86, 87, 97, 150 y 183.<br />

KATHARINE FUGE, JOANNE LUNN,<br />

sopranos; ROBIN TYSON, DANIEL<br />

TAYLOR, contratenores; STEVE<br />

DAVISLIM, PAUL AGNEW, tenores;<br />

STEPHAN LOGES, PANAJOTIS<br />

ICONOMOU, bajo. CORO MONTEVERDI.<br />

ENGLISH BAROQUE SOLOISTS. Director.<br />

JOHN ELIOT GARDINER.<br />

2 CD SOLI DEO GLORIA SDG 144<br />

(Diverdi). 2000. 118’. DDD. N PN<br />

Sigue la edición<br />

del Peregrinaje<br />

bachiano de<br />

Gardiner del<br />

año 2000,<br />

manteniendo<br />

siempre un nivel muy alto, pero<br />

también con sus pequeños<br />

momentos de desfallecimiento,<br />

como en esta entrega la no muy<br />

extraordinaria contribución de la<br />

soprano Fuge. Es más bien el turno<br />

de los bajos, imponentes<br />

ambos en los recitativos y los<br />

contratenores —Tyson en Ich will<br />

doch wohl Rosen brechen de la<br />

BWV 86, con un sobresaliente<br />

obligado de violín, y Vervig, o<br />

Vater unsre Schuld de la BWV<br />

87, con acompañamiento de<br />

especial seducción tímbrica. Pero<br />

también Agnew proporciona un<br />

momento de poesía soñadora en<br />

la extensa aria Ich fürchte nicht<br />

des Todes Schrecken de la BWV<br />

183. Casi no hay ni que decir<br />

que el Coro Monteverdi está formidable,<br />

tanto en los corales<br />

(final de la BWV 97), como en<br />

los pasajes de animado contrapunto.<br />

La inclusión de Fürchte<br />

dich nicht de Johann Christoph<br />

Bach es mucho más que una<br />

curiosidad: testimonia lo que<br />

Gardiner propone en sus siempre<br />

apasionantes notas al programa<br />

como el eslabón perdido entre<br />

Schütz y Johann Sebastian Bach.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

BADINGS:<br />

Sinfonías nºs 2, 7 “Louisville-<br />

Symphony” y 12<br />

“Symphonische Klangfiguren”.<br />

FILARMÓNICA JANÁCEK DE OSTRAVA.<br />

Director: DAVID PORCELIJN.<br />

CPO 777 272-2 (Diverdi). 2006. 53’.<br />

DDD. N PN<br />

Algo pasa<br />

con la música<br />

holandesa,<br />

durante lustros<br />

una<br />

auténtica desconocida,<br />

pero que de un tiempo a esta<br />

parte se ha puesto manos a la<br />

obra para dar a conocer a sus<br />

autores más importantes. A los<br />

Röntgen, Wagenaar o Diepenbrock<br />

se une ahora este Henk<br />

Badings, nacido en Java en 1907<br />

y fallecido en Maarheeze ochenta<br />

años más tarde. De formación<br />

autodidacta, fue un compositor<br />

prolífico, cuyo catálogo supera<br />

las mil referencias, pero que<br />

cometió el error de aceptar la<br />

dirección del Real Conservatorio<br />

de La Haya en los tiempos de la<br />

ocupación nazi. De ahí que haya<br />

estado marginado hasta casi ahora<br />

mismo, cuando se trata de un<br />

músico, a tenor de lo escuchado<br />

en este trabajo, de extraordinario<br />

interés. Su estilo busca una solución<br />

de compromiso entre las<br />

técnicas más avanzadas (Badings<br />

fue uno de los pioneros de la<br />

música electrónica en Holanda) y<br />

las formas más clásicas. Así, en la<br />

Sinfonía nº 2 (1932) el respeto<br />

hacia el modelo tradicional sinfónico<br />

convive con la politonalidad,<br />

lo que da al conjunto una aspereza<br />

próxima a Hindemith y Milhaud.<br />

La Séptima (1954) supone<br />

un importante salto cualitativo,<br />

pues introduce un componente<br />

expresivo que se une al interés<br />

contrapuntístico y a cierto carácter<br />

épico, muy del gusto norteamericano,<br />

para cuyo público fue<br />

escrita. Por último, la Sinfonía nº<br />

12 (1964) se revela aún más concisa<br />

que las precedentes, pero<br />

también más libre, organizándose<br />

a partir de un único movimiento<br />

dividido en ocho secciones, tres<br />

de las cuales proponen una aleatoriedad<br />

controlada. Es una obra<br />

de sonoridades “modernas”,<br />

extrañas y sugerentes, puestas de<br />

relieve ya desde una introducción<br />

a cargo de la celesta, el vibráfono,<br />

el arpa y el violonchelo. Hay lirismo<br />

en esta pieza, y también<br />

mucho dramatismo expresado sin<br />

ahorrar contundencia.<br />

David Porcelijn abandona<br />

momentáneamente aquí su apostolado<br />

a favor de Julius Röntgen<br />

para volcarse con idéntico entusiasmo<br />

en estas tres sinfonías de<br />

otro de sus compatriotas. Al frente<br />

de una orquesta checa excelente,<br />

ofrece unas lecturas vibrantes,<br />

en las que todo está expuesto<br />

con claridad, rigor y potencia.<br />

Badings, sí, cometió el error de<br />

ser condescendiente con los<br />

nazis, pero ello para nada impide<br />

que sea un creador de considerable<br />

interés. Sólo falta corroborarlo<br />

con nuevas audiciones de su<br />

música, que sin duda llegarán.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

BARTÓK:<br />

Rapsodia para piano y orquesta<br />

op. 1. <strong>Scherzo</strong> para piano y<br />

orquesta op. 2. Concierto para<br />

violín nº 1 op. post. BARNABÁS<br />

KELEMEN, violín. FILARMÓNICA<br />

NACIONAL HÚNGARA. Director:<br />

ZOLTÁN KOCSIS.<br />

HUNGAROTON HSACD 32504<br />

(Gaudisc). 1985-1986, 2006. 74’. DDD.<br />

R/N PM<br />

Obras para piano solo, vol. 1: 4<br />

piezas para piano, Marcha<br />

fúnebre de la Sinfonía Kossuth,<br />

Rapsodia para piano nº 1, Petits<br />

morceaux, 3 canciones<br />

populares húngaras del distrito<br />

de CSIC, Dos elegías op. 8b.<br />

ZOLTÁN KOCSIS, piano.<br />

HUNGAROTON HSACD 32524<br />

(Gaudisc). 1993, 1998-1999, 2007. 72’.<br />

DDD. R/N PM<br />

Obras para piano solo, vol. 2:<br />

14 bagatelas op. 6, 10 piezas<br />

fáciles, 7 esbozos op. 9b, 3<br />

burlescas op. 8c, 2 danzas<br />

rumanas op. 8a, 14 Dirges op.<br />

9a. ZOLTÁN KOCSIS, piano.<br />

HUNGAROTON HSACD 32525<br />

(Gaudisc). 1980, 1991, 1993, 1998. 72’.<br />

DDD. R PM<br />

Recuperan Kocsis y Hungaroton<br />

una parte de dos ciclos Bartók<br />

que grabó el pianista húngaro<br />

en los 80 y los 90, y que por<br />

aquí distribuyó el sello Philips,<br />

que coproducía con Hungaroton.<br />

Añade algunas novedades.<br />

Como pianista, los Petits morceaux.<br />

Como director de orquesta,<br />

el acompañamiento del primer<br />

Concierto para violín, el que<br />

permaneció desconocido hasta<br />

1958, trece años después de la<br />

muerte del compositor. Los dos<br />

movimientos de este Concierto<br />

tan contrastado en sus partes los<br />

desgrana el excelente solista<br />

Barnabás Kelemen con la gracia<br />

y la sabiduría del artista que disfruta<br />

tocando precisamente eso.<br />

Y eso era un regalo de Bartók a<br />

una joven violinista, Stefi Geyer,<br />

de la que estaba enamorado por<br />

entonces (1907-1908) y que no<br />

le hizo caso. Lo que no le impidió<br />

utilizar el primer movimiento<br />

para uno de sus Retratos op. 5<br />

(el Ideal). Muy bello acompañamiento<br />

de Kocsis y la Filarmónica<br />

al virtuosismo de Kelemen.<br />

Con un sonido que suena a antiguo,<br />

pero que no queda mal.<br />

www.scherzo.es<br />

79


D D I S I C S O C O S S<br />

BÁRTOK-BRAHMS<br />

80<br />

Tanto la Rapsodia op. 1<br />

como el <strong>Scherzo</strong> op. 2 pertenecen<br />

a un triple álbum de Kocsis<br />

con acompañamiento de la<br />

Orquesta Festival de Budapest y<br />

dirección de Iván Fischer; que<br />

aquí nos llegó como Philips,<br />

según decíamos. Esto es, la<br />

mayor parte del contenido de<br />

estos discos proviene de aquellas<br />

dos series, la de piano solo<br />

y la anterior para piano y<br />

orquesta. Todo hace pensar que<br />

se trata de una recuperación en<br />

toda regla, completada con<br />

registros nuevos de páginas bartókianas<br />

no incluidas en aquellos<br />

ciclos. No se respeta el contenido<br />

de aquellos discos para la<br />

actual disposición, sino que se<br />

prefiere una secuencia que respete<br />

la cronología del compositor.<br />

No vamos a descubrir ahora<br />

las grandes cualidades de estas<br />

series, sobre todo porque lo que<br />

recibimos ahora son piezas de<br />

juventud, y las cualidades de<br />

Kocsis se veían mucho mejor,<br />

con toda lógica, en obras de<br />

madurez, como la Sonata o Al<br />

aire libre o como los Conciertos<br />

pianísticos. Esta primera entrega<br />

de tres CD excelentes con música<br />

anterior a las grandes creaciones<br />

bartókianas nos permite<br />

esperar un amplio ciclo Bartók a<br />

cargo de Kocsis pianista (antaño<br />

y hogaño) y Kocsis director,<br />

ciclo que puede abarcar mucho<br />

más que las obras para piano<br />

solo y las concertantes. Y aunque<br />

muchas de estas grabaciones<br />

sean reedición, se tratará de<br />

un acontecimiento.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

BERIO:<br />

Chemins IV. Catorce dúos.<br />

Récit (Chemins VII). BOULEZ:<br />

Dialogue de l’ombre double.<br />

WEBERN: Cuarteto op. 22.<br />

VINCENT DAVID, saxofón. ENSEMBLE<br />

QUÆRENDO INVENIETIS. Director:<br />

RENAUD DÉJARDIN.<br />

AEON AECD 0860 (Harmonia Mundi).<br />

2007. 57’. DDD. N PN<br />

El joven<br />

saxofonista<br />

parisino Vincent<br />

David se<br />

constituye en<br />

protagonista<br />

absoluto de<br />

este nuevo registro de Aeon, no<br />

sólo como intérprete, sino como<br />

responsable de las versiones<br />

grabadas de algunas obras: así,<br />

de la adaptación para su instrumento<br />

del conocido Dialogue de<br />

l’ombre double de Pierre Boulez,<br />

pensado en principio para el<br />

clarinete de Alain Damiens, de<br />

la reducción de la orquesta originaria<br />

de Récit (Chemins VII)<br />

Nigel Kennedy<br />

¡SE HA PASADO!<br />

BEETHOVEN: Concierto<br />

para violín. MOZART:<br />

Concierto para violín nº 4.<br />

SILVER (arr. Kennedy):<br />

Creepin’in. MICHAL BARANSKI,<br />

contrabajo. ORQUESTA DE CÁMARA<br />

POLACA. Violín y director: NIGEL<br />

KENNEDY.<br />

EMI 3 95373 2. 2007. 78’. DDD.<br />

N PN<br />

(1995), de Luciano Berio, a un<br />

conjunto de instrumentos de<br />

cuerda y dos instrumentos de<br />

percusión, y, presumiblemente<br />

—aunque no se indica de modo<br />

expreso en el disco—, de la<br />

transcripción para saxofón y violín<br />

(o dos saxofones) de catorce<br />

de los violinísticos 34 duetti del<br />

compositor italiano, estrenados<br />

en 1984.<br />

Quien pudiera juzgar estas<br />

operaciones como atrevimiento<br />

o mero subterfugio para ampliar<br />

el ya de por sí no escaso repertorio<br />

contemporáneo para saxofón,<br />

que se acerque con oído<br />

desprejuiciado a la precisión del<br />

ataque de David, a su afinación<br />

impecable, a sus múltiples recursos<br />

dinámicos, tan cómodos en<br />

el sonido matizado como en el<br />

agresivo o directamente roto, o<br />

a su capacidad dialógica real —<br />

en las dos obras concertantes de<br />

Berio— o virtual —vía electrónica<br />

en Dialogue…— y no podrá<br />

negar la pertinencia de la propuesta:<br />

pocas veces hemos escuchado<br />

los Chemins del músico<br />

de Oneglia con mayor sentido<br />

formal (o sus dúos con acento<br />

tan bienhumorado) ni se nos<br />

han revelado con tal diafanidad<br />

las epifánicas resonancias y la<br />

profunda inquietud de esa<br />

“doble sombra” bouleziana.<br />

El Ensemble Quærendo<br />

Invenietis se suma sin reservas a<br />

esta aventura y aprovecha las<br />

excelencias de la toma de sonido<br />

para destacar la energía, ductilidad<br />

y conjunción de su grupo de<br />

cuerda, al tiempo que, last not<br />

but least, sabe subrayar la vigencia<br />

actual que se desprende del<br />

Cuarteto op. 22 (1930) de Anton<br />

Webern. Ciertamente, el saxofón,<br />

era (y continúa siendo) un<br />

arma sonora cargada de futuro…<br />

Germán Gan Quesada<br />

Los discos de Kennedy nunca<br />

dejan indiferente a nadie y<br />

somos muchos los que de un<br />

modo incondicional le admiramos<br />

aunque reconozcamos<br />

que el hombre tiene sus cosas<br />

y que a veces se pase. Pero<br />

habitualmente se pasa de un<br />

modo tan personal y a menudo<br />

genial que lo que en otros<br />

podría ser tachado de caprichoso<br />

y ser considerado al<br />

menos discutible, pues llega a<br />

ser una virtud porque Kennedy<br />

es un músico de los pies a la<br />

cabeza. Como siempre, hay<br />

varios aspectos llamativos en<br />

este disco. Primero, la autoría<br />

de las cadencias. En el caso<br />

del Concierto de Beethoven<br />

está la ya clásica de Kreisler en<br />

el primer movimiento (aquí<br />

modificada por Kennedy) y la<br />

del tercer movimiento del propio<br />

Kennedy. Las tres cadencias<br />

del Concierto de Mozart<br />

(una por movimiento) son de<br />

Kennedy y resultan cuando<br />

menos sorprendentes y cabe<br />

en ellas el jazz que tanto le<br />

atrae. Y, al final, un arreglo de<br />

Kennedy de una pieza jazzística<br />

de Horace Silver. Otra cosa<br />

que llama la atención es que<br />

Kennedy empuña la batuta de<br />

la orquesta (de la cual es director<br />

artístico desde 2002). Las<br />

fotos de Kennedy caminando<br />

por el monte con la camiseta<br />

del equipo de fútbol de Cracovia<br />

y las notas del libreto debidas<br />

a Lindsay Kemp terminan<br />

de dar ese algo tan personal<br />

que presenta cualquier disco<br />

de este genio de la música (no<br />

es una exageración considerarlo<br />

así). Como siempre, Kennedy<br />

se siente muy libre al<br />

interpretar obras como este par<br />

de grandes conciertos clásicos<br />

que conoce a la perfección y<br />

eso se nota en las muchas<br />

licencias que se toma, pero no<br />

sólo en la parte solista sino<br />

también desde su posición<br />

como director. Lo mejor para<br />

el oyente es, antes que nada,<br />

conocer bien las obras en versiones<br />

canónicas y después<br />

dejarse llevar por la fantasía y<br />

la irresistible musicalidad de<br />

Kennedy y admirarlo así como<br />

merece. Al empezar el Rondó<br />

del Concierto de Beethoven<br />

escuchamos una breve intervención<br />

dialogada con el solo<br />

de violín a cargo de un contrabajista<br />

(¿quizá Michal Baranski<br />

que después adquirirá protagonismo?).<br />

En Mozart llama la<br />

atención la presencia discutible<br />

y no precisamente enriquecedora<br />

(más bien irrelevante e<br />

innecesaria) del clave: sus<br />

razones tendrá Kennedy. Después,<br />

en la cadencia del primer<br />

movimiento del Concierto<br />

de Mozart, ya tenemos al Kennedy<br />

más rompedor, algo inesperado<br />

incluso proviniendo de<br />

él, una auténtica obra intercalada<br />

en otra con la que no tiene<br />

nada que ver y que le deja<br />

a uno desarmado hasta el punto<br />

de no saber cómo tomárselo.<br />

Es una improvisación pero<br />

no sólo para solista sino que<br />

concurren también el clave y<br />

otros instrumentos de la<br />

orquesta. Y tan jazzística y ajena<br />

al espíritu mozartiano como<br />

las otras dos y el Creepin’in a<br />

dúo con Baranski que uno no<br />

sabe qué pinta aquí por muy<br />

agradable que sea su audición<br />

(que lo es).<br />

Kennedy quizá se ha pasado<br />

con este disco y se ha superado<br />

a sí mismo en lo que tiene<br />

de imprevisible y de anticonvencional.<br />

Ahora bien, más<br />

allá de las cadencias y de sus<br />

excentricidades, este disco<br />

merece escucharse seriamente.<br />

Josep Pascual<br />

BLANCAFORT:<br />

Música para piano, vol. 4.<br />

Pastorel·la. American Souvenir.<br />

Sonatina antiga. Ermita i<br />

panorama. Cavatina i diàleg.<br />

Romança, intermedi i marxa.<br />

MIQUEL VILLALBA, piano.<br />

NAXOS 8.557335 (Ferysa). 2007. 65’.<br />

DDD. N PE<br />

Sigue creciendo<br />

la<br />

soporífera,<br />

irrelevante e<br />

innecesaria<br />

integral pianística<br />

de<br />

Blancafort, que sólo se salva por<br />

la esforzada interpretación del<br />

excelente pianista Miquel Villalba<br />

y por alguna que otra sorpresilla<br />

que puede hacernos alguna<br />

gracia. La pretenciosa, vacía y<br />

superficial música de Blancafort<br />

cede de vez en cuando espacio a<br />

la confesión personal o al simple


D D I S I C S O C O S S<br />

BÁRTOK-BRAHMS<br />

deseo de explayarse y hacer<br />

música de verdad sin demostrar<br />

ni demostrarse nada, y así hallaremos<br />

un cierto encanto en el<br />

segundo movimiento de la Sonatina<br />

antiga, sobre todo, por<br />

encontrarse entre un conjunto de<br />

obras sin gran interés que hacen<br />

que esta pieza sencilla y delicada<br />

luzca más. No nos extenderemos<br />

más: podemos vivir perfectamente<br />

sin esta música.<br />

Josep Pascual<br />

BRAHMS:<br />

Sinfonías nºs 1 y nº 3. DRESDNER<br />

PHILHARMONIE. Director: RAFAEL<br />

FRÜHBECK DE BURGOS.<br />

GENUIN GEN 87100 (Gaudisc). 2007.<br />

61’. DDD. N PN<br />

Tras ser el<br />

director principal<br />

invitado<br />

de la Dresden<br />

Philharmonie,<br />

Frühbeck<br />

de Burgos<br />

llegó a la titularidad de tan<br />

prestigiosa centuria hace cuatro<br />

años y las grabaciones que de<br />

esta felicísima y fructífera colaboración<br />

entre maestro y<br />

orquesta que nos llegan no pueden<br />

más que llevarnos a aplaudir<br />

con entusiasmo los Strauss,<br />

Bruckner y Wagner que ya<br />

conocemos y, ahora, este<br />

Brahms extraordinario. Frühbeck<br />

está en la línea de los grandes<br />

directores románticos y,<br />

aunque natural de Burgos,<br />

podríamos identificarle como un<br />

auténtico kapellmeister, un músico<br />

que continúa una rica tradición<br />

de la que forma parte y que<br />

es una respetada figura del<br />

panorama musical germánico.<br />

Con Brahms, Frühbeck se siente<br />

como en casa y la orquesta, “su”<br />

orquesta, está encantada con él<br />

al frente. A la vista está. Juntos<br />

se adecuan a la perfección a las<br />

muchas exigencias y a la variedad<br />

de climas del Brahms poliédrico<br />

de la Sinfonía nº 1, con la<br />

intensidad dramática que caracteriza<br />

especialmente a los movimientos<br />

extremos, la pasión del<br />

segundo y la gracia y el lirismo<br />

del tercero, todo ello coronado<br />

con la nobleza del bellísimo<br />

tema que expone la trompa en<br />

el cuarto movimiento hacia 2’30’’<br />

y sobre el cual se basa el genial<br />

tema que aparece hacia 4’40’’ a<br />

cargo de las cuerdas, un<br />

momento que marca el inicio<br />

del fin de uno de los momentos<br />

inolvidables que de vez en<br />

cuando encontramos en Brahms.<br />

Con la Sinfonía nº 3, asimismo<br />

heterogénea y cambiante pero<br />

sin la intensidad dramática de la<br />

nº 1 aunque, al menos, con la<br />

Marc Minkowski<br />

BIZET RENOVADO<br />

BIZET: Preludio y<br />

entreactos de Carmen.<br />

Música de escena y<br />

suites orquestales de<br />

L’arlésienne. CORO DE LA ÓPERA<br />

NACIONAL DE LYON. LES MUSICIENS<br />

DU LOUVRE. Director: MARC<br />

MINKOWSKI.<br />

NAÏVE V 5130 (Diverdi). 2007. 59’.<br />

DDD. N PN<br />

misma pasión, acaso un punto<br />

más contenida, especialmente<br />

en los movimientos centrales,<br />

tenemos otra gran versión, muy<br />

en la línea de la tradición y adecuada<br />

a la propia partitura. Ahí<br />

tenemos la frescura del Andante<br />

y una cierta ligereza en el Poco<br />

Nicholas Angelich, Frank Braley, Paavo Järvi<br />

BRAHMS CATEGÓRICO<br />

BRAHMS: Concierto<br />

para piano nº 1 op. 15.<br />

Danzas húngaras para<br />

piano a cuatro manos.<br />

NICHOLAS ANGELICH, piano; FRANK<br />

BRALEY, piano (Danzas). SINFÓNICA<br />

DE LA RADIO DE FRANCFORT.<br />

Director: PAAVO JÄRVI.<br />

VIRGIN 5 18998 2 (EMI). 2007. 74’.<br />

DDD. N PN<br />

Otro disco de Nicholas Angelich<br />

en torno a Brahms y nueva<br />

ocasión para corroborar las<br />

anteriores impresiones acerca<br />

de este extraordinario intérprete<br />

y su visión sobre el compositor<br />

romántico. Ahora, que ofrece el<br />

Concierto en re menor como<br />

plato fuerte se rodea de la excelente<br />

Sinfónica de la Radio de<br />

Francfort y su director Paavo<br />

Järvi. El sonido de la formación<br />

es ancho y voluminoso, sus<br />

grandes líneas benefician el<br />

dilatado discurso brahmsiano;<br />

pletórica, cálida y grandiosa de<br />

conceptos abarca con magnificencia<br />

la obra acompañando (si<br />

así puede decirse) al solista con<br />

delicadeza y benevolencia;<br />

ambos suman y convierten esta<br />

casi sinfonía concertante en un<br />

todo de claras intenciones.<br />

Angelich supura contención y<br />

hermosura sonora, la construcción<br />

de su fraseo es paciente,<br />

trata a los crescendi con longanimidad<br />

y perseverancia. La<br />

música fluye mediante exquisiteces<br />

desde ambas partes, una<br />

misma idea une a todos los<br />

intérpretes. Sus constantes diálogos<br />

manan con naturalidad y<br />

sencillez; pianista y orquesta<br />

vibran bajo la misma óptica. En<br />

la segunda parte del disco, la<br />

participación de Frank Braley<br />

adquiere justa relevancia, ya<br />

que ambos pianistas tocan<br />

ejemplarmente nueve Danzas<br />

húngaras, llenas de fuerza y<br />

contundencia expresiva. Su<br />

compenetración es máxima a<br />

todos los niveles; musicalmente<br />

comulgan del mismo pan y<br />

allegretto que va muy bien a<br />

este fragmento, que en otras<br />

ocasiones adopta un extraño e<br />

inadecuado tono elegíaco. No es<br />

el caso aquí y todo suena muy<br />

auténtico, muy brahmsiano.<br />

Josep Pascual<br />

Poderoso, contundente, imaginativo<br />

y sabio, el francés<br />

Marc Minkowski se acerca en<br />

su última aventura discográfica,<br />

ya para la casa Naïve, a la<br />

música de su compatriota<br />

Bizet, un Bizet en este caso<br />

distinto al que hasta ahora<br />

conocíamos, absolutamente<br />

renovado, de una luminosidad<br />

y una viveza rítmica en verdad<br />

asombrosas. El nervioso<br />

impulso de furia con que abre<br />

el Preludio de Carmen se pierde<br />

en el Segundo entreacto en<br />

un remanso de fantástico vuelo<br />

poético, con una cuerda no<br />

densa pero sí envolvente y<br />

una madera dulce y etérea.<br />

Por otra parte, pocas veces se<br />

habrán escuchado unas suites<br />

de L’arlesienne (la de 1872 del<br />

propio autor y la póstuma de<br />

1879 firmada por Ernest<br />

Giraud) tan bellamente coloreadas<br />

(Carillon), tan encendidamente<br />

radiantes (Farandole),<br />

tan serenamente líricas<br />

(Adagietto) o, en fin, tan sorprendentemente<br />

modernas.<br />

Además, Minkowski recupera<br />

en una tercera suite parte de la<br />

música incidental escrita para<br />

el drama de Alphonse Daudet,<br />

donde se beneficia de las<br />

entonadas voces de la Ópera<br />

lionesa y, como en todo el<br />

registro, de unos Musiciens du<br />

Louvre que, por si hiciera falta,<br />

vuelven a demostrar que<br />

arrasan allá por donde pasan.<br />

Las pinturas de Van Gogh,<br />

Bacon, Mitchel y Gauguin con<br />

colores de la provenzal Arlés<br />

se esconden en el excelente<br />

libro que arropa a esta música,<br />

manoseada como pocas pero<br />

que parece otra en manos de<br />

estos distinguidos e incansables<br />

artistas.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

vibran compartiendo emociones<br />

y sensaciones. Las interpretaciones,<br />

con un sonido claramente<br />

abellotado, poseen fuerza y<br />

decisión, pasión y furor. Resumiendo,<br />

un disco que compendia<br />

una vez más la increíble forma<br />

de tocar del joven Angelich<br />

(al que ahora se le suma Braley)<br />

al maestro de Hamburgo. Forma<br />

en la que caben un bellísimo<br />

sonido y un discurso sabiamente<br />

contenido de fuerza<br />

expresiva.<br />

Emili Blasco<br />

81


D D I S I C S O C O S S<br />

CAGE-DILLON<br />

CAGE:<br />

Solo and Six short inventions.<br />

Three. TRÍO DOLCE.<br />

MODE 186 (Diverdi). 1998. 47’. DDD.<br />

N PN<br />

Mstislav Rostropovich<br />

UN ACTO DE JUSTICIA<br />

82<br />

Dentro del<br />

amplio catálogo<br />

de<br />

obras de<br />

John Cage<br />

grabadas en<br />

disco, se<br />

hace difícil hallar un registro<br />

menos atractivo que éste, un<br />

programa interpretado por el<br />

Trío Dolce, de flautas de pico,<br />

con dos piezas muy separadas<br />

en el tiempo. La primera, de<br />

1934, es de largo título: Solo<br />

with obbligato accompaniment<br />

of two voices in canon, and six<br />

short inventions on the subject<br />

of the solo. La segunda, es de<br />

1989 y corresponde a las “number<br />

pieces”: Three. No se trata<br />

aquí de que las obras tengan<br />

interés o estén más o menos<br />

bien resueltas en lo interpretativo,<br />

sino de lo impropio de la<br />

sonoridad misma. El mundo de<br />

Cage, entre la levedad, los<br />

sonidos tenues y los silencios,<br />

entre los sonidos tenidos y el<br />

azar, no funciona con determinados<br />

instrumentos. Los que<br />

mejor se pliegan a sus necesidades<br />

son el piano, los de<br />

cuerda, percusión y algunos de<br />

viento. Pero la flauta posee un<br />

timbre excesivamente agudo,<br />

que resulta insufrible en estos<br />

continuos tan caros a Cage y<br />

que aquí, por ejemplo, están<br />

expuestos sin pudor alguno en<br />

la pieza Three. Esta agudeza<br />

del sonido no se aviene con la<br />

importancia que da Cage al<br />

momento presente, al sonido<br />

estático. Todo el discurso se<br />

diluye en esta extraña, chocante<br />

mezcla de flautas. El resultado<br />

es muy pobre, porque nunca<br />

este instrumento da la tensión<br />

suficiente, quedando toda<br />

la propuesta en una superficialidad<br />

irritante.<br />

El tema de Solo… se desarrolla<br />

en forma de canon, lo<br />

que supone un Cage formalista,<br />

anacrónico. A esa pieza inicial<br />

se le agregan las Six short<br />

inventions, siguiendo una<br />

notación más moderna. Y en<br />

cuanto a Three, quizás en una<br />

versión para cuerdas pueda<br />

sostenerse, pero en manos de<br />

este trío imposible, la cadena<br />

de 11 secciones simétricas de<br />

la pieza, con las acostumbradas<br />

secuencias de sonidos<br />

tenidos, no lleva dentro tensión<br />

ni musicalidad alguna.<br />

Labor, pues, la del Trío Dolce,<br />

intrascendente.<br />

Francisco Ramos<br />

CHAIKOVSKI: Sinfonías nºs<br />

1-6. Manfred. Francesca da<br />

Rimini. Romeo y Julieta.<br />

FILARMÓNICA DE LONDRES. Director:<br />

MSTISLAV ROSTROPOVICH.<br />

5 CD EMI 5 19493 2. 1976-1977. 379’.<br />

ADD. R PM<br />

Era necesaria esta edición en<br />

CD del ciclo sinfónico de Chaikovski<br />

por Rostropovich, sin<br />

duda uno de sus mayores<br />

logros como director de<br />

orquesta. Aunque se notan<br />

obviamente los más de treinta<br />

años transcurridos —el sonido<br />

parece un poco escaso de presencia—<br />

y ya contamos en la<br />

discografía con lecturas más<br />

modernas —por ejemplo, las<br />

de Jansons—, las interpretaciones<br />

testimonian el fértil cruce<br />

de la tradición rusa del director<br />

con la occidental de la orquesta.<br />

Se dan ligeras imperfecciones<br />

instrumentales, pero que<br />

son compensadas por la pasión<br />

general de las lecturas. La Primera,<br />

muy bien reivindicada,<br />

CHAIKOVSKI:<br />

Canciones completas, vols. 4 y<br />

5. LIUBA KAZARNOVSKAIA, soprano;<br />

LIUBA ORFENOVA, piano.<br />

2 CD NAXOS 8.570409/8.570438<br />

(Ferysa). 2005, 2007. 142’. DDD. N PE<br />

Estas dos entregas, que naturalmente<br />

se adquieren por separado,<br />

ponen punto final al ciclo de<br />

canciones de Chaikovski que<br />

Naxos inició a finales de la centuria<br />

pasada, y suman entre<br />

ambas cuarenta y seis páginas<br />

de las ciento y pico que escribió<br />

entre su etapa estudiantil y su<br />

nebuloso anochecer de 1893. La<br />

afinidad del autor con la danza<br />

es palpable de la mayoría de<br />

estas breves obras de alto valor<br />

musical, hechas de un lirismo<br />

melancólico a veces envuelto en<br />

un delicado pero tenso dramatismo<br />

y cercanas en algunos<br />

aspectos a la tradición centroeuropea<br />

del XIX. La contribución<br />

de la edición al repertorio vocal<br />

de cámara de Chaikovski es desde<br />

luego muy importante, y es<br />

por ello una lástima que la voz<br />

de la soprano rusa Liuba Kazarnovskaia,<br />

una cantante no muy<br />

conocida en España, no se halle<br />

cuenta con una interpretación<br />

optimista; puede que el Adagio<br />

sea algo lánguido, pero el exultante<br />

Finale vence la balanza<br />

del lado positivo. La Segunda<br />

aparece gobernada por el nervio<br />

rítmico, con un tiempo final<br />

en que aparece un nada habitual<br />

Chaikovski entregado a la<br />

alegría de vivir. La Tercera, elegante<br />

y ligera, es una avanzadilla<br />

neoclásica, con una decidida<br />

y transparente fuga final. En la<br />

Cuarta, el peso del destino<br />

figura encerrado, salvo episodios<br />

de furia desenfrenada; en<br />

el Finale, el ingenuo canto<br />

popular batalla con la reaparición<br />

del tema del fátum. La<br />

Quinta cuenta con una realización<br />

orquestal de primer orden<br />

y sensacionales solos instrumentales.<br />

Rostropovich administra<br />

con eficacia el lirismo del<br />

primer movimiento y la solemnidad<br />

sin excesos fatuos en la<br />

conclusión. La Sexta es toda<br />

una biografía que parte del canto<br />

del Adagio-Allegro, pasa por<br />

aquí en plenitud; el descontrolado<br />

vibrato, la estridente zona<br />

alta y la tambaleante línea<br />

hacen un tanto incómoda la<br />

audición. A cambio, la intérprete<br />

es sensible, imprime a cada<br />

poema el color y el tono preciso<br />

y el piano de Liuba Orfenova la<br />

sigue con pasión. Canciones<br />

como Za oknom v teni melkayet<br />

(vol. 4, pista 6), Liubov´metvetsa<br />

(vol. 5, pista 12) o Ya s nei<br />

nikogda ne goboril (vol. 5, pista<br />

19), muy distintas entre sí, pueden<br />

valer como ejemplos de<br />

todo ello. Las referencias que<br />

tenemos de los tres primeros<br />

volúmenes, que no conocemos,<br />

son muy buenas, seguramente<br />

porque el estado vocal de la<br />

cantante sería otro hace un lustro<br />

largo, pero lo cierto es que<br />

estos dos discos parecen llegar<br />

un poco tarde y su interés es<br />

por ello más limitado de lo que<br />

en principio cabría esperar.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

CIMAROSA:<br />

Dixit Dominus. CINZIA CIRRONE,<br />

soprano; SYLVIA ROTTENSTEINER,<br />

mezzosoprano; GREGORY BONFATTI,<br />

tenor. CORO I MUSICI CANTORE DE<br />

TRENTO, CORO VOCI ROVERETANE.<br />

ORQUESTA HAYDN DE BOLZANO Y<br />

TRENTO. Director: FABIO PIRONA.<br />

CPO 999 988-2 (Diverdi). 2003. 54’.<br />

DDD. N PN<br />

el jugueteo (Allegro con grazia)<br />

y la movilidad burbujeante<br />

(Allegro molto vivace), para<br />

concluir con un final desesperado,<br />

verdaderamente lúgubre en<br />

los compases finales. Magnífica<br />

la recreación de Manfred,<br />

orquestalmente poderosa y<br />

fatalista, pero también con<br />

hallazgos como el mendelssohniano<br />

Vivace. La tempestuosa<br />

Francesca da Rimini y la contrastada<br />

Romeo y Julieta completan<br />

este álbum soberbio.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

Partidario de<br />

la Revolución<br />

Francesa en<br />

lo político, en<br />

lo musical<br />

Domenico<br />

Cimarosa<br />

(1749-1801) desarrolló la tradición<br />

napolitana hasta constituirse<br />

en uno de los pilares más<br />

importantes del puente entre<br />

clasicismo y romanticismo.<br />

Como en el caso de su admirado<br />

Mozart, sólo al final de su vida<br />

volvió a dedicar atención a la<br />

música religiosa, que había ocupado<br />

gran parte de su producción<br />

de juventud. Dixit Dominus,<br />

fechado en 1796, constituye<br />

seguramente el fruto más precioso<br />

de ese período, desde luego<br />

un complemento imprescindible<br />

a su ingente producción<br />

operística. En sus ocho números,<br />

el coro y los solistas vocales<br />

alternan en inspiradas melodías<br />

acompañadas por importantes<br />

intervenciones del colectivo<br />

orquestal y los solistas instrumentales.<br />

Esta versión, de<br />

momento la única disponible,<br />

no es insuperable pero sí suficiente<br />

para un disfrute cabal de<br />

la obra. Cinzia Cirrone compensa<br />

con musicalidad la palidez de<br />

su timbre, mientras que a Sylvia<br />

Rottensteiner le ocurre aproximadamente<br />

lo contrario. A dúo,<br />

sin embargo, casi consiguen un<br />

equilibrio perfecto. Muchos


D D I S I C S O C O S S<br />

CAGE-DILLON<br />

menos flancos débiles presenta<br />

Gregory Bonfatti, cuya voz<br />

comienza un tanto estrangulada<br />

en Dominus a dextris tuis pero<br />

poco a poco se va abriendo hasta<br />

lograr unos agudos limpios,<br />

redondos y firmemente sostenidos.<br />

Los coros y la orquesta<br />

cumplen con notable calidad las<br />

juiciosas órdenes interpretativas<br />

de un director, Fabio Pirona,<br />

que poco a poco va encontrando<br />

su lugar entre los especialistas<br />

en la música menos conocida<br />

del siglo XVIII italiano. Tomas<br />

muy correctas.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

DEBUSSY:<br />

Preludio a la siesta de un fauno.<br />

La mer. Jeux. Children’s corner<br />

(orq. Caplet). ORQUESTA NACIONAL<br />

DE LYON. Director: JUN MÄRKL.<br />

NAXOS 8.570759 (Ferysa). 2007. 74’.<br />

DDD. N PE<br />

Jun Märkl es<br />

una figura en<br />

plena expansión<br />

por la<br />

que varios<br />

sellos discográficos<br />

han<br />

decidido apostar. Dejando de<br />

lado la coyuntura favorable del<br />

potencial económico que su origen<br />

germano-japonés representa<br />

para una industria en busca de<br />

nuevos mercados, es un dato<br />

objetivo que nos encontramos<br />

ante una batuta solvente. El<br />

Debussy que nos plantea en esta<br />

primera entrega de la que parece<br />

una futura integral orquestal para<br />

Naxos tiene una factura impecable<br />

en su realización, con texturas<br />

transparentes que, a su vez,<br />

son bien captadas por las tomas.<br />

Igualmente meritoria resulta la<br />

atención minuciosa al texto y el<br />

cuidado puesto en lograr el<br />

importantísimo equilibrio que<br />

requiere esta peculiar combinatoria<br />

de masas instrumentales.<br />

Dicho esto, el resultado parece<br />

sin embargo quedarse ahí, en<br />

una literalidad fiel. Se echa en<br />

falta un componente de flexibilidad<br />

general que, fundamentalmente,<br />

otorgue voluptuosidad al<br />

tratamiento de los reguladores<br />

dinámicos y elasticidad al pulso<br />

métrico. En dos palabras, aún a<br />

riesgo de ser una apreciación de<br />

perfiles vagos: mayor fantasía.<br />

El Preludio, bien planteado<br />

tímbricamente a pesar de las<br />

incomprensibles rupturas del fiato<br />

de la flauta queda agógicamente<br />

encorsetado. La buena<br />

definición de los perfiles sonoros<br />

de El mar deja escapar la plasticidad<br />

tímbrica en el Diálogo. Por<br />

otro lado, el resultado de André<br />

Caplet al orquestar el Children’s<br />

corner no pasa de ser un divertimento<br />

a años luz de la producción<br />

orquestal de su autor, a<br />

pesar del cierto encanto de la<br />

Sérénade o la gracia del Golliwog’s.<br />

Ni siquiera ahí Märkl resulta<br />

imaginativo.<br />

Juan García-Rico<br />

DEBUSSY:<br />

La mer. DUTILLEUX: L’arbre<br />

des songes. RAVEL: La valse.<br />

DIMITRI SITKOVETSKI, violín. ORQUESTA<br />

DEL CONCERTGEBOUW DE ÁMSTERDAM.<br />

Director: MARISS JANSONS.<br />

RCO LIVE 08001 (Diverdi). 2007. 64’.<br />

DDD. N PN<br />

Este sello, el<br />

de la Real<br />

Orquesta del<br />

Concertgebouw<br />

de<br />

Ámsterdam,<br />

va adquiriendo<br />

un prestigio merecidísimo.<br />

Por la orquesta en sí, y desde<br />

luego por el maestro titular que<br />

ahora tiene, Mariss Jansons, una<br />

de las grandes batutas de hoy.<br />

Toca ahora repertorio francés,<br />

registros en vivo de junio de<br />

2007. A dos títulos clásicos, insuperables,<br />

de la literatura sonora<br />

de un siglo a esta parte (Mar y<br />

Valse) se une la obra de un compositor<br />

vivo, mas también de los<br />

grandes del siglo XX, Henri Dutilleux,<br />

al que hemos dedicado<br />

espacio y atención en esta revista.<br />

Y nos llega mediante una obra<br />

concertante en la que tan importante<br />

es la línea solista como la<br />

disposición tímbrica de las diversas<br />

secuencias, de esos cuatro<br />

movimientos separados por otros<br />

tres, algo más breves, que el<br />

compositor llama “interludios”.<br />

Dimitri Sitkovetski es el virtuoso<br />

aquí llamado a medirse con<br />

tamaña partitura, bella entre las<br />

mejores de la segunda mitad del<br />

siglo XX; y con tamaña orquesta<br />

y tamaño directorazo. Ahora<br />

bien, ¿hay denominador común<br />

en las lecturas de obras tan dispares?<br />

¿En la tímbrica ubérrima y<br />

el crecimiento incandescente del<br />

concierto violinístico El árbol de<br />

los sueños? ¿En el virtuosismo de<br />

frases sugeridas de El mar, que<br />

se afirman casi más al retirarse<br />

que al plantearse y desarrollarse?<br />

¿En el serio esperpento danzante<br />

de La valse? Nos atreveríamos a<br />

apuntar por lo menos uno: la claridad.<br />

La exposición de ese Mar<br />

es diáfana, no ya comparada con<br />

la bruma habitual de la “manera<br />

antigua de hacer Debussy”, sino<br />

incluso con el objetivismo<br />

implantado desde —digamos—<br />

Boulez. ¿Y esa Valse? Si hay una<br />

partitura raveliana dada a oscuridades,<br />

ésa es La valse, y aquí<br />

queda más agónica que siniestra,<br />

esto es, más lucha clara que solapada<br />

deformación de la evocación<br />

de épocas muertas. También<br />

es la claridad lo distintivo de la<br />

nocturnidad del Árbol de Dutilleux,<br />

y que conste que aunque<br />

es la obra más intrincada en<br />

cuanto a timbres (¡cómo manejan<br />

los colores estos franceses, qué<br />

tradición tan asombrosa!) es también<br />

la más dramática en lo<br />

humano, frente a la deshumanización<br />

orteguiana que proponían<br />

con lucidez tanto Ravel como<br />

Debussy. Sensacional Sitkovetski,<br />

espléndido Jansons y su orquesta<br />

virtuosa. Pero que conste también<br />

que esta manera de leer no<br />

es la acostumbrada ni en El mar<br />

ni en La valse, que tienen algo<br />

distinto en sus sonoridades que<br />

hace que estos fonogramas sean,<br />

si no inauditos, sí diferentes. Y<br />

en este repertorio tan repetido,<br />

en obras que se graban, se tocan<br />

y se presentan tan a menudo (no<br />

el Árbol, sí las otras dos) eso ya<br />

es mucho y muy de agradecer.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

DEDIU:<br />

Piano pieces. DAN DEDIU,<br />

VALENTINA SANDU-DEDIU, pianos.<br />

NEOS 10713 (Diverdi). 2007. 59’. SACD.<br />

N PN<br />

Autor de un<br />

nutrido catálogo,<br />

pese a<br />

su relativa<br />

juventud,<br />

Neos presenta<br />

la música<br />

para piano del compositor rumano<br />

Dan Dediu (1967), en la<br />

actualidad docente en Bucarest<br />

tras perfeccionar estudios, entre<br />

otros, con Francis Burt en Viena.<br />

Repertorio interesante, especialmente<br />

como reflejo de una<br />

situación de indefinición estilística<br />

en que rebrota la reflexión<br />

sobre las posibilidades de exploración<br />

de las características de<br />

las músicas de pervivencia oral y<br />

una cierta “ansiedad de influencia”<br />

de las estructuras y gestos<br />

discursivos de la tradición histórica,<br />

bien de una manera inmediata<br />

—así, el Couperin de Les<br />

barricades mystérieuses-reloaded<br />

(2006)—, bien asumida con<br />

un mayor distanciamiento, como<br />

en la extensa Sonata nº 4 op. 60<br />

(1996), forma mixta entre la<br />

sonata y el tema con variaciones<br />

en la que ecos neorrománticos e<br />

impresionistas (Capriccio<br />

(c)roma(n)tico) y alusiones<br />

barrocas (Menuetto mutante) se<br />

alían con una inventiva titular a<br />

medio camino entre el stylus<br />

fantasticus y un Satie pasado<br />

por Kagel (Capriccio tridimensionale,<br />

La Follia interrotta di<br />

una Fuga delicatissima).<br />

Completan el panorama los<br />

vivaces y de rasgos folclóricos<br />

Idyllen und Guerrillen op. 76<br />

(1998), cuya primera pieza recrea<br />

la figura de la Dulcinea cervantina,<br />

la evocación entomológica<br />

The Grasshopper op. 112 (2006) y<br />

tres piezas del ciclo Lévantiques<br />

op. 64, fechado en 1997 y llevado<br />

parcialmente al disco por Tamara<br />

Smolyar para Move Records seis<br />

años más tarde, con la inclusión<br />

—habitual en otras obras del<br />

registro— de elementos percutivos<br />

varios, que proporcionan en<br />

ocasiones un interesante contrapunto<br />

rítmico, y la notoria presencia<br />

del Bartók rumano y de<br />

los Preludios de Debussy.<br />

El propio autor, con la colaboración<br />

de su esposa Valentina<br />

Sandu-Dediu en los Idyllen,<br />

defiende sus composiciones con<br />

convicción y capacidad para el<br />

matiz; placet temporal, si se nos<br />

permite, para la música de Dediu,<br />

a falta de conocer parcelas más<br />

ambiciosas de su quehacer.<br />

Germán Gan Quesada<br />

DILLON:<br />

Dillug-Kefitsah. Del cuarto<br />

elemento. Traumwerk.<br />

Black/nebulae. The soadie<br />

waste. NORIKO KAWAI, HIROAKI<br />

TAKENOUCHI, piano; IRVINE ARDITTI,<br />

violin. CUARTETO ARDITTI.<br />

NMC D131 (Diverdi). 2007. 75’. DDD.<br />

N PN<br />

Las piezas de<br />

cámara de<br />

James Dillon<br />

(n. 1950),<br />

reunidas en<br />

este disco de<br />

NMC, no<br />

difieren mucho de la estética<br />

expresada por el autor británico<br />

en algunas de sus obras más<br />

difundidas para ensemble y<br />

orquesta. Como Helle Nacht o<br />

Windows and canopies, las obras<br />

de cámara tienen ese mismo gusto<br />

por destacar lo ínfimo, el detalle<br />

mínimo del tejido instrumental<br />

puesto en juego. Desaparece, sin<br />

embargo, en estos dúos para piano<br />

(Black/nebulae) o para violín<br />

y piano (Traumwerk) esa sonoridad<br />

como líquida que tanto llamara<br />

la atención en su momento<br />

y de la que el músico hiciera<br />

poco menos que su signo distintivo.<br />

Por caminos distintos al<br />

espectralismo, Dillon extraía de<br />

los instrumentos unas texturas<br />

que se desmarcaban de la herencia<br />

del serialismo, muy puntillista,<br />

para elaborar tejidos muy<br />

compactos en donde se realzaba<br />

el comportamiento más escondido<br />

del sonido. Una música de<br />

83


D D I S I C S O C O S S<br />

DILLON-FINZI<br />

84<br />

hilos muy finos que funcionaba<br />

muy bien en aquellas piezas<br />

orquestales, pero, a la larga, ese<br />

estilo solamente se podía sostener<br />

a partir de una escritura muy<br />

virtuosística, que es el rasgo que<br />

se hace más evidente en las piezas<br />

de cámara de este programa<br />

propuesto por NMC, donde la<br />

técnica de los intérpretes acapara<br />

toda la atención. Ellos se sitúan<br />

en el centro de esta música, quedando<br />

el contenido y la expresividad<br />

en segundo plano. Se trata,<br />

pues, aquí, de música para músicos.<br />

Con los timbres del violín y<br />

el piano, Dillon ya no puede<br />

desplegar las ricas combinaciones<br />

sonoras de Windows and<br />

canopies, tan subyugantes y el<br />

resultado, en Dillug, en<br />

Black/nebulae, no pasa de ser<br />

un ejercicio de estilo. Lo sorprendente<br />

es que no estamos ante<br />

obras compuestas en fechas distintas,<br />

pues, salvo el caso de la<br />

cuartetística The soadie waste (de<br />

2003), el grueso del programa<br />

coincide en el tiempo con aquellas<br />

obras antes señaladas. Están<br />

demasiado presentes en estas<br />

piezas algunos gestos y recursos<br />

que ha dejado la tradición y el<br />

autor se encuentra encorsetado<br />

dentro de los géneros musicales,<br />

perdiendo la libertad de movimientos<br />

de que hacía gala en las<br />

obras para ensemble. The soadie<br />

waste, para cuarteto, vuelve a<br />

darnos al Dillon de masas sonoras,<br />

si bien queda lastrado el discurso<br />

por un esquema de pequeñas<br />

secuencias repetitivas de<br />

escasos vuelos: suenan a prestadas<br />

y, por momentos, deudoras<br />

de la sección de cuerdas del Different<br />

trains de Reich.<br />

Francisco Ramos<br />

F. y K. DOPPLER: Rigoletto<br />

fantaisie op. 38 (arr. Risto<br />

Keinänen). Valse di bravura op.<br />

33 (arr. Jukka-Pekka Lehto). F.<br />

DOPPLER: Fantaisie pastorale<br />

hongroise op. 26 (arr. Jani<br />

Killönen). Andante y rondó, op.<br />

25 (arr. Risto Keinänen). Duettino<br />

sur des motifs americaines op. 37<br />

(arr. Risto Keinänen). Concierto<br />

para dos flautas y orquesta.<br />

PATRICK GALLOIS Y KAZUNORI SEO,<br />

flautas. SINFONIA FINLANDIA JYVÄSKYLÄ.<br />

Director: PATRICK GALLOIS.<br />

NAXOS 8.570378 (Ferysa). 2006. 66’.<br />

DDD. N PE<br />

El prestigioso<br />

flautista<br />

Patrick<br />

Gallois es<br />

desde 2003 el<br />

director de la<br />

Sinfonia Finlandia<br />

Jyväskylä y al frente de<br />

esta estupenda orquesta ha reali-<br />

zado grabaciones de interés,<br />

como algunas sinfonías de Haydn<br />

y música romántica menos habitual<br />

de lo que debiera, tal es el<br />

caso de los conciertos de Reinecke<br />

y, sobre todo, las dos bellísimas<br />

sinfonías de Gounod. Pues<br />

bien, en esa línea de romanticismo<br />

más o menos academicista,<br />

amable (que no ligero) y con vínculos<br />

claros con el clasicismo,<br />

abunda el delicioso disco que<br />

presentamos hoy con música de<br />

los hermanos Doppler según<br />

arreglos de músicos finlandeses.<br />

Se trata de un repertorio eminentemente<br />

virtuosístico, concebido<br />

para el lucimiento de los flautistas.<br />

A excepción de la Fantaisie<br />

pastorale para flauta y orquesta,<br />

el resto de obras es para dos flautas<br />

y orquesta. Las influencias de<br />

Liszt en el concepto de estas rapsódicas<br />

y brillantes composiciones<br />

son evidentes, aunque las<br />

sonoridades se acercan más al<br />

universo estético del clasicismo<br />

romántico de Leipzig, magníficamente<br />

plasmado en los arreglos<br />

de los músicos convocados para<br />

tan delicado trabajo. En ocasiones<br />

esta música puede resultar salonnier<br />

y hasta divertida pero está<br />

muy bien hecha y no faltan<br />

momentos realmente hermosos e<br />

inspirados. Gallois, que es un<br />

flautista sensacional bien conocido<br />

por todos, está impecable<br />

como siempre, incluso deslumbrante<br />

en este repertorio proclive<br />

al lucimiento. Su acompañante, el<br />

joven flautista japonés Kazunori<br />

Seo, discípulo, entre otros, del<br />

propio Gallois, da la talla y mide<br />

sus fuerzas en amable compañía<br />

con el francés sin enfrentarse a él.<br />

Hay muy “buen rollo” entre<br />

ambos, es evidente, lo mismo<br />

que con la orquesta, que parece<br />

que vaya sola de tan fluida. El<br />

resultado es un disco que se recomienda<br />

solo desde el momento<br />

en que empieza a sonar.<br />

Josep Pascual<br />

DOWLAND:<br />

Música completa para laúd.<br />

JAKOB LINDBERG, laúd.<br />

4 CD BRILLIANT 93698 (Cat Music).<br />

1994. 141’. DDD. R PE<br />

C uando<br />

todavía no ha<br />

llegado a su<br />

término la<br />

integral de<br />

música de<br />

Dowland para<br />

laúd a cargo de Nigel North (véase<br />

SCHERZO, nº 216, pág. 73; nº<br />

229, pág. 80), con otra muy competitiva<br />

como es la de Paul<br />

O’Dette, más antologías tan deliciosas<br />

como la de Hopkinson<br />

Smith (véase SCHERZO, nº 201,<br />

pág. 85), se reedita la integral de<br />

Jakob Lindberg. Aceptando la<br />

imposibilidad de resolverla definitivamente,<br />

este laudista sueco<br />

apela al sentido común como criterio<br />

para afrontar la cuestión<br />

“filológica”: la base no única pero<br />

sí abrumadoramente mayoritaria<br />

es la edición de Diana Poulton<br />

(The Collected Lute Music of John<br />

Dowland), pero los “errores” se<br />

han subsanado y las “lagunas”<br />

rellenado desde lo que honestamente<br />

y tras un concienzudo<br />

estudio se ha sentido que era la<br />

demanda de la música; normalmente,<br />

escogiendo la versión más<br />

tardía disponible de cada una de<br />

las noventa y dos piezas reunidas.<br />

Nada que objetar.<br />

En su día (véase SCHERZO,<br />

nº 100, pág. 70), Luis Morales<br />

Gidcoman calificó de “inteligente<br />

y minucioso” el trabajo interpretativo<br />

de Lindberg, “cuyo<br />

enfoque apunta hacia la riqueza<br />

de preciosismos que han de<br />

observarse de cerca, con lo que<br />

coloca al oyente bien en la sensación<br />

de los interiores del siglo<br />

XVII”. Si acaso, podría añadirse<br />

que aquí se encontrará un poco<br />

menos de soltura técnica que en<br />

O’Dette, de belleza tímbrica que<br />

en North y de elocuencia que en<br />

Smith, pero mientras este último<br />

no se decida a emprender una,<br />

si lo que se busca es una integral,<br />

la de Lindberg es una<br />

opción muy digna de ser tenida<br />

en cuenta.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

DUSSEK:<br />

Sonatas para piano opp. 77 y 9,<br />

nºs 1-3. MARKUS BECKER, piano.<br />

CPO 777 323-2 (Diverdi). 2007. 70’.<br />

DDD. N PN<br />

Música para<br />

piano de Jan<br />

Ladislav Dussek<br />

(1760-<br />

1812), que<br />

bajo la interpretación<br />

del<br />

pianista Markus Becker llena<br />

este CD a base de escalas, arpegios,<br />

y muchísimo más. Porque<br />

de las partituras de este compositor,<br />

increíblemente olvidadas<br />

en nuestros días, emana mucha<br />

calidad, una técnica instrumental<br />

realmente elaborada y un sentido<br />

de la expresividad que aunque<br />

pertenece al clasicismo, ya<br />

atisba aromas schubertianos y<br />

chopinianos. El lirismo melódico<br />

de estas sonatas, sus constantes<br />

(y a menudo sorprendentes)<br />

modulaciones proporcionan<br />

sensación de romanticismo.<br />

Aunque al principio Dussek<br />

escribía sonatas en dos o tres<br />

movimientos, y más tarde lo<br />

haría ya en cuatro tiempos, las<br />

formas siempre son de lo más<br />

clásico y su creatividad fluye<br />

con franqueza. Es una música<br />

fecunda e inspirada, no solamente<br />

virtuosa. Y así lo entiende<br />

Becker, quien no duda en frasear<br />

cálidamente y descaradamente<br />

apuesta por el lenguaje poético<br />

de las obras. El Op. 77 es la<br />

última sonata que escribiera el<br />

autor, quizás la más destacable<br />

de todas ellas, y el pianista,<br />

consciente, aboga por la elegancia<br />

y la calidez sonora. La interpretación<br />

es fluida y delicada,<br />

trabaja el carácter dramático y<br />

conduce con tensión las curvas<br />

sonoras. De hecho, en el compacto<br />

Markus Becker se muestra<br />

inspirado y meticuloso, imaginativo<br />

y cuidadoso. Buena ocasión<br />

para la escucha de unas obras<br />

que no deberían (por méritos<br />

propios) estar relegadas.<br />

Emili Blasco<br />

DVORÁK:<br />

Tríos con piano nºs 1 y 2 opp.<br />

21 y 26. SUK: Elegía op. 23. TRÍO<br />

FLORESTAN.<br />

HYPERION CDA67572 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 68’. DDD. N PN<br />

De repente,<br />

nos llega un<br />

CD con obras<br />

de Dvorák y<br />

Suk tocado<br />

por un trío<br />

británico llamado<br />

Florestan. Esto tiene que<br />

significar algo schumanniano,<br />

pero no leemos noticia alguna en<br />

tal sentido. Por otra parte, el chelista<br />

se llama Richard Lester.<br />

Caramba. Desde luego, no es una<br />

formación nueva, y sus componentes<br />

(Anthony Marwood, Lester,<br />

Susan Tomes) llevan adelante<br />

excelentes carreras como solistas.<br />

Este CD se corresponde con otro<br />

que contiene los dos Tríos mayores<br />

de Dvorák, los Opp. 65 y 90.<br />

Pero los Opp. 21 y 26 no son<br />

obras menores, sino piezas de<br />

una belleza sencilla, directa, de<br />

melodías nítidas, que “tan sólo”<br />

precisan de un grupo con sensibilidad<br />

y capacidad de matiz, con<br />

virtuosismo y talento (apenas<br />

nada) para dar lo mejor de esas<br />

piezas llenas de encanto. Es el<br />

caso, porque el Florestan consigue<br />

un recital de una belleza tensa<br />

(ya que no deslumbrante, porque<br />

estaría fuera de lugar), un<br />

disco exquisito y muy accesible.<br />

En medio de ambas piezas relativamente<br />

tempranas de Dvorák, la<br />

Elegía en re bemol, una miniatura<br />

de cinco minutos de un músico<br />

de enorme interés de dos generaciones<br />

después, Josef Suk, que<br />

fue yerno de Dvorák y al que rin-


D D I S I C S O C O S S<br />

DILLON-FINZI<br />

Ludger Rémy<br />

AD MAIOREM DEI GLORIAM<br />

ERLEBACH: Cantatas.<br />

DOROTHEE MIELDS Y MARGARET<br />

HUNTER, sopranos; ALEXANDER<br />

SCHNEIDER, contratenor; ANDREAS<br />

POST, tenor; MATTHIAS VIEWEG,<br />

bajo. LES AMIS DE PHILIPPE. Director:<br />

LUDGER RÉMY.<br />

2 CD CPO 777 346-2 (Diverdi). 2007.<br />

103’. DDD. N PN<br />

Cuando el año pasado el<br />

almanaque recordaba el CCCL<br />

aniversario natalicio del alemán<br />

Philipp Heinrich Erlebach,<br />

el sello CPO, correspondiendo<br />

a la efemérides, grabó este<br />

álbum, que contiene sus cantatas<br />

religiosas más representativas,<br />

género muy cultivado del<br />

cual se conserva poco.<br />

Erlebach nace en Esens<br />

(1657) y muere en Rudolstadt<br />

(1714). Recibió sus primeras<br />

lecciones en la Corte del este<br />

de Friesian y desde 1681 sería<br />

maestro de capilla en la corte<br />

del conde Albert Anton von<br />

Schwarzburg-Rudolstadt. Fructífera<br />

resultó su relación con<br />

Johann Philipp Krieger. Hacia<br />

1710 compondría para el funeral<br />

de Albert Anton, y en la<br />

sucesión de su hijo Ludwig<br />

Friedrich Erlebach le dedicó<br />

varias cantatas. Al final de su<br />

vida bifurcaría su senda hacia<br />

la enseñanza: alumnos suyos<br />

descollarán más tarde, como<br />

Johann Caspar Vogler, asimismo<br />

discípulo de Bach.<br />

Sólo han llegado a nuestros<br />

días seis suites, tres sonatas<br />

en trío y una marcha en lo<br />

que al campo instrumental se<br />

refiere; en lo vocal Erlebach se<br />

encauzó por la vertiente religiosa<br />

con motetes, salmos,<br />

misas y una variedad de cantatas<br />

en cuyo estilo se aprecia la<br />

transición de Heinrich Schütz a<br />

Johann Sebastian Bach.<br />

Una decena de cantatas se<br />

agrupan en este álbum bajo el<br />

epígrafe El amor de Dios se ha<br />

esparcido, título igualmente de<br />

la cantata para el día de Pentecostés,<br />

inmejorable ejemplo de<br />

la maestría de Erlebach para<br />

narrar el éxtasis ante la plenitud<br />

de Dios, que Ludger Rémy<br />

al frente de cinco solistas y su<br />

orquesta recrean con una interpretación<br />

radiante donde no<br />

falta una nota que no esté atravesada<br />

por la luz. Dignísima<br />

versión la que nos ofrecen en<br />

Held, du hast den Feind<br />

gebunden, una oda al héroe<br />

donde abundan imágenes<br />

como la fiereza del león, el<br />

rebaño a salvo del lobo, cada<br />

cristiano a cuestas con su cruz<br />

y la resurrección de la carne;<br />

rica temática favorecida por<br />

una sonoridad intachable y<br />

una madurez que entiende la<br />

profundidad de las frases interrogativas,<br />

exhortativas y desiderativas.<br />

El melómano que<br />

conozca las cantatas de Bach<br />

encontrará un parecido con la<br />

BWV 131 cuando escuche el<br />

coro inicial de Siehe, um Trost<br />

war mir sehr bange de Erlebach.<br />

¡Qué melancolía más<br />

trascendental! Formidables<br />

también la cantata para el<br />

funeral de la condesa María<br />

Susana (música de dolor contenido)<br />

y la Betrübtes Herz,<br />

erfreue dich (la sentencia<br />

inexorable frente a la esperanza<br />

postrimera).<br />

Del elenco son óptimos la<br />

soprano Dorothee Mields, el<br />

contratenor Alexander Schneider<br />

y el tenor Andreas Post,<br />

quien rubrica una Unruhige<br />

Gedangen, stellt alles Sorgen<br />

ein donde se nos abre las<br />

puertas a ese acontecimiento<br />

espiritual que es la fe. Prendió<br />

en Erlebach el texto, una cumbre<br />

literaria de la que extraemos:<br />

“¡Basta ya de pesimismo!<br />

Toda esta tristeza acabará<br />

curándose, como premio a la<br />

perseverancia en pos de Dios<br />

cuando el hombre comprenda<br />

la verdadera paz”.<br />

Marco Antonio Molín Ruiz<br />

dió culto siempre como instrumentista<br />

y como compositor. El<br />

disco está muy bien tocado, tanto<br />

que creemos que se sitúa entre<br />

las interpretaciones más acertadas<br />

y mayor altura artística de este<br />

repertorio ya de por sí exquisito;<br />

no olvidemos que Dvorák es<br />

superior a sí mismo en buena<br />

parte de su música de cámara. En<br />

fin, un disco que encierra obras<br />

muy bellas y no muy difíciles<br />

para el aficionado, desgranada<br />

por unos músicos impresionantes<br />

de manera delicada y conmovedora<br />

(no conmocionadora, ojo).<br />

Sensacional.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

FELDMAN:<br />

For Bunita Marcus. Palais de<br />

Mari. SABINE LIEBNER, piano.<br />

2 CD OEHMS OC 594 (Galileo MC).<br />

2007. 115’. DDD. N PM<br />

Los primeros<br />

acordes del<br />

Palais de<br />

Mari de Morton<br />

Feldman,<br />

dispuestos<br />

por Sabine<br />

Liebner en este registro de<br />

Oehms classics, se encuentran<br />

enmarcados dentro de un espacio<br />

sonoro de gran quietud. Todo<br />

este halo que se crea, de un gran<br />

misterio, le conviene a la obra. La<br />

sorpresa viene cuando, ya en la<br />

sección final, en la suerte de<br />

meseta que traza el autor, con el<br />

esquema repetitivo mucho más<br />

definido, la intérprete congela el<br />

material, no haciendo tan ostensible,<br />

como en las versiones más<br />

celebradas hasta el momento, el<br />

efecto emocional de toda esta<br />

parte. Allí donde Schröder o Mauser<br />

alcanzaban una especie de clímax,<br />

Liebner lo anula, dejando<br />

que esa secuencia repetitiva siga<br />

transcurriendo en un aliento<br />

extremadamente doloroso. Liebner<br />

traslada a Palais el tono objetivo<br />

de una obra como Triadic<br />

memories, quizás sin tener en<br />

cuenta que en Triadic la finalidad<br />

era jugar con la posibilidad de<br />

que la memoria del oyente no<br />

pueda retener nunca los encadenamientos<br />

melódicos del discurso.<br />

For Bunita Marcus y Palais<br />

son más sensoriales o al menos<br />

así nos lo han venido sirviendo<br />

Schröder, Kleeb, Hinterhäuser,<br />

Mauser y tantos otros, pero la<br />

opción de Liebner es la de la congelación<br />

del tiempo. Si en Palais<br />

funciona esta lectura es porque la<br />

obra, de escasas dimensiones,<br />

acepta bien esta gran tensión que<br />

se crea, con los sonidos tan retenidos<br />

que abocan a una experiencia<br />

trágica. Pero en el caso de<br />

For Bunita Marcus el efecto juega<br />

en su contra, pues la dilatación<br />

temporal es tan extrema que<br />

la obra pierde gran parte de su<br />

fascinación. Téngase en cuenta<br />

que allí donde esta obra (Kleeb,<br />

Hinterhäuser) no sobrepasaba los<br />

74 minutos, en Liebner se llega a<br />

unos insostenibles 88 minutos. El<br />

resultado es que la obra no vuela<br />

libre, se le han puesto trabas a<br />

una de las máximas por las que<br />

se conoce a esta estética que proviene<br />

del pensamiento de Cage:<br />

la música no debe seguir ciertas<br />

reglas. Liebner dilata tanto el<br />

tiempo que convierte a For Bunita<br />

Marcus más en una burbuja<br />

que en la emocionante obra que<br />

conocíamos.<br />

Francisco Ramos<br />

FINZI:<br />

Dies natalis. Preludio para<br />

orquesta de cuerdas. The Fall of<br />

the Leaf. Dos sonetos.<br />

Nocturno. Farewell to Arms.<br />

JAMES GILCHRIST, tenor. SINFÓNICA DE<br />

BOURNEMOUTH. Director: DAVID HILL.<br />

NAXOS 8.570417 (Ferysa). 2007. 66’.<br />

DDD. N PE<br />

Es Dies natalis la obra maestra —<br />

con el Concierto para clarinete—<br />

de Gerald Finzi (1901-1956). Una<br />

pieza escrita sobre textos del<br />

poeta metafísico<br />

inglés<br />

Thomas Traherne<br />

(1637-<br />

1674) que<br />

habla de los<br />

primeros días<br />

de un recién nacido, de la experiencia<br />

de la inocencia. La obra,<br />

inglesa por los cuatro costados,<br />

anacrónica si se piensa en que su<br />

largo proceso de construcción va<br />

de 1920 a 1939, está en la línea<br />

de la más lírica música de Vaughan<br />

Williams o Herbert Howells<br />

y es de una belleza emocionante,<br />

directa y franca. James Gilchrist<br />

es uno de los más interesantes<br />

tenores de hoy en el oratorio y la<br />

canción y aquí demuestra su clase<br />

sobradamente. Tiene la competencia<br />

de Toby Spence (Wigmore<br />

Hall) pero el acompañamiento<br />

de David Hill es mucho<br />

mejor que el de Jonathan Morton,<br />

hasta el punto de que la versión<br />

de Naxos me parece hoy la<br />

mejor de la discografía, bien es<br />

verdad que tampoco muy abundante.<br />

El propio Gilchrist canta<br />

admirablemente los Dos sonetos<br />

sobre John Milton en su gravedad<br />

contenida el primero y con<br />

su triunfante final el segundo,<br />

formidablemente orquestado. Y<br />

lo mismo sucede en Farewell to<br />

Arms, sobre textos de George<br />

Peele y Ralph Knevet. El disco se<br />

85


D D I S I C S O C O S S<br />

FINZI-HAENDEL<br />

86<br />

completa con tres piezas orquestales,<br />

el póstumo Preludio para<br />

orquesta de cuerdas, una obra<br />

desechada de distintos proyectos;<br />

la elegíaca The Fall of the Leaf,<br />

igualmente rematada tras su<br />

muerte —por Howard Ferguson;<br />

y el Nocturno, una obra sobre la<br />

profunda tristeza que le inspiraba<br />

el último día del año. Las impecables<br />

versiones de David Hill otorgan<br />

a estas músicas todo su<br />

encanto fuera del tiempo, su sinceridad<br />

conmovedora.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

FRANCESCONI:<br />

Etymo. Da Capo. A fuoco.<br />

Animus. BARBARA HANNINGAN,<br />

soprano; PABLO MÁRQUEZ, guitarra;<br />

BENNY SLUCHIN, trombón. ENSEMBLE<br />

INTERCONTEMPORAIN. Directora:<br />

SUSANA MÄLKKI.<br />

KAIROS 0012712KAI (Diverdi). 2007.<br />

69’. DDD. N PN<br />

Por fortuna,<br />

esta segunda<br />

entrega de la<br />

serie Sirènes,<br />

que el sello<br />

Kairos ha firmado<br />

con el<br />

Ensemble InterContemporain, es<br />

mucho más interesante que la primera,<br />

dedicada a Mantovani. Este<br />

nuevo registro está consagrado a<br />

Luca Francesconi (n. 1956), del<br />

que hemos apreciado siempre<br />

unas cualidades innatas para el<br />

tratamiento de la orquesta, su<br />

capacidad para disponer el discurso<br />

como una masa en continuo<br />

y vertiginoso movimiento. La<br />

proliferación de microcélulas, ese<br />

puntillismo posbouleziano tan<br />

caro a los músicos del InterContemporain,<br />

se pone de manifiesto<br />

en la obra que abre el registro,<br />

una sensacional y efectiva Etymo,<br />

para soprano, ensemble y electrónica,<br />

sobre versos de Baudelaire.<br />

Es Francesconi es estado puro.<br />

Sintetiza muy bien el italiano<br />

todos los aportes de la modernidad<br />

y les agrega algo que resulta<br />

gratificante, esa movilidad del<br />

material antes enunciada, que es<br />

lo que otorga a la pieza la sensación<br />

de caja de sorpresas. Se<br />

encuentran aquí, por ejemplo,<br />

procedimientos estructurales de la<br />

línea vocal que tantas veces cultivaran<br />

Berio y Boulez, pero dentro<br />

de un fondo renovado, con una<br />

expresividad dramática que<br />

hubiera firmado Kurtág. Además,<br />

Francesconi acierta de pleno al<br />

desnaturalizar, por momentos, la<br />

voz gracias a la electrónica, con<br />

lo que se obtienen sonidos de<br />

masa que enriquecen la obra. El<br />

sentido energético se hace notar<br />

en lo cambiante de los planos<br />

sonoros y el fuerte sentido de<br />

propulsión que la alimenta, hasta<br />

el punto de hacer recordar, por<br />

algún instante, los vibrantes acordes<br />

del De Staat de Louis<br />

Andriessen.<br />

Obra luminosa, Etymo se<br />

beneficia, como el resto de piezas,<br />

de una interpretación fastuosa<br />

y de una grabación que atiende<br />

con perfección exultante todo<br />

lo relacionado con la espacialización<br />

del sonido. El resto del CD<br />

es de menor calado, si bien nunca<br />

se tiene la sensación de estar<br />

ante obras menores; simplemente,<br />

el estilo de Francesconi se<br />

expresa mejor con formaciones<br />

grandes. Buena aplicación de la<br />

informática musical es una pieza<br />

espectacular, Animus, a la que<br />

tal vez se le pueda reprochar que<br />

todo su interés recaiga en el<br />

puro virtuosismo de un trombonista,<br />

Benny Sluchin, en estado<br />

de gracia. La pieza es un tour de<br />

force en la que el autor pareciera<br />

empeñado en poner el listón aún<br />

más alto que el dejado por Berio<br />

en su mítica Secuencia XII.<br />

Francisco Ramos<br />

GALUPPI:<br />

La clemenza di Tito. ZOLTÁN<br />

MEGYESI (Titus), MONIKA GONZALEZ<br />

(Vitellia), ZITA VÁRADI (Servilia),<br />

ANDREA MELÁTH (Sextus), BARNABÁS<br />

HEGYI (Annius), TAMÁS KÓBOR<br />

(Publius). ORQUESTA BARROCA<br />

SAVARIA. Director: FABIO PIRONA.<br />

2CD HUNGAROTON HCD 32538-39<br />

(Gaudisc). 2007. 143’. DDD. N PN<br />

B aldassare<br />

Galuppi<br />

(1706-1785),<br />

llamado Il<br />

Buranello<br />

por haber<br />

nacido en<br />

Burano, junto a Venecia, es una<br />

de las figuras que más descollaron<br />

en el ambiente musical de la<br />

Serenissima durante la segunda<br />

mitad del siglo XVIII, a pesar de<br />

que la posteridad parece haber<br />

estado más atenta a los tres<br />

años, de 1765 a 1768, que pasó<br />

al servicio de Catalina II de Rusia<br />

en la corte de San Petersburgo.<br />

Su recuperación, ojalá que algún<br />

día integral, sólo en los últimos<br />

años parece haberse empezado<br />

a abordar de una manera seria,<br />

es decir, con independencia de<br />

la reciente celebración del tercer<br />

centenario de su nacimiento. De<br />

su producción operística, ingente<br />

por otra parte, lo que más ha<br />

llamado en principio la atención<br />

ha sido el repertorio buffo, con<br />

libretos mayoritariamente firmados<br />

por Carlo Goldoni (véase,<br />

por ejemplo, SCHERZO, nº 142,<br />

pág. 99, y nº 158, pág. 104). El<br />

de la que ahora nos llega constituye<br />

uno de los grandes éxitos<br />

de otro de los más grandes libretistas<br />

de todos los tiempos, Pietro<br />

Metastasio. De La clemenza<br />

di Tito, en efecto, en la carpetilla<br />

Franco Rossi asegura la existencia<br />

de nada menos que 46<br />

versiones, entre ellas, naturalmente,<br />

la mozartiana. La de<br />

Galuppi alcanza un grado de<br />

calidad musical sensiblemente<br />

inferior a ésta, aunque en absoluto<br />

despreciable, dentro de la<br />

estructura marcada por la sucesión<br />

sólo en una ocasión interrumpida<br />

de recitativos y arias<br />

da capo con obertura y coro<br />

final en los flancos.<br />

Fabio Pirona y su orquesta<br />

entraron discográficamente<br />

hablando en el mundo de Galuppi<br />

con una selección de música<br />

religiosa (véase SCHERZO, nº<br />

156, pág. 87) que, sin ser tampoco<br />

pionera (véase SCHERZO, nº<br />

153, pág. 86), destacaba por el<br />

buen hacer con que sus jóvenes<br />

participantes se sobreponían a la<br />

precariedad de medios técnicos<br />

con que contaban. Ahora, en esta<br />

que se anuncia como “primera<br />

grabación” de Tito, las condiciones<br />

materiales de grabación diríanse<br />

más modernas, pero los<br />

resultados un punto menos satisfactorios.<br />

De aquel equipo vocal<br />

sólo queda Monika Gonzalez, a<br />

la que del repaso de los repartos<br />

en los demás discos de Galuppi a<br />

cargo de este equipo que se<br />

anuncian cabe atribuir un papel<br />

al menos próximo al de musa de<br />

Pirona: aquí compone una Vitellia<br />

fuerte y técnicamente solvente,<br />

pero expresivamente sosa,<br />

características que también servirían<br />

para describir la Servilia de<br />

Zita Váradi. Si bien resulta un<br />

tanto cacareante en los pasajes<br />

de agilidad, el timbre le propende<br />

a la apertura en los volúmenes<br />

mayores (máxime si se dan<br />

en agudo), pronuncia las erres de<br />

manera bastante molesta, el<br />

Annio de Barnabás Hegyi tiene<br />

bastante más dramatismo en<br />

general y alcanza su mejor logro<br />

en el aria del segundo acto, a<br />

tempo lento. Como en su breve<br />

papel de Publio, Tamás Kóbor<br />

simplemente cumple, la gran<br />

triunfadora acaba por ser la mezzo<br />

Andrea Meláth, cuyo Sesto de<br />

todos modos destaca por la<br />

redondez más que por la riqueza<br />

del color vocal, por el dominio<br />

de los reguladores dinámicos<br />

más que por el de la coloratura.<br />

La orquesta responde con corrección<br />

más que digna a una dirección<br />

que concede la importancia<br />

debida a los recitativos. A falta de<br />

otras opciones, sirve para procurar<br />

un conocimiento suficiente de<br />

la obra.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

GARCÉS:<br />

Cinc cançons valencianes.<br />

Danzas del ballet Marinada.<br />

Suite ofrena a Lluís Milán. Cançó<br />

i dansa. Cantiga. Retaule coral.<br />

Poemes pastorals. ERIKA ESCRIBÁ-<br />

ASTABURUAGA, soprano; RICARDO ROCA,<br />

piano; JOSÉ LUIS RUIZ DEL PUERTO, guitarra.<br />

COR DE LA GENERALITAT VALENCIANA. JOVE<br />

ORQUESTRA DE LA GENERALITAT VALENCIANA.<br />

Director: MANUEL GALDUF.<br />

INSTITUT VALENCIÀ DE LA MÚSICA PMV<br />

006 (Diverdi).. 2006-2007. 80’. DDD. N PN<br />

Unos jóvenes<br />

intérpretes<br />

solistas<br />

valencianos<br />

—excepto el<br />

guitarrista<br />

cordobés<br />

José Luis Ruiz del Puerto—, con<br />

dos formaciones asimismo valencianas<br />

—la Jove Orquestra y el<br />

Cor de la Generalitat— son los<br />

encargados de sacar adelante —<br />

con notable nivel— el sexto<br />

volumen de la serie Patrimonio<br />

Musical Valenciano, en este caso<br />

centrado en la recuperación discográfica<br />

del compositor de la<br />

tierra Vicent Garcés, catedrático<br />

de Lengua y Literatura de Instituto<br />

y de catálogo musical escaso.<br />

Pese a lo exiguo de su producción,<br />

las obras aquí recogidas<br />

certifican el interés, la altura de<br />

miras, la curiosidad y el deseo de<br />

evolución del autor que nos ocupa.<br />

Si el lenguaje armónico de<br />

Cinc cançons valencianes (1949-<br />

1950), compuestas en París, está<br />

muy cercano al impresionismo,<br />

las danzas del ballet Marinada<br />

(elaborado en la década de los<br />

cuarenta en la capital francesa)<br />

se enriquece con los consejos de<br />

Auric y presenta un vigor rítmico<br />

que recuerda a Stravinski. Neoclásico<br />

es el estilo que define a<br />

la Suite ofrena a Lluís Milán<br />

(Sagunto, 1943-1944). Parisina es<br />

también Cançò i dansa para guitarra,<br />

compuesta en París en<br />

1953 y basada en melodías y ritmos<br />

de la música popular valenciana.<br />

A la música coral pertenecen<br />

Cantiga (1935) y Retaule<br />

coral (1977). Y el CD termina<br />

con Poemes pastorals (1936),<br />

sobre textos de cuatro poetas<br />

valencianos contemporáneos:<br />

Miquel Duran, Lluís Guarner,<br />

Francesc Almela y Bernat Artola.<br />

Echa mano asimismo Garcés de<br />

poemas de autores valencianos<br />

del pasado lejano: Jordi de Sant<br />

Jordi, Joan Rois de Corella y<br />

Ausiàs March (siglo XV); Valero<br />

Fuster (siglo XVI). Y de un poema<br />

anónimo del siglo XV (para<br />

Cantiga). Todo esto era ignorado<br />

por el gran público. Su difusión<br />

ahora merece los correspondientes<br />

parabienes.<br />

José Guerrero Martín


D D I S I C S O C O S S<br />

FINZI-HAENDEL<br />

GARCÍA:<br />

Don Chisciotte. ÁNGEL RODRÍGUEZ<br />

(Don Quijote), JAVIER GALÁN (Sancho<br />

Panza), CRISTINA OBREGÓN (Dorotea),<br />

JOSÉ JULIÁN FRONTAL (Fernando), JON<br />

PLAZAOLA (Cardenio), DORA<br />

RODRÍGUES (Lucinda). ORQUESTA DE<br />

CÁMARA GALLEGA. CORO INTERMEZZO.<br />

Director: JUAN DE UDAETA.<br />

2 CD ALMAVIVA DS-01-0149 (Diverdi).<br />

2006. 156’. DDD. N PN<br />

Ciertamente,<br />

la recuperación<br />

del<br />

patrimonio<br />

histórico<br />

español es<br />

un bien en sí<br />

misma, pero no a cualquier precio.<br />

Esta grabación, tomada en<br />

directo —aplausos en medio de<br />

la obra incluidos— en las funciones<br />

del Teatro de la Maestranza<br />

de Sevilla, testimonia una<br />

interpretación que pudo tener<br />

su interés en directo, pero que<br />

la objetiva crueldad del micrófono<br />

pone en entredicho. La ópera<br />

es de un italianismo genérico,<br />

con momentos concretos de<br />

obvio servilismo rossiniano. Los<br />

largos finales de acto, de más de<br />

veinte minutos cada uno, hacen<br />

tal vez pensar en el ejemplo<br />

mozartiano. La versión del registro<br />

adolece de tantos defectos<br />

que es más probable que contribuya<br />

a enterrar definitivamente<br />

este Quijote que a divulgarlo. La<br />

grabación no es nada eficaz, con<br />

una sensación espacial muy falsa<br />

y que en los peores momentos<br />

parece una torpe retransmisión<br />

radiofónica. Si a ello unimos<br />

la deficiente contribución<br />

de la orquesta —falta de empaste<br />

y carente de atractivo tímbrico—<br />

y el muy bajo rendimiento<br />

del reparto, la audición ronda el<br />

suplicio. Obregón tiene un<br />

vibrato anchísimo y desafina<br />

ostensiblemente (Dúo con Cardenio<br />

Calmate l’affano, aria<br />

Nato al mondo). Rodríguez es<br />

un Alonso Quijano destemplado<br />

y próximo a la asfixia (Un<br />

gigante!, ah dov’è?). Sólo se salva<br />

de este naufragio generalizado<br />

Jon Plazaola, que hace un<br />

Cardenio entonado (Fernando,<br />

deh!) y valiente. Si a ello sumamos<br />

instantes de confusión<br />

como la verdaderamente grande<br />

del final del acto primero, parece<br />

obligado preguntarse la razón<br />

de que este registro haya salido<br />

a la luz pública. Una oportunidad<br />

perdida.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

GRANADOS:<br />

Integral de la música para<br />

piano. Vol. 10. Goyescas<br />

(Intermezzo). Melodías.<br />

Mazurka alla polacca. Mazurka<br />

en la menor. Andantino<br />

espressivo. Andalucía-Petenera.<br />

Canto del pescador. La<br />

berceuse. Tres marchas<br />

militares. En la aldea. Dos<br />

marchas militares. ALBÉNIZ-<br />

GRANADOS: Triana. DOUGLAS<br />

RIVA Y JORDI MASÓ, pianos.<br />

NAXOS 8.570325 (Ferysa). 2006. 70’.<br />

DDD. N PE<br />

Douglas Riva<br />

ha sido el responsable,<br />

en<br />

tanto que<br />

director<br />

adjunto, de la<br />

publicación<br />

de la edición crítica de la música<br />

para piano de Granados que ha<br />

dirigido Alicia de Larrocha. Paralelamente<br />

Riva, que pasó un<br />

periodo de formación en la Academia<br />

Marshall de Barcelona<br />

(recordemos que es el centro<br />

musical que fundó Granados), ha<br />

ido grabando para Naxos esa<br />

integral pianística que con este<br />

décimo volumen llega a su fin. Se<br />

incluyen tres de obras para piano<br />

a cuatro manos en cuya interpretación<br />

concurre otro experto en<br />

este campo como es Jordi Masó.<br />

El programa, por supuesto, incluye<br />

obras menores y rarezas pero<br />

su interés, como siempre al tratarse<br />

de Granados, es mucho.<br />

Empieza con la versión para piano,<br />

debida al propio compositor,<br />

del célebre Intermezzo de Goyescas,<br />

que recoge lo esencial del<br />

original orquestal al tiempo que<br />

suena muy pianístico como no<br />

podía ser menos viniendo de<br />

alguien que, como Granados,<br />

conocía perfectamente el piano y<br />

sus posibilidades y era capaz de<br />

aprovechar sus recursos. Interpretación<br />

precisa y sentida de Riva<br />

que logra transmitir todo el<br />

encanto del original sin que lo<br />

echemos en falta. Vienen después<br />

una serie de breves piezas caracterizadas<br />

por el estilo lírico y<br />

romántico del Granados más<br />

genuino, a veces próximo al<br />

mundo del salón (como en las<br />

mazurcas), otras de un folclorismo<br />

estilizado no muy alejado del<br />

Scarlatti que tanto admiraba<br />

(pero, como es habitual, de<br />

inequívoco romanticismo), mientras<br />

que en determinados<br />

momentos puede ser evocador y<br />

casi descriptivo, e incluso una de<br />

ellas, Andante espressivo, forma<br />

parte de una colección titulada<br />

Obras fáciles para la educación<br />

del sentimiento, dato que ya dice<br />

mucho de la pieza y del Granados<br />

maestro de pianistas. Las<br />

Marchas militares tienen como<br />

modelo indiscutible las obras<br />

homónimas de Schubert y entre<br />

las tres primeras y las otras dos<br />

encontramos el “poema” En la<br />

aldea, en diez partes. Obra esta a<br />

cuatro manos es auténtico<br />

romanticismo, en la línea de un<br />

Grieg cuyos títulos y estilo recordarán<br />

las Piezas líricas del maestro<br />

noruego aunque hallemos ese<br />

algo indefinible tan presente en<br />

Granados que podríamos identificar<br />

con la luz mediterránea. Cierra<br />

el programa una fiel y a la vez<br />

brillante versión, quizá innecesaria,<br />

para dos pianos de la Triana<br />

albeniciana que constituye un<br />

hermoso final para un volumen<br />

pleno de momentos encantadores<br />

con interpretaciones intachables<br />

y musicalísimas debidas a un<br />

músico que conoce como pocos<br />

el estilo de Granados. Técnica<br />

segura y honda y serena expresividad,<br />

genuinamente romántico<br />

pero sin excesos, mesurado pero<br />

siempre implicado con este<br />

repertorio que, evidentemente,<br />

ama y siente. Masó, por lo mismo,<br />

es un compañero ideal en las<br />

obras para dos pianos y a cuatro<br />

manos.<br />

Josep Pascual<br />

GRIEG:<br />

Obras para piano. ISABEL MOURAO,<br />

piano.<br />

5 CD MEMBRAN 231555 (Cat Music).<br />

338’. ADD. N PE<br />

Son cinco<br />

discos, pero<br />

aun así sólo<br />

son una antología<br />

de la<br />

obra de<br />

Edvard Grieg,<br />

en el sentido de que no se ofrece<br />

casi ni un solo ciclo completo<br />

del catálogo pianístico del noruego.<br />

Casi todo son extractos:<br />

de los diferentes libros de Piezas<br />

líricas, de las Humorescas,<br />

de las Melodías y danzas noruegas…<br />

Las fechas de grabación<br />

son por lo demás desconocidas<br />

y aunque la presentación está<br />

cuidada, la sensación es la de<br />

estar ante un producto indefinido,<br />

con pretensiones de mostrar<br />

el máximo posible de este repertorio,<br />

pero también sin concretar<br />

ni rematar. La interpretación de<br />

la brasileña Isabel Mourao es<br />

digna, aunque tampoco despierte<br />

entusiasmos, pues pocas<br />

veces se atreve a ir más allá de<br />

la letra de la partitura, mientras<br />

que la calidad de sonido, siendo<br />

correcta, tampoco deja mucho<br />

espacio apreciar demasiados<br />

matices. Para los que quieran<br />

introducirse en el pianismo de<br />

Grieg, las versiones de Eva<br />

Knardahl en BIS, ya comentadas<br />

en estas mismas páginas, siguen<br />

siendo una primerísimo opción,<br />

tanto por su idiomatismo como<br />

por su carácter de integral y su<br />

calidad puramente técnica.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

GUASTAVINO:<br />

Obra completa para piano.<br />

MARTIN JONES.<br />

3 CD NIMBUS NI 5818/20 (LR Music).<br />

2005-2006. 214’. DDD. N PN<br />

La obra del<br />

argentino<br />

Carlos Guastavino<br />

(1912-<br />

2000) se<br />

ciñó, prácticamente,<br />

al<br />

piano y a la canción, para voz<br />

solista o coro. Dueño de un don<br />

melódico rico y de un sentimentalismo<br />

desenfadado y elegante,<br />

se consagró a estilizar diversas<br />

fuentes del folclore nacional,<br />

finamente tratado con mimo<br />

armónico, dentro de cánones<br />

tradicionales neorrománticos y<br />

nacionalistas, y con amplio<br />

dominio del lenguaje pianístico.<br />

En especial, brilló en páginas<br />

extraídas del acervo pampeano,<br />

conforme a su natal Santa Fe, y<br />

a evocaciones cariñosas e irónicas<br />

del salón Belle époque. Nunca<br />

negó su deuda con la escuela<br />

española, en especial con Turina,<br />

y los homenajes lo prueban.<br />

Es una excelente idea haber<br />

registrado su obra completa para<br />

piano, antes ya conocida en CD<br />

en versiones argentinas. Hay aquí<br />

títulos sueltos, una sonata, sonatinas,<br />

preludios, cantilenas argentinas,<br />

romances y las series Las presencias,<br />

Mis amigos y Diez cantos<br />

populares. Jones, buen conocedor<br />

de Granados, Falla, Albéniz,<br />

Mompou y el citado maestro sevillano,<br />

expone al santafesino con<br />

cuidado, excelencia de timbre y<br />

variedad estilística, tanto en las<br />

obras directamente populares<br />

como en las piezas más universales<br />

y urbanas.<br />

Blas Matamoro<br />

HAENDEL:<br />

Hércules. NICOLA WEMYSS<br />

(Dejanira), GERLINDE SÄMANN (Iöle),<br />

FRANZ VITZTHUM (Lichas), KNUT<br />

SCHOCH (Hyllus), PETER KOOIJ<br />

(Hercules). JUNGE KANTOREI.<br />

ORQUESTA BARROCA DE FRANCFORT.<br />

Director: JOACHIM CARLOS MARTINI.<br />

3 CD NAXOS 8.5579560-62 (Ferysa).<br />

2006. 190’. DDD. N PE<br />

Por no ser, el fracaso de Haendel<br />

con Hércules no fue ni sonado:<br />

quedó diluido dentro de su<br />

larga lista de éxitos que, antes y<br />

87


D D I S I C S O C O S S<br />

HAENDEL-HONEGGER<br />

88<br />

Alessandro De Marchi<br />

HAENDEL TRIUNFAL<br />

HAENDEL: Il trionfo<br />

del Tempo e del<br />

Disinganno. ROBERTA<br />

INVERNIZZI (Belleza), KATE ALDRICH<br />

(Placer), MARTÍN ORO (Desengaño),<br />

JÖRG DÜRMÜLLER (Tiempo).<br />

ACADEMIA MONTIS REGALIS.<br />

Director: ALESSANDRO DE MARCHI.<br />

2 CD HYPERION CDA67681/2<br />

(Harmonia Mundi). 2007. 137’. DDD.<br />

N PN<br />

El primer oratorio que Haendel<br />

escribió durante su juvenil periplo<br />

por Italia había sido llevado<br />

ya al disco con bastante acierto<br />

por Minkowski (Erato, 1988),<br />

Alessandrini (Opus 111, 2000)<br />

y Haïm (Virgin, 2006); también<br />

por Daniel Stepner en un<br />

álbum del sello americano Centaur<br />

(1999) que no he escuchado.<br />

Sin embargo, la nueva grabación<br />

de De Marchi no sobra<br />

en absoluto, lo que habla tanto<br />

en favor de la enorme riqueza<br />

de la obra del compositor alemán<br />

como del más que notable<br />

talento del director italiano,<br />

que consigue una vitalidad, un<br />

vigor y una teatralidad soberbios,<br />

sin renunciar por ello ni<br />

al refinamiento ni al equilibrio<br />

de todos los elementos. Todo<br />

está en su sitio, perfectamente<br />

encajado dentro del contexto<br />

después de<br />

1745, hicieron<br />

de un<br />

compositor<br />

nacido en<br />

Hannover el<br />

más grande<br />

de los compositores ingleses<br />

gracias, entre otras cosas, al<br />

buen olfato que siempre tuvo<br />

para adivinar los particulares<br />

gustos de aquel público y a la<br />

astucia para orientar su trabajo<br />

en consecuencia. De hecho, este<br />

musical drama al que da nombre<br />

un héroe que cede el protagonismo<br />

a su celosa esposa<br />

Dejanira no tuvo continuación.<br />

En tiempos modernos ha sido<br />

recuperado por grandes nombres<br />

de la interpretación historicista<br />

porque no deja de llevar el<br />

sello de la genialidad haendeliana<br />

y porque, si bien se lo sigue<br />

catalogando como oratorio, su<br />

burgués y nada heroico argumento<br />

pasa mucho mejor y recibe<br />

un tratamiento operístico al<br />

menos desde que en la temporada<br />

1958-59 La Scala escogió este<br />

título para celebrar el segundo<br />

centenario del fallecimiento del<br />

compositor.<br />

Esta grabación en concreto<br />

es la de la función ofrecida el 4<br />

de junio de 2006 en el Claustro<br />

Eberbach, en Rheingau (Alemania).<br />

El rendimiento de sus solistas<br />

se caracteriza por la desigualdad,<br />

e incluso son varios<br />

los cantantes que adolecen de<br />

irregularidad o que alternan virtudes<br />

con defectos. Aunque la<br />

mezzosoprano Nicola Wemyss,<br />

por ejemplo, comienza respondiendo<br />

mucho mejor a las exigencias<br />

de agilidad (Begone, my<br />

fears) que a las de dramatismo<br />

(There, in myrtle shades reclin’d),<br />

luego, cuando su personaje<br />

enloquece, acaba resultando<br />

más que razonablemente convincente.<br />

Como Lichas, un personaje<br />

extraño por lo extenso de<br />

sus intervenciones tratándose de<br />

un simple heraldo, el contratenor<br />

Franz Vitzthum presenta un<br />

timbre hermoso y redondo, pero<br />

servido con técnica frágil (The<br />

smiling hours). La delicadeza de<br />

tono que adecuadamente presta<br />

en It must be so la soprano Gerlinde<br />

Sämann a la inocencia de<br />

Iöle, la supuesta amante de Hércules,<br />

no se ve por desgracia<br />

acompañada en otros números<br />

(My father) de los mínimos exigibles<br />

ni de afinación ni de brillo<br />

en el color vocal. El tenor<br />

Knut Schoch se ve superado por<br />

la tesitura de Hyllus; como<br />

padre de éste, el bajo Peter<br />

Kooij está como suele, esto es,<br />

magnífico por la calidad de su<br />

materia prima tanto como por la<br />

musicalidad con que la maneja.<br />

Las contribuciones definitivamente<br />

positivas las aportan<br />

los colectivos y la dirección. Los<br />

Junge Kantorei maravillan por<br />

su combinación de fuerza, profundidad<br />

y claridad, y la orquesta<br />

procura un soporte firme y<br />

preciso con oportunas irisaciones<br />

cuando se le requiere, así en<br />

el folclorista comienzo del final<br />

del primer acto. Por su parte,<br />

Martini mantiene viva la tensión<br />

con ritmos contundentes y fraseos<br />

elocuentes. La competencia,<br />

sin embargo, con gigantes como<br />

Gardiner, Minkowski, Malgoire<br />

o Christie, sencillamente no puede<br />

ni plantearse. Éstos, además,<br />

incluían el texto del libreto, que<br />

aquí lamentablemente falta.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

HAUSEGGER:<br />

Natursymphonie. CORO Y<br />

ORQUESTA SINFÓNICOS DE LA WDR DE<br />

COLONIA. Director: ARI RASILAINEN.<br />

CPO 777 237-2 (Diverdi). 2007. 57’.<br />

DDD. N PN<br />

Como Felix Weingartner, Sigmund<br />

von Hausegger (1872-<br />

1948) fue, por encima de todo,<br />

global de la obra y con sus<br />

detalles realizados con primor.<br />

La versión es además interesante<br />

desde el punto de vista ornamental,<br />

pues no sólo los da<br />

capo de las arias están trabajados<br />

con gran conocimiento del<br />

estilo por parte de los solistas,<br />

sino que los instrumentos se<br />

suman al adorno con exuberante<br />

entusiasmo: la sonata<br />

para órgano del primer acto<br />

(¿el primer concierto para órgano<br />

de la historia?), las florituras<br />

del violín en el acompañamiento<br />

de la celebérrima Lascia la<br />

spina o en la última aria de la<br />

Belleza (y de la obra, Tu del<br />

Ciel ministro eletto), o las de las<br />

flautas en el Più non cura del<br />

Desengaño son buen ejemplo,<br />

pero las algo más de dos horas<br />

de oratorio están llenas de<br />

pequeños y sutiles matices que<br />

apuntan en el mismo sentido.<br />

Una visión luminosa, brillante<br />

y hedonista a la que<br />

responde el cuarteto de solistas<br />

con excelencia. Roberta<br />

Invernizzi demuestra que ya<br />

es algo más que una soprano<br />

ligera de bello timbre capaz<br />

de agilidades inverosímiles. La<br />

soprano italiana frasea con un<br />

gusto exquisito y domina<br />

todos los registros expresivos,<br />

un director<br />

de orquesta<br />

que también<br />

componía,<br />

faceta ésta<br />

hoy olvidada.<br />

Y casi podría<br />

decirse que también la primera,<br />

si no fuera porque su nombre<br />

aún se relaciona con el de los<br />

pioneros en la recuperación de<br />

las sinfonías de Bruckner. Pues<br />

bien, de este autor nos llega ahora<br />

una obra que constituye una<br />

auténtica sorpresa, tanto por su<br />

escala monumental como por su<br />

calidad y originalidad: la Natursymphonie<br />

(1911), para coro y<br />

gran orquesta. Posiblemente se<br />

trate del retrato de la naturaleza<br />

más objetivo y abstracto que se<br />

haya hecho nunca. No es un<br />

fresco pictórico-descriptivo a la<br />

manera de la Sinfonía alpina de<br />

Strauss, ni tampoco recurre a<br />

melodías populares o sonidos<br />

campestres como la Sexta Sinfonía<br />

de Mahler, por citar sólo dos<br />

ejemplos de dos contemporáneos<br />

de Von Hausegger. Más bien<br />

se relaciona con el Josef Suk de<br />

Maduración y Epílogo. La estructura<br />

es la misma: un único y des-<br />

de la exaltación más delirante<br />

al más dulce susurro, como el<br />

que pone fin al oratorio. Martín<br />

Oro es el otro gran protagonista<br />

de la versión. La parte<br />

del Desengaño se adjudica<br />

normalmente a una mujer,<br />

pero el contratenor argentino<br />

justifica la elección de De<br />

Marchi con una interpretación<br />

subyugante, tanto por el brillo<br />

de su timbre como por la elegancia<br />

de su línea de canto y<br />

su soberbia facilidad para el<br />

canto de agilidad. A gran<br />

nivel también los otros dos<br />

solistas: Kate Aldrich canta su<br />

parte con muy expresiva<br />

intensidad y Jörg Dürmüller<br />

destaca por la belleza lírica de<br />

sus medios, manejados con<br />

exquisitez.<br />

Pablo J. Vayón<br />

comunal movimiento, que prácticamente<br />

huye de trabajo temático<br />

alguno para basarlo todo en<br />

relaciones interválicas y armónicas,<br />

y en una paleta sonora<br />

extraordinariamente variada y<br />

sutil. Sólo el apabullante coro<br />

conclusivo, basado en un poema<br />

de Goethe dedicado a la “eterna<br />

fuerza creadora” suena algo más<br />

convencional, como si el propio<br />

compositor considerara que<br />

debía desandar lo andado y dar<br />

un cierre más accesible a su<br />

público…<br />

Poco se puede decir de la<br />

versión de Rasilainen que no<br />

sea entusiasta. La obra, como<br />

tantas otras del posromanticismo,<br />

no escatima medios sonoros,<br />

pero no por una cuestión<br />

de cantidad, de que todo suene<br />

“grande”, sino para que la paleta<br />

sea más rica, para que haya<br />

más combinaciones tímbricas.<br />

Porque, en el fondo, muchos<br />

de los pasajes de la partitura<br />

son pura música de cámara. La<br />

lectura los destaca con primor,<br />

con detallismo, beneficiándose<br />

de una toma de sonido próxima<br />

y transparente. Por otro<br />

lado, el discurso fluye con


D D I S I C S O C O S S<br />

HAENDEL-HONEGGER<br />

naturalidad, con intención, con<br />

voluntad de ir más allá de las<br />

notas y crear atmósferas de<br />

misterio, de tensión y de poesía.<br />

Parece ser que Von Hausegger<br />

no escribió demasiado,<br />

pero después de escuchar esta<br />

magna obra no estaría mal<br />

escarbar un poco más en su<br />

catálogo para ver qué aparece.<br />

El que esto suscribe no dudaría<br />

un solo instante en hacerse<br />

con ello.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

HAYDN:<br />

Cuartetos de cuerda op. 9.<br />

CUARTETO HAYDN DE LONDRES.<br />

2 CD HYPERION CDA67611 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 133’. DDD. N PN<br />

En el largo<br />

preludio al<br />

bicentenario<br />

del fallecimiento<br />

de<br />

Haydn algunas<br />

agrupaciones<br />

están poniendo las cosas<br />

muy difíciles a los que el año<br />

próximo vendrán detrás. En este<br />

caso, el London Haydn Quartet<br />

deja unas lecturas de los Cuartetos<br />

op. 9 que pueden situarse<br />

sin problemas en primera línea<br />

y que ponen a sus miembros en<br />

muy buena posición de cara al<br />

futuro inmediato. De entrada, es<br />

evidente que aman esta música,<br />

pero también que miman cada<br />

nota, que creen en la arquitectura<br />

de cada una de las seis obras<br />

y que saben crear pequeñas tensiones<br />

resueltas en deliciosas<br />

salidas de ingenio haydniano.<br />

Ya los primeros compases del<br />

nº 4, el primero del autor en<br />

modo menor, anticipan el sonido<br />

mórbido, redondo, amplio,<br />

nada vibrado, mas en absoluto<br />

agrio, que no se pierde hasta la<br />

doble barra final del nº 6 que<br />

cierra el segundo disco. Llama<br />

la atención el logrado contraste<br />

entre el animado humor del<br />

Presto del nº 3 y la delicada<br />

serenidad del Largo que lo precede.<br />

Por su parte, las variaciones<br />

del Poco adagio inicial del<br />

nº 5 se apoyan en un fraseo<br />

muy atractivo, en tanto el Presto<br />

del nº 6 se revela como una<br />

excelente oportunidad para que<br />

el cuarteto pueda mostrar un<br />

virtuosismo preciso y ligero.<br />

Sensacionales las intervenciones<br />

del primer violín en sus cantabiles,<br />

que guardan algunos de<br />

los mejores momentos de la<br />

serie. Desde luego, con álbumes<br />

así Papá Haydn puede dormir<br />

tranquilo, sabiendo que su<br />

música está en buenas manos.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

Eduard van Beinum<br />

UN GRANDE OLVIDADO<br />

HAYDN: Sinfonías<br />

nºs 94, 96 y 97.<br />

BRUCKNER: Sinfonía<br />

nº 7. ORQUESTA DEL<br />

CONCERTGEBOUW DE ÁMSTERDAM.<br />

Director: EDUARD VAN BEINUM.<br />

2 CD RETROSPECTIVE 93194 (Cat<br />

Music). 1951-1953. 123’. ADD/ Mono.<br />

H PE<br />

Qué gran director. No sólo<br />

tenemos de él un imponente<br />

ciclo Brahms, una Canción de<br />

la tierra de las mejores, un<br />

Debussy y un Ravel extraordinarios<br />

o un mini ciclo Bruckner<br />

de campanillas, todo con su<br />

Orquesta del Concertgebouw<br />

(Philips), sino que esta publicación<br />

nos trae la novedad de su<br />

Haydn en CD, con una claridad,<br />

transparencia, elegante<br />

clasicismo y humor que recuerdan<br />

los mejores momentos de<br />

William Christie<br />

SE HIZO LA LUZ<br />

HAYDN: La Creación. GENIA<br />

KÜHMEIER (Gabriel), TOBY SPENCE<br />

(Uriel), DIETRICH HENSCHEL (Rafael),<br />

SOPHIE KARTHÄUSER (Eva), MARKUS<br />

WERBA (Adán). LES ARTS FLORISSANTS.<br />

Director: WILLIAM CHRISTIE.<br />

2 CD VIRGIN 3 952235 2 (EMI). 2007.<br />

103’. DDD. N PN<br />

Tienen últimamente mucha<br />

fortuna fonográfica los dos oratorios<br />

de Haydn, pues se han<br />

sucedido algunas versiones que<br />

han venido a renovar nuestra<br />

visión de las obras. Se suma<br />

ahora esta soberbia lectura de<br />

Christie de La Creación, donde<br />

el director norteamericano-francés<br />

da una soberana lección de<br />

clasicismo visto desde el poso<br />

barroco, el mismo que obviamente<br />

animó a Haydn en las<br />

fugas de esta obra impar. Desde<br />

el efecto asombroso del<br />

HONEGGER:<br />

Concierto para violonchelo.<br />

Sonata para violonchelo y<br />

piano. Sonatina para<br />

violonchelo y piano. Sonatina<br />

para violín y violonchelo.<br />

CHRISTIAN POLTÉRA, violonchelo;<br />

KATHRYN STOTT, piano; CHRISTIAN<br />

TETZLAFF, violín. SINFÓNICA DE<br />

MALMÖ. Director: TUOMAS OLLILA-<br />

HANNIKAINEN.<br />

BIS CD-1617 (Diverdi). 2006-2007. 52’.<br />

DDD. N PN<br />

caos, pasando por la entrada de<br />

la luz, la versión es de una fluidez<br />

admirable y una transparencia<br />

perceptible. Christie nos<br />

transmite la alegría de todo lo<br />

existente en Mit Staunen sieht<br />

das Wunderwerk, sensación<br />

que se torna auténticamente<br />

exultante en In holder Anmut<br />

stehn. En momentos como este<br />

trío con coro, y su paso a la<br />

fuga, se comprueba que el coro<br />

de Les Arts Florissants, en formidable<br />

forma, se constituye en<br />

el eje de la narración. Igualmente<br />

afirmativa la fuga final<br />

de la obra. Para acabar de<br />

redondear el resultado, los<br />

solistas contribuyen con aportaciones<br />

muy destacadas. Henschel,<br />

en uno de sus mejores trabajos<br />

de los últimos tiempos, es<br />

un Rafael formidable, con instantes<br />

imponentes como Nun<br />

Cincuenta y<br />

dos minutos<br />

muy bien<br />

aprovechados:<br />

dos piezas<br />

de<br />

Honegger<br />

para violonchelo y acompañamiento<br />

(orquesta, piano) y una<br />

Sonata en dúo para violín y violonchelo,<br />

cada una de unos quince<br />

minutos, más una miniatura, la<br />

Sonatina para violonchelo y pia-<br />

Beecham, aunque con más<br />

levedad, claridad expositiva,<br />

colorido orquestal e incluso<br />

diríamos que chispa y frescura.<br />

Lástima que sólo grabase tres<br />

sinfonías, pues el nivel es de<br />

primera división indiscutible. El<br />

Bruckner es más conocido y<br />

publicado en múltiples ocasiones<br />

(recordemos, los que ahora<br />

estamos más cerca de los 60<br />

que de los 50 lo sabemos bien,<br />

que esta Séptima fue la primera<br />

y el primer Bruckner que apareció<br />

en el mercado español<br />

del disco en formato LP, sí, desde<br />

luego, hace mil años), y su<br />

concepción anti germánica, casi<br />

camerística, incisiva y con un<br />

sonido orquestal inmediatamente<br />

reconocible, son sus<br />

principales atractivos y lo que<br />

llamará la atención de los buenos<br />

brucknerianos. Las grabaciones<br />

están en un excelente<br />

sonido mono, cuidadosamente<br />

reprocesado y el precio es de<br />

serie económica. En suma,<br />

acierto indiscutible el recuperar<br />

grabaciones olvidadas de este<br />

gran director y además en muy<br />

buenas condiciones sonoras.<br />

Indispensable para los buenos<br />

catadores sinfónicos.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

scheint in vollen Glanze der<br />

Himmel. Spence muestra su<br />

atractivo timbre en arias como<br />

Mit Wurd’ und Hoheit angetan.<br />

Kühmeier, Karthäuser y Werba<br />

ofrecen prestaciones a un nivel<br />

parecido. Una Creación, por lo<br />

tanto, que viene a colocarse<br />

entre las tres o cuatro mejores<br />

de la fonografía.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

no de seis minutos en tres fugaces<br />

movimientos. Estamos en<br />

1920-1932, un excelente momento<br />

creativo de Honegger y la<br />

década en la que se consagra con<br />

obras como el oratorio El rey<br />

David o con piezas sinfónicas<br />

como las muy famosas Rugby o<br />

Pacific 231. Estas cuatro obras<br />

para el instrumento más dado a<br />

lo romántico ofrecen unas tensiones<br />

repetidas entre discurso y<br />

timbre o susurro del violonchelo,<br />

89


D D I S I C S O C O S S<br />

HONEGGER-MAYR<br />

90<br />

entre modernidad y llamada al<br />

pasado inmediato. Los discursos<br />

son distintos, pero esa tensión<br />

está presente tanto en vigoroso<br />

Concierto en un solo movimiento<br />

de 1929 como en las piezas<br />

camerísticas. El chelista suizo<br />

Christian Poltéra es un virtuoso<br />

de primer orden y capitanea en<br />

este disco a unos cuantos profesionales<br />

de alto nivel, como Tetzlaff,<br />

Stott o el director de la Sinfónica<br />

de Malmö, Tuomas Ollila-<br />

Hannikainen. Un magnífico solista<br />

para un repertorio de gran<br />

interés y un puñado de excelentes<br />

músicos.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

D’INDY:<br />

Obras orquestales, vol. I: Jour<br />

d’été à la montagne op. 61, La<br />

forêt enchantée op. 8, Souvenir<br />

op. 82. SINFÓNICA DE ISLANDIA.<br />

Director: RUMON GAMBA.<br />

CHANDOS CHAN 10464 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 63’. DDD. N PN<br />

V incent<br />

d’Indy (1851-<br />

1931) fue un<br />

gigante de su<br />

tiempo al<br />

que el tiempo<br />

ha logrado<br />

empequeñecer bastante. No<br />

tanto como para sumirlo en el<br />

olvido, eso sería demasiado,<br />

pero sí como para que su obra<br />

tardorromántica, su actitud grave<br />

y hasta rígida, le hayan<br />

reservado un lugar secundario<br />

con respecto a otros que han<br />

crecido; y no nos referimos sólo<br />

a Debussy y Ravel. Una prueba<br />

es las raras veces que recibimos<br />

discos con obras de d’Indy. Hay<br />

que enfrentarse a la obra de<br />

este compositor como lo que<br />

es, una abundante serie de<br />

composiciones para todos los<br />

géneros, y en especial para la<br />

orquesta, a partir de un estro<br />

que esos dos contemporáneos,<br />

y otros, sobrepasaron, y que él<br />

mantuvo con su actividad desbordante<br />

y su insultante longevidad.<br />

D’Indy desaparecía al<br />

mismo tiempo que Ravel, que<br />

aún vivió unos años, pero<br />

podría decirse que fuera de este<br />

mundo. Y trece años después<br />

del más joven y enorme<br />

Debussy; y al mismo tiempo<br />

que los mayores compositores<br />

del Grupo de los Seis (Honegger,<br />

Poulenc, Milhaud) alcanzaban<br />

la madurez. Discípulo de<br />

César Franck y animador de la<br />

Schola Cantorum, rival del Conservatorio,<br />

d’Indy fue seguidor<br />

del compositor belga y conservador<br />

de su legado. Las obras<br />

orquestales que escuchamos en<br />

este CD son de dos épocas muy<br />

Wojciech Rodeck<br />

UN SINFONISTA ACTUAL<br />

ILLARRAMENDI: Sinfonía<br />

nº 7. CORO Y ORQUESTA<br />

FILARMÓNICA SINFÓNICA DE<br />

VARSOVIA. Director: WOJCIECH<br />

RODEK.<br />

KARONTE KAR 7053. 2007. 38’.<br />

DDD. N PN<br />

Atención a este disco y a este<br />

compositor. Conocido sobre<br />

todo como autor de bandas<br />

sonoras (recordemos, por ejemplo,<br />

la de El hijo de la novia de<br />

Campanella, y Teresa, el cuerpo<br />

de Cristo, de Loriga), Ángel Illarramendi<br />

es autor de una obra<br />

sinfónica de interés no suficientemente<br />

conocida. Y es una lástima<br />

porque si nos dejamos llevar<br />

únicamente por la impresión<br />

causada por esta Sinfonía<br />

nº 7 no podemos por más que<br />

recomendar vivamente acercarse<br />

a este compositor que, a la<br />

vista está, escribe con el corazón<br />

pero también, como decía<br />

Rossini de su Pequeña misa<br />

solemne, con ciencia. Su música<br />

es romántica y neoclásica a un<br />

tiempo y en ella llama la atención<br />

su intensa expresividad,<br />

sin alardes, sino de una gran<br />

sinceridad. El contrapunto, muy<br />

abundante en esta obra, es un<br />

recurso expresivo y formal más,<br />

lo mismo que el muy sugestivo<br />

juego tímbrico, con intervenciones<br />

destacadas de algunos solistas<br />

de la orquesta (violín, piano,<br />

trompeta, violonchelo…), pero<br />

resulta evidente que todo ello<br />

tiene un afán expresivo. Y<br />

como la sinfonía como género<br />

es en sí mismo todo un mundo,<br />

aquí hay climas cambiantes,<br />

cierta agitación, dramatismo<br />

incluso y hasta espectacularidad,<br />

apuntes danzables, a veces<br />

casi grotescos, pero siempre<br />

domina el hondo lirismo propio<br />

de la escritura del autor y ese<br />

aire nostálgico que define su<br />

música. La interpretación es asimismo<br />

digna de todos los elogios;<br />

la orquesta cumple sobradamente<br />

a las órdenes de un<br />

director implicado en el resultado<br />

y que, evidentemente, está<br />

fónica de Islandia, bajo la<br />

dirección del británico Rumon<br />

Gamba, su actual titular, uno<br />

de los valores claramente en<br />

alza en la dirección orquestal<br />

de hoy. Son interpretaciones<br />

refinadas que no se dejan llevar<br />

por el arrebato que podría ser<br />

la tentación de momentos concretos<br />

de cada una de las piezas;<br />

son lecturas cuidadas,<br />

detallistas, sutiles, respetuosas<br />

con la inspiración romántica<br />

tardía de sus propuestas, y aun<br />

así no del todo lejanas a la estética<br />

llamada “impresionista”,<br />

como si una inmersión en las<br />

tradiciones posteriores a<br />

Debussy le concedieran a esta<br />

música tan bella un mérito que<br />

ya tiene por sí misma. Un disco<br />

muy bello, en resumen.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

IVES:<br />

Songs. GERALD FINLEY, barítono;<br />

JULIUS DRAKE, piano.<br />

HYPERION CDA67644 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 62’. DDD. N PN<br />

De vez en<br />

cuando nos<br />

llegan antologías<br />

de las<br />

canciones de<br />

Charles Ives,<br />

y acaso<br />

algún lector recuerde el entu-<br />

fascinado con esta obra. Otro<br />

tanto diríamos del coro, que<br />

aparece hacia el final articulando<br />

una palabra sin ningún significado,<br />

“eneritza”, pero que<br />

adquiere una dimensión de profunda<br />

espiritualidad y que llega<br />

a servir como texto para una<br />

fuga coral y para una intervención<br />

solista de la soprano Elena<br />

Panasyuk. Tan sólo nos queda<br />

lamentar la escasísima duración<br />

del compacto, demasiado breve<br />

en estos tiempos. Por lo demás,<br />

es perfectamente recomendable.<br />

Josep Pascual<br />

distantes, pero las tres tienen<br />

carácter poemático y forma sinfónica<br />

en tres o cuatro movimientos.<br />

La forêt enchantée es<br />

de 1878, obra de 14 minutos de<br />

un joven que ya domina la técnica<br />

y la expresión, que es un<br />

artista plenamente romántico<br />

que asume el legado musical<br />

alemán a los pocos años de la<br />

gran derrota francesa; y que se<br />

inspira en una balada alemana.<br />

Las otras dos obras son de 1905<br />

y 1906. Jour d’été, acaso su obra<br />

más conocida junto con la<br />

Symphonie Cévenole para piano<br />

y orquesta, es una evocación de<br />

su país natal, Ardèche, en tres<br />

momentos que no se pretenden<br />

impresionistas, sino descriptivos:<br />

Aurora, Día, Atardecer;<br />

más de media hora de música<br />

rica, romántica, ubérrima. Souvenirs<br />

es una sinfonía en cuatro<br />

movimientos dedicada “a la<br />

memoria de la bienamada”, esto<br />

es, a su esposa y prima hermana<br />

Isabelle, fallecida en 1906.<br />

Es género y forma sinfónica,<br />

desde luego, pero es también<br />

poema sinfónico en cuatro<br />

movimientos y apenas 19 minutos<br />

que evoca los momentos<br />

felices de Isabelle y Vincent.<br />

Estas tres obras de carácter tan<br />

francés, pese al respeto al legado<br />

centroeuropeo, las traduce<br />

en sonidos una orquesta de<br />

muy buen nivel y bastante al<br />

margen de los circuitos, la Sinsiasmo<br />

con que las saludamos.<br />

Cuánto no daríamos algunos<br />

aficionados por una integral de<br />

garantía de las canciones de<br />

Ives. Aquí llega Gerald Finley,<br />

excelente barítono de gran estilo<br />

y poderosa voz, para darnos<br />

por lo menos estas 30, que viene<br />

a ser algo más de una cuarta<br />

parte de lo que el propio Ives<br />

publicó como 110 Songs. Hay<br />

algunas perlas en esta antología,<br />

desde el alboroto temprano<br />

de The Circus Band o tardío de<br />

They are there! hasta la delicadeza<br />

y el lirismo nada desmayados<br />

de Evening o To Edith,<br />

canciones de la época en la<br />

que Ives ya dejaba la música<br />

casi por completo, porque…<br />

para qué. Estas 30 piezas son<br />

composiciones de 1894 a 1921,<br />

y no sólo sirven para complacernos<br />

y darnos una dimensión<br />

poética distinta, sino también<br />

para comprender a ese compositor<br />

de la congregación, la<br />

fiesta, la estadística, la multitud<br />

y el recogimiento del individuo,<br />

el músico, el de la recóndita<br />

plegaria. En fin, una nueva<br />

antología del canto de Ives en<br />

magistrales lecturas de Gerald<br />

Finley, acompañado por Julius<br />

Drake, los mismos que nos dieron<br />

hace poco un excelente<br />

recital de canciones de Barber,<br />

en el mismo sello.<br />

Santiago Martín Bermúdez


D D I S I C S O C O S S<br />

HONEGGER-MAYR<br />

JOMMELLI:<br />

L’uccellatrice. MANCINI:<br />

Colombina e Pernicone. FILIPPO<br />

PINA CASTIGLIONI (Don Narciso),<br />

DANIELA FAVI BORGOGNONI<br />

(Mergellina, Colombina), MARCO<br />

SPORTELLI (Pernicone). FILARMÓNICA<br />

ITALIANA. Directores: MARCO<br />

FRACASSI, PIERCARLO ORIZIO.<br />

2 CD BONGIOVANNI. GB 2319/20-2<br />

(Diverdi). 2000. 94’. DDD. N PN<br />

La escuela<br />

napolitana<br />

del siglo<br />

XVIII tuvo<br />

especial<br />

importancia y<br />

ahora podemos<br />

comprobarlo con dos autores,<br />

con sus intermezzi, forma<br />

de componer muy importante<br />

en su tiempo. El primero<br />

L’uccellatrice de Niccolò Jommelli<br />

(1714-1774) ya fue comentado<br />

en la versión de Dynamic,<br />

tiene páginas muy inspiradas,<br />

bellas melodías encadenadas y<br />

un estilo que crearía escuela y<br />

que cuenta con un canto alegre<br />

y desenfadado de Daniela Favi<br />

Borgognoni y con un correcto<br />

Filippo Pina Castiglioni, al que<br />

le falta un poco de gracia, dirigidos<br />

con corrección por Marco<br />

Fracassi. La segunda obra es<br />

Colombina e Pernicone, de Francesco<br />

Mancini (1672-1737) que<br />

estudió con Francesco Provenzale<br />

y realizó gran parte de su<br />

carrera en su ciudad natal, y<br />

seguramente ésta es una de las<br />

razones por la que es tan poco<br />

conocido, componiendo óperas,<br />

cantatas, música de cámara y<br />

religiosa. Son tres intermezzi<br />

comici que se intercalaron en el<br />

estreno de su obra seria Il Trajano<br />

estrenada en 1723 y son tres<br />

piezas divertidas, expresadas<br />

con sencillez y gracia y con<br />

momentos inspirados donde<br />

Daniela Favi Borgognoni vuelve<br />

a mostrar su buen estilo, acompañada<br />

por Marco Sportelli, al<br />

que le falta una cierta proyección,<br />

con una dirección suficiente<br />

de Piercarlo Orizio.<br />

Albert Vilardell<br />

LISZT:<br />

Canciones. RUTH ZIESAK, soprano;<br />

GEROLD HUBER, piano.<br />

BERLIN 0016282 BC (Gaudisc). 2007.<br />

74’. DDD. N PN<br />

Conocemos<br />

a Ziesak<br />

como estupenda<br />

soubrette<br />

de<br />

cámara, completa<br />

señora<br />

de sus medios hermosos y simpáticos,<br />

habilísima administradora<br />

de ellos para ponerlos, sin forzar<br />

la emisión, al servicio de<br />

unas versiones imaginativas, pulcras<br />

y de fina musicalidad. Ziesak<br />

destaca por el matiz, como si<br />

cada sílaba mereciera el suyo.<br />

La cancionística de Liszt carga<br />

con varias tradiciones que<br />

pueden obviarse. Suele considerársela<br />

algo secundario y a propósito<br />

de piezas pianísticas a las<br />

que luego rellenó con versos.<br />

Asimismo se le atribuye una<br />

vocalidad espesa, cercana a las<br />

exigencias expresionistas o volcada<br />

hacia una voluptuosidad<br />

decadente.<br />

Ziesak prescinde de hábitos<br />

y propone “su” Liszt, un músico<br />

que, aparentemente, queda lejos<br />

de su mundo. Pero no es así. A<br />

partir del excelente trabajo de<br />

Huber, trae al húngaro a su redil<br />

y lo vierte con delicadeza, sutiles<br />

intenciones y un recato de<br />

confidencia y meditación a<br />

solas. Puede ser narrativa como<br />

en Los tres gitanos, de una serenidad<br />

olímpica en Hay calma en<br />

todas las cumbres (siguiendo a<br />

Goethe), suavemente lamentosa<br />

en otra invención goetheana, la<br />

pobre Mignon, o visionaria y<br />

carnal en Debe ser algo maravilloso.<br />

Estamos, quizás, ante un<br />

nuevo Liszt, que prueba la<br />

anchura de su obra y la imaginación<br />

de una intérprete.<br />

Blas Matamoro<br />

LUDFORD:<br />

Missa Benedicta et Venerabilis.<br />

Antífonas votivas. CORO DEL NEW<br />

COLLEGE DE OXFORD. Director:<br />

EDWARD HIGGINBOTTOM.<br />

K 617 206 (Harmonia Mundi). 2007. 63’.<br />

DDD. N PN<br />

El disco ofrece<br />

una misa<br />

a seis voces y<br />

dos grandes<br />

antífonas a<br />

cinco (Ave<br />

cuius conceptio<br />

y Domine Jesu Christe) de<br />

Nicholas Ludford (c. 1485-1557).<br />

La Misa se completa con canto<br />

llano para las partes del propio y<br />

no tiene Kyrie, algo habitual en<br />

las misas polifónicas británicas<br />

de la época. Las antífonas se<br />

conservaron sin una de las voces<br />

de tenor y han sido reconstruidas<br />

por Nicholas Sandon. Interpretación<br />

típicamente británica,<br />

con un coro de voces blancas<br />

que desequilibra la música hacia<br />

las tesituras agudas, a pesar de<br />

que la misa está escrita para una<br />

agrupación SATTBB. La polifonía<br />

suena así brillante, pero<br />

poco honda y matizada. Higginbottom<br />

potencia la intensidad,<br />

por el vigor que imprime y la<br />

animación de los tempi que<br />

emplea, pero expresivamente<br />

todo resulta frío y demasiado<br />

homogéneo. Interesantes las<br />

partes del canto llano, en un<br />

depurado estilo occidentalista.<br />

Pablo J. Vayón<br />

MAHLER:<br />

Sinfonía nº 1 en re mayor<br />

“Titán”. SINFÓNICA DE BAMBERG.<br />

Director: JONATHAN NOTT.<br />

TUDOR 7147 (Diverdi). 2005-2006. 56’.<br />

SACD. N PN<br />

Si es posible<br />

concebir un<br />

M a h l e r<br />

camerístico,<br />

ésa es la<br />

opción por<br />

la que parece<br />

apostar esta grabación. Hay<br />

que reconocer que el planteamiento,<br />

aunque pueda resultarnos<br />

insatisfactorio en muchos<br />

momentos, mantiene la coherencia<br />

de principio a fin. El<br />

color cálidamente centroeuropeo<br />

de la plantilla orquestal viene<br />

a reforzar una huída deliberada<br />

del gigantismo sonoro que,<br />

en su lugar, prefiere una mayor<br />

cercanía al oyente. Sería —si se<br />

admite la expresión— una especie<br />

de Mahler opuesto al cosmopolitismo<br />

sonoro con el que se<br />

suele entender.<br />

En la batuta de Nott hay<br />

atención a la literalidad de la<br />

partitura, muy especialmente en<br />

lo relativo al aspecto dinámico.<br />

Sin embargo, la falta de creatividad<br />

en la elaboración agógica<br />

general construye un mensaje<br />

demasiado plano. La discreción<br />

y el sosiego con el que entiende<br />

la obra se comienza a percibir<br />

ya desde la cierta atonía con la<br />

que nos llega el primer tiempo.<br />

Su fraseo goza de un atractivo<br />

clasicista plausible pero que no<br />

sabe, o no quiere, flexibilizarse<br />

para explorar los contrastes. Así,<br />

y por citar un ejemplo, el largo<br />

y fundamental periodo entre las<br />

secciones 6 y 10 de ese primer<br />

movimiento carece de una mínima<br />

reactivación del pulso, por<br />

lo que el estatismo del pasaje<br />

resultante a continuación viene<br />

a ser un simple más de lo mismo.<br />

Idéntica homogeneidad y<br />

carencia de rubato encontraremos<br />

en el enérgico segundo<br />

movimiento, donde sí merece<br />

ser escuchado el matiz conseguido<br />

en los pasajes “hälfte” de<br />

la cuerda. Pasando al tercero, la<br />

parquedad tímbrica de los timbales<br />

anuncian ya el matiz de<br />

lejanía y soledad que tiñe la<br />

marcha fúnebre, donde —como<br />

nos podríamos temer— no<br />

encontraremos ni rastro de<br />

matiz paródico. Finalmente, ese<br />

sabor descafeinado que nos viene<br />

acompañando no desaparecerá<br />

ante el gran conflicto que<br />

plantea la página conclusiva,<br />

pese a su contundencia percusiva<br />

y la garra de una cuerda<br />

valiente.<br />

Juan García-Rico<br />

MAYR:<br />

L’amor coniugale. CINZIA RIZZONE<br />

(Zeliska/Malvino), TATJANA<br />

CHARALGINA (Floreska),<br />

FRANCESCANTONIO BILLE (Amorveno),<br />

DARIUSZ MACHEJ (Peters), GIOVANNI<br />

BELLAVIA (Moroski), BRADLEY<br />

TRAMMELL (Ardelao). FILARMÓNICA DE<br />

WÜRTTEMBERG. Director: CHRISTOPHER<br />

FRANKLIN.<br />

2 CD NAXOS 8.660198-99 (Ferysa).<br />

2004. 83’. DDD. N PE<br />

G iovanni<br />

Simone Mayr<br />

pertenece al<br />

grupo de<br />

músicos olvidados,<br />

al que<br />

sólo se ha<br />

conocido durante muchos años<br />

por ser el maestro de Donizetti.<br />

Afortunadamente, en los últimos<br />

tiempos se han ido recuperando<br />

algunas de sus obras, entre las<br />

que se cuentan casi setenta óperas<br />

y mucha música religiosa,<br />

siendo muy interesante la labor<br />

realizada por el Festival rossiniano<br />

de Wildbad. Nacido en Alemania<br />

en 1763, se trasladó a Italia,<br />

donde estrenó en Venecia en<br />

1794, trasladándose más tarde a<br />

Bérgamo, desde donde hizo una<br />

importante carrera, que tuvo sus<br />

momentos más brillantes desde<br />

la muerte de Cimarosa en 1801 y<br />

la llegada del impacto rossiniano<br />

en 1813.<br />

Mayr es un autor complejo,<br />

ya que a su formación germana<br />

une su experiencia italiana y<br />

puede considerarse que forma<br />

parte del eslabón entre el clasicismo<br />

y el romanticismo. L’amor<br />

coniugale recuerda algo a<br />

Mozart, pero también al estilo<br />

italiano imperante en la época y<br />

tiene momentos de gran inspiración,<br />

como el terceto inicial, con<br />

inteligentes contrastes, el aria de<br />

Floreska o el cuarteto cantabile,<br />

donde además son perceptibles<br />

las fuentes donde bebió Donizetti.<br />

El reparto está integrado<br />

por un conjunto de cantantes<br />

correctos, como la soprano Cinzia<br />

Rizzone, la buena línea del<br />

bajo barítono de Giovanni Bellavia,<br />

quedando Francescantonio<br />

Bille algo ligero para el rol, contando<br />

con una dirección correcta<br />

de Christopher Franklin.<br />

Albert Vilardell<br />

91


D D I S I C S O C O S S<br />

MITTLER-MOZART<br />

92<br />

MITTLER:<br />

Cuartetos de cuerda nºs 1 y 3<br />

“De los tiempos errantes”.<br />

CUARTETO HUGO WOLF.<br />

CPO 777 329-2 (Diverdi). 2007. 56’.<br />

DDD. N PN<br />

La música<br />

como elemento<br />

decorativo.<br />

Ése<br />

parece ser el<br />

ideal de<br />

Franz Mittler<br />

(1893-1970), uno de esos compositores<br />

a los que la barbarie<br />

nazi obligó a abandonar su país<br />

para refugiarse en Estados Unidos,<br />

donde se ganó la vida<br />

escribiendo música para el cine,<br />

entre otras para las películas de<br />

los hermanos Marx. Antes de<br />

eso, Mittler formó parte en Viena<br />

de una escuela contemporánea<br />

y opuesta a la representada<br />

por Schoenberg y sus discípulos,<br />

que no sólo no discutía la<br />

tonalidad, sino que mantenía<br />

viva la tradición de Schubert y<br />

Brahms como si nada hubiera<br />

acontecido a lo largo de los<br />

años. Estos dos cuartetos de<br />

cuerda son un buen ejemplo de<br />

ello. La suya es una música de<br />

tono amable, sobre todo la del<br />

Cuarteto nº 1 (1909), obra que<br />

nos muestra a un compositor<br />

precoz que tenía oficio y talento<br />

para dar y vender. Quizá demasiado,<br />

pues la sensación también<br />

es que esa facilidad y naturalidad<br />

de escritura se quedan<br />

en la mera forma. El Cuarteto nº<br />

3 (1915-1918) es más sombrío,<br />

posiblemente porque es una<br />

especie de testamento del Imperio<br />

Austro-Húngaro, fragmentado<br />

en diferentes países tras la<br />

Primera Guerra Mundial, aunque<br />

en el fondo tampoco va<br />

mucho más allá de cierto folclore<br />

idealizado. Estamos, pues,<br />

ante dos obras de un buen artesano,<br />

que se escuchan bien y<br />

que por momentos se disfrutan,<br />

sobre todo por la encendida y<br />

fresca interpretación del Cuarteto<br />

Hugo Wolf. Que dejen más o<br />

menos poso después de la audición<br />

ya es otra cuestión.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

MONTE:<br />

Misa “Ultimi miei sospiri”.<br />

Motetes. CINQUECENTO RENAISSANCE<br />

VOKAL.<br />

HYPERION CDA67658 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 56’. DDD. N PN<br />

Continúa el conjunto de seis<br />

voces masculinas Cinquecento<br />

Renaissance Vokal grabando<br />

para el sello Hypérion música<br />

de compositores franco-flamencos<br />

vinculados a la corte de los<br />

Bertrand Chamayou<br />

EXTRAORDINARIO MENDELSSOHN<br />

MENDELSSOHN:<br />

Obras para piano.<br />

BERTRAND CHAMAYOU,<br />

piano.<br />

NAÏVE 5131 (Diverdi). 2007. 65’.<br />

DDD. N PN<br />

Desde ya confieso que no<br />

soy nada amante de este tipo<br />

de selecciones, en las que<br />

múltiples obras de un mismo<br />

autor pretenden formar una<br />

unidad que de natural no existe.<br />

Pero en este caso las diferencias<br />

y virtudes son evidentes<br />

y abrumadoras. Bertrand<br />

Chamayou (1981) se presenta<br />

como un virtuoso que basa<br />

sus atenciones musicales a través<br />

de un lirismo terso y personal,<br />

a la vez que imprime a<br />

las partituras un espíritu parco<br />

y sobrio. Este Mendelssohn de<br />

recatados modales es impactante<br />

porque, libre de influencias<br />

evidentes, se desarrolla<br />

fluidamente, con rapidez y<br />

fugacidad, al mismo tiempo<br />

que con versatilidad ofrece sus<br />

melodías amorosamente. El<br />

pianista francés se acerca al<br />

compositor romántico con<br />

perspectiva, implicándose con<br />

inteligencia y generosidad y<br />

siempre teniendo muy clara su<br />

labor interpretativa, libre de<br />

egocentrismos distorsionadores.<br />

Su poder narrativo le viene<br />

naturalmente, así se explica<br />

su actitud honesta y sus aptitudes<br />

musicales. La confección<br />

del disco es asimismo equilibrada,<br />

ya que en él se alternan<br />

romanzas sin palabras con<br />

estudios, scherzos con preludios,<br />

y las Variaciones op. 54<br />

con una trascripción de El sueño<br />

de una noche de verano de<br />

Rachmaninov, además del<br />

Rondó capriccioso op. 14.<br />

Todo parece en su lugar, las<br />

obras se antojan como parte<br />

de un todo, la elaboración de<br />

los tempi acompaña y la personalidad<br />

de Chamayou resulta<br />

determinante. Desde el<br />

emperadores<br />

Maximiliano<br />

II y Rodolfo<br />

II Habsburgo<br />

y cuya obra<br />

no ha sido<br />

merecidamente<br />

atendida hasta el momento.<br />

Al recientemente dedicado a<br />

Jacob Regnart le sigue éste, centrado<br />

en obras de Philippe de<br />

Monte, quizás el último gran<br />

representante de la escuela<br />

musical que dominó el panorama<br />

europeo durante el cinquecento<br />

y buena parte del siglo<br />

anterior. Nacido en Malinas en<br />

1521, De Monte fue uno de los<br />

más prolíficos, tanto en obras de<br />

índole profana como religiosa.<br />

Llegó a publicar 34 libros de<br />

madrigales conteniendo más de<br />

mil piezas, a las que hay que<br />

sumar 250 motetes, 140 madrigales<br />

espirituales y 38 misas. De<br />

entre estas últimas, se ha grabado<br />

aquí como pieza básica del<br />

disco la misa paródica Ultimi<br />

miei sospiri tomada del madrigal<br />

a seis voces compuesto por su<br />

compatriota Philippe Verdelot,<br />

cuya interpretación también se<br />

recoge, como suele ser habitual<br />

en las grabaciones conteniendo<br />

este tipo de misas tan característico<br />

de la polifonía renacentista.<br />

Siete motetes, entre los que destaca<br />

un Magnificat cargado de<br />

mística profundidad compatible<br />

con los complicados artificios de<br />

la escritura polifónica, lo completan.<br />

Lo mismo puede decirse<br />

del muy relacionado temáticamente<br />

con éste, Ne timeas,<br />

Maria, palabras del ángel en la<br />

Anunciación.<br />

El excelente conjunto vocal<br />

Cinquecento continúa fiel a la<br />

línea marcada en sus dos anteriores<br />

discos, en la que destaca<br />

la nítida contraposición entre<br />

voces agudas y graves y una<br />

gran sensibilidad para poner de<br />

manifiesto la emotividad de los<br />

textos cantados cuando ésta es<br />

requerida, sin perder el rigor<br />

que exige la lectura de las complicadas<br />

redes del tejido polifónico,<br />

ya en una de sus últimas<br />

manifestaciones temporales de<br />

las postrimerías del siglo XVI.<br />

José Luis Fernández<br />

MOZART:<br />

Sonatas para piano y violín,<br />

vol. 5. Sonatas en la mayor K.<br />

305, do mayor K. 403, si bemol<br />

mayor K. 31 y re mayor K. 306.<br />

GARY COOPER, fortepiano; RACHEL<br />

PODGER, violín.<br />

CHANNEL CCS SA 25608 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 71’. SACD. N PN<br />

La serie de<br />

estos dos<br />

jóvenes músicos,<br />

una<br />

entre las<br />

varias con<br />

instrumentos<br />

teclado, su dicción es diáfana y<br />

su expresividad explosiva; su<br />

privilegiada posición es la del<br />

que no solamente controla<br />

todo, sino que se sabe director<br />

de este gran juego que es tocar<br />

el piano. Su sentido rítmico es<br />

atrevido y sus articulaciones,<br />

determinantes; su touché,<br />

especialmente flexible, añade<br />

colores a un Mendelssohn que<br />

sin dudarlo sale reforzado con<br />

esta brillante e imprescindible<br />

aportación. No se lo pierdan.<br />

Emili Blasco<br />

originales que han hecho posible<br />

una reconsideración a fondo de<br />

las obras, alcanza la quinta entrega<br />

con resultados parangonables<br />

a los discos anteriores. Seducción<br />

tímbrica y colaboración camerística<br />

al mejor nivel son nuevamente<br />

las bazas de las interpretaciones.<br />

La soberana escritura mozartiana<br />

para ambos instrumentos es aprovechada<br />

al máximo, pero sin<br />

entrar en conflicto, a lo que ayuda<br />

sobremanera la sensacional<br />

toma sonora. Cooper y Podger<br />

están exultantes en el Allegro di<br />

molto que inaugura la K. 305;<br />

hay una elegante línea en el instrumento<br />

de cuerda en el Allegro<br />

moderato inicial del K. 403, mientras<br />

que el fascinante Andante<br />

permite un paréntesis de seriedad<br />

e introspección. El Allegro con<br />

spirito de la K. 306 nos descubre<br />

la calidez del sonido y el esplendor<br />

del fraseo de Podger. El Allegretto<br />

de la K. 403, conservado<br />

incompleto, se recoge en la versión<br />

acabada por Maximilian Stadler,<br />

quien estuvo en posesión de<br />

los manuscritos de Mozart, los<br />

catalogó y completó algunas<br />

obras inacabadas.<br />

Enrique Martínez Miura


D D I S I C S O C O S S<br />

MITTLER-MOZART<br />

Sharon Bezaly, Julie Palloc, Juha Kangas.<br />

SE COMPLETA LA INTEGRAL<br />

MOZART: Obras completas<br />

para flauta y orquesta. SHARON<br />

BEZALY, flauta; JULIE PALLOC, arpa.<br />

ORQUESTA DE CÁMARA<br />

OSTROBOTNIA. Director: JUHA<br />

KANGAS.<br />

BIS SACD-1539 (Diverdi). 2005-2007.<br />

82’. SACD. R/N PN<br />

Hace dos años apareció en el<br />

mercado un magnífico compacto<br />

de Bis (153901) con<br />

obras de Mozart para flauta y<br />

orquesta (con nuevas cadencias<br />

de Kalevi Aho) por Sharon<br />

Bezaly y con Juha Kangas al<br />

frente de la Orquesta de Cámara<br />

Ostrobotnia. Fue muy bien<br />

recibido por la crítica y el<br />

público y las distintas publicaciones<br />

(ésta incluida, por<br />

supuesto) dijeron maravillas<br />

del disco, que fue un éxito de<br />

ventas (sea dicho esto con la<br />

prudencia propia del campo<br />

“clásico”, cuyos “éxitos” no<br />

pueden medirse con los de la<br />

música de consumo en volumen<br />

de ventas ni en repercusión<br />

social por efímera que<br />

ésta sea). A aquel disco, ya un<br />

clásico de la discografía mozartiana<br />

por su adecuación estilística<br />

pero también (y no es una<br />

contradicción) por su originalidad<br />

y, sobre todo, por su<br />

intrínseca belleza, le faltaba el<br />

Concierto para flauta, arpa y<br />

orquesta, que se incluye en<br />

éste que presentamos hoy. Así<br />

que tenemos en un solo disco<br />

todo lo que Mozart compuso<br />

para flauta y orquesta; nada<br />

menos que ochenta y dos<br />

minutos de música bellísima<br />

en interpretaciones del máximo<br />

nivel. Las excelencias de lo<br />

ya conocido fueron glosadas<br />

aquí a su debido tiempo y ahora<br />

sólo nos resta añadir que la<br />

nueva versión del doble concierto<br />

que faltaba por completar<br />

la integral es igualmente<br />

satisfactoria, como mínimo. A<br />

Bezaly y a Kangas, con su ya<br />

conocido nivel de mozartiana<br />

excelencia, se les incorpora la<br />

brillante arpista francesa Julie<br />

Palloc (que fue llamada por<br />

Abbado para formar parte de<br />

la Orquesta del Festival de<br />

Lucerna, que reúne a la flor y<br />

nata de los músicos de orquesta,<br />

a los que se añaden solistas<br />

señeros como Sabine Meyer,<br />

Natalia Gutman y otros). Como<br />

en el caso del resto de obras,<br />

en este Concierto también sorprenden<br />

(agradablemente) las<br />

cadencias de Kalevi Aho,<br />

abiertamente virtuosísticas y<br />

estéticamente audaces, feliz<br />

encuentro de tradición y<br />

modernidad en un entorno<br />

genuinamente clásico en el<br />

que hallan su lugar sin problemas<br />

ni contradicciones. Un disco<br />

sensacional.<br />

Josep Pascual<br />

MOZART:<br />

Conciertos para trompa. PAUL<br />

VAN ZELM, trompa. COMBATTIMENTO<br />

CONSORT DE ÁMSTERDAM. Director:<br />

JAN WILLEM DE VRIEND.<br />

ETCETERA KTC 5253 (Diverdi). 2005.<br />

53’. DDD. N PN<br />

Si hay un<br />

instrumento<br />

que invariablemente<br />

provocara en<br />

Mozart sentimientos<br />

optimistas,<br />

ese fue sin duda alguna<br />

la trompa. Al menos en los cuatro<br />

conciertos que compuso<br />

para el virtuoso Joseph Leutgeb,<br />

no se encuentra una sola nota<br />

que no transpire alegría de vivir<br />

y buen humor. La capacidad<br />

para saberlos transmitir junto<br />

con la sensación de naturalidad<br />

y ausencia de esfuerzo constituye<br />

precisamente la guinda que<br />

corona la extraordinaria calidad<br />

técnica por lo demás distintiva<br />

de estas versiones made in<br />

Holland. La trompa natural de<br />

Paul van Zelm no tendrá desde<br />

luego mucho que envidiar a<br />

nadie en cuanto al timbre, que<br />

él produce absolutamente<br />

redondo y de un color dorado y<br />

rico en armónicos como no se<br />

puede pedir más; tampoco en<br />

cuanto a aparente facilidad para<br />

colocar todas las notas con la<br />

precisión de un arquero infalible<br />

y la agilidad del más elástico<br />

bailarín. Todas las obras salvo<br />

una constan de tres movimientos<br />

y comparten la tonalidad de<br />

mi bemol mayor. El riesgo de<br />

monotonía se combate no sólo<br />

con el antídoto universal de la<br />

estupenda calidad interpretativa,<br />

sino también situando entre el<br />

tercero y el cuarto de los hermanos<br />

el K. 417, del que sólo se<br />

conservan dos allegros en re<br />

mayor. Así, además, el programa<br />

se aproxima más a la cronología<br />

recientemente establecida como<br />

más probable, según la cual el<br />

que se seguirá llamando Primer<br />

Concierto es en realidad contemporáneo<br />

del Réquiem y<br />

como éste dejado incompleto;<br />

por otro lado, con ello se explica<br />

verosímilmente su relativa<br />

mayor facilidad por la merma de<br />

facultades que el paso del tiempo<br />

habría impuesto a Leutgeb.<br />

Pese a la cortedad del “metraje”,<br />

ésta es una opción muy recomendable,<br />

pues los acompañamientos<br />

están plenamente a la<br />

altura del solista y las tomas son<br />

igualmente impecables.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

MOZART:<br />

Conciertos para piano nº 6 en si<br />

bemol mayor K. 238, nº 15 en si<br />

bemol mayor K. 450 y nº 27 en<br />

si bemol mayor K. 595.<br />

ORQUESTA DE CÁMARA DE EUROPA.<br />

Director y pianista: PIERRE-LAURENT<br />

AIMARD.<br />

WARNER 2564 62259-2. 2005. 77’.<br />

DDD. N PN<br />

Estos tres conciertos en si<br />

bemol mayor, compuestos por<br />

Mozart en distintas etapas creativas,<br />

son una buena muestra de<br />

su estilo refinado. De su forma<br />

de enfocar un lenguaje clásico<br />

preñado de<br />

musicalidad.<br />

Sus formas<br />

son aparentemente<br />

suaves<br />

y delicadas,<br />

pero esconden<br />

una solidez técnica y conceptual<br />

que convierten la interpretación<br />

en una opción moderna<br />

muy a tener en cuenta.<br />

Aimard, tachado en muchas<br />

ocasiones de ser un solista excesivamente<br />

analítico, se muestra<br />

musical y abierto. Aunque asociado<br />

a la música contemporánea, el<br />

pianista francés muestra un espíritu<br />

netamente clásico. Sorprende<br />

su ligereza y la exquisita exposición,<br />

aunque también una deliberada<br />

autocomplacencia en el<br />

sonido, propiciada por una<br />

orquesta que, bajo sus órdenes,<br />

hace todo lo posible por sobredimensionar<br />

el papel solista.<br />

Sin embargo, el resultado<br />

global posee la virtud de la concreción<br />

y un desarrollo modélico.<br />

Sin aspavientos, sin exhibiciones.<br />

Puro.<br />

Carlos Vílchez Negrín<br />

MOZART:<br />

Concierto para violín nº 5 en la<br />

mayor K. 219. STRAUSS:<br />

Sinfonía doméstica op. 53.<br />

PINCHAS ZUKERMAN, violín. DEUTSCHE<br />

SYMPHONIE ORCHESTER BERLÍN.<br />

Director: VLADIMIR ASHKENAZI.<br />

AUDITE 97535 (Diverdi). 1996,1998.<br />

79’. DDD. N PN<br />

Protagonizado por dos viejos<br />

amigos y sensacionales músicos,<br />

el presente<br />

disco re-crea<br />

el eje del<br />

programa de<br />

un hipotético<br />

concierto en<br />

vivo —aplausos<br />

incluidos— con tomas procedentes<br />

de dos actuaciones<br />

distintas.<br />

El K. 219 mozartiano, tal<br />

vez el más popular de sus cinco<br />

conciertos para violín, es entendido<br />

desde la tradición, alejado<br />

del menor atisbo historicista.<br />

Ashkenazi plantea un soporte<br />

convencional, pulcro y bien<br />

delineado, mas poco incisivo en<br />

detalles que aportarían un resultado<br />

de mayor pujanza. La tendencia<br />

a la laxitud del tempo se<br />

ve incrementada por una acentuación<br />

escasamente punzante y<br />

una dinámica suavizada y poco<br />

contrastada. Sobre esta base<br />

escuchamos a un Zukerman<br />

siempre afinado, con un hermoso<br />

registro medio y grave que,<br />

sin embargo, no es igualmente<br />

amplio en el agudo. Ahí la articulación<br />

se desdibuja y la presencia<br />

sonora no mantiene<br />

siempre la homogeneidad.<br />

Recurriendo con poco rubor a<br />

frecuentes deslizamientos y asegurándose<br />

el contacto con la<br />

cuerda deja de lado la imaginación<br />

en los ataques. La corrección<br />

general de la lectura despierta<br />

un cierto interés llegando<br />

a la sección alla turca del tercer<br />

movimiento, siquiera por unos<br />

tímidos col legno de violonchelos/contrabajos<br />

y los acentos y<br />

pizzicati que exhiben los segundos<br />

violines en las repeticiones.<br />

93


D D I S I C S O C O S S<br />

MOZART-SCHEIDT<br />

94<br />

Con la recreación de esa<br />

curiosa descripción psicológicocircunstancial<br />

que encierra la<br />

Sinfonía doméstica de Strauss<br />

mejora el atractivo de un disco<br />

hasta aquí algo átono. La batuta<br />

del ruso se centra, más que en la<br />

evocación de la caracterización<br />

sonora de personajes y escenas,<br />

en el extraordinario nivel tímbrico<br />

de la escritura. La disposición<br />

de esa abrumadora plantilla con<br />

maderas a cuatro exige una<br />

atención que la batuta quiere y<br />

sabe conceder. Interesante la<br />

manera en la que entresaca<br />

detalles, mostrando un grado de<br />

atrevimiento que hubiésemos<br />

agradecido mucho en el Mozart<br />

anterior.<br />

Juan García-Rico<br />

PURCELL:<br />

Fantasias for the Viols, 1680.<br />

HESPÈRION XX. Director: JORDI<br />

SAVALL.<br />

ALIA VOX AVSA9859 (Diverdi). 1994.<br />

54’. SACD. R PM<br />

Por motivos<br />

que desconocemos,<br />

Purcell<br />

compuso<br />

en los inicios<br />

de su actividad<br />

como<br />

músico profesional una colección<br />

de fantasías para conjunto<br />

de violas, género inglés característico<br />

que había dominado el<br />

panorama musical de las islas<br />

durante casi dos siglos, pero que<br />

en 1680 estaba ya fuera de uso<br />

corriente. Que un joven haga<br />

una especie de testamento del<br />

pasado no deja de ser curioso,<br />

aunque seguramente para él<br />

fueron unos simples ejercicios<br />

cuyo manuscrito nunca intentó<br />

editar dado el manifiesto anacronismo<br />

del género. La cuestión es<br />

que esta especie de tratado resumen<br />

representa la cumbre de tal<br />

género cuando éste ya estaba<br />

olvidado o al menos había quedado<br />

relegado por la moda oficial<br />

impuesta por la corte a partir<br />

de la restauración. Su comparación<br />

con El arte de la fuga es<br />

casi inevitable, aunque las motivaciones<br />

del joven Purcell fueran<br />

muy distintas de las que<br />

tuvo el anciano Bach.<br />

En la serie Heritage de Alia<br />

Vox se reedita ahora, tras su<br />

paso a soporte SACD, la grabación<br />

que de estas Fantasías<br />

hicieron en 1994 Jordi Savall,<br />

Wieland Kuijken y otros cinco<br />

miembros más del conjunto de<br />

violas, entre las que se encontraban<br />

las prematuramente desaparecidas<br />

Eunice Brandao y Sophie<br />

Watillon, a cuya memoria está<br />

dedicada la reedición. El tiempo<br />

puede herir a las personas pero<br />

no a las obras maestras y tanto<br />

lo son las obras de Purcell<br />

como el testimonio que de ellas<br />

dejó este soberbio grupo de<br />

intérpretes. Si además la técnica<br />

mejora la percepción que podemos<br />

tener de tal testimonio,<br />

como es el caso del presente<br />

disco, no hay mucho más que<br />

decir. Unas excelentes notas de<br />

Harry Halbreich lo completan.<br />

José Luis Fernández<br />

RODRIGO:<br />

Música para guitarra, vol. 1:<br />

Tres piezas españolas. Sonata<br />

gioacosa. Por los campos de<br />

España. Tonadilla. Fandango<br />

del ventorrillo (arr. Pepe<br />

Romero). JÉRÉMY JOUVE Y JUDICAËL<br />

PERROY, guitarras.<br />

NAXOS 8.570286 (Ferysa). 2006. 63’.<br />

DDD. N PE<br />

El guitarrista<br />

Norbert Kraft<br />

ya lleva unos<br />

cuantos años<br />

impulsando<br />

desde Naxos,<br />

bien como<br />

intérprete o como productor, la<br />

divulgación del repertorio guitarrístico<br />

más divulgado, del que<br />

no lo es tanto y del que merece<br />

atención. Y este primer volumen<br />

de la integral guitarrística de<br />

Rodrigo se inscribe en esa línea.<br />

El encargado de interpretar las<br />

tres importantes obras para guitarra<br />

sola que aquí se incluyen<br />

es un joven músico francés que<br />

lleva tras de sí una importante<br />

carrera jalonada de éxitos y reconocimientos,<br />

Jérémy Jouve. Junto<br />

a él en las dos obras para dos<br />

guitarras tenemos a otro joven<br />

francés, Judicaël Perroy, de trayectoria<br />

igualmente destacable.<br />

Jouve tiene un toque preciso y<br />

claro, es ágil allí donde la partitura<br />

lo exige y muestra un especial<br />

cuidado en conseguir un<br />

sonido bello aprovechando los<br />

recursos que el instrumento le<br />

ofrece apoyado siempre en una<br />

técnica intachable. El rápido<br />

Zapateado con que terminan las<br />

Tres piezas españolas es un magnífico<br />

ejemplo de lo que decimos.<br />

En los momentos más relativamente<br />

arcaizantes no abusa<br />

del toque de uña ni de un exceso<br />

de sobriedad e incluso de<br />

rudeza que caracteriza en ocasiones<br />

a los guitarristas que se<br />

enfrentan a este Rodrigo que<br />

mira al pasado pero que es<br />

genuinamente guitarrístico, aunque<br />

con ciertos efectos se acerque<br />

al mundo del laúd o de la<br />

vihuela. No es el caso. Jouve nos<br />

trae un Rodrigo moderno, pero<br />

no por ello pasado por el tamiz<br />

del romanticismo que le es ajeno.<br />

Bellísimo y auténtico el<br />

segundo movimiento de la Sonata<br />

giocosa que justifica esto que<br />

decíamos, lo mismo que Por los<br />

campos de España, obra que<br />

demanda una especial atención<br />

al sonido y a la dinámica. Precisamente,<br />

en la primera parte, En<br />

los trigales, puede echarse en falta<br />

un mayor contraste dinámico<br />

como el que define versiones<br />

más conocidas y reconocidas<br />

(Williams, Romero…) pero Jouve<br />

no decepciona y tiene a su<br />

favor la claridad y ese bello timbre<br />

al que aludíamos. Las dos<br />

scarlattianas obras para dos guitarras<br />

son objeto asimismo de<br />

interpretaciones más que esmeradas.<br />

Un excelente disco que<br />

inaugura una integral prometedora<br />

y digna de tener en cuenta.<br />

Josep Pascual<br />

ROMBERG:<br />

El Mesías. VERONIKA WINTER,<br />

soprano; MARKUS SCHÄFER, tenor;<br />

BERNHARD SCHEFFEL, tenor; IMMO<br />

SCHRÖDER, tenor; EKKERHARD ABELE,<br />

bajo. RHEINISCHE KANTOREI. DAS<br />

KLEINE KONZERT. Director: HERMANN<br />

MAX.<br />

CPO 777 328-2 (Diverdi). 2007. 64’.<br />

DDD. N PN<br />

En vida,<br />

Andreas<br />

Romberg<br />

(1767-1821)<br />

alcanzó gran<br />

fama como<br />

virtuoso violinista<br />

y compositor, sobre todo<br />

en el norte de Alemania, donde<br />

su Canción de la campana,<br />

compuesta en 1809 para solistas,<br />

coro y orquesta sobre un<br />

texto de Schiller compitió en<br />

popularidad con La Creación y<br />

Las estaciones de Haydn. Hoy,<br />

sin embargo, apenas se tienen a<br />

disposición esa obra y unas<br />

cuantas de cámara. Su Mesías,<br />

que pone en música una selección<br />

del poema homónimo de<br />

Klopstock, data del paso del<br />

siglo XVIII al XIX. La primera<br />

versión se estrenó con gran éxito<br />

durante la Pascua el año 1792<br />

en un Bonn en el que aún vivía<br />

Beethoven. La invasión de<br />

aquella ciudad por las tropas<br />

napoleónicas unos meses más<br />

tarde obligó a Romberg a instalarse<br />

en Hamburgo, donde en<br />

1800 presentó una versión no se<br />

sabe si idéntica a la de Bonn,<br />

pero sí que en 1802 la retocó<br />

principalmente para abreviarla.<br />

Esta última redacción, que el<br />

compositor nunca llegó a oír, es<br />

la que ahora hace su debut discográfico.<br />

Las afinidades con la<br />

producción vocal de Beethoven<br />

(sobre todo el Cristo en el Monte<br />

de los Olivos, de 1803-4, pero<br />

también con Fidelio y hasta con<br />

la Missa solemnis) resultan fáciles<br />

de descubrir si se atiende al<br />

tratamiento del texto, a la escritura<br />

vocal y al papel mucho más<br />

que de acompañamiento que se<br />

reserva a la orquesta, pero<br />

igualmente se hallarán anuncios<br />

de Mendelssohn y Brahms.<br />

El solista con más peso es<br />

Markus Schäfer, que en el papel<br />

de Eloa narra la peripecia épica<br />

con timbre atractivo y maneras<br />

de Florestán. En las mucho más<br />

breves intervenciones del resto,<br />

destaca la pura que en su línea<br />

de canto exhibe Ekkerhard Abele<br />

(Adán y la Voz del Mesías),<br />

mientras que Veronika Winter<br />

(Eva) pasa por apuros en el agudo.<br />

Los coros y la orquesta cumplen<br />

bajo una dirección de Hermann<br />

Max que, con la prudencia<br />

que impone la circunstancia<br />

de no conocer la partitura ni<br />

alternativas, se antoja que<br />

podría cuando no debería haber<br />

sido algo más enérgica.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

ROREM:<br />

Concierto para piano nº 2.<br />

Concierto para violonchelo.<br />

SIMON MULLIGAN, piano; WEN-SINN<br />

YANG, violonchelo. REAL ORQUESTA<br />

NACIONAL ESCOCESA. Director: JOSÉ<br />

SEREBRIER.<br />

NAXOS 8.559315 (Ferysa). 2006. 59’.<br />

DDD. N PE<br />

Por edad,<br />

Red Norem<br />

(Richmond,<br />

Indiana,<br />

1923) pertenecería<br />

a la<br />

generación<br />

de la vanguardia europea. Sólo<br />

que en su país no hay nada<br />

parecido a esa vanguardia, aunque<br />

haya compositores posteriores<br />

en Estados Unidos que abrirán<br />

vías vanguardistas, e incluso<br />

algunos nacidos antes, como<br />

Elliot Carter, el que va a ser centenario<br />

dentro de nada. Este CD<br />

presenta dos obras concertantes<br />

de Rorem muy distantes en el<br />

tiempo. Por una parte, su<br />

Segundo Concierto para piano y<br />

orquesta, destinado al grandísimo<br />

Julius Katchen. Es una pieza<br />

de corte tradicional, dentro de la<br />

tradición de Grieg, de Rachmaninov,<br />

y que recuerda los “fingidos”<br />

conciertos pianísticos de<br />

Addinsell o Bernard Herrmann<br />

para ciertas películas. No es<br />

especialmente enfático, como<br />

estos dos últimos contemporáneos<br />

suyos (el Concierto de Varsovia<br />

de Addinsell para Dangerous<br />

Moonlight es de 1941; el


D D I S I C S O C O S S<br />

MOZART-SCHEIDT<br />

Concierto macabro de Herrmann<br />

para Hangover Square es<br />

de 1945), y al final, en el último<br />

movimiento, que viene a durar<br />

menos de la mitad de cualquiera<br />

de los otros dos, aquello se convierte<br />

en una fiesta medio brasileira,<br />

medio estilo Gershwin.<br />

El salto mortal sin apenas<br />

red de medio siglo más un año<br />

nos lleva al Concierto para violonchelo<br />

de 2002, 25 minutos y<br />

ocho movimientos, unos muy<br />

breves y otros más dilatados.<br />

Gershwin y Bernstein pasan por<br />

este Concierto, pero sin especiales<br />

deudas por parte de Rorem,<br />

sólo con la constatación de que<br />

todos vienen del mismo mundo<br />

(Rorem sólo tiene 5 años menos<br />

que Bernstein). Es una obra concertante,<br />

pero en forma de suite<br />

y que sólo en alguna ocasión<br />

puede recordar al joven compositor<br />

de 1951. Y no es que<br />

Rorem se haya convertido al<br />

vanguardismo cuando la vanguardia<br />

ya es historia, sino que<br />

hay ciertas conquistas sonoras<br />

que resultan irrenunciables.<br />

Están en parte ahí, en esos ocho<br />

muy ricos movimientos.<br />

Estas dos obras grandes, de<br />

ambiciosas sonoridades, quedan<br />

potenciadas por dos virtuosos de<br />

gran altura, el pianista británico<br />

Simon Mulligan, que a su edad<br />

ya tiene en repertorio los grandes<br />

conciertos desde Mozart y Beethoven<br />

en adelante; y el chelista<br />

taiwanés Wen-Sinn Yang, cuyos<br />

intereses van desde las Suites de<br />

Bach hasta el Concierto para violonchelo<br />

de Lorin Maazel. José<br />

Serebrier, con la Escocesa, garantiza<br />

el acompañamiento, el equilibrio,<br />

los sentidos. Unas obras de<br />

muchísimo interés, dos solistas<br />

indiscutibles y una batuta cada<br />

vez más estimada en todas partes.<br />

Más una orquesta de nivel<br />

medio alto de excelentes prestaciones.<br />

¿Cómo lo hace Naxos<br />

para que le salga así?<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

ROSSINI:<br />

Péchés de vieillesse. Vol. VII:<br />

Album de chaumière. Volumen<br />

IX (selección). ALESSANDRO<br />

MARANGONI, piano.<br />

2 CD NAXOS 8.570590-91 (Ferysa).<br />

2006. 123’. DDD. N PE<br />

Para iniciar<br />

la obra completa<br />

rossiniana<br />

para<br />

piano este<br />

joven intérprete<br />

italiano<br />

(aún no ha cumplido los treinta)<br />

ha escogido los doce números<br />

que componen el álbum de la<br />

“choza” y cuatro de las ocho<br />

partes exclusivamente encomendadas<br />

a su instrumento, encuadradas<br />

en el volumen IX de los<br />

Pecados de vejez, grupo este último<br />

en el que concurren en el<br />

resto de las partes la trompa, el<br />

armonio, el violín y el chelo.<br />

Marangoni se une así a otros<br />

interesados pianistas que desde<br />

Aldo Ciccolini se han preocupado<br />

por sacar a la luz esta faceta<br />

mucho tiempo desconocida de<br />

la imaginación musical de Rossini.<br />

Así pues, comienza esta<br />

aventura pianística a la par de la<br />

emprendida por Stephan Irmer<br />

(para MDG scenes). Marco Sollini<br />

(Chandos) y sobre todo Paolo<br />

Giacometti (Channel Classics).<br />

En esta pequeña muestra del<br />

mundo rossiniano, ya cabe de<br />

todo, del sentimentalismo irónico<br />

al más desternillante sentido<br />

del humor o la burla, pasando<br />

por una descripción idealizada<br />

de paisajes, lugares o evocaciones,<br />

a través de una escritura<br />

pianística que exige del intérprete,<br />

por supuesto en primer lugar<br />

dominio técnico del teclado,<br />

pero casi con mayor insistencia<br />

imaginación y recursos expresivos<br />

para poner en claro tan<br />

variada muestra de la fantasía<br />

rossiniana. Marangoni demuestra<br />

que tiene todas esas condiciones,<br />

además de un innato sentido<br />

del canto y el ritmo, porque<br />

en la mayoría de estas aparentemente<br />

sencillas páginas aflora de<br />

repente todo el lirismo y el despliegue<br />

melódico propios del<br />

compositor pesarense. Lecturas<br />

claras, sonoras, ricas, generosas,<br />

de una exposición tan espontánea<br />

como elaborada, las asociables<br />

a un artista en primer lugar<br />

joven; luego preparado y, además,<br />

muy compenetrado con la<br />

obra en atril.<br />

Fernando Fraga<br />

A. SCARLATTI:<br />

Il martirio de Santa Cecilia.<br />

NANCY ARGENTA, soprano; MARINELLA<br />

PENNICCHI, soprano; BERNHARD<br />

LANDAUER, contratenor; MARCO<br />

BEASLEY, tenor. I BAROCCHISTI.<br />

Director: DIEGO FASOLIS.<br />

2 CD CPO 777 258-2 (Diverdi). 2000.<br />

109’. DDD. N PN<br />

Toda recuperación<br />

de un<br />

oratorio de<br />

Alessandro<br />

Scarlatti debe<br />

ser bien recibida,<br />

pues<br />

esa parte de la historia del género<br />

es de todo punto crucial. Sin<br />

embargo, la presente grabación,<br />

que ha tardado ocho años en<br />

editarse, tiene puntos a favor y<br />

otros en contra. El concepto<br />

general, la ágil y clara dirección<br />

de Fasolis, la buena contribución<br />

instrumental —con excelentes<br />

solos de violín u oboe—,<br />

que contrapesa con creces la<br />

ocasional acidez de los timbres<br />

(Introduzione), constituye la<br />

columna vertebral sobre la que<br />

se sostiene la estilista y sólida<br />

interpretación. Hay incluso<br />

momentos de indudable brillantez,<br />

como la Sinfonía con trompetas<br />

y timbales en el centro de<br />

la primera parte. Ahora bien, el<br />

reparto no es todo lo redondo<br />

que sería de desear. Argenta, de<br />

voz pequeña y hasta algo chillona,<br />

saca adelante el papel de<br />

Cecilia, con momentos de intenso<br />

dramatismo como el arioso<br />

Sommo Padre y hasta despliega<br />

su mejor virtuosismo, caso del<br />

aria Voli il mio piè. A su lado, la<br />

soprano Pennicchi comparte<br />

también los mejores momentos<br />

de la versión, que pierde mucho<br />

al entrar en acción el pálido<br />

tenor o el descolorido contratenor.<br />

Desigual, con amplias<br />

zonas seriamente comprometidas<br />

por los cantantes, pero no<br />

carente del todo de interés.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

SCELSI:<br />

Nuits. Ko-tha. Dharana.<br />

Maknongon. Kshara. Okanagon.<br />

Mantram. ROBERT BLACK,<br />

contrabajo.<br />

MODE 188 (Diverdi). 2007. 70’. DDD.<br />

N PN<br />

Pranam II. To the master. Wo<br />

ma. Rotativa. Trio. Preghiera<br />

per un’ombra. Chukrum.<br />

ENSEMBLE 2E2M. ARS LUDI ENSEMBLE.<br />

MUSICATEATROENSEMBLE. ORQUESTA DE<br />

ROMA Y DEL LAZIO. Director: LUCA<br />

PFAFF.<br />

STRADIVARIUS STR33802 (Diverdi).<br />

2006. 76’. DDD. N PN<br />

Un disco de Giacinto Scelsi<br />

consagrado a obras para contrabajo:<br />

quizás se piense que pueda<br />

pesar en la escucha. Sin<br />

embargo, este CD de Mode es<br />

mucho más interesante y logrado<br />

que el propuesto por Stradivarius,<br />

sin duda más variado,<br />

pero que incluye unas piezas de<br />

poco valor, muy amateurs.<br />

¿Pero no era, acaso, Scelsi un<br />

gran amateur? Su excentricidad,<br />

el cultivo de un lenguaje que en<br />

muy poco seguía la tradición<br />

occidental y su apego a la<br />

improvisación lo convierten en<br />

un extraordinario diletante.<br />

Sobre este tema se inician las<br />

notas al programa que firma un<br />

buen conocedor del músico,<br />

Sharon Kanach, que abunda en<br />

el gusto de Scelsi por todo lo<br />

relacionado con la noche. El claroscuro<br />

impregna prácticamente<br />

toda la música del disco de<br />

Mode, formidablemente servida<br />

por Robert Black a partir de una<br />

toma de sonido amplia, ideal<br />

para recoger este gran sentido<br />

de la espacialidad. La primera<br />

de ellas, Nuits, es ya una declaración<br />

de intenciones. Resaltar<br />

esta obrita de 8 minutos en dos<br />

partes es de justicia, pues es una<br />

rareza. En su segunda sección,<br />

Le reveil profond (grabada antes<br />

por Kairos y Hat Art) se asiste a<br />

un estatismo tan doloroso como<br />

encantatorio. Es un momento<br />

especialmente grave en todo el<br />

catálogo de Scelsi, como lo es, y<br />

en alto grado, la extraordinaria<br />

Okanagon, para arpa amplificada,<br />

contrabajo y gong, con la<br />

particularidad de que el arpa<br />

está afinada en cuartos de tono.<br />

La introducción de un objeto<br />

metálico en el instrumento, para<br />

articular sus resonancias rítmicas,<br />

convierte a todo el conjunto<br />

en un gigantesco tambor de<br />

tonalidades espectrales.<br />

Ningún tema del disco de<br />

Stradivarius alcanza esta grandeza,<br />

entre otras cosas porque los<br />

músicos de Roma y Turín, aquí<br />

convocados, no aciertan a ofrecer<br />

un Scelsi en plenitud, a<br />

pesar de que las cualidades suficientemente<br />

probadas de Pranam<br />

II y Chuckrum superan<br />

cualquier escollo. Pero lo que<br />

llama la atención es la debilidad<br />

de ciertas piezas, que en absoluto<br />

transmiten esa profundidad<br />

del sonido que es marca del italiano.<br />

To the master, Rotativa,<br />

Preghiera… son de una excesiva<br />

simplicidad de trazo.<br />

Francisco Ramos<br />

SCHEIDT:<br />

Tabulatura nova, vol. 2. FRANZ<br />

RAML, órgano y clave.<br />

2 CD MDG 614 1497-2 (Diverdi). 2006.<br />

118’. DDD. N PN<br />

Raml acomete<br />

el segundo<br />

volumen de<br />

la Tabulatura<br />

nova<br />

(1624) de<br />

S a m u e l<br />

Scheidt, la publicación alemana<br />

temprana más importante de<br />

música para tecla, con sobriedad<br />

dentro de un plan de la diversificación<br />

máxima que le permiten<br />

las obras. Alterna órgano y clave<br />

y si en una obra como la Fuga<br />

95


D D I S I C S O C O S S<br />

SCHEIDT-STRAVINSKI<br />

96<br />

contraria inicial —pieza de<br />

notable envergadura— puede<br />

ser un punto seco, no pierde<br />

por ello claridad y musicalidad.<br />

Obtiene un buen resultado en<br />

cuanto a intimidad y concentración<br />

en la Fuga a 4, logrando<br />

en la extensa Alamande una<br />

magnífica construcción de conjunto.<br />

A su vez, sobre el órgano<br />

alcanza espacialidad —Echo ad<br />

manuale duplex forte & lene—<br />

y aplica apropiados registros,<br />

que lo mismo le adentran por la<br />

tierna sonoridad de Hertzlich<br />

lieb hab ich dich que por la<br />

vigorosa del Psalmus in die<br />

Nativitatis Christi y la importantísima<br />

Toccata final. Su ejecución<br />

es fluida —Cantio sacra—,<br />

enriquecida por una ágil articulación,<br />

como en el Hymnus<br />

“Christe qui Lux es & dies”. Instructiva<br />

y musical incursión, por<br />

lo tanto, en el barroco instrumental<br />

germano más antiguo.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

SCHUBERT:<br />

Trío con piano op. 99.<br />

Introducción, andante, tema y<br />

variaciones para flauta y piano<br />

D. 802. LARS VOGT, piano; ANTJE<br />

WEITHAAS, violín; TANJA TETZLAFF,<br />

violonchelo; CHIARA TONELLI, flauta;<br />

SILKE AVENHAUS, piano.<br />

AVI 8553099 (Harmonia Mundi) 2005.<br />

61’. DDD. N PN<br />

Aunque las<br />

primeras<br />

impresiones<br />

son las que<br />

no suelen<br />

fallar siempre<br />

es recomendable<br />

re-escuchar varias veces<br />

los discos para cerciorarse de<br />

que las sensaciones que producen<br />

no son ni fruto de la casualidad<br />

y ni circunstanciales. Se<br />

comenta esto porque en este<br />

caso la cosa estaba bien clara<br />

desde el principio, aunque al<br />

susodicho disco se le hayan<br />

practicado diferentes escuchas.<br />

Se trata de un Schubert flácido y<br />

con poca consistencia, sin entusiasmo<br />

ni fibra, un Schubert sin<br />

muchas pretensiones, falto de<br />

ideas y con poco poder comunicativo.<br />

¿Por qué? Para empezar<br />

se percibe que la versión proviene<br />

del vivo, pues los primeros<br />

movimientos no tienen nada<br />

que ver con el último: aquí los<br />

músicos parecen más inspirados<br />

y seguros de sí mismos, y de<br />

alguna forma más compenetrados<br />

como grupo. Protagonizan<br />

los primeros movimientos la falta<br />

de ideas y una prudencia<br />

excesiva, además de un desequilibrio<br />

sonoro molesto. A<br />

menudo falta piano o violon-<br />

chelo, según la ocasión, y la<br />

proporción sonora no acaba de<br />

ajustarse a lo requerido en las<br />

partituras. El conjunto aporta un<br />

sonido demasiado pequeño, eso<br />

sí, lleno de delicadeza, pero que<br />

no es suficiente para insuflar<br />

vida al Op. 99. En las Variaciones<br />

para flauta y piano descubrimos<br />

a una intérprete que desgraciadamente<br />

aburre (la obra<br />

tampoco es que sea de las mejores<br />

del catálogo del autor) y<br />

que, aun a pesar de su aseado<br />

discurso, no transmite alegría ni<br />

viveza. El sonido de la flauta no<br />

embelesa ni transmite, pecando<br />

de pequeñez y poca proyección.<br />

Las interpretaciones son correctas,<br />

pero una vez más la urbanidad<br />

resulta del todo insuficiente,<br />

si de lo que se trata es de disfrutar<br />

y vivir la música, aunque sea<br />

desde el asiento de casa.<br />

Emili Blasco<br />

SCHUBERT-RASMUSSEN:<br />

Sakontala D. 701. SIMONE NOLD<br />

(Sakontala), DONÁT HAVÁR<br />

(Duschmanta), MARTIN SNELL<br />

(Kanna), KONRAD JARNOT<br />

(Madhawia), STEPHAN LOGES<br />

(Durwasas). CORO DE CÁMARA DE<br />

STUTTGART. DEUTSCHE<br />

KAMMERPHILHARMONIE BREMEN.<br />

Director: FRIEDER BERNIUS.<br />

2 CD CARUS 83.218 (Diverdi). 2006.<br />

86’. DDD. N PN<br />

Entre las<br />

innumerables<br />

partituras<br />

incompletas<br />

de Schubert<br />

figuran los<br />

esbozos para<br />

dos actos de una ópera titulada<br />

Sacontala o Sakuntala, que el<br />

compositor abordó de octubre de<br />

1820 a principios de 1821. El<br />

estado de esos fragmentos, muy<br />

rudimentario, ha obligado al<br />

compositor danés Karl Aage Rasmussen<br />

a una auténtica labor de<br />

creación ex novo, lo que ha<br />

hecho con un estilo lo más semejante<br />

a Schubert que le ha sido<br />

posible. La labor es encomiable y<br />

permite conocer algunas ideas<br />

que parecen schubertianas, bien<br />

que como es sabido su dominio<br />

de las necesidades teatrales era<br />

más bien escaso. Una curiosidad,<br />

por lo tanto, en la que abunda la<br />

dulzura melódica y la falta de<br />

verdadera garra dramática, bien<br />

que momentos como el Finale<br />

del primer acto —que no está<br />

desprovisto de la influencia de<br />

las partes más solemnes de La<br />

flauta mágica— posean cierta<br />

fuerza, pero la mezcla de tonos,<br />

con momentos de comedieta<br />

muy trivial, no benefician precisamente<br />

al conjunto. Bernius<br />

extrae lo que puede de este<br />

experimento, con línea muy fina<br />

e instantes de conseguido lirismo.<br />

Convincente y homogéno<br />

trabajo del reparto, del que<br />

sobresale el tenor Havár. Para<br />

incondicionales de Schubert.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

SCHUMANN:<br />

Obras para piano y música de<br />

cámara, vol. IV. Humoresca op.<br />

20. Sonata op. 11. Bunte Blätter<br />

op. 99. Estudios sinfónicos op.<br />

13. ERIC LE SAGE, piano.<br />

2 CD ALPHA 124 (Diverdi) 2005-2007.<br />

126’. DDD. N PN<br />

N u e v a<br />

entrega de<br />

Eric Le Sage<br />

en lo que es<br />

su cuarto<br />

volumen de<br />

la integral<br />

que está llevando a cabo sobre la<br />

música tanto de piano como de<br />

cámara de Robert Schumann,<br />

que le sirve para reafirmarse en<br />

su propósito de ofrecer calidad e<br />

inspiración, seriedad y compromiso.<br />

Porque el pianista continúa<br />

abrumando con su toque pianístico<br />

lleno de calidez y sutilidades,<br />

repleto de variedad y múltiples<br />

detalles positivos. Sus interpretaciones<br />

son vivas y merecedoras<br />

de elogios; impregnadas de<br />

romanticismo y sobre todo de un<br />

Schumann bien descifrado, que<br />

con elocuencia alterna las diferentes<br />

personalidades que encierran<br />

las partituras. Le Sage sabe<br />

ser ponderado, he aquí otra de<br />

sus virtudes: no necesita de la<br />

exageración para plasmar en las<br />

obras belleza tímbrica, ya que su<br />

convincente y trabajado fraseo es<br />

natural y sin rarezas. Ahí se nota<br />

que se escucha cuando toca, ya<br />

que la calidad de su sonido es<br />

alta y muy cuidada. El músico<br />

invierte en tamañas misiones<br />

(todas las partituras incluidas en<br />

estos dos discos son de una<br />

envergadura y dificultad indiscutible)<br />

su energía, sus conocimientos,<br />

pero sobre todo un sentido<br />

musical lógico que con evidencia<br />

le eleva hasta las categorías superiores.<br />

Sus tempi son fruto de su<br />

implicación con la música; a<br />

veces un poco rápidos, estos se<br />

enmarcan generalmente dentro<br />

de la sensatez y proponen un<br />

discurso racional a la vez que<br />

efusivo. Versiones a tener muy<br />

en cuenta.<br />

Emili Blasco<br />

SCHÜTZ:<br />

Historia de la Resurrección.<br />

Musikalische Exequien. LA<br />

CHAPELLE RHÉNANE. Director: BENOÎT<br />

HALLER.<br />

K617 199 (Harmonia Mundi ). 2007. 76’.<br />

DDD. N PN<br />

Dos obras<br />

vocales de<br />

gran formato,<br />

dos oratorios,<br />

del alemán<br />

Heinrich<br />

Schütz nos<br />

ofrecen Benoît Haller y su La<br />

Chapelle Rhénane en esta ocasión<br />

(tras dos grabaciones dedicadas<br />

a sus motetes). La primera<br />

de ellas, con el título original<br />

Historia de la jubilosa y victoriosa<br />

resurrección de nuestro único<br />

salvador y redentor Jesucristo y<br />

compuesta en el año 1623, es<br />

considerada el primer oratorio<br />

conocido en lengua alemana.<br />

Una obra cuya importancia estilística,<br />

coinciden en señalar los<br />

especialistas, reside sobre todo<br />

en su muy conseguida síntesis<br />

de arcaísmo y modernidad, de<br />

espíritu luterano y frescura italiana.<br />

De hecho en esta obra<br />

vemos ejemplificado, mejor que<br />

en ninguna otra, cómo Schütz<br />

incorpora a su estilo más tradicional<br />

un profuso uso de novedades<br />

armónicas tales como<br />

acordes aumentados, frecuentes<br />

y evidentes disonancias de<br />

segunda, progresiones armónicas<br />

que yuxtaponen tonalidades<br />

distantes… Recursos semánticos<br />

que Schütz, como gran maestro<br />

que es, no duda en incorporar a<br />

la ortodoxia compositiva para<br />

acentuar el dramatismo del texto<br />

en cuestión. La segunda obra,<br />

Musikalische Exequien, es una<br />

música que Schütz escribió en<br />

1635 a petición de su amigo el<br />

príncipe Heinrich Posthumus<br />

von Reuss para acompañar el<br />

momento de su funeral. La partitura<br />

se divide en tres partes. Una<br />

primera, para seis voces, consiste<br />

en una sucesión de cuatro movimientos<br />

caracterizados por su<br />

riqueza expresiva y su contraste<br />

emotivo. Una segunda parte es<br />

un motete para doble coro de<br />

ocho voces. Y la última de ellas,<br />

Canticum B. Simeonis, para un<br />

coro principal de cinco voces y<br />

un distante “coro celestial” compuesto<br />

por dos sopranos y un<br />

barítono. La interpretación de<br />

Benoît Haller y La Chapelle Rhénane<br />

es, en ambas obras, algo<br />

que va más allá de la mera<br />

corrección. Intensidad, convicción<br />

y riqueza de matices y de


D D I S I C S O C O S S<br />

SCHEIDT-STRAVINSKI<br />

recursos expresivos, tanto en lo<br />

vocal como en lo instrumental.<br />

Cualidades interpretativas que se<br />

explicitan sobre todo en la<br />

segunda obra, en la música fúnebre,<br />

y que la convierten en una<br />

versión a tener muy presente.<br />

Jaime Rodríguez Pombo<br />

SCIARRINO:<br />

Lohengrin. DAISY LUMINI, voz.<br />

GRUPPO STRUMENTALE MUSICA D’OGGI.<br />

Director: SALVATORE SCIARRINO.<br />

STRADIVARIUS STR 57006 HAL<br />

(Diverdi). 1984. 44’. DDD. R PN<br />

En Lohengrin,<br />

la “Acción<br />

invisible para<br />

solista, instrumentos<br />

y<br />

voces”, Salvatore<br />

Sciarrino<br />

explota los ruidos producidos<br />

por la boca. La finalidad es provocar<br />

una cierta ambigüedad: el<br />

lenguaje empleado puede ser la<br />

expresión de una naturaleza animal,<br />

humana o infrahumana. La<br />

acción de Lohengrin es, justamente,<br />

“todo lo que sale de la<br />

boca”. Para Sciarrino, “la boca<br />

del personaje sería el centro neurálgico<br />

de la pieza. No tenemos<br />

necesidad de ver, sino solamente<br />

de escuchar”.<br />

El disco Lohengrin es reeditado<br />

por el sello Stradivarius a<br />

partir del original de Ricordi de<br />

1986 y es ahí donde se halla uno<br />

de los problemas que presenta<br />

la escucha de esta “acción invisible”.<br />

La calidad de aquellos<br />

registros de Ricordi dejaba<br />

mucho que desear. Era aquella<br />

una toma de sonido muy pobre,<br />

desvelando un trabajo poco<br />

afortunado de los responsables<br />

de grabación. Stradivarius, en<br />

lugar de presentar esta obra en<br />

una nueva producción, con un<br />

sonido limpio, lo que hace es<br />

reeditarla dentro de una serie<br />

llamada pomposamente Hallmarks.<br />

La única novedad reside<br />

en el cuadernillo, algo más cuidado<br />

y con traducción a dos<br />

idiomas del libreto y de un texto<br />

de Sciarrino tan poético e inasible<br />

como quiere ser su música.<br />

El segundo problema que<br />

plantea el disco es lo mal que ha<br />

envejecido Lohengrin. Si el tema<br />

que propone Sciarrino mantiene<br />

la atención, es solamente debido<br />

al conocimiento que obtenemos<br />

al leer el libreto, al conocer la<br />

peripecia del personaje de Elsa,<br />

envuelto en un mundo fantasmagórico<br />

y de pesadilla, que<br />

sólo se resuelve con la visión de<br />

Lohengrin con el cisne. Pero, en<br />

lo musical, en esta obra fracasan<br />

los elementos comunes de la<br />

paleta de Sciarrino, basados en<br />

la sugerencia, en el chasquido y<br />

el susurro, en la campanología.<br />

Estos signos comunes a su lenguaje,<br />

en lugar de dar vida a la<br />

obra, la dejan en estado inerme,<br />

sin reforzar, por ellos mismos,<br />

ninguno de los horrores que, se<br />

supone, atenazan a Elsa. Hay en<br />

Sciarrino un excesivo celo en<br />

proseguir una estética de lo<br />

mínimo sea cual sea el tema literario<br />

que se maneje y, en el caso<br />

de Lohengrin, la peripecia va<br />

por un lado y la voz y la instrumentación<br />

van por otro.<br />

Francisco Ramos<br />

SHOSTAKOVICH:<br />

Sinfonía nº 5 en re menor op.<br />

47. Siete romanzas op. 127.<br />

YVONNE NAEF, mezzosoprano; JULIETTE<br />

KANG, violín; HAI-YE NI, violonchelo.<br />

ORQUESTA DE FILADELFIA. CHRISTOPH<br />

ESCHENBACH, piano y director.<br />

ONDINE ODE 1109-5 (Diverdi). 2006-<br />

2007. 79’. SACD. N PN<br />

Hay que<br />

reconocer<br />

que lograr,<br />

en concierto,<br />

una lectura<br />

tan perfecta<br />

técnicamente<br />

podría ser un valor en sí mismo.<br />

Sin embargo, en una obra que<br />

ya desde sus comienzos, en esos<br />

saltos de sexta menor en figuraciones<br />

rítmicas apuntilladas que<br />

son auténticas preguntas sin respuesta,<br />

con toda la carga sociopolítica<br />

que arrastra, su enorme<br />

tensión emocional debería también<br />

acabar rompiendo por las<br />

costuras de esos pentagramas<br />

que gritan detrás de la mueca.<br />

En tal sentido, un simple ejemplo<br />

puede describir el preciosismo<br />

aterciopelado de la opción<br />

de Eschenbach: la suavidad<br />

esponjosa —frente a la incisividad—<br />

del colchón dáctilo sobre<br />

el que planea la inexpresividad<br />

nostálgica del segundo tema del<br />

Moderato (4’38’’). En otras palabras:<br />

una lectura donde el hedonismo<br />

sonoro prima sobre el<br />

fondo anímico que tiñe el papel.<br />

Las aristas que, como trucos<br />

de orquestación magistral, amenazan<br />

a cada paso están limadas<br />

para evitar el desgarro. A cambio<br />

se juega la carta de la belleza<br />

objetiva alumbrada por el virtuosismo<br />

pensilvano: una cuerda<br />

de una homogeneidad absoluta<br />

en esos auténticos saltos mortales<br />

sin red del primer movimiento,<br />

la perfecta sincronización —<br />

inhabitual, por sorprendente<br />

que parezca— piano/pizzicati<br />

en la sección 17, o la belleza del<br />

inadvertido glissando previo a la<br />

46 (16’48’’). Tras la agógica<br />

caprichosa de un Allegretto aje-<br />

no a toda mordacidad, el segundo<br />

bloque de la sinfonía sigue<br />

siendo una demostración del<br />

lujo sonoro que alberga esa lección<br />

de orquestación: la calidad<br />

de los divisi y el empaste cuerda<br />

en trémolo/maderas en el Largo,<br />

o el peso de un tutti masivo<br />

hasta el paroxismo de la sección<br />

111 del Allegro non troppo.<br />

Como complemento, una<br />

hermosa colección de siete<br />

Romanzas sobre poemas de Alexander<br />

Blok, con una Naef sensacional<br />

en diálogo íntimo con cada<br />

uno de los tres instrumentos.<br />

Juan García-Rico<br />

SIBELIUS:<br />

Kullervo. SOILE ISOKOSKI, soprano;<br />

TOMMI HAKALA, barítono. CORO<br />

MASCULINO YL. FILARMÓNICA DE<br />

HELSINKI. Director: LEIF SEGERSTAM.<br />

ONDINE ODE 1122-5 (Diverdi). 2007.<br />

78’. SACD. N PN<br />

Si Sibelius<br />

levantara la<br />

cabeza…<br />

Pues vería<br />

que una obra<br />

que en su día<br />

prohibió que<br />

se imprimiera es hoy habitual<br />

entre los directores de orquesta.<br />

Y no es para menos, pues<br />

Kullervo lo tiene todo para fascinar:<br />

es sinfonía, es poema sinfónico,<br />

es ópera y es cantata. O lo<br />

que es lo mismo, tiene drama,<br />

emoción y, sobre todo, épica, la<br />

que proporciona ese antihéroe<br />

autodestructivo que lleva la<br />

muerte allá por donde va y que<br />

es su protagonista. Su creador<br />

consideraba la partitura inmadura,<br />

y posiblemente no le falte<br />

razón: algunas secciones parecen<br />

innecesariamente hinchadas,<br />

hay pasajes reiterativos,<br />

pero también está el germen del<br />

Sibelius futuro, empezando por<br />

su búsqueda de inspiración en<br />

la música popular finlandesa o<br />

su forma de construir el edificio<br />

sonoro a partir de pequeñas<br />

células temáticas que, sorprendentemente,<br />

tienen un parentesco<br />

más que acusado con las de<br />

Philip Glass… Y Leif Segerstam<br />

parece disfrutar mostrándolas…<br />

Hace poco comentábamos<br />

aquí la versión de Osmo Vänskä<br />

en el marco de la edición completa<br />

de las obras de Sibelius<br />

que está llevando a cabo Bis.<br />

Era una versión interiorizada y<br />

psicologista, magnífica de principio<br />

a fin. Pues bien, ésta, con<br />

un enfoque mucho más dramático<br />

y teatral, no le va a la zaga.<br />

Segerstam es un director cada<br />

día más sabio, al que años y<br />

años de dedicación a este repertorio<br />

le han procurado una familiaridad<br />

y conocimiento tales,<br />

que sabe encontrar aspectos<br />

nuevos en cada partitura y<br />

exponerlos con la atención de<br />

un orfebre, sin perder por ello<br />

de vista la concepción global, la<br />

construcción y la expresión. Soile<br />

Isokoski, además, está<br />

espléndida, como en ella es<br />

habitual, y sólo a Tommi Hakala<br />

le falta un hervor para ser un<br />

Kullervo intimidante y trágico,<br />

que logre emocionarnos y<br />

sobrecogernos. Su aproximación<br />

es más bien plana, aunque para<br />

nada desdeñable. Si a todo ello<br />

añadimos una toma de sonido<br />

espectacular, con mucho relieve,<br />

poco más podremos hacer<br />

que recomendar encendidamente<br />

este trabajo.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

STRAVINSKI:<br />

La consagración de la<br />

primavera. Sinfonía en tres<br />

movimientos. SINFÓNICA DE<br />

BAMBERG. Director: JONATHAN NOTT.<br />

TUDOR 7145 (Diverdi). 2005-2006. 57’.<br />

SACD. N PN<br />

Ya es sorprendente<br />

que una nueva<br />

lectura de<br />

La consagración<br />

de la primavera<br />

no<br />

nos parezca un empeño gratuito.<br />

Que, además, nos parezca suficiente<br />

por sí misma, bien dirigida,<br />

bien administrada (porque se<br />

trata de una partitura que requiere<br />

“buena administración” de<br />

batuta) y con fuerza y poderío, es<br />

para estar contentos. Hay tantas<br />

referencias de esta obra, que sorprende<br />

que aún haya alguien<br />

que nos sorprenda, como Nott y<br />

su Sinfónica de Bamberg. No es<br />

que diga nada inédito, desconocido<br />

sobre esta partitura tan transitada.<br />

Sospechamos que obra<br />

tan difícil es difícil que sea mal<br />

interpretada hoy día, y no es<br />

paradoja; aunque hay clases y<br />

niveles. Nott acierta, no de manera<br />

espectacular, no como referencia,<br />

pero sí como una nueva lectura<br />

de calidad, de interés. El CD<br />

se completa con una obra<br />

espléndida posterior en tres<br />

décadas del Stravinski que ya<br />

vive en Estados Unidos hace<br />

años, la Sinfonía en tres movimientos,<br />

que no es exactamente<br />

lo contrario del Sacre, sino que a<br />

veces lo recuerda. También aquí<br />

parece riguroso e inspirado Nott<br />

como director y como buceador<br />

de sentidos. Un acoplamiento<br />

poco habitual, pero muy lógico,<br />

con lecturas de muy buen nivel.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

97


D D I S I C S O C O S S<br />

TORMIS-RECITALES<br />

TORMIS:<br />

Obras corales. HOLST SINGERS.<br />

Director: STEPHEN LAYTON.<br />

HYPERION CDA67601 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 72’. DDD. N PN<br />

Florian Deuter<br />

DESCONOCIDO, SOBERBIO VIVALDI<br />

98<br />

V erdadera<br />

institución en<br />

su Estonia<br />

natal, y en el<br />

conjunto de<br />

los países<br />

bálticos, Veljo<br />

Tormis (1930) es referencia<br />

inexcusable para la música coral<br />

de la segunda mitad del pasado<br />

siglo: su asimilación, a partir de<br />

1962, de los modelos de Bartók<br />

y Kodály y su permanente labor<br />

de recuperación del acervo tradicional<br />

estonio han cimentado<br />

esta posición y abierto nuevas<br />

vías en este terreno.<br />

Aunque existen numerosas<br />

recopilaciones de su música<br />

coral —ECM 1992 y 1999, Virgin<br />

1996, Finlandia 1995 (reeditada<br />

en Apex en 2004)—, no es<br />

menospreciable esta nueva<br />

aportación de Hyperion, lastrada<br />

quizá por una toma de sonido<br />

un tanto lejana, que no beneficia<br />

el registro grave, y por ciertas<br />

imprecisiones de las voces<br />

agudas; sin embargo, el repertorio<br />

ofrecido es difícilmente<br />

mejorable en su voluntad de<br />

recoger el universo sonoro de<br />

Tormis, desde la juvenil primera<br />

pieza de las Dos canciones sobre<br />

versos de Ernst Enno, fechada en<br />

1948, hasta las Cuatro nanas<br />

estonias (1989).<br />

El compositor elabora continuamente<br />

el modelo del canto<br />

nacional regilaul —metro binario,<br />

uso de textos no rimados con<br />

constantes aliteraciones, simplicidad<br />

formal—, con la típica alternancia<br />

antifonal entre voz solista<br />

y coro, y lo dota, tanto en composiciones<br />

propias como en<br />

aquellas más cercanas a la<br />

“recomposición” del original folclórico,<br />

de un trasfondo armónico<br />

cuyo estatismo no descarta la<br />

complejidad —Paisajes otoñales<br />

(1964), Tres canciones estonias<br />

de juego (1972)—, al tiempo que,<br />

en ocasiones, lo enriquece con<br />

recursos vocales más vanguardistas<br />

(recitado rítmico, parlato,<br />

susurros, silbidos), caso de la<br />

espectacular colección La herencia<br />

livona (1970).<br />

¿Recomendaciones de escucha?<br />

Comiencen tal vez por las<br />

contundentes Tres canciones del<br />

poema épico “Kalevipoeg” (1954-<br />

60) y concluyan con el melismatismo<br />

libre y expansivo del<br />

gozoso Recuerdo infantil (Llamadas<br />

de los pastores), de 1982:<br />

merece la pena conocer a esta<br />

genuina voz del Norte…<br />

Germán Gan Quesada<br />

VIVALDI: 12<br />

conciertos para violín.<br />

FLORIAN DEUTER, violín.<br />

HARMONIE UNIVERSELLE. Directores:<br />

FLORIAN DEUTER Y MÓNICA<br />

WAISMAN.<br />

2 CD ELOQUENTIA EL 0815<br />

(Harmonia Mundi). 2007. 110’. DDD.<br />

N PN<br />

Aunque parezca mentira, aún<br />

quedan rincones del Vivaldi<br />

instrumental más repetido (el<br />

de los conciertos para violín)<br />

sin explorar, como muestra<br />

este doble disco de Florian<br />

Deuter, que ofrece 12 obras<br />

pertenecientes al género, la<br />

mayoría de las cuales no<br />

habían sido nunca grabadas.<br />

Son conciertos escritos antes<br />

de la publicación de L’estro<br />

armonico (1710), esto es, de<br />

la juventud del compositor y<br />

que nunca formaron parte de<br />

una edición aparecida a lo<br />

largo de su vida. La autenticidad<br />

de algunos de ellos ha<br />

sido confirmada recientemente,<br />

aunque aún se duda de la<br />

del RV 274, que parece ser,<br />

en cualquier forma, uno de<br />

los más antiguos conciertos<br />

escritos por el músico. El RV<br />

TUMA:<br />

Partite, sonate e sinfonie.<br />

CONCERTO ITALIANO. Director:<br />

RINALDO ALESSANDRINI.<br />

NAÏVE OP 30436 (Diverdi). 2006. 70’.<br />

DDD. N PN<br />

F rantisek<br />

Ignac Antonin<br />

Tuma<br />

(1704-1774)<br />

es uno de<br />

esos compositores<br />

bisagra<br />

entre el Barroco y el Clasicismo<br />

que dieron un paso atrás<br />

por cada dos que avanzaban,<br />

por lo que en sus obras puede<br />

encontrarse de todo, desde<br />

auténtica veneración por el<br />

contrapunto a piezas escritas en<br />

un cristalino estilo galante,<br />

ensayos puramente rapsódicos,<br />

reminiscencias de la suite de<br />

danzas y experimentos virtuosísticos<br />

con el violín. La impresión<br />

en cualquier caso es la de<br />

un músico más apegado al<br />

pasado barroco de la música<br />

que a su futuro. Y no puede<br />

decirse que Tuma no estuviera<br />

en el sitio adecuado para asistir<br />

a la eclosión del estilo clásico,<br />

pues si estudió primero en Praga<br />

con los jesuitas y luego con<br />

175 es en realidad un concerto<br />

grosso, mientras que el RV<br />

Anh. 10, uno de los más<br />

extraordinarios del disco, está<br />

escrito en siete movimientos.<br />

Algunas de estas obras figuran<br />

en el anexo del catálogo<br />

de Ryom (por ello, aparecen<br />

marcadas como Anh.) y otras<br />

tienen doble numeración a<br />

causa de la reciente confirmación<br />

de su autoría.<br />

Las interpretaciones, de<br />

carácter camerístico, pero no<br />

minimalistas, son excelentes.<br />

En obras que plantean todo<br />

tipo de desafíos virtuosísticos,<br />

Florian Deuter demuestra una<br />

solvencia técnica absoluta y<br />

su sonido resulta de una versatilidad<br />

extraordinaria: se aligera<br />

o se hace más denso,<br />

despliega un intenso lirismo<br />

que puede llegar a la más<br />

dulce melancolía (Adagio de<br />

RV 275) e incluso a lo dramático<br />

(Largo de RV 176 o tiempos<br />

lentos de RV Anh. 10) o<br />

chisporrotea con ágil luminosidad<br />

(esos tiempos extremos<br />

de RV 220 o de RV 377), en<br />

función de los requerimientos<br />

de cada obra. Harmonie Universelle,<br />

que forman en su<br />

Fux, lo cierto es que se instaló<br />

en Viena muy joven (a los 18<br />

años) y en la capital imperial<br />

permaneció, con distintas ocupaciones,<br />

el resto de su vida.<br />

El monográfico de Alessandrini<br />

(dos partitas, tres sonatas,<br />

dos sinfonías) es, que yo sepa,<br />

el primero que se le dedica a su<br />

producción instrumental, aunque<br />

era posible encontrar algunas<br />

de estas obras (y otras) en<br />

grabaciones diversas. En la<br />

Sonata a 4 en la menor que<br />

abre el CD Alessandrini fuerza<br />

contrastes y ataques con vehemencia,<br />

aunque la tendencia<br />

general del disco es a una<br />

mayor suavidad, lo cual no obsta<br />

para que las articulaciones<br />

estén muy marcadas, las acentuaciones<br />

sean vigorosas y todo<br />

resulte de notable teatralidad. Se<br />

trata de una interpretación de<br />

carácter minimalista, muy clara<br />

por ello y de tempi ligeros, pese<br />

a lo cual en los pasajes más contrapuntísticos<br />

las texturas resultan<br />

de apreciable densidad y<br />

peso; la agógica está tratada con<br />

reconocible flexibilidad, si bien<br />

la sonoridad general resulta un<br />

tanto adusta y rectilínea.<br />

Pablo J. Vayón<br />

mayor parte conocidos instrumentistas<br />

barrocos, usa un<br />

fraseo bien articulado y unos<br />

contrastes agudos y bien marcados,<br />

pero eludiendo los ataques<br />

excesivamente violentos<br />

y los cambios bruscos de<br />

dinámicas y tempi, con lo<br />

que, sobre unas texturas de<br />

trama suficientemente densa<br />

y compacta, consigue trazos<br />

elegantes y superficies flexibles<br />

y sinuosas. El continuo<br />

es rico y variado, con inclusión<br />

de violonchelos, contrabajo,<br />

arpa, laúd, tiorba, órgano<br />

y clave en diferentes combinaciones.<br />

Extraordinaria<br />

novedad vivaldiana.<br />

Pablo J. Vayón<br />

VAUGHAN WILLIAMS:<br />

On Wenlock Edge. Quinteto<br />

con piano en do menor.<br />

Romanza y pastoral. MARK<br />

PADMORE, tenor. SCHUBERT ENSEMBLE.<br />

CHANDOS CHAN 10465. (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 60’. DDD. N PN<br />

Escrita para<br />

tenor y cuarteto<br />

con piano<br />

sobre textos<br />

de Housman,<br />

un poeta<br />

requerido<br />

con frecuencia por los músicos<br />

británicos, On Wenlock Edge es<br />

una obra de 1909. El ciclo muestra<br />

la maestría adquirida por un<br />

compositor que en esa misma<br />

época escribiría su Primera Sinfonía<br />

y Las avispas, con esos<br />

toques tan suyos, de un lirismo<br />

tan especial, unidos a reminiscencias<br />

populares, que se han<br />

convertido en el epítome de la<br />

música de su país. Mark Padmore<br />

la canta muy bien, con una<br />

expresividad muy suya pero no<br />

creo que supere la reciente versión<br />

de James Gilchrist con el<br />

Fitzwilliam y Anna Tilbrook<br />

(Linn). En el Quinteto —para<br />

piano, violín, viola, violonchelo<br />

y contrabajo— y que se escribió


D D I S I C S O C O S S<br />

TORMIS-RECITALES<br />

entre 1903 y 1905, aparece —<br />

como señala Michael Kennedy<br />

en sus notas— la sombra de<br />

Brahms y es muy curioso —apasionante<br />

para sus seguidores—<br />

cómo la personalidad del autor<br />

trata de imponerse en el segundo<br />

tema del primer movimiento<br />

casi en una lucha titánica para<br />

aparecer en el Andante —con<br />

protagonismo del piano— de<br />

forma más evidente. Romaza y<br />

pastoral es una pieza escrita al<br />

menos diez años antes de su<br />

publicación en 1923, muy lírica,<br />

con el violín tratando de volar<br />

como aquella alondra a la que<br />

inevitablemente recuerda en su<br />

primer tiempo. Muy buenas versiones<br />

del Schubert Ensemble.<br />

Claire Vaquero Williams<br />

WAGNER:<br />

Dúos de Tristán e Isolda.<br />

DEBORAH POLASKI, soprano; JOHAN<br />

BOTHA, tenor. SINFÓNICA DE LA RADIO<br />

DE VIENA. WIENER SINGVEREIN.<br />

Director: BERTRAND DE BILLY.<br />

OEHMS OC 626 (Galileo MC). 2004-<br />

2005. 76’. DDD. N PM<br />

Reúne este<br />

compacto los<br />

tres momentos<br />

en que<br />

los protagonistas<br />

wagnerianos<br />

cantan<br />

dúos: el encuentro y el final<br />

del primer acto, el célebre y prolongado<br />

instante del segundo, y<br />

el final del mismo. Intervienen,<br />

fugazmente, Kurwenal (Eros<br />

Strumazotti), Brangania (Heide<br />

Brunner) y Melot (Jerry Ziegler).<br />

Polaski tiene cuerpo, registros<br />

y timbre adecuados a su<br />

ardua faena. La voz muestra<br />

cierta fatiga, especialmente en la<br />

ancha vibración que torna indecisas<br />

las alturas de unas cuantas<br />

notas. Su dicción es correcta.<br />

Botha propone un Tristán lírico<br />

y sensible, a veces falto de<br />

empuje en el agudo, pero inobjetable<br />

como resultado musical.<br />

Los demás cantantes aportan su<br />

probidad. Billy, experto en la<br />

dirección de óperas, aligera todo<br />

lo posible la trama orquestal,<br />

brillante de color, sacando cuanto<br />

puede el zumo dramático de<br />

la obra y equilibrando el discurso<br />

con las voces. Bien, el coro.<br />

Blas Matamoro<br />

El Tablón de<br />

<strong>Scherzo</strong>.es<br />

Federico Maria Sardelli<br />

TEATRAL Y EQUILIBRADO<br />

VIVALDI: Orlando furioso.<br />

ANNE DESLER (Orlando), NICKI<br />

KENNEDY (Angelica), MARINA DE<br />

LISO (Alcina), LUCIA SCIANNIMANICO<br />

(Bradamante), LUCA DORDOLO<br />

(Medoro), THIERRY GREGOIRE<br />

(Ruggiero), MARTIN KRONTHALER<br />

(Astolfo). CORO DE CÁMARA<br />

ITALIANO. MODO ANTIQUO.<br />

Director: FEDERICO MARIA SARDELLI.<br />

3 CD CPO 777 095-2 (Diverdi). 2002.<br />

168’. DDD. N PN<br />

Grabado en 2002 durante la<br />

presentación de la obra en el<br />

Festival de Ópera de Barga, al<br />

fin se publica este registro del<br />

Orlando furioso de Vivaldi,<br />

una de las óperas más conocidas<br />

del compositor, estrenada<br />

en 1727 y basada en Ariosto,<br />

como la trilogía haendeliana<br />

de la década siguiente (Orlando,<br />

Ariodante, Alcina). Después<br />

de Atenaide (en Naïve) y<br />

de Tito Manlio y Arsilda (también<br />

en CPO) es ésta la cuarta<br />

ópera del veneciano que lleva<br />

al disco Federico Maria Sardelli,<br />

que ante la ausencia de sinfonía<br />

de apertura original<br />

incluye aquí la de Farnace, en<br />

la que el director italiano, acaso<br />

llevado por el título de la<br />

obra, aplica un tipo de interpretación<br />

que parece contradecir<br />

su filípica contra el efectismo<br />

de otros intérpretes que<br />

recogía Ana Mateo en entrevista<br />

publicada en el SCHERZO<br />

RECITALES<br />

MARIA CALLAS. Soprano.<br />

Birth of a Diva. Páginas de La<br />

traviata, La Gioconda, Tristano e<br />

Isotta, Norma, I puritani.<br />

SINFÓNICA DE LA RAI DE TURÍN.<br />

Directores: GABRIELE SANTINI,<br />

ANTONINO VOTTO, ARTURO BASILE.<br />

WCJ 2594 69814-4 (Warner). 1949-<br />

1953. 69’. R PE<br />

P rimeros<br />

registros de<br />

Maria Callas,<br />

en su momento<br />

censados<br />

en el<br />

catálogo<br />

Cetra, añadiendo a su primer recital<br />

selecciones de sus dos primeras<br />

óperas completas. El recital de<br />

1949 supuso entonces una conmoción,<br />

aún hoy apreciable, al<br />

incluir momentos tan dispares<br />

como la muerte de Isolda (en italiano,<br />

desde luego) junto a la<br />

nº 231 de junio pasado, pues<br />

aquí hay contrastes dinámicos<br />

y agógicos, ataques y acentos<br />

que rozan lo furibundo, por no<br />

hablar de esas suspensiones<br />

(¿efectistas?) causadas por el<br />

alargamiento de los silencios.<br />

La versión resulta por otro<br />

lado muy teatral y equilibrada.<br />

El conjunto instrumental es<br />

reducido: diez instrumentos de<br />

cuerda, incluido el contrabajo<br />

del continuo, que completan<br />

clave y tiorba o guitarra, más los<br />

vientos requeridos en diferentes<br />

momentos de la obra (dos oboes,<br />

dos trompas, dos trompetas,<br />

flauta travesera y fagot), más<br />

que suficiente en cualquier caso<br />

para sostener a un elenco vocal<br />

de notable homogeneidad y en<br />

el que nadie destaca de forma<br />

especial, pero que se adapta de<br />

modo admirable al estilo. Entre<br />

las voces femeninas, resulta<br />

especialmente expresiva la de<br />

Marina de Liso, que hace una<br />

Alcina oscura y exquisitamente<br />

fraseada, mientras que Lucia<br />

Sciannimanico da a Bradamaente<br />

un toque singular con las<br />

hermosas veladuras de su registro<br />

grave. Más ligera que lírica<br />

la Angelica de Nicki Kennedy,<br />

algo justa por los graves, mejor<br />

por ello en las arias de agilidad<br />

que en las expresivas. Orlando<br />

está a cargo de Anne Desler,<br />

una mezzo que me era por<br />

completo desconocida hasta<br />

entrada de Norma y a la locura de<br />

Elvira. Porque pasar de la densidad<br />

tímbrica de la heroína wagneriana,<br />

expuesta con dolorosa<br />

intensidad, a la ligereza y agilidad<br />

del Vien, diletto belliniano es un<br />

alarde vocal, sin hablar del expresivo,<br />

insólito en la historia del<br />

canto. Aquí Casta diva es una de<br />

las mejores interpretaciones legadas<br />

por Callas, mientras que de la<br />

seguida cabaletta, pletórica de<br />

posibilidades instrumentales,<br />

lograría en el futuro lecturas más<br />

acabadas. Lo mismo puede decirse<br />

de la Valéry de 1953, aunque el<br />

personaje aparece ya bien delimitado,<br />

tal como puede comprobarse<br />

con estos fragmentos que<br />

pasan de la euforia del acto I al<br />

patetismo del último, con la acertada<br />

inclusión del Amami, Alfredo<br />

que luego llevaría a límites insuperables<br />

en la Scala en 1955 con<br />

Visconti. Escuchar a la Callas, tras<br />

ahora. El timbre no impacta<br />

precisamente por su belleza y el<br />

material de partida no resulta<br />

especialmente destacable, pero<br />

la cantante lo maneja de forma<br />

extraordinaria por técnica (estupendas<br />

las coloraturas), por teatralidad<br />

y por línea de canto,<br />

componiendo un protagonista<br />

ambiguo y de compleja evolución<br />

a lo largo del drama. Entre<br />

los hombres, Luca Dordolo tiene<br />

una voz limpia y clara que<br />

suena natural y espontánea,<br />

Thierry Gregoire es un contratenor<br />

más que solvente y el<br />

barítono Martin Kronthaler<br />

destaca por la flexibilidad de<br />

unos medios no especialmente<br />

generosos. La versión que Spinosi<br />

grabó para la Edición<br />

Vivaldi de Naïve (en fecha<br />

posterior a la de este registro)<br />

me parece globalmente superior,<br />

pero ésta no decepcionará<br />

a ningún aficionado.<br />

Pablo J. Vayón<br />

esta Violetta tan acertadamente<br />

descrita en su irreversible camino<br />

hacia la muerte a la saludable Gioconda,<br />

extraordinariamente descrita<br />

en su conflictiva situación sentimental,<br />

es otro alarde de la Divina<br />

que merece una escucha atenta. El<br />

disco incluye el dúo con Laura<br />

(con la Barbieri, crecida, poniéndose<br />

a la altura de la soprano), ese<br />

auténtico monumento que es su<br />

Suicidio con algunos momentos<br />

de recitado al final de la ópera<br />

(oportunidad para escuchar fugazmente<br />

el Barnaba de Paolo Silveri),<br />

a través de los cuales la intérprete<br />

lograba dar al personaje tal<br />

estatura dramática que aún no ha<br />

sido superada ni igualada. Francesco<br />

Albanese es un correcto, a<br />

veces ausente, Alfredo y las tres<br />

batutas acompañan con la discreción<br />

y el oficio pertinentes.<br />

Fernando Fraga<br />

99


D D I S I C S O C O S S<br />

RECITALES<br />

100<br />

JONAS KAUFMANN. Tenor.<br />

Arias románticas. Páginas de La<br />

bohème, Carmen, Martha,<br />

Tosca, Don Carlos, Der<br />

Freischütz, La traviata, Manon,<br />

Rigoletto, Faust, Die<br />

Meistersinger, La damnation de<br />

Faust y Werther. JANA SIBERA,<br />

soprano. FILARMÓNICA DE PRAGA.<br />

Director: MARCO ARMILIATO.<br />

DECCA 474 9966 (Universal). 2007. 65’.<br />

DDD. N PN<br />

Este tenor<br />

afecto a algunos<br />

teatros<br />

europeos<br />

(Stuttgart,<br />

Zúrich) donde<br />

se ha creado<br />

un sólido y variopinto<br />

repertorio, de Tamino a Florestan,<br />

pasando por Don José y con<br />

proyecto inmediato de un<br />

Lohengrin, cuenta con muchas<br />

bazas para convertirse en una<br />

estrella, si no lo es ya. Tiene una<br />

bonita voz, muy mediterránea a<br />

pesar de sus orígenes alemanes,<br />

canta con desahogo, capacidades<br />

y gusto y además es un<br />

buen actor. Ser guapo y con<br />

buena figura resulta un doble<br />

complemento más. Para su primer<br />

recital —antes se le había<br />

escuchado en varias grabaciones<br />

discográficas y se le puede ver<br />

en filmadas producciones zuriquesas,<br />

incluido un Fidelio que<br />

no llegó a cantar en Madrid con<br />

Abbado— ha elegido este ramillete<br />

de héroes franceses, alemanes<br />

e italianos que pueden dar<br />

buena cuenta de su personalidad<br />

e intenciones. Entre los<br />

extremos, el lirismo italiano de<br />

Rodolfo o Alfredo y el francés<br />

de Faust por un lado y el más<br />

pesado y denso Max weberiano<br />

por el otro, por no hablar del<br />

intranquilo Don Carlos verdiano.<br />

Kaufmann ofrece lecturas bien<br />

trabajadas, con una voz de contornos<br />

preferentemente líricos<br />

pero que ocasionalmente aparece<br />

coloreada con tintes más<br />

espesos y oscuros, bien resuelta<br />

en la emisión (a veces el extremo<br />

agudo se contrae un tanto) y<br />

en la proyección. Desarrolla<br />

muy bien las melodías, dejando<br />

aquí y allá algún que otro personal<br />

matiz, dulces medias voces,<br />

respetando las indicaciones (por<br />

ejemplo, el si bemol del aria de<br />

la flor de Don José aunque no<br />

sea del todo diminuendo). El<br />

tenor está muy a gusto como<br />

Alfredo Germont, donde incluye<br />

la cabaletta con sobreagudo<br />

(algo dura la nota), en una bien<br />

dosificada E lucevan le stelle de<br />

Cavaradossi, en un desprendido<br />

racconto rodolfiano de Bohème<br />

y en un Pourquoi me réveiller de<br />

Werther que refleja con el crescendo<br />

emocional correspondien-<br />

Measha Brueggergosman<br />

CONTAGIOSO<br />

MEASHA<br />

BRUEGGERGOSMAN.<br />

Soprano.<br />

Surprise. Obras de Bolcom,<br />

Schoenberg y Satie. WILLIAM<br />

BOLCOM, piano. SINFÓNICA DE LA<br />

BBC. Director: DAVID ROBERTSON.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 477<br />

6589 (Universal). 2007. 60’. DDD.<br />

N PN<br />

Impresionante esta joven<br />

dama de la canción, Measha<br />

Brueggergosman, esta artista<br />

sonriente hasta el dolor, actriz<br />

y diseuse además de gran cantante,<br />

una afroamericana de<br />

cabello enredado y sonrisa<br />

contagiosa. Es una voz de<br />

soprano que lo mismo tira<br />

hacia lo operístico que pone<br />

rumbo a lo ablusado, lo popular,<br />

lo folk e incluso la música<br />

ligera. Ahí tienen ese breve<br />

recital de siete canciones cabareteras<br />

de Bolcom, que como<br />

compositor parece inspirarse<br />

en fuentes muy distintas: Blake,<br />

Arthur Miller, Frank Norris,<br />

y ahora unos poemas de<br />

Arnold Weinstein para el<br />

te. Es preferible el Faust de Berlioz<br />

al de Gounod (donde concluye<br />

la misma aguda hazaña<br />

que en Carmen) porque el primero<br />

parece irle mejor a su personalidad.<br />

La misma apreciación<br />

se desprende juzgando su Lyonel<br />

de Flotow en relación con el<br />

Walther de Wagner, éste de una<br />

rara y mórbida poesía. Buena<br />

muestra de lo que puede ser su<br />

Duque de Mantua es la digna<br />

lectura del Parmi veder le lagrime,<br />

capaz de trasmitir la elegancia<br />

y la sensualidad del verdiano<br />

personaje. Sobresaliente su Des<br />

Grieux de Saint-Sulpice. Armiliato<br />

con la Filarmónica de Praga<br />

está en su sitio: dirige con tino y<br />

apoya al solista.<br />

Fernando Fraga<br />

ORQUESTA DE<br />

CADAQUÉS.<br />

Obras de Guinovart, Morera y<br />

Chaikovski. ROSA MATEU, soprano.<br />

Director: VASILI PETRENKO.<br />

TRITÓ TD 0039 (Diverdi). DDD. 2006.<br />

65’. N PN<br />

Dentro de la colección Cadaqués<br />

live recording, grabaciones<br />

hechas en directo de los conciertos<br />

de la Orquestra de Cadaqués<br />

en el Festival de Música de la<br />

bella localidad de la Costa Brava<br />

music hall. Y en la voz de<br />

Measha Brueggergosman esto<br />

es una maravilla. Bolcom “visita”<br />

el Kabaret europeo, claro<br />

está, y también a Kurt Weill,<br />

que para eso es puente a<br />

ambos lados del Océano. Y ahí<br />

entran las canciones también<br />

cabareteras de Schoenberg<br />

(que, como sabemos, no era<br />

únicamente severo), terreno en<br />

el que el maestro vienés podía<br />

encontrarse con el joven Weill<br />

y con algún que otro “renegado”<br />

de su escuela, como Paul<br />

Dessau o quién sabe qué descarriado<br />

más. El propio Schoenberg<br />

se descarría en estos<br />

Brettl-Lieder, aunque debió de<br />

haber para ello una buena<br />

razón. Las orquestaciones son,<br />

salvo una, de Patrick Davin. La<br />

serie de ocho es sensacional, y<br />

merece la escucha y la admiración:<br />

no seamos severos siempre<br />

con Schoenberg. Y, para<br />

concluir, canciones montparnassianas<br />

de Satie, criatura<br />

montmartroise: La Diva del<br />

Empire, Je te veux y otras tres.<br />

Es como la traca final, el fin de<br />

catalana, este<br />

CD gira en<br />

torno al pianista<br />

y compositor<br />

Albert<br />

Guinovart,<br />

quien hilvana<br />

tres homenajes en las figuras de<br />

Salvador Dalí, Enric Morera y<br />

Wolfgang Amadeus Mozart. En<br />

el primero, orquesta una pieza<br />

en principio escrita por él mismo<br />

para piano a cuatro manos, La<br />

vida secreta: música con claros<br />

ecos americanos e inspirada en<br />

el espíritu del pintor más que en<br />

sus propias obras. En el segundo,<br />

traslada a la orquesta las<br />

Cançons de carrer (Canciones<br />

callejeras) del maestro Morera,<br />

potenciando la voz de la soprano<br />

Rosa Mateu —con su característica<br />

entrega y reciedumbre<br />

vocal— mediante una conveniente<br />

instrumentación de poca<br />

densidad aunque de mucho<br />

colorido. Y el tercero es una<br />

obra que Chaikovski compuso<br />

llevado por su admiración hacia<br />

la música del genio de Salzburgo,<br />

Suite nº 4 en sol mayor, op.<br />

61, “Mozartiana”. Pese a una<br />

toma de sonido no muy brillante,<br />

aunque suficiente, podemos<br />

confirmar una vez más la calidad<br />

de la Orquesta de Cadaqués,<br />

aquí bajo la batuta del ruso Vasili<br />

Petrenko, quien mantiene el<br />

fiesta. El disco, no hace falta<br />

insistir en ello, es uno de esos<br />

productos en los que coinciden<br />

de manera feliz la música<br />

culta y la ligera, y eso no sólo<br />

nos agrada, sino que nos<br />

sugiere muchas cosas. Measha<br />

Brueggergosman, por otra parte,<br />

es una artista como la copa<br />

de un pino, y nos ofrece un<br />

recital espléndido en el que el<br />

Kabaret está teñido de Hollywood,<br />

sin por eso sufrir<br />

menoscabo. La acompañan<br />

Bolcom al piano o David<br />

Robertson con la BBC. Apenas<br />

nada. Una maravilla, de veras.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

alto nivel conseguido por Gianandrea<br />

Noseda (director principal<br />

de la formación) y por sir<br />

Neville Marriner (principal director<br />

invitado), y quedan de relieve<br />

las dotes de orquestador de<br />

Albert Guinovart.<br />

José Guerrero Martín<br />

ANNE SOFIE VON OTTER.<br />

Mezzo.<br />

En mi elemento. Obras de<br />

Offenbach, Bizet, Strauss,<br />

Monteverdi, Haendel, Mozart,<br />

Brahms, Chaminade, Mahler,<br />

Dowland, Grieg, Weill y<br />

Costello.<br />

2 CD DEUTSCHE GRAMMOPHON 477<br />

2077 (Universal). 1989-2004. 151’.<br />

DDD. R/N PN<br />

Tras 30 años<br />

de carrera y<br />

un cuarto de<br />

siglo de grabaciones,<br />

he<br />

aquí un excelente<br />

retrato<br />

de la cantante sueca y un buen<br />

resumen de su repertorio. La<br />

acompañan su pianista habitual,<br />

Bengt Forsberg, y una brillante<br />

serie de directores: Abbado, Minkowski,<br />

Levine, Sinopoli. El<br />

menú es variadísimo: Offenbach,<br />

Bizet, Strauss, Monteverdi, Haen-


D D I S I C S O C O S S<br />

RECITALES<br />

del, Mozart (en lo operístico),<br />

Brahms, Chaminade, Mahler,<br />

Dowland, Grieg, Weill (en cámara)<br />

y Elvis Costello, autor y guitarrista<br />

en números de ligereza.<br />

Mezzo lírica, se halla en su<br />

elemento, sobre todo, en el<br />

mundo clásico y barroco. No<br />

desmerece como el Compositor<br />

straussiano de Ariadna en<br />

Naxos y queda exótica en ópera<br />

francesa. Su versatilidad lingüística,<br />

infalible musicalidad y probada<br />

imaginación poética, la<br />

autorizan en la canción de<br />

cámara, particularmente en los<br />

músicos de su vecindad, aquí<br />

representados por Grieg. Von<br />

Otter, además, graba brillantemente<br />

gracias a una voz perfectamente<br />

microfónica, lo cual<br />

asegura una larga memoria y un<br />

amplia difusión a favor de sus<br />

escuchas. Los acompañantes son<br />

todos de obvia calidad.<br />

Blas Matamoro<br />

STEFFEN<br />

SCHLEIERMACHER. Pianista.<br />

Obras de Berg, Apostel, Klein y<br />

Adorno.<br />

MDG 613 1475-2 (Diverdi). 2006. 73’.<br />

DDD. N PN<br />

S teffen<br />

Schleiermacher<br />

es incansable.<br />

Lo mismo<br />

bucea en<br />

las obras para<br />

piano de los<br />

compositores asiáticos, como<br />

aborda un músico tan sobrevalorado<br />

e insustancial como John<br />

Cage o se deja llevar por las<br />

extenuantes repeticiones de Philip<br />

Glass; ataca lo más radical de<br />

la escuela de Darmstadt, o se<br />

acerca a los clásicos de la vanguardia.<br />

Su curiosidad es insaciable,<br />

y lo mejor de todo es que<br />

sus proyectos son siempre interesantes<br />

y están abordados con<br />

rigor. Uno de ellos investiga la<br />

Segunda Escuela de Viena, pero<br />

buscando también a aquellos<br />

otros creadores que hay más allá<br />

de los Schoenberg, Webern y<br />

Berg. De él nos llega ahora un<br />

tercer volumen, centrado en este<br />

último compositor, el más<br />

romántico de los discípulos del<br />

padre del dodecafonismo, y en<br />

sus alumnos.<br />

Como no podía ser menos,<br />

el disco se abre con la Sonata<br />

op. 1 de Berg, una obra de una<br />

expresividad exacerbada, que<br />

será marca de fábrica de este<br />

creador, y que el pianista traduce<br />

con clarividencia. Seguramente<br />

es la única obra bien conocida<br />

de todo el programa, que<br />

prosigue con la Kubiniana<br />

(1947) de Hans Erich Apostel<br />

Hans Vonk<br />

EL LEGADO DE HANS VONK<br />

HANS VONK. Director.<br />

Obras de Debussy, Ravel y<br />

Roussel. SINFÓNICA DE SAINT LOUIS.<br />

PENTATONE PTC 5186319 (Diverdi).<br />

1999-2001. 70’. DDD. N PN<br />

MESSIAEN: Sinfonía<br />

Turangalila. GARRICK OHLSSON,<br />

piano; JEAN LAURENDEAU, ONDAS<br />

MARTENOT. SINFÓNICA DE SAINT<br />

LOUIS. Director: HANS VONK.<br />

PENTATONE PTC 5186320 (Diverdi).<br />

1999. 74’. DDD. N PN<br />

En 1996, el director de orquesta<br />

holandés Hans Vonk (1942-<br />

2004) tomaba posesión como<br />

titular de la Sinfónica de Saint<br />

Louis, Missouri. Dimitió en<br />

2002 por motivos de salud, y<br />

dos años después fallecía a<br />

causa de un mal neurodegenerativo.<br />

Su vida, pues, no fue larga,<br />

pero su legado es importante.<br />

La Orquesta de Saint Louis<br />

le rinde homenaje con la edición<br />

de una serie de discos<br />

cuyos registros fueron seleccionados<br />

por el propio Vonk después<br />

de su dimisión. Los fonogramas<br />

son tomas en vivo de<br />

conciertos de la orquesta. Destacamos<br />

aquí dos discos<br />

espléndidos con música francesa<br />

del siglo pasado.<br />

Como es sabido, la Sinfonía<br />

Turangalila de Messiaen<br />

no precisa de un virtuosismo<br />

especial, pero sí de un director<br />

que planifique bien, que destaque<br />

los colores y marque las<br />

intensidades y las métricas<br />

cambiantes de esta partitura<br />

rica, expresiva y distinta para el<br />

momento en que se compuso<br />

esta secuencia sinfónica en<br />

diez movimientos (1948). Vonk<br />

se muestra en todo eficaz, y<br />

también inspirado, de manera<br />

que esta sinfonía del amor profano<br />

que no olvida lo sagrado<br />

(1901-1972), una colección de<br />

diez aforismos inspirados en la<br />

obra del pintor Alfred Kubin, de<br />

lenguaje relativamente simple y<br />

cercano a la improvisación. En<br />

cambio, Fritz Heinrich Klein<br />

(1892-1972), aunque hoy olvidado,<br />

parece que jugó un papel<br />

trascendental en su maestro,<br />

pues creó un acorde que él llamó<br />

“madre” y que incluía no<br />

sólo las doce notas, sino también<br />

los intervalos, y que Berg<br />

usó en la Suite lírica y Lulu.<br />

Klein lo utilizó en Die Maschine<br />

(1921), una autoparodia para<br />

piano a cuatro manos que sorprende<br />

por su modernidad y sus<br />

intuiciones. Una obra interesantísima,<br />

como lo son también las<br />

aforísticas Diez piezas (1922),<br />

que Klein llama “extonales” a fin<br />

de evitar el término “atonal”.<br />

Estamos, pues, ante un compositor<br />

a quien su mala relación<br />

con Schoenberg parece que<br />

pasó factura, pero al que habría<br />

que redescubrir. Por último, se<br />

presentan algunas miniaturas de<br />

Theodor W. Adorno (1903-<br />

1969), quien acabaría sustituyendo<br />

la composición por la<br />

filosofía, y cuya música no deja<br />

de ser una curiosidad.<br />

tiene en su batuta una nueva<br />

referencia indiscutible. Vonk<br />

dirige la centuria con energía,<br />

con sabiduría, mas también<br />

con la sensación de libertad<br />

que los momentos solistas (no<br />

sólo del piano y de las ondas<br />

Martenot, sino de la abundancia<br />

de episodios “camerísticos”<br />

que surgen y regresan a lo largo<br />

de estos casi 75 minutos de<br />

música). Una excelente referencia<br />

tanto para el aficionado<br />

que desconozca la obra, que<br />

con este disco se iniciará en<br />

ella de manera muy adecuada,<br />

como del que busca lecturas<br />

distintas o complementarias a<br />

lo ya dicho.<br />

Vonk fue un gran bruckneriano,<br />

y también excelente<br />

mahleriano. Podría pensarse<br />

que eso le especializaba en<br />

mundos sonoros ajenos a la<br />

sugerencia y el color de la<br />

escuela francesa que tiene a<br />

Debussy como figura insuperable.<br />

Pero no es así. Vonk consigue<br />

una secuencia francesa de<br />

sabor y autenticidad innegables.<br />

En primer lugar con El mar<br />

(2001), un mar que en él tiende<br />

a la insinuación, que no es un<br />

mar afirmativo (sería una<br />

opción legítima, es la de algunos<br />

grandes maestros), sino<br />

pensado, puede que soñado,<br />

sin que esto lo retrotraiga a lo<br />

romántico o a lo subjetivo. Al<br />

contrario, Vonk se muestra analítico<br />

y objetivista; el resultado<br />

es un Mar magistral, distinto a<br />

muchos, pero dentro de una<br />

escuela moderna y poco dada a<br />

las nieblas del pasado. El feliz<br />

emparejamiento de los Valses<br />

nobles y sentimentales (2000) y<br />

La valse (1999) le permiten a<br />

Vonk un contraste lleno de sentido,<br />

en el primer caso por la<br />

ligereza aparente, que no es<br />

ligereza, sino toque lleno de<br />

gracia y de una suavidad danzante<br />

en la que no faltan ímpetu<br />

o nervio; y —otra apariencia—<br />

una Valse de insinuaciones<br />

mórbidas que acaba siendo<br />

todo un festejo danzante, como<br />

si el director no creyera en el<br />

dramatismo oculto de esta pieza.<br />

De nuevo hay que decir que<br />

es una opción legítima. Para<br />

finalizar, una de las suites de<br />

Baco y Ariadna (2000), ballet<br />

de Roussel en el que Vonk despliega<br />

una claridad de líneas<br />

que llega a lo diáfano, y que le<br />

permite un programa rico en<br />

contrastes en el que las dinámicas<br />

alcanzan cotas altas que no<br />

se permitía el director holandés<br />

en las anteriores partituras del<br />

mismo CD. En fin, otro disco de<br />

gran altura artística. Un par de<br />

CDs que sirven para recordar a<br />

este excelente director que acaso<br />

mereció un renombre mayor<br />

que el que tuvo en vida.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

Sólo por volver a escuchar<br />

las partituras de Berg o por descubrir<br />

a Klein, sin desmerecer a<br />

Apostel, ya vale la pena acercarse<br />

a este disco, interpretado por<br />

Schleiermacher con su habitual<br />

entrega. Tonal, atonal o dodecafónica,<br />

esta música no tiene<br />

secretos para él, por lo que siempre<br />

logra ir más allá de la partitura<br />

y mostrarnos sus matices más<br />

ocultos y poéticos. Toma de<br />

sonido espléndida y buenas<br />

notas, firmadas, como no podía<br />

ser menos, por nuestro pianista.<br />

Juan Carlos Moreno<br />

101


D D I S I C S O C O S S<br />

VARIOS<br />

102<br />

VARIOS<br />

ECO DE PARÍS.<br />

Obras de De Vicent, Guédron,<br />

Ballard, Foscarini, Moulinié, Rossi,<br />

Lambert, Corbetta, Briceno,<br />

Couperin, Bartolotti y Cavalli.<br />

STEPHAN VAN DYCK, tenor; PIERRE PITZL,<br />

guitarra y viola da gamba; HUGH<br />

SANDILANDS, guitarra y laúd; LUCIANO<br />

CONTINI, guitarra y laúd; DANIEL PILZ,<br />

viola da gamba y colascione; EVA<br />

NEUNHÄUSERER, viola da gamba.<br />

ACCENT ACC 24173 (Diverdi). 2006.<br />

54’. DDD. N PN<br />

Como bien<br />

saben los historiadores,<br />

en<br />

todas partes<br />

pasó y hubo<br />

siempre de<br />

todo. La Francia,<br />

París concretamente, del XVII<br />

no fue excepción. Sin embargo,<br />

cuánta literatura vertida sobre<br />

esos paisajes en ese siglo. Y,<br />

sobre todo, de qué clase tan particular.<br />

Centro del mundo y escaparate<br />

y punto de encuentro por<br />

tanto de las culturas europeas<br />

vigentes, allí se dieron cita también<br />

lo viejo y lo nuevo… en<br />

música como en cualquier otro<br />

ámbito. Materialmente, es el<br />

momento en que se producen la<br />

transición del laúd a la guitarra<br />

(de cuatro o cinco órdenes todavía)<br />

o el canto de cisne de la viola<br />

da gamba. También aquel en<br />

el que los estilos promovidos por<br />

las escuelas italiana y francesa se<br />

influyen y confluyen como nunca<br />

antes, gracias entre otras cosas a<br />

la invención todavía reciente de<br />

la imprenta. Incluso del sur de los<br />

Pirineos llegan aportaciones, normalmente<br />

ligadas al renovado<br />

interés por el folclore. Todo esto<br />

es lo que se ilustra con la selección<br />

de músicas contenida en<br />

este disco, doce melodías para<br />

tenor y ocho piezas instrumentales<br />

que cubren varias de las perspectivas<br />

apuntadas, incluida una<br />

canción en español, Orilla del<br />

claro Tajo, obra de Étienne Moulinié,<br />

originario del Languedoc. El<br />

belga Stephan van Dyck se caracteriza<br />

por la claridad de timbre, la<br />

entonación precisa y un conocimiento<br />

profundo de los estilos,<br />

elementos con los que consigue<br />

producir una impresión de expresión<br />

viva y espontánea, con un<br />

punto de exhibicionismo que no<br />

llega a molestar. El grupo instrumental<br />

le secunda con disciplina,<br />

pero asimismo con inspiración<br />

que deja de ser fugaz cuando se<br />

convierten en protagonistas. Se<br />

pasa un rato muy agradable con<br />

este disco.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

Olalla Alemán, Xavier Sabata, Silvia Márquez<br />

TEMPESTAD EN LONDRES<br />

CARO DARDO. Sopranos<br />

y castrati en el Londres de<br />

Farinelli. Obras de Scarlatti,<br />

Roseingrave, Porpora, Hasse,<br />

Arne, Veracini y Haendel.<br />

OLALLA ALEMÁN, soprano; XAVIER<br />

SABATA, contratenor; SILVIA<br />

MÁRQUEZ, clave. LA TEMPESTAD.<br />

MÚSICA ANTIGUA ARANJUEZ MAA<br />

006 (Harmonia Mundi). 2006. 58’.<br />

DDD. N PN<br />

Liderado por la clavecinista<br />

aragonesa afincada en Murcia<br />

Silvia Márquez y formado en su<br />

mayor parte por músicos vinculados<br />

a la Orquesta Barroca de<br />

Sevilla, La Tempestad es uno<br />

de esos jóvenes conjuntos<br />

españoles de música antigua<br />

que llevan tiempo reclamando<br />

un mayor espacio en las programaciones<br />

de los auditorios y<br />

festivales de nuestro país. Este<br />

disco supone una magnífica<br />

carta de presentación para el<br />

grupo, un programa en torno al<br />

Londres de la época de Haendel<br />

que presentaron en el Festival<br />

de Música Antigua de Aranjuez<br />

de 2006.<br />

Los acompañamientos instrumentales<br />

resultan espléndidos<br />

por su profundidad, que<br />

ESPRIT GALANT.<br />

Obras de Boësset, Gautier,<br />

Pinel, Lambert, Hotman, Le<br />

Camus, De Visée y Charpentier.<br />

JOHANNETTE ZOMER, soprano; FRED<br />

JACOBS, tiorba francesa.<br />

CHANNEL CCS SA 24307 (Harmonia<br />

Mundi). 2007. 60’. SACD. N PN<br />

El cultivo del<br />

estilo galante<br />

parece haber<br />

durado más,<br />

pero ello es<br />

porque sus<br />

antecedentes<br />

y consecuentes se extienden<br />

mucho más allá del período del<br />

siglo XVII, tan efímero como crucial<br />

en la historia de la canción<br />

culta europea, que en su pureza<br />

realmente ocupó. Aunque su<br />

geografía fue bastante más extensa,<br />

el idioma “oficial” del estilo<br />

galante es el francés; al menos en<br />

su origen, pues durante el XVIII<br />

entró, a manos de los Sammartini,<br />

J. C. Bach y el joven Mozart, en<br />

una evolución hacia el clasicismo<br />

que acabó por identificar el término<br />

con lo trivial o al menos lige-<br />

ro. Del repertorio de ese “primer”<br />

estilo galante es del que se nutre<br />

este disco, con obras de autores<br />

en su día extraordinariamente<br />

celebrados (como Lambert o De<br />

Visée) por su dedicación a él, o<br />

bien por algunos (como Charpentier)<br />

que deben su fama a las roturaciones<br />

que llevaron a cabo en<br />

territorios a los que la historia ha<br />

concedido un prestigio superior.<br />

Se nota que los holandeses<br />

Zomer y Jacobs han escogido un<br />

ramillete de piezas entre aquellas<br />

que mejor se adecúan a las capacidades<br />

vocales de la soprano:<br />

timbre rico en armónicos pero<br />

con impostación muy natural,<br />

facilidad para las líneas sinuosas y<br />

buen gusto para cargar las inflexiones<br />

musicales con las intenciones<br />

expresivas contenidas en los<br />

textos. Por su parte, el tiorbista<br />

contribuye a la causa con un<br />

toque inusualmente claro en este<br />

instrumento y que los técnicos de<br />

sonido sitúan en el lugar justo del<br />

espectro acústico para que provea<br />

un acompañamiento equilibrado.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

marcan por un lado dos violines<br />

ágiles y elegantes y por el<br />

otro un continuo redondo y<br />

punzante, por su indesmayable<br />

vitalidad y por su adecuación al<br />

sentido expresivo de las arias y<br />

dúos, con intervenciones solistas<br />

de notable exquisitez, como<br />

la flauta de Guillermo Peñalver<br />

en el dúo de Narcissus de Scarlatti,<br />

en el de Adriano de Veracini<br />

o en la hermosísima<br />

Ombre, piante de Rodelinda de<br />

Haendel. Márquez da al Concierto<br />

para clave de Arne un<br />

carácter casi camerístico, por el<br />

protagonismo que recibe el<br />

acompañamiento, que brilla<br />

aquí por su gran transparencia,<br />

tocando además sus cadencias<br />

con agilidad y buen gusto.<br />

Dos jóvenes cantantes<br />

españoles ponen voces a arias<br />

y dúos. El contratenor barcelonés<br />

Xavier Sabata brilla sobre<br />

todo en los pasajes de mayor<br />

agilidad y virtuosismo, como en<br />

un algo comedido pero muy<br />

refinado Vivi tiranno de Rodelinda<br />

o en Pallido il sole de<br />

Artaxerxes de Hasse. La murciana<br />

Olalla Alemán debe asentar<br />

aún un poco más la línea de<br />

canto, que a veces se le descoloca<br />

en los pasajes más ágiles,<br />

como en Senti il fato de Polifemo<br />

de Porpora, donde también<br />

se la nota algo corta de fiato,<br />

aunque la cantante es musical y<br />

su timbre, de gran brillantez<br />

(acaso demasiado en Ombre,<br />

piante, que habría requerido<br />

algo más de misterio y de morbidez),<br />

de modo que, mezclado<br />

con la voz también refulgente<br />

de Sabata, los dúos resultan<br />

más extravertidos y ligeros que<br />

sensuales y conmovedores,<br />

aunque en momentos como Io<br />

t’abbraccio de Rodelinda o<br />

Prendi o cara de Adriano de<br />

Veracini pueden hallarse instantes<br />

de una notabilísima y<br />

sugerente calidez expresiva.<br />

Pablo J. Vayón<br />

FRENCH DELIGHTS.<br />

Obras de Sancan, Widor,<br />

Roussel, Milhaud y Godard.<br />

SHARON BEZALY, flauta; LOVE<br />

DERWINGER, piano; BARBARA<br />

HENDRICKS, soprano.<br />

BIS SACD-1639 (Diverdi). 2007. 69’.<br />

DDD. N PN<br />

Ya hemos<br />

reseñado<br />

aquí numerosos<br />

registros<br />

que proclaman<br />

el amor<br />

de los compositores<br />

franceses por la flauta.<br />

La joven Sharon Bezaly tiene ya<br />

una trayectoria rica en premios,<br />

en discografía (que en buena<br />

parte hemos reseñado aquí) y<br />

desde luego en encargos<br />

(Gubaidulina, Beamish, Aho).<br />

Fue portada de SCHERZO en<br />

febrero de 2006, con una entrevista<br />

a cargo de Juan Antonio<br />

Llorente. Sharon Bezaly es de un<br />

virtuosismo cargado de sensibilidad,<br />

una capacidad de canto<br />

que a veces parece voz humana<br />

y que a menudo se comporta


D D I S I C S O C O S S<br />

VARIOS<br />

Cédric Pescia<br />

CUERDO Y BRILLANTE<br />

LES FOLIES FRANÇAISES.<br />

Obras de Couperin, Debussy y<br />

Messiaen. CÉDRIC PESCIA, piano.<br />

CLAVES 50-2719 (Gaudisc) 2007. 78’.<br />

DDD. N PN<br />

Estudió con personalidades tan<br />

dispares como Pierre-Laurent<br />

Aimard, Daniel Barenboim,<br />

Dietrich Fischer-Dieskau, Iván<br />

Klánsky o Christian Zacharias.<br />

El joven pianista suizo-francés<br />

Cédric Pescia (1976), después<br />

de ya haber hecho algunas<br />

notables incursiones dentro del<br />

mundo discográfico nos asombra<br />

ahora con este nuevo CD,<br />

un recital en torno a la música<br />

francesa. Partituras concebidas<br />

en momentos tan dispares en la<br />

historia de la música como<br />

podemos imaginar; desde los<br />

Preludios de Debussy hasta las<br />

Piezas para clave de Couperin,<br />

sumando también a Messiaen.<br />

La cuestión es que tamaña mezcolanza<br />

no causa ninguna indigestión<br />

al oyente ni al propio<br />

intérprete, quien comprende<br />

con racionalidad las más que<br />

evidentes diferencias entre los<br />

compositores. Su Debussy es<br />

ejemplar, de lo mejor que un<br />

servidor le haya escuchado;<br />

delicado, con una rica paleta de<br />

sonoridades que cautiva sutilmente.<br />

Su sonido es envolvente<br />

y personal, cuidado y sugestivamente<br />

poético. La versión de<br />

los Preludios, pues, resulta gratificante<br />

e interesante, ya que<br />

Pescia imprime en las obras<br />

belleza y descripción; su cuidado<br />

con el pedal proporcionan<br />

todos estos climas que tan bien<br />

definen al impresionismo. Couperin<br />

en sus manos también<br />

suma: articulaciones suaves<br />

pero efectivas, y un trabajo del<br />

contrapunto por voces que<br />

asombra por su riqueza. Su<br />

enfoque es humilde, pero esto<br />

le hace grande, pues sin demasiadas<br />

pretensiones consigue<br />

interpretar las piezas convincentemente<br />

y comunicando el<br />

sentido de la música en esencia.<br />

El pianista vibra con las<br />

danzas barrocas imprimiéndoles<br />

sentido y ternura, primando<br />

sobre todo la música. Su Messiaen<br />

es luminoso y se nutre de<br />

las calidades sonoras ya comentadas<br />

anteriormente. Sumamente<br />

atento a las atmósferas sonoras<br />

y todas las peticiones que el<br />

compositor expresa en la partitura,<br />

es un ejemplo de implicación<br />

y de excelente narración.<br />

La versión apuesta con precisión<br />

por la emulación ornitológica<br />

y brinda brillantez y potencia<br />

expresiva. De lo que le<br />

conocíamos a Pescia es sin<br />

duda su disco más logrado; en<br />

él funde técnica y musicalidad,<br />

y es de esta manera que deja<br />

una importante huella.<br />

Emili Blasco<br />

como lo contrario, como línea<br />

ajena al subjetivismo tardorromántico.<br />

La flauta de Bezaly,<br />

como otras flautas pero más que<br />

otras flautas, es el antiviolonchelo,<br />

no porque se oponga a él,<br />

sino porque se mueve en un<br />

mundo opuesto. Por lo demás,<br />

podrían ir juntos en un recital o<br />

en parte de él, por qué no. Pero<br />

en este caso Bezaly cuenta con<br />

el apoyo de un pianista, Love<br />

Derwinger, cómplice suyo a lo<br />

largo del recital, y sobre todo en<br />

los momentos más arriesgados<br />

de este repertorio poco conocido.<br />

O desconocido, como es el<br />

caso de la preciosa Sonatina de<br />

Pierre Sancan, obra de 1946 que<br />

abre este recital; o la obra que lo<br />

cierra, la Suite en trois morceaux<br />

(1889), del demasiado olvidado<br />

Benjamin Godard. Tampoco es<br />

muy habitual escuchar los Dos<br />

poemas de Ronsard de Roussel,<br />

dos joyitas, en especial si sobre<br />

el canto solo de Bezaly (sin Derwinger)<br />

se alza la voz esplendorosa<br />

de Barbara Hendricks. Esta<br />

intervención especial es el único<br />

momento vocal de un concierto<br />

plenamente instrumental, pero<br />

son dos los cantos, no uno. Los<br />

detalles de inspiración, de frase,<br />

de canto del instrumento apoyado<br />

por el piano abundan en este<br />

concierto de la magnífica flautista<br />

israelí. Las obras de Widor,<br />

Roussel y Milhaud, que aún no<br />

hemos mencionado constituyen<br />

el corazón del recital, el interior<br />

entre aquellas dos páginas olvidadas<br />

pero necesarias. Podemos<br />

repetirlo: un magnífico recital.<br />

Gustavo Dudamel<br />

A TOPE<br />

FIESTA. Obras de<br />

Revueltas, Carreño,<br />

Estévez, Márquez,<br />

Romero, Ginastera,<br />

Castellanos y Bernstein.<br />

ORQUESTA JUVENIL SIMÓN BOLÍVAR<br />

DE VENEZUELA. Director: GUSTAVO<br />

DUDAMEL.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 00289<br />

477 7457 (Universal). 2008. 76’.<br />

DDD. N PN<br />

Muy activo en Europa y en<br />

América, actual titular de la<br />

Orquesta Sinfónica de Gotemburgo<br />

y a partir del próximo<br />

año de la Filarmónica de los<br />

Ángeles, presencia habitual<br />

en las salas más importantes<br />

ante las orquestas más destacadas<br />

y con un repertorio que<br />

no para de crecer, lo mismo<br />

que su prestigio, Gustavo<br />

Dudamel es ya toda una<br />

estrella y se gana a orquestas<br />

y público por su entrega,<br />

buen hacer y simpatía. Es,<br />

qué duda cabe, un gran músico<br />

que está viviendo unos inicios<br />

de carrera de un modo<br />

intensísimo y arrollador. También<br />

se ha ganado las simpatías<br />

y la admiración del mundo<br />

entero el proyecto Abreu (ya<br />

comentado en estas páginas<br />

en más de una ocasión) cuyo<br />

fruto más destacable y de<br />

mayor proyección (aparte del<br />

propio Dudamel) es la<br />

Orquesta Juvenil Simón Bolívar<br />

de Venezuela. Esta<br />

orquesta y Dudamel nos ofrecen<br />

en este disco un atractivo<br />

y muy interesante programa<br />

de música americana. Mucho<br />

ritmo, mucho colorido, a<br />

menudo espectacular… sí, es<br />

lo que parece y va más allá<br />

de lo que de entrada puede<br />

esperarse pues por encima<br />

del nivel “exportable” de<br />

estas obras, entre las que hay<br />

de todo pero casi todo muy<br />

bueno, está la interpretación,<br />

realmente entregada y tan visceral<br />

y rítmica como la propia<br />

música. En el repertorio hay<br />

que destacar alguna que otra<br />

obra maestra (Sensemayá,<br />

Estancia) y la deliciosa Fuga<br />

con pajarillo de Romero, esta<br />

última, sobre todo, por la<br />

importancia que tiene en la<br />

carrera de Dudamel, ya que<br />

con ella en el atril obtuvo el<br />

primer premio del Concurso<br />

Gustav Mahler de la Orquesta<br />

Sinfónica de Bamberg en<br />

2004. Precisamente esta obra<br />

es una de las agradables sorpresas<br />

que nos proporciona<br />

este bello disco que termina<br />

con una ruidosa y vitalísima<br />

versión del célebre Mambo de<br />

West Side Story que es celebrada<br />

al final con unos no<br />

menos ruidosos aplausos y<br />

muestras de un indisimulado<br />

entusiasmo por el público<br />

que llenaba un día de enero<br />

de 2008 la Sala Simón Bolívar<br />

de Caracas.<br />

Josep Pascual<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

103


D D I S I C S O C O S S<br />

VARIOS<br />

104<br />

HOMENAJE A MANUEL<br />

CASTILLO.<br />

Epitafio a Manuel Castillo.<br />

Castillo de damas. Obras de<br />

Juan Antonio García,<br />

Inmaculada Almendral, María de<br />

Arcos, Teresa Catalán, Pilar<br />

Jurado, Raquel Jurado, Elena<br />

Mendoza-López, María Luisa<br />

Ozaita, Diana Pérez, Iluminada<br />

Pérez y Dolores Serrano. MARÍA<br />

FLORISTÁN, piano. ORQUESTA MANUEL<br />

DE FALLA. Director: JOSÉ MARÍA<br />

SÁNCHEZ VERDÚ. ORQUESTA DE<br />

CÓRDOBA. Director: JUAN LUIS PÉREZ.<br />

ALMAVIVA DS-0148 (Diverdi). 2006.<br />

45’. DDD. N PN<br />

La Junta de<br />

Andalucía, a<br />

través de su<br />

Consejería de<br />

Cultura y<br />

mediante la<br />

rama Clásica<br />

de su serie titulada Documentos<br />

sonoros del Patrimonio Musical<br />

de Andalucía, ha registrado en<br />

CD el homenaje que, en<br />

noviembre de 2006, se le hizo<br />

al fallecido compositor Manuel<br />

Castillo (Sevilla, 1930-2005) en<br />

el Gran Teatro Falla de Cádiz.<br />

El estreno en aquella ocasión<br />

—los días 16 y 24, respectivamente—<br />

de dos obras encargo<br />

del IV Festival de Música Española<br />

de la capital gaditana quedará<br />

fijado ya para siempre a<br />

los efectos del testimonio histórico<br />

y de su conocimiento y<br />

oportuno estudio. Epitafio es<br />

una instrumentación para<br />

orquesta de cámara amplia que<br />

Juan Alfonso García ha hecho<br />

de una obra propia para órgano<br />

también dedicada a Castillo, en<br />

la que, como apunta José María<br />

Sánchez Verdú, la admiración<br />

por la música de César Franck<br />

queda patente. Castillo de<br />

damas surgió del primer taller<br />

Mujeres y creación musical,<br />

celebrado dentro del III Festival<br />

de Música Española de Cádiz,<br />

en 2005. Diez compositoras<br />

glosan orquestalmente piezas<br />

de la obra Introducción al piano<br />

contemporáneo, de Manuel<br />

Castillo, de manera que se van<br />

sucediendo sin pausa alguna<br />

los números a piano y las composiciones<br />

orquestales de las<br />

autoras. No se trata de un plan<br />

homogéneo. Cada una con su<br />

concepción, su estilo, su estética<br />

y su sensibilidad contribuye<br />

al conjunto del homenaje. Las<br />

buenas versiones de las orquestas<br />

Manuel de Falla y de Córdoba,<br />

dirigidas respectivamente<br />

por José María Sánchez Verdú y<br />

Juan Luis Pérez, quedan realzadas<br />

por el valor añadido del<br />

directo.<br />

José Guerrero Martín<br />

INSÓLITO ESTUPOR.<br />

Villancicos, saynetes, cantadas y<br />

una batalla. MARIVÍ BLASCO Y<br />

OLALLA ALEMÁN, tiples; XAVIER SABATA,<br />

contratenor; JUAN SANCHO, tenor.<br />

FORMA ANTIQUA. Clave y director:<br />

AARÓN ZAPICO.<br />

ARSIS 4217 (Diverdi). 2006. 71’. DDD.<br />

N PN<br />

Si hace una<br />

veintena de<br />

años alguien<br />

me hubiera<br />

dicho que<br />

tres hermanos<br />

nacidos en<br />

Langreo, habían creado un conjunto<br />

instrumental de música<br />

barroca y que iban a grabar un<br />

disco con otros cuatro cantantes<br />

españoles dedicado a obras hispanas<br />

y americanas del siglo<br />

XVIII con una editora de Huesca,<br />

el insólito estupor hubiera sido<br />

de órdago. Afortunadamente, un<br />

hecho así ya no causa estupor<br />

sino satisfacción y más tras la<br />

escucha del resultado.<br />

La mayor parte del disco está<br />

dedicado a obras procedente de<br />

archivos de Lima y Cuzco, Bogotá<br />

y Montevideo, entre las que<br />

destaca la serenata a cuatro voces<br />

Venid, venid, Deydades compuesta<br />

por fray Esteban Ponce de<br />

León para celebrar el nombramiento<br />

de un cuzqueño como<br />

obispo de Paraguay, o sea algo<br />

así como La Senna festeggiante<br />

en plan modesto, pero interesante<br />

y sorprendente el conocimiento<br />

que el tal fray Esteban muestra<br />

del estilo italiano. No podía faltar<br />

un ejemplo de Roque Ceruti,<br />

como es A cantar un villancico y<br />

también encontramos otro de su<br />

sucesor en la catedral de Lima,<br />

José de Orejón y Aparicio, el primer<br />

mestizo en ocupar tal cargo,<br />

en el que sucedieron sucesivamente<br />

a Torrejón y Velasco, el<br />

músico de La púrpura de la rosa.<br />

Anónimos como el simpático<br />

villancico Un monsiur y un estudiante<br />

o la Batalla famosa que<br />

toca Aarón Zapico al clave, acaban<br />

de dar la visión panorámica<br />

de la música en la América hispana.<br />

Y aunque el gran José de<br />

Nebra nunca estuvo allí ejerció su<br />

obra una gran influencia en el<br />

desarrollo de la música al otro<br />

lado del Atlántico, por lo que justamente<br />

se incluye también un<br />

fragmento de su zarzuela Viento<br />

es la dicha de amor.<br />

En conclusión, un estupendo<br />

disco que pone una piedra más<br />

en la construcción de una actividad<br />

editorial española capaz de<br />

sacar a la luz los tesoros integrantes<br />

de nuestro patrimonio musical<br />

escondidos en archivos de<br />

todo tipo.<br />

José Luis Fernández<br />

KARAJAN, LAS<br />

LEGENDARIAS<br />

GRABACIONES DECCA.<br />

Obras de Haydn, Mozart,<br />

Beethoven, Brahms, Chaikovski,<br />

Dvorák, Adam, Holst, Grieg, J.<br />

Strauss y R. Strauss. ORQUESTA<br />

FILARMÓNICA DE VIENA.<br />

9 CD DECCA 478 0155 (Universal).<br />

1959-1965. 650’. ADD. R PM<br />

KARAJAN-MUTTER.<br />

Conciertos para violín de<br />

Mozart, Beethoven,<br />

Mendelssohn, Brahms, Bruch y<br />

Chaikovski, Triple de<br />

Beethoven y Doble de Brahms.<br />

MARK ZELTSER, piano; YO YO MA,<br />

violonchelo; ANTÓNIO MENESES,<br />

violonchelo. FILARMÓNICAS DE BERLÍN<br />

Y VIENA.<br />

5 CD DEUTSCHE GRAMMOPHON 477<br />

7572 (Universal). 1978-1988. 350’.<br />

ADD/DDD. R PM<br />

El primer álbum es una reedición<br />

ya comentada en su día<br />

desde las páginas de SCHERZO<br />

y del que también dábamos<br />

noticia en el nº 231. Como es<br />

sabido, lo más sobresaliente<br />

son las magníficas grabaciones<br />

del equipo de ingenieros de<br />

Decca, el suntuoso sonido de la<br />

Filarmónica de Viena (que, no<br />

obstante, suena igual en Mozart<br />

que en Strauss, en Beethoven<br />

que en Chaikovski) y la acostumbrada<br />

dirección de Karajan<br />

brillante, precisa, cuidada, de<br />

idéntico estilo en todas las<br />

obras y extraordinariamente<br />

eficaz, con versiones que difícilmente<br />

se pueden tocar mejor<br />

en el aspecto técnico (fenomenales<br />

Planetas de Holst, preciosa<br />

la música de Peer Gynt de<br />

Grieg y fulgurante Danza de<br />

los siete velos de Salomé), pero<br />

que a la larga llegan a agobiar<br />

con su refinamiento y perfección<br />

algo epidérmica. Por tanto,<br />

impecables interpretaciones<br />

destinadas especialmente para<br />

los que empiecen a escuchar<br />

música o para los que no pidan<br />

más que una concepción sensualista<br />

de la música, sin ser<br />

demasiado exigentes en el<br />

aspecto estilístico. Escuchar a<br />

una orquesta como ésta grabada<br />

tan excelentemente siempre<br />

es un placer, aunque la música<br />

en algunos casos no siempre<br />

esté a la altura de tantas excelencias<br />

(¿qué hacía Karajan perdiendo<br />

el tiempo con Giselle?).<br />

En su estilo suntuoso, brillante<br />

e incisivo, muy buenos Haydn<br />

(Sinfonías nºs 103 y 104),<br />

Mozart (Sinfonías nºs 40 y 41),<br />

Beethoven (Séptima), Brahms<br />

(Primera, Tercera) y Dvorák<br />

(Octava). Extraordinarios los<br />

Strauss (los de la familia más<br />

Richard) e insuperables Chaikovski,<br />

Grieg, Holst e incluso<br />

Adam, cuyo ballet Giselle nunca<br />

había sido tan bien tocado<br />

como aquí. En líneas generales,<br />

como se ha visto, un legado<br />

importante este Karajan-Filarmónica<br />

de Viena que deslumbrará<br />

a los que no exijan demasiado<br />

y podrá ser una permanente<br />

fuente de disfrute para el<br />

resto.<br />

El otro álbum es otra reedición<br />

de los más célebres conciertos<br />

de violín del repertorio<br />

con una de las protegidas favoritas<br />

de Karajan: Anne-Sophie<br />

Mutter, cuya relación con el<br />

director fue más duradera y<br />

fecunda que la habida con<br />

otros instrumentistas de cuerda<br />

(recordemos de todas formas la<br />

buena sintonía que Karajan<br />

tuvo con Christian Ferras, Pierre<br />

Fournier, Mstislav Rostropovich<br />

o su concertino de la Filarmónica<br />

de Berlín, Michael<br />

Schwalbé). Pero con Anne-<br />

Sophie la relación fue muy<br />

especial: dieron 47 conciertos<br />

juntos y grabaron numerosos<br />

registros y películas desde su<br />

primer encuentro el 29 de<br />

mayo de 1977 hasta el fallecimiento<br />

del director doce años<br />

después, manteniendo en todo<br />

momento un respeto y admiración<br />

mutuos. Con una solidísima<br />

técnica, con un sonido preciso,<br />

poderoso y brillante, con<br />

su fraseo cálido y sus cualidades<br />

de musicalidad que le llevaron<br />

a Karajan a decir que “Es<br />

el más grande prodigio musical<br />

desde el joven Menuhin”, aquí<br />

tienen la reedición de los conciertos<br />

más célebres del repertorio<br />

impecablemente tocados<br />

(me ha gustado especialmente<br />

el de Brahms y no me han<br />

parecido afortunados los de<br />

Mozart, debido a las cadenzas y<br />

al excesivo tamaño de la<br />

orquesta), teniendo que lamentar<br />

que la desaparición del<br />

director impidiese a Mutter llevar<br />

el Concierto “A la memoria<br />

de un ángel”, de Alban Berg, a<br />

los estudios de grabación, un<br />

proyecto que ambos tenían y<br />

que se quedó en letra muerta<br />

tras el óbito de Karajan en<br />

1989. Notables Doble de<br />

Brahms y Triple de Beethoven.<br />

Excelente álbum, en suma, una<br />

antología de los más célebres<br />

conciertos para violín muy bien<br />

tocados y grabados y que se<br />

recomienda sin salvedades<br />

importantes.<br />

Enrique Pérez Adrián


D D I S I C S O C O S S<br />

VARIOS<br />

MA’ALOT.<br />

Salmos. ENSEMBLE SHOSHAN.<br />

WALTRAUD RENNEBAUM, mezzo;<br />

RAIMUND RENNEBAUM, piano y<br />

teclados; HEIKE ZEHHE, flauta.<br />

HÄNSSLER CD 98.292 (Gaudisc). 2007.<br />

67’. DDD. N PN<br />

Quizá por<br />

sus melodías,<br />

o por sus arreglos,<br />

estas<br />

músicas<br />

(sobre salmos,<br />

es decir, rezos<br />

de la liturgia judía alternando las<br />

lamentaciones y las celebraciones)<br />

sacadas de su rito, se parecen<br />

a unos personajes perdidos<br />

fuera de su tiempo, de su contexto,<br />

extraviados en una sociedad<br />

nueva, ultramoderna soledad,<br />

como sonámbulos vagabundeando<br />

por un mundo acaso insensato,<br />

como seres o textos que cuentan<br />

su esperanza y su espantoso<br />

dolor por todo, y cuyo patetismo<br />

podría, en esas condiciones, provocar<br />

una sonrisa avergonzada.<br />

Unas músicas viven en la sombra<br />

y sus intérpretes deciden no<br />

hablar de ese pasado algo indistinto<br />

(de ese pánico inmenso,<br />

acaso llegado de la infancia),<br />

cuando la vida moría bajo una<br />

lluvia continua de cenizas y hielo,<br />

cuando las ciudades eran una<br />

montaña de escombros… Con<br />

gran refinamiento, con delicadeza<br />

para no herir a nadie, los intérpretes<br />

(Waltraud Rennebaum con<br />

su voz extrañamente en calma,<br />

lisa e intensa, magnífica; un coro<br />

velado formado por tres voces,<br />

tenor agudo, tenor y barítono; y<br />

los instrumentistas, chelo, percusión<br />

y arpa céltica, que no temen<br />

perturbar el silencio) expresan<br />

apenas, sin puntos de exclamación,<br />

una inquietud, un vago presentimiento,<br />

prefieren —acaso<br />

tienen razón— enseñarnos en el<br />

horizonte un océano azul sin<br />

decirnos que el gris es la última<br />

expresión del color.<br />

Pierre Élie Mamou<br />

NEW CHAMBER MUSIC<br />

DISCOVERIES.<br />

Obras de Gyrowetz, Hartmann,<br />

Juon y Kahn. THE TRIO B3 CLASSIC.<br />

WARNER 5144282525. 2008. 73’.<br />

DDD. N PN<br />

El título de<br />

este CD nos<br />

dice Discoveries<br />

y, en efecto,<br />

de descubrimientos<br />

o<br />

exhumación<br />

de obras y autores inusuales se<br />

trata. Clasicismo en el bohemio<br />

Adalbert Gyrowetz (1763-1850),<br />

quien conoció a Haydn (a quien<br />

se atribuyó alguna obra suya) y a<br />

Mozart, y después fue discípulo<br />

de Paisiello en Italia. Felice<br />

Romani escribió para él el libreto<br />

de su ópera Il finto Stanislao<br />

(1818), el mismo texto sobre el<br />

que Verdi se basó para su Un<br />

giorno di regno (1840). Gran trío<br />

concertante, op. 43 (1805) pertenece<br />

al mundo estético del checo,<br />

a medio camino entre Mozart<br />

y Beethoven, cuando éste ya está<br />

abriendo la puerta hacia el<br />

romanticismo. El danés Emil<br />

Hartmann (1836-1898) estuvo<br />

vinculado al mundo musical germánico<br />

y su obra se desenvolvió<br />

dentro de las influencias brahmsianas,<br />

en pleno romanticismo.<br />

Serenade, op. 24 (1877) transpira<br />

una estética deudora del llamado<br />

clasicismo romántico del compositor<br />

hamburgués. Paul Juon<br />

(1872-1940), conocido como el<br />

“Brahms ruso” y considerado<br />

uno de los eslabones entre la<br />

estética romántica cosmopolita<br />

de Chaikovski y la modernidad<br />

representada por Stravinski, en<br />

su Trio Miniaturen, opp. 18 y 24<br />

incluye elementos que le acercan<br />

a Rachmaninov a la vez que<br />

demuestra influencias del mencionado<br />

Chaikovski. También el<br />

alemán Robert Kahn (1865-1951)<br />

se mueve bajo la influencia de<br />

Brahms. Su Serenade, op. 73<br />

(1923) profundiza en la tradición<br />

romántica, mientras otros autores<br />

como Schoenberg y Stravinski<br />

seguían ya caminos diferentes. El<br />

Trio B3 Classic (clarinete, violonchelo<br />

y piano) ha estrenado en<br />

España el Trío de Gyrowetz<br />

incluido en este compacto y ha<br />

recuperado y grabado las dos<br />

obras para trío de Kahn, una de<br />

las cuales asimismo en este compacto.<br />

Joan Borrás, David Johnstone<br />

y Juanjo Albinyana redondean<br />

un excelente trabajo y<br />

hacen justicia a cuatro autores<br />

que aun ensombrecidos por los<br />

jefes de fila de su época, son<br />

productores de una buena e interesante<br />

música.<br />

José Guerrero Martín<br />

LA SERENATA.<br />

Il salotto, vol. 11. Obras de<br />

Thomas, Pacini, Campana,<br />

Mariani, Offenbach,<br />

Mercadante, Donizetti, Elwart,<br />

Coppola y Beauplan. BRUCE<br />

FORD, tenor; DIANA MONTAGUE,<br />

mezzosoprano; BARRY BANKS, tenor;<br />

MAJELLA CULLAGH, soprano; MARK<br />

STONE, tenor; ELISABETH VIDAL,<br />

soprano; PAUL AUSTIN, tenor; SINE<br />

BUNDGAARD, bajo; ROLAND WORD,<br />

baritono; SUSIE BEER; violonchelo,<br />

RICHARD SIMPSON, oboe; DAVID<br />

HARPER, piano.<br />

OPERA RARA ORR 242 (Diverdi). 2005.<br />

66’. DDD. N PN<br />

Opera Rara<br />

continúa esta<br />

interesante<br />

colección, Il<br />

salotto, donde<br />

nos ofrece<br />

melodías desconocidas<br />

de autores más famosos<br />

en otro repertorio o bien de<br />

compositores poco divulgados.<br />

Entre las piezas que más me<br />

han interesado están las de<br />

Ambroise Thomas, que pasó a<br />

la posteridad con partituras<br />

como Hamlet o Mignon, hoy<br />

menos representadas, pero que<br />

muestra su capacidad para el<br />

mundo de la canción con piezas<br />

tan inspiradas como Le soir, cantada<br />

con delicadeza por Bruce<br />

Ford o Ange et Mortel, en forma<br />

de dueto, nuevamente con Ford<br />

y la delicada Diana Montague.<br />

También muy bella es Si j’étais<br />

oiseau, de Offenbach, en una<br />

especie de sutil dialogo entre la<br />

musical Elisabeth Vidal y el chelo<br />

de Susie Beer, con variados<br />

contrastes, al igual que Le Chalumeau,<br />

de Antoine-Elie Elwart<br />

con la misma cantante y el oboe<br />

de Richard Simpson. No podía<br />

faltar la inspiración de Donizetti,<br />

donde vuelve a destacar Diane<br />

Montague, la calidad del conjunto<br />

de Mercadante e igualmente<br />

el de Amedée de Beauplan,<br />

con un aire divertido de<br />

La Galopanie.<br />

Albert Vilardell<br />

IN A STATE OF JAZZ.<br />

Obras de Gulda, Kapustin,<br />

Weissenberg, Trenet y Antheil.<br />

MARC-ANDRÉ HAMELIN, piano.<br />

HYPERION 67656 (Harmonia Mundi).<br />

2007. 69’. DDD. N PN<br />

Este es un<br />

disco que no<br />

llenará a los<br />

amantes del<br />

jazz, pero<br />

que puede<br />

contentar a<br />

los menos habituados a él. Las<br />

principales razones están explicadas<br />

en el libreto: no es un<br />

disco de jazz, ya que el verdadero<br />

se improvisa mediante la<br />

espontaneidad y la inspiración<br />

del intérprete; aquí Hamelin<br />

pretende el encuentro de cuatro<br />

compositores que escribieron<br />

fusionándolo con la música<br />

de concierto. El resultado es un<br />

disco bonito, cuya forma de<br />

sentir la interpretación puede<br />

variar según quien lo escuche.<br />

Porque si el pianista toca con<br />

tesón y muchos dedos, pero<br />

bajo la óptica de alguien sensible<br />

al jazz, son unas interpretaciones<br />

faltas de garra y de inspiración.<br />

Hamelin exhibe un<br />

tocar demasiado mozartiano a<br />

lo largo de todo el disco, le faltan<br />

acentos y más percusión;<br />

más énfasis en las síncopas y<br />

ritmo a los acentos. Por otro<br />

lado, sonatas como las de<br />

Weissenberg o Kapustin son de<br />

difícil entendimiento; el primero<br />

propone un estilo contemporáneo<br />

lleno de elementos<br />

jazzísticos al que le falta fluidez<br />

y al segundo le ahogan las<br />

notas, en una sonata que<br />

marea por su virtuosismo. En<br />

ambas piezas sobra complicación<br />

y falta una necesaria naturalidad.<br />

Tres ejercicios y un<br />

preludio y fuga de Gulda contraponen<br />

lo dicho: música inspirada<br />

que bajo las manos de<br />

Hamelin refleja fluidez y<br />

swing. El mítico pianista escribe<br />

con iluminación estas partituras,<br />

en las que Hamelin<br />

encuentra colores y ritmo. Los<br />

arreglos sobre seis canciones<br />

de Charles Trenet de Weissenberg<br />

cumplen su función:<br />

Hamelin los toca con lirismo,<br />

calidez y libertad de movimientos.<br />

En fin, un compacto<br />

interesante, a caballo entre dos<br />

mundos, que presenta unas<br />

interpretaciones demasiado<br />

apolíneas y uniformes.<br />

Emili Blasco<br />

C/ Blasco de Garay 47 - 28015 Madrid<br />

Tel.: 91 543 94 41. Fax: 91 543 94 74<br />

info@elargonauta.com www.elargonauta.com<br />

105


D V I S DC O S<br />

BERG-SCHWEITZER<br />

106<br />

D V D<br />

CRÍTICAS de la A a la Z<br />

BERG:<br />

Wozzeck. FRANZ GRUNDHEBER<br />

(Wozzeck), WALTRAUD MEIER<br />

(Marie), GRAHAM CLARK (Capitán),<br />

GÜNTER VON KANNEN (Doctor), MARK<br />

BAKER (Tambor Mayor), ENDRIK<br />

WOTTRICH (Andres). CORO Y<br />

ORQUESTADELASTAATSOPER DE<br />

BERLÍN. Director musical: DANIEL<br />

BARENBOIM. Director de escena y de<br />

vídeo: PATRICE CHÉREAU.<br />

WARNER 2564 69742-7. 1994. 97’.<br />

R PN<br />

Este Wozzeck<br />

berlinés<br />

de Chéreau<br />

y Barenboim<br />

con Grundheber<br />

es siete<br />

años posterior<br />

a la<br />

puesta en<br />

escena realista,<br />

tradicional mas también<br />

espléndida de Adolf Dresen<br />

(Abbado, Viena, también con<br />

Grundheber). La noche y el<br />

día, pero ambas son de un<br />

interés superior, como lo es la<br />

de Peter Mussbach de 1996<br />

(Cambreling, Francfort, con<br />

Dale Duesing). El aficionado<br />

tiene estas tres opciones y, vista<br />

con distancia, la de Chéreau<br />

me parece espléndida, innovadora,<br />

inquietante. Un experimento,<br />

no un experimento<br />

fallido, como sospechamos<br />

algunos en su momento. Sin<br />

que las otras dejen de ser magníficas,<br />

y sin que uno deje de<br />

mostrar un apego especial a la<br />

de Mussbach. En Chéreau, las<br />

escenas brutales siguen siéndolo<br />

(el escarnio del capitán y<br />

el doctor en la calle, la paliza<br />

que el Tambor Mayor le propina<br />

a Wozzeck en el dormitorio<br />

de los soldados, y desde luego<br />

el asesinato de Marie y el<br />

sobrecogedor final del niño<br />

con el caballito), pero otras las<br />

potencia Chéreau con una imaginería<br />

no prevista en el libreto<br />

que sin embargo es reveladora:<br />

la escena del baile (II, 4) se<br />

plantea como una lucha entre<br />

sexos, entre los hombres y<br />

mujeres que se han reunido<br />

allí para bailar, y el icono evoca<br />

tal vez a Munch; la segunda<br />

escena del baile (III, 3) arranca<br />

como una danza de la muerte<br />

medieval. En efecto, Chéreau,<br />

como tantos directores de ahora,<br />

se opone a veces a la didascalia,<br />

a las acotaciones, pero<br />

en modo alguno se opone él al<br />

sentido de la situación, de las<br />

relaciones, del drama, del canto,<br />

del verbo poderosísimo que<br />

surge del foso capitaneado por<br />

Barenboim. El antirrealismo de<br />

Chéreau no ha de confundirse<br />

con expresionismo, ya que se<br />

trata de una disección expresiva<br />

de otro orden, sin restos<br />

realistas o románticos, una<br />

visión de la historia y el conflicto<br />

como trasunto de una<br />

patología de todo, y de todos y<br />

cada uno. El decorado sobrio,<br />

minimalista de Peduzzi, con<br />

sus paneles y cubículos deslizantes<br />

lo potencia Chéreau<br />

para una puesta despojada, sin<br />

elementos de atrezzo, fiada a la<br />

dirección de actores-cantantes,<br />

que por cierto están espléndidos.<br />

Es, sin embargo, de esas<br />

puestas en escena cuya excelencia<br />

no se puede recoger por<br />

completo en formato visual.<br />

Por cierto: está grabada en el<br />

teatro de la Staatsoper de Berlín…<br />

sin público.<br />

Barenboim despliega toda<br />

la fuerza de un director con<br />

pleno dominio del drama de<br />

Büchner y Berg. Grundheber<br />

domina el personaje humillado<br />

y ofendido, apaleado y al borde<br />

de la insania; tanto en su<br />

voz poderosa y grave como en<br />

su prestación como actor. Waltraud<br />

Meier es una Marie<br />

inmensa, vigorosa, arrolladora,<br />

hasta el punto de que nos puede<br />

sorprender que alguien así<br />

caiga en manos de ese Tambor<br />

Mayor tan convencional y acabe<br />

acuchillada por su amante.<br />

Los agudos de Meier estremecen,<br />

y su interpretación eleva<br />

la categoría ya muy alta de esta<br />

puesta. Los auténticos enfermos<br />

de esta lectura son el doctor<br />

y el capitán. Graham Clark<br />

sigue para el capitán la tradición<br />

del muñeco eunucoide<br />

que se estableció al menos desde<br />

Stolze con Böhm, con timbre<br />

y agudos que tienden a la<br />

estridencia, pero dirigido como<br />

actor de una manera que lo lleva<br />

mucho más allá como<br />

marioneta mórbida, y aun así,<br />

cruel, y aun así, lastimosa. A su<br />

lado, Günter von Kannen compone<br />

un doctor de gran presencia<br />

y clara debilidad, una<br />

marioneta de otro estilo, escondida<br />

su miseria tras la respetabilidad<br />

de los graves, pero evidenciada<br />

por la arrogancia<br />

insegura del personaje. Un<br />

blanco pañuelo sirve de objeto<br />

referencial, de cosa sobre la<br />

que proyectarse. Excelente<br />

Dalia Schechter por lo convincente<br />

en canto dramático y en<br />

presencia escénica en su breve<br />

cometido de Margret. Adecuados<br />

Wottrich y Baker en sus<br />

papeles, pero no más allá. No<br />

son fáciles en Berg los papeles<br />

de Andres y el Tambor Mayor,<br />

en uno por lo discreto, en el<br />

otro por lo boquirroto. En resumen:<br />

una lectura escénica y<br />

musical de primer orden.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

BRAHMS:<br />

Sinfonías nºs 2 y 4. SINFÓNICA DE<br />

BOSTON. Director: LEONARD<br />

BERNSTEIN.<br />

MEDICI ARTS 2072138 (Ferysa). 1972.<br />

95’. N PN<br />

Tanglewood,<br />

la localidad<br />

de Massachussetts<br />

donde se<br />

desarrolla el<br />

famoso Festival<br />

de Verano,<br />

es un<br />

nombre muy<br />

asociado a Bernstein, dado que<br />

fue allí donde nació su relación<br />

y amistad con Kusevitzki en los<br />

años 40, cuando éste era el titular<br />

de la Sinfónica de Boston,<br />

ciudad natal del propio Bernstein,<br />

Éste había “seguido” a<br />

Kusevitzki y hasta escrito críticas<br />

sobre el ruso, y convenció a sus<br />

maestros en el Instituto Curtis de<br />

Filadelfia para que le recomendaran<br />

como estudiante en las<br />

clases del Insituto Berkshire de<br />

Tanglewood que dirigía Kusevitzki.<br />

De ahí nació una amistad<br />

y una ayuda que había de perdurar<br />

hasta la muerte del director<br />

ruso en 1951. Las interpretaciones<br />

que aquí se nos ofrecen<br />

datan del verano de 1972, y nos<br />

llegan con una imagen lógicamente<br />

discreta en su calidad si<br />

la juzgamos por los patrones<br />

actuales. Con todo, el valor de<br />

estas interpretaciones queda<br />

bien resumido en una frase del<br />

propio Bernstein que aparece<br />

destacada en el interior de la<br />

funda de este DVD: “La formación<br />

interdisciplinar puede conseguir<br />

maravillas. La comprensión<br />

y la flexibilidad, también. Y<br />

sí, incluso el dinero puede conseguir<br />

maravillas. Pero la energía<br />

que puede hacer funcionar<br />

todas esas maravillas sólo puede<br />

venir de donde siempre ha venido:<br />

del amor a la música”. Y esta<br />

es una perfecta traducción de lo<br />

que aquí tenemos. Este Brahms<br />

de Bernstein no sólo está impecablemente<br />

construido, aunque<br />

encontremos en él las libertades<br />

aquí y allá de un músico que<br />

jamás suena encorsetado. Es un<br />

Brahms lleno de vida, que canta<br />

con efusividad y que ofrece<br />

siempre una riqueza expresiva<br />

de primer orden. Vida que le<br />

infunde un director completamente<br />

entregado, que arrastra a<br />

músicos y audiencia hasta el<br />

entusiasmo. Estupenda interpretación<br />

de la Segunda, obra favorita<br />

del norteamericano (y bien<br />

que se nota), con tanta profundidad<br />

expresiva como contagiosa<br />

vitalidad y exaltación. El final<br />

de la obra es trepidante y<br />

engancha a cualquiera. La Cuar-


D V D<br />

BERG-SCHWEITZER<br />

ta, por su parte, es de un dramatismo<br />

intenso, no tan arrebatada<br />

como la irresistible de Carlos<br />

Kleiber, pero en todo caso sensacional,<br />

con un Andante moderato<br />

de gran riqueza de contrastes,<br />

grandioso en el carácter. El<br />

disco se completa con una breve<br />

narración del propio Bernstein<br />

sobre Tanglewood y su visita en<br />

1972, con bonitas imágenes del<br />

lugar donde se desarrolla el Festival.<br />

Un precioso DVD que puede<br />

ser recomendado sin reparo<br />

alguno, aunque evidentemente<br />

no superior al soberbio ciclo<br />

completo con la Filarmónica de<br />

Viena (DG), grabado diez años<br />

después y que no sólo es mejor<br />

en imagen y sonido, sino que<br />

además cuenta con las impagables<br />

introducciones a las obras<br />

del propio Bernstein.<br />

Rafael Ortega Basagoiti<br />

BRUCKNER:<br />

Sinfonía nº 9. ORQUESTA DE<br />

CLEVELAND. Director: FRANZ WELSER-<br />

MÖST.<br />

EUROARTS-MEDICI ARTS 2056848<br />

(Ferysa). 2007. 82’. N PN<br />

Espléndidamente<br />

tocada,<br />

pero con<br />

notable asepsia,<br />

algo de<br />

distancia<br />

expresiva y<br />

con un lenguaje<br />

no<br />

excesivamente<br />

personal, no logra en nuestra<br />

opinión los sobresalientes resultados<br />

de la Quinta tocada por Welser-Möst<br />

con esta misma orquesta<br />

en el Monasterio de San Florián<br />

años atrás (también comentada<br />

en estas páginas). Este concierto<br />

de ahora, dado en la Musikverein<br />

de Viena, bien grabado y filmado,<br />

puede ser un buen aliciente para<br />

comenzar con esta difícil sinfonía,<br />

aunque la reciente de Karajan<br />

dada en este mismo recinto y<br />

completada con el Te Deum y la<br />

Octava (2DVD DG cfr. SCHERZO<br />

nº 231), le da a ésta sopas con<br />

onda, y además a precio más asequible<br />

teniendo en cuenta que es<br />

un álbum doble. Welser-Möst,<br />

por su parte, hace una introducción<br />

hablada a la obra no especialmente<br />

afortunada (niega cosas<br />

tan evidentes como el tritematismo<br />

en los primeros movimientos),<br />

tratando de ser original a<br />

toda costa pero sin excesiva fortuna<br />

y en este caso poco respaldado<br />

por los resultados de su cautelosa<br />

lectura en el concierto. Si lo<br />

que buscan es una esplendorosa<br />

y brillante respuesta orquestal,<br />

ésta es su versión, sin duda, en<br />

pocas ocasiones oirán algo mejor<br />

tocado. Los que quieran algo más,<br />

es una obra con infinidad de versiones<br />

grabadas y filmadas, y<br />

posiblemente está al caer (Arthaus<br />

ya la anuncia) la recreación de<br />

Celibidache con ensayos incluidos,<br />

o sea que no se impacienten.<br />

La espera merece la pena.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

DONIZETTI:<br />

L’elisir d’amore. LUCIANO<br />

PAVAROTTI (Nemorino), JUDITH BLEGEN<br />

(Adina), BRENT ELLIS (Belcore), SESTO<br />

BRUSCANTINI (Dulcamara), LOUISE<br />

WOHLAFKA (Giannetta). CORO Y<br />

ORQUESTA DEL METROPOLITAN DE<br />

NUEVA YORK. Director musical:<br />

NICOLA RESCIGNO. Director de escena:<br />

NATHANIEL MERRILL. Director de vídeo:<br />

KIRK BROWNING.<br />

DECCA 074 3226 (Universal). 1981. 132’.<br />

N PN<br />

Ofrece este<br />

DVD una producción<br />

de<br />

L’elisir<br />

d’amore recogida<br />

en el<br />

Metropolitan<br />

de Nueva<br />

York el 2 de<br />

marzo de<br />

1981, que había permanecido<br />

inédita hasta hoy en cualquier<br />

formato, tanto auditivo como<br />

visual. Nos presenta a Luciano<br />

Pavarotti en una de sus más grandes<br />

creaciones como fue el papel<br />

de Nemorino, al que sabía darle<br />

un encanto rústico y una simpatía<br />

irresistibles. Incluso su tantas<br />

veces criticada torpeza escénica<br />

parecía venirle especialmente<br />

bien para encarnar al campesino<br />

locamente enamorado de la rica<br />

del pueblo. Vocalmente, además,<br />

se encuentra en mejor forma que<br />

en su posterior filmación, también<br />

en el Met, con James Levine.<br />

Judith Blegen también nos gusta<br />

más que Kathleen Battle como<br />

Norina. Esta soprano lírico-ligera<br />

estadounidense, tal vez demasiado<br />

olvidada en nuestros días,<br />

poseía una estupenda línea de<br />

canto y una deliciosa musicalidad,<br />

además de un encanto escénico<br />

muy apropiado al personaje.<br />

Sesto Bruscantini hace un Dulcamara<br />

de manual, en la mejor tradición<br />

bufa italiana, pero sin exageraciones<br />

y con un fraseo impecable.<br />

Y Brent Ellis aporta la arrogancia<br />

necesaria al fanfarrón sargento<br />

Belcore. Como la producción<br />

de Nathaniel Merrill es absolutamente<br />

clásica pero está muy<br />

bien movida, y la dirección musical<br />

del veterano Nicola Rescigno<br />

es excelente, la recomendabilidad<br />

de este producto es total.<br />

Rafael Banús Irusta<br />

DONIZETTI:<br />

Roberto Devereux. DIMITRA<br />

THEODOSSIOU (Elisabetta), ANDREW<br />

SCHROEDER (Nottingham), FEDERICA<br />

BRAGAGLIA (Sara), MASSIMILIANO<br />

PISAPIA (Devereux). CORO Y<br />

ORQUESTA DEL TEATRO DONIZETTI DE<br />

BÉRGAMO. Director musical:<br />

MARCELLO ROTA. Director de escena:<br />

FRANCISCO BELLOTO. Director de<br />

vídeo: MATTEO RICCHETTI.<br />

NAXOS 2.110232 (Ferysa). 2006. 134’.<br />

N PM<br />

Montaje sencillo,<br />

respetuoso<br />

con el<br />

original,<br />

capaz de solventar<br />

las<br />

diferentes<br />

situaciones<br />

escénicas con<br />

simples y certeros<br />

detalles y con apenas<br />

algún que otro desliz en lo<br />

superfluo, como el desfile con el<br />

cadáver de Devereux al fondo<br />

de la última escena, por ejemplo.<br />

Ayudado por un vestuario<br />

completamente apropiado<br />

(David Walker) es permisible<br />

seguir y disfrutar la peripecia<br />

dramática donizettiana sin altibajos<br />

ni sobresaltos. El equipo<br />

vocal está dominado por la magnífica<br />

Elisabetta de la Theodossiou,<br />

incisiva de acentos, sacando<br />

bastante jugo del intenso y<br />

rico recitativo que el compositor<br />

le destina, solventando todas las<br />

dificultades canoras (con algunos<br />

sonidos metálicos en la zona<br />

aguda de la voz, que no empañan<br />

para nada los resultados) y<br />

aportando además un retrato<br />

escénico convincente, gracias a<br />

la perfecta caracterización y también<br />

sin duda a la dirección de<br />

actores de Bellotto que es, en su<br />

caso y en el de los demás, clara<br />

y segura. Pisapia da cuenta de la<br />

redondez y rotundidad de unos<br />

medios tenoriles típicamente italianos,<br />

por color y significado,<br />

dando lo mejor de sí en su escena<br />

de la cárcel. La Bragaglia,<br />

bella, señorial, elegante, ofrece<br />

una muy distinguida presencia a<br />

Sara, con la justa vocalidad de<br />

mezzo lírica que necesita el personaje.<br />

Algo fría de intenciones,<br />

se resarce en el dúo con el barítono<br />

donde pone mejores y más<br />

decisivas intenciones. Schroeder,<br />

que recuerda a veces al joven<br />

Bruson, vuelve a demostrar<br />

como ya lo hiciera anteriormente<br />

junto a la Ciofi como Nello de<br />

Pia dei Tolomei, que es un barítono<br />

de canto cuidado, medios<br />

suficientes y que se mueve en<br />

este repertorio con comodidad y<br />

provecho. Todos los comprimarios<br />

son de nivel y Rota maneja<br />

la orquesta y el coro (estupendo,<br />

por cierto), en una cuidada labor<br />

de concertación que incluye un<br />

buen acompañamiento al solista<br />

y una lectura nítida, colorida y<br />

con fuerza dramática. Subtítulos<br />

sólo en italiano e inglés.<br />

Fernando Fraga<br />

SCHWEITZER:<br />

Alceste. SIMONE SCHNEIDER<br />

(Alceste), CHRISTOPH GENZ (Admeto),<br />

CYNDIA SIEDEN (Parthenia), JOSEF<br />

WAGNER (Hércules). CORO DE<br />

CÁMARA MICHAELSTEIN. CONCERTO<br />

KÖLN. Director musical: MICHAEL<br />

HOFSTETTER. Director de escena:<br />

HENDRIK MÜLLER. Director de vídeo:<br />

DIETER SCHNEIDER.<br />

BERLIN 001622BBC (Gaudisc). 2007.<br />

156’. N PN<br />

Para celebrar<br />

la reapertura<br />

de la biblioteca<br />

de la<br />

Duquesa<br />

Anna Amalia<br />

de Weimar,<br />

que a causa<br />

del tristemente<br />

célebre<br />

incendio de septiembre de 2004<br />

perdió, entre otros tesoros artísticos,<br />

más de 50.000 libros y casi<br />

el 98% de las partituras que custodiaba,<br />

en octubre de 2007 se<br />

ofrecieron, en lo que parece un<br />

salón del edificio, un par de funciones<br />

de Alceste, ópera de<br />

Anton Schweitzer sobre un libreto<br />

(en alemán) de Christoph<br />

Martin Wieland basado en Eurípides,<br />

obra que había sido<br />

encargo de la propia Anna Amalia<br />

y se estrenó con gran éxito<br />

en Weimar en 1773. Aunque<br />

Schweitzer y Wieland llamaron a<br />

su obra Singspiel, Alceste está en<br />

realidad mucho más cercana de<br />

la ópera seria metastasiana, con<br />

recitativos seccos y acompañados,<br />

arias da capo y breves<br />

números corales.<br />

En un espacio bastante<br />

reducido, la escenografía y el<br />

vestuario de Mira Voigt, la iluminación<br />

de Peter Meier y la dirección<br />

escénica de Hendrik Müller<br />

logran cuajar un espectáculo<br />

ligero y elegante, con dominio<br />

de los tonos verdes y una excelente<br />

dirección de actores. Musicalmente,<br />

Hofstetter impone un<br />

ritmo ágil que Concerto Köln<br />

traduce con limpieza, claridad y<br />

contundencia en ataques y articulaciones.<br />

Simone Schneider<br />

hace una muy dramática Alceste,<br />

con fraseo de notable distinción<br />

y limpia coloratura, terreno en el<br />

que Cyndia Sieden se mueve<br />

con absoluta brillantez, sobre<br />

todo si se tiene en cuenta que su<br />

papel tiene notables exigencias,<br />

que la soprano americana<br />

resuelve siempre con natural<br />

107


D V I S DC O S<br />

SCHWEITZER-WAGNER<br />

108<br />

musicalidad y un sexto sentido<br />

para la ornamentación. La pareja<br />

masculina se mueve también a<br />

buen nivel, Christoph Genz, un<br />

tenor lírico de tersos y bien<br />

colocados agudos, y Josef Wagner,<br />

que pinta un Hércules tal<br />

vez menos convincente en el<br />

terreno actoral que sus compañeros<br />

de reparto, pero que mostró<br />

una voz baritonal de atlética<br />

flexibilidad, ya que no de gran<br />

profundidad.<br />

Sorprendentemente, el DVD<br />

se presenta sin subtítulos y en el<br />

folleto anexo el libreto se ofrece<br />

sólo en el original alemán. Las<br />

notas y la sinopsis argumental sí<br />

aparecen traducidas al inglés.<br />

Pablo J. Vayón<br />

STRAUSS:<br />

Arabella. GUNDULA JANOWITZ<br />

(Arabella), BERND WEIKL (Mandryka),<br />

RENÉ KOLLO (Matteo), SONA<br />

GHAZARIAN (Zdenka), MARGARITA<br />

LILOWA (Adelaide), HANS KRAEMMER<br />

(Waldner), EDITA GRUBEROVA<br />

(Fiakermilli). FILARMÓNICA DE VIENA.<br />

Director musical: GEORG SOLTI.<br />

Director de escena y de vídeo: OTTO<br />

SCHENK.<br />

2 DVD DECCA 074 3255 (Universal).<br />

1977. 189’. R PN<br />

Estreno en<br />

DVD de esta<br />

famosa película<br />

de Otto<br />

Schenk, grabada<br />

previamente<br />

en el<br />

aspecto musical<br />

por Solti y<br />

la Filarmónica<br />

de Viena en la Sofiensaal con<br />

un reparto muy adecuado a las<br />

exigencias de esta bella comedia<br />

con música. La puesta en imágenes<br />

de Otto Schenk, que concibe<br />

una escena vienesa acorde con<br />

los años en que transcurre la<br />

obra, está totalmente imbuida<br />

del espíritu burgués pensado por<br />

Hofmannsthal, con todo lujo de<br />

detalles y con experimentada<br />

dirección de actores, algo similar<br />

a lo que ya vimos en su concepción<br />

de El murciélago (DVD con<br />

Karl Böhm) comentada no hace<br />

mucho desde estas mismas páginas.<br />

Los cantantes actores bordan<br />

sus respectivos cometidos,<br />

especialmente Bernd Weikl, que<br />

concibe un Mandryka rudo y<br />

noble muy bien caracterizado y<br />

cantado. Janowitz es una burguesita<br />

Arabella que da el tipo<br />

adecuado por voz y actuación,<br />

aunque para el que suscribe,<br />

Lisa della Casa entre las de antes,<br />

y Kiri te Kanawa entre las de<br />

ahora, han reflejado con más<br />

elegancia y distinción las cualidades<br />

del personaje, indepen-<br />

William Christie<br />

TESORO VUELTO A LA VIDA<br />

LANDI: Il Sant’Alessio.<br />

PHILIPPE JAROUSSKY (Sant’Alessio),<br />

MAX EMANUEL CENCIC (Sposa),<br />

ALAIN BURT (Eufemiano), XAVIER<br />

SABATA (Madre), DAMIEN GUILLON<br />

(Curtio), LUIGI DE DONATO<br />

(Demonio), RYLAND ANGEL<br />

(Adrasto). LES ARTS FLORISSANTS.<br />

Director musical: WILLIAM<br />

CHRISTIE. Director de escena:<br />

BENJAMIN LAZAR. Director de<br />

vídeo: FRANÇOIS ROUSSILLON.<br />

2 DVD VIRGIN 5 189999 8 (EMI).<br />

2007. 162’. N PN<br />

Robert Hollingworth<br />

DOLOROSA BELLEZA<br />

MONTEVERDI:<br />

Libro IV de<br />

Madrigales. I FAGIOLINI.<br />

Director: ROBERT HOLLINGWORTH.<br />

Director de vídeo: JOHN LA<br />

BOUCHARDIÈRE.<br />

NAXOS 2 110224 (Ferysa). 2006-2007.<br />

60’. N PE<br />

Procedente de dos funciones<br />

del Teatro de Caen, esta filmación<br />

supone una importante<br />

recuperación, la del drama<br />

musical de temática religiosa,<br />

casi oratorial Il Sant’Alessio<br />

(1632) de Stefano Landi. La<br />

puesta en escena es una plausible<br />

opción “de época”, sin<br />

delirantes actualizaciones o<br />

intromisiones ajenas a la trama<br />

narrada en el libreto. Tres<br />

elementos arquitectónicos<br />

móviles enmarcan la acción;<br />

la iluminación, a base de<br />

velas, otorga una atmósfera y<br />

un colorido, puede que un<br />

tanto saturado para la visión<br />

en una pantalla, mas probablemente<br />

no en el teatro, que<br />

le dan a la escenificación una<br />

obvia condición pictórica<br />

relacionada claramente con la<br />

plástica barroca, en la que<br />

incide la gesticulación de los<br />

cantantes —muy poco sueltos,<br />

por cierto, los muchachos—,<br />

como si de composiciones<br />

dentro de pinturas se<br />

tratara. En adecuada correspondencia,<br />

la parte musical se<br />

sitúa a gran nivel, con una<br />

espléndida labor de Christie<br />

en la guía del lirismo continuo<br />

de la obra, que crece o<br />

se repliega sobre un recitar<br />

cantando muy rico, y el<br />

amplio margen que otorga a<br />

la improvisación, según explica<br />

en una interesante entrevista<br />

contenida en la edición.<br />

Magnífico también el coro<br />

como diablos de actitudes<br />

más bien cómicas. El factor<br />

humorístico aparece aquí y<br />

allá (máscaras), pero no es<br />

utilizado de modo exagerado.<br />

Sobresale del reparto un sensacional<br />

Jaroussky como Alessio,<br />

verdaderamente entregado<br />

en pasajes como el del<br />

diálogo con el Demonio disfrazado<br />

de eremita y posterior<br />

Según el estado de ánimo en<br />

que a uno le pille, la audición<br />

del Cuarto libro de Madrigales<br />

de Claudio Monteverdi<br />

puede ser en sí misma una<br />

experiencia sumamente dolorosa<br />

por la interpretación trágica<br />

que de principio a fin<br />

admiten tanto sus textos<br />

como la sublime música que<br />

se les aplica. La idea de pensar<br />

un argumento teatral para<br />

tal material en origen nada<br />

narrativo puede considerarse<br />

hasta cierto punto fruto de un<br />

acceso de masoquismo, de<br />

sadismo o de ambas cosas a<br />

la vez por parte de John La<br />

Bouchardière. En otras palabras,<br />

esta es una película que<br />

casi no puede recomendarse<br />

más que previa consulta al<br />

médico: al psiquiatra, al cardiólogo<br />

o a ambos.<br />

Lo que se escenifica y filma<br />

(de manera exquisita, por<br />

cierto) son los encuentrosdesencuentros<br />

amorosos de<br />

seis parejas, contados con<br />

medios exclusivamente mímicos<br />

por cantantes y actores.<br />

La parte visual requiere una<br />

máxima atención por parte<br />

del espectador, pues son<br />

muchos los detalles importantes<br />

que en caso contrario se<br />

perderá de los frecuentes<br />

flash-backs con que se le<br />

pone en antecedentes de lo<br />

que en el tiempo presente de<br />

la película sucede principalmente<br />

en un restaurante.<br />

La contrapartida es que<br />

entonces quizá le pase inadvertida<br />

las extraordinarias<br />

interpretaciones de los madrigales<br />

que constituyen la banda<br />

llamada a la muerte. No lo<br />

bastante imponente, en cambio,<br />

el propio Demonio de De<br />

Donato, aunque en general<br />

puede considerarse que cumple<br />

con su no fácil papel.<br />

Destacables igualmente Sabata<br />

y Cencic en sus papeles travestidos<br />

(no hay mujeres en<br />

el reparto, de acuerdo con los<br />

usos barrocos). Muy calante,<br />

infortunadamente, el jovencito<br />

que hace de ángel, y algo<br />

gritón el Adrasto de Ryland<br />

Angel. Publicación de importancia<br />

más que evidente.<br />

Enrique Martínez Miura<br />

sonora. Sencillamente, ni en la<br />

parte vocal ni en la instrumental<br />

caben ni mayor capacidad<br />

técnica ni mayor fuerza dramática.<br />

Y, ya está dicho, la<br />

unión de lo que se ve con lo<br />

que se oye es de una belleza<br />

tan formidable como dolorosa.<br />

Avisados están.<br />

Alfredo Brotons Muñoz


D V D<br />

SCHWEITZER-WAGNER<br />

Piergiorgio Morandi<br />

UN DRAMA ESPIRITUAL<br />

PIZZETTI: Asesinato en la<br />

catedral. RUGGERO RAIMONDI<br />

(Thomas Becket), PAOLETTA<br />

MARROCU, SONIA ZARAMELLA<br />

(Mujeres de Canterbury), LUCA<br />

CASALIN (Heraldo), SAVERIO FIORE,<br />

FILIPPO BETTOSCHI, ELIA FABBIAN<br />

(Sacerdotes). CORO ATER VOCES<br />

BLANCAS DEL CONSERVATORIO<br />

PICCINNI. SINFÓNICA DE LA PROVINCIA<br />

DE BARI. Director musical:<br />

PIERGIORGIO MORANDI. Director de<br />

escena: DANIELE D’ONOFRIO.<br />

Director de vídeo: TIZIANO<br />

MANCINI.<br />

DECCA 074 3253 (Universal). 2006.<br />

84’. N PN<br />

Afortunadamente, la industria<br />

discográfica y, en este caso,<br />

videográfica, sigue desarrollando<br />

de vez en cuando una<br />

misión cultural y no publicando<br />

únicamente la enésima versión<br />

de un título de repertorio con<br />

artistas de moda por razones<br />

supuestamente comerciales,<br />

como demuestra esta coproducción<br />

entre la firma Unitel<br />

(que de este modo continúa<br />

enriqueciendo su catálogo con<br />

importantes novedades) y el<br />

Teatro Petruzzelli de Bari, de la<br />

ópera de Ildebrando Pizzetti<br />

Assasinio nella catedrale (Asesinato<br />

en la catedral). Esta ópera,<br />

estrenada en La Scala de Milán<br />

el 1 de marzo de 1958 por un<br />

elenco encabezado por el bajo<br />

Nicola Rossi-Lemeni (quien<br />

interpretó el papel en el Liceo<br />

de Barcelona en los años 70<br />

con su esposa, la soprano Virginia<br />

Zeani) y la recientemente<br />

desaparecida Leyla Gencer, está<br />

basada en el drama homónimo<br />

del escritor católico inglés T. S.<br />

Eliot. El éxito de la producción<br />

milanesa llevó a Herbert von<br />

Karajan a presentar la obra en<br />

la Staatsoper de Viena, con<br />

Hans Hotter como protagonista.<br />

Esta filmación fue realizada en<br />

la basílica de San Nicolás de<br />

dicha ciudad italiana en las<br />

Navidades de 2006, lo cual<br />

ofrece un marco realmente<br />

imponente a la historia, que se<br />

beneficia además de la enorme<br />

personalidad de Ruggero Raimondi,<br />

quien en este último<br />

tramo de su carrera otorga una<br />

magnética presencia a un personaje<br />

tan fascinante y complejo<br />

como el del arzobispo Thomas<br />

Becket, cuyas firmes convicciones<br />

religiosas le llevan a<br />

enfrentarse al rey Enrique II de<br />

Inglaterra, siendo martirizado<br />

por ello en la propia catedral<br />

en 1170. No es casual que este<br />

tipo de dramas con un fuerte<br />

contenido moral y espiritual se<br />

produjeran en la Europa posterior<br />

a la Segunda Guerra Mundial<br />

(Diálogos de carmelitas de<br />

Poulenc se estrenó, curiosamente<br />

también en La Scala, en<br />

1957). El resto del reparto es<br />

magnífico, así como la intervención<br />

del coro que comenta la<br />

acción, y todos ellos (sacerdotes,<br />

caballeros, espíritus tentadores)<br />

están muy metidos en la<br />

obra. Las propias dimensiones<br />

del templo, por otra parte, permiten<br />

una mayor proximidad<br />

con el público. Es particularmente<br />

emotiva la intervención<br />

de la soprano Paoletta Marrocu<br />

al comienzo del acto segundo,<br />

donde expresa la angustia del<br />

pueblo de Canterbury. El director<br />

musical, Piergiorgio Morandi,<br />

sabe extraer la modernidad<br />

de la partitura y también situarla<br />

en su contexto temporal. La<br />

realización visual de Tiziano<br />

Mancini posee un ritmo casi<br />

cinematográfico, y crea con la<br />

llegada de los soldados al templo<br />

una atmósfera amenazante.<br />

Rafael Banús Irusta<br />

dientemente de que a la Señora<br />

Janowitz en esta película le<br />

hubiese convenido pasar por el<br />

gimnasio unas semanas antes<br />

para ponerse a tono y dar con<br />

mayor verosimilitud las sutiles<br />

líneas femeninas del físico de<br />

Arabella. El resto, Lilowa (Adelaide),<br />

Ghazarian (Zdenka), Kollo<br />

(Matteo) y Gruberova (Fiakermilli),<br />

cumplen sin problemas, lo<br />

mismo que el magnífico elenco<br />

de comprimarios. De todas formas,<br />

el máximo artífice de esta<br />

versión es Solti, que obtiene un<br />

maravilloso sonido de la Filarmónica<br />

de Viena, suntuoso, elegante,<br />

luminoso, de mil y un colores,<br />

muy bien captado por los ingenieros<br />

de Decca (Raeburn, Schröder,<br />

Wilkinson) y que supera<br />

incluso el de su famosa grabación<br />

anterior con della Casa y London<br />

hecha solamente en soporte<br />

audio. Hasta que nos llegue la<br />

reciente versión de Renée Fleming<br />

con Welser-Möst (Decca),<br />

esta película es la primera alternativa<br />

indiscutible de esta ópera,<br />

por encima de las notables de<br />

Haitink en Glyndebourne (Warner)<br />

y Thielemann en el Met<br />

(DG), un espectáculo que hará<br />

las delicias de los straussianos de<br />

pro. El texto de Hofmannsthal<br />

viene adecuadamente traducido<br />

con subtítulos en español.<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

VERDI:<br />

Un ballo in maschera. CARLO<br />

BERGONZI (Riccardo), ANTONIETTA STELLA<br />

(Amelia), MARIO ZANASI (Renato),<br />

MARGHERITA GUGLIELMI (Oscar), LUCIA<br />

DANIELI (Ulrica). CORO FILARMÓNICO DE<br />

TOKIO. SINFÓNICA NHK. Director<br />

musical: OLIVIERO DE FABRITIIS.<br />

VAI 4436 (LR Music). 1967. 169’. R PN<br />

Otra excursión<br />

italiana a<br />

Tokio que ha<br />

permitido<br />

conservar<br />

algunas joyas<br />

visuales como<br />

la presente,<br />

con equipos<br />

ya bien conocidos<br />

previamente en soporte<br />

audio. Es por ello muy disfrutable<br />

ver ahora, después de haber<br />

escuchado, la Amelia de la Stella,<br />

de un lirismo inequívocamente<br />

italiano cuya atractiva presencia<br />

añade varios enteros más a un<br />

personaje ya vocalmente notable,<br />

en una lectura aunque tendente a<br />

lo convencional de beneficiosos<br />

resultados dramáticos. (Como<br />

bonus, hay una entrevista a la<br />

soprano en la actualidad que es<br />

un precioso regalo añadido). El<br />

Gustavo de Bergonzi (ya que se<br />

canta la versión “sueca”) no necesita<br />

profundización: fraseo magistral,<br />

canto inmaculado, al servicio<br />

de una parte rica en matices que<br />

el tenor, por supuesto, aprovecha<br />

de la manera más conveniente,<br />

moviéndose en escena con<br />

comedida y estudiada desenvoltura.<br />

Un poco grande, en principio,<br />

parecería quedarle Ulrica a<br />

Lucia Danieli, aunque la rodada<br />

profesional que fue ideal para<br />

papeles de mezzo un poco por<br />

encima del simple comprimario<br />

(La Cieca de Gioconda, Suzuki o<br />

la Vecchia Madelon), le permiten<br />

superar la prueba, por lo menos,<br />

con dignidad. Zanasi domina instrumentalmente<br />

un papel que<br />

pudiera pensarse superior a sus<br />

facultades de barítono eminentemente<br />

lírico que sólo puede ser<br />

atacado por el lado expresivo, ya<br />

que Renato permite una más<br />

variada exhibición de matices.<br />

Aceptable sin más el Oscar de la<br />

Guglielmi, dentro de la mejor tradición,<br />

mientras que Mario Frasca<br />

le saca el partido conveniente a<br />

Cristiano, junto a los excelentes<br />

Plinio Clabassi en Samuel y Antonio<br />

Zerbini como Tom. El anónimo<br />

montaje se limita a que la<br />

acción quede absolutamente clara<br />

para cualquier espectador, en<br />

medio de los decorados y el vestuario<br />

correspondientes, y de<br />

Fabritiis pone en evidencia su<br />

suficiente y reconocida profesionalidad<br />

en una carrera que se<br />

extendería 25 años más.<br />

Fernando Fraga<br />

WAGNER:<br />

El holandés errante. DONALD<br />

MCINTYRE (Holandés), CATARINA<br />

LIGENDZA (Senta), BENGT RUNDGREN<br />

(Daland), HERMANN WINKLER (Erik),<br />

RUTH HESSE (Mary), HARALD EK<br />

(Timonel). CORO Y ORQUESTADELA<br />

ÓPERA ESTATAL DE BAVIERA. Director<br />

musical: WOLFGANG SAWALLISCH.<br />

Director de escena y de vídeo:<br />

VÁCLAV KASLÍK.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON 00440<br />

073 4433 (Universal). 1974. 117’. N PN<br />

Poco interés<br />

el de esta<br />

película, con<br />

situaciones<br />

inverosímiles<br />

y actores forzados<br />

y poco<br />

convincentes.<br />

No obstante,<br />

lo peor es el<br />

aspecto musical. Sawallisch no es<br />

el sobresaliente director de las<br />

Sinfonías de Schumann que<br />

conocemos, sino un rutinario<br />

Kapellmeister de provincias que<br />

parece no interesarle nada de lo<br />

que tiene entre manos, sin ningún<br />

matiz relevante en la orquesta<br />

y con un acompañamiento a<br />

los cantantes soso y totalmente<br />

insípido (por ejemplo, el excelso<br />

dúo de Senta y el Holandés no<br />

llega ni siquiera a una lección de<br />

canto de conservatorio). McIntyre<br />

canta sin convicción y como actor<br />

109


D V I S DC O S<br />

WAGNER-RECITALES<br />

110<br />

es una estatua de mármol;<br />

Ligendza, que por esos años era<br />

la Isolda de Carlos Kleiber en<br />

Bayreuth, parece no interesarle ni<br />

poco ni nada su personaje. Bengt<br />

Rundgren (Daland), contagiado<br />

del resto, solfea mal que bien su<br />

parte; Winkler (Erik) nunca ha<br />

sido el colmo de la sutileza, y claro,<br />

tampoco aquí, y los demás<br />

(incluido un coro totalmente ajeno<br />

a la acción), contribuyen a<br />

que el fiasco se generalice y sea<br />

la divisa de esta desafortunada<br />

producción que hace que el aficionado<br />

añore incluso la de Woldemar<br />

Nelsson en Bayreuth, también<br />

DVD DG, comentada en su<br />

día desde estas páginas. Poco<br />

más que añadir, como no sea<br />

preguntarnos alarmados por la<br />

política editorial del sello amarillo:<br />

¿a quién se le ocurre comercializar<br />

películas como ésta?<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

RECITALES<br />

NELSON FREIRE. Pianista.<br />

Obras de Franck y Saint-Saëns.<br />

ORQUESTADELASUIZA ITALIANA.<br />

Director: DAVID SHALLON.<br />

VAI 4409 (LR Music). 1983. 41’. Mono.<br />

N PN<br />

Este documento<br />

recupera<br />

un concierto<br />

efectuado<br />

en la<br />

década de los<br />

ochenta con<br />

el pianista<br />

Nelson Freire<br />

y la Orquesta<br />

de la Suiza Italiana. Aunque no<br />

cabe duda de que las obras no<br />

pertenecen a las más prodigadas<br />

dentro del repertorio, éste puede<br />

ser interesante según las preferencias<br />

de cada uno. Lo importante<br />

es que en ambas partituras<br />

Freire demuestra su dominio<br />

expresivo con férrea musicalidad,<br />

acompañado de una fluidez que<br />

le parece muy natural. Freire,<br />

que toca con una calidez distante<br />

sin acabar de implicarse realmente,<br />

muestra en las Variaciones<br />

sinfónicas de Franck más inspiración<br />

e imaginación, a pesar de la<br />

rutina que de la orquesta emana.<br />

Ésta no pasa de un nivel aceptable,<br />

básicamente por sus constantes<br />

desajustes y por la falta de<br />

aquellos detalles que la pudieran<br />

convertir en especial. Aun así, el<br />

solista procura huir de tanta<br />

corrección y se eleva teniendo<br />

claro su papel y vocación. En el<br />

Segundo Concierto de Saint-<br />

Saëns, el brasileño continúa<br />

seguro de su particular poesía<br />

sonora, sobreponiéndose a los<br />

tempi a menudo demasiado lentos<br />

propuestos supuestamente<br />

por el director David Shallon y<br />

ofreciendo su música. Aquí quedan<br />

muy claras las condiciones<br />

de Freire, quien aprovecha la brillantez<br />

y el virtuosismo reunido<br />

en la partitura para expresarse<br />

cómodamente fundiendo técnica<br />

con sensibilidad. La calidad de la<br />

grabación de vídeo no es nada<br />

buena, pero a pesar de lo dicho,<br />

es un documento interesante<br />

para los que quieran ver tocar al<br />

pianista hace nada más y nada<br />

menos que veinticinco años.<br />

Emili Blasco<br />

SUSAN GRAHAM. Mezzo.<br />

La muchacha del Oeste. Arias y<br />

canciones de diversos autores.<br />

MALCOLM MARTINEAU, piano.<br />

ORQUESTA DEL CAPITOLE DE TOULOUSE.<br />

Director: MICHEL PLASSON.<br />

TOURBILLON EDV 434-TRB005<br />

(Gaudisc). 2004. 88’. N PN<br />

La carrera<br />

de Susan<br />

Graham<br />

como mezzo<br />

lírica se ha<br />

extendido<br />

por la ópera<br />

y el concierto<br />

con relativa<br />

rapidez.<br />

Europa y Estados Unidos la<br />

cuentan normalmente en sus<br />

programas. España no conforma<br />

excepción. En este DVD se<br />

la muestra en un viaje de vacaciones<br />

hacia su Santa Fe natal<br />

(el del Norte) donde recupera<br />

una sencillez campesina, se<br />

relaja y se complace con sus<br />

recuerdos y sus próximos.<br />

Alternan este relato ensayos<br />

con Martineau, conciertos de<br />

cámara junto al mismo y magistral<br />

acompañante y momentos<br />

de un Werther en plataforma y<br />

semiactuado, en versión para<br />

barítono, al lado del gran Thomas<br />

Hampson y bajo la ciencia<br />

y la sensibilidad de un atentísimo<br />

Plasson.<br />

Graham no es sólo una<br />

cantante depurada y minuciosa<br />

sino una suerte de espectáculo<br />

de bolsillo. Por eso relumbra<br />

en piezas de Poulenc (1904) y<br />

Beni Moore (Sexy Lady) donde<br />

pone en escena esos ejemplos<br />

de “ópera minuto” para un solo<br />

intérprete. La respuesta del<br />

público mide su eficacia.<br />

También la escuchamos en<br />

Hahn, Mozart, Messager y una<br />

ráfaga de Carmen, que acaso<br />

encarne alguna vez. Sus explicaciones<br />

de por qué prefiere el<br />

repertorio francés —una constante<br />

línea expresiva, sin los sobre-<br />

saltos italianos— y cómo ha<br />

resuelto su vocalidad son francamente<br />

inteligentes. Y, en todo<br />

caso, vestida de gala o en tejanos,<br />

es una muchacha del Oeste<br />

despierta, directa y pimpante.<br />

Blas Matamoro<br />

CHRISTA LUDWIG. Mezzo.<br />

Edición del aniversario. CHARLES<br />

SPENCER, piano. Directores de vídeo:<br />

CLAUS WILLER Y ENRIQUE SÁNCHEZ<br />

LANSCH.<br />

2 DVD ARTHAUS 102089 (Ferysa) 1994,<br />

1999. 227’. N PN<br />

Con motivo<br />

de los ochenta<br />

años de la<br />

cantante alemana<br />

se ha<br />

editado esta<br />

miscelánea<br />

compuesta<br />

por dos recitales<br />

con piano<br />

(1994) tomados en estudio<br />

(Viaje de invierno y canciones<br />

de Schubert, Wolf, Mahler y<br />

Strauss) y una lección magistral<br />

dividida en mitades, con jóvenes<br />

cantantes (en vivo, 1999).<br />

A pesar de su calendario<br />

bien cumplido, Ludwig conserva<br />

una voz lozana de timbre y<br />

robustez. Ahorra esfuerzos y da<br />

un ejemplo profesoral, en el<br />

mejor sentido de la palabra, de<br />

su repertorio. Descuella en Mahler<br />

y aborda el invernal Viaje<br />

schubertiano en una apuesta<br />

infrecuente, con el ejemplo previo<br />

e ilustre de Lotte Lehmann:<br />

cantar un ciclo pensado y escrito<br />

para voz masculina.<br />

En la clase magistral está lo<br />

mejor de la entrega porque<br />

vemos y oímos a Ludwig en<br />

algo ignorado para la mayoría<br />

de sus seguidores, su tarea<br />

docente montada sobre un escenario,<br />

con abundancia de guiños<br />

y humoradas del mejor calibre,<br />

dada la presencia del público.<br />

La maestra no sólo se sabe<br />

de memoria las partituras, sino<br />

que conoce a los personajes<br />

(Carmen, Werther, Pizarro,<br />

Tamino, Dorabella, el Fígaro<br />

mozatiano) y hasta las réplicas<br />

de sus compañeros en la ficción.<br />

Su encarnación de Don José es<br />

desopilante. En general, prueba<br />

que un ensayo puede ser tan<br />

interesante cual una función formal.<br />

Como añadido, hay algunas<br />

reflexiones de ella en primer<br />

plano y dos momentos de su<br />

carrera: Dorabella en 1970 y<br />

Mistress Quickly en 1982 junto<br />

al antológico Falstaff de Giuseppe<br />

Taddei. En fin, toda una época<br />

con sus mejores relumbrones.<br />

Blas Matamoro<br />

RENATA TEBALDI.<br />

Soprano.<br />

FRANCO CORELLI. Tenor.<br />

Live in Tokio 1973. Obras de<br />

Denza, Bellini, Gluck, Verdi,<br />

Massenet, Puccini, Grieg,<br />

Monteverdi, Rossini, De Curtis,<br />

Tosti, Donizetti y Cardillo.<br />

FILARMÓNICA DE TOKIO. Director:<br />

TADASHI MORI.<br />

DYNAMIC 33542 (Diverdi). 1973. 89’.<br />

N PN<br />

A primeros<br />

de 1973,<br />

R e n a t a<br />

Tebaldi dejó<br />

de interpretar<br />

óperas<br />

sobre un<br />

escenario y<br />

se dedicó a<br />

los recitales<br />

por América hasta el mes de<br />

julio en que inició una serie de<br />

conciertos con Franco Corelli,<br />

que les llevó además por Europa<br />

y Asia. En Japón, donde<br />

ambos artistas eran muy queridos,<br />

actuaron en varias ocasiones<br />

y ahora aparece la del 21<br />

de noviembre. La belleza vocal<br />

de Renata Tebaldi, se mantenía<br />

bastante, después de una larga<br />

carrera, aunque quizá había<br />

perdido algo de su aterciopelado<br />

timbre. La inteligencia de la<br />

cantante le hizo proponer un<br />

repertorio más acorde con sus<br />

condiciones, cantando con<br />

delicadeza Paride ed Elena,<br />

Manon, Madama Butterfly,<br />

canciones de Rossini y Donizetti,<br />

para acabar, ya en los<br />

bises con la conocida aria de<br />

Gianni Schicchi. En todos<br />

estos fragmentos fue evidente<br />

su cuidada musicalidad, su<br />

capacidad para las sutilezas,<br />

adaptándose a su estado<br />

actual. Luego, junto con Corelli<br />

cantan los dúos de Otello y La<br />

bohème, donde contrasta la<br />

elegancia de la soprano con la<br />

pasión del tenor.<br />

El caso de Corelli era distinto,<br />

el tenor estaba en un<br />

momento álgido de su carrera<br />

que duraría dos años más y<br />

mantenía su timbre varonil y<br />

expansivo, a veces exultante y<br />

alterna páginas mas centrales<br />

como canciones de Denza,<br />

Bellini y Grieg, con una brillante<br />

versión de la página mas<br />

conocida de Rigoletto o un<br />

densa versión de Le Cid, con<br />

una incursión en Monteverdi<br />

algo lejos de su estilo.<br />

La orquesta japonesa, con<br />

Tadashi Mori al podio, es discreta<br />

y vale la pena resaltar el<br />

entusiasmo del público, con<br />

verdadera pasión por tocar la<br />

mano de los divos.<br />

Albert Vilardell


NEGRO MARFIL<br />

VIOLENCIA Y DESORDEN ALREDEDOR<br />

DEL POST-MANIERISMO<br />

THE OTHELLO SYNDROME.<br />

Otello de Verdi revisitado por Uri Caine.<br />

URI CAINE ENSEMBLE.<br />

WINTER & WINTER 910 135-2 (Diverdi). 2008. 76’.<br />

DDD. N PN<br />

DANS LES ARBRES. La somnolencia,<br />

La indiferencia… y otros estados de<br />

ánimo. XAVIER CHARLES, clarinete, armónica;<br />

IVAR GRYDELAND; guitarra, banjo, SHRUTI BOX;<br />

CHRISTIAN WALLUMROED, piano; INGAR ZACH,<br />

percusión.<br />

ECM 2058 (Nuevos Medios). 2008. 50’. DDD. N PN<br />

LES VIOLENCES DE RAMEAU. Les<br />

Boréades et Les Indes galantes de Rameau<br />

revisitadas por Louis Sclavis. LOUIS SCLA-<br />

VIS SEXTET.<br />

ECM 1588 (Nuevos Medios). 1996. 57’. DDD. N PN<br />

BIRDS ON FIRE. Música para violas<br />

de los siglos XVI, XVII y XXI. FRETWORK.<br />

HARMONIA MUNDI HMU 907478. 2008. 75’.<br />

DDD. N PN<br />

Hacen falta dos para discutir, y para vivir también.<br />

Rav Tarbi<br />

Treinta años antes de crear este Othello Syndrome de Uri Caine,<br />

la bienal de Venecia invitó al estudio de arquitectura Site a realizar<br />

un proyecto sobre el Molino Stucky, un conjunto de molinos<br />

abandonados situados en La Giudecca. Site propuso varias<br />

fachadas de molino desapareciendo progresivamente en el agua,<br />

creando un continuo —y algo obvio— vaivén entre la laguna y la<br />

ciudad (las ciudades europeas, acaso sus músicas, piden ser revisitadas<br />

por habitantes del Nuevo Mundo o por hordas de vándalos que<br />

sepan crear un diálogo algo perdido).<br />

Toda la arquitectura de Site de los años 70, es decir sus grandes<br />

almacenes Best hechos con ladrillos deshaciéndose (!), sus esquinas<br />

arrancadas del edificio, sus paredes con inmensas fisuras o apartándose<br />

del edifico, pelándose, como si fuesen una piel de naranja, la<br />

vegetación insertada en la estructura del edificio, sus puentes acabando<br />

en el lago que supuestamente hubiera tenido que franquear…<br />

toda su arquitectura parece provenir de ese dramático,<br />

fabuloso y casi grotesco fresco de Giulio Romano, en el palacio<br />

ducal de Mantua, en el que un templo corintio se desgarra, sus<br />

columnas, sus arcos se derrumban, caen al suelo, devastando, imagino,<br />

todo lo que hubiera debajo.<br />

Con un deje algo herético, o siguiendo el mejor estilo manierista,<br />

acaso pos-manierista, unos músicos hunden en un sueño apocalíptico<br />

símbolos o tópicos, además de algunas decoraciones de<br />

mármol.<br />

Lo bueno (claro que eso depende del mal gusto de cado uno)<br />

de esos intérpretes y compositores: no pretenden cambiar, trastor-<br />

nar, la música, no pretenden ser profetas ni siquiera reformistas…<br />

son una suerte de comentaristas cáusticos, divertidamente corrosivos,<br />

que promueven cambios a pequeña escala, privilegiando detalles<br />

sin importancia.<br />

… Hay mil maneras de hablar con los muertos…<br />

pero ellos no nos dicen sino:<br />

“vivid todavía, siempre, vivid cada vez más, sobre todo no os hagáis<br />

daño<br />

y no perdáis la risa…”<br />

Christian Bobin. La más que viva.<br />

Como esos capitanes de Lope de Vega, esos soldados de la guerra<br />

del tiempo, Caine y Sclavis erosionan el monumento o el cenotafio<br />

del compositor para establecer algún contacto con sus alrededores,<br />

y andan de nuevo —dice Carpentier—, tambaleándose, tropezando<br />

con todo, lastimados por las rayas de las aceras, por las raíces…<br />

Esos músicos, Uri Caine & Friends, Louis Sclavis y su Sexteto,<br />

Xavier Charles et ses amis, tienen una manera de “andar de nuevo”<br />

por las músicas de Verdi, de Rameau, por los estados de ánimo de<br />

Couperin, como por las ciudades cuando, en pleno verano, se llenan<br />

de inquietud, de soledad, saliendo temprano y caminando hasta<br />

la noche, recorriendo las calles y callejuelas hasta encontrarse con<br />

nombres de calles desconocidas que forman un nuevo poema, con<br />

sonidos que forman unas músicas nuevas: Paseo de Las Boréades,<br />

Avenida de Las Indias Galantes, Plaza de la Fiesta de Persia, Callejón<br />

de la maldad de Jago, Palacio Pezzi-Blunt de la Resurrección de<br />

Desdemona… embargados, embriagados o achacados por una suerte<br />

de fiebre o somnolencia o sopor, circulan y tiemblan, como<br />

sonámbulos, sin parar, sin meta, sin remedio.<br />

Evidentemente, se puede, y con magnífico resultado, (sobre<br />

todo si uno es, digamos, Beethoven) componer arcanos que abrirán,<br />

oirán, acaso entenderán los biznietos de las generaciones futuras<br />

(componer para los siglos futuros: ¡una definición de la música<br />

contemporánea!). Pero por otra parte, y casi con la misma evidencia,<br />

puedo imaginar que la música no quiere tener secretos, nos<br />

rodea libremente, se expone, por doquier, y es tan amplia, tan profunda,<br />

que pueden bucear en ella algunos compositores y abandonar<br />

los refugios, las habitaciones cerradas, las torres de marfil, y no<br />

hay casi diferencia, no existen casi fronteras, entre el tiempo cercano,<br />

coetáneo, y el tiempo pasado… las músicas del pasado, las ciudades<br />

del pasado no pertenecen al pasado, pues las escuchamos<br />

hoy, vivimos hoy en ellas, dicen algo, o lo intentan, una multitud de<br />

sonidos surgen de ellas, hay mucha vida en ellas y esas fachadas<br />

muertas plantadas en el asfalto, esas persianas cerradas, esas cortinas<br />

metálicas bajadas como durante unas revueltas a la espera del<br />

saqueo, están llenas de energía, se mueven, inventan nuevas lenguas,<br />

nuevas palabras y nuevos ritmos y acordes y ruidos, sin cesar.<br />

Esas músicas no hablan, aquí al menos, de la pérdida, de la pérdida<br />

de un mundo algo mejor, de la conciencia de una pérdida, o<br />

del temor de esta pérdida: al tocar en el Consort of viols las obras<br />

que le son coetáneas, de los Lupo, Rossi, Bassano y las obras que<br />

nos son coetáneas, de Orlando Cough, los veraneantes de Birds on<br />

Fire, notan cómo el lugar de vacaciones se transforma poco a poco<br />

en un gueto; la vida se vuelve cada vez más dura y en esa situación<br />

desesperada, los ex-veraneantes y futuras víctimas empiezan a<br />

tomar conciencia de su identidad y se alegran por ello. Y mientras<br />

esperan los trenes que les llevarán a la destrucción, los veraneantes<br />

enlazan, juntan, componen trozos de músicas para reconstruir,<br />

recomponer un trozo de belleza desgarrada y radiante.<br />

Como Giulio Romano anteayer, como Site ayer, unos músicos<br />

vuelven hoy a confundir la desesperanza con la alegría, y el buen<br />

humor, la joie de vivre con la aceptación realista de la relatividad<br />

esencial de la existencia (de las otras y la nuestra).<br />

Pierre Élie Mamou<br />

111


ÍNDICE<br />

ÍNDICE DE DISCOS CRITICADOS<br />

112<br />

Albéniz: Iberia. Chauzu. Calliope. 78<br />

Alvear: Asking. Egoyan. Mode. 78<br />

Bach: Cantatas vol. 25.<br />

Gardiner. SDG. . . . . . . . . . . . 79<br />

— Da Gamba.<br />

Van der Velden. Ramée. . . . . 78<br />

Badings: Sinfonías 2, 12.<br />

Porcelijn. CPO. . . . . . . . . . . . 79<br />

Bartók: Obras para piano.<br />

Kocsis. Hungaroton. . . . . . . . 79<br />

Beethoven: Concierto para violín.<br />

Kennedy. EMI.. . . . . . . . . . . . 80<br />

— Misa en do. Best. Hyperion. 76<br />

Berg: Wozzeck. Grundheber,<br />

Meier/Barenboim. Warner. . 106<br />

Berio: Chemins. Déjardin. Aeon. 80<br />

Bizet: Carmen. Ludwig,<br />

King/Maazel. Orfeo. . . . . . . . 75<br />

— Suites. Minkowski. Naïve. . 81<br />

Blancafort: Obras para piano vol.<br />

4. Villalba. Naxos. . . . . . . . . 80<br />

Boccherini: Sonatas para chelo.<br />

Watkin. Hyperion. . . . . . . . . 76<br />

Brahms: Concierto para piano 1.<br />

Angelich/Järvi. Virgin. . . . . . . 81<br />

— Obras completas.<br />

Varios. Brilliant. . . . . . . . . . . 76<br />

— Sinfonías 1, 3.<br />

Frühbeck. Genuin. . . . . . . . . 81<br />

— Sinfonías 2, 4.<br />

Bernstein. Medici. . . . . . . . . 106<br />

Bruckner: Sinfonía 9.<br />

Welser-Möst. Euroarts. . . . . 107<br />

Brueggergosman, Measha.<br />

Soprano. Obras de Bolcom,<br />

Schoenberg y Satie. DG. . . . 100<br />

Cage: Solo. Dolce. Mode. . . . . 82<br />

Callas, Maria. Soprano. Obras de<br />

Verdi, Bellini y otros. WCJ. . . 99<br />

Caro dardo. Obras de Hasse,<br />

Arne y otros. Alemán/Sabata.<br />

MAA. . . . . . . . . . . . . . . . . . 102<br />

Chaikovski: Canciones vols. 4, 5.<br />

Kazarnovskaia/Orfenova.<br />

Naxos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 82<br />

— Sinfonías. Rostropovich. EMI. 82<br />

Cimarosa: Dixit Dominus.<br />

Pirona. CPO.. . . . . . . . . . . . . 82<br />

Debussy: Mar. Juegos.<br />

Märkl. Naxos. . . . . . . . . . . . . 83<br />

— Mar. Jansons. RCO.. . . . . . . 83<br />

Dediu: Piezas para piano.<br />

Sandu-Dediu. Neos. . . . . . . . 83<br />

Dillon: Traumwerk.<br />

Arditti. NMC. . . . . . . . . . . . . 83<br />

Donizetti: Elisir d’amore. Pavarotti,<br />

Blegen/Rescigno. Decca.. . . 107<br />

— Roberto Devereux. Theodossiou,<br />

Schroeder/Rota. Naxos. 107<br />

Doppler: Obras para flauta.<br />

Gallois. Naxos. . . . . . . . . . . . 84<br />

Dowland: Obras para laúd.<br />

Lindberg. Brilliant. . . . . . . . . 84<br />

Dufay: Misa para Santiago el<br />

Grande. Kirkman. Hyperion.. 76<br />

Dussek: Sonatas para piano.<br />

Becker. CPO. . . . . . . . . . . . . 84<br />

Dvorák: Tríos con piano.<br />

Florestan. Hyperion. . . . . . . . 84<br />

Eco de París. Obras de Rossi, Lambert<br />

y otros. Dyck. Accent. . . 102<br />

Erlebach: Cantatas. Rémy. CPO.85<br />

Esprit Galant. Obras de Pinel,<br />

Lambert y otros.<br />

Zomer. Channel. . . . . . . . . . 102<br />

Feldman: For Bunita Marcos.<br />

Oehms. . . . . . . . . . . . . . . . . . 85<br />

Finzi: Dies natalis. Hill. Naxos. 85<br />

Fiesta. Obras de Revueltas, Carreño<br />

y otros. Dudamel. DG.. . 103<br />

Folies françaises. Obras de<br />

Couperin, Debussy y Messiaen.<br />

Pescia. Claves. . . . . . . . . . . 103<br />

Francesconi: Elymo.<br />

Mälkki. Kairos. . . . . . . . . . . . 86<br />

Freire, Nelson. Pianista. Obras de<br />

Franck y Saint-Saëns. VAI.. . 110<br />

French Delights.<br />

Obras de Sancan, Widor y otros.<br />

Hendricks. BIS. . . . . . . . . . . 102<br />

Gabrieli: Missa Pater Peccavi.<br />

Roberts. Hyperion. . . . . . . . . 76<br />

Galuppi: Clemencia de Tito.<br />

Megyesi, Gonzalez/Pirona.<br />

Hungaroton. . . . . . . . . . . . . . 86<br />

Garcés: Danzas. Galduf. PMV. 86<br />

García: Don Quijote.<br />

Udaeta. Almaviva. . . . . . . . . 87<br />

Garden of Zephirus.<br />

Page. Hyperion. . . . . . . . . . . 76<br />

Glass: Monsters of Grace.<br />

Mascari, Montano/Glass<br />

Ensemble. OMM. . . . . . . . . . 71<br />

— Music with Changing Parts.<br />

Icebreaker. OMM.. . . . . . . . . 71<br />

Graham, Susan. Mezzo. Arias y<br />

canciones. Tourbillon. . . . . 110<br />

Granados: Obras para piano vol.<br />

10. Masó. Naxos. . . . . . . . . . 87<br />

Grieg: Obras para piano.<br />

Mourao. Membran. . . . . . . . . 87<br />

Guastavino: Obras para piano.<br />

Jones. Nimbus. . . . . . . . . . . . 87<br />

Haendel: Hércules. Wemyss,<br />

Sämann/Martini. Naxos. . . . . 87<br />

— Suites. Convivium. Hyperion. 76<br />

— Trionfo del Tempo e del<br />

Disinganno. Invernizzi, Oro/<br />

De Marchi. Hyperion. . . . . . . 88<br />

Hausegger: Natursymphonie.<br />

Rasilainen. CPO.. . . . . . . . . . 88<br />

Haydn: Cuartetos op. 9. Haydn<br />

de Londres. Hyperion.. . . . . . 89<br />

— Creación. Christie, Virgin. . . 89<br />

— Sinfonías 94, 96, 97.<br />

Van Beinum. Retrospective. . 89<br />

Homenaje a Manuel Castillo.<br />

Pérez. Almaviva. . . . . . . . . . 104<br />

Honegger: Obras para<br />

violonchelo. Poltéra. BIS. . . . 89<br />

Illarramendi: Sinfonía 7.<br />

Rodeck. Karonte.. . . . . . . . . . 90<br />

Indy: Obras orquestales.<br />

Gamba. Chandos. . . . . . . . . . 90<br />

Insólito estupor. Zapico. Arsis. 104<br />

Ives: Songs.<br />

Finley/Drake. Hyperion. . . . . 90<br />

Jommelli: Uccellatrice.<br />

Castiglioni, Sportelli/Fracassi.<br />

Bongiovanni.. . . . . . . . . . . . . 91<br />

Karajan, Herbert von. Director.<br />

Grabaciones Decca. Decca. 104<br />

— Grabaciones con Mutter. DG. 104<br />

— Obras de Beethoven y Verdi.<br />

Orfeo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75<br />

Karajan, un maestro para la pantalla.<br />

Wübbolt. Arthaus. . . . . 73<br />

Karajan o “la belleza como yo la<br />

veo”. Dornhelm. DG. . . . . . . 73<br />

Kaufmann, Jonas. Tenor. Obras de<br />

Puccini, Bizet y otros. Decca. 100<br />

Landi: Il Sant’Alessio. Jaroussky,<br />

Cencic/Christie. Virgin. . . . . 108<br />

Liszt: Canciones.<br />

Ziesak/Huber. Berlin. . . . . . . 91<br />

Ludwig, Christa. Mezzo.<br />

Edición aniversario. Arthaus.110<br />

Ludford: Misa.<br />

Higginbottom. K 617. . . . . . . 91<br />

Ludwig, Christa. Mezzo.<br />

Obras de Mozart, Rossini y<br />

otros. Orfeo. . . . . . . . . . . . . . 75<br />

Ma’alot. Salmos.<br />

Shoshan. Hänssler. . . . . . . . 105<br />

Mahler: Sinfonía 1. Nott. Tudor. 91<br />

— Sinfonía 10. Harding. DG.. . 69<br />

Marais: Sémélé. Mercer,<br />

Tauran/Niquet. Glossa. . . . . . 70<br />

— Suites. Purcell. Hyperion. . . 76<br />

Mayr: Amor coniugale. Rizzone,<br />

Charalgina/Franklin. Naxos. . 91<br />

Mendelssohn: Obras para piano.<br />

Chamayou. Naïve. . . . . . . . . 92<br />

Messiaen: Antología.<br />

De Leeuw. Näive. . . . . . . . . . 74<br />

— Obras para órgano, piano y canciones.<br />

Tanke e. a. Brilliant. . . . 74<br />

Mittler: Cuartetos 1, 3.<br />

Wolf. CPO. . . . . . . . . . . . . . . 92<br />

Monte: Misa.<br />

Cinquecento. Hyperion. . . . . 92<br />

Monteverdi: Madrigales libro IV.<br />

Hollingworth. Naxos. . . . . . 108<br />

Mozart: Conciertos para piano 6,<br />

15, 27. Aimard. Warner. . . . . 93<br />

— Conciertos para trompa.<br />

Zelm/De Vriend. Etcetera. . . . 93<br />

— Conciertos para violín.<br />

Carmignola/Abbado. Archiv.. 68<br />

— Obras para flauta y orquesta.<br />

Bezaly/Kangas. BIS.. . . . . . . . 93<br />

— Sinfonías 29, 33, 35, 38, 41.<br />

Abbado. Archiv. . . . . . . . . . . 68<br />

— Sonatas para piano y violín.<br />

Cooper/Podger. Channel. . . . 92<br />

Música par Ricardo Corazón de<br />

León. Page. Hyperion.. . . . . . 76<br />

New Chamber Music Discoveries.<br />

B3 Classic. Warner.. . . . . . . 105<br />

Orquesta de Cadaqués.<br />

Obras de Guinovart, Morera y<br />

Chaikovski. Tritó. . . . . . . . . 100<br />

Otter, Anne Sofie von. Mezzo.<br />

Obras de Strauss, Bizet y otros.<br />

Decca. . . . . . . . . . . . . . . . . 100<br />

Pizzetti: Asesinato en la catedral.<br />

Raimondi, Marrocu/Morandi.<br />

Decca. . . . . . . . . . . . . . . . . 109<br />

Purcell: Fantasías.<br />

Savall. Alia Vox. . . . . . . . . . . 94<br />

Rodrigo: Obras para guitarra vol.<br />

1. Jouve. Naxos. . . . . . . . . . . 94<br />

Romberg: Mesías. Max. CPO. . 94<br />

Rorem: Conciertos.<br />

Serebrier. Naxos.. . . . . . . . . . 94<br />

Rossini: Pecados de vejez.<br />

Marangoni. Naxos. . . . . . . . . 95<br />

Scarlatti, A.: Cantatas.<br />

Dawson. Hyperion.. . . . . . . . 76<br />

— Martirio de Santa Cecilia.<br />

Argenta, Beasley/Fasolis.<br />

CPO.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95<br />

Scelsi: Obras para contrabajo.<br />

Black. Mode.. . . . . . . . . . . . . 95<br />

— Pranam II. 2e2m. Stradivarius. 95<br />

Scheidt: Tabulatura nova.<br />

Raml. MDG. . . . . . . . . . . . . . 95<br />

Schleiermacher, Steffen. Pianista.<br />

Obras de Klein, Apostel y otros.<br />

MDG. . . . . . . . . . . . . . . . . . 101<br />

Schubert: Trío op. 99.<br />

Vogt e. a. AVI.. . . . . . . . . . . . 96<br />

Schubert-Rasmussen: Sakontala.<br />

Bernius. Carus. . . . . . . . . . . . 96<br />

Schumann, C.: Canciones.<br />

Gritton/Asti. Hyperion. . . . . . 76<br />

Schumann, R.: Obras para piano<br />

y de cámara vol. 4.<br />

Le Sage. Alpha. . . . . . . . . . . . 96<br />

Schütz: Historia de la Resurrección.<br />

Haller. K 617. . . . . . . . . . . . . 96<br />

Schweitzer: Alceste. Schneider,<br />

Genz/Hofstetter. Berlin.. . . . 107<br />

Sciarrino: Lohengrin.<br />

Sciarrino. Stradivarius. . . . . . 97<br />

Serenata. Il salotto vol. 11.<br />

Ford, Montague/Harper.<br />

Opera Rara. . . . . . . . . . . . . 105<br />

Shostakovich: Sinfonía 5.<br />

Eschenbach. Ondine. . . . . . . 97<br />

Sibelius: Kullervo.<br />

Segerstam. Ondine.. . . . . . . . 97<br />

Sofronitzki, Vladimir. Pianista.<br />

Obras de Scriabin, Borodin y<br />

otros. Brilliant. . . . . . . . . . . . 72<br />

State of Jazz. Hamelin.<br />

Hyperion.. . . . . . . . . . . . . 105<br />

Strauss: Arabella. Janowitz,<br />

Weikl/Solti. Decca. . . . . . . . 108<br />

— Intermezzo.<br />

Prey, Poell/Keilberth. Orfeo. . 75<br />

— Sinfonía doméstica.<br />

Ashkenazi. Audite. . . . . . . . . 93<br />

Stravinski: Consagración de la<br />

primavera. Nott. Tudor.. . . . . 97<br />

Tebaldi, Renata. Soprano. Dúos<br />

con Franco Corelli. Dynamic. 110<br />

Telemann: Conciertos para oboe.<br />

Goodwin/King. Hyperion. . . . 76<br />

— Suites. King. Hyperion. . . . . 76<br />

Tormis: Obras corales.<br />

Layton. Hypereon. . . . . . . . . 98<br />

Tuma: Partite.<br />

Alessandrini. Naïve. . . . . . . . 98<br />

Vaughan Williams: Quinteto.<br />

Schubert Ensemble. Chandos. 98<br />

Verdi: Ballo in maschera. Bergonzi,<br />

Stella/De Fabritiis. VAI. . . . . 109<br />

Villa-Lobos: Bachianas.<br />

Gómez Hyperion. . . . . . . . . . 76<br />

Vivaldi: Arias.<br />

Kirkby/Goodman. Hyperion. . 76<br />

— Conciertos para violín.<br />

Deuter. Eloquentia. . . . . . . . . 98<br />

— Cuatro estaciones. Varios. . . 66<br />

— Orlando furioso. Desler,<br />

Kennedy/Sardelli. CPO.. . . . . 99<br />

— Sonatas. Purcell. Hyperion. . 76<br />

Vonk, Hans. Director.<br />

Obras de Debussy, Messiaen y<br />

otros. Pentatone. . . . . . . . . . 101<br />

Wagner: Dúos de Tristán e Isolda.<br />

Polaski, Botha/De Billy.<br />

Oehms. . . . . . . . . . . . . . . . . . 99<br />

— Holandés errante. McIntyre,<br />

Ligendza/Sawallisch. DG. . . 109


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

ANDALUCÍA<br />

Orquesta Ciudad de Granada. . 114<br />

Orquesta Filarmónica<br />

de Málaga . . . . . . . . . . . . . . . . 115<br />

Real Orquesta Sinfónica<br />

de Sevilla. . . . . . . . . . . . . . . . . 115<br />

Orquesta de Córdoba . . . . . . . . 116<br />

Orquesta Barroca de Sevilla . . . 116<br />

ARAGÓN<br />

ASTURIAS<br />

Al Ayre Español . . . . . . . . . . . . . . 136<br />

Orquesta Sinfónica del<br />

Principado de Asturias. . . . . . 118<br />

Orquesta Sinfónica Ciudad de<br />

Oviedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118<br />

BALEARES<br />

CANARIAS<br />

Orquesta Sinfónica de Baleares 119<br />

Orquesta Filarmónica de Gran<br />

Canaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120<br />

Orquesta Sinfónica de Tenerife. 120<br />

CASTILLA Orquesta Sinfónica Y de LEÓN<br />

Castilla y León . . . . . . . . . . . . 121<br />

CATALUÑA<br />

Orquesta Sinfónica de Barcelona<br />

y Nacional de Cataluña . . . . . 124<br />

Orquesta de Cadaqués . . . . . . . 124<br />

Orquesta Sinfónica del Vallés . . 125<br />

EXTREMADURA<br />

Orquesta Sinfónica de<br />

GALICIA<br />

MADRID<br />

Extremadura . . . . . . . . . . . . . . 126<br />

Orquesta Sinfónica de Galicia. . 126<br />

Real Filharmonía de Galicia. . . . 127<br />

Orquesta Nacional de España . . 130<br />

Orquesta de la Comunidad<br />

de Madrid . . . . . . . . . . . . . . . . 130<br />

Orquesta Sinfónica de RTVE . . . 131<br />

Orquesta Sinfónica de Madrid . 132<br />

MURCIA<br />

NAVARRA<br />

PAÍS VASCO<br />

VALENCIA<br />

Orquesta Sinfónica de la<br />

Región de Murcia. . . . . . . . . . 132<br />

Orquesta Sinfónica de Navarra. 135<br />

Orquesta Sinfónica de Euskadi . 134<br />

Orquesta Sinfónica de Bilbao . . 134<br />

Orquesta de Valencia. . . . . . . . . 136<br />

113


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Ciudad de Granada<br />

INESTABILIDAD<br />

Al cierre de esta edición,<br />

la programación<br />

de la OCG está<br />

todavía por concretar<br />

en muchos de sus aspectos:<br />

las obras del Auditorio<br />

Manuel de Falla, que llevarán<br />

los conciertos al Palacio<br />

de Congresos, y los traumáticos<br />

cambios ocurridos<br />

durante la temporada pasada,<br />

que acabaron con cambio<br />

de gerente y de director<br />

titular, están sin duda detrás<br />

de esta situación. Salvador<br />

Mas, el nuevo titular, con<br />

Harry Christophers y Pablo<br />

González como principales<br />

directores invitados, parece<br />

estar adaptando lo ya programado<br />

a sus preferencias.<br />

En cualquier caso, la estructura<br />

de la temporada es<br />

similar a la de otros años:<br />

una fiesta de apertura (música<br />

de cine con Pablo González<br />

en el podio); dos con-<br />

www.orquestaciudadgranada.es<br />

ciertos de otoño de perfiles liares, a lo que se añaden<br />

nacionalistas (Stanislav dos extraordinarios con el<br />

Bogunia hará un programa Mesías participativo, que<br />

checo y Soustrot uno francés);<br />

doce conciertos sinfónicos,<br />

muchos de ellos aún<br />

sin repertorio, aunque en los<br />

que parecen fijos resulta<br />

muy reseñable la abundancia<br />

de música contemporánea<br />

y española, tradicionalmente<br />

el punto flojo del<br />

conjunto, lo que por otro<br />

lado provoca un descenso<br />

en los programas clásicos y<br />

barrocos; cuatro citas con el<br />

llamado Festival OCG, en<br />

esta ocasión dedicado a la<br />

dualidad Cristo/Diablo, que<br />

permitirá escuchar obras sinfónico-corales<br />

dirigirá Arie van Beek, y La<br />

canción de la tierra, que<br />

hará Mas, sin solistas aún<br />

confirmados. Otros directores<br />

que participan en la temporada<br />

serán James Judd,<br />

Aldo Ceccato, Jean-François<br />

Heisser (que también actúa<br />

como solista), Juan de Udaeta,<br />

Yoav Talmi, Hannu Lintu<br />

y Enrique Mazzola, y entre<br />

los solistas no hay nombres<br />

demasiado conocidos, aunque<br />

destacan los cantantes<br />

españoles (Lojendio, Martins,<br />

Peña, López, Bordas,<br />

Casariego, Ramón, Prunellcuentadas<br />

no muy fre-<br />

Friend…). Demasiadas<br />

como Cristo en el<br />

monte de los Olivos de Beethoven,<br />

La noche de Walpurgis<br />

de Mendelssohn o La<br />

incógnitas, que esperemos<br />

no arruinen una de las trayectorias<br />

más brillantes del<br />

sinfonismo andaluz.<br />

infancia de Cristo de Berlioz;<br />

y cinco conciertos fami-<br />

Pablo J. Vayón<br />

PISTAS<br />

30 de noviembre de 2008.<br />

Jean-François Hessier,<br />

director y piano.<br />

Cruz Guevara, [Obra<br />

encargo de la OCG en<br />

colaboración con la SGAE].<br />

Guerrero, Sahara.<br />

Albéniz, Iberia [números<br />

sin concretar].<br />

Messiaen, Oiseaux<br />

exotiques.<br />

12 de diciembre de 2008.<br />

Pablo González, director.<br />

Varèse, Integrales.<br />

Carter, Suite de El<br />

Minotauro.<br />

Sibelius, Sinfonía nº 2.<br />

16 de enero de 2009.<br />

Juan de Udaeta, director.<br />

Spanish Brass Luur Metals.<br />

García Román, Obertura<br />

académica, De Angelis.<br />

Colomer, Concierto para<br />

quinteto de metales y<br />

orquesta.<br />

J. L. Turina, Punto de<br />

encuentro.<br />

SALVADOR MÁS. O. Ciudad de Granada<br />

Juan Ortiz<br />

PABLO GONZÁLEZ. O. Ciudad de Granada<br />

114<br />

ALDO CECCATO. O. F. de Málaga<br />

MARC SOUSTROT. Real O. Sinfónica de Sevilla<br />

Guillermo Mendo


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla<br />

CRECIMIENTO<br />

El incremento de programas de<br />

abono (de 16 a 18) de la ROSS<br />

se explica por las obras de<br />

ampliación y mejora de la<br />

maquinaria escénica del Maestranza,<br />

que permite la simultaneidad entre<br />

ópera y conciertos, y por la presencia<br />

de cuatro conjuntos invitados: la<br />

Orquesta Barroca de Sevilla y la<br />

Orquesta Ciudad de Granada (que<br />

participarán también en la temporada<br />

operística) más la Sinfónica de Euskadi<br />

y la Real Filharmonía de Galicia. La<br />

temporada se inicia con una ópera en<br />

concierto (La vida breve de Falla,<br />

incluida en el cartel de la Bienal de<br />

Flamenco) y sigue con un espectacular<br />

homenaje a Messiaen (De los<br />

cañones a las estrellas, que dirigirá el<br />

muy apreciado en Sevilla Marc Soustrot).<br />

Otra nota destacable es el incremento<br />

significativo de música del Clasicismo<br />

(diez obras entre Haydn,<br />

Mozart, García, Schubert y Beethoven,<br />

de quien Perianes tocará el Concierto<br />

nº 1 y Frühbeck hará la Novena),<br />

lo que coincide con la invitación<br />

a algunos maestros acostumbrados a<br />

lidiar con esta música, como Martin<br />

Sieghart o Howard Griffiths. Sigue<br />

chocando en cambio la ausencia de<br />

www.rossevilla.com<br />

un concertino titular.<br />

Pedro Halffter se reserva seis programas,<br />

algunos muy apetitosos, como<br />

el díptico que formarán Magnificat de<br />

Vaughan Williams y Sinfonía lírica de<br />

Zemlinsky (con Camilla Nylund y<br />

Michael Volle) o los acompañamientos<br />

al chelista Truls Mørk (Primero de<br />

Shostakovich) y al pianista Nikolai<br />

Luganski (Primero de Rachmaninov).<br />

Otros solistas de relieve serán el también<br />

violonchelista Steven Isserlis<br />

(Haydn, Variaciones rococó de Chaikovski),<br />

el clarinetista Martin Fröst<br />

(Carl Nielsen, en un programa dirigido<br />

por Michael Schønwandt), el violinista<br />

Benjamin Schmid (Chaikosvki), en un<br />

programa que dirigirá Leif Segerstam,<br />

quien además presentará una nueva<br />

sinfonía (que pronto llegará a la nº<br />

200), y el pianista Josep Colom (nº 17<br />

de Mozart, dirigido por Matthias<br />

Bamert, que completa la sesión con<br />

otro Mozart, Fratres de Pärt y la Italiana<br />

de Mendelssohn). Por Navidad,<br />

John Nelson ofrecerá La infancia de<br />

Cristo de Berlioz. Seguramente, la programación<br />

más interesante de la era<br />

Halffter.<br />

Pablo J. Vayón<br />

PISTAS<br />

30 y 31 de octubre de 2008.<br />

Marc Soustrot, director.<br />

Patricia Azanza, piano.<br />

Joaquín Morillo, trompa.<br />

Iñaki Martín y Gilles Midoux, xilorimba<br />

y glockenspiel.<br />

Messiaen, De los cañones a las estrellas.<br />

19 y 20 de diciembre de 2008.<br />

John Nelson, director.<br />

John Tessier, tenor.<br />

Zandra McMaster, mezzo.<br />

Armando Noguera, barítono.<br />

Renaud Delaigue, bajo.<br />

Bertrand Grunenwald, bajo.<br />

Coro de la Asociación de Amigos del<br />

Maestranza.<br />

Berlioz, La infancia de Cristo.<br />

2 y 3 de abril de 2009.<br />

Pedro Halffter, director.<br />

Camilla Nylund, soprano.<br />

Michael Volle, barítono.<br />

Voces femeninas del Coro de la A. A.<br />

del Maestranza.<br />

Vaughan Williams, Magnificat.<br />

Zemlinsky, Sinfonía lírica.<br />

11 y 12 de junio de 2009.<br />

Michael Schønwandt, director.<br />

Martin Fröst, clarinete.<br />

Nielsen, Obra a determinar, Concierto<br />

para clarinete.<br />

Schumann, Sinfonía nº 1.<br />

Orquesta Filarmónica de Málaga<br />

CONTRACCIÓN<br />

PISTAS<br />

Las obras en el Teatro<br />

Cervantes provocan<br />

una contracción de la<br />

temporada de abono<br />

de la OFM, que se queda en<br />

catorce programas (cada uno<br />

de los cuales se ofrece dos<br />

días consecutivos) entre el 4<br />

de octubre y el 13 de junio.<br />

El titular Aldo Ceccato se<br />

reserva justo la mitad, entre<br />

ellos los tres que cierran el<br />

ciclo que ha venido dedicando<br />

a Chaikovski: Concierto<br />

para piano nº 3 (con el<br />

joven malagueño Antonio<br />

Ortiz como solista),<br />

Manfred, Variaciones rococó<br />

(con Asier Polo), Sinfonías<br />

Cuarta y Sexta, Serenata<br />

melancólica, Romeo y<br />

Julieta. Estos programas se<br />

completan con un par de<br />

obras encargadas a compositores<br />

andaluces (D. Pérez y<br />

Rafael Díaz). También se ha<br />

encargado otra obra al malagueño<br />

Daniel Mateos (Omega),<br />

que estrenará Ceccato el<br />

mismo día en que Benedetto<br />

Lupo toque el Concierto nº 4<br />

de Rachmaninov. Perianes<br />

también hará un Rachmaninov<br />

(el Segundo), en otro de<br />

los programas del titular en<br />

el que sonará la Tercera de<br />

Brahms, otro de los compositores<br />

preferidos del año,<br />

pues de él el propio Ceccato<br />

hará la Cuarta (junto al Don<br />

Quijote de Strauss, con Enrico<br />

Dindo de solista), la<br />

Obertura trágica y el<br />

Réquiem alemán (Coral de<br />

Bilbao, María Espada y Ralf<br />

Lukas, de solistas).<br />

El resto de directores invitados<br />

serán Ewald Daniel (programa<br />

íntegramente dedicado<br />

a Dvorák, con las Serenatas<br />

para cuerdas y para<br />

vientos y la Sexta Sinfonía),<br />

www.orquestafilarmonicademalaga.net<br />

Petr Altrichter (Smetana,<br />

Concierto para dos violines<br />

de Martinu, Sinfonietta de<br />

Janácek), Hansjorg Schellenberger,<br />

quien además de<br />

ofrecer la Misa de Gloria de<br />

Puccini tocará el oboe en<br />

piezas barrocas (Corelli, Marcello),<br />

Marco Guidarini (4<br />

últimos lieder de Strauss,<br />

Cuarta de Mahler, con la<br />

soprano Helena Juntunen),<br />

Antoni Ros Marbà (Montsalvatge,<br />

Concierto de Szymanowski<br />

con Vadim Gluzman,<br />

Segunda de Sibelius), José<br />

de Eusebio (Albéniz, Berlioz,<br />

Concierto para orquesta de<br />

Lutoslawski) y Massimo<br />

Quarta, que actuará también<br />

como solista en el ciclo que<br />

lleva dedicando a los Conciertos<br />

de Paganini (Tercero<br />

y Quinto en esta ocasión).<br />

Pablo J. Vayón<br />

6 y 7 de febrero de 2009.<br />

Aldo Ceccato, director.<br />

Javier Perianes, piano.<br />

Brahms, Sinfonía nº 3.<br />

Rachmaninov, Concierto<br />

para piano nº 2.<br />

Youmans-Shostakovich,<br />

Tahiti-Trot.<br />

22 y 23 de mayo de 2009.<br />

José de Eusebio, director.<br />

Rafael Altino, viola.<br />

Albéniz, Suite de Merlín.<br />

Berlioz, Harold en Italia.<br />

Lutoslawski, Concierto<br />

para orquesta.<br />

12 y 13 de junio de 2009.<br />

Aldo Ceccato, director.<br />

Josef Horvat, violín.<br />

Díaz, Tchaikovsky entre<br />

nosotros.<br />

Chaikovski, Serenata<br />

melancólica para violín y<br />

orquesta, Romeo y Julieta,<br />

Sinfonía nº 6.<br />

115


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

116<br />

Orquesta de Córdoba<br />

CONTINUIDAD<br />

Doce programas, a<br />

celebrar entre el 9<br />

de octubre y el 18<br />

de junio, constituyen<br />

la temporada de abono<br />

de la Orquesta de Córdoba,<br />

que mantiene las señas de<br />

identidad que ha marcado<br />

en los últimos años el venezolano<br />

Manuel Hernández<br />

Silva, mediante la combinación<br />

de piezas del repertorio<br />

más clásico con novedades<br />

escritas siempre en un<br />

lenguaje accesible para el<br />

público y algunas gotas de<br />

refrescante sabor popular,<br />

habitualmente reservadas<br />

para el ya tradicional Concierto<br />

de Año Nuevo, que en<br />

esta ocasión incluye standards<br />

jazzísticos, junto a<br />

piezas de Chick Corea,<br />

Gershwin, Piazzolla o Shostakovich<br />

en arreglos del<br />

acordeonista Enrique Ugarte,<br />

que participa en la<br />

sesión como director y<br />

como solista.<br />

Orquesta Barroca de Sevilla<br />

CONSOLIDACIÓN<br />

El titular se reserva la<br />

mitad de los programas y<br />

entre el resto de directores<br />

destaca la presencia de Philippe<br />

Entremont, que actuará<br />

también como solista (nº 20<br />

de Mozart) en un programa<br />

que se completa con Strauss<br />

(Sexteto de Capricho) y Beethoven<br />

(Cuarta). Otros solistas<br />

destacados serán el violinista<br />

Sergei Teslia (Concierto<br />

de Adams), el pianista Jeongwon<br />

Suh (Primero de Prokofiev)<br />

y el violonchelista Antonio<br />

Meneses (Dvorák). El<br />

brasileño Ney Rosauro estará<br />

presente en su doble condición<br />

de compositor y percusionista,<br />

con sus conciertos<br />

para timbales y para marimba,<br />

en el segundo de los cuales<br />

tocará la parte solista.<br />

Curiosos resultan los así llamados<br />

Trípticos para violín y<br />

para violonchelo. En el primero,<br />

Alexis Cárdenas se<br />

enfrentará a piezas de Saint-<br />

Saëns, Chausson y Ravel;<br />

www.orquestadecordoba.org<br />

mientras que en el segundo,<br />

Álvaro Campos hará obras de<br />

Enrique Rueda, S. Báez y A.<br />

A. Muñoz, las dos últimas<br />

estrenos absolutos, en una<br />

sesión en la que se estrenará<br />

también una obra de Miguel<br />

Franco. Poca presencia de<br />

música española (aparte los<br />

estrenos, una Suite de Falla),<br />

abundancia de sinfonías<br />

populares (nº 45 de Haydn,<br />

nº 38 de Mozart, Cuarta y<br />

Sexta de Beethoven, Cuarta<br />

de Schumann,<br />

Primera de Sibelius,<br />

Quinta<br />

de Shostakovich,<br />

Cuarta de<br />

Schubert, Sexta<br />

de Chaikovski,<br />

Cuarta de Mendelssohn)<br />

y cierre<br />

espectacular<br />

con el Réquiem<br />

alemán<br />

de Brahms.<br />

Pablo J. Vayón<br />

La OBS se encuentra en<br />

un momento clave<br />

para enfrentar una<br />

necesaria consolidación<br />

que sólo puede venir<br />

de un más decidido apoyo<br />

público. El conjunto funciona<br />

de manera independiente,<br />

apoyándose en distintos<br />

organismos, de los cuales el<br />

más importante sigue siendo<br />

Cajasol, que le permite mantener<br />

una temporada de cuatro<br />

programas al año en<br />

Jerez, Cádiz, Córdoba y Sevilla.<br />

Con la Junta de Andalucía<br />

mantiene un convenio<br />

que supone en la práctica su<br />

participación en algunos festivales<br />

regionales (Cádiz,<br />

Úbeda y Baeza, Aracena). El<br />

Ayuntamiento de Sevilla la<br />

tiene como fija para el Femàs<br />

(Festival de Música Antigua<br />

de la capital) y le financia su<br />

ciclo de cámara (cinco conciertos<br />

y seis conferencias en<br />

2008). Con la Caixa la cola-<br />

www.orquestabarrocadesevilla.com<br />

boración viene de antiguo, de repertorio español incluido<br />

pero desde el año pasado<br />

en la temporada de abo-<br />

parece sustanciarse básicamente<br />

no de la ROSS. Habrá otro<br />

en la interpretación programa de repertorio hisno<br />

de El Mesías participativo por pano (música de la catedral<br />

Navidad. La Universidad Hispalense<br />

de Málaga) que dirigirá Die-<br />

suele tenerla en go Fasolis en la presenta-<br />

cuenta también para algunas ción del conjunto en el<br />

celebraciones.<br />

Auditorio Nacional de<br />

Su dependencia de otras Madrid. Con Pierre Cao y el<br />

entidades para la programación,<br />

Coro Arsys Bourgogne, la<br />

unida a la tradicional orquesta hará no sólo el<br />

falta de previsión de la Mesías, sino también una<br />

mayoría de los programadores<br />

Pasión según San Juan y un<br />

españoles hace que el Israel en Egipto (ya en el<br />

curso 2008-09 no esté cerrado<br />

verano de 2009), oratorio<br />

por completo al cierre de haendeliano que irá de gira<br />

esta edición, pero la OBS lo por un par de festivales<br />

abre a lo grande, con su franceses. Monica Huggett<br />

participación en el Julio (programa de música navideña),<br />

César de Haendel que ofrece<br />

Christophe Coin (que<br />

en noviembre próximo el también participará como<br />

Maestranza. La dirección solista en un programa<br />

musical correrá a cargo de barroco) y Alfredo Bernardini<br />

Andreas Spering y el concertino<br />

(Water Music) dirigirán<br />

será Manfredo Kraemer,<br />

otros recitales.<br />

quien además dirigirá<br />

al conjunto en un programa<br />

Pablo J. Vayón<br />

PISTAS<br />

26 de marzo de 2009.<br />

Philippe Entremont, solista<br />

y director.<br />

Strauss, Sexteto de cuerdas<br />

de Capricho.<br />

Mozart, Concierto para<br />

piano y orquesta nº 20.<br />

Beethoven, Sinfonía nº 4.<br />

7 de mayo de 2009.<br />

Guillermo Figueroa, dir.<br />

Cristina Llorens, timbales.<br />

Ney Rosauro, marimba.<br />

Rosauro, Concierto para<br />

timbales y cuerdas,<br />

Concierto para marimba nº 2.<br />

Chaikovski, Sinfonía nº 6.<br />

PISTAS<br />

17 y 18 de junio<br />

de 2009.<br />

Manuel<br />

Hernández Silva,<br />

director. Yolanda<br />

Auyanet, soprano.<br />

Juan Tomás<br />

Martínez,<br />

barítono.<br />

Coro Sinfónico de<br />

Córdoba.<br />

Brahms, Un<br />

Requiem alemán<br />

op. 45.<br />

23 (Cádiz), 25, 27 (Sevilla) y<br />

29 (Úbeda) de noviembre<br />

de 2008.<br />

Manfredo Kraemer,<br />

concertino-director.<br />

Olga Pitarch, soprano.<br />

Terradellas, Obertura de<br />

Giuseppe Riconosciuto,<br />

Plaudite populi.<br />

Baguer, Sinfonías 15 y 19.<br />

M. Pla, Obertura en fa mayor.<br />

Boccherini, Se non ti moro<br />

allato!<br />

30 de marzo de 2009.<br />

Sevilla.<br />

Alfredo Bernardini, dir.<br />

Haendel, Water Music.<br />

(resto de obras sin confirmar).<br />

2 (Córdoba), 3 (Cádiz), 4<br />

(Jerez), 5 (Sevilla), 10<br />

(Festival de Ambronay,<br />

Francia) de abril de 2009.<br />

Pierre Cao, director.<br />

Carlos Mena, contratenor.<br />

Lluís Vilamajó, tenor.<br />

Thomas Bauer, bajo.<br />

Coro Arsys Bourgogne.<br />

Bach, Pasión según San Juan.


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias<br />

SINFONISMO DE RUPTURA<br />

La OSPA dedica su próxima<br />

temporada a<br />

obras que han marcado<br />

un antes y un después<br />

dentro del género sinfónico:<br />

la Primera de Mahler<br />

(11/jun.), la Tercera Sinfonía<br />

de Beethoven (2/oct.), la<br />

Séptima “Ángel de la luz” de<br />

Rautavaara (20/feb.) y la Sexta<br />

de Bruckner (26/feb.),<br />

todas con dirección de Max<br />

Valdés; la Quinta de Shostakovich<br />

(8/en.: Yoav Talmi) o<br />

la Tercera de Copland<br />

(30/abr.: David Lockington).<br />

De los solistas invitados destaca<br />

la presencia de Boris<br />

Belkin (3/oct.: Concierto<br />

para violín en re menor de<br />

Sibelius); Elmar Oliveira<br />

(28/nov.: Concierto para violín<br />

en re mayor de Brahms);<br />

el prestigioso trompetista<br />

Luis González Martí (9/en.:<br />

Concierto para trompeta de<br />

Böhme); el guitarrista<br />

Manuel Barrueco, que interpretará<br />

las Danzas para guitarra<br />

y orquesta de Roberto<br />

Sierra (22/en.); los pianistas<br />

Kirill Gerstein (19/feb: Concierto<br />

para piano nº 2 de<br />

Brahms) e Ingrid Fliter; el<br />

chelista Asier Polo (27/feb:<br />

Concierto para chelo en do<br />

mayor de Haydn) y el violinista<br />

Valeri Sokolov (Concierto<br />

para violín nº 2 de<br />

Prokofiev: 5/mar.). Con<br />

motivo de la entrega de los<br />

Premios Príncipe de Asturias,<br />

Valdés dirigirá el Réquiem<br />

alemán de Brahms. El concierto<br />

del día del ahorro, el<br />

navideño El Mesías de Haendel,<br />

La Pasión según San<br />

Mateo en Semana Santa y<br />

una versión en concierto de<br />

la zarzuela Covadonga<br />

(7/nov.: Miquel Ortega), de<br />

Bretón, conforman el grueso<br />

de “otros conciertos”. También<br />

visitarán Asturias direc-<br />

www.ospa.es<br />

tores como Aldo Ceccato,<br />

Marco Guidarini, David Lockington,<br />

Adrian Leaper, Paul<br />

Mann, Jesús Amigo, Krzysztof<br />

Penderecki o la jovencísima<br />

Virginia Martínez. La<br />

política de intercambios con<br />

otras agrupaciones permitirá<br />

oír el 22 de mayo a la Real<br />

Philharmonia de Galicia,<br />

dirigida por Juanjo Mena.<br />

Por su parte, la OSPA viajará<br />

a Santiago de Compostela<br />

con su titular el 19 de febrero.<br />

Por último, participará en<br />

tres títulos del Festival de<br />

ópera de Oviedo: Dialogues<br />

des carmélites de Saint-Saëns<br />

en septiembre, con dirección<br />

de Valdés, La bohème en<br />

octubre, dirigida por Yves<br />

Abel, e Il barbiere di Siviglia<br />

de Rossini en diciembre,<br />

bajo la batuta de Álvaro<br />

Albiach.<br />

Aurelio M. Seco<br />

PISTAS<br />

12, 14, 16 y 18 de<br />

septiembre de 2008.<br />

Yves Abel, director.<br />

Carlos Cosías, tenor.<br />

Carlos Daza, barítono.<br />

Enric Serra, barítono.<br />

Inva Mula, soprano.<br />

Manuel Lanza, barítono.<br />

Miguel Ángel Zapater, bajo.<br />

Ruth Rosique, soprano.<br />

Puccini, La bohème.<br />

23 de octubre de 2008.<br />

Maximiano Valdés, director.<br />

Gabriel Bermúdez,<br />

barítono.<br />

Coro de la Fundación<br />

Príncipe de Asturias.<br />

Brahms, Réquiem alemán.<br />

13 de marzo de 2009.<br />

Maximiano Valdés, director.<br />

Ingrid Fliter, pianista.<br />

Jornadas de Piano Luis G.<br />

Iberni.<br />

Chopin, Concierto para<br />

piano nº 1.<br />

Saint-Saëns, Sinfonía nº 3.<br />

Helene Ott<br />

118<br />

Oviedo Filarmonía<br />

TEMPORADA DE HOMENAJES<br />

La Oviedo Filarmonía<br />

(ex Orquesta Sinfónica<br />

Ciudad de Oviedo)<br />

reparte sus actuaciones<br />

entre las temporadas líricas<br />

del Campoamor y los ciclos<br />

musicales de la ciudad. El 2<br />

de septiembre participará en<br />

un concierto homenaje a la<br />

pianista Purita de la Riva,<br />

bajo la dirección de José<br />

Miguel Pérez Sierra. Marzio<br />

Conti dirigirá al conjunto el<br />

20 de septiembre, con un<br />

programa centrado en Ravel,<br />

Rota y Rendine. La agrupación<br />

ovetense inaugura la<br />

temporada de conciertos del<br />

Palacio de Festivales de Santander<br />

(27/sep.), con una<br />

gala lírica protagonizada por<br />

Cristina Gallardo-Domâs. El<br />

3 de octubre colaborará con<br />

la Asociación Lírica Asturiana<br />

Alfredo Kraus, acompañando<br />

las voces de Ana María Sánchez<br />

y Jorge de León. Dentro<br />

de Los conciertos del Auditorio,<br />

el 11 de octubre dedicará<br />

uno al musicólogo, crítico<br />

y gestor musical Luis G. Iberni.<br />

El programa incide en el<br />

sentido homenaje, con obras<br />

de Chapí y Sarasate. El 3 de<br />

abril acompañará al chelista<br />

Daniel Müller-Schott en el<br />

Concierto para chelo y<br />

orquesta en si menor de<br />

Dvorák. El 24 de mayo, Friedrich<br />

Haider dirigirá a la<br />

orquesta en una gala lírica<br />

protagonizada por los cantantes<br />

Raffaella Angeletti y<br />

Luis Dámaso.<br />

También colabora en las<br />

Jornadas de piano (4/mar.),<br />

acompañando a los pianistas<br />

Joaquín Achúcarro y Oscar<br />

Martín (13/dic.: Concierto<br />

para piano nº 2 de Bartók),<br />

y en dos producciones del<br />

Festival de ópera de Oviedo:<br />

The Rake’s progress de Stravinski<br />

en noviembre, bajo la<br />

dirección musical de Mikhail<br />

Agrest, y Un ballo in mas-<br />

www.oviedofilarmonia.es<br />

chera de Verdi, con dirección<br />

de Paolo Arrivabeni.<br />

Siguiendo con las labores de<br />

foso, la Oviedo Filarmonía<br />

participa en exclusiva en el<br />

Festival de Zarzuela del<br />

Campoamor a partir de<br />

febrero, con las zarzuelas El<br />

Bateo y De Madrid a París<br />

de Chueca, bajo la dirección<br />

musical de Luis Remartínez.<br />

En marzo le llegará el turno<br />

a Pan y toros, de Barbieri,<br />

con dirección de José Miguel<br />

Pérez Sierra. Marzio Conti<br />

dirigirá en abril la conocida<br />

Katiuska de Sorozábal. Marina,<br />

de Arrieta, continuará el<br />

ciclo en mayo, con la dirección<br />

musical del titular de la<br />

agrupación, Friedrich Haider.<br />

El festival termina en<br />

junio con una Antología de<br />

zarzuela española, con Enrique<br />

Diemecke en la dirección<br />

musical.<br />

Aurelio M. Seco<br />

PISTAS<br />

27 de septiembre de 2008.<br />

Inauguración de la<br />

temporada de conciertos del<br />

Palacio de Festivales de<br />

Santander.<br />

Angelo Cavallaro, director.<br />

Cristina Gallardo-Domâs,<br />

soprano.<br />

Coro Lírico de Cantabria.<br />

Gala lírica.<br />

4 de marzo de 2009.<br />

Jornadas de Piano “Luis G.<br />

Iberni”.<br />

Keri-Lynn Wilson, directora.<br />

Joaquín Achúcarro, piano.<br />

Beethoven, Concierto para<br />

piano nº 5.<br />

22, 25, 28, 30 y 31 de enero<br />

de 2009.<br />

Ópera. Teatro Campoamor.<br />

Paolo Arrivabeni, director.<br />

Giuseppe Gipali, tenor.<br />

Ángel Ódena, barítono.<br />

Amarilli Nizza, soprano.<br />

Elena Manistina, mezzo.<br />

Beatriz Díaz, soprano.<br />

Verdi, Un ballo in maschera.


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

O.S. PRINCIPADO DE ASTURIAS<br />

OVIEDO FILARMONÍA<br />

FRIEDRICH HAIDER<br />

PHILIPPE BENDER<br />

Orquesta Sinfónica de Baleares Ciudad de Palma<br />

EL SELLO BENDER<br />

www.simfonica-de-balears.com<br />

El director titular, el francés<br />

Philippe Bender, pas Nigel Carter, Joan Barce-<br />

Tomeu Bibiloni y los trom-<br />

tendrá a su cargo nueve<br />

de los quince prollem,<br />

además del Studium<br />

ló Pau Galiana y César Guigramas<br />

que la Orquesta Sinfónica<br />

de Baleares Ciudad de<br />

Palma desarrollará entre el<br />

jueves 16 de octubre de este<br />

año y el jueves 21 de mayo<br />

de 2009. Inaugurará el ciclo<br />

con dos piezas del mallorquín<br />

Cor de Cambra. Todos ellos<br />

interpretarán la Pieza de concierto<br />

para cuatro trompas y<br />

orquesta, op. 86 (Schumann),<br />

el Concierto en do menor nº<br />

21 KV 467 (Mozart) y el Oratorio<br />

de Navidad (Saint-<br />

Antonio Torrandell Saëns), para honrar por todo<br />

(Inca, 1881-Palma, 1963), el lo alto las fiestas navideñas.<br />

Concierto para violín nº 2 de<br />

Prokofiev (solista, Boris Belkin)<br />

José Guerrero Martín<br />

y la Sinfonía nº 1 de<br />

Mahler. Sucesivamente irá<br />

dirigiendo obras de Debussy, PISTAS<br />

Schumann, Mozart, Saint-<br />

Saëns, Bartók, Mendelssohn, 16 de octubre de 2008.<br />

Rafael Cavestany (autor Philippe Bender, director.<br />

madrileño residente en Eivissa),<br />

Grieg, Mozart de nuevo,<br />

Carter, Sarasate, Rimski-Korsakov,<br />

Haydn, D. Bourgeois,<br />

Brahms, Wagner y Beethoven.<br />

En su segundo programa<br />

Boris Belkin, violín.<br />

Torrandell, Tristes souvenirs.<br />

Torrandell, Marxa heroica.<br />

Prokofiev, Concierto para<br />

violín nº 2.<br />

Mahler, Sinfonía nº 1.<br />

contará con la soprano<br />

June Anderson (recital de<br />

música inglesa). Los directores<br />

invitados serán Olivier<br />

Cuendet (Honegger, Bruch,<br />

Chaikovski), Pavel Baleff<br />

(David León, Mendelssohn,<br />

Copland), Víctor Pablo Pérez<br />

(Haydn, Mendelssohn), Yoav<br />

Talmi (Prokofiev, Rachmaninov),<br />

Jesús López Cobos<br />

(programa Beethoven) y<br />

André Bernard (Bernstein,<br />

Haydn, Mahler). Entre los<br />

15 de enero de 2009.<br />

Philippe Bender, director.<br />

Duncan Gifford, piano.<br />

Ireneusz Jagla, piano.<br />

Armando Lorente y Juan<br />

José Guillem, percusión.<br />

Maia Planas, soprano.<br />

Joana Llabrés, soprano.<br />

Joan Carles Falcón, tenor.<br />

Capella Mallorquina.<br />

Bartók, Concierto para dos<br />

pianos, percusión y orquesta.<br />

Mendelssohn, Sinfonía nº 2.<br />

solistas, además de los mencionados<br />

Boris Belkin y June<br />

Anderson, cabe mencionar a<br />

la clarinetista Sabine Meyer<br />

(Copland), la pianista Elena<br />

Bashkirova (Mozart), el pianista<br />

Illan Rogoff (Prokofiev),<br />

los hermanos Renaud y Gautier<br />

Capuçon (violinista y violonchelista),<br />

7 de abril de 2009.<br />

Philippe Bender, director.<br />

Laura Alonso, soprano.<br />

Antoni Aragón, tenor.<br />

Carles López, barítono.<br />

Coral Universitat de les Illes<br />

Balears.<br />

Haydn, La Creación.<br />

el pianista David<br />

Fray (Beethoven), la soprano<br />

Isabel Rey (Mahler) y la mezzosoprano<br />

Zandra McMaster<br />

(Wagner). Un concierto singular<br />

será el que Philippe<br />

Bender dirija el 20 de diciembre<br />

de 2008, con la participación<br />

de la pianista Elena<br />

Bashkirova, la soprano Maia<br />

Planas, la mezzosoprano<br />

Maria Lluïsa Roca, la contralto<br />

Eulàlia Salbanyà, el tenor<br />

30 de abril de 2009.<br />

Philippe Bender, director.<br />

Renaud Capuçon, violín.<br />

Gautier Capuçon,<br />

violonchelo.<br />

Philip Dawson, contrabajo.<br />

Bourgeois, Romanza para<br />

contrabajo y orquesta op. 64.<br />

Brahms, Concierto para<br />

violín, violonchelo y<br />

orquesta, op. 102.<br />

Brahms, Sinfonía nº 2.<br />

Antoni Aragón, el barítono<br />

119


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Filarmónica de Gran Canaria<br />

DESCRIPCIONES Y NARRACIONES<br />

La nueva temporada de<br />

la Orquesta Filarmónica<br />

de Gran Canaria,<br />

cuya titularidad sigue<br />

ocupando principalmente<br />

Pedro Halffter, presenta en<br />

su próxima programación el<br />

lema Música descriptiva. En<br />

una línea similar a temporadas<br />

anteriores, bajo un título<br />

general se propone un<br />

repertorio en coherencia con<br />

un criterio de referencia,<br />

aunque, en esta ocasión los<br />

límites entre lo descriptivo<br />

parezca fundirse en muchos<br />

de los casos con lo narrativo,<br />

cuando no con lo programático.<br />

Pero, sin adentrarnos en<br />

profundidades, sí es cierto<br />

que en la presente temporada<br />

abundan las obras en las<br />

que lo literario o lo extramusical<br />

parece haber servido a<br />

los compositores a la hora<br />

de realizar sus obras. Y así,<br />

por ejemplo, figuran obras<br />

como La mer, La valse, Scheherezade,<br />

o sinfonías como<br />

la Italiana de Mendelssohn,<br />

la Cuarta de Chaikovski, o la<br />

Fantástica de Berlioz.<br />

Es digno de resaltar, asimismo,<br />

el importante papel<br />

que ocupa lo vocal en esta<br />

nueva temporada, ya que<br />

figuran de los dieciocho programas<br />

de abono, cinco en<br />

que cantantes solistas asumen<br />

el protagonismo. Así,<br />

www.ofgrancanaria.com<br />

en colaboración con la Fundación<br />

Teatro Pérez Galdós,<br />

habrá dos conciertos dedicados<br />

a Puccini, con ocasión<br />

del 150 aniversario de su<br />

nacimiento, más dos de<br />

obras sacras (Magnificat de<br />

Bach y Misa “en tiempo de<br />

guerra” de Haydn) así como<br />

un concierto con arias de<br />

óperas francesas, a cargo de<br />

la soprano Nathalie Manfrino.<br />

Nombres como Cristina<br />

Gallardo-Domâs, Maria<br />

Guleghina, Patricia Ciofi, Isabelle<br />

Kabatu, Marcello Giordani,<br />

Gustavo Peña o Miquel<br />

Ramón figuran entre los can-<br />

PEDRO HALFFTER, O. Filarmónica de Gran Canaria<br />

LÜ JIA, O. Sinfónica de Tenerife<br />

120<br />

Orquesta Sinfónica de Tenerife<br />

MUCHAS NOVEDADES<br />

El Concierto para piano<br />

nº 2 “Tenerife” de<br />

Michel Camilo, expresamente<br />

compuesto<br />

por encargo del Auditorio, o<br />

la participación de la orquesta<br />

desde el foso con el Ballet<br />

de Ángel Corella son algunas<br />

de las novedades que presenta<br />

la Orquesta Sinfónica<br />

de Tenerife en la nueva temporada<br />

2008-2009.<br />

El repertorio, centrado<br />

en la música romántica de<br />

siglo XIX y del siglo XX, con<br />

obras de Beethoven, Schumann,<br />

Mendelssohn, Mahler,<br />

Bruckner, Dvorák, Bartók…<br />

se completa con verdaderas<br />

novedades programáticas al<br />

incluir un elevado número<br />

de obras que se interpretarán<br />

por primera vez por la<br />

orquesta como la Rapsodia<br />

española y el Concierto fantástico<br />

de Albéniz, Les<br />

offrandes oubliées de Messiaen,<br />

Cinco canciones playeras<br />

de Esplá, Fünf Sätze de<br />

Anton Webern, Harmonielehre<br />

de Adams, La consagración<br />

de la primavera de<br />

Stravinski, el propio concierto<br />

de Michel Camilo, Le boudoir<br />

d’Aphrodite para fagot y<br />

orquesta del joven compositor<br />

W. Merz o A String<br />

around Autumn del japonés<br />

Takemitsu, por otro lado,<br />

destaca la atención a la<br />

música española en un programa<br />

monográfico dedicado<br />

a Esplá, Toldrà, Turina y<br />

Guridi con la soprano María<br />

Bayo y dirigido por Víctor<br />

www.ost.es<br />

Pablo Pérez y la presencia<br />

de un programa enteramente<br />

clásico bajo la dirección de<br />

Ton Koopman con el bajo<br />

Klaus Mertens.<br />

Tras el éxito obtenido en<br />

la temporada anterior, Lü Jia,<br />

el cual mostró su satisfacción<br />

por el trabajo realizado por<br />

la orquesta, su notable mejoría<br />

y el deseo de demostrar<br />

su calidad —superior en la<br />

próxima temporada— en<br />

otras partes del mundo, dirigirá<br />

once de los diecinueve


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

tantes invitados, que, en<br />

muchos casos contarán con<br />

el concurso del Coro de la<br />

Orquesta Filarmónica de<br />

Gran Canaria, dirigido por<br />

Luis García.<br />

De entre los solistas instrumentales<br />

destaquemos la<br />

presencia de pianistas como<br />

Nelson Freire, Andrea Lucchesini,<br />

Iván Martín o Arcadi<br />

Volodos; violinistas como<br />

Boris Belkin o Rénaud<br />

Capuçon (este último intervendrá,<br />

por cierto con su<br />

PISTAS<br />

19 de septiembre de 2008.<br />

Pedro Halffter, director.<br />

Arcadi Volodos, piano.<br />

Rachmaninov, Concierto<br />

para piano nº 3.<br />

Musorgski, Cuadros de una<br />

exposición.<br />

10 de octubre de 2008.<br />

Gennadi Rozhdestvenski,<br />

director.<br />

Viktoria Postnikova, piano.<br />

Chaikovski, Concierto para<br />

piano nº 1.<br />

Shostakovich, Sinfonía nº 10.<br />

28 de noviembre de 2008.<br />

Pedro Halffter, director.<br />

Boris Belkin, violín.<br />

conciertos programados. Los<br />

conciertos restantes contarán<br />

con la batuta de magníficos<br />

directores invitados como<br />

James Judd, John Nelson, el<br />

director honorario de la<br />

orquesta Víctor Pablo Pérez,<br />

Ton Koopman y Lawrence<br />

Renes.<br />

En el apartado de los<br />

solistas, señalamos a los violinistas<br />

Julian Rachlin, Xue<br />

Wei, Sitkovetski y Akiko<br />

Suwanai; los pianistas Paul<br />

Lewis, Miguel Baselga y<br />

Arcadi Volodos; el violista<br />

Lawrence Power y la chelista<br />

Sol Gabetta en el Concierto<br />

para violonchelo nº 1 de<br />

Saint-Saëns. Otra obra concertante,<br />

Konzertstück para<br />

cuatro trompas de Schumann<br />

contará con los trompistas<br />

Stefan Dohr, Xiaoming<br />

Han y los excelentes trompistas<br />

de la orquesta Jeffrey<br />

Cooper y José Llácer.<br />

Carmen D. García González<br />

hermano Gautier en el Triple<br />

de Beethoven).<br />

Respecto a las batutas<br />

invitadas, resaltemos nombres<br />

como Rozhdestvenski,<br />

Plasson o Ros Marbà, a los<br />

que se suma el principal<br />

director invitado Günther<br />

Herbig, que tendrá a su cargo<br />

dos programas en esta temporada.<br />

Cinco, por su parte,<br />

han sido destinados al director<br />

titular, Pedro Halffter.<br />

Leopoldo Rojas-O’Donnell<br />

Bruch, Concierto para violín<br />

nº 1.<br />

Berlioz, Sinfonía Fantástica.<br />

21 de diciembre de 2008.<br />

Pier-Giorgio Morandi,<br />

director.<br />

Patricia Cioffi, Cristina<br />

Gallardo-Domâs, Maria<br />

Guleghina, Isabelle Kabatu,<br />

sopranos.<br />

Homenaje a Puccini.<br />

5 de junio de 2009.<br />

Michel Plasson, director.<br />

Nelson Freire, piano.<br />

Beethoven, Concierto para<br />

piano nº 4.<br />

Franck, Sinfonía en re menor.<br />

Ravel, La valse.<br />

PISTAS<br />

13 de marzo de 2009.<br />

Lü Jia, director.<br />

Michel Camilo, piano.<br />

Beethoven, Sinfonía nº 5.<br />

Camilo, Concierto para<br />

piano nº 2 “Tenerife”.<br />

24 de abril de 2009.<br />

Víctor Pablo Pérez, director.<br />

María Bayo, soprano.<br />

Esplá, Cinco canciones<br />

playeras.<br />

Toldrà, Tres canciones.<br />

Turina, Danzas fantásticas,<br />

Poemas en forma de<br />

canciones.<br />

Guridi, Diez melodías<br />

vascas.<br />

29 de mayo de 2009.<br />

Lü Jia, director.<br />

Lawrence Power, viola.<br />

Webern, Fünf Sätze, op 5.<br />

Takemitsu, A String around<br />

Autumn.<br />

Berlioz, Sinfonía fantástica.<br />

Orquesta Sinfónica de Castilla y León<br />

LA COLUMNA VERTEBRAL<br />

www.orquestacastillayleon.com<br />

Dentro de la densa Shchedrin, Korngold… piezas<br />

impactantes, Séptima de<br />

programación,<br />

orquestas extranjeras,<br />

cámara, Otoño lius, repertorio romántico<br />

Mahler, el Kullervo de Sibe-<br />

en Clave, grandes solistas,<br />

etc., la presencia de la<br />

Orquesta Sinfónica de Castilla<br />

y León resulta fundamental,<br />

tanto desde su importancia<br />

intrínseca, como por la<br />

vertebración que realiza de<br />

todas las actividades musicales<br />

del Centro Miguel Delibes<br />

de Valladolid. Diecisiete conciertos,<br />

cinco dirigidos por su<br />

titular Alejandro Posada, tres<br />

por Vasili Petrenko, principal<br />

director invitado, dos por<br />

Dimitri Sitkovetski, artista en<br />

residencia, dos por el joven<br />

Lionel Bringuier y uno por<br />

Josep Pons, Ari Rasilainen,<br />

con músicas más o menos<br />

conocidas. En general, programas<br />

casi siempre bien<br />

planteados, con algunos<br />

casos, el que une el Concierto<br />

para violín de Brahms y la<br />

Patética, que sirven de tirón<br />

para el abonado. Shostakovich,<br />

Bartók, Debussy, Rachmaninov,<br />

Prokofiev, Copland,<br />

Ravel, Holst están<br />

presentes con obras fundamentales<br />

y serán interpretados<br />

por el conjunto o como<br />

estreno absoluto en Valladolid<br />

o como programación<br />

fuera de los cauces habituales<br />

hasta hace poco tiempo.<br />

Penderecki, Luis Biava y<br />

Jesús López Cobos. Un magnífico<br />

Fernando Herrero<br />

ramillete de maestros.<br />

Solistas importantes, el PISTAS<br />

percusionista Martin Grubinger,<br />

los violinistas Gil Shaham,<br />

Laurent Korcia, Akiko<br />

Suwanai, los pianistas Alexander<br />

Tharaud. Jean-Yves<br />

Thibaudet, Sa Chen, los violonchelistas<br />

Tatiana Vasssilieva,<br />

16 y 17 de octubre de 2008.<br />

Alejandro Posada, director.<br />

Martin Grubinger,<br />

percusión.<br />

Dorman, Frozen in time.<br />

Holst, Los Planetas.<br />

Antonio Meneses,<br />

Anne Gastinel; cantantes<br />

como Barbara Bonney y<br />

entre otros, el Coro Masculino<br />

Finlandés, el Orfeón<br />

pamplonés, etc.<br />

15 y 16 de enero de 2009.<br />

Vasili Petrenko, director.<br />

Barbara Bonney, soprano.<br />

Strauss, Lieder.<br />

Mahler, Sinfonía nº 7.<br />

Poca música española, la<br />

mayor laguna de la programación,<br />

obras de repertorio,<br />

algún estreno absoluto, Hersant,<br />

Penderecki, Del Puerto,<br />

22 y 23 de enero de 2009.<br />

Ari Rasilainen, director.<br />

Tommi Hakala, barítono.<br />

Johanna Resanen, soprano.<br />

Coro Académico de Finlandia.<br />

Sibelius,<br />

Karelia,<br />

Finlandia,<br />

Kullervo.<br />

ALEJANDRO<br />

POSADA<br />

5 y 6 de marzo<br />

de 2009.<br />

Dimitri<br />

Sitkovetski,<br />

director.<br />

Albéniz-<br />

Shchedrin,<br />

Dos tangos.<br />

Shchedrin,<br />

Concierto para<br />

piano y<br />

orquesta nº 5,<br />

Carmen Suite.<br />

121


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

124<br />

Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña<br />

SIGNO CONSERVADOR<br />

Con un total de 34 programas,<br />

la temporada<br />

2008-2009 de la OBC, a<br />

desarrollar entre el 19 de<br />

septiembre de este año y el<br />

2 de junio del año próximo,<br />

abrirá con el ya tradicional<br />

Festival Mozart, dirigido por<br />

Christian Zacharias —en esta<br />

ocasión bajo el doble epígrafe<br />

de Clasicismo de ayer y de<br />

hoy y Mozart en París— con<br />

Haydn, Ravel y Poulenc<br />

como autores acompañantes<br />

del genio de Salzburgo.<br />

Seguirán después nueve programas<br />

dirigidos por el titular<br />

Eiji Oue, tres por el principal<br />

director invitado Ernest<br />

Martínez Izquierdo, dos por<br />

Víctor Pablo Pérez y uno<br />

cada uno por Rumon Gamba,<br />

Rachael Worby, Giovanni<br />

Antonini, Carlo Rizzi, Cristóbal<br />

Soler, Roberto Minczuk,<br />

Antoni Ros Marbà, Marin<br />

Alsop, Michael Boder, James<br />

Judd, Yaron Traub, Josep<br />

Pons, Rubén Gimeno, Yakov<br />

Kreizberg, Hans Graf,<br />

Manuel Valdivieso y Josep<br />

Caballé-Domenech. Las<br />

orquestas invitadas serán la<br />

London Philharmonic<br />

(Brahms), la Simfònica del<br />

Gran Teatre del Liceu (Schumann/Bartók/Lutoslawski),<br />

la de València (Bruckner,<br />

Sinfonía nº 8) y la Jove<br />

Orquestra Nacional de Catalunya<br />

(Strauss/Mahler). Entre<br />

los intérpretes a destacar, la<br />

mezzosoprano Monica Groop<br />

(Saariaho), Jean-Yves Thibaudet<br />

(Saint-Saëns), Vadim<br />

Repin (Beethoven), Nikolai<br />

Luganski (Rachmaninov), Steven<br />

Isserlis (Elgar) y el joven<br />

valor canario Gustavo Díaz-<br />

Jerez. Habrá el consabido<br />

programa de música de películas<br />

(de aventuras) y el tradicional<br />

Concierto de Reyes.<br />

Y los estrenos absolutos de<br />

Orquesta de Cadaqués<br />

LA ALTERNATIVA JAIME MARTÍN<br />

www.obc.es<br />

tres obras encargo de Fundació<br />

Caixa Catalunya/ OBC a<br />

Albert Guinovart, Jesús Rodríguez<br />

Picó y Parera Fons. Salvo<br />

éste, mallorquín, y el<br />

andaluz Falla, ningún otro<br />

representante del resto de<br />

España aparece en la temporada.<br />

Numerosa presencia<br />

de Haydn, Mozart, Beethoven,<br />

Brahms, Schubert,<br />

Schumann, Ravel, Bruckner,<br />

Chaikovski… Escasa presencia<br />

de contemporáneos que<br />

no sean ya clásicos. Y pocas<br />

figuras de relumbre. Tendencia<br />

conservadora y a lo<br />

seguro. Y cierre con la Novena<br />

de Beethoven para conmemorar<br />

los diez primeros<br />

años del Auditori, después<br />

del estreno de la obra Danses<br />

d’Ibèria, de Rodríguez<br />

Picó, creada expresamente<br />

para la ocasión.<br />

José Guerrero Martín<br />

El mes de julio, con la<br />

Jove Orquestra de les<br />

Comarques Gironines<br />

(10 Trobada Orquestral<br />

de Girona), y el mes de<br />

agosto, con el Ensemble y la<br />

propia Orquesta de Cadaqués<br />

—20 años ya—, han<br />

registrado la presentación<br />

como director del flautista<br />

cántabro Jaime Martín, con<br />

obras del gerundense Josep<br />

Pons (contemporáneo de<br />

Mozart), Mendelssohn, Beethoven<br />

y Emilio Aragón (El<br />

soldadito de plomo, cuento<br />

musical para niños, arreglo<br />

de Albert Guinovart). Joan<br />

Enric Lluna habrá dirigido<br />

Cinc fábulas de La Fontaine;<br />

y sir Neville Marriner, el<br />

Concierto para piano y<br />

orquesta nº 2, op. 18 (Rachmaninov),<br />

con Ivo Pogorelich<br />

de solista, obras de<br />

Albéniz en arreglos de Jesús<br />

Rueda y la Sinfonía “Del<br />

Nuevo Mundo” de Dvorák.<br />

En octubre, el 31, se produ-<br />

www.orquestradecadaques.com<br />

cirá la alternativa oficial de Conservatorio Superior de<br />

batutas al dirigir en un mismo<br />

programa Beethoven Halffter-Mahler). Todo ello<br />

Música de Aragón (Ernesto<br />

(Santander, Palacio de Festivales)<br />

sir Neville Marriner ble desarrollará un programa<br />

en marzo de 2009. El Ensem-<br />

(Quinta Sinfonía) y Jaime de música contemporánea<br />

Martín (Tercera Sinfonía). (Guerrero, Rueda, Martínez<br />

Estas obras, más Cant espiritual<br />

(Montsalvatge), serán enberg) y otro con obras de<br />

Izquierdo, Benguerel, Scho-<br />

ofrecidas en noviembre en Schoenberg y Beethoven (19<br />

Barcelona (día 3), Zaragoza a 26 de marzo). En Semana<br />

(día 5) y Madrid (día 6). En Santa, Pablo González dirigirá<br />

el Réquiem de Fauré, con<br />

la Ciudad Condal se añadirá<br />

Concertino para guitarra y Ainhoa Arteta (soprano), José<br />

orquesta de Bacarisse (Carlos Antonio López (barítono) y<br />

Trepat, solista). Un programa Coro de la Comunidad de<br />

de polcas y valses integrará Madrid. En abril, el titular<br />

el Concierto de Navidad Gianandrea Noseda ofrecerá<br />

(Miquel Ortega, director). un programa Albéniz-Beethoven.<br />

Y en agosto, Maxim<br />

Marriner dirigirá un programa<br />

Vaughan Williams-Schoenberg-Barber-Dvorák.<br />

Jai-<br />

obras de Chaikovski, Haydn<br />

Vengerov hará lo propio con<br />

me Martín dirigirá el Ensemble<br />

de Vientos de la Orques-<br />

Philippe Entremont dirigirá,<br />

y Mendelssohn. Finalmente,<br />

ta de Cadaqués (Agustín Fernández-Weill-Dvorák).<br />

Y la nados y Albéniz. Pero eso ya<br />

en sus 75 años, obras de Gra-<br />

propia Orquesta de Cadaqués<br />

llevará a cabo un pro-<br />

será en diciembre de 2009.<br />

yecto con la Orquesta del José Guerrero Martín<br />

PISTAS<br />

14 de noviembre de 2008.<br />

Víctor Pablo Pérez, director.<br />

Rafael Blechacz, piano.<br />

Gerhard, Pedrelliana.<br />

Saint-Saëns, Concierto para<br />

piano y orquesta nº 2.<br />

Brahms, Sinfonía nº 2.<br />

16 de enero de 2009.<br />

Antoni Ros Marbà, director.<br />

Markus Placci, violín.<br />

Lamote de Grignon, Facècia.<br />

Cervelló, Concierto para<br />

violín.<br />

Chaikovski, Sinfonía nº 5.<br />

3 de marzo de 2009.<br />

Eiji Oue, director.<br />

Haydn, Sinfonía nº 104.<br />

Beethoven, Sinfonía nº 7.<br />

24 de abril de 2009.<br />

Hans Graf, director.<br />

Mihaela Ursuleasa, piano.<br />

Schubert, Obertura D. 648.<br />

Schumann, Concierto para<br />

piano y orquesta, op. 54.<br />

Schubert, Sinfonía en do<br />

mayor “La Grande”.<br />

PISTAS<br />

31 de octubre de 2008.<br />

Neville Marriner, director.<br />

Jaime Martín, director.<br />

Beethoven, Quinta Sinfonía.<br />

Beethoven, Tercera Sinfonía.<br />

19-26 de marzo de 2009.<br />

Jaime Martín, director.<br />

Guerrero, Concierto de<br />

cámara. Rueda, Concierto de<br />

cámara 2. Martínez<br />

Izquierdo, Norte-Sur.<br />

Benguerel, Hexagrama.<br />

Schoenberg, Oda a<br />

Napoleón.<br />

2-10 de abril de 2009.<br />

Pablo González, director.<br />

Ainhoa Arteta, soprano.<br />

José Antonio López,<br />

barítono.<br />

Coro de la Com. de Madrid.<br />

Fauré, Réquiem op. 48<br />

(reconstrucción de la versión<br />

original a cargo de John Rutter).<br />

25 abril-3 mayo de 2009.<br />

Gianandrea Noseda, dir.<br />

Ainhoa Arteta, soprano.<br />

Albéniz, Canciones italianas.<br />

Beethoven, Tercera Sinfonía.


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Sinfónica del Vallès<br />

VARIEDAD Y ECLECTICISMO<br />

Diez conciertos sinfónicos,<br />

a desarrollar entre<br />

el 20 de septiembre de<br />

este año y el 6 de junio de<br />

2009, dará en la nueva temporada<br />

la Orquestra Simfònica<br />

del Vallès en el Palau de la<br />

Música Catalana de Barcelona,<br />

algunos de los cuales<br />

serán ofrecidos también en<br />

Sabadell, en el Teatre Principal<br />

o en el Teatre de la Faràndula<br />

según sus características.<br />

Cuatro de los mismos tendrán<br />

efecto en sesiones matinales,<br />

especiales para familias. El<br />

programa inaugural, bajo la<br />

batuta de Jordi Mora, rendirá<br />

tributo a los hermanos Gerard<br />

y Lluís Claret, en sus cuarenta<br />

años de carrera profesional<br />

(véase recuadro adjunto).<br />

Cerrará el ciclo el director<br />

titular David Giménez Carreras,<br />

con obras de García Abril<br />

(solista, Isabel Rey), Toldrà y<br />

Mahler. En medio, el propio<br />

JAIME MARTÍN. O. de Cadaqués<br />

Giménez Carreras tendrá a su<br />

cargo dos programas más<br />

(véase recuadro adjunto).<br />

Otros directores invitados<br />

serán Pablo González<br />

(Copland, Chaikovski), José<br />

Antonio Sáinz Alfaro (véase<br />

recuadro adjunto), Salvador<br />

Brotons (Suppé, Smetana,<br />

Chaikovski), James Ross<br />

(Debussy, Ravel, Rachmaninov),<br />

Manel Valdivieso<br />

(Amargós, Vaughan Williams,<br />

Musorgski) y Gilles Apap<br />

(Bach, Pärt, Mozart, Vivaldi).<br />

Entre los solistas, además de<br />

los hermanos Claret, se cuenta<br />

con el clarinetista Vicente<br />

Alberola (Concierto para clarinete<br />

de Copland), con los<br />

ganadores de los concursos<br />

de piano Maria Canals y<br />

Ricard Viñes, con el oboísta<br />

Stefan Schilli (Concierto para<br />

oboe y orquesta de cuerda de<br />

www.osvalles.com<br />

Vaughan Williams), con el<br />

violinista Gilles Apap y con la<br />

soprano Isabel Rey (programa<br />

García Abril, Toldrà, Mahler).<br />

El Orfeón Donostiarra ha sido<br />

elegido como artista residente<br />

para esta temporada 2008-<br />

2009, cuyo hilo conductor<br />

será la música y el medio<br />

ambiente, a través del cual la<br />

OSV quiere poner el acento<br />

sobre la importancia de mantener<br />

una relación sostenible<br />

con nuestro entorno. De ahí<br />

la programación confeccionada,<br />

desde Las cuatro estaciones<br />

de Vivaldi hasta la Obertura<br />

per a deixalles reciclades<br />

[desechos reciclados] i orquesta<br />

de Joan Albert Amargós,<br />

encargo de la propia OSV<br />

para estrenar el próximo 21<br />

de marzo de 2009.<br />

José Guerrero Martín<br />

PISTAS<br />

20 de septiembre de 2008.<br />

Jordi Mora, director.<br />

Gerard Claret, violín.<br />

Lluís Claret, violonchelo.<br />

Mendelssohn, Las Hébridas.<br />

Smetana, El Moldava.<br />

Brahms, Concierto para<br />

violín y violonchelo en la<br />

menor.<br />

22 de noviembre de 2008.<br />

José Antonio Sáinz Alfaro,<br />

director.<br />

Orfeón Donostiarra.<br />

Verdi y Puccini, Coros.<br />

14 de febrero de 2009.<br />

David Giménez Carreras,<br />

director.<br />

Josep García, piano.<br />

Schumann, Concierto para<br />

piano en la menor.<br />

Beethoven, Sexta Sinfonía.<br />

4 de abril de 2009.<br />

David Giménez Carreras,<br />

director.<br />

Orfeón Donostiarra.<br />

María Gallego, soprano.<br />

Gemma Coma-Alabert,<br />

mezzosoprano.<br />

Josep Bros, tenor.<br />

Alexander Vinogradov,<br />

bajo.<br />

Mozart, Réquiem.<br />

EIJI OUE. O. S. de Barcelona<br />

Assumpta Burgues<br />

ORQUESTA DEL VALLÈS<br />

125


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta de Extremadura<br />

SURTIDA Y DIVERSA<br />

www.orquestadeextremadura.com<br />

Asentada en su nueva Merced y el barítono Stephan<br />

Genz. El reparto se com-<br />

sede, el Auditorio de<br />

Badajoz, la Orquesta pleta con la participación del<br />

de Extremadura comparte<br />

Coro de la Fundación<br />

su temporada de abono<br />

entre cuatros capitales. Una<br />

serie, integrada por doce programas,<br />

se desarrolla tanto en<br />

Badajoz como Cáceres, mientras<br />

otra, de cuatro, tiene por<br />

escenario las ciudades de<br />

Mérida y Plasencia.<br />

La temporada comienza<br />

el 3 de octubre, en Cáceres,<br />

con un programa que incluye<br />

la obertura de Oberon, la<br />

Sinfonía “Renana” de Schumann<br />

y el Cuarto Concierto<br />

para piano de Beethoven,<br />

con la excepcional colaboración<br />

solista de Joaquín Achúcarro.<br />

La cita, que se repite el<br />

día 4 en Badajoz, será dirigida<br />

por Jesús Amigo. Otro<br />

coloso del teclado, el hispano-cubano<br />

Orquesta de Extremadura.<br />

En el podio, el maestro Thomas<br />

Röesner.<br />

Importantes son también<br />

la interpretación de la magistral<br />

orquestación de Schoenberg<br />

del Cuarteto op. 25 de<br />

Brahms; el estreno en España<br />

del Concierto para violín<br />

de Jonathan Leshnoff (interpretado<br />

los días 21 y 22 de<br />

noviembre por Charles Wetherbee<br />

bajo la dirección de<br />

Anne Manson); el estreno<br />

absoluto de la Rapsodia para<br />

clarinete, corno di bassetto y<br />

orquesta de Philippe Leloup<br />

(con los solistas Justo Sanz y<br />

Radovan Cavallin, 24 y 25<br />

abril); la presentación en<br />

Extremadura de la Sinfonía<br />

Jorge Luis Prats, nº 2, “Romántica”, de<br />

es el protagonista de los conciertos<br />

de clausura, el 19 y 20<br />

de junio, en Cáceres y Badajoz,<br />

respectivamente. El programa,<br />

también dirigido por<br />

Jesús Amigo, es un monográfico<br />

Chaikovski que incluye<br />

el Primer Concierto para piano<br />

y la Sexta Sinfonía.<br />

Remarcable es también el<br />

estreno absoluto del “monograma<br />

Howard Hanson; el estreno<br />

español de Udacrep Akubrad,<br />

de Avner Dorman, los<br />

días 19 y 20 de marzo, en<br />

Mérida y Plasencia, con<br />

dirección de Marzio Conti.<br />

Subrayable es igualmente<br />

la significativa presencia de<br />

Shostakovich, del que se<br />

escucharán sus Sinfonías nºs<br />

9 y 5 y el Primer Concierto<br />

sinfónico-escénico para violonchelo, tocado por<br />

para actor y orquesta” José<br />

de Arimatea, de José Zárate,<br />

que contará con la presencia<br />

invitada del actor Denis Rafter.<br />

En el mismo programa<br />

se escucharan Le tombeau de<br />

Umberto Clerici y dirigido<br />

por Edgard Chivzhel (6 y 7<br />

noviembre, Mérida y Plasencia).<br />

Las orquestas invitadas<br />

esta temporada serán la Sinfónica<br />

de Sevilla y la Orquesta<br />

Couperin de Ravel y el<br />

del Algarbe<br />

Réquiem de Fauré, cantado<br />

por la soprano Elena de la<br />

Justo Romero<br />

Orquesta Sinfónica de Galicia<br />

CONMEMORACIONES<br />

www.sinfonicadegalicia.com<br />

La temporada 2008-2009 Independencia. Reestreno de<br />

se abre con los tradicionales<br />

conciertos que se tocará también y se<br />

la zarzuela de Chueca Cádiz,<br />

populares en la coruñesa<br />

plaza de María Pita. septiembre en El Escorial.<br />

registrará durante el mes de<br />

Dos conmemoraciones: el Antes, la Quincena Musical<br />

ochocientos cumpleaños de Donostiarra y después el LVI<br />

la urbe y el segundo centenario<br />

de la Guerra de la Ópera de La Coruña.<br />

Festival de Amigos de la<br />

Las<br />

VÍCTOR PABLO PÉREZ.<br />

O. S. de Galicia<br />

JESÚS AMIGO. O. de Extremadura<br />

Zubiría Tolosa Mart Rendo Duro<br />

126<br />

PISTAS<br />

3 y 4 de octubre de 2008.<br />

Jesús Amigo, director.<br />

Joaquín Achúcarro, piano.<br />

Weber, Obertura de Oberon.<br />

Beethoven, Concierto para piano nº 4.<br />

Schumann, Sinfonía nº 3.<br />

16 y 17 de 2009.<br />

Jesús Amigo, director.<br />

Barnabas Kelemen, violín.<br />

Mozart, Concierto para violín nº 4.<br />

Sarasate, Aires bohemios. Brahms-<br />

Schoenberg, Cuarteto en sol menor.<br />

3 y 4 de abril de 2009.<br />

Thomas Röesner, director.<br />

Elena de la Merced, soprano.<br />

Stephan Genz, barítono<br />

Denis Rafter, narrador.<br />

Ravel, Le tombeau de Couperin.<br />

Zárate, José de Arimatea.<br />

Fauré, Réquiem.<br />

19 y 20 de junio de 2009.<br />

Jesús Amigo, director.<br />

Jorge Luis Prats, piano.<br />

Chaikovski, Concierto para piano nº 1,<br />

Sinfonía nº 6.


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

salidas se ampliarán con visitas<br />

a León, Lisboa, Pamplona<br />

y Barcelona.<br />

En la temporada de abono,<br />

se tocan 27 obras nuevas;<br />

entre ellas, cuatro estrenos.<br />

No falta una representación<br />

de compositores<br />

gallegos (Gaos, Vila, Soutullo<br />

y Moure). El primero de<br />

los 19 programas es una<br />

Walkyria con Víctor Pablo<br />

Pérez al frente de un espectacular<br />

reparto. Se completa<br />

ANTONI ROS MARBÀ. Real Filharmonía de Galicia<br />

el ciclo de las sinfonías de<br />

Bruckner con la interpretación<br />

de la Primera, y se<br />

tocan todas las de Mendelssohn<br />

en el segundo centenario<br />

de su nacimiento.<br />

También son de este músico<br />

dos grandes partituras sinfónico-corales:<br />

el oratorio Elías,<br />

y La primera noche de<br />

Walpurgis. Dos ballets —<br />

sendas joyas— del siglo XX<br />

en su inusual versión completa:<br />

El pájaro de fuego, de<br />

Stravinski, y El sombrero de<br />

tres picos, de Falla. Víctor<br />

Pablo Pérez estará al frente<br />

de la orquesta en siete ocasiones<br />

y Rizzi en dos; el resto,<br />

se lo reparten López<br />

Cobos, Albrecht, Russell-<br />

Davies, Hrusa, Zedda, P.<br />

González, Schellenberger,<br />

Daniel, Pons y Encinar.<br />

Entre los solistas destacan<br />

los pianistas Barton, Freire,<br />

Buchbinder, Gavrilov y Blechacz;<br />

los violinistas Zimmermann<br />

y Faust; el viola<br />

Caussé; Martin Besnard<br />

(ondas martenot); la guitarrista<br />

Muraji; y el oboísta<br />

Hill. Además, las sopranos<br />

Alonso, Iven, de la Merced,<br />

Piau; las mezzos Arruabarrena,<br />

Azubillaga y Murray; los<br />

tenores Prunell, Peña y Langridge;<br />

los barítonos Ramón<br />

y Stone. Como viene siendo<br />

habitual, colaboran el Coro<br />

de la Comunidad de Madrid,<br />

Coro de Cámara del Palau,<br />

Cor Madrigal, Coro de la<br />

Sinfónica de Galicia. Y una<br />

sesión estará a cargo de la<br />

orquesta hermana, la Real<br />

Filharmonía de Galicia.<br />

Julio Andrade Malde<br />

PISTAS<br />

25 de octubre de 2008.<br />

Víctor Pablo Pérez, director.<br />

Simon O’Neil, tenor.<br />

Anja Kampe, soprano.<br />

Attila Jun, bajo.<br />

Juha Uusitalo, bajo-barítono.<br />

Wagner, La walkyria.<br />

16 de enero de 2009.<br />

Denis Russell-Davies,<br />

director.<br />

Nelson Freire, piano.<br />

Grieg, Concierto para piano<br />

y orquesta.<br />

Bruckner, Sinfonía nº 1.<br />

6 de febrero de 2009.<br />

Alberto Zedda, director.<br />

Gabrieli, Sinfonía sacra.<br />

Cherubini, Sinfonía en re<br />

mayor.<br />

Malipiero, Sinfonía nº 2.<br />

Schubert, Sinfonía nº 3.<br />

27 de marzo de 2009.<br />

Víctor Pablo Pérez, director.<br />

Coro de Cámara del Palau.<br />

Sandrine Piau, soprano.<br />

Ann Murray, contralto.<br />

Philip Langridge, tenor<br />

Mark Stone, barítono.<br />

Mendelssohn, Elías.<br />

Real Filharmonía de Galicia<br />

JÓVENES EN ASCENSO<br />

Veintidós conciertos<br />

en el Auditorio, más<br />

el ya tradicional de<br />

inauguración en la<br />

catedral, dará la Real Filharmonía.<br />

A ellos hay que<br />

sumar los dos habituales de<br />

la Sinfónica de Galicia, uno<br />

de la Sinfónica del Principado<br />

de Asturias y otro de la<br />

Sinfónica de RTVE. Otro año<br />

más, ayuno de orquestas<br />

invitadas de primera fila,<br />

esas que antes podían venir<br />

aquí y ahora pueden hacerlo<br />

a Valladolid o Pamplona.<br />

En programa, el consabido<br />

dominio de Beethoven<br />

que con cinco sinfonías y<br />

tres conciertos protagoniza<br />

ocho veladas, con la novedosa<br />

inclusión de la nº 9. Dos<br />

programas estarán dedicados<br />

íntegramente a Haydn en<br />

conmemoración de su segundo<br />

centenario. Interesantes<br />

monográficos Stravinski y<br />

www.realfilharmoniagalicia.org<br />

Richard Strauss. En este último,<br />

Mélanie Diener cantará del violinista Cho-Liang Lin,<br />

(Chopin, nº 1), así como la<br />

los Vier letzte Lieder. El resto, que tocará el Concierto de<br />

un poco de todo, sin que el Barber, saliendo por una vez<br />

conjunto parezca responder de lo más trillado. En la contratación<br />

de solistas se ha<br />

a una programación propiamente<br />

dicha, sometida a un recurrido a gente joven, no<br />

criterio rector. De los veintitrés<br />

conciertos de la Real Filco<br />

o porque se pueda estar<br />

sabemos si por criterio artístiharmonía,<br />

su titular Ros ahorrando para la temporada<br />

Marbà dirigirá ocho, pocos 2009-10, al ser este último<br />

pero de los más sustanciosos; Año Xacobeo. En cualquier<br />

el principal director invitado, caso, en plazas como Santiago<br />

los jóvenes en plena tra-<br />

Paul Daniel, se encargará de<br />

tres y el director adjunto yectoria ascendente pueden<br />

Maximino Zumalave de dos. deparar mejores resultados<br />

Los diez restantes estarán que algunos indiferentes<br />

repartidos entre otros tantos divos consagrados. Es lo que<br />

maestros, sin faltar el abonado<br />

Frans Brüggen.<br />

chelistas como Adolfo Gutié-<br />

se puede esperar de violon-<br />

En cuanto a los solistas, rrez Arenas (Elgar) o Asier<br />

bajada de nivel respecto a la Polo (Variaciones rococó) y<br />

temporada pasada, al menos de pianistas como Herbert<br />

sobre el papel, aunque destaca<br />

la presencia de los pianis-<br />

Luis Fernando Pérez.<br />

Schuch (Beethoven, nº 5) o<br />

tas Andrei Gavrilov (Beethoven,<br />

nº 2) y Nikolai Luganski José Luis Fernández<br />

PISTAS<br />

16 de octubre de 2008.<br />

David Atherton, director.<br />

Paul Crossley, piano.<br />

Stravinski, Los cinco dedos,<br />

Ocho miniaturas<br />

instrumentales, Movimientos,<br />

para piano y orquesta,<br />

Concierto en mi bemol<br />

“Dumbarton Oaks”, Suite de<br />

“Pulcinella”.<br />

19 de diciembre de 2008.<br />

Antoni Ros Marbà, director.<br />

Isabel Monar, soprano.<br />

Marina Rodríguez Cusí,<br />

mezzo. Gustavo Peña,<br />

tenor. Josep Miquel Ramon,<br />

barítono.<br />

Sociedad Coral de Bilbao.<br />

Beethoven, Sinfonía nº 9.<br />

2 de abril de 2009.<br />

Paul Daniel, director.<br />

Andrei Gavrilov, piano.<br />

Schubert-Webern, Danzas<br />

alemanas.<br />

Beethoven, Concierto para<br />

piano nº 2.<br />

Schubert, Sinfonía nº 5.<br />

127


130<br />

D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Nacional de España<br />

PODER, GUERRA Y PAZ<br />

Orquesta de la Comunidad de Madrid<br />

ESTRENOS Y CLASICISMOS<br />

El género coral, la apuesta por<br />

la creación española contemporánea<br />

—constante, desde<br />

siempre, en las programaciones<br />

propuestas por Encinar— y un<br />

cierto regusto clasicista predominan<br />

en los catorce conciertos que, desde<br />

el 30 de este mes hasta el 1 de junio<br />

del próximo año, otorgan contenido<br />

a la presente temporada de la<br />

Orquesta y Coro de la Comunidad<br />

de Madrid.<br />

Al grupo de estrenos ibéricos,<br />

siete este año, pertenecen Antifonía<br />

y salmos para las víctimas de genocidio<br />

de Roig Francolí, Resplandor<br />

(poema lírico dedicado a Atón) de<br />

Posadas (con Andrés Gomis como<br />

saxo solista), Concierto para marimba<br />

de Oliveira, Viñetas sinfónicas de<br />

Colomer, Concierto para piano de<br />

Carra, Umbrales de Martínez Burgos<br />

y Duración invisible de Camarero<br />

(con el Trío Arbós), a los que se añade<br />

el estreno de Une griffure de<br />

lumière, obra de Ducol, escrita por<br />

encargo de Radio France. Tres de<br />

estas primicias correrán a cargo José<br />

Ramón Encinar, titular de la agrupación.<br />

La presencia hispana cuenta<br />

también con obras infrecuentes<br />

como Diferencias de Nin Culmell,<br />

La ONE, qué duda cabe,<br />

está en un momento de<br />

despegue, en un punto<br />

en el que empieza a<br />

reinar el optimismo tras años<br />

de galeras, lo que expresaba<br />

en estas páginas hace unas<br />

semanas su titular Josep<br />

Pons. Comentemos telegráficamente<br />

algunas de las cosas<br />

que nos ofrece la próxima<br />

temporada. Es un acierto<br />

dedicar la ya habitual Carta<br />

blanca a Sofia Gubaidulina,<br />

una compositora ya clásica<br />

hoy. Como lo es añadir a la<br />

temporada de abono central<br />

otras propuestas que van creciendo<br />

paulatinamente, así el<br />

Festival América-España, que<br />

incluye música del renacimiento<br />

al siglo XXI; iniciativa<br />

que abre el campo de visión,<br />

pero que ha de tardar en<br />

fructificar como rama aparentemente<br />

desgajada de un<br />

tronco, que aparece planificado<br />

este año alrededor de<br />

una idea básica tripartita:<br />

poder, guerra y paz. Una<br />

especie de cajón de sastre.<br />

Pero que da pie a excelentes<br />

propuestas programadoras.<br />

Podremos escuchar, por<br />

ejemplo, Iván el Terrible y<br />

Romeo y Julieta de Prokofiev,<br />

la Décima de Shostakovich<br />

o Juana de Arco en la<br />

hoguera de Honegger;<br />

Réquiem de guerra de Britten<br />

y la Tercera de Górecki; Paz<br />

en la tierra de Schoenberg y<br />

la Novena de Beethoven. Se<br />

dedica, por otra parte, alguna<br />

sesión al décimo aniversario<br />

de Joaquín Rodrigo, se<br />

incluye una lista razonablemente<br />

amplia de nombres<br />

hispanos: Guerrero, Rueda,<br />

Montsalvatge, Gerhard, Turi-<br />

www.ocne.mcu.es<br />

na, Chapí, Albéniz. Se estrenan<br />

obras de Sotelo y Rivière<br />

(viola de la orquesta). Quizá<br />

esperábamos más en este<br />

apartado.<br />

Se anuncian excelentes<br />

solistas, como los violinistas<br />

Bell, Shaham, Repin, Mutter,<br />

Teztlaff o Jansen. Entre los<br />

directores, entre los que no<br />

hay ninguno de los llamados<br />

grandes, cabe destacar, aparte<br />

del titular o de Ros Marbà,<br />

a Volkov, Slatkin, Petrenko<br />

(Vasili), De Leeuw, Minkowski,<br />

McCreesh, Spering<br />

(Andreas), Goodwin o<br />

Kitaienko. La temporada tiene<br />

otras ramas paralelas, que<br />

indican inquietud, como la<br />

serie Jóvenes intérpretes, el<br />

Proyecto educativo o el I<br />

Ciclo de música coral.<br />

www.orcam.org<br />

Concierto para guitarra de Angulo<br />

(con Gallardo del Rey), Danzas sinfónicas<br />

de Orbón y Estrambote de<br />

Julián Bautista o la conocida Procesión<br />

del Rocío turiniana.<br />

Junto con el Elías mendelssohniano<br />

—dirigido por el experto<br />

Michel Corboz— que inaugura el<br />

ciclo, el Oratorio de Navidad, con<br />

Mena, y El Mesías de Alan Curtis, el<br />

repertorio coral está representado<br />

por obras como la Misa en si bemol<br />

mayor D. 950 de Schubert, a cargo<br />

de Casas, la Petite Messe Solennelle<br />

de Rossini (Alberto Zedda) y la Paukenmesse<br />

de Haydn por Encinar.<br />

A destacar asimismo la presencia<br />

solista de Jean-Claude Pennetier y Pieter<br />

Wispelwey (Concierto para violonchelo<br />

de Schumann). Entre las páginas<br />

programadas sobresalen dos obras<br />

vocales stravinskianas, Œdipus Rex y<br />

Pulcinella; acertado complemento al<br />

neoclasicismo de Roussel (Tercera),<br />

Casella (Scarlattiana) y Martinu (Sinfonía<br />

concertante) y al más puro clasicismo<br />

vienés (Sinfonías de última<br />

época de Haydn y Mozart) que salpica<br />

cinco de las sesiones de la presente<br />

temporada.<br />

Juan Manuel Viana<br />

Arturo Reverter<br />

PISTAS<br />

PISTAS<br />

30 de septiembre de<br />

2008.<br />

Michel Corboz, director.<br />

Susana Cordón, soprano.<br />

Jörg Dürmüller, tenor.<br />

Coro de la Comunidad de<br />

Madrid.<br />

Mendelssohn, Elias.<br />

9 de marzo de 2009.<br />

José Ramón Encinar,<br />

director.<br />

Patricia de la Vega,<br />

piano.<br />

Francisca Beaumont,<br />

contralto.<br />

Coro de la Comunidad de<br />

Madrid.<br />

Carra, Concierto para<br />

piano.<br />

Stravinski, Œdipus Rex.<br />

30 de marzo de 2009.<br />

Alan Curtis, director.<br />

Sylvia Schwartz, soprano.<br />

Tim Mead, contratenor.<br />

Coro de la Comunidad de<br />

Madrid.<br />

Haendel, El Mesías.<br />

24, 25 y 26 de octubre de<br />

2008.<br />

Ilan Volkov, director.<br />

Javier Perianes, piano.<br />

Guerrero, Coma berenices.<br />

Ravel, Concierto en sol.<br />

Varèse, Amériques.<br />

9, 10 y 11 de enero de 2009.<br />

Mikhail Agrest, director.<br />

Nathalie Stutzmann, mezzo.<br />

Sharon Bezaly, flauta.<br />

Beethoven, Sinfonía nº 1.<br />

Gubaidulina, The Deceitful<br />

Face of Hope and Despair,<br />

Farytale Poem, Hour of the<br />

Soul.<br />

18 de enero de 2009.<br />

Reinbert de Leeuw, director.<br />

Anne Sophie Mutter, violín.<br />

Gubaidulina, Stimmen…<br />

vertummen…, sinfonía en 12<br />

movimientos, In tempus<br />

praesens, concierto para<br />

violín.<br />

6, 7 y 8 de 2009.<br />

Andreas Spering, director.<br />

Haendel, Salomón.<br />

ORQUESTA<br />

NACIONAL DE<br />

ESPAÑA.<br />

Josep Pons


Orquesta de RTVE<br />

EN TIEMPOS DE CRISIS<br />

Con un lustro de titularidad<br />

a sus espaldas,<br />

Adrian Leaper, responsable<br />

artístico de<br />

la Orquesta Sinfónica de<br />

Radio Televisión Española,<br />

ha confirmado con creces<br />

que la suya es una batuta<br />

sólida, trabajadora y un tanto<br />

distante. Con él, la formación<br />

ha mantenido un año<br />

más un notable nivel, sin<br />

perder el entusiasmo y la<br />

motivación que caracterizan<br />

a sus miembros. Atrás quedan<br />

los perfiles más arduos<br />

de la problemática económico-jurídica<br />

que enturbió la<br />

pasada campaña, o los peregrinajes<br />

a Alcorcón o Leganés,<br />

cuando los músicos vieron<br />

inhabilitada su sede<br />

madrileña durante varias<br />

semanas a causa de un accidente.<br />

Las últimas jornadas<br />

de la temporada 2007-08<br />

desde fuera se han visto<br />

tranquilas, sin que nada haya<br />

alterado el curso de los<br />

acontecimientos. Pero si<br />

hacemos abstracción de la<br />

anterior temporada, en la<br />

que se luchó codo con codo<br />

para afrontar una crisis que<br />

vino de afuera, la orquesta<br />

ya no ha crecido gran cosa.<br />

Los días grises, o sólo buenos,<br />

han abundado más en<br />

éste que en otros años, y<br />

algo semejante le ha sucedido<br />

al coro que, siendo un<br />

conjunto mucho más dúctil<br />

que hace un lustro, no acaba<br />

de lograr ese remate final tan<br />

deseable de sutileza, equilibrio<br />

y definición.<br />

El menú del año próximo<br />

es de crisis, con mucho plato<br />

del día. Esta vez el podio<br />

corresponde al titular en un<br />

total de ocho conciertos oficiales,<br />

más los extras. La<br />

batuta será confiada también<br />

a Luca Pfaff, que hará dos<br />

obras de Elliott Carter; a<br />

Arturo Tamayo, enemigo<br />

declarado de la rutina y,<br />

aunque español, gran direc-<br />

www.rtve.es<br />

tor; a Helmuth Rilling, forjador<br />

de los grandes momentos<br />

sinfónico-corales de la<br />

sede orquestal de Antón<br />

Martín; a Günther Herbig la<br />

batuta más enraizada en la<br />

gran tradición centroeuropea<br />

de cuantas nos visitan. En la<br />

programación destacan La<br />

Creación de Haydn por el<br />

siempre eficaz Rilling, o, más<br />

aún, la afortunada conjunción<br />

entre el mejor programa<br />

y acaso la mejor batuta, con<br />

Herbig en diversos Ravel<br />

(Concierto en sol con el veterano<br />

pianista Pascal Rogé),<br />

Wagner y Debussy. También<br />

hay pespuntes bien dados<br />

aquí y allá, como que Leaper<br />

haya programado la Misa<br />

glagolítica de Janácek, o una<br />

ofrenda con aromas de has<br />

been: la antaño grandísima<br />

flautista Michala Petri para el<br />

Northern Concerto del multipremiado<br />

Joan Amargós.<br />

J. Martín de Sagarmínaga<br />

PISTAS<br />

D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

5 y 6 de febrero de 2009.<br />

Helmuth Rilling, director.<br />

Julia Wagner, soprano.<br />

Lothar Odinius, tenor.<br />

Nathan Berg, bajo.<br />

Coro de RTVE.<br />

Haydn, La Creación.<br />

12 y 13 de febrero de 2009.<br />

Günther Herbig, director.<br />

Pascal Rogé, piano.<br />

Ravel, Pavana, Concierto en<br />

sol.<br />

Wagner, Idilio de Sigfrido.<br />

Debussy, El mar.<br />

19 y 20 de febrero de 2009.<br />

Walter Weller, director.<br />

Arabella Steinbacher,<br />

violín.<br />

Beethoven, Concierto para<br />

violín, Sinfonía nº 6.<br />

14 y 15 de mayo de 2009.<br />

Adrian Leaper, director.<br />

Coro de RTVE.<br />

Albéniz-Goosens, Eritaña.<br />

Albéniz-Guerrero, Almería.<br />

Albéniz-Arbós, Albaicín.<br />

Ravel, Valses.<br />

Janácek, Misa glagolítica.<br />

ADRIAN LEAPER.<br />

O. S. RTVE<br />

ORQUESTA DE LA<br />

COMUNIDAD DE<br />

MADRID<br />

131


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Sinfónica de Madrid<br />

CON ACENTO ESPAÑOL<br />

El repertorio musical de<br />

nuestro país —y, en<br />

concreto, el de la última<br />

centuria— ocupa<br />

una parte importante de los<br />

contenidos de la temporada<br />

que, distribuida en ocho<br />

conciertos, desarrollará la<br />

Sinfónica de Madrid en el<br />

Auditorio Nacional a partir<br />

del próximo 14 de octubre.<br />

Como velada más ambiciosa<br />

cabe destacar la protagonizada<br />

por Cristóbal Halffter en<br />

su doble vertiente de compositor<br />

y director. La obra<br />

elegida es su ópera Don<br />

Quijote que se ofrecerá en<br />

versión de concierto a cargo<br />

del Coro Nacional y un plantel<br />

de solistas vocales encabezado<br />

por Alfredo García<br />

(Cervantes), Enrique Baquerizo<br />

(Don Quijote), Eduardo<br />

Santamaría (Sancho) y Diana<br />

Tiegs (Dulcinea). Interesante<br />

también el monográfico<br />

albeniciano que reúne la<br />

Rapsodia española (con<br />

Torres-Pardo como solista)<br />

junto a diversas orquestaciones<br />

de páginas de Iberia<br />

debidas a Cristóbal Halffter<br />

(Eritaña) y Francisco Guerrero.<br />

En el podio, el titular<br />

de la ORCAM, José Ramón<br />

Encinar. La visita de Philippe<br />

Bach incide asimismo en<br />

páginas españolas recientes,<br />

con obras de Consuelo Díez<br />

(Pasión cautiva) y Amando<br />

Blanquer (Concierto para<br />

fagot) como antesala al<br />

Concierto para orquesta de<br />

Bartók.<br />

La habitual cita navideña<br />

con la Novena de Beethoven<br />

estará a cargo este año de<br />

Rafael Frühbeck de Burgos,<br />

el Coro de la Sinfónica y un<br />

www.osm.es<br />

cuarteto integrado por<br />

Raquel Lojendio, María José<br />

Suárez, Robert Künzli y Marco<br />

Vinco. Dentro del más<br />

estricto repertorio, los conciertos<br />

a cargo del titular de<br />

la veterana agrupación con<br />

obras de Brahms (Obertura<br />

académica y Concierto para<br />

piano nº 2 con Nosé) y Dvorák<br />

(Séptima) y el que, con<br />

tintes clásicos (El reloj de<br />

Haydn y la Júpiter mozartiana),<br />

clausura el ciclo. La firma<br />

de Wagner aparece en<br />

los otros dos conciertos con<br />

López Cobos a la batuta: Sinfonía<br />

en do más extractos<br />

del Anillo y Obertura Fausto<br />

más páginas de Liszt (Dos<br />

episodios del Fausto de<br />

Lenau) y Berlioz (Sinfonía<br />

Fantástica).<br />

Juan Manuel Viana<br />

PISTAS<br />

14 de enero de 2009.<br />

Cristóbal Halffter, director.<br />

Enrique Baquerizo,<br />

barítono.<br />

Coro Nacional.<br />

Halffter, D. Quijote.<br />

31 de marzo de 2009.<br />

Jesús López Cobos, director.<br />

Wagner, Obertura Fausto.<br />

Liszt, Dos episodios del<br />

Fausto de Lenau.<br />

Berlioz, Sinfonía Fantástica.<br />

8 de abril de 2009.<br />

José Ramón Encinar,<br />

director.<br />

Rosa Torres-Pardo, piano.<br />

Albéniz-C. Halffter, Eritaña.<br />

Albéniz, Rapsodia española.<br />

Albéniz-Guerrero, Cuatro<br />

piezas de Iberia.<br />

132<br />

Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia<br />

ALTERNANCIA DE ESTILOS<br />

Siguiendo con las intenciones<br />

marcadas en<br />

temporadas anteriores,<br />

la Orquesta Sinfónica<br />

de la Región de Murcia propone<br />

para la próxima 2008-<br />

2009 mantener su presencia<br />

JOSÉ MIGUEL RODILLA<br />

www.sinfonicaregiondemurcia.com<br />

en las tres ciudades que la tro de los diez programas<br />

acogen regularmente, Murcia,<br />

Cartagena y Lorca El positores del pasado siglo<br />

previstos. En cuanto a com-<br />

maestro José Miguel Rodilla, XX, hay que hacer referencia<br />

titular de esta formación, ha a obras como la Cuarta Sinfonía<br />

de Martinu, el precioso<br />

tratado que los contenidos<br />

de la programación de la Concierto para violín “A la<br />

OSRM tengan la doble función<br />

de, en un sentido fun-<br />

Berg, el siempre curioso<br />

memoria de un ángel”, de<br />

damental, resultar atractivos Concierto para armónica de<br />

para el público, favorecer el Villa-Lobos. Y a autores<br />

crecimiento artístico de la españoles como Brotons,<br />

orquesta.<br />

Colomer y Cruz Guevara<br />

Dentro del repertorio tradicional<br />

es de resaltar la En cuanto a los intérpre-<br />

completarán este apartado.<br />

esperada versión de Javier tes destaquemos a el cántabro<br />

Jaime Martín en la flauta,<br />

Perianes del Cuarto Concierto<br />

para piano y orquesta de Manuel Guillén y Sergei Teslia<br />

en el violín, Quirine Vier-<br />

Beethoven, que abrirá la<br />

temporada, así el Primer sen en el violonchelo, y el<br />

Concierto para piano y espectacular grupo de viento<br />

orquesta de Liszt que tendrá Spanish Brass Luur Metals.<br />

como solista a la joven solista<br />

rusa Katia Mechetina. dos, hay que mencionar la<br />

En cuanto a directores invita-<br />

Siguiendo esta intención, siempre eficaz participación<br />

piezas como las Sinfonías de Christian Badea y la intervención<br />

de batutas consoli-<br />

“La sorpresa” de Haydn, la<br />

Octava de Beethoven, De la dadas como el checo Petr<br />

Reforma de Mendelssohn, Altrichter, el búlgaro Pavel<br />

Romántica de Bruckner y Baleff o el chino Tan Li-Hua.<br />

Cuarta de Chaikovski, aparecen<br />

como referentes den-<br />

José Antonio Cantón<br />

PISTAS<br />

14 de noviembre de 2008.<br />

José Miguel Rodilla,<br />

director.<br />

Javier Perianes, piano).<br />

Cruz Guevara, Taracea.<br />

Beethoven, Concierto para<br />

piano nº 4.<br />

Bizet, Sinfonía en do mayor.<br />

12 de diciembre de 2008.<br />

Christian Badea, director.<br />

Katia Mechetina, piano.<br />

Stanculescu, Initio, Narratio<br />

y Cadenza.<br />

Liszt, Concierto nº 1 para<br />

piano y orquesta.<br />

Bruckner, Sinfonía nº 4.<br />

27 de marzo de 2009.<br />

Tan Li-Hua, director.<br />

Sergei Teslia, violín).<br />

Borodin, En las estepas del<br />

Asia central.<br />

Berg, Concierto para violín.<br />

29 de mayo de 2009.<br />

José Miguel Rodilla,<br />

director.<br />

Spanish Brass Luur Metals.<br />

Lindberg, Brain Rubbish.<br />

Colomer, La devota lasciva.<br />

Copland, Rodeo.<br />

Moncayo, Huapango.


SETEMBRO 08<br />

XOVES 26 CONCERTO INAUGURACIÓN<br />

REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Mozart, Sinfonía núm. 33 e Misa en Do maior<br />

CATEDRAL DE SANTIAGO<br />

OUTUBRO 08<br />

XOVES 2 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Adolfo Gutiérrez, violoncello<br />

Elgar, Concerto para violoncello<br />

Brahms, Sinfonía núm. 3<br />

VENRES 10 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Maximino Zumalave, director<br />

Stephanie Houtzeel, mezzosoprano<br />

Mahler, Des Knaben Wunderhorn<br />

Beethoven, Sinfonía núm. 7<br />

XOVES 16 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

David Atherton, director<br />

Paul Crossley, piano<br />

Stravinsky<br />

XOVES 30 ORQUESTRA SINFÓNICA DE GALICIA<br />

Jesús López Cobos, director<br />

Messiaen, Tres pequenas liturxias da<br />

Presencia Divina / Poulenc, Stabat Mater<br />

NOVEMBRO 08<br />

XOVES 6 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Paul Daniel, director / Lawrence Power, viola<br />

Bartók, Concerto para viola<br />

Beethoven, Sinfonía núm. 6<br />

XOVES 13 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Paul Daniel, director / Eric Terwilliger, trompa<br />

Strauss, Concerto para trompa núm. 1<br />

Haydn, Sinfonía núm. 101<br />

XOVES 20 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Christoph König, director<br />

Herbert Schuch, piano<br />

Beethoven, Concerto para piano núm. 5<br />

DECEMBRO 08<br />

XOVES 11 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Jorge Federico Osorio, piano<br />

Beethoven, Concerto para piano núm. 4<br />

Schubert, Sinfonía núm. 2<br />

VENRES 19 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Beethoven: Sinfonía núm. 9<br />

XANEIRO 09<br />

LUNS 5 CONCERTO DE REIS<br />

REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Maximino Zumalave, director<br />

Tzimon Barto, piano<br />

Tchaikovsky, Concerto para piano núm. 1<br />

Britten, Matinés musicais<br />

XOVES 15 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Anne Manson, directora / Asier Polo, violoncello<br />

Tchaikovsky, Variacións sobre un tema rococó<br />

Beethoven, Sinfonía núm. 8<br />

XOVES 29 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Pablo González, director / Viviane Hagner, violín<br />

Vieuxtemps, Concerto para violín núm. 4<br />

Mendelssohn, Sinfonía núm. 1<br />

FEBREIRO 09<br />

XOVES 5 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

José Ramón Encinar, director<br />

Luis Fernando Pérez, piano<br />

Halffter, Sinfonía concertante / Falla, El amor brujo<br />

XOVES 12 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Tuomas Ollila-Hannikainen, director<br />

Daniel Hope, violín<br />

Prokofiev, Concerto para violín núm. 2<br />

Wilms, Sinfonía núm. 6<br />

XOVES 19 ORQUESTA SINFÓNICA DEL PRINCIPADO<br />

DE ASTURIAS<br />

Maximiano Valdés, director / Kirill Gerstein, piano<br />

Brahms, Concerto para piano núm. 2<br />

Rautavaara, Sinfonía núm. 7<br />

XOVES 26 ORQUESTA SINFÓNICA DE RTVE<br />

Adrian Leaper, director / Miguel Ituarte, piano<br />

Ravel, Concerto en Sol maior<br />

Mussorgsky-Ravel, Cadros dunha exposición<br />

MARZO 09<br />

VENRES 13 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director / Cristina Bruno, piano<br />

Franck, Variacións sinfónicas<br />

Mendelssohn, Sinfonía núm. 3<br />

MÉRCORES 18 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Maximiano Valdés, director<br />

Stravinsky, Apolo musaxeta<br />

Beethoven, Sinfonía núm. 1<br />

XOVES 26 ORQUESTRA SINFÓNICA DE GALICIA<br />

Víctor Pablo Pérez, director<br />

Mendelssohn, Elías<br />

ABRIL 09<br />

XOVES 2 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Paul Daniel, director<br />

Andrei Gavrilov, piano<br />

Beethoven, Concerto para piano núm. 2<br />

Schubert, Sinfonía núm. 5<br />

MÉRCORES 22 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Mélanie Diener, soprano<br />

Strauss, Catro últimos lieder<br />

Ravel, Dafnis e Cloe<br />

MAIO 09<br />

VENRES 8 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Frans Brüggen, director<br />

Bach, Cantata “Ein feste Burg ist<br />

unser Gott” / Mendelssohn, Sinfonía<br />

núm. 5<br />

XOVES 14 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Theodor Guschlbauer, director<br />

Soojin Moon, soprano<br />

Haydn, Sinfonía núm. 77, 97 e<br />

Escena de Berenice<br />

MÉRCORES 20 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Juanjo Mena, director<br />

Haydn, Sinfonías núm. 6, 7 e 8<br />

XOVES 28 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Cho-Liang Lin, violín<br />

Barber, Concerto para violín<br />

Bizet, Sinfonía núm. 1<br />

XUÑO 09<br />

VENRES 5 REAL FILHARMONÍA DE GALICIA<br />

Antoni Ros Marbà, director<br />

Nikolai Lugansky, piano<br />

Chopin, Concerto para piano núm. 1<br />

Sibelius, Sinfonía núm. 2<br />

Todos os concertos ás 21 h,<br />

excepto o de Reis, ás 22 h<br />

AUDITORIO DE GALICIA<br />

Avda. do Burgo das Nacións, s/n<br />

15705 Santiago de Compostela<br />

DESPACHO DE BILLETES:<br />

Tel.: 34 981 571 026 / 573 979<br />

OFICINA:<br />

Tel.: 34 981 574 153 / 552 290<br />

Fax: 34 981 574 250<br />

www.auditoriodegalicia.org<br />

www.rfgalicia.org<br />

www.compostelacultura.org<br />

Baixo o mecenado de:<br />

CONSELLERÍA DE CULTURA E DEPORTE<br />

FINSA / TELEVES / RUAFER<br />

DEPUTACIÓN DA CORUÑA


D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta Sinfónica de Euskadi<br />

SIN BATUTA TITULAR<br />

PISTAS<br />

Del 11 al 16 de septiembre<br />

de 2008.<br />

Christopher Hogwood,<br />

director.<br />

Ainhoa Arteta, soprano.<br />

Mendelssohn, Las Hébridas.<br />

Strauss, Cuatro últimos lieder.<br />

Elgar, Serenata, Variaciones<br />

Enigma.<br />

Del 1 al 5 de diciembre de<br />

2008.<br />

Pinchas Steinberg, director.<br />

Lorenz Nasturica, violín.<br />

Asier Polo, violonchelo.<br />

Bello-Portu, El carnaval de<br />

Lanz.<br />

Brahms, Doble Concierto.<br />

Chaikovski, Sinfonía nº 4.<br />

Del 20 al 23 de abril de<br />

2009.<br />

Andrei Boreiko, director.<br />

Orfeón Donostiarra.<br />

Mahler, Sinfonía nº 2<br />

“Resurrección”.<br />

Del 27 de abril al 1 de mayo<br />

de 2009.<br />

Orchestra Sinfonica de<br />

Milano Giuseppe Verdi.<br />

Oleg Caetani, director.<br />

Simone Pedroni, piano.<br />

Martucci, Concierto para<br />

piano y orquesta nº 2.<br />

Bruch, Sinfonía nº 3.<br />

Yla nave va, que diría<br />

Fellini. Y en este caso<br />

con buen rumbo pero<br />

sin capitán. Mejor<br />

dicho, con varios, pero ninguno<br />

de casa. Tras la rescisión<br />

de los contratos de Gilbert<br />

Varga y Cristian Mandeal,<br />

la titularidad bicéfala queda<br />

ya para los anales de la<br />

historia de la joven orquesta<br />

y se entra de lleno en una<br />

temporada en la que las quinielas<br />

siguen aún flotando<br />

en el aire ante la gran incógnita<br />

de quién será la batuta<br />

que comande a la formación<br />

en un futuro próximo. De<br />

momento la incógnita seguirá<br />

llamándose X, al menos<br />

hasta la temporada siguiente<br />

a esta que comienza con un<br />

imparable desfile de directores<br />

invitados, por tanto se<br />

presupone una temporada<br />

curiosa y diferente a otras<br />

anteriores cuya duda mayor<br />

resultará ser el sonido que<br />

consigan sus profesores<br />

siempre en función de la<br />

batuta ante la que tengan<br />

que trabajar.<br />

En cualquier caso la<br />

nueva temporada que<br />

comenzará el 11 de octubre<br />

superará el centenar de<br />

actuaciones con 14 programas<br />

diferentes distribuidos<br />

entre Bilbao, Vitoria, San<br />

Sebastián y Pamplona. En el<br />

campo de los directores se<br />

estrenan con la OSE Christopher<br />

Hogwood, Pinchas<br />

Steinberg, Howard Griffiths<br />

y Krzysztof Penderecki. Y<br />

repetirán otros como Antonello<br />

Allemandi, Pablo González,<br />

Andrés Orozco, Carlo<br />

GÜNTER<br />

NEUHOLD.<br />

O. S. de Bilbao<br />

www.orquestadeeuskadi.es<br />

Rizzi, Andrei Boreiko y Juan<br />

José Mena. Será especial<br />

también el curso, pues<br />

habrá bastante música que<br />

suene por vez primera,<br />

como el Cuaderno de viaje<br />

encargado a Lauzirika, el<br />

estreno en España del Concierto<br />

para trompa y trompeta<br />

“Winterreise” de Penderecki<br />

o El carnaval de Lanz<br />

de Bello-Portu. El resto de<br />

obras girarán en torno a los<br />

aniversarios de Puccini,<br />

Mendelssohn y Haydn, y la<br />

OSE saldrá en esta ocasión<br />

de gira en lo que supondrá<br />

su primera incursión por Italia<br />

tras pasar por Madrid,<br />

Sevilla y Cádiz, sin cejar en<br />

su empeño de añadir nuevos<br />

volúmenes a la colección<br />

discográfica dedicada a<br />

autores vascos con la publicación<br />

de un disco dedicado<br />

a Beltrán Pagola, otro a Luis<br />

de Pablo y la tan esperada<br />

ópera Gernika de Escudero.<br />

Íñigo Arbiza<br />

134<br />

ORQUESTA SINFÓNICA DE NAVARRA


Orquesta Sinfónica de Bilbao<br />

LA ERA NEUHOLD<br />

La BOS abre una nueva<br />

página en su historia<br />

nada menos que con el<br />

austríaco Günter Neuhold<br />

al mando del timón. Así,<br />

el flamante titular se subirá<br />

al podio de la orquesta bilbaína<br />

en (sólo) cuatro de los<br />

dieciocho conciertos que<br />

integran el curso que ahora<br />

llega, entre ellos el de apertura<br />

(Primera de Beethoven<br />

y Réquiem de Cherubini) y<br />

el de clausura (Réquiem de<br />

Verdi). A su vez, el director<br />

saliente, Juanjo Mena, volverá<br />

en octubre con dos<br />

programas que acogerán<br />

obras de Milhaud, Takemitsu,<br />

Turina y Rodrigo por un<br />

lado, y de Mozart y Chaikovski<br />

por el otro. Quedan,<br />

por tanto, doce conciertos<br />

en los que empuñarán las<br />

batutas otras tantas figuras,<br />

a saber: Michail Jurowski,<br />

Tamás Vásáry, Antoni Ros<br />

Marbà, Yaron Traub, Gloria<br />

Isabel Ramos, Pablo González,<br />

Pedro Halffter, Wolf<br />

Dieter Streicher, Paul Mann,<br />

Alejandro Posada, Junichi<br />

Hirokami y el irundarra Iker<br />

Sánchez.<br />

En cuanto a los solistas,<br />

habrá que prestar atención al<br />

Mozart de Jonathan Biss<br />

(Concierto para piano nº 27)<br />

y al de Frank Peter Zimmermann<br />

(Conciertos para violín<br />

nºs 2 y 3), al Ravel del atípico<br />

pianista turco Fazil Say<br />

(Concierto en sol), al Prokofiev<br />

del finlandés y también<br />

singular Olli Mustonen<br />

(Segundo Concierto para<br />

www.bilbaorkestra.com<br />

piano) o al del genial Boris<br />

Belkin (Segundo Concierto<br />

para violín), al Chopin de<br />

Javier Perianes (Primer Concierto)<br />

y al de Nelson Freire<br />

(Segundo Concierto), al Dvorák<br />

del bilbaíno Asier Polo<br />

(Concierto en si menor) o, en<br />

fin, al Mendelssohn de la<br />

violinista nipona Akiko<br />

Suwanai (Concierto en mi<br />

menor). En el repertorio<br />

mandan los rusos, aunque se<br />

impone la variedad tanto en<br />

el tiempo como en el mapa:<br />

desde la Sudamérica de<br />

Evencio Castellanos o Lucho<br />

Bermúdez hasta el Japón de<br />

Toru Takemitsu, con parada<br />

en muchos puertos europeos,<br />

incluidos los nuestros.<br />

Asier Vallejo Ugarte<br />

PISTAS<br />

D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

15 y 16 de enero de 2009.<br />

Michail Jurowski, director.<br />

Boris Belkin, violín.<br />

Glinka, Ruslan y Ludmila,<br />

obertura.<br />

Prokofiev: Concierto para<br />

violín y orquesta nº 2.<br />

Scriabin: Sinfonía nº 3.<br />

26 y 27 de febrero de 2009.<br />

Tamás Vásáry, director.<br />

Javier Perianes, piano.<br />

Chopin, Concierto para<br />

piano y orquesta nº 1.<br />

Dvorák, Sinfonía nº 9.<br />

28 y 29 de mayo de 2009.<br />

Alejandro Posada, director.<br />

Fazil Say, piano.<br />

Satué, Líneas de fuerza.<br />

Ravel, Concierto en sol para<br />

piano y orquesta.<br />

Castellanos, Santa Cruz de<br />

Pacairigua.<br />

Revueltas, Sensemayá.<br />

Bermúdez: Suite Calamarí.<br />

Orquesta Sinfónica de Navarra<br />

A RITMO DE SARASATE<br />

La temporada que la<br />

Orquesta Sinfónica de<br />

Navarra abre en el<br />

Baluarte pamplonés a<br />

ritmo de Saint- Saëns tendrá<br />

en su recuerdo la insigne<br />

figura del violinista Pablo<br />

Sarasate, genio del que<br />

mantuvo la orquesta su<br />

nombre durante largos años<br />

y que coincidiendo con el<br />

centenario del fallecimiento<br />

del virtuoso abrirá con la<br />

inclusión de dos de sus<br />

obras: Zapateado, op. 23 y<br />

Aires bohemios, op. 20. No<br />

en vano esta orquesta fue<br />

fundada por el propio Sarasate<br />

allá por el año 1879, lo<br />

que hace de ella el conjunto<br />

orquestal en activo más<br />

antiguo de España. Su<br />

actual Director Titular y<br />

Artístico desde 1997, el<br />

maestro Ernest Martínez<br />

Izquierdo, volverá a llevar<br />

la batuta titular en una temporada<br />

que contará con un<br />

total de catorce ciclos que<br />

harán sonar las batutas de<br />

Karl Anton Rickenbacher,<br />

Marc Tardue, Álvaro<br />

Albiach o François-Xavier<br />

Roth entre otros y entre las<br />

cuales no faltarán grandes<br />

obras como L’Ascension de<br />

Messiaen, la Misa en do<br />

mayor, op. 86 de Beethoven<br />

con la inclusión de las<br />

voces del Orfeón Pamplonés,<br />

una versión semiescenificada<br />

del Belshazzar<br />

HWV 61 de Haendel, la<br />

Sinfonía nº 9 de Shostakovich<br />

o la nº 4 de Sibelius<br />

PISTAS<br />

11 y 12 de septiembre de<br />

2008.<br />

Ernest Martínez Izquierdo,<br />

director.<br />

Linus Roth, violín.<br />

Saint-Saëns, Introducción y<br />

rondó caprichoso, op. 28.<br />

Sarasate, Zapateado, op. 23,<br />

Aires bohemios, op. 20.<br />

13 y 14 de nov. de 2008.<br />

Ernest Martínez Izquierdo,<br />

director.<br />

Jean- François Heisser,<br />

entre otras muchas.<br />

Destacable la gira que la<br />

orquesta navarra tiene previsto<br />

realizar en diciembre<br />

por China, el homenaje al<br />

insigne escultor Jorge Oteiza,<br />

así como sus intervenciones<br />

más líricas, una en el<br />

foso del Euskalduna de Bilbao<br />

en la producción de La<br />

hija del regimiento de Donizetti,<br />

y otra en casa en compañia<br />

del tenor Juan Diego<br />

piano.<br />

María Espada, soprano.<br />

Iris Vermillion, mezzo.<br />

Timothy Robinson, tenor.<br />

José Antonio López,<br />

barítono.<br />

Orfeón Pamplonés.<br />

Beethoven, Concierto para<br />

piano nº 5, Misa en do<br />

Mayor, op. 86.<br />

12 y 13 de febrero de 2009.<br />

Josep Caballé-Domènech,<br />

director.<br />

www.orquestadenavarra.es<br />

Flórez. En cualquier caso, la<br />

presente temporada contiene<br />

suficientes atractivos<br />

musicales debido sobre todo<br />

a un programa muy variado<br />

en cuanto a estilos y estéticas,<br />

donde no faltará el<br />

estreno absoluto de una<br />

obra de encargo de la OSN y<br />

la Fundación Autor de Jesús<br />

María Echeverría.<br />

Íñigo Arbiza<br />

Ilya Gringolts, violín.<br />

Arnold, Cuatro danzas<br />

escocesas.<br />

Korngold, Concierto para<br />

violín.<br />

Shostakovich, Sinfonía nº 9.<br />

16 y 17 de abril de 2009.<br />

Rolf Gupta, director.<br />

Javier Perianes, piano.<br />

Johansen, Pan.<br />

Grieg, Concierto para piano.<br />

Nielsen, Sinfonía nº 3.<br />

135


AL AYRE ESPAÑOL<br />

D O S I E R<br />

ORQUESTAS ESPAÑOLAS<br />

Orquesta de Valencia<br />

A REMACHAR EL CLAVO<br />

El enorme aumento de<br />

su éxito, de crítica pero<br />

sobre todo de público,<br />

que la Orquesta de<br />

Valencia ha conocido desde<br />

el acceso a su titularidad de<br />

Yaron Traub en 2004 quiere<br />

prolongarse mediante el<br />

contrato de renovación por<br />

tres años que el maestro israelí<br />

acaba de firmar: “Mientras<br />

el hierro está caliente, hay<br />

que seguir martilleando”,<br />

dicen que suele decir. La<br />

programación de la primera<br />

temporada de este segundo<br />

“mandato” insiste, de hecho,<br />

en las líneas maestras que<br />

marcaron el primero.<br />

La voluntad declarada de<br />

eclecticismo se concreta en<br />

un repertorio de lo más<br />

amplio que se pueda concebir…<br />

siempre y cuando nos<br />

limitemos al gran repertorio<br />

de un período que parte de<br />

Haydn y llega hasta Bernstein.<br />

De los diez conciertos<br />

que Traub dirigirá, destaca<br />

aquel en que contará con la<br />

soprano Waltraud Meier en<br />

las Cuatro últimas canciones<br />

de Strauss, pero la parte del<br />

león será para Brahms:<br />

Réquiem alemán con el Coro<br />

Filarmónico de Brno y<br />

Segundo Concierto para piano<br />

con Yefim Bronfman.<br />

La lista de obras encargadas<br />

a Walter Weller, que<br />

sigue como Director Asociado,<br />

incluye dos conciertos<br />

para violín, el de Khachaturian<br />

y el Primero de Bruch,<br />

interesantes por sí mismos y<br />

por los solistas, Yong-Hee<br />

Kim y Sarah Chang respectivamente.<br />

Enrique García<br />

Asensio, que también continúa<br />

como Principal Director<br />

Invitado, el anterior titular<br />

Miguel Ángel Gómez Martínez,<br />

Antoni Ros Marbà, Josep<br />

Pons, Peter Flor (Concierto<br />

para violín de Brahms, con<br />

Vadim Repin), Leopold Hager<br />

y Günter Herbig completan<br />

una nómina de directores en<br />

la que la gran novedad será<br />

el británico Paul Daniel (Sinfonía<br />

de Réquiem de Britten).<br />

Con unos y otros directores,<br />

la orquesta continuará trabajando<br />

de manera especial los<br />

ciclos sinfónicos de Mahler,<br />

Bruckner y Shostakovich.<br />

Como primeras interpretaciones<br />

de la orquesta cabe<br />

mencionar la Konzertmusik<br />

op. 50 de Hindemith, Juegos<br />

de Debussy, Variaciones y<br />

fuga op. 132 de Reger, Chichester<br />

Psalms de Bernstein<br />

y la ópera Lázaro de Cristóbal<br />

Halffter en versión de<br />

concierto. En cuanto a estrenos<br />

absolutos, tendremos la<br />

Sinfonía mediterránea de<br />

Salvador Chuliá y un conwww.palaudevalencia.com<br />

PISTAS<br />

8 de octubre de 2008.<br />

Enrique García Asensio, dir.<br />

Josep Miquel Ramon,<br />

barítono.<br />

Coral Catedralicia. Cor de la<br />

Generalitat Valenciana.<br />

Chuliá, Sinfonía<br />

mediterránea.<br />

Salvador, Les hores.<br />

24 de abril de 2009.<br />

Peter Flor, director.<br />

Vadim Repin, violín.<br />

Brahms: Concierto para<br />

violín.<br />

Shostakovich: Sinfonía nº 15.<br />

15 de mayo de 2009.<br />

Yaron Traub, director.<br />

Waltraud Meier, soprano.<br />

Strauss, Cuatro últimas<br />

canciones.<br />

Bruckner, Sinfonía nº 9.<br />

29 de mayo de 2009.<br />

Walter Weller, director.<br />

Sarah Chang, violín.<br />

Schubert, Obertura de<br />

Rosamunda.<br />

Bruch, Concierto para violín<br />

nº 1.<br />

Schubert, Sinfonía nº 4.<br />

cierto de Andrés Valero-Castells<br />

con que se celebrará el<br />

vigésimo aniversario del grupo<br />

de percusión Amores.<br />

Alfredo Brotons Muñoz<br />

136<br />

Al Ayre Español<br />

QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA<br />

Veinte años han transcurrido<br />

desde que<br />

Eduardo López Banzo<br />

fundara Al Ayre<br />

Español, conjunto historicista<br />

que, convertido no hace<br />

mucho en orquesta barroca,<br />

se sitúa ya a la altura de las<br />

que dictan ley en la especialidad<br />

y está llamado a un<br />

futuro lleno de esperanza.<br />

Porque, como dice el tango,<br />

veinte años no es nada, y<br />

queda mucho en la cartera<br />

del director y su orquesta,<br />

ahora en su quinta temporada<br />

residente en el Auditorio<br />

de Zaragoza. Banzo la dedica<br />

íntegra mente a Haendel,<br />

autor que en este momento<br />

atrae poderosa mente su atención<br />

y a cuyo revival está<br />

contribu yendo deci-sivamen -<br />

te por cuanto que, frente a<br />

lecturas más convenciona les,<br />

jamás olvida que el compositor<br />

se formó en Italia, dotándole<br />

por ello de un punto de<br />

alegría sureña que le confiere<br />

un atractivo peculiar. Merecidamente,<br />

Al Ayre Español<br />

tiene encomendada la clausura<br />

del ciclo musical habido<br />

con motivo de la Exposición<br />

Internacio nal. Y, muy apropiadamente,<br />

lo hará con la<br />

Música acuática que, al<br />

modo de un concierto del<br />

pasado, estará trufada con<br />

arias de las óperas Semele y<br />

www.alayreespanol.com<br />

Alcina en voz de Lisa Milne.<br />

Días antes de la Navidad,<br />

Banzo abordará el monumental<br />

Mesías en sesión que<br />

supondrá la presenta ción oficial<br />

del coro Vozes de al<br />

Ayre Español —como<br />

profesio nal y después de un<br />

período de academia—<br />

acompañando al elenco que<br />

se indica aparte. Y por fin, en<br />

el orto de la primavera, se<br />

estrenará, Orlando, ópera<br />

hasta hace bien poco casi<br />

desconoci da y hoy obra<br />

imprescindible que el director<br />

aragonés ya ha dirigido<br />

con éxito en otros lugares.<br />

Antonio Lasierra<br />

PISTAS<br />

12 de septiembre de 2008.<br />

Eduardo López Banzo,<br />

director.<br />

Lisa Milne, soprano.<br />

Haendel, Water music, arias<br />

de Semele y Alcina.<br />

20 de diciembre de 2008.<br />

Eduardo López Banzo,<br />

director.<br />

María Hinojosa, soprano.<br />

Patricia Bardon, contralto.<br />

Helge Ronning, tenor.<br />

Marek Rezpka, bajo.<br />

Vozes de Al Ayre Español.<br />

Haendel, Messiah.<br />

20 de abril de 2009.<br />

Eduardo López Banzo, dir.<br />

Ingela Bohlin, soprano.<br />

María Espada, soprano.<br />

Denis Sedov, bajo.<br />

Haendel, Orlando.


ENCUENTROS<br />

FRANZ WELSER-MÖST:<br />

“ALGUNAS DE LAS MEJORES MÚSICAS<br />

DE LA HISTORIA SE COMPUSIERON<br />

PARA LA ÓPERA”<br />

Fotos: Mastroianni<br />

138<br />

Después de una dura etapa de asentamiento demostrando su talla como músico, hoy nadie niega que Franz Leopold<br />

Maria Möst (Linz, 1960) —a sugerencia de su mentor, el barón Andreas von Bennigsen de Liechtenstein, intercaló<br />

el Welser como reconocimiento a la localidad de Wels, cercana a su ciudad natal, donde se formó— es uno de los<br />

valores más sólidos en la música, tanto en el pódium como desde el foso. De los tiempos difíciles en su carrera no<br />

olvida la convulsión que produjo su paso por la Filarmónica de Londres, hace casi dos décadas, o el fiasco en que, poco<br />

antes, se había convertido su primera aproximación a los filarmónicos vieneses en la Staatsoper: la misma orquesta y el<br />

mismo teatro que le abren ahora sus puertas, encumbrándolo desde 2010 en Director Musical por todo un lustro. Una<br />

dedicación que deberá compaginar con la titularidad de la Orquesta de Cleveland, a la que llegó en 2003 y con la que<br />

acaba de renovar contrato hasta el simbólico 2018, cuando la Orquesta, una de las Cinco Grandes de Norteamérica,<br />

celebre su centenario.


ENCUENTROS<br />

FRANZ WELSER-MÖST<br />

¿Llega a la música por tradición familiar?<br />

Si retrocedemos a mis orígenes,<br />

aunque no encontremos músicos profesionales,<br />

veríamos que, tal y como ocurre<br />

hoy en el sistema de educación austriaco<br />

—de acuerdo con el cual mis cuatro<br />

hijos tienen que aprender a interpretar<br />

un instrumento o dos—, en los primeros<br />

tiempos de mi formación sucedía<br />

algo similar. La música era algo normal<br />

entre nosotros. De tal modo que mis<br />

dos hermanos y mis dos hermanas,<br />

igual que yo —aunque no con la misma<br />

intensidad, puesto que el camino que<br />

eligieron en sus vidas fue otro— aprendieron<br />

a tocar un instrumento.<br />

¿Se imaginó en alguna ocasión un futuro<br />

como instrumentista, o siempre aspiró a la<br />

dirección?<br />

Tenía seis años cuando mis padres<br />

me regalaron un violín y me inscribieron<br />

en una escuela de música, donde<br />

comencé a aprender primero violín y<br />

luego piano. Con catorce ya se me<br />

pasó por la cabeza la posibilidad de<br />

dedicarme profesionalmente a aquello.<br />

En principio, mi idea fue ser músico<br />

en una agrupación sinfónica, y con esa<br />

intención me fui formando en el Conservatorio<br />

de Linz, donde había una<br />

orquesta de alumnos. Un día, con 16<br />

años, a uno de los profesores se le<br />

ocurrió decir que yo tenía talento para<br />

dirigir, y decidió ponerme al frente de<br />

mis colegas. Al principio me divertía<br />

aquello, pero nunca me imaginé que<br />

la dirección iba a ser mi futuro. Hasta<br />

que, con 18, tuve un grave accidente<br />

de tráfico que me obligó a descartar la<br />

opción del violín como alternativa profesional.<br />

Así empezó todo.<br />

Nacido en Austria, formado fundamentalmente<br />

en Inglaterra y América, ¿a qué<br />

sabe su música?<br />

Eso es algo que cambia. A lo largo<br />

de los últimos veinte, treinta o cuarenta<br />

años, mis sabores han variado<br />

mucho. Con todo y eso, hay un compositor<br />

al que he permanecido fiel,<br />

porque desde mi niñez ha estado muy<br />

cerca de mi corazón, y ese era y es<br />

Franz Schubert. A ese nombre se ha<br />

venido a sumar desde hace quince<br />

años más o menos el de Messiaen<br />

como otro de mis favoritos. Fuera de<br />

estos dos referencias, todo lo demás<br />

va cambiando.<br />

¿En función de qué operan esas mutaciones?<br />

Posiblemente tengan algo que ver<br />

con la edad, como cualquier otra cosa<br />

en la vida. Cuando te acabas de casar,<br />

tu visión del matrimonio no tiene nada<br />

que ver con la que tendrás diez años<br />

después de casado. Por otra parte creo<br />

que esos cambios, cuando se tienen 48<br />

años, que son los que acabo de cumplir,<br />

son más importantes de lo que<br />

eran hace dos décadas… aunque también<br />

podía pensar al contrario.<br />

En la actualidad, está viviendo un momento<br />

que va más allá de lo que podría soñar<br />

cualquier músico a su edad.<br />

Es verdad. Nunca imaginé que me<br />

despertaría una mañana diciendo ¡oh,<br />

Dios mío, voy a ser director musical de<br />

la Ópera estatal de Viena además de<br />

titular de la Orquesta de Cleveland! Si<br />

algo he aprendido por mí mismo desde<br />

que era un niño es que se debe<br />

sacar el mayor partido de las oportunidades<br />

que te brinda cada momento.<br />

De ahí que pueda parecer extraño<br />

haber aceptado la renovación de un<br />

contrato que me mantenga unido a<br />

Cleveland hasta 2018, cuando tal vez<br />

me esté planteando jubilarme [ríe].<br />

Pero como pienso que sólo se progresa<br />

intentando quedarte con lo mejor<br />

de cada instante, es lo que estoy tratando<br />

de hacer.<br />

Después de haber debutado hace 20 años<br />

con la Orquesta de San Louis y, sobre<br />

todo, por su actividad en Cleveland,<br />

¿cómo valora el trabajo con los músicos de<br />

aquel continente?<br />

Sólo puedo decir que he disfrutado<br />

y disfruto enormemente con las<br />

orquestas americanas, especialmente<br />

con la de Cleveland. Con esos músicos<br />

que llegan al primer ensayo con las<br />

obras bien preparadas… Una vez íbamos<br />

a interpretar el Concierto para<br />

violín de Matthias Pintscher, una creación<br />

contemporánea extremadamente<br />

difícil. Después de diez minutos de la<br />

primera y única prueba que íbamos a<br />

tener durante dos horas, alguien a<br />

quien conozco desde hace veinte años<br />

como Frank Peter Zimmermann, que<br />

era el solista, me preguntó “¿Cuántas<br />

semanas lleváis preparando esta pieza?”.<br />

La razón no obedecía más que a<br />

esa buena disposición que mencionaba<br />

de las orquestas de Norteamérica<br />

en lo relativo a trabajar sus conciertos.<br />

En ese punto, los músicos de Cleveland<br />

son verdaderamente especiales.<br />

Me encanta que sepan asumir ese tipo<br />

de determinaciones, como el amor por<br />

los detalles y una especie de búsqueda<br />

constante de la perfección. Eso es lo<br />

que me gusta en América.<br />

Insistiendo en ese continente y en los<br />

sabores, ¿ha probado las restantes orquestas<br />

del ramillete conocido por las “Cinco<br />

Grandes”?<br />

He dirigido las otras cuatro, sí. Mi<br />

debut con la Filarmónica de Nueva<br />

York se remonta a 1990, y desde aquella<br />

vez la he dirigido en otras doce<br />

temporadas. La última fue la de Chicago,<br />

a cuyo pódium me subí seis o siete<br />

años más tarde. Por medio quedaría<br />

mi debut con la de Filadelfia, que se<br />

produjo en torno a 1992 o 1993, prácticamente<br />

al tiempo que con la de Boston.<br />

Así que, pudiendo hablar en primera<br />

persona de las otras cuatro grandes,<br />

porque las conozco bien, debo<br />

afirmar que la de Cleveland es muy<br />

diferente a las demás. Para empezar,<br />

simplemente porque en su sala de<br />

conciertos se produce un acercamiento<br />

a la música similar al de una experiencia<br />

camerística, a pesar de esa<br />

fama que arrastran las agrupaciones<br />

sinfónicas americanas de sonidos grandes<br />

y abrumadores. En ese punto es<br />

donde encuentro la principal diferencia<br />

de la música que hace la Orquesta<br />

de Cleveland, a quien más que las<br />

grandes dinámicas le interesa crear un<br />

sonido transparente. Por eso es capaz<br />

de tocar con una suavidad extrema<br />

logrando una enorme calidad.<br />

En el compromiso matrimonial de otros<br />

diez años con Cleveland, ¿pesa más la fe<br />

de quien se lo propone, o su amor hacia<br />

los músicos por el que podría descartar<br />

otras posibilidades?<br />

No lo sé. Lo cierto es que cuando<br />

los gestores de la Orquesta de Cleveland<br />

me invitaron el verano del pasado<br />

año a considerar la posibilidad de continuar<br />

con ellos, después de analizar<br />

sobre la mesa cada uno de los puntos<br />

de la propuesta antes de aceptar o no,<br />

constaté que ese sentimiento de atracción<br />

es mutuo. La orquesta piensa de<br />

la misma manera, y prueba de ello es<br />

que nuestra relación a lo largo de<br />

estos seis últimos años se ha ido<br />

haciendo cada vez mayor y, por así<br />

decirlo, más íntima [sonríe]. Creo que<br />

cuando las dos partes hemos decidido<br />

seguir adelante en nuestro matrimonio<br />

es porque disfrutamos una situación<br />

de felicidad. Nos vamos conociendo<br />

mejor cada día que pasa, lo que ayuda<br />

a conseguir mejores resultados en<br />

nuestro trabajo, al percibir que estamos<br />

siguiendo el mismo camino. Así<br />

he podido comprobar que esta relación<br />

tan duradera está siendo fructífera<br />

además de bonita.<br />

Usted es el séptimo director de esa orquesta<br />

desde su creación, hace 90 años. ¿esa<br />

cualidad camerística que destaca de ella<br />

puede deberse también al trabajo de quienes<br />

le han precedido en el pódium, como<br />

Leinsdorf, Szell, Boulez, Dohnányi, o incluso<br />

Maazel, que además es instrumentista?<br />

No creo que se trate simplemente<br />

de una apreciación personal que me<br />

lleve a un juicio erróneo, y lo digo con<br />

el mayor respeto a todos ellos, pero<br />

para mí, ese sonido se debe en mayor<br />

medida al auditorio mismo. El Severance<br />

Hall es un espacio muy íntimo.<br />

Si pretendieras conseguir en él un<br />

sonido grandioso lo pasarías mal. Lo<br />

que quiero decir con esto es que una<br />

sala de conciertos es capaz de determinar<br />

también las cualidades artísticas de<br />

una orquesta. Si se piensa en la Filarmónica<br />

de Viena tocando en el Musikverein,<br />

compruebas que, por supuesto,<br />

139


ENCUENTROS<br />

FRANZ WELSER-MÖST<br />

140<br />

la sala sirve para conformar el sonido<br />

de esa orquesta, que va unido a las<br />

características de aquel recinto. Otro<br />

ejemplo sería el de la Orquesta de la<br />

Ópera de Zúrich, cuya reducida capacidad<br />

—1300 asientos— se corresponde<br />

con el sonido de la orquesta, porque<br />

los músicos reaccionamos ante lo<br />

que nos dicen las paredes del lugar: a<br />

la información que transmiten. Por eso<br />

digo que la estructura del Several Hall,<br />

bellísima desde el punto de vista<br />

arquitectónico, guarda una gran relación<br />

con el modo en que conocemos<br />

que la orquesta toca hoy.<br />

Sin olvidar el espíritu progresista y el amor<br />

por la música contemporánea que encontró<br />

al llegar, y que usted ha alimentado<br />

con nuevas creaciones a medida…<br />

Estoy absolutamente de acuerdo. Si<br />

echamos la vista atrás a los programas,<br />

nos encontramos, ya desde George<br />

Szell, que siempre han estado haciendo<br />

música de compositores de ese<br />

momento. Y claro está que el paso de<br />

Boulez fue crucial a ese respecto. No se<br />

notó tanto en los primeros tiempos de<br />

Dohnányi, pero después de sus primeros<br />

cuatro o cinco años es fascinante<br />

percibir cómo le fueron convenciendo<br />

las nuevas músicas, que comenzaron a<br />

salpicar sus programas cada vez en<br />

mayor medida hasta acabar focalizando<br />

su actividad con la orquesta hacia la<br />

música contemporánea. Algo maravilloso,<br />

porque de esa manera la música de<br />

nuestro tiempo le resulta tan natural a<br />

la Orquesta de Cleveland, y es capaz de<br />

enfrentarse a partituras contemporáneas<br />

por muy difíciles que sean. Lo que<br />

resulta un gran desafío para otra<br />

orquesta, para ellos es lo mismo tener<br />

en sus atriles música de Beethoven que<br />

de Pintscher, Boulez, Dalbavie o Saariaho,<br />

ya que el modo de aproximarse a<br />

ellas será el mismo en todos los casos<br />

El cómo deben ser tocadas no es un<br />

problema para ellos, y eso es fruto del<br />

aprendizaje a lo largo de los años.<br />

¿Esa música confiere flexibilidad a los<br />

músicos?<br />

Claro que sí, además de servirles<br />

para ampliar sus horizontes.<br />

En su caso concreto, ¿cuántas obras ha<br />

estrenado con ellos?<br />

No me he parado a contarlas. Siento<br />

no poder dar la cifra exacta, pero<br />

son bastantes. Y es que, básicamente,<br />

en mi modo de abordar el trabajo con<br />

Cleveland está la idea de interpretar<br />

estas obras. Porque estoy convencido<br />

de que es bueno hacerlas, no porque<br />

me haya empeñado en confeccionar<br />

una lista en la que ir incluyendo una<br />

première tras otra, ya sea americana o<br />

mundial. En la gira que realizamos en<br />

octubre y noviembre de 2007 llevábamos<br />

entre otras las cinco piezas<br />

orquestales de Matthias Pintscher que<br />

yo diría son las obras en verdad más<br />

difíciles de la música contemporánea<br />

que uno se pueda imaginar. Veinticinco<br />

minutos de música complicada en<br />

extremo, escrita entre 1998 y 1999. La<br />

gente podría decir: mira, sólo hace 10<br />

años que se compusieron, pero eso no<br />

me importa. Lo que tiene interés para<br />

mí es que se trata de páginas magníficas.<br />

Por eso las tocamos. Naturalmente<br />

que hacemos encargos a compositores,<br />

pero en todo caso se trata de<br />

aquellos de los que tenemos una alta<br />

opinión, porque nos gustan. Al tiempo,<br />

la fórmula que utilizamos para presentar<br />

un nueva obra a la audiencia de<br />

Cleveland es acudir a creaciones de<br />

compositores de los que ya hemos<br />

interpretado otras en la temporada<br />

precedente o de los que existen otras<br />

obras en el repertorio de la orquesta,<br />

para que, tanto los músicos como el<br />

público habitual, puedan ir familiarizándose<br />

con el lenguaje del compositor.<br />

Creo que esa actitud dota de un<br />

mayor sentido a lo que hacemos.<br />

¿Preserva esas obras como un tesoro a<br />

compartir con sus allegados, o se encarga<br />

de difundirlas en otros círculos?<br />

El problema de partida es que últimamente<br />

apenas me muevo como<br />

director invitado con otras orquestas.<br />

Pero, volviendo a las piezas de Matthias<br />

Pintscher, la primera vez que las<br />

dirigí fue en mi debut con la Filarmónica<br />

de Berlín. Posteriormente las hice<br />

con Cleveland… A veces, como en<br />

este caso, se mueven por todo el mundo.<br />

El modo en que procedo en otras


ENCUENTROS<br />

FRANZ WELSER-MÖST<br />

142<br />

ocasiones, si estreno en Cleveland una<br />

obra y pienso que es realmente buena,<br />

es recuperarla de nuevo con la orquesta<br />

dos o tres años más tarde para que<br />

los músicos puedan revisar la partitura.<br />

Me siento muy contento cuando pienso<br />

que la primera obra que comisioné<br />

en calidad de director musical de la<br />

Orquesta de Cleveland fue Orion, de<br />

Kaija Saariaho, que ha dado la vuelta<br />

al mundo. Desde entonces la han<br />

interpretado la Filarmónica de Berlín y<br />

otras muchas. Me parece maravilloso<br />

que los primeros en tocarla fuéramos<br />

nosotros, que luego la llevamos en<br />

gira. Me siento orgulloso por haberla<br />

estrenado; por haber sido nuestro el<br />

encargo y además por haber ayudado<br />

a hacerla popular después. Muchos<br />

directores, después de escucharla, me<br />

han comentado que a ellos también<br />

les gustaría dirigirla, y lo han hecho.<br />

Hasta el punto de poder hablar del<br />

éxito de esta pieza, porque la pelota<br />

sigue dando vueltas.<br />

Otro de sus amores es la ópera. Acaba de<br />

despedirse de la de Zúrich después de<br />

muchos años de director musical. ¿Con<br />

pena, o pensando: “así es la vida”?<br />

Me quedaría con lo de que “así es<br />

la vida”. Lo he hecho antes de lo previsto,<br />

después de haberse producido<br />

allí algunos cambios que no me llegaban<br />

a convencer, pero esas cosas es<br />

normal que ocurran después de 13<br />

años allí. Por regresar al símil del<br />

matrimonio, diría que llegó el tiempo<br />

del divorcio. Aun así, lo calificaría de<br />

“divorcio feliz”. Y es que, vamos a ver:<br />

he dirigido en ese teatro en torno a<br />

500 representaciones de unos 45 títulos<br />

distintos. Me pareció que ya era<br />

demasiado, y que había llegado el<br />

momento del cambio. Adopté una de<br />

esas decisiones a las que sólo sucumbo<br />

cuando mi instinto me lo dicta.<br />

Creo que Pereira es un gran gestor de<br />

ese teatro de ópera. Mantenemos algunas<br />

diferencias, pero eso es normal. Si<br />

miro atrás y repaso estos años, pienso<br />

que han sido maravillosos; llenos de<br />

éxitos. Y la orquesta, que era de tercera<br />

categoría es ahora de primera división.<br />

Esas cosas son las que te gratifican,<br />

cuando piensas que has trabajado<br />

en la línea correcta. Con todo y eso,<br />

tenía que decir adiós y marcharme. Sin<br />

volver demasiado la vista atrás.<br />

Su despedida la acaba de hacer en julio,<br />

con Carmen, ¿por qué ese título?<br />

Pereira me lo propuso, y yo, que<br />

soy un fanático de las voces, un enamorado<br />

de los cantantes que se vuelve<br />

loco cuando tiene ante sí grandes<br />

intérpretes, pensé que contaba con un<br />

reparto magnífico para hacerla. Soy<br />

consciente de que cuando estás dirigiendo<br />

musicalmente un montaje operístico,<br />

aunque te duela, tu trabajo no<br />

se reconoce en su medida ni por el<br />

público ni por la crítica. No es un trabajo<br />

de lucimiento personal; no es una<br />

exhibición ególatra… Lo sé yo y lo<br />

saben también los cantantes, a los que<br />

intento ayudar en todo lo que puedo,<br />

y ellos lo notan y hacen lo posible por<br />

cantar incluso mejor. Lo importante<br />

para mí en esos casos es centrarme en<br />

servir a los que están sobre el escenario,<br />

brindándoles mi ayuda para que<br />

saquen lo mejor de sí mismos. Esos<br />

momentos los valoro entre las cosas<br />

más gratificantes de mi vida. ¿Qué más<br />

puedes pedirle a la vida que trabajar<br />

en lo que de verdad disfrutas? Para<br />

Carmen partía de contar con una<br />

maravillosa Vesselina Kasarova, con la<br />

que mantengo una magnífica relación.<br />

Lo mismo que con Jonas Kaufmann, a<br />

quien conozco desde hace 15 años, a<br />

lo largo de los cuales lo he visto crecer<br />

artísticamente hasta ser uno de los<br />

tenores más grandes en estos momentos<br />

y, desde luego, diría que el mejor<br />

Don José posible. Así podría ir analizando<br />

cada una de las voces restantes<br />

del reparto, con las que disfruté como<br />

nadie sabe.<br />

Incluyendo a los dos cantantes españoles<br />

del reparto: Isabel Rey —Micaela— y<br />

Gabriel Bermúdez —Dancairo.<br />

Claro que sí: Isabel Rey —Micaela—<br />

y Gabriel Bermúdez —Dancairo—<br />

, dos voces bellísimas con las que<br />

mantengo una relación estupenda. De<br />

Isabel recuerdo especialmente una<br />

excepcional Melissande, que cantó<br />

maravillosamente cuando programé<br />

hace dos años en Zúrich la ópera de<br />

Debussy en una producción espléndida.<br />

A Gabriel lo conozco desde que<br />

era muy joven, cuando dio sus primeros<br />

pasos en el Opera Studio, y ya era<br />

un gran barítono.<br />

Cambiar de Zúrich a Viena, es un dato de<br />

peso para su biografía.<br />

Viena es un gran desafío, como<br />

todos sabemos, porque es un teatro<br />

muy complejo y muy complicado. Con<br />

todo, gocé en el foso con los músicos<br />

hace un par de años trabajando una<br />

nueva producción del Anillo. Fue una<br />

completa gozada, créame. Trabajar más<br />

con esa orquesta como voy a tener la<br />

oportunidad de hacer es el sueño de<br />

cualquier director. Aunque es bien sabido<br />

lo que se dice refiriéndose a ese teatro<br />

de que es un nido de serpientes,<br />

donde las relaciones que se establecen<br />

son difíciles, porque están muy marcadas<br />

por la política y esas cosas. Pero si<br />

surge la oportunidad de trabajar allí, no<br />

seré yo quien la rechace. Por supuesto<br />

que llegas pensando que acabarán por<br />

asesinarte, como ha ocurrido con todos,<br />

y vas dispuesto a ello. Pero también a<br />

disfrutar mientras estés vivo. Es todo lo<br />

que puedo decir en este momento.<br />

Aparte de confesar la sorpresa que le<br />

supondría la invitación para ser su responsable<br />

musical, habida cuenta del paréntesis<br />

que se produjo entre su primera experiencia<br />

desde el foso con los músicos en<br />

1987 y los más de 10 años que transcurren<br />

hasta que vuelve a ser invitado en la casa,<br />

mirando atrás, aunque no le guste hacerlo,<br />

la lectura que se desprende es que la química<br />

no funcionó…<br />

Soy el primero que comprende<br />

tanta distancia, porque en aquella primera<br />

experiencia, cuando tuve que<br />

sustituir en el último instante en una<br />

Italiana en Argel al director de aquel<br />

momento de la Staatsoper, Claudio<br />

Abbado, de quien yo era ayudante<br />

entonces, los resultados no respondieron<br />

a las altas cotas de calidad que la<br />

orquesta exigía. Pero también es verdad<br />

que yo no dejaba de ser un primerizo.<br />

Todo cambió cuando regresé con<br />

ellos para Tristán e Isolda. Entonces,<br />

gracias en buena parte a la experiencia


ENCUENTROS<br />

FRANZ WELSER-MÖST<br />

144<br />

de cientos de funciones en Zúrich, me<br />

abrieron las puertas para esa Tetralogía<br />

que fue el banco de pruebas definitivo<br />

para que me invitasen a trabajar<br />

con ellos desde 2010.<br />

A la vuelta de la esquina si pensamos en<br />

2018, para cuando se habrá debido esmerar<br />

a mayor gloria de las celebraciones del<br />

centenario de la Orquesta de Cleveland.<br />

¿Ha fijado su interés en algún aspecto<br />

determinado, aparte de las obras de encargo,<br />

o en hacer producciones operísticas?<br />

Esa última idea creo que puede<br />

resultar muy bien, por eso la he propuesto.<br />

Me he dado cuenta lo bien que<br />

lo pasan los músicos cuando tienen la<br />

oportunidad de hacerlas. Como la<br />

Rusalka, que después de interpretarla<br />

en versión de concierto en Cleveland,<br />

acabamos de hacer en Salzburgo por<br />

primera vez desde el foso. Porque a<br />

todos nos gusta de vez en cuando<br />

variar lo que hacemos. Si además de<br />

eso les sirve para acercarse a algunas<br />

de las páginas clave de la música que<br />

se ha escrito, mejor que mejor. Porque<br />

estoy convencido de que algunas de las<br />

mejores músicas de la historia se compusieron<br />

para la ópera. Basta con hacer<br />

un repaso a la producción de Mozart,<br />

Wagner, Strauss, Puccini, Verdi… Pensando<br />

así, se comprenderá la pena que<br />

me produciría que los músicos se quedasen<br />

sin descubrir tales creaciones. Al<br />

margen de esto, tengo grandes expectativas<br />

puestas en las obras que hemos<br />

encargado, y que espero estén concluidas<br />

a lo largo de los tres próximos<br />

años, aunque alguna siempre acabará<br />

incumpliendo ese plazo.<br />

Penderecki comentaba en cierta ocasión<br />

al respecto “fíjenme una fecha…”<br />

Pero en muchas ocasiones, ni con<br />

esas llegan a tiempo. Lo estoy viviendo<br />

en mis carnes. Oliver Knussen tenía<br />

que habernos terminado los Cuadros<br />

para Cleveland, una especie de versión<br />

moderna de los Cuadros de una<br />

exposición. La fecha del estreno estaba<br />

fijada para hace dos años, y a día de<br />

hoy no la ha terminado [risas]. Pero sé<br />

que a veces nos toca vivir esas cosas.<br />

¿De todos los encargos hay alguno por el<br />

que sienta un amor especial por adelantado?<br />

Tal vez por la destinada a una especie<br />

de concierto para niños que tiene<br />

que escribir mi paisano H. K. Gruber, el<br />

compositor de Frankenstein!! Se la<br />

pedimos a él porque nos parecía una<br />

persona muy comprensiva y muy abierta<br />

de mente, que escribe una música<br />

muy divertida y sabe orquestar muy<br />

bien. De ahí que haya depositado tantas<br />

esperanzas en el resultado.<br />

Sabiendo además esa inclinación suya por<br />

la docencia.<br />

Ha dado en el clavo. Es curioso,<br />

pero con los años cada vez siento más<br />

ganas de enseñar. De explicar a los<br />

demás lo que significan mi profesión y<br />

la música, todo junto.<br />

Lo raro es que les quede tiempo. Sólo este<br />

verano han aceptado dos residencias. La<br />

de estos días en Lucerna, donde ya son<br />

habituales, y la de Salzburgo, por donde<br />

acaban de pasar.<br />

Nos hacía mucha ilusión por lo<br />

novedosa esa oferta de Salzburgo, y nos<br />

lo hemos pasado muy bien en esas tres<br />

semanas más o menos, que ha durado<br />

la invitación. El caso de Lucerna, como<br />

dice, es ya, después de tantas veces,<br />

una especie de amistad que continuamos<br />

alimentando. En 2010 regresaremos<br />

y estamos hablando para una nueva<br />

residencia en 2012, y así sucesivamente.<br />

Trabajar en Lucerna es un placer que a<br />

la orquesta le apetece siempre repetir.<br />

De allí guardamos muy buenos recuerdos.<br />

Incluido el del año de las inundaciones,<br />

cuando fuimos la primera<br />

orquesta que actuó una vez que la situación<br />

quedó controlada, después de<br />

haber tenido que llegar a los ensayos, lo<br />

recuerdo bien, quitándonos los zapatos<br />

y remangándonos los pantalones para<br />

caminar sobre el agua.<br />

Escuchando la pasión con que describe esos<br />

recuerdos queda fuera de dudas la respuesta<br />

si le pidiera que comparase su amor por<br />

ambos festivales. A pesar de haber llegado<br />

primero a Salzburgo, donde ya en 1985 dirigió<br />

la Orquesta del Mozarteum.<br />

Es muy difícil elegir. Después de<br />

haber nacido y de haberme educado en<br />

Linz, una ciudad que no está lejos de<br />

Salzburgo, ese lugar tiene, claro está,<br />

un hueco muy especial en mi corazón,<br />

aparte de la importancia que tiene en<br />

mi currículo. Pero también debo decir<br />

que Lucerna, con Michael Haeffliger al<br />

frente, se ha convertido en un punto de<br />

encuentro realmente fantástico.<br />

La primera ópera que dirigía en Salzburgo,<br />

la llevaba bien aprendida.<br />

Claro que sí. Había dirigido Rusalka<br />

en versión de concierto en Cleveland<br />

a principios de junio. Pero el<br />

hecho de presentarla con montaje<br />

escénico en ese Festival ha sido un<br />

puro lujo para todos, incluidos los cantantes,<br />

que llegaron al teatro para trabajar<br />

con los responsables escénicos,<br />

Jossie Wieler y Sergio Morabito —que<br />

a su vez habían estado en Cleveland<br />

para escucharlos—, con los papeles<br />

asumidos vocalmente. Una situación<br />

que podríamos calificar de ideal.<br />

¿No se han puesto celosos los músicos vieneses,<br />

dueños del foso esos días, por<br />

haber preferido para su Rusalka a los de<br />

Cleveland?<br />

No tienen ninguna razón para estar<br />

celosos. Los músicos de la Filarmónica<br />

de Viena, que es una de las mejores<br />

orquestas del mundo, saben a la perfección<br />

lo que es una ópera y cómo<br />

hacerla. Mientras que para la Orquesta<br />

de Cleveland esto se planteaba como<br />

una hermosa aventura porque, desde<br />

hace décadas, no se habían metido a<br />

tocar en un foso. Y la experiencia es<br />

totalmente distinta a hacerlo sobre el<br />

escenario de una sala de conciertos.<br />

Con lo que se le viene encima, de algunas<br />

orquestas que ha venido dirigiendo últimamente,<br />

se tendrá que despedir de ahora<br />

en adelante.<br />

Las únicas que básicamente voy a<br />

dirigir en los tres próximos años son la<br />

Filarmónica de Berlín, la de la Radio<br />

de Baviera y la Filarmónica de Viena.<br />

Las españolas tendrían que esperar para<br />

otro momento.<br />

Tal vez algún día… ¿quién sabe? Le<br />

diré una cosa: he estado muy pocas<br />

veces en España. Dirigí en la Alhambra<br />

en 1990 una producción de Salomé.<br />

Luego regresé con la Joven Orquesta<br />

Gustav Mahler y con la Filarmónica de<br />

Londres, esta última en 1995.<br />

¿Con Cleveland no piensa visitarnos?<br />

No está claro aún. Hemos recibido<br />

alguna invitación y estamos haciendo<br />

planes, pero sí puedo decir que en un<br />

plazo no muy lejano estaremos en<br />

España.<br />

Juan Antonio Llorente


REPORTAJE<br />

Ante el estreno en el Teatro de la Zarzuela<br />

APUNTES SOBRE LA CELESTINA DE<br />

JOAQUÍN NIN-CULMELL<br />

Conocí la partitura de canto y piano de La Celestina<br />

poco después de conocer al propio Nin en el año 1998<br />

con motivo de su visita a España para ser miembro del<br />

jurado del Concurso Internacional Iturbi de Valencia. La<br />

obra, de belleza escabrosa, sorprende por lo distante del<br />

carácter jovial y abierto de su autor. Nin, imbuido del<br />

carácter de la novela, en especial del episodio del<br />

trágico amor de Calixto y Melibea, refleja en su obra<br />

estos tonos oscuros y nos lleva de la mano a un<br />

tremendismo y a la búsqueda del claroscuro que<br />

podríamos encontrar en la pintura de Ribera o Zurbarán.<br />

Oficialmente, Nin trabajó en la partitura desde 1965 a<br />

1985, pero hasta 1991, no quedó en su versión final<br />

editada por Max Eschig, y aún, cuando yo estuve<br />

revisando la partitura con él, cambió algunas pequeñas<br />

cosas, aparte de los errores de texto que corregimos. Yo<br />

estudiaba la partitura y le mandaba por fax los errores<br />

que encontraba y él desde California me confirmaba. En<br />

esas breves cartas, que escribía a máquina, mostraba<br />

una gran calidez y un entusiasmo poco común por ver<br />

la posibilidad del estreno y por ver que en España<br />

estábamos trabajando en su partitura, para mí era muy<br />

emocionante recibirlas. Era su testamento musical, la<br />

obra que siempre soñó con estrenar en España y en un<br />

gran Teatro, la que le pudiera de nuevo abrirle las<br />

puertas de bienvenida a un país que nunca olvidó<br />

aunque nunca vivió en él…<br />

146<br />

Cuando uno comienza a estudiar<br />

la partitura, enseguida destaca<br />

su carácter intimista, y camerístico.<br />

Nin, recuerdo sus propias<br />

palabras, huye de una obra “orquestal”<br />

y busca una obra “escénica” donde<br />

todo emane de ésta. Cada línea se<br />

escucha y cada parte es un elemento<br />

importante del discurso y se prescinde<br />

(no como habitualmente en la gran<br />

ópera) de los artificios y la teatralidad<br />

musical. La escena nos transporta a un<br />

“verismo” español, a un naturalismo<br />

que sin embargo en el discurso musical<br />

está alejado de los postulados operísticos<br />

de dicha escuela, y aplica para<br />

situaciones dramáticas tremendas un<br />

discurso musical contenido, arcaizante<br />

y que se anuda en la disonancia expresiva<br />

que tantas veces aparece en la tradición<br />

de la música nacionalista española.<br />

A este respecto, al escucharla evidentemente<br />

vemos que entronca estéticamente<br />

con el magisterio de Falla y<br />

no está alejada de otro ilustre catalán<br />

como es Montsalvatge e incluso incorpora<br />

ilustres elementos hispanos como<br />

el famoso polo de Manuel García del<br />

segundo acto (en su día utilizado por<br />

Joaquín Turina) o la canción catalana<br />

Que li donarem a la pastoreta…<br />

Atmósfera<br />

La obra es muy compacta estilística y<br />

formalmente, dando la impresión de<br />

ser un fresco musical continuo que se<br />

va transformando imperceptiblemente.<br />

Parece que Nin consigue crear su<br />

dramatismo musical a base de un<br />

microcosmos de pequeñas alteraciones<br />

de elementos mínimos. Poco a<br />

poco, esos elementos van adquiriendo<br />

una forma diferenciada y nos llevan<br />

de uno a otro paisaje sonoro sin<br />

brusquedad. Es una obra que consigue<br />

definir muy bien una atmósfera,<br />

lo cual creo que es primordial en la<br />

creación musical.<br />

Unas veces por imitación de los<br />

intervalos, otras por crear una serie<br />

dodecafónica que se va alterando,<br />

otras veces por la deformación de un<br />

motivo, por buscar la ambigüedad.<br />

Además, estos cambios están tratados<br />

con pudor, nunca cae en el exhibicionismo<br />

ni en la evidencia de las situaciones.<br />

Los clímax son atenuados, el<br />

lirismo excesivo también y puede dar<br />

la sensación de distancia al espectador<br />

que espera una ópera dramática<br />

al uso que le arrastre dentro de la<br />

escena. También encontramos a veces<br />

ecos de lo medieval (la fanfarria, el<br />

coro entre bastidores, la escena de<br />

Sempronio y Calixto son algunos<br />

ejemplos) en los motivos melódicos<br />

que seguramente nos recuerdan a la<br />

vihuela y al laúd, instrumentos de la<br />

época en que fue escrita la obra literaria<br />

y de una música que a la vez era<br />

tan cercana a Nin por su padre, editor<br />

y autor de tantas canciones populares<br />

y otras obras antiguas españolas. Nin<br />

logra sus objetivos, la música refleja<br />

magistralmente la claustrofobia de<br />

unos personajes encerrados en un<br />

callejón sin salida y abocados a un<br />

triste final.<br />

Papeles<br />

El rol principal de La Celestina es para<br />

una mezzo que deambula casi siempre<br />

por las tinieblas del registro grave y<br />

central y que lleva un peso dramático<br />

enorme. Al final del primer acto, le<br />

encomienda la difícil aria Triste Plutón,<br />

en la que a modo de conjuro, y recordando<br />

la escena de la cueva del Amor<br />

brujo de Falla, invoca a las fuerzas<br />

infernales para lograr sus malvados<br />

propósitos. La línea vocal de esta Celestina<br />

es sinuosa y áspera y es la que tie-


REPORTAJE<br />

JOAQUÍN NIN-CULMELL<br />

ne unas figuraciones rítmicas más rápidas<br />

e irregulares y un cromatismo que<br />

no tienen las demás. Es como si Nin,<br />

deliberadamente, hubiera buscado un<br />

discurso farragoso y amenazante, un<br />

papel que evoluciona sobre sí mismo y<br />

busca llegar al exceso en ocasiones.<br />

Pensando en la feliz posibilidad<br />

de dirigir el estreno, recuerdo que<br />

sugerí a la excelente mezzo Mabel<br />

Perelstein para este papel. También<br />

hubo otras excelentes cantantes ligadas<br />

a la obra de Nin, como Elena Gragera,<br />

que ha cantado casi toda la obra<br />

vocal para mezzo de Nin y aunque<br />

más apartada de la ópera, ha estudiado<br />

también La Celestina por el carácter<br />

camerístico que tiene. En la<br />

siguiente visita de Nin a Madrid, ella<br />

vino para cantarle este aria, y verdaderamente<br />

encandiló a Nin, lástima<br />

que luego no pudiéramos llevar a<br />

cabo el proyecto de estreno, fue un<br />

gran chasco para Joaquín. Él buscaba<br />

un teatro importante, decía con razón,<br />

que después de esperar tantos años o<br />

lo estrenaba dignamente o prefería no<br />

hacerlo; además tenía que ser en<br />

España, era lo lógico. Hablamos con<br />

algunos teatros, entre ellos el Real y<br />

la Zarzuela, pero no conseguimos<br />

suficientes apoyos para una producción.<br />

En los meses siguientes decayó<br />

su ánimo, además agravado con algunos<br />

problemas de salud que padeció.<br />

El rol asignado a Melibea es de una<br />

soprano lírica más por el carácter que<br />

por el registro, que es más de una<br />

mezzo, o lo que sería una segunda<br />

soprano en un repertorio clásico. En<br />

mi opinión, hay que buscar una voz<br />

muy expresiva y de timbre limpio,<br />

pero con cierto cuerpo, apreciación<br />

que Nin compartía. Es un papel más<br />

sencillo de escritura, con un ritmo más<br />

regular y que sólo alcanza su registro<br />

más lírico en el dúo con el tenor,<br />

Calixto. Es el único momento de su<br />

breve felicidad, y sabiamente su autor<br />

sólo le concede elevarse a esa tesitura<br />

en el punto álgido del tercer acto. La<br />

Celestina es una ópera donde las<br />

mujeres son protagonistas, y Calixto, el<br />

tenor lírico, queda algo relegado y,<br />

junto con Melibea, encarna el bien y la<br />

pureza de sentimientos. La escritura<br />

vocal en general recuerda en ocasiones<br />

al canto declamado, una suerte de<br />

pregón cantado que cuenta una historia<br />

y que en los momentos expresivos<br />

se dulcifica y se vuelve más “cantado”.<br />

El coro, que fue agregado al final,<br />

en su segunda versión concluida en el<br />

89, no tiene presencia escénica. Siempre<br />

entre bastidores, aparece muy brevemente<br />

hacia el final de la obra para<br />

comentar, como en las tragedias griegas,<br />

el triste destino de los personajes.<br />

Los otros roles son Sempronio y Pármeno<br />

(sirvientes de Calixto), Areusa y<br />

Alicia (rameras), Lucrecia (sirvienta de<br />

Melibea), Socias (sirviente de Calixto,<br />

rol hablado) y vecinos (mudos).<br />

En La Celestina de Nin, no hay un<br />

deseo de agradar, de buscar un preciosismo,<br />

de seguir tendencias o escuelas,<br />

está llena de verdad desde la primera<br />

nota y hereda el rigor del que fue su<br />

maestro, Manuel de Falla. Hay austeridad,<br />

precisión, prefiere sugerir a mostrar.<br />

¿No es esto también algo muy<br />

español, muy caballeresco?<br />

Ese pudor, sin embargo, convive<br />

con momentos de humor y gran descaro<br />

verbal y sarcasmo, por ejemplo<br />

en la escena de las rameras del segundo<br />

acto.<br />

Nuestra literatura operística es muy<br />

escasa y no podemos prescindir de<br />

obras como La Celestina, porque sería<br />

una necedad inaceptable. La desaparición<br />

de Joaquín antes de ver su obra<br />

estrenada era algo que, por desgracia,<br />

“estaba cantado” y que quizá ha dado<br />

el impulso necesario, junto con el centenario<br />

de su nacimiento, 1908-2008,<br />

para reaccionar.<br />

Ha llegado por fin el momento de<br />

que escuchemos la voz de Joaquín Nin<br />

a través de su única ópera y a la vez su<br />

obra más importante a través de un<br />

clásico de nuestra literatura; es lo desmedido<br />

contra lo medido, el exceso<br />

contra el equilibrio y pienso que el<br />

resultado es chocante, de una belleza<br />

incómoda, inquietante y auténticamente<br />

conmovedora.<br />

Tengo en mis manos una de las<br />

cartas de él que conservo y me gustaría<br />

acabar con sus propias palabras<br />

hablando de cómo veía él a Calixto y<br />

Melibea en el contexto de aquella época<br />

y cito textualmente: “…siempre se<br />

ha discutido por qué Calixto no se dirige<br />

llanamente a Melibea. Mi tesis es la<br />

siguiente: Melibea es hija de un rico<br />

mercader catalán residente en Salamanca.<br />

Para un hidalgo salmantino,<br />

mercader, rico y catalán esto impide<br />

un encuentro normal. Melibea sólo<br />

canta un canto popular catalán. La presencia<br />

de un canto popular en un drama<br />

castellano es mi manera de unir las<br />

Españas”.<br />

Alexis Soriano<br />

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147


EDUCACIÓN<br />

GUÍA<br />

RITMO: TENER O NO TENER<br />

Vikisuzan<br />

El sentido del ritmo es probablemente una de las habilidades musicales que más llama la atención. Es difícil encontrar una<br />

descripción válida de lo que llamamos sentido del ritmo. La dificultad tiene que ver con las características de los distintos<br />

estilos musicales y la forma en que las distintas músicas “suceden” en el tiempo. Para unos, tener sentido del ritmo significa<br />

dar bien las palmas en unos tanguillos de Cádiz o encajar breves notas de saxo en un merengue dominicano, mientras que<br />

otros lo relacionan con la habilidad para tocar La consagración de la primavera, Tristán e Isolda, un blues o un villancico,<br />

por poner sólo algunos ejemplos. El sentido del ritmo no es, en ningún caso, exclusivo de unos estilos musicales, puesto<br />

que toda música tiene ritmo o, dicho de otra forma, una relación con el tiempo que la define.<br />

148<br />

El ritmo se puede entender, pero normalmente, cuando<br />

decimos que alguien tiene buen sentido del ritmo, no<br />

estamos diciendo precisamente que lo “entiende”. Sería<br />

más justo decir que lo siente, que lo vive, o que lo<br />

transmite. Si pensamos, por ejemplo, en los niños o incluso<br />

en los bebés, cuando canturrean rítmicamente, cuando dan<br />

pataditas, saltan o golpean algo rítmicamente con la mano,<br />

no parece lo más adecuado decir que “entienden” de ritmo,<br />

sino más bien que el sentido rítmico es algo natural en las<br />

personas, y que más adelante, al crecer, unas lo desarrollan<br />

más que otras. El latido de cada uno de nuestros corazones,<br />

esas maravillosas cajas de ritmos, nos acompaña toda nuestra<br />

vida y con él llevamos, por así decirlo, la medida de las<br />

cosas que pasan en el tiempo. También nuestra respiración<br />

es rítmica. El habla, que solemos asociar a la comunicación,<br />

a los contenidos semánticos o a la expresión de sentimientos,<br />

es una plasmación cotidiana más de nuestra naturaleza<br />

rítmica.<br />

Sentido de los sentidos<br />

El ritmo es un sentido transversal, porque no sólo está en el<br />

latido, en la respiración o en el lenguaje hablado. Está tan<br />

ligado al movimiento, que a veces nos resulta casi imposible<br />

dejar de movernos cuando escuchamos cierta música. Esta<br />

conexión entre la voz, el oído, nuestro cerebro y nuestros<br />

movimientos es permanente objeto de estudio de los psicólogos,<br />

y con razón, porque es fascinante la cantidad de órdenes<br />

cerebrales que deben coordinarse para que hagamos cosas<br />

aparentemente sencillas como ajustar nuestro paso al ritmo<br />

de una canción. Hay personas que han practicado de forma<br />

habitual durante toda su vida algunas de estas conexiones y<br />

el resultado puede parecer casi portentoso visto desde fuera,<br />

como por ejemplo nos parece portentosa la forma de bailar<br />

de algunas personas. También hay personas que han hecho<br />

lo contrario, es decir, abandonar la práctica del ritmo en sus<br />

muy diversas manifestaciones, y se sienten torpes al intentar<br />

recuperarlo. Mientras que en otras disciplinas aceptamos con<br />

naturalidad que es algo que no dominamos porque no lo<br />

hemos practicado, en el caso de la música solemos caer en el<br />

“yo no valgo para esto” que tanto criticamos desde estas<br />

páginas una y otra vez. Para algunas personas adultas que<br />

deciden aprender a tocar un instrumento, el ritmo es una de<br />

las dimensiones musicales más difíciles de recuperar, porque<br />

por más que se intente entender o intelectualizar, la única<br />

forma de familiarizarse con él exige tiempo y práctica. La<br />

buena noticia es que es una práctica agradable.<br />

El ritmo vive, a diferencia de otros sentidos, una especie<br />

de vida independiente en nuestro cerebro: podemos imaginar<br />

o recordar mentalmente ritmos musicales, ritmos de la<br />

naturaleza y cualquier otra forma de ritmo: un columpio, el<br />

oleaje, el trote de un caballo o la lavadora.<br />

En la enseñanza musical, el ritmo es un ingrediente básico<br />

(faltaría más) pero a diferencia de otros ingredientes, consideramos<br />

que este lo trae el alumno en su bagaje personal,<br />

mientras que hay aspectos musicales que sí se trabajan de<br />

forma metódica en clases, ensayos o ejercicios. Nadie espera<br />

que un alumno llegue a una escuela de música conociendo<br />

la afinación barroca, el rango de los instrumentos o el nombre<br />

de un acorde utilizado por Scriabin. Sin embargo, sí se<br />

espera desde el primer momento que siga un pulso regular o<br />

que reproduzca los muy variados giros rítmicos que han creado<br />

decenas de compositores. Precisamente por eso, el ritmo<br />

sufre a menudo un descuido que no sufren disciplinas<br />

más visibles.<br />

La práctica del ritmo es una de esas experiencias que<br />

despierta sensaciones y conciencias de algo que, aunque<br />

nuestro, se nos había olvidado. Somos seres rítmicos. Nos<br />

gusta saltar, bailar, repetir, arrullar, respirar y balancearnos.<br />

Parcialmente arrinconado por una cultura que no mira con<br />

buenos ojos ciertas formas de placer y de afirmación personal<br />

totalmente inofensivas, el ritmo es a la música lo que el<br />

riego sanguíneo a los organismos vivos.<br />

Pedro Sarmiento<br />

educacion@scherzo.es


EDUCACIÓN<br />

REMEROS SINFÓNICOS<br />

Sifter<br />

Las formas de comprobar cómo funciona un sistema de educación musical pueden ser muchas, pero en España, durante<br />

muchos años y en un número elevadísimo de conversaciones sobre este tema, se han reducido preferiblemente a una: la<br />

formación de músicos para las orquestas. La formación de buenos intérpretes, capaces de ocupar en las orquestas esos<br />

puestos que según la leyenda sólo un extranjero podía cubrir, se convirtió casi en un mito de la medida del sistema de<br />

educación musical y aún hoy muchas personas, cuando surge el tema en una conversación, nos dicen que una de las<br />

pruebas de lo atrasados que estamos en educación musical está en esta archiconocida unidad de medida: las orquestas<br />

españolas, dirán, tienen que contratar a extranjeros porque los músicos españoles no tienen el nivel suficiente.<br />

150<br />

Es, no cabe duda, un cliché,<br />

o una simplificación<br />

de la realidad,<br />

como la de aquellos<br />

que, cuando se les presenta a<br />

un arqueólogo, le preguntan<br />

con su mejor intención: “¿y<br />

encuentras muchos hallazgos?”.<br />

(Por cierto, tendría gracia<br />

una recopilación de esas<br />

preguntas bienintencionadas<br />

que todos hacemos para<br />

resultar agradables. A los<br />

músicos, cuando nos presentan<br />

y decimos a alguien el<br />

instrumento que tocamos,<br />

nos suelen preguntar en un<br />

tono de lo más agradable si<br />

sólo tocamos ese instrumento<br />

o si por el contrario tocamos<br />

tres o cuatro, que al parecer<br />

es lo normal). Sabemos que<br />

no todo son “hallazgos” ni<br />

Indianas Jones en arqueología,<br />

y que no todo son<br />

orquestas profesionales en la<br />

educación musical. Es sólo<br />

nuestra tendencia natural a<br />

entender el mundo por<br />

paquetes de información<br />

fácilmente comprensibles,<br />

mitos o clichés, especialmente<br />

en temas que no conocemos,<br />

pero que consideramos<br />

parte de nuestra cultural<br />

general. Esta tendencia, en su<br />

versión más infantil, es la<br />

siempre repetida conversación<br />

de niños sobre quién tiene<br />

el padre más importante,<br />

fuerte, alto, sabio o rico, pero<br />

no se diferencia mucho de la<br />

forma en que a menudo se<br />

habla en la radio o en la televisión<br />

sobre la actuación de<br />

un partido político.<br />

Una vez dicho eso, y<br />

despojado el mito de sus<br />

lógicas simplificaciones —ya<br />

que hay músicos extranjeros<br />

en todas las orquestas del<br />

mundo, hay muy buenos<br />

músicos españoles en<br />

orquestas extranjeras, la<br />

mayoría de las personas que<br />

estudia música no lo hace<br />

para ganarse la vida tocando<br />

en una orquesta, etc.— la<br />

capacidad de un sistema<br />

educativo para formar buenos<br />

músicos de orquesta<br />

resulta no ser solamente un<br />

lugar común y un recurso<br />

fácil de conversación, sino<br />

que también es uno de los<br />

indicadores de la salud del<br />

sistema. En el nuestro, en<br />

concreto, debería serlo, porque<br />

está, al menos aparentemente,<br />

dirigido a eso, a formar<br />

avezados intérpretes<br />

instrumentales.<br />

Hace poco me contaban<br />

dos músicos profesionales de<br />

una orquesta española cómo<br />

en sus países, Rusia y en el<br />

Reino Unido, dos modelos<br />

diferentes de educación<br />

musical, el sistema educativo<br />

les había preparado a conciencia<br />

para llegar a ser lo<br />

que hoy eran. De formas distintas,<br />

los dos afirmaban<br />

haber llegado a su primera<br />

orquesta profesional como el<br />

resultado natural de un proceso<br />

en el que la participación<br />

en una orquesta (infantil,<br />

del conservatorio, del<br />

colegio, orquesta joven, etc.)<br />

había sido no sólo constante,<br />

sino el tronco central de su<br />

formación. Al entrar en la<br />

primera orquesta profesional,<br />

no habían descubierto,<br />

básicamente, nada con lo<br />

que no estuvieran ya familiarizados.<br />

En los dos países,<br />

contaban, la orquesta no era<br />

un “proyecto especial” de<br />

sus escuelas o conservatorios,<br />

sino la columna vertebral<br />

de su formación musical,<br />

algo inherente a su progresivo<br />

aprendizaje musical.<br />

La razón es que la orquesta,<br />

lejos de aparecer en el tiempo<br />

como una recompensa o<br />

una vía de especialización,<br />

es el taller en el que se forjan<br />

las identidades del músico y<br />

de la persona.<br />

Traineras<br />

Del mismo modo que la trainera<br />

y su tripulación de<br />

remeros, saliendo al mar día<br />

tras día y año tras año, es la<br />

indispensable escuela para la<br />

competición, así funciona la<br />

orquesta, como una trainera<br />

en la que cada músico<br />

encuentra su voz escuchando<br />

las de otros y contribuyendo<br />

a un resultado colecti-<br />

vo. Si el ejercicio individual<br />

que exige ser remero cobra<br />

sentido en la transformación<br />

de una suma de personas en<br />

unidad propulsora, la<br />

orquesta cumple parecida<br />

función al ser un resultado,<br />

pero también un caldo de<br />

cultivo para la educación<br />

musical de muchos.<br />

Dado que es cierto que<br />

las orquestas españolas han<br />

crecido y lo han hecho contratando<br />

a músicos, extranjeros<br />

o no, altamente cualificados,<br />

resulta especialmente<br />

grato ver cómo, además,<br />

algunas orquestas profesionales<br />

han entendido y asumido<br />

su enorme potencial<br />

educativo en el muy especializado<br />

campo de la formación<br />

orquestal. ¿Dónde si no<br />

en una orquesta profesional<br />

puede hacer sus verdaderas<br />

prácticas el músico aspirante?<br />

Frente a la fórmula básica,<br />

la clase de instrumento,<br />

en la que el profesor transmite<br />

su experiencia, lo que<br />

interesa es subir al pupilo a<br />

la barca y ofrecerle el contacto<br />

con el vértigo del trabajo<br />

en grupo, la disciplina y<br />

la subyugante precisión que<br />

puede alcanzarse cuando un<br />

conjunto de músicos, ¿o eran<br />

remeros?, surcan el mar con<br />

determinación.<br />

Pedro Sarmiento<br />

educacion@scherzo.es


XIXª Temporada de Conciertos de Abono<br />

0809<br />

Teatro de la Maestranza 20.30 h<br />

Septiembre 2008<br />

Jueves 11 · Viernes 12 (1º de abono) Tarifa C<br />

Salud: Nacy Fabiola Herrera Soprano<br />

La abuela: Marina Pardo Mezzosoprano<br />

El tío Sarvaor: Simón Orfila Bajo<br />

Paco: Vicente Ombuena Tenor<br />

Manuel: Alfredo García Tenor<br />

Una voz en la fragua - Una voz lejana:<br />

Gustavo Peña Tenor<br />

Carmela, una vendedora:<br />

Aurora Gómez Mezzosoprano<br />

El Cantaor: José Mercé<br />

Un Guitarrista: Moraíto Chico<br />

Dos Bailaores: Lola Greco y Fran Velasco<br />

Coro Nacional de España<br />

Pedro Halffter Director<br />

n La vida breve M. de Falla<br />

Octubre 2008<br />

Jueves 30 · Viernes 31 (2º abono) Tarifa B<br />

Patricia Azanza Piano<br />

Joaquín Morillo Trompa<br />

Iñaki Martín y Gilles Midoux<br />

Xilorimba y Glokenspiel<br />

Marc Soustrot Director<br />

n De los cañones a las estrellas *<br />

O. Messiaen<br />

Noviembre 2008<br />

Jueves 6 · Viernes 7 (3º abono) Tarifa A<br />

Josep Colom Piano<br />

Mathias Bamert Director<br />

n Fratres * A. Pärt<br />

n Concierto para piano nº 17,<br />

en Sol Mayor, K. 453 *<br />

n Divertimento, K. 136 *<br />

W. A. Mozart<br />

n Sinfonía nº 4, en La Mayor, Op. 90 “Italiana”<br />

F. Mendelssohn<br />

Jueves 20 · Viernes 21 (4º abono) Tarifa B<br />

Orquesta Sinfónica de Euskadi<br />

III CICLO DE CONCIERTOS<br />

DE INTERCAMBIO ENTRE ORQUESTAS<br />

Iñaki Alberdi Acordeón<br />

Pablo González Director<br />

n “Itaún” para acordeón y orquesta<br />

R. Lazkano Ortega<br />

n Sinfonía nº 5, en Do sostenido menor<br />

G. Mahler<br />

Martes 25 · Jueves 27 (5º abono) Tarifa A<br />

Orquesta Barroca de Sevilla<br />

ORQUESTA INVITADA<br />

Olga Pitarch Soprano<br />

Manfredo Kraemer Director<br />

n Overtura de Giuseppe Riconosciuto<br />

n Motete Plaudite populi para soprano<br />

y orquesta D. Terradellas<br />

n Sinfonía nº 15, en Mi bemol Mayor<br />

C. Baguer<br />

n Obertura en Fa Mayor M. Plà<br />

n Aria Académica nº 2, “Se non ti moro allato”<br />

para soprano y cuerda L. Boccherini<br />

n Sinfonía nº 19, en Mi bemol Mayor<br />

C. Baguer<br />

Diciembre 2008<br />

Jueves 4 · Viernes 5 (6º abono) Tarifa B<br />

Kirill Gerstein Piano<br />

Pedro Halffter Director<br />

n Obra a determinar<br />

n Concierto para piano y orquesta nº 2,<br />

en Sol menor, Op. 2 C. Saint-Saëns<br />

n Sinfonía nº 4, en Fa menor, Op. 36<br />

P. I. Tchaikovsky<br />

Jueves 11 · Viernes 12 (7º abono) Tarifa A<br />

Steven Isserlis Violoncello<br />

Martin Sieghart Director<br />

n Concierto para violoncello y orquesta,<br />

en Re mayor, Hob. VIIb 2 F. J. Haydn<br />

n Variaciones sobre un tema Rococó, Op. 33<br />

P. I. Tchaikovsky<br />

n Taracea * J. Cruz Guevara<br />

n Sinfonía nº 3, en Re mayor, D. 200 *<br />

F. Schubert<br />

Viernes 19 · Sábado 20 (8º abono) Tarifa C<br />

Narrador y Centurión: John Tessier Tenor<br />

María: Zandra McMaster Mezzosoprano<br />

José: Armando Noguera Barítono<br />

Herodes: Renaud Delaigue Bajo<br />

El Padre y Polidoro:<br />

Bertrand Grunenwald Bajo<br />

Coro de la A. A. del Teatro de la<br />

Maestranza<br />

John Nelson Director<br />

n La infancia de Cristo, Op. 25 * H. Berlioz<br />

Enero 2009<br />

Jueves 8 · Viernes 9 (9º abono) Tarifa B<br />

Truls Mork Violoncello<br />

Pedro Halffter Director<br />

n Obra a determinar<br />

n Concierto para violoncello y orquesta nº 1,<br />

en Sol mayor, Op.107 D. Shostakovich<br />

n Rapsodia Española<br />

n Bolero<br />

M. Ravel<br />

Viernes 23 · Sábado 24 (10º abono) Tarifa B<br />

Nikolai Lugansky Piano<br />

Pedro Halffter Director<br />

n Don Juan, Op. 20 R. Strauss<br />

n Concierto para piano y orquesta nº 1,<br />

en Fa sostenido menor, Op.1<br />

S. Rachmaninov<br />

n El sombrero de tres picos (Suites 1 y 2)<br />

M. de Falla<br />

n Tiento de primer tono y batalla imperial<br />

C. Halffter<br />

Febrero 2009<br />

Miércoles 25 · Jueves 26 (11º abono) Tarifa C<br />

Orquesta Ciudad de Granada<br />

III CICLO DE CONCIERTOS<br />

DE INTERCAMBIO ENTRE ORQUESTAS<br />

n Programa a determinar<br />

Abril 2009<br />

Jueves 2 · Viernes 3 (12º abono) Tarifa C<br />

Patrocina:<br />

Camilla Nylund Soprano<br />

Michael Volle Barítono<br />

Voces femeninas del Coro<br />

de la A. A. del Teatro Maestranza<br />

Pedro Halffter Director<br />

n Magnificat * R. V. Williams<br />

n Sinfonía lírica, Op. 18 * A. Zemlinsky<br />

Jueves 16 · Viernes 17 (13º abono) Tarifa C<br />

Benjamin Schmid Violín<br />

Leif Segerstam Director<br />

n Obra de estreno absoluto a determinar<br />

L. Segerstam<br />

n Concierto para violín y orquesta,<br />

en Re Mayor, Op. 35 P. I. Tchaikovsky<br />

n Sinfonía nº 1, en Mi menor, Op. 39<br />

J. Sibelius<br />

Jueves 23 · Viernes 24 (14º abono) Tarifa A<br />

Víctor y Luís del Valle Pianos<br />

Howard Griffiths Director<br />

n Moz-Art a la Haydn * A. Schnittke<br />

n Concierto para dos pianos y orquesta,<br />

en Mi bemol Mayor, K. 635 W. A. Mozart<br />

n Sinfonía nº 104, en Re Mayor “Londres”<br />

F. J. Haydn<br />

Mayo 2009<br />

Viernes 29 · Sábado 30 (15º abono) Tarifa A<br />

Real Filharmonía de Galicia<br />

ORQUESTA INVITADA<br />

Cho-Liang Lin Violín<br />

Antoni Ros-Marbá Director<br />

Patrocina:<br />

n Música para un jardín J. Rodrigo<br />

n Concierto para violín y orquesta, Op. 14<br />

S. Barber<br />

n Sinfonía nº 1, en Do mayor G. Bizet<br />

Junio 2009<br />

Jueves 4 · Viernes 5 (16º abono) Tarifa B<br />

Javier Perianes Piano<br />

Pedro Halffter Director<br />

n La muerte de Tasso (Obertura) * M. García<br />

n Concierto para piano y orquesta nº 1,<br />

en Do mayor, Op. 15<br />

n Sinfonía nº 7, en La Mayor, Op. 92<br />

L. van Beethoven<br />

Jueves 11 · Viernes 12 (17º abono) Tarifa B<br />

Martin Fröst Clarinete<br />

Michael Schønwandt Director<br />

n Pulcinella (Suite) * I. Stravinsky<br />

n Concierto para clarinete y orquesta, Op. 57<br />

C. Nielsen<br />

*<br />

n Sinfonía nº 1, en Si bemol mayor, Op. 38<br />

“Primavera” R. Schumann<br />

Jueves 25 · Viernes 26 (18º abono) Tarifa C<br />

Raquel Lojendio Soprano<br />

Mª José Suárez Mezzosoprano<br />

Steve Davislim Tenor<br />

Johann Tilli Bajo<br />

Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza<br />

Rafael Frühbeck de Burgos Director<br />

n Eritaña I. Albéniz / C. Halffter<br />

n Cádiz * I. Albéniz / R. Frühbeck de<br />

Burgos<br />

n Corpus Christi en Sevilla<br />

I. Albéniz / E. F. Arbós<br />

n Sinfonía nº 9, en Re menor, Op. 125 “Coral”<br />

L. van Beethoven<br />

* Primera vez por la ROSS<br />

VENTA DE NUEVOS ABONOS a partir del 2 de Septiembre<br />

en las taquillas del Teatro de la Maestranza<br />

PRECIO DE LOS ABONOS:<br />

PATIO<br />

BALCÓN<br />

TERRAZA<br />

PARAÍSO<br />

487,00 €<br />

445,50 €<br />

388,50 €<br />

314,50 €<br />

PRECIO DE LAS ENTRADAS:<br />

PATIO<br />

BALCÓN<br />

TERRAZA<br />

PARAÍSO<br />

A<br />

26,00 €<br />

24,00 €<br />

21,00 €<br />

17,00 €<br />

B<br />

31,00 €<br />

28,00 €<br />

24,00 €<br />

20,00 €<br />

C<br />

39,00 €<br />

36,00 €<br />

32,00 €<br />

25,00 €<br />

Patrocinador de la Temporada de Abono 08-09:<br />

Con el patrocinio de:<br />

Con la colaboración de:<br />

REAL MAESTRANZA<br />

DE CABALLERÍA DE SEVILLA<br />

SACYR


JAZZ<br />

BRIGADA BRAVO & DÍAZ:<br />

JAZZ REPUBLICANO Y CONTESTATARIO<br />

152<br />

Dos hombres y un destino. El<br />

guitarrista Antonio Bravo y el<br />

zanfonista Germán Díaz han<br />

consumado en fechas recientes<br />

un idilio que se venía gestando mucho<br />

antes de que se intercambiaran miradas.<br />

Ambos venían caminando por<br />

aceras musicales dispares, el primero<br />

por la del jazz y el segundo por la del<br />

folk, hasta que un mismo horizonte ha<br />

acabado por unirles. Al margen de<br />

méritos propios, este feliz desenlace<br />

descubre padrinos y referencias muy<br />

especiales, caso del contrabajista gallego<br />

Baldo Martínez y su célebre Proyecto<br />

Minho (Karonte) o el Rao Trío y su<br />

disco Sin título (Producciones Efímeras).<br />

Las conclusiones de todas estas<br />

experiencias ahora se refrendan y<br />

amplían en la que sin duda será una<br />

de las producciones discográficas del<br />

año, Músicas populares de la Guerra<br />

Civil (Galileo MC), en la que Bravo y<br />

Díaz recuperan el valor sentimental<br />

del cancionero republicano y lo actualizan<br />

con palabras de jazz rabiosamente<br />

contemporáneas. En total son diez<br />

los temas incluidos, desde el Himno de<br />

Riego a La Internacional, pasando por<br />

Los cuatro generales o ese grito de<br />

guerra que es ¡A las barricadas! En<br />

todos los títulos palpita un corazón<br />

folclórico, especialmente en los tramos<br />

melódicos, pero las grandes dosis de<br />

música improvisada acaban por desdibujar<br />

los perfiles de un repertorio tan<br />

conocido y cercano. En este sentido,<br />

Bravo coloca encima de la mesa su larga<br />

experiencia con las músicas de vanguardia,<br />

así como Díaz se reivindica<br />

una vez más como el Jimi Hendrix de<br />

la zanfona. Una combinación ésta, la<br />

de guitarra y zanfona, tan sorprendente<br />

como explosiva. Y eficaz, ya que<br />

exceptuando los trabajos remitidos por<br />

el contrabajista norteamericano Charlie<br />

Haden y su Liberation Jazz Orquesta,<br />

nunca antes el cancionero de la Guerra<br />

Civil española había encontrado<br />

mejor prolongación jazzística.<br />

En el caso de Antonio Bravo<br />

(Riveira, A Coruña, 1966) el resultado<br />

de este interesante lanzamiento discográfico<br />

pudiera entenderse sin sobresaltos,<br />

ya que es un intérprete y un<br />

compositor asociado ineludiblemente<br />

a la última evolución de la música contemporánea<br />

y el jazz de vanguardia en<br />

nuestro país. En su formación académica<br />

hoy destacan las enseñanzas<br />

aprendidas junto a maestros como<br />

Barry Harrys, Jerry Bergonzi, Chuck<br />

Israels, Mike Richmond, Ronan Guillfoile,<br />

Bruce Forman o Peter Kowald.<br />

Coordinador durante años del prestigioso<br />

Festival Internacional de Música<br />

Improvisada Hurta Cordel, hoy sus<br />

cuerdas caben en las ensoñaciones de<br />

artistas tan dispares como Maria João,<br />

Jorge Pardo, Perico Sambeat, Carlo<br />

Actis Dato, Merran Laginestra o Baldo<br />

Martínez, aunque desde el año pasado<br />

Fotos: Merran Laginestra<br />

viene reclamando su propia voz como<br />

líder a través de su cuarteto Tangentes<br />

(Producciones Efímeras, 2007), título<br />

de un disco homónimo compartido<br />

junto al trompetista y cornetista David<br />

Herrington, el contrabajista Christian<br />

Pérez y el baterista Santiago Rapallo.<br />

Por su parte, Germán Díaz (Valladolid,<br />

1978) es uno de nuestros talentos<br />

más productivos y valiosos, rescatando<br />

el sonido centenario de la zanfona a<br />

través de discos tan necesarios como El<br />

suéter de Claudia (Dro East West, 2003,<br />

el mencionado Sin título junto al Rao<br />

Trío (Producciones Efímeras, 2005) o N<br />

(o sea, Pí), música para manivelas<br />

(Producciones Efímeras, 2007). Y en el<br />

medio, colaboraciones junto a maestros<br />

zanfonistas como el francés Pascal<br />

Lefeuvre, con quien tiene registrado el<br />

excelente disco Dúo de fuego (Openfolk,<br />

2004). Sobrino del reputado musicólogo<br />

y etnógrafo Joaquín Díaz, su<br />

música ha ido madurando en este tiempo<br />

hacia elementos y discursos plenamente<br />

jazzísticos, que él acostumbra a<br />

acotar entre los conceptos de “libertad,<br />

potencia, placer, ritmo, danza y trance”.<br />

No obstante, y a pesar de sus ya contrastadas<br />

cualidades compositoras, lo<br />

que sigue destacando en este joven instrumentista<br />

es su propia voz interpretativa,<br />

inteligente y expresiva, exclusiva y<br />

audaz. Ya va siendo hora de que la<br />

industria musical y profesional de nuestro<br />

país reconozca al chaval como una<br />

de sus grandes bazas creadoras.<br />

Germán Díaz toca la zanfona desde<br />

poco más de dos lustros, cuando entró<br />

en contacto con la Asociación Ibérica<br />

de la Zanfona, integrada por pioneros<br />

como Jesús Reolid, Rafa Martín, Isabelle<br />

Pignol, Gilles Chabenat, Patrick<br />

Bouffard, Nigel Eaton, Valentin Clastrier,<br />

Matthias Loibner y Laurence<br />

Bourdin. Según reconoce, este instrumento<br />

—nacido en Centroeuropa en el<br />

siglo IX, desplazado por el órgano en<br />

el XIII e incorporado a la corte dieciochesca—<br />

presenta muchos inconvenientes.<br />

“Requiere bastantes ajustes; si<br />

lo descuidas, puede ser muy díscolo”.<br />

Eso sí, también aporta mucho a su<br />

intérprete, le deja transmitir el sentimiento<br />

de forma especial. “Ésa es su<br />

magia”. El vallisoletano se felicita igualmente<br />

de que, desde los años 80, “la<br />

zanfona haya experimentado un proceso<br />

de renovación, sobre todo en Fran-


JAZZ<br />

BRAVO & DÍAZ<br />

cia. A partir de entonces se han redescubierto<br />

sus posibilidades para ejecutar<br />

a un tiempo melodía y ritmo, entre<br />

otros muchos recursos”. No resulta<br />

extraño, por tanto, que hoy participe,<br />

como invitado de lujo, en las formaciones<br />

del contrabajista Baldo Martínez o<br />

las cantantes María Salgado o Uxía, así<br />

como sea miembro relevante de Sinfonía<br />

Quartet, Nuke Trío o Rao Trío.<br />

La música de esta brigada musical<br />

revolucionara y contestataria se muestra<br />

enérgica en las ejecuciones, tanto<br />

en los fraseos lacerantes de Antonio<br />

Bravo como en las mágicas improvisaciones<br />

de Germán Díaz, cada día más<br />

cerca de una espiritualidad coltraneiana.<br />

La sintonía entre la pareja es absoluta<br />

y por eso funcionan tanto los pasajes<br />

individuales como los compartidos.<br />

Todo ello redunda en una expresión<br />

cargada de emoción y frescura, porque,<br />

ante todo, es una música que no<br />

se mira al ombligo, al contrario, es una<br />

música que se busca y persigue, siempre<br />

a la vuelta de la esquina.<br />

Herbie Hancock ha explicado<br />

recientemente que el jazz ha de crecer<br />

y evolucionar en contacto con otras<br />

músicas. Y su afirmación encuentra<br />

todos los sentidos en estas Músicas<br />

populares de la Guerra Civil compiladas<br />

por el estudioso Luis Díaz Viana,<br />

que acaba subrayando las palabras del<br />

pianista: “Servirse de melodías tradicionales<br />

para elaborar sofisticadas variaciones<br />

supone una senda tendida entre<br />

lo culto y lo popular que, desde el<br />

Renacimiento, los músicos más exquisitos<br />

han venido transitando”. La batalla<br />

de la Brigada Bravo & Díaz no ha<br />

hecho más que comenzar, pero atendiendo<br />

a las respectivas trayectorias de<br />

sus protagonistas ya se le puede augurar<br />

un mañana plagado de éxitos. Y de<br />

emociones felices e intensas, que al fin<br />

de cuentas es de lo que se trata.<br />

Pablo Sanz<br />

UN ANIVERSARIO, UN PREMIO Y UN ADIÓS<br />

El jazz ha echado el cierre veraniego y entre sus numerosos<br />

titulares ahora recordamos uno muy especial: la<br />

celebración del 25º aniversario de Clunia, una de las<br />

formaciones germinales la de la modernidad jazzística<br />

española. Fundado en 1983 por el ya desaparecido saxofonista<br />

Antonio Cual, el pianista Nani García,<br />

el omnipresente contrabajista Baldo Martínez<br />

y el baterista Fernando Llorca, el grupo<br />

aportó una nueva dimensión creativa a<br />

todos los jazzistas de la época, ya que a<br />

los cocinados estadounidenses ellos supieron<br />

darles sabores propios. En su filosofía<br />

cabía el jazz americano por derecho, pero<br />

también todas las corrientes vanguardistas<br />

que se estaban fraguando en Europa, casi<br />

todas alimentadas desde el arrebato de la<br />

improvisación. Su música, entonces, sonó<br />

nueva y, ahora, veinticinco años después,<br />

también se sabe que sonó adelantada a su<br />

tiempo. El regreso de Clunia en el pasado<br />

festival vigués Imaxina Sons, con Roberto<br />

Somoza cubriendo los flancos saxofonistas,<br />

así lo demostró, entregando un lote de<br />

composiciones que se siguen asomando al AHMAD JAMAL<br />

mañana.<br />

Otro de los titulares estivales fue la entrega del Premio<br />

Donostiako Jazzaldia 2008 a Ahmad Jamal, por su contribución<br />

al jazz. De este modo, el pianista sucede en el palmarés<br />

de este importante reconocimiento al saxofonista Wayne<br />

Shorter, galardonado el año pasado. Tras ser considerado<br />

como uno de los músicos más interesantes e influyentes por<br />

sus propios colegas, entre ellos Miles Davis, Jamal revolucionó<br />

el piano de jazz en los años cincuenta y desde entonces<br />

ha sido una referencia para todos los instrumentistas. En sus<br />

discos más recientes, especialmente en los grabados junto al<br />

saxofonista George Coleman, ha dejado constancia de la<br />

riqueza de su universo musical y de su permanente vitalidad.<br />

Su carrera ha sido reconocida anteriormente con otros<br />

importantes galardones, como el título de<br />

Caballero de las Artes y las Letras de Francia<br />

o el American Jazz Masters Award de<br />

Estados Unidos.<br />

La nota negativa del verano llegó justo<br />

al inicio de los calores, con la noticia del<br />

fallecimiento del joven pianista sueco<br />

Esbjörn Svensson, muerto trágicamente a<br />

los 44 años de edad mientras practicaba<br />

submarinismo en un lago a las afueras de<br />

Estocolmo. Su nombre estaba asociado a<br />

la historia de su trío, EST, formado por el<br />

contrabajista Dan Berglund y el baterista<br />

Magnus Öström. Desde su irrupción en la<br />

escena continental a comienzos de la<br />

década de los años noventa, el grupo no<br />

hizo otra cosa que sumar éxito tras éxito, a<br />

pesar de que en los últimos tiempos<br />

hubiera perdido frescura y la reiteración<br />

de sus argumentos lo instalaran en una<br />

posición creativa algo aburguesada. No obstante, actualmente<br />

el ascenso del grupo era imparable, subrayado por el lanzamiento<br />

discográfico de varios directos y sus dos últimos<br />

registros, Viaticum (2005) y Tuesday wonderland (2006). El<br />

EST tenía ya citas confirmadas para este otoño-invierno y un<br />

disco que ahora nos llegará como obra póstuma.<br />

Pablo Sanz<br />

153


LIBROS<br />

Semana de Música Religiosa de Cuenca<br />

LA CIUDAD Y SU MÚSICA<br />

Crear e impulsar un festival de<br />

música es siempre una aventura.<br />

Si, además, ese festival<br />

se ha de centrar en un repertorio<br />

tan ajeno a las audiencias masivas<br />

como la música sacra, aún mayor<br />

osadía. Y si, para remate, el acontecimiento<br />

viene a nacer en un terreno<br />

musical no precisamente propicio,<br />

como era la España de los primeros<br />

años sesenta, el apostar por su supervivencia<br />

puede ser arrendar una<br />

ganancia más que improbable. Sin<br />

embargo, y contra todo pronóstico, la<br />

Semana de Música Religiosa de Cuenca<br />

ha ido creciendo hasta convertirse<br />

en una de las citas ineludibles del<br />

calendario cultural español. El sustento<br />

de aquella criatura fue llegando<br />

en formas diversas, desde los imprescindibles<br />

apoyos institucionales a la<br />

modesta pero fiel aportación de<br />

cuantos han —hemos— ido ocupando<br />

sus butacas, año tras año.<br />

Pedro Mombiedro recorre las 46<br />

ediciones habidas desde aquel Martes<br />

Santo de 1962 hasta el momento<br />

de presentación de este libro, para<br />

rendir a la Semana un tributo merecido<br />

y legítimo. Pese a lo que podría<br />

temerse, no estamos frente a un<br />

mero catálogo de enumeración de<br />

fechas, nombres o programas. Toda<br />

esa información está, desde luego,<br />

recogida, pero hay mucho más.<br />

Siguiendo un formato musical, se nos<br />

muestra la evolución del propio tema<br />

y las distintas variaciones que, como<br />

resultado de los distintos enfoques<br />

dados por sus sucesivos responsables,<br />

han trazado un itinerario realmente<br />

apasionante. Percibiendo la<br />

propia evolución y ampliación del<br />

concepto de “música religiosa”, página<br />

tras página asistimos al permanente<br />

juego de malabares que en<br />

cada momento se hizo necesario<br />

para mantener viva la frágil naturaleza<br />

consustancial al acto. Las anécdotas,<br />

los nombres y las curiosidades<br />

amenizan una lectura que cobrará<br />

mayor sentido en tanto en cuanto se<br />

conozca, aunque sólo fuese levemente,<br />

el encanto que se respira en<br />

ese conjunto inseparable formado<br />

por la ciudad y su música.<br />

Juan García-Rico<br />

PEDRO MOMBIEDRO: Una<br />

mirada a la Semana de Música<br />

Religiosa de Cuenca<br />

(1962/2006). Ayuntamiento de<br />

Cuenca. Consejería de Cultura<br />

de Castilla-La Mancha<br />

Cuenca, 2006. 240 págs.<br />

Viaje mozartiano<br />

LA VERTIGINOSA GRAVEDAD DEL DESEO<br />

154<br />

Por su extensión, el libro no pretende,<br />

felizmente, ser exhaustivo,<br />

pero lo es en cierta manera<br />

por los temas tratados (la libertad<br />

irreductible, la relación de deseo<br />

con la ópera, los amores y el amor, la<br />

Viena interior…), por los personajes<br />

encontrados (de San Juan de la Cruz a<br />

Joseph Losey, de Juan Ramón Jiménez<br />

a Lulu), por las obras citadas (de<br />

Mozart y otros) y relacionadas con<br />

intérpretes queridos por la autora (y<br />

evidentemente excelentes: con un<br />

gazapo del editor a propósito de Richter<br />

que no es siempre Sviatoslav). Las<br />

muchas obras de Mozart son insertadas<br />

en su vida, y acaso la de la autora<br />

y del lector, con cortos comentarios,<br />

profundas fórmulas siguiendo el estilo<br />

místico de Hocquard: el último movimiento<br />

del Concierto para piano nº 22<br />

en mi bemol y “la vertiginosa gravedad<br />

del deseo”; el Andante del Concierto<br />

nº 21 “y el movimiento compulsivo de<br />

un sueño o de un recuerdo”; el Adagio<br />

del nº 23 en la mayor, cuya “belleza<br />

hace llorar a las piedras […] capaz de<br />

apaciguar la llamada a ese Dios tan<br />

solitario, tan sufriente, por todo el<br />

sufrimiento de los hombres”.<br />

Muy al gusto francés, y no es una<br />

crítica, este libro ofrece un viaje a través<br />

de un teatro vocal e instrumental,<br />

cósmico e íntimo, un viaje inmenso,<br />

pues le bastaría al lector usar una de<br />

estas obras, uno de estos temas o<br />

nombres como trampolín para salir del<br />

libro y aterrizar en la realidad, u en<br />

otros libros, otras obras… por ejemplo<br />

seguir la pista de Aloysa, escuchar su<br />

aria Mia speranza adorata en la versión<br />

de Margaret Price, puede conducir<br />

al apartamento romano de Confidencias<br />

de la película de Visconti,<br />

mientras otras pistas, que la escritora<br />

llama “del deseo” son abundantemente<br />

frecuentadas por clásicos y heterodoxos<br />

como Jouve o Blanchot: “Mozart<br />

amó a Don Juan porque le abrió las<br />

puertas no del sexo sino del deseo,<br />

deseo tan grande, que el compositor


LIBROS<br />

Empeño multidisciplinar<br />

UNIVERSO<br />

INEXPLORADO<br />

En lo concerniente a su carrera<br />

como compositor, el interés de<br />

Hélène Cao por la figura de Louis<br />

Spohr queda de manifiesto en esta<br />

nueva entrega de la colección Mélophiles,<br />

que tan primorosamente publica<br />

Editions Papillon. Envolviendo a su protagonista<br />

con su objetividad de musicóloga,<br />

Cao evidencia la resolución de<br />

lograr un estudio definitivo, y por eso<br />

recorre con cuidado las honduras del<br />

músico, tanto en su faceta mundana<br />

como en la que tiene que ver con el<br />

arte. Está claro que, en este último plano,<br />

Cao modula sus intereses, pero al<br />

final ofrece una lectura concluyente en<br />

torno a Spohr. Según viene a demostrar,<br />

entre la muerte de Beethoven y la consagración<br />

de Wagner, Spohr fue considerado<br />

el compositor alemán más conocido<br />

de Europa, y desde luego, fue<br />

reputado entre sus contemporáneos<br />

como el más grande autor musical de su<br />

tiempo. Lo cual no es poca cosa, sobre<br />

todo si se tiene en cuenta que ese rango<br />

superior en la encuesta —esa gloria,<br />

como dice la autora— deriva de un<br />

empeño multidisciplinar. De hecho,<br />

aquí hablamos de un violinista virtuoso,<br />

de un pedagogo sumamente intuitivo,<br />

de un finísimo director de orquesta y de<br />

un autor que estampó su firma en partituras<br />

de todos los géneros.<br />

Sobre ese fondo, y aunque recono-<br />

HÉLÈNE CAO: Louis Spohr.<br />

Ginebra, Éditions Papillon, 2006,<br />

178 págs.<br />

ce su deuda con otros estudiosos,<br />

nuestra autora elige como fuente predilecta<br />

las Memorias de Spohr, publicadas<br />

a título póstumo. Puesta entre<br />

corchetes por Cao, la vida del músico<br />

adquiere dimensiones novelescas.<br />

Página a página, la autora espiga las<br />

claves fundamentales de esa experiencia<br />

única: su ingreso en la Capilla de la<br />

Corte de Braunschweig, el periodo<br />

durante el que dirige la Capilla de la<br />

Corte de Gotha y sus nombramientos<br />

sucesivos como director de orquesta<br />

del Theater an der Wien, director de la<br />

ópera de Frankfurt y maestro de la<br />

Capilla de la Corte de Cassel.<br />

Para resultar pertinentes en el plano<br />

artístico, estos y otros acontecimientos<br />

pueden contextualizarse en el periodo<br />

cortesano de Spohr, o durante sus giras<br />

de conciertos. En otro sentido, son<br />

igualmente significativos los dos matrimonios<br />

del artista, primero con la arpista<br />

Dorette Scheidler, y años después<br />

con la pianista Mariana Pfeiffer.<br />

En palabras de Cao, la obra del<br />

músico está llena de maravillas que<br />

merecen ser redescubiertas. Hablamos<br />

de un universo sonoro siempre susceptible<br />

de conmover al oyente. Un universo<br />

que, no cabe duda, va mucho más allá<br />

de títulos consabidos, como el Concierto<br />

para violín, op. 47 y la ópera Fausto.<br />

A modo de guía de escucha, ya en<br />

la última parte del libro, la autora acapara<br />

el interés del curioso con un catálogo<br />

razonado de obras, el cual, por<br />

cierto, viene a proporcionar un resumen<br />

de la evolución del biografiado.<br />

Cao expone asimismo a los lectores un<br />

valioso conjunto documental, reproducido<br />

de forma ordenada en los apéndices.<br />

Así, una vez leídos los apartados<br />

biográfico y ensayístico, ese acopio<br />

suplementario —y pasado a limpio—<br />

de bibliografía, discografía y cronología<br />

confirma la impresión de que este<br />

libro proporciona datos de mucho<br />

interés para mejorar el conocimiento<br />

de una personalidad musical tan atractiva<br />

como la de Spohr.<br />

Guzmán Urrero Peña<br />

no puede por menos que suscribir su<br />

vida a evitar la muerte (el Adagio del<br />

Quinteto K. 516 o la obertura secreta<br />

[sic] de Don Giovanni) un deseo tan<br />

trágico para el seductor que las mujeres<br />

innumerables no le importan nada.<br />

Nada sino, como Viena para Mozart, la<br />

necesaria decepción o incluso el<br />

señuelo que tienta el toro bravo hasta<br />

la otra cara del deseo […] El impío ha<br />

invertido la cruz en su última erección”<br />

(acaso por su brevedad, el estilo<br />

es por lo general, contundente, a<br />

veces expeditivo: Da Ponte, en este<br />

libro, no es un genio sino un cortesano<br />

dispuesto a cualquier compromiso,<br />

un casanova de pacotilla (eso sí, “dota-<br />

dísimo” según reconoce la autora en<br />

otro párrafo). Un catálogo cronológico<br />

de las obras de Mozart, establecido<br />

con gran claridad por Bernard Caramatie<br />

concluye el libro junto con una discografía<br />

bastante amplia, que mezcla<br />

lo mejor (mucho) con lo peor (poco),<br />

pero esa es cuestión de gustos.<br />

Pierre Élie Mamou<br />

MARIE-FRANÇOISE VIEUILLE:<br />

Mozart. La libertad indómita.<br />

Traducción de Jordi Terré Alonso.<br />

Barcelona, Paidós Testimonios,<br />

2006. 264 págs.<br />

155


GUÍA<br />

LA GUÍA DE SCHERZO<br />

NACIONAL<br />

SANTANDER<br />

156<br />

BARCELONA<br />

18-IX: Filarmónica de Israel. Zubin<br />

Mehta. Beethoven, Schoenberg,<br />

Schubert. (Palau 100).<br />

19,20,21: Sinfónica de Barcelona y<br />

Nacional de Cataluña [www.obc.es].<br />

Christian Zacharias, director y piano.<br />

Ravel, Mozart, Poulenc. (Auditori.<br />

[www.auditori.com]).<br />

24: Sinfónica de Barcelona y Nacional<br />

de Cataluña. Christian Zacharias,<br />

director y piano. Haydn, Poulenc,<br />

Ravel, Mozart. (Auditori).<br />

27,28: Sinfónica de Barcelona y<br />

Nacional de Cataluña. Christian<br />

Zacharias, director y piano. Mozart,<br />

Haydn, Ravel. (Auditori).<br />

BILBAO<br />

ABAO<br />

WWW.ABAO.ORG<br />

IL TROVATORE (Verdi). Carminati.<br />

Curran. Casanova, Cedolins, Mishura,<br />

Maestri. 20,23,26,29-IX.<br />

EL ESCORIAL<br />

TEATRO AUDITORIO<br />

WWW.AUDITORIOESCORIAL.ORG<br />

5-IX: Sinfónica de Galicia. Víctor<br />

Pablo Pérez. Rey, Bros. Chueca,<br />

Cádiz (versión de concierto) (Siglos<br />

de Oro).<br />

JEREZ<br />

TEATRO VILLAMARTA<br />

WWW.VILLAMARTA.COM<br />

LA GRAN VÍA (Chueca). Cuesta.<br />

Matilla. Álvarez, Walter, Ibar, Moreno.<br />

27-IX.<br />

LA CORUÑA<br />

FESTIVAL DE ÓPERA<br />

WWW.AMIGOSOPERACORUNA.ORG<br />

MACBETH (Verdi). Petrenko. Barbalich.<br />

Guleghina, Lucic, Colombara,<br />

Corujo. 1-IX.<br />

O ARAME (Durán y Lourenzo).<br />

Zumalave. Lourenzo. Franco, Durán.<br />

13-IX.<br />

EVGENI ONEGIN (Chaikovski).<br />

Gómez Martínez. Rodríguez Aragón.<br />

Arteta, Markov, Jordi, Smirnova,<br />

Palatchi. 19,21-IX.<br />

MADRID<br />

7-IX: Orquesta Nacional de España.<br />

[ocne.mcu.es]. Josep Pons. Lang Lang,<br />

piano. Chaikovski. (Matadero Madrid).<br />

12: Orquesta Nacional de España.<br />

Josep Pons. Encuentro con Tomatito.<br />

(Matadero Madrid).<br />

TEATRO REAL<br />

Información: 91/ 516 06 60.<br />

Venta Telefónica: 902 24 48 48.<br />

Venta en Internet: teatro-real.com.<br />

Visitas guiadas: 91/ 516 06 96.<br />

UN BALLO IN MASCHERA. Giuseppe<br />

Verdi. Septiembre: 28, 30. Octubre:<br />

1, 3, 4, 7, 9, 10, 12, 13, 15, 16,<br />

18, 19; 20.00 horas; domingo, 18.00<br />

horas. Director musical: Jesús López<br />

Cobos. Director de escena: Mario<br />

Martone. Director del coro: Peter<br />

Burian. Solistas: Marcelo Álvarez<br />

(Sep. 28. Oct. 1, 4, 7, 10, 13, 16, 19)<br />

/ Giuseppe Gipali (Sep. 30. Oct. 3,<br />

9, 12, 15, 18), Violeta Urmana (Sep.<br />

28. Oct. 1, 4, 7, 10, 13, 16, 19) /<br />

Indra Thomas (Sep. 30. Oct. 3, 9,<br />

12, 15, 18), Carlos Álvarez (Sep. 28.<br />

Oct. 1, 4, 7, 10, 13, 16, 19) / Marco<br />

Vratogna (Sep. 30. Oct. 3, 9, 12, 15,<br />

18), Elena Zaremba (Sep. 28. Oct. 1,<br />

4, 7, 10, 13, 16, 19) / Malgorzata<br />

Walewska (Sep. 30. Oct. 3, 9, 12,<br />

15, 18), Alessandra Marianelli (Sep.<br />

28. Oct. 1, 4, 7, 10, 13, 16, 19) /<br />

Sabina Puértolas (Sep. 30. Oct. 3, 9,<br />

12, 15, 18), Borja Quiza, Miguel<br />

Sola, Scott Wilde. Coro y Orquesta<br />

Titular del Teatro Real<br />

Coro y Orquesta Sinfónica de<br />

Madrid.<br />

CORELLA BALLET Castilla y León.<br />

La Bayadera. Septiembre: 4, 5, 6, 7,<br />

9, 10; 20.00 h. Música: Ludwig Minkus.<br />

Coreografía: Natalia Makarova<br />

basado en la obra de Marius Petipa.<br />

Director Musical: Philip Ellis.<br />

Orquesta Titular del Teatro Real.<br />

Orquesta Sinfónica de Madrid.<br />

GALA DE ESTRELLAS DE LA<br />

DANZA. Bailarines del Mariinski y<br />

del Bolshoi. Septiembre: 11; 20.00<br />

horas. Director Artístico: Makhar<br />

Vaziev. Coreógrafos: Marius Petipa,<br />

George Balanchine, Pierre Lacotte,<br />

Alexei Ratmansky, William<br />

Forsythe, Arthur Saint-Léon, Viktor<br />

Gsovsky, Alexander Gorsky.<br />

Músicas: Riccardo Drigo, Piotr<br />

Ilich Chaikovski, Hanin, Adolphe<br />

Adam, Cesare Pugni, François<br />

Auber, Ludwig Minkus<br />

OVIEDO<br />

ÓPERA DE OVIEDO<br />

WWW.OPERAOVIEDO.COM<br />

DIALOGUES DES CARMÉLITES (Poulenc).<br />

Valdés. Carsen. Barrard, Bayo,<br />

Sola, Cortez. 20,22,24,26-IX.<br />

PAMPLONA<br />

BALUARTE<br />

WWW.BALUARTE.COM<br />

11,12-IX: Sinfónica de Navarra.<br />

Ernest Martínez Izquierdo. Linus<br />

ORCAM<br />

Martes 30 de septiembre de 2008<br />

19,30 h.<br />

Sala Sinfónica. Auditorio Nacional<br />

ORQUESTA Y CORO DE LA<br />

COMUNIDAD DE MADRID<br />

Susana Cordón, soprano<br />

Cecilia Díaz, mezzosoprano<br />

Jörg Dürmüller, tenor<br />

Detlef Roth, barítono<br />

Michel Corboz, director<br />

F. Mendelssohn Elias op.70<br />

Abono 1<br />

TEATRO DE LA ZARZUELA<br />

Jovellanos, 4. Metro Banco de<br />

España. Tlf.: (91) 5.24.54.00.<br />

Internet:<br />

http://teatrodelazarzuela.mcu.es.<br />

Director: Luis Olmos.<br />

Venta localidades: A través de<br />

Internet (servicaixa.com), Taquillas<br />

Teatros Nacionales y cajeros o teléfono<br />

de ServiCaixa: 902 33 22 11.<br />

Horario de Taquillas: de 12 a 18<br />

horas. Días de representación, de<br />

12 horas, hasta comienzo de la<br />

misma. Venta anticipada de 12 a 17<br />

horas, exclusivamente.<br />

La Celestina<br />

de Joaquín Nin-Culmell. Días 19,<br />

23, 25 y 27 de septiembre de 2008,<br />

a las 20:00 horas. Domingo 21, a<br />

las 18:00 horas. Dirección Musical:<br />

Miquel Ortega. Dirección de<br />

Escena: Ignacio García. Orquesta<br />

de la Comunidad de Madrid.<br />

Coro del Teatro de La Zarzuela.<br />

Entradas a la venta.<br />

Roth, violín. Saint-Saëns, Sarasate,<br />

Chaikovski.<br />

SAN SEBASTIÁN<br />

QUINCENA MUSICAL DONOSTIARRA<br />

WWW.QUINCENAMUSICAL.COM<br />

1-IX: Sinfónica de Euskadi. Coral<br />

Andra Mari. Andrei Boreiko. Javier<br />

Perianes, piano. Guridi, Rachmaninov,<br />

Holst.<br />

2,3: Orquesta Nacional del Capitolio<br />

de Toulouse. Coro Easo. Tugan Sokhiev.<br />

Solistas del Teatro Mariinski de<br />

San Petersburgo. Chaikovski, Iolanta<br />

(versión de concierto). / Denis Matsuev,<br />

piano. Glinka, Rachmaninov.<br />

4: Coro de Radio Berlín. Ballet de<br />

Kiel. Stefan Parkman. Schchedrin, El<br />

ángel lacrado (coreografiado).<br />

5,6: Sinfónica SWR de Baden-Baden<br />

y Freiburg. Sylvain Cambreling.<br />

Roger Muraro, piano. Mozart, Messiaen.<br />

/ Wagner, Messiaen, Bruckner.<br />

FESTIVAL INTERNACIONAL<br />

WWW.FESTIVALSANTANDER.COM<br />

1-IX: Orquesta del Mayo Musical Florentino.<br />

Orfeón Donostiarra. Zubin<br />

Mehta. Kaiserfeld, Chiuri, Schneider,<br />

Groissböck. Beethoven, Novena.<br />

VALENCIA<br />

PALAU DE LA MÚSICA<br />

WWW.PALAUDEVALENCIA.COM<br />

12-IX: Orquesta de Valencia. Yaron<br />

Traub. Joaquín Achúcarro, piano.<br />

Palau, Rodrigo, Strauss.<br />

15: Concurso José Iturbi.<br />

ZARAGOZA<br />

AUDITORIO<br />

WWW.AUDITORIOZARAGOZA.COM<br />

5-IX: Montserrat Caballé, soprano;<br />

Montserrat Martí, mezzo.<br />

7: I Solisti Veneti. Claudio Scimone.<br />

Vivaldi, Tartini, Rossini.<br />

12: Al Ayre Español. Eduardo López<br />

Banzo. Haendel, Música acuática.<br />

INTERNACIONAL<br />

ÁMSTERDAM<br />

DE NEDERLANDSE OPERA<br />

WWW.DNO.NL<br />

DIE FRAU OHNE SCHATTEN<br />

(Strauss). Albrecht. Homoki. Vogt,<br />

Fontana, Soffel, Eglitis. 1,5,9,12,16,<br />

20,23,28-IX.<br />

BORIS GODUNOV (Musorgski).<br />

Lazarev. Decker. Tomlinson, Asawa,<br />

Romanova, Vaneev. 29-IX.<br />

BERLÍN<br />

FILARMÓNICA DE BERLÍN<br />

WWW.BERLINER-PHILHARMONIKER.DE<br />

3,6-IX: Simon Rattle. Brahms, Shostakovich.<br />

25,26,27: Simon Rattle. Ravel.<br />

DEUTSCHE OPER<br />

WWW.DEUTSCHEOPERBERLIN.DE<br />

TURANDOT (Puccini). Steinberg.<br />

Fiorini. Lindstrom, Maus, Berti, Los.<br />

13,16,19-IX.<br />

DER FLIEGENDE HOLLÄNDER (Wagner).<br />

Lacombe. Gürbaca. Salminen,<br />

Uhl, Klink, Keegan. 17,19,25-IX.<br />

RIGOLETTO (Verdi). Gugerbauer.<br />

Neuenfels. Costello, Inverardi, Partridge,<br />

Lee. 15,18,27-IX.<br />

L’AMICO FRITZ (Mascagni). Veronesi.<br />

Spaulding. Alagna, Gheorghiu,<br />

Polverelli, Kang. 20-IX.<br />

DIE ZAUBERFLÖTE (Mozart). Rös-


www.ospa.es


GUÍA<br />

158<br />

ner. Krämer. Hagen, Breslik, Stober,<br />

Pauly. 21-IX.<br />

STAATSOPER<br />

WWW.STAATSOPER-BERLIN.ORG<br />

FAMA (Furrer). Furrer. Menke. 4-IX.<br />

IGROK (Prokofiev). Barenboim.<br />

Cherniakov. Ognovenko, Opolais,<br />

Didik, Toczyska. 5,9,11,19-IX.<br />

FIDELIO (Beethoven). Barenboim.<br />

Braunschweig. Muller-Brachman,<br />

Struckmann, Botha, Meier.<br />

6,10,12,18-IX.<br />

TRISTAN UND ISOLDE (Wagner).<br />

Barenboim. Kupfer. Forbis, Fischesser,<br />

Dalayman, Goldberg. 7,14,21-IX.<br />

IL BARBIERE DI SIVIGLIA (Rossini).<br />

Salemkour. Berghaus. Brownlee,<br />

Girolami, Belfiore, Vinogradov.<br />

16,20,26,30-IX.<br />

EVGENI ONEGIN (Chaikovski).<br />

Barenboim. Freyer. Kammerloher,<br />

Samuil, Gortsevskaia, Trekel. 27-IX.<br />

BRUSELAS<br />

LA MONNAIE<br />

WWW.LAMONNAIE.BE<br />

PELLÉAS ET MÉLISANDE (Debussy).<br />

Wigglesworth. Audi. Degout, Piau,<br />

Henschel,<br />

Lemieux.<br />

4,6,9,11,14,16,18,21,23-IX.<br />

DRESDE<br />

SEMPEROPER<br />

WWW.SEMPEROPER.DE<br />

DER ROSENKAVALIER (Strauss). Luisi.<br />

Laufenberg. Rydl, Vondung,<br />

Ketelsen, Ringelhahn. 3,6-IX.<br />

LA GRANDE MAGIA (Trojahn). Darlington.<br />

Lang. Petersen, Trost,<br />

Brohm, Hupach. 4,7-IX.<br />

CLEOFIDE (Hasse). De Marchi. Gruber.<br />

Barainsky, Köhler, Rasmussen,<br />

Cordier. 5,11,13-IX.<br />

IL BARBIERE DI SIVIGLIA (Rossini).<br />

Frizza. Asagaroff. Eder, Capitanucci,<br />

Küchler, Ihle. 8-IX.<br />

DON CARLO (Verdi). Luisi. Gramss.<br />

Salminen, Todorovich, Frontali,<br />

König. 14,17,20-IX.<br />

RIGOLETTO (Verdi). Luisi. Lehnhoff.<br />

Lucic, Kang, Zeppenfeld. 15,18,21-IX.<br />

MACBETH (Verdi). Joel. Himmelmann.<br />

Rasilainen, Belobo, Michael,<br />

Kim. 26-IX.<br />

FRANCFORT<br />

OPER FRANKFURT<br />

WWW.OPER-FRANKFURT.DE<br />

TOSCA (Puccini). Zhang. Kirchner.<br />

Havemann, Raspagliosi, Sidhom,<br />

Ventre. 3,7,13,21,27-IX.<br />

DIE ZAUBERFLÖTE (Mozart). Nielsen.<br />

Kirchner. Reiter, Mayer, Volle,<br />

Rae. 4,6,10,12,14,20-IX.<br />

UN BALLO IN MASCHERA (Verdi).<br />

Jones. Guth. 5,11,19-IX.<br />

LEAR (Reimann). Weigle. Warner.<br />

Koch, Baldvinsson, Volle, McCown.<br />

28-IX.<br />

PIERO–ENDE DER NACHT (Joneleit).<br />

Zorn. Thoma. Kösters, Autenrieth,<br />

Keitel. 29-IX.<br />

LONDRES<br />

PROMENADE CONCERTS<br />

WWW.BBC.CO.UK/PROMS/2008<br />

1-IX: Joven Orquesta Gustav Mahler.<br />

Colin Davis. Nikolaj Znaider, violín.<br />

Beethoven, Sibelius.<br />

2,3: Filarmónica de Berlín. Simon<br />

Rattle. Wagner, Messiaen. / Brahms,<br />

Shostakovich.<br />

4: Orquesta Nacional de la BBC de<br />

Gales. Tadaaki Otaka. Williams,<br />

Elgar, Chaikovski.<br />

5: Filarmónica de Londres. BBC Singers.<br />

Vladimir Jurowski. Rimski-Korsakov,<br />

Stravinski.<br />

6: Real Orquesta Nacional Escocesa.<br />

Stéphane Denève. Musgrave,<br />

Debussy, Roussel.<br />

7: Filarmónica de La Haya. Coro de<br />

la Ópera de Holanda. Ingo Metzmacher.<br />

Gilfry, Gran Murphy, Delamboye,<br />

Neven. Messiaen, San Francisco<br />

de Asís (versión de concierto).<br />

8,9: Sinfónica de Chicago. Bernard<br />

Haitink. Turnage, Mahler. / Murray<br />

Perahia, piano. Mozart, Shostakovich.<br />

10: Sinfónica de la BBC. Martyn Brabbins.<br />

Vaughan Williams, Xenakis, Holst.<br />

11: Orquesta de París. Christoph<br />

Eschenbach. Pintscher, Mahler.<br />

12: Filarmónica de la BBC. Coro de<br />

la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham.<br />

Gianandrea Noseda. Wagner,<br />

Penderecki, Beethoven.<br />

13: Coro y Sinfónica de la BBC.<br />

Roger Norrington. Última noche de<br />

los Proms.<br />

ROYAL OPERA HOUSE COVENT GARDEN<br />

WWW.ROYALOPERAHOUSE.ORG<br />

DON GIOVANNI (Mozart). Mackerras.<br />

Zambello. Keenlyside, Ciofi,<br />

Vargas,<br />

DiDonato.<br />

10,12,15,18,27,30-IX.<br />

LA FANCIULLA DEL WEST (Puccini).<br />

Pappano. Faggioni. Westbroek, Cura,<br />

Carroli, Bottone. 16,19,22,24,26,<br />

28,29-IX.<br />

LA CALISTO (Cavalli). Bolton. Aiden.<br />

Matthews, Bacelli, De Mey, Visse. 23,<br />

25,27-IX.<br />

LUCERNA<br />

LUCERNA FESTIVAL<br />

WWW.LUCERNEFESTIVAL.CH<br />

1-IX: Orquesta de Cleveland. Franz<br />

Welser-Möst. Adès, Bruckner.<br />

2,3,4: Filarmónica de Nueva York.<br />

Lorin Maazel. Jean-Yves Thibaudet,<br />

piano. Stucky, Gershwin, Stravinski. /<br />

Ravel, Bartók, Chaikovski. / Bruckner,<br />

Octava.<br />

5: Orquesta del Festival de Lucerna.<br />

Pierre Boulez. Berio, Carter, Stravinski.<br />

6,7: Orquesta del Concertgebouw de<br />

Ámsterdam. Mariss Jansons. Thomas<br />

Quasthoff, barítono. Schubert, Bruckner.<br />

/ Messiaen, Turangalila.<br />

8,9,10: Filarmónica de Viena. Riccardo<br />

Muti. Bruckner. / Rossini, Stravinski,<br />

Chaikovski. / Verdi, Rota.<br />

11: Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.<br />

Gustavo Dudamel. Coro de<br />

Mannheim. Mahler, Segunda.<br />

12,13: Sinfónica de Chicago. Bernard<br />

Haitink. Wagner, Mahler. /<br />

Murray Perahia, piano. Mozart, Shostakovich.<br />

14,15: Orquesta Barroca de Friburgo.<br />

Attilio Cremonesi. Mozart-Harneit.<br />

16: Sinfónica de Lucerna. John Axelrod.<br />

Barber, Falla, Rimski-Korsakov.<br />

17,19: Orquesta de Cámara de Europa.<br />

Bernard Haitink. Beethoven. /<br />

András Schiff, piano. Beethoven.<br />

20,21: Orquesta de la Gewandhaus de<br />

Leipzig. Riccardo Chailly. Rihm, Chaikovski,<br />

Scriabin. / Mendelssohn, Ravel.<br />

MÚNICH<br />

FILARMÓNICA DE MÚNICH<br />

WWW.MPHIL.DE<br />

21,22,24-IX: Ion Marin. Jean-Yves<br />

Thibaudet, piano. Enescu, Gershwin,<br />

Respighi.<br />

NUEVA YORK<br />

METROPOLITAN OPERA<br />

WWW.METOPERA.ORG<br />

SALOME (Strauss). Franck. Flimm.<br />

Mattila, Komlósi, Begley, Kaiser.<br />

23,26,30-IX.<br />

LA GIOCONDA (Ponchielli). Callegari.<br />

Wallmann. Borodina, Podles,<br />

Machado, Guelfi. 24,27-IX.<br />

DON GIOVANNI (Mozart). Langrée.<br />

Keller. Stoyanova, Graham, Leonard,<br />

Polenzani. 27-IX.<br />

PARÍS<br />

8,9-IX: Filarmónica de Nueva York.<br />

Lorin Maazel. Jean-Yves Thibaudet,<br />

piano. Stucky, Gershwin, Stravinski. /<br />

Ravel, Bartók, Chaikovski. (Sala Pleyel<br />

[www.sallepleyel.fr]).<br />

10: Les Arts Florissants. William Christie.<br />

Anne Sofie von Otter, mezzo.<br />

Charpentier, Rameu, Lambert. (S. P).<br />

11: Staatskapelle de Dresde. Fabio<br />

Luisi. Rudolf Buchbinder, piano.<br />

Strauss, Beethoven, Brahms. (Teatro<br />

de los Campos Elíseos<br />

[www.theatrechampselysees.fr]).<br />

— Orquesta de la Ópera Nacional de<br />

París. Jonathan Nott. Messiaen, Mahler.<br />

(S. P).<br />

12: Mikhail Rudi, piano. Scriabin,<br />

Liszt, Chopin. (T. C. E.).<br />

18: Orquesta Nacional de Francia.<br />

Daniele Gatti. Messiaen, Stravinski,<br />

Debussy. (T. C. E.).<br />

18,20: Coro y Orquesta de París.<br />

Christoph Eschenbach. Schäfer,<br />

Jahns, Groves, Holl. Beethoven, Misa<br />

solemne. (S. P).<br />

19: Filarmónica de Radio Francia.<br />

Lionel Bringuier. Lisa Batiashvili, violín.<br />

Ravel, Lindberg. Stravinski. (S. P).<br />

24,25: Orquesta de París. Rafael Frühbeck.<br />

Haydn, Rimski-Korsakov. (S. P).<br />

26: Filarmónica de Radio Francia.<br />

Myung-Whun Chung. Messiaen,<br />

Saint-Saëns. (S. P).<br />

27,28: Orquesta Revolucionaria y<br />

Romántica. Coro Monteverdi. John<br />

Eliot Gardiner. Brahms. (S. P).<br />

30: Orquesta de los Campos Elíseos.<br />

Philippe Herreweghe. Haydn, Beethoven.<br />

(S. P).<br />

OPÉRA BASTILLE<br />

WWW.OPERA-DE-PARIS.FR<br />

RIGOLETTO (Verdi). Oren. Savary.<br />

Secco, Pons, Sigmundsson, Cigni.<br />

24,26,29-IX.<br />

PALAIS GARNIER<br />

WWW.OPERA-DE-PARIS.FR<br />

EVGENI ONEGIN (Chaikovski).<br />

Vedernikov. Cherniakov. Monogarova,<br />

Dunaev, Ladiuk, Kazakov.<br />

6,7,8,9,10,11-IX.<br />

VENECIA<br />

TEATRO LA FENICE<br />

WWW.TEATROLAFENICE.IT<br />

BORIS GODUNOV (Musorgski). Inbal.<br />

Nekrosius. Furlanetto, Sassu, Martirosian,<br />

Sterey. 14,16,18,20,23-IX.<br />

VIENA<br />

MUSIKVEREIN<br />

WWW.MUSIKVEREIN.AT<br />

20,21,25,26-IX: Orquesta del Festival<br />

de Lucerna. Claudio Abbado.<br />

Maurizio Pollini, piano. Beethoven,<br />

Berlioz. / Hélène Grimaud, piano.<br />

Chaikovski, Rachmaninov, Stravinski.<br />

24: Solistas de la Orquesta del Festival<br />

de Lucerna. Brahms, Benjamin,<br />

Schumann.<br />

30: Filarmónica de Viena. Riccardo<br />

Muti. Rossini, Stravinski, Chaikovski.<br />

WIENER STAATSOPER<br />

WWW.WIENER-STAATSOPER.DE<br />

LA JUIVE (Halévy). Sutej. Isokoski,<br />

Archibald, Shicoff, Fink. 5,10,14,18-IX.<br />

LA FORZA DEL DESTINO (Verdi).<br />

Carignani. Stemme, Krasteva, Álvarez,<br />

Giordani. 6,9,12,15-IX.<br />

ARIADNE AUF NAXOS (Strauss).<br />

Petrenko. Selinger, Gruberova,<br />

Nylund, Moser. 7,11,16-IX.<br />

IL BARBIERE DI SIVIGLIA (Rossini).<br />

Chichon. Kurzak, Meli, Bankl, Eröd.<br />

8-IX.<br />

SIMON BOCCANEGRA (Verdi). Abel.<br />

Briban, Nucci, Prestia, Aronica.<br />

17,20,23,27-XI.<br />

DER FLIEGENDE HOLLÄNDER<br />

(Wagner). Schirmer. Johansson,<br />

Smith, Dohmen. 19,22,26-IX.<br />

ROMÉO ET JULIETTE (Gounod).<br />

Schnitzler. Reinprecht, Giordani,<br />

Eröd. 21,25,29-IX.<br />

PIKOVAIA DAMA (Chaikovski). Ozawa.<br />

Silja, Serafin, Shicoff, Dohmen.<br />

30-IX.<br />

ZÚRICH<br />

OPERNHAUS<br />

WWW.OPERNHAUS.CH<br />

RIGOLETTO (Verdi). Santi. Deflo. 3-IX.<br />

DER GRAF VON LUXEMBURG<br />

(Lehár). Weikert. Lohner. 5-IX.<br />

DON CARLO (Verdi). Rizzi, Düggelin.<br />

7-IX.<br />

LUCIA DI LAMMERMOOR (Donizetti).<br />

Santi. Michieletto. 14-IX.<br />

DAS RHEINGOLD (Wagner). Jordan.<br />

Wilson. 17-IX.


CONTRAPUNTO<br />

GRANDE Y MEZQUINO<br />

160<br />

Queda poco que aún se pueda revelar sobre la vida de<br />

Benjamin Britten. Sus relaciones homosexuales con<br />

Peter Pears, bastante al descubierto durante su vida,<br />

vistas desde hoy parecen anodinas, mientras que sus<br />

pasiones con los jovencitos han sido exploradas por los documentalistas<br />

y biógrafos sin que se levantara ninguna sospecha<br />

en absoluto de que niño alguno resultara perjudicado por esas<br />

fantasías casi paternales. Los mismos muchachos lo han dejado<br />

claro: lo peor que les pasó fue un inocente apretón mientras<br />

daban un paseo en coche o un poco de charla a la hora del<br />

baño. Las simpatías pacifistas y prosoviéticas de Britten también<br />

son muy conocidas y si su negativa a condenar las invasiones<br />

de Hungría y Checoslovaquia fue indicio de hipocresía,<br />

en eso no fue peor que otros simpatizantes de la izquierda cultural.<br />

No fue ni un traidor ni un espía, y sus relaciones con la<br />

Reina equivalían a un premioso conjunto de humilde fidelidad<br />

y sincero cariño personal.<br />

La esperanza de nuevas revelaciones es tan escasa que la<br />

proyectada publicación de una colección de cartas de Britten<br />

ha pasado de Faber & Faber a un remoto editor de Suffolk,<br />

Boydell Press. El cuarto de ocho tomos acaba de salir con la<br />

ayuda de la Britten-Pears Foundation y el Arts and Humanities<br />

Research Council [Letters from a Life (tomo 4), publicado por<br />

Boydell Press, 45 libras]. Un rápido vistazo a sus seiscientas<br />

paginas no revela nada sensacional pero bajo la superficie hay<br />

una sobrecogedora crueldad.<br />

El cuarto tomo cubre los años 1952-1957. Muestra a Britten<br />

en la cima de su fuerza creadora, con Peter Grimes y Billy Budd<br />

sólidamente establecidas en el escenario mundial, un festival<br />

fundado en Aldeburgh, el English Opera Group y ofertas apremiantes<br />

para que se convirtiera en el director musical del<br />

Covent Garden. Con desconcertantes rapidez y concentración<br />

compone Gloriana para la coronación de la reina y La vuelta de<br />

tuerca para Venecia, intenta escribir su único ballet, El príncipe<br />

de las pagodas, y viaja a India, Indonesia y Japón para encontrar<br />

materiales para su próxima fase creativa. En medio de esta frenética<br />

actividad, su vida privada no sale de las convenciones de<br />

una clase media provinciana. Para divertirse hace calcos de<br />

losas sepulcrales y utiliza un diario Letts para escolares para<br />

organizar sus citas personales. Anota detalladamente sus gastos<br />

de viaje, paga sus impuestos sin quejarse y compra un Rolls-<br />

Royce tan pronto como tiene el dinero para hacerlo. El Capitán<br />

Mainwaring no lo hubiera hecho mejor. Podía satisfacer casi<br />

todas sus necesidades localmente. Cuando quería un ayudante<br />

para tomar dictados, conducir el coche o pasar las páginas<br />

durante un concierto, el director de la sucursal en Aldeburgh<br />

del Barclays Bank ofrecía los servicios de su hijo, Jeremy<br />

Cullum, también miembro del coro. Cuando se quedó sin trabajo,<br />

Britten ayudó a Cullum y su mujer a comprar la tienda de<br />

música del pueblo, que tuvieron durante 20 años. Cullum se<br />

acostumbró a que el fluir de los dictados se parara durante largos<br />

períodos mientras el compositor miraba en silencio el mar.<br />

Los intercambios con sus libretistas, William Plomer y<br />

Myfanwy Piper, forman una gran parte del libro; muestran<br />

cómo intenta alentarles. El resto está lleno de tópicos. Hasta las<br />

cariñosas notas que enviaba a Pears son empalagosamente<br />

hogareñas. La voz de Britten no tiene nada que ver con las violentas<br />

cartas de Mahler llenas de añoranza, las agudas observaciones<br />

de Stravinski o las ingeniosas asperezas de Noel<br />

Coward. Al lado de estas mentes gigantescas, Britten sale como<br />

un hombre mojigato que está empeñado en guardar las apariencias.<br />

Pero si se araña la superficie de todos los cumplidos<br />

de rigor de sus cartas, se encuentra otra cosa, algo provinciano,<br />

mezquino y malicioso. No valdría ni siquiera mencionarlo si<br />

fuera una figura menor pero la influencia de Britten fue tan<br />

grande en su propio país que existen razones para creer que su<br />

rencor ha dejado un residuo en la música británica que sigue<br />

presente hoy.<br />

Al parecer, trabajar para Britten no era una experiencia<br />

agradable. No ocurrió nada con los que, como Imogen Holst,<br />

le entregaron sus vidas y no decían lo que realmente pensaban.<br />

Otros, que con las mejores intenciones, sugerían mejoras u<br />

otros métodos de trabajo, fueron destruidos sin piedad.<br />

Empezaba con una campaña de rumores. Su editor, Ernst<br />

Roth, se quejó de “tus persistentes vilipendios y tu disposición<br />

a escucharlos”. No hubo contestación de Britten que ya estaba<br />

buscando un nuevo editor. Basil Douglas, gerente del English<br />

Opera Group durante siete años, se enteró de que le habían<br />

echado gracias a la radio macuto del mundo de la música clásica.<br />

“Desde luego yo mismo te hubiera dado la noticia de prescindir<br />

de tus servicios”, dijo Britten, “…era mi sincero deseo<br />

que pudieras seguir trabajando tanto para el Festival como para<br />

el Group. Todos lo deseábamos”. Douglas, un gay privilegiado<br />

en el mundo de Aldeburgh, contestó con indignación que Britten<br />

y Pears le habían arruinado con sus chismes envenenados.<br />

“Si hubierais sido más abiertos conmigo, podríais haberos ahorrado<br />

muchos problemas y a mí una crisis nerviosa”.<br />

La contestación de Britten se despoja de la apariencia de<br />

respetabilidad y expone su rasgo brutal. “Por favor, deja de<br />

meterte con Peter y conmigo”, escribió a Douglas, “e intenta<br />

darte cuenta que no te deseamos ningún mal… Somos buenos<br />

amigos tuyos, a menos, por supuesto, que te empeñes en llamarnos<br />

tus enemigos. La situación está en tus manos. Siempre<br />

tuyo, Ben”. Douglas se hizo agente de música clásica y visitaba<br />

Aldeburgh a menudo por razones de negocios. Britten nunca<br />

volvió a dirigirle la palabra.<br />

La cruel y nada sentimental vida laboral de Britten está llena<br />

de despidos abruptos. Al enterarse del suicidio de un intimo<br />

amigo, el pianista Noel Mewton-Wood, se negó a abandonar<br />

una fiesta de la que era el anfitrión y más tarde comentó “qué<br />

fastidio, con los periódicos llamándome”. Pasó al lado de<br />

Michael Tippett en el Covent Garden sin decirle una palabra<br />

después de que su amigo declinara citar Aldeburgh en una de<br />

sus partituras. Su ahijado Michael Berkeley sufrió su silencio<br />

por componer usando inadvertidamente textos de uno de los<br />

poetas favoritos de Britten.<br />

Estas asperezas eran ajenas a la música británica, que había<br />

crecido de forma cordial. Elgar fue un hombre afable y Vaughan<br />

Williams siempre se esforzó por ser amable. Tippett y Walton<br />

eran sinceros. Britten, el compositor más aclamado que el<br />

país haya tenido, cambió las reglas para que se adaptaran a su<br />

mezquino carácter.<br />

Gran parte del ambiente que creó sigue existiendo en ese<br />

mundo de la música clásica que hoy muestra una inhóspita<br />

cara al mundo exterior y hace sus nombramientos con procesos<br />

más secretos que una elección papal. No pregunten por<br />

qué Thomas Adès es el compositor más promocionado del<br />

momento cuando Mark-Anthony Turnage y Julian Anderson<br />

son igualmente dotados y productivos. No discuta la manera en<br />

que los puestos más importantes son para sobrinos y parientes<br />

políticos. La música clásica en Gran Bretaña, a pesar de toda<br />

pretensión de apertura e igualdad de oportunidades, es un<br />

mundo cerrado lleno de chismes y malicia. Eso se lo debemos<br />

a Lord Britten.<br />

Norman Lebrecht

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